psicoterapia (exposicion)
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psicoterapia y tipos de ellasTRANSCRIPT
Psicoterapia
Origen etimológico
Este se halla en el griego y más concretamente en la unión de dos términos: por un lado,
está psico (psyche) que podría traducirse como “alma” y por otro lado está terapia (terapia) que
vendría a significar “tratamiento”.
Partiendo de dicha significación se podría decir de una manera sencilla que la psicoterapia
es el tratamiento que lleva a cabo un profesional de la salud (psicoterapeuta) para conseguir que un
paciente en cuestión pueda lograr una serie de mejoras y cambios positivos en lo que respecta a su
comportamiento, a su salud psíquica y física, a la adaptación al entorno o a su identidad psicológica.
Cuándo se debe considerar la psicoterapia como opción
Algunas personas recurren a la psicoterapia porque han estado deprimidas, ansiosas o
enojadas por demasiado tiempo. Otras podrían querer ayuda ante una enfermedad crónica que
interfiere en su bienestar emocional o físico. Y otras podrían tener problemas a corto plazo para los
que necesitan ayuda. Por ejemplo, un divorcio, la partida de los hijos, sentirse abrumado por un
nuevo empleo o estar de duelo por la muerte de un familiar.
La Psicoterapia ayudara a quienes tienen un sentimiento abrumador y prolongado de desamparo y
tristeza. A quienes les parece que sus problemas no se solucionan a pesar de sus esfuerzos y de la
ayuda de familiares y amigos. Si tiene dificultad para concentrarse en las tareas de su empleo o
realizar otras actividades cotidianas. Si se preocupa excesivamente, espera lo peor o está
constantemente nervioso. Si sus acciones, como beber alcohol exageradamente, consumir drogas o
ser agresivo, le están dañando o a otras personas.
Tipos de psicoterapia
La psicoterapia cuenta con muchos métodos diferentes. Generalmente, los psicólogos aprovechan
uno o más métodos. Cada perspectiva teórica actúa como hoja de ruta para que el psicólogo pueda
comprender a sus clientes y sus problemas y crear soluciones.
El tipo de tratamiento que recibirá depende de una gran variedad de factores: investigaciones
psicológicas actuales, la orientación teórica del psicólogo y lo que sea más adecuado a su situación.
Psicoanálisis
El psicoanálisis se basa en la teoría psicoanálitica postulada por el conocido neurólogo vienés
Sigmund Freud entre finales del siglo XIX y principios del XX, y que ha ido reactualizándose. De
una forma quizá demasiado sintética, concibe nuestro psiquismo como algo dinámico compuesto
por una parte consciente y otra inconsciente.
Esta teoría postula que, muchas veces, lo que no nos permite vivir tranquilos son traumas del
pasado "escondidos" en el inconsciente, y que debemos hacer conscientes para ser superados.
Es la famosa terapia del diván, de la introspección, de la asociación libre. Se le pide al paciente que
diga todo lo que piensa sin omitir el más mínimo detalle, por muy insignificante o ridículo que
parezca, porque todo tiene un sentido, incluso los sueños. De esta forma se hace una reconstrucción
de lo vivenciado desde la infancia más temprana, ya que esta perspectiva pone mucho énfasis en la
influencia de esta etapa en nuestro bienestar emocional presente. Esto provoca que sea un tipo de
terapia bastante extenso en el tiempo.
Terapia humanista
La psicología humanista es un modelo de psicoterapia desarrollado por C.Rogers, que valora a la
persona como sujeto individual, resalta su carácter único, y está en contra por tanto de las
clasificaciones. Un psicólogo humanista nunca te pondrá una etiqueta como por ejemplo ser
maníaco depresivo, primero porque no te considera un enfermo, y segundo porque no considera que
seas clasificable dentro de un grupo, sino único. Si cada sujeto es particular, la percepción es
distinta, y por tanto su comportamiento es diferente.
Es un modelo positivo porque considera que nacemos con un potencial de desarrollo que tiende a
madurar, y con capacidad de tomar las riendas de su propia vida. Rechaza el concepto de
enfermedad y el de paciente y lo sustituye por el de cliente.
Esta terapia se basa en la empatía, en la conexión psicólogo-paciente. Se convertirá en tu "mejor
amigo". El trabajo del psicólogo no es pues tratar, sino hacer crecer el carácter personal. Le importa
el presente, y no el pasado. Actúa cuando ese proceso de maduración separa porque es ahí cuando
surgen los enfrentamientos psicológicos. Es parte de su forma de trabajo el considerar
positivamente y aceptar todo cuanto diga el "cliente" sin condiciones de valor, evitando corregirle o
dirigirle hacia criterios preestablecidos.
Se aplica principalmente a los trastornos del desarrollo psicológico.
Terapia cognitivo-conductual
Desde una perspectiva cognitivo-conductual se sabe que para resolver un problema hay que
modificar determinadas conductas, éstas en un sentido muy amplio, considerándose entre ellas los
pensamientos, los sentimientos y las emociones.
La psicoterapia cognitivo-conductual tiene dos partes, por una es la reflexión conjunta sobre el
problema. Es responsabilidad del paciente contribuir plenamente a la definición del problema que
no es más que aquello que le preocupa y le lleva a consulta.
Una vez establecida la visión que el paciente tiene de su problema, bajo la guía de su
terapeuta, se realiza un análisis funcional del problema, enunciándolo en términos operativos y
modificables. Se fijan así los objetivos de la terapia y comienza el tratamiento. Este consiste en el
establecimiento de un programa para modificar conductas, pensamientos y sentimientos relevantes
para el mantenimiento del problema.
Este tipo de terapia parece saber manejar la ansiedad, ya que ha permitido solucionar problemas
como fobias, obsesiones y demás trastornos asociados. La labor de un psicólogo en la terapia es
muy intensa, tiene que estar atento a todo lo que el cliente dice, lo que no dice, lo que hace y lo que
no hace, de su postura, de su actitud, de su comportamiento en general y su semblante.
Escuchar, observar, analizar, enlazar y luego transmitir. Todo esto lo hace simplemente
observando, y como observar y no hacer absolutamente nada son acciones muy parecidas se corre el
riesgo de pensar que el psicólogo no hace nada, y a veces es difícil notar la diferencia.
Terapia Breve
Es un nuevo modelo de terapia que busca solucionar los problemas de la manera más
rápida, eficiente y menos dolorosa. Busca atacar el problema que determine el paciente como el
causante de su conflicto "Aquí y Ahora". En contraposición al Psicoanálisis tradicional, cuyo
enfoque se basa en el pasado, la Terapia Breve acude al pasado únicamente en dos casos: cuando el
paciente lo considera importante para solucionar su problemática ACTUAL, o cuando el terapeuta
estime obtener recursos adicionales y útiles para ampliar la gama de posibles soluciones al
problema planteado.
Si bien la Terapia Breve como lo indica su nombre, implica tratamientos mucho más cortos
respecto a otras técnicas tradicionales, esto no significa que la Terapia Breve sea fácil. Su principal
enfoque involucra cambiar de una forma de pensar lineal (causa-efecto) a uno sistémico (sistemas,
subsistemas y sus interacciones), es decir, no se trata al individuo y su problema en forma aislada,
sino que lo considera dentro de su contexto actual y sus interrelaciones. Esta filosofía es la que
permite a la Terapia Breve aplicarse adecuadamente tanto al tratamiento de familias, como de
parejas, individuos, u otros sistemas de interacción humana.
La Terapia Breve es dinámica y flexible, en donde se identifican los problemas y la gama
de posibles soluciones, de igual forma se analizan los intentos de solución pasados, para fijar metas
y alcances del tratamiento y diseñar las intervenciones adecuadas a cada caso. Esto convierte al
proceso de terapia en un esquema totalmente interactivo en donde se complementan las dos partes
expertas: el experto en técnicas de Terapia Breve (el terapeuta) y el experto en su problemática (el
paciente).
El concepto de terapia breve fue descubierto independientemente por varios terapeutas en
sus propias prácticas de varias décadas (en particular, Milton Erickson), ha sido descrito por autores
como Haley en la década de 1950 y se popularizó en los años 1960 y 1970. También se acredita a
Richard Bandler, John Grinder y Stephen Lankton, al menos en parte, por la inspiración y la
popularización de la terapia breve, en particular mediante su trabajo con Milton Erickson. Mientras
que Jay Hayley y el equipo del Instituto de Investigación Mental en Palo Alto se dedicaban a
descubrir los principios que ha aportado el enfoque de Erickson a la terapia breve, John Grinder y
Richard Bandler proporcionaban pautas prácticas para la aplicación de algunas de las técnicas
hipnóticas de Erickson.
La Psicoterapia Breve es una terapia que como su propio nombre indica tiene una duración
breve; oscila entre las 5 y las 12-13 sesiones.
Problemáticas que se tratan en Psicoterapia Breve
Algunos tipos de fobias, situaciones de separación, situaciones de crisis personal,
situaciones de confusión en cuanto a toma de decisiones importantes, crisis puntuales, dificultades
circunstanciales, duelos, etcétera.
El enfoque de la terapia se discernirá con mayor claridad a partir de la 1ª entrevista. Desde
ahí podremos ver qué podemos hacer y cómo.
Objetivo de la psicoterapia breve
Ayudar al paciente a superar sus propios patrones problemáticos mediante nuevas
experiencias y formas de entender la vida: Se trata de modificar la forma en que la persona se
relaciona consigo misma y con los demás. No se centra en la reducción de síntomas (aunque por
supuesto se produce) sino en el cambio de patrones y esquemas.
La Psicoterapia Breve promueve un mayor crecimiento y desarrollo de la mente al liberar
las energías y aptitudes que hasta el momento permanecían ligadas a los conflictos. Una vez
liberada, esta energía puede ser reutilizada para el adecuado y satisfactorio desenvolvimiento de la
personalidad, para disfrutar de la vida de forma positiva y sostenible.
El terapeuta breve es más activo y directivo y por lo tanto menos neutral que aquellos que
trabajan de manera prolongada. Utiliza técnicas cognitivas, conductuales, emocionales y analíticas,
entre otras, tratando de cambiar el modo en que el paciente piensa sobre sus problemas y los
métodos que utiliza para resolverlos.
Existe un criterio diagnóstico y de pacientes que permite elegir y recomendar esta técnica
como método preferencial a otras alternativas. Cualquier paciente, independientemente del
diagnóstico, puede responder bien al tratamiento breve con una combinación adecuada paciente-
terapeuta y una correcta elección de la modalidad breve.
Ventajas de la Psicoterapia Breve
estigmatiza a la persona, no crea diagnósticos. ("la persona no es el problema, el problema
es el problema” Epston i White)
Potencia los recursos propios. Es sólo desde los recursos que la persona puede solucionar
sus carencias.
La persona adquiere más competencias para resolver futuros problemas.
Las sesiones son más positivas trabajando con recursos y no con carencias.
Fomenta la autonomía personal al no cronificar el proceso terapéutico.
El reducido número de sesiones permite también un coste menor de la terapia en tiempo y
dinero.
El terapeuta es activo y colabora con la persona de experto a experto. El psicólogo es
especialista en psicología y la persona en su problema.
Se dirige a la persona y se centra en las soluciones.
No se centra en el pasado y en los orígenes, sino en el presente de la persona.
Se evalúa en cada sesión el grado de logro de los objetivos.
No aplica soluciones estándares mediante clasificaciones diagnósticas, busca soluciones a
medida.
La terapia sistémica
Es una disciplina terapéutica que se aplica para el tratamiento de disfunciones, trastornos y
enfermedades concebidas como expresión de las alteraciones en las interacciones, estilos
relacionales y patrones de comunicación humano.[editar]
La terapia sistémica se basa en un enfoque psicoterapéutico que tiene sus orígenes en la terapia
familiar, sin embargo se diferencia de esta en tanto que plantea que no es imprescindible que sea
una familia el foco de atención terapéutica. Así, tanto los conceptos como sus técnicas terapéuticas
pueden aplicarse a las relaciones de pareja, equipos de trabajo, contextos escolares e individuos. Lo
que resulta decisivo es que el énfasis esté puesto en la dinámica de los procesos comunicacionales,
en las interacciones entre los miembros del sistema y los subsistemas que lo componen. En el caso
de la terapia individual el enfoque se orienta al cambio de los procesos de comunicación e
interacción manteniendo la idea básica de comprender a la persona en su entorno, es decir, en el
contexto del sistema del que forma parte.
Desarrollo del enfoque terapéutico
Inicialmente la terapia sistémica se basó en la interacción bidireccional de las relaciones
humanas con fenómenos de retroalimentación constantes que influyen en la conducta de los
individuos. Siendo el patrón más afectado el llamado "miembro sintomático" o "paciente índice", es
decir, aquel individuo quien, dentro de un sistema familiar, expresa cierta patología psiquiátrica o
psicológica por la cual es referido a atención psicoterapéutica. Es por eso que en su origen, esta
terapia se desarrolló para las familias en cuyo seno había alguien que sufría una enfermedad
psíquica grave.
Sin embargo, con un mayor desarrollo teórico, el concepto de "enfermedad" fue inadecuado
para designar fenómenos psíquicos que se relacionaban más con patrones de comunicación
alterados o deficientes. Así, el "enfermo" resultaba ser más bien el portador de los síntomas de una
dinámica disfuncional que ocurría en el sistema al que pertenece.
La terapia familiar sistémica se desarrolló a lo largo de la segunda mitad del siglo XX.
Salvador Minuchin realizó algunas aportaciones iniciales que derivaron en enfoques sistémicos
menos directivos que no pretenden lograr la “objetividad” del terapeuta. Esta última idea está
presente en la postura constructivista basada en los postulados epistemológicos de los biólogos
chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela.
Frecuencia
Las sesiones suele ser menor que la observada en terapias de otras orientaciones. Puede
mediar bastante tiempo entre una sesión y la siguiente (de dos a seis semanas), mientras que el
número total de sesiones se sitúa en un promedio de entre 10-14 sesiones aunque el tiempo de
atención dependerá de los avances obtenidos a lo largo del proceso psicoterapéutico.
La terapia sistémica ha tenido logros como complemento de los trastornos de la conducta
alimentaria, drogodependencias y conductas infantiles disfuncionales, así como en ciertas
depresiones clínicas donde la terapia sistémica de pareja ha resultado eficaz, aunque no tanto como
otras aproximaciones clínicas.
En este sentido, la terapia sistémica es la disciplina de la Psicología Humanista que concibe
y trata las disfunciones, trastornos y patologías mentales como la manifestación de alteraciones en
nuestros patrones relaciones y de comunicación, es decir, dentro de nuestros sistemas. Así, esta
disciplina de la psicología apunta que toda la conducta humana, por intencionada que sea, es un
producto y consecuencia del ambiente en el que nos movemos: de las opiniones que poseen las
personas de nuestros círculos más cercanos – nuestros sistemas – en tanto que en estas opiniones
está inherente la interpretación de los hechos de la vida y de las relaciones en si mismas.
Por tanto, nos encontramos frente a una rama de la psicología que no trata al individuo
como un ente solo, no, sino que concibe la persona como parte de un contexto social primario, de
un sistema base que no es otro que la familia. Las relaciones que se establecen dentro de la familia
son determinantes en el desarrollo de las creencias e interpretaciones del mundo y, en especial, la
relación con los superiores (padre y madre) determina con énfasis la conducta futura del individuo.
El proceso terapéutico
Así pues, la terapia sistémica se enfoca y fundamenta en esencia en la terapia familiar. En el
transcurso de las sesiones, el terapeuta guiará al paciente a desengranar el funcionamiento del
sistema, detectando los roles tomados por cada miembro de la familia y la posición que cada uno ha
representado en ella. Habiendo resuelto el funcionamiento que ha adoptado la familia como un
sistema única, el paciente podrá determinar qué lugar ocupa en el núcleo familiar y que
consecuencias tiene ello en su persona: responsabilidades que posee y no le pertocan, relaciones
enfermizas, lazos que se confunden, obligaciones que no se le han asignado o funciones de un rol
que no es el suyo – por ejemplo, ejercer de padre cuando se es el hijo o tomar el rol de la madre
fallecida cuando se es la hija mayor.
La Terapia Sistémica Breve
Es un conjunto de procedimientos y técnicas de intervención que pretenden ayudar a los
consultantes (individuos, parejas, familias o grupos) a movilizar sus recursos para alcanzar sus
objetivos en el menor tiempo posible. Se trata de un enfoque constructivista que se centra en el
contexto interpersonal de los problemas y sus soluciones y que promueve una colaboración activa
con los usuarios.
Desde el punto de vista histórico, la Terapia Sistémica Breve se sitúa a caballo entre dos
grandes tradiciones. Por un lado, la tradición sistémica de analizar los fenómenos en su contexto
relacional, integrando los planteamientos de la Cibernética, la Teoría de Sistemas o la Pragmática
de la Comunicación Humana. Por otro, la tradición de la terapia breve inspirada en Milton Erickson,
con su apuesta pragmática por utilizar los recursos de los propios pacientes a fin de provocar el
cambio.
La Terapia Sistémica Breve está formada por un conjunto de procedimientos y técnicas de
intervención dirigidas a ayudar a quienes solicitan consulta (de formaindividual , parejas, familias o
grupos) a alcanzar sus objetivos en el menor tiempo posible.
Mediante la Terapia Sistémica Breve es posible trabajar tanto con un individuo, una pareja, una
familia o parte de ella.
La Terapia Sistémica Breve es flexible y dinámica. Es un modelo práctico, económico, breve y
altamente eficaz.
Se evalúan cuáles han sido las soluciones intentadas hasta ahora para resolver los
problemas, puesto que se entiende que el malestar se mantiene porque la persona intenta resolver
los conflictos con recursos que en realidad los perpetúan. Por tanto, el éxito de la terapia consiste en
definir claramente cuál es el asunto a tratar por el paciente, qué es lo que desea solucionar y realizar
una buena evaluación.
Se analizan los Patrones Interpersonales Problemáticos (PIP) y se busca establecer
un Patrón Interpersonal Estable Satisfactorio (PIES). Es decir, el objetivo es que las personas
vuelvan a recuperar el control de lo que le preocupa estableciendo nuevas metas. La terapia
consiste en crear una pauta diferente a la que se utiliza hasta el momento para provocar un cambio y
que los patrones de relación mejoren.
Esta terapia está indicada para psicosis, trastornos de conducta en niños y adolescentes, problemas
de parejas, violencia, abuso sexual, depresiones, trastornos de la alimentación, adicciones, y
temáticas de divorcio.
Terapia Racional Emotiva Conductual
Básicamente la propuesta de la TREC es que pensamientos, sentimientos y conductas
actúan como de forma integrada en el individuo, y que la perturbación emocional proviene, no de
los hechos en sí, sino de la evaluación que hacemos de esos hechos, según los estamos
percibiendo. Por lo tanto, si ocurre algo que no nos gusta y por lo tanto lo evaluamos como malo
(cognición), nos sentiremos mal al respecto, ya sea enojados/as, o tristes (sentimientos) y haremos
algo al respecto, llorar o evitar la situación (conducta).
A la forma funcional y práctica de pensar y evaluar lo que nos sucede, Ellis lo ha llamado
“pensamiento racional” y a la forma contraria, es decir, cuando nos comportamos de una forma
poco funcional, y práctica debido a la evaluación que damos a los hechos, lo ha llamado
“pensamiento irracional”.
Es importante aclarar que algo será “racional” o “irracional” en tanto la persona evalúe los
hechos como perjudiciales emocionalmente para él o ella, no para el/la terapeuta, en tanto esos
pensamiento no le permitan conseguir sus metas y le causen perturbación emocional: Ansiedad,
depresión, enojo excesivo, etc. O sea, que las emociones sean las que manejen a la persona y no la
persona la que maneje a sus emociones. Cuando se dice que las emociones manejan a las personas,
se quiere decir, que el individuo se enoja, se deprime o se angustia, de forma que no le permite
sentirse bien, no le permite lograr sus objetivos, lo inmoviliza emocionalmente, le produce
consecuencias negativas en sus relaciones laborales, interpersonales, académicas, en la familia, en
la pareja e incluso consigo mismo.
Un enfoque de la psicología que dio su contribución al desarrollo de la TREC fue el
psicoanálisis en dos de sus figuras importantes, una es Karen Horney (1950), que identificó y
escribió acerca de “la tiranía de los debería”, como elemento medular en la perturbación emocional,
y Alfred Adler (1927), quien se interesa en la relación entre la descalificación y devaluación que
hacen las personas hacia ellas mismas y la ansiedad, así como en el uso de un método cognitivo –
persuasivo (utilizando la acción – dirección) en el tratamiento psicológico.
Siempre dentro del campo de la psicología, se encuentra el aporte de dos pioneros del
movimiento conductista, como son Watson y Rayner (1920), y la utilización de sus técnicas,
especialmente en la terapia sexual activo – directiva durante la década de los cincuenta.
Durante esta época, la TREC se desarrolla y emerge; Ellis publica un estudio en el que da a
conocer que las personas atendidas con este nuevo método, presentan una mejoría significativa, en
relación al abordaje psicoanalítico, las sesiones se reducen de 100 a 35.
Además, para él la base de la perturbación psicológica es el pensamiento irracional, y así
introduce tal concepto y define la neurosis “como el comportamiento estúpido de una persona
inteligente, quien escoge pensar de manera poco funcional” (Ellis, Caballo y Lega, 1999; p. 33).
Terapia de la Familia
Para conseguir plantear una idea comprensible del concepto es necesario que previamente
definamos los dos términos que lo conforman: terapia y familiar. La terapia es un tratamiento que
intenta acceder a lo esencial de algo. En la medicina, se asocia a los métodos que buscan aliviar o
curar las enfermedades. Y el adjetivo familiar lo reciben todos aquellos conceptos relacionados con
la familia, el grupo de personas vinculadas por un parentesco.
Si unimos ambas definiciones, podemos llegar a comprender que terapia familiar es un
método de tratamiento que intenta resolver conflictos o situaciones que atraviesa un grupo familiar;
sirve para que sus integrantes
Expresen sus sentimientos respecto a ese problema e intenten llegar a un acuerdo,
comprendiéndose y acercándose a la realidad del resto Tal y como lo expresó Dubois en 1907: “No
debemos limitar nuestros esfuerzos terapéuticos al paciente solamente, sino, además, extender
nuestro servicio a esas personas que viven con él también. Muchas veces, ésta es la mejor manera
de lograr resultados completos y duraderos” (citado en Broderick y Schrader, 1991: p. 4).
No obstante, el movimiento de trabajo social y su interés en contextualizar las
intervenciones en un nivel más macro, no tuvo mucha resonancia dentro del trabajo clínico con
familias. Ello se ha atribuido a las diversas influencias ideológicas que predominaban a principio de
siglo y a que, eventualmente, continuaron ejerciendo gran influencia durante las siguientes cinco o
seis décadas. Una de las más destacadas fue la constituida por la fuerte renuencia de los
psicoanalistas a trabajar con familias. Freud se mantuvo aferrado a la idea de que resultaba
contraproducente trabajar clí-nicamente con los familiares de los pacientes (Freud, 1912, 1915); por
tal motivo, nunca efectuó trabajo clínico de familia y evitaba involucrarse en terapia de parejas.
Cabe destacar que la terapia familiar es una disciplina terapéutica que aborda la
intervención y el tratamiento de la familia en su conjunto. Desde el punto de vista sistémico, se
suele utilizar el término terapia familiar y de pareja, en tanto se entiende que el objeto de
intervención son los sistemas y subsistemas familiares. La terapia familiar se puede desarrollar
desde diferentes ámbitos, como el de la psicoterapia (ejercida exclusivamente por psicólogos,
trabajadores sociales, psiquiatras y enfermeros), el de la terapia psicoeducativa o pedagógica, que se
basa en cambios conductuales a través de la educación en valores y mejora de habilidades
relacionales (ejercida tanto por psicólogos como por trabajadores sociales, mediadores, educadores
sociales, etc.), o el del coaching vivencial.1
Existen diferentes corrientes dentro de la terapia familiar sistémica, como por ejemplo la de
la Escuela de Milán, la de la Escuela de Palo Alto o la del psiquiatra argentino Salvador Minuchin,
que desarrolló los planteamientos del trabajo estructuralista con familias (roles, comunicación, etc.),
y que es una de las corrientes más aplicadas en el trabajo social con familias de pocos recursos
económicos.2
Principales objetivos de la terapia familiar son:
Mejorar del funcionamiento de la familia a diferentes niveles;
Aumento de la comprensión mutua y el apoyo emocional entre los miembros de la misma;
Desarrollo de estrategias de afrontamiento y habilidades de resolución de problemas ante
diferentes dilemas y situaciones de la vida.
Estructura de las sesiones
Una sesión de terapia familiar por lo general dura 60-90 minutos, los intervalos entre
sesiones son de una a varias semanas, según los problemas presentados, las necesidades de los
miembros de la familia, la fase del tratamiento y otras variables. Las decisiones sobre estos asuntos
se negocian en colaboración con los clientes y con los otros profesionales implicados.
Aunque es difícil de estimar y difiere ampliamente, la duración media del tratamiento en
terapia familiar oscila entre la 6 a 20 sesiones. Los terapeutas familiares aspiran a trabajar en un
modelo breve y pragmático como un medio de minimizar la dependencia del cliente o paciente en el
proceso de ayuda profesional.
En ocasiones los terapeutas familiares, puede elegir y proponer a la familia alternar sesiones
con todos los miembros, o con sólo unos miembros (o inclusive individuales), sin perder por ello la
visión integral de todo el sistema familiar en su conjunto. Hay ocasiones en las que los terapeutas
sistémicos intervendrán en el contexto profesional y/o en las redes sociales de las familias en lugar
de centrarse específicamente en la familia nuclear.
Beneficiarios
La terapia familiar está especialmente indicada cuando el objetivo es mejorar la capacidad
de los miembros de la familia para apoyarse mutuamente. Posibilitar que los miembros de la familia
puedan usar más eficientemente sus recursos de apoyo puede ser vital para ayudarles a gestionar las
fases de transición del desarrollo familiar o los acontecimientos vitales estresantes tales como una
enfermedad grave o el fallecimiento de uno de sus miembros.
En general, cualquier situación o problema que afecte a las relaciones entre los miembros
de la familia, su funcionamiento y su rol de apoyo, puede beneficiarse de la terapia familiar
sistémica. Del mismo modo cualquier problema de un individuo que afecte sus relaciones familiares
y sus contextos más amplios se beneficiaría de un enfoque sistémico. Involucrar a otros miembros
de la familia de un individuo o de su red social en el tratamiento puede ayudar a evitar la
patologización de ese individuo y también a abordar el problema de manera más eficaz.
La terapia familiar puede ser útil en tiempos de crisis y también con respecto a problemas
de larga duración. También es efectiva para prevenir problemas como alteraciones del
comportamiento, por ejemplo, la deriva hacia la delincuencia o en las crisis de salud mental.
Algunas de las cuestiones o situaciones en que una familia podría beneficiarse de la terapia familiar
se enumeran a continuación:
Problemas de salud, enfermedades físicas y crónicas, en particular; trastornos
psicosomáticos; salud mental infantil y de adolescentes; salud mental para adultos; dificultades
psicosexuales; abuso de alcohol y de otras sustancias; problemas matrimoniales incluida la
separación y el divorcio; acogimiento familiar, adopción y otras cuestiones relacionadas con el ciclo
vital familiar y las etapas de transición; promoción de habilidades parentales y mejora del
funcionamiento familiar; experiencias traumáticas, la pérdida y el duelo; la alteración de la vida
familiar debido a conflictos sociales, políticos y religiosos.
Terapia familiar estructural
Es un método de psicoterapia desarrollado por Salvador Minuchin que se ocupa de los
problemas de funcionamiento dentro de una familia. Los terapeutas familiares estructurales se
esfuerzan por ahondar dentro del sistema familiar, con el fin de entender las reglas invisibles que
rigen su funcionamiento, el mapa de las relaciones entre los miembros de la familia o entre los
subgrupos de la familia, y en última instancia afectar a las relaciones disfuncionales dentro de la
familia, haciendo que se estabilice en unos patrones más saludables. Minuchin afirma que la
patología no reside en el individuo, sino en la dinámica de las relaciones y en la forma en que se
estructuran los vínculos dentro del sistema familiar.
La terapia familiar utiliza, no sólo terminología de sistemas única, sino también un medio de
representar diagramaticalmente los parámetros clave de la familia. Su atención se centra en la
estructura de la familia, incluyendo sus varias subestructuras. En este sentido, Minuchin es un
seguidor de la teoría de sistemas y la comunicación, ya que sus estructuras se definen por las
transacciones entre los sistemas relacionados entre sí dentro de la familia. Se adhiere a las nociones
de la integridad de sistemas y equifinalidad, los cuales son críticos para su noción de cambio. Un
rasgo esencial de la terapia familiar estructural es que el terapeuta entra realmente, o se "une", con
el sistema familiar como un catalizador que busca lograr un cambio positivo. La unión con una
familia es un objetivo del terapeuta al comienzo de su relación terapéutica con la familia.
Terapia Familiar Estratégica
Es una terapia orientada a la familia que involucra el ambiente diario del paciente como
una parte importante del tratamiento. La presión de la familia, la sociedad y los compañeros pueden
crear divisiones incluso en las familias más fuertes creando una disfunción. El objetivo es
solucionar el problema creando una interrupción y preservar la unidad familiar pase lo que pase.
Modelo Haley: Jay Haley y Salvador Minuchin son considerados los pioneros de la terapia familiar
estratégica. En la década de 1950 y 1960, Haley y otros terapeutas comenzaron a experimentar con
modelos alternativos para trabajar con las familias que se basaron en técnicas centradas en solución.
El enfoque centrado en solución fue favorecido sobre el psicoanálisis tradicional.
La terapia se basa en la idea de que la gente no desarrolla problemas en el aislamiento. La
terapia estratégica implementa técnicas que satisfacen las necesidades de una familia y su
interacción.
Interacción familiar
La terapia familiar estratégica considera a la unidad familiar como un sistema. Las familias
funcionan al igual que cualquier otro sistema. Naturalmente establecen reglas e interacciones que
afectan a todos los miembros. Cuando los problemas del miembro familiar son reconocidos y
abordados, toda la familia se convierte en parte del proceso de solución. La idea detrás de este
método es que la familia tiene la mayor influencia sobre la vida de una persona.
Terapia
Todos los miembros de la familia participan dentro de un entorno seguro y terapéutico. El terapeuta
intenta recrear las interacciones familiares típicas y la conversación a través de preguntas técnicas
provocativas para que los problemas pueden ser detectados y solucionados de manera adecuada.
Dan también a los miembros de la familia la oportunidad de ver cómo sus interacciones y respuestas
pueden contribuir a una situación disfuncional. La terapia funciona al ayudar a las familias a
descubrir su capacidad única para resolver sus problemas utilizando los recursos internos que ellos
no sabían que tenían.
Análisis Transaccional
Eric Berne Una “transacción” es la unidad de comunicación entre dos personas. El Análisis
Transaccional es por tanto el estudio de las comunicaciones entre las personas. Lo hizo popular el
psiquiatra americano Eric Berne, al publicar en 1964 su libro “Juegos en que participamos”. Me
limitaré a resumir algunos de los puntos más interesantes.
Hay que empezar por señalar que una persona se relaciona con los demás desde tres estados
distintos de su personalidad: padre, adulto o niño.
Se dice que se encuentra en su PADRE cuando juzga, aprueba, felicita, critica o recrimina.
Se puede hablar de Padre nutritivo (“es lo que te conviene”) o de Padre coercitivo (“si no lo haces
así ya sabes que te castigo”).
Es el resultado de las influencias externas sobre su personalidad. Reproduce especialmente
las conductas y criterios de sus progenitores en los primeros años de su vida, cuando aquellos eran
todopoderosos.
Se encuentra en su ADULTO cuando se informa, estudia, reflexiona, trabaja o informa a los demás.
Es la parte de la personalidad que se ha formado aprendiendo de las propias experiencias. Además, procesa objetivamente, como un ordenador, la información que recibe, calculando sus posibilidades de ser ciertas sobre la base de su anterior experiencia.
Se encuentra finalmente en su NIÑO cuando ríe y cuando llora, cuando se alegra o se entristece. Existen dos formas de reaccionar: como Niño conformista, aceptando sumiso la norma, o como Niño rebelde, rechazándola.
Es la parte de la personalidad que se construye primero, a base de sensaciones y sentimientos. Se manifiesta con las mismas expresiones que cuando tenía tres, cinco o siete años. Se podría decir que actúa espontáneamente.
Todos los seres humanos, incluso los más jóvenes, poseen los tres estados. Pero cuando
observamos a una persona, no la vemos en su totalidad, sólo podemos ver el estado de su yo en el
que se encuentra en ese momento. Por sus palabras o sus gestos se podrá descubrir en qué estado se
encuentra. Es posible pasar rápidamente de un estado a otro.
Los tres aspectos de la personalidad tienen un alto valor para la supervivencia. Todos ellos
tienen derecho a igual respeto y a un lugar legítimo en una vida completa y productiva.
El estado de PADRE capacita al individuo para actuar como padre o madre de sus hijos.
Pero además, permite que muchas cosas triviales y rutinarias se hagan ahorrando energía y tiempo,
sin intervención del Adulto, sencillamente “porque es así como deben hacerse”.
Desde el estado de ADULTO se analizan objetivamente las probabilidades de supervivencia
en este mundo adverso y se establecen las pautas racionales de conducta. El Adulto regula las
actividades del Padre y del Niño.
En el estado de NIÑO residen la intuición, la creatividad, el impulso de placer. Puede
llegar a ser la parte más valiosa de la personalidad, aunque si el Niño resulta confuso y malsano, las
consecuencias pueden ser funestas.
Las Transacciones
El Análisis Transaccional estudia el intercambio de transacciones entre dos personas. Por
un lado se produce un estímulo y por el otro, una respuesta. Normalmente se tiende a proceder en
cadena, de forma que la respuesta es a su vez estímulo para una respuesta del otro.
Cada transacción se produce desde un determinado estado de la personalidad. La simple
enumeración de los tipos de transacciones posibles resulta ya muy ilustrativa.
Las transacciones complementarias y paralelas se dan cuando las dos personas se
encuentran en el mismo estado de su personalidad. Son las transacciones más positivas y
representan una cómoda y fluida comunicación. Ambas personas hablan el mismo lenguaje.
El segundo grupo serían las transacciones complementarias y oblicuas, en las que una
persona se encuentra en su Padre y la otra en su Niño. No son conflictivas y pueden ocasionalmente
ser incluso satisfactorias. Pero si se instalan permanentemente, la ausencia de relaciones Adulto-
Adulto o Niño-Niño sería fuente de insatisfacciones.
Un tercer grupo lo forman las transacciones cruzadas, que son las conflictivas y suelen
terminar en una ruptura de la comunicación.
El último grupo lo forman las transacciones dobles. Debajo de la transacción aparente hay
una transacción oculta.
A veces hay complicidad entre las dos personas, se entienden. Y en otras ocasiones, la
segunda persona no es consciente de la doblez. Se puede decir que existe en este caso una
manipulación del primero.
Análisis Transaccional proporciona:
Un modelo para comprender la estructura y la dinámica de la personalidad, es el análisis
estructural.
Un modelo para analizar las relaciones sociales y la comunicación, es el análisis
transaccional propiamente dicho.
Un modelo para explicar las motivaciones del comportamiento, en especial el
comportamiento social, son las hambres básicas y, concretamente, el intercambio de las
caricias.
Un modelo para analizar las distorsiones de la percepción de la realidad, incluida la propia
identidad y las conductas asociadas, es el guión de vida y las posiciones existenciales.
Un modelo para entender las estratagemas emocionales y relacionales que perpetúan esta
manera distorsionada de percibir y relacionarse con los otros y con la realidad, son los
rackets y los juegos psicológicos.
Y, por supuesto, un modelo de abordar el tratamiento dentro de estas perspectivas orientado
a conseguir el control social de la conducta sintomática y a alcanzar la autonomía.
Logoterapia
Es una psicoterapia que propone que la voluntad de sentido es la motivación primaria del
ser humano, una dimensión psicológica inexplorada por paradigmas psicoterapéuticos anteriores, y
que la atención clínica a ella es esencial para la recuperación integral del paciente.
La logoterapia fue fundada y desarrollada por el psiquiatra vienés Viktor Frankl (1905-
1997). Desde muy temprano Frankl se interesa por el psicoanálisis y mantiene contacto con Freud.
Posteriormente se orienta hacia la psicología individual de Alfred Adler a quien Frankl conoce
personalmente. Busca un complemento a la psicología individual adleriana. Habla de los valores y
el sentido de la vida. Lo que hace Frankl es entender la diferencia de la motivación respecto a la
terapia como expresión de su actitud ante la vida y separarlo de su trastorno principal, de su
neurosis. Más tarde se aleja de Adler y es discípulo de Allers y Schwarz.
La metodología logoterapéutica de Frankl se basa en tratar las enfermedades psíquicas tanto
desde un abordaje netamente médico (por ejemplo a ciertas personas que le consultaban por
depresión, tras estudiarlas, les recetaba un tratamiento hormonal), aunque principalmente la
cuestión es dialogar con la persona y notar en ella qué es lo que da sentido a su vida.
En general la Logoterapia sería un tipo de Psicoterapia Humanista - Existencial. La
Psicoterapia Existencial es un enfoque terapéutico más filosófico que médico, que fundamenta su
perspectiva en las filosofías fenomenológico-existenciales. Algunos de estos filósofos incluyen:
Nietzsche, Kierkegaard, Husserl, Heidegger, Sartre, Merleau-Ponty, Martin Buber, etc. Este modelo
contempla al ser humano como en constante desarrollo y evolución, lo que implica un movimiento
y procesos constantes. La persona se encuentra en constante relación con su medio, ya que es vista
como ser-en-el-mundo (Dasein), lo que implica que su existencia se vea constantemente enfrentada
a circunstancias que le exigen respuesta.
Otro aspecto de la Psicoterapia Existencial actual es que, al concebir a la persona como
siempre en relación, ya sea con el mundo físico o corporal, o el mundo social e interpersonal, o el
mundo personal, íntimo y psicológico, o inclusive con las dimensiones espirituales del mundo, se
constituye como un enfoque postmoderno, que acentúa el estudio de la construcción que hacemos
cotidianamente de lo que llamamos realidad. Esto se expresa principalmente en el énfasis que hace
al estudio y trabajo constante en y con la relación terapéutica. Las vicisitudes de cada encuentro
terapéutico son tratadas con especial atención, observando aquellos aspectos que obstruyan las
posibilidades de generar un encuentro auténtico entre cliente y terapeuta o, en el caso de la terapia
de grupo, entre todos los participantes.
Técnicas
Sus técnicas más destacadas y conocidas son: la intención paradójica, la derreflexión, el
autodistanciamiento, la modificación de actitudes y el diálogo socrático. En la intención paradójica,
el terapeuta induce al paciente a intentar voluntariamente aquello que trata de evadir de manera
ansiosa; el resultado suele ser la desaparición del síntoma. En la derreflexión, se anima al
consultante a olvidarse de su padecimiento para superar la tendencia a la preocupación y a la
hiperreflexión. En el autodistanciamiento, el "compañero existencial" -como se le llama al cliente o
paciente- aprende a verse a sí mismo más allá de su padecimiento, con la posibilidad de separar a su
neurosis para así apelar a la propia voluntad de sentido para -mediante la fuerza de oposición del
logos- dirigirse a él. En la modificación de actitudes se hace énfasis en comportamientos claves a
practicar mediante una cierta disciplina para más tarde dejar de atender a las actitudes dañinas y
poder ver a las nuevas, como motivadores del cambio. Y en el diálogo socrático, se usa el estilo de
la mayéutica para guiar a la persona hacia el autoconocimiento y la precisión de su responsabilidad
en sus acciones.
Si tenemos en cuenta que Viktor Frankl llevó su teoría -que ya había comenzado a
desarrollar anteriormente- a la práctica en un campo de concentración alemán, podremos
comprender el porqué de dicha tesis: al desprenderse de todo lo material, de sus logros, de sus
problemas, de todo aquello por lo que ha luchado en la vida, comprende que sólo le queda su
esencia, su génesis, su logos. De esta forma podrá ver detalles, cualidades, recursos y características
de uno mismo que nunca pensó ver o encontrar, se fijará en aspectos de la vida realmente
importantes; con el tiempo la persona logrará trascender y ver un verdadero sentido en su vida y se
sentirá feliz de estar vivo.
La logoterapia se vale en alta medida del Psicodrama, una dramatización realizada por el
paciente, pensando que su vida se acaba en ese preciso momento. De esta dramatización surgen
planteos usualmente conocidos como "lo que cambiaría si tuviera una segunda oportunidad". Esos
cambios serán puestos en práctica por el paciente para lograr alcanzar su propio "logos" o sentido
de su vida.