prólogo de pilar arrese en el libro resistencia de patricia (recopilación de fanzines) y texto de...

7
Sobre el libro: http://resistenciazinepunk.blogspot.com.ar/2013/03/resistencia-el- libro.html ¡Hasta morirla! Por Pilar Arrese Cabildo y Juramento, justo en la esquina que hoy ocupa una mediocre confitería, se emplazaba la galería Churba a la que yo concurría desde pequeña. A medida que pasaba el tiempo se iba llenando de locales hippies donde el patchouli, la bambula y el batik atascaban las vidrieras. Pero hacia el año 1984-1985 esos mismo negocios empezaron a exhibir al lado de las babuchas hippies, postales de Londres y sus coloridos punks. Aparecieron disquerías a las que llevabas un cassette virgen y, previo pago de escaso dinero, lo dejabas para que te grabaran los discos que tenían en las vidrieras. También vendían remeras de grupos, cassettes de bandas locales y una revistas hechas en fotocopia con tapas muy atractivas: era la primera vez que veía fanzines. La curiosidad me llevó a comprar dos. Uno con un collage en la tapa, bien heavy metal: V8, frases apocalípticas, dibujos de crestas y el grito desgarrado, hoy multimillonario, de la película The Wall en blanco, negro y rojo. Se trataba de Rebelión Rock, que parecía una revista pobre, con baja calidad de impresión pero era alucinante, heavy-punk nihilista, guerrera, heroica, combativa. La otra era Resistencia: las tapas eran todas diferentes, en papel madera y estampadas en serigrafía por dos artistas punx (en Resistencia siempre era pun “x”), caótico, punk, jodido e incómodo, (ejemplo: las notas de cine gore o de asesinos seriales eran de Marcelo Poca Vida), rockero, desconcertante, nuevo, divertido y desesperado, nihilista, ácrata, incómodo… REBELDE.

Upload: belen-agustina-sanchez

Post on 18-Feb-2016

217 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Prólogo de Pilar Arrese en El Libro Resistencia de Patricia (Recopilación de Fanzines) y TEXTO de IOSHUA

TRANSCRIPT

Page 1: Prólogo de Pilar Arrese en El Libro Resistencia de Patricia (Recopilación de Fanzines) y TEXTO de IOSHUA

Sobre el libro: http://resistenciazinepunk.blogspot.com.ar/2013/03/resistencia-el-libro.html

¡Hasta morirla!Por Pilar Arrese

Cabildo y Juramento, justo en la esquina que hoy ocupa una mediocre confitería, se emplazaba la galería Churba a la que yo concurría desde pequeña. A medida que pasaba el tiempo se iba llenando de locales hippies donde el patchouli, la bambula y el batik atascaban las vidrieras. Pero hacia el año 1984-1985 esos mismo negocios empezaron a exhibir al lado de las babuchas hippies, postales de Londres y sus coloridos punks. Aparecieron disquerías a las que llevabas un cassette virgen y, previo pago de escaso dinero, lo dejabas para que te grabaran los discos que tenían en las vidrieras. También vendían remeras de grupos, cassettes de bandas locales y una revistas hechas en fotocopia con tapas muy atractivas: era la primera vez que veía fanzines.

La curiosidad me llevó a comprar dos. Uno con un collage en la tapa, bien heavy metal: V8, frases apocalípticas, dibujos de crestas y el grito desgarrado, hoy multimillonario, de la película The Wall en blanco, negro y rojo. Se trataba de Rebelión Rock, que parecía una revista pobre, con baja calidad de impresión pero era alucinante, heavy-punk nihilista, guerrera, heroica, combativa.

La otra era Resistencia: las tapas eran todas diferentes, en papel madera y estampadas en serigrafía por dos artistas punx (en Resistencia siempre era pun “x”), caótico, punk, jodido e incómodo, (ejemplo: las notas de cine gore o de asesinos seriales eran de Marcelo Poca Vida), rockero, desconcertante, nuevo, divertido y desesperado, nihilista, ácrata, incómodo… REBELDE.

Patricia, la editora auto-embanderada: loser, borracha, distraída, anarko-individualista, organizadora de festi punxs, bajista/ideóloga de Cadáveres de Niños y Sentimiento Incontrolable, ¡me voló la cabeza!

Por primera vez en mi vida leí sobre el anarquismo, las casas okupas en el País Vasko y España, L7, Nirvana, sobre el garage rock, GG Allin, lucha mexicana, cine clase B, Todos Tus Muertos, New York Dolls.

Fue la primera oportunidad en la que leí algo en contra del “descubrimiento de América” que es ese entonces ¡se celebraba como el día de la raza!, sobre la biblioteca anarquista José Ingenieros en el barrio de Villa Crespo, ¡el hazlo tú mismo!

La primera vez que leía que la policía seguía reprimiendo (en mi hogar se festejaba la democracia de Alfonsín); que había marchas contra la llegada del papa, que se instalaba el primer local de una cadena nefasta de hamburguesas (y de explotación humana y animal desconocida hasta ese momento) y pat organizaba la marcha de repudio; la primera vez que leí

Page 2: Prólogo de Pilar Arrese en El Libro Resistencia de Patricia (Recopilación de Fanzines) y TEXTO de IOSHUA

que las prostitutas se organizaban, que había algo denominado HOMOCORE, que existía una banda de lesbianas ultrakiller llamada Tribe 8, que existía una banda de gays punkies: Pansy Division, que existía una banda de gays punkies: Pansy Division, que existían Richard Kern y Sonic Youth, Black Flag, Social Distortion, que la autogestión funcionaba. Leí ¡POR FIN! sobre mujeres a las que admiraba, desde Wendy Williams de Plasmatics hasta las Slits, Patti Smith, Blondie, y por supuesto Patricia. Quedé tan shockeada que le escribí una carta, la respuesta de Patricia nunca llegó. Años más tarde, Pat me mostró mi carta y su letra en marcador rojo: “contestada”.

Creo que Resistencia salía una vez por año, y yo había comprado en 1988 la del 86, así que fui corriendo a la misma disquería y me compré los dos números que me faltaban ¡pffff! No hacía más que pensar en todo lo que leía en Resistencia, empecé a pedir fanzines por correo recomendados ahí, discos y libros en Parque Rivadavia de los que comentaban, y empecé a ir a los recitales de las bandas que mencionaban: Sentimiento Incontrolable, Massacre Palestina, Todos Tus Muertos, Attaque 77, El lado salvaje, Loquero, Cross, empecé a concurrir a la biblioteca anarquista José Ingenieros…

La primera vez que caí presa fue a los dieciséis años por tomar alcohol en la vía pública, en la puerta de mi primer recital: Cadáveres de Niños. Después de ese recital se separaron, así que ¡nunca lxs vi!

El descubrimiento de Resistencia me afectó totalmente, mi cabeza me reseteó, mi corazón bombeaba adrenalina, sentí que había un mundo escondido al que yo pertenecía, hasta ese momento nada me había interesado, me parecía todo una mierda, no me importaba el futuro, ¡pero el presente tampoco! Yo estaba disconforme, enojada, malhumorada, odiaba a mis compañeros de escuela; el mundo entero me parecía una cagada a la que no quería aportar, no me gustaba para nada lo que se supone me esperaba.

NO ERA CONSCIENTE QUE MI VIDA, la que empecé a elegir, ESTABA EMPEZANDO AHÍ.

Una o dos años más tarde, con unxs amigxs decidimos hacer el fanzine Hasta morirla! y la primera entrevista TENÍA que ser Patricia, Resistencia y Cadáveres de Niños. La contacté y desde ese día, hace veinticuatro años, tocamos juntas en dos bandas/cooperativas She Devils y Kumbia Queers, y viajamos por el planeta haciendo lo que más nos gusta.

La tribu de mi calle, 2011, x ioshua

Page 3: Prólogo de Pilar Arrese en El Libro Resistencia de Patricia (Recopilación de Fanzines) y TEXTO de IOSHUA

Desde alguna curva de 2007, la cumbia y toda su carga social, estética y discursiva entraron en la comunidad Glttbi local para hacer sacudir las caderas y algún que otro prejuicio. No había nada más hétero y más homofóbico que la cumbia, parecía. De alguna manera, la banda Kumbia Queers y el comic Cumbiagei fueron la patada inicial que abrieron las puertas a un fenómeno que se impuso no sólo entre los más jóvenes, que rápidamente hicieron propios sus códigos de vestimenta deportiva y vocabulario barrial para darles un giro tropical a sus identidades homosexuales, sino entre muchos otros amantes de esta música.PREHISTORIA WACHITAPrimero esta estética, este código, fue representativo de los pibes y pibas que en los barrios se vestían como los demás en el conurbano: réplicas baratas de marcas como Adidas o Nike, escuchaban cumbia y no tenían otro interés, cada fin de semana, que el de ir a la bailanta con sus amigos. Luego la visibilidad homo aparece en las redes sociales, donde estos chicos y chicas ya empezaban a fotografiarse besándose y declarando relaciones de amor enfundados en sus ropas más cotidianas; así el look callejero barrial empezaba a convertirse sin dudas en el nuevo morbo de un estereotipo gay-lésbico que exigía su lugar entre las fantasías homoeróticas... Y lo demás era sólo ponerle ritmo.Las primeras juntadas se hacían en el subsuelo de la discoteca gay Angel’s (Viamonte 2168), que pasaba cumbia toda la noche, hace unos años catalogado como el reducto groncho y grasa si los hay, pero luego recuperado como el lugar ideal para conseguir algún machito bien de barrio. Después proliferaron foros y grupos virtuales que ayudaron a comunicar más rápidamente estos encuentros a otros chicos que quizá ya estaban buscando lo mismo. Pero esta movida de liberación Glttbi, como tantas otras, seguía ocurriendo en la Capital, en discos del centro de la Ciudad de Buenos Aires bien lejos de una realidad donde muchos de estos cumbieros gays no tenían dinero para acceder a las discotecas... Paradójicamente, la liberación que ellos mismos estaban delineando se daba bien lejos de una realidad donde muchos de esos cumbieros gays no tenían dinero para acceder a las discotecas. Es llamativo cómo esta cotidianidad de los márgenes fue rápidamente capitalizada (valga la analogía) nuevamente en la urbe, volviendo a dejar afuera a los que ya antes estaban excluidos de las discotecas para chetos. Eso obligó a muchos cumbieritos gays a viajar cada finde hacia la Capital desde sus barrios sólo para encontrar, quizá, algo de eso que buscaban y no encajaba en casi ningún otro lugar, pues se veían demasiado villeros para un boliche gay y demasiado maricas para una bailanta tradicional. Este contexto generó una especie de diáspora en busca del otro semejante, al menos ésa es la promesa de cada noche en la bailanta, pues los ánimos bailanteros son la pura fuerza de estos adolescentes que salen de sus orillas a las luces capitalinas que inflan sus pistas con cumbia, y todo esto look mediante caras perforadas de aritos, celulares con cámara, rapes de peluquería, lentes de contacto celestes y zapatillas ostentosas... Sí, todo bien, pero muy caro. ¡Y todo para lucir lo más barrial posible! Y también para lucir lo más parecidxs entre sí, como cualquier adolescente buscando su pertenencia estética.EL CENTRO DE LA PERIFERIAAsí que el punto de encuentro de los pibes y pibas de barrio, paradójicamente, se dio muy lejos de sus lugares de pertenencia. Un ejemplo de esto hoy está en el microcentro y es el sótano Cerrito Mix. Autodefinido como “la catedral de la cumbia”, este lugar congrega a jóvenes fieles

Page 4: Prólogo de Pilar Arrese en El Libro Resistencia de Patricia (Recopilación de Fanzines) y TEXTO de IOSHUA

de lo tropical en un marco de tolerancia y descaro marica, pero todo con el look cumbiero de luxe: casacas de fútbol, gorritas, aritos en las caras, cortes de rape y lentes de contacto celestes. Todo tan prefabricado como en cualquier otra discoteca, sólo que aquí se dicen “cumbieros” sin mayores culpas de clase ni pertenencia, pues en este lado del ambiente eso es puro sex appeal. La animadora travesti, la cerveza y los tragos coloridos desinhiben las caderas, y putos y tortas se pasan las horas bailando la misma cumbia que en otra bailanta, pero aquí está la libertad de la identidad que facilita levantes de chicos y chicas en casi todos los rincones de la pista, y los baños por supuesto.Y hasta aquí todo parece sólo casi una réplica homosexual de una bailanta común y corriente: animador del baile y figuras de dudosa calidad mediática como Zulma Lobato o Los Wachiturros... Y eso de algún modo es así, pues la única travesti aquí es la animadora. Y las identidades trans, ¿qué lugar tienen aquí? ¿Acaso no hay trans cumbierxs? ¿Irán a otro lugar? Luego, de más está decir que ser o parecer un chonguito viril (activo) es lo más cotizado entre los gays de este club... Pero hablándolo con un chico de lo más masculino, me confeso: “Pasa que acá faltan activos” (sic). De lo que entendí que ni siquiera aquí era menos importante la superficialidad de ser UN VARON, en los términos más tradicionales. Esto de la cumbia y la homosexualidad aún sigue expandiendo su revuelo original y como para balancear la escena homomachista este año nace TROPITORTI, una fiesta tropical lesbiana para chicas en la zona de Abasto (www.tropitorti.blogs pot.com) y esto recién empieza...Tomo una cerveza más y me voy cruzando miradas con algún pibe en la barra y pensando que aun la movida tropical más purista parece distante de esta nueva realidad queer, ya que sólo las míticas Lía Crucet y Gladys la Bomba Tucumana (y sus idealizaciones casi travestis) frecuentan los escenarios de estas fiestas teniendo alguna cercanía con el público gay cumbiero, en lo que por ahora sólo es bailar el mismo playlist que en cualquier bailanta. Pero, ¿será posible imaginar a MC Caco, El Dipy o El Re Tu Tu tocando pronto en alguna fiesta gay o en la Marcha del Orgullo Glttbi? Suficiente para mí. Me vuelvo al barrio, donde los pibes en la calle siguen siendo mi fascinación.No sos vos, soy yoAlrededor de este cruce de música tropical y homosexualidad, quizás, y lamentablemente, el registro que más fuerte haya quedado sea el de Los Sultanes con su “Estoy saliendo con un chabón”, una canción aun menos graciosa que los personajes que la interpretaban. Amanerada al ridículo e intrínsecamente homofóbica, este hit mediático sostenía a unas maricas cumbieras que se protegían en el beneficio de la duda desde el título de su disco, ¿Son o se hacen?, y lejos de aportar diversión y naturalidad a ese nuevo movimiento que se avecinaba, Los Sultanes potenciaban todos los prejuicios que se tenían sobre los gays en la cotidianidad de los ámbitos cumbieros más heterosexistas. En las letras de estas cumbias straight, los gays son como las viejas maricas de las comedias de la televisión y el cine, hoy tan anticuadas; en sus letras los gays son afeminados pícaros que apenas pueden tratan de atraer a algún pobre hétero; en general están ávidos y deseantes, pero no van mucho más allá de sólo desear el acercamiento a algún “chabón” que les haga la gracia de mirarlos al menos, insistiendo y sosteniendo una supuesta incapacidad de una relación homosexual con un hombre hétero. Todo eso llevado a escena con malos playbacks televisivos decorados con strippers disfrazados de policías.

Page 5: Prólogo de Pilar Arrese en El Libro Resistencia de Patricia (Recopilación de Fanzines) y TEXTO de IOSHUA

Esta experiencia quedó aún en los oídos del gran promedio de nuestro país y ciudades limítrofes, y así Los Sultanes, un producto real o no, fueron el centro de una explosión tropical heteronormativizada con sus ficciones y recursos de caricatura sobre la identidad homo, que muy afortunadamente no hicieron mayor contribución a la nueva cultura de la cumbia gay que empezaba a surgir desde los adolescentes en los barrios.En un lugar completamente opuesto de la pista, valorando la honestidad y el coraje como medida de autenticidad, allí está la preciosa Dalila, pionera low profile, que en 2001 ya enamoraba a todas con sus cumbias santafesinas sin mayor artificio que su voz y su imagen de lesbiana frontal. Chequear especialmente su tema “Amor entre mujeres”, donde va calentando la temperatura mientras remarca varias veces “que eso está mal”, “que eso no es normal”: “Ese amor es diferente a los demás, / está prohibido / ese amor entre mujeres está mal”. Sólo que por el modo en que están dispuestos los versos, y lo ardiente que se va poniendo la cosa con su voz y con el ritmo, de pronto no entendemos muy bien qué es eso que está mal, ya que enseguida agrega: “Dios ha querido / que a las dos no les importe nada / que otros las vean así”. ¿Será que Dalila se ríe de todos los normales mientras dice abiertamente que Dios ha querido que a ellas no les importe nada? La letra con su ambigüedad continúa en la segunda estrofa: “Y sé que no está bien / amor entre mujeres / que no es algo normal / lo mucho que se quieren / y sé que no está bien / que las juzguen de locas / tenerse que esconder / para rozar su piel”.A ritmo de cumbia, podríamos decir, para no quedar fuera de tono, que Dalila logra dar vuelta la tortilla.