pregon de la semana santa de lora...

XXIV Pregón Oficial de la Semana Santa de Álora

1 de 28 Francisco Lucas Carrasco Bootello



I

Salutación y Dedicatoria

En el principio solo existía Dios.

En el silencio estaba Dios,

Y Dios quiso salir de su silencio…

Pronuncio una Palabra. Dijo Dios: “exista todo”.

Y todo se hizo realidad.

Y vio Dios que era bueno.

Y Dios, el Dios de la Palabra.

Buscó nuevos modos de comunicarse.

Inicio un largo camino junto al ser humano.

Les acompañó y escucho su clamor.

Y siguió utilizando Dios

el lenguaje de la amistad,

aguardando con paciencia

la plenitud de los tiempos.1

Con gratitud inmensa a quienes me designaron. Con humildad y sincera modestia,

este nazareno vestido de pregonero quiere expresaros a todos, presentes y ausentes,

mi agradecimiento por la oportunidad histórica de mirar en mis adentros y buscar en

ellos las palabras mas adecuadas con las que anunciarles a todos la Pascua que

encarna el Santísimo Cristo Resucitado.

Cristo Resucitado, que viniste a nuestra orilla con la única pretensión de que te

siguiéramos. Ansia eterna de almas que esperan, amigo bueno que así me llamas. Tú

dejaste el sudario de nuestros olvidos sobre la fría piedra de la muerte para que lo

viéramos y sintiéramos hasta el fin de los tiempos cada vez que nos acercamos al



banquete de la Eucaristía. Por esta razón de peso no puedes ser el último sino el

primero de nuestros Titulares. Esta noche y todas las noches. Todas las noches y

todos los días.

Señor Resucitado:

Tú sabes cuanto interés tengo

en darte a conocer.

Tú conoces mis deficiencias

e inseguridades.

Tú sabes cuando me canso,

me quejo

o me rindo.

Realiza junto a mi esta tarea.

Pon en mi boca la mejor palabra.

Quiero transmitir tu Mensaje,

contagiar tu Amor,

animar a seguirte,

Ser buen profeta tuyo.

Haz de mi alguien justo y misericordioso

Valiente para denunciar lo que no está bien

Y dispuesto a alentar todo lo bueno.

Señor que miraste a mis ojos de frente

Sonreíste y dijiste mi nombre.

En la arena he dejado mi barca,

junto a ti buscare otro mar.

Derrama la gracia de tu Espíritu Santo para que mis palabras de hoy, sirvan de

aliento a los que cada día del año son prioritarios en llevar a generaciones de perotes

la base fundamental de mi reflexión en voz alta.



Una reflexión que no nace de la estudiada selección de palabras rebuscadas, ni busca

el aplauso fácil, ni pretende debates inútiles. Este pregón aspira a que profundicemos

en la riqueza cultural que nos ofrece la pedagogía cofrade orientándonos a que

nuestro fin primero sea mirar al que sufre, alimentar al que tiene hambre y dar

aliento al que lo necesite. Si no es así nuestros nazarenos serían mascaras de disfraz,

nuestros tronos, altares arcaicos y huecos y nuestras procesiones, una cabalgata tan

hedonista y teatral como vacía.

Por ello, mirando siempre a los que son imprescindibles en nuestra tarea,

dediquemos nuestro pregón a los que necesariamente arriman el hombro para que

este caminar sea lo más digno posible:

A nuestras familias, sin cuya comprensión harían imposible que lleváramos

siglos conmemorando la resurrección de Cristo a los sones de

cornetas y tambores.

A los amigos que dejamos en el camino acomodados en los palcos celestiales

y se disponen a los mismos preparativos que aquí abajo haremos los próximos

días. Especial mención los recién llegados Paco Carrión y Antonio Suárez y

por supuesto a nuestro llorado Antonio Lobato que vuelve a estar conmigo en

la redacción de estas palabras. Tal día como hoy partió a la casa del padre.

A los niños y jóvenes cuyo estímulo transmitido a la Semana Santa generación

tras generación la convierten en centro de gravedad en hogares donde se

esperan estos días con inusitado entusiasmo.

Y sobre todo a los cofrades no nacidos.

Unos, preciados tesoros que llenaran la vida de sus progenitores y otros;

víctimas de la ignorancia de la especie humana que nunca podrán ver la luz

incluso amparados por la irresponsabilidad de gobernantes contrarios a la

voluntad de Dios.



Un Dios padre, madre, hermano y maestro que para los perotes coge su cruz, nuestra

cruz, y sobre hombros paracaidistas, sube calle Ancha arriba para ser crucificado,

muerto y sepultado pero por encima de todo Resucitado.

Si, Señor de las Torres, aquí estoy apesadumbrado y un poco temeroso de ser por

unos minutos voz de un pueblo que siguiendo su tradición secular volverá a renovar

devociones antiguas sacándote a la calle junto a tu Madre y los personajes más

entrañables que aquellos días estuvieron cerca de ti.

Aquí estoy Señor de las Torres, humilde y orgulloso testigo del devenir de nuestras

cofradías y hermandades que mas que nadie ennoblecen el nombre de nuestro querido

y milenario pueblo.

Aquí estoy Señor de las Torres, con un pregón puesto a tus pies y bajo el manto de la

Virgen de Flores, bien sabe ella que son las letras del corazón las que aquí esta noche

se están oyendo.

Letras convertidas en ofrenda para nuestros tronos de aquel niño que tuvo el

honor de ser el asistente más joven a las reuniones que alumbraron el primer

pregón a mediados de los ochenta.

Letras de las se han eliminado cualquier tipo de salutaciones, ya dichas esta

noche. No lo tomen como falta al protocolo que muchos sabéis que los

considero baldíos en casi todas las ocasiones.

La verdadera autoridad reconocida por este pregonero es la del Santísimo

Sacramento del Altar, que no solo mueve todos los momentos de mi vida sino que

promueve lo poco bueno que podáis aprender de mi reflexión en voz alta que como

si de Viernes Santo se tratara pongo al amparo de la Virgen de Dolores.



Ella siempre dijo si a todo lo que Dios le propuso, algo que debe y tiene que ser igual

en nuestras vidas. Verla esplendorosa vestida de reina de Álora la noche del Jueves

Santo es la culminación cofrade de todos los que puestos ante sus ojos

misericordiosos añoramos que nos muestre a Jesús, fruto bendito de su vientre.

Sin embargo este pregonero se queda con su presencia el Viernes Santo por la noche.

Dignifica sobremanera la perseverancia del realmente cofrade, nos haces caer en un

verdadero examen de conciencia. El silencio, Tú silencio nos ayuda a preguntarnos

si hemos hecho bien los deberes y el redoble del tambor siempre hace pensar si en

algún momento pecamos por exceso de ruidos, olvidando los fines fundamentales

por los que las cofradías fueron fundadas.

Que bueno si autoevaluamos el compromiso real contigo y con Tu Hijo. ¿Nos

acordamos de vosotros durante el año? Si, ya sé que acordarse no es llevar flores, ni

poner condiciones para cumplir promesas... Estas cosas ayudan pero sirven de muy

poco o casi nada, a vosotros os gusta que los cofrades estemos al lado de los que más

lo necesitan. No permitas que antepongamos el interés personal al de la cofradía, que

no nos coloquemos en los sitios que no nos corresponden, permite que nuestro paso

por este mundo no sea con la única pretensión de coger nuestros cetros, ocupar

presidencias y convertir nuestra vida cofrade en algo vacío. Existen mil y una

maneras de engrandecer nuestra fe y perfeccionar el testigo que entregaremos a

generaciones venideras.



II

Y se hizo la luz

Hechas estas consideraciones y aclarada la temporalidad terrenal de cualquier puesto

que ocupemos en los cortejos, caminemos un pasito más y sin darnos cuenta hagamos

caso al mayordomo. Es nuestro primer descanso, miremos el calendario y

observemos que casi cumplimos una década del nuevo milenio.

Las dificultades –cada vez más acuciantes- y las complicaciones para todo lo

cristiano no sirven sino para motivarnos sobremanera, siempre que han aparecido

nos han fortalecido mucho más; incluso, afianzando nuestros principios.

Es usual, sobre todo en las conversaciones con nuestros mayores que acudamos a la

nostalgia y acordarnos de un tipo de sociedad que por causalidades del destino

vemos cada vez mas lejana.

Sin embargo es hora de mirar al futuro con un optimismo que nosotros los cofrades

somos especialistas de ensalzar, nunca dejando la luz de nuestro pasado donde

también permanecen sombras y defectos.

Muchos de los que estamos hoy aquí hemos vivido ciertas “crisis devocionales” en

torno a imágenes tan nuestras como Las Ánimas, el Señor de la Columna, San Juan,

La Piedad o La Pollinica… siempre han desembocado en una resurrección de ideas,

de personas o de proyectos que han relanzado sus respectivas organizaciones.

¿Verdad Señor que estos obstáculos productos de tu providencia son pequeñas

espinas que encontramos en el camino? ¿Verdad Señor que la luz de tu resurrección

siempre vence a la obscuridad de la muerte?



Por eso, antes de seguir su caminar este pregonero, quiere que esa luz que nos

acompaña desde el principio de los siglos se haga presente en el cirio Pascual para no

olvidarnos que además de derramar tu sangre por redimirnos eres ante todo Dios de

Dios y Luz de Luz.2



III

Haced Hermandad

Si Señor, cuantas gracias te damos por la familia. No nos hagas caso cuando parezca

que por algún momento olvidamos el concepto real, antropológico y cristiano de la

familia o el matrimonio.

Perdónanos si nos distraemos con historias que poco o nada tienen que ver con tu

doctrina. No nos oigas cuando envenenemos nuestras mentes con irracionalidades y

después nos pongamos la túnica de Nazareno.

No nos mires cuando no sepamos dignificar algo tan importante para nuestras

entrañas cofrades como la túnica, que casi todos –me da igual el color- estamos

desempolvando de nuestros armarios, ella es nuestra máxima identificación contigo y

debemos cuidar sobremanera donde y cuando la utilizamos.

No olvidemos que siempre habrá niños delante, ellos y los jóvenes son los primeros

en nuestras filas y los que más deben preocuparnos. Nunca les echemos culpas

propias. No vale hablar de una sociedad intoxicada cuando lo más que hacemos por

ella es atender unas necesidades que malcreemos prioritarias.

¡Jóvenes cofrades¡ Aquí y ahora reivindico para nosotros responsabilidades con

mayúsculas. Ese orgullo histórico al sentiros abrazados desde la Cruz por el Cristo de

los Estudiantes o ayudando a Nuestra Madre de la Piedad a llevar a su Hijo en el

regazo, nos hace asumir y trasladar una realidad al resto de las imágenes donde la

media de edad cada vez es más baja.

Llevar un trono es sin duda de las primeras ilusiones que de muy jóvenes hemos

tenido. Hemos sido, sois herederos de un grandísimo legado y debemos luchar por no



perder un ápice de solemnidad y de señorío que deben ser adjetivos comunes al paso

de cualquier imagen que no por ir más alta será mejor llevada.

¡Señor¡ cuanto nos emocionan esos pulsos bien hechos, que para este pregonero son

solo para momentos muy puntuales. Un mal paso o una mala orden no pueden

deslucir algo tan grande y poderoso como llevamos sobre los hombros.

En mi niñez el mundo del hombre de trono era una de las formas de acercarte a la

Semana Santa. Recuerdo con entrañable cariño aquellos portadores rudos y fuertes

que si en cierta manera no habían conocido otra forma de hacer hermandad, fueron

continuadores de labores tan importantes como provocar que los autos sacramentales

pasaran a tronos de dos varales, que después con el tiempo originaron los altares

andantes que se pasearan por las calles la próxima semana.

Hoy, gracias a Dios, tenemos muchas maneras de hacer Hermandad. El milagro de

las páginas webs anuncia al mundo que somos, que queremos y adonde vamos.

Los carteles, la comunicación, la radio, las revistas y las publicaciones de las

cofradías han hecho que durante el último cuarto de siglo, seamos testigos de una

simbiosis donde nuevos tronos, casas de hermandad e incluso nuevas imágenes y

advocaciones hayan dado a las cofradías un empaque distinto y una notoriedad única

en todo cuanto se mueve en nuestro pueblo.

Por eso, aprovechando el momento lanzo a nuestro Ayuntamiento la petición pública

de un monumento a las cofradías complementado con calles dedicadas a nuestras

devociones o a los personajes que brillaron en la historia por su vocación cofrade.

Que buena muestra de memoria histórica para el devenir de los perotes recordar de

continuo fechas que en el calendario no pueden ser flor de un día.



Así se hizo cuando a la nomenclatura de la Plaza Baja se le añadió, por iniciativa de

la cofradía de Dolores, La Despedía; cuando rendimos homenaje al universal perote

Navas-Parejo o en aquellas emotivas fechas donde se estrecharon lazos con el

ejercito español que con tanta estima mima todo lo que de nuestras entrañas sale.

Nuestro Ayuntamiento en nombre de todos los perotes, saldo todo aquello con la

misma brillantez que recientemente ha mostrado en la nueva Plaza de La Despedía

No por ello dejaremos de estar agradecidos a los que, bajo el uniforme militar, son

activos de todos y cada uno de los que amamos la Semana Santa.

Nunca el nombre de Álora y de nuestra religiosidad popular se ha paseado tan

dignamente por el mundo como cuando paracaidistas y legionarios han participado

en misiones internacionales de Paz.

Los Balcanes, Kosovo, El Líbano, Afganistán, Irak… fueron, son sitios donde

recordatorios de nuestros Titulares difundidos y entregados por soldados españoles

quedaron para siempre.

No solo son los mejores soldados de la Patria. Al rezar diariamente nuestra oración

tienen garantizado el éxito de las misiones que ya han comenzado y sobre todo

asegurada la Luz para proyectarla ante el auténtico valor de la vida, la serenidad

que sujeta sus ánimos y la presencia perpetua del que les acompaña en el aire y

en el suelo para abrazarles, curar las heridas o recoger el alma.3

Almas de aquellos soldados que ya no están y que un día debajo de cualquiera de

nuestros tronos compartieron las sensaciones de sentirse parte de nosotros mismos.



Los que aquí quedamos estaremos siempre a vuestras ordenes porque habéis

entregado a nuestro pueblo parte de la grandeza de espíritu que con tanto orgullo

paseáis por el mundo.

Tenéis, tenemos el privilegio de ser testigos de la transformación de nuestro ejercito.

Sois servidores de la Paz; ayudáis a restituir la justicia social donde ha sido ignorada

y garantizáis la libertad de los pueblos y de las almas.

Todo ello ha conformado durante las últimas décadas la actualización de vuestro

papel en la sociedad; voluntariamente acompañáis a nuestros Cristos y Vírgenes y

voluntariamente os abrimos nuestro corazón, nuestra casa y nuestra propia existencia.

Compartimos no solo medio siglo de vivencias, también nos unen el recuerdo y la

memoria de aquellos que llevaron hasta las últimas consecuencias su juramento,

Inmolarse por Dios fue su destino,

salvar a España su pasión eterna,

servir en el Ejército su vocación y sino.

No quisieron querer a otra Bandera,

no pudieron andar otro camino,

no supieron morir de otra manera.4



IV

La Despedía

Ellos siguen estando cada Viernes Santo en la Despedía.

Emociones, nervios, recuerdos sentimientos que en nuestro día se apoderan de los

ojos del corazón para mirar de una forma distinta a Jesús y a su Santísima Madre.

Ese corazón que nos inunda de propósitos para que cuando amanezca un nuevo

Viernes Santo hayamos sido capaces de ser un poco mejores, de sentirnos felices por

el trabajo bien hecho, de haber sabido encontrar a Dios incluso en el ruido y la

intranquilidad del momento o de darnos cuenta de que la pobreza no es solo tener

hambre, frío o un lugar donde dormir.

Que momento más importante para un verdadero análisis de si somos dignos

herederos de aquellos que con los mismos rodillazos, rezaban a nuestras mismas

devociones.

Cuanta responsabilidad en generaciones de cofrades que con mimo y cuidado han

hecho sobrevivir un rito que si saboreamos con verdadero sentido religioso

provocará una real identificación con el misterio de nuestra fe.

Intentémoslo. Nos vamos a sentir activos de un auténtico milagro no solo por

transmitir nuestra devoción sino por sentirnos felices de hacerlo. Así pues en este

momento no presumamos de que hoy mas que nunca somos la atracción del turismo.

No podemos parar hasta encontrar a Dios, hagamos sin complejos la señal de la

Cruz, expongamos que los problemas de la sociedad no se solucionan suprimiendo

cruces de los espacios públicos.



No nos sobran cruces. Nos faltan físicamente y sobre todo falta su real significado en

nuestro entendimiento. Por ello La Cruz que habéis recibido en la entrada debe ser la

referencia de nuestro existir.

Una referencia que no nos servirá de nada si no sabemos llevarla cada día; aceptando

nuestros dolores y fracasos, compartiéndola con los hermanos, no poniéndola de

zancadilla a los demás. En definitiva uniéndola a la Cruz de Cristo.

Cuando el Crucificado de Estudiantes invada calles y plazas públicas de nuestro

pueblo pensemos por un momento como con el paso de las generaciones se ha

conservado con exquisita vitalidad la fuerza sanadora de su mensaje. Amor y Perdón

son los valores más novedosos e impactantes de aquel joven que con treinta y tres

años cambió la historia de la humanidad.

Repitamos la oración que él mismo nos enseñó. Todo esto nos servirá para

adentrarnos en el silencio de nuestro Viernes Santo. Miremos como los árboles y las

flores crecen en silencio o como la luna, el sol y las estrellas se mueven en

silencio.5 Busquemos ante nuestros Titulares un espacio para el silencio, es una de

las más respetuosas oraciones que podemos hacer.6

Que magnífico complemento a nuestra oración es siempre una buena marcha de

procesión.

La música, elemento esencial en nuestros ritos será de nuevo protagonistas.

Con orgullo, podemos afirmar que ya son muy pocas las imágenes sin marcha

propia, casi todas ellas composiciones de músicos perotes que incorporan un adorno

muy particular al patrimonio de nuestras cofradías. Que bueno sería perpetuar estas



composiciones en una grabación y disfrutar de ellas en cualquier momento.

Venderíamos o mejor dicho regalaríamos al mundo que Álora, cuna de la

malagueña, también entiende de marchas procesionales.

La música perota tiene su complemento ideal en las agrupaciones de cada una de las

cofradías. Un camino abierto por la Hermandad de San Juan que pone además de un

singular estilo en los cortejos, una labor educativa con decenas de jóvenes que se

vinculan mucho más a sus devociones de siempre.

Jóvenes aprendices, adiestrados por magníficos cofrades que sin ánimo de lucro

regalan impagables horas a nuestras cofradías y ponen nuevas páginas a una historia

que están protagonizando con letras de oro.

Sin embargo queda mucho por andar, los cofrades somos conscientes de que si

abandonamos el camino de la corrección, la mejora o la revisión continua podemos

caer en la traición a los privilegios percibidos por muchos cuando desde el vientre

materno sentíamos los primeros redobles.

Somos notarios que certificamos una celebración que traspasa los muros de nuestras

Iglesias complementando a los oficios del Triduo pascual donde nuestra presencia

debería ser más numerosa. Fueron acontecimientos que cambiaron el transcurso de la

historia. Ni pueden, ni deben estar ajeno a ninguno de nosotros.

Desgraciadamente contamos con intoxicadores que no quieren darse cuenta de que

miles, millones de católicos sabemos que la vida de Jesús sigue presente, que después

de los tres amaneceres se produjo lo que anunciaron los profetas: el sepulcro quedó

vacío. Desde entonces, la virtud del agradecimiento es la que mueve al mundo

cristiano para expresar un mismo sentimiento. Gracias Señor por tu Resurrección y

revelarnos la verdadera salvación.



Y gracias porque con tus siete expresiones o palabras antes de resucitar conseguimos

una vida llena de sentido, un sentido que nos quita los complejos de ser tus apóstoles

en nuestro tiempo. Un sentido que Tú nos dejas meridianamente claro cuando nos

dices: “Si alguno se declara a mi favor delante de los hombres, yo también me

declararé a su favor delante de mi Padre celestial y si alguno me niega delante de

los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre”7

Gracias Señor por tanta transparencia, permíteme encauzar tu Pregón en cada uno de

los momentos que desde el árbol de la cruz nos regalas para enseñarnos cómo

debemos actuar:



Padre perdónalos porque no saben lo que hacen8

El pueblo te ha condenado, azotado y atado a la columna. Tu boca entreabierta, tus

manos y tu presencia joven en el corazón de Álora nos recuerda que fuiste el primero

en ponerte sobre varales de nazarenos morados que anidaron tu Semana Mayor.

Cuando casi no puedes hablar tus primeras palabras nos vuelven a descuadrar:

¿Cómo dices que no saben lo que hacen? ¿Acaso no presenciaron tus milagros?

¿Acaso no comieron el pan y los peces que tu les multiplicaste? ¿No son los mismos

que gritaban Hosana cuando en la Pollinica subías a la Fuente Arriba?

Pero claro cuando nos enseñaste a rezar nos hiciste decir perdónanos como también

nosotros perdonamos.

Perdónanos en nuestra desesperación, en la impaciencia, en la vida y en la muerte,

incluso en la tentación de quitar la vida a los no nacidos o de excluir tu imagen de

donde son educados nuestros hijos.

Perdonando y olvidando, así empieza tu agonía Señor. Que trabajillo nos cuesta a

nosotros y que fácil nos los pones desde la cruz.



Hoy estarás conmigo en el paraíso.9

Así se lo decías a los perotes enterrados en Las Torres cuando pasaban delante de tu

venerada imagen.

Aquellos Padre Nuestros consoladores en momentos tan difíciles impactaron en

muchas almas enamoradas de tu divina Majestad.

Este pregonero tuvo el honor de iniciar muchos de ellos lo que me propicio

experiencias imborrables, una de ellas al acudir a una llamada telefónica que me

hacía mi vecino Pablo Consigliery García. Para entendernos Pablito el del Estanco;

buena persona y mejor cofrade de la Virgen de los Dolores que siempre premiaba

con una enternecedora sonrisa a cualquiera que tuviera el honor de convivir con él.

Faltaban pocos días para su muerte y la conversación, directa y fácil, como él hacía

las cosas, era expresarme su deseo de que lo despidiera delante de Ti, como si de uno

de los nuestros se tratara.

Pablito se quedo aquella tarde con la tranquilidad de que su deseo sería cumplido.

Serenamente entraró en el cielo encontrándose con tantos otros luchadores cofrades

que supieron hacer frente a años durísimos. No digamos nunca que están allá lejos y

que nos esperan para algún día abrazarnos. Digamos que están muy cerca, mas cerca

de nosotros que nosotros mismos; y que cuanto más cerca estemos de Dios, mas cerca

estaremos de ellos.

Protagonizaron semanas santas llenas de emoción, de pasión, de rivalidad sana que

han hecho todavía más grandes a los tiempos actuales donde debemos seguir

escuchando saetas perotas, aquellas que en otro tiempo fueron santo y seña de los

cantes nacidos en nuestro pueblo.10



Ahí tienes a tu Madre.11

Que bien lo hiciste. En ningún momento nos sentimos huérfanos. Admirable

testamento en el que tu tesoro más preciado cambia de hijo. Todos nos incorporamos

a la protección amorosa de tu Madre representados ni mas ni menos que por San

Juan Evangelista.

Su importancia nos abruma y por eso nunca fue lo mismo cuando falto a su cita con

los perotes. Que gran acierto entronizarlo junto a la Madre de todos sin exclusión

para recordarnos que ni uno solo de los que te rezamos dejamos de ser predilectos del

Padre Dios. En cierta manera todos este Jueves Santo nos vemos identificados con

quien delante de ti acoge generoso el nuevo papel que le encomiendas.

Que exquisita y delicada intención tuviste con nosotros. Desde aquel día nos

convertimos en marianos, queriéndola con toda nuestra alma, incluso en algún

momento olvidándonos de Ti, oculto en el Sagrario presidiendo el Monumento que

Jueves y Viernes Santo tiene que ser eje de gravedad de cuantos cofrades disfruten de

venir a nuestra monumental Parroquia de la Encarnación.

Que gran orgullo para todo buen parroquiano, que estos centenarios muros alberguen

a miles de almas en tan pocas horas. Por ello todos deberemos responder con el

respeto y cuidado que se merecen el lugar donde estamos, no nos puede sobrepasar el

enardecimiento de momentos en los que las inclemencias del tiempo nos obliguen a

abusar de la casa del Padre.

Señor Jesús, igual que en las escrituras nos enseñaste a respetar la casa de Tu Padre

se comprensivo si en algún momento traicionamos la condición de predilectos tuyos

y de tu Santísima Madre La Virgen.



Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?12

Señor Jesús al encarnarnos a nosotros en la cruz, tuviste la misma sensación de

abandono de Dios que también, a veces, sentimos nosotros.

Acompáñanos siempre en los momentos de adversidad, para que podamos, como Tú,

ver el rostro de Dios en todo lo malo que nos suceda y así volver contigo cada año al

Calvario convertido en Gesetmani, cuando en trono nuevo nos recuerdes aquellas

procesiones donde decenas de hombres vestidos de rojo y blanco protagonizaron unos

cortejos cuyo orden y seriedad jamás se han visto en la Álora cofrade.

La artesanía hecha pasión era la bandera de aquellos intrépidos corazones

encabezados por Juan Hidalgo que pusieron entre otras muchas cosas un carácter

social, del que casi todas nuestras cofradías carecían hasta las últimas décadas.

Gracias Señor del Huerto por dar sentido a las soledades, incomprensiones y

aislamientos sufridos por nuestras comunidades parroquiales que perseveran en la

justicia social y el bienestar del prójimo.

Gracias Señor por ofrecernos La Paz reflejada en la cara de la reciente imagen de Tu

Madre. Hermanos del Huerto, cuidad, cuidemos tan soberana talla que el azar hace

llegar a nuestra Hermandad. No nos precipitemos en nada, todo tendrá su momento.

Busquémoslo desde lo discreto, desde lo humilde, desde lo sencillo… ¡Que bueno

sería de empezar a fortalecer el culto interno con devociones olvidadas como el

Rosario de la Aurora, dando pasos cortos y firmes¡



Tengo Sed13

Es lo último que nos pides desde la Cruz. Termina un camino que empezábamos con

la Virgen de los Dolores en su procesión claustral y completamos el Miércoles Santo

con el vía-crucis parroquial.

Pero tu sed no es solo física, no es solo la simple necesidad de agua. Es sed espiritual

de redención, sed que sigue consumiéndote interiormente. Sed de almas.

Almas de tantos niños a los que la incomprensible ley de educación priva del agua y

el pan de la doctrina cristiana en una sociedad mayoritariamente católica.

Almas adolescentes que sacian semanalmente su sed física con el botellón sin

preocuparse de satisfacer su sed interior de Dios.

Almas de tantos adultos irresponsables y tramposos que ante el mínimo esfuerzo caen

en un desencanto que justifican con ausentarse de toda tu doctrina.

Señor Jesús, en este preludio de tu Semana Mayor, haz que sintamos nacer en nuestra

alma deseos incontenibles de entregarnos a saciar esa sed de almas en Dios .Tú nos

lo pusiste fácil al regalarnos a tu Santísima Madre de las Almas.

Virgen de las Almas. Madre de las Ánimas. Eres el centro de todas las devociones,

promesas, proyectos, ilusiones de cientos de perotes y foráneos que fieles a la cita

contigo un nuevo Viernes Santo esperan impacientes que tu calma, tu compasión, tu

fuerza y tu gratitud se desgrane a cada paso de los portadores.

Haz que sepamos saciar la sed de almas que tu hijo Jesús nos pide y que de una vez y

para siempre comprendamos que eres patrimonio de la humanidad. Perdona

misericordiosamente a los que en su debilidad y por su ignorancia pretendan disponer

de lo que es de todos.



Todo está cumplido.14

Si Jesús, da la impresión que mueres contento. Estas satisfecho que todo lo que

viniste a hacer se ha hecho.

Atrás quedaron los comienzos en Belén, tu convivencia en Nazaret con María y con

José –cuya fiesta celebramos hoy- , tus visitas al Templo discerniendo con sacerdotes

y levitas, la curación de ciegos, mudos, leprosos… incluso la resurrección de

muertos. No queda nada. Todo esta cumplido excepto la aplicación de tu Pasión a

cada uno de nosotros.

Para eso creaste la Iglesia. Nos distes a nuestros directores espirituales. Nos hiciste

cristianos y nos llamaste a formar parte de una Hermandad. Todo ello para que

ayudáramos a completar en cada uno lo que nos falta de ti. En ello estamos, en el

camino de esa transformación que nos pides cada Viernes Santo cuando la luz deja

paso a una obscuridad que solo será temporal.

Sones paracaidistas y legionarios son sustituidos por redobles de tambor ronco que

nos asoman a cada esquina para contemplarte en brazos de tu Santísima Madre.

Piedad, Ánimas y Soledad sustituyen al amparo amoroso y doloroso gesto que ha

tenido las últimas horas. Ella, como primera cristiana, es ya la figura central de las

primeras comunidades que nacerán desde aquel momento.

Señor Jesús, que seamos capaces de decir SI a todo lo que nos ofrezcas, a veces

habrá mas espinas que rosas pero con la mirada puesta en tu Madre encontraremos el

consuelo de los afligidos, el amparo de los desvalidos y el auxilio de los pecadores.

De todos los carismas vocacionales que decimos SI sin reservas a nuestras

hermandades. Es mi obligación resaltar esta noche a los vestidores de nuestras



imágenes. Minuto a minuto, día tras días, año tras año forjan leyendas en todas las

cofradías. Alejados de la notoriedad; sienten, viven y quieren a sus imágenes como a

su propia vida.

El Amor, la devoción y el sentido de estas complicadas tareas para la mayoría de

nosotros, está exclusivamente dirigido al mayor honor y gloria de nuestros Titulares.

Pobre de aquellos que no lo entiendan así. No sabrían valorar uno de los tesoros

patrimoniales mas significativos de nuestro sentir.



Padre en tus manos, encomiendo mi espíritu15

Verdaderamente eras el Hijo de Dios. Verte clavado a la cruz o en el sepulcro por las

calles de tu pueblo llevado por la juventud en la que tanto confías, irradia amor y

confianza contigo.

Tras tu muerte, disfrutamos y veneramos un trozo de aquella cruz que el destino llevó

a la Semana Santa de Álora. Contemplando a ese Lignun Crucis, vemos tus brazos

abrazándonos con inmenso amor; sentimos tus ojos guiándonos con misericordia

infinita o disfrutamos de tu sonrisa inmensa, clara y amplia de Dios Padre que está

eternamente feliz de encontrar al hijo pródigo y resucitado.

Intentemos vivir siempre en tus manos haciendo lo que tu hiciste, poniendo al Padre

Dios en el centro de nuestra vida. Hagámoslo por Ti y como tu quieres. Seamos

honestos, honrados y felices. Amemos a todos haciendo el bien. Al final no nos será

difícil encomendar a tus manos nuestro espíritu sabiendo que como tu muerte no fue

el final del camino; nuestras angustias, nuestros miedos y nuestros vacios

desaparecerán de inmediato.

Y desde entonces, desde aquella mañana resucitadora encontramos el sentido de

nuestra existencia que seguimos manifestando tal y como heredamos de nuestros

mayores. Sin escatimar esfuerzos ni emociones. Con nuestros defectos y nuestras

virtudes pero sin concebir un mundo sin Dios. Elevando con la ayuda de la Virgen de

Flores, plegarias y oraciones que darán sentido a todo cuanto estemos llamados a ser.

Sí, amigos, el pregón se acaba, pero antes de terminar permítanme ser agradecido

especialmente con don Cristóbal Meléndez por sus inmerecidos elogios en la

presentación de mi persona, nunca olvidaré el aprecio con el que las ha preparado y

por supuesto el exceso de confianza que desde siempre tuvo en mis criterios.



Gracias por supuesto con la comunidad parroquial de Álora encabezada por sus

sacerdotes. Ellos se esfuerzan por cuidar de que nosotros seamos fieles cumplidores

de nuestros estatutos y dignos representantes públicos de los misterios más

importantes de nuestra fe. No defraudemos nunca su confianza. Remamos en la

misma barca, en el mismo mar y en la misma dirección.

No olvido tampoco a todos los que me habéis alentado en la preparación de este

pregón, a mi familia, a mis amigos que habéis hecho un esfuerzo por estar aquí esta

noche y especialmente a los compañeros de la Fundación Diocesana Santa María de

la Victoria que tampoco hoy me habéis defraudado.

Y como no, gracias a Ti, Señor de las Torres.

Gracias porque nos ayudas a entender mejor tu Mensaje.

Gracias porque un día viniste no solo a visitarnos, a ser de los nuestros. Te quedaste

y compartiste todo con los hombre menos el pecado. Hiciste que te encontráramos en

nuestro camino, latiendo tu corazón a la par del nuestro.

Gracias por haberte hecho presente con tu luz en este lugar, la he sentido desde que

empecé a preparar mis palabras en todo momento alumbradas por tu serena y

confortadora mirada. Luminosidad sencilla que con tu permiso llevaremos a las tres

velas que en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo seguirás siendo

principio y fin de todas las cosas.16

Bendita llama que nos unirá a millones de cristianos que en esa noche celebran tu

presencia eterna y resucitada. Bendita llama que desde la cruz del Hacho hasta el

último rincón de nuestros campos servirá para iluminar, amar y perdonar a todos tus

hijos que por siempre jamás postrados delante del sagrario te volverán a rezar como

Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero.

8 Diciembre 2009

Fiesta de la Inmaculada Concepción



1 Adaptación del comienzo del Evangelio de San Juan y del Génesis. 2 El pregonero enciende el Cirio Pascual. 3 Adaptación Oración del paracaidista. 4 Oración del homenaje a los caídos en las ceremonias castrenses. 5 Madre Teresa de Calcuta. 6 Francisco Navarro y Javier Domínguez, interpretan con la trompeta y caja un fragmento de la marcha Silencio. 7 Mateo 10, 32-33 8 Lucas 23, 33-34. Esta y las siguientes expresiones serán dichas por don Francisco Sánchez, Vicario parroquial. 9 Lucas 23. 42-43 10 Saeta interpretada por Antoñita Contreras. Letra de Benito Moreno: A los hermanos que se fueron / hoy Viernes Santo recordamos / para ellos con devoción / un Padre Nuestro cantamos. 11Juan 19,26-27 12 Mateo 27, 46-47 13 Juan 19, 28 14 Juan 19, 30 15 Lucas 23, 45-46 16 Las dos hijas mayores del pregonero prenderán las tres velas delante de Nuestro Padre.

pregon de la semana santa de lora...

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