quién posee la ciencia

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  • 8/18/2019 Quién Posee La Ciencia

    1/52BE L G I Q U E: 160 FB. C A N A DA : 5,75 $. ES PAÑ A : 550 PTA S. F R A N C E : 22 FF NEDERLAND: 8 F L .P O RT U G A L : 700 ESC. S U I S S E : 5,50 FS. UNIT

    En laAntártida,el horizontese oscurece

    El trabajoinfantil:¿un mal menor?Mark Thomas,

    el humor como arm

    ¿Quién poseelaciencia?

    e l

    C o r re oMayo 1999

    550 PTAS.

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    Año LIIRevista mensual publicada en 27 idiomas y en braillepor la Organización de las Naciones Unidas para la EdCiencia y la Cultura.31 rue François Bonvin,75732 París Cedex 15,FranciaFax:01.45.68.57.45/01.45.68.57.47Correo electrónico:[email protected]:http://www.unesco.org/courier

    Director:René LefortSecretaría de dirección/ediciones en braille:Annie Brachet(01.45.68.47.15)

    Redacción en la sedeJefe de Redacción:John KohutEspañol:Araceli Ortiz de UrbinaInglés:Roy MalkinFrancés:Martine Jacot

    Ethirajan AnbarasanSophie BoukhariCynthia GuttmanLucía Iglesias KuntzAsbel LópezAmy Otchet

    TraducciónMiguel Labarca

    Unidad artística/fabricación:Georges ServatFotograbado:Eric FrogéIlustración:Ariane Bailey (01.45.68.46.90)Documentación: José Banaag (01.45.68.46.85 )Relaciones con las ediciones fuera de la sede y prensaSolange Belin (01.45.68.46.87)Asistente administrativa:Theresa Pinck (01.45.68.45.8

    Comité editorialRené Lefort (moderador), Jérôme Bindé, Milagros del ClcinoDa Costa, Babacar Fall, Sue Williams

    Ediciones fuera de la sedeRuso:Irina Outkina (Moscú)Alemán:Urs Aregger (Berna)Arabe: Fawzi Abdel Zaher (El Cairo)Italiano:Gianluca Formichi,Sira Miori (Florencia)Hindi:Shri Samay Singh (Delhi)Tamul:M.Mohammed Mustapha (Madrás)Persa: Jalil Shahi (Teherán)Portugués:Alzira Alves de Abreu (Río de Janeiro)Urdú:Mirza Muhammad Mushir (Islamabad)Catalán:Joan Carreras i MartÍ (Barcelona)Malayo:Sidin Ahmad Ishak (Kuala Lumpur)Swahili:Leonard J. Shuma (Dar es-Salaam)Esloveno:Aleksandra Kornhauser (Liubliana)Chino:Feng M ingxia (Beijing)Búlgaro:Luba Ranjeva (Sofía)Griego:Sophie Costopoulos (Atenas)Cingalés:Neville Piyadigama (Colombo)Vascuence:Juxto Egaña (Donostia)Tai:Duangtip Surintatip (Bangkok)Vietnamita:Ho Tien Nghi (Hanoi)Bengali:Kal Uddin Ahmad (Dacca)Ucraniano:Volodymyr Vasiliuk (Kiev)Gallego:Xavier Senín Fernández(Santiago de Compostela)Serbio:Boris Iljenko (Belgrado)

    Difusión y promoción:Fax:01.45.68.57.45

    Suscripciones e informaciones:

    Michel Ravassard (01.45.68.45.91)Relaciones con agentes de venta y suscriptores:Mohamed Salah El Din (01.45.68.49.19)Envios y números atrasados:Pham Van Dung (01.45.68.45.94)

    Los artículos y fotografías que no llevan el signo © (copyright) pueden reproducirse siempre que se hagaconstar “De El Correo de la UNESCO”, el número del quehan sido tomados y el nom bre del autor.Deberán enviaEl Correo tres ejemplares de la revista o periódico que lospublique. Las fotografías reproducibles serán facilitadas pla Redacción a quien las solicite por escrito. Los artícurmad os no expresan forzosamente la opinió n de la UNESCOni de la Redacción de la revista. En cambio, los títulos pies de fotos son de l a incumbencia exclusiva de ésta. Prúltimo, los límites que guran en los mapas que se publiocasionalmente no entrañan reconocimiento ocal algupar parte de las Naciones Unidas ni de la UNESCO.

    IMPRIMÉ EN FRANCE (Printed in France)DÉPOT LÉGAL : C1 - MA YO 1999

    COMM ISSION PARITAIRE N° 71843 -Diffusé par les N.M .P.P.The UNESCOCourier (USPS 016686) is published mon thly iParis by UNESCO. Printed in France. Periodicals postage paid Champlain NY and additional mailing offices.Fotocomposición y fotograbado:El Correo de la UNESCO.Impresión:Maulde & RenouISSN 0304-310X N°5-1999-OPI 99-58

    SumarioM ayo 1999

    DE TODAS LAS LATITUDES3 Nostalgia de Estambul Fotos de Selim Günes,

    Texto de Nedim Gürsel

    EDITORIAL9 La ciencia: ¿por qué y para quién? Federico Mayor

    NUESTRO PLA NETA10 En la Antártida, el horizonte se oscurece Entrevista a David Walton

    AULA ABIERTA14 Escuelas para ecociudadanos Cynthia Guttman

    TEM A DEL M ES

    17 ¿Quién poseelaciencia?por Roland Waasty Sophie Boukhari

    20 1. De la investigación a la innovación20 La doble vida de una investigadora M anfred Ronzheimer20 La unión hace la ciencia Lew is M . Branscomb23 Una pareja de hecho Harvey Brooks24 Innovar o desaparecer Pascal Byé25 Libre acceso o culto del secreto David Dickson27 Tres modelos convergentes Entrevista a Yoshiko Okubo28 2. El predominio de la tríada28 Las grandes tendencias de la ciencia m undial T. Braun,W.Glänzel,A.Schubert30 Todos contra El Niño Peter Coles31 Ex URSS: Desbandada general Jasmina Sopova32 China:Un lento renacimiento Ted Plafker33 Ciencia y conciencia en América Latina Hebe Vessuri34 Brasil:La tropicalización de los mercados Lucía Iglesias Kuntz35 Del pueblo y para el pueblo V. V. Krishna

    LIBERTADES37 El trabajo infantil:¿un mal menor? Sophie Boukhari39 Los menores pasan a mayores Luis Jaime Cisneros

    CULTURAS40 Democracia directa en Malí Dietlind Lerner42 La “ palabra” africana Jasmina Sopova

    CONEXIONES43 Un mundo de telenovelas Araceli Ortiz de Urbina y Asbel López

    HABLANDO CON…46 Mark Thomas, el humor como arma

    Portada e ilustraciones del dossier central © Claude Henri Saunier, Eure-et-Loir, Francia.

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    Mayo 1999- El Correo de la UNESCO3

    D E TO D A S L A S L A T I T U D E S

    Nostalgia deEstambulFotos de Selim Günes*

    Bullicio del mercado,olores intensos, frescor de un café cercade la mezquita, torres y minaretes, callejuelas que seprecipitan en el mar donde se mecen tartanas y gabarras:imágenes de Estambul que un gran escritor turco conservpara siempre grabadas en la memoria.

    Texto de Nedim Gürsel*

    nEstambul está presente en casi todosmis libros. Mi última novela publicadaen Francia comienza así: “ D u r a n t e

    mucho tiempo me levanté temprano. Eraallá,en la orilla asiática del Bósforo, en miq u e rida ciudad que me ha seguido pordoquier y cuyo recuerdo, como un hierrocandente, se encuentra para siempre gra-bado en mi memori a.”¿Qué puedo escri birsobre Estambul que sea nuevo, yo,e scrit o rturco que vive en París, sino la nostalgiapunzante que sufro lejos de ella y por ella?Con la frente inclinada sobre la página enblanco, la imagino, la invento gracias a laescritura.

    Poco a poco su silueta se perla a la luz

    de la lámpara.Emerge discretamente con susaltos minaretes, sus cúpulas de plomo, s ustorreones, sus murallas, sus torr es, sus ras-cacielos.Veo los muros leprosos,las palomas;siento el frescor de un café junto al patio deuna mezquita. M e imagino en un taxi. E lagua del Bósforo, p rofunda, azul oscuro,uye muy cerca. Los árboles se multiplicana medida que la carretera se estrecha.T r ans-atlánticos grandes como ciudades pasan atoda ve locidad,perseguidos por las gav iotas,dejando torbellinos de espuma.H endiendosu blancura resplandeciente, caiques y cor-moranes se mecen sobre el agua.Las casas demadera y las construcciones de cementoparecen empotradas unas en otras.De vez en

    * Nacido en Turquía,el f otógrafo Selim Günes, viajeroimpenitente, presentó en noviembre de 1998 laexposición “ Estambul-Estambul” en la galería de arteTaksim d e esa ciudad.

    ** Nedim Gürsel,escritor turco nacido en 1951,esautor de novelas, relatos, narraciones de viajes yensayos, traducidos a diez idiomas. Su novela Laprimera mujer (México, Ediciones Roca,1990) le valióel prestigioso Premio Ipekçi,atribuido por unafundación grecoturca, por su contribución alacercamiento entre ambos pueblos. Actualmente seestá rodando una película con guión suyo que llevarápor título “ Estambul mi amor” .

    Entrada de un han, edicio de ocinasdel barrio de Gálata.

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    4 El Correo de la UNESCO-Mayo 1999

    D E TO D A S L A S L A T I T U D E S

    1.Vivienda otomana situada en la orilla.

    cuando los ventanucos de un viejo ya l i 1decrépito deslan tras los vidri os. L uego,altos muros de jardines, callejuelas estre-chas que se precipitan en el mar, árboles ymás árboles. Redes secando al sol, p equeñaslanchas blancas, barcas de pescadores. D epronto al dar un viraje o en un cruce decalles, inesperadamente aparece frente a mí

    un cementeri o.Sé que es allí,en una de esastumbas, donde descansaré algún día. Pe ropor el momento,gracias a Dios,e stoy vivo yen Pa rís.Entonces me imagino en la plaza deKarakoy,sentado en un café próximo al mer-cado de pescado.

    El mercado está más animado quen u n c a . L os transeúntes afluyen hacia elpuente de Gálata, llevando bolsas repletasde comestibles. Verduras de temporada,pescados envueltos en plástico, f rutas secas,carnes ahumadas,quesos y salazones que seadivinan en los envases. Los pescaderos sed e s g a ñ i t a n , los clientes se apiñan, l a scabezas de pescado sanguinolentas caen alagua. Las cabezas de atún, de róbalo, decaballa otan en medio de pat atas podri das,de hojas de repollo y de puerr o.Sentado enel café de la esquina del mercado,miro a lamuchedumbre que aumenta con el airefresco del atardecer.Las redecillas de pro-visiones están a tope.En la plaza de K arakoyla circulación está bloqueada. L os ve h í-culos de alquiler avanzan pegados unos aotros.Los peatones procuran abri rse camino

    entre los autobuses, los camiones, las car-retas, los vendedores ambu lantes. To do s,con el pelo revuelto, parecen presa de unaagitación febri l. Desde mi puesto de obser-vación veo a la gente amontonada en losautobuses, los rostros empapados de sudor,inmóviles, alineados como arenques.Son losviajeros del sábado que,con la mirada apa-gada,esperan pacientemente.Viejos Ford,Chevrolet, Plymouth, Buick van repletos.Agobiadas por el cansancio, las cabezashumanas permanecen impasibles en esosvehículos sin aire con las puertas herméti-camente cerradas.

    Quiero recobrar el aliento. Respirar elaire marino, las olas espumosas que rugenen la inmensidad azul. M e invade un olorpestilente de aceite quemado, de sudor, d eorina.Aparto la vista de la plaza de Karakoy

    Arriba,minaretes de una mezquita del barriode Eyüf, en la ciudad vieja.A la derecha:hombr es en el café Aga Sokak,en el barrio de Beyoglu.Página de la derecha:Ropa t endida y ni ñosen el barrio de Balat,en la ciudad vieja.

    (continúa en la p. 8)

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    D E TO D A S L A S L A T I T U D E S

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    “ M ano antiguacubierta deanillos tendidahacia Europa”

    6 El Correo de la UNESCO-Mayo 1999

    D E TO D A S L A S L A T I T U D E S

    Situada en la orilla europea del estrecho delBósforo, en el cruce de las rutas terrestre ymarítim a de Asia a Europa y del mar Negro alM editerráneo, Estambul es el principal centroindustrial, comercial y portuario de Turqu ía.C o nsus 12 millones de habitantes, la aglom eraciónbate todos los récords de crecimiento urbano enel país.

    Fundada por los griegos en 658A.C. con elnom bre de Bizancio, la ciudad se convirt ió en lacapital del Imperio Romano de Oriente en 330D.C. , bajo el emperador Constantino, c u y onom bre llevó hasta la caída del Imperio Bizan-tino.En 1204, Constantino pla cayó en manos delos Cruzados. Sólo fue reconquistada por losgriegos en 1261, antes de ser tomada por losotomanos el 29 de mayo de 1453. M ehmetIIelConquistador la convirtió, en 1458, en capital delImperio Otomano y le dio como nuevo nombreEstambul. Sólo en 1923 perdió su función decapital en benecio de Ankara. En marzo de1973 fue inaugurado el famoso puente que uneambas orillas del Bósforo.

    “ M ano antigua cubierta de anillos tendidahacia Europa” , según dijera Jean Cocteau,Estambul alberga zonas históricas que desde1985 g uran en la Lista del Patrimonio M undialde la UNESCO. Entre los monumentos bizantinos yotom anos que allí coexisten, cabe mencionar lafamosa basílica de Santa Sofía, construida entre

    532 y 537 por orden del emperador Justiniano, yla mezquita Suleymaniye (en honor de Solimán elMagníco) inaugurada en 1556, sin olvidar laM ezquita Azul,Topkapi, el Gran Bazar, vestigiostodos de un pasado milenario. n

    Estambul

    Turquía

    Grecia

    Bulgaria

    Rumania

    Ankara

    Mar Negro

    Mar Mediterráneo

    A la der echa,un niño se refrescacon una raja de sandía en el barrio d e Fener,en la ciudad vieja.Debajo,d olmus (taxis) en el muelle de Karakoy.Página d e la der echa:un puesto de pescadofresco en el muelle d e Karakoy.

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    D E TO D A S L A S L A T I T U D E S

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    D E TO D A S L A S L A T I T U D E S

    Desde el puert o pesquero se vislumbr an losminaret es y las cúpulas de la Mezquita Azul.

    Un paseo por la calle de Istiklal, en el barrio deBeyoglu.

    y contemplo a la izquierda la otra orilla delCuerno de Oro. 2 Bruscamente el espectá-culo cambia. El horizonte parece ampliars e.Veo nubes que se difuminan a toda ve locidaden el viento del Sur. La torre de Baya ceto,erecta,se aleja paulatinamente en la luz ceni-cienta. Distingo a lo lejos los minaretes pun-tiagudos de la mezquita Suleymaniye , las

    pesadas cúpulas que aplastan las viejasmoradas, las cajas amontonadas que form anun muro frente al mercado. Las palomas dela M ezquita Nueva , pequeñas manchasnegras, salpican el cielo.Vuelan desde el pat iode la mezquita y vienen a posarse en losmuros ennegrecidos y los tejadillos del Bazare gi p c i o. C u riosamente la ribera opuestaparece más tranquila.En el mercado de pes-cado el ruido es ensordecedor. En una ondu-lación de colores, los buques de pesca amar-rados al muelle otan en el agua pestilente.

    Jirones de trapos gr asientos, cadáveres degaviotas cubren el Cuerno de Oro. El barcode Eyüp ha atracado junto al puente deGálat a3 y se vacía de sus viajeros.Un humoespeso se escapa de la chimenea. El hollínllueve sobre los racimos de uva s, sobre lasmanzanas lustradas de los puestos,sobre losviejos funcionarios sentados en los cafés delpuente, que fuman narguile recorriendo lascuentas de sus rosari os.Se balancean las lan-chas de la policía,las tart anas, las gabarras bar-rigonas.Se balancea la barca del pescador que

    vende pescado cerca del embarcadero. L ascabezas de pescado cortadas me repugnan.Me levanto entonces para ir a un barrio mástranquilo.

    Estoy de nuevo en las calles. M ientrasdeambulo entre las casas de madera con rejasde hierr o, tengo la sensación de estar viviendoun sueño lejano. Como si estuviera fuera de

    la ciudad, en un sitio desconocido e inacce-sible,frente a un decorado de teatro más alládel cual no es posible ava nzar.A veces pasancoches, a veces también vendedores calle-

    jeros.“ ¡ Trapero! ¡Chamari lero!”,lanza uno deellos.Otro grita que vende sandías o, a rras-trando la o, no pronuncia “ tomat es” sino“tumat es”.Y también “ ¡pimientos, beren-

    jenas, lechugas!” Gritos de antaño, de unEstambul que yo había olvidado.Venidos deun mundo irr eal.De un mundo al que ya notengo acceso incluso aunque estuviera allí presente. Sí, estoy en París y, como el gr anpoeta turco Orhan Ve li, muerto allí a lostreinta y cinco años,“escucho Estambul conlos ojos cerr ados”.Y los ve rsos de otro poetade Estambul cuyo nombre tengo en la puntade la lengua y sobre el que llovieron en abu n-dancia separaciones y nostalgias me vienen ala memori a:“Dos cosas sólo se olvidan con lamuerte/El rostro de nuestra madre y el denuestra ciudad.” n

    2. Brazo de mar que atraviesa Estambul.3. Uno de los puentes del Cuerno de Oro.

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    E D I TO R I A L

    Mayo 1999- El Correo de la UNESCO9

    nLa ciencia tri unfa: jamás su poder ha sido tan imponente. Ha logrado vencer enferm e-dades que diezmaban a poblaciones enteras, abolir trabajos extenuantes,s uprimir tareasrepetitivas y fa stidiosas.Ha tornado próximo lo lejano y ha ampliado el alcance de nues-

    tros conocimientos de lo innitamente grande y de lo innitamente pequeño,del mundo inert ey del mundo viviente.En resumen,ha conquistado el poder de moldear nuestra existencia,de modicar la vida.Pero también ha perfeccionado el poder de aniquilarla. La fuerza de unejército depende del número y la determinación de los combat ientes, pero también,p rinci-palmente, del grado de perfeccionamiento tecnológico de sus arm amentos:después de Irak,los bombardeos en Serbia constituyen el último ejemplo.

    Y,sin embargo, la ciencia se tambalea. Por primera ve z, desde el siglo de las Luces,la uti-lización que de ella puede hacerse se cuestiona:el vínculo entre progreso cientíco y pro-greso social se distiende,a tal punto que aquí o allá surgen resabios de oscurantismo.H iro-shima retumbó como un primer tru eno. Luego la crisis ambiental, f ruto del modelo dedesarrollo dominante, c onrió a este cuestionamiento de la ciencia una dimensión plane-taria.Ahora bien,ese modelo es indisociable de una utilización desenfrenada e indiscri mi-nada de lo que se da en llamar la innovación tecnológi ca. Por último, los progresos biotec-nológicos, que entrañan también inmensos peligros para la dignidad del ser humano,persiguen con demasiada frecuencia sat isfacer el mero afán de lucro de sus promotores.

    No se reprocha a la ciencia que no lo sepa todo: nadie la critica, por ejemplo, por nohaber obtenido aún una vacuna contra el sida o por no llegar a una conclusión sobre lateoría del Big Bang. Nunca ha pretendido haber llegado a su n, como algunos lo pro-clamaban para la histori a. Debe pues, qué duda cabe, seguir sondeando incansable-mente los innumerables misterios que perduran.

    Pero ya no puede —y sobre todo ya no podemos,gracias a ella y a su lado— eludir lapregunta primordial:la ciencia,¿por qué y para quién?

    Dicho de otro modo,las pri oridades de los inve stigadores, las orientaciones de sus tra-bajos,sus formas de organización,los niveles de nanciación que reciben,la circulaciónde los conocimientos a los que llegan,¿se orientan hacia el bien y el interés públicos? O,en perjuicio de la investigación fundamental y del largo plazo, ¿se destinan sobre todo alos consumidores con un mayor poder adquisitivo? A causa de la “ privat iza c i ón ”c recie n t ede la inve stigación, ¿no se están dejando de lado necesidades esenciales y unive rs a l e s ,p o rel hecho de que no son inmediatamente rentables?

    Los excluidos de este nuevo “poder cientíc o” deben hacer oír su vo z.Por ejemplo,l oshabitantes de las 600.000 aldeas privadas de electricidad o los dos mil millones de sereshumanos sin acceso al agua potable tienen derecho a exigir de la investigación que les bri nderespuestas adaptadas a sus tan escasos medios.

    M ás aún, toda la humanidad tiene derecho a exigir que la investigación se ocupe,con lamáxima pri oridad, de las causas de los problemas planetarios y de las formas de contrar-restarlos.Asimismo,los ciudadanos tienen derecho a exigir que se entiendan mejor los meca-nismos de las desigualdades y la exclusión que minan poco a poco la paz y la democracia.

    Para avanzar en ese nuevo contrato entre ciencia y sociedad,la U NESCO, con juntamentecon el Consejo Internacional de Uniones Cientícas (C IUC),congrega a nes del próximo mesde junio,en Budapest, a cientíc os,empresas pri vadas,gobiernos y actores sociales.Con unapreocupación pri mordial:que los benecios de la ciencia alcancen en primer lugar a los quedeja de lado. Su poder es tan grande que el progreso de estos últimos es a ese precio. n

    Federico Mayor

    Las prioridades de losinvestigadores,lasorientaciones de sus traba jos,sus formas de organización,los niveles de nanciación quereciben, la circulación de losconocimientos a los quellegan, ¿se orientan hacia elbien y el interés públicos?

    Laciencia:¿por qué ypara quién

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    10 El Correo de la UNESCO-Mayo 1999

    N U E S T R O P L A N E TA

    ¿A quién pertenece la Antárt ida?A nadie. La Antártida es un caso

    único: ese continente está regido desdehace casi 40 años por un tratado interna-cional (ver recuadro p. 12), por lo que nopuede ser administrado o controladocomo un terri torio sometido a una sobe-ranía nacional. Para modicar esas reglasse necesita el acuerdo unánime de los 27países signatarios del Tratado que tienenestatuto consultivo.

    ¿Se necesita visa para ir allí?Los ciudadanos de un país signat a ri o

    deben obtener el permiso exigido por elprotocolo sobre el medio ambiente de 1991.Como esos países representan 70% de lapoblación mundial, la mayoría de las per-sonas que se dirigen actualmente a la A ntár-tida tienen ese documento. Las agenciasde viajes lo expiden para los turistas. Los

    En la Antártida,

    el horizonte seoscurece

    En 1959, un tratado internacional convirtió a la Antárt ida en el“ cont inente de la paz y de la ciencia” . Ese texto fuecomplementado en 1991 con un protocolo para proteger elmedio ambiente de ese continente aislado. Pero la sombra deuna contaminación que viene de fuera se cierne hoy día sobreél. En vísperas de la reunión de los países signatarios delTratado Antárt ico (mayo de 1999, Lima, Perú), David Walton,experto del British Antarctic Survey (Centro Británico deInvest igaciones sobre la Antártida), explica por qué laconservación de lo que sigue siendo “ el lugar más limpio delplaneta” es importante para todos nosotros.

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    Mayo 1999- El Correo de la UNESCO11

    N U E S T R O P L A N E T A

    países no signat arios del Tr atado no tienenque otorgar un permiso.

    ¿Son nu mero sos los turi stas?Ese continente alejado de todo los at rae,

    con su fauna y sus paisajes sublimes.Comenzaron a venir por barco en 1960.Desde hace veinte años, su númeroaumenta regularm ente.En la última década,el turismo aéreo también se ha desarr ollado.En 1998 la A ntártida recibió más de 10.000turistas —lo que supera el personal de laestaciones cientícas locales y de sus basesl og í sti cas. Unos sesenta sitios se utilizanregularmente con nes turísticos.

    ¿Y esos tur istas contam inan?M uchos de ellos son conscientes de los

    problemas ambientales. Hasta ahora no

    disponemos de pruebas de deterioros queles serían imputables. Pero es absoluta-mente necesario limitar el número de visi-tantes antes de que la vida vegetal y animaldesaparezca, simplemente por efecto de lamuchedumbre.

    ¿Cómo hacer para lograrlo?

    Al parecer,por el momento no existe unmedio legal para poner un tope al númerode turistas en una zona internacional.L osEstados pueden ayudar otorgando autori-zación sólo a las agencias que tienen unaconducta ecológica responsable. A esasagencias les corresponde limitar el impactode los turistas controlando a sus clientes.

    Lo inquietante es que la capacidad de losbarcos de turismo aumenta:e mbarcacionesque pueden acoger hasta 1.700 pasajerosproponen cruceros a la Antártida, y otrosestán en condiciones de transportar a 800viajeros a algunos sitios. Hasta ahora hepodido comprobar que en esos barcos losguías realizan encomiables esfuerzos parainformar a los turistas y velan por el respetoriguroso de las reglas ecológicas cuandoestán en tierr a , donde no dejan ningúndesecho.Los navíos no arrojan sus basuraspor la borda en las aguas antárticas.Y, engeneral, los visitantes no parecen pert urbarseriamente la fauna.

    ¿Por qué es tan importante salvaguardar el

    medio ambiente antártico?Porque está menos contaminado queningún otro en el mundo. Es un caso espe-cial: no hay industrias,no hay agricultura,no hay poblamiento humano permanente.Puede serv i rnos de base para medir losniveles de contaminación en otras lat itudes.Nos dice si la situación se agrava o no. LaA nt á rtida sólo seguirá siendo científica-mente valiosa si es bien administrada.

    La extracción de testigos de nieve en laAntártida nos ha permitido medir la conta-minaci ón. Podemos seguir en la nieve lacurva del aumento de los niveles de plomoen la atmósfera desde la revolución indus-trial:el alza más rápida se produjo cuandose añadió al combustible de los coches. Lanieve conserva también el rastro de la conta-minación planetaria provocada por laspruebas nucleares de los años cincuenta ysesenta. Más recientemente, hemos podidodetectar partículas de carbono procedentesde los incendios de bosques tropicales.

    ¿Qué se puede hacer p ara conjur ar esasamenazas?

    Hay que distinguir entre los peligr o smundiales y locales. A nivel local, h a s t amediados de los años cincuenta se reali-zaron en la A ntártida pocas inve stigaciones

    cientícas.La única actividad económica erala pesca de la ballena. En esa época se consi-deraba que los océanos podían utilizars ecomovertederos, y arrojar basuras en zonasdeshabitadas era norm al. Cuando comencéa trabajar sobre la A ntártida en 1967,n ume-rosas estaciones de investigación ni siquierapensaban en el reciclado. Depositaban sus

    desechos en rincones perdidos de la A ntár-t i d a . L a m e n t a b l e m e n t e , dadas las bajastemperaturas de ese continente, práctica-mente no hay biodegradación:las basurasque las estaciones abandonaron desapren-sivamente en sus comienzos siguen allí.Esel problema de los desechos el que alarmóa los países del Tr atado y los impulsó armar en 1991 el protocolo para la protec-ción del entorno antártico. Ese texto, queentró en vigor oficialmente en enero de1998 pero es aplicado por la mayoría deellos desde 1991, introdujo reglamentosecológicos rigurosos y obliga a los Estadosa reparar los daños que provocaron.

    ¿Es ecaz ese protocolo?Se trata de las reglas de conservación y de

    gestión del medio ambiente más estri ctasdictadas hasta la fecha. Cubren la totalidadde las actividades humanas en la A ntártida yco n temp l an, entre otros, planes de cri s ispara combatir la contaminación marina y

    proteger la fauna y la o ra. Ninguna extra-cción,ninguna prospección minera o petrolí-fera será autorizada antes de los próximoscincuenta años. L os países del Tr at a d otomaron en serio su papel de administradorese hicieron grandes inve rsiones para cambiarciertas prácticas.Cuesta muy caro ser limpioecológicamente. Cuando Estados Unidosrmó el protocolo dedicó 30 millones dedólares a las operaciones de limpieza entorno a sus estaciones.

    Dicho de otro modo, ¿el protocolo funcionabien pero la contaminación llega delexterior?

    Así es. La mayoría de los contaminantesde la A ntártida proceden de las actividades

    Vista aérea de la Antártida:montañas rodeadasde nubes.

    Muerte de un albatro s heridopor un anzuelo.

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    N U E S T R O P L A N E TA

    industriales y agrícolas del hemisferio Nort e.Podemos medirlos en el aire, la nieve, lasplantas, los animales. Hay por ejemplo ungrupo part icularmente nocivo de productosquímicos denominados C O P , “ c o n t a m i-nantes orgánicos pers i s t e n t e s ” —i n s e c t i-cid a s , herbicidas y otras sustancias peli-grosas para el medio ambiente.No existen

    en la nat uraleza, se descomponen muy len-tamente en los ecosistemas marinos y ter-restres y se acumulan allí con efectos tóxicos.Ninguno es fa bricado o utilizado en la A ntár-tida;su utilización allí está hoy día prohibida,al igual que en muchas otras regiones delmundo.El hecho de que sea posible detectary medir su presencia en los pingüinos y lasfocas de la zona indica el nivel “ tope” de lacontaminación causada por esos productosquímicos en el mundo entero. El hecho deque muchos COP estén presentes en la A ntár-tida con tasas de concentración crecientesdemuestra que esos compuestos peligr ososse esparcen rápidamente y sin control y queno se puede hacer gran cosa para evitarlo.

    Cerca de 80% de las emisiones de g as conefecto de invernadero, que provoca elrecalentamiento del planeta y amenazazonas frágiles como la Antártida,vienen delos países del Nort e, los mismos quermaron el protocolo de 1991.¿No escontradictorio?

    En efecto, lo es. Es sorprendente que

    Estados que han cooperado admirablementepara preservar el medio ambiente antárt icono hagan un mínimo para controlar la conta-minación en su terri torio.El Tr atado A ntár-tico es un poco como el derecho marítimoi n t e rn a c i o n a l : todos los países están de

    acuerdo sobre lo que debe ocurrir en altamar, pero actúan de modo muy diferente ensus aguas terri toriales.El contraste es mani-esto entre lo que pueden hacer cuandocooperan en una zona que no poseen,que noexplotan y que carece de población autóc-

    tona, y lo que hacen en su propio terri torio,donde hay una población, una industria yaspiraciones a vivir mejor.

    ¿Qué se puede hacer?Es imposible impedir esta contamina-

    ción de “largo alcance”de la A ntártida,cau-sada por las actividades industri ales,mientrasesa contaminación prosiga en la fuente.To dolo que podemos hacer es tratar de mantenernuestra casa antártica limpia, teniendo cui-dado de que toda actividad sea objeto pre-viamente de un estudio de impacto sobre elmedio ambiente y utilizando las tecnologías

    y los procedimientos que reduzcan al mínimola degradación y la contaminación.

    ¿Es más fácil proteger el medio ambienteen la Antártida que en el Art ico?

    Los países del Tr atado A nt á rtico hanpodido imponer reglas ecológicas estri ctasprincipalmente porque no hay una pobla-ción autóctona que procure desarr ollarse aexpensas del medio ambiente. El A rt i c o,en cambio, tiene una población considerabley Estados soberanos en su terri to rio : l asactividades mineras y la extracción de hidro-carburos y de gas se realizan en gran escala.En Siberia los escapes de los oleoductosprovocan gigantescos derrames de petróleo,y las fundiciones crean problemas de conta-minación con metales pesados.

    ¿Quién es responsable del deter ior o delmedio ambiente ant ártico? Los ecologistasarm an que el Tratado no es claro sobreeste punt o.

    Es ciert o. Hasta ahora no se ha logr adoningún consenso.La cuestión está en el orden

    del día de la reunión de L ima en mayo.

    ¿Por qué lo s países no lleg an a un acuerdosobre el asunto?

    Ello plantea problemas complejos. H ayque conseguir que 27 países con 27 sistemas

    jurídicos diferentes y 27 visiones culturalesse pongan de acuerdo sobre el término “ res-p o n s a b i l i d a d ” . Ve a m o s , por ejemplo, e lconcepto de parque nacional. En EstadosUn idos, un parque nacional es una zonaprotegida perteneciente al Estado federal, q uela administra con un cri terio de conserva cióndel medio nat ural. En el Reino Unido, u nparque nacional no pertenece al Estado,s inoa numerosos propietarios pri vados.Su obje-tivo esencial no es la conserva c i ó n .H ay allí fábricas, zonas residenciales y dive rsas acti-vidades. No corresponde para nada a la ve r-sión nort eamericana, alemana y francesa delparque nacional.Por consiguiente,el mismotérmino jurídico tiene un sentido totalmentediferente según los países.Ese es uno de losprincipales problemas que enfrentamos.

    Alguno s Estados signatar ios del Trat ado,¿tienen aún reivindicaciones territ orialessobre la Antárt ida?

    El Tratado Antártico congela todas lasreivindicaciones terri toriales que existían

    El continente de lapazy de lacienciaLa acción internacional concertada en la Antár-tida se inició en 1957,con la in iciativa cientí-ca denomin ada “A ño Geofísico Internacional” .Sus resultados fueron tan impresionantes,cientí- ca y políticament e, que en 1959 lo s países par-ticipantes rmaron el Tratado Antártico, que entróen vigor en 1951. De una duración indenida,convierte al continente en una zona de paz y deciencia,congela todas las reivindicaciones terri-t o r i a l e s, prohíbe las actividades milit ares y eldepósito de desechos nucleares, y alienta lacooperación cientíca y logística m undial. Lossignatarios iniciales fueron:Argentina,Austr al ia ,Bélgic a , Chi le, Estados Unidos, Franci a, Japón ,Noruega,Nueva Zelandia,el Reino Unido,Sudá-frica y la Unión Soviética.Desde 1961 una am pliagama de m edidas adicionales se decidieron decomún acuerdo en las reunio nes regulares de lospaíses del Tratado Antártico.De los 43 países delTratado, los 27 que tienen estatuto consultivo

    aplican hoy día activos program as de investiga-ción científica en ámbitos que van de la altaatmósfera a las rocas bajo el glaciar continen tal,y de la bacteria en los testigos de hielo al origende los continentes del hem isferio Sur. M uchos desus proyectos son de tal envergadura (pore jemplo, el que persigue determinar si el conjuntodel glaciar continental está creciendo o f undién-dose) que sólo pueden ser realizados por vastosequipos internacionales que tr abajen durantemu chos años.Dieciséis nuevos países han adhe-rido al Tratado pero sin ini ciar investigaciones. Lospaíses del Tratado Antárt ico representan aproxi-madamente 70% de la población mundial.

    En 1991 rm aron un t exto anexo al Tratado,el protocolo sobre el medio ambiente, que prohíbedurante cincuenta a ños las operaciones min erase instaura un sistema de protección del medionatural. n

    Gracias a la política de limpieza del entor no, losbido nes viejos comienzan a desaparecer delpaisaje antártico.

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    N U E S T R O P L A N E T A

    en 1961, y éstas no pueden ampliarse nipuede añadírseles nada.La eliminación deesta fuente de tensiones permitió a las part esadaptar constantemente el Tr atado pararesponder a la evolución de las necesidadessociales y políticas de los 38 últimos años.Los consejos prudentes de la comunidadcientíca internacional sobre los mejores

    métodos de gestión del medio ambientehan cumplido un importante papel. E nvista de ello, el Tr atado A nt á rtico es unacuerdo internacional bastante diferentede los demás, pues al incluir a los investi-gadores desde el comienzo,pudo disponerde un asesoramiento cientíco de alto nive l.

    ¿Qué tipo de guerra cientíca se libra en laAntártida?

    Las características ecológicas de ese conti-nente permiten experiencias cientícas queno son posibles en ninguna otra part e.Estu-diamos animales y plantas que pueden viviren las temperaturas sumamente bajas y en laatmósfera extremadamente seca que carac-terizan a la A ntártida. Utilizamos la regi óncomo zona experimental para poner a pru ebateorías que intentan determinar si la vidapodría subsistir en M art e.Y administramosuna de las reservas de peces más vastas delhemisferio Sur.

    Dadas las características del campomagnético de la T ierra, la A ntártida presentac i e rtas part i c u l a ridades únicas que per-

    miten buscar las causas de los huracanessolares. Cuando se produce una erupción enel sol,un huracán de partículas cargadas selanza hacia la T ierra y afecta a su alta at mós-fera, donde se encuentran cientos de saté-lites de comunicación, de navegación y det e l e v i s i ó n . En la A n t á rtida medimos loshuracanes solares y elaboramos un modeloque nos avisará sus efectos probables:

    podremos así proteger los satélites tras-ladándolos a una órbita más segura ocolocándolos fuera de circuito.

    L os daños pueden afectar a gr a nnúmero de pers onas.Hace algunos años,u nhuracán solar creó corri entesinducidas tanpoderosas que provocó el colapso de la redde electricidad del conjunto de Quebec.S i

    podemos concebir un modelo capaz de pre-decir la fuerza del huracán, cuándo va aarreciar,etc. , podremos tomar precaucionese impedir efectos de ese tipo.

    También realizamos inve s t i g a c i o n e ssobre numerosos aspectos del recalenta-miento del planeta, de la fundición de losglaciares continentales y de la elevación delnivel del mar.

    Algunos dicen que las plataformas dehielo1 de la Antárt ida se desintegran yparten a la deriva. ¿Es eso exacto?

    Sabemos que algunas pequeñas plata-formas otantes de la península antártica sedesintegraron en los últimos cuarenta años.Ello no modica para nada el nivel del mar,puesto que otaban, pero muestra clara-mente que se está produciendo un reca-lentamiento regional import ante. Pero igno-ramos si el conjunto del glaciar continentalha sido afectado. Estamos preparando unmodelo, pero necesitaremos muchos añospara decir con certeza si los hielos conti-nentales pueden fundirse,y en qué plazo.

    ¿Qué sucede con la capa de ozono encimade la Antárt ida?

    El descubrimiento por la British A ntarcticSurve y, en 1985, del agujero en la capa deozono encima de la A ntártida atrajo la at en-ción sobre este problema: procesos indus-triales, en particular los clorou orcarbonos(CFC), afectan a la capa de ozono que impide

    Base estado unidense de McMurd o, cerca del mar de Ross.

    que peligrosos rayos solares lleguen hasta lasuperficie de la T i e rr a . En la pri m ave r apasada su espesor encima de la A ntártida fueel más no jamás regi strado. No logr aremosque el ozono suba a niveles de protecciónnormales mientras no hayamos eliminadotodos los productos químicos que lo des-truyen en la alta at mósfera. Como los CFCsiguen presentes, es muy improbable unrestablecimiento de la capa de ozono en lospróximos decenios.

    Actualmente existe un mercado negr ode los CFC que permite eludir las restri c-ciones a su comercio y a su producción. H aytantos CFC a nuestro alrededor —en los fri-gorícos y en las instalaciones de aire acon-dicionado — que no será fácil deshacerse deellos.Vamos a tener que afrontar una degr a-dación de la capa de ozono durante muchotiempo.Se reduce ya en el A rtico,y su espesorencima de Europa ha bajado en los últimosaños. Así sucede en el mundo entero. E salarmante ver hasta qué punto el difícil llegara dominar efectivamente un desastre plane-tario tan gr ave y proteger a las generacionesfuturas. n

    Entrevista realizada porEth irajan Anb arasan

    1. Formación a lo largo de las costas de hielohorizontal, de 2 a 50 metros de espesor, que llega

    El lugar másfrío, másseco,másventoso

    del mundo

    La Antártida y sus plataformas de hielo cubraproximadamente 14 m illones de km2, o sea10% de las tierras emergidas del planeta.Menos

    de 1% escapa a la glaciación permanente.Estecontinente, el más elevado de todos (su altumedia se estim a en 2.300 metros),está perptuamente cubierto por el m ayor casquete glacdel mundo, constituido por 400.000 años dcaídas de nieve sumamente compacta: tienehoy día en ciertos lugares cerca de 5 km despesor. El casquete glaciar contiene más de32 m illones de km3de hielo (alrededor de 90%de todo el hielo del mundo y 70% de su agd u l c e ) , p e r o, con precipitaciones m edias

    cinco centímetros por año solam ente, la Antár-tida es la región m ás seca de la Tierra.Es también la más fría (la temperatura media anualde -16˚C).La tem peratura más baja jamás regtrada en la Tierra fue en julio de 1983 en estación de investigación rusa de Vo s t o k8 9 , 6 ̊ C . Vientos sumam ente fuert es sopldurante todo el año, a veces hasta 320 km/horLa velocidad media anual registrada es daproximadament e 67km /hora, lo que hace qla Ant ártida sea la región m ás ventosa del pneta. n

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    A U L A A B I E RTA

    Escuelas paA la educación le incumbe un papel esencial para sensibilizar a los alumnosal desarrollo sostenible.

    nHa quedado atrás la época en que laeducación ambiental consistía en sacara pasear a los alumnos para que se

    familiarizaran con la ora y la fauna de sur e gi ó n .H oy día se trata nada menos que deinculcar a los alumnos conocimientos yvalores que los conv i e rtan en ecociuda-danos, es decir, en consumidores respon-sables y en productores y decisores capacesde medir las repercusiones de sus actos,incluso más allá de su entorno inmediato.

    En una sociedad con una conciencia clarade los problemas ambientales, los econo-mistas, por ejemplo, tendrán que saber quées un ecosistema equilibrado,en tanto que losbiólogos habrán de ser capaces de entendernociones como la eciencia económica.“ Sólomediante la educación es posible form arciudadanos capaces de integrar las dimen-siones ambientales en el momento de adoptard e c isione s ”,arma el biólogo Claude V ille-neuve.1 “El objetivo es cambiar los com-portamientos a n de disminuir el impacto

    de la actividad humana en la biosfera; s etrat a ,p u e s, de una educación orientada a laa c c i ó n . Una persona ecológi c a m e n t econsciente debe comprender por qué esimportante proteger el medio ambiente yactuar en consecuencia en su vida cotidiana.”

    Cambiar los comport amientosEn el colegio de Quebec en el que

    enseñan,Villeneuve y sus colegas aplicanestos principios en la enseñanza de todas lasdisciplinas científicas. Tanto en biologíacomo en química o en física, los alumnosdeben mostrar sistemáticamente que hanoptado por la solución menos nociva parael medio ambiente. Deben buscar cómodisminuir los desechos o concebir conte-nedores especiales para el reciclado.Al estu-diar fenómenos físicos como los meandrosdejados por el agua en los terrenos en pen-diente,observan los efectos de las modi-caciones de los cauces naturales, como laerosión, la deforestación o el aumento delnivel de las aguas. “ Todas las disciplinascontribuyen a un mismo objetivo: que losalumnos, al término de sus estudios,com-prendan cuáles son las prácticas ambientalessanas”, explica Villeneuve.

    Los sistemas educat i vos tradicionalesestán a menudo mal preparados para romperlas barreras entre las distintas disciplinas eintegrar las preocupaciones ambientales ensus progr amas. No obstante, un enfoquemás global empieza a imponers e . De laConferencia sobre el Medio Ambiente cele-brada en 1972 en Estocolmo a la Cumbrepara la T i e rra realizada en Río en 1992,desarrollo y medio ambiente han dejado de

    ser nociones opuestas para conve rtirse enconceptos relacionados entre sí. El creci-miento demogr áco, el agotamiento de losrecursos nat urales, el aumento de la conta-minación y la acentuación de las dispari-dades entre el Norte y el Sur, entre otros pro-blemas,nos enseñan que el actual derr oteroque sigue la humanidad es insostenible,t antopara el futuro de los seres humanos comopara el de la biosfera. Es preciso encontrarestrat egias que protejan los recursos del pla-neta y favorezcan a la vez un desarr o l l osocioeconómico más justo.De ahí la noción

    Un grupo de estudiantes observa pájarosen el bosque de Mont Kupe, en Camerún.

    Cynthia Guttman*

    * Periodista del Correo de la UNESCO

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    A U L A A B I E RTA

    alumnos la importancia de cuidar nuestrosrecursos nat urales, independientemente desu abu ndancia.” Para V illeneuve, una de lasmejoras formas de favorecer la transdisci-p l i n a riedad es lograr que los profesoressientan que participan en un proyecto edu-cat ivo común. En mat emáticas, la nociónde densidad puede ser explicada tanto conpuntos en una página como con el ejemplode los árboles en un bosque. Un profesorconsciente de los problemas ambientalespreferirá la segunda opción.

    Dentro y fuera de la escuelaH acer de la enseñanza un proye c t oorientado hacia el futuro y la acción exigela participación de la sociedad en sucon junto.En ese sentido cabe mencionar elejemplo de Toronto, una de las ciudadesmás multiétnicas del mundo. Cuando elministerio de Educación de la provincia deOntario emprendió una reforma escolar,el proceso de consulta no se limitó a los cír-culos académicos. Se hicieron encuestas aunas 7.000 pers ona s , p a d re s , p r ofeso r es,empresarios, representantes de ONG y demedios artísticos a fin de determinar enqué medida la educación debía respondera las exigencias de un mundo en transfor-mación. Se preguntó a los participantes loque, a su juicio,debían saber, hacer y va lorarlos alumnos al terminar sus estudios secun-darios. En lugar de señalar objetivos cen-trados en el estudio, los participantes des-tacaron conceptos como el espíritu cívico,el pensamiento crítico y la realización per-sonal.Según C harles Hopkins, uno de loscoordinadores del proye cto,“si hubiese quesubrayar en las respuestas las referencias almedio ambiente o al desarrollo económicoy humano, las páginas tendrían muchocolor”. Como señalan las instrucciones delp r o gr a m a , “aprender debe ayudar a los

    alumnos a adoptar un estilo de vida quefavorezca el equilibrio social y nat ural,tantoen el plano nacional como mundial”. E lmedio ambiente es un tema presente ennumerosas disciplinas, de las ciencias nat u-rales a las ciencias sociales.

    Pero el aprendizaje puramente escolarno basta para provocar cambios de actitudes.Hay que empezar por desarrollar en los niños

    Un campamento de verano conmensa je“Allá en la aldea la vida es dura, la sequía haceestragos y los animales se mueren. No haytraba jo, vivimos aislados y falta de todo. Por esovine a la ciudad” , dice M odou a sus amigos. Perosu nueva vida no es mucho mejor: M odou noencuentra trabajo, y descubre la prostitución, laschabolas y la violencia urbana. Seis meses mástarde, se entera de que los habitan tes de su aldeahan creado una organización para mejorar susituación, en particular excavando pozos de agua.Decide entonces regresar con los suyos.

    El éxodo rural es uno de los muchos temas

    abordados en los diálogos, tiras cómicas, poemas,relatos breves y juegos realizados en agosto de1998 po r jóvenes de 12 a 25 años en el campa-mento de verano de Palmarin,aldea costera deSenegal. Organizado por la UNESCOy laONGGroupepour l’Etude et l’Enseignement de la Population(GEEP), su nalidad es hacer que los jóvenes tomenconciencia de problem as relacionados con eldesarrollo sostenible.

    Los participantes debían, entre otras tareas,elaborar un manu al que sirviera de guía a otrosadolescentes empeñados en la m ovilización de la

    comunidad y en actividades de sensibilizaciónde la opinión. Impreso en 2 .000 ejemplares y dis-tribuid o actualm ente en las escuelas senegalesas — en part icular la s que ap lican programas sobre

    entorno, población y desarrollo (EPD

    ) —, el manualproporciona un método ecaz y dinámico entender y resolver los problemas que planesas cuestion es.

    Dos capítulos del libro presentan un diáseguido de preguntas en las que se pide a losticipantes que analicen tem as tales como las ccuencias de la urbanización incontrolada, la edel litoral y el matrimonio prematuro.A conción deben buscar soluciones explicando sussiones. En el campam ento se puso a prueba capacidad de comunicación de los participan

    temas presentados en el manual. Las mañanadedicaban a la preparación del manual y las ta acti vidades prácticas en d iversas aldeasgrupo trabajó en un proyecto de reforestacotro realizó m urales sobre tema s deEPD, mientrasun tercero organizó reuniones con la poblapara desarrollar una campaña de sensibilizaEl campamento permitió también a los jóvde las áreas rurales y urbanas trabajar unidcolmar el foso que separa a ambos mundoformar a fut uros educadores para un fut uroviable. n

    Peer education for a viable futu re. A M anual foyoung p eople (Educación por los pares para un viable. M anual para jóvenes), UNESCODakar/GEEP.

    la autoestima,ya que sin ella es poco probableque se interesen por los demás o por sue n t o rno. L uego, los maestros deben esti-mular iniciat ivas que tengan una resonanciapositiva en la comunidad. “No es posible

    de s p e rtar interés por los demás y por elmedio ambiente dictando conferencias. L aenseñanza ha de favorecer la part icipación”,destaca O.J.S ikes,del Fondo de las NacionesUnidas para Actividades en mat eria de Po bla-ción.“L a formación del personal docente esesencial y su ausencia puede hacer peligr arcualquier proye cto. En muchos países delAfrica francófona, la falta de fondos paraimprimir mat eriales y para formar al per-sonal docente frena la difusión del conceptode desarrollo sostenible.”Es más,cambiar loscomportamientos no es una tarea que acabeal concluir la jornada escolar. El apoyo de lacomunidad es esencial para que el progr amatenga éxito. En den itiva, una de las pri-meras tareas de los jóvenes es cuestionar eincluso modificar las actitudes de susmayo res. n

    1. Qui a peur de l’an 2000? Guide d’éducation relati ve àl’ envi ronnement pour le développement

    Colegiales visitan u na zona húmedaperteneciente a una fábrica químicaen Asturias, España.

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    ¿Quién poseelaciencia?

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    n“L o que es bueno para la ciencia es bueno parala humanidad.”Hasta el término de la guerra fría,unos pocos contestat arios se atrevían a poner en

    duda este postulado, heredado de la losofía de lasLuces y reforzado después de la Segunda Guerr aMundial.La ciencia estaba adornada de una aureolabenéca pese a las amenazas de apocalipsis nuclear quehabía hecho posibles. En el Este como en el Oeste, l ecorrespondía una misión sagr ada:garantizar la segu-ridad y la prosperidad de las naciones.

    En Estados Unidos, acaudalado dirigente del“mundo libre”después de 1945,se impuso la idea deque los ciudadanos debían conar en el Estado y enlos cientícos y que era preciso gastar sin tasa nimedida en la investigación fundamental y militar:con el tiempo la ciencia pura produciría necesari a-mente aplicaciones útiles para el progreso y el bienestarde la sociedad. Se encargó a las unive rsidades y agrandes fuentes de n anciación, como la Nat ionalScience Fo undation o a los distintos cuerpos del

    Respectivam ente, sociólogo del Institu to de Investigación para el Desarrollo (Francia) y periodista delCorreo de la UNESCO.

    Roland Waasty Sophie Boukhari*

    Durante mucho tiempo la ciencia fue un asunto queincumbía sobre todo a los responsables polít icos y a losinvestigadores de las grandes pot encias. “Tengancon anza en nosotros —decían a los ciudadanos—trabajamos para ustedes, para su seguridad y suprosperidad.”

    Este cont rato tácito entre ciencia y sociedad ya noes válido. En la batalla económica mundial,la investigación sirve cada vez más al mercado y seorienta hacia la innovación tecnológica. Las fronteras seesfuman entre los laboratorios, públicos y privados, y losservicios comerciales de las empresas. Entonces, ¿cómola ciencia, que se asimila cada vez más a un “recursocomercial”, puede bene ciar a todos?

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    e jército, la misión de determinar las pri oridades de lainvestigación.En Francia también se estimaba que losciudadanos debían tener conanza en las autori dades,que optaban por una ciencia más “ orientada”:cabíaal Estado la responsabilidad de denir una política yámbitos estrat égicos, y luego administrar y n anciarlos organismos de ejecución adecuados (el CentroNacional de Investigación Cientíc a,el Comisari ado

    de la Energía A tómica,etc.).El resto del mundo se ins-piró en esos modelos.Esos dispositivos tenían la ventaja de otorgar una

    cierta autonomía a los inve stigadores. Valoraban lainvestigación fundamental que produce nuevos saberescon innumerables aplicaciones. Pero también sir-vieron de coartada para justicar gastos públicos sun-tuarios, con nes civiles y militares. Y el contrat otácito entre investigadores y sociedades adolecía de undécit de unive rsalidad y de democracia:la ciencia sedesarrollaba esencialmente en algunos centros metro-politanos, en un marco nacional, y los simples ciuda-danos jamás eran consultados.Las orientaciones de lainvestigación dependían esencialmente de elites polí-ticas y cientícas y de los “complejos militares indus-triales”de algunas grandes potencias.

    Desde hace unos veinte años se han producidograndes cambios en el mundo de la inve stigación.Lacapacidad de iniciat iva del Estado se ha debilitado.La ideología del progreso despierta dudas y contro-versias.El prestigio de la ciencia,a poyada en las tec-nocracias públicas,ha perdido terr eno.Sus gr andeso rientaciones tienen cada vez más en cuenta losintereses de las empresas pri vadas, que hoy día enciertos países industrializados nancian y realizan dos

    terceras partes de la inve stigación.Esta nueva situación obedece a dive rsos fa ctores.Desde los años setenta,los benecios de la tecnocienciaempezaron a cuestionars e,en especial por los mediosecologistas y en el Tercer M undo. Al término de laguerra fría,los intereses estrat égicos que justic aban

    “La ciencia no m e interesa. Me parece presuntuosa,analític a y superc i al.Ign or a el sueño, el azar, la r isa,el sentim iento y la contradicci ón,cos as todas que m e son preciosas.”

    Luis Buñuel,cineasta español (1900-1983)

    GlosarioCapital de ri esgo. El invertido por un inversionista privadoo una empresa que acuerda nanciar un proyecto a cambiode una part icipación en la comp añía que quiere desarrol-larlo pero no tiene capital o garantías suficientes paraobtener préstamos. Si el producto desarrollado no t ieneéxito, el inversionista puede perder buena parte o la tota-lidad de su capital.Innovación. Introducción de una nueva técnica, productoo proceso de produ cción.En ciencia,la innovación p uedeadoptar dos formas. La primera,conocida como innovaciónincremental, se encamina a m ejorar un producto o a lanzaruno nuevo m ediante pequeñas adaptaciones. El segundo,más radical y mu cho menos frecuente, permite d esarrollarun nuevo sector, como por ejemplo la bio tecnología.Invento.Creación o descubrimiento de algo nuevo o des-

    conocido por medio del ingenio y la meditación o porcasualidad.Investigación aplicada. La encam inada a desarrollaraplicaciones prácticas para la investigación fundam ental.

    Investigación fundamental.Teórica o práctica,se emprendepara adquirir nuevos conocimientos sobre los fundam entosde los fenómenos y hechos observables sin perseguir deantemano ninguna aplicación o uso particular.Invest igación y Desarrollo. Combinación de investigación

    cientíca y desarrollo tecno lógico que conduce a un nuevoproceso o producto y a su realización a escala com ercial.Se abrevia comoI+D.Patente. Documento en el que o cialmente se otorga elderecho exclusivo a poner en práctica una determinadainvención por un periodo de tiempo.Tecnología.Conjunto de conocim ientos cientícos y empí-ricos para alcanzar un resultado p ráctico:un producto, unproceso de f abricación,u na técnica,un servicio, una m eto-dología.Transferencia de tecnología. Proceso por el que se trans-mit e o adapta la tecnología a un contexto diferente,por logeneral mediant e su exportación desde un país desarrol-lado a otro menos desarrollado.

    Fuentes: OCDE, Diccionario de uso del español actual Clave (EdicionesSM,1997) y Vocabulario cientíco y técnico de la Real Academia deCiencias Exactas, Físicas y Naturales (Espasa Calpe, 1996).

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    ¿Quién posee laciencia?

    importantes nanciamientos públicos cambiaron, ylos fondos otorgados por razones militares dismi-nuyeron considerablemente.Estados Unidos advirt ióentonces con angustia que el Ja pón,donde la inve sti-gación estaba dominada por la industri a, realizabaproezas en sectores de vanguardia como la inform á-tica, la electrónica o los nuevos mat eriales.Por último,mientras los rendimientos económicos se torn aban

    preponderantes, se difundió ampliamente la idea deque la empresa era mucho más ecaz para lograr el bie-nestar de los pueblos que el establishment político ycientíco. En esta batalla por la competitividad, l aciencia perdió su supremacía en provecho de la “ inno-vación” tecnológica (pp. 21-24): el objetivo númerouno fue entonces desarrollar nuevos productos y pro-cedimientos de fa bricación innova dores.

    Como el poderío de una nación depende de susresultados económicos —y por ende de su capa-cidad de innova ció n —, se estima que todos susactores,inclusive el Estado y las unive rsidades,han dereforzarla. Por doquier, los dispositivos de inve stiga-ción se reestructuran para producir pri oritariamenteobjetos inéditos, más rápido y más barato (p. 2 7).Los cientícos son menos apreciados por su desinterésque por su sentido de ecacia mercantil. En vista deello, las fronteras entre el sector público y el sector pri-vado se difuminan.Se tienden puentes entre ambos,que los investigadores son cada vez más numerosos enfranquear (p. 2 0).Asimismo, se torna difusa la dis-tinción entre la investigación fundamental y la aplicada,llamadas a interactuar de manera permanente (p.2 3)Es part icularmente marcada la sinergia entre lasempresas de alta tecnología —que realizan 40% de la

    I+D industrial pri vada en los países industri alizados.Por un lado,esas evo luciones, paralelas a la mundia-lización de los intercambios económicos,no hacen másque reforzar el predominio de la tríada EstadosUnidos-Europa- Japón sobre la investigación (pp.2 8-29).Aún cuando algunos países de A sia,como China(p.31),aumenten su capacidad de innova ción,regionesenteras están en vías de exclusión. La ciencia “ almargen de la tríada” había permitido progresos queno son de despreciar —en medicina,a gricultura,cien-cias nat urales,economía, etc.— y a continuación sehabía desarrollado fuertemente dentro de algunosnuevos Estados independientes. Por último, la inve s-tigación decae en ciertos países de A mérica Lat ina,sederrumba en los países de la ex URSS y se desert icaen el A frica negra (pp.32 a 34).

    Por otra parte, un proceso de mundializaciónparcial de la investigación está en curso:la coope-

    ración internacional se refuerza (esencialmente,d enuevo, entre países de la tríada y entre países asiá-ticos), aunque más no sea porque los presupuestospúblicos se han reducido dentro de cada país (p.3 0).

    Los trastornos que se han producido en el uni-

    verso de unos 4,5 millones de cientícos e ingenierosdel planeta no han dejado de suscitar vivos debat es.Al intentar poner a la ciencia al servicio del mercado,¿no se corre el riesgo de que la mayor parte de lahumanidad quede pri vada de sus beneficios? A lobligar a las universidades y a los laboratorios delEstado a mejorar su rentabilidad,¿no se va a liquidarla investigación fundamental, en la que el sectorpúblico desempeña un papel decisivo?

    ¿Cómo luchar contra las desviaciones de la obten-ción de patentes —que no se limita a proteger lasaplicaciones de la investigación sino que permite tam-bién “ privat izar” algunos descubrimientos? ¿Cómocontrarrestar la aparición de una cultura del secretoque amenaza la libre circulación de los conocimientos(pp.25-26)? ¿Cómo evitar que sectores completos dela investigación se descuiden y que sólo algunos “ sen-deros tecnológi cos” se exploren, cuando son cadavez más las empresas que tratan de crear monopoliosimponiendo sus normas? En la era de la genética y delo virt ual, ¿cómo eri gir frenos éticos y conjugar elprincipio de precaución con la ley de máxima renta-bilidad? Todas estaspreguntas deberían incitar a losresponsables a dar nuevo impulso a una actividadcien t íca realmente unive rsal (véase el recuadroarriba ) . Deberían también motivar a la opiniónpública a iniciar el debate indispensable sobre losmedios y los nes de la investigación (pp. 35-36).Pero para eso los ciudadanos tendrían que saber loque está suc ediendo. n

    Gasto interior brut o deI+D (GIBID) mundial envolumen y como porcentaje delPIB

    (en miles de millon es de dólares PPA*)

    Año GIBID GIBID (como porcentaje del PIB)1990 387,7 /425,7* * 2/2,2* *

    1992 428,58 1,81994 470,4 1,4

    * Paridad del Poder Adquisitivo** Estimaciones baja y alta ligadas a los cambios en la ex URSS.

    Fuente:Inform e Mund ial sobre la Ciencia 1998,UNESCO

    Budapest, capital mundialde la cienciaApesar de su vertiginoso avance y de su im pacto socioeconómico, la ciencia ement e problemas de conanza e inversión,así como di cultades de índoanalizar la problemática,la UNESCOy el Consejo Internacional de Uniones Cientícas IUC)han convocado conjunt amente una Conferencia que,bajo el lema La Ciencia pun nuevo comprom iso, convertirá a Budapest en capital cientíca mundial de1° de julio de 1999.

    En palabras de Federico M ayor, director general de la UNESCO, la conferencia,primera desu nivel de los último s veinte años,“ permitirá a los cientícos, a los responsables de las deci-siones y a las demás partes implicadas analizar juntos los grandes problemasciencia y a la sociedad y negociar un nuevo contrato ent re estas dos últimas”

    Entidades como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo EconCDE),el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), el Banco Mund ial o la revista Nature expertos de todas las disciplinas cientícas participarán en los seis días de debabocarán en una Declaración sobre la Ciencia que enfatizará el com promiso polítrollo científico y e n una Agenda para la Ciencia - M arco p ara l a A c c i ó n, que pretendeimpulsar asociaciones en el campo d e la ciencia para aplicarlas al desarrollo ymedio ambiente.

    Para Jean-François Stuyck -Taillandier, director ejecutivo d el CIUC, la originalidad de la citade Budapest estriba en que reunirá a los cientícos y a los responsables de la siones públicos y privados. “ Nuestra intención es mostrar lo que la ciencia ha hechoque todavía puede hacer y, por supuesto, lo que por razones éticas o de otra ínni deberá hacer.” n

    Más inform ación:htt p://helix.nature.com/w cs/

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    20 El Correo de la UNESCO-Mayo 1999

    Regina Reszka inició su carrera en los laboratorios de la ex RDA.Tras la caída del muro de Berlín, prerió lanzarse a los negocios.

    Ladoble vidadeuna investigadoraM anfred Ronzheimer*

    Las fronteras entre la investigación fundamental y la aplicadase esfuman en benecio de la innovación tecnológica.

    La uniónhace la ciencia

    nPara la berlinesa Regina Reszka,lo más difíciles conciliar sus actividades de investigadora yde mujer de negocios. “ Hay un abismo entre el

    mundo de la economía y el de la ciencia”,advierteesta química de 46 años que creó una empresa debiotecnologías llamada G OT , en 1995. E n c a rn auna nueva categoría de cientícos que, en todaspartes del mundo, se debaten entre las probetas y losbalances contables.R egina Reszka nunca ha dejadode trabajar en laborat orio y realmente tiene alma deinvestigadora. Pero no olvida que lo que importa hoydía es procurarse fondos.

    GOT trabaja con preparaciones a base de pequeñasgotas de gr asa, los liposomas, destinadas a lucharcontra el cáncer. L a principal técnica de ingenieríagenética que ha elaborado permite enri quecerloscon fragmentos de ADN capaces de limitar la proli-feración de las células cancerosas.Podría ser utilizadaen caso de que fallen la quimioterapia o los rayo s.

    Nada preparaba a esta investigadora para lan-zarse a la conquista del mercado y de los pat rocina-

    dores. Después de realizar estudios de química enLeipzig, inició su carrera del lado este del muro deBerlín, en el Instituto Central de Investigación sobreel Cáncer de la poderosa Academia de Ciencias de la

    RDA.Después de la reunicación en 1990,se incor-pora al Centro Max Delbrück de Medicina Molecular(MDC), un importante organismo nacional de inve s-tigación.Pero su trabajo no le sat isface.Está cansadade escribir para publicaciones cientícas y de lasintervenciones en los congr esos.Quisiera contri bu irdirectamente a mejorar la situación de los enferm os.Si creó una empresa, a rm a,fue por razones “ éticas”.

    Al principio,Regina Reszka y sus cinco colabo-radores no tenían más que sus ahorros, 450.000marcos (250.000 dólares) para fundar G OT. Perotodo les conrmó que valía la pena vivir la ave ntura.En los años noventa,numerosos investigadores dela ex R DA sufrían las consecuencias de la ola de libe-rali s m o. Muchos fueron despedidos después delc ierre de sus laborat o ri o s , como resultado de launicación de las estructuras de investigación en1992.Varios institutos de la antigua Academia deC i e n c i a s , por ejemplo, tuvieron que cerrar suspuertas, dejando a 14.000 cientícos en la calle.D eahí que la fundación de pequeñas empresas cobrara

    caracteres de avalancha.Desde hace algunos años, el desarrollo de las bio-tecnologías cuenta con el estímulo de las autori dadesalemanas. En 1996,G OT recibió una subvención de

    nL os industriales enfrentan actualmente dosproblemas en apariencia contradictori o s :fabricar productos siempre más novedosos que

    incorporen las últimas tecnologías y reducir radi-calmente los costos así como los plazos de comer-cialización.

    El primer imperat ivo exige un acceso al saber delas mejores unive rs i da d e s ; requiere la capacidadde emprender investigaciones imagi nat ivas así comoun entorno creativo propicio a la innovación. Elsegundo exige planificar la producción a cort oplazo, utilizar plenamente los recursos y limitar almáximo los riesgos de orden técnico. Esas exigen-cias a veces incompatibles no son nuevas. Pero, entiempos menos competitivos en los que las téc-nicas eran más sencillas,esas operaciones se reali -zaban unas tras otras:a un descubrimiento cientí-

    co seguía una investigación aplicada para fa bricarel prototipo de un producto destinado a la venta.Una vez concluido el prototipo, las empresas pedíana sus ingenieros que determinaran el proceso nece-sario para fabricarlo.

    Este método secuencial puede tomar tiempo.Las primeras aplicaciones de los grandes descubri-mientos rara vez tenían gran éxito.H oy día,los inno-vadores se esfuerzan por desarrollar simultánea-mente los conceptos cientícos y comerciales.A horala ciencia ya no está disociada de la tecnología. A lcontrario, la concepción del producto y su proceso defabricación se conjugan con la ciencia por mediode la investigación fundamental para conducir a unatecnología constantemente perfeccionada.

    Esta unión entre investigación cientíca e inno-vación comercial pudo lograrse gracias a las pro-

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    Mayo 1999- El Correo de la UNESCO21

    ¿Quién posee laciencia?

    Lewis M. Branscomb*

    * Periodista en Berlín,Aleman ia

    1,4 millones de marcos (unos 800.000 dólares) delM inisterio de Investigación. También obtuvo, ennoviembre de 1998, el Premio de la Innova ciónotorgado por los Länder de Berlín y Brandembu rgo.Su equipo trabaja en el recinto del Centro MaxDelbrück, que agrupa a la vez hospitales, i nstitutospúblicos y laboratorios alquilados a empresas pri-vadas. Uno de los procedimientos más destacados

    de G OT fue patentado en el marco de un proyectoprogramado por el M DC .La pri o ridad de la empresa, explica Regi n a

    Reszka, es hoy lanzar la segunda fase de las pru ebasde ese procedimiento. H ay que encontrar “ socioscon una situación sólida”, pues el costo de la opera-ción asciende a 10 millones de marcos (unos 5,5 mil-lones de dólares).La conferencia “Bio-Europe Pa rt-nering”, que se celebró en Berlín en diciembre de1998, le permitió establecer unos diez contactos conotras empresas jóvenes de biotecnologías y socie-dades de capital de ri esgo.Estas últimas inv ierten enlas investigaciones más innova doras.Obtienen impor-tantes benecios si las innovaciones de sus pat roci-nados se venden a grandes compañías, que lasfabrican a escala industri al.

    Fueron numerosas las sociedades norteameri-canas que asistieron a esta conferencia. Como lainnovación en el ámbito de las biotecnologías marcael paso desde hace dos años en Estados Unidos, s einteresan cada vez más por Europa.“M e sorp rendiómucho que los estadounidenses me propusierande entrada crear una empresa conjunta”, cuentaRegina Reszka. El mismo día,quisieron visitar losl a b o r at o rios donde G OT efectúa sus trabajos.

    “Estamos en negociaciones con dos grandes fa bri-cantes de liposomas instalados en Estados Unidos”,p r o s i g u e .R e gina Reszka se lanza a la conquista delOeste.A menos que sea al revés. n

    fundas transformaciones del mundo de la ciencia yde la ingeniería después de la Segunda Guerr aM u n d i a l . Antes de 1940, la mayor parte de losconocimientos técnicos procedían de la observa ciónempírica. Para admitir una nueva idea era necesari orealizar un prototipo y someterlo a prueba. Pero,después de la guerr a, la ciencia ha hecho progr esosconsiderables y todo ha cambiado.

    Tomemos el ejemplo de las grandes computa-doras de I BM, en las que la concepción del productoy la tecnología para fa bricarlo han de desarr ollarsesimultáneamente.Los circuitos más rápidos exigen quela computadora tenga una nueva estru ctura.Pero nose puede probar un prototipo rediseñado sin disponerde los nuevos circuitos.Ahora bien,gracias a la simu-lación por computadora tanto de los circuitos comode la máquina, los ciclos de producción pueden redu-cirse a la mitad.Es así como una primera computadorasalió de la cadena de fa bricación sin que se hubiera rea-lizado ningún prototipo, s alvo virt ualmente.

    “La im aginación es m ás im por tante que esaber.”

    Albert Einstein,físico de ori gen alemán

    (1879-1955)

    * Profesor emérito de laUniversidad de Harvard (EstadosUnidos),catedrático de “ Políticaspúblicas y estrategias deempresas”

    Porcentaje deI+D nanciado por el gobierno y la industria,

    en los países de la OCDE, 1981-199610090807060504030

    20100

    1981 1986 1991 1996

    45

    51,2 54,158,7

    4235,8

    32,3

    61,3

    z Industriaz Gobierno

    Fuente: Main Science and Technology Indicators, OCDE,1998.

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    22 El Correo de la UNESCO-Mayo 1999

    Hoy pueden concebirse incluso las moléculas y losmat eriales más complejos, que incluso ni siquieraexisten en estado nat ural,para responder a necesidadescomerciales especíc as.Los laborat orios fa rmacéuticosque conciben moléculas presumiblemente dotadas depropiedades terapéuticas deben trabajar así en ellímite de los conocimientos químicos y biológi cos.Lafrontera entre la ciencia pura y la investigación aplicada

    se torna así muy difusa.Instrucciones para el usode las tecnolog ías

    La investigación fundamental desempeña tam-bién un papel esencial en mat eria de innovación tec-nológica más compleja, ya que permite optar conconocimiento de causa entre tecnologías diferentes.Robert Galvin, ex gerente general de Motorola, 1 dauna enorme importancia a la preparación de guíaspara ayudar a las grandes empresas a elaborar suse s t r at e gias tecnológi c as. Esas guías exponen losdi versos progresos tecnológicos que cabe preve ren el estado actual de nuestros conocimientoscientícos y ayudan así a optar por la tecnología conmayores posibilidades de desarrollo.

    En una época en que es cada vez más difícilintroducir mejoras en un determinado ámbito tec-nológico, suele ser vital para una empresa adoptarotra tecnología con mejores pers pectivas. En los añossetenta y comienzos de los ochenta,Ralph Gomory,entonces director de investigación en I BM, constituyóequipos cuya misión era adquirir conocimientoscientícos susceptibles de ayudar a las empresas aescoger acertadamente entre las tecnologías. Los tra-

    bajos de esos equipos llevaron a I BM a renunciar alas uniones de supraconductores Josephson,alter-nat i va radical a la utilización más tradicional desemiconductores de silicio en los circuitos inte-grados. Asi mi smo, I BM estimó que las plaquetaselectrónicas con un semiconductor de silicio ofrecíanperspectivas mucho mejores que las provistas desemiconductores de metal que empleaba en esaépoca,aunque estas últimas fuesen más baratas.

    El propio marco institucional de la innova c i ónestá en plena transform ac ió n , lo que contri bu yetambién a cuestionar la distinción tradicional entrei nvestigación fundamental e investigación apli-cada. Si bien la investigación fundamental sigue rea-lizándose en los laborat o rios de las firmas másdinámicas en el plano tecnológi c o, esas empresasson cada vez más pequeñas y se vuelcan en mayo rmedida hacia el modelo de investigación mitadc ien t í ca, mitad tecnológi ca, ya mencionado. H oyson las pequeñas estru ctu r as, altamente especiali-zadas, las más innovadoras en el plano tecnológi co.

    Esas empresas pequeñas y medianas sonsociedades técnicamente más especializadas ymás rápidas e imagi nat ivas que sus clientes demucho mayor enve r gadu r a. Trabajan conjunta-mente con éstos, por medio de Intern et, hasta elpunto de conve rt i rse en miembros a carta cabalde sus equipos de inve stigaci ón .Todo ello se tra-duce en un fuerte aumento de la productividad yde la innovación en el conjunto de la economía.

    En Estados Unidos dicho fenómeno ha contri-buido al crecimiento económico sostenido deestos últimos años.

    Una ciencia “ jeff ersoniana”¿Cómo denominar este tipo de investigación diná-

    mica en la que se conjugan ciencia y tecnología?Donald Stokes, de la Unive rsidad de Pri nceton ,oponía la investigación fundamental “ orientada hacialo útil” de Pasteur a la que el físico nuclear danés NielsBohr calicaba de “fundamentalmente pura”. Acomienzos del siglo XIX el presidente de EstadosUnidos T homas Je fferson había encargado a la expe-dición de Lewis y Clark al extremo norte del conti-nente americano (Pasaje del Noroeste) que recogi erael máximo de datos cientíc os,en particular ecológi cosy antropológi cos,con una nalidad totalmente prác-

    tica. Una ciencia “ jeffersoniana” tendría entonceslos objetivos prácticos que se at ribuyen generalmentea la tecnología, pero debería lleva rse a cabo en elmedio creat ivo e intelectualmente competitivo de laciencia pura.Se podría pensar que la expresión “ inves-tigación tecnológica fundamental”entraña una contra-dicción. Por mi part e, pienso que caracteriza bu enaparte de las investigaciones industriales actuales.Ycuando se haya aceptado la idea de que la ciencia y laalta tecnología son una misma cosa y que ambasdeben intervenir simultáneamente,se hablará lisa y lla-namente de “ inve stigación”.

    Es evidente que una empresa, incluso la másgrande,nunca podrá ser autosuciente en términos deconocimientos cientíc os. Como la acción de lasempresas medianas y pequeñas se sitúa más bien acorto plazo y las grandes compañías delegan cadavez más sus trabajos de investigación en las pri meras,es a las unive rsidades y a las instituciones a las queincumbe la ciencia pura.La mayoría de los gobiern osse esfuerza por aumentar los presupuestos de esasinfraestructuras del saber.Estimulan también la cola-boración entre las unive rsidades y la industri a,a n demantener el contacto entre el mundo de la inve stiga-ción y el del trabajo.La innovación surge entonces deuna red de instituciones que conjugan el saber uni-versitario, la investigación realizada por los gr andeslaborat orios pri vados y el dinamismo de las empresasmedianas y pequeñas.Ese es el camino que siguen hoydía todas las grandes potencias económicas. n

    Las diez empresas que invir ti eron m ás enI+D en 1996Empresas País Sector Inversiones enI+D(miles I+Den % de

    de millo nes d e do lares) d e las vent asGeneral M ot ors Est ados Unidos A ut om óvil8,9 5,6Ford M otors Estados Unidos Automóvil6,8 5,8Siemens Alemania Electrónica 4,7 7,7Hitachi Japón Electrónica 4,3 6,1IBM Estados Unidos Electrónica 3,9 5,2Daimler-Benz Alemania Automóvil3,6 5,2M atsushita Japón Electrónica 3,4 5,9Fujitsu Japón Ingeniería 3,0 9,2Nipon Telegraph

    & Telephone Japón Telecomunicaciones2,7 4,0Novartis Suiza Química 2,7 10,1Fuentes:Company Reporting, The UK R&D Scoreboard, 1997, L’Observateur OCDE, n°213 ,1998.

    1. Segundo productor mundialde plaquetas electrónicas.

    “Los sabios prestanservicios m uy

    im portantes a la claindustrial;pero reciben de ella servicios más im portantes aún; reciben la existenci

    Henri de Saint-Simon,lósofo y economista francés

    (1760-1825)

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    Mayo 1999- El Correo de la UNESCO23

    ¿Quién posee laciencia?

    nPocas son las actividades que pueden encer-rarse en compartimentos estancos,cada una ensu pequeña cápsula, con sus objetivos propios.

    La ciencia no constituye una excepción. Pienso en laidea preconcebida según la cual la investigación fun-damental,motivada exclusivamente por la búsquedadesinteresada del saber, habría sufrido debido aldes a rrollo de la investigación aplicada. Como laindustria refuerza su cooperación con la unive rsidade inv ierte cada vez más en ella, algunos estiman quela meta de los cientícos ya no es el “ progreso de losconocimientos”, sino la “creación de ri quezas”.

    En efecto, la nanciación por la industria de laI+D unive rsitaria está en aumento.La tendencia seha intensicado desde los años setenta.En EstadosUnidos, esas contri buciones pasaron de 2,6% de lospresupuestos de la investigación unive rsi t a ria en1970 a cerca de 7% en 1995:en términos absolutos,casi se han multiplicado por ocho. Pero ello no esuna razón para suponer que el auge de la investi-gación aplicada signique la decadencia de la inve s-tigación “pura”.

    Primera razón: la nanciación por la industriarepresenta una proporción demasiado baja de los

    presupuestos de investigación unive rs i t a ria paraque pueda tener un efecto semejante. Pero, lo quees más import ante, en la mayoría de los frentes delesfuerzo científico los objetivos pers e g u i d o sconjugan ambos enfoques. En los últimos dece-nios la investigación fundamental generó productoso saberes sumamente lucrativos y de gran impor-tancia para la sociedad. Al mismo tiempo, nuevastecnologías e inventos con fines comerciales —fruto de la investigación aplicada— han propor-cionado instrumentos a los que se deben grandesprogresos en investigación pura.

    Einstein y el l áserEl caso de la resonancia magnética nuclear ( RMN)

    es elocuente.Este descubrimiento puramente cientí-fi c o, que data de 1946, p e rmitió establecer queci e rtos núcleos atómicos se comportaban comominúsculos imanes. Jamás los cientícos de entonceshabrían podido imaginar que esas aplicaciones prác-ticas conducirían a la industria de las imágenesmédicas por resonancia magnética ( IRM), que repre-senta hoy día miles de millones de dólares. El des-cubrimiento inicial hizo posibles esos progr esos,quesólo se concretaron después de trabajos adicionalesen alta tecnología, en investigación aplicada y enpreparación comercial.

    Si se parte de la hipótesis de una separacióntajante entre ambos tipos de investigación no esposible comprender el desarrollo de las telecomu-

    nicaciones por bras ópticas. Esas bras de vidrioo de plástico transmiten las ondas luminosas emi-tidas por fuentes-láser moderando su amplitud,a nde transportar la información de una conve rsaci óntelefónica o de un programa de televisión.

    Albert Einstein fue el primero en predecir que las

    ondas electromagnéticas podrían ser estimuladas,principio de investigación fundamental que constituyela base del rayo láser. Era en 1905.El primer láser fueconstruido en 1960. Pero para utilizarlo en las tele-comunicaciones los cientícos tuvieron que aprendera fa bricar bras ópticas con un vidrio de una purezadesconocida hasta entonces y realizar trabajos deinvestigación fundamental sobre la naturaleza de losdefectos o impurezas del vidri o, con nes prácticossumamente precisos.La elaboración de esos sistemasexigió además numerosas innovaciones tecnológi cas.De Einstein al desarrollo de las telecomunicaciones porbras ópticas, ha habido una compleja interacciónentre la investigación pura y la investigación funda-mental denominada “ orientada” hacia una aplica-ción industri al.

    Por consiguiente, es absolutamente falso —esosejemplos lo demuestran— armar que la inve stiga-ción fundamental prospera cuando la inve stigaciónaplicada decae, y viceve rs a . Solamente algunas dis-ciplinas (como la física de part ículas, la cosmologíao ciertos campos de la matemática pura) puedendenir su programa de investigación exclusiva menteen función de la estructura conceptual de su objeto,sin preocuparse de posibles aplicaciones económicaso sociales.Al margen de ellas,los descubrimientos dela investigación fundamental abren horizontes insos-pechados a la investigación aplicada, que a su ve zincita a menudo a la investigación fundamental a ocu-parse de ámbitos inexplorados. n

    * Profesor emérito de tecnologíay de acción pública,Universidadde Harvard (Estado s Unidos)

    La bra ópt ica y el escáner son algunos de los retoños nacidos de la unión de la cienaplicada con la ciencia pura.

    Una pareja dehechoHarvey Brooks*

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    24 Le Courrier de l’UNESCO-Avril 1999

    * Investigador en el Institut oNacional de InvestigaciónAgronómica, Francia

    n¿Cómo ha logrado el gigante estadounidense dela industria química y biotecnológica Monsantoconservar el control de su herbicida Round-up

    pese a que ahora otras empresas tienen derecho afabricarlo? La respuesta a esta pregunta revela toda lafuerza de la investigación pri vada:sometidas a la pre-sión de la competencia,las empresas se han dotado depoderosos mecanismos de innovación y comerciali-zación de sus descubri mientos.

    La compañía Monsanto,c uyo volumen de nego-cios era de 8.000 millones de dólares en 1998, es unmodelo de empresa innova dora.Varios de sus descu-brimientos han beneciado a los agricultores y a losconsumidores. El Round-up, herbicida biodegr a-dable,estuvo listo para ser utilizado a comienzos de los

    años setenta. Los agri cultores, liberados de la pesadatarea de eliminación de la hierba,sólo deben cuidar deno dañar sus cultivos al aplicarlo.Pe rmite,por consi-guiente, mejorar los rendimientos (de 30% a 50%,según las estimaciones) y aumentar las áreas cultiva das.

    Ant iciparse al mercadoEl Round-up se utiliza con un centenar de cultivo s.

    Para Monsanto es un auténtico tesoro de guerr a,aunque no se conoce exactamente su peso en losresultados del gru po.A comienzos de los años nove nta,su patente cayó en el dominio público en algunospaíses de Europa.Y el producto fue copiado por va rios

    competidores. Sin embargo, Monsanto no ha per-dido su control.L as unidades de investigación mantienen un

    contacto estrecho y permanente con los servicios decomercialización de la empresa —que analizan la evo-lución del mercado— y con sus direcciones estrat égicas—que denen las pers pectivas de evolución de losproductos. Así, cuando el Round-up perdió su pro-tección jurídica, Monsanto ya estaba preparada parahacer frente a la situación.Desde 1989,la sociedad mul-tiplicó los productos deri vados del herbicida: e sosnuevos productos pueden ve nderse más caros que elproducto básico,c uyo costo de fa bricación disminuyeconstantemente (un 20% entre 1990 y 1998).

    La nalidad económica de las unidades de inve s-tigación de M onsanto es clara: estimula los tra-bajos que se integran en su estrategia industrial yabandona los demás.Y los frutos de sus investiga-ciones se divulgan rápidamente. En Monsanto,como en la mayoría de las empresas de los sec-tores químico y fa rm a c é u t i c o, los presupuestosdedicados a la publicidad y a la distri bución comer-cial son cuatro a cinco veces superiores al presu-puesto de investigación en sentido estricto.

    Para seguir siendo competitiva , la empresa exige asus investigadores que se anticipen a la evolución delmercado.Desde 1972,un bioquímico de la divisiónde agricultura de M onsanto,E rnest Jawa rsky, vo lvióa la unive rsidad para estudiar los cultivos celulares.Siete años más tarde fundó en el seno de M onsantoel M olecular Biology Group (M BG), que en 1982

    La investigación privada tiene una gran fuerza: crear productos nuevos que puede lanzara la conquista de los mercados.

    Innovar o desaparecer Pascal Byé*

    logró modicar genéticamente la célula de una planta.El MBG recurre a asesores de instituciones presti-giosa s , como la Washington Unive rsity o el MaxPlanck Institute de Berlín.A provecha así los resultadosde la investigación pública sobre el genoma de lasplantas para ponerlos al servicio de su objetivo :p r o-longar la vida del Round-up.

    En 1988 Monsanto anunció que había puesto apunto plantas genéticamente modificadas resis-tentes al Round-up:los agricultores que las cultive nya no tienen que tomar precauciones para que elherbicida no las dañe.Y la rma descubre nuevasposibilidades.El algodón,por ejemplo,que requieregran cantidad de herbicidas,es sensible a algunosde ellos. Al crear una semilla de algodón resistenteal Round-up,M onsanto se abre un mercado —el delas nuevas semillas— y amplía el de su herbicida,q ueahora puede emplearse en la agricultura algodonera.

    La investigación industrial parece a menudo másútil y menos sospechosa que la investigación pública,que, según se piensa, i ncurre en dispendiosas desvia-ciones.Pero tiene los defectos correspondientes a suscualidades: para garantizar su rentabilidad, M on-santo sacri ca sectores completos de la inve stigación.Además, sus innovaciones son consideradas peli-grosas para el medio ambiente por los que denuncianla proliferación de los organismos genéticamentemodificados ( OG M). También son criticadas porquienes estiman que las semillas deberían seguirsiendo un bien común de la humanidad. n

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    tido”, estima Simon Cohen,abogado especializadoen derecho de patentes de la compañía londinense

    Taylor Johnson Garrett.La justicia acepta cada vez más este punto de

    vista. En dive rsas decisiones que han sentado juri s-prudencia, tribunales nort eamericanos o europeoshan considerado patentable el conocimiento de lasecuencia química que sirve de base a un gen humanoo animal, lo que indiscutiblemente es un “ descu-brimiento” muy import ante, como demuestra supublicación en prestigiosas revistas cientícas comoNature y Science . Unica reserva jurídica: h ay que

    probar que el saber en cuestión tiene efectiva menteun valor comercial potencial. En la mayoría de loscasos, ello no es difícil. Supongamos que se trat e

    del conocimiento de un gen que se sabe interviene enel cáncer de mama:siempre se podrá concebir un testpara determinar las mutaciones de ese gen, que indi-carán una mayor vulnerabilidad a esa enferm edad.Los tri bunales también han admitido patentes dealgoritmos mat emáticos.

    Pero esta tendencia —y en particular la posibi-lidad de patentar descubrimientos cientícos sobreformas de vida,como células