A los cuarenta días de la Navidad,

la Liturgia de hoy nos invita a celebrar

un acontecimiento de la vida

del Niño Jesús:

la Presentación del Señor

(Antiguamente la Purificación

de Nuestra Señora).

En la Biblia, el número 40 es un número sagrado... (Diluvio, Moisés, Elías, desierto de Jesús).

La Ley mosaica prescribía que todo hijo primogénito de sexo masculino, 40 días después de su nacimiento, debía ser llevado al templo, para ser ofrecido a Dios.

Y la madre debía en ese día presentarse para recibir la purificación legal, conforme a la mentalidad de la época…

En la 1ª Lectura, Malaquías presenta al mensajero de la Alianza, que entra en el templo para establecer un pacto renovador y ofrecer la ofrenda debida. (Ml 3,1-4)

La 2ª Lectura afirma que Jesús es el Pontífice, que extiende su mano salvífica a los hombres y expía con su muerte sus pecados. (Hb 2,14-18)

En el Evangelio Jesús entra por primera vez en el templo para ser presentado a Dios. (Lc 2,22-40) El texto subraya cuatro aspectos en los que vamos a profundizar:

Los padres María y José, con su hijo Jesús, van al templo de Jerusalén

para cumplir el doble mandato de la ley mosaica:

Presentación del niño y la Purificación de la madre a los 40 días después del parto.

Así Jesús desde los primeros días de su vida cumple la voluntad del Padre.

Este episodio tiene una enseñanza muy importante para

nosotros y nuestra familia

Muchos padres se preocupan en dar educación, instrucción, trabajo y buena posición social a sus hijos, pero eso no es suficiente. Deben consagrar sus hijos al Señor desde el inicio de sus vidas. Muchos padres se contentan con mandar a los hijos a la iglesia o a la catequesis.Esa imposición externa no basta si no está sustentada por una convicción más profunda.

Educar en la fe es mucho más que enseñar prácticas

religiosas.

Sabemos que los niños aprenden mucho más con los ojos que con los oídos.

La vida cristiana de los padres es el mejor método para enseñar catequesis a los hijos.

- Si los padres rezan en casa, los hijos aprenden a rezar con ellos;

- Si los padres leen la Biblia, los hijos aprenden a buscar la luz de su vida en la Palabra de Dios;

- Si los padres participan en la comunidad cristiana, los hijos los siguen y se hacen cristianos comprometidos.- Si los padres practican el amor, el perdón, la generosidad para con los hermanos, los hijos los imitan.

Y así los padres cristianos de hoy están llamados a "consagrar" sus hijos al Señor.

+ Simeón toma el Niño en los brazos y lo ofrece a todos los hombres...En un mundo en el que el número de los ancianos aumenta (...) , Simeón nos es presentado como un anciano ejemplar: "Justo y piadoso", que ha comprendido el sentido de su existencia.

Sus días están llegando a su fin, pero está feliz y pide al Señor que lo acoja en su paz. No añora los años de la juventud, no vive quejándose de la vida; conversa con Dios y mira hacia adelante.* ¿Nuestros ancianos comunican a los jóvenes la misma alegría, el mismo optimismo, la misma esperanza en un futuro mejor? ¿Cultivan el mismo diálogo constante con Dios?

+ La Profetisa Ana: otra persona anciana, de 84 años... Ella no se aparta del templo del Señor. No anda en busca de amantes, no tiene tiempo para perder, no va de casa en casa para conversaciones inútiles, para hablar mal de los otros. Sabe que los días de su vida son preciosos y deben ser vividosen la intimidad con el Señor y en el servicio de la comunidad.

A pesar de sus 84 años, con renovado ardor misionero, ella habla del Niño a todas las personas con quienes se encuentra...

* Las personas ancianas no se sienten inútilescuando viven en la expectativa de la venida del Señor, al servicio de los hermanos y hablando de Jesús a todos aquellos que están buscando el sentido de su vida. Ana y Simeón

+ La Familia volvió a Nazaret: “Y el niño crecía en edad, sabiduría y gracia...ante Dios y ante los hombres..."* Ojala la Familia de Nazaret sea un modelo para todas las familias,donde los hijos encuentran un apoyo para realmente crecer,en edad, en sabiduría, en gracia, ante Dios y ante los hombres...

y así ser aquella familia que Dios quiere...

P. Antonio Geraaldo Dalla Cosa CS - 02.02.2014

+ "Luz de las Naciones" La profecía de Simeón se convierte hoy en una gran fiesta de la Luz: con la bendición de las velas… las procesiones… y el compromiso de ser en el mundo de hoy un reflejo de la luz de Cristo, para que nadie camine en las tinieblas…

Meditada por: P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS

MI DOMINGOCon la Palabra de Dios

http://www.buscandonovasaguas.com

Ilustración:Nelso Geraldo FerronattoTraducción:

P. José Luis Uranga CMFMúsica: Hino a Nossa Senhora dos NavegantesAutor desconhecido