primer congreso nacional de ingeniería. tomo ii. parte 1

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Primer Congreso Nacional de Ingeniería celebrado en Madrid los días 16 al 25 de Noviembre de 1919 : trabajos del congreso : Instituto de Ingenieros Civiles de España Tomo II, Sección 4 Minas y metalurgia. Sección 5 Física y química industriales. Sección 6 Electrotecnia

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    INSTITUTO DE INGENIEROS CIVILES DE ESPAA

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    Primer Conl)re~o Nacional de Ingeniera CELEBRADO EN MADRID

    DURANTE

    LOS DIAS 16 AL 25 DE NOVIEMBRE DE 1919

    TRABAJOS DEL CO ijG&"E.StQ.1zaa la venta de est~ ---- 'libro, prope .._i ad de la Biblioteca de la

    Escue-fa de Ing~- n~ros de Caminos . .

    TOMO II

    MADRID

    EL P.1.~0Fi.:.SOR-BlBLIOTEC RlO, ~ Pv.

    """O MINO

    SUCESORES DE RIVADENEYRA (S. A.), ARTES GRFICAS-.. Paseo d e San Vicente, nm. 20.

    J920

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  • SECCIN 4.

    MINAS Y METALURGIA

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    SECCIN. 4.-'~

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    Tlme. $r. P. F;_ernan:Ptesiaent .del Consejo de Minera. '

    A continuacin, el Sr. J;>RESIDIENTE lee un discurso. de apertura, en el que hace hi~toria .d~' la industri ' hi'ne~ometalrgical y qu~ en re-sumen es como sigve :

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    EXTRACTO DEL TRABAJO "LA MINERIA Y LA METALUR-GIA, COMO INDUSTRIAS BASICAS P.ARA EL ENGRAN-DECIMIENTO ECONOMICO DIE ESPA:&A"

    Por D. FERNANDO B. VrLLASANTE, Ingeniero de Minas.

    Seores Congresistas :l ') . ? Investido con el inmerecido honor

  • las masas tvabajadoras ios legiti~os. derech?s de ciudadana humani-taria que le cerresponden. como f~ct,or esencial " d~ la prod~~cion'. Los beneficios de lQ: Metalurgia han a4canzado a todas las ramas de .la ii}.-;-d:ustria universal, fadlita~do la apli~adn de los m~s ..raros mefa\es y
  • - . . --

    coiYseg'uir '[~ rege~eracii;i kon:mi:Ca Jque On inaplaza1bles apremios ~mafida -fa vida 'JJ.acional. Al congregarse , ahora: por vez primera la hgediera espaola pa~a estudiar lCls medii>s. de fomentar . la riqueaa publica, con una pujant~'' i:novillzacin de tocls nuestros seatores pto-

    . ductivos, forzoso es conceder . a la Minera el lugar pre"ferente que le corresponde . en esta transcendental labor . reeonstructiva; y como Pre-sidente d~ eSta $eccin!che credo que no poda inhibirme del deber de sealar fas orientaciones que en este orden de ideas nos impone el ms lement.l . patriotis!llo, y de enarbolar la bandera del fomento .. minero y metalrgico ~del Pas, como ensea de glorioso abolengo y de f.ecun-do porvenir que ha de guiarnos por el camino de nuestro positivo en-

    gt~ndecimiento econmico.' Pero, para que esta campaa sea fructfe-ra/ preciso es que hagamos un serio blnc de nuestra:; situacin ac:-tual, deduciendo de ella lo que nos conviene hacer para ~onvertir en fealidades- tos anhelos que a todos nos alientan en esta salv;a

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    1

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    rfl1Iey de . '1825, confirn;adas por las d- 1849 Y: 1859,. obligando _al tra::1 ba:'j o constnte de las \minas otorgadas 1 por el Estado; y , es~o hiza cun-dir autom:ticamente J> la 'aficin a los tr.abajos subterrnos, es-pecial-rterte .despus del descubrimiento del filn Jaroso,- en Almagrera; del Prdigib,11 en Mazarrn, y de . algunos otrps no menos h:nportantes en Lines, desarrollcldose al mismo tempo con capitares exclusivamen-, t espa6ies la , Metalurgia . del plomo, que constituy una 1in

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    una'. superfici-e ae 147399 lhectr~a:; d~ prop~eda.d. 1 de-. C-0mpaas o sh-. ... r .,,. - . 1 ~

    clitbs extranjero~ ; . cifras que re.~resentan el 20 1~9r l!OO dl ~mei;o, to--t-al :de-ooncesiQrles y el .16,70 de fa superficie de111ar.gada en .tpdo,JJel t~;:tlritorio nacional. ba ,provinda' en que resu1ta . mayor 11mero de:, qm; cesiones en manos de eXJtranj.,eros es la de Cr~oba ;_ pites cuenta, por este coricepto, wm 896 minasr. de las, 1.253 gue - exi.t~n en tod~ ]~Lte-._ rritorio provincial; o sea, el 71.;51 por 100 ; sigue Hu~lva,_ cqn, el 58 :por_ 100; Pontevedra; wn el '5!, y Guipzcoa., con .el :35 ,;;i 8ie cohipJ~,.: tara :estar !fSta

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    portadoras, especialmente en minas

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    arl:eulos publicados . sobre este mismo tema en el ao 1913, ~n. la Re-~ Vista de Economa y Hacienda. 1,.c_

    ~ ' Exportar'._ nuestros, mejeres minerales para que sea.i;i e.e!lverti~q~ en el Extranjro en maFJ.ufacturas, que luego importamos ep desventajo-sas condiciones, ser- lsiempre una aberracin econwica J qu~. ningn Estado conscieii.'te

  • - 13 -

    la produccin mundial, slo beneficiamos un 3 por .. IOO cle lo que aqu producim@s.~ Slo el0azufre contenido en, Jos minerales ~xportados, el-vase prxirmimente a miHn y medio de tonelada"s, que, si aqu lo con-.virtirmos en cido. -suil'.frico (r ), poara servir

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    merlas ferr'feras desd~ t.res miillnes1 en eh 'ao .i88o a cer

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    ~')f iA.~solutatnnte tJ.ecesamf es tambin en Espaa ,fa M-etalurga del 0inc; cuyo.S mineralcis se -destinan: casi totalmente a 1la; exportad6t:J.,..;~x-

    'epto u:n,a .11equea cantdad que se 1beneficia en ; Pearroya;,~ Arqap.; j cmo los exp'rta:do.i:es slo a:ceptan clases de deter.minada_ ley :nief-lka -y', de QOfntpG>&icin.fescogida, quedatJ. en . nuestras minas .numernse>s ,yacimientos ms ~ p6h'res sin explotar, y entorpeciendo a veoes el apro-vechamiento de otrds_ minerales con los que , suelen venir asoeiad-os, COffiO '-'los 'en fos' :mlrca'.dos, ~ue restrfo1gen la\ .;,f~hricaci0R, dif:trl

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    -- 16

    'Gion industrial que .el Pais demaintla, exi-ge adems que los 6-obiernos .. tetornn al antiguo .sistema de los estmulos ,protectores, que Stc,tuq.1.-mente vcyelven a -aplicarse en casi todas la.s naciones que_,, aspiran a ls. r'pida .movilizacin de tbdas sus energas' vitales, y que en' nsotros es ms necesario por :d atraso industrial en que nps- eil,contramos; pero ::.es p--reciso tambin que nuestros capitalistas se organioen tS provechosas y patriti~as, procurando encauzar la produccin de una ,ffianera armnica ron el desen..volvimiento de los mercados consumi-dores, sfo competencias que, anulando o restringiendo los .. b'eneficios de 'Cada Ei;npresa, estrangularan el desarrollo indusj:rial iniciado, y esta;_-blreciendo {un rgimen de co11l'srcis o 1~e fed~i;a~i.ll!es a )a man~ra de

    la ralizada recientemente por la Industvia britnica. 1-N o ped ocultrsenos, y as espero que habr de proclamar-lo este

    Congreso, que la accin dirigente para este rena.i::imienrto industrial fila de patitir. del Gobierno, pero de un Gobierno con matiz marcadamente tcnico, y. que .en se;ias informaiones tcnicas ftu~damente todas ss resoluciones sobre estos as11ntos. Como dice muy "bien el distinguidp

    ' Ingeniero. industri~l Sr. Burgaleta en su notable "Informe sobre el es-tado y desarrollo de la industria qumica en Espaa", '.'la . f:onoma poltici ha entradOI enJtina fas cle n.adonalismo indu'stuial gue no per-

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    mento presentado a las Cortes se haya consignado una cierta cantidad para la creacin de un Centro donde puecdan llevarse a cabo todas estas di-versa:s e'Xperimenta1ciones.

    Algunos espritus pesimistas temen que no pueda llegarse a esta in-tensa industrializacin, por las deficiencias de nuestra producin car-bonera. Estimamos infundados estos . pesimismos si se consigue moder-nizar las explotaciones de combustibles en armona con 'las actuales ne-cesic.lades de la Industria.

    Desde dos aspectos distintos hay que considerar nuestras reservas de carbones, qne son la cantidad y la calidad,

    En el balance hecho -con motivo del Congreso Geolgico internacio-nal, celebrado en Toronto (Canad) en el> a 1913, se calcul que Es-paa te1i1a una reserva a:etual de 4.500 millones de toneladas de car-bn en capas reconocidas con ~lgn valor industrial por su situacin y potencia, y una reserva probable de mil millones de toneladas, de po-sible utilizacin en el porvenir. Los trabajos hechos- despus de aque-lla fecha en distintos distrit0s. han comprobado la extensin de la for-macin carbonfera, en condiciones de explotabilidad, en zonas mucho tiempo ab:mdonadas, y especiaTinente en lignitos se han descubierto ya-cimientos in .Jspechados hasta en provincias de la parte sur de Es-paa, como Granadr., Murcia y Almera, elevndose la produccin to-tal de esta clase de combustibles a 726.348 toneladas en el ao 1918, y habiendo sido slo de 276.791 en 1913, ltimo ao de normalidad en l explotacin. Los interesantes estudios que sobre las Or!Ilac:ones hu-lleras espaolas vienen h~cindose por el Instituto Geogrfico y por algunos Ingenieros del servicio de distritos, cuyos informes se pui-1.ican en el Boletn Oficial de Minas y Metalurgia, del Ministerio de Fvmen-to, permiten adems suponer, con grandes fundamentos tcnicos, que las cuenc:;.s actualmente explotadas se prolonguen por las provincias li-mtrofes recubiertas por terrenos ms modernos que debern atrave-sarse con sondws para llegar a descubrir las capas subyacentes en esas sospechadas regiones; y si tn importantes predicciones se realizaran, podra contarse con una extensin de las formaciones hulleras de As-turias, de Len, de Palencia, de Sevilla, de Crdoba y de Puertollano, que haran subir notablemente fa cubicacin hecha en 1913, aun sin contar con los yacimient.:>s lignitferos descubiertos recientemente, y que, en las condiciones actuales de la Industria, son de perfecta uti-lizacin. No sera extrao, con estos antecedentes, que pudiramos con-tar bien pronto con una reserva de unos 12.000 millones de toneladas de combustible; y aun 1cuando el consumo actual se duplicara, llegn-dose con una intensa industrializacin hasta 15 millones anuales, ten-dramos asegurada una vida industrial por este concepto ~ra ochocitn-

    TOMO JI 2

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    tos aos. Creo intil advertir que este consu,mo no podra aumentar tan rpida y notablemente, teniendo en cuenta la-s aplicaciom~s, cada vez ms aoentuadas, de la energa hidroelctrica, de la cual contamos, se-gn el competente Ingeniero D. Juan Urrutia, con un potencial de IO.OO millones ,de kilovatios-hora, . representativo de un consumo

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    carbn extranjero para atender a todas nuestras necesidades, pues con-taremos con calidades aceptables para las exigencias del mercado. Para ello es preciso, en primer trmino, perfeccionar el estro y lavado de los carbones en la forma en que se empieza a realizar en algunas im- . portantes instalaciones de Puertollano, que han permitido r educir las cenizas hasta un IO 12 por 100 en clases de carbones que ahora se entregan con 20 25; sabido es que con un b~en lavado puede elimi-1 narse del combustible la mayor parte de sus impurezas, aumentando. su potencia calorfi.c~ y su poder de evaporizaciones, y evitando los in-convenientes que en la combustin ofrece -la presencia .del hierro, del azufre y otras materias extraas, como pizarras, yeso y - carbonatos de cal.

    Otro perfeccionamiento necesario es la utfza.cin de los menudos, que ahora se consideran como una carga de la explotacin, por la gran cantidad en que se producen; pues suelen llegar en Asturias a un 70 por 100, correspondiendo el resto a 20 por roo de granos -y 10 por roo de grueso. Estos menudos no han debido ser nuy.ca un entorpecimiento de la produccin, sino parte de ella que debiera contribuir al mayor benefi.do del negocio, no slo preparndolos convenientemente, en fas clases que a -ello se pre5'tara, para el consumo de fas fbricas de gas, sino principalmente utilizndolos en la fabricacin de -briquetas en la grnn propor.cin en que en -0trns naciones, y especialmente en Francia y en Inglaterra, se hace. Bien lava.dos estos me.nudos; y conveniente-mente mezclados distintas caHdades

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    prende el amplio manantial de potencia trmica de que podemos dispo-ner para nuestro desenvoiv:imiento industrial, si sabernos sacar partido de los progresos de la moderna tcnica, aplicados a la gran variedad de lo3 combustibles espaoles.

    Pero para que estos perfeccionamientos puedan ser posibles en la industria hullera nacional, es de todo punto necesario realizar una com-pk:a transformacin de la mayor parte de nuestras explotaciones, agn1-pando en cotos apropiados las concesiones que ahora luchan por la existencia en gravosas condiciones de laboreo, ampliando y concentran-dg ~sus instalaciones de extraccin y lavado, y construyendo, entre todas las explotaciones interesadas, los ferrocarriles mineros necesarios para fa 5ali-da de los carbones en cada zona, sin cuyo eomplemento ser im-posible intensificar la produccin. Sobre esta transformacin de la in-dusrria hullera; debe ejercer el Estado una accin decisi;va y enrgica, pa:ra que su desenvolvimiento resulte de eficaz utilidaid prctica a todos los intereses nacionales que en la produccin carbonera han de apo-yarse para SU positivo desarrollo; y sin que esta accin gubernativa pueda dar nunca la sensacin de ser pesada carga para el explotador, sino, antes al contrario, procurando rodearla de las mayores facilidades para conseguir razonables rendimientos a las Empresas, ha de atender principalmente a ensanchar la escala de las explotadones para la mayor economa del laboreo Y

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    dustria para consumir los carbones de que disponemos, clasificn

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    helos, haciendo

  • 1 .

    pre tan verticales, que son criaderos de tipo radial ms que de tipo yacente de Zinnwal.

    La r-iqueza media de los criaderos filonianos de wolf ram y de es-tao en Espaa, tambin tomada toda la caja de filn, "greissen" m-duso, oscila del medio al I por 100 de estao o de cido tngstico.

    Toda mina de estao o de wolfram exige en nue9tro pas un salto de agua barato, o energa en parecidas condiciones.

    Son, en general, minas que precisan un fuerte capital de instala-cin y una relativa normaHdad en los precios del mercado."

    Ledo el orden del da para el siguiente, se levanta la sesin a la una de la tarde.

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    ACTA DE LA SESION DEL DIA 18 DE NOVIEMBRE DE 1919

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    - Se abre la sesin a las diez y media de la maana. El Sr. GUARDI(f)U\. (D. Ricardo); Ingeniero de Minas,

    guiente .trabajo: .1

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    lee el s1-1

    "LA MINERIA DE CARTAGENA, ELEMENTO IMPORTANTE DE LA RIQUEZA NACIONAL, NECESITA EL AUXILIO DEL ES:fADp

    J

    Por D. RICARDO GuARDIOLA, Ingeniero de Minas . . r

    1

    "Cartagena-he dicho en otra ocasin-es el distr~to del plomo y . de la plata, del cinc, del hierro, del manganeso,

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    xido de hierro, que contienen en profundidad pirita f errocobriza, ga: lena y blenda; filones de contacto entre rocas hipognicas y calizas, que pasan algunas veces al travs de stas y de las pizarras subyacentes, compuestos por galena, iblenda y pirita, y se relacionan .con masas en las calizas, const ituidas por los mismos minerales (tipo Cabezo Rajado); y_ filones de la misma constitucin en ~as . rocas eruptivas. dichas (Cabe-z-o del TrujiUo, tipo Mazarrn y Cabo de Gata).

    "Los referidos criaderos se distribuyen en los distin~os parajes que comprende este distrito, importantsimo por su extensin y riqueza, se-gn una cier.ta ley, que viene a coincidir ev.identemente con las teoras modernas que explican la gne.sis de los criaderos, considernd~los de-rivados de las rocas volcnicas ; debindose stos a fas emanaciones que. de las minas se desprenden en forma de fumar.olas durante su en-fra.miento; es decir, que tanto en la distribuciqn topogrfica die las dis-tintas me11as, cuyos elementos 'mineralizadores son, s'obre todo, el cloro, el azufre y el carbono, como en el relleno de -ca;da uno de los yacimien-tos, se distinguen las tres fases sucesivas que aqullas ofrecen en su cor!1posicin, caracterizadas por la presencia de los tres .cuerpos cita-dos, y que esto tiene lugar en el espaci y en el1 tiempd, 10 sea, con re-lacin a la distancia del centro eruptivo y al t ieillPo .transcurrido des-pus de iniciarse la erupcin.

    "Si dividimos tericamente la superficie de este impdrtanite campo de fradura 'en .tres zbnas concntricas, observaremos ,.. que, en la ms in-.terior, la ms prxima al centro eruptivo, se presentan menas cuyos minevalizaifiliores han podido ser sucesivamente el cloro, el1 azufre y el carbono; en la intermedia predominan , las substancias mineralizadas

    por el azufre y el carbono, y en .Ja ms exterior, las de est~ ltimo ele-mento principalmente.

    "La zona central eruptiva se sita en la interseccin de fa gran fa-lla qe limita la Sierra por el Norte, desde Cartagena hasta Cabo d~ Pa1os, con la ms 'ifnportante 'de las varias transvetsales paralelas que ise arrumban de NE. a SO., y coinciie con la alineacin Escomb.reras a Cabezo Rajado. .

    "Las toas hipognicas que han ascenddo por este punto, co.rho prueba

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    cundarias de la pirita, en la intermedia; y en la ms alejada, los xidos de !hierro manganesfero, y xidos de manga:tJeso, que degeneran en pro-hmdidad en carbonatos y silicatos de :hierro y manganeso.

    "Los sulfura.dos fornan tambin parte de los criaderos de las dos zonas extremas; en la central, con gran -intensidad, siendo las galenas ms ricas en plata, y con dbiles metalizadones en la zona externa; los carbonatos y silicatos de manganeso se hallan rara vez en 1a prime-ra y segunda, y en la tercera forman casi la totalidad de las metaliza-ciones."

    Hasta aqu .fa relacin de estos fenmenos ; ahora, es .preciso darles ex.plica:cin.

    Habremos de tener en centa a tal fin las causas 'originarias, el me-dio en que stas actuaron y los efectos producidos :por las variaciones que el segundo ofreci a las primeras.

    La causa originaria de estas form(l;ciones metaferas ha sido, sin excepcin alguna, -la circulacin hidrotermal; el medio fu sumamente variado, por la distinta .naturaleza de Jos terrenos que se superponen, y las fuertes dislocaciones sufridas por stos, casi contempornea:; del flujo de fas aguas termales; y son, por lo tanto, fracturas, siempre con resbalamiento de los hastiales, que han atravesado las calizas y. pizarras de los terrenos predominantes, trisico y estratocdstalino, superpuestos en grandes extensiones dentro del campo metalfero, as como las rocas hipognicas que rellenan los grandes huecos de id~slocacin, especial-mcnte _las cida:s ms antiguas ; las desoldaduras de los estratos por los plegamientos; los huecos por disolucin de las primeras rocas referi-

    . das y, en ltimo trmino, los poros y cuarteamientos de las mismas, y los huecos sutiles por fisibilidad de las segundas.

    Ls efectos del relleno .de fracturas han sido los numerosos fiiones que aparecn en las pizarras, calizas y traquita-andesitas; del relleno de fas s de las cali-zas, la precipitadn en sus poros y pequeas grietas, por inyeccin, in-filt racin y metasomatosis, la's distintas masas que arman en las mis-

    ma~; y, por ltimo, por inyeccin e infiltracin al travs de los planos de .fisjbi'Hdad y .cuarteamiento de las pizarras, el interesantsimo cria-dero que se denomina manto de azules, as como las numerosas impreg-

    nad9ne~ que por todas partes se muestran en las mismas formando y:erda:

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    en forma de diques puestos al descubierto por las labores mineras, o por el derrubiamiento de los terrenos, formando cpulas, que ' son res-tos de lacolitos interpuestos en su origen entre las rocas de las profun-didades; pero ni el origen y edad de aqullas, ni la tectnica de estos terrenos, han sido estudiados al detalle por 1I1adie, ni nos son, por lo tanto, conoc-dos, en grado suficiente, para aceptar un criterio probable, sobre si los criaderos subordinados a las primeras son contemporneos o ~e han generado en pocas distintas; constituyendo este punto un problema de extremada importancia para el porvenir de aquellas explo-taones, por la posibilidad de que la mineralizacin de los cria

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    viene- con este carcter la presencia en ciertos parajes, como la _Ram-bla de la Boltada, de la magnetita como ganga de los sulfuros de cinc y de plomo.

    Y no es ste exclusivamente el criadero que as se caracteriza: pre-sentan igual analoga "aquellas vetas y filones sin raz p rofunda direc-ta , muy limitados e_n todos sentidos, -convertidos en muchos puntos en filones-capas, y ofreciendo una extraordinaria subdivisin en ramas, eon ausencia completa de aquella estructura fa jeada tan caracterstica de estas formaciones" ; extensa red de fracturas que abarca todo el pa-raje que denominamos Barranco de Mendoza y Francs, su confluen-cia y sus inmediaciones.

    Las rocas, en toda la regin, aflorantes que son ndesitas o pilitas, liparitas, banatitas o leucotefritas, diabasas, ofitas o afanitas, so11 todas del tipo microltico o del intermedio con el vtreo, oftico, de-nominados de profundidad media, pero siempre inferior a la zona su-perficial en que reconocemos y explotamos aquellos criaderos. Existen tambin en el Cabezo del Francil andesitas con biotita abundante, .del t ipo granudo, que pueden confundirse a la simple vista -con el granito, roca cristalizada a gran profundidad; y aparecen al mismo tiempo ba-saltos en coladas interpuestas entre conglomerados terciarios, y lavas negras baslticas en Galifa y Fuentevieja, que vienen a comprobar la existencia de erupciones modernas completamente superficiales, rela-cionadas, sin duda, ron -dislocaciones que han levantado el travertino, plioceno o cuaternario, a altur~s de ms de 200 metros (Cabezo del Al-morchn).

    Muestran tambin el carcter de formaciones superficiales descu-0iertas por un dbH derrubia-miento de los terrenos las manifestadones del mercurio en algn paraje de la Sierra, apartado de la regin donde radican las principales minas en actividad, el Cabezo -de la Campana, del trmino de Alumbres; pero este metal y su frecuente asociado e-1 an timonio no han sido vistos, hasta ahora, en el res~o de las formacio-nes metalferas del distrito, aunque la ex istencia del ltimo en stas se compr.ueba -constantemente por kis plomos antimoniosos que, como pro-ducto secundario, se obtienen en la desplatacin de fos argentferos que proceden de nuestras fundiciones. . Cabe distinguir en dichos cria.deros entre los que pudieran corres-ponder a las form:,i.ciones metalferas hercinianas relacionadas con las ofitas y diabasas, que hemos dkho aparecen en aquellos lugares, y las terciarias procedentes de las andesitas 0 bien de otras ms mod'ernas, como los basaltos?

    ~ste es un punto por dilucidar todava, despreciado generalmente por los que han -ido a estudiar aquella regi6n, o, al m enos, no tenido en

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    cuenta en sus investigadones; porque, es preciso reconocerlo, muy po- cos gelogos son ls que han descrito hasta ahora las formaicioneSI me-talferas espaolas bajo otro aspecto que el exclusivamente utilitario, considerndolas como simples materiales aprovechables interpuestos ac-cidentalmente en fa corteza terrestre y como originados por influencias.. casuales, y es im,prescindible tener en cuenta que cuando las formacio-nes metalferas, que se muestran superficialmente, tienen el carcter de las originadas a grande profundidCl!d es porque la denudacin . ha hecho desaparecer una gran parte de su masa susceptible de aprovechamiento, y es prudente considerarlas coio muy [imitadas en sentido vertical; pero si, por el contrario, se muestran con una composicin y textura y con relaciones tectnicas o estratigrficas que acusan una corta profun-didad original, resultar que su formacin ha debido ser muy retiente, que el derrubiamiento de los terrenos np pudo ser intenso, y las masas minerales interpuestas en aqullos :deben permanecer en sus din'iensio-nes primitivas. Por tal m'otivo, es 1gico. pensar en la probable super-po.3ici6n deritro de un mismo paraje

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    disolucin de las expresadas calizas ; las fallas metalizan en todo el es-pesor de stas ; por regfa g~neral, muy dbilmente, cuando uno de fos hastiales es de pizarra clortica, cuyos detritus a

  • - 3~ =

    d@rnos, siempre de costosa aplkaci6a, 1 el- a,1:_11i.;s:is qumico y e\ -mici:o~ grfico. ') '"' r :n . _,

    V No desconocemos, sin iernbaFgo, que nbr. que !'ecurrir a tan vell-tajosos medi@s ;rij para qtie este iestudio resulte eficaz, . deber ser muy rni;.iuci0so "ypr@fusamente empleado. !Debern someterse al an!lisis qu-mico y al examen del micros-0opi:t1!odas las substancias del relleno y las irocas de la eaja 'e los criadern.s1 a distancias ifil'iversas de los hastiales, as como las muy variadas alteraciones que, tanto stas como lais menas y gangas, pres.entan. r

    Habr :que completar esta ' :labor con plan0s y cortes detallados en que se detenhinen cfarmente los criadefos; croqui~. sobre la manera de distribwiFse fa mhU.eralizacin itle los f.rntes de ls labores visibles. Se-alar en qullos los asomos de las rocs con todas las variedades de composicin y metamorfismo, con que se muestran superficia_lmente, o en los frentes y costados desubiertos por "las labores minei:as, sus fa-llas,' contactos y cFisl0caciones; trabajo que, por los conocimientos que exige, slo es asequible para Jos especial~stas, y por los gastos que of re-, ' no pos distritos mineFOs constantemente se p;l{lntean ;como, coIJ:.~ecuencia .,de su labor-@0, llegando en cas0 extremo a

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    la e:x;posidn d~ teoras

  • - 34:-

    mos eh Espaa, con prio propio; Jo que parece lgico, puesto qu& aomos el segu.ndo pas en la escala de product-G>res de este metal con un 20 por roo de la produccin total del Mundo; y se pretende lograrlo con el auxilio del Estado; es decir, estableciendo una tasa, afmacenan-do la .pro:duccin y obteniendo de los Bancos, con la garanta de ste, crditos para continuar ei laboreo; pero .hay que abrir los ojos a la realidad y comprender. que todos estos artificios no pueden tener ms ' que un efecto momentt;Ieo. El monopolio de los fundidores de Carta-gena no podr destruirs-e sino con la fundacin de una cooperativa de' mineros para fundir sus propios minefa,les ; y la posibilidad de tener mercado de plomos exige que haya compradores en Espaa; es decir, que se iha:ga la total desplatadn de los plomos de obra, su elaboracin despus a precios que permitan su exportacin, en competencia con los de otros pases. El Estado alemn ha conseguido este efecto subven-cionando a sus industrias, para permitir vender _sus productos a pre-cios inferiores a su coste. En nuestro pas es un obstculo para el aba-ratamiento del coste el precio de los transportes y de los car.bones, y es necesario legar a dar una solucin a estos problemas, si el desarro- llo de nuestras industrias ha de alcanzar el grado de que son suscepti-bles. En Cartagena podra quiz darse para esto una solucin coquizan-do los carbones ingleses. El cok resultante tendra aplicacin, no slo a la Metalurgia del plomo, sine tambin a los altos hornos, y los gases de aqulla y de stos ayudaran a los gastos de la nueva industria side- rrgica, emplendolos en la generacin de fuerza elctrica; furza que tiene all extenso mercado en la Minera, la Metalurgia y la Agricultu-ra. Sobre este punto, dejando aparte la indicacin hecha sobre la con-vetliencia de instalar altos hornos, no creo que sea necesario insistir.

    En cuanto a esta nueva "industria, debo limitarme a decir que hace pocos aos que empez la explotacin de hierros en aquella sierra so-bre masas muy diseminadas, en las que pudieran cubicarse 20 a 25 mi-. llones de toneladas, bien de hierros secos, bien manganesferos, y de unes y otros van extrados unos r S millones ; siendo oportuno hacer :notar, para demo.straros hasta qu punto estamos all atrasados y ol-"Tidamos los verdaderos principios de Economa en que se funda la crea-cin de industrias prsperas, por estar 'racionalm~nte organizadas, que -estos minerales se exportan y embarcan sin cargaderos mecnicos, ha-biendo perdido los explotadores de hierros por este concepto, en vista del costo actual del procedimie~to arcaico de llevarlo a efecto con ca-pazos elevados a brazo, al borde del muelle o con .barcazas, una peseta -como mnimum por tonelada, ~ sea, rs millones qe pesetas; y no hay que olvidar que esta prdida equivale a un veto para el disfrute de mu-drns minerales pobres..

  • - 35 -

    L~J mayora de fos.min:rales que -nos restan s:~m hematfres _pebres ~Y:. manganesfer.as; pero:~abundan en la proximi

  • aguellos precios 4,20 fraiacos por tondla:da ~s caro; el precio del ma-teriaJ tefra~tarfo aumentara en el coste
  • - 37 -

    'e

    CONCLUSIONES

    PRIMERA. El distr'ito minero. de Cartagena experimenta dsde h~ce arios una honda crisis . qe reconoce _por principal causa la nocesidad de una transformacin

  • "\

    - ~8 -suponii'ndola una indefinida rtserva de recursos para ayudar a nive-}ar los Presupuestos del E~taoca en j :ue- se promulgaron, ahuyentando .,el caipitaJ1 espa-ol Jiacia otras empresas ms seguras o menos aleatorias, no podr ponerse a ello remedio con medidas restrictivas, sino concediendo auxi-lios o primas al beneficio de tos metales y a fa efa~oracin y aplicacin de los mismos, no slo para garantizar las ganancias del capital dedi-3.do a este trabajo, sino para hacer viaible la competencia de los pro-ductos -de su elalDoracin con los extranjeros en nuestros mercados o en los de otras na._ciones, puesto que el consumo, en el Pas, de los me"7 tales "ms ahundantes (el -cinc, el plomo y el ~ierro) es notablemente inferior a lo que de ellos prod'ucia:nos.

    ,~Este primer CONGRESO ESPAOL DE !NGENIER}~, que se rene ~n los comienzos de una nueva ~ra, que quiera J?ios ;podamos llamarle - ERA DE Lk'PAZ y I)E Lfi.S GRANDE:t;AS DEL. PROGRESO, no p>1,1ede ,entregar al ol-vido, sin caer en-una ,gr-ave res:ponsabiHdad, la solucin. de problemas tan transcendentale.s como estos para el 'engrandecimiento .ftituro de la Nacin espaola; y me permitiris que insista tanto en este concep-to; ;pues pienso que 1os,que :vivs dedicados a la Enseanza o a la Cien-cia pura os hallis. abstrados de 'los h~chos vulgares; as' como los que estis s.otnetidos por vuestros cargos, a 1o.; ti-mftes burocrticos os en: co1itris excesivamente identifica,dos con los principios que inspiraron nuestrs ieyes mineras, y habis de ha-ce.r, con j'~sto derecho, 1a -de-f eHsa del pasado; y unos y. otros e:x,per.irnentis un cierto recelo res-pecto al sentir de los que, aferrados a nuestras ocupaciones industria-les, suponeis que, anlogamente, corn:::ebi~1os la virtualidaq. . de, nuestros problemas slo por las realidades que nos circundan."

    Las conclusiones prpl;lestas :por el ._Sr. Guardi,olf1 ,son aproba

  • - 3.9 -

    . '

    '-' ESTUDIO SOBRE N PROCEDIMIENTO DE UTILIZAC):O~ l DE FOSfATOS NATURAftES 1' .' : J V: -~ l

    . :J :. }J'.J Por D. LAuREANo MENNDEZ Y PuGET, Ingeniero de Mi'!ps.

    ( . ( El problema de los abonos en Espaa, cuya. importancia ~ para la

    Agricultura n acional es extraordinaria, me ha llevada a practicar al-gunas experiencias, que, aunque no de gran novedad, creo t engan al-gn inters y merezcan el d,el Congreso .de Ingeniera. . .

    Estas experiem;ias las he heohq sob.re fosfat.os de Argelia y Tnez, que son los que pdndpalmente se .prestan a ello. Tambin he operado sobre calizas f.osfatfera:s de Espaa y sobre los fosfatos de C:ceres; sdhre estos ltimos ms como curiosidad cientLfica qu~ com9 ,cosa prc:.. tica. ) e

    Fosfatos del norte africano.

    Estos fosfatos, de cuyos yacimientos he estudiado l~s de Tadjerui-,ne, Jebel Houde y Majouba Zita, se encuentran en la base- 1d~ ,.eocew inferior, estande sus capas entre las margas negras c~m .sile~,,- que s~p_aFan aqu!!l terreno del cretceo y la caliza numultiGa .. Estn c

  • - 40 -

    bonato de cal, despus de algn tiempo de digestin, se

  • 41 -

    Fosfatos del Kouif~

    Estos fosfatos, que contienen muy poca sf:e (entre uno y dos por ci~nto), .despus de pasados por el molio para su transformacin en Sperfosfto, dan ndulos de dst~nto tamao en la siguiente propor-cin:

    PROPORCIN DE LOS NDULOS QUEDADOS SOBRE LOS DISTINTOS TAMICES

    Sobre el tamiz de loo .......... : . de 120 ........... . de r6o ........... . de 200 ........... .

    Pasado el tamiz de 200 .......... ..

    4I;90 ipor roo 28,32 8,36 3,75

    17,63

    La riqueza de estos ndulos sobre seco, partiendo de un fosfato con el 66,43 por roo de fosfato trickico, es la siguiente:

    RIQUEZA DE LOS NDULOS QUEDADOS SOBRE LOS DISTINTOS TAMICES

    Sobre el tamiz de roo .. . de 120 .. . de . r6o .. . de 200 .. .

    Pasado el tamiz de 200.

    A1>hidrido fosf6rico. Fosfato triclcico.

    3r,8j por roo 29,88 29,67 28,48 27,78

    69,6o por roo 65,25 64,80 62,20 6o,67

    Estos ndulos, por su distinto estao de divisin, no se disuelven iguallmente en el cido ctrico, y la proporcin en que lo hace su anhi-drido fosfrico con respecto al total que contiene es la: siguiente:

    SOLUBILIDAD DE LOS NDULOS QUEDADOS S

  • - .. p-

    Por 'Consiguiente, .tenemos un .. por roo de ndulos con los cua!es se puede fabricar superfosfato con un 18 a ?O por loo de anhidride fosfrico soluble al agua y citrato, y un- 17~5 por 100 de ndulos que han pasado por el tamiz de 200,ry qqe tiene el 15 .al 16 por loo de an-hidrido fosfrico soluble en ctr::o al 2 .por rno, y, per ~onsigqiente, fcilmente asimilable, _ quedndole un l 1 .por roo de anhdrido fosf6'riF9 com-0 reserva y dems lenta disolucin, pero que siempre queda ~~~~~ terreno como energa acumulada. _ Con el 40 por 100 de ndulos que q_uedan !Obre los tamices de 120, 16o y 200, se pueden fabricr superfosfatos de graduaciones inferiO:. res (16/18),. o :bien llevarlos otra V'ez al mplino hasta que pasen por el tamiz de 200 para emplearlos directamente con el 16 al 17 por 100 de anhdrido fosfrico soluble en ctrico al 2 por 109.

    Foafatos de T6nez.

    1

    Estos fosfatos tie:t)en tamlbi,n muy poca e s-lice, y su asp~to es muy parecido al de los del Kouif. ' ,

    Sobre -los distintos tamices, d~jan ndulos en la siguiente propor-cin:

    Sobre el :tamiz de 8o .... .. ... . .. . de IOO ... . ..... de 120 .. . .. .... . . . . de 16o .... .. .. : .. . . de 200 ........... . .

    Pasado el tamiz de 200 .. ..... . ..... .

    14,go por loo l8,o6 5,23

    12,86 1

    29,00 19,94

    La riqueza de estos ndulos sobre s~o; partiendo de un fosfato del (53,43 por 100 de fosfato ~riclcico, es la siguient,e: r

    Sobre el tamiz de 80 .. . de 100 .. . d:e 120 .. . de 16o . . . de 200 . . .

    Pasad el tamiz de 200 ...

    t; An.hidrido fosf6rico. . Fosfato tr!lcico.

    31,70 por 100 31,62 . 30,96 30;94 30,So 27,26

    6g,22 por 100 6g,05 - . J 67,61 67,56 67,26 59,53

    ' ..

    ' !

    /

    --,

  • 't

    - 43 -

    . .

    SOLUBILIDAD EN CTRICO AL 2 POR IOO Y TREINTA MINUTOS EN AGITACIN DE LOS NDULOS QEDADOS SOBRE Lo~ 'n~STINTOS TMICES 1

    Sobre el tamiz de 80 ...... . .. . . de IOO ... .. ....... . de I2o ........... .. de IO ...... . . . ... . de 200 .......... .. .

    Pasado el tamiz de 200 . . ......... ..

    42,13 por IOO 48,09 51,97 56,83 57,04 63,70

    I

    Este fosfato es algo ms soluble que el del Kouif, y nos da con los ndulos que quedan sobre los tamices ,de 8o y 100 un 33 por IOO de ndulos, con una riqueza media de 3I,63 por IOO de,~P2Q5 , . que ,pueden dar superfosfatos del I8/20 por roo y un I3 por IOO de ndulos que pasan por el tamiz de 2o, y que tienen el 16 a I7 por IOO de P20 5 so-luble en ctrico al 2 cpor 1001 quedando un. 10 por IOO en reserva: en el terreno.

    Con el 54 por 100 restante de ndlos que se quedan sobre los ta-mices de 120, IO y 200, podemos, como en el caso anterior del Kouif, fabricar superfosfato 16/18 llevarlos nueyament~ al molino hasta que pasen por el tamiz de 200 para emplearlos directamente con el 18

    a~ 19 por 100 de P 20 soluble en ctric? al 2 por 100.

    Fosfatos de M 'Zaita. , ;

    Estos fosfa:ts, que' contielcn ms slice (alrdedor de un I6 >or 100), no se prestan al enriquecimiento; pues, en efecto, aunque los gra-nos de estos fosfatos siguen la ley genera:!, es deir, ms ricos cuanto ms grandes son, como los trozos de slice ofrecen gran resistencia i. 11er triturados por el molino, los ndulos gruesos -de fosfato, o sean, fos ms Titos, vienen empobrecidos por la mayor cantidad d.~ slice, que-

    d~ndo contrarrestada su mayor riqueza en fosfatos por su mayor ley en slice.

    NDULOS QUE . QEDAN . SOBRE LOS DISTINTOS TAMICES

    Sobre el ,tamiz de 80 . .. .. : de IOO ........... .. de I20 ........ , ... .

    r - ., de IOO ...... ...... ,, ' .,---: - ..1 de 200 .......... Pasado el tm.iz de 200 ........ , ... ., ,.

    II,95 por IOO 38,91 6,52

    2;;z,82.y 6,52 .... .....,.

    13,04

    ...

    '

    ,.

  • - 44 -

    - Partiendo de un .fosfato con el 58,07 de trickico y el 15,46 por loo de slice, obtenemos l~ siguiente riqueza para los distintos tamaos:

    Anhldrido fosf6rico. Fosfato triclcico.

    Sobre el tamiz d:e 8o ... 27,19 por 100 27,45

    59,38 por. IOO 59,94 de !OO .. .

    de 120 .. . 26,57 58,02 de l6o .. . 25,96 56,69

    de 200 . . . 25,68 56,o8 Pasado el tamiz de 200 .. . 26,56 58,00

    La solubiHdad e~ d'trico al 2 por 100 y treinta . minutos en agitacil>n ae I-os tn

  • 1 .

    - 45 -

    en algunos ricos en sfiliee, por i1a m.ayor resistencia

  • ras que por 'su pequea ley no :p~eden transformarse, e.n superfosfatos, debierin, con mucha ~entaja, ser utilizadas tamibin di'rectamente, sal-vando en parte nuestro dficit de cido fosfrico."

    La conclusin propuesta en el interesantsimo trabajo que antecede es aprobada.

    Leda por su autor, el Sr. GIL CAMlPORRO (D. Enrique), una Memoria sdbre "Un extenso coto minero de cobre en fos Altos Piri-neos de la provincia n-taas de Osca j de los montes de Galicia, qu vestigios tenemos? Ea

  • I ll

    ,,,.

    .:_ 47

    .cambio, los que las historias romanas n~s cuentan e~trados d.e la que hoy. es provincia de Ciudad Real tenemos noticia~ evidentes. Pero el-v~damos 1 q.ue esta ltima provincia, situada en el ceritro de la Pennsula, era de fcil exploracin: "las transportes no mataban el figocio'!.

    Qu sera de Linares, de Hien

  • tibles de gran reridimien~o el dia que una mano piadosa 1es facilite '~ movilidad de que hoy estn privados.

    Todo ello, mdeado de grandes cursos de agua, capaces ele produc~r en

  • 49 -

    .., ..,. ,, rL!roq .'.) J,J ... ro~ ,:; CONQLUSIO;NES 1

    r ~ ,..,.

    '

    .l.. 1~,,,

    PRIMERA. Q~~ p1rJlas Jaturas0 tle 'los distintbs -d~tt~tos mineros :se proceda a dictaminar sdbre las ~omarcas en los mismos' cornpr~ndidas en que-' existar regi~t~OS vivos en n1lmer mnimum-de IOO ~ect-

    . " .,1 r Q , .r l r 1 ' reas y no,.sean objeto (le e::lf.gl,?fa~1~n, por o me!l~s, en e 25_ por 100 .d,e sus registros. . . . .- .

    El dictamen de las Jefatura) Ligero esludio geo[gico, importancia d~ los afloramientos y :Probable valor industrial de los yacimientos.

    b) Causas q\le s.e oponen a su cX!p1otacin y modo de remediarlas. SEGUNDA. En vista de estos informes, que debern redactarse' siem-

    pre que [o soliciten los registradores de las minas vivas, el Consejo de Minera pr-0.::eder a declarar "privi1legiados" los cotos mineros exis-tentes en. las comarcas que por su importancia lo merezcan, y en su con-.secuencia, le sern otorgados los siguientes beneficios :

    a) Derecho de ocupacin para apertura de labores, vertedero de .escombros,-:. edific;ios pai;_a 'a11bergues, depsitos y taUer'es de todos -los te-rrenos del Estado o Municipio lindantes con las concesiones.

    b) Limitar el largo trmite para conseguir autorizaciones del ramo

  • - 50 -

    tuara un tercero registrosi colindantes a Jros que poseen, tendl' aqulla:. .de~ho de preferencia pa

  • - 7 ~t

    ACTA DE LA SESION DEL DIA 19 DE NOVIEMBRE DE 1919 5 . ..

    " r Se ~bre la' sesin a las diez y media de la maana. , Inmediat~ente, el Sr. ALVAREZ MENDILUCE (D. rEzequie>l)

    ' lee un interesante tra.ibajo que, en extracto, es como sigue: J

    T

    "EDUCA

  • /

    - 52 -

    Todos los organismos, instituciones y escuelas tienen este defeoto. H ay un atraso general en el trabajo y Economa, y es natural que de ese defecto partic:.ipe el Ingeniero espaol. Nos mK>vemos y encauzamos con ms facilidad en las cosas tericas y sentimentales que en las prctC.flS y econmicas; nuestro carcter encaja mejor en aqu1las que en stas. As es nuestra psicologa, con fas 'ventajas e inconvenientes que ello tenga.

    La otra causa, naJtura..lmente, relacionada con la anterior, es : que en ~uestras Escuelas de Ingenieros se presta: muy poca: a.tendn a la educaoin econmica. .,,, '

    En la ~s~uela de Ingenieros de Minas se' estudia de un modo defi-ciente iio referente a la Economa minera: sa1rmos de clla con escasos conocimientos y poco en.:auzados en estas cuestiones : falta por com-pleto la educacin financie1a d,el Ingenien?. Como consecuencia de esto,

    sce4e generafi~nte qu , 'por no haberse iniciado en estos -'estudios, m uchos Ingeni~rs pasan toda: la vida ajenos a los mismos, como si con leilos na a tuviera q ue ver lo econmico, y s slo lo .tcnico.

    ESto es ~muy lamentable, y todos debemos prestarnos a hacer algo ficaz para corregir ste' l~ f.ecfo. ' - ,

    El Ingeniero debe encauzar y desarrollar 1os e1ementos de riqueza de fa Nacin, y debe ser un economista, con una educacin en este sentido. No s1o debe hacer su labor tcnica en la fbrica o en la mina, sino que debe 'tener criterio en los negocios industria'1es para proponerlos, lanzarlos y idesarrollariJ.os, orientando y enseando a per-sonas que, mudhas veces, n.o se deciden a formar una sociedad indus-

    . t tii.al ipor de"sconoimientq -y dttdas de fas pfupaJbilidades del riegocio. '"'Si el fin 1de1 trabajo indu.strialJ es la ohterciqn de b~neficios, ei' nge-niero hac!>uri p~pd idip'erfecto "desarro11ando _,ste con su tcnica si; no

    ,, q l .,e. l ,,..... .JA d 1 ll .C. esta atento a este un y es conoccuor o que a e1 o se reuere. 1

    rEn cualquiera ff:rfe "de Espaa que - visitamos, hasta 'en los pue-blos .ms pequeos, no.s encontramos si~mpre con per~onas que _4.a:blan ~le '.fa po'si'6Uidad '

  • -53-

    tiles e;n 'lo que constituy'e el fin de nuestra

  • 1 1 1

    1

    1

    11

    '

    - 54

    da:-Defectos de erigen.-Idem por exceso de capital.-Idem por la desproporcin entre la fabricacin y los mercados ercanos o nec;:esida-des de consumo.-Falta die oportunidad en el planteamiento.-Organi-zacin dl traJbajo en fas minas.-iSistemar de itra:bajo a'J1licahle a las distintas operaciones.-Determinacin de costos unitarios de obra.-Costos medios de ada oi>eracin por tonelada: de mineral b:ruto o en estado de venta.-Rendiiniento del obrero en algunos trabajos . mine-ros en Espaa:.-'Relacion de ste Y de los gastos de explotacin con las otras 'riacio~es, etc., etc.

    .GONCLUSION

    Ei1 Congreso de Ingeniera acuerda la necesi,dad de que se trans-forme la asignafi:a ' de "Economa minera y legislacin de minas" del programa de la Escuela especial de este ramo de fa Ingeniera, e]\tew.,-di"ndola a otra;sl m'uoha-s rna-teriais sumamente tiles y prcticas, de las que se indica una idea en esta Memori'ar."

    El Sr. MASCIAS {D. Eduardo) hace a1lgunas observaciones s0bre el anterior trahaj-o, en el sentido de que ste debe remitirse, para su deliberacin, a la Seccin 10., que es ia encargada de lo referente a

    . .

    enseanza. , - El Sr. ALONSO MARTINEZ interviene para dar su opinin en

    el sentido de que no procede reaHzar la propusta que se hace en el traoaj!o del Sr~ Mendu:Ce . .porque muchas materias que irldica en su esquema s'e estudian ~n las a:sigaatlllras que integran el plan de estu-dios -de la Escuela de Minas. - Intervierer tam'bin el Sr. D'OCQN para decir que este asunto se

    debe tratar ; en la Seccin IO. r Rectifican rfos Sres7nM~ENDH:.UCE:' ALONSO MARTINEz, y

    MASC'.:IAS, al5undando todo ellos en que la enseanza tcnica es ho.y deficiente y debe procederse a su inmediata revisin.

    - El Sr.- GULLG>N, elo

  • - 55 -

    "' ' INTENSIFICACION' DiE L;A PR,OD.UCCION MINERA COR-DOBES!A.

    :Por:' D. ANTONIO CARBONE'LL Y TRILLO-FIGUEJWA, Ingeniero de Minas.

    E problema cuyo estudio nos interesa para poder ser planteado ::requiere, en primer trmino, descifrar el e~igma de si es cierto que la ::pr;vincia a cuyo estudio nos referimos contiene e~tre sus estratos geo-lgicos esas menas cuya extraccin tra:ta de forzarse: si hay en resu-men horizonte al desarrollo de .Jas industrias mineras. Y a esta .pri-

    mera cuestin hemos de responder con una afirma:ein categrica. De los yacimientos tnineros conocidos en la provincia de Crdoha

    .hasta d da, .de aquellos que por su a,floramiento estn plenamente de-mostrados, sllo una reducida cantidad de .los mismos est en perodo

    .-de actividad:. . Fijmonos en '1os combustihles minerales: La .formacin geolgica

    -del hullero rico, con todas sus rocas cara~ersticas, con todo el corte-jo de esas manifestaciones externas que por un clculo de probabili-

    dades y en comparacin con Jos casos prcticos conocidos nos permite -en Minera formarnos una primera idea, vemos que desde Fuente-Ovej una .sigue a Blrnez, Espiel, Viillaharta y Adamuz, y que en ms .-de 70 kilmetros de recorrido slo se explota en cuatro centros mine-ros en iongitudes que en tota:l no pasan de ro kilmetros. Ciertamente que en aquellos puntos fu donde las probabi.Jidades en pro del xito eran las mayores; pero no es menos de notar que el mismo resultado -en ellas logrado da un aliciente de que careccl:n las exploraciones que ..en _lo sucesiv.o puedan emprenderse en Ja vasta extensin de terrenos senalada. Podemos, pues, decir, por lo que a tan interesante asunto se refiere, que slo se explota en la zona carbonfera de Blmez la spti-:ma parte de la ~tensin a que se extiende la formacin del carbon-fero rico de esa mancha geolgica.

    Aun hay ms sobre este punto. Se prolonga la formacin hullera ~e la ..rpanoha de Blruez-Adamuz ms all de la falda del GuadaJqui-ivir? En nuestra opinin, todos los elementos de juicio estn en pro cl.e una contestacin afirmativa. Y tngase presente que estando el carbo-n ifero recubierto, por el trisico en las inmediadones de aquella .lnea geolgica, parece decirnos que el trastorno que ocu:it a los estratos hulleros acaeci en los comienzos de la Edad Secundaria o en las .pos-trimeras de la Primaria, y que, por tanto, Jos estratos ricos quedaron ta2ados por los materiales de la erosin antes de que esta misma ero-.sin los demoliera y arrasara; y como precisamente esos estratos iU-

  • - 56 -

    priores es frecuente que en esta regin sean losn que acorrrpaan a las; capas de hulla de mayores aplicaciones, a '1as ms :grasas, se suman mayores alicientes en esa investigacin futura .

    .Ya en fa caq1pia ~ordo'bes- queda mucho por hacer sobre este-punto. Si el problema de los petrleos del ba] o valle del Guadalquivir nd est an resuelto en definitiva, cuanto sobre l se diga tiene un in-ters elevado para los problemas del porvenir de la Minera cordobe- -sa, ya que con las alinea.dones donde se pre;entan probabilidades del descubrimiento de hidrocar.buros en diferentes estados se rdacionan-fas impregnaciones aqundantes de fas calit:as '-por l~s ozbqu~ritas y otro-cortejo de fenmenos interesantes. ,, :tas nutnerosa:s manchas carbo111f eras piralelas a la 'de Blmez-;

    donde, como en Val?einfierno, se :explotan carbq1~s con ms de 8.ooo-caloras; donde, como en los Hatillos, hq.n quedado 'al descubier,to ms de catorce afloramientos de capas antracitosas, o ya, como en Qtr.os l~ ga1'es, aparecen .todas las. rocas de la form,acin carbonfera, clsfoas. en. el :.pfa, hos demuestran que, por lo que a este particular hace ref e-rncia, el problema de la explotacin de los corn,bustiolYles en la provin- cia de Crdoba tiene en pers,pectiva un amplio horizonte.

    Numerosas son tambin fas minas de galena e:iopfot~d~s J recono~ oidas en esta provincia. Fuera de la campia, raro es el trmino mu-nicipal de la Sierra donde no se ha notado la presencia de diferentes. lneas de fractura donde encajan yacimientos de esta naturaleza, cuy

    importanci~ es, a veces, indiscutible por la correlacin de Jos hechos. que pueden establecerse por comparacin con yacimientos explotados ms o menos intensamente.

    As tenemos la regin Oeste de la provincia~ donde el precedente ms interesante para los yacimientos de galena y 'blenda argehttf era' de~los trminos de Crdoba, Posadas, Almodvar y Hornachuelas fu' 1a metalizacin r-ec0nodda en la mina "Casiano de Prado", donde er laboreo resultaJba remunerador hasta los 650 metros de' profunditlad,. continuando an a columna rica. Si a. ello se unen leyes de :\lasta IO ki- los de J!>lata por tonelada en los primeros 150 metros y d~ un kilo de plata a mayor profuqdidad., se comptende que, dad~ el .escaso n\mero de r minas trabaj~das en ese campo filoniano, los resultados Jogrados desde el punto

  • li

    Ir

    I

    - 57_ _

    de tru!si~ .puede llegarse- rpidamnte: con grandes probabilidades de xito, a una1 elevada cifra pafa fa .produccin.

    Ms a:l norte del trmino tie Homadhuelos, en el de Fuenteovej_una. y sus colinHantes', penetra laC prolongacin oriental de la zona plo~fora de Aznaga; aparte de minas-, extraordinariamente ricas de curio-sa gnesis filoniana, dentro de las roturas e intercalaciones de forma-ciones ajenas a la carbonfera, como 'la mina de "Santa Brbara", en la:s proximida

  • - 58. -

    :Mas, per ui lado, la p>@sibilidad de establecer grandes an_alogas con la .zona de fractura de Linares; por otro, la persistencia y desrn,.esurada

    long~fud .de' ros a:l:il.orami0entos, y :6.nalment~, ' d hech.o -. ~;idl!ldaible de. que, .en ciertos casos, auri por bajo de los roo metr.os, contin1:1aba l~ zona .de xi'dacin de la formadn, que no Ueg a ser rebasada, nos permi-ten esperar mucho en el mojn comn de Hornachue-

    '

  • - 59 -

    1os, Villaviciosa, Posadas y Almodvar del Ro, en Alcornoco!as, al .este del Nevalo, se apreda que realmente se trata de una serie de grie-tas y .fisuras que en realidad determinan un amplio campo de fractura, donde el problema minero a

  • dido' lugar a . una explotaci11 :rrn~tal'r
  • --~I -

    - ~Br ' ferroar-~i1l del carbn dtf Blmez to -.comperts~ el empleo- de este ')J .1) ~b .iJ.1 . ' I ' ::> r e '' t ' cm' us,t11ue. L ._.. , E c. ,,..... .L ;l Ahor}i que diferfites 1Hneas 'de e&1n~heliidfil J t\er.re11~-tlg.a: e1f:ica'J Vmrt _ i , Fil.za't -~os1_ t'rrninosr~ni~i~ales ~~ '1iffiporta~~:s; iprnce~~ pites!' .Q:q_e ~sH1.mos 1a rti~mYo, fac1htaF el sum11:l1stro 'iee ... flardqc a la mdus.tna _,m1-... n ' 1 r ~'dr l d. a .;, ' ' d 1 E d ' nra, 1d qe, ~antes . ~ a a JU rca~1on, esf:a :ew manos e ,. sta. o .t , ~- :. El p:rob:iema ql consorci de mineros; y- metalrgic-Os

  • - 62 -

    . las formaqones terciarias del vailie de aquel ro. Indiscutiblemente, di~poniendo el Estado de trenes de sondeo, siendo en el sur de Espaa.

    1 h;, densidad de fa: ipr-0duccin hullera muy inferior a la densidad de la produc-ein industrial, jque, dada 1a falta de fuentes de energa, no en-cuentra medio .propiqie' pata l su desarrollo; a pesar de progresar den-tro de un ambiente favorable, teniendo el Estado la facultad de poder

    dispon~r . de terrenos que no estuvieran .denunciados, siendo , probable que -cwn fos sondeos que en la zona se '.llevaran a efecto pudiran d~scubrirse otras fntes de riqueza, aguas artesianas, manantiales saJi-nos, y siendo seguro que, ail m,ismo tiempo, con dichos trabajos, se des-

    . pejaran problemairgeolgicos del mafor inters cientfico; teniendo en cuenta que, adems de la -posibilidad

  • --- 63 -

    Los tramos furciari.os forman d:odo el NO. de la z~:>n.rciUas, margas, mad~s, aTeniscas y oa.1.izas; dominan la:s arciHas y ma:rgas con a~gn macio. ,:en c:;las hilada:si inf rires; en fa ,pa:rte media !hay C111temancia. rolongacin de; tfos que en ola or"i.Ua iizquierda del -Llobr.egat se-iauperponen a: fa.s arcilla:s 'muy rojas oon ndfllQs ca.liro~ y bulimus. ,ge- rundensis; siendo este fosil, por consiiguiente, el determinante en la :fijacin de fas capas que estudiamos. Pa:sando por alto fa farga discu- sin, desde que el descubrimiento de ai1gunos lychnus por el Ingeniero D. Eusebio Snc'hez~ y fos trabajos de M. Matheron indujeron a:l ge-l&ogc Sr. Vidail a c~r Jos estudios de esta:s rapas inferiores al nu-multico, nos encontramos con que resta faja central rojiza est claisifi-

  • - 64 -

    -eciHa: d Dns por 'Ios Sres. Maur.eta y Thos y ,Codina, adoptando el ~riteri0 del -St--.:tV.idal en.-su estudio s.obreJ el t..erreno ,gp.rugiense; pos-ferrormente/ eltiha1I1a;zgo -poLel mismo ge)ogo. le)a pp,ludi!'_a aspersa d-el pise tolattaeairfas a ellas ~upi:puesitas, que son la.St:lllUes!bra:s, ~J!.SellJ .ta s,er consil_erfl'-4a.s ; como eocenas; @ncepto en: .el q.ue c0inciden J:Qn el Sr. Yidal ~

    ' emifl.ente-tJP. 1\lmera y &lt Sr . . Ea11rru..;y Saris.01 . , ._ ,_ . , 1 El P. Almera, en su mapa de Catalua, procura ajustare ,a Ja ..,d .a-

    rsifieadn d r~parent, 'IPesar .d'e r 1G difdlrn'en.te adaf)ta~Je . .-g~ _Jesulta la divisin dte fa c"1nca de Pars.;1 aplkaHast~''q. nos hemQls ' aju:sta

  • - 65 -

    EOCENO INFERIOR

    Caliza de Bulimus gerundensis. Areniscas y conglomerados rsj.Gs. Caliza de orbitolites y miliolite-s. Caliza de Lucina corbarica y de operculinas. Caliza de alveolina.s y numulites e.xponens.

    -.. Margas de cerithium y turritellas. Caliza de alieolinas (segundo nivel).

    El tramo comprobado por nosotros cqnsitara de :

    EOCENO INFERIOR

    Caliza de Bulimus gerundensis. Areniscas con ardllas, margas y calizas (tramo vi~oso) . Ca:liza con alveolinas y miliolites. Calizas con algas o pistas. Calizas con Lucinds y Cyrenas-1 Margas y calizas, bancos delg,tdOs de e erithium. Caliza de alveolinas con gaste.ropodos y corales (segundo

    La:s vicisitudes

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    Prescindiendo de fosi trabajos anteriores a Carez, pues al exponer sus razones no presuma las discusiones que sobrevendran, tenemos que, aun clasificndolas este gelogo como eocenas, manifiesta sus te-mores varias veces al hablar de ellas, puesto que dice "p0r arcillas ro-jas termina e1 cretceo, y ;por arcillas de:l mismo tono principia el Eoce-no", y las agrupa -segn .las concordancias, con los estratos de uno y otro terreno.

    El Sr. Vidal rebate-los argumentos de Carez, rnchazando la razn geogrfica de que puedan ser de distinto terreno las areniscas rujas, segn estn en distinto sitio, y por la gran. ahal0ga . entre las fnna-ciones de la zona a:lJOrte -con la faja central, y la de ambas con las for-maciones del alto Garona, propone la equivaiencia de las margas con lychnus -de Berga, de Tremp y del Rdano, c-0n las de bulimus gerun-densis; de este modo se supriman . los nombres diferentes, segn la lo-calidad que ocupen, para eslt:ratos a~logos y de la misma posicilli es-tratigrfica. '

    El encuetro deCl paludina ctspersa por el Sr. Vida! en Espinalbet Je hizo modificar su acuerdo al ver que se trataba de un fsil de la poco extendida faunela de la caliza de Rilly, en la cuenca de Pars, y en un yacimiento de la rp~sma disposicin estratigrfica. Segn esta idea, y como los grupds inferiores .' con lignitos sion indudablemente gerum-nenses, divid:1 1'as-'hi1.das roj ~s /por ht caliza lacustre faluaina hasta la caliza: de alr/eoiinas; hs capas de lychnus continuaban clasificadas como del gerumnense.

    Parece ser, pues;' que el nico fundamento pc..ra volver a conside-r ar las capas de la faj

  • - 67 -

    CORTE ,GEOLOGICG DE l ZON. BAUXIT~F.;~~ DESDE IGUALADA A mEDIONA .

    Desde Igualada, cuya cuene::a est en las margas azules de ortitolites y operculinas, coronadas por -ca.misas de tJJ0.cios ms con~istente~ (r), se va des,cend~engl_o en la . s~i;ie eo15eRa: 1. ,Se enc4?ntran estratos cali-ZQ$ amarillentos con numulites striata, cqr alarios; y algtmos gdster:,-pod os, y oomo ms infer,ior, up. potente tr.amo de caJizas_ y marga_a .rde color gFis con numulites /ler.fqata, .Lucasiana,~ e-.x;ponens, etr'., cestr-s,eis,, pecten, .._,arcas y otros_ labelibra1iquios. En este ~r.an:io ,inferior los e~1:rat-Os sue!~n ca-gar -fle grarnps ,de izua.rzo CQ},1~ir~,indqse e~ ver..slg.d~~p~s , areni?cas obscuras, c01;ite.ni~ndocJJ1~stas de f!elj d,o,s y _,en .gene!~l;3 ~s_-tante fosilfe~as: .., . , _ . ~ - . .,, ~ 1 , ". - :,, ~'1- r:fTIYr.a de .l~s vec,e~!Jais. c~p,as bu.~.

  • .

    ~ 68 -

    horizontal en este sitio, y han sufrido grandes erosiones. El color rojo se transmite a todo el valle dre MiraUes y apeFdbe desde lejos, de un cambio de terreno; oon los discutidos estratos de la banda central que atraviesan la provincia de NE. a SO., con anchos variables de uno a cuatr-0 kilmetros.

    El valle d ,Miralles ,se haee nota r, ncr slo por su ~0lor, sino por la dep:Fesn especial que marca la topbgrafi.. 'Los estratos viBosos pa-recen en discoi:dancia con la!s calizas. del eoceno superi0res a ellas, no solamerute en Rubi, sino cerca de la carretera; presumimos que este valle representa una lnea -de hundimiento, y la figuramos por una falla.

    Todo et Clot

  • rectificamos el plano del P . .A;lmera, en este sitio, sealando un isleo. del eoceno inferior.

    Desde el camino de Fahfragna, que bordea el pie de la Costa, en-contramos cariolas que, por su asipecto y colocacin, cor"responden oon el horizonte de calizas careadas en fa parte alta de tra;s, al que suponemos pertenece. Estas calizas son las que, en la bajada del Clot de Llop y en Mas den Torrens, encierran varios asbmos de bauxitas, con los que se pone en contacto Y. adopta pa:sos intermedios.

    El vaUe de Ruidevilles, desde el Puig a la Llacuna, est apoyado sobre calizas trisicas, la mayor parte de las veces cariolas; pero tam-bin se descubren en varios sitios del torrente la:s calizas tableadas de ntica gregrea, lmite -inferior de la denudacin que excav el valle; los yesos se encuentran en pocos sitios, pudiendo citar las proximida-des de la Llacuna.

    El lmite Sur del valle de RuideviUes es la sierra de la Llacuna, que recibe el nombre de Roeamur en su prolongacin al Norte. El anticli-nal que figuran es muy suave, pero est muy bien marcado; las calizas de fucoides, las ms inferioresi que se encuentran, alcanzan una PQten-cia de 40 a 50 m., con alguna pequea falla .y alguna intercalacin de areniscas ; en la parte alta de fa sierra se disponen las calizas casi ho-rizontalmente, por lo que las cortadas y quiebras que en ellas se han producido dejan macizos ca:prichos.os y de gran estabilidad por sus le-ohos horizontales; en el sitio m:s spero que producen se levanta el castillo de Mager. En la parte alta estn las calizas tableadas con ntica gregaria; pero, como en Font Cintora, paraje prximo a la Llacuna, he encontrado las ca:lizas de nticas a un nivel inferior, hay que suponer que. alternan ambos hori?'.ontes.

    Desde los altos de la Llacuna se abarca el valle trisico del To-rrente Puig Cgul; es rojizo, como el de MiraUes, pero de tonos ms apagados.

    Abundan en l los yesos y margas abigarradas con algana arenisca , y muchas calizas careadas formando el nivel ms alt0; en esta potente formacin, que, sin duda, comprende algunos cientos de metros, encon-tramos varios asomos de bauxita, los cua.Jes, en cualquier sitio que se considei;en, estn en contacto con la:s cariolas de la parte superior. Esite tramo yesoso forma barrancos speros por la denudacin, cuyo fondo suele estar representad@ por la caliza de fucoides, de la cual se ven abundantes retazos in situ. Del mismo modo que en la sierra de la Costa, sobre fas calizas. trisicas, se colocan las1 eocenas; pero en este caw no son las de aspecto de aga duke, sino fa:s marinas cle alveoli-nr s; esta superposicin se percibe bastante bien desde la sierra de Or-pinell hasta el pueblo de Mediona.

    I

  • - 'JO

    ,.i .Antes de llegar a--1as :-casas (390) la .caliza de alveolinas se coloca sobre la de fucoides, y sta, a su vez, sobre el tramo yesoso . . En el ro que ipasa p'or Cunill ~ y :en su rr.targiefm).j:tquier.dw, se ve cmo la caliza de alveolinas se _coloca inmediatamente en'tima de la de fucoides en un atticlinal suave, como de.mostracin del movimiento transgresivo del mar (}@Cencr: . Por esta razn ha:~eme>S em-~ estos sitios otra modificacin al pland del P . .Ahnera. . :.

    t l ~ CRIADEROS

    .T,.- l

    Como descabridor de la bauxita en Espaa hay que considerat" al P. AJmera, :que la cita en 1900 en su plano 'geolgico; s!in embargo, en j.usticia, el que ha producido el resurgimiento industrial es el g~logo alemn, Sr. Goetz Phil.ippi. ,: Todos les aflbramientos estn ctomprendidos en un rea que tendr iI kilmetros de larga,

  • pai;:ticular si s9t;t _altt.mio~o.s y pisolti~os; pu.es supuestQS hierx:~s de e.sta. da&,e han sido l-s prepirsores en muchos de .Jos descubrimJentos de bauxita. , r ., J _ , :. ,

    O ROGE~ 1.A .

    De;l estuc;J..io d l;s movimiitmtos orgnicos "se . deduce que e.18 C~t.;lua, desde lo.s tiempos paleozoicos, han existido porciones con tenden-

    .. ,, .; J ) ...; U..1 . cia, a la resistencia, y otras, por el contrario, dbi\es1, en las que se han localizado hundimientos. Los ncleos. de rigidez h~n sido: uho, ~acia la z.na. pirenaica, y el segurdo., sitttado en el Medikrdneo y llega11do hasta la zona .litoral catala.na, que consei;va sus restos. As vemos.' cmo ya. los pliegues he.rcinianos hacen depositarne al carbonlfero ~n fos Pi-rineos orientales y emerger los esltratos paleozoicos de la: costa. Estos pilares _yq. no tienen rp.odifict;tsi~n esencial en el seeundari9, pustq." que .no son q1biertos por SUS sedimeq.tos, sino qu~ Se acuh~\an en j>US bor-.des dando lugar a un rgimen la.cunar que ~ontira acel,2-tu,,ndo~e hasta facies daramente marina del jursico demostrada p(}r SUSI fs'iles, y pierde profundidad hacia el final del sistema, inicjndose otro maciz en el Mediterrneo. '

    Durante el crtceo inferior deiba existir la cordilera litoral, por los depsitos encontrads, P-enetrando el mar en Francia por Proveq-za. El terreno contina sus emergencias hasta producir, en el creteo superior, e'l rgimen de lagunas, ~ezclndose fos , radiolitos ch los lychnus de agua dulce, y esta facies continental se desairo1'1a sobre '~11 mdzo litoral, mientras que, entr l y el macizo editefrneo, existan las grandes faguna:s que han producido los d~psitos de Provenza 'y

    ~erga, 10s garumnenses. El 'pasd de los ltimos sed{rnentos secund~rios a: ,) os primero? leI terci-ario se hace 1con gran lentitud hasta llega,r a la gran caliza de alveolinas, 'que . marca una enrgiea transgresin sGbre las -a,nfiguas cordi11rns litorales del s.ecundario. En todo :el ferdari'o, en susi tfes 'fases

  • - 72

    di.terrnea. La gran depresin del N., unida a la: clsica del hundimiento del Ebro, esrt iniciada desde el paleo:coico, segn los sedimentos carbo-nferos de Seo de Urgel, San Juan de las Abadesas, etctera, y se ha ido haciendo ms amplia durante todo el secundario,, lo que a;testiguan fos depsitos cretceos que la contornean al S. y al N. En la er\. ter-ciaria, su papel es absolutamente esencial, y c_cmsil:ituye el campo donde se manifiestarn. los esfuerzos de los bordes rgidos. Otra zona dbil, ms acantonada y menos importante en general, pero m:s interesante, desde nuestro punto de vista, es la paralela a la falda S. l-0.ngacin de los yadmintos espaoles deben sup0'-

  • - 73 -

    nerse hada Teruel y la:s prOV'ni

  • - 74 -

    Analizados rlos ms freeu.entes al mi.eros.copio, se observa que sobre una masa de tono pardo obscuro se desta-can ndulos .rnjizos con dis ... tintos grados de oxidacin. Como carcter genrico, a .toda,s las con-centraciones ferruginosas se puede sealar el redondeado de sus con-tornos. Los cuerpos ferruginosos pueden ser de constitucin simple Q '9c;>mpues4t., y casi en su totalidad tie:gen textura. ooltica. Las concen-tra{:iones J ms simples son manhitas tenue; redondeadas, de dos o tres ceritsirias de mil'metfo, y que, en lo~ 2caso~ ms ~encillos, se desva~ . necen en el tono pardo d,~l fond9

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    dn; se pierderi .f.os bordes, borrmdose parcialmente el contorno, y por entre los flecos y -desgarraduras que dejan las disoluciones penetra la materia amorfa ms clara para constituir, a modo de vetas, el rel~eno de las fisuras producidas ; esas fisura's, que tienen todo el aspecto de la-s grietas :de contraccin, son muy frecuentes en las maisas ferruginosas empas:tadas al empezar su disgregadn. Otras veces, las -disoluciones han debido eirc1itlar a travs de las masas fer ruginosas, atravesndolas por fos espacios estiellados a que antes hemos aludido, y as se ve cmo, aun cwns-ervando el contorno, .la parte interna toma el aspecto confuso que le da la materia amorfa introducida por las agua's al destruir la textura ooltica.

    Se comprueba de un modo indudable que aunque en la actualidad se prodzca en las cubetas de Yelowstone las bauxitas ooficas, no es preciso rncurrir a sus circunstancia_s especiales para justificar esa textura.

    Al estar estudiando microscpicamente la:SI bauxitas, lleg a mis manos ;el trabajo de J. Morrow Cambell sobre las lateritas, y me llam vivame,nte la atencin la gran semejanza, rnsi identidad a veces, de al-gunas .laterita~ ,con las bauxitas . qpe examinaba; se ll~g,a, 1'1 efecto, a 1as mismas complica.ciones oolticais, cop anlogos .c~nductos de for-maoin y dest ruccin de textura, dentro

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    aguas, al ser atravesados por 'las aka:linas, producip.dose silicato y alu-minato alcalino; ste a s.u vez es atacado por el cido carbnico for-mando carbonato alcalino y depositando el trihidrato. Las aguas de la zona de laterizacin, cuando estn expuestas al aire, depositan hidra-tos de hierro y almina con hidrosilicato, todos amorfos. Naturalmente que todas estas disoluciones que han producido los depsitos pueden tambin redisolverlos, y este es el origen de las acciones secundarias que tienden generalmente hacia la completa hidratacin del xido f-rrico, produciendo de un modo lento su emigradn, con el aumento consiguiente en el tanto por ciento de almina, y de este modo se llega a los tipos que, ipor su composicin, reciben en el comercio el nombre de bauxitas.

    El lugar

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    En el nuestro de las bauxitas de Barcelona, los hechos que no.s pue-den servir para formular la gnesis son los siguientes :

    I. Los numerosos y pequeos afloramientos que se encuentran en el eoceno o en la unin de los terrenli en sitios det-erminados, de acceso ms fdI; y ms li.ctiva-mente por la mayor temperatura de las aguas, y esta accin puede en-lazarse cle ci~rto modo con la siderolrf:ica.

    Cuando avancen . las eXiplotadones se descu>brir s,i actuaron de pre-ferencia sobre asomos -de rocas dterminadas y desaparecidas o en las grietas y fisuras de las aduales. '

    Los asom-os de bauxita nos parecen ipoco a propsito para tener en consideracin la 1hiptesis geyseriana, que, a.clem:s de en la forma del depsito, teadta que fun ltimos tra-t

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    porque cuando estn expuestoS> a un calor intenso, se cubren . de un:i slida masa de esmeJ!il,

  • 1

    1: 1

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    Sin embargo, los precedimientos para la obtencin de a:lmina de menas ms silceas esta conocidos y aun resueltos en la actualidad.

    CONCLUSION

    En resumen: tenem'Os en explotadn yadmientos de bauxita en una de las regiones ms industriales de Espaa, y donde es ms abundante la energa elctrica. Las razones geolgicas hacen presumir que se han de encontrar nuevos criaderos a lo largo de la antigua cerdillera lito-ral, ya desaparecida.

    Creemos precisos estmulos del Estado para la creacin de fbricas y laboratorios que, sirvindose de las mejores. menas, vayan ensayrndo, tambin en nuestro pas, el modo de utilizar los minerales ms silceos, estando as al tanto del problema importantsimo que representa la ob-tencin prctica y econmica del aluminio de los abnndantsimos yaci-mientos que le contienen. Y simultneamente con esta accin qumico-in

  • , .

  • ACTA DE LA SESION DEL DIA 20 DE NOVIEMBRE DE 1919

    Se abre la sesin a l~s diez y media de la maana. El seor, VICESECRETARJO lee el trabajo de D. Carlos E: Mon-

    tas, que, en extracto, es como sigue:

    "SOBRE :COMBUSTIBLES PULVERIZADOS

    Por D. CARLOS E. M:ONTAS, Ingeniero industrial.

    Una de- las primeras materias que afectan con mayor intensidad a la Economa de todas las naciones. en nuestra poca. es el carbn.

    Su produccin debe ser intensificad~ para que su precio sea m~nor, y el consumo debe ser rigurosamente vigilado para obtener del carbll' que se consume el mximo rendimiento posible, perfeccionando la com:. bustin.

    La desti)acin se presenta como sol~cion para evitar coste de trans-porte y "congstin" de trfico; producida por aglomei,:acin de ' vago-nes en ciertas zonas. La calidad -de nuestros carbones hace a .veces costosisima la destilacin. Los !hogares especiales existen a centenares ; pero es indiscutible que cada clase de carbn requiere manipulacin es-pecial cuando se trata de clases pobres.

    El combustible lquido es indiscutibl>emente el' que mayores ventajas ofrece para el aprorvechamiento perfecto de las caloras .que encierra.

    La utilizacin

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    vamente abarrotados, y permiten el transporte de otras mercancas de mayor 'l"endimiento y provecho a la Economa nadonal.

    Los ferrocarriles espaoles, hoy sjetos al empleo de carbn ingls para sus locomotoras, no solamente se Ebran de utilizar esa calidad de carbn, sino que pueden ya utilizar carbn nacional de sus propias mi-nas, sin temor a las arveras.producidas por la uti1izacin de malos car bones en hogares dispuestos para utilizar el carbn ingls, y pueden con facilsimo y cmodo sistema de conducir los fuegos, mantener la presin constante con gran economa en el consumo de carbn y en la conservacin de la mquina. Es realmente admirable el servicio de una locomotora provista de los aparatos necesarios al empleo de combustible pulverizado, pues permite al maquinista atender a operaciones y obser-vaciones de mayor importancia en su se11vicio, ya que su atencin no est mantenida, como hoy, a la vigilancia y direccin de la conduccin de los fuegos; operacin hoy difcil, molesta y a la par costosa, tanto para: los intereses nacionales, como para los de las Compaas, pues a todos afecta.

    Estos son, en lneas generales, los puntos que cubre mi trabajo pre-sentado al Congreso de Ingeniera, fruto de mi personal estudio en los Estados Unidos durante el verano de 1919. Propongo la adquisicin de las patentes americanas de esos procedimientos, hoy sancionados en la prctica, o la inme,diata formacin de una so~i.edad que explotara en Espaa, con los medios necesarios, estos procedimientos, que tantos be-neficio~ habran de reportar a zonas de incalculable riqueza minera de carbn, hoy inaccesibles a los mercados, porque la calidad del carbn no justifica la construccin de ferrocarriles de elevado precio de coste por la topografa de la zona a atravesar entre los cotos mineros y los centros consumidores.

    Utilizando este car.bn pulverizado, pueden crearse centros de pro-duccin de energa elctrica ms econmicos que los saltos de agua en algunos casos, y complementarios de esos saltos de agua en casi todos los casos (pudiendo suprimir los gastos de regularizacin por grandes embalses), dando vida y riqueza a regiones hoy pobres y de difcil re-surgimiento por sus especiales condiciones."

    El Sr. BALZOLA pide la palal;ira, y, una vez concedida por la Pr-esidencia, dice que en la sociedad "Altos Hornos de Vizcaya" se ha hedho una pequea instalacin para combustible pulverizado, y que se pone a la

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    bechas por el Sr. Balzol; .lee el trabajo de que es autor, y que es aco-gido con calurosos aplaus0s, aprobndose sus con

  • tanto, necesario ante todo una inteligencia entre estas dos entidades respecto al futuro aprnvecqamiento
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    Ahora bien: ,,para obtener el petrleo separndolo de los minerales impregnados, hay que resower en cada caso el probkma itidustrial; pues, como acontece casi siempre en los albores de las industrias, P.-ratos empleados con xito en un sitio, suelen no servfr para la explo-tacin de otro yacimiento que presentaba caracteres parecidos. Tal ha sido el caso de las .destiladoras de Escocia, fracasadas en algn punto de Espaa. Por otra parte, la imposibilidad industrial de resolver estos problemas en pequeo, la necesidad de llegar a un precio de e.xtraccin de mineral econmico, y la necesidad de tratarlo a bocamina, nos ha-cen .desechar, como posibles hoy de explotacin industrial, a todos los yacimientos que no presenten una gran regularidad de formacin geo-lgica y de impregnacin petrollfera.

    En cuanto a estas impregnaciones, las !hemos visto en esquistos o pizarras, en calizas y en areniscas.

    De fas primeras, esquistos o pizarras, son, sin duda, los ms abun-dantes en Espaa, hasta el punto de que es rara la regin de la P en-nsula que no cuenta con eUas. So.n, por contra, los de ms difcil y costosa explotacin, porque exigen el empleo de la destila'cin seca del mineral, la .cual da lugar a aparatos costossimos para instalacin y un gran gasto de caloras para explotacin, auh en los ieasos en que ha llegado a encontrarse la destilacin continua.

    Las calizas bituminosas se tratan hace ya mucho tiempo, some-tindolas a una corriente de sulfuro de carbono que disuelve el betn, del que se separa luego, elevando la temperatura de la disolucin a 50 grados. Este procedimiento sera ideal si no fuese porque la necesidad de recuperar el, sulfuro que qued impregnado a la roca obliga a in-yectar un chorro de vapor a presin, que origina a .su vez un gran gasto de combustible.

    Respecto a Ja arenisca ibituminosa, podmos .decir que en los yaci-mientos que la "Sociedad Annima Espaola Petrol" posee en Fuente-tooa (provincia de .Soria}, hemos -llegado a encontrar un procedimiento de separacin del betn que no exige mano de obra ninguna, y que no necesita ms que el gasto de una tonelada de antracita por cada cin-cuenta de mineral tratado. Una vez obtenido el betn, es sometido a destilacin directa, dando un 20 por roo de gases incondensables, un 6o por roo de petrleo bruto, sin rastro de azufre, y un 20 por roo de cok de retorta, con el que !hay calor bastante para destilar a su vez a una tonelada de betn. En cuanto al petrleo bruto, f qcdonado y refinado, proporciona un IO por roo de gasolina ligera, 5 por roo de gasolina pesada, 25 por roo de petrleo, 20 por roo de aceites para transformadores y de engrase, y un 40 por roo de aceite combustible para motores de combustin Jnterna.

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    . La formacin soriana, capaz de .proporcionar 30,000 toneladas de 'petrleo du;ante varios siglos, ocupa una extensin de ms de mil hec:... treas, y aparece en el limite del cretceo inferior y el medio. ..

    Los' afforamientos, que se han hecho visibles gracias a una doble presin .Norte-Sur y Este-Oeste, que ha levantado los pisos, se s i gue~ i11intrrumpidamente por espacio de varios kil6melros.

    El piso superior calizo tiene una altura de unos 6o metros, y por bajo de l estn las capas de arenisca en nmero de. catorce, con po-tencias entre dos y ocho metros, y alternadas con capas de arcilla de ms espesor. .

    La extraccin del mineral puede hacerse siguiendo procedimientos anlogos a los usados en las minas de caflbn de PennsyLvania (Esta-Cilos Unidos).

    Por debajo de estas capas, aparece con profusin la greda caracte-rstica de los terrenos petrolJ..f eros. .

    En cuanto a otros yacimientos posibles, segn nuestras observacio-nes, deben encontrarse, como los de Soria, en el lmite del cretceo in-ferior con el medio; y a juzgar por el xito con que hemos visto con-firmadas nuestras suposid0nes en algunos casos concretos, tenemos la creencia de que el subsuelo espaol encierra bastante riqueza petrnl-f era, fcil e . industrialmente explotahle, para no necesitar proveer su consumo con los mercados extranjeros."

    Como conclusin del anterior trabajo, se aprueba la siguiente: "' S~ est obteniendo petrleo actuaJ.mente en E spaa destilando el

    betn obtenido de areniscas bituminosas. Cada 50 toneladas de arenis-ca necesita:n una tonelada de ntracita, hasta separar el petr6leo bruto.

    "En los lmites dl cretceo inferior y el medio, deben encontrarse nuevos yacimientos, que resuelven el problema de abastec~r a Espaa con petrleo de su subsuelo."

    La Seccin se entera de una comunicacin, que lee el Sr. VICE-SECRETARIO, remitida por la sGciedad "Hullera Vasco-Leonesa"; y suscripta por el Ingeniero de Minas D. Csar Prez V i.Uarias, titulada "Breves notas sobre la cuenca hullera de Santa Luca y sus posibles rendimientos" .

    La SecCn demuestra con numerosos aplausos el agrado con que ha odo la lectura de los anteriores trabajos. ' ~

    A propu.esta del Sr. PRESIDENTE, se acuerda conste en acta la satisfaccin

  • ACTA DE LA SESION DEL DIA 21 DE NOVIEMBRE DE 1919

    Se a:bre la sesin a. las diez y media de la maana. E1 Sr. PATAC (D. Ignacio) da lectura a un interesante estudio,

    que, en extracto, es como sigue:

    "EXTRACTO DEL TRABAJO TITULADO "LA FORMACION URALlENSE ASTURIANA''.

    Por D. !GNAcio PATAC, Ingeniero de Minas (1).

    El hullero superior de fa cordillera Cantbrica, de facies marina, o sean el uraliense, desbordado por diferentes puntos de la misma, ha penetrado en Asturias por el Oriente y por el Oodcloente, formancfo de-psitos caribonkros que plegamientos post-uralienses o -permianos y la denudacin han dejado reducidos a pequeas manchas y cubetas, algunas de escaso valor industrial.

    En fa parte oriental de fa provincia han quedado restos de esta for-macin en Ons, Cabrales, Sebarga, Pra, Campo d~ Caso, la Marea y en otras .Iocalidades donde tan -slo ofrecen .lchos de pizarras estriles. cuencas de Tormaleo, Gedrez, Valle de Gilln y Tineo. En el Oocidente, de mayor importancia industrial, han quedado las

    El estudie de las cuencas aislada,s de Arnao (Avils), Ferrees, Santofirme, Vin, Tarazo, Carrandi (Colunga), de los sondeos de la Vega y Cal

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    El 1descubrimie11to de :la flora permiana en Verguei:es (Pola de Sie-ro) con Callipteris conferta, Walchia piniformis Schlt, Walchia lypnoi-des Brong, asociada a formas propias del hullero superior, .como el Pe-cpteris arbrens Sch1t, y P. Pluckenet~, viene a poner en claro tl problema geolgko, ha tiempo plantea.do en ESipaa, acerca de la exis-tencia del sistema permiano, del cual jams: se haban encontrado espe-cies caractersti.cas en nuestro s, concordantemente a las del hullero superior, de la:s que conservan una gran parte de :su flora.

    No habiendo ningn indicio hasta la fecha

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    Como conclusin del extenso trabajo que precede, se aprueba la si-guiente:

    "Necesidad de ampliar ~os sondeos en Asturias para el descubri-miento de las grandes cubetas hulleras que posiblemente existen a no gran profundidad, y especialmente en la zona entre Avils y Puerto de Sueve, Oviedo, Infiesto y el mar, as como la formacin de un pla-no tectnico de toda la zona Plrbonf era."

    El Sr. DE RODRIGO (D. Rodrigo) lee a continuacin el siguiente trabajo:

    "EL APROVBCHAMIENTO DE LOS LIGN ITOS Y LA FA BRI-CACION DE ABONOS NITROGENADOS EN ESPA:&A

    Por D. RODRIGO DE RODRIGO Y JIMNEZ, Ingeniero de Minas.

    El problema de la produccin industria! del cido ntrico y sus com-puestos derivados, partiendo de la utilizacin del nitrgeno atmoSif-rico, viene estudindose, con ms o menos xito, desde hace unos veinte aos, y .han sido halladas para l varias soluciones, cuya aplicacin po-

    ~ible depende en cada nacin d~ -circunstancias muy variadas. La im1portancia de la cuestin justifica perfectamente el inters des-

    pertado; -pues harto conocidas son las aplicaciones del cido ntrico en las industrias de la Fotografa, de los lca:1is, de las materias coloran-tes y tantas otras de la Qumica moderna; el lugar fundamental que ocupa en la fa'bricacin de explosivos y, sobre todo, la necesidad im-periosa que todos los pueblos civilizados tienen de emplear los nitratos como elementos fertilizantes de las tierras de cu1tivo, a las que son ab-solutamente indispensables.

    Hasta hoy, puede decirse que la nica fuente de que el hombre dis-ponfa para obtener productos tan esenciales para su vida eran los ya-cimientos de nitratos de Chi1e y Bolivia. Descubiertos estos criaderos en 1830, comenzaron a utiliz?rse en 1850, y su exportacin, principal-mente a Europa, ha crecido desde entonces segn una progresin ver-daderamente alarmante, ya que no ser posible sostenerla mucho tiem-po sin agotar tan preciosas reservas. Estas parece que ascienden a 6oo millones de toneladas en la Amrica meridional, y a 22 millones en los nuevos yacimientos descubiertos. recientemente en California. La imL portacin europea, que en 186o represent 225.000 toneladas, era en 1914 de tres millones y medio. Esta progresin fu interrumpida con mo-tivo de la guerra; pero, de continuar, como es inevitable, los depsi-tos americanos se agotarn en un plazo, tasado en cuarenta: aos por

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    las sociedades explotadoras, y en ciento cincuenta, segn las cubica-dones ms optimistas. En todo caso, es irremediable su fin prximo; y antes de que llegue, el hombre ha de buscarles una substitucin pre-visora. En parte, podr suplirse el salitre chileno con el sulfato am-nico obtenido en la destilacin de las hullas; pero esta produccin, por mucho que crezca, no podr bastar ni remotamente a las exigencias imperiosas de la demanda.

    Hay, sin embargo, una reserva prcticamente inagotable de nitr-geno, que es la atmsfera; inmenso depsito que contiene 400 trillones de toneladas, y cuya utilizacin persiguen con ahinco los ms- sabios investigadores, tratando de vencer la inercia de este gas, refractario a toaa combinacin, en condiciones ordinarias de presin y temperatura.

    Dos series paralelas de procedimientos !han conseguido llegar a re-sultados relativamente satisfactorios: uno, fijndolo en forma de cid0 ntrico, por combustin directa con el oxgeno, valindose de la chispa elctrica, y otro, absor:bindolo qumicamente por intermedio de car-bros metlicos a elevada temperatura.

    El primer sistema tropieza con el inconveniente de su escaso ren-dimiento industrial, que, prcticamente, no puede estimarse en ms de 500 kilos de cido ntrico fabricado por kilovatio-ao consumido. El segundo da rendimiento~ ~S elevados, pero encuentra la dificultad de tener que fijar el nitrgeno valindose de substancias de produccin limitada, de valor relativamente grande, y que, a su vez, exigen para su fabricacin cantidades considerables de energa. Tanto en uno como en otro caso, el problema est, pues, reducido a disponer de fuerza en cantidad suficiente y en condiciones de precio que permitan competir con el que tengan los nitratos chilenos en el lugar de consumo.

    Respecto a la cantidad de energa necesaria, es tal, que si se pre-tendiese fabricar cido ntrico por los procedimientos empleados en No-ruega, en volumen suficiente para substituir a la importacin de nitra-tos, no bastaran, dedicados a ello, todos los saltos de agua actualmente en explotacin en Europa, cuya potencia representa unos cuatro millo-nes de caba1los. En .cuanto a;l precio que esta fabricacin requiere, si ha de competirse con el salitre de Chifo, dado su valor en condiciones normales antes de la guerra, no debe exceder de 30 a 50 pesetas por caballo-ao, segn las condiciones locales de emplazamiento, con los rendimientos actuales.

    Parece, pues, a primera vista, que no es una empresa tentadora, desde el punto de vista comercial, emprender la fabricacin de un pro-ducto en lucha con un terrible competidor; que ha de absorber una cantidad de energa fabulosa, y que ha ~e disponerse de sta a un

    ,.

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    precio inferior al que permiten pagar tantas otras numerossimas ~pli-caciones indus_triales. , .,

    Mas debe tenerse en cuenta que la Naturaleza nos ofrece inmen-sos manantiales improductivos de fuerza, a los que es preciso buscar-les aplicacin; que las reservas hidrulicas inactivas en Europa repre-sentan unos 45 millones de caba:llos, y ms de 25 las estudiadas pai:a los Estados Unidos; que el valor de los nitratos americanos sube gra-dualmente en la escala que la demanda aumenta, y crecer ms rpi-damente a medida que k>s criaderos se aproximen a su ag0tamiento ; y, sobre todo, que el buscar un substituto a stos es una ,necesidad in-eludible, si hemos de procurar que ios hombres del porvenir coman pan.

    Exigen, adems, la fabricacin de productos nitrogenados, razones de alto inters poltico y consideraciones impuestas por la gecesidad de alcanzar la independencia econmica de los pueblos. Elementos tan esenciales como los nitratos, primer.a materia para la fabricacin de plvoras y explosivos, indispensables para la defensa nacion.1, y abono imprescindible para sosten ex: la fertilidad y .ta produccin del suelo ara-ble, deben fabricarse, necesitan obtenerse, dentro de cada nacin, para no estar a merced del suministro extranjero, que puede faltar en el momento ms necesario.

    Srvanos de ejemplo el caso de Alemania en la pasada guerra. Esta nacin, que en 186o 'consumi 55.000 toneladas de nitrato de Chile, importaba anualmente, al estallar la conflagracin, 800.000. Al romper-se las hostilidades, tena en sus almacenes una reserva . de roo.ooo to-neladas, que fueron rpidamente consumidas por las fbricas de mp-niciones. Para sostener la .produccin de explsivos, se aprovecharon todos los productos qumicos que contenan nitrgeno ; al mismo fin se dedic, transformado, todo el sulfato amnico obtenido en la destilacin de lhuUas, que fu llevada al lmite posible. Mas no bastaba, y hubo de recurrirse al nitrgeno atmosfrico ; acertadas investigaciones per-feccionaron los procedimientos iniciados por Frank y Caro, en 1905, y en todas partes donde .fu posible se instala.ron fbricas, que llegaron a producir cantidades considera.Oles de nitrato de calcio. Pero no pudo improyisarse tan enorme volumen como era necesario, bajo la presin formida:ble de la guerra; y si las fbricas de explosivos fueron aten-didas, no hubo posibilidad de hacer lo mismo con las necesidades agr-colas. Los altos rendimientos en trigo de los campos alemanes, soste-nidos a base de, abonos, descendieron de una manera enorme; y tal vez haya sido el hambre la: causa fundamental que ha hech g errum-barse el podero alemn antes de que. pudiera bastarle su prnpia pro-duccin de nitratos.

    El da, bien cercano, que la instalacin de estas fbricas. est ter-

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    minada, Alemania producir ms de 500.000 toneladas de nitrato de calcio, y se habr emancipado de abastecedores extrao&.

    Simultneamente con ste, ha resuelto la Qumica lemana otro pro-blema interesantsimo durante la guerra: la fabricacin del amonaco sinttico, segn el procedimiento d Haber, perfeccionado, implantada i>r la "Deutsche Ani:lin und Soda Fabrik", para llegar, por este me--dio, a la produccin de nitratos. Este procedimiefitb novsimo, cuyo de-talle desconozco, parece ser que consti~uir una de las ms importante'S industrias alemanas, y que los norteamericanos piensn implantarla r-pidamente en su pas. Tal .vez estos mtodos recientes superen de tal modo a los conocidos que basten a transformar esta industria naciente det nitrgeno; en todo caso ser necesario estudiar en los lugares de aplicacin estos y los dems procedimientos que hayan sido empleados en los distintos pases durante el perodo febril de la guerra; y simpli-ficado o no el problema que estudiamos, seguir existiendo para nos-otros, y no quitar fuerza a lo expuesto, aunque .Jos adelantos hoy des-conocidos rectifiquen algo de lo que queda por exponer.

    Espaa, por desgracia suya, lha sido hasta ahora una pequea con-sumidora de nitratos a.kalinos. ' En r9o8 import unas 8.ooo toneladas, y en 1914 lleg aproximadamente a 33.000, que en aquella poca va-lan unos 11 mi.llones de pesetas.; pues el salitre con 15-16' por 100 de nitrgeno se venda a 325 pe&etas tonelada en "los d'epsitos de los puer-tos. Esta cifra es verdaderamente exigua, e indka eil atraso de nues-tros cultivos; siendo la superficie agrcola espaola superior a 200.000 kilmetros cuadrados, resulta un empleo medio de ferti'lizantes nitroge-nados de poco ms de r ,5 k