quiropráctica veterinaria

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Julio Agosto 2011vanguardia veterinaria • Caso clínico de Dermatitis Atópica tratada con Ciclosporina 32

Porta

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n 49

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Esta revista es propiedad de Editorial Antártida S.A. de C.V., Editor Responsable: M.V.Z. Carlos Ortíz Guzmán. Número de certifi cado de licitud de título (en trámite), número de certifi cado de licitud de contenido (en trámite), número de reserva al título de derechos de autor SEP04-2010-040911085800-102. Publicación bimestral editada por Editorial Antártida, Bosque de Alisos 47 B, Bosques de las Lomas, Cuajimalpa México D.F. CP 05120. Teléfono 5258 1190. Franqueo pagado. Permiso No. PP15-5086 IM09-0111. Autorizado por SEPOMEX. Prohibida la reproducción parcial o total sin autorización escrita del editor. Todos los derechos reservados © Copyright. Editorial Antártida no se hacen responsables de la información contenida en los anuncios ni en los artículos fi rmados. Esta revista se imprimió en Edamsa.

Los textos de los artículos, información, eventos, publirreportajes y anuncios impresos en cada edición de la revista Vanguardia Veterinaria, no necesariamente refl ejan el punto de vista y el criterio de sus editores por lo que son los autores los únicos responsables de los contenidos que envían a Editorial Antártida para su publicación. Los editores no asumen ninguna responsabilidad por la información o promociones en todo lo editado .

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Registro Moctezuma & Asociados número 16Publicación certifi cada en el periodo del 1 de Enero al 30 de Junio de 2009 de acuerdo a la Norma CIM.

CONTROL DE LA REPRODUCCIÓN DE LOS CARNÍVOROS:técnicas quirúrgicas

ECOGRAFÍA ABDOMINAL: sistema urogenital: vejiga, próstata, testículos.

EVALUACIÓN MUL-TICENTRICA DE LOS NIVELES DE PRURITO EN 65 PERROS CON DERMATITIS ATÓPICA EN BASE A UNA ESCALA COMPORTAMENTAL DEL PRURITO

D Tainturier. Professeur, service de pathologie de la reproduction.

Hernán Fominaya García

MVCA. Porfi rio Trápala Arias.MVZ. Alberto Martín Cordero.PMVZ. Liliana Consuelo Aceves Verdín.Inés de Lourdes Cervantes González

MEDIO CONFIABLE

AUDITADO • CERTIFICADO

NORMA CIM www.cim.mx/revistas.html

8,470 Suscriptores al cierre de la edición

EVALUACIÓN MULTICENTRICADE LOS NIVELES DE PRURITO EN 65 PERROS CON

DERMATITIS ATÓPICA EN BASE A UNA ESCALA COMPORTAMENTAL DEL PRURITO

Y EL CUERPO EN SU TOTALIDAD

LA QUIROPRÁCTICA VETERINARIA

CONTROL DE LA REPRODUCCIÓN DE LOS CARNÍVOROS:

TÉCNICAS QUIRÚRGICAS

Año 9 • Número 49Enero Febrero 2012

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Enero Febrero 2012vanguardia veterinaria •6 Control de la reproducción de los carnívoros: Técnicas quirúrgicas 7

Control de la reproduCCión de los Carnívoros:técnicas quirúrgicasD Tainturier. Professeur, service de pathologie de la reproduction.

Resumen:

En el perro, a veces se solicita lo castración, principalmente para evitar las fugas y, en ocasiones, con fines terapéuticos (tumores, tumor de las glándu-las perianales). Cuando se trata simplemente de impedir la transmisión de una tara hereditaria (displasia coxofemoral, monorquidia, etc.), se indica la vasectomía. Esta intervención quirúrgica se realiza de forma excepcional en el gato; en cambio, se solicita muy a menudo la castración, sobre todo para evitar el olor desagradable de los orines.

En la perra, se opta por la ovariectomía cuando la hembra no se va a des-tinar nunca a la reproducción. Esta intervención se realiza de forma casi sistemática en las gatas que viven en pisos.

CastraCión del perro

INDICACIONES

En el perro, la castración se practica para evitar fu-gas o reducir o suprimir la agresividad, a pesar de que algunos progestágenos ofrecen aún mejores resultados. Es asimismo el tratamiento de los tu-

mores testiculares (seminoma, tumor de las células de Ser-toli, tumor de las células de Leydig), de las afecciones de la próstata o de las glándulas perianales.

TÉCNICA OPERATORIA

Preparación del animalEn perros de edad avanzada afectados de tumoración testi-cular, sobre todo si presentan insuficiencia cardíaca, la inter-vención puede llevarse a cabo bajo una simple anestesia local de la zona de incisión y del cordón testicular con 2-4 ml de la xilocaína al 2%, tras una preanestesia con levomepromacina por vía intramuscular en una dosis de 6 mg/kg.

En perros con buena salud, la castración se practica bajo anestesia general. Se esquilan, rasuran o cortan los pelos del escroto o de la región preescrotal. Se desinfecta la piel. El animal se mantiene en decúbito dorsal.

Tiempos operatoriosPor vía escrotalSe practica una incisión de la piel del escroto sobre uno de los testículos, pero se mantiene la túnica vaginal. El cordón testicu-lar se separa, en la mayor extensión posible, mediante tracción sobre el testículo y dilaceración del tejido conjuntivo (fig. 1).

Se coloca una ligadura de transfijación con catgut normal lo más arriba posible, entre el conducto deferente y el plexo vascular. Después, se secciona el cordón a 5 mm de esta sutura (fig. 2).

Dada la existencia de un tabique entre las dos cavidades escrota-les, es necesaria una segunda incisión frente al otro testículo para aplicar la misma técnica operatoria. El escroto no se sutura, para evitar los edemas postoperatorios y facilitar el drenaje de la herida.

Por vía inguinalLa zona de incisión se localiza empujando el testículo hacia la ingle, para que adopte una posición preescrotal (fig. 1).

Se realiza una incisión de la piel y, después, de la vaginal; se secciona el ligamento fibroepididimario y se separa el cor-dón testicular. Se coloca una ligadura de transfijación en el cordón testicular, que se secciona a continuación; la piel se sutura con puntos separados mediante un hilo no absorbible.En el lado opuesto, se practica la misma intervención con el segundo testículo.

Por vía preescrotal medianaLa ablación de los dos testículos se inicia con una incisión cutánea en la base (fig. 1). A continuación se dilacera el te-jido conjuntivo subcutáneo en dirección de cada una de las cavidades escrotales.

Se exterioriza entonces el primer testículo, se realizó una inci-sión en su vaginal y se secciona el ligamento fibroepididimario.

La misma intervención se llevó a cabo sobre el segundo testí-culo. La única herida cutánea se sutura con puntos separados.

Seguimientos operatoriosEs difícil colocar un apósito en esta región. La castración por vía escrotal se complica a menudo con edema. No obstante, un estricto respeto de las reglas de la asepsia durante la interven-ción y una incisión escrotal amplia, que evita la acumulación de líquidos serosos, eliminan o limitan este inconveniente.

La castración se desaconseja en los perros de caza, ya que a menudo se complica con anósmia; la falta de ejercicio y una alimentación demasiado rica favorecen la aparición de obesidad y cierto grado de apatía.

Fig. 1. Castración del perro; zona de incisión1. escrotal 2. inguinal o paramediana 3. preescrotal mediano

Fig. 2. Castración del perro: ligadura del cordón mediante transfijación

funda cutánea

escroto

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Enero Febrero 2012vanguardia veterinaria •8

vaseCtomía del perro

IndicacionesLa vasectomía, o deferentectomía, es una operación que tiene por objeto esterilizar a los machos mediante la resección de los conductos deferentes, pero conservando el instinto sexual.

Puede solicitarse por motivos de conveniencia personal del propietario, pero se indica principalmente para evitar la transmisión de taras hereditarias (monorquidia, displasia co-xofemoral, etc.).

TÉCNICA OPERATORIA

En el perro, el cordón testicular es muy corto y no hay cuello escrotal.

La intervención tiene lugar bajo anestesia general; el animal se coloca en decúbito dorsal y la zona operatoria se rasura y se desinfecta.

Tiempos operatoriosSe realiza una incisión de la piel 4 o 5 cm por delante del es-croto, a 2 cm de la funda cutánea, siguiendo una línea ligera-mente oblicua hacia delante y hacia el exterior (figs 1 y 2) (1).

El cordón testicular (fig.3) se pone de manifiesto volviendo hacia el exterior el tejido adiposo subcutáneo. Se aísla y se sujeta con una sonda.

La incisión de la vaginal se lleva a cabo con precaución, en una longitud de 0,5 cm, lo que permite extraer el contenido. La prudencia aconseja los dos labios de la herida vaginal por medio de dos pinzas.

Se libera el conducto deferente de los vasos sanguíneos que lo acompañan con unas pinzas de disección de punta roma (fig. 4).No es posible romperlo con la mano; se debe realizar una ligadura, al menos en su extremo anterior, antes de rese-car una sección de 0,5 a 1 cm, según el tamaño del animal.

Se desaconseja realizar una ligadura del extremo testicular del conducto deferente, ya que, en tal caso, el epidídimo se hiper-trofia hacia delante inicial durante cuatro o cinco meses. Como es natural, esta deformación preocupa al propietario.

En caso contrario, los espermatozoides se derramarían en el tejido conjuntivo y provocarían la aparición de anticuerpos antiespermatozoides. De este modo se suma una esterilidad inmunológica a la mecánica (13). Se ha criticado esta variante operatoria por los riesgos teóricos de enfermedad autoinmu-ne que comporta (7).

Fig. 3. Corte esquemático del cordón testicular

piel

dartos

fascia de Cowper

cremáster

fibrosa

vaginal externavaginal interna

vasos adyacentes al canal deferente

canal deferente

vasos testiculares

Fig. 4. Separación del canal deferente de los vasos acompañantes, ante de la ligadura y sección

Canal deferente

Cremáster

Cordón testicular

Vaginal

Vasos sanguíneos

Fig. 5. Sutura de la vaginal

CremásterAguja con reborde

Contención de la vaginal con una pinza clamp

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Enero Febrero 2012vanguardia veterinaria •10 Control de la reproducción de los carnívoros: Técnicas quirúrgicas 11

La sonda que sujeta el cordón se retira para aliviar la conges-tión de los vasos sanguíneos y facilitar las suturas.

La vaginal se sutura de forma reforzada con catgut normal núm. 0 por medio de una aguja con reborde (fig. 5). La piel se sutura con hilo no absorbible y en puntos separados.

A continuación se efectúa la intervención sobre el otro cor-dón, siguiendo la misma técnica.

Variantes operatoriasZona de incisiónLa incisión cutánea puede realizarse por delante del escroto, a 1 cm del plano medio. El cordón testicular se descubre tras dilacerar el tejido conjuntivo subcutáneo.

Puede no suturarse la vaginal, era este caso la intervención es más rápida pero el edema postoperatorio es mayor.

Inyección de agentes esclerosantesLa esterilización se puede conseguir mediante infiltración de un agente esclerosante en la cola de cada epidídimo, tras des-infección local del escroto y aprovechando la sedación.

El producto más eficaz es el gluconato de clorhexidina al 1,5%, mezclado con dimetil sulfóxido al 50% en dosis de 0,6 ml por gónada (10).

Una sola inyección es suficiente para esterilizar a los animales prepúberes. En cambio, en los adultos, se requieren dos trata-mientos con siete días de intervalo para conseguir una azoos-permia total en treinta y cinco días, (sin modificar el pH, ni el volumen de su eyaculado) que persistirá durante cuatro meses.

Seguimientos operatoriosAlgunos espermatozoides subsisten en el semen de los pe-rros vasectomizados durante, como mucho, las tres semanas siguientes a la intervención quirúrgica. La prudencia exige no dejar que estos animales realicen cubriciones durante éste período, incluso siendo probablemente estériles, dada la es-casez de gametos en su esperma (9).

esterilizaCión del gato maCho

VASECTOMÍALos dos cordones testiculares pueden palparse bajo la piel, al nivel del pubis, haciéndolos rodar bajo los dedos. Se sitúan a 2 mm aproximadamente del rafe medio y a lo largo del plano muscular.

La incisión ventral y medial, se efectúa 2 cm por delante de la base del escroto.

La técnica vaginal no se sutura.

CASTRACIÓNEn el gato se recurre a la castración para evitar el vagabun-deo, las batallas entre machos y la emisión de una orina particularmente nauseabunda (olor a valeriana). Se aconseja practicarla hacia los seis meses de edad (3).

Preparación del animalLa intervención puede realizarse bajo simple anestesia local, con xilocaína al 2%, a razón de 1 ml por cordón testicular; en este caso, es imperativo disponer de una caja para gatos.

Esta técnica, anticuada, se ha visto desplazada por la cas-tración bajo anestesia general, pero la utilización de la caja para gatos continúa aconsejándose con el fin de facilitar el acceso a la zonas operatoria.

Los pelos del escroto pueden esquilarse, rasurarse o cortar-se con unas tijeras, pero se obtienen muy buenos resultados con la depilación.La piel se desinfecta.

Tiempos operatoriosLa castración se lleva a cabo mediante torsión limitada man-teniendo los testículos cubiertos.

Fig. 6. Gato dentro de una “caja para gatos”; zona de incisión de los testículos

PeneTestículos

Ano

Fig. 7. Castración del gato mediante torsión limitada con el testículo cubierto

Testículo

Cordón testicular

Pinza de corazón

Pinza de Kocher curva

Se realiza una incisión en la piel del escroto a la altura del testículo (Fig. 6); puede conservarse la vaginal; esta forma de intervención se denomina castración cerrada. El cordón tes-ticular se separa en la mayor parte posible mediante tracción del testículo y dilaceración del tejido conjuntivo.

Se coloca una pinza de Kocher curva lo más arriba posible del cordón (fig. 7). El testículo y una parte del cordón testi-cular se cogen con una pinza de corazón. El cordón testicular se secciona al ras de la primera pinza mediante torsión de la pinza de corazón.La misma intervención se realiza sobre el segundo testículo.

Las pinzas de Kocher se retiran y, tras verificar que los cor-dones testiculares no sangran, se aplica una solución antisép-tica a cada una de las heridas escrotales.

Variantes operatoriasCastración mediante torsión limitada con los testículos al descubierto.Puede realizarse una incisión de la vaginal aprovechando la incisión cutánea del escroto; en este caso, la operación se desarrolla como se ha descrito anteriormente: con la pinza de Kocher curva situada a ras del escroto y sobre el cordón testi-cular, que se ha exteriorizado al máximo, se tira del testículo y se dilacera el tejido conjuntivo (fig. 8).

Castración mediante sección tras ligadura del cordón tes-ticular

Esta técnica se reserva para gatos viejos y gordos.

Método de anudamientoSe toman los dos testículos por su base, entre el pulgar y el índice de la mano izquierda.

La incisión del escroto es medial, de forma que se podrán extraer los dos testículos a través de la misma abertura.

Se realiza una incisión en la vaginal de uno de los testículos, que se separa de la túnica vaginal y se mantiene a varios cen-tímetros del cuerpo del gato (12).

El canal deferente se separa del resto del cordón mediante dilaceración del tejido conjuntivo (fig. 9).

El ligamento fibroepididimario se rompe. El epidídimo y el canal deferente, por una parte, y el testículo y el cordón vas-cular, por otra, forman dos cabos libres que se anudan (fig. 10). Los nudos deben empujarse lo más lejos posible dentro del escroto, sin llevar consigo pelos ni piel.

Los dos cabos libres se seccionan a 1 o 2 cm del nudo. El

Fig. 9. Castración del gato mediante el método del anudamiento; separación del conducto deferente y del cordón vascular.

Vasos testiculares y cremáster

Conducto deferente (y vaginal)

Fig. 8. Castración del gato mediante torsión limitada con el testículo cubierto.

Cordón testicular

cordón testicular se retrae, desapareciendo en el conducto vaginal, en dirección de la ingle.

La misma intervención se repite con el segundo testículo.

ovarieCtomía de la hembra

INDICACIONESLa ovariectomía es un método radical para evitar la apari-ción del celo y sus consecuencias, es decir, la gestación y los partos distócicos o, simplemente, la secreción de leche que acompaña a las pseudogestaciones.

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Enero Febrero 2012vanguardia veterinaria •1212

La castración precoz impide la apa-rición de tumores mamarios, a con-dición de que se practique antes de la pubertad. Sus efectos benéficos se atenúan, y después desaparecen, si se efectúa tras el segundo celo.

También puede preconizarse con fines terapéuticos cuando se trata de tumo-res ováricos o de ciertas alopecias de origen hormonal.

En cambio, se desaconseja la ova-riectomía durante el celo debido a la vasodilatación de los vasos del apara-to genital y al consiguiente riesgo de hemorragia. Esta contraindicación es relativa, ya que la hemostasis sólo es un poco más delicada.

TÉCNICA OPERATORIA

La intervención tiene lugar bajo anes-tesia general. La zona o zonas operato-rias se esquilan, se afeitan o ambas co-sas a la vez y, después, se desinfectan.

Ovariectomia por el flancoEl pedículo ovárico de las perras nulípa-ras es muy corto; también, en este caso, se recurre a la ovariectomía por los flan-cos, más fácil que por la línea alba. La incisión cutánea se efectúa en la bisectriz del ángulo costovertebral, a 1, 2 o 3 cm de su punta (según el tamaño de la perra), en una longitud de 3 o 4 cm (fig. 11). Se han propuesto otras líneas de incisión (2,5).

Se dilacera la grasa subcutánea con unas tijeras de Mayo. Se tira hacia atrás de las extremidades posteriores de la pera para estirar la pared muscular abdomi-nal y se puncionan los músculos con un golpe seco, limitando la penetración a 3 o 4 cm, con una pinza de Kocher recta.

Se retira entonces la pinza, apartando sus ramas para agrandar el orificio de pun-ción en una longitud de 3 o 4 cm y para evitar las hemorragias. Se coloca un par de separadores de Faraboeuf; si la pun-ción es correcta, interesará el peritoneo y se verá la grasa blanca nacarada de

Fig. 10. Castración del gato mediante el método del anudamiento: realización del primer nudo.

Conducto deferente

Vasos testiculares y cremáster

Fig. 11. .Zona de incisión de la ovariectomía por el flanco en la perra

Línea de las apófisis transversas de las vértebras lumbares

Última costilla

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Enero Febrero 2012vanguardia veterinaria •14

la bolsa ovárica. Basta entonces con to-mar el ovario con una pinza de diente de ratón, extraerlo y, después, tomarlo de nuevo con una pinza de corazón.

Ablación del ovarioSe confía la pinza de corazón a un ayu-dante mientras se realiza una ligadu-ra de transfijación en el pedículo con catgut normal núm. 6. La punción se lleva a cabo después de haber locali-zado, mediante transparencia un punto del ligamento ancho no vascularizado (fig. 14). Se realiza una ligadura del pe-dículo vascular ovárico por un lado y del extremo del cuerno uterino y de los vasos que le acompañan, por otro (Fig. 15). Estas dos ligaduras pueden reem-plazarse por grapas hemostáticas (3). El ovario se secciona a ras de la pinza de corazón (fig. 16). Hay que verificar en-tonces que la hemostasis del pedículo es perfecta v que el ovario se extrae ín-tegramente tras la incisión de la bolsa ovárica.

Si se tiene la precaución de colocar la ligadura del pedículo ovárico lo más cerca posible de su base, quedará to-davía un muñón de grasa grande por delante, después de la ovariectomía, de modo que se impide que el nudo de he-mostasis resbale.

Se hace retroceder el pedículo ovárico dentro de la cavidad abdominal. Esta maniobra es fácil si se han dejado colo-cados los separadores.

Fig. 12. Ovariectomía en la gata Fig. 13. Preparación de la zona operatoria antes de una ovariectomía por la línea alba en la gata.

Fig. 14. .Punción del borde anterior del ligamento ancho, por fuera del manojo vascu-lar, por medio de una pinza de Kocher con catgut normal

bolsa ováricallena de grasa

ovario

vasossanguíneos

separador

pinza de corazón

pinza deKocher

catgut normal n.º6

pedículo ovárico

Fig. 15. .Ligadura de transfijación de los vasos ováricos

Sutura del pedículo vascular ovárico

pinza de corazón

Ovario

Ligadura de los vasos de origen uterino

Ligamento ancho

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Enero Febrero 2012vanguardia veterinaria •16

Sutura de la pared abdominalLa pared muscular y el peritoneo se suturan por un solo pun-to, en U o en X, con catgut crómico núm. 6.

La piel se sutura con puntos separados por medio de un hilo no absorbible. Tras la desinfección de la herida operatoria y la colocación de un apósito se da la vuelta a la perra sobre el otro fl anco. Se procede a la ablación del segundo ovario siguiendo la misma técnica.

Ovariectomía por la línea albaEsta vía de acceso puede utilizarse en perras que ya han te-nido al menos una gestación y presentan, por tanto, un alar-gamiento del ligamento ancho y del pedículo ovárico. En las perras nulíparas, la intervención es muy laboriosa debido a la pequeña longitud del pedículo ovárico.

LaparotomíaEn la perra de 20 kg, se realiza una incisión de la piel 2 o 3 cm por detrás del ombligo, sobre una longitud de 10 cm.

Se dilacera el tejido el tejido conjuntivo subcutáneo con una tijeras de Mayo para ver correctamente la línea alba. Se toma ésta por la mitad con una pinza de diente de ratón y se forma un pliegue; se corta dicho pliegue con unas tijeras para crear un ojal, a través del cual se introduce una sonda acanalada hacia delante. Esto permite la incisión de la línea alba, con la cuchilla del bisturí vuelta hacia arriba para no correr el ries-go de lesionar las vísceras subyacentes. Se efectúa la misma maniobra hacia atrás, después de haber situado la sonda aca-nalada en dirección del pubis.

Se colocan dos separadores de Faraboeuf y se confían a un ayudante. Los cuernos uterinos deben aparecer entonces por delante de la vejiga; en caso contrario, hay que buscarlos le-vantando ésta.

Ablación de los ovariosSe sigue uno de los cuernos, por medio de una pinza de co-razón con bordes romos, hasta la bolsa ovárica; se sujeta ésta con una pinza de corazón de forma que se pueda desprender. Esta maniobra es prácticamente imposible en la perra nulí-para, cuyo pedículo ovárico es demasiado corto, lo que re-quiere la sección del ligamento “costoovárico” (4). La sutura del pedículo ovárico se efectúa de la misma forma que por el fl anco. Después, se busca el punto de partida del segundo cuerno por delante o debajo de la vejiga y, una vez localiza-do, se retira el segundo ovario siguiendo la misma técnica.

Fig. 16. Sección del ovario a ras de la pinza de corazón

Ovario

Bisturí

Pinza de corazón

Fig. 17. Ablación de los ovarios de la gataA. Prensión del ovario con una pinza de corazón; B. Torsión limitada sobre una pinza de Kocher curva; C. Ligadura del pedículo ovárico por transfi jación.

Pinza de corazón

Cuerno uterino

Separador

Manojo vascular ovárico

ovario

pinza deKochercurva

Ligadura del pedículo ovárico

Ligadura del cuerno uterino

Ligamento ancho

“Los cuernos uterinos deben aparecer entonces por delante de la vejiga; en caso contrario, hay que bus-carlos levantando ésta.”

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18 Enero Febrero 2012vanguardia veterinaria •

Sutura de la pared abdominalLa pared muscular se sutura con puntos separados por me-dio de un catgut crómico núm. 4, y la piel, con un hilo no resorbible.La herida operatoria se. Desinfecta y se recubre con un apósito.

ligadura de trompas en la perra

Dada la pequeña longitud de los oviductos en esta especie, la ligadura de las trompas es una ligadura-sección de los ápices de cada uno de los cuernos uterinos. La intervención se lleva a cabo por la línea alba (vía ventral media) (6).

Después de haber localizado un cuerno uterino y la bolsa ovárica correspondiente, se coloca una pinza de corazón so-bre el ovario. El ligamento ancho se punciona al lado de los vasos uterinos, localizados por transparencia. Se coloca una ligadura con catgut normal núm. 6 en la base del pabellón y otra, a 3 cm, en el extremo del cuerno uterino.

Se retira una porción de 1 a 2 cm del ápice del cuerno uterino entre las dos ligaduras (el oviducto es muy corto en esta es-pecie y está cubierto por abundante tejido adiposo). La mis-ma intervención se practica con el otro oviducto.

Las suturas de la herida de laparotomía se efectúen como en el caso de la ovariectomía por la línea alba. Esta técnica evita las gestaciones pero no impide las manifestaciones del celo y sus inconvenientes para el propietario ni las eventuales afecciones uterinas, como los piometrios.

ovarieCtomía de la gata

INDICACIONES

Se trata de una intervención quirúrgica de conveniencia que se solicita muy a menudo, sobre todo para evitar las mani-festaciones molestas del celo y de las repetidas gestaciones.

TÉCNICA OPERATORIA

La intervención tiene lugar bajo anestesia general, después de esquilar y desinfectar la zona operatoria (fi gs. 12 y 13).La ovariectomía puede practicarse tanto por la línea alba como por el fl anco.

La primera de estas vías es la preferida por la mayoría de los veterinarios clínicos, por lo que se expondrá en primer lugar.

Ovariectomía por la línea albaLaparotomíaSe realiza una incisión de la piel a partir del ombligo en direc-ción del borde anterior del pubis, sobre una longitud de 3 a 4 cm.

Se dilacera la grasa subcutánea con las tijeras de Mayo, para visualizar correctamente la línea alba.

La incisión de la pared muscular se efectúa como en la perra. Se colocan dos separadores (fi g. 18).

Ablación de los ovariosLos ovarios se buscan de la misma manera: con frecuencia es necesario localizar el inicio de cada uno de los cuernos uterinos bajo la vejiga con dos pinzas de puntas romanas.

A veces es acertado apartar la vejiga hacia atrás o, incluso, vaciarla presionándola suavemente por encima.

El primer ovario se sujeta con una pinza de corazón y se con-fía a un ayudante (fi gs. 17 A y 19).

Fig. 18. Ovariectomía por la línea alba; colocación de los separadores tras la-parotomía. Cuando se abre la cavidad abdominal, a menudo aparece la vejiga.

Fig. 19. Prensión del ovario con una pinza de corazón

“Dada la pequeña longitud de los oviductos en esta especie, la ligadura de las trompas es una ligadura-sección de los ápices de cada uno de los cuernos uterinos. ”

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20 Enero Febrero 2012vanguardia veterinaria •

Torsion limitada sobre una pinza de Kocher curvaSi la gata no está en celo, se coloca una pinza de Kocher curva sobre el pedícu-lo ovárico y se retira el ovario mediante torsión con una pinza de corazón (fi g. 17 B).

Ligadura del pedículo ovárico por transfi jaciónEn el momento del estro, la prudencia aconseja realizar una ligadura de cat-gut normal núm. 4 en el pedículo ová-rico y otra en el oviducto, que en esta especie es muy largo (o en el cuerno uterino).

Se punciona el ligamento largo cerca de los vasos ováricos, localizados por transparencia, con una pinza de Ko-cher. Desde el otro lado del ligamento, se toma con dicha pinza una lazada de catgut normal y se tensa; luego se corta con unas tijeras.

Uno de los hilos sirve para asegurar la hemostasis del pedículo ovárico y el otro, la del cuerno (fi g. 17 C). A con-tinuación se realiza una incisión del ovario, a ras de la pinza de corazón.

Sutura de la pared abdominalDespués de asegurarse de que el mu-ñón de cada pedículo ovárico no san-gra, se sutura la pared muscular con catgut crómico y con puntos separados y la piel en las mismas condiciones, con hilo no resorbible.

Seguidamente, se protege. la herida con un apósito adherido.

Ovariectomía por el fl ancoLaparotomíaLa línea de incisión se localiza con la gata situada en decúbito lateral. Dicha línea es perpendicular a Ios lomos, a

media distancia entre el borde anterior del muslo y la última costilla de una longitud de 2 a 3 cm.

Tras la incisión de la piel, se puncio-na la pared muscular con una pinza clamp, cuya penetración en la cavidad abdominal se limita con el dedo índi-ce a 8 o 10 mm. El ovario se locali-za después de colocar separadores o, más sencillamente, se separa el cuer-no uterino con un gancho romo; para ello hay que buscarlo delicadamente contra la pared abdominal del lado de los lomos.

Ablación del ovarioSe efectúa siguiendo las mismas técni-cas que por la vía mediana.

Sutura de la pared abdominalLa pared muscular se sutura con un solo punto, en U o en X, de catgut crómico núm. 4 y la piel, con puntos separados por medio de un hilo no re-sorbible. Se coloca un apósito y se da la vuelta al animal sobre el otro fl anco con el fi n de efectuar la misma inter-vención en el segundo ovario.

Pueden extraerse y retirarse igualmen-te los dos ovarios por medio de una laparotomía en un solo fl anco. En este cado, el segundo cuerno uterino se busca con delicadeza con ayuda de un gancho romo.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Tainturier D, Maítrise de la reproduction des carnivores: tech-niques chirurgicales. Encyclopedie vétérinaire Editions Scientifi ques et Médicales Elsevier SAS, Paris, tous droits résérves), Reproduction, 0500, 1993, 10 p.

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3. DAVID J. L. - De la castration du chat. Thèse Méd. Vét., Toulouse, 1976, nº 4, 43 p.

4. Groupe des Vétérinaires praticiens de la Maison Savre - La chirurgie gynécolo-gique de la chienne et de la chatte. Bull. G.T.V, 1978, nº 6 (AC 002), 14 p.

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7. MAILHAC J. R., BARRAUD F., VALON F., CHAFFAUX S. - Vasectomie du chien. Point Vét., 1980, 10 (46), 28-29.

8. MIALOT J. P. - Pathologie de la reproduc-tion chez les carnivores domestiques. Mai-sons-Alfort, Éditions du Point Vétérinaire, 1984, 192 p.

9. PINEDA M. H., REIMERS T. J., FAULK-NER L. C. - Disappearance of spermatoza from the ejaculates of vasectomized dogs. J. Am. Vet. Med. Assoc., 1976, 168 (6), 502-503.

10. PINEDA M. H., REIMERS T. J., FAULK-NER L. C., HOPWOOD M. L., SEIDEL G. E. Azoospermia in dogs induced by injection of sclerosing agents into the cau-dae of the epididymides. Am. J. Vet. Res., 1977, 38 (6), 831-838.

11. SIRIEIX J. M. - La vasectomie du chien. Anim. Comp.,.1972, nº 29, 469-472.

12. TELLIER P. - La castration (orchiecto-mie) du chat. Méthode du nouage. Prat. Méd. Chir. Anim. Comp., 1985, 20 (4), 279-281.

“Después de asegurarse de que el muñón de cada pedículo ovárico no sangra, se sutura la pared muscular con catgut crómico y con puntos separados y la piel en las mismas condiciones, con hilo no resorbible.”

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Marzo Abril 2011vanguardia veterinaria •24 Síndrome central medular en un perro con EDIV cervical 25

IntRoduccIón

El signo clínico “Prurito” resulta ser uno de los más ambiguos y subjeti-vos a evaluar ya que esta sujeto a la percepción de los propietarios. Estos pueden calificar al prurito como intenso o suave según su propia percep-ción de lo que debiera ser normal o anormal. Sumado a este problema muchas razas (y muchos individuos de una misma raza) manifiestan de manera más o menos efusiva un prurito de una misma intensidad. Esto hace que se deba encontrar el modo de medir el prurito de los perros de la forma mas objetiva posible, ya que seria una herramienta sumamente valiosa a la hora de evaluar no solo la intensidad de una determinada enfermedad (por ejemplo Dermatitis Atópica) sino la efectividad de la terapéutica o la evaluación de la eficacia de nuevas drogas.

El prurito se define como la sensación que causa la imperiosa necesidad de ras-carse. Siendo una “sensación” su valoración debe ser necesariamente indirecta y existen básicamente 2 formas de evaluar el prurito: mediante la intensidad del rascado (asumiendo que el “rascado” indica siempre “prurito” lo cual puede no ser cierto en todos los casos) o mediante las “lesiones cutáneas” ocasionadas por

evaluación multicentrica de los niveles de prurito en 65 perros con dermatitis atópica en base a una escala comportamental del prurito

MVCA. Porfirio Trápala Arias Médico Veterinario en ciencias animales. Dipl. Dermatología veterinaria. Profesor de dermatología veterinaria de diferentes cursos online. Practica privada en Monterrey, NL. México.*MVZ. Alberto Martín Cordero Dermatologia Veterinaria Universidad de Luxemburgo Profesor Adscrito al Depto. De Medicina Veterinaria Universidad De Guadalajara Vetderm: Dermatologia Veterinaria Especializada. Clinica de referencia dermatológica Guadalajara, Jalisco. México.PMVZ. Liliana Consuelo Aceves Verdín Pasante de Médico veterinario zootenista. Pasantia en clínica veterinaria “Alhaurin” en Monterrey, NL. México.**Ines de Lourdes Cervantes González Pasante de Médico veterinario zootecnista. Universidad de Guadalajara. Vetderm: Dermatología Veterinaria Especializada. Clínica de referencia dermato-lógica Guadalajara, Jalisco. México.

¶ Médico Veterinario en ciencias animales. Dipl. Dermatología veterinaria. Profesor de dermatología veterinaria de diferentes cursos online. Practica privada en Monterrey, NL. México. Email: [email protected], www.dermatologiaveterinariamty.com

¶¶ Dermatologia Veterinaria Universidad de Luxemburgo Profesor Adscrito al Depto. De Medicina Veterinaria Universidad De Guadalajara Vetderm: Dermatologia Veterinaria Especializada. Clinica de referencia dermatológica Guadalajara, Jalisco. México.

† Pasante de Médico veterinario zootenista. Pasantia en clínica veterinaria “Alhaurin” en Monterrey, NL. México. Email: [email protected]

†† Pasante de Médico veterinario zootecnista. Universidad de Guadalajara. Vetderm: Dermatología Veterinaria Especializada. Clínica de referencia dermatológica Guadalajara, Jalisco. México.

evaluation multicentric of levels of pruritus in 65 dogs with atopic dermatitis based on a behavioral scale for itchin

este rascado. Es decir, se suceden una secuen-cia de eventos, a saber 1- desencadenamiento de la sensación de prurito, 2- percepción de di-cha sensación (diferente en cada individuo), 3- inicio del rascado como respuesta (con manos y patas, con la lengua, frotándose con objetos, etc) y 4- generación de lesiones cutáneas auto-inflingidas (pigmentación de pelos, erosiones, excoriaciones, alopecia, etc). Se podría agregar un 5to paso que es el de la generación de nue-vas sensaciones de prurito a partir de las lesio-nes autoinflingidas, lo cual cierra un espiral creciente prurito-rascado. En esta secuencia de eventos se puede intentar mesurar la intensidad del prurito en base a las lesiones autoinducidas (en la etapa 4) o mediante la intensidad de los comportamientos pruriginosos (etapa 3). Vari-os estudios se han publicado con la intensión de validar objetivamente escalas de prurito (1 y 3).

En base a lo antes comentado existen “Esca-las comportamentales” y “Escalas Lesiónales” que durante varios años se han estado utilizan-do. Quizás la escala lesional mas reconocida es el CADESI (Canine Atopic Dermatitis Extent and Severity Index) (2) la cual resulta sume-mente útil a la hora de realizar ensayos clínic-os. Sin embargo recientemente se ha visto que el eritema (una de las lesiones utilizadas en el CADESI) no tiene una correlación importante con el prurito (5). En cuanto a las “Escalas comportamentales” resulta sumamente intere-sante la desarrollada por los Dres. Hill, Lau y Rybnicek (4) la cual es utilizada en este estudio para obtener una medición objetiva del prurito de perros afectados de Dermatitis Atópica.Palabras Claves: Perro, atopia, escala y prurito.

Abstract: Canine atopic dermatitis is an allergic chronic inflammatory skin disease associated with the development of spe-cific IgE against environmental allergens and presents pruritus as an important signal and cause frequent dermatologic consulta-tion. We used a behavioral scale for itching through the “Itching Control Sheet” so that owners could evaluate and score the level of pruritus in their dog. We evaluated 65 dogs diagnosed with atopic dermatitis and there was no significant difference regarding sex and age of animals in relation to the level of itching, but some breeds may be more predisposed to the disease. It is a useful methodology to facilitate the assessment of pruritus by the veterinarian and the owner to express their view on the problem.Keywords: atopy, dogs, pruritus, scale.

objetivoEl presente trabajo tiene como objetivo el poder tener una estadística de la evaluación del prurito en 65 pacientes atopicos mediante una “escala comportamental del pruri-to” una técnica fácil y rápida que nos puede orientar en la evaluación del prurito antes y después del tratamiento del perro atopico ya que esta suele ser muy ambigua en la observación solamente por parte del propietario en la consulta alérgica dermatológica.

metodologíaSe realizo un estudio retrospectivo, transversal y observa-torio de los resultados obtenidos a partir de las historias clínicas y anamnesis de 65 pacientes atopicos de la clí-nica veterinaria “Alhaurin” situada en rio panuco 2424, colonia México en Monterrey, NL. México y de la clí-nica veterinaria “San Francisco” ubicada en Argentina 690, colonia moderna en Guadalajara, Jalisco, México. En el presente trabajo se incluyeron 65 pacientes con las siguientes características:

a. Perros libres de pioderma secundario.b. Perros libres de Malassezia pachidermatisc. Perros con raspados negativos a Demodex Canis y

Sarcoptes scabei.

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Julio Agosto 2011vanguardia veterinaria •26

d. Perros con pruritus sine materia o prurito limpio.e. Perros con 5 criterios positivos de Favrot.f. Perros que pasaron por una dieta de restricción por

medio de una dieta casera o una dieta hidrolizada por un tiempo de 2 meses.

g. Perros que no habían recibido corticoesteroides por lo menos un mes antes de la evaluación.

h. Perros que no habían recibido antihistamínicos 2 se-manas antes de la evaluación.

i. Perros que no habían recibido antibióticos ni sistémi-cos ni tópicos una semana antes de la evaluación.

j. Perros que no habían recibido ácidos grasos n3 y n6 por lo menos 3 meses atrás de la evaluación.

k. Perros que no habían recibido o estaban recibiendo un tratamiento antipulgas ya sea sistémico o tópico.

Después de haber sido seleccionado estos pacientes minucio-samente durante la consulta dermatológica alérgica se le entre-go una hoja anexa al propietario fuera de la historia clínica y anamnesis del paciente ( tabla del prurito ) (esquema 1). Para nosotros llamada “Hoja de control del prurito” para que ellos califi caran la severidad del prurito de su mascota de acuerdo a la hoja que se les dio en la consulta. Se les brindo tiempo sufi ciente para contestarla y agregarla al expediente médico de la mascota

Comezón extremadamente severa, casi continua la come-zón. No se detiene, lo hace incluso en la sala de consulta y necesita estar restringido para que no se rasque.

Comezón severa por episodios prolongados, la comezón ocurre en la noche, cuando come, juega o hace ejercicio.

Comezón moderada o episodios regulares, la comezón pue-de ocurrir en la noche pero NO cuando come, juega o hace ejercicio.

Comezón leve un poco más frecuente que la escala 2, algu-nas veces el perro se rasca durmiendo, jugando y cuando hace ejercicio.

Muy leve comezón/ episodios ocasionales de prurito

El perro presenta un poco más de comezón de lo que era an-tes del problema dermatológico.

Perro Normal: No se cree que la comezón sea el problema.

resultadosDentro de los resultados de esta evaluación respecto al sexo de los pacientes valorados se observaron que fueron 42 hembras y 23 machos. Esquema 2 y 3.

Respecto a la edad se observo que fue variado desde los 6 meses hasta 11 años. Aunque la edad promedio o de mayor incidencia fue la de 2 años muy representativo en esta enfermedad. Esquema 4.

Por último en las estadísticas encontradas de acuerdo en la calificación que le dio cada propietario según el índice del prurito (hoja de control del prurito) se observo que la calificación vario de cero (0) a diez (10), siendo la más frecuente la calificación de ocho (8) donde el perro se ca-lifica con comezón severa por episodios prolongados, la comezón ocurre en la noche y cuando come, juega o hace ejercicio. Esquema 5 y 6.

disCusiónEn este trabajo la selección de pacientes ha sido ardua y en el camino se han descartado un alto número de pacien-tes sospechosos de ser atópicos.

Se planteó la utilización de este método, para evaluar el grado prurito por parte de los propietarios a los cuales se los instruyó para el llenado de la “hoja del prurito” y no hubo mayores inconvenientes de compresión e interpreta-ción por parte de ellos.

De los pacientes ingresados al estudio no se observó di-ferencia marcada por sexo o por edad. Con respecto a las razas si algunas, se han vinculado con mayor desarrollo de rascado.

ConClusiónHemos observado lo fundamental de una buena selección previa del paciente para posicionarlo en un algoritmo de trabajo del paciente atópico.

Esquema 1. Índice del prurito

Esquema 2.

Hembras Machos

65%

35%

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Julio Agosto 2011vanguardia veterinaria •28

Esta metodología resultó muy útil en comparación con algunos otros méto-dos como el CADESI 3, básicamente por dos motivos: la incorporación del propietario en ser parte más activa de la solución y su facilidad de aplicación.

Queda mucho por seguir investigan-do en este tema pero queda claro que no se han encontrado diferen-cias en cuanto a sexo ni edad, si se observó mayor rascado en ciertas razas que no podemos asumir como consecuencia de mayor prurito.

bibliografía Citada1. Nuttall T, McEwan N: Objective measurement

of pruritus in dogs: a preliminary study using ac-tivity monitors. Vet Dermatol 17:348-351, 2006

2. Olivry T, Marsella R, Iwasaki T, et al: Valida-tion of CADESI-03, a severity scale for clini-cal trials enrolling dogs with atopic dermati-tis. Vet Dermatol 18:78-86, 2007

3. Plant JD: Repeatability and reproducibility of numerical rating scales and visual analogue scales for canine pruritus severity scoring. Vet Dermatol 18:294-300, 2007

4. Hill PB, Lau P, Rybnicek J: Development of an owner-assessed scale to measure the severity of pruritus in dogs. Vet Dermatol 18:301-308, 2007

5. Hill P, Rybnicek J, Lau-Gillard P: Correlation between pruritus score and grossly visible erythema in dogs. Vet Dermatol 21:450-455,

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8. Plant JD: Repeatability and reproducibility of numerical rating scales and visual analogue scales for canine pruritus severity scoring. Vet Dermatol 18:294-300, 2007

9. Hill PB, Lau P, Rybnicek J: Development of an owner-assessed scale to measure the severity of pruritus in dogs. Vet Dermatol 18:301-308, 2007

10. Hill P, Rybnicek J, Lau-Gillard P: Correlation between pruritus score and grossly visible erythema in dogs. Vet Dermatol 21:450-455.

Esquema 3.

Esquema 4.

Esquema 5.

Esquema 6.

0 01

2

45

6 67 7

8 89 9

10 10

1 HE MBR A

1 Mach

o

1 MAC HO

1 Mach

o

2 Hembra

2 HE MBR A

4 Hembra

1 MAC HO

1 MAC HO

4 HE MBR A

18 Hembra

11 Macho

1 MAC HO

6 HE MBR A

7 MAC HO

5 HE MBR A

C ANT ID AD D E P AC IE NT E S

0.53

1

13

1.5

4

2

17

2.5

2

3

6

4

7

5

5

5.5

2

6

1

7

1

8

2

10

1

11

1

C ANT IDAD DE P AC IE NT E S AT OP IC OS R E S P E C T O A L A E DAD

E DAD E N AÑOS C ANT IDAD DE P AC IE NT E S

0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10C ANT IDAD DE P AC IE NT E S AT OP IC OS C ON P R UR IT O

NIVE LPR UR ITO

2 1 2 2 5 5 29 7 12C A NTIDA D DE P A C IE NTE S :

0

5

10

15

20

25

30

NIVE L P R UR IT O C ANT IDAD DE P AC IE NT E S

0 2 4 5 6 7 8 9 10

*Email:[email protected], www.dermatologiaveterinariamty.com** Email: [email protected]

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Síndrome central medular en un perro con EDIV cervical 31Julio Agosto 2011vanguardia veterinaria •30

IntRoduccIón:

El examen ecográfi co de nuestros pacientes introduce un nuevo elemento diagnóstico que es de gran ayuda en nuestra práctica clínica diaria. Las ventajas que presenta esta técnica frente a otros medios diagnósticos:

• no invasiva• no exposición a radiaciones ionizantes• escasa preparación del paciente• técnica de realización rápida• alta sensibilidad• examen en tiempo real

Debe señalarse no obstante, que en muchos casos, la ecografía no es un método específi co con el que se pueda llegar a un diagnóstico defi nitivo, siendo necesario en muchos casos en los que se aprecian lesiones en masa, la obtención de biopsias o aspiraciones con aguja fi na (guiadas o no por ecografía) y su posterior examen histológico. Así, deberá considerarse la ecografía complementaria a otras técnicas disponibles en nuestra clínica.

eCografía abdominal:sistema urogenital (i): vejiga, próstata, testículos.Hernán Fominaya García Dpto. Diagnóstico Ecográfi co Hospital Veterinario Los Madrazo. Madrid. España

La preparación del paciente consiste en la depi-lación del abdomen ventral desde el pubis al apéndice xiphoides y a ambos lados de la línea media, aplicación de gel acústico. La explora-

ción se inicia con el animal en decúbito supino, pudiendo luego variar su posición para favorecer el desplazamien-to del gas incluido en el aparato digestivo y así poder va-lorar zonas más concretas. La sedación de los pacientes no suele ser necesaria.

■ eCografía de la vejiga de la orina

eQuipamiento

Perros: en razas medianas o grandes las sondas de fre-cuencia media (5MHz), convexas o microconvexas se presentan más polivalentes. La evaluación de la pared más próxima al transductor será mejor evaluada con transductores lineales de frecuencias superiores (8 – 12 MHz) que proporcionan imágenes más adecuadas en los campos proximales.

Gatos y perros de razas toy: las sondas de alta frecuencia li-neales serán la mejor elección (excepto en gatos muy obesos en los que serán necesarias sondas de frecuencias medias).

La valoración del cuello vesical así como el trígono de-ben de realizarse con frecuencias de 7,5 o más MHz. si el tamaño del paciente lo permite.

preparativos

La exploración ecográfi ca correcta de la vejiga de la orina debe de realizarse imprescindiblemente con una repleción satisfactoria de esta. Se debe de evitar en todo momento el diagnóstico ecográfi co de vejigas poco distendidas ya que esto puede inducir a un diagnóstico erróneo o incompleto.

La evaluación adecuada de la vejiga debe de realizarse con una continencia de 4-6 horas. Está indicado el sondaje del paciente, cuando el contenido de la vejiga es escaso, y la inyección de suero estéril atemperado, debiendo de tomar la precaución de eliminar todo el aire que se encuentra en el interior de la sonda para evitar introducir burbujas de gas dentro de la luz de la vejiga que pueda difi cultar su eva-luación correcta debido a los artefactos (sombra acústica posterior) que producirán las burbujas de aire.

La infusión de suero intravenoso y la administración de diuréticos pueden estar indicados tanto para obtener una distensión satisfactoria de la vejiga como para detectar más fácilmente el trígono vesical y el yet ureteral (aumentando el pulso de expulsión de orina del uréter a la vejiga). Esta maniobra permitirá mejorar la visualización de las turbu-lencias que produce la entrada de la orina en la vejiga (este aumento de señal se produce al incrementar la diferencia de densidad entre la orina contenida en la vejiga y la orina producida por el riñón y expulsada por el uréter, más di-luida entonces, produciéndose mayor número de interfases que producirán un aumento de la formación de ecos).

tÉCniCa de eXploraCiónPosicionando el transductor sobre la línea media del abdomen (desplazando lateralmente el pene en el perro) y deslizando el transductor en el abdomen más caudal se identifi cará fá-cilmente la vejiga de la orina. La exploración completa de la vejiga de la orina debe de iniciarse con el paciente posicionado en decúbito dorsal, realizando cortes tanto transversales (des-plazando el transductor en sentido caudal desde el aspecto más craneal de la vejiga hasta la exploración del cuello de la vejiga y uretra proximal) como longitudinales (desde el aspecto la-teral izquierdo de la vejiga hasta el aspecto lateral derecho).

En aquellos pacientes que presenten la vejiga en posición intrapélvica (de forma fi siológica) o en los que esté esca-samente distendida se deberá completar la exploración con una angulación del transductor en sentido caudal, incidiendo el haz de ultrasonidos en la cavidad pelviana. Las presiones realizadas con el transductor también deben ser observadas ya que, al tratarse de una víscera hueca, es fácilmente colap-sable. Por tanto, las maniobras bruscas, con presiones exce-sivas realizadas con el transductor sobre el abdomen ventral pueden producir el desplazamiento de la vejiga de su posi-ción normal o su colapso, impidiéndose en ambos casos su visualización correcta. En las situaciones en las que la vejiga presente una desituación patológica (pacientes con hernias inguinales o perineales, masas en abdomen que desplacen la vejiga), el estudio ecográfi co debe ser particular y en ocasio-nes apoyarse en estudios de contraste radiológico.

La exploración ecográfica correcta de la vejiga puede exigir en determinadas ocasiones la variación de la po-sición del paciente, principalmente para poder confirmar si determinadas lesiones observadas implican a la pared vesical o, por el contrario, son estructuras que no se en-cuentran adheridas a la pared (coágulos vesicales).

La exploración ecográfica de la vejiga de la orina la rea-lizamos con el paciente en decúbito dorsal, la rasuración del abdomen ventral es necesaria para obtener imágenes de mayor calidad.

Es imprescindible evaluar ecográfi camente la vejiga únicamente en aquellos pacientes que presenten una distensión satisfactoria de esta.

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Marzo Abril 2011vanguardia veterinaria •32

patrón eCogrÁfiCo normalLa vejiga normal se presenta como un saco (forma de pera) bien delimitado, que presenta una pared lisa, de contorno regular (¡vejiga distendida!) de patrón ecogéni-co. Con transductores de alta frecuencia podremos dife-renciar las diferentes capas histológicas que la componen:

1. Una banda ecogénica externa que corresponde a la se-rosa visceral.

2. Otra hipoecogénica que se identifi ca como la muscular.3. La más interna es la interfase submucosa / contenido

y se observa ecogénica.

La capa mucosa en vejigas distendidas no es apreciable en condi-ciones normales, solo en pacientes con la vejiga poco distendida podremos apreciar una banda hipoecoica fi na e irregular por en-cima de la submucosa que identifi caremos como la capa mucosa.

Próxima al cuello de la vejiga, y en el aspecto dorsal pode-mos identifi car dos pequeñas elevaciones hiper refringen-tes que se corresponden a la salida de los uréteres forman-do el trígono vesical. Esta estructura no se logra visualizar en todos los pacientes de forma satisfactoria debiéndose utilizar técnicas específi cas descritas anteriormente.

El grosor de la pared normal dependerá mucho de los siguientes factores:

• Grado de repleción.• Tamaño del paciente.• Hábitos del animal (vejiga de repleción)• Procesos antiguos (intervenciones, traumatismos...)

Establecer por tanto unos límites normales de grosor de pared es muy complicado y deben siempre contemplarse con prudencia como dato aislado. Esta variabilidad afecta mucho a los perros, así, dos pacientes con el mismo peso, con la vejiga satisfactoriamente distendida y similar volu-men de orina pero con diferentes hábitos sociales pueden presentar en condiciones normales un grosor de pared di-ferente, comprendido entre 1 y 4 milímetros de grosor. En los gatos la variación es más estrecha. Será por tanto la experiencia del ecografista la que establecerá en muchas ocasiones si hay un cambio de grosor de pared sugerente de patología vesical.

Cuando la vejiga se encuentra satisfactoriamente disten-dida el grosor de la pared no superará los 2mm de grosor, aunque pueden encontrarse más comúnmente un grosor que alcance los 3mm cuando la distensión es moderada. En los gatos la pared vesical no supera los 1,5mm en con-diciones normales.

La vejiga de la orina distendida presenta típicamente una ecoarquitectura trilaminar. La capa hipoecoica intermedia corresponde a la capa muscular.

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Marzo Abril 2011vanguardia veterinaria •34 Síndrome central medular en un perro con EDIV cervical 35

El contenido de la vejiga en el perro adulto es siempre anecoico, no debiendo presentar ninguna variación, cual-quier contenido anómalo deberá ser investigado.

La distensión satisfactoria de la vejiga de la orina produci-rá directamente un mejor diagnóstico intrínseco de la ve-jiga, esta ya sería una razón fundamental para exigir esta condición en el paciente, no obstante, hay otras razones que refuerzan esta condición: la vejiga distendida permi-te la óptima visualización de aquellas estructuras que se encuentran en su aspecto dorsal. En términos ecográfi cos utilizaremos la vejiga de la orina como ventana acústica para la visualización de otras estructuras más profundas.

Como estructuras relacionadas con la vejiga y que se vi-sualizan en un mismo corte ecotomográfico señalamos:

§ Colon descendente: que discurre en su aspecto dorsal y que dependiendo de la presencia de materia fecal más o menos abundante puede deformar la morfología normal de la vejiga haciendo prominencia en el techo de la vejiga. Debemos de realizar un estudio cuidadoso identifi cando siempre el colon, el cual podría producir una imagen fal-sa o artefacto sobre la vejiga, al deformar la pared de la vejiga y podernos confundir con la presencia de cálculos urinarios; para identifi carlos bastará con variar la posición del paciente viendo que el colon permanece en su posición.

§ Grandes vasos: aorta abdominal y vena cava caudal. La identificación de estos vasos es sencilla, dorsales a la vejiga, la aorta presenta pulso y sus paredes son más resistentes a la presión con el transductor. En la zona más caudal se bifurca para formar las arterias iliacas externas y posteriormente las internas. La vena cava caudal se colapsa fácilmente con la presión del trans-ductor y se forma a partir de las iliacas internas (a las que han drenado las iliacas externas).

§ Nódulos linfáticos: de gran importancia cuando estu-diamos el sistema urogenital del macho, estos pueden alterarse en multitud de los procesos que afectan a las vías urinarias bajas. Su localización es siempre con re-lación a la aorta, a la altura de la bifurcación de las iliacas externas.

§ Cuerpo del útero: podremos localizarlos siempre en relación al cuerpo de la vejiga y lateral al recto.

La vejiga de la orina es un órgano de fácil visualización cuando se encuentra distendida debido a que su contenido (orina) ofrece un patrón anecoico puro y su pared aparece bien definida. Estas dos características (contenido y pa-red) facilitan una valoración más cómoda.

Para su correcto examen debemos de procurar que la ve-jiga se encuentre distendida y con abundante contenido. No podremos valorar a efectos diagnósticos una vejiga poco distendida o vacía. Este problema lo resolveremos realizando el estudio a primera hora de la mañana (evi-tando que el paciente realice su primer paseo), sondando e introduciendo suero fisiológico atemperado en vejiga (evitando la entrada de gas por la sonda que entorpezca el posterior examen) o mediante una diuresis forzada con administración de diuréticos e infusión parenteral de sue-ro. Esta última maniobra será fundamental para la evalua-ción de los uréteres y trígono vesical.

alteraCiones de la pared § Discontinuidad en la pared: rotura de vejiga: donde se observará un acumulo de líquido libre abdominal (orina) junto a una vejiga poco distendida. En estos casos la zona de la rotura puede ser muy difícil o incluso imposible de apreciar. Para confi rmar el diagnóstico (normalmente relacionado con un traumatismo previo) deberemos pro-ceder a sondar al paciente e introducir por la sonda suero fi siológico a presión, viendo si este se escapa del contor-no de la vejiga acumulándose en abdomen. El análisis del líquido ascítico también resultará defi nitivo.

§ Engrosamiento uniforme de la pared: cistitis: siempre que se valore una vejiga distendida y el grosor de la pared supere los 3mm., debe sospecharse de un proceso inflamatorio de esta; se presenta de contorno irregu-lar y con un engrosamiento uniforme, aunque este es más evidente en el aspecto cráneo ventral del cuerpo de la vejiga. Puede ir asociado a otras patologías como cálculos, hematomas…. Se deberá hacer un diagnós-tico diferencial con neoplasias difusas (mucho menos frecuentes y con una sintomatología más insidiosa). Los diferentes tipos de cistitis pueden producir algunos cambios en el patrón ecográfico que sean sugerentes o patognomónicos de algunas patologías (p.ej: cistitis enfisematosas).

En los gatos, y más frecuentemente en los machos enteros, podremos observar pequeños ecos en el contenido vesical que pueden formar conglomerados de forma fi siológica (que típicamente no sedimentan ni producen sombra acústica) y que tienen una dudosa signifi cación clínica.

Los procesos infl amatorios de la pared suelen ser más evidentes en el aspecto craneoventral de la vejiga.

§ Neoformaciones de pared: neoplasias, pólipos: La ecografía se presenta como un método sensible, no in-vasivo aunque a la vez inespecífico para el diagnósti-co de neoplasias vesicales. Los tumores de naturaleza epitelial producirán una interrupción en el contorno regular de la mucosa (interfase hiperecoica) y suelen presentar un crecimiento intraluminal, como el carci-noma de células transicionales (el tumor vesical más frecuentemente descrito). Las neoplasias de origen

mesenquimatoso pueden no afectar a mucosa y ser de crecimiento excéntrico (leiomioma, leiomiosarcoma y fibrosarcomas) produciéndose en estos pacientes más comúnmente un deformación de la luz vesical por una compresión de origen extraluminal. Los carcinomas de células transicionales se localizan más frecuentemente en la zona del cuello y trígono vesical. La evaluación de los uréteres y riñones así como de los linfonodos su-blumbares e iliacos y próstata en los machos debe estar siempre incluida en el protocolo de estos pacientes.

§ Divertículos vesicales. Quiste / divertículo uracal. Ura-co persistente: Los divertículos vesicales aparecen como estructuras anecoicas que escapan al contorno regular de la vejiga y que se continúan y comunican con esta. Su origen puede ser congénito o adquirido tras procesos continuos de disuria. El divertículo uracal y uraco persistente son mal-formaciones congénitas que han sido descritas tanto en la especie canina como felina, siendo el uraco persistente la relacionada con la aparición de incontinencia urinaria, con goteo de orina por el ombligo. Las quistes uracales pueden detectarse como pequeñas colecciones de líquido en abdo-men relacionados con la vejiga o pared abdominal ventral.

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No debemos establecer un diagnóstico definitivo de un proceso tumoral basándonos únicamente en su imagen ecográfica ya que estos raramente adquieren un patrón patognomónico, necesitaremos obtener una muestra his-tológica mediante aspiración con aguja fina o biopsia para su posterior análisis histológico.

Deberemos establecer un diagnóstico diferencial con hema-tomas y coágulos adheridos a pared (que pueden adquirir un patrón irregular). Al igual que en otros órganos, los he-matomas sufren una evolución que también se corresponde con un cambio ecográfi co (hipo – hiper – hipoecoico), lo que nos ayudará a diferenciarlo de un proceso neoplásico. La utilización del modo Doppler Color o Potenciado) per-mite diferenciar claramente las masas vascularizadas.

alteraCiones del Contenido § Cálculos urinarios: los cálculos y todas las estructuras com-pactas minera lizadas presentan características ecográfi cas comunes (independientemente de su composición molecu-lar) y que son: 1) presentar una superfi cie nítida marcada-mente hiperecoica, 2) producir sombra acústica limpia. To-dos los cálculos presentan este patrón independientemente de su composición y tipo, no están adheridos a pared por lo que cambian de situación al variar la posición del paciente.

§ Coágulos sanguíneos: Los coágulos sanguíneos vesica-les no asociados a traumatismo generalmente se presentan como estructuras hiperecoicas, que no producen sombra acústica, aunque sí pueden generar cierto grado de atenua-ción del sonido. Usualmente se asocian a otros procesos (infl amaciones de pared, intoxicaciones, enfermedades re-nales…). Los coágulos generalmente no se adhieren a pared y varían de situación al cambiar la posición del paciente.

§ Sedimento urinario: que puede o no producir sombra acústica dependiendo de su composición y cantidad. En algunos gatos puede apreciarse cantidades moderadas de sedimento de manera fisiológica. Agitando con el transductor encima de la vejiga podremos comprobar como no se encuentra adherido a la pared y produce un efecto de “nevada” en la vejiga.

§ Cuerpos extraños: Existe la posibilidad de encontrar otros cuerpos extraños, bien por traumatismo exógeno (espigas, insectos, perdigones…) o de origen iatrogéni-co (suturas desprendidas, sondas rotas…) cuya eviden-cia ecográfica puede ser relevante.

■ eCografía de la próstata

eQuipamientoEn pacientes de tamaño mediano y razas grandes los transductores microconvexos de frecuencia media serán la mejor elección para el estudio de la próstata.

Las sondas micro convexas son más adecuadas en pacien-tes de pequeño tamaño ya que favorecen la exploración facilitando la manipulación del abdomen caudal, pudien-do desplazar lateralmente el pene y ajustarse al espacio que nos permite la angulación caudo dorsal de la sonda al espacio intrapélvico, por el contrario, las sondas lineales de alta frecuencia ofrecerán imágenes de mayor calidad aunque presentan el inconveniente (debido a la longitud de su huella) de una manipulación más incómoda y en muchos casos peor tolerada por el paciente.

El patrón ecográfi co de todos los cálculos presenta típicamente una superfi cie hiperrefl ectiva y sombra acústica evidente.

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La experiencia del manipulador con las sondas lineales puede permitir imágenes tanto en corte en eje corto y lar-go de la glándula, minimizando los artefactos que pueda producir la interposición del pene.

preparativosAunque la exploración prostática no resulta complicada, aquellos pacientes que tengan una distensión satisfacto-ria de la vejiga de la orina proporcionarán imágenes más adecuadas de la glándula ya que esta distensión producirá una proyección craneal de la próstata evitando una po-sición más intrapélvica, al mismo tiempo proporcionará una ventana acústica más adecuada, facilitando las guías anatómicas (cuello de vejiga) y contribuirá a establecer los diagnósticos diferenciales de forma correcta.

En determinados pacientes puede ser necesaria la intro-ducción de una sonda uretral que ayude a la identificación de la uretra prostática y su recorrido al mismo tiempo que facilite la identificación de lesiones relacionadas con ure-tra o tejido periuretral y su diferenciación de lesiones del parénquima prostático que estén próximas o compriman a la uretra.

La exploración ecográfica de la próstata podrá realizarse sin un rasurado previo en muchos pacientes debido a la escasa densidad del pelo de la región prepúbica, no obs-tante, es aconsejable realizar un estudio sistemático de la cavidad abdominal que pueda detectar posibles lesiones asociadas.

tÉCniCa de eXploraCiónLa exploración de la próstata debe de realizarse con el paciente en posición decúbito dorsal. También son ade-cuados el estudio con el paciente en decúbito lateral y/o en estación. En aquellos animales cuya situación intrapél-vica de la próstata impida su correcta evaluación puede realizarse una compresión externa del ano encaminada a producir un desplazamiento craneal de la glándula, lo que proporcionará una mejor ventana acústica en la mayoría de estos pacientes. En los perros que presenten una hernia perineal con eventración de la próstata podrá realizarse una exploración ecográfica de la región perineal, prote-giendo el transductor con una funda de latex.

Se obtienen cortes tanto transversales como sagitales (longitudinales o en eje largo) realizando movimientos ventro dorsales y latero mediales respectivamente. El transductor debe de situarse en abdomen caudal, lo más próximo a la línea media para lo cual se realiza un des-plazamiento lateral del pene. La técnica de visualización comienza con la identificación del cuello de la vejiga en un corte transversal, continuándose esta en sentido caudal

debiendo realizar una inclinación con el transductor en sentido caudo ventral justo delante del pubis, localizando la primera porción de la uretra prostática, con una leve inclinación se obtendrá una imagen de la próstata. El exa-men completo finalizará girando el transductor 90 grados obteniendo un corte sagital.

La visualización del colon descendente en pacientes con la vejiga vacía puede también servir de guía anatómica fi able para localizar la próstata, situándose esta en su aspecto ven-tral. La visualización de la huella que produce la próstata sobre el aspecto ventral del colon puede valorarse y ser teni-da en cuenta para valorar cambios en el volumen prostático.

patrón eCogrÁfiCo normalLa próstata ecográficamente normal se sitúa justamen-te caudal al inicio de la uretra pélvica, dorsal al suelo de la pelvis y ventral al recto del que los separa el es-pacio recto-genital, rico en tejido conectivo. En su corte transversal aparece como una estructura bilobulada (se asemeja a dos judías), de aspecto simétrico, con un septo intermedio y una cápsula con una fina capa muscular y tejido conectivo fibroso. La cápsula presenta pequeñas extensiones hacia el centro de la glándula formando a su vez los sublóbulos prostáticos que componen las glándu-las túbuloalveolares. La uretra prostática se observa en la zona central de la glándula, su recorrido parte de una posición más ventral y se sitúa en la porción más central en el medio del rafe que separa los dos lóbulos.

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Presenta un parénquima homogéneo, finamente granular que se observa ecogénico, la cápsula es fina e hiperecoi-ca, la uretra prostática se rodea de un anillo hipoecoico bien definido. Dorsal a la próstata apreciamos una es-tructura marcadamente hiperecoica y que generalmente produce sombra acústica que corresponde con la ampolla rectal con materia fecal.

La próstata en animales prepúberes además de presentar un parénquima marcadamente hipoecoico es de volumen reducido. Un patrón ecográfico similar presentan aque-llos animales orquiectomizados.

La valoración del volumen prostático es subjetivo y de-penderá de la propia experiencia del ecografi sta, no exis-tiendo patrones fi jos fi ables. El volumen prostático en el perro es todavía hoy objeto de discusión y son múltiples los factores de los que depende, entre ellos, debemos indicar:

1. edad2. tamaño/peso3. raza4. actividad sexual

El estudio prostático debe incluir cortes de la glándula tan-to en eje corto como en el largo. Los diámetros prostáticos que deben de incluirse son en un corte transversal: la altura y grosor; en un corte longitudinal (eje largo): la longitud.

Aún existiendo diferentes parámetros que combinados con radiografías dan una aproximación bastante correcta sobre el volumen prostático, es la experiencia del eco-grafista la que concluirá la existencia de una prostato-megalia.

alteraCiones prostÁtiCasComo patologías prostáticas más frecuentes deben des-tacarse: § Hipertrofia prostática benigna / metaplasia. § Prostatitis. § Quistes intra o paraprostáticos, abscesos. § Neoplasias prostáticas.

Hiperplasia prostática benigna: Los cambios hiper-plásicos son la patología prostática más frecuentemente diagnosticada. Se presenta habitualmente en perros ente-ros de edad medida – avanzada. En ocasiones aparecerá en la exploración ecográfica abdominal rutinaria como un hallazgo sin estar asociado a una sintomatología del pa-

La próstata normal se defi ne como una glándula bilobulada, simétrica, con un rafe intermedio que presenta un parénquima fi namente granular e hiperecoico.

El estudio ecográfico de la próstata debe incluir:1. Valoración del volumen prostático2. Estudio de la simetría de ambos lóbulos3. Visualización de la cápsula4. Identifi cación de cambios difusos de la ecogenicidad5. Caracterización de lesiones focales.6. Estudio de estructuras relacionadas:

6.1.Cuello de vejiga6.2.Colon6.3.Uretra6.4.Linfonodos6.5.Testículos

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Marzo Abril 2011vanguardia veterinaria •42 Síndrome central medular en un perro con EDIV cervical 43

ciente, aunque en muchos casos se observa una descarga sanguinolenta por el pene independiente de la micción o signos de disquecia.

Los hallazgos ecográficos iniciales son difíciles de eva-luar y muy subjetivos, se refieren a un aumento moderado del volumen prostático y una transición de la textura del parénquima de finamente granular a un patrón más grueso y levemente heterogéneo. Según avanza el proceso los ha-llazgos ecográficos suelen evolucionar y combinarse con lesiones de tipo quístico, abscesos o metaplásicos que suelen evidenciar una sintomatología más definida. La glándula presentará un aumento de volumen, en ocasio-nes con bordes irregulares (no simétrica) con un parén-quima heterogéneo en el que frecuentemente se observan lesiones cavitarias).

Prostatitis: Los procesos agudos pueden presentar en nu-merosas ocasiones cambios ecográfi cos subjetivos que in-cluso, para ecografi stas experimentados, pueden ser difícil-mente apreciables, en muchas ocasiones se refuerzan por la sintomatología e historia clínica del paciente y otras prue-bas complementarias. Se describen como hallazgos ecográ-

fi cos más relevantes el aumento moderado de los diámetros prostáticos (profundidad, anchura y altura) asociados a una disminución de la ecogenicidad difusa del parénquima.

En otras ocasiones pueden visualizarse pequeños focos hipoecoicos intraparenquimatosos, que correspondan a áreas de inflamación, necrosis o pequeños abscesos. Las prostatitis bacterianas pueden acompañarse de la forma-ción de abscesos prostáticos identificando lesiones cavi-tarias intra o paraprostáticas con un contenido que puede presentar una ecogenicidad diversa.

Las lesiones presentes pueden ser uni o multifocales, tam-bién difusas. Se han descrito multitud de patrones aso-ciados a las prostatitis bacterianas crónicas, de nuevo, la formación de quistes o abscesos es frecuente. Se pueden presentar lesiones ecogénicas asociadas a mineralizacio-nes, fi brosis o presencia de gas, zonas hipoecoicas (abs-cesos, hematomas, focos infl amatorios) y zonas anecoicas (quistes, abscesos, zonas de necrosis o hemorragia activa).

Neoplasias: Los tipos histológicos más frecuentes son los carcinomas y adenocarcinomas, se han descrito tanto en machos enteros como orquiectomizados.

El carcinoma prostático habitualmente no produce un au-mento significativo del volumen prostático. Los patrones ecográficos nunca deben considerarse definitivos y deben ser confirmados mediante biopsias. Muy frecuentemente se observará una disminución evidente de la ecogenici-dad del parénquima prostático con presencia de múltiples focos ecogénicos de pequeño diámetro diseminados por el parénquima en pacientes confirmados de carcinoma prostático.

Deben ser utilizados otros hallazgos ecográficos que puedan sugerir la presencia de un proceso neoplásico prostáticos, estas son (1) evaluación de uretra prostática, cuello de vejiga y trígono vesical que puedan sugerirnos la extensión del tumor primario. En este momento el son-daje del paciente será adecuado. (2) Linfonodos iliacos: la afectación neoplásica producirá generalmente linfade-nopatías evidentes. (3) Rotura o estallido de la cápsula prostática. (4) Invasión de tejidos vecinos: cuerpos verte-brales, recto, tejido peri prostático. (5)Lesiones secunda-rias en otras localizaciones.

La realización de biopsias percutáneas pueden ejecu-tarse fácilmente, el examen Doppler previo valorará la irrigación de la glándula. El sondaje previo del paciente proporcionará una visualización de la uretra prostática durante la obtención de la muestra, evitando daños in-deseables.

Los quistes intraprostáticos se identifican como estruc-turas redondeadas, bien delimitadas, con cápsula fina y refuerzo posterior evidente, al igual que en otras locali-

zaciones. Se pueden asociar y ser evidenciados en cual-quiera de las patologías anteriormente descritas o apare-cer como una lesión aislada sin evidencia de otra lesión prostática.

Aunque los quistes prostáticos presentan un patrón típi-camente anecoico, este no es exclusivo, la evaluación del líquido contenido en estas cavidades será definitivo a la hora de descartar posibles complicaciones (abscesos, he-morragias asociadas a neoplasias). La distribución de los quistes es aleatoria. Pueden ser únicos o múltiples, cen-trales o periféricos.

Los abscesos prostáticos pueden presentar también un patrón variable. Pueden adquirir un volumen conside-rable y la presencia de detritus en su interior de patrón ecogénico revelan la presencia de un material contamina-do. La cápsula piógena suele ser más gruesa y ecogénica, la presencia de septos internos es también frecuente. La evaluación de los linfonodos regionales es relevante al poderse evidenciar un patrón reactivo.

Los quistes paraprostáticos son la evolución de quis-tes prostáticos con acúmulo abundante de líquido en su interior, también se describen como reminiscencias de los conductos de Mü ller. En ocasiones son hallazgos accidentales y cuando producen sintomatología pueden estar muy evolucionados. Son más frecuentes los que se encuentran en cavidad abdominal (proyección craneal) aunque también se describen quistes paraprostáticos de proyección caudal (vista perineal) . Los quistes parapros-táticos pueden adquirir un volumen considerable y de-formar el contorno abdominal desplazando la vejiga de la orina a una posición lateral. Su presentaciónpuede ser única o múltiple, un único quiste puede aparecer septado.

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■ eCografía de los testíCulos

eQuipamientoLa exploración ecográfi ca de los testículos escrotales y aquellos ectópicos situados en el canal inguinal, en po-sición subcutánea, debe realizarse con sondas lineales de alta frecuencia (idealmente 10 MHz o superiores) ya que se acoplan perfectamente a la superfi cie testicular y obtie-nen máxima defi nición en los campos más cercanos. Los testículos en los gatos independientemente de su localiza-ción siempre deben de ser explorados con estas sondas.

Para la exploración de testículos ectópicos abdominales en perros de raza media o gigantes, debido a la posición más pro-funda de estos, la opción más favorable serán los transducto-res de frecuencias más bajas (5 – 7,5 MHz), los transductores microconvexos permiten una manipulación más correcta del abdomen pudiéndose desplazar con la presión ejercida por el transductor aquellas asas intestinales que pudiesen entorpe-cer la visualización correcta de estos testículos.

preparativosLa preparación de los pacientes para explorar los testículos escrotales en la mayoría de los casos es nula. La escasa densi-dad del pelo escrotal obviará en muchos casos su depilación.

Cuando la exploración sea requerida para localizar testí-culos ectópicos abdominales no se requerirá ninguna pre-paración previa. Únicamente la presencia de un acúmulo anormal de heces en el colon descendente puede requerir enemas previos si el manipulador lo considerase necesario.

tÉCniCa de eXploraCiónLos testículos escrotales deben de ser explorados tanto en un corte transversal como sagital, con un recorrido com-pleto. Cuando se utilicen transductores lineales se debe intentar obtener en un corte transversal una imagen de ambos testículos en el mismo sonograma, con ello puede compararse tanto su volumen como ecogenicidad.

Cuando no se dispongan de transductores lineales de alta frecuencia se podrá utilizar un testículo como ventana acústica para explorar el otro testículo, para ello debe in-movilizarse ambos testículos escrotales y, utilizando un abordaje lateral se obviará la imagen del testículo más proximal y se centrará la exploración en el testículo más alejado del transductor (el testículo más próximo al trans-ductor se utilizará a modo de ventana acústica). Se debe de repetir la maniobra para explorar el otro testículo. Esta técnica es adecuada en perros utilizando transductores microconvexos y sectoriales de frecuencias medias.

Para localizar los testículos ectópicos se debe realizar el rasurado del abdomen medio y caudal incluyendo la zona inguinal, la exploración debe de ir precedida de una mi-nuciosa palpación del tejido inguinal intentando localizar estructuras compatibles con un testículo subcutáneo o pre escrotal. El barrido ecográfico se debe de centrar desde el polo caudal de ambos riñones, abdomen medio y aspec-to lateral de la vejiga de la orina hasta su proximidad al anillo inguinal. El barrido subcutáneo se extiende desde el anillo inguinal recorriendo el aspecto lateral del pene hacia el escroto.

imagen eCogrÁfiCa normalEl testículo normal se defi ne como una estructura ovalada con una ecotextura fi namente granular y con patrón homo-géneo con una ecogenicidad media. Las diferentes capas escrotales se confunden en el estudio, intuyéndose unas pequeñas líneas ecogénicas en la superfi cie más próxima al transductor. El testículo se ve recorrido en su porción más central y en sentido sagital por un cordón fi broso, de patrón ecogénico que se corresponde con la rete testis lo-calizada en el mediastinum testis. Ambos testículos se en-cuentran separados por un septo ínter testicular, de patrón también ecogénico que puede incluso producir una ate-nuación marcada del sonido y presentar sombra acústica.

El epidídimo se divide anatómicamente en tres porciones, cabeza, cuerpo y cola. La cabeza se sitúa en porciones más craneales, se continúa con el cuerpo que discurre por el aspecto dorso – lateral de la superficie testicular para terminar en la cola del epidídimo que se localizará en el aspecto caudo – dorsal testicular, aquí se inicia el con-ducto deferente, también en el aspecto dorsal testicular pero en su porción más medial. El epidídimo presenta un patrón hipoecoico respecto al testículo.

El testículo normal se ve recorrido en su porcióncentral por una banda ecogénica que correspondecon el mediastinum testi.

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Las patologías testiculares que podremos apreciar en un examen ecográfi co son: § Neoplasias testiculares § Orquitis § Atrofia § Torsión § Localización de testículos ectópicos § Patologías extratesticulares

Las neoplasias testiculares constituyen la patología más frecuente. Debemos de tener siempre presente que no podremos diferenciar el tipo histológico de la lesión sin la interpretación anatomopatológica de una muestra del foco. Los tumores de células de Leydig (o de células intersticiales) son más frecuen-tes en perros mayores. Toman patrones muy diversos aunque por lo general no deforman la superficie testicular. Los sertoliomas (o tumores de Sertoli) adquiere un patrón mixto y un incremento del volumen testicular, el otro tes-tículo podrá apreciarse de menor tamaño y atrofiado, al igual que la próstata. Los seminomas se presentan como masas en la mayoría de los casos aislados que pueden adquirir un tamaño considerable.

La orquitis produce un aumento del volumen del testículo debido a la infla-mación difusa de este, suele acompañarse de una disminución de la ecoge-nicidad de toda la estructura y pueden evidenciarse la presencia de abscesos testiculares. La orquitis puede asociarse a una epididimitis o a un derrame escrotal, en cuyo caso se pondrá en evidencia el septo intertesticular. La pre-

sencia de derrame escrotal (hidrocele reaccional) es un hallazgo frecuente en esta patología. Su presencia evi-denciará de manera clara el septo ín-ter testicular.

La torsión testicular produce una disminución marcada de la ecoge-nicidad poniendo en evidencia el compromiso circulatorio que tam-bién afecta a epidídimo y escroto.El examen ecográfico del paciente detectará un testículo y epidídimo aumentados de volumen, con un pa-trón hipoecoico de forma difusa. Si utilizamos técnicas Doppler pondre-mos en evidencia la dificultad circu-latoria.

Las atrofias testiculares se corres-ponden con testículos de menor ta-maño, normalmente con patrones hiperecoicos y que suelen asociarse a degeneraciones seniles, testículos ectópicos o neoplasias del testículo contrario.

La ecografía es un medio muy va-lioso a la hora de localizar testícu-los ectópicos. Debemos de tener una colaboración plena del paciente y si es necesario recurrir a su tranquiliza-ción o anestesia. La depilación com-prenderá desde el área renal al pubis y escroto y el examen se realiza con el paciente en decúbito supino.

En los gatos debemos de utilizar fundamentalmente transductores li-

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neales de alta frecuencia (7.5 o 10 MHz), también serán de ayuda los cojines de gel que separen el foco del transductor.

Por norma general, los testículos ec-tópicos tienen un tamaño menor a los escrotales y su ecogenicidad tam-bién se encuentra disminuida, por lo que muchas veces su identificación es más complicada. La identifica-ción de una banda ecogénica central que corresponde con la rete testi así como de una sombra lateral asociada a ambos polos del testículo permiti-rá reconocer más adecuadamente los testículos ectópicos.

patologías eXtra testiCularesComo se ha indicado anteriormente las epididimitis se suelen asociar a inflamaciones testiculares aunque pueden aparecer de forma aislada,

en estos casos la ecografía podrá dis-criminar entre patología testicular y epididimiaria.

El epidídimo se apreciará aumentado de volumen, engrosado y dependien-do de la cronicidad del proceso de hipo a hiperecoico. El conducto de-ferente también puede verse afectado y se puede examinar en su porción inguinal, en ocasiones asociado a pe-queños abscesos y reacción inflama-toria de los tejidos adyacentes (grasa inguinal ecogénica).

En pacientes vasectomizados pueden observarse los conductos seminíferos extratesticulares dilatados, en forma de sinusoide. También están descri-tos varicoceles secundarios por pro-cesos de inflamación y adherencias localizadas.

Otras patologías asociadas como los procesos escrotales (inflamación, cuerpos extraños) pueden ser detec-tados en la exploración ecográfica. El escroto se presentará como una estructura ecogénica y engrosada,

El testículo ectópico no degenerado se aprecia de menor volumen e hipoecoico respecto al testículo escrotal. Presentará una banda ecogénica central y sombra lateral (no degenerados).

los cuerpos extraños (más frecuen-temente espigas o pequeñas astillas) pueden presentar una superficie eco-génica y sombra acústica más o me-nos evidente. Se describen, aunque de incidencia muy baja, lesiones de origen neoplásico que pueden afec-tar al escroto, el melanoma se pre-senta como el tumor escrotal más ampliamente descrito.

Las hernias escrotales deben ser examinadas tanto en su porción es-crotal como en el canal inguinal. La presencia de asas intestinales se evi-dencia por el reconocimiento de la estructura típica intestinal en multi-capas, también pueden reconocerse pequeños acúmulos de gas en la luz intestinal y movimientos peristálti-cos. La presencia de derrame escro-tal puede ser signo de estrangulación de la hernia y compromiso vascular.

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