propuestas educación mguc 2006
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Propuestas Educación MGUC 2006TRANSCRIPT
A la comunidad Universitaria,
Dentro de sus 40 años de existencia, el Movimiento Gremial de la Universidad Católica se ha
planteado de manera firme en el medio universitario, defendiendo los intereses de los
estudiantes en relación a los distintos temas de la contingencia. Como herederos de esta
tradición, no podemos ser menos ante el debate actual respecto de aquellos temas que tienen
una incidencia directa en nuestra Universidad y en el quehacer de la Educación Superior. De
igual modo, mantenemos nuestro estilo de hacer primar la razón por sobre la violencia. Las
controversias no se resuelven en las calle sino en el debate y en las ideas creativas. Estamos
convencidos de que las piedras no son para lanzar, sino para construir. De esta forma hoy
venimos a reafirmar una vez más nuestro compromiso con la Comunidad Universitaria,
planteándonos como un Referente de Ideas, cimiento esencial para construir una mejor
universidad.
Manteniéndonos firmes en la defensa de nuestros principios fundadores, las siguientes
propuestas pretenden reafirmar el papel subsidiario que el Estado debe tener en relación a la
Educación Superior, consagrado en la Constitución. Hoy en día lo que este rol implica está
siendo debatido específicamente en dos instancias: las garantías del acceso de todos los
chilenos a la Educación Superior y la libertad de enseñanza.
FINANCIAMIENTO
Desde hace mucho tiempo se ha venido peleando por el financiamiento de la
Educación Superior y que todos quienes quieran estudiar puedan hacerlo, independiente de su
situación socioeconómica. Aun cuando se han hecho esfuerzos no hay una solución definitiva.
Actualmente rigen 5 sistemas de financiamiento para los estudiantes pertenecientes a
las Universidades del Consejo de Rectores. Queremos referirnos a dos de ellos: Fondo
Solidario de Crédito Universitario (FSCU) y el recién aprobado crédito con Aval del Estado.
Los problemas del FSCU son de estructura, ya que está pensado para que no se
recuperan los créditos por lo que termina siendo una beca. Al tener una tasa fija de 2% real, y
al cancelar sólo 5% del sueldo mensual por un período máximo de 15 años, después de lo cual
se perdona el crédito, no se están recuperando los fondos. Año a año se meten 55 mil millones
de pesos al fondo, que no se recuperan (dineros provenientes de que los impuestos lo pagan
todos, aun cuando los beneficiados son unos pocos. Los egresados ganas entre 4 y 6 veces más
que alguien sin estudios). El sistema es discriminatorio, ya que sólo es para Consejo de
Rectores (42% total estudiantes) lo que produce una desigualdad ya que instituciones privadas
y carreras técnicas sólo pueden optar a crédito con aval del Estado. (10.300 MM vs. 69.000
MM del FSCU durante el 2005). Por esto, a pesar de que aumenta el presupuesto, no se mejora
la desigualdad. Además ambos créditos están definidos de acuerdo al arancel de referencia, por
lo que no se cubre el total de la carrera. No da libertad a los alumnos para elegir su carrera y
establecimiento con anterioridad a la postulación al no saber el monto del crédito.
En relación al crédito con aval de Estado, se logra un sistema que sea justo para todos
estudiantes, pero hay dos problemas. La Universidad es el aval del crédito durante los estudios
del alumno, lo que crea un incentivo para que las Universidades no aseguren la calidad de los
estudiantes y además una barrera de entrada a los alumnos porque deben asumir un riesgo.
Además el Estado no es aval del 100% del crédito una vez que el estudiante egresa de la
carrera, lo que hace que las tasas de interés aumenten.
Ante estos problemas se plantean los siguientes puntos:
• Ajustar fondo solidario, ampliarlo a las instituciones privadas, (58% que estaba
excluido) de manera de hacer un sistema justo para todos los estudiantes. Además se debe
aumentar el período de pago y no condonar la deuda, de forma que los recursos vuelvan y así
beneficiar a más alumnos. Además se propone flexibilizar la cuota de pago, de manera de
adecuarse a la realidad de cada egresado.
• Evaluación del arancel de referencia, ya que es una forma de restringir la
calidad. Se debe estipular un arancel para cada carrera de cada universidad, evaluando cada
programa, de forma de fortalecer la calidad.
• Exigimos que la FEUC debe preocuparse de los intereses de los estudiantes de
la Educación superior desde la CONFECH, pero en ocasiones en que se esté perjudicando los
intereses de los estudiantes de la PUC, actué firmemente para defenderlos.
• El Estado debe ser aval por el 100% del crédito con aval del estado, de forma
de disminuir el riesgo por estudiante y hacer más baratos los créditos. De esta manera se hace
más justo para todos los estudiantes, ya que las tasas tienden a igualarse.
• Durante los estudios el aval debe ser mixto (Universidad-Estado), de manera de
garantizar la calidad de los profesionales y además establecer un esfuerzo por parte de las
Universidades de apoyar a que sus alumnos logren obtener sus títulos.
• El Estado no puede establecer que carreras están sobresaturadas, sino que debe
informar cuales son las condiciones de empleo y de sueldo una vez egresado para que cada
persona que quiera ingresar sepa cuales son las condiciones futuras.
• Actualmente para obtener el crédito se debe estar matriculado en alguna
universidad. Exigimos que el crédito sea para el alumno y no para la Universidad, es decir, que
antes de estar matriculado en una determinada universidad, el estudiante sepa cual va a ser el
monto del crédito antes de postular.
Propuestas Aporte Fiscal Directo (AFD)
• Actualmente no se conoce con transparencia la forma en que se asignan estos
recursos. En nuestro país urge la necesidad de asignarlos eficientemente dado
que escasos y claramente es más justo que estos sean no sean asignados por
criterios históricos sino que por méritos. De esta forma promovemos que se
creen fondos concursables de manera de fortalecer la calidad e incentivar a ala
educación.
• Ampliar los fondos a todos los establecimientos de educación superior.
• Fondo destinado a Investigación y Postgrado.
• Configurar una política de evaluación de rendimientos de los fondos.
Propuestas Aporte Fiscal Indirecto (AFI)
El espíritu con que fue creado el AFI es el de premiar la excelencia de las
universidades. Para que la decisión de a quién premiar por esta excelencia no pasara por un
burócrata sentado en su oficina, se decidió, en un paso democratizador tremendo, empoderizar
a los 27.500 mejores puntajes en la PSU de manera que sean ellos quienes eligen qué
universidades se deben premiar por su excelencia.
El AFI no fue creado con motivos de generar equidad en el ingreso a la
Ecuación Superior, sino que se creó para determinar a qué universidades se debe
otorgar financiamiento.
Tomando esto en consideración, y dado que las universidades consideran dentro de sus
puntajes de postulación las NEM, se debería considerar ésta variable en el sentido que ésta
podría ser capaz de entregar información sobre los méritos académicos de los postulantes, en
consecuencia proponemos:
• Criterios de asignación del AFI que tomen en consideración tanto el puntaje de
la PSU como las NEM. Sin embargo, todos sabemos que existen amplias
diferencias en la dificultad de obtener una misma nota en diferentes
establecimientos. Entonces se requiere de un mecanismo que permita corregir
esta diferencia, de manera de poder comparar a los diferentes alumnos y sus
puntajes, no solo en su generación, sino que en comparación con alumnos de
otros colegios. En definitiva, se estaría transformando una variable
dicotómica en una continua, que es lo más adecuado para este caso.
• Proponemos que la inclusión del criterio de las NEM en la asignación del AFI
sea corregido por puntaje promedio que el establecimiento educacional
obtuvo en la PSU. Esto aparte de permitir comparar las notas entre distintos
colegios, genera un círculo virtuoso por el cual los mejores estudiantes de la
clase tienen incentivos para compartir sus conocimientos con el resto de sus
compañeros.
ACREDITACIÓN
Desde el año 2003 que se está discutiendo en el Congreso el proyecto de Ley de
Acreditación que hoy se encuentra en discusión por parte de una comisión mixta. En este
proyecto, el Estado, a través de la Comisión Nacional de Acreditación, se estaría nombrando a
sí mismo como árbitro de qué es lo que constituye una educación universitaria de calidad. ¿Le
corresponde al Estado declarar qué se puede o no se puede enseñar alguna institución de
educación superior? Eso sería a todas luces un atentado contra la autonomía propia de las
universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica, a la vez que un grave
atropello de la libertad de enseñanza.
Si bien todavía se discute en el Congreso si en esta ley la acreditación sería obligatoria o
voluntaria, es necesario tener en cuenta que la nueva Ley de Financiamiento de la Educación
Superior sólo será aplicable para alumnos que deseen ingresar a las instituciones acreditadas.
Así, el Estado estaría ejerciendo implícitamente una coerción sobre las instituciones de
Educación Superior, medida que nos parece reprobable e injusta. El Estado estaría
instrumentalizando el financiamiento de los sectores más pobres con el fin de hacer primar sus
propios criterios de “calidad”.
Ante esta realidad, no podemos sino levantar la voz y hacer una nueva propuesta. La
solución para el problema de la calidad no está en que el Estado se convierta en árbitro y
decida qué educación es buena, utilizando la presión del financiamiento para que las
instituciones se adecúen a sus criterios. Estamos convencidos que el papel del Estado en esta
situación es del garantizar un sistema de información adecuado, que permita al estudiante
informarse, según sus propios criterios, sobre los datos institucionales de las universidades,
institutos y centros de formación técnica. a las que puede postular. Corresponde al Estado
asegurar también que la publicidad y campañas que realicen los establecimientos estén acorde a
la información recopilada por las agencias pertenecientes al Sistema de Acreditación de Calidad
de la Educación Superior. Asimismo, creemos que la acreditación, por consiguiente, debe ser
voluntaria, con el fin de que sean las mismas instituciones las que tomen la iniciativa de
acreditarse, generando competencia que a la larga mejorará los programas que cada instituto
ofrece. Recordemos que los costos del proceso de acreditación son financiados por los propios
establecimientos, lo que nos parece otro motivo fundamental para que ellos mismos decidan
libremente si se acreditan o no.
Aun cuando ya es parte de los cambios al proyecto, con respecto a la participación
estudiantil en los procesos de acreditación que las casas de estudios emprendan, manifestamos
absolutamente necesario que la Comisión Nacional de Acreditación establezca como uno de
los criterios básicos para las agencias acreditadoras, o los pares evaluadores, la consideración
obligatoria de la opinión de los alumnos a través de distintos canales. Consideramos que son
los estudiantes de cada institución los qué mejor conocen la realidad de su casa de estudios y
consecuentemente serán los mejores capacitados para aportar debidamente dentro del proceso.
PARTICIPACIÓN ESTUDIANTIL
Dado que los estudiantes son el principal actor de la vida universitaria, es de suma
importancia para ésta que se pueda contar con una participación estudiantil activa. Las formas
de participación hay que verlas desde un punto de vista global y no centrarlas únicamente en el
derecho a voto en el consejo superior, sino que hay que explorar múltiples canales de
participación de los estudiantes frente a la educación que reciben. Con respecto al voto de los
estudiantes ante el consejo superior, creemos que esto puede ser un buen medio para dejar
testimonio de la opinion de los estudiantes frente a la toma de decisiones de la Universidad. Al
no entenderse esto como una forma de cogobierno, no existe ningún riesgo de la no
sustentabilidad del proyecto educativo en el largo plazo.
Por lo anteriormente señalado, exigimos que tengan opinión y voto en la toma de
decisiones, teniendo voto en el consejo superior por medio del Consejero Superior, por lo
que deben cambios a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) en su artículo 49,
donde prohíbe expresamente la participación con derecho a voto de estudiantes y funcionarios
en los órganos encargados de la gestión y dirección de las Universidades, así como en la
elección de sus autoridades.
SISTEMA DE INGRESO
Además de los problemas relacionados con el financiamiento universitario mencionados
en este documento, existen problemas de desigualdad entre los alumnos de colegios privados,
subvencionados y municipales. No todos tienen las mismas oportunidades por la diferencia en
la calidad de la educación recibida. Por esto exigimos que el estado revise los efectos de la
reforma educacional dado el tiempo que ha transcurrido y evalúe nuevas políticas.
Además se exige que se estudie si la PSU hace más justo o no el ingreso, comparando los
resultados obtenidos por lo colegios municipales con los privados. La información debe ser
pública para que todos podamos hacer estudios de calidad y mejorar así el sistema. Hemos
visto con los últimos años que la diferencia existente entre ambos tipos de establecimientos se
ha mantenido, por lo que creemos imperante que el sistema de ingreso se encargue de
solucionar esto. Los criterios de evaluación y de ingreso a la Universidad deben exigir una
evolución rigurosa y justa para todos. De esta forma proponemos estudiar establecer un
criterio de corrección de las notas de enseñanza media en la ponderación de los puntajes de
ingreso. Se puede establecer un índice, relacionado con el los resultados SIMCE de cada
establecimiento para establecer dicha corrección.
Finalmente, como Movimiento Gremial de la Pontifica Universidad Católica, hemos
querido mantener siempre nuestro estilo de hacer las cosas, es decir, haciendo primar la razón
por sobre los actos violentistas en temas de importancia que implican cambios en la educación,
los que manifiestan controversias y hacen surgir problemas.
Consejo Ampliado, Mayo 2006