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Promover los recursos del adolescente para crecer y rehacerse desde la adversidad Dadme un punto de apoyo y moveré MI mundo
(ADDIMA, parafraseando a Arquímedes)
Jornadas NORBERA La adolescencia y su realidad: (en) época de crisis
José Luis Gonzalo Marrodán Psicólogo
Donos8a, 18 de abril de 2013
Guión • Concepto de resiliencia. • La resiliencia primaria: resiliencia familiar. • La resiliencia secundaria. • El tutor de resiliencia. • Cómo promover los recursos de los adolescentes para favorecer un proceso resiliente. • El vínculo afec8vo.
• Experiencias: • Relato de un joven • El ciclismo como metáfora resiliencia
Resiliencia (Puig y Rubio, 2011)
¿Quién ha sido capaz de pronunciar esta palabra sin vacilar la primera vez
que la escuchó?
¿Qué es?
Una nueva concepción ser humano
• Las personas, tras acontecimientos traumá8cos, no sólo consiguen mantener una adaptación posi8va sino que incluso desarrollan capacidades insospechadas a par8r de los mismos.
• Concebimos un ser humano que pasa de estar desvalido y a merced de fuerzas superiores y externas a otro que se considera capaz de enfrentarse y superar las adversidades tomando las riendas de su propia vida.
• La ciencia ha estado más ocupada de lo que nos lleva a enfermar y a estudiar a los sujetos enfermos, que a lo que nos lleva a resis8r y rehacernos.
• Pero existe una constatación: ¿Por qué unos sujetos son capaces de llevar vidas adaptadas tras unas infancias muy duras y otros no?
Etimológicamente • En francés y en español es un t é r m i n o u 8 l i z a d o e n ingeniería mecánica y en t e c n o l o g í a , q u e h a c e referencia a la propiedad de la materia que se opone a la rotura por el choque o percusión. Esta propiedad puede ser apreciada por e n s a y o s d e c h o q u e ejecutados por medio de aparatos especiales
• En todos los casos se hacen referencias a la elas8cidad, al choque contra algo pero las connotaciones, aplicado a las personas, van más allá que el hecho de rebotar.
Resiliencia
LaUn: Resilio, “saltar hacia atrás, volver a
saltar, rebotar
Ingeniería mecánica:
propiedad de la materia que se opone a la rotura por el choque o percusión
Indoeuropeo: resilio/
resiliere en laUn viene de re+salirse
Inglés: Resalto, elas8cidad
Dos visiones Norteamericanos
Retorno a la homeostasis o al equilibrio anterior
Adaptación posi8va Fruto de un buen afrontamiento
Resiliencia
Franceses Retorno a la homeostasis y
crecimiento
Adaptación posi8va
Resiliencia Crecimiento Postraumá8co
DesaHíos que deben enfrentar los adolescentes • Los cambios fisiológicos, emocionales y cogni8vos propios de la etapa evolu8va:
es un período crí8co. • La interiorización de normas y límites construc8vos (Una frustración
estructurante) • La adquisición de una autonomía y responsabilidad progresiva: experimentar
para poder aprender y madurar (Síndrome de evitación experiencial) Debemos permi8r que la consecuencia enseñe.
• Lograr un grupo de amigos en el que se sientan valorados y con el que se puedan iden8ficar. La influencia del grupo de iguales.
• Las tensiones con los padres por su autonomía (o al contrario) • El reto académico/profesional: ¿qué quiero ser en la vida? El posible fracaso. • Las primeras relaciones de pareja. • Sucesos traumá8cos: pérdidas, rupturas familiares, conflicto familiar sostenido,
ambiente familiar poco cohesivo y afec8vo, patologías de los padres, patologías propias, maltrato, abusos, bullying…
• La sociedad que presiona hacia un modelo adulto basado en el consumo y la rela8vidad de todo. Caen los valores y principios tradicionales.
• Etc. • Desados que forman parte de la vida y que todos los seres humanos DEBEMOS
afrontar. • Y este afrontamiento se hace con más SEGURIDAD cuando la casa >ene buenos
cimientos (el acompañamiento de figuras de apego adecuadas)
El primer año…
NECESIDADES
EXCITACIÓN -‐ INCOMODIDAD
ALIVIO -‐ RELAJACIÓN
GRATIFICACIÓN: Contacto visual
Sonrisa Movimiento Alimento
APEGO SEGURIDAD CONFIANZA
El segundo año...
DESEOS
LIMITES DEL ADULTO: “no”
RESPUESTA DEL NIÑO
Acepta los límites Los prueba y
desada
APRENDE MEDIANTE LA EXPLORACIÓN
ADULTO: PROMUEVE
AUTONOMÍA – MARCA LOS LÍMITES AUTONOMÍA
IDENTIDAD
“Amar sin miedo a malcriar” (González Vara, 2012)
• “Esta etapa de dependencia infan>l necesaria con relación al adulto y más tarde al entorno familiar y escolar, es la que va a permi>r al pequeño desarrollar o no una BASE SALUDABLE desde la que podrá afrontar los retos y la aventura de vivir”
• “Pero se considera, todavía, que durante ese corto periodo de su existencia, la función más importante del adulto es cuidar su salud Ksica”
• “Expresiones como ‘que coma bien’, ‘que duerma lo suficiente’, ‘que no esté enfermo’ son consideradas como la base de un desarrollo saludable. Más adelante, junto a esos criterios, se añade ‘que tenga acceso a una buena educación’, ‘que sea un ser socialmente adaptado’
• “Y el desarrollo emocional es peor percibido y ocupa un lugar secundario en las funciones de crianza y educación muchas veces por desconocimiento, otras porque la comprensión de estos procesos del desarrollo infan>l es más compleja”
“Amar sin miedo a malcriar” (González Vara, 2012)
• “Todavía hoy en su mayor parte , la maternidad y la paternidad se ejercen “sobre la marcha”. Es decir se prueban estrategias educa>vas un poco a ciegas, repi>endo la educación recibida con ligeros cambios externos. En muchas ocasiones, el criterio educa>vo responde a las indicaciones puntuales del pediatra o la vecina y/o familiares cercanos. Generación tras generación, volvemos a reproducir modelos educa>vos”
• “Tener información sobre el proceso de desarrollo evolu>vo a nivel psicoafec>vo resulta fundamental para conocer los procesos, para comprenderlos y no malinterpretarlos (hoy tenemos más información que nunca en la historia) Pero es mucho más importante tener capacidad de contacto, de sen6r, de ponerse en el lugar del otro, no sólo intelectualmente, sino desde la emoción que nos transmite ese otro”
• “El concepto de empaYa (“sen>r con otro”) es esencial en cualquier interacción humana, pero no está muy extendido. Si lo estuviera, nuestra sociedad estaría más humanizada y sería más solidaria”
• “Es fundamental el autoconocimiento y un cambio profundo que debe empezar por cada uno de nosotros”
¿Qué ocurre con los adolescentes que no desarrollan suHiciente resiliencia primaria?
• ¿Están abocados a un futuro nega8vo, desadaptado, problemá8co, patológico…?
• No. • Es posible resiliar de las experiencias adversas. • La resiliencia no es invulnerabilidad ni tampoco ausencia de sufrimiento ni un rasgo de personalidad: es UN PROCESO en constante desarrollo que se va gestando en interacción entre el sujeto y sus potencialidades y el entretejido de personas y contextos que favorecen la emergencia de dichas potencialidades.
• Para ello las personas necesitan de los llamados tutores de resiliencia.
La resiliencia secundaria (Barudy, 2006)
• E s l a c a p a c i d a d d e u n adolescente de desarrollarse suficiente bien y sano para proyectarse en el futuro como alguien no culpable, digno y valioso; a pesar de haber tenido condiciones de vida didciles, sufrido diferentes 8pos de traumas o haber padecido adversidades.
• Esto es posible gracias a sus recursos y a un entorno social e insBtucional afecBvo y solidario.
• E s d e c i r a e x p e r i e n c i a s relacionales con tutoras y tutores de RESILIENCIA.
Metáfora de la resiliencia secundaria
Las casas que sujetan a otra casa
Estudios Werner (1992) • “Werner siguió durante más de treinta años, hasta su vida adulta, a más de 500 niños nacidos en medio de la pobreza en la isla de Kauai. Todos pasaron penurias, pero una tercera parte sufrió, además, experiencias de estrés y/o fue criado por familias disfuncionales en las que se daban peleas, divorcios, ausencia del padre, alcoholismo o enfermedades mentales. Muchos presentaron patologías dsicas, psicológicas y sociales, como desde el punto de vista de los factores de riesgo se esperaba. Pero ocurrió que muchos lograron un desarrollo sano y posi8vo”
Estudios de Werner (1992) • “Al estudiar a estos niños, ya conver8dos e n a d u l t o s , c o n t e m p l ó c o n sorpresa como el 30% de ellos habían a l c a n z a d o u n de sa r ro l l o s ano , v i v í a n u n a v i d a normal”
Estudios de Werner (1992) • “¿Por qué no se enferman los que no enferman?”
• “Todos los sujetos que resultaron resilientes tenían, por lo menos, una persona (familiar o no) que los aceptó en forma incondicional, independientemente de su temperamento, su aspecto Ksico o su inteligencia. Necesitaban contar con alguien y, al mismo >empo, sen>r que sus esfuerzos, su competencia y su autovaloración eran reconocidas y fomentadas, y lo tuvieron”
Tutor de resiliencia (Melillo, 2005) • "Un tutor de resiliencia es alguien,
una pe r sona , un l uga r , un acontecimiento, una obra de arte que provoca un renacer del desarrollo psicológico tras el trauma. Casi siempre se trata de un adulto que encuentra al niño y que asume para él el significado de un modelo de iden6dad, el viraje de su existencia. No se trata necesariamente de un profesional. Un encuentro significa>vo puede ser suficiente. Conozco a un joven maltratado, a quien echaron a la calle, delincuente, pros>tuido, jefe de una pandilla que un día se puso a conversar en la terraza de un café con un editor. El joven salió transformado, diciendo: "Es la primera vez que me hablaron como a un hombre". El editor jamás se dio cuenta hasta qué punto había logrado encantar al joven violento y desesperado".
Características tutor resiliencia (Melillo, 2005)
• Caracterís8cas propias del tutor de resiliencia:
·∙ Presencia junto al sujeto. ·∙ Amor incondicional, entendido como aceptación del otro. ·∙ Es8mulo y gra8ficación afec8va a los logros. ·∙ Crea8vidad, inicia8va, humor. ·∙ Capacidad para asimilar nuevas experiencias. ·∙ Ayudar a resolver problemas sin suplantar al sujeto.
Marilyn Monroe Cyrulnik (2003), «El murmullo de los
fantasmas»
«Cuando era niña, Marilyn Monroe no conocía la ternura y comenzó a buscar a cualquier precio vivencias que le dieran un soplo de vida.
En Manhaban, donde cursó estudios de teatro, se convir>ó en la alumna favorita de Lee Strasberg, que había quedado fascinado por su gracia extraña. Ya por entonces con mucha frecuencia había estado muerta. Era preciso es>mularla mucho para que no se dejase arrastrar a la no vida. Se quedaba adormecida, no se levantaba de la cama y dejaba de lavarse. Cuando la despertaba un beso, el de Arthur Miller, por quién se volvió judía, el de John Kennedy o el de Yves Montand, volvía a la vida, deslumbradora y cálida. Y nadie se daba cuenta de que estaba siendo embelesado por un fantasma.
Marilyn Monroe jamás pudo encontrar ni vínculo ni sen6do, las dos palabras que permiten la resiliencia.
Ni siquiera aquéllos que la amaron con sinceridad pudieron penetrar en su mundo psíquico para ayudarla a hacer un trabajo de reconstrucción de su propia historia que fuera capaz de dar sen>do a su infancia atropellada. Cegados por tanta belleza no supimos ver su inmensa desesperación. Permaneció sola en el barro, lugar al que, de vez en cuando, le arrojábamos un diamante..., hasta el día en que se dejó ir»
Hans Christian Andersen Cyrulnik (2003), «El murmullo de los
fantasmas»
Su historia comienza con una abuela desalmada que obligaba a su hija a pros8tuirse. No sólo le imponía clientes, además la golpeaba, hasta que un día, la joven se fugó y, estando embarazada de Hans Chris8an, contrajo matrimonio con un señor de apellido Andersen.
“Estaba dispuesta a todo para que su hijo no conociese la miseria. Por eso se hizo lavandera, mientras que el padre se enroló como soldado de Napoleón”, comenta Cyrulnik.
Sin embargo, la madre del futuro contador de historias de hadas falleció alcohólica y analfabeta, en medio de una crisis de Delirium tremens, y su padre se mató en un arranque de demencia. El niño se vio obligado a trabajar en una fábrica de tabaco, donde reinaba la hos8lidad.
Pero hubo alguien dis8nto en su camino: su abuela paterna se convir8ó en su regazo y tutora educa8va. Ese pa8to feo pudo sacar su vida del fango y hacerla nadar junto a los grandes cisnes blancos, gracias a la anciana y a su labor de “resiliencia”, como se denomina a la capacidad de sobreponerse a los traumas psíquicos y heridas emocionales.
Cómo promover los recursos de los adolescentes para favorecer un proceso resiliente
• “El pa>to se introdujo incrédulo en el agua transparente y lo que vio le dejó maravillado. ¡Durante e l l a rgo i nv i e rno se hab ía transformado en un precioso cisne! Aquel p a > t o f e o y desgarbado era ahora el cisne más blanco y e legante de todos cuantos había en el estanque”
La resiliencia para Cyrulnik (2010)
• “Para que haya resiliencia se necesita que se den tres cosas: d i spos ic ión de recursos externos; adquisición de recursos internos y sen8do o perspec8va histórica“
• “ L a r e s i l i e n c i a e s l a negación de la resignación a la fatalidad en la desgracia”
Propuestas: Algunas claves para ir haciendo el camino con los jóvenes en nuestro acompañamiento para que crezcan y se
rehagan desde la adversidad
1 º Trabajando el vínculo con los adolescentes
Vínculo • Unión afec8va que los profesionales establecemos con los adolescentes dentro de un contexto seguro en el que se explicitan límites y normas.
• La relación que establecemos con los adolescentes es la base de la reparación de las dificultades o problemas que puedan presentar, así como para resiliar.
• Importa mucho más el cómo, que el qué hacemos con el adolescente (“Sen8r con el otro”)
• Importa el 8po de profesional que somos: el modelo de expresión de emociones, de estabilidad, de actuación.
• Hemos de devolver interacciones seguras a los adolescentes. • Pero también podemos devolverles interacciones inseguras (evita8vos/ambivalentes)
Los adolescentes que no nos lo ponen fácil tienen sus buenas razones…
Evita8vos (devaluadores o temerosos) Preocupados
Desorganizados
Tipos de apego en la adolescencia (Lafuente, 2010)
Tipología en adolescencia y adultez
Correspondencia infanBl
Seguro Autónomo: -‐Freely valuing (se valoran abiertamente) -‐Earned secure (ganados a la seguridad)
Seguro (B)
Preocupado (E)ó Ambivalente Ambivalente o resistente (C)
Huidizo distante o devaluador (Ds)
Huidizo (A)o evita8vo
Huidizo temeroso
Irresoluto o desorganizado (U) (Sujetos con traumas no resueltos)
Desorganizado (D) Subclasificación A, B, C
No clasificable (CC= Can not clasify)
Desorganizado/no clasificable (máxima desorganización)
Vínculo en la relación profesional Cómo ayudarles según su tipo de apego
• Siempre refleja una espiral de influencia mutua en la que la aportación del joven no es menos significa8va que la del terapeuta/educador/etc.
• Por lo tanto, la relación con el joven, desde la teoría del apego, se ENACTÚA EN EL VÍNCULO TERAPÉUTICO/EDUCATIVO.
• Adaptarnos a su patrón de apego para tratar de conducirles a la seguridad, es fomentador de la RESILIENCIA.
Dos estilos inseguros en los profesionales que no favorecen la creación del vínculo seguro
(Wallin, 2012) • Los profesionales evita8vos:
• Pueden enfriarse o distanciarse del adolescente. • Interpretar en exceso y hurgar en los problemas antes de 8empo.
• Los profesionales preocupados que se invaden por las emociones de los adolescentes:
• Pueden sen8r un aba8miento didcil de aguantar. • O pueden enfurecerse.
Evitativo • Respetar su necesidad de disponibilidad del terapeuta en la distancia en la que se sienta cómodo.
• Ir llevándole poco a poco a la conexión y expresión emocional. Empezar primero por la conducta y desde ac8vidades funcionales.
• Comprender su defensa, no atacarla ni cri8carla: devaluadores y negadores. Tienen hambre pero expresan que la comida no es suficientemente buena (Wallin, 2012)
• TácBcas: Es importante que el adolescente vea al profesional como una persona capaz de expresar sen8mientos. Usar las auto-‐revelaciones. Comunicar nuestras experiencias de una manera que resulte ú8l para el joven (nuestra experiencia subje8va de cómo recibimos la comunicación del joven)
• Metodología: Semi-‐direc8va o no-‐direc8va. • Encuadre relacional: Confidencialidad y Límites. • Técnicas terapéuBcas/educaBvas no verbales y verbales (caja de arena, dibujo, juegos mesa, escribir, películas, relatos…): tercer elemento a par8r del cual hablamos.
Preocupado • El terapeuta/educador da muestras de su disponibilidad siempre: plenamente presente. No exagerar esta disponibilidad en los momentos de crisis o en los que el adolescente drama8ce o se queje o se frustre.
• Metodología: Semi-‐direc8va o no-‐direc8va. • Encuadre: Clarificar los roles. Establecer los límites. Respeto. Explicitar la confidencialidad. Nos pondrán a prueba.
• En las experiencias terapéu8cas/educa8vas: Terapeuta regulador emocional. Más que desbordarnos nosotros por su emocionalidad excesiva, empa8zamos pero a la par le ayudamos a ordenarlo y a desarrollar recursos en vez de abrumarse.
• Técnicas terapéuBcas: no verbales (dibujo, juego, caja de arena…) y verbales (organización cogni8va de los afectos) Juegos en los que se intercambien roles (rol playing) Juegos de tablero y de mesa (yo-‐tu) Juegos que ayuden a la diferenciación (teatro)
Desorganizado • Terapeuta coherente, firme, fuerte mentalmente, pero a la par cálido.
• Adolescente desorganizado: • Controlador o puni8vo • Complaciente
• Necesitan estructura del entorno y encuadre explicitado: Bien definidos los límites (“no nos hacemos daño”) Bien estructurado el 8empo y la metodología. Confidencialidad y respeto: explícitos. Necesidad de contención.
• Metodología: semi-‐direc8va. • Colaboración con la red psicosocial. • Técnicas terapéu8cas: no verbales y verbales.
2º ¿Cómo promovemos los recursos del adolescente para resiliar?
¿Cómo fomentamos la resiliencia? • Modelamos como personas: Mostrar equilibrio y estabilidad emocional; transmi8r con nuestra conducta y autorevelaciones per8nentes; con nuestras cualidades. La paciencia, la perseverancia y la confianza de la persona-‐profesional son FUNDAMENTALES.
• La gesBón de nuestras propias emociones y creencias. Revisar nuestros auto-‐referenciales educa8vos. Nuestra ansiedad, rigidez, exigencia, expecta8vas elevadas…
• El papel de la narraBva y reconstrucción de historia de vida: reconocer al adolescente su dolor y permi8rle la expresión de todo 8po de emociones. No minimizar nunca este dolor ni las experiencias traumá8cas (el cerebro es el mismo órgano para toda la vida) Ayudarle a encontrar senBdo.
• La mentalización: Enseñarle a iden8ficar los estados internos de los demás y reflexionar sobre los mismos, marcar sus emociones, intenciones y deseos como propios del adolescente, sin invadirlos.
• La empaVa: ¡No la usamos casi nada! Sin dejar mi propio yo, transmi8r al adolescente que sen8mos lo que siente (Sen>rse sen>do, Siegel, 2007)
¿Cómo fomentamos la resiliencia? • Las técnicas educa8vas clásicas: el cas8go, el 8empo fuera, la re8rada de privilegios… ¿Están indicadas?
• La importancia de la reparación. • La parentalidad posi8va: la consecuencia enseña. Enseñar, educar, formar a nuestros adolescentes para la vida.
• La estructura, los límites, la permanencia (vínculo) • La aceptación del adolescente como es, con independencia de sus rasgos, conducta, caracterís8cas…: “Te acepto como persona pero no tolero las conductas que nos dañen. Buen trato”
• Proveerle de recursos de expresión y transformación del dolor y/o del malestar.
• Darle oportunidades de integración y par8cipación social (redes)
La rueda de la resiliencia Bernard (1991)
Factores de resiliencia (Grotberg, 2006)
• Según la autora, todos podemos volvernos resilientes, se trata de algo universal sin ningún 8po de dis8nción. El desado es encontrar la manera de promover esa capacidad en cada persona tanto a nivel individual como familiar y social.
• Recogiendo los resultados de los n u m e r o s o s e s t u d i o s s o b r e caracterís8cas o factores resilientes en n i ñ o s q u e s e e n c o n t r a b a n notoriamente afectados por su entorno (padres con patologías mentales, consumo de drogas, abusos, etc.), aparecían algunas de ellas que se daban en gran medida y que los diferenciaba de otros, por lo que las organizó en los siguientes factores:
Yo tengo; yo soy; yo estoy; yo puedo (Grotberg, 1995)
Yo tengo Personas del entorno en quienes condo y que me quieren incondicionalmente. Personas que me ponen límites para que aprenda a evitar los peligros o problemas. Personas que me muestran por medio de su conducta la manera correcta de proceder. Personas que quieren que aprenda a desenvolverme solo. Personas que me ayudan cuando estoy enfermo o en peligro o cuando necesito aprender.
Yo soy Una persona por la que otros sienten aprecio y cariño.
Feliz cuando hago algo bueno para los demás y les demuestro mi afecto.
Respetuoso de mí mismo y del prójimo.
Yo estoy Dispuesto a responsabilizarme de mis actos.
Seguro de que todo saldrá bien.
Yo puedo Hablar sobre cosas que me asustan o me inquietan.
Buscar la manera de resolver los problemas.
Controlarme cuando tengo ganas de hacer algo peligroso o que no está bien.
Buscar el momento apropiado para hablar con alguien o actuar.
Encontrar alguien que me ayude cuando lo necesito.
Susana Gamboa de Vitelleschi
Una experiencia como ejemplo de que es posible.
Un joven nos relata qué le ayudó a crecer y rehacerse desde la adversidad
• “Cuando vienes a la psicoterapia recibes como un shock. Eres muy tuyo y compar>r con quien no conoces tu in>midad… Pero es muy importante transmi6r confianza y tú lo hiciste poniéndote en mi lugar. Pero no de una manera superficial sino comprome>éndote. Por ejemplo, diciendo: ‘si yo estuviera en tu lugar…’ Entonces te dices que si él, terapeuta, lo haría, entonces es un camino. Y escoges un camino y ya no estás tan desorientado. Yo me he sen>do muy ayudado”
Un joven nos relata qué le ayudó a crecer y rehacerse desde la adversidad(II)
• “También destacaría el escuchar. Esto es importanYsimo, la gente no sabe escuchar. Nadie te escucha. Cuando eres joven y has sufrido como yo, la tentación es salir por la noche y evadirte. La droga circula por ahí, es muy accesible, en cualquier parte te la dan. Todo el mundo te pone una pas>lla delante pero nadie te pone su escucha. Yo a los más jóvenes que que les veo colgados, les digo que vayan al psicólogo porque allí, al menos, les escucharán”
• “Otra cosa que me ha ayudado es la paciencia. No me dejabas ni me echabas aunque yo no viniera y me animabas por teléfono a que acudiera. Cuando yo no iba a la terapia, tú te podías bajar tranquilamente a tomar un café o fumarte un cigarrito, pero no lo hacías. No era como un paciente más o un número más. Me llamabas y te preocupabas de qué me había podido pasar para no ir a la sesión”
Un joven nos relata qué le ayudó a crecer y rehacerse desde la adversidad (III)
• “El dar ánimos es muy necesario. Nadie te anima. Cuando estás mal, no >enes ganas de nada y la gente te toma por vago, indisciplinado, pasota o descarado. Pero es que estás mal, joder, y nadie te pregunta cómo estás ni mucho menos te da ánimos. Los profesores mismos no te animaban nada. Si no hacías los deberes, te cas>gaban”
• “Las ganas que tenías de verme avanzar era para mí, cada día, un mo>vo para no rendirme y seguir. Y eso que lo mío era muy complicado. Aguantar las ganas de no meterte era muy duro. Hacía gimnasia, hablaba con los amigos, usaba las técnicas que me enseñabas, estaba con la novia… Tienes un impulso, un ansia, no puedes con ello… Robar también era una manera para mí de descargar esa ansia, pero con trabajo y paciencia y dejándome la piel aprendí a canalizarlo”
Un joven nos relata qué le ayudó a crecer y rehacerse desde la adversidad
(IV) • “En la terapia he aprendido a no ser tan egoísta, pensar en mí y reflexionar sobre mi vida y lo que siento y hago me ha enseñado a ser menos egoísta”
• “En la terapia descubrí, tuve una experiencia que no pensé que tendría (aprovecho para comentar que la resiliencia no es solo una persona que acompaña, puede ser una experiencia, una ac8vidad, un lugar… que produce el comienzo del "viraje de la existencia" -‐Cyrulnik-‐ de un individuo): las cajas de arena que hicimos me ayudaron a darme cuenta que mi camino de curación estaba en la naturaleza. Ya sabes que hacía cajas de arena con animales, árboles, plantas… Naturaleza en estado puro. Eso es lo que yo quería. En la naturaleza y su cuidado estaría mi camino, pensé. Me acuerdo que hablamos que podía ser guarda forestal pero no; ya sabes que un invernadero de plantas y flores me atraía más. Tú lo creas, lo mimas lo ves avanzar día a día... Ves nacer el fruto de tu trabajo. Eso me ayudó un montón, y encontrar una oportunidad como la que mi jefe me dio (otra experiencia resiliente) apostando por mí para trabajar en un si>o de estos, fue vital. Tengo un proyecto de vida”
Otra experiencia: el ciclismo como metáfora de la resiliencia
Referencias • Barudy, J. y Dantagnan, M. (2006) Los buenos tratos a la infancia. Parentalidad, apego y
resiliencia. Barcelona: Gedisa. • Bernard, B. (1991): Fostering Resiliency in Kids: Protec>ve Factors in the Family, School, and
Community, San Francisco, WestEd Regional Educa8onal Laboratory. • Cantero, M.J.; De la Fuente, M.J. (2010) Vinculaciones afec>vas. Apego, amistad y amor.
Madrid: Pirámide. • Cyrulnik, B. (2003) El murmullo de los fantasmas. Barcelona: Gedisa. • Cyrulnik, B. (2010) Me acuerdo… El exilio de la infancia. Barcelona: Gedisa. • Delage, M. (2010) La resiliencia familiar. Barcelona: Gedisa. • Gamboa de Vitelleschi, S. (2005) Juego resiliencia resiliencia juego. Buenos Aires: Bonum. • González Vara , Y. (2012) Amar sin miedo a malcriar. Barcelona: Integral. • Grotberg, E. (1995) The Interna>onal Resilience Project: Promo>ng Resilience In Children.
Washington D.C., Civitan Interna8onal Research Center, University of Alabama at Birmingham. Eric Reports.
• Crotberg, E. (2006) La resiliencia en el mundo de hoy: cómo superar la adversidad. Barcelona: Gedisa.
• Melillo, A. (2005) El pensamiento de Boris Cyrulnik. Perspec>vas sistémicas, 85. • Puig, G. y Rubio, J.L. (2011) Manual de resiliencia aplicada. Barcelona: Gedisa. • Siegel, D. (2007) La mente en desarrollo. Bilbao: Desclée de Brouwer. • Siegel, D.; Bryson, T. (2012) El cerebro del niño. Madrid: Alba Editorial. • Wallin, D. (2012) El apego en psicoterapia. Bilbao: Desclée de Brouwer. • Werner, E.E., & Smith, R.S. (1992) Overcoming the odds: High-‐ risk children from birth to
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www.buenostratos.com