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Biblioteca del Fútbol Ecuatoriano - V

El jugador número 12 Fútbol y sociedad

Introducción y selección de textos: Fernando Carrión

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QUITO E AAP- IOUITO ~QLCOMERCIOFLACSO Distrito Metropolitano 1.-_._,"'­

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La BIblioteca del Fútbol Ecuatoriano es un juego en equipo, en el que han V.5 participado muchas personas e instituciones eJ- 2. ENTIDADES GESTORAS Facultad Latinoamericana de Ciencias SOCIales (FLACSO-Ecuador) Municipio del Distrito Metropolitano de Quito (MDMQ) Empresa Municipal de Agua Potable y A1cantanllado (EMAAP-Q) DIario El Comercio

EDITOR Y COORDINADOR GENERAL

Fernando Camón ~""F"~ ·~-_"'r.....""-="", .._ ...

AUTORES

EDITORES Raúl Pérez Torres, Volumen I Kinto Lucas, Volumen 11 Pablo Samaruego, Volumen III Fernando Camón, Volumen IV Fernando Camón, Volumen V

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81:'. :L'T':"':,~ • Ft:J:Sol--· .,. -M ~ •• _. ~~_-...I

Volumen I Dememo AguiJera Malta,Jorge Andrade, Fernando Anas, Fernando Ameda, Carlos Béjar Portilla, Roberto Bonafont, Andrés Carrión, Fernando Carrión, Marcelo Cevallos, Edgar Allan Garda, Paúl Herman, Patricio Herrera, Kintto Lucas, Galo Mora,Juan Carlos Morales, Pablo LuCIO Paredes, Raúl Pérez Torres, Juan Reyes Daza, Edmundo Ribadeneira, Carlos Ríos Roux,Antonio Rodríguez , Carlos Rodriguez CoD, Abdón Ubidia, Sócrates Ulloa, Hurnberto Vacas Górnez.

Volumen 11 Vrcenre Rornmel Berrezueta B., Roberto Bonafont.jacinto Bonilla Prado, Fernando Carrión, Ricardo Cachón, Otón Chávez, Martha Córdova AVIlés,Francisco Febres Cordero, Washington

Herrera, Alfonso Laso Ayala, Alfonso Laso Berrneo, Kinno Lucas, Esteban Michelena, Alejandro Moreano, Blasco Moscoso Cuesta,Vito Muñoz,Jaime Naranjo, Pepe Navarro Guzmán, Fernando Oña, Gabriela Paz y Miño,Jorge Ribadeneira Araujo, Martha Cecilia Ruiz, Ricardo ValconceDos,

Mauro Velásquez.

Volumen 11I Víctor AguiJar, Macarena Bustamante, Fernando Carrión, Edwanl Jiménez, Kevin Junénez,Jaime Naranjo, Pablo Lucio Paredes, Pablo Samaniego,Juan Sarmiento, Wilson Ruales, SandraVela.

Volumen IV Fernando Bustamante, Fernando Carrión, Simón Espinosa Jali1, Xavrer Lasso.]..me Naranjo, Carlos Melgarejo, Carlos Ríos Roux, Pedro Santos, René VaUejo,Javier Vel:isquez ViUacís.

Volumen V Isabel Carrera, Fernando Camón, Patricio Falconi, Anrurna Kowii,Jaime Naranjo, Xavrer Ponce C.

Carlos Pontón. Daniel Pontón.jenny Ponrón, Simón Espinosa Ccrderc.jacques Ramírez, FrancISCO Rhon.

EQUIPO DE TRABAJO Milagros Aguirre: Entrevistas

Manuel Darnmert Guardia: Asistente Editonal._~!!!!"!"!!!,,,,,!!,!!!!:!~~_,",:=-:,,:=:-,,:::-:¡;'" El Comercio: Fotografias Alicia Torres: Edición Gonzalo Estupiñán. Asistente Editorial Antonio Mena: Dueño y Diagrarnación Leónidas Molina: Administración

Jaune Naranjo: Estadísticas

Fotografias: Archivo Diarro El Comercio

Impresión: Imprenta Mariscal

ISBN SERIE: 978-9978-67-122-1

ISBN: 978-9978-67-124-5 ~FLACSO Sede Ecuador

La Pradera E7 -174 Y DIego de Almagro Telf.: (593-2)3238888 Fax: (593-2)3237960

[email protected] www.fIacso.org.ec

Qwto, Ecuador Primera edición: diciembre de 2006

ftB! LU:C\· f!tCS8· Ee r:-t~~: ¡r~ ~I!. ...w~ t .?:: f; r

. ¡=/~ _6~d;rv1 ...........................................

FLACSO -E!!:llotzca' , Indice

Presentación 7

Prólogo /"El fútbol, espacio público de la representación

Fernando Camón M. 9

Introducción /El fútbol, un hecho social

Fernando Camón M. 21

I. Identidad y cultura

La selección de fiítbol como nuevo símbolo de identidad nacional Jaeques Paul Ramlrer

35

Etnias y fiítbol en los kichwa de Imbabura: el caso de los kichwa otavalo Ariruma Kowii

61

Breve historia de las grandes rivalidades en el fútbol ecuatoriano Daniel Pontón y Carlos Pontón

75

Con noticias de Amadeo Carrizo Javier Ponce

111

Las sociedades del fiítbol. Hasta el próximo encuentro Ftandsco Rhon Dávila .

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EL JUGADOR NO. 12:FUTBOL YSOCJED.

El Jugador número 12

11. Identidad y género

Mujeres futbolistas en Ecuador ¿afición o profesión? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Jenny Pontón

131

¿Qué pasa con las mujeres que viven apasionadamente el fútbol en el Ecuador? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Isabel Carrera

155

"LA demagogia en el fútbol puede llevar a la desarticulatión" Entrevista a Rodrigo Borja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 173

III. Identidad y t-'l ítica

Escenarios de fútbol: de la calle, por el barrio, al estadio Fernando Camón M.

179

,..El fütbol y la politica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Jaime Naranjo Rodríguez

191

Fútbol y política: el juego de la gallina ciega Patnao Falconi

209

El fútbol y la corrupción Simón Espinosa Cordero

233

En el fútbol y la pol{tica se juegan identidades Entrevista a Simón Pachano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 251

Bibliografia " 257

Fútbol y cine 261

BIBUOTECA DELFUTBOL ECUATORIANO· V

Las sociedades del fútbol. Hasta el próximo encuentro

Francisco Rhon Dávila·

"... elfútbol es un modelo de sodedad individua­lista, exige inidativa, competenda y

conflicto. Pero está regulada por la norma no escrita deljuego limpio". Antonio Gramsci; Avanti;

27 de agosto de 19181

Introducción

Corresponde a Benjamín Carrión, a la cabeza de un grupo de intelectuales, lue­go del desastre que significó para el país, la guerra de 1941 con el Perú', la idea de que si bien la derrota había mostrado nuestros límites en las capacidades de una

* Director del CAAP y de la Revista Ecuador Debate. Miembro a Título Individual del Consejo Superior de FLACSO.

t Cita tomada de Mora (2002). 2 Hernán!barra (t 999) ,en su estudio sobre la gue­

rra de t 94 t señala que a la derrota militar corres­pondió una total ausencia de Estado, de presencia territorial de éste, abordando la problemática de la construcción, para muchos aún inacabada, del Estado ecuatoriano; el síndrome de la derrota y su secuela de resentimiento contra el otro, matizado por héroes casi sobrenaturales, con 10 que hemos querido justificarnos, no son suficientes para enten­der y racionalizar este hecho y volverlo parte de nuestra historia.

fuerza armada, bien podríamos conver­tirnos en un referente de la cultura de América Latina.A partir de esta idea fun­dacional se creó y desarrolló toda una institucionalidad de la cual forman parte la Casa de la Cultura. En los actuales mo­mentos, de agudas crisis de estado, con un crecimiento del Pffi que no supera en los últimos dos años el 0,9%, de una exacerbada concentración de la riqueza, y de una permanente inestabilidad polí­tica, los triunfos de la selección ecuato­riana de fútbol rememora aquella otra imaginación de tiempos de desastre, y si bien somos "subdesarrollados e ingober­nables", al menos estamos entre las gran­des potencias del fútbol. "El mundo nos ve", reza un spot publicitario.

Conversando con C.A. originaria de la parte alta del valle del Chota, una lo­calización más bien mestiza, cuando in­quisitoriamente le afirmaba: usted es del valle del Chota, respondía: "!yo!, de esos negros agresivos, vagos y tumultuosos". Luego de los triunfos de la selección, an­te la misma pregunta:"!daro!, que soy del valle". De ese valle de la negritud, traída en tiempos de la colonia para el cultivo

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Francisco Rhon Dávila

de caña' y que luego pasarían a formar parte del sistema de huasipungo, similar al de los indios y mestizos de hacienda (como los antepasados de C. A)\ que ca­racterizara a ese particular modo de pro­ducción y que en el Chota concluiría al­rededor de la primera mitad de la déca­da de 1970. Este viraje discursivo propi­ciado por los triunfos de la selección nos

3 Para quienes tengan interés en este momento rus­tórico, el de la esclavitud en e! valle del Chota, pue ­den consul tar, entre otros, e! trabajo de Corone! (1991).

4 "es porqu e el otro se nos parece, que resentimos lo que está a la base afectiva del racismo, y no porque es diferente o radicalmente otro, como algunos pre­tenden. Porque inelectablemente se nos parece : es e! escándalo de! parecido que el racista quiere eli­minar".Tomado de la cita hecha por Sánchez-Parga (2005), de Gu y Laval, Malaise dans la pensée. Essai sur la pensée totalitaire . Publisud , Paris, 1955: 250.

muestran una imagen, una acción imagi­nativa que se instala en el momento de la euforia y nos imaginamos iguales en ese momento que se diluye en otras memo­rias. El juego contiene su tiempo, su es­fera de vida más no se inscribe como un imaginario en tanto no corresponde co­mo identidad producidas en las "relacio­nes sociales reales."?

Pero es además un juego que convo­ca y concita multitudes; que se desarrolla en una cancha imaginariamente delimi­tada, que se nutre y afecta los acontece­res sociales, como señala Dávila Ladrón de Guevara :

"Ningún deporte, por sí mismo, ha mostrado la irunensa capacidad del fútbol para meterse en la vida de la gente. Día a día, semana a semana, la vida de millones de personas se cons­truye alrededor de un juego muy par­ticular. ..en un rectángulo cubierto de césped bien cuidado, que parece a la vez un ped azo de campo en plena ciudad, de allí lo bucólico.... un esce­nario particular y apenas demarcado para el desarrollo de un gran ritual ...." (1998:77)

Una competencia cuyo sentimiento más fuerte es el de ganar, aunque las reglas ad­miten la paradoja del empate. Un juego que despierta variedad de emociones que le dan sentido a sus partícipes y especta­

5 Touraine, Alain, Critique de la modernité, Fayard, Paris , citado y tradu cido en : Sánchez- Parga (2005:360)

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Las sociedades del fútbol. Hasta el próximo encuentro

dores, para los que el espectáculo les es entonces entendible. Un hecho social que se volvió parte de los apetitos comer­ciales del mercantilismo mundializado.

De las filiaciones e identificaciones

El fútbol es deporte, un juego, una com­petencia, un proveedor de sentinúentos de pertenencia-identidades, de genera­ción de sociedades, que reelija perma­nentemente a sus adherentes y seguido­res, de la misma forma en que, manifes­tados en los mitos y ritos, se originaron las religiones. Todo esto, y muchos otros atributos, le proveen de singulares características, las que pulsadas y acompañadas por la im­presionante maquinaria mediática y su velocidad de transmisión en tiempo real, lo que permite visualizar al instante un partido que ocurre en un remoto lugar, hacen del fútbol un ejemplo de la actual globalización y en el entretenimiento más popular a escala planetaria.

En cuanto juego contiene los ele­mentos de lo lúdico, del uso del espacio del ocio, del entretenimiento y recrea­ción pero, también del azar, de las im­prontas aducibles a la suerte ("amaneció con el pie cambiado"), a la acción exó­gena de fuerzas sobrenaturales, de las cre­encias, de aquello con lo que se vive; lo que se es, según nos dice Ortega y Gasset, de ese inconsciente que la cultu­ra lo vuelve consciente, cotidiano (Sán­

chez Parga 2005) por lo que, en tanto deporte es un hecho cultural y en tanto el juego es una expresión de ésta y de­mostración de las prácticas culturales de los espectadores, constituyendo desde és­tas, a través de su uso mediático, en una de las industrias culturales muy extendi­da y rentable.

Los resultados de un partido y las ju­gadas controversiales son parte de razo­nados y apasionados debates: una pasión que mueve a la razón y razones que no pueden existir sin pasiones. Una interre­lación que difícilmente encontramos en otras actividades humanas.

Desde los medios masivos de comu­nicación hasta la tienda de la esquina o la "vereda de enfrente" (allí donde se chis­mea), los acontecimientos del encuen­tro, sea éste el de los estadios de las ligas profesionales o los de la calle, es motivo de conversación, de enfrentamientos que duran horas y a veces todos los subsi­guientes días: hasta el encuentro siguien­te. Compite, a veces con ventaja (en tiempos, intensidad y conocimientos), con la política y el sexo, los otros temas de mayor atención.

Las personas se inscriben como so­cios, se carnetizan, reciben y requieren información sobre sus clubes, adhieren por lo tanto a membresías que los distin­gue pero a la vez los asemeja a otros, con lo que el fútbol deporte pasa a ser conti­nente de sociedad, de normas, de crite­rios, de adscripciones identitarias, a las que en tanto competencia (se compite

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Francisco Rhon Dávila

para ganar), el fútbol provee de identifi­caciones que adquieren mayor reconoci­miento, profundidad y amplitud espacial, en términos de identidades construidas, en la medida en que decrecen, pierden sentido y significación, aquellas otras que caracterizaron a los enunciados y razones de la modernidad y del sentido de perte­nencia, como las de estado, nación, urba­nidad, comunidad.

Los grupos deportivos, los clubes, las organizaciones, sus hinchas socios y miembros, parecen formar pequeñas so­ciedades que se distinguen, individuali­zándose para visibilizarse,al mismo tiem­po que interactúan e intercomunican en una red de redes, en el mejor sentido de M. Castells. El número de participantes conectados al tema por medios informá­ticos e incluso a través de prograinas ra­diales, es inmensamente mayor a los que asisten a los estadios o practican el de­porte.

El sentido de pertenencia a un equi­po, que liga a todos quienes se sienten parte de él, origina identidades que le son propios a ese espacio generado por la afición, convirtiéndose ese espacio y tiempo sociológicos en una sociedad particular; de aquellos que forman parte de esa divisa, localidad. Estas entidades, en sus estatutos se denominan "socieda­des" (Sociedad Deportiva Aucas, por ejemplo), o clubes, sporting clubes, tras­ladando la versión anglosajona con igual sentido de membresía (el Barcelona Sporting Club, guayaquileño).

Es en el momento del transcurso en el que se desarrolla el juego y los poste­riores momentos en los que éste se con­vierte en noticia y en discusiones de las plazas, calles, bares y cantinas, lugares en los que, en términos habermasianos, se instala y desarrolla el espacio de lo pú­blico, de los acuerdos, desentendimien­tos e incluso violencias, en los que se ac­tiva esta sociedad, pero; esa opinión pú­blica construida está fijada en el fútbol, en el juego, siendo éste su límite espacio temporal.

De allí que no necesariamente el sen­timiento que provoca el deporte-juego pueda trasladarse a otros sentidos de per­tenencia e identidad, es más, no se tradu­cen por fuera de su propia esfera.Son los clubes, los equipos, los aficionados inte­ractuando, las fuentes, el contenido y el continente de esa identidad; el "sí se pue­de" coreado en los escenarios en los que la selección se presenta y en las conversa­ciones alrededor de ésta, es referente y referido al juego, a la competencia, al equipo como símbolo que cuando actúa, en su performance, expresa contenidos, vuelve imagen al conjunto de las subjeti­vidades, de la "sociedad" de los que par­ticipan, de la audiencia y videntes del juego-deporte; imágenes que se sobrepo­nen a las palabras, a lo escrito, mostrando ser más eficaces que éstas, contemporali­zando, siendo parte de, y siendo usado por ese actual fenómeno comunicacional de lo televisado, que cada vez más es la única fuente de información.

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Las sociedades del fútbol. Hasta el próximo encuentro

Es en este contexto comunicativo en el que la pasión imagina lo que la razón no encuentra fundamentados, el "sí se pudo" conlleva y refleja a esa necesidad de aferrarse a algo de lo que se es parte, de ese mundo construido alrededor del juego, de la competencia.

A diferencia de la lejana, inexistente, democracia e igualdad social, el fútbol en América Latina, particularmente en paí­ses como Brasil, Argentina y cada vez más en el Ecuador, desde que la selec­ción participa en dos campeonatos mun­diales, este deporte crea un imaginario en el que cualquiera, independientemen­te del color de su piel, de su posición so­cial, de su personal historia, puede ser "alguien", puede figurar y ser reconoci­do. Sin eufemismos lingüísticos ni aditi­vos conceptuales, la selección ecuatoria­na de fútbol es: negra. Gracias a "San Fútbol", el imaginario simboliza la espe­ranza de igualdad de oportunidades", un supuesto inherente al sistema democráti­co, tan inalcanzable y abstracto.

El "sí se puede" es la expresión de esa igualdad imaginada, a condición de que el San Fútbol, como todo santo protector, benefactor y guardián, solo protege a sus feligreses, a los de la cofradía, que compi­ten con otros similares en condiciones de

Las ideas de estas líneas, provienen del artículo de Sheila Mysorekar (2006). Esta revista está dedicada al tratamiento de temas sobre desarrollo y coopera­ción internacional, para abonar a la atención que el fútbol genera a escala planetaria, ni esta publicación pudo abstraerse al tema.

una igualdad surgida de la aceptación de reglas y normas iguales para todos que se concentran en el juego limpio, al que se refiere Gramsci, que le proveen de su par­ticular denotación respecto a otros depor­tes y entretenimientos.

De las institucionalidades

Las reglas del juego se han mantenido casi inalterables, por lo menos en el últi­mo siglo (Dávila Ladrón de Guevara 1998), y siguiendo a este mismo autor son en general simples, con la excepción de la regla del fuera de juego. Su función como expresión cultural de una fanatica­da cada vez más extensa y universal, así como las ins... de esas expresiones y los signos que le rodean y emanan de aque­llas,fundamentan su poder así como pro­pician el uso mediático y las pasiones de fanáticos, seguidores y espectadores.

La perseverancia de las reglas, la vigi­lancia de la aplicación del juego limpio, está a cargo de la Federación Internacio­nal de Fútbol Asociado -FIFA, entidad supranacional, cuyas normas para la or­ganización de los torneos son absolutas, no admiten discusión ni protestas sobre su gobierno de las cosas del fútbol, a es­cala mundial, y como lo señalamos más adelante, también a escala nacional, de ahí que, a esta escala planetaria, la FIFA concentra y ejerce la gobernabilidad del juego, en lo que respecta al desarrollo y práctica de éste pero también en cuanto

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al control de las emociones y actitudes de los participantes del juego-espectácu­lo; por lo que no basta con tener un equipo que a los ojos de sus hinchas y sus hacedores mediáticos, juegue bonito y gane, hay que someterse a los dictámenes de la FIFA.

Este poder hegemónico, absoluto, por encima de los conflictos y conflictivida­des local-nacionales, que bien puede ser estudiado como forma de la política, ad­vierten una fuerte institucionalidad, real­mente existe de aceptación universal. Se puede cuestionar y desobedecer los acuerdos de la ONU y de su Consejo de Seguridad, una elite en la que algunos de sus miembros tienen derecho consagrado de veto, pero a nadie se le ocurre cues­tionar o desobedecer a la FIFA.

Como señala su denominación, la FI­FA es una asociación, en tal sentido agru­pa a quienes deciden ser miembros, es una sociedad que a su vez asocia a quienes son socios de sus asociados, básicamente los equipos profesionales de fútbol. Esta es­tructura vertical hace que los asociados sean los operadores a nivel nacional-local, de las decisiones de esa instancia global. Puesto en otros términos, la Federación Ecuatoriana de Fútbol -FED, cuya insig­nia sobre fondo amarillo, el color oficial de la selección, auspiciado -el color- por banco privado, competía en el gusto del mercado, con la tricolor Nacional, real­mente existe por el gobierno de la FIFA, una relación que además da cuenta de una particular, a la vez que eficaz gobernanza

que apuntala su institucionalidad simbóli­ca que como todo signo cultural, nos imagina lo que otras deberian ser, que no lo son pero que por transferencia, con que funcione ésta, bastaria.

No en vano, en Abril de 2005, en el transcurso de una de las recurrentes cri­sis políticas ecuatorianas, 'de ingoberna­bilidad para algunos, en la que las tres instituciones fundamentales del Estado, el Poder Judicial, el Legislativo y el Ejecutivo, habían sido trastrocados en sus capacidades y autonomías, cuestionaba la legitimidad de sus representantes, al gri­to de ¡que se vayan todos!; muchos se preguntaban si la única institución viable y aceptada, existente era la Federación Ecuatoriana de Fútbol, que a más de es­table, con dos presidentes en 9 años, mientras que en igual periodo el Ecua­dor ha tenido 8 gobiernos, incluido un Triunvirato de 3 horas de duración, se mostraba exitosa ya que logró clasificar al Ecuador, por segunda ocasión consecuti­va al mundial de fútbol.

A manera de cierre

Hay un mundo del fútbol, sociedades del fútbol, futbolistas y futboleros, visibles e invisibilizados en complejos procesos que se entrelazan, interactúan, exhiben modas, enuncian razones y viven pasio­nes, que tiene como fundamento la competencia de individuos que antes buscan ganar, siendo ésta la base del en­

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Las sociedades del fútbol. Hasta el próximo encuentro

tretenimiento. Ese mundo, se ha plantea­do como hipótesis en este trabajo, es au­toreferencial; sin embargo se explica y es posible en las dimensiones e intensidades de la globalización en curso, aunque en algunas de sus prácticas parece resistirse a esa otra civilización que para algunos au­tores la globalización propone.

La Federación Ecuatoriana de Fútbol existe en tanto existe la FIFA, pero las li­gas barriales, la calle como "escuela del fútbol", la "pelota de trapo" (la proleta­ria), parecen resistirse a esa concentración exclusiva del deporte y en manos de las elites propietarias de los clubes de las grandes ligas. Esto ocurre en buena me­

dida porque las reglas del juego se han mantenido pese a los embates, de la co­mercialización, sin que ello niegue que hay un mercado del fútbol, una posesión privada de los jugadores y de los torneos.

Habrá que discutir si es "el último ejemplo de la globalización en el plane­ta", como lo propone Franklin Foer, y de ser así, si esto lo convierte "en el labora­torio ideal para estudiar cómo evolucio­nará la política, la economía y la cultura en este mundo nuestro cada vez más in­tegrado", según este autor.'

7 Tarjeta amarilla a la globalización, artículo que apa­rece en la separata FP, Forgein Policy, inserta en el No. 144 de la revista Gestión, pp.1ü4.

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Las descripciones y explicaciones del fútbol, en referencia a la sociedad de la que es parte, posibilitarán una mejor comprensión de esas sociedades limitadas al mundo del fútbol, del equipo; contin­gentes a la performance del juego, del cual proviene su sentido, su identidad y pertenencia, pero que funciona en tanto está inserto en el otro mundo, el de la vi­da cotidiana, del que se abstrae en el mo­mento del encuentro y se anima en el in­terface, en el que se proyecta en un par­tido excepcional, bonito; será entonces: hasta el próximo encuentro.

Bibliografia

Castells, Manuel (1997).l.A era de la infOr­madén. Economla, Sodedad y Cultura. Vol. l. La Sociedad Red. Madrid: Alianza Editorial.

Coronel, Rosario (1991). El valle san­griento. De los indígenas de la coca y el al­godón a la hacienda cañera jesuita: 1580­1700. Quito: FLACSO-AbyaYala.

Dávila Ladrón de Guevara, Andrés (1998). "El fútbol del milenio a pro­pósito del mundial, de la sociedad y de la vida, bajo una mirada calidoscó­pica", en Revista Ecuador Debate No. 43, pp77. Quito: CAAP.

Foer, Franklin (2006). Tarjeta amarilla a la Globalización. Rev. Foreign Policy, en español, Junio 2006. Incorporada en la Revista Gestión No. 144. Junio. Quito: Dinediciones.

Ibarra, Hernán (1999).l.Aguerra de 1941, entre Ecuador y Perú, una reinterpreta­dón. Quito: Serie Diálogos, CAAP.

Mysorekar, Sheila (2006). "San Fútbol", en: lntemational joumal, Development and Cooperation D+C,Volumen 33, pp 232-235 No.6,June.

Mora Witt Galo (2002). Un pájaro redon­do para jugar. Memoria y fútbol. Quito: Eskeletra.

Ortega y Gasset,José (1964). Ideas y cre­encias. Madrid: Editorial Espasa Calpe.

Sánchez-Parga, José (2005). El oficio del antropólogo. Quito: CAAP.

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