cuadernos puesto del zoco, y en su lugar nombrö 0.1 faquih abu salih ayyüb b. sulaymän....

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~lI~ISTERIO DE EDUCACI6~ UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES FACULTAD DE FILOSOFiA Y LETRAS CUADERNOS DE I-lISTORIA DE ESPAKTA XVII INSTlTUTO DE I:>lVESTIGACIO:\:ES IIISTORICAS SECClON ESPANOLA BUENOS A.IRES 195:1

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Page 1: CUADERNOS puesto del zoco, y en su lugar nombrö 0.1 faquih Abu Salih Ayyüb b. Sulaymän. Laaceptaci6n de este cargo dib ocasiön a una anecdota muy conocida y que tuvo gran trascendencia

~lI~ISTERIO DE EDUCACI6~

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

FACULTAD DE FILOSOFiA Y LETRAS

CUADERNOSDE

I-lISTORIA DE ESPAKTA

XVII

INSTlTUTO DE I:>lVESTIGACIO:\:ES IIISTORICAS

SECClON ESPANOLA

BUENOS A.IRES

195:1

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THADUCCIONES

AL-MUQTAIJlS DE IBN ~IAYYAN

Cronolo9ia fit] los aiios del colifato del Emir eA bd A ll'i"se!jlln corno se han sucedldo

El resto del ana "!75 de la J/caira

BE'( II.lFSU:C

Dijo <lsä ibn AI.lmadAI-Bazi: El nudo rruis complicado y el pröble-ma de mayor sravedad que prcocupaban al Emir ·Abd Alläh en eldesarrollo de su politica desde su exaltaciön al trono, era la liostilidaddel astuto Ibn IIafsiin, el candillo que mayor pcrjuicio ocasionaba alos sübditos dei califa. Ernpezo engnüando a estc y simul.indolc amistad,buenas intenciones y sumisiöu. Enviöle a Ibrahim ben Jarnir comoemisario suyo para prestarle cl juramento de fidelidad, acompaiiado desu hijo ~Iar~b. cUmar, y de una comitiva cornpuesta de los rruis nota-bles de sus hombres. El Emir 'Abt! Alläh acogiö con graudes honras-dicha ernbajada y destiuö para su hospedaje sus nuis suntuosas mansie-nes ..Obscquiö a los ernisarios de acuerdo a sus respectivas jcrarquias,10 mismo que al hijo de Ibn !Iar~ In, a qnicn halago con regios prcsen-tos y esmerada atcnciön, y nornbro a ·Umar b. !Iar~ün sobernador de<le Rciyo -anles Regio- designando como colaborador suyo inmediatoa °Abd AI-'Vahh~lh b. °Abd AI·Railf, que no era en rcalidad sino un rc-presentante secreto del Emir. Dcmostro lurr !Iar~ün simulada conformi-dad y permanecio varios meses sumiso, ejecutando las ordenes del Emir-Abt! Alliih Ydisimulando sus ideas y sentimientos vcrdaderos. Este cs-tado de cosas <luro poco, pues de pronto volviö a retomar el camino dela insurreccion, violando su palabra y quitandose la mascara que cubriasu rostro.

Su mano se hizo seutir en todas partes; empez6 a apropiarse de losbienes y hacienda de lotIos los habitantes, y principalmente de los que

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sospechaba desleales, a quienes hacia victirnas de un saqueo sin cuartel.Y sin pcrdida de tiempo se apresurö a atacar al gobierno central efec-tuando sus (I razzias I), devastando las cornarcas y asaltando los caminos,Sus hostilidades alcanzaron la region de Regio y las de los pueblosvecinos, haciendo estallar el fucgo de la rcbcli6n ell torlas partes, Con-fio al jefe de su ejercito, ~Iar~ b. el-Moro, cl maldito y conocido rebel-de, la conduccion de su caballcrja a la zona de Ecija y Osuna, y a los-lurrarcs cercanos de Cordoba.o

Los daüos que los pobladores y cl trälico sufrieron por los ataques deeste promovieron una protesta unanime, que fuc elevada al Emir "AbdAllah, quieu, sin perdida de tiempo, envi6 contra cl maldito Ben Ilafsal qaid "Abd AI-Malik b. Maslama AI-ßayi con un ejercito nurnerosr,para proteger a 105 habitantcs y garantizur la paz en su territorio.

Enfrentados los dos ejercitos en un lugar de IstiHa (Ecija) que lirni-tuba COil Usiina (Osuna) se trabaron en dificil y encarnizada batalla.El qaid ·ALd al-Malik b. Maslama muriö cn cl campo dc Illcha y suejcrcito file derrolado.

Este triunfo que \'ino It aumentar cl prestigio y el predominio de nen~Iaf~un, dib alas a su ambici6n de deslruir cl gobicrno musulman, ma-nifestando abiertamente su pcrfida intencion. Para 10 cual empezo porechar de su cargo a tAbd al-Wahhäb b. tAbd Al-Rauf, el gobernador delEmir en Reiyo (Malaga), tOl11ando esta comarca bajo su admini!o1tra-ci6n personal y extendicndo su poder a todas las fortalezas que en cllahabia, reducicndolas una por una.

Cundio la agitacion entre las gentes de la zona y se displlsieron a UIl

levantamiento general. A esta altura de los aconlecimientos, cl descon-lento iba agravandose cada dia mas entre los arabes, los mllladies y loscristianos, aguijoneada cada parte por su cdo racial y religioso. Ya seperfilaba en ese entonees y con c1aridad el reagCllpamiento de cada par-tido y sn adhesion a la causa que defcndia. Retornaron a la cpoca Yahi-li, cpoca de guerras internas con derramamicnto de sangre y violcnciassin mcdida.

La poblaciull pacifica se" alio COil los muladies, y a ellos se sumarolllos cristianos, volviclldosc todos en contra de los 11mbes, obcdecicndo alas urdclles de ·Umar b. ~Iar~ün, jefe supremo de esa causa. A raiz de lain:mrreccion de Ibn !Iaf~ün, Andalucia se com"irtio en ulla sola llama,con cxcepcioll de las fronteras c~yos habitantes rehusal"On plcgarsc a losreLeldes, permaneciendo leales mucho tiempo al pod er central.

Durante este pcriodo de agitacioll rUbayd AIL,h b. ~llIl)ammad h.al-Gumar b. ALii <.\bdahL goLcrnador de Jacn marcho cOlltra Sarid b.

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«.\l.-.\ll.:QTAIJIS" IJF: ws {lA rrÄx

eAbd Alläh b. Jan5'ar, CJuea la snzön era adversario del califa y se habiaatrincherado en la fortaleza de '\'arisa (provincia de Jaen) desde dondehacia sus incursiones contra los pobladores. Le siti() respaldado por fucrzasdel gobierno central, Y cuando le iba estrechando el cerea y cstaba a puntode reducirlo, rccibiö una orden del Emir eAbd Alliih de retirarse dcllu-gar y dirigirso a la ciudadela de Aryuna (Arjona), de mayor importanciaestrategica. Simultäneamento le envio cl Emir refuerzos a fin de que for-tificara dicha ciudadcla y el Iuerte de Andlisnr (Andüjnr ?), proximo aclla. La orden real seiialaba la urgencia de ampliar la fortificacion deestos dos bastiones y de reunir a 105 campesinos en sus guarniciones.

Cuando abandono Ibn Abi! eAbdah cl sitio viü en ello Ibn Janj aruna seiial de debilidad, y resolvi6 snlirle al encuentro. Reuni6 fuerzasde los Baraj ila y de los Asnad, al mando de sus jcfes: Näbil y AI-Samis,acudiendo en su ayuda ben ßartil del lado de Todmir con sus huestes.Todas estas fucrzas salieron a cortar el po so a 'Ubayd Alläh b. Abu~Abdab, en el cerro "Afr Lahlis I. Acornpaiiaban a este los mejores jine-tes de lIatrutat, enlre Jos cuales se hallaban los celebres Muhammad b.Ismlejl y su hermano J'awob. EmpeiioJas eslas fuerzas en cr~enta bata-lIa, la victoria corrcspondib a Abü eUbaydah. quc derroto a Ibn Janyarya Sll!i aliados, dejando cstos en el campo de Ja lucha 75 combatientes.huyendo cl resto a la .. mont:.fias. Este triunfo de Abi! 'Uhaydah le di6nombradin.

La /"cl'olllc;un

Pl'oducidil la revoluciull, la region de Saduna - hoy Sidollia --:- fucla primera que se levanto contra cl gobicrno central, negandole aulori-dad legal. Sn ejemplo se exlendi6 a las olms regiollcs pcninsularcs cornoAI- illl.ira (Alöecir8s)~ Beiyo - hoy Malaga - y Labia - hoy Nichla-,y no tardo en cOIl\'ertirse en una soln llama todo cl pais. La impotenciadel gobicrno para redllcir los focos de la ."cbclion que aumcnlaba cadadia, era manifiesta.

La primera rcvuelta <{uc se inicit.. entre los haLilantcs de Al-\'azira-IIOY Algeciras - fue provocada pOl' los banJos contrul'ios de Jas Iri-IHlS del Yem~n y de Mu4ar, que se atacaron mutllamenle en forma enco-naJa, sangricnta y salvaje, siguicndo cl ejemplo bUrLaro de las gucrrasde las cpocas anteislamicas. Conquislaron las forl3lczas nparcnlementeinelpugnables, y dcslle sn posicion estratcgica extendieron Sll podcrio alos lugares circuß\·ecinos.

• Ms. Haec lria uhima \cr"a carcnt pUllclis uiacrilici5.

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158 JOSE E. GUn.üEB

En cuanto al pörfido cUmar b. Hafsiin, avanzö con sus guerrillerossohre la fortaleza de Banü Jalid, llamada AI-Famatina. Con sus conti-nuados y cada vez mäs recios alaques pretendia avasallar cl podcrto de'ßanü Jalid y someterlo a su obediencia. I~sle, lejos de bajar su cerviaante el enemigo, reagrupb sus partidarios para la dcfensa, pidiendo au-xilio a su jefo Ya<ad b. Abd al-Gafir, gobernador del Emir en la provinciade Elvira, quien en persona acudi6 con sus huestes allugnr del combnte.·Este refuerzo dib mas valor y animo a los sitiados, cuya resistcncia Jfuerza combativa obligaron a cUmar a retirarse, haciendo creer a los su-yos que 10 hacia corno signo de paz. AI alejarse cl malvado los habitan-tes se dieron a la tarea de repnrar los daüos causades por Ja acciön delenemigo, fortificaron los lugares adyaccntes y vivieron sin tcmor cornoduefios y senores de su comarca.

Durante esta epoca agitada los habitantes de J'ur~üsa solicitaron delEmir cAbd Alläh les nornbrara un rcprescntante suyo para goLernar ycuidnr las altas fronteras y defender la causa del Islam. El Emir, acce-diendo a su pedido, designo' en ese mismo aiio corno gobernador de lazona a <Abd al-~akam b. Sacid b. ·Abd AI-Salim, del clan de BanüSlilim, de los habilanles de E1vira.

Durante ese periodo de revuella~, solicilo cAbd nl-na~m3n b. Mar-wiin, conocido por « el gallego)) y seiior de Ba~alyaws - hoy ßadajoz-del Emir cAbd Alläh se le confirrnase en eI registro a su nombre lodo 10que tenfa en su poder, promeliendo permanecer leal y obediente; graciaque consiguio del Emir. Y asi fue corno If el gallego» dejo de molestal"al pod er central. .

Los rebcldes ribereiios se dirigieron al Emir cALd Alläh pidicnJole,al ocupar este cl sillbn del catifalo, que confirmara en el cargo a su go~bernador, con quien se hallaban conformes, y rogandole les cvital'a laprescncia de olro gobernador y Ies permitiese fortificar kls alredeJoresde su Atcazaba Y llmptiar su perimetro, por cuanto la poblacion aumcn-taba cada dia. Estos marinos fueron los que planearon y cdificaron laciudaJ de Bajjäna - hoy Pechina - 11a utilizaron corno balllarte paradefenJcrse de sus ellemigos. Empezaron a edificnrla en la epocn delEmir Mu~ammnd, padre del Emir·Abd Allah.

Accedio este a la solicilud de los marinos, que sin pcrdida de tiemp()comenzaron a ensanchar su territorio, Ilegando a edificar CilIa region dePcchina veinte ciudadelas, tales corno Wadi (GuaJix ?), Bayyana (Pe-china), AHIämma (Alhama), AI-~Iabia (AljaLia), ßllrsana (Purchena).Abla (Abla), ßanü Täriq (ßenlarique) Ja forlaleza de Nisar lNijar) y olras.mas que defendieron con exlremo celo. ElIos mismos las habitaroll junlo

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" Al~-ML'QTAnIS» DE IBN ifA. YYAN

con pobladores de diversa procedencia. Poblacibn cuyo mimero aumentoa medida que la tranquilidad se iba extendiendo a los lugares vecinos.

En esa misma epoca destituyb cl Emir "Abd Alläh de sn cargo a snhaj ib (canciller) "Abd AI-Ra~I11än b. Umaiya b. <1säb. Sa·id, cono-cido par Dahim, reernplazdndolo par Sa'Td b. Muhammad b. Al-Sälim,con cl titulo de visir. Simultdnearnento destituyö a !Iaf~ del visirato yde la jefatnra de ]0. ciudad.

AliI) 27G

En cste aiio destituy6 cl Emir "Abd Allah a ben AI-AsbaO'Al-cAbdi de• 0su puesto del zoco, y en su lugar nombrö 0.1 faquih Abu Salih Ayyübb. Sulaymän. La aceptaci6n de este cargo dib ocasiön a una anecdotamuy conocida y que tuvo gran trascendencia.

Durante cl verano de este mismo aiio encabezo cl Emir "Abd Allahuna expedicion [aceifa). Se dirigib contra las fortalezas que se apartaronde la obediencia y se unieren a 'Umar b. Hafsün , Dirigia las operacio-nes del Emir su general "Abd AI-Malik b. Abd Allah b. Umaiya.

Luego que redujo y apaciguö dichas fortifieaciones, arribb a la forta-leza de ßobastro,asiento del renegado ·Umar b. !Iaf~ün, irrumpicndoen sus campiiias y dsvastandolas. Coloco guarniciones en los fortinesconquistados y nombrö en la ciudad de Regio eomo jefe supremo, aMu~ammad b. Zanin, guerrero ärabe muy valiente ybien vis to par losprincipaIes adalides. Luego que hubo Iimpiado la zona de sus enemigosque la infestaban, volviö cl emir a Cordoba, despues de haber pasadocuarenta dias en su gUZIla.

Mas, apenas creybse cl Emir a cubierlo de revueltas y tranquilo en supalacio, cl maldito <Umar b. !Iaf~iin "olv~o a sus andanzas. Se dirigiocon sus tropas y maqllinas a la region de Ecija uniendose a sus correli-gionarios disidentes. Se alib con Ausaya, de Takurunnä (Taeorona), ysu gente. Avanzo asi con sus fuerzas y alaeb la fortalezade Estepa(I~~ahba), de la cual se apodero, expulsando 0.1 represcntante del califa.Seguidamcnte ataeb la fortaleza de Osuna. Frcnte a una accion militar tanarrolladora, sus partidarios de Eeija le llamaron y le entregaron cl fuer-te, levantandose en armas contra cl poder central.

La actitud del rebelde causb gran desagrado en cl Emir, que deeidi6poner fin a este estado anarquico, para 10 cual confi6 a su tio, AI-Mun-~ir. hijo del Emir cAbd AI-Raf.1mänb. Al-~Iakam, la direccion del ejer-cito que tendria par misi6n la pct·secueibn de los l'evoltosos. Llegadoque hubo AI-Mungir a Sus, recibi6 cl Emir "Abd Alläh una cal'la del

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JOSE E. GURAfEB

audaz sedicioso en la que le pedia clemcncia y se disculpaba de susactos, explicändole los möviles que le indujeron a hacer 10 que hizo.En dicha carta Ibn Ilafsiin le promctia complete obediencia, le suplica-ha tuviera fe en su palabra y le solicitaba que le confirrnara en 105 do-minios que tenia a su mando. Llevaron la carta dos homines de Qurais,que Ibn ~Iaf~lin capture en Ecija.

Despues de rellexionar cl Emir sobre esta incömoda situaciön, optöpor el mal menor, y para evitar cl derramamiento de sangre, ace pto lasproposiciones de Ihn Hafsiin, y le envio a Ibrahirn b. IIimyar al-Man-turi, qnien luego de tornarle cl juramento de fldelidad, le confirrno ensu puesto. De esta suerte y a una erden del Emir tAbJ Allah dada a suHo AI·Mun~ir, quc cornandaba Sll ejcrcito, levanto este cl asedie a quesometiera a Ibn [Iafsün, trasmitiendole cl (I arndn II del Emir, que aImismo tiernpo le nornbraba gobcrnador de todas las forti!1caciones deJas regiones occidentales que se habian crigido desde cl comicnzo de larevolucion. Permaneciö Ibn !Iar~üllleal a su promesa y juramento, perosicmpre dispuesto a violarlos y levantarse en arrnas contra cl gobiernode Cordoba.

La insurrecci/in de Saumur Ben Hanuliin al-Qais~

Dijo 'ls:\ h. A~mad: En cl comicnzo dcl aiio rompio Sawwnr b.lIarndiin AI-Qaisl con el Emir, alzandose cn armas en la rcO'ibn de'. 0

Barayila de la provincia de Ehira. Se unicron a cllos clanes arabes deesta provincia, y los de Jaen, Regio y otros distritos mas, despucs quelas diferencias tribales cobraron signi!1cacion y comenzaron las rcvueltasy rivalidades a eIlenderse en todas partes. En cuanto a la jcfatura delmando la con!1rieron los rivalcs arahcs n Sawwar, porqlle este era ami~ode Ya~yä b. Saqala, cl primer disidente que condujo a la seJicion a losBaraj ilas, sobre qu ienes tenia gran ascendicnte. Su accion contra losmllladies y los cristianos fuc JevasLaJora. Empero, pacto con los haLi-lantcs de la ciudad de Elvira que pertenccian a la causa de los muladiesy de los neutrales. El pacto file rati!1cado por ambas partes con jura-menLos solemnes. 10 que hizo que ben Salpla confiara en esos aliados,de cuya lenltad se creia seguro, por 10 cual ,·cnia con frccucncia a Elvi-ra, y pcrmnnecia en dIa mllcho ticmpo. Entrctanto la gente de cstaciudad espcraba la oCllsiun para pcrdcrlo y 10 vigilaba constantemente.En una Je sus visitas le prcpararon una emboscada y 10 llsesinaron.Entonces Jos amigos y adictos a la causa Je Ibn Saqäla confiaron clmando LI hen Sawwar, que era un caballero valiente y apucsto y que es-

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",\L·.IIUQTAßlS ') DE IBN ~IAl'YÄ.\' 161

persbau habl'ia de \'cngar la rnuerte de su compaüero de tribu, asesi-:nado cobardernentc. Allmentaroll dia a dia SIIS adletos entre los arabesy su podcr e influencia cobraron mayor fuerza y vigor. Su genle se sen-tia protegida y aguardaba impaciente cl desquite. Un dia reuniö benSaww.ir sus guerreros ya la cabeza de ell os sali6 al asalto del castillo-de Monte Sacro, cuyas huestes defensoras se componlan de mu ladies yde renegados, amigos de los rebcldes Näbil y Samis, ya citados en clcaso de 'Ubayd Allah b. Muhammad b. Abi! ·.\bJa. Despuds Je arengara sus tropas, compuestas ünicarnente de guerreros ärabes, cargo sobrela fortaleza y la torno por asalto, apoderdndosn de ella. Nabil , que hahiaquitarlo este castillo a Ya~yä b. Saq ila, huy6 CIl cl fragor de la lucha,Sin dar tregua a sus cncmigos, ataco Sawwa- las Iortalezas de los rene-gados, apodcrdndose de cllas una tras otra, pasando a cuchillo a sus de-fensorcs y a todo encmigo que caia Cll sus mllnos. Fue una gllcrra sincuartel, que proporciono a Sawwar un botin cuantioso. En csa bat/lllasu accion belica fue tan implacable y terrible, que termin6 con cl totafexterminio de sus contrarios.

Orgulloso y sinticndose fucrte, Sawwär se empciio en una campalia'sin cuartel einmolo victimas a los manes de su hermano de san "re y de. 0clan, dominado por la sed de vcnganZ3 y por ulla pasiun de exterminioimplacable. Esta aecion beliea y feroz dcsespero n los mullldies y cris-tianos de Castalha - a la g:uon capital de Elvira - que se aliaron con-tra 'cl. Salieron en son de guerra acaudillados por Ya·rid b. ·Abd al-G:ifir, del clan de J,ilid; gobernador del Emir, a quicn. a cambio deobediencia al poder central, le pidieron apoyo contra Sawwar, y prolec-cion de su gdmas. El ejcrcito que salio a combatir y cnfrentarse conSawwiir era muy Ilumcroso, mus este, sin desalentarse, se presento enel campo de bataIla con su~ a3uerridos hombres, trabiindose ambos cjcr-cilos en una cruenta lucha cllerpo a euerpo. Saww:lr abrio brechas ehizo eslragos en las filas del enemigo, que, anle sus cal'gas morliferas, sedisgreg6 y !luy6 campo afuera. E3padas, lanzas y flcchas de los hombresde Sawwilr dieron cuenta del ejercilo derrotada, quc, en su fuga, ~ejoCIl cl campo de bataIla siete mil mllertos y prisioncro a Ya·ad, su adalid.Sa\vwar liberto a este, mas dicese lambien que fue rcscatado a cambiode los soldados prisioneros y de los rehenes que Ya·ad tcnin en su po-der. Esta batalla fue conocida con el nombre de (( batal1a dc·Ya"nd n,

Sawwär, ebrio de gloria a·nte tan magistral Irinnfo, reanudo sus nta-ques y asaltos, conqnisto nUCVdScomarcns y ensancho su dominio fij:m-do Sll cuartel en cl caslillo de Granada, cerea de Elvira .. Todos los ara-bes, desde esa region h,1sta los Iimites de Calatravll se aliaron con el en

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JOSE E. GUnJIEB

contra de los muladics y le eseribicron para manifestarlo su regocijo ysu adhesion incondieional. Desde en lances cl nombre dc Sawwar empe-z6 a cobrar fama y a extenderse a lejanas ticrras. Sintiende su mano dehierro, sus cnemigos, acorralados y en situaei6n angustiosa, se dirigie-ran aI Emir irnplorando su protcccion ; le rogaron que interviniera y lessalvara del terrible Sawwar, El Emir le ofreciö participaei6n en cl go-bierno de esa provincia a condiciön de que volviera a la obcdiencia ydejara en paz a los espafioles. Sawwär, por respeto a la autoridad delEmir, aceptö sus propuestas y flrmö una alianza con los cspaiioles, quese mostraron sumisos, haciendole juramenta solcmne de ser Icales yadictos.

Firmade cI"pacto de paz entre Sawwar y los cspaüoles la guerra cesöy volviö a rcinar la tranquilidad entre los enconados contcndientes, quoempezaron a disfrular los beneflcios de la paz y del sosiego.

Los triunfos de Sawwär sabre sus enemigos, los muladies, le cnorgu-·llecieron, e hicicron que se jactara de si mismo y se vanagloriara de sutribll~Qais. A propösito de este autoelogio, se recitaba por ese entonces

una poesia mllY larga que empieza asi ;

Las donccllas, oh lIunaid,Rchusan ya mi amor,Desdc que rnis cabellosY mi cabeza encanccieron

Y me miran ya, oh lIunaid,Con desden, alejftndose de miLas que antes "cnianEn busea de mi amor.

Esta pocsi~ esta cargada de vanidad y presuneion.Seguidamente cl Emir eAbd AlJäh destituy6 a Yaeid bell eAbd AJ-Gä-

fir de su cargo de gobernador de Ja provincia de Eh'ira para confirmara Sawwär; y en su lugar. nombro a <Umar b. cAbli Allah b. Jalid paraque cn compaiiia de Sawwär y con su parlieipacion lHlministrase los.asuntos de la religion. La actitud del Emir detcrmino Ja formallcaltady obediencia de Sawwär, que, tras poco tiempo de sosiego, ataco los cas-tiilos de los aliados de Ben ~Iaf~ün, causando eslragos en sus Glas. Loshahitantes de E1vira, ante los alaques de Sawwär a sus compatriotas, sesuhlevaroll. rompicron su pacto con cl, y por un sentimiento nacional,volvicl'on a empui'iar juntos las armas, alistandose para enfrentarlo ..Acudieron a su lIamado dispuestos a combalir lodos los moradores dela pro\'incia, en tan clevado ntimero quc pasaban de veinlc millos gue-

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« AL-MUQT/tBIS» !.JE IBN ijA YYÄN J(j3

rreros que avanzaron contra cl castillo de Granada. Pese a tan crecidocontingcnte, Saw war se prescntö con un ejercito muy reducido, acorn-paüado de jovcnes aguerridos de Ja aristocracia nrabe de Elvira. Unaparte del ejercito espaüol avanzö dispuesto a trabarse en batalla decisiva,mientras, obedeciendo ördenes del mando general, otra parte, a reta-guardia, acarnpö en una colina, en las cercanias de Granada, al estefdeesta fortaleza. Fue una estrategia para infundir ternor ell cl animo de [ossitiados y amcdrentarlos con la vista de un ejercito bien equipado y muynumeroso. En un abrir y cerrar de ojos ambos cjcrcitos se vieron con-fnndidos en infernal hatalla, que los mismos espaüoles habian buscadoy que se librö cerea de la puerta del este de Granada que era la llave dela fortaleza. Sawwär, que habia salido por dicha puerta para cargarcontra sus atacantes, en el furor del combate se deslizo con su caballeriaselecta y atacö con movimiento envolvente la retaguardia enemiga. AIizar su estandarte arengö a sus jinetes y con ellos se lanzo cual demoniosalido del corazön de la tierra, hOSligandola por doquier. La täctica deSawwär diö excelente resultado, pues el empuje feroz de su caballeria ycl estrago causado por sus lanzas y espadns provocö en las filas espaüo-las espanto y terror. EI desbande fliC total y toda la retaguardia huyb,buse3ndo refugio en las filas del segundo ejcrcito, que combatia en laPuerta de Granada. Creyo entonces el mando espaiiol que grandes re-fuerzos habian acudido en socorro de Sawwar, y ordeno la retirada queluego degenero en fuga y desorden sin igual. Les persiguio Sawwär consu ejercito y sus lam.as y espadas dieron cuenta del enemigo sin darletregua ni cuartel. Dicese que los mllertos de esta bataIla alcanzaron adoce mil. Esta fue la segunda bataIla de Saww:ir, conocida con cl nom-bre de « la bataIla de AI-~Iadina n. La inmorLalizo en una poesia Saeidh. \ audi al-Saadi, amigo de Sawwar y su slIcesor eutre los arabes.Entre otras cosas, dice el poeta :

Dicen los Danu AI-IIambra :Cuando nucstra ala remonte 5U vucloTormentas os liara guslar,L1evandoos casligos y congojaQue vuestros castillos n<1pod ran cvitar.

Lluvias de muerte caycron soLre vosotros iAcompaiiadas de truenos y rclampagos,Y nuestras espadas segaban vuestros ejcrcitos,Que sueumhfan cual espigas entregadas a la hoz.

Cuando nos "ieron avan·zar en busea de sus gue~rero9lIuycron de prisa buscando salvacion

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JOS/~ E. GUR.ÜEl1

de las puntas de nuestras flechas ;mas no lograron que nucstras lanzasno hicieran estragos en sus espaldas ;pues eran tanlas y tan rclucicntcs,que lanzas y ospadas sernejaban catarataque bullente cae sin CCS8r.

Del enemigo sölo quedöel caido cargado de cadennsyel fugitivo a quien la tierrase le hacla en su cancra.mu)' estrecha y muy pequciia.

En nosotros ya IHlbeis vistoet b1andir de nuestras cimilarras.En 'nuestro clan de Banii ·Adnänhay jovcnes bizarros y valientcspara la guerra,y en cl clan de Qalltanguerreros mäs Iuertes que las rocas.

Los conduce un Icon bravo,que enciende la guerrasicndo despues cl primeroen arrojarse a la hoguera., atizarla.

De Ja mäs ilustre alcurnia de Qaises su troneo.Aqucl en que desde cl remoto tiempoAb.aba gloriosamente su copatodo hombre magnänimo.

Leal, de estirpe pura,De origen sin macula y vast a cultura.Su rostro es Qaisi, que se distinguepor su celo , arrojo en dcfensade la bucna religion.

Sawwär hlandiö su cspadaconlra vosolros, cnemigos de Alah,cspada con la cual tronchaba las cahczascual la scgur del labrador.De cl se sinio Dios para exlcrminaral impostor y apostata de nuestra religion.Una guerra habcis queridoque se os volvi6 mortffera y funcsta,

Page 12: CUADERNOS puesto del zoco, y en su lugar nombrö 0.1 faquih Abu Salih Ayyüb b. Sulaymän. Laaceptaci6n de este cargo dib ocasiön a una anecdota muy conocida y que tuvo gran trascendencia

Cl A L-.\1UQTA BIS" DE IBN {IAYYÄN 165

porque Dios scntcnciö cn clIavuestro rapide exterminio ..

Es un poema largo. Esta misma batalla fue recordada pOl' Sa'Id enotros versos de entre los cuales entresacamos los siguientes :

Solo bastö una horapara verlos en cl campo de bataIlacomo gavilIas de mieseaidas en eI campo de la sicgn.

Otra poesia extensa de Sa"id b. Yaudi, compuesta en honor de Saw-war b. Hamdun, hace menciön a la primers bataIla de este guerrero encontra de los habitantes de Elvira, a la captura de Ya"ild b. eA~d AI-.GaGr, representante del Emir cAhd Alläh y a la venganza de Sawwär pOl'

la muerte de Yal_1yäb. Saqäla, cl emir de Sll clan. De dicha poesia ex-tractamos los siguientes versos:

Salimos en busca de desquitet vcnganza.Dc vosotros matamos a todoapöstata y hcreje.Os hernos ultimado para vengara nuestro Ya~)yä,y porque Dios as! 10 ha qucrido.

Hijos de esclavos, haheis provocadoe irritado a leonesque no son perezosospara vengar a sus muertos.Sufrid, pues, el fuego de esta gUCl'ray sus flameantcs espadas,La habeis buscado vosotrospOl' torcidos caminos,y ahora la muerte estäis bcbicndoen su cäliz amargo.

Contra vosotros marchaun caballero noble y guerrero,encabezando una pleyade de jövenesque son corno bravos leones.

Un ilustre adalidque encamin6sc a la gloriay en clla superöcl nombre de cualquier otro,

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JOSE E. GL·U.ÜF.B

De sus antepasadosfama 'Y gloria heredö.Es un le6n de Nizar, en prosepia 'J cultur:l.Es un caudillo corno no 10 es ninguno.Que sabe vengar a sus hermanosde sangre noble j de magnänima alcurnia ;que fueron ultimades porque flaronen los juramenlos de los hombres,y los ha vengado sin dejar en la Al-Hambranada mäs que invälidos y hornhres encadcnados.Hernos rnatado miliares de encmigos,rnas todos ellos no valcn

. Ia vida de uno solo de nuestros nobles.

Äspsinaron a Ya~)'äcuando era su buespcd,acto criminal J cobardcde gente descarriada,

Dicronlc muerte esclavos dcpravados,'Y los actos de los esela vos'son siempre repudiables.

Su crimen, acto dcsdichado,eomctido fue por causade su desvlo "! su ccguera.Traici6n de villa nos,hijos de villanos,que no supieron ser lealesa sus paclos y juramrntos.

Ya~'Jä nunea rue cobardeni la muerte temfa.Por el pänico que su valor inspirabafu~ cobardernente lraicionado.En cl se reunian cl coraje, la picdad,la clomenciay la gcnerosidad sin par.

Que Alah le premie, oh Yall)'ä,con el Paralsodonde )05 marlircsson alll rccibidos!

(Conlinuard. )JOSE E. GURA1ED.

, Nombre de la Alhambra, cl celebre castillo de Granada.