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:: Año 12, núm.11, julio 2009 :: www.tiempouniversitario.buap.mx Ejemplar gratuito L a ciudad de Puebla fue escenario de uno de los combates más importantes que han ocurrido entre la universidad y el poder estatal. La derecha poblana encabezada por el gober- nador Gonzalo Bautista O´Farril (GBO), enfiló sus ba- terías en contra de la Universidad Autónoma de Pue- bla (UAP). En el conflicto intervinieron desde grupos paramilitares hasta el ejército. Fue necesario, pues, la intervención del gobierno federal para detener la escalada de violencia. En los primeros meses de 1972 se daba en Puebla un auge de la luchas populares: se intensificaban las ocupaciones de tierra; crecía la insurgencia sindical, los electricistas del STERM, los ferrocarrileros del MSF, los obreros de la Volkswagen y los trabajadores de la industria textil, daban importantes batallas. Los estudiantes de la UAP protestaban por el alza en las tarifas de los autobuses urbanos. 1 Podemos decir que los obreros y campesinos encontraban el eco de sus luchas en al Universidad, en donde se había desarro- llado un largo proceso que desembocó en un gobier- no democrático de la institución. 2 Estado y lucha política en el México de 1970 -1974* Mario Huacuja R. José Woldenberg. * Tomado de Estado y lucha política en el México actual, Ediciones "El Caballito", México, DF, 1976. pp. 107-116. 1 Por este motivo un grupo de pistoleros pagados por los permisionarios agredieron a balazos a los estudiantes. “Puebla. Criminal pro- vocación” en Punto Crítico No. 8 pp. 16-17. 2 En Oposición No. 44, p.7 apareció una breve reseña de este proceso, que narró a la revista el Lic. Alfonso Vélez Pliego, director de la Prepa- ratoria Popular de Puebla. Aquí presentamos un resumen de esta reseña: “… (en) 1937 el Colegio del Estado se transformó en Universidad de Puebla, bajo la influencia de las concepciones pedagógicas cardenistas. La Ley Orgánica que se promulgó en esa ocasión contenía una serie de preceptos avanzados para su época… Esta estructura no duró más que de 1937 a 1941, año en el que el gobernador Gonzalo Bautista —padre del actual— deroga la ley y promulga una nueva, alegando que es necesario que la Universidad se profesionalice… conforme en el país va de- sarrollándose un proceso hacia el fortalecimiento de los grupos más conservadores, la Universidad sufre el mismo fenómeno. En 1956 se logra la autonomía de la Universidad, a partir de ella los insignificantes grupos políticos liberales y de izquierda empiezan a intervenir para modificar la Universidad… A partir de 1961, la Universidad inicia un proceso que es más de carácter político que académico. En este proceso van a darse infinidad de luchas por el control de la Universidad y por la modificación de la estructura académica y política… un acontecimiento… va a ser determinante en la derrota del movimiento reaccionario dentro de la Universidad: el movimiento estudiantil popular de 1964 que condujo al derrocamiento del general Nava Castillo, gobernador del Estado, y aplastó políticamente a los grupos reaccionarios internos, nulificando su acción futura en la UAP… El movimiento de 1964 permitió que se establecieran profundas ligas entre el movimiento estudiantil y popular… En 1968 se conformó un gobierno universitario a base de una junta administrativa con representantes de los diversos grupos políticos existentes en la UAP. En este mismo año nuestra Universidad participa con la UNAM y otras en el gran movimiento que conmovió al país…” EL EJERCITO mexicano custodiando la ciudad de Puebla en 1964. Ima- gen tomada de la revista Oposición, año III, no. 47, noviembre de 1972.

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G a c e t a H i s t ó r i c a d e l a B U A P [1]

A r c h i v o H i s t ó r i c o U n i v e r s i t a r i o

:: Año 12, núm.11, julio 2009 :: www.tiempouniversitario.buap.mx Ejemplar gratuito

La ciudad de Puebla fue escenario de uno de los combates más importantes que han ocurrido entre la universidad y el poder estatal. La derecha poblana encabezada por el gober-

nador Gonzalo Bautista O´Farril (gbo), enfiló sus ba-terías en contra de la Universidad Autónoma de Pue-bla (uap). En el conflicto intervinieron desde grupos paramilitares hasta el ejército. Fue necesario, pues, la intervención del gobierno federal para detener la escalada de violencia.

En los primeros meses de 1972 se daba en Puebla un auge de la luchas populares: se intensificaban las ocupaciones de tierra; crecía la insurgencia sindical, los electricistas del sterm, los ferrocarrileros del msf, los obreros de la Volkswagen y los trabajadores de la industria textil, daban importantes batallas. Los estudiantes de la uap protestaban por el alza en las tarifas de los autobuses urbanos.1 Podemos decir que los obreros y campesinos encontraban el eco de sus luchas en al Universidad, en donde se había desarro-llado un largo proceso que desembocó en un gobier-no democrático de la institución.2

Estado y lucha política en el México de 1970 -1974*

Mario Huacuja R. José Woldenberg.

* Tomado de Estado y lucha política en el México actual, Ediciones "El Caballito", México, DF, 1976. pp. 107-116.1Por este motivo un grupo de pistoleros pagados por los permisionarios agredieron a balazos a los estudiantes. “Puebla. Criminal pro-vocación” en Punto Crítico No. 8 pp. 16-17. 2En Oposición No. 44, p.7 apareció una breve reseña de este proceso, que narró a la revista el Lic. Alfonso Vélez Pliego, director de la Prepa-ratoria Popular de Puebla. Aquí presentamos un resumen de esta reseña: “… (en) 1937 el Colegio del Estado se transformó en Universidad de Puebla, bajo la influencia de las concepciones pedagógicas cardenistas. La Ley Orgánica que se promulgó en esa ocasión contenía una serie de preceptos avanzados para su época… Esta estructura no duró más que de 1937 a 1941, año en el que el gobernador Gonzalo Bautista —padre del actual— deroga la ley y promulga una nueva, alegando que es necesario que la Universidad se profesionalice… conforme en el país va de-sarrollándose un proceso hacia el fortalecimiento de los grupos más conservadores, la Universidad sufre el mismo fenómeno. En 1956 se logra la autonomía de la Universidad, a partir de ella los insignificantes grupos políticos liberales y de izquierda empiezan a intervenir para modificar la Universidad… A partir de 1961, la Universidad inicia un proceso que es más de carácter político que académico. En este proceso van a darse infinidad de luchas por el control de la Universidad y por la modificación de la estructura académica y política… un acontecimiento… va a ser determinante en la derrota del movimiento reaccionario dentro de la Universidad: el movimiento estudiantil popular de 1964 que condujo al derrocamiento del general Nava Castillo, gobernador del Estado, y aplastó políticamente a los grupos reaccionarios internos, nulificando su acción futura en la uap… El movimiento de 1964 permitió que se establecieran profundas ligas entre el movimiento estudiantil y popular… En 1968 se conformó un gobierno universitario a base de una junta administrativa con representantes de los diversos grupos políticos existentes en la uap. En este mismo año nuestra Universidad participa con la unam y otras en el gran movimiento que conmovió al país…”

EL EJERCITO mexicano custodiando la ciudad de Puebla en 1964. Ima-gen tomada de la revista Oposición, año III, no. 47, noviembre de 1972.

T i e m p o U n i v e r s i t a r i o

C a s a d e l a M e m o r i a U n i v e r s i t a r i a

Como respuesta a este proceso se desata una in-tensa campaña anticomunista en la ciudad de Pue-bla. En abril de 1972 (recién nombrado gobernador provisional del estado Gonzalo Bautista O´Farril en sustitución de Rafael Moreno Valle) grupos empresa-riales demandan al gobernador el “rescate” de la Uni-versidad. El primero de junio aparece en el periódico El Heraldo un artículo denunciado que el arquitecto Joel Arriaga, el ingeniero Luis Rivera Terrazas, el fí-sico Agustín Valerdi, los licenciados Jaime Ornelas y Alfonso Vélez, destacados miembros de la uap, prepa-ran actos subversivos para el 10 de junio. El 14 de ju-nio se lleva a cabo un acto presidido por el arzobispo Octaviano Márquez y Toriz, que era una respuesta a supuestas agresiones cometidas contra la iglesia. Se-gún el arzobispo las agresiones se debían a los co-munistas y exhortaba a luchar contra ellos en todos los frentes. Aparecen en varios rumbos de la ciudad bardas pintadas con leyendas como la siguiente: “Joel Arriaga, Terrazas, Vélez Pliego y Jaime Ornelas, fuera de la Universidad o muerte”.3

Este tipo de actividades no eran nuevas en la re-gión. En 25 de agosto de 1971 se habían colocado bombas incendiarias en la puerta principal del edificio Carolino, en las casas del rector Martín Carvajal C., del director de la Preparatoria Popular Alfonso Vélez P. y del consejero universitario Marco Antonio Rojas. Todavía antes, el 16 de diciembre de 1970, había esta-llado una bomba dentro de la casa del entonces rector Manuel Lara y Parra, quién renunció de inmediato. 4

Paralelamente a todo esto, surgen en Puebla gru-pos “fascistas paramilitares” como el “Náhuatl”, “Ju-ventud Nueva” y “Frente Universitario Anticomunis-ta”, financiados por grupos empresariales poblanos, y más concretamente por la llamada “Junta de Mejo-ramiento Moral, Cívico y Material”.5

Este es el preámbulo que culmina con el asesinato de Joel Arriaga el 20 de junio de 1972. El arquitec-to Arriaga era director de la preparatoria nocturna “Benito Juárez” de la uap; había sido un destacado dirigente estudiantil en la década de los sesentas, so-bresaliendo en los combates de 1964 que lograron la caída del general Antonio Nava Castillo, gobernador del estado. Miembro del Partido Comunista Mexica-no, preso político a raíz del movimiento estudiantil popular en 1968, era profesor universitario desde su salida de la cárcel de Lecumberri en noviembre de 1971.6

El crimen se cometió cuando Joel Arriaga y su es-posa iban a su casa a bordo de su automóvil. Desde otro vehículo, que les cerró el paso, le dispararon 11 tiros con pistola 38. Tres de los cuales le causaron la muerte.

Las autoridades del Estado intentaron, en un prin-cipio, culpar del asesinato a otros grupos de izquier-da. El jefe de la Policía Judicial del estado, coronel Felipe Flores N. declaró después del asesinato: “Las autoridades policíacas consideran casi imposible el esclarecimiento del asesinato del arquitecto Joel Arriaga Navarro, por varias razones, pero principal-mente porque este crimen fue ejecutado por pistole-ros profesionales y ordenado por el alto mando de

3 “Puebla, Criminal…” Op.cit.p.16. 4 “¿Autonomía a complacencia?” en Solidaridad No. 52, pp. 14-15. 5 Ver: “Nada de casual hubo en el crimen: todo fue meticulosamente preparado” en Oposición No. 44,p.8 y Punto Crítico No. 8, p.16. 6 “Joel vivió con el pueblo; el pueblo lo acompañó hasta la tumba”, en Oposición No. 44,p. 5-6 Punto Crítico 8, op. cit. p.16.

MITIN anticomunista de 1961, convocado por el arzobispo Octaviano Márquez y Toriz. Imagen tomada de la revista Oposición, año iii, no. 47, noviembre de 1972.

MANIFESTACIÓN estudiantil en Puebla. Imagen tomada de la revista Oposición, año iii, no. 48, diciembre de 1972.

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la extrema izquierda”. El gobernador gbo declaró: “Con pena debo confesar que todo este problema se debe a pugnas universitarias”.7

Una nueva táctica represiva aparecía en Puebla. Después de desencadenar una intensa campaña anti-comunista, se crean grupos paramilitares encargados de liquidar a los principales dirigentes de la izquierda en forma “no oficial”. De esta manera el gobierno del estado pretende aparecer con las manos limpias y “explicar” el asesinato por supuestas “pugnas uni-versitarias”.

Sin embargo, la respuesta estudiantil y popular no se hizo esperar. El 22 de julio más de 3,000 perso-nas asistieron al sepelio de J. Arriaga y el 26 de julio 12,000 manifestantes aproximadamente salieron a las calles de Puebla a expresar su indignación por el crimen. Ahí se menciona al gobernador como princi-pal responsable de lo ocurrido.

El presidente de la república, Luis Echeverría, nombra una comisión investigadora para dilucir el crimen, pero hasta la fecha no se saben cuáles son los resultados de esta investigación. Paralelamente se intenta, de la manera más burda, hacer aparecer el crimen como un asunto pasional; maniobras que la esposa de Joel denuncia. 8

De julio de 1972 al primero de mayo de 1973, el conflicto se va agudizando y las fuerzas se polarizan.

El 29 de agosto el Frente Obrero- Campesino- Es-tudiantil de Puebla (focep), realiza una manifestación que demanda la destitución del jefe de la Policía Judicial del Estado y del inspector de la Policía Preventiva; la desa-parición de la Junta de Mejora-miento Moral, Cívico y Material de Puebla; alto al alza de precios; aumento general de salarios; li-bertad para que los trabajadores se asocien en forma independien-te; desaparición de los latifundios; esclarecimiento del asesinato de Joel Arriaga; entrega del Hospi-tal Civil a la uap; establecimien-to de “peseros”; desaparición de las cuotas de consumo de agua y cese a la represión.9 Ese mismo mes son despedidos barios chofe-res de la línea de Autotransportes Tlaxcala- Apizaco- Huamantla.

Los trabajadores reciben la solidaridad estudiantil. Son trasladados varios camiones al edificio Caroli-no como garantía para que el conflicto se solucione en forme satisfactoria. Mientras tanto, el gobernador anuncia que utilizará la fuerza pública para recuperar las unidades.10

Continúan los bombazos y las amenazas de muerte contra dirigentes de la uap. Se teme un ataque abierto a la Universidad.

En este lapso se logra un triunfo parcial para el movi-miento estudiantil. Se entrega el Hospital Civil a la uap.

El 14 de octubre de 1972 se designa a gbo para que continúe otros 6 meses como gobernador. Esto propicia que se desate de nuevo una intensiva campaña anticomunista.

El 18 de octubre se lleva a cabo en la ciudad de Puebla una gran concentración masiva ante la cual el gobernador Bautista O´farril de-clara la guerra a la uap.

Esta manifestación es promo-vida por las organizaciones patro-nales, el clero, las organizaciones sindicales charras y el propio go-bernador. En las pancartas se de-cían cosas como: “El comunismo esclaviza”, “Puebla es Mariana”, “Reclamamos que se retire el sub-sidio a la Universidad”.

Bautista O´Farril pronuncia uno de los discursos más agresivos y anticomunistas de muchos años.

7 Ibid, p. 168 “Conversación con Judith”, en Oposición No. 45, p. 11. 9 “Puebla. Ante la represión, la organización”, en Oposición No. 46, p.20. 10 “Puebla 1972. Una cronología”, en Punto crítico No. 12, p. 16

ESTUDIANTES universitarios se manifiestan por las principales calles de la ciudad, el ejercito y policía no intervinieron. Imagen to-mada de la revista Oposición año iii, no. 44, julio de 1972.

MULTITUDINARIA demostración popular estudiantil. Imagen tomada de la revista Oposición, año iii, no. 44, julio de 1972.

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Bautista acusa a las autoridades universitarias de ser las responsables de la situación que prevalece en la entidad. Anuncia que las puertas de las cárceles se abrirán para “los autores intelectuales de los crímenes”. Amenaza con retirar el subdisio a la uap. Si esto fuera poco, Federico Hernández, latifundista de Ciudad Serdán, se lanzó con-tra los “desequilibrados maniáticos de la Universidad” y exigió al gobernador la detención de “esos mal nacidos”. El orador continuó amenazando: “Si es necesario em-puñar las armas, estamos dispuestos a hacerlo. Sólo es-peramos una orden señor gobernador”.11 Se preparaba, era evidente, una ofensiva definitiva contra la uap. Por las mismas fechas se resuelven dos conflictos: se les entrega a los campesinos de Xonacatepec y de Teca-machalco parte de las tierras que habían invadido y el conflicto de los choferes se resuelve favorablemente a los mismos. Con esto se esperaba aislar el movimien-to universitario.

El ejército patrulla la ciudad. Los estudiantes pla-nean una manifestacion para repudiar la política de Gonzalo Bautista. Días antes de dicho acto, varias avionetas dejan caer miles de volantes pidiendo a los padres de familia que no dejen acudir a sus hijos al acto, pues éste iba a ser “autoagredido”. El día progra-mado para la manifestación policías y ejército rodean la Universidad. El acto tiene que ser suspendido. 12

El secretario de Educación Pública, Víctor Bravo Ahúja, declara por esta época que no se hará presión económica sobre las universidades, y en particular con-trarresta las agresiones de gbo. Desde entonces se hace público el conflicto entre el poder federal y el estatal. 13

Sin tomar en cuenta las declaraciones del Secreta-rio de Educación, el 17 de noviembre se constituye el Comité Coordinador Permanente de la Ciudadanía Poblana que propone: lucha permanente contra el comunismo; derogación de la ley orgánica de la uap; desaparición de la Preparatoria Popular; desconoci-miento a las autoridades universitarias; y, retención del subsidio federal, entre otras cosas. 14

Ante esta ofensiva reaccionaria, el 23 de noviem-bre se inicia la jornada de Solidaridad con la uap. A este evento asisten delegaciones estudiantiles de di-versas partes de la república, intelectuales, campesi-nos y obreros. Este acto intenta frenar la ofensiva en contra de la uap.

Todavía el 28 de noviembre el rector de la universi-dad poblana, químico Sergio Flores, declara a la pren-sa, que el gobernador interino, Gonzalo Bautista, ha suprimido las garantías individuales y promovido un clima de terror derechista. Al otro día el gobernador responde “reafirmando su fervor anticomunista”.15

En este clima, el 20 de diciembre d 1972 es ase-sinado Enrique Cabrera, jefe del departamento de Servicio Social y Extensión Universitaria de la uap y miembro del Partido Comunista, desde 1960. 16 Al igual que Joel Arriaga, Enrique Cabrera fue ultimado por un grupo paramilitar a las puertas de su casa. Posteriormente, la procuraduría de Justicia de Pue-bla declara que los culpables del asesinato de Cabre-ra son Carlos Ceballos y Carmelo Cortés; militantes

11 Ver las reseñas que aparecen en : “Puebla: el ataque fascista” en Oposición No. 47,p.11-12. “Puebla, a la sombra del fascismo “en Punto Crítico No. 13, pp. 5-6 y en Solidaridad No. 78-79, pp.25-27. 12 “Puebla : el ataque…”op.cit.p.12.13 Solidaridad No.78-79,p.27.14 “Puebla 1972, una cronología”…, op.cit.,p. 1615 Ibid., p.16. 16 “Enrique Cabrera: los frutos del fascismo”, en Oposición No. 49, p.6

CONSTERNACIÓN en Puebla por el asesinato de Enrique Cabrera Barroso en 1972. Imagen tomada de la revista Oposición, año iii, no. 49, marzo de 1973.

MANIFESTACIÓN en contra de la represión. Imagen tomada de la revista Oposición, año iii, no. 44, julio de 1972.

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de las Brigadas Campesinas de Ajusticiamiento que actúan en al sierra de Guerrero. Las autoridades in-tentaban utilizar a Ceballos y Cortés como chivos ex-piatorios.17

Las provocaciones contra la uap continúan: el 24 de enero de 1973 es asesinado Josaphat Tenorio (pa-sante de Derecho) en la misma Universidad. Con esto se intenta provocar una respuesta violente por parte de los universitarios, a fin de tener un pretexto para la represión.

El primero de enero es encon-trado muerto un policía. Se acusa a los estudiantes de este asesinato. El gobernador culpa a las autori-dades universitarias de proteger y financiar delincuentes. Los co-mités de lucha de la uap publican un desplegado acusando: “la reac-ción asesinó al policía y lo arrojó a las puertas de la Universidad”. 18

A estas provocaciones se suman asaltos del Frente Universitario Anticomunista a diversas escuelas de la uap. Era claro que la ofensi-va reaccionaria continuaba. Todo esto llega a su punto más crítico el primero de mayo de 1973.

Ese día se produce una fran-ca agresión contra la uap en la que mueren cuatro estudiantes.19

Se quiere hacer pasar los hechos

como el resultado de un plan subverviso que se fra-guaba en Puebla. Según la revista Tiempo, “lo ocurri-do el día primero no fue más que el desenlace parcial de un complot urdido desde hace varios meses por extremistas de izquierda y derecha”. Se acusa a los estudiantes del Carolino” de cometer el “feroz ase-sinato de los policías David Germán Morales y José López Romero”; se acusa al Partido Comunista de propiciar actos subversivos, y se pretende hacer creer que “la policía actuó en defensa propia”.20

Sin embardo, la indignación por lo acontecido crece. Para todo el mundo era clara la agresión de que había sido objeto la uap. El 3 de mayo se lleva acabo el sepelio–manifestación de los cuatro estu-diantes asesinados. Más de 20,000 personas marchan por las calles de Puebla exigiendo la destitución de Bautista O´Farrill.

Esa misma tarde se reúne el Consejo Universitario de la uap y toma los siguientes acuerdos: 1.- Pedir la destitución de Gonzalo Bautista. 2.- Declarar hijo indigno de la uap a Bautista O´Farril. 3.- Declarar al Consejo en sesión permanente. 4.- Emitir un docu-mento par aclarar la posición de la Universidad Autó-noma de Puebla en el conflicto. 5.- Exigir al gobierno indemnización para los deudos de los universitarios

asesinados. 6.- Aprobar una ayuda económica de la uap a los familia-res de los estudiantes asesinados el primero de mayo.21

El día 7 el Consejo Universita-rio exige la desaparición de pode-res en el estado. De todo el país llegan adhesiones a la uap. El día 8 se lleva a cabo un paro nacional de universidades en apoyo a los universitarios poblanos. Esa mis-ma noche renuncia Gonzalo Bau-tista, y el 9 de mayo es nombrado gobernador substituto Guillermo Morales Blumenkron, a pesar de la oposición del Comité Coordi-nador Permanente de la Ciudada-nía Poblana, quien llama al pueblo a concentrarse ante el Congreso del Estado “para impedir que se acepte la renuncia de Gonzalo Bautista”.22

17 “Puebla, asesinato y represión”, en Punto Critico No. 14, p.27. 18 Ver el desplegado en Oposición No. 50, p.8 19 Para una cronología de lo sucedido ese día ver el suplemento cultural de Siempre! No. 1039. 20 Tiempo 1629, pp. 23-33.21 “Los días de tensión “, en Oposición No. 53, p. 5.22 Ibid, p. 68.

JOEL Arriaga Navarro, tercero de izquierda a derecha, en el seminario del Fondo Latinoamericano para la promoción del libro Universitario.Imagen tomada de la revista Oposición, año iii, no. 46, octubre de 1972.

ENRIQUE Cabrera Barroso, jefe del departamento de Servicio Social y Extensión Universitaria. Imagen tomada de la revista Oposición, año iii, no. 46, octubre de 1972.

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de Lucha de la escuela de Filosofía y Letras de la uap da una versión, y la revista Oposición otra. 23

En el conflicto poblano, fue clara la política del gobierno del estado, encabezado por Gonzalo Bautis-ta O´Farril. Éste, apoyado por la tradicional derecha de la región y aprovechando el arraigado sentimiento conservador de un buena parte de la población, fo-mentó los grupos paramilitares, realizó actos masivos anticomunista, amenazó con retirar el subsidio a la uap y propició la infiltración y el terror.

El gobierno local, las organizaciones patronales, el clero y los líderes charros, se lanzaron a un campaña abierta contra la uap y lo que ésta significaba. Al pare-cer, quienes constituyen la base social más efectiva de este tipo de política son los latifundistas, sectores de la pequeña burguesía y la burguesía media.

Por otra parte, el gobierno federal no apareció en la escena política abiertamente, en buena parte del conflicto. A excepción del nombramiento de la co-misión especial para investigar el asesinato de Joel Arriaga, que de hecho no funcionó, el gobierno fe-deral contempló el desgaste de las fuerzas en pugna, para finalmente intervenir y “recuperar su papel he-gemónico en la dirección política estatal”. 24

¿Es que en el conflicto de Puebla se manifestaban dos formas de hacer política: una abiertamente re-presiva (gobierno local) y otra mediadora y concilia-dora (gobierno federal)?; ¿es que “la modernización capitalista que pretende el poder central choca ine-vitablemente con las formas y usos de la estructura tradicional del poder poblano?”25 En suma: ¿quiénes

forman la base social de los bau-tistas o´farril y quiénes las del gobierno central? Estas preguntas no se pueden resolver cabalmen-te sino tomamos en cuenta que el conflicto narrado, ocurre cuando la vieja burguesía poblana (textil) y los pequeños comerciantes están sufriendo un reacomodo dentro del aparato productivo. Paralela-mente se desarrolla el “corredor industrial “, en donde se instalan industrias de grupos monopolistas mexicanos y extranjeros.

Esto hace necesario estudiar los nexos que se establecen entre di-chos grupos. Sin esto las preguntas anteriores que dan abiertas.

La carta abiertamente represiva que se jugó el go-bierno de Puebla, fue la gota que derramó el vaso. Una gran indignación y protesta a nivel nacional obli-gó a la renuncia de Gonzalo Bautista O´Farril y la necesidad de que fuera nombrado en el “centro” un nuevo gobernador.

La derecha poblana no aceptó fácilmente la desti-tución de gbo. El 10 de mayo organizó un paro patro-nal en protesta por la renuncia de su hombre. Mien-tras las mujeres de Puebla celebraban “su día” con un mitin en apoyo a la uap y de repudio al ex gobernador. Al día siguiente se lleva a cabo la “Asamblea Nacional en defensa de la Universidad Democrática” y la reacción poblana organiza otro mitin en contra de la uap.

A esta gran tormenta le siguió una relativa calma. No obstante, todavía en enero de 1974, el fo-cep organizaba mítines y manifes-taciones contra la carestía. Del 7 al 11 de mayo de 1974 se lleva a cabo en Puebla la Conferencia Popular sobre Educación. Sin em-bardo, la provocación y la infiltra-ción continúan. Así, todavía el 30 de julio de 1974 se da un “enfren-tamiento entre estudiantes”, que resulta bastante confuso. El comité

23 Ver en Punto crítico 29 el documento “Puebla: otra vuelta de tuerca”, pp. 37-38 y “viejos trucos vs. La uap” en Oposición 74 p. 5. 24 “Puebla, asesinato y…”, op.cit., p.27.25 cordera, Rolando “El auge de la represión”, en el suplemento cultural de Siempre! No. 1039, p.v.

JOSAPHAT Tenorio Pacheco, asesinado el 24 de enero de 1973. Imagen tomada de los recortes de periódicos (ahu).

APOYO Obrero campesino a la Universidad. Imegnen tomada de la revista Oposición, Año IV, No. 53, mayo de 1973.

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a polémica sobre la despenaliza-ción del aborto ha sido siem-

pre muy vehemente porque se considera que va a legis-

larse para aprobar un mal. Quienes tocan el tema, muy a menudo pien-san en lo que se pierde, poca veces en lo que se gana.

Sus opositores sostienen el ar-gumento del atentado contra una vida. Las personas a favor abogan por las vidas de muchas madres que mueren a causa de un aborto clandestino. Ni unos ni otros pa-recen advertir el aspecto positivo de legalizar el aborto: la garan-tía de amor que se establece para quienes nazcan en el futuro.

Muchos nacimientos envenenan el alma mucho más que todos los males de la Humanidad: decirle a un ser que llegó al mundo por amor, cuando detrás de su nacimiento hubo ignorancia, desamor que preten-día volverse amor, el accidente de un nacimiento no previsto y que se acepta con desgano, sino es que con franco rechazo, la casualidad o la pobreza que impidió disponer de los 20 o 30 pesos para el anticoncepti-vo… ¡Esto es ruindad y no tomar la decisión de no traerlo al mundo! Esta mentira “piadosa” que todos preferimos conscientemente, porque subconsciente-mente nos aterra conocer una verdad para la cual no tenemos valor suficiente. A todos nos cabe la duda, sino es que el terror: ¿Nos desearon? ¿Llegamos como un producto del amor… o del terror?

Y ante nosotros mismos no deja de quedar suspen-dida esta incógnita ante la cual se nos resquebraja el mismo suelo.

¿Por qué legalizar el aborto es dar una garantía de amor a los que nazcan en el fututo? Precisamente porque nadie tendrá hijos no deseados, hijos nacidos del error y no del amor. Si existe aborto libre y gratuito, quien tiene un hijo lo tiene en pleno uso de sus facultades, con el de-seo de traerlo al mundo. Tener hijos se vuelve, ahora sí,

lo que siempre debió ser: una opor-tunidad de amar y ser amado, una elección no una carga o un castigo al ejercicio de la sexualidad.

Porque lo sociedad, al convertir la maternidad en castigo por ejer-cer la sexualidad, es al hijo a quien castiga. ¿Cómo amar al producto de algo perverso y malo? ¿Cómo sentirse satisfecha ante una cria-tura nacida de la violencia física, moral o social que se ejerce contra la mujer? ¿Cómo recibir con los brazos abiertos y plenos de amor a quien llega contra nuestros deseos?

No se puede amar por decreto. No se puede dar ternura por obli-gación. No se puede traer a un ser

humano al mundo como un “colado” a la fiesta de la vida, condenado a ser siempre un ser de “segunda”, alguien que llegó sin ser bienvenido ni esperado.

Cuando volvamos a pensar en la legalización del aborto y escuchemos todas las controversias, pensa-mos únicamente en nosotros mismos: ¿cómo hubié-ramos preferido llegar a este mundo?

¿Cómo accidente, error, Chiripa? ¿Amados, deseado y esperados con amor? A menos que le deseemos a otros lo que no deseamos para nosotros mismos, la respuesta no puede ser más que amados, deseados y esperados con amor.

Es fácil decir: antes que ese recurso existen los anticonceptivos. Pero también es un hecho que to-dos fallan. O pueden fallar ante circunstancias que no podemos prever. No podemos condenar a un ser humano a convertirse en “falla” en “accidente”, en el ser al que nos resignamos. Nunca la resignación va a ser igual al amor y nunca va a ser igual el adulto que creció amado que el que creció a la sombra de la duda que, a veces, es casi una certeza de rechazo.

No condenemos a los niños al entrar al mundo por la puerta trasera de la vida. Démosle la oportuni-dad a las mujeres de ser madres sólo por amor y por decisión propia.

El aborto: Garantía de amor*Anilú Elías

* Revista Política Semanal. no. 6. 13 de noviembre de 1980. p57.

La Universidad históricamente se ha manifestado en pro de los dere-chos de la mujer y de la autodeterminación de ésta para decidir sobre su cuerpo. Por ello, con el fin de contribuir a la reflexión y el debate sobre el aborto, Tiempo Universitario reproduce el siguiente artículo, publica-do en la revista dí,* el cual fue ampliamente distribuido en la década de los ochenta por el Taller de Género de la uap.

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T i e m p o U n i v e r s i t a r i o

C a s a d e l a M e m o r i a U n i v e r s i t a r i a

RectoR: Enrique Agüera Ibáñez SecRetaRio geneRal: José Ramón Eguibar Cuenca

Tiempo UniversitarioDirector: Alfonso Yáñez Delgado, Diseño gráfico: Armando López Vázquez.Corrección: Carlos Garrido Vargas y Elizabeth Palacios López. Tiempo Universitario es una publicación del Archivo Histórico Universitario.

Año XII, número 11, julio 2009. Aparece quincenalmente. Impreso en: Litografía Magno Graf. El costo por ejemplar de 8 páginas es de un peso y veinticuatro centavos más iva. Tiraje: Veinte mil ejemplares. Responsable de distribución: Marcos Medrano Flo-res. Los autores son responsables por los textos publicados. Esta publicación se puede adquirir en La Casa de la Memoria Universitaria, Avenida Reforma 531. Puebla, Pue. teléfono: 2 32 74 79. Se aceptan colaboraciones de investigación sobre la vida universitaria. E-mail: [email protected] Distribución gratuita.

BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA

Archivo Histórico BUAPAvenida Reforma 531, Centro, Puebla, Pue. Horario: Viernes 16:00 a 21:00 Sábado 9:00 a 14:00

Cupo limitado a 25 personasDip

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