ponencia: la disputa política por el sentido del (bio)conocimiento

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I Seminario Redes de Bioconocimiento: Una Alternativa para el Desarrollo, FLACSO-Ecuador, Quito, 7 de mayo de 2015

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I Seminario Redes de Bioconocimiento: Una

Alternativa para el Desarrollo, FLACSO-

Ecuador, Quito, 7 de mayo de 2015

El bioconocimiento es una temática que, en general, las ciencias sociales

ecuatorianas no han tratado, o no lo ha hecho con la seriedad que amerita.

Para referirme al título del seminario, hay que tener cuidado con que se vea

al bioconocimiento per se como una alternativa. El bioconocimiento en este

momento, quizás esto es lo que quiero plantear como hipótesis central, es

el mainstream del capitalismo y lo que hay que disputar es construir otro

tipo de bioconocimiento, que podemos llamar el “bioconocimiento para el

Buen Vivir”.

Cuando elaborábamos con Fander (Falconí) el Plan Nacional para el Buen

Vivir en el 2007, marcamos los principios, los objetivos, las metas; pero no

trabajamos mucho en conocer cuál era el factor de acumulación que hay que

disputar para construir otro tipo de economía, otro tipo de democracia. Lo

que mencionamos en el segundo Plan, en el 2010, es esa disputa, y trazamos

políticamente el camino para decir que avanzamos hacia el bioconocimiento

para el Buen Vivir.

Quisiera apuntar el tema de qué es lo que está pasando a nivel mundial en el

capitalismo. He tenido la suerte de estar en centros de investigación y

universidades de todo el mundo, así como empresas, institutos de research

and development. Siento que la economía, tanto en términos teóricos, como

en términos de contabilidad, y metodológicos, está muy alejada de lo que

está pasando a nivel mundial. Inclusive en sus supuestos básicos. Aquí es

necesario reflexionar porque lo que se enseña en las universidades no

debate este cambio que se está dando, lo que a nivel internacional se llama el

cambio del capitalismo industrial hacia el capitalismo cognitivo.

Lo que nosotros proponemos aquí, desde Ecuador, es una disputa en ese

cambio, en esa transición hacia el capitalismo cognitivo; yo lo he llamado,

construir el Ecuador del bioconocimiento abierto para el bien común, o la

Economía Social de los Conocimientos (en plural), la Creatividad y la

Innovación (ESCCI). Y me voy a detener mucho en el tema del marco

regulatorio que es fundamental en la disputa política (porque al final de

cuentas esta es una disputa política), y aquí tenemos que trabajar los

conceptos de diferencia de biopoder dentro de la ESCCI.

Muchas veces se cree que esto está muy alejado de la realidad cotidiana.

Algo que sintetiza simbólicamente en todo lo que voy a señalar es un tuit

que me llegó hace un año atrás, un primero de mayo, que decía: “Les

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recordamos a los usuarios que este momento estamos todos trabajando

para Twitter. ¡Feliz día del trabajador globalizado!”.

Este tuit, que parece hasta un chiste, puede dar cuenta de lo que está

pasando a nivel mundial y lo que tenemos nosotros que plantearnos desde

una agenda tanto académica, metodológica, como política. En este marco, yo

he llamado metafóricamente a este nuevo capitalismo el “capitalismo

del selfie”, de los pro-sumidores, tipo Instagram, en el cual el consumidor es

productor a la vez; y en ese proceso de consumir y producir, un tercer grupo

de personas se apropian del valor generado.

Estoy dando acotaciones generales antes de entrar a la diferenciación del

capitalismo industrial al capitalismo cognitivo, para luego pasar a la disputa

de la ESCCI, dejar planteada en una tercera fase la disputa teórica y finalizar

con grandes lineamientos de las políticas que debemos presentar.

Otro tema que es fundamental y que marca un antes y después en los

modos de producción en que se está dando esta transición es la impresión

3D. Esta tecnología supone el paso de la producción para las masas a un

sistema de producción de las masas. Justamente les traía un ejemplo para

que me entiendan. Estuve en un Instituto de Investigación en que

imprimieron estos objetos [los muestra al público]: esto es hecho en hierro

en una impresora 3D; estas son unas membranas que pueden trasplantarse

al cuerpo cuando uno tiene problemas en los órganos. También estuvimos

en Brasil con el Presidente y vimos que la impresión 3D puede incluso

fabricar aviones. Esto es un cambio paradigmático en términos de la

producción, y podemos conseguir impresoras 3D desde USD 400 en el

Ecuador (algunos chicos ya las fabrican aquí), hasta impresoras de millones

de dólares para fabricar aviones.

Estos son hitos que marcan una hoja de ruta diferente. Y otro tema

fundamental, vinculado a lo anterior, es la investigación de los

biomateriales, que es un eje de la disputa en términos de los procesos

industriales del futuro. Otros temas importantes son los educativos: el rol

de la universidad, que pasa a ser un actor fundamental, y los estudios en

modo virtual, en los cuales uno puede tener acceso a educación con los

mejores profesores del mundo de una manera abierta, individualizada, a

través de la red. Entonces, la pregunta es hacia dónde va la universidad y

qué debemos hacer.

El tema del financiamiento es fundamental: la innovación a través de

micromecenazgo, que se da con figuras como el crowdfunding, donde el

valor de un centavo, de un dólar, empiezan a pesar mucho porque se

canaliza y se produce por fuera del ámbito bancario y esto puede provocar

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una crisis en el capitalismo financiero. Podemos poner como un ejemplo el

Banco de Ideas con el proyecto Teebot, donde se dio espacios para

el crowdfunding, de manera que cualquier persona puede financiar este

proyecto de investigación, para crear nuevas empresas.

Estas no son cuestiones que van a pasar en el futuro, son cosas que ya pasan

y es necesario tratarlas porque si nos quedamos rezagados va a venir una

avalancha de cuestiones a las que no sabremos cómo responder.

Una cuestión de mucha relevancia es la administración y procesamiento

de big data, donde realmente se almacena la riqueza de los países, de las

instituciones. Quien tiene la capacidad de procesamiento de big data tiene

un poder enorme en la economía mundial y quizás el libro de Jason y

Jeremy Kolb, The Big Data Revolution, da muchas señales sobre los

beneficios del paso del internet del conocimiento al internet de la energía, de

la logística, que te lleva al internet de las cosas. Existe un centro que se

llama European Research Cluster on the Internet of Thingsque está

pensando sistemáticamente en todo este tránsito de un nuevo modo de

producción.

En este sentido, quiero plantear que en esta transición del capitalismo

industrial al capitalismo cognitivo nosotros debemos disputar, para que sea

una alternativa de bioconocimiento. No hay que hacerle juego al capitalismo

cognitivo, sino que debemos construir una alternativa. Porque el

capitalismo puede incluso disfrazarse con rostro humano, pintarse de verde

y presentarse como “ecológico”; es que tiene una capacidad de mutar para

reproducirse y de renacer frente a sus crisis.

En el presente, el capitalismo ha encontrado dos mecanismos

fundamentales para mantener la acumulación, porque encontró su límite.

Uno tiene que ver con el tema del conocimiento y el otro tiene que ver con el

tema del dinero electrónico, que son dos mecanismos sistemáticos de

acumulación, nuevas formas de acumulación que son ad infinitum. Si uno

no disputa estas nuevas formas de acumulación difícilmente va a poder

diputar el cambio de orientación y seguiremos dentro del mismo sistema

capitalista, y no construiremos alternativas. Plantearé cuestiones muy

concretas con respecto a los marcos regulatorios hacia donde se va a

apuntar.

En este sentido, me quiero manejar en tres espacios, que son el espacio

histórico, político y teórico; y referirme a lo que estamos haciendo en el

Ecuador y el por qué es importante la reforma educativa y la educación

superior en el marco de un segundo momento que tiene que vivir el país, y

estamos generando la condiciones de posibilidad de entrar a pensar en este

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segundo momento. Estos procesos no se hacen de la noche a la mañana, sino

que tienen su historia.

Hay que tener claro que en el tema de la reforma universitaria podemos

hablar de tres momentos, hasta llegar a la tercera ola de la reforma

universitaria en el Ecuador. Los dos primeros intentos de reforma, que inició

en los sesenta, no cuajaron en términos de la masificación que se quería y

seguimos teniendo bajos niveles de educación superior. Cuando uno ve los

indicadores de vinculación con la colectividad para poder hacer seguimiento

de los efectos de la educación superior se confirma que aún existe un vacío.

Entrando ya en términos metodológicos y conceptuales, ¿qué implica esa

vinculación con la colectividad? Nosotros, por ejemplo, eliminamos algo que

causó polémica: el requisito de las tesis para el título de tercer nivel. Primero

porque eran una mediocridad, segundo porque realmente el estudiante de

tercer nivel, desde nuestro punto de vista, no tiene la capacidad de hacer

una tesis. Este requisito se había planteado en otro momento, cuando no

existían otros niveles de educación como maestría y doctorado.

En cambio, a mi modo de ver es fundamental en la vinculación con la

colectividad que todas las facultades tengan que hacer lo mismo que hacen

los médicos con la rural. Aquí le pusimos un requisito para la práctica en las

zonas urbano-marginales, para que los estudiantes vayan y trabajen con la

sociedad y que se dé un proceso de diálogo. Por eso no es menor que en los

proyectos de ley o en la política pública nosotros no hablamos del

conocimiento sino de los conocimientos (en plural). Estamos produciendo

un cambio que obviamente llega desde el punto de vista del Estado: hacer

las macro regulaciones, incentivar a través de políticas, alentar a que se

hagan más programas en red, que se articulen más investigaciones en red.

En este momento yo he planteado directamente nuevos incentivos que hay

que pensar tanto desde el punto de vista de la evaluación como desde el

punto de vista de los incentivos monetarios: es decir, cómo hacer para dar

mayor peso a la vinculación con la colectividad. Si no se da ese paso yo creo

que estamos conservando una universidad meramente reproductora de un

sistema social excluyente e injusto y no una universidad que busque

cambiar el sentido y el papel que debe cumplir justamente de ser un

nucleador, ser el núcleo de la construcción de intelecto. Yo creo que, por

ejemplo, las ciencias sociales pueden hacer mucho; pero acá la FLACSO, ¿qué

está haciendo con respecto a la vinculación con la colectividad? Creo que

esta es una interrogante que tendría que investigarse más, siento que no se

hace mucho, siento que prácticamente estamos todavía en el viejo modelo

de universidad con respecto a este punto.

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Y cuando planteamos estos dos momentos de vinculación, entre la

educación y la sociedad, tenemos que tener en cuenta cuatro sistemas

adicionales que se han de articular: el sistema de ciencia, tecnología e

innovación, que no existe en el país, con el sistema productivo, con el

sistema cultural también. Finalmente trataré el tema teórico, simplemente

esbozando el tránsito, al menos desde la economía y la teoría política

aludiendo a la tragedia de los comunes versus la virtud de los comunes, la

potencia de los comunes. Esta disputa teórica, que a veces ha sido

sistemáticamente construida desde la perspectiva neoclásica, nos obliga a

un salto.

Permítame entonces en este marco referirme a algunos temas

fundamentales, que son exactamente catorce puntos, donde se ve una clara

nueva división internacional del trabajo y un tránsito desde el capitalismo

industrial al capitalismo cognitivo. Empezando por el que quizá sea el

cambio más importante: cada vez es menos relevante la objetivación de la

ciencia en materia y lo que empieza a adquirir significado es la cooperación

entre cerebros, que sería el principal recurso económico y pasa a constituir

el capital fijo en la apuesta por el trabajo de las capacidades intelectuales. En

este tránsito se produce en términos concretos una separación del tiempo,

del espacio, principalmente a través de las TIC, que pasan a ser los canales

comunicantes que canalizan ese nuevo valor.

En el capitalismo cognitivo la acumulación reposa justamente en la gestión

de los conocimientos y la producción de innovación; y aquí vale la pena

señalar concretamente en términos económicos lo que se señala en

contabilidad económica: que las inversiones inmateriales ya superaron a las

materiales en 1985. Entonces estamos hablando de un momento diferente

con respecto al capitalismo, que quizás acá no sentimos porque seguimos

con un modelo primario-exportador, y eso no me complicaría mucho porque

al final de cuentas sigue generando empleo; pero lo que sí me preocupa es el

modelo secundario-importador, que junto con el sistema financiero más

rentista que existe, debe ser la preocupación principal para la economía

ecuatoriana.

Veamos ahora el tema de la ley del valor en el tránsito del capitalismo

industrial hacia el capitalismo cognitivo. En el capitalismo industrial el

plusvalor es el tiempo excedente del trabajador, en el capitalismo cognitivo

justamente el trabajo, en tanto saber social general, el famoso general

intellect, es lo que da mayor valor a la economía.

En términos de ganancia vs renta, en un capitalismo industrial genuino,

llamémoslo así, la renta no existiría, porque la renta no es productiva y, en

ese sentido, el motor del capitalismo industrial es la riqueza que genera

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ganancia. Lo que genera utilidades en el capitalismo cognitivo pasa a

adquirir mucha importancia dentro del propio sistema: el parasitismo

rentista, el parasitismo financiero, inmobiliario, sobre todo la

intermediación, que es un tema fundamental en el que tenemos que poner

toda la atención en términos de política pública. En este sentido, algo que es

fundamental es la renta de la propiedad intelectual a través de los derechos

de propiedad intelectual; ya hablaré de esto más adelante.

Otro tema que tiene que ver con la división clásica del trabajo en el

capitalismo industrial es la contraposición del capital versus el trabajo. En el

capitalismo cognitivo, esta división está dada por el saber del conocimiento,

información y poder. Las dos relaciones de esta nueva economía, donde la

información, la administración de esta información y cómo se procesa, es

decir, la articulación de ese conocimiento generado socialmente pasa a tener

mucho valor y mucho poder. El ejemplo más claro es la articulación, por

ejemplo, de Facebook con las instituciones de seguridad de Estados Unidos.

Me referiré también al tema de seguridad informática y la seguridad con

respecto al manejo de la propiedad intelectual en el capitalismo cognitivo.

Siguiendo con el contraste, el motor de la economía del capitalismo

industrial son las ganancias que producen mayores ganancias al ser

reinvertidas; en el capitalismo cognitivo el motor es la apropiación privada

de las instituciones del interés común. Esto es fundamental, porque se suele

decir: “conocimiento para producción ahí está el valor agregado”; pero esa es

una mirada simplista si no toma en cuenta el papel que juegan, por ejemplo,

las instituciones de interés común como son la educación, la salud, la

seguridad social; y la ciencia, la tecnología y la innovación propia de esas

instituciones. Ya hablaré más adelante donde está la disputa entre un

capitalismo cognitivo y el conocimiento por el buen vivir.

Otro punto es el tema de la coordinación: en el capitalismo industrial se da

la coordinación a través del mercado, el mercado es el único espacio

coordinador y el intercambio es prácticamente natural al ser humano; en el

capitalismo cognitivo la coordinación puede darse fuera del mercado, puede

ser voluntaria sin que el intercambio sea natural y se da muchas de las veces

a través de las TIC.

El otro tema importante es que el capitalismo industrial tiene recursos

escasos y con esta perspectiva se construye la economía de los rendimientos

decrecientes de escala; en el caso del capitalismo cognitivo los recursos

intelectuales, al ser las ideas un bien infinito, se pueden dar rendimientos

crecientes de escala. Y ya vamos a ver qué es lo que hace el sistema

capitalista para que esto que es infinito se vuelva escaso.

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Vale la pena señalar que en el tránsito del capitalismo industrial hacia el

capitalismo cognitivo se da la posibilidad de una riqueza no material que es

fundamental. Y esto lleva también a cuestionar qué tipo de contabilidad se

hace; yo creo que no existe hasta el momento ninguna contabilidad que

pueda explicar cómo se puede asir el tema del valor, el tema de la riqueza y

de la generación de conocimiento en este nuevo sistema mundial (ni siquiera

la contabilidad biofísica).

Por ejemplo un chico de Cuenca hizo un Nick Go que este momento está

valorado por Intel en USD 300.000; él no ha decidido todavía venderlo, pero

se puede financiar por mecanismos como crowdfunding o a través de otros

sistemas monetarios que le puedan dar valor ¿Cómo se contabiliza eso bajo

la contabilidad clásica de la economía?

Otro tema tiene que ver con la innovación cooperativa como el núcleo del

cambio económico frente a la perspectiva de la competencia. Acá también

vale la pena señalar la diferencia entre el capitalismo industrial vs el

capitalismo cognitivo: la riqueza se construye por fuera de los mercados

pues ya no es importante únicamente elhardware, las máquinas; ellas ya no

tienen valor por fuera de los programas que las dirigen, no solo

el softwaresino el network, la interconexión de la sociedad, y también lo que

se llama ahora el WebWear, el intelecto vivo; y cómo se administra esto a

través de los procesamientos de la vida.

Si nosotros no nos damos cuenta de todo lo que está sucediendo en el

mundo y creemos además que el núcleo de la transformación pasa por el

sector secundario, estamos en un aprieto. Como decía alguien ahora el tema

ya no es el “made in” sino el “modelled in” y el “designed in”; eso es lo que

tiene este momento mayor valor dentro de la economía. Cuando uno

paseaba por la 5ta. Avenida de Nueva York, uno se fijaba dónde estaba

hecha la ropa: precisamente en las maquilas de México, China, la India; pero,

¿dónde estaba diseñada? En Francia, en Nueva York, etc. ¿Y dónde queda el

valor?

Asimismo, cuando uno descompone las partes de un Ipod, uno ve que el

mayor valor tiene el costo productivo en el conocimiento, en la tecnología y

en el diseño del Ipod, no en la producción. Y más aún en el Ecuador donde no

tienes la economía de escala para que pase a ser de un país industrializado

para competir con China, la India, México o Brasil. Entonces hay que pensar

cuál es el rol estratégico para el Ecuador.

Otro tema en el tránsito del capitalismo industrial al capitalismo cognitivo:

el intercambio se puede dar sin acumulación, puede haber cooperación libre

y procesos de producción sin depredación. Todo esto tiene que ver con la

lamentable división internacional del trabajo entre Norte y Sur, y este es un

asunto fundamental para la disputa: quién tiene el conocimiento y quién

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tiene la biodiversidad que puede alimentar a este tipo de economía; a qué se

da valor y a qué no se da valor; a qué se da valor de uso. En términos del

capitalismo yo creo que hay una voluntad política que cambia la noción de

la distribución de la riqueza a nivel mundial.

Aquí también vale la pena señalar que en el capitalismo cognitivo otro

punto adicional de diferenciación es la no separación entre trabajo y

creación. En el capitalismo industrial, claramente lo decía Marx, el

trabajador queda por fuera del bien; en el capitalismo cognitivo es muy

difícil separar la mente del cuerpo, por decirlo de alguna manera. En el

capitalismo cognitivo el valor del conocimiento está en el tiempo de escasez

o en la velocidad de la difusión; y cuando me refiero a la escasez aludo al

marco regulatorio que se ha tenido que construir para establecer los

derechos de propiedad intelectual.

Acordémonos justamente de eso: antes puse un tuit para que se vea la

diferencia. En 1976 la vigencia de los derechos de propiedad intelectual en

Estados Unidos era de 16 años, en este momento se puede llegar a los 96

años. Por eso existe esa famosa frase de un movimiento mundial que es:

“liberen al ratón”, que se refiere a Mickey Mouse. Porque cuando están por

cumplirse las fechas para liberar los derechos de autor de Mickey Mouse, se

cambia la regulación para que sigan teniendo más derechos monopólicos

sobre el manejo de Disney de Mickey Mouse. Entonces el tema del tiempo y

la escasez con respecto a los límites de la difusión resultan fundamentales

en este marco.

Otro tema tiene que ver con la explotación, que pasa de la fuerza de trabajo

a la fuerza de la innovación y la fuerza creativa. El desarrollo de las fábricas

del capitalismo industrial se encuentra para el capitalismo cognitivo en las

diversidades y, también, como el sistema productivo se apropia de

ese general intellect que se da a través de la construcción de redes en los

diferentes aparatos de generación de economía, el trabajo no se reduce a

mercancía sino que permanece vivo.

Aquí vale la pena señalar que una disputa muy importante es la

privatización de la propiedad intelectual versus los medios comunes y, por

otra parte, el medio ambiente a través de la biopiratería. A través de esta

disputa la biodiversidad adquiere una relevancia enorme, pero en la medida

en que esa información pueda generar valor agregado. Por lo tanto no es

casual que justamente ayer se debata el planteamiento de que los derechos

de propiedad intelectual sean penalizados con cárcel; pero hay que

preguntarse si eso está en la macro manipulación de los tratados de

comercio que impone Estados Unidos. Si uno lee los TLC de EEUU con

Colombia, ahí ponen el delito con cárcel por violación de los derechos de

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propiedad intelectual pero en ningún punto dice (para que se vea la

hipocresía) que hay pena de cárcel cuando exista biopiratería. Si es que

hubiera coherencia en esta parte yo no creo que debería haber cárcel para

ninguno de los dos casos; pero obviamente como aquí existe la biodiversidad

y allá el conocimiento, se impone la cárcel para lo uno y no para lo otro.

Entonces se trata de disputas en el campo político, son disputas para nada

técnicas, ni exclusivamente académicas.

En este marco, lo que he querido plantear es que existe un tránsito entre el

capitalismo industrial y el capitalismo cognitivo. Esto ha llevado a una crisis

de civilización, pero una crisis de civilización que no viene aparejada con

una crisis del capitalismo. Más bien yo creo que el capitalismo está en su

mejor momento, porque uno de los indicadores más importantes es la

concentración de la riqueza y en este momento como señalan todas las

investigaciones (incluidas las de Piketty), o los reportes que se dan sobre los

ultra ricos del mundo, se ve que cada vez existe mayor concentración de la

riqueza.

Pero ¿por qué se da una crisis de civilización? Porque hay crisis de los

procesos energéticos, ambientales, democráticos y también de distribución

de riqueza en el marco de la satisfacción de necesidades. Y aquí lo que se

señala es que la crisis más importante que ha vivido América Latina

justamente está ligada a la crisis de pensamiento; pero no solo sobre lo que

se piensa, sino también cómo se gestiona el conocimiento, al no tener la

posibilidad de plantear alternativas de gestión del conocimiento.

Yo creo que no es suficiente con tener una población más educada (y por

eso insisto en que estamos en una primera fase) si es que no cambiamos el

sistema de gestión del conocimiento híper globalizado que existe en Ecuador

y en el mundo. Son cosas que no cuadran, y por eso es necesario entrar en un

segundo momento del debate de la nueva gestión del conocimiento. Uno

puede tener muchas ideas, pero después, ¿cómo se gestionan esas ideas?

Hay que debatir el marco de articulación, que tiene que llegar al nivel de la

sociedad que puede fomentar e incentivar para que se dé esta nueva gestión.

En ese marco yo, y varios autores, han llamado al momento actual de

América Latina un segundo neodependentismo, ya no industrial sino

cognitivo. La dependencia es brutal: cuando Microsoft Word saca una nueva

versión, ¿qué podemos hacer nosotros? Nosotros no producimos ese tipo de

conocimientos, lo único que podemos hacer a través de la compra es

actualizar o copiar, y eso es complicado porque no se está generando

conocimiento.

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Como una anécdota en una conferencia de ciencia y tecnología con los

ministros en Brasil todos estábamos reunidos y yo señalaba la crisis de la

región: todos los ministros de ciencia y tecnología tenían al frente en sus

pantallas tecnología importada y no tecnología producida regionalmente.

¿Cómo plantearnos una cuestión tan simple sobre cómo producir IPads en

América Latina?

Vale la pena señalar que lo que nosotros estamos buscando es disputar el

sentido de la transición, no construir un capitalismo cognitivo sino

construir justamente un conocimiento para el Buen Vivir, una economía

social de los conocimientos de la creatividad y la innovación.

Y es que el problema estructural de la civilización está en la gestión del

conocimiento. Desde la izquierda no se puede dejar de disputar el sentido de

la gestión del conocimiento si realmente queremos superar no solo la crisis

del capitalismo, que una vez más yo no creo que esté en crisis, sino la crisis

de civilización. Porque el problema estructural está en el pensamiento, en

las ideas, en la creación, en la forma de generación de innovación. En ese

sentido, frente a la propuesta del capitalismo cognitivo de privatizar,

garantizar e individualizar, y que la generación del conocimiento sea híper

competitiva, nosotros estamos planteando desde Ecuador recuperar el

sentido de lo público y lo común del bien conocimiento, y que la forma de

producción sea colaborativa y no competitiva. El centro de esa recuperación,

no solo de lo público sino también del bien común, es algo que es necesario

profundizar mucho más en términos teóricos, pues el bien común tiene que

ver también con la acción deliberada de administrar sistemas cognitivos

abiertos para no caer en el capitalismo cognitivo. Conocimiento abierto,

libre y gratuito que asegure sostenibilidad a su proceso de gestión y

preserve el sistema por parte de la sociedad más allá del Estado, esto es

fundamental.

Reitero que aquí juegan un rol fundamental las universidades. Si realmente

queremos disputar el sentido del cambio ya no basta con exponer los

sofismas teóricos, sino que justamente los nuevos tipos de diseños

tecnológicos que permiten no solo construir o disputar el bien público del

conocimiento, confieren todo el sentido del bien común conocimiento.

Y aquí vale la pena señalar que estas reflexiones las tengo más elaboradas en

el libro que se llama “La virtud de los comunes” (Abya-Yala, 2014), donde

planteo que mientras la utopía de la derecha es construir paraísos fiscales,

para la izquierda la disputa tiene que ser la construcción de paraísos de

bioconocimiento abierto para el buen vivir. Y es muy importante para quién.

Permítanme aquí señalar algunas de las hipocresías que se dan a nivel

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mundial, cuando el sistema capitalista sí habla, auspicia y realmente se

rasga las vestiduras con respecto a la libre circulación de bienes y de

servicios, pero cuando se habla de la libre circulación de ideas, de

conocimiento, se ponen todas las restricciones posibles a través de los

procesos de privatización del conocimiento, de la privatización de las ideas,

de la privatización de las innovaciones y su monopolización a través de los

ADPIC; pues es justamente en los marcos regulatorios de libre comercio y de

inversión a través de los que se redimen las disputas de comerciales y de

inversión.

El otro tema que muestra esta hipocresía es con respecto a la libre movilidad

de los seres humanos. Cuando uno tiene un PhD puede circular libremente y

cuando uno es analfabeto tiene que ser deportado al país de origen. Eso da

muestra de esa doble moral: que circulen libremente los bienes, pues se ve

como capital fijo a aquellos que tienen conocimientos, pero los otros son

prácticamente desechables. O tomemos el caso de la biodiversidad: aunque

está en el Sur es del mundo, pero en términos normativos pertenece al Sur,

lo que no es obstáculo para fomentar desde el Norte la biopiratería. Una de

las hipocresías que se dan en este momento.

En ese marco, para hacer el tránsito nosotros tenemos que superar la

tragedia de los comunes y la tragedia de los anti-comunes. La circulación

libre del capital debe ser dejada a un lado y hay que poner mucho énfasis en

la libre circulación de las ideas, del pensamiento, del conocimiento. Hay que

construir lo que yo denomino la potencia o la virtud de los comunes y, en

este marco, justamente debemos tener claro, como señalaba, que la época de

la producción de la biopolítica en donde el mejor ejemplo es el capitalismo

cognitivo que adquiere unas extensiones de biopoder, tiene que ver con esos

aparatos mencionados, por ejemplo los celulares, donde el trabajo va mucho

más allá de las 8 horas. Uno puede estar trabajando las 24 horas sin darse

cuenta y simplemente recibe la remuneración por las 8 horas de trabajo, y

pasa en conexión todo el día con sus compañeros de trabajo.

En ese sentido ya no son necesariamente las maquinas industriales en las

que se pone el énfasis, sino en las herramientas lingüísticas o las

herramientas para pensar o las herramientas afectivas y en construir

relaciones sociales. No es un asunto menor cuando hablamos de redes

sociales y aquí una vez más un ejemplo claro es ese tuit que señalaba de la

charla en donde la apropiación de la riqueza sin darnos cuenta proviene de

la generación de ese conocimiento que producimos con la información que

generamos en el momento que ponemos un tuit; de hecho damos

autorización para que sepan dónde estamos y esa información es un buen

ejemplo para que se entienda cómo se está generando valor y cómo se

apropia esa riqueza.

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En el capitalismo cognitivo, como ya señalé antes, se da la indivisibilidad

entre mente y cuerpo, y en este sentido lo que nosotros planteamos es

también una disputa, en la medida de lo posible. Tenemos claro que existen

los izquierdistas que proponen ir con todo a destruir toda la normativa de

propiedad intelectual, pero cuando hacemos eso nos quedamos

completamente descolgados del mundo; no se puede hacer, no se puede

plantear algo así como propuesta. Lo que nosotros estamos haciendo no se

lo esperaban, en general, los actores interesados en que continúe la ley de

propiedad intelectual vigente en el Ecuador. Hicimos un análisis de toda la

normativa a nivel mundial y tomamos todas las flexibilidades que existen

para incluirlas en este nuevo código. El Código Ingenios fue elaborado en la

perspectiva de la wiki participación; hubo colaboración de un millón

cuatrocientas mil personas y treinta y ocho mil ediciones. Ya no es

socialización, es una participación directa, y nosotros planteamos una

propuesta en la que durante un año y medio la gente añadía sus

observaciones, sugiriendo artículos y mejorando.

Yo creo que tenemos un texto muy elaborado y en este momento está siendo

discutido a nivel internacional, en Argentina, Francia e Italia. La propuesta

de este nuevo código disputa el sentido de la privatización del conocimiento

en el marco de las nuevas normas internacionales. Ecuador es un país que

no existe en el mundo y que, por lo tanto, no puede plantear algo que se va a

ir en contra del mundo. Lo que tiene que plantear, en el marco de esa camisa

de fuerza, es cómo hacemos para aprovechar las flexibilidades para disputar

el sentido de la generación de conocimiento.

Ahora voy a insistir en algunas cuestiones adicionales que diferencian el

capitalismo cognitivo de la ESCCI. El primero tiene que ver con la

construcción del bien conocimiento. Es un bien construido como escaso en

el capitalismo cognitivo y la disputa consiste en construir el conocimiento

como un bien infinito: a final de cuentas la naturaleza del bien conocimiento

e ideas es infinito pero, para ser apropiado y acumulado, se generan los

derechos de propiedad intelectual y, por lo tanto, se hace un bien escaso. La

disputa en términos normativos es cómo recuperamos, en la medida de lo

posible, en el marco regulatorio mundial, el sentido infinito del bien

conocimiento.

Otro punto es la forma de ver al bien conocimiento como un bien privado o

como un bien público y común. Hay que pasar hacia un proceso de

generación de conocimiento cooperativo y colaborativo, en donde la

importancia no esté en el valor de cambio sino en el valor de uso; el ejemplo

más claro es el de los medicamentos: la ciencia que se produce y que tiene

como fin la rentabilidad de la farmacéutica, frente a una producción

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científica de medicamentos para la garantía de los derechos, de la salud y el

acceso a medicina. Lo que da cuenta de este cambio y que se está disputando

se encuentra ya incluido en la propuesta normativa del Código Ingenios.

También está la cuestión de que la propiedad intelectual no sea

exclusivamente privada, sino que hay que mencionar otro tipo de

propiedades, como señala la Constitución, en el marco de las diferentes

economías que existen en el Ecuador. Economías plurales, por lo tanto,

propiedades intelectuales plurales, asociativas, cooperativas y privadas; y ya

voy a mencionar un tema fundamental también de cómo lo manejamos eso

dentro de este Código que estamos llevando a la Asamblea.

Y el otro punto fundamental del tránsito del capitalismo cognitivo hacia la

economía social de los conocimientos e innovación tiene que ver con que la

distribución del beneficio de los derechos de propiedad intelectual no se

concentre en la monopolización de una empresa, sino que los derechos de

propiedad puedan ser distribuidos socialmente.

Doy unos ejemplos de temas que se tratan en esta ley. El tema del internet

como servicio básico; los saberes ni la biodiversidad se puede patentar pues

pasan a tener el carácter de patrimonio del país. Se menciona también el

tema de la minería inversa y el problema de la basura tecnológica, pues

sabemos que por cada 32 celulares reciclados se puede conseguir un gramo

de cobre.

Otro tema fundamental en la ley es que propone colocar en el centro al

innovador y al talento humano versus los financistas, como sucede en el

capitalismo cognitivo. Es importantísimo esto ya que, como señalaba, es la

nueva forma de explotación. Ayer tenía reuniones con los propietarios

de software y nosotros estamos planteando que, principalmente, las ideas, la

innovación y la propiedad queden sobre todo en el generador del

conocimiento y en el generador de la innovación, no en el que las financia.

Obviamente no podemos señalar que el que financia no va a recibir

rentabilidad, pero hay que regular el tema de las regalías. La propiedad

moral queda en el autor, pero a veces esa propiedad moral no sirve de nada.

Para los autores estamos fijando porcentajes, por ejemplo un 40% para los

investigadores que generan innovación en temas de la cotitularidad y, si hay

regalías, que esas regalías se paguen también.

Antes un investigador recibía un salario y el que se quedaba con todas las

regalías de la generación del conocimiento era el que financiaba. Y ayer les

decía a la gente del software que iban a reclamar que estamos poniendo en

el sector privado cierto porcentaje, que en este caso es marginal pero es

simbólico, en la propiedad intelectual estamos poniendo que quede en el

Page 15: Ponencia: La disputa política por el sentido del (bio)conocimiento

autor 25% como mínimo; y obviamente eso debe ser puesto en un contrato

específico; y cuando hablamos de temas de software y de derechos de autor

estamos poniendo un 10%.

Y aquí vale la pena señalar que los propios programadores no se daban

cuenta de la explotación que estaban viviendo, decían esto va en contra de

los que nos financian y nos pagan. Cualquier capitalista que esté en el

mundo del software puede saber que su principal “insumo” es el talento

humano y depende del talento humano. Entonces hay que sacarle

participación para que justamente se rompa esta visión del asalariado; debe

ser una relación pensada desde la izquierda, desde esta perspectiva del

industrialismo, el capitalista y el trabajador. Quizás la construcción más

adecuada es la del no-asalariado, pero el no-asalariado que en el marco de la

construcción de esa riqueza pueda asumir también esa apropiación de la

riqueza y del sistema monopólico.

Otro punto que me parece fundamental es que aquí en las universidades

cuando uno escribe un libro cede todo el derecho de autor a la institución

¿Por qué tiene que llevarse toda la plata? Bueno, en el proyecto de ley se

pone que tienen que ir unos recursos al que escribió el libro y a las

instituciones de educación superior. Estoy dando algunos ejemplos de

muchos de los que son tratados en el Código Ingenios.

El otro tema muy importante es que se impulsa la sociedad de gestión

colectiva, que es un mecanismo donde lo común es importante y, por ello,

plantea formas alternativas con respecto a la forma de gestión clásica en

que siempre se pensó: lo estatal vs lo privado; aquí justamente lo que se está

proponiendo en primer lugar es lo común como lo más importante. En este

sentido, la propiedad intelectual es una excepción al dominio público del

conocimiento.

Obviamente, una vez más, nosotros no podemos contradecir las normas

internacionales. No estamos contradiciendo ninguna norma internacional,

sí estamos obviamente buscando todas las flexibilidades que existen. Un

tema fundamental para dar esta disputa es que creamos una tipología de

bienes, en que los bienes tienen diferentes importancias; no es lo mismo un

medicamente o un alimento que una corbata, o que la biodiversidad o los

saberes ancestrales; o, en este caso, que los sectores estratégicos; en función

del tipo de bien señalamos diferentes tipos de propiedades. En ese marco he

llegado a escuchar absurdos en los cuales se dice que esto es discriminatorio

al bien. Si fuera así, los que tienen derechos ya no solo son los seres

humanos y la naturaleza, sino que también tienen derechos los bienes. La

defensa contra ese capitalismo cognitivo es poner el centro del valor de la

gestión del conocimiento y en la vida, y que ese intelecto y esa acción

informativa-comunicacional está en función de la reproducción de la vida,

Page 16: Ponencia: La disputa política por el sentido del (bio)conocimiento

no solo de la vida humana sino de la vida de la naturaleza. Por todo esto,

resulta fundamental la protección de la biodiversidad.

Voy ahora a mencionar las ideas, que también pueden encontrarse

desarrolladas en el libro “La virtud de los comunes”. Aquí un tema

fundamental es disputar el marco conceptual que ha construido la

economía delmainstream, este marco teórico que es hegemónico, y ha

llevado a que las políticas públicas y las intervenciones se enmarquen en la

tragedia de los comunes y de los anti-comunes, que tienen como efecto el

híper patentamiento, la híper mercantilización, que provocan una sub-

utilización de los conocimientos. Es necesario entonces romper con esta

mirada economicista de que siempre existirá el hombre racional y que

prácticamente la naturaleza del ser humano el ser un free rider, que solo

tiene la racionalidad del propio beneficio. Aquí podemos referirnos a

algunas perspectivas como la de Elinor Ostrom sobre el gobierno de los

comunes, pero hay que superar los límites locales. Creo que estamos en un

momento de la historia en que la disputa debe trascender los ámbitos

pequeños, micro, de la administración de lo común (Para profundizar en la

virtud y potencia de los comunes les remito a mi libro “La virtud de los

comunes”.)

Dentro del aparato productivo y dentro del aparato teórico conceptual es

necesario trabajar en lineamientos que permitan comprobar que la

recuperación del conocimiento para el Buen Vivir no solo pasa por la forma

de gestión, sino también por la organización de la sociedad. Si vamos a

entablar una disputa con el capitalismo cognitivo, por ejemplo con los

poderes económicos, hay que cuestionar la apropiación del intelecto general,

discutiendo sobre la educación, la salud, la seguridad social. Es decir, hay que

dar la disputa para que se desprivatice y se des-mercantilicen la salud, la

educación, la seguridad social; para que sean vistos como derechos, como

bienes comunes, como bienes públicos; donde el patrimonio natural y

cultural sean propiedades de la sociedad y que su representante sea el

Estado.

Hay que potenciar este trabajo social y su apropiación social, y canalizar a

través del Estado su redistribución; o que lo privado se distribuya a través

de impuestos. Y son cuestiones que vale la pena repensar porque siempre la

izquierda ha estado al amparo de la crítica pero no desde la propuesta

concreta. Por ejemplo debemos discutir qué hacen Twitter y Facebook, qué

es lo que se promueve desde las redes sociales que sirven para el control de

la seguridad, para el control y la vigilancia de las sociedades y de los pueblos.

La innovación viene de quien inventa y no de quien financia y no

únicamente importan las innovaciones tecnológicas sino sobre todo las

innovaciones sociales que cambian los patrones de comportamiento.

Page 17: Ponencia: La disputa política por el sentido del (bio)conocimiento

Yo siempre señalo que el mejor ejemplo de innovación social en el caso del

Ecuador es la propuesta de Yasuní ITT, es un cambio de paradigma. Es el

equivalente de pasar de la medicina catastrófica a la medicina preventiva.

Además debemos pensar en una nueva arquitectura financiera porque aquí

el financiamiento es fundamental. A la par, también debemos pensar en una

nueva arquitectura cognitiva; es algo que venimos planteando ahora que

tenemos la presidencia de CELAC, lo dijimos en UNASUR y pudimos crear

una comisión para unificar macro-políticas o macro-regulaciones con

respecto a los derechos de propiedad intelectual. Esto es una prioridad. Si es

que no damos esta disputa colectiva, o como región, créanme que es

completamente insuficiente lo que nosotros podamos hacer aquí desde el

Ecuador.

Obviamente se trata de construir los patrones de regulación en el marco de

una bioética sostenible ambiental e intergeneracionalmente, con

tecnologías de innovación que sean sostenibles con propuestas de cambios

sociales y culturales, etc.

Y un tema muy significativo, para terminar, es que desde la academia se

tiene que dar muchos debates sobre la matriz cognitiva. Hay que eliminar la

supremacía de la ciencia occidental sobre otro tipo de saberes, hay que

buscar cambios epistemológicos, hay que evitar la separación de las ciencias

y las artes, hay que recuperar lo lúdico en los procesos de aprendizaje.

Por ejemplo nosotros en el nuevo reglamento de régimen académico

ponemos, para que se produzcan debates interdisciplinarios, que el que está

haciendo matemática debe saber de ciencias sociales; los que están haciendo

ciencias sociales deben saber cómo se generan en este caso conocimientos

en la biología, en la física, en la química; también está el tema de la

vinculación de la universidad con la colectividad. Pero estos son desafíos

que no son responsabilidad del Estado, sino de la propia universidad.

Son retos que debemos discutir dentro del sistema universitario. Este

cambio cognitivo que debe permitir a su vez la construcción de otro tipo de

democracia, una democracia inteligente, una democracia cognitiva en donde

se generen espacios de aprendizaje para la participación de la democracia,

para la participación en democracia y en el propio proceso productivo (esto

es fundamental, porque generalmente a la democracia se la ha separado en

el propio proceso productivo) se den espacios de producción de democracia.

En este marco es fundamental romper las relaciones de poder, como decía

capitalista-asalariado, justamente a través de generación de otras formas de

propiedad y otras formas de gestión de la organización y de la producción,

Page 18: Ponencia: La disputa política por el sentido del (bio)conocimiento

para romper esas relaciones de dominación que se dan en el capitalismo

cognitivo, si es que queremos construir alternativas al desarrollo y que

realmente la generación de conocimientos sea una alternativa viable para el

Ecuador.

Son disputas sobre todo políticas, pero son disputas que obviamente

también son académicas, son epistemológicas, son teóricas. Y se trata de

temas que tienen que ser discutidos en el ámbito universitario dado que las

universidades juegan un rol fundamental y no pueden permanecer pasivas

frente a lo que está pasando a nivel mundial.