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Es necesario no callar estasactitudes retrógradas de “católicos"medioevales porque ellas son el caldode cultivo que van preparandonuevasaventurasautoritarias y represivas. Esmuy grave que se vuelvan a agitarfantasmas del pasado para descalifi—car la legitimidad del reclamo de lospobres, con añrmaciones como la deque "son los zurdos los que están 00—

pando la catedral". Y grave tambiénque estos "amigos de la catedral"cuestionen la "pasividad" de Ia Pasto—ral Social, como modo de presionarpara que se acceda a facilitar actitu-des represivas como el deseado de—

salojo violento. Miembros del clerocordobés creen ver en estas presio—nes Ia mano oculta del laico Guiller—mo García Caliendo, que supo utili-zar su espacio como vocero del Car—

denal Primatesta para estrechar lasrelaciones de poder con el menemis-mo, mediante los "Encuentros deConstructores de la Sociedad" pro—movidos por la Pastoral Social delEpiscopado Argentino, donde Prima-testa mantiene la titularidad. Algunosrecuerdan los esfuerzos de este con-flictivo personaje, publicitando enfren-tamientos pasajeros con el ex—gober—nador Mestre, del radicalismo, en pro—cura de obtener un lugar en la lista dediputados del justicialismo. El dato noes menor si se tiene en cuenta que eldesplazamiento de Garcia Caliendode la Pastoral Social cordobesa se daprecisamente cuando acaba de asu-mir la gobernación el justicialista DeLa Sota.

Las catedrales han sido confrecuencia escenario público para re—

solver conflictos socialesy politicosdegravedad. Está fresca en la memoriala actuación del Obispo de Chiapas,Mons. Samuel Ruiz, presidiendo enla Catedral los encuentros por la Pazentre el ejército zapatista de los indi—

genas y representantes del gobiernomexicano. En la Córdoba de Prima-testa, en julio de 1972, la misma sedeepiscopal fue el ámbito que albergó alas comunidadescristianas de los ba—

rrios pobres para realizar la protestacontra la carestía de la vida. Desde LaRioja, en aquella ocasión, Mons. An-gelelli dijo: "Este hecho o aconteci-

Los pobres en la Catedral

miento vivido como original en el paísdebe servimos de lección a nosotros,cristianos, cuando con tanta ligerezajuzgamos y condenamos sin detener—nos ante la misma calumnia."

Nadie, con sano criterio y mi—

nima sensibilidad social, puede sentir—

se "escandalizado" por esta irrupciónpacífica de los pobres en el templomatriz de la Arquidiócesis de Córdo—ba. Todo lo contrario. El reclamo queafecta a tantos vecinos que ven peli—

grar su vivienda única debería haberdespertado una rápida acción solida—ria de los cristianos, exigiendo unarespuesta de los poderes públicos pa—ra evitar el despojo al derechode la vi-vienda propia.

Pero el conflicto suscitadopor la ocupación pacífica de la Cate—dral generó un debate también entrelos cristianos identificados en la op—ción por los pobres. Algunos miem—bros de comunidades eclesiales debase, afectados por la amenaza desus viviendas y participantes de laprotesta hubieran preferido una postu-ra eclesial más contundente en apoyoa sus reclamos. Otros han cuestiona—do deficiencias en la organización ve—cinal ocupante de la catedral. Y en ellola actitud patemalista de algunos desus dirigentes. Más aún, el P. SaraviaIes atribuyó publicamente actitudes"poco transparentes“, sin especificardemasiado, lo que generó más confu-

sión y acentuó la distancia entre los di-rigentes vecinales y el grupo de laPastoral Social, donde conviven pos-turas intemas con diferentes acentos.Según trascendidos las enigmáticasdeclaraciones del P. Saravia se sus-tentaron en informes confidencialesque señalaban entre aquellos dirigen-tes Ia presencia de informantes civilescon actuación en la época dela dicta-dura. De parte de los vecinalistas sepretendía una actitud de mayor com—promiso y definición en favor de susreclamos. Y desde la Pastoral Socialse cuestionó la actitud intransigentede algunos dirigentes ante instanciasde negociación gestionadas ante lasautoridades municipales. Ante estepanorama los sacerdotes y laicos queapoyaron el reclamo de los vecinosquisieron también respaldar al P. Sa-ravia para contrarrestar las presionesconservadoras de los "amigos de lacatedral". Teniendo en cuenta el com-plejo contexto eclesial cordobés y lasmúltiples y dispersas experiencias decompromiso cristiano con la dura rea—lidad delos pobres en los barrios y vi-llas de Córdoba, queda como desafíoarticular una pastoral de conjunto,contando también con una presenciapública que contribuya a un acompa-ñamiento más eficaz en la lucha delos pobres por sus derechos.

Luis Miguel BaronettoCórdoba, Julio de 1999

Tiempo Latinoamericano 5

Experiencias solidarios

La Casa del LinyeraEn una vieja pero limpiacasona de la calle SantaFe al 736 funciona la Casadel Linyera. Tiene un patiogrande, galeria y ampliashabitaciones donde se al-bergan varias personasque han llegado a este lu-gar desde distintos puntosdela provincia. Allí nos en-contramos con un amigoque coordina, organiza ycuida de esta casa y de losque allí viven: su nombrees JUAN GARCIA. Juan esde nacionalidad peruana,pero está radicado en laciudad de Córdoba desdehace 10 años, cuando Ile-gó a través de los conve-nios universitarios a estu-diar -ya que es una ciudadque presta muchas posibi—lidades para todos aque-llos que realmente quieranestudiar—.Dialogamos con Juan ynos contó lo siguiente.

Juan García

T.L.: ¿Qué estudiaste?J.G.: Soy bibliotecario y tengo 46años de edad.T.L.: ¿Cómo nace esto dela "casadel Iinyera "?J.G.: Esta obra nace por iniciativadel Padre Ramón 0rtel|ado, quefue en aquel entonces de la comuni—dad Carmelitas Descalzos. El loinició en el año 1994 y hasta la fe-cha continúa. Se ha creado unanueva casa que es el Hogar de No-che "Monte Carmelo". Está ubica-do en la calle Sucre 2225 en AltaCórdoba. Es para la gente del inte-rior y de la ciudad de Córdoba, quepor motivos personales no tiene pa-ra costearse un alojamiento o hansido desalojados de la casa dondevivían. Más que todo desalojadospor motivos económicos. Entoncesse los tiene por un período de sietedías o un poco más hasta que ellospuedan establecerse o ubicarse enotro lugar.T.L.: ¿Qué capacidad de perso-nas tienen en la casa de la calleSucre y de la calle Santa Fe?J.G.: La casa de la calle Sucrealberga unas veinticuatro personas.Todos sin excepción son carencia-dos o con algunas falencias menta-les, sin aportes jubilatorios y en al—

gunos casos profesionales venidosa menos.T.L.: Esta casa me dijiste que lle-va el nombre de Casa del Linyera¿y “Iinyera” por qué?J.G.: E s el nombre que sele dá. Esun término que sirve para identificara determinadas personas, pero ensi esta casa lleva el nombre de Ho-gar Jesús Misericordioso.T.L.: Y aquí en la calle Santa Fe¿también tienen gente alojada?J.G.: La característica de la gente

que vive aquí es permanente. Vivenen comunidad y comparten. Ellosmismos se elaboran algunos ali—

mentos. Tenemos el apoyo del PAI-COR y entre ellos se ayudan comosi fuera una nueva familia. No vuel—

ven a la calle, ésta es su casa.12L.: ¿Algunos salen para buscaralgún trabajo, algún medio de vi-da?.J. G.: Salen a pasear o hacer tareasmínimas, algunos para sus gastospersonales, cosas mínimas comocuidar autos por ejemplo.T.L.: ¿Cómo son las comodida-des que cuentan los que vivenaquí?J.G.: La casa es cómoda de acuer—do a las posibilidades, viven en fa-milia. Las habitaciones son compar—tidas por 3 o 4 personas, son gran-des, hay 3 baños comunes conagua caliente para el aseo personal.También contamos con una enfer—

mera y un médico clínico voluntarioque viene una o dos veces por se-mana.12L.: ¿Reciben algún otro tipo deayuda?J.G.: Hubo un subsidio de la Provín-cia que fue solamente por cuatromeses, más que todo por la cari-dad de la gente y especialmentede los que asisten a la Iglesia delCarmen. Allá hemos puesto unas al—

cancías donde la gente deposita sucolaboración.T.L.: ¿Qué sentís con este trabajoque realizas?J.G.: Es el gusto que uno tiene enrealizar día a día esta tarea. Com-partir las vivencias de ellos, cono-cerlos a todos, uno por uno, y saberel trato a darles. Es como una fami—lia ya que ellos prácticamente no latienen. Yo estoy aquí desde hace

Tiempo Latinoamericano 16

Córdoba

cuatro años. Recuerdo cuando empezamos enla Iglesia del Carmen teníamos un comedor po-pular que después por falta de presupuesto nose pudo continuar. Después nos trasladamos ala casa anterior a ésta que funcionaba en la ca—

lle Santa Rosa al 2300 y cada día fue creciendode acuerdo a la demanda de la gente.T.L.: ¿Esta casa es propiedad de Uds. ?J.G.: No, esta casa es alquilada y con los apor-tes que recibimos nos alcanza para cubrir las ne-cesidades, más las donaciones de mercaderíasy productos comestibles. La gente siempre res-ponde al llamado de las necesidades.Las personas que están aquí se lavan la ropa,realizan tareas de limpieza diaria, hacen la comi-da, etc. Es una familia que se ha conformado. Esasí que se atienden entre ellos. Por ejemplo hayalgunas personas que no se pueden mover porsi solos, entonces otros les alcanzan sus medi-camentos, les dan de comer en la boca y esascosas.T.L.: ¿Cuántas personas te acompañan en es-ta tarea?J.G.: Somos un grupo de cuatro personasvolun-tarias que rotamos constantemente durante latarde, mañana o noche y también los fines de se-mana. Quería comentarte que cuando tenemosalgún tipo de emergencia médica recurrimos alos servicios de la Derivación de Pacientes delMinisterio de Salud, quienes nos trasladan a loshospitales públicos ya que contamos con la co-bertura del IPAM porque tenemos los carnets pa-ra carenciados.T.L.: ¿Cuál sería tu sueño?J.G.: Nuestro sueño sería tener una casa propiay que sea más grande para albergar más perso-nas ya que hay una gran demanda y no tienendonde estar. Ojalá que se pueda lograr este ob-jetivo. Ya tenemos algo encaminado a nivel mu-nicipal.

Valdemar Saires"Turco"

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Mes Intensivo de Biblia 99

Apocalípticay Vida Cotidiana

Se realizó en el ColegioLeón XIII, de Córdoba, elMes Intensivo de Biblia, ycontó con la presencia delP. Félix Cisterna para elestudio de la “Profecía yApocalíptica en el PrimerTestamento”.Los y las participantesreflexionaron y trabajaronel siguiente tema, quecompartimos connuestros lectores, desdela lectura popular de labilbia.

Participantes del MIB '99

Cada generación creyósiempre ser la última y tuvo suspredicadores del fin inminente. Lanuestra también, sobre todo transi—

tando el fin de un siglo.Muchos predicadores, con

una lectura fundamentalista de laBiblia, nos hacen una propuestaque NO ES BUENA NOTICIA NI ESPARA LA VIDA COTIDIANA.

No le echemos la culpamuy precipitadamente a las que ||a-mamos "sectas". En algunos secto-res de la Iglesia Católica tenemosno pocos ejemplos alrededor deapariciones de la Virgen, profecíasy visiones.

Estos mensajes NO SONBUENA NOTICIA:

' siembran el miedo, que siemprees paralizador- interpretan ingenuamente los pa-sajes “catastróficos" de la Biblia yde los Apocalipsis- muestran el fin como catástrofe ycondena, y un dios severo y cobra-dor de deudas, imagen más apro-piada para un banquero del FMI

que para el Dios de Jesús- crean pasividad: el fin nos viene"de arriba", no hay posibilidad dehacer nada, a los sumo confesarseo, en una versión más reciente,

prender ciertas velas y rezar ciertasoraciones. Fomentan el infantilismo,no la madurez ante la historia.

Estos mensajes NO SONPARA LA VIDA COTIDIANA:' la propuesta no es para hoy. Espara el futuro y un futuro que viene"de arriba"º la propuesta se centra en lo es-pectacular, lo maravilloso, lo no-co-mún, lo no—cotidiano. Hay que es-perar (y temer) ante estos aconteci—mientos terribles.

EN ESTOS DÍAS DEL MIB99 LEÍMOS TEXTOS APOCALÍP-TICOS COMO TEXTOS QUE NOSDAN UNA BUENA NOTICIA PARALA VIDA COTIDIANA

- Son textos que ayudan a "leer" lahistoria y el presente, a quitar el"velo" que oculta la realidad. Poreso el vidente "entra" en la realidadde Dios y ve lo que la ideología delpoderosos quiere ocultar: el plan deDios (Dan 7,1;15-16; Ap 1,9-11...)- Son textos que ayudan a desen-mascarar las mentiras del poder: elpoder se presenta como omnipo-tente y eterno, como Dios. Las vi—

siones nos revelan la fragilidad y labrevedad del poder (Dan 2,29-45;

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lpí ,, ,?V ,

Economía

mente dos cosas:

a) Atender inmediatamente la emergencia social vi-

gente entendiendo que una "mayor homogeneidadsocial" es una clave principal para reducir el tan fa-moso y declamado "riesgo país".

b) Replantear el perfil productivo y el tipo de especia-lización fundada en producción primaria y de com-modities que se ha cristalizado en nuestro país. Ba-jar el "riesgo país" implica (por esta vía) alcanzar elequilibrio "externo".

Estas dos definiciones exigen dar por muer-tos el "ya aprobado Presupuesto de 1999" y la re-ciente "reforma impositiva". Se trata de plantear unnuevo esquema que combine:

- Progresividad tributaria (para resolver la precarie-dad fiscal). Un esquema impositivo como el actual(sobre consumo) se resiente al extremo en contextosrecesivos. Hay que avanzar hacia un esquema quegrave el consumo no esencial, el consumo de impor-tados, los patrimonios y las rentas.

- Reasignación del gasto con el objeto de atender ladesocupación (seguro de desempleo); los haberesjubilatorios y el financiamiento docente. Esto ademásde atender la emergencia implicaría replantear la de-manda global otorgándole mayor relevancia al mer-cado interno.

- Replantear la apertura de la economía con el obje-to de abastecer con mayor producción local la mayordemanda interna. Esto supone, entre otras cosas, re-plantear la estrategia Mercosur en acuerdo con Bra—

sil y en orden a elevar el arancel para productos ex-ternos a la región y establecer acuerdos sectorialesde complementación que ubiquen la necesaria rees-tructuración productiva que requiere nuestro país enel marco de la "escala regional". Cabe consignar queuno de los mayores riesgos que ha generado la polí-tica neoliberal en vigencia e incluso la última defini-ción de "dolarizar la economía", ha sido y es la posi-ble desarticulación y ruptura de la estrategia Merco-sur.

- Utilizar las "reservas excedentes" de las que hoydispone la Argentina (aproximadamente U$S 1.500millones) para cancelarcompromisos externos y libe-rar recursos fiscales que subsidien la exportación dela producción local. Cabe consignar que estos subsi-dios así como lo aranceles deben ser consistentescon la afirmación de una estrategia que privilegie el

mayor valor agregado local. Esto supone condicionarla asignación de los recursos y la protección privile-

giando una mayor industrialización y una mayor de-manda de proveedores locales por parte de las fir-

mas exportadoras.

- Por cierto, en esta misma dirección debe orientarsela relación con las empresas privatizadas apuntandoa que las mismas privilegien una mayor participaciónde proveedores locales en el total de sus compras.

La estrategia planteada parte de un supues-to básico. El predominio de las políticas neoliberalesha permitido primar ( sin límite alguno) la lógica de lacúpula empresarial dominante ( local y extranjera).Esta lógica implica haber transformado a la Argenti-na en un espacio de succión de rentas. Es decir deafirmación de un proceso de reprimarización acom-pañado del desarrollo de un sector de servicios fun-damentalmente orientado a atender el consumo dealtos ingresos.

Esta lógica se ha sostenido en base a:

- Incremento del endeudamiento externo público yprivado (de U$S 57.700 millones en 1989 a más deU$S 130.000 millones).

- Incremento de la transferencia de utilidades al exte-rior (de U$S 500 millones a U$S 2.500 millones).

- Sostenida fuga de capitales como modo de ocultarlas "superganancias" y eludir impuestos (se fugaronU$S 17.600 millones entre 1993 y 1997).

- Desindustrialización de la economía.

- Precariedad fiscal fundada en la resistencia a todaestrategia de progresividad tributaria y en la deman-da persistente de mayores subsidios para su lógicade funcionamiento.

Transformar la crisis en oportunidad implicadenunciar que esta es la lógica que nos ha llevado ala difícil situación que hoy afrontamos y que una nue-va Regulación Publica en materia económica tiene laresponsabilidad de replantear. Replanteo que supo-ne, necesariamente, la urgente convocatoria a unnuevo compromiso político y social para afrontar lacrisis.

Sólo con una estrategia que privilegie uncambio estructural del enfoque dominante (esto esde interpretación exclusivamente externa de la cri-sis) la perspectiva de nuestro país puede tener nue-vos horizontes. De lo contrario, el futuro económico,político y social de la Argentina aparecerá severa-mente comprometido.

Claudio LozanoDirectordel Instituto de Estudios

y Formación de la CTA. 1999

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Asamblea de Endepono se crea una barrera que hacedifícil escuchar, meditar y traducirlo que se dice a nuestro idiomapara entender.T.L.: ¿En el Chaco se aplicó ladisposición dela enseñanza bi-lingú'e ?F.G.: Al principio los auxiliares do-cente fueron rechazados o les ha-cían cumplir tareas como la de ce-bar mate o cuidar los chicos. Paralos maestros blancos nosotroseramos personas que no tenía-mos validez para hablar, sino quete mandaban hasta a comprar loscigarrillos. Después se ha idoavanzando porque se vió que eramás fácil aprender el castellanodespués de aprender a leer y es-cribir en la lengua materna. Lucha-mos para que se respete la educa-ción bilingúe, tanto en la Constitu-ción Nacional como la provincial, co-mo reconocimiento de la diversidadcultural que existe. Hay muchas len-guas y muchas culturas que debenser respetadas porque ninguna esmejor que la otra, ni tampoco una esinferior a la otra. Todos somos sereshumanos y tenemos distintos pensa-mientos. Y hay que reconocer y po-ner en práctica lo que está en los pa-peles. La mejor educación para unniño aborigen es que se enseñe pri-mero en lengua materna y despuésadquirir otros conocimientos deacuerdo a la zona donde pertenece.T.L.: Muchas Gracias.

ANGEL CAYUPIL,Mapuche, de Trelew (Chubut)

T.L.: ¿Hay mucha presencia ma-puche en Chubut?A.C.: Toda la presencia indígena esmapuche y tehuelche. Somos mayo-ría en relación a la población blanca,viviendo más en las ciudades que enel campo. En las periferias de las ciu-dades.T.L.: ¿Cuál es el nivel ocupacio-nal?A.C.: Cuando la gente se vino a lasciudades era por la presencia las fá-bricas textiles. En Madryn por Aluar,la empresa de aluminio. En Trelew deun parque textil de 56 fábricas ahora

Angel Ca_vupil

sólo quedan entre 9 a 12, con muypocos empleados. Toda esta gentese ha seguido quedando en las ciu-dades y trabaja en changultas, en laconstrucción. Pero hay un alto nivelde desocupación.T.L.: ¿ Y a nivel de la educación?A.C.: Acceso hay pero se está no-tando distintos tipos de exclusión.Los chicos no están yendo por situa-ciones que se crean en la familia. Laescuela ya no puede contener a loschicos y van quedando marginadosy después van a la nocturna. Estasno los atraen y van quedando afue—

ra. Chicos que a los doce o treceaños todavía van a cuarto y quintogrado. Y de a poco se los va exclu-yendo del sistema. Las escuelas deadultos, ya son de adolescentes. Mu-chos ni siquiera van a la nocturna,porque la prioridad es el trabajo. Lasituación que se ve en los pibes delas familias venidas del campo, bus-cando una perspectiva porque lostrabajos típicos del campo como laesquila ya se van terminando y vie-nen a la ciudad."EL.: ¿En las ciudades como sediscute, como se plantea el temadela tierra?A.C.: Se ha dado a partir de situacio-nes conflictivas, de desalojos, que vi-ven hermanos en el campo.Ante esola gente de la ciudad reaccionó. Apartir de situaciones bien concretas,

como la de Fortunato Pichalao,de Mercedes Carriman o de Ro-gelio Cayejul, todos ancianosque han querido desalojar. Esareacción tanto de la gente de lasciudades como del campo hamotivado una discusión no sóloen torno de la tierra sino un ras-treo de la identidad, algo bienperdido en la gente que está enlos pueblos y no tanto en losque están en las comunidades.Fue como una buena nuevaporque a partir de estas situa-ciones se da una búsqueda dela propia identidad en la genteque está en los pueblos y en lasgentes del campo, en cuidaresa identidad, buscar estrate-gias de organización, de uni-dad.72L.: En relación al énfasis

que ENDEPA pone en el tema dela tierra. ¿Cómo lo vivencias vós?A.C.: La cuestión de la tierra no essólo el espacio físico. Va mucho másallá. Tiene que ver con la vida deuno. Los que estamos viviendo en elpueblo añoramos mucho la vivenciacomunitaria de la tierra. Hemos lle-

gado al pueblo porque nuestros pa-dres han tenido que venir por cues-tiones laborales para sobrevivir eco-nomicamente. Con todo eso hemosperdido muchas cuestiones, como la

lengua que no es sólo el hablarlo si-no que tiene toda una expresión desentimiento. Creo que es la gran pér-dida que todos sentimos. Y tierratambién es esta cuestión de la len-gua. Tierra es identidad. No es sóloel espacio para sembrar y tener losanimalitos. Si no tenemos la tierra nopodemos vivenciar nuestra religiosi-dad pura, con el Guiyatún. Lo pode-mos hacer en la patio de nuestrascasas, pero es como que estamosencerrados. Distinto es en un espa-cio libre y tenemos que ir afuera dela ciudad para hacer nuestras rogati-vas. Se necesita de la tierra como unespacio que nos contiene. Estamosen un espacio que nos excluye por-que no podemos vivenciar nuestrareligiosidad, hablar nuestro idioma.La identidad se va perdiendo. Quévamos haciendo para recuperarla?Una cosa bien fuerte que se viene

Tiempo Latinoamericano 28

Apuntes para la Formación

Política_necesana

Estos apuntes fueron preparados para reflexionarsobre la ”PROBLEMÁTICAPOLÍTICA", como apor—tes a1 Curso-Taller sobre Análisis de la Realidad '99organizado por el Centro Tiempo Latinoamericano.

”La lucha por la organización política, por ampliar la parti-cipación social, por activar ciadadanías apáticas o aterrori-

zadas, por estabilizar las instituciones donde ello ocurreforman parte de los desafíos de la construcción democrática,porque tienen que lograrse dentro del orden y la conviven—

cia pacífica”. E.Torres Rivas—Pasos 51 p.l6-17

Una preocupacióncomún1- La política es un tema que tiene que ver con nuestravida. De ella dependen las posibilidades de que mu-chas de nuestras utopías se hagan realidad. Nos in-quieta el tema político porque quisiéramos encontrarlas formas de arribar, lo más pronto posible, a respues-tas que nos encaminen a condiciones de vida digna pa-ra todos. Estamos motivados por ideales de justicia yfraternidad, por sensibilidad social, por conceptosideológicos, por vivencia de la fe cristiana a compro-meternos en la solidaridad con los pobres y excluídos.Experimentamos que nuestra militancia social resultainsuficiente para obtener cambios sustanciales, perma-nentes y profundos en la realidad de la gente que sufrela injusticia social.2- Sabemos que esos cambios dependen de decisionespolíticas, pero a la vez huímos de la militancia política,porque el escenario de lo que entendemos por políticano nos entusiasma. Aparecemos refractarios a la políti—ca. La consideramos una "cosa sucia", con la que no nosqueremos contaminar. Miramos la realidad y nos en—

contramos con suficientes motivaciones que justificannuestra aversión.

Luis Miguel Baronetto

3- El horizonte no está a la vuelta de la esquina. Los ca—

minos no aparecen y algunas experiencias resultanfrustrantes. Pero la cuestión sigue vigente. 0 seguimosla búsqueda o nos refugiamos en el cómodo individua-lismo de una salida personal. El debate de la problemá—tica política nos permite avanzar en nuestras búsque—das, con un criterio abierto, sin quedar encerrados enpreconceptos. Estas reflexiones no parten de la cienciapolítica, sino de nuestra experiencia en la realidad.

Una mirada hacia atrás

4- En nuestra juventud el camino parecía estar más cla-ro. Al sistema capitalista se le oponía la experiencia so-cialista. Los movimientos de liberación del llamadotercer mundo. La experiencia africana, Vietnam, Cuba,los mismos planteos desarrollistas, la resistencia pero-nista en nuestro país, etc., señalaban un nivel de movi-lización social que nos hacía ver más cercano el hori-zonte posible de cambios estructurales que acarrearíanmayores niveles de justicia social y dignidad para la vi-da de nuestros pueblos. No era entusiasmo juvenil.Fue una época de grandes debates sobre las teorías re-volucionarias combinadas a las prácticas emergentes.Y en nuestro caso con una presencia institucional de laiglesia latinoamericana alentando esta perspectiva decambio (Medellín). Este auge de masas fue enfrentadode modo integral en términos políticos—militares: ladoctrina de la seguridad nacional, con la instauraciónde las dictaduras; y con ello la desarticulación de losmovimientos populares para imponer un agresivo mo-delo de acumulación capitalista, que cambió las reglasdel juego, no dejando aparentemente espacios para laspolíticas nacionales.5- Luego de las feroces represiones experimentadas enlos pueblos latinoamericanos, la instauración de las de-mocracias se visualizan como la recuperación de un es-pacio político condicionado fuertemente por la hege-monía del poder económico. Lo político pareciera que-

Tiempo Latinoamericano 31

para asegurar el anda—miaje jurídico que ga—rantice la marcha delmodelo. Es el fin del es-tado de bienestar.9- Si este estado no ga—rantiza la calidad de vi-da de la gente, es lógicoque la gente sienta de—

sinterés por el manejodel estado. Que lo veadistante y ajeno a su Vi-da. Y así la política comomedio de acceso al esta—do será de interés sólode aquellos grupos quelo visualizan como be-neficio personal. Por esola militancia política hadejado de entusiasmar.Y las campañas políticasse garantizan con el di-nero que pone el podereconómico en los me—dios de comunicaciónsocial. La política devie—

ne en espectáculo. El es—

cenario es ocupado porlas dirigencias políticas que deben servir a los gruposeconómicos y la gente lo contempla desde las butacasaplaudiendo si la mercancía le gusta o apagando el te—

levisor si no le gusta.10- Para el funcionamiento de este estado, se necesitaun ejercicio autoritario y cerrado del poder político. Noresulta provechoso abrir canales de participación por-que sería abrir espacios a las demandas sociales. Y es—to significa destinar recursos para satisfacer esas de-mandas que van en contradicción con el presupuestode reducir el gasto público. Por eso este estado neolibe-ral debe contemplar su cuota de "asistencia social", queademás es utilizada como forma de mantener el "clien—telismo" político. La democracia se restringue a lo for-mal. El ejercicio de la participación ciudadana se limi—ta al voto. Y el descrédito la debilita. La sociedad civilaquí pretende ser reducida a un rol pasivo, dificultan-do su organización, desalentando la participación,agotando su articulación.

Crisis de representación política11- Entre las causas de la crisis de representatividadpolítica pueden mencionarse: las deficiencias del siste—ma electoral (las listas sábanas, la no revocación delmandato), el poder político hegemonizado por el po-der económico, la corrupción de la dirigencia política yla pérdida de credibilidad de la gente, el vaciamientode las instituciones democráticas, la debilidad de las

Apuntes para la Formación

organizaciones de la sociedad civil. La sociedad civildesarticulada y el avance del poder económico hacenvisualizar al ejercicio del poder político, en el manejodel estado, como no beneficioso para la gente. Esta ex-periencia, aparejada al aprovechamiento que hace delespacio político la clase dirigente, pone en tela de jui—cio el sistema de representación política. No alcanza elinstrumento político para dar legitimidad a los repre-sentantes. Hay además un criterio clientelista de la po—lítica que la desvirtúa. Se generan nuevas formas decaudillismo o dependencias que debilitan el portago-nismo de la gente. Y sin gente se vacía de contenido lademocracia reduciéndola a la mera formalidad.12- Si todo esto, que pretende el modelo neoliberal,fuese visto de una manera esquemática no quedaría es-pacio para intentar ningún tipo de cambio. Pero la rea—lidad nunca es blanca 0 negra. Sus tonalidades nos per-mite avanzar en el análisis para encontrar caminos enla construcción de un modelo diferente.

La construcción de un modelo solidario13- El nuevo modelo debe tener la premisa de incluír atodos. Por eso debe estar asentado en el principio de lasolidaridad. Y su concreción depende de la capacidadde los actores sociales para organizar la solidaridadmediante acciones con efectos significativos. Aunquees necesario ir construyendo un marco teórico que sus-tente la viabilidad de un modelo diferente, su factibili—

Tiempo Latinoamericano 33

parecido al religioso, consisteen aceptarcomo únicamentevá—

lido un modelo de organizaciónpolítica y en la actitud consi—

guiente de intentar imponérselo a los demás, ha sido tambiénsuficientementeestudiado y frecuentementedemostrado. Delmismo existen ejemplos en todo el espectro político. El fun—

damentalismo de izquierdas ha sido ejemplificado por el lla—

mado "socialismo real". que habría pasado de ser una dictadu—

ra del proletariado a ser una dictadura del partido único sobreel proletariado, Y del fundamentalismode derechas los ejem—

plos son demasiado numerosos. En Francia, paralelo al "casoLefevbre" en el campo religioso. está el ”caso Le Pen". El au-mento de votos que ha ido obteniendopor parte del electora—do en los distintos comicios celebrados en aquel país, a pesarde ser un partido marcadamente fundamentalista,nazi, racistay xenófobo, pone de reliexe el auge del fundamentalismopo-lítico en Europa. Y no se trata de un fenómeno exclusivo deFrancia, pues en otros países está ocurriendo algo parecido,como demuestra la creciente proliferación de grupos nazis yracistas, protagonistasde atentados no menos deplorablesquelos cometidos por los integristas islámicos más arriba reseña—dos.

El fundamentalismo económico ha merecido quizás menosatención, pero no deja de ser. a nuestro juicio, ni menos real nimenos peligroso y nefasto. Entendemoscomo tal el intento depresentar como únicamente posible y válida una determinadavisión de la economía o modelo económico. De su vigencia yauge da fe la machaconainsistenciacon la que, desde los másvariados ámbitos, se viene repitiendoque el modelode la eco—nomía neoliberal es. tras el fracaso de otras alternativas,el úni-co modelo válido y posible. En este mensaje insistente, si nose llega a decir que es un modeloperfecto, si se le propone co-mo el más correcto y el único posible.

Este fundamentalismoeconómico, a pesar de merecer menosatención, quizás sea el más peligroso y pernicioso. Lo es por—

que suele falsear los problemas al ignorar sus verdaderascau-sas. Hacer de los emigrantes, por ejemplo, el chivo expiatoriodel problema del desempleo, es falsear el problema al ponerlas causas del mismo donde no están. La verdaderacausa es—

tá precisamente en el fundamentalismoeconómico, en quererimponera trancas y barrancas un modeloeconómicoúnico, ig-norando las terribles consecuenciasque se está trayendo,y quese traducen en pobreza, paro y marginaciónpara la mayoríadela población mundial, afectando de manera especial a las po—

blaciones del Tercer Mundo, pero resistiéndoseasimismo sec—

tores cada vez más importantesde los países ricos.

El fundamentalismoeconómico es también perniciosoporqueestá matando la esperanza en mucha gente, que en otro tiem—

po movilizaba su mente y sus energías en la búsqueda de mo—delos alternativos de economía y de vida. Ahora, una ola de"conformismo" ha sepultado en gran medida la fe que antañohabía en la utopía de una sociedad diferente, más justa y me—

jor.

Sobre el aspecto económico del fundamentalismo,nos pareceespecialmentesugerente la reflexiónque cuando la ciencia, in-

Debatecluida la economía, absolutiza sus conclusiones,pierde su es—

tatuto de ciencia y cae en la trampa fundamentalista.El fundamentalismo cultural

Terminamos nuestra descripción con esta otra cara del funda—

mentalismo, no porque sea la última, sino porque nos parecetambién importante. Religión, política y economía son ele-mentos esencialesde la cultura. Por eso, al hablar aquí de fun—

damentalismo cultural, nos queremos referir a un hecho muyconcreto, a saber: a la firme creencia en la superioridaddel oc—

cidente científicoy técnico sobre los demás modos de vida su-puestamente "contaminados" por una fidelidad retrógrada alas tradiciones, al fanatismo religioso, y diametralmenteopuesto a la "civilización" y al ”progreso", que se mide única-mente por el poder conquistado sobre la naturalezay los hom-bres mediante la ciencia y la técnica.

Esta idea, que guió todo el proceso de la colonizaciónde otroscontinentes por parte de Europa, sigue viva y actuando. Si latildamos de fundamentalista es porque no deja de basarse enun dogma más, es de una visión histórica lineal de la humani—dad, cuyo objetivo sería la "modernidad" occidental. Estamentalidad, que penetra lo que hemos definido como funda—

mentalismo político y económico, resulta igualmente peligro—sa, pues "ha conducidono sólo a negar o destruir las demás ci-vilizaciones, sino a empobrecer la civilizaciónoccidentalmis—

ma, al permitir que se atrofie, en nombre del individualismo,la dimensiónde la comunidad, y en nombre del positivismo,ladimensión trascendentedel hombre" (R. Garaudy)

¿Qué hacer?Evidentemente,y tras estas pinceladas sobre la difusión y au-ge en nuestra sociedad del fundamentalismo,no vamos a pre—tender ofrecer en cuatro palabras la solución a un problema ensi complejo y difícil. Lo único que buscamos en este aparta-do final es lo siguiente. Primero, llamar la atención sobre suimportancia y gravedad, y no sólo por su posible auge, sinopor las consecuenciasnegativasque está produciendoya al en—

venenar las relacionesentre las personas,entre las religiones yentre los pueblos y al llevar a otros efectos no menos negati-vos: pobreza y marginaciónen el campo económico; y ruptu—

ra del diálogo, intransigenciay dogmatismoen los campos po—

lítico, religioso y cultural en general. Y, segundo, apuntar al-gunas pistas de cómo proceder en este asunto.

Desde luego al fundamentalismono se le vence siguiéndole lacorriente, ni queriendo congraciarse con él, como a veces sehace desde la política, con la vana pretensión de quitarle vo—

tos, sino desenmascarándoloa fondo. Tampoco la represiónparece ser el camino más eficaz de quitarle fuerza, pues alcontrario suele dar alas a sus convicciones. Las estrategiaseficaces parecen apuntar en otra dirección. Se trataría de ca—

var el terreno sobre el que se apoya y del que recibe su fuerza.Y esto significaavanzarhacia enfoquesglobales de los proble—mas, hacia cambios radicales en la política frente al TercerMundo, en la política de desempleo y en el talante o modo deenfocar el necesariodiálogo entre las diferentes culturas, pue—blos y religiones.

Tiempo Latinoamericano 37

Ediciones

LATINOAMERICANOsobre

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Mons. Enrique AngelelliBiografía /Misas Radiales

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Revista TIEMPO LATINOAMERICANO..Belgrano 715, CP 5000. Córdoba, Argentina.

MISAS RADIALESDE MONS. ANGELELLITomo I (1968 / 69 / 70)

Prólogo deLeonardo Boff

Recopilación íntegra ycronológica de lashomilias

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dominicalestransmitidas por RadioJoaquín V. González,de La Rioja.

Testimonios

EL CORAZÓNDE UN MÁRTIR,EL PERFIL DE unOBISPO DELCONCILIO

P. AmirattiP. La Civitta

testimonios yanécdotas de dossacerdotes riojan:nque compartieronministerio.

Reflexiones ,

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