protocolo aristóteles (revisado) - Ética nicomáquea liii parte 1

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 Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Filosofía Seminario de Aristóteles: Ética Nicomáquea Directora: Marcela Forero Sesión del ! de fe"rero de #$% Protocolante: Mariana Acevedo &e 'a (elatores: Juan David Perdomo )Ética *udemia+ , --+ Parte . /a mid 0asti"lanco )Ética Nicomáquea+ , ---+ $$#1 a $% 2 $$$% a . Asi stentes: Mar cela Forero + Josu 3 Ac ero + Mar ian a Ac eved o+ /amid 0as ti" lan co+ Fernando 4ernando Durán+ Ana María 5arcía+ 0arlos 5u6mán+ Juan Feli7e 4errera+ Juan 5uil le rmo ,ondo8o+ Pa"l o Mu 8o6 + Ju an Davi d Perdo mo+ Mi 'ue l 0amilo Pineda + 9ri an (e es+ Sofía &alentina (o; as+ Sandra (o; as ,aura (uí 6 Dia na Uc<ima= P(>?>0>,> -& ,A D*,-9*(A0-@N+ ,A *,*00-@N / ,A A0?-&-DAD *N *, ,-9(> ---B )$$#1 a $% 2 $$$% a . D* ,A É?-0A N-0>MC U*A La sesión inició con las lectura de las dos relaciones asignadas. En primer lugar, se estableci ó que la rel aci ón de Juan Davi d Per domo, sobre el Libro Seg undo de la  Ética  Eudemia, nos es útil para comprender conceptos como virtud y continencia e incontinencia que tamb ién apare cen en la  Ética Nicomáquea. En segundo lugar, la relación de amid !astiblanco se centró en e"poner tres conceptos #undamentales a los que atiende la primera  parte del Libro $$$ de la Ética Nicomáquea% lo voluntario, la deliberación y la elección. Seguido de esto, la directora del seminario propuso elaborar preguntas con las cuales se  pudiera &acer én #asis en conceptos y temas que rodearan la discusión de la sesión. De esta manera, surgieron tres temas% el primero, la relación o no relación entre el deseo y la ele cci ón. El seg undo , establecer prec isi ón en los con cept os voluntad, deliberaci ón y elección. el tercer o, modos de ser, circunst ancias &umanas y las consecuencias sociales. De all' se dio paso a la discusión. 1

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Pontificia Universidad JaverianaFacultad de Filosofa Seminario de Aristteles: tica Nicomquea Directora: Marcela Forero Sesin del 24 de febrero de 2015Protocolante: Mariana Acevedo VegaRelatores: Juan David Perdomo (tica Eudemia, L II, Parte 2)Yamid Castiblanco (tica Nicomquea, L III, 1103a 15 1115a2)Asistentes: Marcela Forero, Josu Acero, Mariana Acevedo, Yamid Castiblanco, Fernando Hernando Durn, Ana Mara Garca, Carlos Guzmn, Juan Felipe Herrera, Juan Guillermo Londoo, Pablo Muoz, Juan David Perdomo, Miguel Camilo Pineda, Brian Reyes, Sofa Valentina Rojas, Sandra Rojas Laura Ruz y Diana Uchima. PROTOCOLO IVLA DELIBERACIN, LA ELECCIN Y LA ACTIVIDAD EN EL LIBRO III (1103a 15 1115a2) DE LA TICA NICOMQUEALa sesin inici con las lectura de las dos relaciones asignadas. En primer lugar, se estableci que la relacin de Juan David Perdomo, sobre el Libro Segundo de la tica Eudemia, nos es til para comprender conceptos como virtud y continencia e incontinencia que tambin aparecen en la tica Nicomquea. En segundo lugar, la relacin de Yamid Castiblanco se centr en exponer tres conceptos fundamentales a los que atiende la primera parte del Libro III de la tica Nicomquea: lo voluntario, la deliberacin y la eleccin. Seguido de esto, la directora del seminario propuso elaborar preguntas con las cuales se pudiera hacer nfasis en conceptos y temas que rodearan la discusin de la sesin. De esta manera, surgieron tres temas: el primero, la relacin o no relacin entre el deseo y la eleccin. El segundo, establecer precisin en los conceptos voluntad, deliberacin y eleccin. Y el tercero, modos de ser, circunstancias humanas y las consecuencias sociales. De all se dio paso a la discusin. As pues, se decidi iniciar por el segundo tema sobre las precisiones conceptuales de voluntad, deliberacin y eleccin; ya que, como explic la directora, Aristteles quiere ser muy estricto en la elaboracin de conceptos precisos en esta parte de la tica. Por esto mismo, se present la primera advertencia, la cual se centr en que hay muchas comprensiones modernas sobre la voluntad y la responsabilidad que se deben dejar de lado para la comprensin de este texto y los conceptos que aparecen en l. Voluntad se refiere, en este contexto, a querer o no querer algo, que el principio de la accin est o no est en aquel que la realiza. De all, Aristteles pasa a utilizar un recurso que es muy comn en sus escritos: para hablar de lo voluntario, inicia hablando de lo involuntario y de qu tipo de acciones son involuntarias. De esta manera, se habl de las acciones forzosas y las que se realizan por ignorancia las cuales, segn Aristteles, son las que se deben considerar como involuntarias: Parece, pues, que cosas involuntarias son las que se hacen por fuerza o por ignorancia (EN, III, 1, 1110). Se discuti, en principio, aquello que se realiza de manera forzosa, en la cual, el principio de la accin no est en el que la realiza, sino que tal principio viene de algo externo. Una caracterstica necesaria de que aquello que se realiza de manera forzosa es que sea contundente, es decir que sea fuerte, porque es a su vez efectiva. Aristteles hace notar esto en uno de sus ejemplos cuando explica que una accin forzosa puede ser aquella en la que un tirano manda a alguien a hacer algo que se ve obligado a hacerlo por salvar la vida de sus hijos y de su familia. De esta manera, se hace algo forzosamente cuando hay una amenaza de recibir un mal y que, a la hora de calcular cul es el mal menor, la accin que se realiza forzosamente es la que menos daos generar. De esta manera se dieron tres definiciones que tienen una importancia fundamental: lo voluntario, lo involuntario y lo no voluntario. Estas tres definiciones son tenidas en cuenta, como dijo la directora, en un espacio especfico: el tribunal. De esta manera, lo voluntario es aquello que se quiere hacer y cuyo principio est en quien realiza la accin. De lo involuntario se dijo que es la accin cuyo principio no est en nosotros, de manera que es externo. Y por ltimo, de lo no voluntario, se dijo que haba que tener en cuenta dos tipos de ejemplos que giran alrededor de la ignorancia y el dolor. El primero, es aquel que al realizar una accin desconoce un aspecto de ella la cual termina siendo un accidente, es decir, se ignora un aspecto de tal accin, que como consecuencia genera un dao sobre alguien o algo. Quien realiza tal accin siente dolor al no poder haberla evitado porque desconoca el aspecto causante, a tal tipo de accin todava se le considera involuntaria. Sin embargo, el segundo ejemplo tiene que ver con la ignorancia por embriaguez, la cual, a diferencia de la primera tiene la posibilidad de haberse evitado el dao si no se hubiese puesto en tal estado. El problema en este segundo ejemplo consiste en que segn Aristteles, existe una diferencia entre obrar con ignorancia y obrar por ignorancia: Obrar por ignorancia parece cosa distinta del obrar con ignorancia: pues el embriagado o el encolerizado no parecen obrar por ignorancia, sino por alguna de las causas mencionadas, no a sabiendas sino con ignorancia[footnoteRef:1] (EN, III, 1, 1110b-25). [1: En la traduccin de Jos Luis Calvo Martnez, en Editorial Alianza (2001), este mismo pasaje se traduce de la siguiente manera: Parece que es diferente obrar por ignorancia y obrar en ignorancia, igual que el que se emborracha o se irrita no parece que obre por ignorancia, sino por una de las razones ya sealadas: obra sin ser consciente, s, pero lo hace en ignorancia(EN, 1110b25). A mi parecer es mucho ms comprensible que la traduccin de Julio Pall Bonet en Editorial Gredos, que es la que cito en el cuerpo del trabajo. ]

Este caso, el del embriagado se caracteriza por estar dentro del obrar con ignorancia. La razn es que el haberse puesto en estado de embriaguez fue un acto que se realiz de manera consciente, y por tanto, no es un acto involuntario que se realiza por ignorancia. Simplemente no tuvo en cuanta que al ponerse en ese estado pudo perder control de sus acciones, por lo cual, no se juzga el hecho de que fuera un acto involuntario lo que result de eso, sino el haberse puesto con anterioridad en un estado que no le permitira controlar sus acciones. De all se sigui a tratar el tema de la eleccin. Hay que tener en cuenta, en primer lugar, que cuando algo se elige es porque en principio hay diferentes opciones entre las cuales se puede elegir, de esta manera se le da preferencia a una cosa sobre otra. Por esto mismo, hay que esclarecer la diferencia entre aquello que es contingente y aquello que es necesario, pues en lo contingente s se puede elegir, pero en lo necesario no hay elecciones, las cosas son como son. Para Aristteles el campo de lo necesario est en la lgica, en la que hay un saber deductivo el cual es cientfico y epistmico, es decir, lo que es as y no puede ser de otro modo. Por oro lado, est el mundo de la contingencia, en el cual se da la accin humana, y por tanto, la poltica; esto significa que, en este mbito de la accin humana las cosas pueden ser de diferentes modos. La deliberacin, por tanto, se da sobre las cosas contingentes ya que de las cosas necesarias no hay nada que debatir ni nada que pensar, las cosas son as y no cambiarn. Esta distincin, como recordamos durante la sesin, est en el Libro I de la tica Nicomquea cuando se habla sobre la ciencia de la poltica no como una ciencia exacta, sino como una ciencia que necesita de otro tipo de rigor. De esta manera no se delibera de aquello que es necesario y tampoco de lo que se da por azar, puesto que no lo podemos manejar, sino que se delibera de aquello que es contingente y de lo que est en nuestras manos. Ahora bien, de all surgi uno de los problemas centrales del problema de la deliberacin, es decir, la pregunta de si se delibera sobre los fines o sobre los medios. En tica Eudemia se dice que no se delibera sobre los fines sino solamente sobre los medios. Esto porque, en el hombre, el ejercicio de buenas acciones le permite tener un carcter virtuoso, por lo que los fines de las acciones que realiza sern siempre virtuosas. En tica Nicomquea el tema aparece de manera distinta. En primer lugar, se pone en cuestin el problema de los fines cuando aparece la distincin entre el bien real y el bien aparente. Hay que tener en cuenta en este momento que la voluntad siempre tiene un fin que se quiere, y este fin es un bien, pero no se sabe si es bien real o el aparente. De esta manera, aquel que cree que un fin es un bien aparente dice que este no es impuesto por naturaleza, sino que es una elaboracin humana y que a unos le puede parecer una cosa y a otros otra. El bien, entonces, no sera algo absoluto. Por lo mismo, y esto es lo fundamental, aparece la diferencia entre el hombre bueno que ha formado un carcter y siempre toma el camino del bien real y el otro hombre que se deja llevar por el bien aparente y el camino del placer. De esta manera, el deseo del hombre bueno no se confunde con el camino placer, por el contrario, su caracterstica ms interesante est en que tiene una condicin de causa eficiente hacia una vida de la excelencia, es decir, un deseo del bien. Este hombre sabe que hay algunas decisiones que duelen pero que son las correctas. Y esto se relaciona directamente con la educacin, puesto que lo que se debe lograr con ella es formar a quien est siendo educado para que siempre prime el bien real en sus elecciones. Es decir, el propsito de una buena educacin es que se logre formar un hombre prudente que ejercite en todo momento su carcter en las buenas acciones, para que as, siempre elija con relacin al bien real y el deseo del bien y no con relacin al bien aparente y el placer. Ahora bien, el problema de los fines no termina all, hay que adentrarse ms en l. Sabemos que el bien humano no puede ser el placer simple y llano, tal vida sera una vida voluptuosa, lo cual ira en contradiccin con el bien real. El fin del bien real tiene que mostrar el desarrollo de las ms altas facultades humanas para las cuales no tiene que eliminar el placer. Aristteles muestra que el placer y el dolor siempre van a acompaar la vida humana, pero la razn puede poner en su lugar los niveles de complacencia y dolor para que se den de manera prudente. Moderar tanto el placer como el dolor tendr la posibilidad de generar una vida buena, de cierta manera ambos son motores de la vida y habr que entrenarse en la actividad de la deliberacin y de la eleccin para ser un hombre bueno que se ejercite en encontrar el termino medio que es propio de la virtud. El quid del asunto est en ejercitarse en la actividad de la eleccin para alcanzar ser un hombre sabio y prudente al final de la vida, pues esta es una actividad que solo termina con la muerte. Al finalizar la sesin se discuti un ltimo punto que dej clara la importancia de la temtica de esta sesin para lo que venamos discutiendo en las semanas anteriores. La felicidad tiene un componente fundamental que se encuentra en la actividad y actualizacin que slo termina con la muerte. La actividad de la deliberacin y de la eleccin no dejndose llevar por la vida aparente y por el placer, siempre debe apuntar por la excelencia. En ocasiones habr dolor, pero las elecciones que sea realicen continuamente, siguiendo el deseo de un bien real y una vida virtuosa, nos llevar a ser sabios. Un hombre feliz es aquel que ha adquirido virtud, la excelencia de las acciones que se manifiestan en el modo de vivir en la vida de la actividad.

BibliografaAristteles, tica nicomaquea, tica Eudemia, trad. Castellana de Julio Pall Bonet, Madrid, Gredos, 1985.

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