r. gubern - fragmento historia del cine i

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EL INVENTO Como todo invento complejo, el cine surgió como fruto maduro tras una acumulación de hallazgos y experiencias diversas, en cuya base hay que colocar el invento de la fotografía. Es sabido que, hacia 1816, el francés Joseph-Nicéphore Niepce (1765-1833), tratando de perfeccionar el invento de la litografía consiguió fijar químicamente las imágenes reflejadas en el interior de una cámara oscura. Hombre retraído y de holgada posición, Niepce se encerró en su finca absorto en sus experimentos, que le valieron no pocas satisfacciones, llegando a obtener su primera fotografía de un paisaje en 1826, empleando una exposición de ocho horas. Poco antes de morir se asoció con el decorador Louis-Jacques Mandé Daguerre (1787- 1851), que consiguió reducir el tiempo de exposición a media hora y heredó para sí la gloria del invento, al que denominó daguerrotipo. La pasión de daguerrotipo se extendió por Europa y sus cultivadores lo utilizaban para reproducir monumentos y paisajes, siguiendo los consejos de su inventor. Naturalmente, también hubo hombres que inmediatamente comprendieron su fabuloso alcance, como los científicos Arago y Gay-Lussac, que no ocultaron su pasmo ante la “matemática exactitud” e “inimaginable precisión” de los detalles reproducidos por la cámara: Darwin renunció a los dibujos y prefirió la fotografía para ilustrar La expresión de las emociones en el hombre y los animales (1872); Delacroix comparó el daguerrotipo a un “diccionario” de la Naturaleza y aconsejó a los pintores que lo consultasen asiduamente; William Randolph Hearst, magnate de la prensa americana, comenzó a ilustrar con fotos los artículos del Examiner. El progreso de la fotografía, a la busca de preparados fotosensibles cada vez más rápidos, fue de la mano con el espectacular avance de la ciencia química. Pero además de perfeccionarse como técnica, la fotografía se perfeccionó como arte. Algunos fotógrafos célebres, como el gran retratista Nadar, tuvieron intuiciones geniales, adivinando todo el

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Historia del proto-cine, según la última versión de libro del teórico español.

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EL INVENTO

Como todo invento complejo, el cine surgi como fruto maduro tras una acumulacin de hallazgos y experiencias diversas, en cuya base hay que colocar el invento de la fotografa.Es sabido que, hacia 1816, el francs Joseph-Nicphore Niepce (1765-1833), tratando de perfeccionar el invento de la litografa consigui fijar qumicamente las imgenes reflejadas en el interior de una cmara oscura. Hombre retrado y de holgada posicin, Niepce se encerr en su finca absorto en sus experimentos, que le valieron no pocas satisfacciones, llegando a obtener su primera fotografa de un paisaje en 1826, empleando una exposicin de ocho horas. Poco antes de morir se asoci con el decorador Louis-Jacques Mand Daguerre (1787-1851), que consigui reducir el tiempo de exposicin a media hora y hered para s la gloria del invento, al que denomin daguerrotipo. La pasin de daguerrotipo se extendi por Europa y sus cultivadores lo utilizaban para reproducir monumentos y paisajes, siguiendo los consejos de su inventor. Naturalmente, tambin hubo hombres que inmediatamente comprendieron su fabuloso alcance, como los cientficos Arago y Gay-Lussac, que no ocultaron su pasmo ante la matemtica exactitud e inimaginable precisin de los detalles reproducidos por la cmara: Darwin renunci a los dibujos y prefiri la fotografa para ilustrar La expresin de las emociones en el hombre y los animales (1872); Delacroix compar el daguerrotipo a un diccionario de la Naturaleza y aconsej a los pintores que lo consultasen asiduamente; William Randolph Hearst, magnate de la prensa americana, comenz a ilustrar con fotos los artculos del Examiner.El progreso de la fotografa, a la busca de preparados fotosensibles cada vez ms rpidos, fue de la mano con el espectacular avance de la ciencia qumica. Pero adems de perfeccionarse como tcnica, la fotografa se perfeccion como arte. Algunos fotgrafos clebres, como el gran retratista Nadar, tuvieron intuiciones geniales, adivinando todo el alcance del invento que manejaban. En 1887 afirmar Nadar: Mi sueo es ver cmo la fotografa registra las actitudes y cambios de fisonoma de un orador a medida que el fongrafo registra sus palabras.Con la fotografa se ha adelantado mucho, pero queda todava mucho que recorrer para llegar al cine. Y en este camino encontramos otro pilar fundamental, el mdico ingls Peter Mark Roget, que en 1824 present una tesis sobre la persistencia retiniana ante la Royal Society de Londres. Parece ser que el fenmeno de la persistencia retiniana (cualidad -o tal vez imperfeccin- del ojo humano que nos permite disfrutar del cine y la televisin) fue observado por algunos cientficos griegos y mereci tambin la atencin de Newton. Hasta los nios saben que un tizn agitado en la oscuridad es percibido como una lnea de fuego, pero el doctor Roget fue el primero que estudi cientficamente el fenmeno, sobre bases fisiolgicas. La ilusin de movimiento del cine se basa, en efecto, en la inercia de la visin, que hace que las imgenes proyectadas durante una fraccin de segundo en la pantalla no se borren instantneamente del rea visual del cerebro. De este modo, una rpida sucesin de fotos inmviles proyectadas discontinuamente, son percibidas por el espectador como un movimiento continuado.El rido y docto anlisis del doctor Roget, que se titulaba Explicacin de una ilusin ptica relativa a la apariencia de los radios de una rueda vistos a travs de una ranura vertical, hizo nacer inmediatamente una serie de juguetes y pasatiempos pticos basados en este fenmeno. El fsico belga Joseph Plateau (1801-1883) ide un sencillo aparato de complicado nombre: el fenaquistiscopio (del griego phenax, akos, engaador, y skopein, examinar), de donde se derivaron otros juguetes populares, muy en boga a mediados de siglo, que encubran su banalidad con nombres cultos y difciles, de etimologa griega: fantacopio, zotropo, estroboscopio.Ya tenemos as los dos presupuestos fsicos que constituyen la plataforma del cine: la fotografa, que viene a ser algo as como su materia prima, y el principio de la inercia visual, que permite crear la ilusin del movimiento. De su combinacin habra de nacer el cine. En su afn de conquistar el movimiento, la fotografa no tard en convertirse en cronofotografa, primero gracias al revlver astronmico (1874) de Jansen, que utiliz para registrar el movimiento de los planetas, y despus merced a los trabajos del fisilogo francs tienne-Jules Marey (1830-1904), que con su fusil fotogrfico estudi primero el galope de los caballos, descompuesto en una serie de fotografas, y luego en los movimientos de otros animales y del hombre. Este rifle incruento y pintoresco, cazador de imgenes, obtena con el disparo de su gatillo series de doce fotografas sucesivas con exposicin de 1/720 de segundo (cronofotografas) sobre un soporte circular que giraba, como el tambor de un revlver, ante el can-objetivo.Estos estampidos pticos encontraron eco en California, suscitando apasionadas controversias en los medios hpicos. Era posible que un caballo al galope pudiera permanecer, aunque momentneamente, con un solo casco apoyado en el suelo? El millonario Lelland Standford, ex gobernador del estado y presidente de la Central Pacific, quiso salir de dudas. Cruz una apuesta de 25.000 dlares con unos amigos y contrat al mejor fotgrafo de San Francisco, al ingls Eadweard Muybridge (1830-1904), para que mediante la fotografa, nica prueba indiscutible, resolviese la disputa. Muybridge, que llevaba varios aos experimentando tcnicas cronofotogrficas, despleg su ingenio y consigui poner a punto, tras cuatro aos de pacientes pruebas y con un gasto no inferior a 40.000 dlares, un curioso sistema de cronofotografa. A lo largo de una pista de carreras Muybridge instal veinticuatro cmaras fotogrficas, con su correspondiente operador cada una, que cuidaban de la preparacin de las placas sensibles de colodin hmedo de corta vida. Veinticuatro hilos se extendan a lo ancho de la pista, conectados cada uno de ellos al disparador de una cmara. De este modo, en su carrera, el caballo rompa los hilos, disparando sucesivamente una cmara tras otra y obteniendo la impresin de cada fase de su movimiento.Los trabajos de Muybridge entre 1878 y 1881 preludian, con su descomposicin del galope de un caballa en veinticuatro fotografas, el prximo nacimiento del cine. Su primera etapa -la descomposicin fotogrfica del movimiento- era ya una realidad. Faltaba tan solo conseguir la segunda: la sntesis del movimiento, mediante la proyeccin sucesiva de dichas fotografas sobre una pantalla. Un vulgar zotropo (1834) era capaz de efectuar la sntesis del movimiento, pero no de lograrla por proyeccin sobre una pantalla. A ello se aplic Charles-Emile Reynaud (1844-1918), ue perfeccion el zotropo mediante el empleo de un tambor de espejos (praxinoscopio) y, tras sucesivas mejoras, consigui proyectar sus imgenes, por reflexin, sobre una pantalla. Exhibi su teatro ptico (patentado en 1888) utilizando exquisitamente dibujadas y coloreadas por l mismo y en 1892 inici en l Museo Grvin de Paris la proyeccin sobre pantalla de sus clebres Pantomimas luminosas. A Reynaud pertenece, pues, la paternidad de los dibujos animados.

Si Reynaud haba introducido la pantalla, al norteamericano Thomas Alva Edison (1847-1931), inventor fecundo que iremos conociendo a lo largo de estas pginas, le cupo el honor de introducir la pelcula de celuloide con perforaciones para su arrastre, soporte de treinta y cinco milmetros de anchura que reuna los requisitos de ser flexible, resistente y transparente (y tambin altamente inflamable). Esta pelcula recubierta por la emulsin fotosensible, fue suministrada a partir de 1889 a Edison, por encargo, por la casa Eastman Kodak de Rochester, que se estaba haciendo ya famosa con sus cmaras de 25 dlares y su eslogan Usted aprieta el botn y nosotros hacemos lo dems. El formato utilizado por la pelcula de Edison para sus experiencias cronofotogrficas ser el que el cine adoptar universalmente como formato estndar. Entre las mil y pico de patentes que el mago de Menlo Park dej registradas al morir, no pocas estn relacionadas directa o indirectamente con el cine, como la lmpara de incandescencia, el fongrafo y el kinetoscopio.Y a partir de ah, descubiertos todos los elementos que hacen posible su nacimiento, la historia entra en esa zona vidriosa en la que aparecen por doquier presuntos o reales inventores del cine. Con mayor o menor razn, los ingleses reivindican la gloria de este descubrimiento para William Friese-Greene, los americanos para Thomas Alva Edison y los alemanes para Max Skladanowski. Con casi todos los grandes inventos de los dos ltimos siglos ha ocurrido lo mismo, y para zanjar la disputa habra que repetir que el cine es, como la radio, el avin, el submarino y la televisin, un invento colectivo, fruto de una acumulacin de hallazgos y descubrimientos de procedencia diversa. Consecuencia, ante todo, del progreso cientfico de un poca ms que del esfuerzo de un hombre.El problema que quedaba por resolver era relativamente simple. Se deba combinar el principio de la linterna mgica con un dispositivo de arrastre intermitente de la pelcula, que la desplazase entre una fuente de luz y el objetivo de la proyeccin. As se obtendra la proyeccin sucesiva de fotografas en la pantalla y la persistencia retiniana del espectador hara el resto.A pesar de la avalancha de patentes y de experiencias cronofotogrficas que se produjeron entre 1890 y 1895, la mayor parte de los historiadores parece haberse puesto de acuerdo en que, si a Edison le correspondi la gloria de impresionar por vez primera pelculas cinematogrficas, a Louis Lumire (1864-1948), que junto con su padre Antoine y su hermano Auguste diriga una industria fotogrfica en Lyon, le correspondi el privilegio de efectuar las primeras proyecciones pblicas y afortunadas, valindose de un aparato patentado el 13 de febrero de 1895 como aparato que sirve para la obtencin y visin de pruebas cronofotogrficas. El secreto del invento resida, en realidad, en un sencillo mecanismo (grifa de la excntrica) que permita el arrastre intermitente de la pelcula, dispositivo que se le ocurri durante una noche de insomnio a Louis, que no obstante asoci tambin el nombre de su hermano a la patente. Denominaron a su aparato cinematgrafo (del griego, kinema, movimiento, y grafein, escribir), utilizando una raz etimolgica que junto con la de vida (bios, vita) servir para designar casi todos los artefactos europeos y americanos de esta poca con el registro y proyeccin de imgenes animadas.El aparato de Lumire era el ms simple y perfecto de los construidos hasta la fecha: serva indistintamente de tomavistas, de proyector y para tirar copias. Funcionaba accionado por una manivela que arrastraba la pelcula (fabricada por Lumire, con el mismo formato de Edison), a la cadencia de 16 imgenes por segundo (esta cadencia no se estabiliz hasta despus de 1920, con la incorporacin de motores a las cmaras, para alcanzar las 24 imgenes por segundo al llegar el cine sonoro).Al afrontar con xito desbordante la prueba de la exhibicin pblica, el invento de Lumire cerr definitivamente el periodo de la experiencias de laboratorio y dio remate a un cmulo de bsquedas, realizadas en Europa y Amrica, para conseguir eso que Ily Ehrenburg llamar, no sin irona, la fbrica de sueos, que nace, y no es casual, el mismo ao en que un tal Sigmund Freud, en colaboracin con Breuer, publica en Viena sus Estudios sobre la histeria. Pero con el invento de Lumire se cierra un ciclo en la historia de la cultura, cobra vida un mito universal que anidaba en los repliegues del subconsciente humano, testimoniando por los veinticinco mil aos de esfuerzos de artistas y magos primero y de sabios despus, tratando de atrapar los fugaces e inestables contornos de de la realidad. Esta caza de sombras, que se inicia en las lejanas tinieblas de Altamira, concluye en Paris, en el ocaso del siglo XIX, gracias al arrollador progreso cientfico y tcnico de la centuria. Una vez ms el cerebro del hombre ha sido capaz de materializar sus sueos.

LA ERA DE LOS PIONEROS

LOS FANTASMAS DEL SALN INDIEN

El ao 1895 es un ao tumultuoso y agitado en la historia del mundo. En la isla de Cuba, al grito de Baire, ha estallado con violencia la guerra de independencia; cerca de cuatrocientas personas perecen, en el mes de marzo, en el naufragio del crucero Reina Regente; las trridas arenas de frica del Sur se empapan de sangre en la encarnizada guerra de los bers; en los remotos confines de Asia, las tropas del Mikado entran triunfantes en Pekn, mientras los soldados italianos luchan en la meseta de Abisinia con los valientes guerreros de Menelik. El mundo parece haberse desbocado en una loca carrera hacia la catstrofe.Las cosas no van mucho mejor en Francia. En enero ha subido Flix Faure a la presidencia de la Repblica, tras la renuncia de Casimir Prier, y en las calles estn a punto de desatarse las pasiones en uno de los ms tremendos escndalos que ha conocido la historia el pas. El oficial judo Alfred Dreyfus, miembro del Estado Mayor, ha sido degradado y conducido a la Guayana, para cumplir condena perpetua en la legendaria penitenciara de la isla del Diablo. Francia entera va a temblar muy pronto al conocer la acusadora e impresionante carta de dirigir Emile Zola, desde las pginas de LAurore, al presidente de la Repblica. Zola es por estas fechas un discutido novelista, autor de La taberna, Nana y La Tierra, que toma parte apasionadamente en el asunto Dreyfus, como harn otras tantas personalidades de la poca.El mundo se est transformando con violentas sacudidas en este recodo del siglo. Se habla mucho del progreso en los crculos intelectuales, y tambin en los que no lo son. El progreso es una palabra que resume muchas cosas y que sirve para explicarlo todo. Desde los neumticos, que por primera vez se emplean en la carrera Pars-Burdeos-Pars, hasta la construccin del canal de Kiel y los misteriosos rayos X, que acaba de descubrir un oscuro profesor de la Universidad de Wurzburgo.Algunos maldicen a la civilizacin maquinista, que est mudando la faz del globo, y aseguran que es obra del mismsimo diablo, preguntndose con pasmo: A dnde iremos a parar? Otros alaban el progreso, la mquina de vapor y la electricidad que son los smbolos de la era industrial, de la nueva civilizacin de las mquinas, que crece y se multiplica en Manchester, Barcelona, Miln, Glasgow, Lyon... Y de este formidable empuje de la civilizacin maquinista ha nacido en Lyon, precisamente, la mquina de imprimir la vida, como la llamar LHerbier, y a partir de ella se crear un mundo fabuloso de mitos y sueos.Satisfechos con los ensayos iniciales, los Lumire decidieron efectuar una presentacin pblica de su invento en la capital. Un amigo de antoine Lumire, el fotgrafo Clment Maurice, relacionado con el tout Paris, fue el encargado de gestionar la bsqueda de un local idneo para llevar a cabo la presentacin.El local que eligi finalmente Clment Maurice fue un saloncito situado en el stano del Grand Caf, en el nmero 14 del Boulevard des Capucines, elegante arteria de la orilla derecha del Sena, situada entre la Opra y la Madeleine. El saloncito haba sido bautizado con el presuntuoso nombre de Salon Indien y utilizado como sala de billares hasta que, unas pocas semanas antes, la prefectura de polica orden la clausura de las salas de esta clase, que se haban convertido en terreno abonado para fciles ganancias de los jugadores poco escrupulosos.La sala era de dimensiones reducidas, tal como convena a los Lumire, ya que pensaban que un fracaso pasara as ms inadvertido, mientras que un xito provocara aglomeraciones sensacionales en la entrada del local.Antoine Lumire y Clment Maurice visitaron al dueo del Grand Caf, que era un italiano llamado Volpini, y le propusieron alquilar la sala, ofrecindole hasta un 20% de los ingresos que se obtuvieran en las recaudaciones. Pero Volpini tena tan poca confianza en aquel desconocido artefacto de Fsica Recreativa, que rechaz la oferta y estipul que le pagaran 30 francos diarios y que el contrato sera por un ao.As fue, efectivamente, y los inventores eligieron para la presentacin del cinematgrafo, la semana de Navidad, durante la cual los bulevares parisinos suelen estar atestados de viandantes, que pasean contemplando los escaparates de los comercios. Se estableci que el precio de la entrada sera de un franco y que se celebrara una sesin cada media hora.Los Lumire tuvieron la precaucin de pegar en los cristales del Grand Caf un cartel anunciador, para que los transentes desocupados pudieran leer lo que significaba aquel invento bautizado con el impronunciable nombre de Cinmatographe Lumire. La explicacin, impresa en letra cursiva, resulta hoy un tanto pintoresca y barroca: Este aparato -deca el texto- inventado por MM. auguste y Louis Lumire, permite recoger, en series de pruebas instantneas, todos los movimientos que, durante cierto tiempo, se suceden ante el objetivo, y reproducir a continuacin estos movimientos proyectando, a tamao natural, sus imgenes sobre una pantalla y ante una sala entera.La fecha elegida para la presentacin del cinematgrafo fue el 28 de diciembre de 1895 y previamente los Lumire distribuyeron algunas invitaciones entre varias personas cuya asistencia les interesaba particularmente, como M. Thomas, director del Museo Grvin, George Mlis, director del teatro Robert Houdin, M. Lallemand, director del Folies Bergre, y algunos cronistas cientficos.Sin embargo, tan slo algunas de las personas invitadas asistieron a aquella proyeccin histrica y el aspecto de la sala antes de comenzar la sesin no era muy alentador. Algunos transentes ociosos, que tenan media hora que perder, decidieron bajar los peldaos que conducan hasta el Saln Indien. Pero la mayor parte de los que tuvieron ocasin de leer el cartel anunciador, se encogieron de hombros y, enfundados en sus abrigos, se perdieron entre la muchedumbre. La recaudacin fue muy modesta. Ascendi a 35 francos, cifra que apenas cubra el importe del alquiler del saln.Aseguran las crnicas que flotaba en la sala, antes de comenzar la proyeccin, un ambiente de fro escepticismo,. Este sentimiento dur todo el tiempo que las luces permanecieron encendidas, pues al apagarse, un tenue haz cnico de luz brot del fondo de la sala y al estrellarse contra la superficie de la pantalla obr el prodigio. Apareci, ante los atnitos ojos de los espectadores, la plaza Bellecour, de Lyon, con sus transentes y sus carruajes movindose. Los espectadores quedaron petrificados, boquiabiertos, estupefactos y sorprendidos, ms all de lo que puede expresarse, como escribe George Mlis, testigo de aquella maravilla. Y Henri de Parville recuerda: Una de mis vecinas estaba tan hechizada que se levant de un salto y no volvi a sentarse hasta que el coche, desvindose, desapareci.Desde aquel momento la batalla estuvo ganada. Los espectadores se hallaban autnticamente anonadados ante aquel espectculo jams visto. Los que se decidieron a entrar salan un tanto estupefactos -narra Volpini- y muchos volvan llevando consigo a todas las personas conocidas que haban encontrado en el bulevar.Y, sin embargo, las diez brevsimas pelculas de diecisiete metros que componan los primeros programas presentados por los Lumire mostraban imgenes absolutamente vulgares e inocentes. Pelculas que, barajando unas pocas variantes, ofrecan temas bien prosaicos: La salida de los obreros de la fbrica Lumire (Sortie des usines Lumire Lyon), Ria de nios (Querelle de bebs), Los fosos de las Tulleras (Bassin des Tuileries), La llegada del tren (Larrive dun train en gare de La Ciotat), El regimiento (Le rgiment), El herrero (Le marchal frrant), Partida de naipes (Partie dcarte), Destruccin de las malas hierbas (Mauvaises herbes), La demolicin de un muro (La dmolition dun mur), El mar (La mer), etc.Como puede verse, nada nuevo ni nada extraordinario ofrecan estos temas banales, propios del repertorio de cualquier fotgrafo aficionado de la poca. Pero, a pesar de ello, el impacto que causaron aquellas cintas en el nimo de los espectadores fue tan grande que al da siguiente los diarios parisinos se deshacan en elogios ante aquel invento y un cronista, vctima de una alucinacin, elogiaba la autenticidad de los colores de las imgenes.Cuando se piensa en las razones por las que el pblico qued fascinado ante tal invento resulta inevitable sentir cierta sorpresa. No fueron los temas. No fue la salida de una fbrica o la llegada de un tren lo que llam la atencin de los espectadores -pues eran cosas vistas mil veces y bastaba con acudir a la fbrica o a la estacin para contemplarlas-, sino sus imgenes, sus fidelsimas reproducciones grficas que, aunque reducidas a las dos dimensiones de la pantalla, conservaban su movimiento real. La maravillosa capacidad de aquel artefacto para producir la realidad en movimiento fue lo que provoc el asombro y la perplejidad que todava conserva Julin Maras, cuando seala la irrealidad de la realidad que muestra el cine., afirmando por ello que es una fantasmagora, porque se trata no de cosas reales, sino de fotografas. Y ni siquiera de fotografas sino de proyeccin de fotografas; ni siquiera la fotografa del cine es asible, es palpable; se proyecta y no solamente se proyecta, sino que se proyecta en movimiento, es decir, est apareciendo y desapareciendo. Es, por tanto, una pura y simple fantasmagora. Ah est toda su limitacin y toda su grandeza.Claro que afirmar esto es quedarse en la epidermis del fenmeno fsico y con igual criterio podra definirse a la literatura como una agrupacin caprichosa de sonidos o de signos grficos convencionales. Pero la prueba ms contundente de que el recin nacido cine no era solamente una pura y simple fantasmagora la suministr en aquella hora temprana la recaudacin de 2.500 francos diarios que ingresaban ya los Lumire a las dos semanas de iniciarse la explotacin de su invento y las interminables colas que se formaban ante la puerta del Grand Caf y que llegaban hasta la calle Caumartin.En sus primeros balbuceos y con aquellas bandas primitivas, el cine demostraba ya sus extraordinarias posibilidades de reproduccin realista. Aventajando en fidelidad a la crnica escrita, al pincel del artista o a la narracin oral, la cmara tomavistas se revelaba como el ms fiel e imparcial narrador y testigo de lo que aconteciera ante su objetivo. Su veracidad naca de la prosaica deshumanizacin de la mquina, esto es, de la reproduccin qumica de las imgenes y de su proyeccin ptico-mecnica sobre un lienzo.Por esta razn, el inocente repertorio de peliculitas que presentaron los Lumire al estupefacto pblico parisino tena un inestimable valor intrnseco como documento de una poca, de sus gentes, de sus gustos, de sus modas, de sus trajes, de sus trabajos y sus mquinas. En adelante las pelculas sern, ante todo y sobre todo, testimonios. Sern crnica y reflejo de la sociedad y de la poca en que nacen con sus costumbres, sus aspiraciones, sus mitos y sus problemas, aunque traten de velarlos u ocultarlos, convirtindose por ello mismo en documentos significativos del escamoteo de una realidad ingrata y de un intento de sustitucin por otra ms deseable. Aqu comienza, precisamente, la trascendencia sociolgica de este invento nacido en el ocaso del siglo de las mquinas.Vistas hoy, las pelculas presentadas por Lumire a la consideracin del pblico parisino evocan las pginas amarillentas de un lbum de recuerdos. Partida de naipes ofrece, con la actuacin ante las cmaras de miembros de la familia Lumire, una inapreciable estampa de las costumbres de la burguesa acomodada fin du sicle. La demolicin de un muro, Destruccin de las malas hierbas y La salida de los obreros de la fbrica Lumre dan entrada, en cambio, al mundo del trabajo en el cine. De todas ellas la ltima es la ms importante y significativa. Las imgenes de la puerta de la fbrica abrindose para dar paso a una riada de obreros estn cargadas de significacin histrica y social, pues por primera vez aparece en la pantalla como protagonista el pblico potencial de este espectculo que est naciendo y que Jaurs definir como el teatro del proletariado. An no hace medio siglo que se ha publicado el Manifiesto comunista y la clase obrera ya est jugando su decisivo papel en la historia. En el ao 1895 nace el cinematgrafo, pero no hay que olvidar que en ese ao se funda tambin en Francia la Confederacin General del Trabajo. Y el cine, con su involuntario ojo documental, ofrece a los espectadores estas imgenes reveladoras de la era industrial que est viviendo Europa.La salida de los obreros de la fbrica Lumire fue la primera pelcula rodada por sus autores que se sentan altamente orgullosos de ella y que inauguraba tambin el gnero de la publicidad cinematogrfica. Pero esta cinta no fue la que tuvo mayor xito entre el pblico, sino La llegada del tren, que provocaba el pnico en la sala, pues los espectadores crean que la locomotora se les iba a arrojar encima.Esta inocente peliculita asustaba tanto a las damas y pona tan nerviosos a los caballeros porque resultaba excesivamente realista para su mentalidad precinematogrfica y les haca identificar su visin con la del ojo de la cmara, convertida por vez primera en personaje dramtico. El realismo de estas fotografas estaba reforzado por la profundidad de foco (o nitidez de enfoque de los primeros y ltimos trminos de la imagen), que se acentuaba con el acercamiento de la locomotora en movimiento hacia la cmara.Desde el punto de vista tcnico esta pelcula encierra un inters indiscutible porque, a pesar de estar rodada con cmara fija, contiene toda la gama de encuadres que pueden aparecer en una pelcula moderna y que van desde el plano general hasta el primer plano, debido a la profundidad de foco sealada y al movimiento de la locomotora y de las personas sobre el andn, ante la cmara fija, que se limitaba a registrar lo que aconteca ante ella, rodando sin interrupciones y sin cambiar de emplazamiento cada pelcula, desconociendo las posibilidades dinmicas de lo que hoy denominamos como montaje. La llegada del tren produjo tan gran impresin en aquellos espectadores primerizos, que en estos aos balbucientes del cine habremos de contemplar todava docenas de Arrives y de Sorties que parecen querer reafirmar la esencia dinmica del nuevo espectculo. Pero el hechizo del ferrocarril, que ha herido ya las sensibles retinas de Monet y de Czanne hacindose pintura, es tambin otro signo de los nuevos tiempos que impresionar profundamente a este pblico que ha pasado de la diligencia a la va frrea gracias al invento de Stephenson.Por eso no resulta difcil comprender que la sesin del Saln Indien, con ser tan poca cosa en apariencia, fue la apertura hacia un horizonte de nuevas e ingentes posibilidades que en ella se apuntaban. Aquel inocente artefacto de Fsica Recreativa que aprovechaba el fenmeno de la persistencia retiniana para excitar el sistema nervioso de sus espectadores con emociones inditas, estaba abriendo una pgina nueva en la representacin realista del mundo, culminando el itinerario artstico que, iniciado por Stendhal, pasa por Flaubert, Balzac, Zola, el daguerrotipo y los impresionistas. La revolucin que introdujo en el mundo de las imgenes el Almuerzo campestre de Manet, con su realismo que ofenda el pudor, segn palabras del emperador de Francia, ha desembocado en la mquina de imprimir la vida, de Lumire. Y esto habr de resultar decisivo para la historia del arte contemporneo.El xito obtenido por las primeras proyecciones pblicas de los Lumire rebas con mucho las previsiones de sus inventores. Las gentes se agolpaban antes las puertas del Grand Caf para contemplar las primeras pelculas cmicas de la historia del cine, como El jardinero regado (Larroseur arros), interpretado por un jardinero de la finca de los Lumire que con la manguera se pona perdido, regocijando extraordinariamente a los bigotudos espectadores y las encopetadas damas. Tambin en el Salon Indien asistieron los boquiabiertos parisinos al nacimiento de los primeros trucajes cinematogrficos, como La demolicin de un muro desarrollada al revs que, fue presentada en 1896, inaugur el gnero. Charcuterie mcanique puso la magia al servicio de la comicidad, mostrando la introduccin de un cerdo en una mquina, de la que sala convertido en salchichas.No obstante, las pelculas con trucajes no fueron la especialidad de los Lumire, que vean sobre todo en el cine un instrumento de investigacin cientfica, con escaso porvenir comercial, y orientaron su produccin hacia sencillas cintas documentales que mostraban la nature prise sur le vif, al estilo de Una barca saliendo del puerto (Sortie du port) o Soldados en maniobras (Soldats au mange).En vista de los pinges beneficios obtenidos, Louis Lumire prosigui el rodaje de nuevas peliculitas, cuya duracin oscilaba entre uno y tres minutos, y que con frecuencia interpretaban los miembros de su familia. Pero las exigencias de renovacin de material le llevaron a ensanchar sus horizontes comerciales enviando operadores nmadas a todos los rincones del mundo, para traer a Pars paisajes y escenas de tierras lejanas. Con ellos surgi lo que hoy llamamos noticiario o reportaje de actualidades, y de sus exigencias narrativas naci el montaje de los diversos trozos de pelcula impresionada. En 1896 Francis Doublier, antiguo aprendiz de la casa Lumire, rueda Le couronnement du Tsar Nicolas II, que con sus siete bobinas marca un hito en el nuevo gnero de las actualidades, iniciado el ao anterior. A partir de aquel momento, monarcas y personalidades fijan su vanidosa atencin en aquel aparato que es capaz de difundir sus imgenes en movimiento y se convierten en sus mejores propagandistas.. El operador Promio, primer embajador de Lumire en Espaa, al explicar las facilidades que la reina regente le otorg para rodar unas escenas militares, escribe en su Carnet de ruta que los oficiales opinaban que el cinematgrafo Lumire tena una enorme influencia sobre los soberanos. Promio visit con su cmara a cuestas Constantinopla, Esmirna, Jaffa y Jerusaln. A Paris llegaban imgenes exticas de la India, de Mxico, de la misteriosa China, de los tuaregs del desierto y hasta de la Ciudad Prohibida, para nutrir una catlogo que en 1897 contaba ya con 358 ttulos.Abrir sus objetivos sobre el mundo fue la consigna dada por Lumire a sus operadores volantes; con singular intuicin bautiz al cine con el calificativo de gran viajero. Pero mientras enviaba un ejrcito de representantes y operadores por el mundo y todas las capitales europeas contaban con instalaciones cinematogrficas, formando un autntico circuito internacional de exhibicin, a Pars comenzaron a llegar las cintas que estaba produciendo Thomas Alva al otro lado del Atlntico.Louis Lumire no era el nico que, a finales de 1896, estaba explotando el nuevo espectculo de sombras animadas y sus rivales menudeaban en Europa y amrica, incubando una sorda lucha de intereses que no tardara en estallar. Lar, Path y Mlis en Francia, Edison y la Biograph en los Estados Unidos y William Paul en Londres comenzaban a echar los cimientos de una nueva industria.La vocacin cientfica y la holgada posicin econmica de los Lumire les llevaban a menospreciar las posibilidades comerciales de su invento, de modo que en 1898 despidieron a casi todos sus operadores y en 1900 realizaron su ltima aventura cinematogrfica, con una proyeccin sobre una pantalla gigante de veintin por diecisis metros. Despus abandonaron aquel juguete de ptica por ellos inventado en manos de otros pioneros, que no tardaran en convertir la artesana de los fotgrafos de Lyon en un gran espectculo y en una prspera industria que bailar la danza de los millones.