psique_17

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SIQUE… “CULTURA EN NUESTRAS JÓVENES MENTES” AÑO 1. NÚMERO 17. POR: BALAM QUITZÉ He echado un vistazo a través de mi ventana y me he encontrado con una extraña y poco cotidiana imagen; lluvia que cae del cielo a cuenta gotas, tierra que paulatinamente cambia de color, un tinte oscuro que se apodera del firmamento y la magnificencia de la luna que tiñe mi rostro de claroscuros indefinidos; inconscientemente acciono mis manos y abro el ventanal, de inmediato el olor del suelo se apodera de mis deseos, anhelos que se fincan en las profundidades de un recuerdo… el tuyo. Hasta hace algunos minutos pensaba y estaba convencido de mi olvido acerca del arte de la escritura, hace mucho tiempo que ni siquiera intentaba manchar una hoja de papel con mis pensamientos delirantes y mis locuras, hace más de cinco años que de tus hazañas no me atrevía a emitir al menos una idea; sin embargo, fracasé otra vez y me encuentro con la necesidad ansiosa de saber de ti y de llenar estas líneas con la defensa de nuestro amor. Cuántas cosas quedaron por decir, cuántas situaciones dejamos de vivir por nuestra indecisión, cuántas veces pudiste demostrarme lo que en Septiembre convertiste en realidad; ¡si lo hubiera sabido hace una década!; qué diferentes serían las cosas a mi alrededor, qué distinta sería mi vida y quizás, con un poco de suerte, qué incoherente sería la tuya a mi lado. La diferencia al respecto es muy clara, el hubiera no existe; no obstante, nosotros sí, nuestros caminos están unidos pero en una ruta bifurcada, son paralelos y relativamente ajenos. Absurdamente pensé que al romper mi promesa de no escribirte jamás, había dejado tu recuerdo en el pasado, pero sabes que no fue así, te escribí una vez y ahora lo Manda tus comentarios o escritos a: Notas de colección. [email protected] 11 DE MARZO DE 2004 A u n q u e a v e c e s l a s c i r c u n s t a n c i a s s o n a d v e r s a s y l o q u i e r a s c r e e r o n o L a s p a r e j a s q u e s o n r í e n c o n f r e c u e n c i a c u a n d o c o n v i v e n ; d u r a n m á s . ¡ C o m p r u é b a l o ! t i e m p o .

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Apología II-One. Un escrito recreativo de Psique, número 17.

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POR: BALAM QUITZ

He echado un vistazo a travs de mi ventana y me he encontrado con una extraa y poco cotidiana imagen; lluvia que cae del cielo a cuenta gotas, tierra que paulatinamente cambia de color, un tinte oscuro que se apodera del firmamento y la magnificencia de la luna que tie mi rostro de claroscuros indefinidos; inconscientemente acciono mis manos y abro el ventanal, de inmediato el olor del suelo se apodera de mis deseos, anhelos que se fincan en las profundidades de un recuerdo el tuyo.Hasta hace algunos minutos pensaba y estaba convencido de mi olvido acerca del arte de la escritura, hace mucho tiempo que ni siquiera intentaba manchar una hoja de papel con mis pensamientos delirantes y mis locuras, hace ms de cinco aos que de tus hazaas no me atreva a emitir al menos una idea; sin embargo, fracas otra vez y me encuentro con la necesidad ansiosa de saber de ti y de llenar estas lneas con la defensa de nuestro amor.

Cuntas cosas quedaron por decir, cuntas situaciones dejamos de vivir por nuestra indecisin, cuntas veces pudiste demostrarme lo que en Septiembre convertiste en realidad; si lo hubiera sabido hace una dcada!; qu diferentes seran las cosas a mi alrededor, qu distinta sera mi vida y quizs, con un poco de suerte, qu incoherente sera la tuya a mi lado. La diferencia al respecto es muy clara, el hubiera no existe; no obstante, nosotros s, nuestros caminos estn unidos pero en una ruta bifurcada, son paralelos y relativamente ajenos.Absurdamente pens que al romper mi promesa de no escribirte jams, haba dejado tu recuerdo en el pasado, pero sabes que no fue as, te escrib una vez y ahora lo hago de nuevo para confirmarte la eternidad de mi amor; un sentimiento alimentado por tus costumbres, tus virtudes; pero sobre todo, por tus errores. No obstante, hago de tu conocimiento que el tiempo y la distancia estn haciendo estragos en m; la fortaleza de ayer est continuamente derrumbndose, los deseos son demasiados y las satisfacciones son como la lluvia de hoy.Creo que he invertido mucho tiempo y papel en expresarte con sinceridad la naturaleza de mis sentimientos, incansablemente me he empeado en defender el cario oculto que me guardas y mi necesidad de tus besos y tus abrazos; veo con algo de desilusin que mis esfuerzos son escindidos por cada palabra que me dices, me doy cuenta de que a pesar de mi arrojo y los riesgos que tomo, soy en tu vida un viejo y aejado recuerdo, un simple y llano pensamiento; tal vez, una evocacin que te provoca culpa y remordimiento, pero inevitablemente un trozo de tus ms bellos sueos.Finalmente, tomo conciencia de que a pesar de los sucesos te extrao y anhelo tu compaa; me percato de que son intiles todos mis esfuerzos por arrancarte de mi memoria; ahora me doy cuenta de que resignarme es mi consuelo; un lenitivo finito y fugaz, pero efectivo para suavizar mi dolor; un dolor que se parece a una exagerada irona, a un paradjico humorismo triste de Urbina Qu si me duele? S; me duele un poco, ms no mata el dolor no tengas miedo. Aunque a veces las circunstancias son adversas y lo quieras creer o no Las parejas que sonren con frecuencia cuando conviven; duran ms. Comprubalo! tiempo.

Manda tus comentarios o escritos a:

Notas de coleccin. [email protected]

11 DE MARZO DE 2004