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Las psicologías del área social-organizacional en el P erú: 2003-2012 1 Federico R. León 2 Socio, León & Bustamante Consultores Este artículo evalúa cuatro subdisciplinas de la psicología peruana. Un desafío para el psicólogo organizacional es ajustar sus buenas prácticas a la evidencia científica; aquellas formuladas en Estados Unidos o Europa no son necesariamente relevantes a toda empresa y población local. La psicología del consumidor tiene impacto popular, pero los cultores no divulgan sus métodos y hallazgos con rigurosidad. Las contribuciones de la psicología comunitaria podrían fortalecerse si las hipótesis de origen psicoanalítico u otras perspectivas, fuesen formuladas con nitidez y sometidas a metodologías convencionales de evaluación de intervenciones. La psicología social peruana está contribuyendo al conocimiento de la rea- lidad nacional y presenta hallazgos originales en temas de reducción de pobreza, identidad nacional, bienestar personal y efectos de la geografía. Palabras clave: psicología social, psicología organizacional, Perú Psy chologies of the Social-Organizational Area in Peru: 2003-2012 This article assesses four subdisciplines of Peruvian psychology. Organizational psychologists face the challenge of adjusting their good practices to scientific evidences; those studied in the United States or Europe are not necessarily relevant to all types of Peruvian organizations and populations. Consumer psychology has achieved popular impacts, but practitioners, either qualitative or quantitative, do not disseminate their methods and findings with rigor. Community psychologists’ contributions could improve if their hypotheses originated in psychoanalysis or other perspectives were formulated with clarity and tested by means of conventional techniques designed for the evaluation of interventions. Peruvian social psychology is contributing to the understanding of national realities and has generated original findings concerning poverty reduction, national identity, personal wellbeing, and effects of geography . Keywords: social psychology, organizational psychology, Peru 1  Nota del Autor: El autor agradece las entrevistas concedidas por Rolando Arellano, Nina Busta- mante, Eduardo Castillo, Eduardo Cobián, Carmen Masías, Mario Tueros, T esania V elásquez y  Jorg e Yamamoto, así como l a ayu da de Vanessa Landa very en la bús queda bibli ográfi ca . 2  Doctor en P sicología y profesor en la Universidad San Ignacio de Lo yola. Socio, León & Busta- mante Consultores. Contacto: Av. Javier Prado 7427, Lima 3; [email protected] Revista de Psicología  V ol. 31 (2), 2013 (ISSN 0254-9247)

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    Las psicologas del rea social-organizacional en el Per:2003-20121

    Federico R. Len2

    Socio, Len & Bustamante Consultores

    Este artculo evala cuatro subdisciplinas de la psicologa peruana. Un desafo para elpsiclogo organizacional es ajustar sus buenas prcticas a la evidencia cientfica; aquellasformuladas en Estados Unidos o Europa no son necesariamente relevantes a toda empresay poblacin local. La psicologa del consumidor tiene impacto popular, pero los cultoresno divulgan sus mtodos y hallazgos con rigurosidad. Las contribuciones de la psicologacomunitaria podran fortalecerse si las hiptesis de origen psicoanaltico u otras perspectivas,fuesen formuladas con nitidez y sometidas a metodologas convencionales de evaluacin deintervenciones. La psicologa social peruana est contribuyendo al conocimiento de la rea-lidad nacional y presenta hallazgos originales en temas de reduccin de pobreza, identidadnacional, bienestar personal y efectos de la geografa.Palabras clave: psicologa social, psicologa organizacional, Per

    Psychologies of the Social-Organizational Area in Peru: 2003-2012This article assesses four subdisciplines of Peruvian psychology. Organizational psychologistsface the challenge of adjusting their good practices to scientific evidences; those studied inthe United States or Europe are not necessarily relevant to all types of Peruvian organizationsand populations. Consumer psychology has achieved popular impacts, but practitioners,either qualitative or quantitative, do not disseminate their methods and findings with rigor.Community psychologists contributions could improve if their hypotheses originatedin psychoanalysis or other perspectives were formulated with clarity and tested by means

    of conventional techniques designed for the evaluation of interventions. Peruvian socialpsychology is contributing to the understanding of national realities and has generatedoriginal findings concerning poverty reduction, national identity, personal wellbeing, andeffects of geography.Keywords: social psychology, organizational psychology, Peru

    1 Nota del Autor: El autor agradece las entrevistas concedidas por Rolando Arellano, Nina Busta-mante, Eduardo Castillo, Eduardo Cobin, Carmen Masas, Mario Tueros, Tesania Velsquez y

    Jorge Yamamoto, as como la ayuda de Vanessa Landavery en la bsqueda bibliogrfica.2 Doctor en Psicologa y profesor en la Universidad San Ignacio de Loyola. Socio, Len & Busta-

    mante Consultores. Contacto: Av. Javier Prado 7427, Lima 3; [email protected]

    Revista de PsicologaVol. 31 (2), 2013 (ISSN 0254-9247)

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    Es difcil que una disciplina alcance un nivel de desarrollo ptimosin detenerse a evaluar peridicamente sus logros y vacos. Atendiendo aesta necesidad, el Colegio de Psiclogos del Per/Lima me encarg pre-parar una panormica de la psicologa social y organizacional en el Per ypresentarla al Primer Congreso Internacional de Comportamiento Socialpara el Desarrollo Humano (Lima, mayo 2011). Este artculo ofrece una

    evaluacin actualizada de las psicologas del rea social-organizacionalabarcando la dcada del 2003 al 2012. Livia (2008) hizo una descripcinpoco exhaustiva de la produccin cientfica del rea como parte de suevaluacin de las investigaciones y posgrados de la psicologa peruana.

    En la Figura 1 est mi visin global del campo. La clasificacinde las cuatro subdisciplinas, adems de estar definida por la relacin dela psicologa con otras disciplinas, lo est por los ejes vertical y hori-zontal. El primero concierne a la naturaleza del cliente. La psicologa

    organizacional y la del consumidor sirven intereses particulares (corpo-raciones, instituciones pblicas, organizaciones no gubernamentales)mientras que la social y la comunitaria estn al servicio de intereses msheterogneos (una comunidad, la sociedad en general). La dimensinhorizontal distingue posturas abiertas y cerradas.

    Figura 1.Las psicologas del rea social-organizacional

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    El psiclogo social y el del consumidor necesitan abrir la mentepara hacer su trabajo, que consiste en obtener informacin y desarrollarconceptos. En cambio, el psiclogo organizacional y el comunitariodeben seleccionar buenas prcticas y aplicarlas con cierta dosis de dog-matismo para conseguir resultados. Demogrficamente, las cuatroespecialidades no tienen la misma importancia; sobre esto habr quelograr mayor precisin mediante encuestas y otros medios de recolec-cin de informacin, aunque es evidente que la organizacional tiene alas mayoras. Tambin es evidente que la de la Figura 1 es una divisinabstracta, pues las personas propiamente dichas migran de un rea a

    otra y, a veces, es difcil definir su identidad. Hay migraciones dentrode la psicologa, como es mi caso (de organizacional a social, pasandopor psicologa de la salud), y no es raro que la carrera ms exitosa delpsiclogo del rea culmine en su conversin a gerente de recursoshumanos, dueo de una empresa de marketingo experto en desarrollo.Mi estrategia para el diagnstico de cada rea sacrific el criterio derepresentatividad.

    El propsito fue poner el foco en los niveles de excelencia de cada

    subdisciplina, bajo el supuesto que las falencias que se encontraraen las lites generaran lecciones para todos los niveles. Para este fin,entrevist a dos psiclogos muy destacados por rea y a representantesde las universidades que respondieron a mi pedido de una reunin.De mis conversaciones con ellos, una bsqueda intensiva por Internety mi propia experiencia y reflexiones deriv implicancias para la forma-cin acadmica, actividad profesional y desarrollo cientfico. Mi sesgo

    personal est reflejado en la atencin prestada a las obras empricas dela literatura (es decir, estudios sobre temas bien delimitados que invo-lucran observaciones, mediciones, o afrontes cualitativos), aun las depobre calidad. Demasiada tinta se gasta en escribir ensayos genricosy repetitivos; solo cuando un artculo no-emprico sobresala por suoriginalidad fue tomado en cuenta.

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    Psicologa organizacional

    La psicologa organizacional tiene su ncleo histrico y acontecer

    presente en el traslape de la psicologa con la administracin y, secun-dariamente, la ingeniera. En el Per, ha sido recientemente evaluadamediante una encuesta a psiclogos organizacionales por Flrez y Salas(2011), quienes distinguieron cinco tipos de actividad. Yo he agregadouna sexta actividad, referida a la reingeniera de tareas.

    Seleccin de personal

    En seleccin de personal para cubrir vacantes trabaja gran partede los psiclogos organizacionales. Lo hacen dentro de corporacionesindustriales, comerciales y otras, generalmente grandes, con frecuen-cia subsidiarias de transnacionales, as como en empresas consultoraslocales o transnacionales. Tambin lo hacen en el aparato estatal y enorganizaciones no gubernamentales (ONG). Su funcin es amplia-mente reconocida por las organizaciones. Las actividades de seleccin

    y evaluacin de personal abarcan todo tipo de ocupaciones y nivelesorganizacionales, desde obreros no especializados hasta gerentes gene-rales y actualmente se ve una gran diversidad de enfoques y tcnicas.Hay una minora de psiclogos puramente clnicos que ofrecen a lasempresas diagnsticos de habilidades y personalidad de los candidatos,pero la mayora son psiclogos que en el pregrado concentraron sucarga acadmica en cursos relativos a la psicologa organizacional y apli-can un enfoque psicomtrico en las organizaciones. Me refiero con esto

    al uso de puntajes derivados de tests de habilidades y de personalidadpara predecir el desempeo laboral de la persona evaluada. Por ejem-plo, se utiliz bastante en el siglo pasado el 16PF, el test de personalidadde Cattell, estandarizado en Venezuela y Colombia. Ahora se utilizatests norteamericanos, colombianos y de otros pases rigurosamenteconstruidos que pueden alquilarse por Internet. Tambin se encuentraun enfoque mixto, es decir, el uso combinado de tests psicomtricos y

    proyectivos.

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    Amplias mayoras de psiclogos organizacionales del Per enfren-tan el desafo de entregarse a actividades altamente especializadasapenas terminan el pregrado, que no les da informacin suficientesobre administracin y organizaciones. Como dicen Flrez y Salas(2011), una de las razones por las cuales el psiclogo organizacional norecibe el reconocimiento que quisiera est en su poca comprensin delambiente de negocios, Esta situacin est cambiando. Hay psiclogosorganizacionales que han conseguido un mejor entendimiento de lasorganizaciones gracias al complemento de una maestra en adminis-tracin general, que le permite hablar de igual a igual con sus clientes

    corporativos y entrevistar a los candidatos a un puesto comunicndoseen su propio lenguaje. Otros caminos son los de hacer una maestraen psicologa organizacional o en recursos humanos. Los psiclogosorganizacionales pueden alcanzar un alto nivel de especializacin enevaluacin y seleccin de personal. En los ltimos 20 aos, candidatosvenezolanos, ecuatorianos, chilenos, dominicanos y de otros pases erantrados por una gran empresa de cosmticos a Lima para ser evaluadosen sesiones cara a cara con un enfoque mixto de evaluacin que inclua

    al test de Rorschach. Recientemente se logr reducir el costo gracias alas alternativas que representan las entrevistas por Skypey los tests porInternet, pero aun as el enfoque mixto sigue siendo caro y elitista. Porejemplo, el test de necesidades de McClelland sigue siendo proyectivoon-liney no es fcil de interpretar. Y si de lo que se trata es de seleccio-nar 200 obreros para la obra que comienza dentro de una semana, elenfoque mixto es evidentemente inaplicable.

    Estar bien formado como psiclogo organizacional no solo suponehaber aprovechado las enseanzas acadmicas y haber acumulado expe-riencias, sino tambin estar al tanto de los progresos contemporneosen buenas prcticas. Considrese el caso de la estabilidad emocional,un factor de personalidad que est entre los Big Fivey se refiere a lamedida en que una persona es calmada, equilibrada bajo presin ygeneralmente libre de, o con control sobre, emociones negativas comoansiedad, depresin o clera. Est demostrado que el control emocio-

    nal ayuda a la gente a superar las emociones distractoras que desvan la

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    atencin de la tarea que uno est ejecutando; tambin ayuda a evitarinterferencias en las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo.De all que se espere que mientras mayor sea la estabilidad emocionalde una persona, mejor ser su desempeo laboral. Muchos psiclogosorganizacionales peruanos usan el test de Machover, el hombre bajola lluvia, y otros tests de personalidad con poblaciones obreras y pre-dicen mejor desempeo laboral mientras ms estables emocionalmentediagnostican a sus candidatos. Sin embargo, esto acaba de dejar de seruna buena prctica en Estados Unidos, pues en un estudio publicadoen el Journal of Applied Psychologyaparece evidencia de que las cosas

    no son tan simples (Le & cols., 2011). La relacin entre estabilidademocional y desempeo laboral es casi lineal, aunque con rendimientosdecrecientes, cuando la tarea es compleja, pero curvilineal cuando latarea es simple. A partir de un puntaje medio de estabilidad emocional,mientras ms estable sea la persona, peor ser su desempeo si la tareaes simple. La moraleja es que las buenas prcticas no son estticas y elpsiclogo organizacional debe estar atento a su evolucin.

    Hay en el Per pocas investigaciones capaces de fortalecer las bue-

    nas prcticas de seleccin y evaluacin de personal. Segn la encuestade Flrez y Salas (2011), la investigacin es virtualmente inexistente yesto se debe a que los profesores en las universidades tienen una fuertecarga de trabajo enseando. Yo creo, ms bien, que se trata de vacos detradicin investigatoria y de conexiones entre empresas y universidades,as como de una falta de capacidad de la mayora de profesores parainvestigar y de recursos materiales para hacerlo. En la presente revisin

    de la literatura he visto demasiados trabajos descriptivos de profesoressin vuelo conceptual ni sofisticacin metodolgica. No obstante ello, lainvestigacin relevante es mayor que cero y valiosa. Solf (2006) evalula relacin entre un rasgo de personalidad, el tesn y la motivacinintrnseca de 228 trabajadores que ocupaban 62 cargos diferentes enuna empresa textil, y confirm su hiptesis de una relacin significativay positiva. Este es un hallazgo importante para la seleccin de personal,especialmente teniendo en cuenta el rol que las teoras contempor-

    neas de motivacin le dan a la motivacin intrnseca (Herrera, 2009).

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    Torres y Lajo (2009, 2011) hallaron que la dominancia cerebral y latica profesional se encuentran relacionadas significativamente al des-empeo laboral de los docentes de primaria y secundaria, aunque lasrelaciones se referan a autorreportes y no evaluaciones externas deldesempeo. En otro tema, Vicua, Hernndez, Paredes y Ros (2008)construyeron y le dieron validez de consistencia interna a un test dehabilidades para la gestin en la resolucin de conflictos; ese estudiodestaca por su originalidad y rigor. Dichas habilidades han sido rela-cionadas posteriormente a los estilos de vida (Paredes 2011). Con unenfoque sofisticado de anlisis de tems, Argumedo, Daz, Caldern,

    Daz-Morales y Ferrari (2005) evaluaron tres escalas de procastinacincrnica, y Escurra y Delgado (2008) desarrollaron un test de disposi-cin al pensamiento crtico. Sera bueno que alguien complementaraeste tipo de esfuerzos agregndoles validez concurrente o predictiva.Palacios, Garca y Flores (2010) presentaron perfiles emocionales demadres cuidadoras del Programa Nacional Wawa Wasi. Finalmente,hay un estudio muy valioso de Torres y Lajo (2008) sobre la relacinentre tres estilos de afrontamiento al estrs, dos de personalidad, tres de

    burnout, y el desempeo docente en cinco facultades de medicina quedebiera replicarse en otras ocupaciones. Su utilizacin de ecuacionesestructurales permite apreciar los efectos directos e indirectos de losrasgos en el desempeo.

    Dadas las pocas investigaciones que se producen en las universida-des, los psiclogos organizacionales se ven en la necesidad de ser creativos.Por ejemplo, cuando quieren medir las habilidades de pensamiento cr-

    tico, no la disposicin al pensamiento crtico, se encuentran con que lostests disponibles fuera del Per pueden requerir del sujeto conocimientosespecializados de economa, que no todos los candidatos potencialmentevaliosos necesariamente tienen. Entonces, el psiclogo peruano tieneque crear su propio test y acumular casos para formar un baremo que lepermita hacer comparaciones y establecer relaciones con otras variables.Necesitar muchos aos para completar una buena base de datos delpersonal evaluado para una organizacin cliente o muchas organiza-

    ciones clientes que le proporcionen los datos en un plazo ms corto.

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    El mismo es el caso de tests de inteligencia emocional o escenariosdecisionales. Esto no deberan hacerlo los consultores, sino las universi-dades y las corporaciones capaces de pensar a largo plazo.

    Funciones de recursos humanos

    En los ltimos 20 aos, los psiclogos han reemplazado a los abo-gados en los puestos de recursos humanos de muchas empresas y seocupan ahora de diversas funciones. En el campo de la evaluacin deldesempeo, las empresas encargan el trabajo a sus propios psiclogospero las hay tambin que contratan consultores externos encargadosde implementar sistemas pre-establecidos. Len y cols. (2007a) utili-zaron en Jan y Moyobamba una tcnica que probablemente sea lanica innovacin oriunda del Per en esta rea: el Test de Servicios paraevaluar el desempeo de proveedores de planificacin familiar, basadoen clientes simuladas entrenadas para actuar un guin en la consultacon un proveedor que las cree clientes reales y despus de ella anotarsus observaciones en una lista de chequeo (Len, Monge, Zumarn,

    Garca & Ros 2001). La utilidad del Test de Servicios se demostr enla evaluacin del sesgo de cortesa. En la literatura internacional habauna contradiccin entre los resultados de encuestas realizadas a la mujera la salida de la consulta de salud y focus groupstenidos con mujeresde la comunidad lejos de los centros y puestos de salud. Como en lasencuestas se recoga opiniones mayoritariamente positivas respecto altrato recibido en la consulta y en losfocus groupsllamaban la atencinlas crticas, se acu el trmino sesgo de cortesa, implicando que lasopiniones positivas dadas por las mujeres en las encuestas de salida dela consulta eran lenientes. Las bondades del Test de Servicios se expre-saron en su capacidad para determinar el porcentaje de consultas en lasque la mujer es maltratada en el Per, India y Rwanda, y permitieronentender que haba una magnificacin de los materiales negativos apor-tados por una minora pequea de mujeres en los focus groups(Len,Lundgren, Huapaya, Sina & Jennings 2007b). Respecto a la evalua-

    cin del desempeo docente, Torres, Lajo, Campos y Riveros (2007)

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    reportaron correlaciones no significativas entre el rendimiento acad-mico de alumnos universitarios y el desempeo de los profesores. Ellopuede atribuirse a que ambas variables se originaron en reportes delalumno. Empleando el mtodo experimental, Len (1978) demostrque las notas otorgadas por el profesor afectan directamente la evalua-cin de su desempeo docente por el alumno.

    Otra rea es la de capacitacin. La expansin de esta rea presentaproblemas similares a los de la seleccin de personal. As como se apli-can tests importados, no validados, se utiliza sistemas de capacitacinde validez incierta. Por ejemplo, los esfuerzos de fortalecimiento del

    liderazgo generalmente no toman en cuenta que esta variable no esconstante a travs de las culturas. Hay un estudio que dur 11 aos,de House, Hanges, Javidan, Dorfman y Gupta (2004), quienes com-pararon 62 sociedades en trminos de sus valores y el tipo de liderazgogerencial preferido. Primero identificaron diez clustersde sociedades,de los cuales uno estaba formado por pases latinoamericanos. Luego,a partir del trabajo de Hofstede y sus propios hallazgos, definieron seistipos de liderazgo: el carismtico, el orientado al equipo, el partici-

    pativo, el de orientacin humana, el autnomo y el autoprotectivo.Finalmente, determinaron la medida en que variaba la preferencia porlos estilos de liderazgo a travs de los clustersculturales. Ciertos rasgosespecficos del lder, como ser honesto y motivador, emergan comocomponentes del liderazgo en todas las sociedades, mientras que otrosrasgos, como o ser irritable y asocial, emergan como negativos tam-bin universalmente. No obstante, haba rasgos de liderazgo que eran

    contingentes en la cultura. Es decir, un rasgo que poda ser positivo enel clusteranglo o en el germnico poda ser negativo en el clusterlatino-americano. El problema aqu es que los talleres de liderazgo en el Perpromueven conceptos generalmente originados en Estados Unidos,parte de los cuales son de aplicacin universal, pero otra parte no. Ade-ms, no todos los psiclogos toman en cuenta en la prctica que el Pertodava es un archipilago de grupos tnicos y sociales muy distintos.Esta situacin va en camino de desaparecer, pero la homogeneizacin

    no se va a completar de la noche a la maana; puede durar dcadas.

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    Los psiclogos organizacionales tienden a ignorar que la poblacin pro-vinciana, sobre todo la de origen andino, tiene una disposicin mscolectivista que individualista. Al menos esto es lo que demostr miestudio en 48 colegios del Per publicado hace tres lustros (Len, 1996)y es lo que siguen encontrando los psiclogos sociales (Espinosa, 2010;Yamamoto & Feijoo, 2007). Entonces, es probable que esta poblacinresponda mejor a los estilos de liderazgo japoneses que a los que tienenxito en pases individualistas como Estados Unidos.

    La situacin se torna ms compleja cuando uno considera el niveltan diverso de desarrollo de las organizaciones. Hay empresas peruanas

    que cotizan en la Bolsa de Nueva York. Para ser aceptadas all han tenidoque mostrar sus certificaciones ISO no solo en prcticas financieras yafines, sino tambin en sus prcticas de recursos humanos, responsabili-dad social de la empresa, etc. Esas organizaciones, y las transnacionalesasentadas ac, reclutan a la gente ms afn a sus valores modernos, globa-lizados. En ellas es donde probablemente sean ms aplicables las buenasprcticas norteamericanas de psicologa organizacional. Pero la vastamayora de empresas peruanas son medianas y pequeas y de propie-

    dad familiar y, muchas de ellas, inmersas en la cultura chicha. Algunauniversidad debera especializarse en investigar si las buenas prcticasdel psiclogo organizacional que trabaja para una empresa, tipo Procter& Gamble, producen los mismos resultados en una empresa chicha yfamiliar, y qu demandan las ltimas del psiclogo. Otra debiera espe-cializarse en el sector pblico. Solano (2011) ha revisado la motivacindel servidor pblico y las necesidades de investigacin en esta rea en

    el Per. Lamentablemente, con excepcin de las entidades del aparatoestatal que conservan el nivel de excelencia con el que fueron fundadas,como, por ejemplo, la Superintendencia Nacional de AdministracinTributaria (SUNAT) o el Banco Central de Reserva, probablemente seamuy poco lo que el psiclogo pueda hacer en el sector estatal, donde elcriterio de excelencia est ausente y el comportamiento pblico de susmximas autoridades (v.g., ministros negociando contratos oscuros ensuites de hoteles de cinco estrellas) daan la moral. En el Per el servicio

    pblico es un calvario sufrido por quienes no pueden colocarse fuera de l,

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    sea porque se lo impiden su vocacin de servicio, sus creencias antiem-presariales o su falta de calificaciones. Establecer la carrera del serviciopblico y hacerla ms atractiva demanda de los gobiernos un sacrificiode sus intereses de clientelaje.

    La lnea ms nutrida de estudios en esta rea se refiere al burnout.A algunos de estos trabajos los considero dentro del rea organizacionalporque se refieren al burnoutde grupos ocupacionales especficos, comomaestros primarios o secundarios (Delgado, 2003; Yslado, Atoche,Quispe, Ruiz & Medina, 2011; Yslado, Nuez & Norabuena, 2010),profesores universitarios (Ponce, Bulnes, Aliaga, Atalaya & Huertas,

    2005) y profesionales de la salud (Bulnes, 2003; Loli, Arias, Alarcn& Loli, 2008; Yslado, Atoche, Quispe, Ruiz & Medina, 2011). Otrospertenecen a esta rea porque relacionan el estrs o el burnout con laeficiencia laboral (Hernandez, Rivera & Paredes, 2004; Torres & Lajo,2008) o la baja realizacin profesional (Arias & Jimnez, 2012). Tam-bin han sido estudiados el compromiso organizacional (Arias, Varela,Loli & Quintana, 2003; Loli & Cuba, 2007), las competencias delcontador pblico (Tarazona, Maisch & Arias, 2003) y, especialmente,

    del psiclogo (Orellana & cols., 2007; Arenas & Montero, 2009),as como el ajuste y satisfaccin en parejas que trabajan (Prado & delguila, 2010). Sobresale la tesis doctoral de Alarco (2010) para la Uni-versidad de Leuven. Analizando respuestas de 651 empleados de ochoorganizaciones limeas, ella contrast los conceptos de empleabilidad einseguridad en el trabajo. Los encontr negativamente correlacionados,pero no parte de un continuo sino con antecedentes y consecuencias

    distintos, y descubri que la empleabilidad se relaciona con la satisfac-cin con el trabajo pero tambin con cinismo. Esta investigacin es deuna sofisticacin conceptual y emprica poco comn a nivel local.

    Cultura y clima organizacional

    Hay psiclogos organizacionales que intentan determinar cmoel ambiente o las condiciones de trabajo son influidas por la cultura

    o el clima organizacional. Parece que las tesis de pregrado sobre estos

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    tpicos son populares (Flrez & Salas, 2011). Casi todos los estudiostoman un cuestionario pre-existente y lo adaptan. Tambin se usa latcnica de focus groups para identificar variables de clima organizacio-nal y los psiclogos informan sobre sus hallazgos a la gerencia para queesta tome acciones. Lo que domina el panorama en el Per es un sis-tema creado aparentemente fuera de la psicologa, llamado Great Placeto Work. Se desconoce la confiabilidad y validez del instrumento usadoen esas mediciones del clima, pero las principales organizaciones com-pran el servicio, especialmente para fortalecer su imagen, pues el sistemaproporciona un benchmarkingde corporaciones peruanas y extranjeras.

    El sistema seguramente mide satisfaccin laboral ms que clima, perotal vez tenga algunos resultados positivos, pues los gerentes que quierenhacer sobresalir a su corporacin le dan generalmente recursos extra a sudepartamento de recursos humanos con tal de aumentar uno o dos pel-daos en el siguiente informe de Great Place to Work. Algn programauniversitario de psicologa organizacional podra asumir el desafo decompetir en este campo desde una trinchera cientfica. Tendra quecomenzar por definir con rigor lo que entiende por clima organizacional.

    Mi profesor de Maryland Ben Schneider defini el clima organizacionalcomo una descripcin ambiental, molar e interna, de las prcticas yprocedimientos de una organizacin que es compartida por los miem-bros (Schneider, 1975). Ntese que esta definicin, la ms aceptadahasta la actualidad (Schneider, Ehrhart & Macey, 2012), pone nfa-sis en las percepciones compartidas del personal respecto al ambienteorganizacional y permite diferenciar el concepto de clima del de cultura

    organizacional, que es un asunto de juicios y valores y ha sido tratado enla literatura organizacional de manera ms vaga y antropolgica. El estu-dio de House y cols. (2004) en 62 sociedades demostr que los temssobre clima (referidos a cmo son las cosas) y cultura (referidos a cmodeberan ser las cosas) producan patrones divergentes de respuesta. Semide adems climas especficos, como el clima de seguridad industrial,el de innovacin, el de silencio o el de miedo. El segundo paso indispen-sable para llevar el tema a un nivel cientfico sera establecer las relaciones

    entre clima y otras variables organizacionales y personales.

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    La investigacin cientfica sobre clima y cultura organizacionales muy escasa en el Per, pero interesante. Bulnes y cols. (2004) noencontraron una relacin significativa del clima organizacional conel burnout entre 93 profesionales de la salud de diversas entidadespblicas. Thorne, Centeno y Wentzell (2009) trataron a los centroseducativos como organizaciones cuando hicieron una aplicacin al auladel concepto de clima para comparar colegios laicos y religiosos delCallao, y estatales y particulares de Lima; su foco estuvo en el ambientede trabajo, ritmo de clase, inters por el alumno, clima de competicin,y cooperacin y trabajo en grupo. Matos y Lens (2009), en cambio, se

    ocuparon de la culturaescolar, entendindola como los valores de logrotransmitidas por los profesores. Ellos aplicaron ecuaciones estructuralespara establecer relaciones entre la cultura escolar, las metas del alumnoy su rendimiento en colegios pblicos y privados de Lima. A este tipode modelamiento es a lo que tiende la psicologa cientfica contempo-rnea no-experimental.

    Desarrollo organizacional

    En el rea de desarrollo organizacional, el principal concepto serefiere a transformaciones de los sistemas sociales dentro de la orga-nizacin y al cambio de mentalidades como base para el cambio deconductas. Por ejemplo, el esquema de Yukl (2004) comienza con eldiseo de una visin atractiva y desafiante definida con la participacinde todos, y sigue con su ligazn a una estrategia de consecusin, laespecificacin de la visin en acciones, el mantenimiento de un esp-ritu optimista y la realizacin de pequeos pasos conducentes a xitosrepetidos. La principal caracterstica del desarrollo organizacional es laconcepcin de un sistema al que hay que cambiar considerndolo unsistema y donde hay que mantener ligados el direccionamiento estra-tgico con los escenarios de actuacin y sus actores. Evidentemente, senecesita una buena dosis de poder para implementar una cosa as. Pro-bablemente, el psiclogo que trabaja en cualquiera de los campos que he

    revisado ms atrs no necesita tanto poder como el que pretende lograr

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    cambios sistmicos. Los psiclogos pueden recurrir a diversas fuentesde poder. Raven, Schwarzwald y Koslowski (2006) identificaron 11tipos de influencia organizacional y los estudiaron en organizacionesisraeles. De ellos quiero referirme solo a dos. Uno es el fundado enla credibilidad, es decir, basado en la expertise del profesional. Esto,que se consigue con conocimientos y experiencia, pero tambin con elcultivo de una imagen, le da al psiclogo la capacidad de influir sobredecisiones organizacionales que pueden ser importantes. La otra fuentede poder es el estatus dentro de la organizacin, que implica acceso arecursos. El psiclogo generalmente tiene muy poco acceso a recursos.

    Si descubre que el personal se preocupa por la salud de su familia, consuerte, lograr que el gerente de recursos humanos utilice los mediosfinancieros a su disposicin para negociar con empresas prestadoras deservicios de salud tarifas cmodas para sus empleados. El desarrolloorganizacional suele acoger visiones humansticas y toda clase de gurus,pero no genera investigaciones cientficas en el Per.

    Consejera y coaching

    La quinta rea definida por Flrez y Salas (2011), la de conse-jera, en la forma de coaching, es la de incursin ms reciente por elpsiclogo en las organizaciones. Este enfoque de consejera fue desarro-llado en los Estados Unidos de la dcada de1990 por Thomas Leonard,quien aplic el concepto deportivo de coachingen las organizaciones,poniendo nfasis en la lucha por mejorarse uno mismo, la persecucinde metas y el pensamiento positivo (Peltier, 2009). De Australia vinodespus el coachingontolgico, con un nfasis en las comunicaciones,la emocin y el lenguaje corporal (Sieler, 2010). No tengo duda que seestn aplicando tambin enfoques psicoanalticos localmente. El ejecu-tivo puede ser referido por la organizacin en busca de un mejoramientoespecfico; por ejemplo, superacin de problemas de interaccin perso-nal. O puede pedir el coachingpor su cuenta sin que la empresa medie

    para nada. El psiclogo, a su vez, puede enfocarse en el mejoramiento

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    del individuo en referencia especfica a su entorno laboral o abordandola situacin de la persona de manera ms amplia y puede usar tests o no,dependiendo de la circunstancia. Parece que nadie ha evaluado la uti-lidad de este sistema en el Per; a l le seran aplicables los paradigmasde evaluacin de los efectos de la psicoterapia.

    Reingeniera de tareas

    La de reingeniera de tareas es una lnea personal de trabajo que

    ilustra el esfuerzo acumulativo que puede desplegar el psiclogo orga-nizacional sobre un tema, as como el empleo del mtodo experimental,virtualmente desconocido en la psicologa peruana. En 1999 el Minis-terio de Salud estaba acosado por acusaciones de que las obstetrices ymdicos presionaban a las mujeres a esterilizarse. El Population Coun-cil recibi una solicitud de la Agencia de los Estados Unidos para elDesarrollo Internacional de evaluacin de la calidad de los serviciosde planificacin familiar a escala nacional. Usando diversas tcnicas,

    que incluan el Test de Servicios, hice el diagnstico y detect casos deviolacin de derechos humanos que, pese a representar solo el 2,2% delas mujeres atendidas, involucraban posiblemente a miles de mujeres(Len, 1999). En ese proceso, descubr un problema ms frecuente quecualquier otro. Las obstetrices, esforzndose por satisfacer el derecho dela usuaria a recibir todala informacin sobre los mtodos anticoncepti-vos, empleaban una consejera que, paradjicamente, no era sensible alas necesidades de la usuaria. Con frecuencia le daban exceso de infor-macin irrelevante, mientras que la informacin relevante que ofrecanera incompleta. Algunas obstetrices, sin embargo, empleaban una estra-tegia interactiva de consulta; trataban de averiguar qu necesitaba lamujer y limitaban la entrega de informacin a lo relevante.

    Para potenciar ese enfoque, dise una estrategia de consejera decinco pasos basada en dos ayudas de trabajo. Un juego de 11 tarjeti-tas, referido a 11 mtodos anticonceptivos, sera tirado sobre la mesa.

    Mediante ciertas preguntas, la obstetriz ira descartando, es decir,

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    sacando de la mesa, los mtodos (tarjetas) que no eran relevantes parala usuaria o que la usuaria rechazaba. Una vez que la mujer termi-nara de elegir un mtodo, se le dara un folleto de cuatro pginas coninformacin exhaustiva sobre ese mtodo. No es fcil persuadir a unMinisterio para hacer un cambio de esta naturaleza, pero logr que elsistema fuera puesto a prueba en una intervencin donde 12 regionesde salud del Per aleatoriamente seleccionadas recibieron el trata-miento y 12 sirvieron de control. Descubr que haba una tendenciaa que las obstetrices que ya desde antes entregaban un mejor servicioadoptaran la nueva estrategia y se observ que las obstetrices recapaci-

    tadas que usaban la nueva estrategia mejoraban considerablemente sucalidad de atencin, pero las obstetrices capacitadas que no usaban lanueva estrategia no se distinguan de los casos de control por la calidadde su servicio. Entrevistas posteriores revelaron que en la base de estasubutilizacin estaban las dudas de las obstetrices sobre su propia efi-cacia en el manejo efectivo del nuevo sistema (Len, Ros & Zumarn,2005; Len, Ros, Zumarn & Bratt, 2003). La toma del Ministe-rio de Salud por fundamentalistas catlicos rompi la continuidad de

    esta lnea de trabajo en el Per, pero en Guatemala dise un algo-ritmo para fortalecer la confianza de la obstetriz en el nuevo sistema alindicarle exactamente lo que deba hacer en 22 pasos. Una evaluacincuasi-experimental produjo evidencias de eficacia del nuevo sistema endos departamentos mayas y dos departamentos ladinos, y la Estrategiade Consejera Balanceada fue adoptada como el modelo oficial de con-sejera por el Ministerio de Salud Pblica de Guatemala (Len y cols.,

    2005). El Population Council prob la Estrategia mediante sendosestudios en Kenya y Sudfrica y la ha puesto al alcance del pblicointernacional gratis y en tres idiomas a travs de Internet (Len,Vernon, Martin & Bruce, 2008). Tambin pertenece a esta seccinun marco conceptual para evaluar el impacto de la introduccin de unmtodo anticonceptivo en el portafolio de las obstetrices. El modelofue implementado en un cuasi-experimento pre-post con grupo decontrol en Jan y Moyobamba (Len & cols., 2007a).

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    Psicologa del consumidor

    La psicologa del consumidor est en el traslape de la psicologa

    con el mrketing. El psiclogo del consumidor provee a sus clientescon informacin e interpretaciones sobre las percepciones, actitudes ycomportamientos de los consumidores respecto a productos, servicios,o instituciones especficas y, en algunos casos, propone acciones paramodificarlos. En el Per, el psiclogo del consumidor presta ayuda acorporaciones industriales, comerciales y de servicios, as como a ins-tituciones pblicas y ONG; esto incluye, por supuesto, agencias de

    publicidad y empresas consultoras. El rea tambin incluye el marke-tingpoltico.La psicologa del consumidor se diferencia claramente de la psi-

    cologa organizacional por tener a su objeto de estudio generalmentefuera de la organizacin, mientras que la ltima lo tiene al interiorde la misma. Sin embargo, comparten un concepto, el de clima deservicio, que se puede abordar desde la psicologa organizacional ydesde la psicologa del consumidor. El camino del progreso para el psi-

    clogo del consumidor apunta a la conversin en empresario de losservicios ofrecidos. En cuanto a la competencia, esta no viene solo delos administradores especializados en marketing sino tambin de losantroplogos, quienes cada vez ms son llamados por las empresas paraaportar sus observaciones y explicaciones. Todava no hay estudios quenos digan cun preparado sale de las universidades peruanas el psic-logo de orientacin cuantitativa que quiere trabajar en esta rea, perola opinin de los conocedores es que lo hace mejor preparado que eladministrador o el ingeniero. Por un lado, tiene mayor disposicin apreguntarse por los motivos de los comportamientos humanos ms allde lo obvio. Por otro, ahora conoce de anlisis de datos mucho ms queel psiclogo de dcadas anteriores. Se le puede criticar, sin embargo,que sepa poco de negocios y le cueste pensar en trminos estratgicos.Parece que la mejor senda de superacin para l es hacer una maestrade administracin con especializacin en marketing.

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    Los psiclogos de orientacin cualitativa usan tcnicas como laentrevista en profundidad, elfocus groupy la antropologa visual, queconsiste en observaciones etnogrficas. As, para hacer un seguimientodelfocus groupen el que una mujer ha participado, pueden pasar un daen su hbitat, tomando nota de sus costumbres y hasta de la presenciade productos especficos en la cajonera de sus closets. Estos psiclogosaprecian la observacin, pero entienden poco del carcter probabilsticode las ciencias sociales. Consideran que las mediciones cuantitativaspueden ser tiles para dimensionar ciertas variables pero de ningunamanera para profundizar en los significados de un tema.

    Aunque alcancen a desarrollar un alto nivel de credibilidad ensu rea, los psiclogos de orientacin cualitativa no pueden lograr losniveles de influencia del psiclogo cuantitativo con estudios de admi-nistracin, que puede hablarle al gerente de mrketing con mayorautoridad. Esta falta de poder puede tener consecuencias inimagina-bles. Considrese la quiebra de una compaa nacional de cerveza unpar de dcadas atrs. El psiclogo presentaba a la gerencia de mrketingevidencias cualitativas de que los consumidores estaban notando una

    cada importante de la calidad de la cerveza de su marca y recomendabaacciones correctivas inmediatas. Sin embargo, no logr persuadir algerente de la conveniencia de abandonar la crencia de que el borrachotoma cualquier cosa.Tal vez otro habra sido el caso si hubiese podidomostrarle nmeros y hablarle del retorno de la inversin.

    Ciudad de los Reyes, de los Chvez, de los Quispe(Arellano & Burgos,2010), que se public originalmente en el ao 2000, es sin duda alguna

    el libro ms influyente que ha escrito jams un psiclogo peruano decualquier especialidad. Ha vendido millares de ejemplares y ha influidoen las ciencias sociales peruanas al revalorar al provinciano en Lima, ascomo en la administracin de marketingal presentar una segmentacindel consumidor peruano. Revisada en el ao 2006 en Per y Mxico,ella consiste en seis segmentos psicosociales definidos por el estilo devida: sofisticados (7.7%), progresistas (20.8%), modernos (25.3%),adaptados (19.8%), conservadores (19.1%) y resignados (7.2%).

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    Estos segmentos fueron identificados mediante encuestas y la tcnicaestadstica del cluster analysisy fueron refinados y consistenciados coninformacin de origen cualitativo. No tienen relacin con los estilos devida medidos por cuestionarios estndar como el utilizado por Campos(2009) en Hunuco. La influencia de la segmentacin de los consu-midores propuesta por Arellano se puede apreciar en su alcance msall del mrketing o la psicologa del consumidor; ahora resulta queInca Kola la usa como herramienta de psicologa organizacional. A des-pecho de sus sofisticados orgenes, sin embargo, la segmentacin deArellano an carece de sustentacin cientfica, pues no est publicada

    con el detalle suficiente ni en una revista cientfica que cuente con unconsejo editorial solvente, independientemente de que se dirija a psic-logos o administradores. En Estados Unidos o Europa, los psiclogosdel consumidor, trtese de consultores o profesores, primero publicanen revistas como elJournal of Consumer Research, International Journalof Consumer Studies, Journal of Marketing Research, Journal of ConsumerBehaviour, etc. y recin entonces se dirigen al pblico general. Arellanotiene el talento y los recursos para publicar estudios demostrativos de la

    robustez de su segmentacin, construir tests adecuados para medir losconstructos a nivel individual, y analizar la relacin entre tales medicio-nes y el comportamiento del consumidor. Los psiclogos cualitativosperuanos del consumidor tampoco publican en revistas acadmicas.

    De all que los trabajos relevantes que pude encontrar en la litera-tura cientfica tengan autores que estn lejos de concebirse a s mismoscomo especialistas en psicologa del consumidor. Ocrospoma (2003)

    constat que los alumnos de primer ao y los de ltimo ao de unauniversidad coincidan al valorar ciertos rasgos de los profesores comopositivos y otros como negativos. Siendo los alumnos consumidores delos servicios acadmicos del profesor, este puede concebirse como unestudio del consumidor. Tambin clasifiqu en psicologa del consu-midor un trabajo de Orellana y cols. (2008) sobre las representacionessociales del psiclogo que tenan los profesores de la educacin bsicapblica y privada de Lima y provincias. Los profesores son consumi-

    dores potenciales de los servicios escolares que brinda el psiclogo y un

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    estudio de la imagen que los maestros tienen del psiclogo tambin esun estudio del consumidor. Por all hay un estudio descriptivo de acti-tudes hacia la compra de intangibles a travs de Internet (Prez, 2011).

    Psicologa comunitaria

    Tanto la psicologa organizacional como la del consumidor que sepractican en el Per provienen virtualmente enteras de Estados Uni-dos, donde se originaron en el marco de una sociedad con valores

    individualistas. La psicologa comunitaria peruana, en cambio, se hadesarrollado a base de contribuciones oriundas y como un esfuerzoque privilegia explcitamente valores colectivistas. La psicologa comu-nitaria peruana combina el enfoque de la psiquiatra social con el dela abogaca poltica. La psiquiatra social apareci en el Per en ladcada de 1960, cuando el psiquiatra concluy que la prevencin enel rea de la salud mental le demandaba salir del consultorio y conocerla comunidad circundante (Caravedo, Rotondo & Maritegui, 1963).

    La conclusin de que se requera algo ms que el mero cambio deconducta de los individuos que se necesitaba un soporte comuni-tario tuvo como resultado el establecimiento de departamentos depsiquiatra comunitaria en los principales hospitales mentales de Lima.En estos hospitales terminaron de formarse muchos psiclogos. La psi-cologa comunitaria peruana nace siguiendo los pasos de la psiquiatrasocial, pero se diferencia de ella al concebir la necesidad de producirtransformaciones sociales trascendentes como requisito para la mejorade la salud mental global y al adoptar la abogaca poltica como un ejecentral de su discurso. Considrese la siguiente declaracin de uno delos directores del Consultorio Psicolgico de la Universidad de SanMarcos: La Universidad no solo es un centro de cultura superior queinvestiga y prepara profesionales altamente calificados, sino que sumisin tambin es preparar hombres y mujeres con conciencia crticade su rol social, comprometidas con su etapa histrica, y al servicio de

    las mayoras (Amors, 1983).

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    Carmen Pimentel, una de las fundadoras de la psicologa comu-nitaria peruana, propuso cambios en las condiciones de desarrollo delconjunto de la sociedad y Vallejos y Montero, tambin en un congreso,reconocieron la existencia de una relacin muy cercana entre nuestrosniveles de salud y el contexto poltico y econmico en que vivimos. As,ahora existen en el Per concepciones de la poblacin que sufre proble-mas de salud mental en situacin de pobreza como vctimas que debenser convertidas en ciudadanos (Pezo, Velsquez, Valz-Gen & Pareja,2008) y los temas de salud mental tienden a ser reedefinidos comoasuntos de ciudadana y derechos humanos (Velsquez, 2007a). Este

    tipo de visin poltica estuvo presente en los inicios de la psicologacomunitaria norteamericana (Rappaport, 1977) pero no marca con lamisma fuerza su discurso, probablemente porque en Estados Unidosla diversidad cultural, la pobreza y la exclusin no alcanzan la severi-dad que han adquirido en nuestro pas, y los norteamericanos no hansufrido recientemente las heridas de una guerra interna.

    La psicologa comunitaria es aplicada topogrficamente, con clarasdelimitaciones de territorio; por ejemplo, a un vecindario, un muni-

    cipio, una ciudad devastada por un sismo, etc. Hay, sin embargo, dosexcepciones al criterio topogrfico de comunidad, una en la teora y laotra en la prctica. Se concibe la comunidad imaginada como aquellaconstruida a partir de referentes identitarios, los vnculos afectivos y lossignificados y smbolos compartidos, como sera el caso de los ayacu-chanos migrados a Lima que Arguedas describi en Todas las sangres;otro caso podra ser el de las familias de los trabajadores de una empresa

    que viven apartadas unas de otras. Y la psicologa comunitaria aban-dona el criterio topogrfico cuando se confunde con la psicologa dela salud al incluir actividades ms genricas, como los programas desalud pblica en los que trabajan psiclogos tratando de prevenir elabuso de drogas o los embarazos indeseados sin limitarse a un mbitogeogrfico estrecho. Otra caracterstica de la psicologa comunitariaperuana es que se considera a s misma una disciplina en construcciny al mismo tiempo parte de una corriente latinoamericana (Velsquez,

    Cueto, Rivera & Morote, 2011).

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    Los marcos tericos presentados por Pezo y cols. (2008) y dostextos de Velsquez (2007a; Velsquez & cols., 2011) son expresionesnetas de una psicologa clnica de orientacin psicoanaltica. Me pre-gunto si este enfoque es capaz de realizar la psicologa comunitariaque Maritza Montero (1984) concibi como la rama de la psicolo-ga cuyo objeto es el estudio de los factores psicosociales que permitendesarrollar, fomentar y mantener el control y poder que los individuospueden ejercer en su ambiente individual y social para solucionar pro-blemas que los aquejan y lograr cambios en esos ambientes y en laestructura social. Cuando se habla del estudiode factores psicosociales

    en una perspectiva cientfica se supone que uno trabaja con variablesclaramente delineadas para llegar a conclusiones. No veo a la psico-loga clnica-comunitaria orientada a la investigacin en este sentido.Hay estudios valiosos, como aquellos sobre las reminiscencias y secue-las de la violencia sexual durante la guerra interna del siglo pasadoen Huancavelica (Crdenas & cols., 2005; Velsquez, 2007b), perotambin una resistencia a la abstraccin de variables bajo la idea queno se debe romper la integralidad con la que ocurren los fenmenos

    sociales. El encuadre metodolgico psicoanaltico parte de la intuicinms que de la observacin, se basa en el anlisis lingstico y culminaen el afronte holstico de sus materiales. Tal epistemologa hace difcilel desarrollo de redes nomolgicas claramente diferenciadas y de apli-cacin general; un trabajo notable como el de Matos y Lens (2009)sobre cultura escolar, donde las variables psicolgicas son definidas conprecisin y medidas objetivamente y las hiptesis son sujetas a prueba

    emprica, resulta impensable para una psicologa clnica-comunitariapsicoanaltica. Es por este encuadre intuitivo que la psicologa clnica-comunitaria peruana se distingue claramente de la psicologa socialperuana, que se basa ms en la observacin. La psicologa social puedecoincidir en sus motivaciones polticas con la comunitaria, pero tratade definir y medir sus variables y poner a prueba sus hiptesis. De otrolado, mi comentario no representa una crtica general a los enfoquescualitativos de recoleccin de datos. Hay maneras objetivas de manejar

    informacin cualitativa (Strauss & Corbin, 1998).

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    Los psiclogos comunitarios llaman investigacin-accin a sus acti-vidades, consistentes en la realizacin de un diagnstico cualitativo apartir del cual se traza una estrategia de promocin o solucin de pro-blemas de salud mental y otros que, de acuerdo al discurso, deben serdefinidos por la comunidad. Yo no he visto eso en la prctica. La Uni-versidad Catlica envi brigadas psicolgicas al suroeste peruano luegodel terremoto de 2001 (Kud & cols., 2005) y a Pisco, Chincha, Icay Huancavelica luego del de 2007 (Thorne, Velsquez & Argumedo,2008). Consideraron que una intervencin temprana, que brindarasoporte y movilizara los recursos de la misma poblacin, constituira una

    labor preventiva de reduccin del impacto psicolgico perturbador de laexperiencia e hicieron esfuerzos para que los efectos positivos duraran.Pero el esquema de intervencin ya estaba definido antes que las brigadaspsicolgicas tomaran contacto con la comunidad, lo cual me parece muyrazonable dada la situacin de urgencia. Estos textos prcticos estn tanbien escritos como los tericos, pero exhiben un lenguaje ms sencillo.

    De otro lado, hay trabajos de psicologa comunitaria que no estnmarcadas por el psicoanlisis. Malvaceda (2010) abord las formas andi-

    nas de sufrimiento tras la violencia poltica y Tarazona, Jer de Pinho yBellido (2011) aplicaron un enfoque ordinario de estudio de casos alproceso de formacin de promotores comunitarios. Cedro (2010) haformado una red de 3000 instituciones en Lima y 1000 en provinciasa las que ha involucrado en acciones de prevencin del consumo dedrogas, poniendo nfasis en valores democrticos, derechos humanos ypreservacin del medio ambiente. Su estrategia de intervencin es la de

    generar coaliciones que dinamicen las fuerzas positivas existentes en lacomunidad y las pongan al servicio del desarrollo comunitario y el con-trol social; por ejemplo, que el tendero entienda el dao que producevendiendo alcohol a menores de edad y el sacerdote dirija sus sermonesa temas sociales. Una tarea pendiente es la de publicar los resultados desus intervenciones. Otra, la de articular ms explcitamente sus esque-mas de intervencin y evaluarlos con las metodologas adecuadas deevaluacin de intervenciones. Finalmente, se necesita mejor articula-

    cin entre el discurso y la prctica. En su manual de salud comunitaria,

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    Lara (2005) propone la realizacin de un diagnstico integral de losproblemas de salud de la comunidad, pero da la impresin que al llegara cualquier comunidad ya sabe que no encontrar un problema msimportante que el de prevencin del abuso de drogas.

    Psicologa social

    La psicologa social, una subdisciplina orientada a la investigacin,desarrollo conceptual, e intervenciones en pro del bienestar pblico,

    est ubicada en el traslape con las ciencias sociales. Aqu la relacines de dos vas; es decir, los psiclogos toman y dan. En el ao 2002 elPremio Nobel de Economa fue entregado al psiclogo Daniel Kahne-man por sus aportes al entendimiento de la toma de decisiones bajoincertidumbre y, en el Per, ha tenido que ser un psiclogo quiendescubra que la riqueza, contra la creencia de la mayora de econo-mistas, es mayor en el sur que en el norte del pas (Len, 2012c). Enel traslape con las ciencias polticas estn los temas de identidad social

    y ciudadana. Esta es la subdisciplina psicolgica con mayor potencialde desarrollo cientfico en el pas, tanto por la diversidad de sus temascomo por el potencial paradigmtico que tienen algunos de los aportes.Aunque existen aportes aislados (v.g., Espritu, 2009), los estudios sonagrupables en los siguientes temas principales.

    Procesos urbanos

    Hay tres procesos urbanos muy dinmicos que estn siendo abor-dados por la psicologa social en el Per: el trnsito vehicular, la violenciajuvenil y la comunicacin masiva. Ponce, Bulmes, Aliaga, Delgado ySols (2006), en un anlisis de autorreportes de los rasgos de persona-lidad que se ponen de manifiesto en situaciones de trnsito vehicular,observaron patrones de mejor ajuste en choferes interprovinciales queentre choferes particulares, taxistas y microbuseros de Lima. En eltema de la violencia, Ponce (2003) analiz la consistencia y estructura

    interna de un cuestionario de comportamientos antisociales-delictivos

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    de jvenes y report correlaciones negativas, pequeas pero significa-tivas, con su satisfaccin familiar. Carpio y Alay (2012) han empleadouna teorizacin ecolgica que distingue las influencias del micro yel macrosistema en el comportamiento antisocial. En el tercer tema,Montero (2008) combin mtodos cuantitativos y cualitativos en unanlisis psicosocial del discurso de la prensa sensacionalista peruana ylas actitudes de los lectores segn su gnero. Un anlisis ms focalizadode la prensa sensasionalista abord las recientes elecciones municipalesde Lima (Malvaceda & cols., 2012).

    Pobreza

    En Lima, Tarazona (2005) hall que la pobreza, medida por lascondiciones de habitabilidad de la vivienda, tena relaciones complejascon la satisfaccin personal; se puede notar en sus tablas y figuras que lasatisfaccin personal crece con la mejor habitabilidad, pero incrementosde la ltima ms all de un cierto nivel no se acompaan con mayor satis-faccin con la vida. Ventura (2010) ha completado un estudio de casos

    bastante notable y original sobre reduccin de la pobreza de familias rura-les atribuible a la presencia de una empresa en la zona. El foco estuvo enlos efectos de las actividades rentables y de responsabilidad social de dosempresas financieras y dos extractivas en la sierra y selva. En contraste conla metodologa cualitativa de los psiclogos comunitarios que se centraen los eventos subjetivos, Ventura la aplic a los comportamientos y pro-ductos sociales utilizando tcnicas de anlisis inductivo y procedimientositerativos. Encontr que los procesos de reduccin de la pobreza de lasfamilias observados en el estudio no apoyaban al modelo de desarrollobasado en activos fsicos (De Soto, 2000; De Soto, Ghersi & Ghibellini,1986) sino, ms bien, a los modelos de acceso a los mercados (Prahalad,2005) y de desarrollo de capacidades (Sen, 2002). El ltimo refiere eldesarrollo humano ms al ser y hacer de las personas que al tener, puesconcentra su concepcin en el desarrollo de las potencialidades humanas,ms all de los medios de vida o bienestar material. Es decir, salir de la

    pobreza es una cosa y lograr desarrollo humano puede ser otra.

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    Emprendedorismo

    En su revisin de la literatura sobre el potencial emprendedor

    juvenil en Latinoamrica, Tueros (2007) cit estudios que advierten laemergencia de un grupo importante de jvenes que optan por la empresay el autoempleo. Ellos provienen de estratos sociales ms afluentes ytienen contactos sociales que les permiten un mayor acceso a recursoscrticos para la consolidacin de sus emprendimientos que los jvenesde estratos pobres. Considerando que el apoyo a los ms pobres debecomenzar en la instruccin secundaria revelndoles la naturaleza de las

    oportunidades de autoempleo, Tueros, Gutirrez y Germans (2009)implementaron y evaluaron en Lima el sistema de capacitacin Conozcade Empresa desarrollado por la OIT. Los sujetos fueron 239 estudiantesque recibieron la intervencin y 113 que no la recibieron. Los resultadossugieren beneficios de la capacitacin, aunque no queda claro si huboasignacin de sujetos, de salones de clase, o de escuelas a las condicionesde tratamiento y si este fue un proceso aleatorio. Siendo la orientacinfutura y la creatividad rasgos clave para el establecimiento de planes y

    metas y la formulacin de nuevas maneras de enfrentarse a los proble-mas, los estudios de Herrera y Lens (2009) y Martnez (2009) sobreorientacin temporal y de Caycho (2010) sobre estilos de pensamientoson relevantes al emprendimiento. Con mayor especificidad, Loli,Dextre, Del Carpio y De la Jara (2010) y Loli, Aliaga, Del Carpio, Ver-gara y Aliaga (2011) abordaron el rol de la creatividad, y Portocarrero,Mayorga y Garca (2010) usaron el test de coeficiente empresarial de laNorthwestern Mutual Life Insurance Company.Tambin son relevan-tes el estudio de valores de Escurra (2003) y el de Vicua, Hernndez yRos (2004) sobre motivacin de logros. Finalmente, tienen incidenciaen el tema los estudios de Paredes (v.g., Paredes, De Miguel, Carbajal yLaguna, 2004). Paredes y cols. (2007) hallaron pobre conocimiento delos pobladores de en Caraz, Ancash, sobre la demanda de sus produc-tos y Paredes, Hernndez, Vicua, Arias y Rivera (2009) evaluaron losresultados de un taller de revaloracin de sus productos culturales para

    la comercializacin comparando una prueba de entrada y una de salida.

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    Hay una necesidad imperiosa de fortalecer la evaluacin de inter-venciones sociales en la psicologa peruana. Evaluar adecuadamenteuna intervencin demanda la aplicacin de conocimientos avanzadosde metodologa experimental y estadstica, como los que revisaronShadish y Cook (2009) en su reciente captulo del Annual Review ofPsychology. Para una aplicacin prctica, puede verse Len, Lundgren,Sina y Jennings (2011).

    Identidad social

    Oswaldo Orellana (2005) report mayor resentimiento entre per-sonas autoclasificadas como cholos serranos o serranos blancos queentre aquellas autoclasificadas en otros estereotipos raciales. Jorge Bruce(2007) public un libro de mucho impacto popular en el que presentasus observaciones sobre el racismo y menciona el modelo matemticopara cholear de Twanama, que incluye los rasgos fsicos, el nivel socioe-conmico, el nivel educativo-lingstico y la calidad de migrante. En ungrupo de estudiantes universitarios, Ramn Len (2010) hall que los

    peruanos eran vistos como creativos y trabajadores, pero tambin comocorruptos, acomplejados y envidiosos; la influencia de la herencia colo-nial no fue considerada como muy elevada. En esta rea ha emergidouna lnea personal de investigacin que parte de conceptos internacio-nales de vanguardia sobre identidad social y relaciones intergrupalespara desarrollar conceptos propios en torno a la identidad nacional(Espinosa, 2010). Lo que vertebra la obra de Espinosa es la finalidadltima de aportar activamente al desarrollo de una identidad nacionalpositiva. Advirtiendo que la pertenencia o identificacin con diferen-tes grupos tnicos y sociales dan al individuo perspectivas diferentessobre el ser peruano, propone identificar el ncleo representacionalcompartido por los diversos grupos tnico-sociales e iniciar procesos deconstruccin o reforzamiento de una identidad comn contenedora deautoconceptos positivos y sustentada en el respeto a las diferencias. Porejemplo, Espinosa, Caldern-Prada, Burga y Gimac (2007) dieron

    varios cuestionarios a 81 residentes limeos de clase media y reportaron

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    que ellos vean a los peruanos como trabajadores, alegres, capaces, con-formistas y corruptos. Los mestizos aparecan con el perfil ms parecidoal del peruano en general, excepto que eran vistos como incumplidosms que como capaces. En cambio, el andino emerga como triste,trabajador, atrasado, solidario y conformista; y el blanco, como desa-rrollado, individualista y exitoso, adems de corrupto y capaz.

    El estereotipo del mestizo emerge entonces como el posible ncleode la identidad del peruano, aunque una dificultad estriba en el sesgonegativo que se observa contra la diversidad racial (Genna, Espinosa& Pez, 2010). Habitantes de una zona de extrema pobreza urbana

    (Callao) presentaron estereotipos similares (Pancorbo, Espinosa &Cueto, 2011). En su bsqueda de imgenes que contribuyan al forta-lecimiento de la identidad nacional, Rottenbacher y Espinosa (2010)encontraron que es necesario recurrir a la historia lejana, ms que ala cercana, como fuente de un concepto positivo del Per. Mientrasms cercano es el evento histrico, peor valorado es. Lo mismo ocu-rre con los personajes histricos. Lo que aparece en el presente comoposible elemento integrador positivo es la culinaria peruana (Espinosa

    & Caldern-Prada, 2009). Tambin se ha analizado las bases ideol-gicas del racismo, el sexismo y la homofobia (Rottenbacher, Espinosa& Magallanes, 2011). En general, los trabajos podran conseguir unmejor equilibrio si atendieran a la crtica que Martn Tanaka aplic allibro de Bruce (2007): necesitan muestras ms heterogneas que estu-diantes de universidades privadas de Lima para generalizarse al pas.

    Instituciones y poltica

    Carlos Franco (1980) fund la psicologa poltica peruana alrede-dor del concepto de participacin cuidadana activa. Tal como Arenas(2007) concibe la de hoy, el estudio de los valores y comportamien-tos que sostienen a la democracia deben ser de inters primordial. Laeducacin puede favorecer la formacin de valores sustentadores dedemocracia (Retegui & Frisancho, 2012) pero tambin puede pro-

    pulsar la violencia (Frisancho & Retegui 2009). Frisancho (2010)

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    ha estudiado la corrupcin en el poder judicial peruano; ella presentunas vietas a jueces locales y evalu la moralidad de sus respuestasen la perspectiva de la teora psicolgica del dominio. Vicua y cols.(2006) estudiaron la disposicin a la corrupcin en estudiantes uni-versitarios y Arenas, Hernndez, Matalinares y Rivera (2004), en unestudio sobre representaciones de ciudadana y confianza en la demo-cracia, reportaron una concepcin ms abstracta y menos egosta dela democracia entre estudiantes universitarios que entre escolares desecundaria. Falta por verse si la diferencia es atribuible solo a procesosevolutivos; sera interesante comparar universitarios con jvenes de su

    misma edad que no estn en la universidad para determinar en qumedida contribuye a los resultados la autoseleccin de quienes acce-dieron a estudios superiores. El mayor desafo para el psiclogo en estarea est en el estudio de los procesos democrticos como procesosy loscomportamientos humanos que entraan. El desafo lo acept Ventura(2003) cuando abord el tema de la democratizacin de los recursospblicos y escribi una monografa sobre las metodologas y herra-mientas de presupuesto participativo basado en experiencias iniciadas

    espontneamente por algunos alcaldes. Sus materiales fueron usadoscomo insumos de la Ley de Presupuesto Participativo del Per del ao2003. Los estudios de casos de Ventura de implementacin en munici-pios de diversos puntos del pas sugieren que tanto el diseo como losresultados del presupuesto participativo dependen de las intencionesde los actores y de las condiciones pre-existentes. Los exitosos casos deIlo (Ventura, 2004a) y Villa El Salvador (Ventura, 2004b) sugieren la

    importancia de una tradicin participativa previa, mientras que el deHuaccana, en Cusco (Ventura, 2004c), puede atribuirse al liderazgoejercido por el alcalde quechua. Otros psiclogos abordan los proce-sos polticos de manera diferente. Espinosa (2008) analiz el rol delas emociones en las elecciones peruanas de 2006; Ferrndiz, Ibez yEspinosa (2011) midieron los niveles de agresin, prejuicio y racismoque se mostraron en la redes sociales limeas (facebook o twitter)durante la campaa electoral de 2011; y Rottenbacher (2012) utiliz

    un modelo de ecuaciones estructurales segn el cual la intolerancia

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    a la ambigedad y la necesidad de cierre cognitivo ejercen una influen-cia directa sobre el autoritarismo de ala derecha.

    Bienestar personal

    Alarcn (2006) ha hecho esfuerzos por medir la felicidad y laha encontrado relacionada positivamente con la extraversin y nega-tivamente con el neuroticismo. Yamamoto, Meza y Ros (2005) hanintroducido una perspectiva original en el rea del bienestar personal,comenzando con un estudio en la Amazona donde deriv sus cate-goras conceptuales de las respuestas de los pobladores en lugar deaplicar conceptos originados fuera del Per, y aplic a estas categorassui generisanlisis exploratorios de factores ofactor analysis. Antroplo-gos y socilogos (Altamirano, Copestake, Figueroa & Wright, 2003) yahaban sealado la necesidad de tomar en cuenta la identidad culturallocal, pero Yamamoto dio el paso crucial de integrar el afronte micode la antropologa con el enfoque cuantitativo psicolgico. Ciertasmetas de bienestar fueron identificadas con el enfoque mico y con-

    firmadas con elfactor analysisen un corredor migratorio que, pasandopor Huancayo, va desde Huancavelica hasta Huaycn. Los rasgos depersonalidad identificados en esa poblacin fueron solo tres y no secorrespondan exactamente con los Big Five. Mosca, cuyo opuestoes ahuevado, combina intelecto, estabilidad y conciencia; buenaonda integra extraversin y agradabilidad; y clido integra agrada-bilidad y conciencia. En el mismo estudio, Yamamoto y Feijoo (2007)identificaron los valores de individualismo y colectivismo y un factorunidimensional de recursos materiales y no materiales. Con Lazarte(Yamamoto, Feijoo & Lazarte, 2008), midieron las relaciones directase indirectas que existan entre todas estas variables usando ecuacionesestructurales y encontraron a la poblacin satisfecha con lo logrado entrminos de formacin de una familia pero no respecto al sitio dondevive ni el nivel alcanzado de desarrollo. Los anlisis fueron extendi-dos a Bangladesh y Tailandia y han tenido impacto internacional

    (v.g., Copestake, 2009). Superacin familiar, tener buenas relaciones

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    con los dems y superacin personal son las necesidades que identificRojas (2012) entre operarios de una mina andina, es decir, distintas alas identificadas por Yamamoto, Feijoo & Lazarte (2008). La preguntaque sigue es si cada microsociedad tiene un sistemasui generisde nece-sidades o hay necesidades universales que las subordinan.

    Efectos de la geografa

    Miljanovich, Martina, Huerta, Torres y Camones (2010) reporta-ron mayores ndices de violencia familiar en Loreto que en cualquierotra regin poltica peruana. Arenas y cols. (2011) encontraron un nivelde desarrollo moral que era menor en jvenes de Pucallpa que de Lima,Ica, Chimbote y Trujillo. Blitchtein-Winicki y Reyes-Solari (2012)compararon la violencia de gnero contra la mujer en el territorionacional; se observa en sus datos que, excluyendo Lima Metropolitana(12%), hay ms violencia en el resto de la costa urbana (14.6%) que enla rural (9.7%), en la sierra urbana (18.9%) que en la rural (14.4%), yen la selva urbana (17.8%) que en la rural (16.3%).

    La mayora de estudios psicolgicos peruanos comienzan y termi-nan con el reporte de resultados como estos, sin la realizacin de unesfuerzo conceptual por darles sentido y lograr un perfeccionamientode las ideas mediante el contraste con nuevos datos. Este autor tuvo lasuerte de quedar con tiempo disponible para volver a un tema y perse-guirlo hasta darle solucin. Un cuarto de siglo atrs haba conjeturadomayor autonomia de la mujer surea versus mayor sometimiento tra-dicional al marido por la nortea para explicar variaciones en el deseofecundatorio de las mujeres peruanas (Len, 1984). Un anlisis dedatos de la Encuesta Demogrfica y de Salud (ENDES) Continua Per2004-2008 apoy esta hipotesis al revelar un crecimiento significativode norte a sur del control de la mujer sobre el ingreso del cnyuge y lasdecisiones adquisitivas hogarenas. Estas relaciones no eran explicadaspor variables correlacionadas, como la etnicidad indigena, poder mate-rial/informacional de la mujer, diferencia de edad con el marido, o que

    trabajara por dinero (Len, 2011). Un estudio de datos de 46 pases

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    sugiri que la autonoma de la mujer es determinada por un rasgo depersonalidad, la asertividad, con independencia de su edad, educaciny variables culturales (Len, 2012a). Un anlisis de la ENDES Per2000 confirm que el poder domstico de la mujer crece de norte asur en el Per, mientras que el deseo de hijos presenta una tendenciaopuesta, de manera que la relacin negativa entre poder y deseo decaeal incrementarse la latitud absoluta. Por qu un rasgo de personalidadtendra que estar relacionado a la latitud? En la era de Internet fue fcilel desarrollo de una teora psicobogreogrfica segn la cual la ltimacausa sera la radiacin ultravioleta (RUV). La RUV est estrechamente

    correlacionada con la latitud, pues decrece desde el ecuador hasta lospolos y determina el xito de la fabricacin de vitamina D por la piely retina. Esta vitamina es causa de diferenciacin sexual, ya que pro-mueve la sntesis de hormonas sexuales; es decir, hace ms masculinos alos hombres y ms femeninas a las mujeres (Len, 2012b).

    En paralelo haba estado analizando la misma base de datos paraaveriguar si se incrementaban la riqueza del hogar y la educacin de lamujer con la latitud absoluta en el Per. Al confirmar la hiptesis, con-

    clu que ambos, riqueza y educacin son determinados por el nivel deinteligencia de la poblacin, pues no pude imaginar otra variable msrelevante; el poder domstico de la mujer solo explicaba la riqueza en laregin yunga. En ese momento solo dispona de la teora evolucionariade la inteligencia (Rushton, 1985, 2000) para explicar los resultados,as que asum una diferenciacin gentica resultante de procesos adap-tativos al clima y la altura en la poblacin peruana milenios atrs. Pero,

    al descubrir la influencia de la RUV, record cmo me haban impre-sionado los trabajos de Zajonc dcadas atrs y propuse una explicacinalternativa incorporando a la teora psicogeogrfica dos nexos ms: (a)la produccin de hormonas sexuales determina el tamao de las familiasy (b) mientras ms pequea es la familia, mayor resulta la inteligen-cia del nio, pues esta depende de la calidad del ambiente intelectualhogareo. Ese ambiente se deteriora con el incremento de hermanos,especialmente a edades ms tempranas (Zajonc & Bargh, 1980; Zajonc

    & Markus, 1975; Zajonc & Mullally, 1997; Zajonc & Sulloway, 2007).

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    La nueva teora (Len, 2012c) predice mayor cociente intelectual ypuntajes ms altos en las pruebas educacionales PISA del norte al surperuano. La teora permite entender los hallazgos de Arenas y cols.(2011) en Pucallpa considerando que el desarrollo moral est ligado aldesarrollo intelectual; es posible que sea la regin selvtica del Per laque recibe las mayores dosis de RUV, un retardador del desarrollo inte-lectual a travs de su influencia sobre el tamao de la familia.

    Analic la misma base de datos una vez ms tratando de explicarmi antiguo hallazgo de un consumo de sustancias psicoactivas que eramayor en el sur que en el norte peruano (Len, 1987). Teniendo en

    cuenta que la vitamina D se relaciona tambin con la produccin dedopamina y serotonina, formul la hiptesis de que la salud mentalse deteriora con la distancia al ecuador. De acuerdo con lo esperado,hall que la violencia fsica y psicolgica ejercida por esposos y padresaumentaba con la latitud absoluta en el desierto del Pacfico, la estepaserrana, la puna y la ecorregin yunga, aunque no en la Amazona(Len, 2012d). La teora psicobiogeogrfica explica la menor violenciaen mbitos rurales que urbanos que se ve en los datos de Blitchtein-

    Winicki y Reyes-Solari (2012): la poblacin urbana desarrolla la mayorparte de sus actividades bajo techo y, por ende, recibe menores dosisde RUV que la rural. De otro lado, el hallazgo de Miljanovich y cols.(2010) de mayores niveles de violencia en Loreto que en cualquier otraregin poltica del pas parece contradecir mi reporte de mayor vio-lencia en el desierto del Pacfico que en la Amazona (Len, 2012d).Pero el ltimo hallazgo se obtuvo solo una vez que los efectos de otras

    variables fueron controlados. Adems yo analic los datos de la ENDES2000, que inclua tems sobre comportamientos positivos del esposo,mientras que Miljanovich y cols. (2010) analizaron la ENDES 2007-2008, que no los inclua. Otra posibilidad es que lo afectado por lalatitud sea el componente positivo de la afectividad, no el negativo.

    Teniendo en cuenta que solo una teora psicolgica, la evolucio-naria de Rushton (1985, 2000), establece relaciones entre la latitud yun conjunto tan amplio de efectos psicolgicos, se puede esperar que la

    teora psicobiogeogrfica genere pronto investigaciones internacionales.

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    Conclusiones

    Este artculo describi y evalu cuatro subdisciplinas de la psico-

    loga peruana. Las siguientes son las conclusiones por subdisciplina:

    1. Un desafo para el psiclogo organizacional es ajustar sus bue-nas prcticas a la evidencia cientfica; aquellas estudiadas enEstados Unidos o Europa no son necesariamente relevantes atoda empresa y poblacin local.

    2. La psicologa del consumidor tiene impacto popular, pero suscultores, tanto cualitativos como cuantitativos, no divulgan

    sus mtodos y hallazgos con rigurosidad.3. Las contribuciones de la psicologa comunitaria podran for-

    talecerse si sus hiptesis de trabajo de origen psicoanaltico,u otras perspectivas, fuesen formuladas con mayor nitidez ysometidas a metodologas convencionales de evaluacin deintervenciones.

    4. La psicologa social peruana est contribuyendo al conoci-

    miento de la realidad nacional y presenta aportes originalesen reduccin de la pobreza, identidad nacional, bienestar per-sonal. y efectos de la geografa.

    Una de las cosas que me ha sorprendido gratamente en la lite-ratura revisada es la creciente utilizacin de ecuaciones estructuralespara establecer relaciones de causalidad distinguiendo efectos directose indirectos. Por el lado negativo est la virtual ausencia del mtodo

    experimental fuera de mis propios trabajos. Los experimentos obligana delinear con mxima claridad las hiptesis y proporcionan respuestasa cuestiones de causalidad que los malabares estadsticos de los estudioscorrelacionales, incluidas las ecuaciones estructurales, a veces distorsio-nan. Al disear un experimento, el psiclogo es proactivo, controla susvariables, acta sobre la realidad y as la conoce mejor.

    Tambin he visto con agrado que la Revista de Psicologa, as comohasta hace poco la Revista de Investigacin en Psicologa, hayan mantenido

    una actividad constante durante dcadas y sean asequibles por Internet.

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    Sera deseable que las otras revistas psicolgicas nacionales se esfuercenpor mantener una actividad predecible y pongan sus artculos en el cibe-respacio. De otro lado, me ha sorprendido que haya tan poco trabajosobre diferencias de gnero pese a la importancia de esta variable. Yonunca he sido testigo de diferencias tan sistemticas como las que observentre los valores individualistas de los adolescentes y colectivistas de lasadolescentes en mi estudio del siglo pasado (Len, 1996). Me extraaque no se abunde ms en esto. Otra variable que brilla por su ausencia esla de confianza. Sin confianza no puede haber democracia (Sullivan &Transue, 1999) ni procesos organizacionales eficientes (Kramer, 1999).

    Pero estoy seguro que estas ausencias son subsanables en el medianoplazo. Considerando la juventud, preparacin y talento que he encon-trado entre los psiclogos peruanos, creo que el futuro de las psicologasdel rea social-organizacional en nuestro pas est en buenas manos.

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