· ples factores naturales, socioeconómicos, tecnológi-cos y políticos. por ello las políticas...
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GACETA ECOLÓGICAPublicación trimestralINE-SEMARNAT. México
Nueva época • Número 70 • 2004
Trimestre: enero-marzo
ISSN 1405-2849
ALBERTO CÁRDENAS JIMÉNEZ
Secretario de Medio Ambientey Recursos Naturales (SEMARNAT)
EXEQUIEL EZCURRA
Presidente del Instituto Nacionalde Ecología-SEMARNAT
IRMA PÍA GONZÁLEZ LUNA
Coordinadora Generalde Comunicación Social-SEMARNAT
AQUILINO VÁZQUEZ GARCÍA
Director Ejecutivo de AsuntosJurídicos y Enlace InstitucionalInstituto Nacional de Ecología-SEMARNAT
CONSEJO EDITORIAL
Juan ÁlvarezCámara Nacional de la Industriade la Transformación
Juan Antonio CuéllarCámara de la Industriade la Transformación
Luis Manuel GuerraInstituto Autónomode Investigaciones Ecológicas
Sergio GuevaraInstituto de Ecología, Xalapa
Hans HerrmannComisión Ambientalde Norteamérica
Enrique LeffPrograma de Naciones Unidaspara el Medio Ambiente
Iván RestrepoCentro de Ecología y Desarrollo
Carlos SandovalConsejo Nacionalde Industriales Ecologistas
Víctor Manuel ToledoCentro de Ecología, UNAM
Editor: Raúl Marcó del Pont Lalli
Tipografía, diseño y cuidadode la producción:Raúl Marcó del Pont Lalli
Corrección de estilo:Eduardo Chagoya
Diseño de portada: Álvaro Figueroa
La captura de carbono en bosques: ¿una
herramienta para la gestión ambiental?
ARACELI VARGAS–MENA AMESCUA Y
ARMANDO YÁÑEZ SANDOVAL
Para hacer frente al calentamiento global, la captura
de carbono se presenta como un instrumento de gran
utilidad. Sin embargo, los autores de este trabajo
consideran que el establecimiento de este tipo de
proyectos en nuestro país requiere de un análisis
cuidadoso para determinar su viabilidad y conveniencia.
El índice de deterioro ambiental en
los municipios de Tlaxcala: una propuesta
metodológica
ADELINA ESPEJEL RODRÍGUEZ, IRIS M. GONZÁLEZ TORRES
Y EVA PERÓN DELGADO
Este trabajo presenta información pormenorizada de la
situación ambiental tlaxcalteca y resulta un insumo
indispensable para la definición y evaluación de políticas
locales para el uso y conservación de los recursos naturales.
Cuotas individuales transferibles: una alternativa
para resolver la problemática de las pesquerías en
México
MARIELA IBÁÑEZ DE LA CALLE, MARIANA BECERRA PÉREZ
Y GAËLLE BRACHET BARRO
Este artículo plantea la posibilidad de aplicar el modelo de
cuotas individuales transferibles a fin de regular la actividad
pesquera y permitir que alcance niveles sustentables. Esta
propuesta incorpora la exclusividad del usuario y la certeza
que tiene de su posesión, para que sus dueños administren
sus insumos y, en todo caso, decidan en qué momento
puede llevar a cabo su actividad para evitar la actual carrera
por el recurso.
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Fotos de portada y cuartade forros: Claudio Contreras Koob
Certificado de licitudde título: 9624
Certificado de licitudde contenido: 6709
Certificado de reserva de losderechos al uso exclusivodel título y del contenido:04-2001-081414250000-102
Derechos reservados: Secretaríade Medio Ambiente y RecursosNaturales-Instituto Nacionalde Ecología. Esta edición constade 1,000 ejemplares.
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Y ACABADOS: Programe, S.A., conformelos términos de la invitación restringi-da del Instituto Nacional de EcologíaINE/I3P-009/2004.
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La política ambiental mexicana y la
conservación del ambiente en Baja
California Sur
MICHELINE CARIÑO, JUAN SALVADOR ACEVES,
CÁNDIDO RENDÓN, CARMINA VALIENTE, MARÍA LUISA
LEAL Y BIANCA RODRÍGUEZ
En este trabajo se revisan los medios que permiten que
algunas estrategias de conservación resulten existosas;
se valora la participación de los diferentes actores y se
identifican la problemática y los obstáculos que deben
enfrentar para superar el deterioro del ambiente y los es-
tragos del crecimiento económico devastador.
La sequía en la cuenca del río Bravo:
principios de política
MIREILLE LINARES
Ante el reto que representan los problemas ambientales
provocados por fenómenos naturales, este artículo ofrece
una guía metodológica para el análisis de la política federal
en torno a la situación de la cuenca del río Bravo.
Ecoturismo y desarrollo económico sustentable
en la delegación La Magdalena Contreras,
Distrito Federal
AGUSTÍN FERNÁNDEZ EGUIARTE, ALFONSO VÁZQUEZ MÁRQUEZ,
FRANCISCO URIBE CRUZ, JORGE BUSTILLOS HERRERA,
HÉCTOR AGUILAR VELAZCO, MANUEL JUÁREZ PÉREZ,
BERNARDO DE JESÚS APOLINAR, IGNACIO RAMÍREZ DEL RAZO,
ROMÁN LÓPEZ SÁNCHEZ, MIGUEL ISLAS RODRÍGUEZ Y
JUAN JOSÉ VERA FIGUEROA
Resumen de una experiencia local por integrar a las
comunidades semirurales de una de las ciudades más
grandes del mundo en el uso y conservación de sus
recursos naturales.
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LA CAPTURA DE CARBONO EN BOSQUES 5
ARACELI VARGAS–MENA AMESCUA YARMANDO YÁÑEZ SANDOVAL
INTRODUCCIÓN
Conforme aumenta el deterioro ambiental, también
crece la preocupación en grandes sectores de la po-
blación por encontrar herramientas para revertir es-
tas tendencias negativas, tomando en cuenta los pro-
blemas sociales y económicos específicos de cada
sociedad.
Los programas de captura de carbono en bos-
ques son instrumentos con enorme potencial para
contribuir a la transición hacia el desarrollo sustenta-
La captura de carbonoen bosques: ¿una herramientapara la gestión ambiental?
ble. El interés en ellos surge de la información cada
vez más alarmante, y mejor documentada, sobre el
proceso de calentamiento global, debido fundamen-
talmente a la emisión de gases causantes del llama-
do “efecto invernadero” por actividades humanas
(IPCC 2001a).1 La evidencia sobre este fenómeno es
basta y contundente y aunque el “efecto invernade-
ro” es un fenómeno natural, el incremento de los
gases que lo producen, como resultado de las activi-
6 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
dades humanas, se traduce en un aumento de la
temperatura y los problemas asociados a éste. Es
importante considerar que “la respiración vegetal y
la descomposición de materia orgánica del mundo
libera más de 10 veces el CO2 del que inducen las
actividades humanas, pero estas emisiones han esta-
do durante siglos en balance con el dióxido de car-
bono absorbido por la vegetación terrestre y por los
océanos” (EPA 2003).
La industrialización ha roto este equilibrio natural.
La utilización de combustibles fósiles es responsable
de la mayor parte de las emisiones de dióxido de car-
bono en el mundo y de una importante fracción (alre-
dedor del 20%) de las emisiones de metano y óxido
nitroso. El aumento en la agricultura, la deforestación,
los tiraderos a cielo abierto, la producción industrial y
minería, contribuyen también de manera significativa
con este tipo de emisiones.
En relación con la contribución diferencial de cada
gas de efecto invernadero (GEI) al calentamiento glo-
bal, existe el acuerdo que el más importante es el
CO2 (Houghton y Woodwell 1989, Schneider 1989,
Goudie 1990, Dixon et al. 1994). El nivel de concen-
tración actual medido en el Polo norte es el mayor de
los últimos 130,000 años y, de acuerdo con el IPCC,
para el año 2100 serán los más altos en la historia del
planeta desde hace 30 millones de años.
¿COMO RESOLVER EL PROBLEMA?
La primera solución que viene a la mente es desha-
cerse del exceso de gases invernadero que causan el
calentamiento global. Aunque esto en principio sería
una solución, la reducción en temperatura no suce-
dería de inmediato y el calentamiento global seguiría
durante un tiempo considerable, al menos a un nivel
constante. Además, no se puede simplemente redu-
cir las emisiones dado que esto depende de múlti-
ples factores naturales, socioeconómicos, tecnológi-
cos y políticos.
Por ello las políticas de control/reducción de
emisiones enfrentan un futuro desalentador, espe-
cialmente si son utilizadas como única herramienta.
Por una parte, la estabilización de las emisiones de
CO2 se traducirá en un aumento en la concentración
del gas y de temperatura; por la otra, la estabiliza-
ción de concentraciones y temperatura a los niveles
actuales podría llevar mucho tiempo, incluso con la
reducción o eliminación total de emisiones.
En términos generales, las políticas de control de
emisiones se enfocan a que el problema no empeore,
pero no a reparar el daño causado al ambiente. Re-
parar dicho daño puede significar tener que reducir
la concentración atmosférica de los gases de efecto
invernadero a niveles preindustriales, para lo cual se
necesitan políticas que utilicen mecanismos susten-
tables que eviten la emisión de estos gases y que
destruyan o “capturen” el exceso en almacenes na-
turales.
CAPTURA DE CARBONO
La investigación en esquemas de captura de carbono
(CC) por sistemas naturales se encuentra relacionada
con el estudio del valor de las funciones ecológicas de
los ecosistemas naturales. Aunque el concepto de ci-
clo de carbono en la naturaleza y la capacidad de
absorción del suelo y los océanos ha sido conocido
durante largo tiempo, no fue sino hasta 1976 que la
idea de los bosques como “almacenadores” de las
emisiones de combustibles fósiles fue propuesto por
primera vez (WRI 2001). El renovado interés en esta
función ecológica de los ecosistemas terrestres apare-
ce cuando investigadores y administradores públicos
empiezan a entender el valor total de la naturaleza
(VTN) y se enfocan a desarrollar esquemas para con-
servar y restaurar dicho valor. El VTN se considera
como la suma del valor de uso directo e indirecto,
opción y existencia de la naturaleza (Department for
Transport, Local Government and the Regions 2002).
LA CAPTURA DE CARBONO EN BOSQUES 7
Cuando hablamos de la CC nos referimos a uno de los
muchos valores de uso indirecto del ecosistema, tam-
bién conocidas como funciones ecológicas.
Los mecanismos para la CC que son viables ac-
tualmente2 se enfocan sólo en un subproceso del ci-
clo de carbono en la naturaleza: la captura terrestre,
y específicamente en la CC por parte de ecosistemas
boscosos. El IPCC estimaba en su segundo informe
de evaluación, que entre 60 y 87 GtC (gigatonela-
das) podrían conservarse o captase en los bosques
para el año 2050, y que otras 23 a 44 GtC podrían
obtenerse de suelos agrícolas. Actualmente se consi-
dera que las opciones de mitigación biológica son del
orden de 100 GtC (acumuladas) para el año 2050, lo
que representa entre el 10% y el 20% de las emisio-
nes proyectadas de los combustibles de origen fósil
durante ese período (IPCC 2001b).
Estos mecanismos también consideran a los bos-
ques como ecosistemas y no como árboles aislados,
reconociendo el hecho de que el suelo del bosque
contiene alrededor de dos tercios del carbono en los
ecosistemas forestales (Dixon et al. 1994).3
En resumen, los sumideros terrestres de carbono
se refieren al carbono contenido en los ecosistemas
forestales (vegetación viva, materia orgánica en des-
composición y suelo) y sus productos (maderables y
no maderables, combustibles fósiles no usados, etc.)
De manera análoga, los flujos o emisiones de carbo-
no se relacionan con la degradación tanto de los eco-
sistemas forestales como de sus productos.
¿QUE SON LOS PROGRAMAS DE CAPTURA DE
CARBONO?
Los programas de CC son instrumentos de política
que fueron diseñados para aprovechar el mecanismo
ecológico descrito anteriormente a favor de la protec-
ción ambiental y del combate a la contaminación y,
por ende, al cambio climático. Hay dos ideas princi-
pales detrás del concepto de los programas de CC:
· Las actividades económicas que llevan al creci-
miento de las sociedades, incluso siendo extre-
madamente eficientes, no se pueden realizar a
un nivel cero de emisiones.
· Hay diferentes actividades que se pueden llevar
a cabo para disminuir la concentración de car-
bono atmosférico.
La disminución en esta concentración atmosféri-
ca puede ser el resultado de evitar emisiones (bos-
ques que no son talados) o la captura del carbono
atmosférico (absorción por almacenes naturales).
De esta manera, las empresas emisoras de CO2
pueden “compensar” el efecto negativo de las emi-
siones de sus actividades económicas mediante
la inversión o compra de “créditos” en proyectos
cuyo resultado sea la captura del carbono que se
halla en la atmósfera.
La propuesta para considerar este tipo de pro-
yectos de manera formal dentro de los esfuerzos in-
ternacionales para estabilizar o disminuir la concen-
tración atmosférica de GEI, se establece en la Con-
vención Marco sobre Cambio Climático de Naciones
Unidas, donde se considera tanto el control de emi-
siones como la remoción por captura en sumideros.
Como parte de esta Convención, en 1997 se llevó a
cabo una reunión en Kioto, Japón, con la presencia
de representantes de 160 países para negociar limita-
ciones vinculantes con la emisión de GEI. El resulta-
do de esa reunión fue el Protocolo de Kioto mediante
el cual los países desarrollados se comprometían a
limitar sus emisiones a niveles de 1990. Dicho Proto-
colo entrará en vigor 90 días después de que 55 paí-
ses lo hayan ratificado y una vez que lo ratifiquen los
países pertenecientes al Anexo I de la Convención
Marco sobre Cambio Climático de Naciones Unidas,4
que suman el 55% del total de emisiones de CO2
mundial.
Aunque este sistema de créditos no ha sido esta-
blecido oficialmente, la presión de los compromisos
8 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
voluntarios ha dado lugar a tres mecanismos con los
que los países trabajarían conjuntamente para reducir
su cuota de emisiones según lo establece el propio Pro-
tocolo: comercio internacional de emisiones, implemen-
tación conjunta y mecanismo de desarrollo limpio.
La única modalidad en la que México podría par-
ticipar como país no perteneciente al Anexo I de la
Convención Marco sobre Cambio Climático de las
Naciones Unidas, es el llamado Mecanismo de desa-
rrollo limpio (MDL), esquema ideado para que los
países del Anexo I puedan acreditar hasta el 1% de
sus emisiones de GEI mediante la adquisición de cré-
ditos por reducción de emisiones en proyectos de
forestación/reforestación que se realicen en países
no incluidos en el dicho Anexo. Se espera que su
resultado sea la captura neta y almacenamiento de
carbono atmosférico a corto, mediano y largo plazo.
Lo atractivo de este mecanismo es que, además de
contribuir a la mitigación de GEI, apoya a los países
en desarrollo a avanzar hacia el desarrollo sustenta-
ble, y promueve la inversión de países desarrollados
en proyectos de manejo sustentable de recursos na-
turales al tiempo que cumplen sus compromisos in-
ternacionales en materia de cambio climático.
Sin embargo, el pequeño porcentaje que los paí-
ses desarrollados pueden acreditar en estos proyec-
tos desaprovecha las ventajas ambientales que tie-
nen los países tropicales, como son las altas tasas de
crecimiento de la vegetación lo que se traduce en
una captura de carbono más rápida.
REGLAS E INCENTIVOS
Pasar de la propuesta teórica a la aplicación de este
tipo de programas no es un asunto sencillo. Lo pri-
mero que hay que considerar es que implicará nece-
sariamente la interacción entre diferentes actores:
los emisores de GEI, los que llevan a cabo los proyec-
tos de captura, las autoridades nacionales y los orga-
nismos internacionales, entre otros. Para que esta
vinculación sea exitosa, los programas de captura de
carbono requieren un marco legal e institucional ade-
cuado, tanto nacional como internacional. Algunos
países, entre ellos el nuestro, están en proceso de
elaborar dichos requerimientos, mientras que en la
arena internacional se siguen definiendo procedimien-
tos y criterios para que se cumplan de la mejor ma-
nera los objetivos originales.
En cuanto a los criterios básicos que deben cu-
brir los países participantes en el MDL destacan el
integrarse voluntariamente en el mecanismo, esta-
blecer una autoridad nacional designada (AND) en
MDL5 y ratificar el Protocolo de Kioto. Actualmente,
el tipo de proyectos de sumideros de carbono que
pueden ser seleccionados dentro del MDL incluyen
únicamente las prácticas dirigidas a capturar carbo-
no como la forestación y la reforestación, dejando
fuera las actividades encaminadas a evitar emisio-
nes, como son la conservación y el manejo sustenta-
ble de los bosques.
¿SON LOS PROYECTOS DE CAPTURA DE CARBONO
UNA BUENA IDEA PARA MÉXICO?
Sin él afán de subestimar la importancia de los as-
pectos internacionales que se han mencionado con
anterioridad, consideramos que la justificación para
llevar a cabo programas de CC en el país debe estar
basado también en un análisis de las oportunidades
y limitaciones que estos proyectos tienen para su
desarrollo en México, especialmente si tomamos en
cuenta que, a pesar de la falta de éxito en el estable-
cimiento de un mercado internacional abierto de cré-
ditos por emisiones, se han llevado a cabo numero-
sos esfuerzos relacionados con este tema.
Es bien conocido que, además de la gran biodi-
versidad que albergan los bosques y selvas de Méxi-
co, estos proveen diferentes servicios ambientales que
van desde la conservación de suelo, productos ma-
derables y no maderables, regulación climática y ac-
LA CAPTURA DE CARBONO EN BOSQUES 9
tividades recreativas, entre otros (Masera 1997). Se
han hecho muchos esfuerzos durante las últimas dé-
cadas para desarrollar diferentes mecanismos y polí-
ticas para proteger y usar de manera sustentable es-
tos recursos. Sin embargo, diversas circunstancias
han orillado a los productores rurales a usar, y en
muchos casos deteriorar el suelo y los bosques, como
resultado de sus prácticas productivas, ya sea de
subsistencia o con fines comerciales.
De esta manera, cuando se analiza el limitado
éxito que han tenido las políticas de conservación y
protección ambiental en el país, los programas de
captura de carbono parecen ofrecer una nueva opor-
tunidad en el diseño e implementación de políticas
ambientales. Para hacer esto, consideramos indispen-
sable analizar las diversas oportunidades y obstácu-
los relacionados con el uso de este instrumento en el
contexto mexicano.
Para su revisión los hemos agrupado en tres cate-
gorías: ambiental, socioeconómica e institucional (cua-
dro 1).
OPORTUNIDADES
Ambientales. Esta categoría puede dividirse en bene-
ficios directos e indirectos. El beneficio directo, y el
principal argumento para la implementación de es-
tos proyectos, es el carbono capturado como conse-
cuencia de las prácticas realizadas en los proyectos
(principalmente reforestación, forestación, conserva-
ción y/o manejo sustentable del bosque), eso sin
contar con la reducción de emisiones de CO2 debida
a la prevención de la deforestación.
Los beneficios indirectos ligados a los programas de
captura de carbono dependerán del tipo de prácticas
realizadas y están relacionadas con los diferentes servi-
cios ambientales generados por los bosques, como son:
la protección del suelo, de las cuencas, la conservación
de la biodiversidad y la captación de agua. Estos bene-
ficios exceden con mucho el aporte directo de estos
proyectos y constituyen por sí solos una buena razón
para promoverlos. Desgraciadamente, evaluar sus be-
neficios no es fácil, y está sujeto a la disponibilidad de
10 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
tecnología, información y recursos económicos. Un en-
foque que puede ser útil para llevar a cabo esta tarea
es estudiar la magnitud de los problemas que ayudan a
reducir. Por ejemplo: en proyectos de conservación o
de reforestación, sería necesario evaluar cuáles son las
tendencias en el cambio de uso del suelo, y en función
de éstas, cuál sería el costo de oportunidad de imple-
mentar proyectos de CC para evitar la deforestación en
el primer caso o apoyar la restauración de zonas ya
deforestadas en el segundo.
Sin embargo, identificar las tasas de deforesta-
ción y los cambios de uso del suelo en el país ha sido
una tarea difícil, y prueba de ello es que los diferen-
tes estudios y metodologías utilizados han producido
resultados que van desde 370 mil hectáreas anuales
hasta 1,500 en la década de 1980 a 1990 (Masera
1996).
Según el más reciente reporte del Instituto Na-
cional de Ecología, basado en el estudio del Instituto
de Geografía de la UNAM (Velázquez, Mas y Palacio
CUADRO1. OPORTUNIDADES Y LIMITACIONES PARA PROYECTOS DE CAPTURA DE CARBONO FORESTAL EN MÉXICO
OPORTUNIDADES
Ambiental
· Carbono capturado
· Carbono no emitido
· Conservación de la biodiversidad
· Conservación del bosque
· Conservación de suelos
· Protección de cuencas
Socioeconómico
· Mejores condiciones de vida y
capacitación para la producción
· Alternativas viables para la
población local
· Promueve el conocimiento
científico y la generación de datos
· Provee financiamiento adicional
para las prioridades nacionales
Institucional
· Cumplimiento con el AMCCNU
· Buena imagen para negociaciones
· Promueve enfoques de política
integral
· Fortalece vínculos entre actores
· Mejora la relación con el sector
académico
· Fortalece a las ONG y a las organi-
zaciones sociales
OBSTÁCULOS Y LIMITACIONES
Ambiental
· Intenso debate sobre la medición
de parámetros de captura y almace-
namiento (línea base, adicionalidad
y fugas)
· Dificultades para evaluar todos los
impactos ambientales (datos y
metodologías)
· Investigación in situ muy limitada
y bajo presupuesto
Socioeconómico
· Dificultades para el financiamiento
· Dificultades para eliminar incenti-
vos perversos
· Historia de promesas y decepcio-
nes hacia los campesinos
· Insuficiente o inadecuada organiza-
ción campesina
· Desplazamiento potencial de emi-
siones (fugas)
Institucional
· Coordinación ineficiente entre
niveles de gobierno e instituciones
· Marco legal e institucional débil
para la implementación de progra-
mas de CC
· Riesgo por corrupción y activida-
des ilegales
LA CAPTURA DE CARBONO EN BOSQUES 11
2002), la tasa de deforestación anual identificada para
el período 1976-2000 es de 545,000 hectáreas.
Esta cifra cobra vital importancia si consideramos
que para 1995, el 25% de las emisiones de gases de
efecto invernadero producidas en el país se debieron
a cambios de uso del suelo y aprovechamientos fo-
restales (Ordóñez 1999). Debido a esta situación, la
Comisión para la Cooperación Ambiental ha plantea-
do que los bosques mexicanos puedan ser conside-
rados actualmente más como fuente de emisiones
netas de carbono a la atmósfera que como sumideros
para su captura (CEC 2001).
Sin embargo, y a pesar de las altas tasas de defo-
restación, el país aún cuenta con extensas áreas fo-
restales y con potencial forestal, que podrían ser con-
sideradas para el establecimiento de estos proyectos
y entrar así en el mercado de emisiones.
Socioeconómicas. La contribución social de los pro-
gramas de captura de carbono en países como Méxi-
co puede ser considerada incluso más atractiva que
sus beneficios ambientales. La búsqueda de mejores
condiciones de vida para los agricultores mediante la
capacitación y la oferta de formas de producción al-
ternativas viables, es un objetivo que puede ser al-
canzado en el contexto de estos proyectos. La expe-
riencia adquirida durante el desarrollo de los progra-
mas puede permitir a los agricultores adquirir cono-
cimientos técnicos que de otra manera no estarían a
su alcance. Adicionalmente, el ingreso recibido di-
rectamente de la inversión en certificados de carbo-
no o el derivado de la venta de sus productos, puede
significar una gran diferencia en las condiciones de
vida de los campesinos, evitando incluso su migra-
ción por razones económicas.
El establecimiento de programas de CC en países
como México puede ser más barato y costo–efectivo
para el combate del CO2 que la realización de estos
proyectos en países desarrollados o la utilización de
otros mecanismos. Aun así, hay que considerar que
la reglamentación internacional para este tipo de pro-
yectos bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio, con-
lleva altos costos de transacción, principalmente por
los estudios requeridos para el establecimiento, veri-
ficación y monitoreo de las áreas consideradas en
tales proyectos. Esto puede aumentar el precio de
los certificados de carbono y el reto será abatir costos
con un diseño eficiente, donde los gastos adminis-
trativos puedan reducirse al máximo y la asesoría e
información necesarias se adquieran de manera opor-
tuna y económica.
Más allá de los beneficios inmediatos para la po-
blación local, debemos señalar que la sociedad en su
conjunto se beneficia con la implementación de estos
proyectos ya que su establecimiento promueve la in-
vestigación científica y la generación de información.
Finalmente, podemos agregar que en un país en
desarrollo como México, con escasez de recursos eco-
nómicos para enfrentar muchos de sus problemas, la
inversión privada nacional o internacional en estos
proyectos, puede apoyar de manera parcial el finan-
ciamiento necesario para la atención de su propia
agenda.
Institucionales. Siendo México signatario tanto de
la Convención Marco de las Naciones Unidad para el
Cambio Climático como del Protocolo de Kioto, los
proyectos de CC en el marco del MDL ofrecen una
oportunidad para el cumplimiento de sus compromi-
sos, a la vez que se demuestra su intención de jugar
un papel activo en el mercado internacional de emi-
siones de carbono, lo cual se puede traducirse en
mayor prestigio y una mejor posición para negociar
en foros internacionales.
Sin embargo, debemos ser cuidadosos para no
ligar el futuro de estos programas sólo a los mecanis-
mos internacionales. Aunque los beneficios interna-
cionales son ciertamente atractivos, hay suficientes
ventajas a nivel nacional para separar su convenien-
cia de la dinámica internacional.
Otro aspecto positivo es que la necesaria colabo-
ración e intercambio de información de los diferen-
12 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
tes actores involucrados contribuirá a que las organi-
zaciones de campesinos así como las ONG partici-
pantes, puedan consolidar su estructura y funciona-
miento como resultado del enfoque participativo re-
querido por estos proyectos.
Adicionalmente, la necesidad de información ac-
tualizada y de buena calidad para el diseño, imple-
mentación y monitoreo de los proyectos, permitirá
apoyar nuevos grupos y campos de investigación,
fortaleciendo las capacidades nacionales y creando
sólidos vínculos entre instituciones de investigación
nacionales y extranjeras con los diferentes niveles de
gobierno y las ONG.
OBSTÁCULOS Y LIMITACIONES
Ambientales. Algunas de las principales limitaciones
en este aspecto están relacionadas con la disponibili-
dad de información ambiental y con el intenso debate
internacional sobre las metodologías para el diseño,
verificación y monitoreo de los componentes ambien-
tales, principalmente de los proyectos bajo el MDL.
Como punto de partida, la estimación de los con-
tenidos de carbón y las tasas de captura enfrentan
serias dificultades. Con el fin de construir un modelo
adecuado para predecir la cantidad de carbón que
será capturado por ecosistemas específicos, las tasas
de crecimiento de la vegetación en esas condiciones
ambientales deben ser conocidas para obtener su
equivalencia en carbón. Además de esta medida di-
recta, los cambios de uso del suelo, sus patrones y
tendencias deben también establecerse para identi-
ficar el costo de oportunidad de cada proyecto. La
dinámica de este proceso varía ampliamente de re-
gión en región y, desafortunadamente, en la mayoría
de los casos, la información disponible no es sufi-
ciente en la escala adecuada para establecer la “lí-
nea base”6 o para cuantificar la cantidad de carbono
que podrá venderse en las diferentes etapas del pro-
yecto. Este concepto es importante para el cálculo
de la llamada “adicionalidad”, la cual establece que
cualquier reducción de emisiones o secuestro que se
pretenda acreditar, debe ser adicional al que se hu-
biera producido en ausencia del proyecto. Esto se
contabiliza comparando los flujos de carbono y el
almacenado como resultado de las actividades del
proyecto, con aquellos que hubieran ocurrido sin él
(Aukland et al. 2002).
Otro aspecto que reviste gran importancia duran-
te el desarrollo de proyectos de CC bajo el MDL, son
las llamadas “fugas”, esto es, el desplazamiento no
planeado de emisiones de la zona comprendida den-
tro de los límites del proyecto, a zonas aledañas como
resultado de las actividades del proyecto. Este fenó-
meno debe prevenirse y tener un detallado segui-
miento ya que de presentarse, los créditos de carbo-
no comprometidos serían anulados.
Por otra parte, México, como país megadiverso,
debe considerar el impacto que las actividades de
LA CAPTURA DE CARBONO EN BOSQUES 13
mitigación al cambio climático pueden tener sobre su
biodiversidad, ya sean positivas, neutras o negativas.
En este sentido, las actividades actualmente seleccio-
nables bajo el marco del MDL, forestación y reforesta-
ción, impactarán a la biodiversidad dependiendo del
sistema de manejo elegido y la escala espacial y tem-
poral del proyecto. Estas actividades deben poner es-
pecial atención en la selección de especies y el diseño
de las prácticas que se desarrollen en los proyectos.
La reforestación con especies exóticas y el estableci-
miento de plantaciones monoespecíficas tendrá, sin
duda, efectos negativos sobre la biodiversidad.
Es necesaria la integración de estrategias enca-
minadas a la mitigación del cambio climático y la
conservación de la biodiversidad. Esto se lograría, en
parte, a través de la inclusión de proyectos de con-
servación de ecosistemas boscosos dentro de los pro-
yectos elegibles bajo el MDL, los cuales cumplirían la
doble función de conservar la biodiversidad y preve-
nir la emisión de GEI (CBD 2003).
Socioeconómicos. Bajo el esquema actual, donde
el mercado de emisiones opera de manera volunta-
ria, uno de los principales obstáculos ha sido encon-
trar la forma de financiamiento adecuada para estos
proyectos; de hecho, varios de ellos se encuentran
elaborados y autorizados para ser establecidos en
México, pero no ha sido posible conseguir al socio
inversionista.
A pesar de que en los países desarrollados exis-
ten instituciones y empresas privadas interesadas en
esos proyectos, la principal razón para que no invier-
tan en ellos es la incertidumbre sobre el futuro de las
negociaciones del Protocolo de Kioto y su entrada en
vigor, así como el aún insuficiente marco legal e ins-
titucional que hay en el país para apoyar este tipo
de iniciativas.
En relación con los productores locales, existen
varios aspectos que podrían ser limitaciones para el
adecuado desarrollo de los proyectos. Uno de ellos es
la situación actual de propiedad de la tierra, en la
que existen numerosos conflictos por la falta de cla-
ridad en los límites y la identidad de los legítimos
propietarios, factores que pueden generar incertidum-
bre a los socios inversionistas y que pongan en riesgo
el cumplimiento de metas comprometidas.
Por otra parte, para que estos proyectos sean exi-
tosos, es necesaria una sólida organización de pro-
ductores que respalde los compromisos de largo pla-
zo que se requieren. El nivel de convicción de los
campesinos juega un papel clave en el cumplimiento
de metas y en la prevención del desplazamiento de
emisiones a las áreas circundantes (fugas).
Institucionales. Aunque se han hecho algunos es-
fuerzos en las instituciones nacionales para incre-
mentar la participación nacional en el incipiente y
voluntario mercado internacional de emisiones de car-
bono, dichos esfuerzos están concentrados en el caso
del sector ambiental. Aunado a esto, el aún débil
marco legal e institucional para la promoción e im-
plementación de proyectos de CC se ha traducido en
la falta de apoyo a las pocas iniciativas que han po-
dido elaborar propuestas con altísimos costos de tran-
sacción.
En cuanto a la AND para México, está en proceso
de ser formalizado el Comité Mexicano para Proyec-
tos de Reducción y Captura de Emisiones de Gases
de Efecto Invernadero el cual será coordinado por la
SEMARNAT y estará a cargo de desarrollar estas funcio-
nes en nuestro país. Aunque la conformación de esta
instancia es un avance importante, su consolidación
dependerá todavía de que entre en operación y logre
un adecuado funcionamiento.
Otro aspecto importante que puede obstruir el
desarrollo de los proyectos es la amenaza de la co-
rrupción y las actividades ilegales. En zonas rurales,
diferentes intereses políticos y económicos pueden
jugar un papel pernicioso, obstaculizando iniciativas
legítimas para desarrollar comunidades con alto gra-
do de marginación, por lo que estos aspectos deben
ser analizados durante el diseño de los proyectos.
14 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
ESFUERZOS EN CAPTURA DE CARBONO FORESTAL EN
MÉXICO
México es uno de los países en desarrollo que mostró
gran interés en el concepto de proyectos de imple-
mentación conjunta entre países cuando esta opción
fue planteada en la primera conferencia internacio-
nal sobre cambio climático. Desde entonces ha habi-
do numerosos esfuerzos al respecto, tanto en lo que
se refiere a investigación, como en el diseño e imple-
mentación de los proyectos. Esto puede ser esque-
matizado en forma piramidal, lo que representa la
distribución de la cantidad de proyectos en cada ca-
tegoría (figura 1).
FIGURA 1. DISTRIBUCIÓN DE PROYECTOS RELACIONADOS CON LA
CAPTURA DE CARBONO FORESTAL EN MÉXICO
Pro-
yectos
puestos en
marcha
Proyectos sin
financiamiento
Intercambio de información
Investigación relacionada con CC forestal
Solamente existe un proyecto implementado (Scolel
Té), el cual se desarrolla con financiamiento interna-
cional para compensar emisiones de GEI de la Féde-
ration Internationale de l’Automobile (FIA), agencia
sin fines de lucro que alberga más de 150 asociacio-
nes automovilísticas de todo el mundo y que está a
cargo de la realización de las competencias automo-
vilísticas de autos fórmula I.
SCOLEL TÉ es un proyecto internacional de captura
de carbono y forestería comunitaria, que forma parte
de un mercado voluntario de compensación de emi-
siones y que funcionó como plan piloto de 1996 al
2001, entrando a una etapa comercial a partir del
2002 (INE 2004).
Localizado en el estado de Chiapas, su principal
objetivo es “capturar carbono en sistemas agrícolas y
forestales, los cuales provean también una forma de
vida sustentable para las comunidades rurales” (Scolel
Té 2003). El modelo de este proyecto pretende ser
reproducible en otras partes de México y América
Latina bajo condiciones similares. Se trata de lograr
un manejo sustentable del bosque para asegurar la
captura de carbono comprometida a largo plazo y,
simultáneamente, satisfacer las necesidades sociales
de la población local.
Ubicado en dos regiones ecológicas y étnicas, el
proyecto abarca el bosque templado con poblacio-
nes tzotziles y tojolabales asentadas en las zonas al-
tas, y tzetzales y lacandones en las partes tropicales
bajas de la sierra. En la actualidad participan 400
campesinos de 20 comunidades diferentes. La vida
del proyecto se estableció en 30 años, con un impac-
to total 1,210,000 toneladas métricas de CO2 equiva-
lente, a un costo promedio de aproximadamente $ 10
dólares la tonelada de carbono.
El proyecto fue diseñado para poner en marcha
pequeñas empresas forestales y agroforestales, con
asistencia técnica y financiera del fideicomiso Fondo
Bioclimático. Las técnicas propuestas por los campe-
sinos son evaluadas no sólo por su potencial para la
captura de carbono, sino también por su viabilidad
técnica, social y ambiental (Scolel Té 2003). El enfo-
que dinámico y participativo del proyecto, donde las
decisiones del uso del suelo son tomadas por los pro-
pietarios de la tierra con la asistencia técnica de in-
vestigadores, ayuda a garantizar el éxito del proyecto
al fortalecer el compromiso de la población. Debido a
que el funcionamiento de este proyecto es anterior a
LA CAPTURA DE CARBONO EN BOSQUES 15
la definición de modalidades y reglas para acreditar
emisiones por proyectos en países en desarrollo bajo
el MDL, algunas de las prácticas que se realizan ten-
drán que modificarse para cumplir con los nuevos
criterios de selección y poder seguir funcionando y
ser competitivo en un mercado regido por el Protoco-
lo de Kioto.
Hay algunas propuestas de nuevos proyectos en
áreas con potencial para captura de carbono, que
aún se encuentran en busca de un socio inversionis-
ta para funcionar. Desgraciadamente, la mayoría de
estos se basan en la prevención de emisiones más
que en la captura de carbono, es decir, la conserva-
ción de los ecosistemas naturales y la silvicultura sus-
tentable, modalidades que no están consideradas en
esta primera etapa del MDL y por lo cual no califica-
rán como proyectos para compensar emisiones de los
países desarrollados cuando entre en vigor el Proto-
colo de Kioto.7
En términos del intercambio de información, el
Instituto Nacional de Ecología y la Comisión Nacio-
nal Forestal, entre otros, han apoyado y llevado a
cabo diversos foros, como seminarios y talleres inter-
nacionales sobre temas relacionados con el diseño,
implementación y monitoreo de los proyectos.8
Finalmente, la mayoría de los proyectos se en-
cuentran en la categoría de investigación, donde
se han desarrollado y ajustado metodologías para
la mejor estimación del carbono capturado por di-
ferentes tipos de vegetación y formas de uso del
suelo a lo largo del país.9 Esta información es fun-
damental para la elaboración de proyectos de CC
de acuerdo con las reglas establecidas por el Proto-
colo de Kioto bajo el MDL, donde es necesaria una
gran cantidad de información y análisis de los im-
pactos ambientales y socioeconómicos de los pro-
yectos, además de lo relacionado con las líneas
base, la adicionalidad y las fugas que son aspectos
clave para la autorización de un proyecto bajo este
mecanismo.
CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES DE POLÍTICA
AMBIENTAL
El gobierno federal mexicano lleva a cabo diferentes
esfuerzos para mitigar el efecto de las emisiones de
CO2, con el fin de cumplir con sus metas nacionales
y sus compromisos internacionales.
La posición oficial de México y las acciones pro-
puestas en relación con el cambio climático, están
contenidas en la Primera y Segunda Comunicación
Nacional ante la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático. En la Segunda
Comunicación (INE 2001), hay una extensa descrip-
ción de los esfuerzos que el sector requiere para pre-
venir o mitigar el cambio climático en el país. Las
acciones relacionadas con proyectos de CC se en-
cuentran condensadas en la sección de actividades
instrumentadas conjuntamente (AIC), y aunque se
espera que los proyectos forestales incluidos en esta
16 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
sección sean los primeros que se puedan presentar
ante el MDL, las reglas de operación de este meca-
nismo actuarán como filtro para determinar cuáles
de los proyectos son viables en el contexto actual o
cuáles tendrán que ser adecuados a los criterios es-
tablecidos.
Para fortalecer la generación de proyectos de CC
en el país sería de gran utilidad fortalecer los meca-
nismos de coordinación entre diferentes agencias gu-
bernamentales, así como contar con inventarios fo-
restales confiables y actualizados, un marco insti-
tucional transparente y políticas adecuadas. Con este
escenario se alentará a los inversionistas extranjeros
para la compra de créditos de carbono en nuestro
país.
Dada las modalidades que pueden ser objeto
de selección bajo el MDL para el primer período de
compromiso (2008-2012),10 el sector forestal jugará
un importante papel en el impulso de los proyec-
tos de MDL forestal, a través de las políticas rela-
cionadas con el manejo de los bosques, la refores-
tación y la operación de plantaciones forestales
comerciales.
La generación de incentivos, asesoría técnica y
otro tipo de apoyos a las organizaciones campesinas
y ONG, permitirá desarrollar las capacidades nacio-
nales requeridas para lograr ser competitivos en el
mercado internacional de carbono cuando éste se
formalice con la entrada en vigor del Protocolo de
Kioto.
De manera también relevante, la planeación del
uso del territorio es un poderoso instrumento para
promover las acciones de forestación y reforestación
dentro de sus programas, redirigiendo prácticas con
impactos negativos sobre el ambiente. Aunque la
planeación del uso del suelo no la llevan a cabo de
manera exclusiva las autoridades gubernamentales,
las ONG, los grupos académicos o las organizaciones
sociales, frecuentemente solicitan información y ase-
soría a la autoridad ambiental en la materia, y es
aquí donde es importante considerar los proyectos
de CC como una alternativa productiva viable en la
asignación de usos del suelo.
Aunque en la actualidad los proyectos de con-
servación de ecosistemas naturales no son consi-
derados para participar en el mercado de emisio-
nes bajo el Protocolo de Kioto, una tarea pendien-
te es impulsar su inclusión y con esto fortalecer el
Sistema de Áreas Naturales Protegidas, el cual jue-
ga un papel importante de la agenda ambiental
del país, y a nivel mundial ayudaría a evitar la
desaparición de grandes superficies de bosque en
los países tropicales.
Los esfuerzos que México ha hecho en relación
con la captura de carbono en bosques, represen-
tan una importante contribución al mantenimiento
y uso sustentable de los ecosistemas. Los esfuer-
zos conjuntos entre instituciones gubernamenta-
les, no gubernamentales, académicas y de la po-
blación rural, han contribuido a encontrar un nue-
vo y más eficiente manejo de los recursos natura-
les de México. Al mismo tiempo, el país comparte
la preocupación internacional en relación con los
problemas ambientales globales y utiliza los ins-
trumentos internacionales disponibles para apoyar
su propia agenda para el desarrollo. México tiene
todavía un largo camino por recorrer y muchos
obstáculos que vencer para lograr un desarrollo
sustentable, y el tema de la captura de carbono en
bosques es sólo una pequeña muestra de los retos
que se enfrentan y los esfuerzos necesarios para
encontrar soluciones.
NOTAS
1 Según datos del Panel Intergubernamental sobre Cambio
Climático (IPCC), nueve de los diez años más calientes del
período formalmente registrado (146 años) han ocurrido
desde 1990. Este hecho no puede ser atribuido al azar, ya
que la probabilidad de que los años más calientes se
LA CAPTURA DE CARBONO EN BOSQUES 17
presentaran tan cercanos unos de otros, sería prácticamen-
te cero. Para el año 2100, la temperatura global promedio
podría aumentar entre 1.5 y 6 0C, lo cual puede no parecer
importante, a menos que se considere que la temperatura
en la época de la última glaciación era sólo 5 0C más baja
que la actual. Algunos escenarios nos muestran un cambio
climático aún mayor que el de esa glaciación, el cual fue
responsable de la pérdida de miles de especies.
2 Las estrategias actuales para incrementar de manera
artificial la captura de carbono en el océano consisten en la
fertilización del fitoplancton con micro o macro nutrientes y
la inyección directa de CO2 a profundidades mayores a
1,000 metros. Sin embargo, además de su alto costo y
complejidad, los efectos de largo plazo son aún desconoci-
dos (DOE, www.eia.doe.gov, acceso diciembre de 2003).
3 En términos generales, el papel del carbono en un
ecosistema boscoso puede ser descrito de la siguiente
manera: la vegetación (hierbas, arbustos y árboles)
incorpora CO2 en su metabolismo a través de la fotosínte-
sis. El carbón es una parte fundamental en la composición
de todas las estructuras vegetales (hojas, ramas, raíces,
tallos, etc.). La vegetación toma el CO2 durante su
crecimiento y los “deshechos” orgánicos (hojas muertas,
ramas y otra materia orgánica) se degradan en humus en
el suelo forestal. Durante el tiempo que el carbón es parte
de la estructura del bosque, es considerado en almacena-
miento (carbono capturado) y cuando es liberado a la
atmósfera como resultado de la quema de la biomasa es
visto como un flujo.
4 Países desarrollados y aquellos que se encuentran en
proceso de transición a una economía de mercado (como
los de Europa oriental), forman parte de la Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Estas naciones se comprometen específicamente a adoptar
políticas nacionales y a tomar medidas para la mitigación
del cambio climático, limitando sus emisiones antropó-
genas de gases de efecto invernadero y protegiendo y
mejorando sus sumideros y depósitos de estos gases, con
el fin de volver individual o conjuntamente a los niveles
que se tenían que cambiar de 1990.
5 En el marco del MDL, se requiere que el país receptor de
inversión nombre a la que será su Autoridad nacional
designada para poder participar en estos proyectos. Esta
instancia deberá revisar y aprobar los proyectos que se
lleven a cabo en el país.
6 Línea base es el acervo y flujo de carbono dentro de los
límites del proyecto en ausencia de las actividades del
proyecto (forestación y reforestación bajo el MDL)
(Aukland et al. 2002).
7 Silvicultura comunitaria en la Sierra Norte de Puebla, en
la Reserva de la Biosfera Calakmul, y en la Reserva de la
Biosfera Sierra Gorda, entre otras (INE 2003).
8 Algunos ejemplos de estos talleres son Gestión del
carbono y desarrollo rural, Criterios de desarrollo
sustentable para proyectos forestales en mercados de
carbono, Taller sobre mejoras a los estimados de emisio-
nes de gases de efecto invernadero para el sector uso de
suelo, cambio de uso de suelo y silvicultura y Modelling
Deforestation in Mexico and implications for Carbon
Sequestration Projects.
9 Algunos ejemplos de esta investigación se pueden
encontrar en la 2a Comunicación Nacional ante la Conven-
ción Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (INE 2001).
10 Las definiciones para las actividades seleccionables
bajo el MDL forestal en el texto oficial de negociación del
2002 son: Forestación, es la conversión directa inducida
por el hombre, de tierras que no han tenido bosque por un
periodo de al menos 50 años a tierras forestadas a través
de plantación, siembra de semillas y/o a la inducción
humana de fuentes naturales de semillas. Reforestación es
la conversión directa inducida por la actividad rumana, de
tierras sin bosque a tierras boscosas a través de planta-
ción, siembra de semillas y/o a la inducción humana de
fuentes naturales de semillas, en tierras que fueron
forestales pero que han sido convertidas a no forestales.
Para el primer periodo (2008-2012), las actividades de
reforestación se limitarán a aquéllas realizadas en tierras
que no tenían bosque el 31 de diciembre de 1989
(Auckland et al. 2002).
18 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
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EL ÍNDICE DE DETERIORO AMBIENTAL 19
ADELINA ESPEJEL RODRÍGUEZ,IRIS M. GONZÁLEZ TORRES Y
EVA PERÓN DELGADO
El índice de deterioro ambientalen los municipios de Tlaxcala:una propuesta metodológica
INTRODUCCIÓN
El deterioro ambiental es un problema generalizado
a todos los niveles, ya sea en el ámbito global como
local. Tlaxcala, por ejemplo, ocupa el primer lugar
de nuestro país en este rubro, ya que sólo conserva
el 17% de su vegetación natural.1
Los cambios en los patrones culturales y socioeco-
nómicos, el crecimiento demográfico, su concentra-
ción urbana, el desarrollo industrial y la carencia de
acciones específicas para la protección del ambiente
que generen un desarrollo equilibrado, han traído
como consecuencia diferencias ambientales en el
estado de Tlaxcala (Espejel y Carrasco 1999: 42). Las
últimas décadas del siglo XX y el inicio del nuevo
siglo han traído problemas como la erosión, la defo-
restación, la contaminación del agua, la contamina-
ción por residuos sólidos y peligrosos, contaminación
del aire y la pérdida de la biodiversidad, que preocu-
pan a diversos sectores.
Ante esta situación es imprescindible que se to-
men las medidas necesarias para disminuir el dete-
20 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
rioro ambiental del estado de Tlaxcala, considerando
que los recursos naturales son de vital importancia.
Por tal motivo el presente trabajo tiene como objetivo
obtener un índice de deterioro ambiental que permi-
ta clasificar los municipios del estado de Tlaxcala y
establecer prioridades de atención. Asimismo, esta
herramienta podría servir como base para proponer
acciones de conservación municipal.
La información ambiental organizada, sistemati-
zada y sintetizada es indispensable para la formula-
ción de políticas y programas de manejo y conserva-
ción ambiental. En 1987 la publicación del Informe
de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desa-
rrollo y en 1992 la Agenda 21, motivaron a los inves-
tigadores a desarrollar indicadores y/o índices am-
bientales para medir y considerar la degradación de
los recursos naturales provocadas por los procesos de
producción (Martínez 2002: 246).
Ante esto se trabaja en el proceso de vincular con-
ceptos abstractos con indicadores empíricos, con el fin
de clasificar y ordenar los datos disponibles para la
toma de decisiones (Hernández et al. 1998: 234). Este
proceso es más complejo en la medida en que el objeto
de medición se expresa como un sistema de interrela-
ciones complejas. En el caso específico de los indicado-
res ambientales, deben ser capaces de sintetizar el efecto
económico, social, político y científico-técnico que se
produce en el entorno natural, como consecuencia de
las políticas, estrategias y acciones aplicadas en un te-
rritorio durante un determinado tiempo.
Los índices ambientales son indicadores de una
categorización numérica o descriptiva de una gran
cantidad de información, con el propósito de simpli-
ficar tales datos y hacer más fácil la toma de decisio-
nes.2 La SEMARNAT (2002: 6) los define como el con-
junto de variables y/o indicadores agregados y/o
ponderados que buscan simplificar el análisis de te-
mas complejos.
Los indicadores son importantes pueden orientar
la formulación de políticas al proporcionar una valio-
sa información acerca del estado actual de los recur-
sos a evaluar y de la intensidad y dirección de los
posibles cambios, subrayando además los temas prio-
ritarios. Partiendo de un sistema de indicadores se-
leccionados, se construye un índice que expresa el
grado de deterioro ambiental alcanzado, a partir del
uso de métodos estadísticos como los modelos facto-
riales multivariados o por medias ponderadas para
un índice resultante.
CONFORMACIÓN DEL ÍNDICE DE DETERIORO AMBIENTAL
Para obtener el índice de deterioro ambiental (IDA)
se propone la técnica de análisis factorial y compo-
nentes principales.3
El análisis factorial es una técnica que nos permi-
te identificar un número relativamente pequeño de
factores que pueden ser utilizados para representar
la relación existente entre un conjunto de indicado-
res correlacionados. Esta técnica nos permite sinteti-
zarlos en un número de posibles factores que tengan
una interpretación clara y un sentido preciso (Vina-
cua 1998: 220-221).
La técnica del análisis factorial se lleva a cabo en
el presente trabajo en cuatro etapas y en cada una
de ellas se usan diferentes instrumentos estadísticos
que ayudan a interpretar el resultado final.
CÁLCULO DE LA MATRIZ DE CORRELACIÓN Y
ENSAYOS FACTORIALES
Antes de hacer el cálculo de la matriz de correlación
y de los ensayos factoriales se realizaron los siguien-
tes pasos:
A. Elección de indicadores. Se consideró perti-
nente elegir todos los indicadores medio ambienta-
les4 del Programa de Ordenamiento Ecológico General
del estado de Tlaxcala del año 2002,5 debido a que
presenta información completa de 311 unidades per-
tenecientes a los 47 municipios de dicho estado. Pos-
EL ÍNDICE DE DETERIORO AMBIENTAL 21
teriormente se seleccionan y ordenan en una base
de datos, dándole a cada indicador una clave corres-
pondiente. Se obtuvo así la matriz inicial, a partir de
la cual resultó la matriz de correlación. Se considera
de importancia que todos los indicadores tengan al
menos un coeficiente de correlación significativo en
la matriz. Por tal motivo, se estimó que si las correla-
ciones entre los indicadores son pequeñas, resultará
poco probable que originen factores comunes. Por el
contrario, si el valor del coeficiente de correlación
entre dos indicadores es muy alto, significa que uno
de ellos aporta información redundante, por lo que
se analiza para determinar cuál sería más convenien-
te eliminar.
Se tomó como criterio para la eliminación de las
variables redundantes el coeficiente que alcanzara
un valor igual o mayor a 0.65, indicando que tienen
redundancia en la información. En este caso se su-
primieron 20 indicadores. Asímismo, no se conside-
raron aquellos que alcanzaron un valor igual o menor
a 0.10, ya que no resultaban significativos para el
fenómeno estudiado.
Los ensayos factoriales son de utilidad porque
contribuyen a depurar la matriz de información. Su
importancia consiste en aportar los indicadores que
conforman la matriz para la extracción de factores y
evalúan la validez del método. Los ensayos parten
del cálculo de la matriz de correlación para los valo-
res tipificados de los indicadores que conforman la
matriz de información original (Vinacua 1998: 52).
En relación con lo anterior, se realizaron ocho
corridas, utilizando cada uno de los ensayos facto-
riales, eliminando variables ambientales mediante
los valores que se obtenían de la anti-imagen, (se
eliminaron aquellos con un valor menor a 0.60).6
Para obtener y lograr un valor del Simple Kaiser-
Meyer-Olkin (KMO) mayor de 0.70. Como resultado
sólo quedaron un total de 19 indicadores ambienta-
les. Los ensayos factoriales que se utilizaron son los
siguientes:
Se determina la matriz anti-imagen (Vinacua 1998:
225); se establece que cuanto menores los coeficien-
tes de esta matriz, mejor. En función de esto, en la
última corrida no se eliminó ninguna variable ya que
no presentaron valores altos, sino pequeños; sin em-
bargo, se fueron eliminando las variables que pre-
sentaban valores menores a 0.60.
Posteriormente se utiliza el Test de esfericidad
de Bartlett para estudiar el valor de los coeficientes
de correlación y para verificar si la matriz de corre-
lación es una matriz de identidad (Vinacua 1998:
224). Si es de identidad debe suponerse que no
existen correlaciones entre los indicadores conside-
rados. Si el valor de esta prueba de esfericidad es
grande y el nivel de significación es pequeño, se
podrá rechazar la hipótesis planteada. Resultó evi-
dente que no se trataba de una matriz de identidad
(ver recuadro abajo). Las magnitudes de los coefi-
cientes de correlación parcial pueden compararse a
través de la medida de adecuación simple (KMO).
Si al calcular este índice su valor se aproxima a la
unidad, nos indica que la suma de los coeficientes
de correlación parcial entre todos los pares de indi-
cadores de la matriz es pequeña, lo que constituye
una señal de que la elección del análisis factorial
como técnica para el estudio y la síntesis de los
datos han sido adecuados (Perón 2000: 53).
Indicador de adecuación simple Kaiser Meyer
Olkin = .752
Test de esfericidad de Barttlet = 2,444.918
Nivel de significación = 0,00000
ENSAYOS DE VALORACIÓN DEL ANÁLISIS FACTORIAL
Fuente: resultados de los ensayos factoriales.
22 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
Lo anterior arrojó que la selección del método
estadístico utilizado fue adecuada para sintetizar los
indicadores considerados en pocas variables ambien-
tales, perdiendo la cantidad mínima de información.
Por último, otro instrumento que contribuye a lo
anterior es la determinación de la comunalidad para
cada variable (Carsten y Kristensen 1996: 2221). Ésta
indica hasta qué punto los factores que se determi-
nan ayudan a explicar el indicador en cuestión. Aque-
llos que poseen baja comunalidad en el proceso pri-
mario de su selección se eliminan, pues serán poco
explicados por los factores.
Para cada uno de los 19 indicadores ambientales
que conforman la matriz de información se calcula-
ron las comunalidades. La riqueza o pobreza del
contenido del análisis factorial como técnica depen-
de de cuántos indicadores de los considerados en la
matriz de información inicial tienen una comunali-
dad alta (mayor que 0.50) y cuántos alcanzan valo-
res bajos (menores que 0.20). Los valores obtenidos
para las comunalidades son altos (superiores en to-
dos los casos a 0.50).
EXTRACCIÓN DE LOS COMPONENTES PRINCIPALES
AMBIENTALES
El propósito de este punto es obtener los factores
que van a hacer definitivos en el contenido de la
información de los indicadores originales selecciona-
dos a partir de los ensayos factoriales. Existen dife-
rentes métodos de extracción de los factores, y uno
de ellos es el de componentes principales.7
Ahora bien, el objetivo de síntesis no se conse-
guiría si se seleccionan todos los componentes prin-
cipales. Lo que se persigue es reducir el número de
indicadores con la menor pérdida de información, a
través de sintetizarlos en los componentes principa-
les o factores.
El criterio de valores Eigen o autovalor plantea
que el número de factores lo decidirá la varianza
acumulada por estos. Los porcentajes de la varianza
total explicada por cada factor se suman, y cuando
dicho porcentaje acumulado alcance el nivel mínimo
que se considere idóneo, se dejan de seleccionar más
factores (Perón 2000: 45) (ver cuadro 1).
CUADRO 1. NÚMERO DE FACTORES SELECCIONADOS
COMPONENTE AUTOVALORES INICIALES EXTRACCIÓN DE LA SUMA DE LOS CUADRADOS
DE LAS DESVIACIONES ESTÁNDAR
TOTAL % DE VARIANZA % ACUMULADO TOTAL % OF VARIANZA % ACUMULADO
1 4.85 25.54 25.54 4.85 25.54 25.54
2 2.59 13.63 39.17 2.59 13.63 39.17
3 2.11 11.12 50.29 2.11 11.12 50.29
4 1.46 7.72 58.02 1.46 7.72 58.02
5 1.15 6.06 64.08 1.15 6.06 64.08
6 1.08 5.71 69.79 1.08 5.71 69.79
Fuente: resultados de los ensayos factoriales.
EL ÍNDICE DE DETERIORO AMBIENTAL 23
Fernández (1988: 7) menciona que el criterio para
un nivel idóneo de explicación de la varianza total por
los factores puede oscilar entre un 60% y un 85%; si
no explica el 50%, el análisis factorial resulta pobre y
si lo hace en un 85%o más, será una señal para sos-
pechar que hay indicadores redundantes, y por tanto,
que está mal diseñado.
Con base en lo anterior, los 19 indicadores am-
bientales se sintetizaron en seis factores principales,
que explicaron el 69.8% de la varianza total. Este
umbral de varianza se consideró como idóneo, de
acuerdo con el criterio mencionado.8
ROTACIÓN DE LOS FACTORES Y TRANSFORMACIÓN
PARA HACERLOS MÁS INTERPRETABLES
Con la finalidad de lograr la definición más adecua-
da de los factores principales se procede a transfor-
mar la matriz de información inicial en una que sea
más fácil de interpretar. Este procedimiento, propio
del análisis factorial, se denomina rotación de los
factores (Perón 2000: 57).
La técnica que se utilizó fue la de rotación Equa-
max,9 mediante la cual se conformaron los factores
principales de una forma más clara, observándose
para los indicadores cargas más altas, lo cual indica
que están más explicadas en estos componentes.
DETERMINACIÓN DE LOS VALORES CORRESPONDIENTES
A LOS FACTORES O COMPONENTES PRINCIPALES PARA
CADA CASO O UNIDAD DE ANÁLISIS
La finalidad del análisis factorial es reducir un gran
número de indicadores a un pequeño número de facto-
res, por lo que una vez que se tienen bien conformados
los factores principales que se obtuvieron de la rotación
Equamax, se salva la matriz de componentes score co-
eficiente, y automáticamente se crean los valores que
toma cada uno de los factores principales determina-
dos para cada uno de los casos considerados.
DETERMINACIÓN DEL ÍNDICE DE DETERIORO
Para determinar el índice de deterioro10 se parte de
las puntuaciones factoriales dadas a cada unidad y
componente principales y a partir de esto se siguen
tres pasos para obtener dicho índice:
1. Se analiza el comportamiento de cada factor prin-
cipal, que a la vez constituye un índice parcial,
estableciendo un criterio de clasificación para
los territorios según los valores de las puntuacio-
nes factoriales para cada factor.
2. A partir de los seis factores se procede a la cons-
trucción de un índice representativo de la situa-
ción medio ambiental general, que se ha llama-
do índice de deterioro ambiental.
El índice de deterioro se construye a partir de la
siguiente expresión:
24 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
IDAj = Σ (P
i x F
ij)
IDAj = índice para cada unidad territorial
Fij = variable de deterioro ambiental
i = componente, factor principal o variable am-
biental
j: unidades de análisis j:1,....360 i: 1,2,3....6
Pi = factor de ponderación que corresponde a la
variable de deterioro ambiental (raíz cuadrada del
valor Eigen).
Hasta este momento deja de utilizarse el método
de análisis factorial. Se pasa toda la información de
puntuaciones factoriales a Excel, y se calcula el índi-
ce de deterioro para cada unidad. A los valores obte-
nidos del índice se les aplica la suma de la constante
10 para eliminar las magnitudes negativas. Posterior-
mente, se calcula el promedio de las unidades co-
rrespondiente a cada uno de los municipios, obte-
niendo así el índice de deterioro para cada municipio
y para cada factor, aplicando también la suma de la
constante 10.
El cluster de K medias para agrupar los munici-
pios del estado de Tlaxcala, teniendo en cuenta cin-
co clasificaciones de deterioro: muy bajo, bajo, me-
dio, alto, muy alto (ver cuadro 2).
CUADRO 2. VALORES ASIGNADOS PARA DETERMINAR EL ÍNDICE DE DETERIORO AMBIENTAL
GRADO DE DETERIORO AMBIENTAL VALOR MÁXIMO VALOR MÍNIMO
Muy alto 15.1 13.1
Alto 12.8 11.02
Medio 10.92 9.65
Bajo 9.29 7.86
Muy bajo 7.22 5.51
Fuente: cuadro elaborada de acuerdo con los clusters.
RESULTADOS DEL ÍNDICE DE DETERIORO
Para el presente trabajo de investigación se obtuvo el
índice de deterioro ambiental10 de cada uno de los
municipios del estado de Tlaxcala; esto es, los pro-
blemas ambientales que inciden con mayor frecuen-
cia, y que se deben atender de forma prioritaria, de
acuerdo con el orden de los componentes ambienta-
les y de su conformación de variables. Esta informa-
ción nos sirve para tener un conocimiento claro de la
situación ambiental municipal, el cual facilitará la
tarea para dar propuestas de conservación y preser-
vación y lograr un desarrollo sustentable en el esta-
do, considerando que los índices ambientales son
importantes herramientas para transformar la infor-
mación en acción (Winograd 2000: 1).
A los componentes ambientales obtenidos por el
método de análisis factorial y componentes princi-
pales se les asignó un nombre de acuerdo con las
variables que los conformaron. Se observa que los
componentes ambientales seleccionados por el pro-
grama están agrupados por variables que presentan
relaciones entre sí. Además, se visualiza que inci-
dan en el deterioro ambiental, indicadores de as-
pecto socioeconómico, político, ambiental y físico-
natural (ver cuadro 3 en la página 26).
EL ÍNDICE DE DETERIORO AMBIENTAL 25
Los indicadores que conforman el aspecto socioeco-
nómico son: a) sector económico (que comprende las
actividades primarias, secundarias y terciarias); b) tipo
de población (urbana, rural o semirural); c) densidad
poblacional (número de habitantespor km2) y d) pre-
sión (la intensidad de las actividades antropogénicas
sobre los recursos naturales considerando la densidad
de la población, la especialización productiva y el cam-
bio en la cobertura vegetal).
El aspecto ambiental en donde ha influido la acti-
vidad humana de forma directa se representa en los
componentes denominados: 1) características del suelo
y su degradación y 2) contaminación del aire y agua
(aglutinándose las variables en: a) erosión, b) defo-
restación, c) suelos contaminados, d) contaminación
del agua y e) contaminación del aire), variables que
caracterizan en mayor magnitud la problemática am-
biental del estado de Tlaxcala. Situándose también en
los componentes mencionados otras variables de as-
pecto natural: f) granizadas y g) fisiografía que parti-
cipan de forma indirecta en el deterioro ambiental.
El aspecto político se observa en el componente
designado: políticas de conservación definido princi-
palmente por la variable a) que se refiere a las estra-
tegias de manejo de un área determinada, de acuer-
do con el diagnóstico de la misma, orientado a hacer
un uso óptimo y sustentable de los recursos. Puede
ser política de aprovechamiento, restauración, pro-
tección y conservación. El clima es variable que que-
da en este grupo.
El aspecto físico-natural, que influye de forma
indirecta en el deterioro ambiental se representa en
el componente condiciones climáticas, en el cual
quedaron agrupadas las variables: a) precipitación,
b) heladas y c) altitud.
El componente efecto y causas de políticas am-
bientales se relaciona con el aspecto político-ambien-
tal, encontrándose agrupadas las variables en: a) fra-
gilidad (la calidad de los recursos naturales conside-
rando la geomorfología, la litología, el tipo de suelo,
el régimen hídrico y la cobertura vegetal) b) vulnera-
bilidad (disponibilidad de los recursos naturales en
función de la fragilidad del medio ambiente y la pre-
sión antrópica) y c) nivel de conservación (represen-
ta el equilibrio ecológico y la preservación de los re-
cursos naturales).
Estos seis componentes integran variables que se
encuentran relacionadas entre sí y que son represen-
tativas para explicar el índice de deterioro ambiental
(IDA) del estado de Tlaxcala, el cual definimos en
este trabajo como un indicador del grado de altera-
ción del medio ambiente en su aspecto cuantitativo
y cualitativo, que refleja tanto las condiciones natu-
rales intrínsecas como la acción humana.
Los municipios se clasificaron de acuerdo con su
índice de deterioro en: muy alto, alto, medio, bajo y
muy bajo. En correspondencia con estas categorías
encontramos que un alto porcentaje se localiza en el
rango de medio a alto: 19% presenta un deterioro
muy alto, 28% alto, 25% medio, 17% bajo y sólo 11%
muy bajo (ver cuadro 4, páginas 28-29), lo que indica
que el deterioro ambiental en la entidad es grave, y
por consiguiente, los municipios necesitan atención
urgente para su conservación y preservación. Los pro-
blemas ambientales aumentan básicamente en aque-
llos que muestran un índice medio, aunque esto no
significa que no se atienda a los que exhiben índices
muy alto y alto; por el contrario, son los prioritarios.
Los municipios que presentan deterioro ambien-
tal muy alto y alto se ubican primordialmente en la
parte centro-sur del estado. Cabe mencionar que de
acuerdo con los datos que aporta el Ordenamiento
Ecológico del estado de Tlaxcala (2002) esta zona
muestra: a) alta densidad poblacional, b) sobreex-
plotación de acuíferos, c) alta concentración indus-
trial, d) problemas de calidad de agua, e) sobre ex-
plotación de acuíferos f) el mayor número de fuentes
móviles que contribuye con el mayor porcentaje de
emisiones de monóxido de carbono y óxido de nitró-
geno y partículas emitidas al ambiente y g) es una
26 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
CUADRO 3. COMPONENTES AMBIENTALES
COMPONENTE
Primer componente ambiental
Segundo componente ambiental
Tercer componente ambiental
Cuarto componente ambiental
Quinto componente ambiental
Sexto componente ambiental
NOMBRE DEL COMPONENTE
Actividad económica
Características del suelo y su
degradación
Contaminación del aire y el agua
Políticas de conservación
Efecto y causas de políticas
ambientales
Condiciones climatológicas
VARIABLES
. Sector económico
. Tipo de población
. Habitantes por ha
. Presión
. Erosión
. Deforestación
. Fisiografía
. Suelos contaminados
. Contaminación de agua
. Granizadas
. Contaminación de aire
. Clima
. Políticas de conservación
. Fragilidad
. Vulnerabilidad
. Nivel de conservación
. Precipitación
. Heladas
. Altitud
región donde se localizan los municipios de mayor
desarrollo e importancia para la entidad.
Los municipios que tienen un índice de deterioro
muy bajo se sitúan en la parte norte-oriente, y no
exhiben problemas ambientales graves. El 100% no
presenta problemas de contaminación del aire y de
suelos, el 90.5% no muestra deforestación, 60.5% pre-
senta contaminación baja del agua y 51.2% tienen
suelos sin erosión. Los municipios que están agrupa-
dos con el índice de deterioro bajo y medio se en-
cuentran dispersos en el territorio estatal. Cabe men-
cionar que los que se encuentran clasificados en el
rango medio son de gran preocupación ya que su de-
terioro es representativo y a corto plazo pueden igua-
lar a los que presentan deterioro ambiental muy alto.
El municipio que manifiesta mayor índice de dete-
rioro (15.1) es Teolocholco, que se localiza en la parte
sur de la entidad, y presenta graves problemas ambien-
EL ÍNDICE DE DETERIORO AMBIENTAL 27
tales como: erosión, contaminación del agua, del aire,
y del suelo y deforestación. Sus políticas de conserva-
ción están orientadas a la protección, conservación y
restauración de ecosistemas. Es un municipio urbano
con una marginación media, y una densidad de 218
habitantes por km2.
Por su parte Tlaxco, al norte del estado, posee un
índice de deterioro muy bajo (6.58) (ver cuadro 4),
no muestra problemas ambientales graves, ya que la
mayor parte de su jurisdicción no presenta contami-
nación de suelos, deforestación, erosión, y la conta-
minación del aire y del agua es baja. La mayor parte
de la población es semirural, con marginación media
y con una densidad poblacional de 58 habitantes por
km2. Sus políticas de conservación están dirigidas
hacia el aprovechamiento y la conservación.
Los componentes ambientales se ordenaron de
acuerdo con los valores de su índice de deterioro, de
mayor a menor, de manera que son los componentes
que más inciden en la problemática ambiental. Esto
indica que a los primeros se le debe dar atención
prioritaria, estableciendo estrategias de conservación
y preservación, siempre y cuando no sea provocado
por condiciones naturales.11
Por ejemplo, en el municipio de Teolocholco el
primer componente que incide es el de políticas de
conservación. El segundo componente es el de ca-
racterísticas del suelo y su degradación, que incluye
las variables de deforestación, erosión, suelos conta-
minados y fisiografía. Esto nos indica que en el mu-
nicipio se le debe poner mayor atención a estos pro-
blemas, que inciden de manera central en su dete-
rioro ambiental. El tercer componente son las condi-
ciones climáticas, sobre el cual no se puede incidir.
El siguiente componente que participa en el de-
terioro es la actividad económica, integrado por el
sector económico, tipo de población, habitantes por
km2 y presión. Incide en el deterioro de la calidad
del aire, del agua e influye sobre las políticas am-
bientales. Sin embargo, es necesario considerar a to-
dos los factores para conocer la problemática am-
biental de cada municipio y así establecer acciones o
estrategias para su conservación de manera integral.
En el caso de Zacatelco, Apizaco, Xaltocán, Tetla y
Acuamanala inciden en su deterioro dos componentes
importantes: características del suelo y su degradación
y contaminación del aire y agua, lo que debe hacer
reflexionar y establecer las medidas necesarias para
combatir los problemas de erosión, deforestación, sue-
los contaminados, contaminación del agua y del aire.
Mediante la forma en que se han ordenado los
componentes ambientales de mayor a menor, se pue-
den conocer los problemas ambientales de cada uno
de los municipios del estado de Tlaxcala. También es
probable detectar las variables que aparecen con
mayor frecuencia en el deterioro ambiental munici-
pal y, por tanto, establecer estrategias para un desa-
rrollo sustentable (ver cuadro 4).
Los componentes ambientales que inciden con
mayor frecuencia en los municipios del estado son:
las características del suelo y su degradación, la con-
taminación del agua y suelo y las condiciones climá-
ticas (ver gráfica 1).
De acuerdo con el orden de los componentes en-
contramos el predominio del número dos, caracterís-
ticas del suelo y su degradación, nos indica que el
33% de los municipios necesitan prestar mayor aten-
ción a los problemas de erosión, deforestación y sue-
los contaminados. Por su parte, el 16% necesitan
atender de forma urgente la problemática del agua y
aire, 16% cuenta con un deterioro debido a las con-
diciones climáticas, el 13% como resultado de su
fragilidad, vulnerabilidad y por su nivel de conserva-
ción el 11% por la actividad económica y 11% por las
políticas de conservación.
CONSIDERACIONES FINALES
La metodología aplicada nos permitió obtener un ín-
dice que sintetiza la situación ambiental de los mu-
28 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
CUADRO 4. COMPONENTES AMBIENTALES E IDA
CLASIFICACIÓN DE DETERIORO/
MUNICIPIO
Teolocholco
Sta. Cruz Tlaxcala
San Francisco Tetlanohcán
Natívitas
Huamantla
Tepetitla de Lardizábal
Tetlatlahuca
Zacatelco
Tlaxcala
COMPONENTE
AMBIENTAL
4 2 6 1 3 5
1 3 4 2 5 6
4 1 2 5 3 6
6 4 2 1 3 5
6 3 1 5 2 4
6 1 2 4 3 5
3 1 2 5 6 4
2 3 1 6 5 4
3 1 2 6
IDA
15.1
14.34
13.63
13.61
13.58
13.53
13.18
13.1
___
CLASIFICACIÓN DE DETERIORO/
MUNICIPIO
Panotla
Nanacamilpa
San Pablo del Monte
Yauhquemecan
Antonio Carvajal
Xaloztoc
Chiautempan
Xaltocan
Totolac
Ixtacuixtla
Tocatlán
Amaxac de Guerrero
Apizaco
COMPONENTE
AMBIENTAL
2 1 4 5 3 6
6 5 1 2 4 3
2 4 5 3 1 6
3 2 1 5 6 4
5 2 3 1 4 6
3 5 2 6 4 1
5 3 4 1 2 6
2 3 5 1 4 6
5 3 2 6 4 1
2 4 3 1 5 6
1 6 5 4 3 2
6 3 5 1 4 2
3 2 5 1 6 4
IDA
12.8
12.71
12.39
12.06
12.22
12.09
12.07
11.97
11.77
11.71
11.44
11.07
11.02
Muy alto Alto
Medio Bajo
CLASIFICACIÓN DE DETERIORO/
MUNICIPIO
Tzompantepec
Santa Apolonia
Tetla
Zitlaltepec
Calpulalpan
Santa Catarina Ayometla
Papalotla
Hueyotlipan
Benito Juárez
Lázaro Cárdenas
Carmen Tequexquitla
Ixtenco
COMPONENTE
AMBIENTAL
2 1 5 3 6 4
1 2 6 4 3 5
3 2 6 5 4 1
2 4 5 1 6 3
4 6 3 5 5 2
3 2 1 5 6 4
4 2 3 1 5 6
2 6 4 3 3 5
2 6 1 5 4 6
5 2 6 3 1 4
4 3 6 2 1 5
2 5 4 1 6 3
IDA
10.92
10.69
10.68
10.65
10.4
10.26
10.25
10.12
10.1
10.08
9.68
9.65
CLASIFICACIÓN DE DETERIORO/
MUNICIPIO
San Lucas Tecopilco
Muñoz de Domingo
Arenas
Tepeyanco
Cuapiaxtla
Sanctórum
Coaxomulco
Acuamanala
Españita
COMPONENTE
AMBIENTAL
6 1 4 2 5 3
2 6 5 1 3 4
2 4 1 3 5 6
2 5 6 1 4 3
1 4 2 3 5 6
2 6 1 5 4 3
2 3 4 1 5 6
5 1 4 2 6 3
IDA
9.29
9.27
9.1
8.79
8.7
8.52
8.41
7.86
(Continúa)
EL ÍNDICE DE DETERIORO AMBIENTAL 29
Muy bajo
CUADRO 4. COMPONENTES AMBIENTALES E IDA
CLASIFICACIÓN DE DETERIORO/
MUNICIPIO
Terrenate
Atlangatepec
Tlaxco
Altzayanca
Emiliano Zapata
COMPONENTE
AMBIENTAL
3 5 6 4 1 2
6 2 3 5 1 4
5 1 6 4 3 2
3 6 4 1 2 5
1 4 3 6 2
IDA
7.22
7.14
6.58
6.53
5.51
SIMBOLOGÍA
1. Actividad económicaSector económico Tipo de población Habitante por hectáreaPresión
2. Características del suelo y degradaciónErosión Deforestación Fisiografía Suelos contaminados
3. Contaminación del aireContaminación del agua Granizadas Contaminación del aire
4. Políticas de conservaciónClima Politicas de conservación
5. Efectos y causas de las políticas ambientalesFragilidad Vulnerabilidad Nivel de conservación
6. Condiciones climáticasPrecipitación Heladas Altitud
nicipios y los elementos para proponer acciones con-
cretas para cada unidad territorial y así poder resol-
ver paulatinamente sus problemas ambientales.
Los resultados del índice de deterioro ambiental
nos permiten identificar los municipios que deben
recibir atención prioritaria en materia de conserva-
ción, principalmente aquellos que se encuentra den-
tro de la categoría altos y muy altos.
La información obtenida para esta investigación
corresponde a las valoraciones realizadas por otras
instituciones relacionadas con el medio ambiente del
estado.
En términos especiales los municipios con un
mayor deterioro se encuentra en la región centro sur,
que posee mayores concentraciones urbanas y pre-
dominio de actividades industriales.
La actividad antropogénica, por su carácter des-
ordenado, ha contribuido notablemente al deterioro
de la situación ambiental del estado.
NOTAS
Este artículo fue elaborado con información del proyecto
apoyado por CONACYT-SEMARNAT de Fondos Sectoriales,
convocatoria 2002, No. de registro 0113.
1 Información proporcionada por el ex secretario de la
SEMARNAT, Victor Lichtinger, en una visita que realizó al
estado de Tlaxcala.
2 http://usuarios.lycos.es/juanP/impac.htm
3 Referidas a las características naturales, económicas,
demográficas, sociales y de deterioro ambiental.
4 Herramienta para simplificar y analizar la información
ambiental, la cual debe ser comunicada por diferentes
medios.
5 No hay que olvidar que son los problemas más repre-
sentativos en el estado.
GRÁFICA 1. COMPONENTES AMBIENTALES QUE MAYOR ATENCIÓN
DEBEN TENER (PRIMERA OPCIÓN)
Activ.econ.
Suelosy
degrad.
Cont.aire yagua
Pol.cons.
Efec. ycausas
PA
Cambioclimático
35
30
25
20
15
10
5
0
11%
33%
16%
11%13%
16%%
Componentes ambientales
30 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
Adelina Espejel Rodríguez. Investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias sobre el Desarrollo Regional (CIISDER-MAR) de laUniversidad Autónoma de Tlaxcala. Correo-e [email protected] M. González Torres y Eva Perón Delgado. Profesoras-investigadoras del Centro de Estudios de Dirección Empresarial y Territorial de laUniversidad de Camaguey, Cuba.Ilustraciones: Monte Laa PORR Towers, Monte Laa Development, Viena, Austria (página 19). Highcliff and The Summit, Hong Kong, China(página 23).
6 Ésta es la magnitud mínima que se plantea en el método
para considerarlo válido.
7 Cada componente principal representa una combinación
lineal de todas las variables que sintetiza. De modo que el
primer componente principal sea una combinación que
explique la mayor proporción de varianza de la muestra, el
segundo la segunda mayor proporción y, que a su vez,
esté incorrelacionado con el primero y así sucesivamente.
8 Otro método que se utilizó para seleccionar los factores,
es el Gráfico de Sedimentación (Scree Plot), que se basa en
un examen visual de las gráficas de los valores propios. La
representación en un sistema de ejes cartesianos describirá
una línea descendente, que se vuelve una recta de pendiente
casi horizontal. En el punto de la curva donde se transforma
en una línea asintótica al eje de las X, se dejan de elegir
factores. Por último, se obtiene una matriz componente,
donde se corrobora nuevamente que el número de factores
extraídos también son seis y que coincide con el resultado
de los dos criterios mencionados.
9 Técnica que simplifica factores y variables.
10 Herramienta para simplificar y analizar la información
ambiental, la cual debe ser comunicada por diferentes medios.
11 No hay que olvidar que son los problemas más
representativos en el estado.
BBBBBIBLIOGRAFÍAIBLIOGRAFÍAIBLIOGRAFÍAIBLIOGRAFÍAIBLIOGRAFÍA
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CUOTAS INDIVIDUALES TRANSFERIBLES 31
MARIELA IBÁÑEZ DE LA CALLE,MARIANA BECERRA PÉREZ YGAËLLE BRACHET BARRO
Cuotas individuales transferibles:una alternativa para resolverla problemática de las pesqueríasen México
INTRODUCCIÓN
En las décadas de 1970 y 1980 diversas pesquerías
del mundo comenzaron a enfrentarse con problemas
del tipo mencionado en la tragedia de los comunes de
Hardin (1968): inexistencia de derechos de propie-
dad y libre acceso que generan escasez. En este es-
cenario, cada usuario maximiza su beneficio perso-
nal, pero al tratarse de recursos de uso común, la
explotación individual afecta los beneficios de los de-
más involucrados. Conforme la explotación aumenta,
el recurso se reduce, por lo que el resultado es una
tragedia en la que todos los usuarios explotan indiscri-
minadamente el recurso hasta agotarlo. En el caso de
las pesquerías para poder controlar esta sobreexplota-
ción surge un mecanismo llamado Cuotas Individua-
les Transferibles (CIT), que asigna derechos de propie-
dad a los pescadores para fomentar la explotación
sustentable de los recursos.
El objetivo de este sistema de cuotas es regular la
captura de tal forma que la actividad pesquera conti-
núe pero a niveles sustentables; lo innovador es que
32 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
incorpora las características de un derecho de propie-
dad, como la exclusividad del usuario y la certeza que
tiene de su posesión, lo que permite a los dueños admi-
nistrar sus insumos y, en todo caso, decidir en qué
momento puede llevar a cabo su actividad con la certe-
za de que no se enfrentará a una carrera por el recurso.
Hoy en día diversos países utilizan este sistema
para controlar la sobreexplotación y la competencia
por sus recursos pesqueros. Nueva Zelanda e Islandia
han sido de los pioneros en su uso. En el continente
americano existen también naciones que han tenido
la necesidad de reducir su esfuerzo pesquero por medio
de la utilización de cuotas, entre los que destacan
Canadá, Estados Unidos de América y Chile.
El objetivo de este artículo es introducir el con-
cepto de CIT como un mecanismo alternativo a las
herramientas actuales para resolver problemas de
sobreexplotación de pesquerías. Hasta el momento
México ha enfocado sus esquemas de regulación en
los insumos. Sin embargo, dado el nivel de sobreex-
plotación de algunas de las pesquerías resulta rele-
vante analizar la posibilidad de introducir dichos sis-
temas para incorporar el criterio de sustentabilidad
en este sector.
Este artículo cuenta con dos apartados: el prime-
ro presenta el instrumento de las cuotas individuales
transferibles y describe las experiencias internacio-
nales señalando sus ventajas y desventajas. El se-
gundo, presenta una revisión de la regulación pes-
quera vigente y se explora la posibilidad de imple-
mentan este sistema de cuotas en México.
CUOTAS INDIVIDUALES TRANSFERIBLES
REGULACIÓN DE RECURSOS DE USO COMÚN Y LA
DEFINICIÓN DE DERECHOS DE PROPIEDAD
A diferencia de los bienes privados, los recursos de
uso común (RUC) tienen características de “no exclu-
sividad” y de “rivalidad” (Tietenberg 2002: 69):
1. La no exclusividad se refiere a la incapacidad
de privar a cualquier actor de la utilización del
recurso; es decir, los usuarios pueden hacer cual-
quier uso del recurso, adecuado o no, y ningún
otro individuo tiene la capacidad de impedirlo.
2. La rivalidad del bien hace referencia al concep-
to de escasez, entendiendo que el uso que cada
individuo hace sobre el recurso limita en esa
cantidad a los demás usuarios.
Las pesquerías presentan estas condiciones ya
que a pesar de los distintos tipos de control de acce-
so, la exclusividad sobre el recurso no está definida.
De igual forma, aun si la cantidad de recursos no
depende únicamente de la extracción, lo que un
pescador sustrae ya no está disponible para los de-
más usuarios, lo que a su vez incrementa el esfuerzo
que tendrán que emplear los usuarios para extraer el
recurso (Ostrom y Dolšak 2003: 14).
Desde la perspectiva de Hardin, en el caso de
los recursos de uso común, al no haber usuarios
definidos, ni certeza alguna sobre los mismos, cada
individuo tiene la opción de invertir en capturar
más o restringuirse y limitar su captura tomando en
consideración los beneficios y costos individuales
esperados. Así, en general cada pescador opta por
aumentar su captura ya que existen beneficios in-
dividuales esperados por un esfuerzo mayor de cap-
turar, mientras que los costos esperados, entendi-
dos como una sobreexplotación del recurso, se
comparten entre todos los usuarios del recurso (Har-
din 1968). Bajo esta premisa, todos los pescadores
incrementan el esfuerzo pesquero e invierten en la
capitalización de las embarcaciones. Esta situación
genera la sobreexplotación del recurso y produce
importantes pérdidas para los pescadores que de-
ben cada vez ejercer un mayor esfuerzo pesquero
para menores niveles de captura, terminando final-
mente en una situación donde no hay recurso y no
hay ingresos.
CUOTAS INDIVIDUALES TRANSFERIBLES 33
Para Hardin, una forma de evitar este resultado
es a través de la definición de derechos de propie-
dad. Desde la teoría económica, dicha definición
permite que los usuarios exploten racionalmente el
recurso asegurando su sustentabilidad a largo plazo
y la maximización de las rentas. Esto se debe a los
incentivos que se generan cuando el poseedor tiene
la exclusividad para hacer uso del bien y para trans-
ferirlo con relativa facilidad, además de la certeza de
que se respetará su propiedad y su derecho tiene
una vigencia determinada.1
Cabe señalar que en el caso de los recursos mari-
nos se pueden establecer límites territoriales, contro-
lar la entrada a ciertas zonas e incluso la cantidad de
recursos extraídos, pero no se pueden establecer de-
rechos de propiedad como los conocemos, ya que
comúnmente el Estado otorga derecho para el uso o
aprovechamiento de los recursos marinos pero no para
poseer el área específica del mar en la que se en-
cuentran dichos recursos.2
Las opciones para regular recursos de uso co-
mún como las pesquerías se centran en dos tipos
de controles, el control a los insumos (inputs) y el
de los resultados (outputs). En la mayoría de los
países en los que se presenta una pesquería con
niveles de sobreexplotación y baja en las capturas
—por ende, pérdidas económicas y riesgo para la
preservación del recurso— se han establecido me-
didas administrativas enfocadas en los insumos, que
buscan regular la extracción de los recursos. Pode-
mos mencionar por ejemplo, las licencias o permi-
sos, el establecimiento de tallas mínimas para ase-
gurar que un número mayor de individuos alcancen
la época de reproducción, las vedas temporales y
espaciales para proteger ciertas zonas en función
del proceso biológico del recurso, es decir, la repro-
ducción o el crecimiento, los límites al tipo de em-
barcación permitida y al equipo utilizado, entre otros.
Todos estos controles para regular la actividad, si
bien pueden generar ciertos resultados positivos no
resuelven el dilema de los RUC, ya que no otorgan
ninguna certeza sobre la captura ni protegen la sus-
tentabilidad del recurso. Por ejemplo, una veda tem-
poral puede promover la protección de una etapa
biológica del recurso, pero una vez terminada los
pescadores van a tratar de maximizar sus benefi-
cios capturando lo más posible. El segundo tipo de
control, la regulación de los resultados se ha aplica-
do con éxito en varios países y se centra en regular
el volumen de la captura. El instrumento más utili-
zado para regular los resultados son las cuotas indi-
viduales transferibles (CIT).
¿EN QUÉ CONSISTE EL SISTEMA DE CUOTAS
INDIVIDUALES TRANSFERIBLES?
El sistema de cuotas surge como respuesta a la com-
petencia feroz existente en países donde “demasia-
dos barcos compiten por muy poco recurso”, y que
necesitan regular los límites de captura para no ter-
minarlo. Esta necesidad se acentúa debido a que
cada día la tecnología de la industria pesquera es
más sofisticada y eficiente, y se necesitan coordinar
esfuerzos para reducir la capacidad de las flotas y
permitir que los peces se puedan reproducir.3 El sis-
tema de cuotas tiene dos componentes:
1. Cuota de captura permisible anual (CCP). El lí-
mite de captura para cada especie, para cada
área y para cada año. Generalmente se busca
que esta cuota sea igual al nivel (o rendimiento)
máximo de sustentabilidad. Ésta se fija para cada
especie a través de modelos complejos que eva-
lúan el ciclo de vida de la especie, su desarrollo
y la población actual
2. Cuotas individuales transferibles (CIT). Cada CIT
representa una porción o porcentaje de la CCP
en toneladas. Estas cuotas se asignan por un
periodo determinado, a través de subastas o en
función de la pesca histórica de cada embarca-
34 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
ción, y se pueden transferir o vender entre los
distintos pescadores si se desea.
La innovación de este sistema es que las CIT cuen-
tan con las características de un derecho de propie-
dad, pertenecen a un usuario exclusivamente, que
tiene certeza sobre su posesión y capacidad de trans-
ferir, vender o rentar. Cabe señalar que el derecho
de propiedad no versa sobre el mar o sobre el flujo
de recursos marinos, sino sobre un porcentaje de la
cantidad establecida a través de la CCP como la can-
tidad total de recursos extraíbles.
En un sistema como éste, la distribución del va-
lor del recurso pesquero depende en gran medida de
cómo se hayan asignado inicialmente las cuotas. Lo
ideal es que estas cuotas se definan de acuerdo con
las capturas históricas y que luego se intercambien o
permitan llegar a un equilibrio de mercado.4 No obs-
tante las bondades señaladas, un sistema de CIT por
si solo no es suficiente para tener un manejo óptimo
del recurso; se necesita contar con regulaciones adi-
cionales para controlar el dónde, el cuándo, el cómo
y el qué se pesca.
ALGUNAS DE LAS VENTAJAS DEL SISTEMA DE CUOTAS
Una de las ventajas del sistema de CIT es que los
niveles de captura de una especie, determinados a
través de la CCP, son sustentables. Estas capturas se
determinan eficientemente a través de las embarca-
ciones de manera que los recursos no son desperdi-
ciados y los pescadores tienen incentivos para hacer
buenas decisiones de inversión. Bajo este esquema
se generan los incentivos para que los pescadores
administren sus insumos y pesquen en el periodo y
de la forma más eficiente de acuerdo con los costos
de pesca y los precios de mercado. Dado que cada
pescador tiene asignada una cuota fija, por año o por
temporada, no se presenta el fenómeno de “carrera
por los peces” por lo que no se abandonan redes
dejando el recurso a la deriva y disminuye el descar-
te de especies poco valuadas.
Con el uso de las CIT no existen incentivos eco-
nómicos para sobre capitalizar la flota más de lo ne-
cesario, lo cual permite que se reduzca la captura de
fauna incidental. Asimismo, para aquellos que deci-
dan retirarse de la actividad pesquera, existen meca-
nismos de compensación a través de la venta de sus
cuotas. Una ventaja adicional de las CIT es que au-
mentan la seguridad de los pescadores al reducir los
riesgos de pescar en condiciones peligrosas o en un
tiempo límite.
ALGUNAS DE LAS DESVENTAJAS DEL SISTEMA DE
CUOTAS
En algunas ocasiones la forma en que se fija la cuota
de captura permisible está influenciada por conside-
raciones políticas y sociales, no solamente por cues-
tiones de rentabilidad económica y de sustentabili-
dad ambiental. Existe también dificultad técnica para
definirlas ya que dependen, en gran medida, de las
características particulares de la especie.
Una de las principales críticas al sistema es la
posible inequidad en la asignación inicial, ya que
independientemente del método utilizado, siempre,
algún grupo quedará fuera o tendrá que enfrentar
mayores costos de ingreso al sistema. Lo anterior
puede generar concentración de bienestar así como
generación de monopolios. También existe inequi-
dad entre los actores participantes, ya que las CIT se
asignan a los propietarios de la embarcación y la tri-
pulación queda excluida, lo que ha generado des-
contento en algunos casos, ya que, previo al sistema
de CIT, la tripulación compartía tanto el riesgo como
los ingresos mientras que bajo este esquema las re-
numeraciones se basan en sistema de salarios prede-
terminados (Tietenberg 2002: 209).
Asimismo, la asignación de este sistema trae con-
sigo cambios culturales muy grandes que no todas
CUOTAS INDIVIDUALES TRANSFERIBLES 35
las sociedades están dispuestas a aceptar, como es la
designación de derechos sobre los recursos públicos
a agentes privados.5
REQUERIMIENTOS BÁSICOS PARA QUE FUNCIONE EL
SISTEMA DE CIT
No en todas las pesquerías del mundo puede instru-
mentarse el sistema de CIT; su éxito depende de las
características sociales, políticas y económicas del
país así como de los aspectos biológicos de las espe-
cies afectadas. Para que un sistema de cuotas fun-
cione con resultados positivos se requiere contar con
las siguientes características:
1. Una cultura de respeto a los derechos de pro-
piedad, en donde las cuotas sean respetadas y
la necesidad de vigilancia sea menor;
2. La situación económica es importante, ya que si
no se cuenta con los recursos necesarios para el
manejo de las pesquerías, como la investigación,
el manejo y la obligatoriedad, las probabilidades
de éxito de un sistema de cuotas como el men-
cionado se ven reducidas;
3. Es fundamental conocer la postura de los acto-
res involucrados para saber si un sistema de cuo-
tas puede o no ser instrumentado, de tal forma
que se puedan anticipar posibles rechazos y di-
señar el sistema tomando en cuenta estos obs-
táculos.
4. Contar con una regulación de la actividad pes-
quera sólida tanto para la flota de altura como
para las embarcaciones ribereñas.
5. En cuanto a las características biológicas, el sis-
tema de cuotas opera mejor cuando se trata de
especies sedentarias y longevas, ya que éstas
permiten determinar con mayor precisión una
cuota de captura total, lo cual es difícil para
especies no sedentarias como el camarón (Re-
ting y Ginter 1988).6
¿EN DÓNDE SE HA UTILIZADO EL SISTEMA DE CUOTAS
INDIVIDUALES TRANSFERIBLES?
El sistema de CIT se ha utilizado en diversos países
que han enfrentado problemas de sobreexplotación
del recurso y que han puesto en marcha el sistema
de cuotas como una alternativa para mejorar su sta-
tus quo. Estos esquemas han sido adaptados a las
necesidades particulares de cada país y han obteni-
do buenos resultados. A continuación describiremos
muy brevemente la experiencia del sistema de cuo-
tas de Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos de
América y Chile.
La experiencia internacional muestra que la
inclusión de todos los actores involucrados en el
proceso de asignación de las cuotas es un ele-
mento fundamental para garantizar la factibili-
dad del instrumento y la minimización del des-
36 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
CUADRO1. EXPERIENCIA INTERNACIONAL EN EL USO DE SISTEMA DE CUOTAS
PAÍS
Nueva Zelanda 7
Canadá 8
Estados Unidos
de América9
Chile 10
MECANISMO
Controlan los insumos
por medio de CIT
Combinación de CI y
CIT según la pesquería
Controlan los insumos
por medio de CIT
Controlan los insumos
por medio de CIT
ASIGNACIÓN DE CUOTA
A aquellos que contaran ya
con licencias
Con base en las capturas
históricas
MOTIVACIONES
Obtener beneficios económicos para los
pescadores
Frenar la sobrepesca, la sobrecapitaliza-
ción y los bajos ingresos
Reducir el exceso de capacidad, dismi-
nuir las muertes accidentales y generar
estabilidad económica
Regular la sobreexplotación del recurso
contento social generado por el ordenamiento de
la actividad.
También vemos cómo, donde la definición de
derechos de propiedad privada no es posible, por
ejemplo en el caso canadiense, el sistema de cuotas
sigue siendo posible bajo la variante de la posesión
de las mismas por parte del gobierno quien las trans-
fiere a ciertos actores pero, en caso de que estos
decidan salir de la actividad, la cuota vuelve a la
federación.11
Un elemento adicional es la preocupación para la
definición del monto de las cuotas, que debe conte-
ner un sólido sustento científico que justifique su
determinación y asignación.
No obstante, en términos generales puede obser-
varse cómo el sistema de cuotas ha sido positivo para
la consecución del objetivo para el que se planteó,
que se refiere principalmente al control de la explo-
tación de recursos pesqueros en riesgo.
LA REGULACIÓN DE LA ACTIVIDAD EN MÉXICO
Una vez descrito el sistema de CIT y analizada la ex-
periencia internacional en la materia, queda pendien-
te estudiar la conveniencia de diseñar el instrumento
para el caso mexicano. Para ello se presenta a conti-
nuación una descripción de la regulación pesquera
actual, así como los elementos requeridos para que
un esquema de cuotas pudiera aplicarse en México y
la conveniencia de desarrollarlos.
En la actualidad existen en nuestro país distin-
tos tipos de lineamientos para regular la pesca con
el objetivo de alcanzar metas de carácter económi-
co, social y ambiental, entre otras. Sin embargo,
estas regulaciones generalmente se centran en con-
trolar los insumos de la pesca y no en los resulta-
dos de la actividad, por lo que en algunos casos no
se cumple con los objetivos para los que fueron
planteados.
CUOTAS INDIVIDUALES TRANSFERIBLES 37
MONITOREO
Lo realizan compañías indepen-
dientes y es pagado por los pesca-
dores
Los pescadores son los encargados
del manejo y el cumplimiento
Lo realizan compañías indepen-
dientes y es pagado por los pesca-
dores
OBSTÁCULOS
Problemas al definir derechos de
propiedad y tensión con el sector
tradicional
No se transfieren las licencias por
miedo a que pocos pescadores aca-
paren el mercado
Descontento por la asignación inicial
de las cuotas y moratoria del sistema
Fuerte oposición de empresarios
RESULTADOS
Los pescadores lograron una mejor
captura a un menor costo
Mayor competitividad en el mercado,
recuperación de pesquerías
Terminó la carrera por los peces,
disminuyó el número de embarcacio-
nes y se recuperó la pesquería
Oposición de empresarios a estable-
cer derechos de propiedad en un
recurso de uso común
REQUISITOS LEGALES
El primer requisito para poder participar en la pesca
es la emisión de un permiso por parte de la Secreta-
ría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pes-
ca y Alimentación (SAGARPA) a través de la Comisión
Nacional de Pesca (CONAPESCA). Estos permisos pue-
den transferirse entre usuarios, con ciertas restric-
ciones, pero presentan la desventaja de que no esta-
blecen ningún tipo de límite que fomente la protec-
ción del recurso. Para la autoridad, el trámite de otor-
gamiento del permiso resulta una fuente de informa-
ción básica sobre los usuarios de los mismos y repre-
senta el elemento clave de control de la actividad
pesquera.
Con el propósito de fortalecer y justificar la
emisión de los permisos, el gobierno federal emi-
tió en el año 2000 el Acta Nacional Pesquera que
incluye un diagnóstico de las pesquerías del país,
a partir del cual se define el esfuerzo pesquero
que debe permitirse a cada pesquería; sin embar-
go, en la práctica esta información no ha tenido
el peso suficiente para regular la actividad pes-
quera nacional.
REQUISITOS TÉCNICOS
Existen requisitos técnicos para la pesca que consi-
deran las características de las embarcaciones como
la potencia máxima del motor, la capacidad de bo-
dega, el tipo y medidas de las embarcaciones, las
artes de la pesca, etc. El objetivo principal es pro-
mover el uso de equipos que no dañen al medio
ambiente.
Sin embargo, aunque se ha logrado avanzar en
la materia, los esfuerzos no han sido suficientes para
promover una reconversión real de las artes de pes-
ca a nivel nacional que permitan disminuir de ma-
nera considerable el impacto ambiental que la acti-
vidad genera.
38 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
REQUISITOS AMBIENTALES
Las vedas
La veda es una clausura temporal de ciertas zonas
para proteger el recurso tanto en el periodo de repro-
ducción como durante su crecimiento (INP 2000: 499).
Una de las principales desventajas de este procedi-
miento es que únicamente limita la temporada de pesca
pero no ejerce ningún control sobre el volumen captu-
rado. Aun cuando la veda ha sido aceptada, en térmi-
nos generales, por el sector pesquero, existen presio-
nes para levantarlas antes de lo establecido y una vez
que se declara la temporada de pesca inicia la compe-
tencia exacerbada por el recurso.12
Artes de pesca
Existen algunos lineamientos para evitar la pesca in-
cidental de especies en riesgo de extinción, como los
dispositivos excluidores de tortugas marinas (DET).
Estos son obligatorios y se utilizan actualmente con
éxito. Algunas artes de pesca, como las redes de
arrastre, generan un impacto importante tanto en el
fondo marino como en la captura de especies no
objetivo. Al respecto, existen otras tecnologías dispo-
nibles que podrían disminuir el impacto ambiental
sobre los ecosistemas marinos así como sobre la fau-
na incidental que se encuentran pendientes de prue-
ba y en su caso aprobación y obligatoriedad.13
Cuotas de captura
Desde inicios de los años noventa, algunas pesque-
rías, como el abulón, la almeja mano de león, el erizo
y el calamar gigante, han incorporado en sus esque-
mas de manejo una nueva herramienta para regular
las pesquerías que consiste en establecer cuotas de
captura totales. En un principio, los altos índices de
captura, la rentabilidad de las pesquerías, la falta de
vigilancia y la desconfianza de los métodos utiliza-
dos para estimar las cuotas fomentaron el incumpli-
miento de los pescadores. Sin embargo, a finales de
los años noventa, la mayoría de estas pesquerías ex-
perimento bajas capturas por lo que las autoridades
reforzaron el esquema de cuotas basándose en mé-
todos más modernos para estimar el volumen permi-
tido de acuerdo con los objetivos de pesca.
En general, los resultados del sistema de cuotas
son ambiguos: por un lado, han fomentado un mayor
cuidado del recurso y una recuperación paulatina,
como en el caso del abulón; pero otras variables, como
la pesca ilegal y factores climáticos y biológicos, impi-
den llevar conclusiones definitivas. Sin bien la utiliza-
ción de esta herramienta es relativamente nueva en
México, establece los principios para una estimación
confiable de las cuotas de captura totales.
¿PUEDE ADOPTARSE EL SISTEMA DE CUOTAS EN
MÉXICO?
Es importante señalar que a pesar de que los resul-
tados teóricos de las CIT son deseables para nuestro
país, y considerando que las experiencias interna-
cionales analizadas son, en términos generales, exi-
tosas, las características necesarias para su instru-
mentación no necesariamente están presentes en
México por lo que es necesario repasarlas para defi-
nir la conveniencia y factibilidad de diseñar el siste-
ma para la pesca nacional. A continuación se pre-
sentan los cuatro elementos que se consideran más
relevantes.
CUESTIÓN IDEOLÓGICA Y DE TRADICIÓN
La Constitución mexicana, en su artículo 27 otorga
a la nación la propiedad de una serie de recursos
considerados como estratégicos, entre los que des-
tacan los marinos. Esta disposición le da al gobierno
el derecho sobre la explotación de los mismos, que
CUOTAS INDIVIDUALES TRANSFERIBLES 39
pueden ser transferidos
a particulares mediante
concesiones. De esta
forma, ha sido posible
la expedición de permi-
sos de pesca a particu-
lares, bajo el entendido
de que los recursos dis-
ponibles en el mar no
son propiedad de quien
ejerce la actividad pes-
quera, pero que éste
puede usufructuarlo
con el consentimiento
de la federación.
Al igual que en el
caso de otros recursos
naturales, también pro-
piedad de la nación,
existe en México un
sentimiento y una reticencia clara a otorgarlos a
particulares, aún cuando, de hecho, sean particu-
lares quienes lo aprovechen como en el caso de la
pesca.
Esta posición frente al establecimiento de dere-
chos de propiedad sobre dichos bienes previene so-
bre las posibles barreras de aplicación de esquemas
que asignen derechos de propiedad privada sobre
los recursos pesqueros.
Para resolver lo anterior, será necesario plantear
el sistema de tal manera que permita otorgarle a los
pescadores el derecho a explotar los recursos de
manera exclusiva y garantizar la seguridad sobre el
mismo, así como abrir la posibilidad de comerciar
dichos permisos, al mismo tiempo que la federación
mantiene la posesión, en última instancia, sobre el
recurso. En este sentido, la experiencia canadiense
de límite al esfuerzo pesquero puede ser una pauta
para resolver el problema de derechos de propiedad
en nuestro país.
CAPACIDAD
FINANCIERA
Las restricciones econó-
micas representan un
obstáculo al momento
de buscar cambiar el
status quo, ya que toda
política nueva requiere
de recursos financieros.
Por ejemplo, si se busca
regular a las flotas tanto
de altura como ribereña,
elemento indispensable
para el esquema de CIT,
es necesario contar con
los recursos necesarios
para poder establecer un
sistema de vigilancia
efectivo, que obligue a
que se respeten las reglas vigentes.
Si lo que se busca es mejorar las artes de pesca
para que sean menos dañinas para el medio ambien-
te, es necesario dedicar recursos económicos para
apoyar las actividades de investigación en busca de
implementos más sustentables.14 La situación eco-
nómica de países como Nueva Zelanda, Estados Uni-
dos de América y Canadá, por ejemplo, rebasar con
mucho a la de nuestro país, lo que hace posible con-
siderar los cambios tecnológicos necesarios o el forta-
lecimiento del monitoreo y la vigilancia.
Para el caso de México, la necesidad más apre-
miante se refiere al aumento en la vigilancia y el
monitoreo para garantizar el cumplimiento de la re-
gulación vigente en primer lugar, y en segundo tér-
mino del cumplimiento de las cuotas en caso de que
se aplique el instrumento. En un momento posterior,
será necesario apoyar el cambio tecnológico de las
flotas mayor y ribereña de manera que sea posible
no sólo fomentar la explotación sustentable de la es-
40 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
pecie objetivo, sino disminuir el impacto ambiental
asociado a la actividad pesquera.
CONTEXTO POLÍTICO
Debido a que un gran número de comunidades en
nuestro país depende de la pesca, el sector ha sido
históricamente impulsado y protegido.15 Este grupo a lo
largo de los años ha adquirido importante fuerza políti-
ca, además de constituir un sector de relevancia social.
Por ello, cualquier medida que se diseñe para
controlar la actividad pesquera deberá tomar en con-
sideración y hacer partícipe a los grupos involucra-
dos. En el caso concreto de las CIT, deberá estable-
cerse un esquema de asignación de cuotas que con-
sidere a la mayor proporción de individuos dedica-
dos actualmente a la actividad, permitiendo que sean
ellos mismos quienes definan en el largo plazo la
posesión de las cuotas en relación con la compra y
venta de las mismas. En este sentido, la asignación
de cuotas con referencia en la captura histórica re-
presenta un área de oportunidad para el caso mexi-
cano. Adicionalmente, se deberá contar con estu-
dios científicos confiables que justifiquen los límites
establecidos de las cuotas, además de hacer notar a
los pescadores la conveniencia económica de regular
la actividad al promover el saneamiento de la pes-
quería,16 que tendrá como consecuencia una mayor
rentabilidad para aquellos que se mantengan en la
actividad.
4. CONTEXTO ADMINISTRATIVO
La facultad de regulación y control de la pesca en el
país está a cargo de la SAGARPA, institución responsa-
ble de garantizar la explotación sustentable del re-
curso con el objeto de maximizar los beneficios en el
largo plazo.
A la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (SEMARNAT) le corresponde el cuidado de
los ecosistemas marinos y a las especies en riesgo,
por lo que tiene la facultad para definir técnicas de
pesca más adecuadas así como para establecer limi-
tantes a las actividades en zonas de conservación
como las áreas naturales protegidas.
Aunque el objetivo principal de las CIT es el sanea-
miento de la pesquería, éstas otorgan la oportunidad
de establecer criterios ambientales en la actividad pes-
quera, entre los que destaca la capacidad de carga de
las regiones que no sólo contemplan la disponibilidad
de la especie objetivo sino el efecto indirecto que la
actividad genera sobre otras especies o regiones.
Debido a esta división de atribuciones, para in-
troducir este esquema en México es necesaria la co-
ordinación entre ambas secretarías para.
Un elemento administrativo adicional es el refe-
rente a la vigilancia insuficiente17 que representa un
obstáculo para el cumplimento de la regulación ac-
tual y para la aplicación de un sistema de cuotas.
Para que este sistema tenga mejores resultados es
necesario que las flotas, tanto de altura como ribere-
ña, estén perfectamente reguladas, para así poder
asignar los porcentajes de las cuotas totales a las
embarcaciones existentes; de otra forma la probabili-
dad de controlar la sobreexplotación es baja.
Por su parte, esto implica la factibilidad de con-
tar con registros de captura no sólo de la especie
objetivo sino también de la captura incidental que
permitan justificar y definir de manera adecuada la
capacidad de carga por pesquería y por región.
CONCLUSIÓN
Un mecanismo para controlar la sobreexplotación y
promover el manejo sustentable de la pesca es el de
las CIT, que tienen como principal virtud el definir
niveles de pesca sustentables, al mismo tiempo que
le otorgan a los pescadores la certeza sobre su dere-
cho a pescar y libertad para negociar este derecho
con otros interesados.
CUOTAS INDIVIDUALES TRANSFERIBLES 41
La experiencia internacional nos muestra que el
mecanismo de cuotas puede tener resultados positi-
vos para el saneamiento de pesquerías dañadas por
la sobreexplotación, por lo que se recomienda eva-
luar la posibilidad de desarrollarlo en las pesquerías
deterioradas de nuestro país.
Se puede considerar que para el caso de México,
los esquemas de manejo por cuotas de captura re-
presentan los primeros pasos hacia la definición de
un sistema de CIT. Hasta el momento, los usuarios
de las pesquerías donde se ha puesto en marcha
este sistema han recibido de manera favorable el es-
quema y se ha promovido la corresponsabilidad en-
tre las autoridades y los usuarios por la conservación
de las pesquerías (ya que la autoridad debe estable-
cer una cuota precisa y confiable y los usuarios de-
ben apegarse a ella).
Aun cuando en México ya se dieron los primeros
pasos para el establecimiento de un esquema de cuo-
tas, queda pendiente el establecimiento de algunas
condiciones para que el sistema de CIT sea exitoso:
(1) fortalecer el respeto a los derechos de propiedad,
para que la asignación de cuotas genere un senti-
miento de pertenencia y exclusividad sobre los re-
cursos; (2) incrementar los recursos disponibles para
aumentar la vigilancia y cumplimiento de la regula-
ción, así como para fomentar la investigación y el
uso de mejor tecnología pesquera en términos de su
impacto ambiental; (3) fomentar el interés de los
actores involucrados por este tipo de esquemas para
que se entiendan los beneficios desde la perspectiva
ambiental y económica; (4) reforzar el marco regula-
torio y formalizar la actividad tanto de la flota de
altura como de la ribereña y (5) considerar que las
características biológicas de la especie (tales como la
longevidad y los patrones de migración) se presten
para poder regularlas vía cuotas.
Por todo lo anterior, y considerando que los ele-
mentos faltantes para el caso de México pudieran
ser alcanzados, se considera que las CIT constitu-
yen un instrumento útil para la regulación de la
pesquería sobreexplotada ya que promueven el apro-
vechamiento sustentable de la pesca al mismo tiempo
que reconoce los derechos de los pescadores y les
permite la estrategia más adecuada desde la pers-
pectiva individual.
42 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
NOTAS
1 Anthony Scott define las características de un derecho de
propiedad como exclusividad, es decir, la capacidad de un
usuario de hacer uso del recurso sin interferencia; duración, es
la vigencia del derecho; certeza o seguridad, es la capacidad
que tiene el poseedor de hacer valer su título y por último, la
capacidad de transferencia del derecho (Scott 2000).
2 En la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, el artículo 27 prevé que las aguas de los
mares territoriales y las aguas marinas interiores son
propiedad de la nación cuyo dominio es inalienable e
imprescriptible; su uso y aprovechamiento sólo podrán
hacerse mediante concesiones otorgadas por el Ejecutivo
federal. De igual forma, otros países como Estados
Unidos y Chile prevén que ciertos recursos pertenecen
a la nación pero se pueden otorgar permisos para su
aprovechamiento (Tietenberg 2002: 205).
3 Información obtenida de Environmental Defense.
4 Cabe señalar que existen otras formas de asignación
inicial como las subastas, las loterías y las reglas sustenta-
das en criterios de selección. Sin embargo, la asignación
de cuotas con base en las capturas históricas es el método
más común ya que, por un lado, es el que más se asemeja
a los patrones históricos de pesca y representa un menor
desembolso económico para los pescadores. Por otro
lado, este método asigna cuotas a aquellos que han
invertido en la extracción del recurso, lo que de alguna
manera reconoce dicho esfuerzo. Una de las desventajas
es que eleva los costos para nuevos usuarios interesados
en la pesquería (Tietenberg 2002: 208).
5 El caso de Canadá ilustra lo contrario, una vez que el
pescador decide retirarse de la actividad la cuota es
devuelta al Estado quien se encarga de otorgarla de nuevo
a otro pescador. Las cuotas no son consideradas como
derechos de propiedad sino como límites a la pesca. Este
caso ilustra cómo, en países donde no es posible estable-
cer derechos de propiedad sobre los recursos, pueden
adoptarse sistemas de cuotas, en el entendido que en
última instancia éstas pertenecen a la nación.
6 Esta especie migra, se reproduce dos veces al año y su
periodo de vida oscila entre los 18 meses, lo que dificulta
el cálculo de la biomasa para poder determinar las cuotas
permitidas en cada temporada.
7 Información obtenida de Straker et al. 2002.
8 Información de D. L. Burke y G. L. Brander 2000.
9 Esta información se obtuvo de Wertheimer A.C. y
Swanson 2000.
10 Información proveniente de Peña 2002a y b.
11 En Canadá las cuotas son más bien límites de captura
especificados en licencias, las cuales pueden ser suspendi-
das a discreción por el gobierno.
12 En algunos casos las vedas han generado que la
temporada de pesca se reduzca más del periodo especifica-
do, mientras que los pescadores tratan de capturar lo más
posible al inicio de la temporada, lo que agota la disponi-
bilidad del recurso, de tal forma que al final de la tempora-
da los costos del viaje no se alcanzan a cubrir con las
capturas obtenidas.
13 Entre las tecnologías disponibles destacan las utilizadas
para la pesca de arrastre, en particular, los diseños
hidrodinámicos de las puertas, las modificaciones a la
relinga de fondo para mitigar los daños físicos al medio y
la composición de mallas de distintos tamaños en el
cuerpo de la red así como los excluidores de peces para
incrementar la selectividad de las redes (Environmental
Defense 2003).
14 Para dimensionar la necesidad de aumentar el gasto en
estos rubros se menciona que Estados Unidos gasta casi
400 veces más que México en actividades de vigilancia
del cumplimiento de las normas y 100 veces más en
actividades de investigación (Wallis y Flaaten 1998).
15 Prueba de ello son los apoyos fiscales otorgados a la
actividad pesquera entre las que destaca el precio
referenciado al diesel marino y el régimen fiscal simplifica-
do al cual deben acogerse los pescadores.
16 Se debe recordar que el sistema de CIT está diseñado
principalmente para sanear pesquerías que se encuentren
sobreexplotadas o cerca a los límites de explotación y no
para aquéllas que se hallan en una situación sana.
CUOTAS INDIVIDUALES TRANSFERIBLES 43
17 En el caso de la pesquería del camarón en Alto Golfo de
California, por ejemplo, el problema de vigilancia se vincula
cuestiones de organización y de corrupción, asociados en
particular para el caso de la flota ribereña y en menor
magnitud para la flota mayor. La flota menor opera sin
permisos y viola las disposiciones legales en materia de
potencia del motor, longitud de las redes y luz de raya.
Adicionalmente, se presenta un mercado negro del
producto en el que participan ambas flotas: la flota menor
irregular, captura camarón y lo vende tanto a las cooperati-
vas como a las embarcaciones mayores que lo adquieren a
un precio menor ahorrándose así los costos de viaje.
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Mariela Ibañez de la Calle. Subdirectora de Investigación y Análisis de Política Pública. Dirección General de Investigación en Política yEconomía Ambiental (DGIPEA). Correo-e: [email protected] Becerra Pérez. Jefa del departamento de Análisis Político. DGIPEA. Correo-e: [email protected]ëlle Brachet Barro. Jefa del departamento de Información sobre Políticas Ambientales. DGIPEA. Correo-e: [email protected]: Industrialized Housing System, Corea (página 31). JR Ueno Railway Station, Tokio, Japón (página 35). Max Rienhardt Haus,Berlin, Alemania (página 39). New York Times, New York (página 41).
44 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
CONSERVACIÓN DEL AMBIENTE EN BAJA CALIFORNIA SUR 45
PREMISAS GENERALES DE LA INVESTIGACIÓN
El equipo del Seminario de estudios sobre la conser-
vación y el desarrollo sustentable bajacaliforniano,
formado por estudiantes y profesores de la Universi-
dad Autónoma de Baja California Sur, investiga la
historia ambiental contemporánea de la región, pro-
curando completar el modelo de análisis de las rela-
ciones históricas entre la sociedad y su entorno na-
tural, propuesto en el libro Historia de las relaciones
hombre/naturaleza en Baja California Sur 1500-1940
La política ambiental mexicanay la conservación del ambienteen Baja California Sur
MICHELINE CARIÑO, JUAN SALVADOR ACEVES,CÁNDIDO RENDÓN, CARMINA VALIENTE,MARÍA LUISA LEAL Y BIANCA RODRÍGUEZ
(Cariño 1995). En dicho modelo se identifican tres
estrategias: a) la simbiosis, única de los californios,
que inicia desde el poblamiento de la Península y
que se extingue junto con sus actores, b) el aprove-
chamiento inteligente de los recursos naturales prac-
ticado por los rancheros, desde mediados del siglo
XVIII, y c) el saqueo, que inicia con la extracción
perlera en el siglo XVI, se acentúa durante el siglo
XIX y se agudiza en el siglo XX.
Este artículo es parte de los esfuerzos por dicho
estudio y se propone analizar el surgimiento de una
46 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
nueva estrategia: la de conservación y desarrollo sus-
tentable. Ésta se concreta en la creación de áreas na-
turales protegidas (ANP), en los diversos instrumentos
para el cuidado de especies amenazadas y en el uso
inteligente de los recursos naturales; y es llevada a
cabo por una gran diversidad de actores sociales que
tienen como base la aplicación de la política ambien-
tal mexicana. El objetivo es conocer los medios que
permiten el éxito a esos procesos, valorar los esfuerzos
de los diferentes actores que participan en ellos e iden-
tificar la problemática y los obstáculos que deben en-
frentar para superar el deterioro del ambiente y los
estragos del crecimiento económico devastador. Se
desea contribuir al desarrollo de una propuesta que
plantee las estrategias idóneas para conducir al éxito
los procesos conservacionistas en la región, superan-
do los procesos de saqueo.
Al verificar el surgimiento de esta nueva estrate-
gia, además de completar el modelo de análisis de la
historia ambiental regional, se harían aportes a la
propuesta de algunos teóricos de la historia ambien-
tal quienes consideran que la toma de conciencia de
la crisis ambiental y las acciones realizadas para su-
perarla, indican los albores de un nuevo periodo en
las relaciones sociedad-naturaleza. El sonado fracaso
de la cumbre de Johannesburgo cuestiona esta posi-
bilidad, pero una modificación de tal envergadura
no debería valorarse en tan corto plazo ni con el
escaso detalle que permite un análisis a escala pla-
netaria. Creemos que los indicios de las transforma-
ciones deseadas deben buscarse en una perspectiva
histórica y a una escala regional, incluso micro regio-
nal. Esta es precisamente la tarea que actualmente
ocupa a nuestro equipo de investigación.
El enfoque de este trabajo es la historia ambien-
tal, especialidad que critica los supuestos teóricos y
metodológicos con los que ha sido abordado el pasa-
do. Este replanteamiento crítico parte de una nueva
teoría que procura restituir la unidad entre los seres
humanos y la naturaleza (González de Molina 1993).
Además de los principios de esta especialidad,
retomamos una propuesta teórica de Immanuel Wa-
llerstein: la utopística. Dicho autor sugiere que:
Si en realidad [...] estamos en una transición, lar-
ga y difícil, de nuestro sistema mundial existente a
otro u otros, y si el resultado es incierto, nos enfrenta-
mos a dos grandes preguntas: ¿qué tipo de mundo
realmente deseamos? y ¿por qué medio o camino tene-
mos más probabilidades de llegar a él? Éstas son anti-
guas interrogantes que muchos se han hecho por largo
tiempo; durante los últimos dos siglos, para ser preci-
so. Pero la primera pregunta generalmente se ha for-
mulado en términos de utopías y yo deseo referirme a
ella en términos de utopística, es decir, de la evalua-
ción seria de alternativas históricas, del ejercicio de
nuestro juicio en lo que toca a la racionalidad funda-
mental de posibles sistemas históricos alternativos
(Wallerstein 1998: 65).
Nos ha parecido pertinente emplear esta propuesta
de Wallerstein por dos motivos: uno histórico y otro
teórico. El primero, porque una de las constantes en
la historia bajacaliforniana ha sido la consideración
de esta región como un espacio de excepción, en
donde es factible lo que en otros sitios no es realiza-
ble. El segundo, porque posibilita el tránsito de una
idea irreal a la concreción de un proyecto social al-
ternativo.
DE LA UTOPÍA A LA UTOPÍSTICA
Probablemente sean la marginalidad y el aislamiento
del espacio bajacaliforniano, el ser un confín de la
Tierra, lo que le haya otorgado, desde su incorpora-
ción a la historia universal (en el siglo XVI) hasta la
fecha, ser una región inspiradora de utopías. El pri-
mer seducido fue Cortés, quien en su búsqueda de
dominios se hizo a la Mar del Sur creyendo que a la
Diestra mano de las Indias (del Río 1985) encontraría
vastas riquezas. El 3 de mayo de 1535 tomó auto de
posesión de la tierra que desde entonces sería llama-
CONSERVACIÓN DEL AMBIENTE EN BAJA CALIFORNIA SUR 47
da, por su referencia mítica, California. Su efímera
colonia duró sólo tres meses. Diecisiete décadas de
posteriores expediciones confirmaron que California
no estaba dotada de las riquezas que hubiera desea-
do encontrar la utopía iniciada por Cortés y conti-
nuada por varias decenas de exploradores.
Fue precisamente esta pobreza la que motivó la
utopía de la segunda generación de cautivados por
California: los jesuitas. Ellos buscaban un lugar donde
materializar su reino mariano; éste debía estar, y per-
manecer, al margen de la codicia, la lujuria y la co-
rrupción de los hombres. Para ello, debía estar pobla-
do con seres que fuera posible convertir en cristianos
modelo y evitar las ambiciones de soldados y colonos.
Estas restricciones, las devastadoras epidemias y la
absoluta incomprensión de la simbiosis hombre-natu-
raleza, dieron al traste con este ideal. Al ser expulsa-
dos, siete décadas después de la fundación de la pri-
mera misión de las Californias, la población había sido
diezmada, y del reino mariano sólo subsistieron cam-
panas para llamar al viento (Sánchez 1987).
El visitador real encargado de expulsar a los sol-
dados de Cristo no estuvo exento del embrujo de la
península. Don José de Gálvez estaba convencido de
que una administración ilustrada pondría en marcha
reformas que integrarían este territorio marginal al
imperio. Pero tan grande fue su ambición como serio
su desengaño; sólo unas cuantas de las medidas que
dictó se aplicaron, pero estas bastaron para desarti-
cular la naciente y frágil economía peninsular.
A principios del siglo XX surgió otro utopista: Gas-
tón Vives, creador del más grande emporio perlero
del mundo (Cariño y Monteforte 1999). En pleno apo-
geo esta empresa fue destruida por la oleada revolu-
cionaria y Vives empezó un vía crucis de peticiones
al gobierno para restablecer el cultivo de ostras per-
leras y el papel detonante que éste había tenido en
el desarrollo regional. Fracasó en su intento y con él,
en 1939 se extinguió la pujanza perlera del Golfo de
California.
Como todas las utopías, las bajacalifornianas lle-
van intrínsecamente sentenciado su fracaso. Pare-
ciera que el signo de la utopía es precisamente la
imposibilidad de su realización. Por ello, es pertinen-
te referirnos en términos de utopística, que permite
aprovechar la motivadora ensoñación de las utopías
para construir un sistema histórico alternativo.
El fenómeno mental que históricamente ha con-
ferido a Baja California es el ser una tierra generado-
ra de utopías sigue vigente y, actualmente, la que se
encuentra en boga es la ambientalista. Ésta impulsa
a una variedad de actores sociales a pugnar por la
conservación del entorno y por el desarrollo susten-
table regional. Nuestra investigación pretende iden-
tificar las condiciones que puedan transformar la uto-
pía ambientalista bajacaliforniana en un proyecto
utopístico, esto es, realizable.
En este sentido habría que tomar en cuenta: 1)
qué deseamos sustituir, 2) por qué tipo de sistema
alternativo lo deseamos hacer y, finalmente, 3) cómo
impulsar esa transformación a partir de las condicio-
nes históricas existentes. La utopía ambientalista tie-
ne muy clara la respuesta a las dos primeras cuestio-
nes. Sustituir el crecimiento económico devastador
por un modelo de desarrollo sustentable que permita
a largo plazo preservar el equilibrio de los ecosiste-
mas, la biodiversidad y la belleza paisajística; usar
productiva y sustentablemente los recursos natura-
les; distribuir con equidad los benéficos económicos;
preservar la cultura y mejorar la calidad de vida. El
principio de la utopística entra en juego a partir del
momento en que se analiza la realidad regional y se
perfilan las estrategias que conducirían a los promo-
tores de la utopía a la concreción del sistema históri-
co alternativo deseado.
Para contribuir a tan valioso proyecto colectivo,
nos hemos dado a la tarea de identificar, clasificar y
estudiar a los actores y los procesos de la utopía
ambientalista, así como analizar los medios con los
que se promueven la transformación anhelada; acto
48 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
seguido mostraremos algunos de los resultados preli-
minares.
UTOPÍSTICA AMBIENTALISTA SUDCALIFORNIANA
EL FÉRTIL ESPACIO-SOCIAL DE LA UTOPÍSTICA
AMBIENTALISTA SUDCALIFORNIANA
Baja California Sur posee bases geográficas, sociales
y económicas sobre las cuales es factible la construc-
ción del sistema alternativo de conservación y desa-
rrollo sustentable. Posee abundantes objetos de con-
servación y vastas posibilidades socioeconómicas para
cuidarlos, pero sólo anotaremos los elementos indis-
pensables a considerar en la construcción utopística.
El aislamiento ha sido el primer aliado para man-
tener a la región protegida de una cantidad de pro-
cesos devastadores, permitiendo que a la fecha cuen-
te con ambientes casi prístinos y con un potencial en
recursos naturales aún posibles de ser conservados.
Entre estos debemos destacar los paisajes costero y
terrestre. La aridez, casi siempre valorada negativa-
mente, ha permitido la existencia de 170 oasis ricos
en endemismos y en especies relicto. Otra caracterís-
tica del escenario sudcaliforniano es su alta biodiver-
sidad tanto en el medio marino como en el terrestre.
El paraíso natural sudcaliforniano cuenta con una
densidad de población muy baja (5.7 hab./km2) y
muy concentrada (76% en La Paz y en Los Cabos).
De la población mayor de 15 años, 94.9% está alfa-
betizada y proporcionalmente (Ivanova 2002: 381) es
el estado de la República que concentra mayor can-
tidad de científicos (media nacional: 0.67/10,000
habitantes, BCS 1.4/10,000). La participación de la
población en la actividad económica es relativamen-
te alta (40%) y se concentra en el sector terciario. El
primario ocupa el segundo lugar, y en él sobresalen
la pesca y la acuacultura; la producción de sal, yeso
y fosforita dan a la minería sudcaliforniana un sitio
destacado en México y en el mundo.
Este Otro México (Jordán 1989) es un espacio de
excepción, que desde hace cuatro décadas atrae
cantidad de esfuerzos encaminados a conservar su
ambiente y a mejorar la calidad de vida de sus habi-
tantes.
LOS ACTORES DE LA CONSERVACIÓN
Partimos de la premisa que una nueva estrategia en
las relaciones sociedad-naturaleza sólo podría ser
impulsada por actores sociales que optaran por dete-
ner y revertir las causas de la crisis ambiental, así
como por instrumentar alternativas para superarlas.
A escala regional identificamos 15 tipos de actores,
según sus actividades, ámbitos de competencia y
funciones. Para sistematizar la información sobre su
accionar hemos elaborado una base de datos como
resultado de entrevistas, trabajo de campo y la revi-
sión de su producción escrita. Presentamos sintéti-
camente los resultados preliminares concentrándolos
en cuatro grupos.
LAS ONG AMBIENTALISTAS
Los ojos de los ambientalistas se posaron en el Golfo
de California hace 20 años cuando se le ubicó como
el segundo espacio marino más biodiverso del mun-
do. Actualmente numerosas organizaciones, exter-
nas y locales, trabajan para la conservación y el de-
sarrollo sustentable de la región. Entre las primeras
las hay internacionales (Fondo Mundial para la Natu-
raleza (WWF), Conservación Internacional (CI) y La
Conservación para la Naturaleza (TNC) así como na-
cionales (PRONATURA y el Fondo Mexicano para la
Conservación (FMC), pero sólo TNC y PONATURA ytie-
nen sede en Baja California Sur. Entre las 34 organi-
zaciones estatales, dos han destacado por la contun-
dencia de sus esfuerzos: la Sociedad de Historia Na-
tural Niparajá, A.C. y el Grupo Ecologista Antares
(GEA) A.C. Niparajá fue una de las primeras y ha sido
CONSERVACIÓN DEL AMBIENTE EN BAJA CALIFORNIA SUR 49
la más constante; actualmente trabaja para consoli-
dar la conservación de una de las regiones más prís-
tinas del estado, combinando el manejo comunita-
rio, la reconversión productiva y las servidumbres
ambientales. GEA, a través de la educación ambien-
tal y la gestión, contribuyó sustantivamente a la crea-
ción del Parque Nacional Bahía de Loreto.
Las ONG ambientalistas con presencia en Baja
California Sur han logrado unirse para impulsar pro-
cesos que requieren el ejercicio de una presión co-
lectiva; así, en 1995, se formó la Coalición del Golfo
de California y siete años después ALACONSA. Ambas
han promovido el ordenamiento ecológico del Golfo,
la realización de talleres con pescadores, la amplia-
ción de ANP y la divulgación. Se ha establecido una
importante sinergia entre las ONG externas y las re-
gionales: mientras unas canalizan apoyos las otras
impulsan a nivel microregional la reconversión pro-
ductiva, las estrategias de manejo de los recursos
naturales, la promoción de estudios científicos y la
organización comunitaria. Ambas fungen como me-
diadoras en la política y la gestión ambiental.
LOS AMBIENTALISTAS QUE TRABAJAN INDIVIDUALMENTE
La educación ambiental implica un cambio de men-
talidad que concierne a todos los aspectos de nues-
tra vida, desde el ámbito material hasta el ético. En
Baja California Sur es muy amplio y diverso el contin-
gente de educadores ambientales. Una buena parte
de ellos (175) forman una red estatal creada en 1991,
otros promueven la educación ambiental como parte
GRUPO GENÉRICO TIPO DE ACTORES
ONG ambientalistas 1. ONG ambientalistas regionales
2. ONG ambientalistas externas con actuación regional
Ambientalistas que trabajan 3. Educadores ambientales
individualmente 4. Empresarios ambientalistas
5. Artistas ambientalistas
Instituciones 6. Científicos ambientalistas regionales
7. Dirigentes de instituciones académicas regionales
8. Funcionarios de instituciones gubernamentales federales
9. Administradores de ANP
10. Funcionarios gubernamentales estatales y municipales
11. Miembros del Consejo Consultivo de Desarrollo Sustentable
12. Comunidades pesqueras y acuícolas que habitan en las ANP
costeras y marinas
Comunidades 13. Comunidades rancheras que habitan en las ANP terrestres
14. Comunidades agrícolas que habitan en las ANP terrestres
15. Comunidades que han establecido UMA en medios marinos, costeros o terrestres.
LOS ACTORES DE LA CONSERVACIÓN
50 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
de su trabajo en las ANP, las ONG y las instituciones
académicas. En conjunto abarcan la educación for-
mal, la no formal y la informal.
En cuanto a la formal, en el año 2001 se incorpo-
ró en la escuela primaria un programa de educación
ambiental. Desde 1995, en la Universidad Autónoma
de Baja California Sur (UABCS) y el Centro de Inves-
tigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), se abrie-
ron programas de posgrado en conservación y mane-
jo de recursos naturales. La educación ambiental no
formal se lleva a cabo a través de talleres en los que
participan estudiantes, manejadores, prestadores de
servicios turísticos, pescadores y rancheros. Estos
talleres son impulsados por ONG, por personal de las
ANP y por científicos ambientalistas. Tal vez la edu-
cación ambiental informal es la menos atendida en
el estado y, por su amplia cobertura poblacional, es
preciso dedicarle mayores esfuerzos.
En la práctica se ha evidenciado la eficiencia del
trabajo de los educadores ambientales. En las ANP se
han mostrado los grandes beneficios que los habi-
tantes pueden obtener a través de un manejo ade-
cuado de los recursos naturales con apoyo de instan-
cias gubernamentales y no gubernamentales. El tra-
bajo comunitario ha revelado que la capacitación para
la reconversión productiva hacia esquemas sustenta-
bles incrementa sustantivamente la calidad de vida
de la población.
Son significativos los avances pero numerosos aún
los retos. La transformación general de las formas de
pensar y actuar de la población sudcaliforniana en
general es una gran tarea pendiente. Quizá la causa
sea la incipiente coordinación de esfuerzos entre es-
tos actores, ya que a pesar de estar constituida una
red, la mayor parte de sus actividades son realizadas
de forma individual o en agrupaciones efímeras.
Algunos empresarios dedicados al turismo alter-
nativo, a la consultoría, al empleo de energías alter-
nativas y al uso sustentable de la fauna silvestre, son
también actores ambientalistas y generalmente tra-
bajan en forma individual. La competencia que rei-
na en los negocios explica esta situación. No obstan-
te, es evidente la convergencia de sus intereses en la
conservación del ambiente, lo que ofrece una valio-
sa oportunidad para promover la colaboración entre
este tipo de actores y las asociaciones no lucrativas.
La expropiación concertada de la isla Espíritu Santo
es un ejemplo de esta situación (Ezcurra 2002). Con
trabajo concreto, los empresarios ambientalistas de-
muestran que es posible hacer de la conservación
un negocio que ayude a reproducir y ampliar los es-
fuerzos de protección al ambiente. Desafortunada-
mente, en estos casos los conflictos inherentes a to-
CONSERVACIÓN DEL AMBIENTE EN BAJA CALIFORNIA SUR 51
dos los procesos de conservación tienden a ser más
complejos; recordemos la discusión de la NOM 029 .
El trabajo de los artistas ambientalistas engran-
dece los esfuerzos para la conservación. Muchos de
ellos participan en tareas de divulgación y concienti-
zación. Su trabajo ha facilitado la recaudación de
fondos y ha permitido atraer un número cada vez
mayor de simpatizantes.
LAS INSTITUCIONES ACADÉMICAS Y GUBERNAMENTALES
El CIBNOR, la UABCS y el Centro Interdisciplinario de
Ciencias del Mar (CIBMAR, IPN), han sido piezas clave
en la conservación. La relación entre las instituciones
académicas y de éstas con los gobiernos estatal y fede-
ral, ha sustentado la creación de ANP, los proyectos
para la protección de especies prioritarias y la reconver-
sión de las actividades productivas hacia esquemas
sustentables. Es el caso de los estudios que realizó el
CIBNOR para proponer la creación de las dos reservas
de la biosfera (Ortega y Arriaga 1991 y Arriaga y Ortega
1988) en el estado y los estudios coordinados por la
UABCS para la caracterización biofísica del Golfo y la
creación del Parque Nacional Cabo Pulmo. En los últi-
mos 20 años se ha documentado la riqueza de la biodi-
versidad y endemismos, la sobreexplotación pesquera,
la deforestación así como la intrusión salina y la erosión
de suelos. Por sus acciones vanguardistas y la contun-
dencia de sus resultados de investigación, el sector aca-
démico ha tenido un papel trascendente en la conser-
vación y el desarrollo sustentable sudcaliforniano. Ade-
más, muchos académicos se han comprometido en la
construcción de la utopística ambientalista, participan-
do en foros de consulta, en el trabajo comunitario, apo-
yando a las ONG y al gobierno y, aún más importante,
formando estudiantes que continúen y multipliquen
sus esfuerzos. Sin embargo, los problemas que enfren-
ta este sector (falta de financiamiento a la investiga-
ción, burocratización, escasa vinculación con el sector
productivo, etc.) limitan el alcance de su potencial.
Las instituciones gubernamentales también han
desempeñado un papel trascendente en la región.
Baja California Sur ha tenido la suerte de contar con
funcionarios comprometidos con los procesos de con-
servación. La delegación estatal de la (SEMARNAT) y de
la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
(PROFEPA) al igual que sus homólogas en los demás
estados, tiene la responsabilidad de cumplir y hacer
cumplir la legislación en materia ambiental del país,
pero, la inmadurez de la gestión ambiental mexicana
y la falta de recursos financieros, orillan a esta insti-
tución a tener un papel más restrictivo que activo.
Sin embargo, en Baja California Sur se ha intentado
superar estas limitantes estableciendo alianzas con
el sector académico, las ONG y la iniciativa privada.
Esta estrategia ha agilizado la elaboración de ordena-
mientos ecológicos, la solución de manifestaciones
de impacto ambiental, la delimitación de la zona ma-
rítimo-terrestre y el aprovechamiento responsable de
la vida silvestre.
Los funcionarios de la Comisión Nacional de Áreas
Nacionales Protegidas (CONANP) en Baja California Sur
han sido otro punto de la utopística ambientalista su-
dcaliforniana, ya que además de desempeñar ade-
cuadamente su labor, han hecho del manejo de las
ANP del estado un modelo de compromiso. Uno de
sus aciertos ha sido la ampliación del insuficiente pre-
supuesto federal, a través de la gestión de recursos
financieros y donaciones que provienen de ONG. Tam-
bién se han apoyado en éstas para el desarrollo de
talleres y el trabajo comunitario. Las actividades de
los manejadores del estado han sido sobresalientes.
Algunos ejemplos son: la expropiación concertada de
la isla Espíritu Santo, el programa de reforestación de
la Reserva de la Biosfera La Laguna, el programa de
turismo en naturaleza en la Reserva de la Biosfera de
Vizcaíno, la multiplicación de las zonas de no pesca
en los parques nacionales Bahía de Loreto y Cabo
Pulmo, el desarrollo de cooperativas acuícolas dentro
de estos y en sus zonas aledañas, los programas de
52 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
educación ambiental en todas las ANP y el creciente
establecimiento de unidades de manejo de vida sil-
vestre (UMA) dentro y fuera de las zonas protegidas.
Un indicador de la eficiencia del trabajo de los funcio-
narios de la SEMARNAT y la CONANP es la apropiación por
las comunidades rurales y costeras de los medios y las
estrategias para la conservación y el manejo de los
recursos naturales, convirtiéndose ellas mismas en sus
promotoras, al compartir con otras comunidades sus
experiencias y participar cada vez más en la toma de
decisiones en materia ambiental.
LOS PROCESOS DE CONSERVACIÓN A TRAVÉS DE LAS
ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS
Actualmente, las ANP ocupan 8.7% del territorio
mexicano cubriendo más de 1,700,00 km², de los
cuales Baja California Sur concentra el 17%; lo que
la convierte así en una de las entidades con mayor
territorio protegido. La formación de ANP en el esta-
do dio inicio en 1938, cuando Lázaro Cárdenas de-
claró Zona Protectora Forestal Vedada los terrenos
que rodean a la ciudad y puerto de La Paz, B.C. (INE
www.ine.gob.mx). Sin embargo, fue a partir de la
décasa de 1970 que se intensificaron las acciones de
conservación.
El territorio insular del Golfo de California fue de
los primeros espacios en llamar la atención de diver-
sos actores ambientalistas. En 1963 se protegió a la
Isla Tiburón (Diario Oficial de la Federación, 15/03/
1963) y un año después a la Isla Rasa (Diario Oficial
de la Federación, 30/05/1964). El 2 de agosto de 1978
se publicó el decreto por el que se establece como
Zona de Reserva y Refugio de Aves Migratorias y de la
Fauna Silvestre las islas del Golfo de California. A par-
tir del 7 de junio del 2000 esta zona forma el Área de
Protección de Flora y Fauna Islas del Golfo de Califor-
nia, que posee a la fecha tres direcciones regionales,
de las cuales una se encuentra en el estado (CONANP-
SEMARNAP 2000b: 10). Sin embargo, el manejo de esta
zona es particularmente complejo goza de un carisma
particular y de la entrega profesionalizada de su per-
sonal, lo que ha permitido conjuntar esfuerzos y con-
cretar logros. Uno de los aciertos de la dirección regio-
nal ha sido priorizar la atención hacia las islas que
sufren mayor presión diseñando procesos adecuados
a la problemática específica de cada una de ellas.
Los espacios peninsulares con especial atractivo
empezaron a seducir a los presidentes de la Repúbli-
ca desde 1973 cuando Luis Echeverría declaró Zona
de Refugio Submarino de Flora, Fauna y Condiciones
Ecológicas del Fondo a un área del medio marino de
Cabo San Lucas (www.ine.gob.mx), pero esta ANP
aún carece de la infraestructura administrativa para
concretar su manejo.
Miguel de la Madrid fue otro presidente seducido
por la naturaleza sudcaliforniana. Esta situación fun-
gió como catalizador de los esfuerzos de conserva-
ción de la vida silvestre que en Vizcaíno se habían
iniciado desde 1936. Diversos acuerdos y convenios
internacionales dieron forma al contexto para que se
decretara Zona de Refugio para Ballenas y Ballenatos
a las aguas de las cuatro lagunas de la región. En
1984 La Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología
(SEDUE) propuso una reserva de 1.5 millones de hec-
táreas, siendo la Costa occidental el área a conservar
y con lo cual quedaría protegida la zona de distribu-
ción del berrendo. En 1986 se modificó esta propues-
ta y se amplió su extensión a la Sierra de San Francis-
co, las zonas de distribución del borrego cimarrón,
Santa Rosalía y el litoral del Mar de Cortés. Estos
esfuerzos culminaron con la creación de la Reserva
de la Biosfera El Vizcaíno, el 30 de noviembre de
1988 (Diario Oficial de la Federación, 30/11/1988).
En 1993 el Comité del Patrimonio Mundial de la Hu-
manidad de la UNESCO incorporó al Refugio de Balle-
nas en las Lagunas del Vizcaíno y a las Pinturas Ru-
pestres de la Sierra de San Francisco, reconociendo
su valor excepcional y universal para el beneficio de
la humanidad (INE-SEMARNAP 2000: 12-13). Dicha re-
CONSERVACIÓN DEL AMBIENTE EN BAJA CALIFORNIA SUR 53
serva cuenta desde el año 2000 con un programa de
manejo, tiene personal calificado y recibe financia-
miento de diversas fuentes además de la Federación.
Esta coyuntura favorable ha permitido la protección
y la recuperación de diversas especies de fauna sil-
vestre y la conservación de ecosistemas excepciona-
les. Sin embargo, la problemática socioeconómica que
enfrenta la población que vive en la zona es comple-
ja y severa, lo que imposibilita concretar en la región
la utopística ambientalista.
El proceso de creación de la otra reserva de la
biosfera del estado fue diferente. Mientras en el caso
del Vizcaíno fue la atracción que generaron sus espe-
cies carismáticas; la biodiversidad, el alto grado de
endemismos y los servicios ambientales, especialmen-
te la alimentación de los mantos freáticos fueron los
factores que motivaron la conservación de la Sierra de
La Laguna. Este complejo montañoso es la zona bioló-
gicamente más rica y diversa del estado; posee una
gran cantidad de especies endémicas y relicto (Arria-
ga y Ortega 1988: 364-366). Sus importantes procesos
físicos y biológicos eran amenazados por el desorden
de la actividad ganadera, la deforestación y la pérdida
de arraigo de sus habitantes. Por eso un grupo de
científicos del CIBNOR centró su atención en el estudio
de la región y tras diez años de llamar la atención de
las autoridades ambientales, logró que en junio de
1994 se decretara la Reserva de la Biosfera Sierra de
La Laguna (Diario Oficial de la Federación, 6/06/1994).
El compromiso de este equipo de científicos ambien-
talistas continuó con la integración de información para
elaborar el programa de manejo (Castorena y Breceda
2002: 5), así como con el seguimiento que han dado a
la conservación de la zona a través del Consejo Técni-
co Asesor de la Reserva. Éste, junto con la dirección,
han realizado acciones contundentes para la conser-
vación de la zona: se ha disminuido el proceso de
expulsión de la población y los beneficios de las nue-
vas actividades productivas empiezan a notarse en las
familias del área.
El estado posee también dos parques nacionales
en el medio marino. Uno de ellos, Bahía de Loreto,
fue decretado el 5 de junio de 1996 y tiene por objeto
preservar los recursos naturales renovables y no re-
novables de la zona, así como “restaurar los ambien-
tes críticos, promoviendo el desarrollo social” (CO-
NANP 2002: 13). Los estragos causados por la sobreex-
plotación pesquera y el arrastre de los barcos cama-
roneros en esta bahía provocaron una dramática dis-
minución de los recursos de la zona, y una crisis
económica que afectó a la población regional. Ade-
más, se encontraba en riesgo el equilibrio ecológico
de una de las regiones con mayor diversidad de ma-
míferos marinos de México. Esta problemática origi-
nó que se estableciera una alianza entre la sociedad
regional, las ONG, el sector académico y las autorida-
des municipales para promover la creación del par-
que. Con esta medida de protección se han logrado
recuperar los recursos marinos, reactivando la eco-
nomía regional basada en la pesca, y además se han
generado opciones productivas como el turismo al-
ternativo. El 17 de septiembre de 1999 se constituyó
el Consejo Técnico Asesor del Área y recientemente
se ha publicado el programa de manejo (CONANP
2002).
El otro ambiente marino protegido es el Parque
Nacional Cabo Pulmo. Las causas que dieron lugar
a esta ANP son semejantes a las de la Reserva de la
Biosfera Sierra de La Laguna, ya que su valor bioló-
gico es destacado. Es el arrecife coralino más sep-
tentrional del Pacífico oriental y representa una co-
munidad única por la heterogeneidad de hábitat y
de especies. La importancia ecológica no fue la
única razón para proteger la zona: la presión huma-
na ponía en riesgo la integridad del ecosistema de-
bido a la sobreexplotación pesquera, la destrucción
de las cabezas coralinas y la captura de peces de
ornato. Los académicos, especialmente de la UA-
BCS, estudiantes y los lugareños tuvieron un papel
relevante al mostrar la importancia de la zona y
54 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
urgir a las autoridades ambien-
tales a promover la conservación
de la región. Con base en esto,
el 6 de junio de 1995 el área fue
incorporada al Sistema Nacional
de Áreas Naturales Protegidas
(CONANP-UABCS 2003: 5).
Las seis ANP sudcalifornianas
llaman la atención por la hetero-
geneidad tanto de sus caracterís-
ticas ambientales como de los
procesos y actores que originaron
su constitución. Pero todas ellas
comparten problemas comunes
como el insuficiente presupues-
to, la indiferencia de algunos sec-
tores de la población regional y
de los funcionarios estatales así
como la presión siempre constan-
te de los procesos devastadores
del crecimiento económico. No
obstante, su existencia es un
avance definitivo en la construc-
ción de la utopística ambientalis-
ta, ya que se ha logrado frenar la
devastación. Creemos que uno de
los grandes retos que enfrentan
los manejadores y las ONG que
los apoyan, es mostrar que la con-
servación no es adversa al desa-
rrollo, sino evidenciar que es una
condición indispensable para que éste se realice en
condiciones más perdurables, equitativas y justas.
LOS PROCESOS DE PROTECCIÓN Y APROVECHAMIENTO
SUSTENTABLE DE LA VIDA SILVESTRE
La política en materia de vida silvestre tiene por ob-
jetivo disminuir el riesgo de extinción de especies de
alto significado ecológico, simbólico y económico, ade-
más de contribuir a la continui-
dad de los procesos naturales en
los ecosistemas. Esta política tie-
ne dos estrategias centrales, la
primera se basa en el desarrollo
de Unidades de Conservación,
Manejo y Aprovechamiento Sus-
tentable de la Vida Silvestre
(UMA) y la segunda en la instau-
ración de Proyectos de Recupe-
ración de Especies Prioritarias
(PREP). Además, estas estrategias
se apoyan tanto en el manejo de
las ANP como en la actualización
constante del marco jurídico y nor-
mativo (INE 2000a: 58-67).
En Baja California Sur hay re-
gistradas a la fecha 48 UMA, cuyo
número se ha incrementado des-
de el año 2001, lo que refleja la
importancia creciente que se ha
concedido a esta forma sustenta-
ble de aprovechamiento de la vida
silvestre. Estas UMA manejan 14
especies de plantas y 14 de ani-
males, 8% se orienta hacia la con-
servación, 35% al aprovechamien-
to comercial y 57% hacia activi-
dades cinegéticas.1
Para mostrar cómo estas UMA
permiten la conservación de las
especies manejadas y su aprovechamiento la mejora de
la calidad de vida de las comunidades que las han
registrado, y en un afán de síntesis, sólo haremos refe-
rencia a un ejemplo. En el año 2001 se registró una
UMA para la conservación, reproducción y comerciali-
zación de ciervos, reptiles y codornices a través de la
asociación del ejido Melitón Albáñez y de una empresa
privada. Esta asociación fue impulsada y concertada
con apoyo de la administración de la Reserva de la
CONSERVACIÓN DEL AMBIENTE EN BAJA CALIFORNIA SUR 55
Biosfera Sierra de La Laguna, ya que el ejido se en-
cuentra dentro de ésta. Una vez establecidos los acuer-
dos concernientes a la operación, producción y reparto
de ganancias, la empresa privada procedió a capacitar
a la población para el manejo de las especies y conjun-
tamente construyeron las instalaciones. Los ejidatarios
se encargaron del trabajo en el sitio, y los empresarios,
de la comercialización. Actualmente, esta comunidad
encuentra en la operación de la UMA una alternativa
productiva que le ha permitido incrementar los ingre-
sos que antes obtenía, cada vez con mayor dificultad,
con la ganadería. Además, se ha detenido la deforesta-
ción que esta actividad provocaba y la población que
antes temía y mataba a los reptiles, y que cazaba sin
ninguna restricción a las codornices, se ha convertido
en el primer agente que protegen estos animales, sus-
tento de su nueva actividad productiva.
Los PREP han superado el enfoque restrictivo de
vedas y prohibiciones, por alternativas de manejo y
aprovechamiento responsable. De 37 especies selec-
cionadas como prioritarias a nivel nacional, 50% for-
man parte del patrimonio natural sudcaliforniano.
Como resultado del PREP y de otros esfuerzos conser-
vacionistas que le antecedieron, actualmente la es-
pectacular recuperación de la ballena gris y de los
lobos marinos han permitido el desarrollo de empre-
sas regionales dedicadas al turismo de naturaleza,
que generan una importante derrama económica para
la población regional.
La relación entre el PREP y el SUMA (Sistema
Nacional de UMA) ha permitido un mejor manejo y
aprovechamiento de la vida silvestre. En Baja Cali-
fornia Sur se han conjugado ambas estrategias para
proteger al borrego cimarrón y al berrendo. La crea-
ción de UMA ejidales de borrego cimarrón han per-
mitido que los ejidatarios, además de beneficiarse
con la derrama propia de la actividad cinegética,
participen de las ganancias que genera la subasta de
las licencias, ingresos que antes sólo enriquecían a
los intermediarios. En el caso del berrendo, la siner-
gia del PREP y el SUMA ha permitido la canalización
de recursos financieros y técnicos para proteger a los
individuos silvestres y para establecer un criadero
desvaneciéndose el peligro de extinción que se cer-
nía sobre esta especie. Además, ha sido favorable
para su recuperación el hecho que el área de distri-
bución de la especie esté en la Reserva de la Biosfera
de Vizcaíno, lo que muestra la favorable confluencia
de diferentes políticas de conservación.
El aprovechamiento de los recursos naturales re-
novables también se ha llevado a cabo fuera del marco
de las estrategias y las políticas antes mencionadas.
Entre los esfuerzos más significativos mencionare-
mos el desarrollo de la acuacultura de diferentes es-
pecies de moluscos, el cultivo de cactáceas y diver-
sas formas de ganadería que no impactan negativa-
mente al ambiente. En gran medida el desarrollo de
estos proyectos productivos es el fruto de la transfe-
rencia tecnológica de las investigaciones desarrolla-
das en el CIBNOR y en la UABCS. Estos proyectos mues-
tran que el surgimiento de una nueva relación entre
la sociedad y la naturaleza no depende exclusiva-
mente del mejoramiento de la política ambiental
mexicana, aunque es innegable que ha sido una pie-
za clave para la conservación.
CONCLUSIONES
Hemos expuesto que existen muchos y muy signifi-
cativos indicadores que muestran la factibilidad para
lograr construir la utopística ambientalista sudcali-
forniana. La sinergia que los muy diversos actores
ambientalistas han establecido en los procesos de
conservación, la existencia de actividades producti-
vas sustentables y el mejoramiento constante de la
política ambiental mexicana, han iniciado un siste-
ma histórico alternativo en el que predomina una
nueva relación sociedad-naturaleza.
No obstante, los retos son aún considerables: se
requiere una mayor coordinación de esfuerzos entre
56 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
los actores y los procesos, mejorar el acceso a los
recursos financieros y promover más los objetivos y
las virtudes de este sistema. Este último desafío im-
plicaría la modificación de la conciencia de la pobla-
ción sudcaliforniana a través de estrategias trascen-
dentes que tienen por base la educación ambiental y
la generación de alternativas productivas sustenta-
bles que promuevan la conservación del ambiente y
de la cultura regional.
NOTA
1 Información proporcionada por la Unidad de Restaura-
ción y Aprovechamiento de Recursos Naturales, delega-
ción de la SEMARNAT en BCS.
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Micheline Cariño, Juan Salvador Aceves, Cándido Rendón, Carmina Valiente, María Luisa Leal y Bianca Rodríguez. UniversidadAutónoma de Baja California Sur, La Paz, México. Correo-e: [email protected]: Jin Mao Tower, Pudong New Area, Shanghai, China (página 45). Fifth Avenue and Forty-second Street Tower, New York(página 50). South Dearborn, Chicago, Illinois (página 54).
LA SEQUÍA EN LA CUENCA DEL RÍO BRAVO 57
MIREILLE LINARES
La sequía en la cuencadel río Bravo: principiosde política
INTRODUCCIÓN
Los problemas ambientales provocados por fenó-
menos naturales, como la sequía, representan un
reto para quienes diseñan políticas, ya que sus cau-
sas y manifestaciones se presentan a nivel local,
regional o internacional. La naturaleza de una polí-
tica ambiental en torno a estos fenómenos requiere
de una definición del problema y de una estrecha
coordinación entre científicos sociales y científicos
naturales.
La disponibilidad del recurso hídrico en regiones
áridas y semiáridas en condiciones de sequía puede
ser fuente de tensión política, pues la competencia
por este escaso recurso afecta las relaciones entre
naciones y a su interior, los intereses de la parte alta
y baja de una cuenca hidrológica y los de diferentes
sectores económicos, como el agrícola y el industrial
en la zona. Es decir, es más probable que las cuen-
cas hidrológicas con alta variación en la disponibili-
58 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
dad del agua se vean afectadas por situaciones de
competencia y conflicto.
La cuenca del río Bravo (mapa 1) se caracteriza
por ser una cuenca hidrológica con un alto grado de
variación en la disponibilidad del recurso hídrico. Las
condiciones climáticas definen a esta región trans-
fronteriza como una zona árida y semiárida donde la
escasez del vital líquido se convierte en un problema
ambiental público dado el crecimiento económico de
la región y la competencia por el agua entre los usua-
rios principalmente agrícolas, tanto de la parte alta y
baja de la cuenca, como de ambos lados de la línea
fronteriza que divide a México de los Estados Unidos
de América.
¿Cuáles son los principios de política que aplican
a este caso? Para responder a esta pregunta el pre-
sente artículo acoge una metodología estándar para
el análisis de la política pública, que propone identi-
ficar el problema y sus causas, enunciar sus objeti-
vos y resultados, y demarcar algunas herramientas
de política. Sobre esta base se concluye que las op-
ciones de política aplicables afectarán a algunos usua-
rios y beneficiarán a otros, por lo
que un cambio en el uso racional
y eficiente del agua deberá en-
frentarse ante el reto que implica
el deseo por cambiar los paráme-
tros de la política actual y por
mantener un ambiente regulato-
rio estable.1
IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA
Si pudiéramos clasificar los pro-
blemas ambientales, el caso de la
sequía en la cuenca del río Bravo
no sería una cuestión de conta-
minación, tampoco es un tema de
extinción de los recursos natura-
les, es más bien un asunto de
escasez del recurso hídrico. To-
mando en cuenta la visión del
medio ambiente como un abaste-
cedor de ciertos bienes consumi-
dos por el hombre (Zilberman y
Alix 2003) la intervención de los
hacedores de política se justifica
cuando esos bienes o actividades
socioeconómicas, como la produc-
ción agrícola, se ven amenazados
o dañados.
MAPA 1. MAPA DE LA CUENCA DEL RÍO BRAVO
Colorado
Texas
NuevoMéxico
Chihuahua
Coahuila
Durango
El PasoCiudadJuárez
Presidio
Ojinaga CiudadAcuña
Del Río
Eagle Pass
PïedrasNegras
Río PecosRío Bravo
Laredo
NuevoLaredo
Mc AllenReynosa
Matamoros
Har
lingt
on
LA SEQUÍA EN LA CUENCA DEL RÍO BRAVO 59
Para obtener una primera aproximación al pro-
blema ambiental público de la sequía en esta cuen-
ca, se condujo un análisis de la cobertura de prensa
nacional y regional orientada a la situación del río
Bravo durante el periodo de estudio de mayo de 1997
a agosto de 2002, el cual registra el más reciente
ciclo de intensidad del fenómeno desde 1993.
Por su parte, estudios científicos han demostrado
que la precipitación pluvial en la cuenca del río Bra-
vo es extremadamente variable e inclusive aseveran
la existencia de un evento de “sequía severa” que
afecta la región desde hace diez años y se presentan
con periodos secos de uno a cinco años (HARC 2002).
Los datos que arrojó el análisis de prensa corro-
boran en el discurso de los actores la existencia de
sequía en la zona desde el año 1997 (gráfica 1); sin
embargo, es hasta el segundo bimestre del año 2002
que aparecen con mayor frecuencia las palabras “se-
quía” y “escasez” como parte del problema en la
situación de este río.2
El alcance y la ubicación del problema son consi-
deraciones clave para el análisis de la política públi-
ca. Cuando el problema de la sequía afecta los inte-
GRÁFICA 1. HISTOGRAMA DE FRECUENCIA: SEQUÍA EN LA CUENCA DEL RÍO BRAVO
reses de los usuarios de la parte alta y baja de la
cuenca y los de diferentes sectores económicos de la
zona, como el agrícola y el industrial, el tema puede
ser conducido en el ámbito local o regional. Cuando
la afectación de la escasez hídrica alcanza a los usua-
rios extranjeros, el problema pasa del ámbito local o
regional al internacional.
Diversos estudios han comprobado que el flujo
del recurso hídrico hacia el río Bravo proveniente de
sus tributarios, como el río Conchos localizado en la
parte alta de la cuenca, su principal afluente, se ha
reducido significativamente durante la presente se-
quía, lo que ha contribuido, a su vez, para que México
haya acumulado un adeudo de agua con los Estados
Unidos, en el marco del Tratado relativo al aprove-
chamiento de las aguas de los ríos Colorado y Tijua-
na, y del río Bravo (Grande) desde Fort Quitman,
Texas, hasta el Golfo de México, firmado bilateral-
mente en el año de 1944, el cual regula los flujos
mínimos de los tributarios de la cuenca.
Desde 1997 ambos países han tratado de conducir
la creciente deuda de agua mexicana a través de mo-
dificaciones administrativas o minutas al Tratado in-
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Mes (semanas continuas de mayo de 1997 a agosto de 2002)
60 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
ternacional de 1944. En un principio dichos cambios
fueron un intento por evitar que la situación escalara
y culminara en un conflicto internacional; sin embar-
go, para el segundo bimestre del año 2002, de acuer-
do con la cobertura de prensa, los usuarios de la cuenca
y los gobiernos de ambos países vieron la situación en
términos de conflicto (gráfica 2). Palabras como “ame-
naza” y “presión” aparecieron en las notas periodísti-
cas e inclusive se reportó que los usuarios de la cuen-
ca principalmente agricultores tomaron medidas no
violentas para expresar su descontento con respecto a
la distribución del agua disponible.
CAUSAS
A partir del análisis de prensa se observa que el con-
flicto en la cuenca del río Bravo deriva de una cre-
ciente demanda por el recurso hídrico hecha por los
usuarios de la parte alta y baja de la cuenca. La
categorización de las causas raíz de este problema
dependen del contexto y de la visión del analista; sin
embargo, una metodología para el análisis de políti-
GRÁFICA 2. HISTOGRAMA DE FRECUENCIA: CONFLICTOS EN LA CUENCA DEL RÍO BRAVO
cas públicas (Zilberman y Alix 2003) ayuda a enu-
merar algunas causas que clarifican esta situación:
· Externalidades en el proceso de producción. En
algunos casos, la naturaleza de la tecnología y
la estructura de las instituciones gubernamen-
tales permiten situaciones en donde una activi-
dad daña al medio ambiente sin sancionar al
agente que la realiza. Por ejemplo, sin una es-
tructura que penalice sus acciones, usuarios
cuenca arriba pueden estar extrayendo el agua
afectando su flujo cuenca abajo lo que da ori-
gen a una falla de mercado.
· Tragedia de los comunes. Esta situación resulta
cuando un grupo de personas está a cargo del
manejo de un recurso natural, para el cual nin-
gún participante sostiene responsabilidad exclu-
siva. Nadie está excluido del recurso, pero el
consumo de un usuario reduce la existencia dis-
ponible de los demás. Así, en situaciones de es-
casez, los usuarios de una cuenca advierten que
de no extraer tanta agua como les sea posible
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por
mes
Mes (semanas continuas de mayo de 1997 a agosto de 2002)
LA SEQUÍA EN LA CUENCA DEL RÍO BRAVO 61
alguien más lo hará, por lo que disminuyen los
incentivos a corto plazo que restringen su ac-
ción.
· Bienes públicos. Estos bienes son similares a los
de propiedad común, pues son compartidos y
consumidos por varios usuarios. En este caso,
mientras un usuario puede estar pagando su
consumo, otros participantes absorben los be-
neficios sin que les cueste. Puesto que cada
usuario piensa que el otro pagará por el uso del
agua, hay pocos incentivos para la contribución.
· Comportamiento miope. Éste puede dar como
resultado un uso inadecuado del recurso aun
teniendo derechos de propiedad bien definidos.
Esta conducta ocurre por un sesgo en el conoci-
miento sobre el futuro o cuando existe gran in-
certidumbre sobre usos y usuarios. Así, ante
eventos inesperados en el clima y en la disponi-
bilidad del recurso, es probable que los usuarios
del agua actúen inadecuadamente respecto a
su extracción.
· Fallas de gobierno. Políticas gubernamentales
inapropiadas o mal planeadas también son cau-
sa del problema. Gran parte de la responsabi-
lidad del gobierno es explicar claramente las
reglas a los regulados y hacerlas cumplir. Si
los usuarios de una cuenca no entienden las
limitaciones que las instituciones responsables
ejercen sobre ellos, así como el nivel de go-
bierno responsable, es poco probable que las
normas sean eficaces, generando daños al am-
biente.
En la porción mexicana de la cuenca del río Bra-
vo, el 87% del agua consumida es destinada al riego
de 726,750 hectáreas. Durante el periodo de sequía
el uso continuo (aunque en menor cantidad) del re-
curso provocó reacciones entre los usuarios, princi-
palmente del sector agrícola, no sólo de los Estados
Unidos sino también de la parte baja de la cuenca en
México. La causa de estas reacciones puede expli-
carse por un comportamiento miope entre los usua-
rios y por fallas de mercado y de gobierno.
Después de 1950, el último reporte de sequía co-
menzó en 1993, el cual contó con un reciente ciclo
de intensidad en 1997, provocando años muy secos
en la zona del río Bravo y una gran variación en la
disponibilidad del recurso hídrico entre los doce dis-
tritos de riego que integran esta cuenca en México.
Con base en datos del Sistema Unificado de Informa-
ción Básica del Agua (SUIBA), la evidencia muestra
la afectación que ha provocado la sequía sobre la
superficie física irrigada y el volumen de agua utili-
zada para riego en estos distritos (gráficas 3 y 4)
durante los ciclos agrícolas de 1989 al 2000.
La disminución en la superficie física irrigada y
en el volumen de agua utilizada entre los doce distri-
tos de riego permite inferir que la cantidad disponi-
ble del recurso hídrico también varió. Considerando
cuatro distritos representativos, dos de la parte alta
de la cuenca, Bajo río Conchos y Delicias, y dos de la
parte baja, Bajo río San Juan y Bajo río Bravo, a partir
el ciclo agrícola de 1996-1997 (cuadro 1, página 63)
la evidencia muestra una disminución en el prome-
dio del agua utilizada, siendo los distritos de la parte
baja de la cuenca los que tuvieron una drástica re-
ducción del 64% en la utilización del agua.
El inesperado ciclo de intensidad de la sequía de
1997 y, consecuentemente, la variación en la dispo-
nibilidad del recurso hídrico después de un breve
periodo de recuperación generó incertidumbre entre
los usuarios, provocando que los participantes cuen-
ca arriba extrajeran el agua afectando su flujo cuen-
ca abajo. Esta externalidad se tradujo, a su vez, en
un reclamo principalmente de parte de los agriculto-
res de los distritos más afectados.
Con respecto a las fallas de gobierno, podemos
mencionar que en la cuenca del río Bravo no existen
arreglos entre los estados de la República mexicana
que regulen la distribución del recurso. La única
62 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
GRÁFICA 3. SUPERFICIE FÍSICA IRRIGADA SEGÚN CICLO AGRÍCOLA
Fuente de ambas gráficas: Comisión Nacional del Agua (CNA). Sistema Unificado de Información Básica del Agua (SUIBA). Enerode 2003.
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Río Florido, Chih.Bajo río Conchos, Chih.El Carmen, Chih.Acuña Falcón, Tamps.Buenaventura, Chih.Las Lajas, N.L.Bajo río San Juan, Tamps.Bajo río Bravo, Tamps.Valle de Juárez, Chih.Palestina, Coah.Delicias, Chih.Don Martín, N.L.
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1989-1990
1990-1991
1991-1992
1992-1993
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1994-1995
1995-1996
1996-1997
1997-1998
1998-1999
1999-2000
2000-2001
Ciclo agrícola (período comprendido del 1° de octubre de un añoal 30 de septiembre del siguiente)
GRÁFICA 4. VOLUMEN DE AGUA UTILIZADA PARA RIEGO SEGÚN CICLO AGRÍCOLA
Río Florido, Chih.Bajo río Conchos, Chih.El Carmen, Chih.Acuña Falcón, Tamps.Buenaventura, Chih.Las Lajas, N.L.Bajo río San Juan, Tamps.Bajo río Bravo, Tamps.Valle de Juárez, Chih.Palestina, Coah.Delicias, Chih.Don Martín, N.L.
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1989-1990
1990-1991
1991-1992
1992-1993
1993-1994
1994-1995
1995-1996
1996-1997
1997-1998
1998-1999
1999-2000
2000-2001
Ciclo agrícola (período comprendido del 1° de octubre de un añoal 30 de septiembre del siguiente)
autoridad, la Comisión Nacional del Agua, es quien
decide en materia de distribución y operaciones, aun
así ciertas decisiones arbitrarias de algún estado cuen-
ca arriba afectan al resto de los usuarios.
Las características sociales también influyen so-
bre las fallas de gobierno. Las condiciones socio-eco-
nómicas de los agricultores mexicanos han manteni-
do una laxa política de recaudación por consumo,
600,000
500,000
400,000
300,000
200,000
100,000
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5,000,000
4,500,000
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3,500,000
3,000,000
2,500,000
2,000,000
1,500,000
1,000,000
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LA SEQUÍA EN LA CUENCA DEL RÍO BRAVO 63
CUADRO 1. UTILIZACIÓN DEL AGUA EN CUATRO DISTRITOS REPRESENTATIVOS
disminuyendo así la inversión en obras de manteni-
miento y generando un mal manejo del agua.
HACIA LA INTERVENCIÓN POLÍTICA
Las causas son un punto de partida para pensar so-
bre los posibles instrumentos y las políticas desea-
bles que den solución a un problema ambiental pú-
blico. Identificar los objetivos de estas políticas, así
como los resultados esperados ante la aplicación de
las mismas, es un paso fundamental no sólo para el
análisis de la política pública sino también para su
aplicación.
OBJETIVOS DE POLÍTICA
Como ya se mencionó, la toma de decisiones públi-
cas es un camino para resolver problemas. General-
mente, los tomadores de decisiones cuentan con di-
versos instrumentos, que persiguen diversos objeti-
vos. Según la metodología utilizada (Zilberman y Alix
2003 ), algunos de estos son:
· Eficiencia. La eficiencia de Pareto para el bien-
estar humano sugiere implementar una política
que al cambiar la distribución de los recursos,
provoque que al menos un miembro de la socie-
dad mejore sin perjudicar a otro. Los tomadores
de decisiones buscarán mejorar un comporta-
miento sin dañar el bienestar de otros miembros
de la sociedad. Este es un concepto deseable;
sin embargo, en la práctica es difícil de alcanzar
por lo que muchas políticas persiguen criterios
de eficiencia laxos.
· Costo-efectividad. En ocasiones, presiones políti-
cas determinan los objetivos de una política pú-
blica por lo que los tomadores de decisiones bus-
can minimizar los costos de su implementación.
Una política costo-efectiva minimiza el costo so-
cial ligado a un objetivo ambiental, por ejemplo,
el uso sustentable de un recurso natural y maxi-
miza el buen comportamiento de los usuarios.
· Disminución de incertidumbre. Reducir la in-
certidumbre es también un objetivo de política
pública. Ante eventos y conductas que ponen
Promedio de la superficie de producción total
durante 1997-2000 (ha)
Prom. superficie de producción total antes de1992 (ha)
% de cambio en el área de producción
Área irrigada durante 1997-2000
Área irrigada antes de 1992
% de cambio en el área irrigada
% de cambio en la profundidad de riego
Prom. del volumen de agua utilizada durante 1997-2000 (Mm3)
Prom. del volumen de agua utilizada antes de 1992 (Mm3)
% de cambio en el volumen de agua utilizada
BAJO RÍO DELICIAS BAJO RÍO BAJO
CONCHOS SAN JUAN RÍO BRAVO
6,244 49,980 44,624 185,543
5,174 92,679 74,743 236,656
+21 -46 -40 -22
6,244 49,980 43,396 113,550
5,174 92,679 70,473 191,261
+21 -46 -38 -41
-2 +8 -41 -35
118 857 149 325
100 1462 414 899
+17 -41 -64 -64
Fuente: Carter y Linares 2002.
64 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
en riesgo las condiciones ambientales y los re-
cursos naturales, se justifica la intervención y el
control público con el fin de mitigar su impacto
o perjuicio.
RESULTADOS DE POLÍTICA
Una vez identificado el problema ambiental, no sólo
es relevante especificar los objetivos de política, sino
también los resultados esperados de aplicar un ins-
trumento que busque darle solución. Siguiendo la
metodología antes mencionada, se presenta a conti-
nuación algunos de estos resultados:
· Modificaciones al comportamiento. Estas modifi-
caciones son la meta que está detrás de muchas
políticas públicas. Las modificaciones a corto plazo
consisten en cambios inmediatos en los patrones
de consumo de un recurso natural. Las modifica-
ciones de largo plazo involucran nuevas prácti-
cas que dan como resultado la innovación y la
introducción y adopción de nuevas tecnologías.
· Redistribución de los recursos. El resultado de
algunas políticas públicas es un cambio en la dis-
tribución de los recursos naturales, por ejemplo,
la tierra, el agua, etcétera. Asimismo, las políti-
cas del bienestar social dan como resultado una
transferencia del ingreso hacia grupos menos fa-
vorecidos, de manera que una política bien pla-
neada requiere considerar a todos los usuarios
del recurso natural para evitar que su resultado
dañe a aquellos grupos menos favorecidos.
· Aumento del recurso y del capital. Algunas po-
líticas públicas pueden dar como resultado una
expansión de diferentes tipos de capital como el
físico, el humano y el natural. Un cambio en el
capital físico es esencialmente en infraestructu-
ra. Un aumento en capital humano se refiere a
la transferencia de conocimiento y habilidades.
Por su parte, engrandecer el capital natural es
resultado de políticas de protección y conserva-
ción de los recursos naturales.
HERRAMIENTAS DE POLÍTICA
Como ya se mencionó anteriormente, existen instru-
mentos u opciones de política que buscan dar solu-
ción a problemas ambientales específicos. Para el caso
del problema de la sequía en la cuenca del río Bravo
algunas opciones son las siguientes:
Incentivos. Este tipo de herramienta incluye sub-
sidios, e impuestos y castigos. Los incentivos pro-
porcionan a los individuos y usuarios de un recurso
natural los estímulos para provocar resultados com-
patibles con los objetivos sociales. Un impuesto so-
bre el uso irracional de un recurso natural y un sub-
sidio para incentivar su uso racional dará como resul-
tado un mismo nivel de consumo; sin embargo, los
usuarios se ven afectados de manera diferente. Un
ejemplo de este tipo de herramienta de política para
el caso estudiado es la reducción de los subsidios
agrícolas a cosechas intensivas en agua promoviendo
el cambio hacia cultivos propios de climas áridos,
generando así un uso eficiente del recurso escaso.
Control directo. Mediante el control directo los to-
madores de decisión pueden conducir las actividades
de los individuos y usuarios de los recursos naturales.
Mediante niveles-objetivo o niveles-tope sobre sus ac-
tividades, los hacedores de política pueden restringir
a los usuarios que rebasen dichos niveles. Para el caso
del problema del río Bravo, los reportes de prensa evi-
denciaron cómo la Comisión Nacional del Agua ha
reducido la disponibilidad del recurso hídrico a los
distritos de riego a través de cuotas durante el recien-
te ciclo de intensidad de la sequía en la zona.
Instrumentos de mercado. Otra opción de política
consiste en establecer una legislación sobre los dere-
chos de propiedad que refuerce esos derechos y per-
mita el comercio entre individuos y usuarios a fin de
que el mercado permita un uso eficiente de los re-
LA SEQUÍA EN LA CUENCA DEL RÍO BRAVO 65
cursos naturales. La ausencia de derechos de pro-
piedad bien definidos limita la inversión y el comer-
cio generando, a su vez, mercados ineficientes. En
la década de 1990, México comenzó a avanzar en la
definición de los derechos de agua, lo cual ha permi-
tido su transferencia temporal o permanentemente.
Sobre el mercado, las políticas de precio podrían
ser una herramienta útil, pues a través del comercio
se distribuiría el recurso escaso hacia usos económica-
mente eficientes y haría costoso comprar agua en con-
diciones de escasez. Por condiciones socio-económi-
cas el sector agrícola mexicano ha estado exento de
los pagos por el uso del agua, por lo que imponer esta
medida disminuiría considerablemente el ingreso de
los agricultores y generaría inestabilidad política.
Educación e información. Una política en este sen-
tido sirve para informar a los individuos y usuarios de
las consecuencias de sus actividades, quienes con-
cientes de sus efectos, pueden estar dispuestos a
modificar su comportamiento. La educación puede
modificar las preferencias de los usuarios hacia la
apreciación del recurso natural y su conservación.
Importantes políticas que alteran las preferencias y
el comportamiento, como la conservación voluntaria
y la educación ante situaciones de sequía, son herra-
mientas básicas para solucionar el problema de la
escasez en la cuenca del río Bravo.
Mejoras en el gobierno. Una opción de política es
fortalecer al gobierno. Controlar y regular adecuada-
mente requiere de la representación y participación
de aquellos directamente afectados por un problema
ambiental público, así como de la sociedad civil. In-
volucrar a los diferentes grupos de interés, a las co-
munidades, a los usuarios, es poner la solución del
problema en manos de los directamente afectados.
En el marco de la actual política federal de descen-
tralización del manejo del recurso hídrico, un claro
avance en este sentido ha sido la creación del Con-
sejo de Cuenca del río Bravo y de la Comisión de
Cuenca del río Conchos, los cuales proporcionan un
foro de participación para los usuarios de la cuenca
orientado a la solución de problemas.
Por supuesto, existen otras políticas para atender
el fenómeno de la sequía en la cuenca del río Bravo,
dependiendo de la definición del problema que se
desee solucionar. Un ejemplo son aquellas políticas
de prevención y de atención al impacto de eventos
climáticos severos. En este caso la definición del pro-
blema es el desastre natural y la política es el manejo
de las consecuencias del fenómeno climático, imple-
mentado a través de programas de prevención o la
creación del Fondo de Desastres Naturales de 1996.
CONCLUSIÓN
El presente artículo, mediante un análisis de prensa,
arroja resultados de frecuencia que permiten con-
cluir que conforme la sequía se prolonga, la tensión
política y los conflictos aumentan entre los diferen-
tes usuarios. También, a través de una metodología
para el análisis de la política pública, identifica algu-
nos principios y herramientas que buscan dar solu-
ción al problema mencionado como la escasez del
recurso hídrico, dado el reciente ciclo de intensidad
de la sequía en la cuenca del río Bravo.
Finalmente, este análisis parte del supuesto de
que un manejo sustentable de la sequía en la cuen-
66 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
ca requiere de un manejo sustentable del agua, en
cuya solución al problema, el deseo de cambiar los
patrones actuales de comportamiento tendrá que ser
evaluado a la luz del deseo por un ambiente político
estable. Es de esperarse que un cambio en la política
afecte a algunos y beneficie a otros; sin embargo, la
apuesta en este cambio es un uso racional y eficien-
te del agua.
NOTAS
1.Este artículo presenta los resultados de una investiga-
ción que comenzó en el año 2002 en la Dirección General
de Investigación en Política y Economía Ambiental
(DGIPEA) del Instituto Nacional de Ecología en colabora-
ción con el Centro de Investigación y Docencia Económi-
cas (CIDE). En sus avances, la investigación también contó
con la asesoría del Programa de Hidrociencias del Instituto
de Recursos Naturales del Colegio de Posgraduados
(COLPOS). Para la conclusión de este escrito, merecen
mención especial el Dr. Carlos Muñoz y el Mtro. José
Carlos Fernández de la DGIPEA; la Dra. Nicole Carter del
CIDE, y el Dr. David Zilberman del Departamento de
Economía Agrícola y de los Recursos de la Universidad de
California, Berkeley. El trabajo de este último investigador
fue conocido e incorporado gracias al patrocinio de la
empresa Sempra Energy.
2.Búsqueda electrónica de la situación del río Bravo a
través del sitio www.infolatina.com cuya cobertura de
prensa integra periódicos y revistas nacionales como:
Notimex, Reforma, El Universal, El Economista, El
Heraldo de México, La Jornada, Novedades, Especialistas
en Medios S. A. de C. V., El Norte, Editora Paso del Norte,
El Diario de Chihuahua, El Diario de Yucatán, CNI
Noticias, Proceso, Mural y Crónica. A su vez, se llevó a
cabo una búsqueda electrónica de la situación del río
Bravo a través de Lexis Nexis, con cobertura de prensa
regional, particularmente de Texas: Associated Press State
and Local Wire, Austin America-Statesman, Dallas
Observer, Houston Chronicle, Houston Press, San Antonio
Express-News y Texas Monthly.
BIBLIOGRAFÍA
Bardach, E. 1999. Los ocho pasos para el análisis de polí-
ticas públicas. Un manual para la práctica. David
García (trad.). CIDE, México.
Carter, N. y M. Linares 2002. Water Conflict at Mexico’s
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Center for Strategic and Internacional Studies 2003. U.S.-
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Ingeniería, UNAM, México.
Zilberman, D. y J. Alix 2003. Principles of Environmental
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ce Economics, University of California at Berkeley,
EE.UU.
Mireille Linares. Es analista graduada del programa de Ciencia Política y Relaciones Internacionales del Centro de Investigación y DocenciaEconómicas (CIDE). Correeo-e: [email protected]: Arcos Bosques Corporativo,Torre 1, Ciudad de México (página 57). World Trade Center, New York (página 65).
EL ECOTURISMO EN LA MAGDALENA CONTRERAS 67
AGUSTÍN FERNÁNDEZ EGUIARTE, ALFONSO VÁZQUEZ MÁRQUEZ,FRANCISCO URIBE CRUZ, JORGE BUSTILLOS HERRERA, HÉCTOR AGUILAR
VELAZCO, MANUEL JUÁREZ PÉREZ, BERNARDO DE JESÚS APOLINAR,IGNACIO RAMÍREZ DEL RAZO, ROMÁN LÓPEZ SÁNCHEZ, MIGUEL ISLAS
RODRÍGUEZ Y JUAN JOSÉ VERA FIGUEROA
Ecoturismo y desarrolloeconómico sustentable en ladelegación La Magdalena Contreras,Distrito Federal
DIAGNÓSTICO AMBIENTAL, SOCIAL Y ECONÓMICO DE
LA MAGDALENA CONTRERAS
El suelo de conservación de la Delegación Magdale-
na Contreras representa alrededor del 76% de su
territorio, de acuerdo con cálculos recientes realiza-
dos por la Dirección General de Medio Ambiente y
Ecología de esa demarcación. El suelo urbano cons-
tituye el 18%, los asentamientos irregulares el 3.5
%, el poblado rural de San Nicolás Totolapan ocupa
el 1.5% y el programa parcial de desarrollo urbano
“Huayatla”, el 1%. El suelo de conservación de la
demarcación esta compuesto fundamentalmente de
68 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
montañas y bosques con escurrimientos y manantia-
les de gran belleza escénica, así como de un comple-
jo sistema de barrancas, que también caen dentro
de la categoría de suelo de conservación, inclusive
dentro de la zona urbana (mapa 1) (Fernández et al.
2000).
Las montañas del sur del DF, de las cuales es
parte integral La Magdalena Contreras, son princi-
palmente de origen volcánico, por lo que el sustrato
está conformado por roca permeable que permite la
infiltración de agua hacia los mantos acuíferos. Estos
acuíferos proveen casi el 60% del agua que consume
la Ciudad de México y se obtiene la mayoría de su
recarga captando la lluvia que recibe esta zona. Con-
secuentemente, conservar las condiciones naturales
que permiten la recarga en este suelo de conserva-
ción es una prioridad de la ciudad (GDF 2000).
Dentro de este contexto, destacan la cuenca y el
cauce del río Magdalena, localizados a lo largo de la
Cañada de Contreras, también conocida como Caña-
da de los Dinamos. La Comisión Nacional del Agua
señala: ¨Este río es uno de los cuerpos de agua más
importantes de la ciudad y es empleado como fuente
de abastecimiento de agua potable. Su volumen de
agua permanente es aproximadamente de 1m3/s; su
escurrimiento máximo estimado es de 20.1 m3/s y la
longitud de su cauce principal es de 19.7 km. Se
estima que sólo una quinta parte del volumen de
agua es aprovechada, mediante una planta potabili-
zadora con capacidad de 200 l/s, ubicada cerca del
Primer Dinamo” (CNA 1997) (mapas 1 y 2).
En la Cañada de los Dinamos, el área natural pro-
tegida Lomas de Padierna (Cerro del Judío) así como
los bosques del ejido de San Nicolás Totolapan y de
la comunidad de San Bernabé Ocotepec (mapas 1 y
2) enfrentan un sostenido proceso de degradación
de sus recursos naturales. El área contigua a la zona
urbana se encuentra seriamente amenazada y pier-
de, de manera constante, los ecosistemas que facili-
tan la recarga; su lugar ha sido ocupado por asenta-
mientos humanos irregulares. Por ello, si se quieren
conservar los beneficios ambientales que el bosque
genera a la ciudad, es importante darle a los terrenos
situados en suelo de conservación, un valor de uso
mayor a su valor de venta (GDF 2000).
La alternativa a esto es el aprovechamiento de
los terrenos con actividades productivas sustentables
como el turismo alternativo o ecoturismo, activida-
des que deben ir acompañadas con recursos adicio-
nales que deberá cubrir la ciudadanía beneficiaria
de los servicios ambientales que le brinda el suelo de
conservación. Estas transferencias de recursos eco-
nómicos de los habitantes de la ciudad a los campe-
sinos dueños del suelo de conservación deben diri-
girse a aquellos que participan en las tareas de vigi-
lancia, protección, restauración o aprovechamiento
sustentable de los ecosistemas y del agua captada
en dicho suelo de conservación. En otras palabras,
“debemos pagar a los campesinos por sembrar el agua
que la ciudad cosecha”.
Los asentamientos irregulares son un buen nego-
cio para algunos líderes y campesinos e inclusive para
ciertos partidos políticos. En todos los cambios de
administración gubernamental y coyunturas político-
electorales, este tipo de asentamientos crecen de for-
ma explosiva. Contribuyen a esto al menos dos fac-
tores: por una parte, la necesidad de la administra-
ción saliente de no fomentar divisiones y pérdida de
militantes; por otra parte, la necesidad y el interés
de sumar votos, ofreciendo a los pobladores de los
asentamientos irregulares su regularización y servi-
cios urbanos, a cambio de su apoyo el día de la elec-
ción (GDF 2000). Por ello es importante aplicar el
marco legal existente, así como acciones concretas,
que impidan bajo cualquier circunstancia, se conti-
núe con la ocupación indebida del suelo de conser-
vación y simultáneamente, se atiendan las necesida-
des más elementales de los vecinos establecidos en
áreas consolidadas, mediante la protección y recu-
peración ambiental por medio de ecotecnias.
EL ECOTURISMO EN LA MAGDALENA CONTRERAS 69
No obstante que el suelo de conservación se creó
con el propósito de proteger los recursos naturales
estratégicos (bosques, agua, etc.), en la actualidad
ha adquirido una dimensión recreativa cada vez
mayor. Con el paso del tiempo, y ante la escasa ofer-
ta de oportunidades de empleo en la demarcación
caracterizada como una “delegación dormitorio”, la
vinculación entre el suelo de conservación de La
Magdalena Contreras y el ecoturismo ha resultado
ser una actividad importante para el desarrollo econó-
mico sustentable de las comunidades y ejidos, así
como para los habitantes del área rural y del suelo de
conservación.
EL ECOTURISMO COMO PERSPECTIVA DE SOLUCIÓN
Dentro del Distrito Federal, y particularmente en la
delegación La Magdalena Contreras, se encuentran
extensas áreas de bosque, ríos, cascadas y manan-
tiales de gran belleza escénica, en donde se pueden
practicar campamentos, caminatas, rappel, escalada
en roca, bicicleta y carrera de montaña, actividades
de ecoturismo y educación ambiental (mapa 2, pági-
na 72). Entre las zonas con dichas características se
pueden mencionar las siguientes:
El Valle de Monte Alegre, ejido San Nicolás Totola-
pan. Se encuentra en la falda noroccidental del Vol-
cán Ajusco. Cuenta con un albergue alpino localiza-
do en el kilómetro 21.5 de la carretera Picacho-Ajus-
co en la comunidad de San Miguel y Santo Tomás
Ajusco. En esta zona se realizan actividades de bici-
cleta de montaña, caminata, rappel, escalada en roca
y campismo.
Parque ecoturístico, ejido San Nicolás Totolapan.
Se localiza en el kilómetro 11.5 de la carretera Pica-
cho-Ajusco, contiguo al poblado de San Nicolás Toto-
lapan. Algunos de los objetivos de este parque son
promover la educación ambiental, conservar los bos-
ques, la flora y la fauna de este lugar y crear un área
de esparcimiento para actividades deportivas y de
contacto con la naturaleza. Cuenta con senderos in-
terpretativos, circuitos para bicicleta de montaña y
pedestres, zona de campismo, cabañas, granjas de
trucha arcoiris, vivero forestal venadario, vigilancia y
guías para la observación de la flora y fauna.
Parque y Corredor Ecoturístico Los Dinamos, co-
munidad La Magdalena Atlitic. Situada en el cora-
zón de la delegación La Magdalena Contreras, colin-
da hacia el oriente con el Parque Ecoturístico de San
Nicolás Totolapan, se vincula con éste a través de la
nueva red de 26 km de senderos ecoturísticos (mapa
2). Existe una cañada de paredes verticales para la
escalada en roca, con más de 250 rutas abiertas y
equipadas en todos los niveles de dificultad. Los sen-
70 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
deros y las paredes son visitados cotidianamente por
corredores y escaladores nacionales e internaciona-
les del más alto nivel. Por el eje de la cañada corre el
río Magdalena, así como cascadas y manantiales de
aguas cristalinas. En este lugar, se llevan a cabo ac-
tividades de bicicleta de montaña, caminatas y cam-
pamentos; existen numerosas palapas de venta de
comida, una escuela de educación ambiental así
como granjas de trucha arcoiris y albina.
Parque ecoturístico, comunidad San Bernabé Oco-
tepec. Siguiendo el ejemplo de los parques ecoturísti-
cos de San Nicolás Totolapan y La Magdalena Atlitic,
con los que colinda a través de los cerros Cajetes y
Meyuca (mapas 1 y 2) la comunidad de San Bernabé
Ocotepec ha iniciado esfuerzos para el desarrollo de
un parque de este tipo situado en la prolongación de
la avenida Ojo de Agua.
Parque Eco-arqueológico Mazatepetl, ejido San Ber-
nabé Ocotepec. En la cumbre del cerro del Judío (Ma-
zatepetl) hace dos años se iniciaron los trabajos ar-
queológicos de rescate y restauración de una pirámi-
de y monumentos arqueológicos construidos entre
los años 1200 y 1380, con patrones de la cultura oto-
mí. La importancia arqueológica de dichas estructu-
ras estriba en que es el cuarto ejemplo de arquitec-
tura labrada en piedra en Mesoamérica. El sitio se
caracteriza por la convivencia armónica con el entor-
no ambiental, así como por ser uno de los miradores
más impresionantes de la Ciudad de México. Cuenta
con un nuevo sendero ecoturístico de acceso a la
pirámide, así como con invernadero, mirador y una
unidad de servicios sociales y ecoarqueológicos re-
cientemente construidos.
RESULTADOS ALCANZADOS
Con la finalidad de proteger la biodiversidad y los
recursos naturales estratégicos, que en su conjunto
ofrecen variados servicios ambientales indispensables
para la viabilidad presente y futura de la Ciudad de
México, la delegación La Magdalena Contreras
(DLMC), conjuntamente con los núcleos agrarios de
la demarcación, desarrolló y construyó una red de
corredores ecoturísticos y estructura de turismo alter-
nativo (mapa 2), que se entrelaza y complementa
con los apoyos que el Gobierno del Distrito Federal
otorga a las comunidades rurales dentro del progra-
ma de Fondos Comunitarios para el Desarrollo Equi-
tativo y Sustentable (FOCOMDES), así como con los es-
fuerzos que realizan la Secretaría de Medio Ambien-
te y Recursos Naturales y la Comisión Nacional Fo-
restal en materia de conservación y protección de los
recursos naturales. Con ello se buscó una mejor arti-
culación entre la población urbana y la rural para:
- Lograr la protección y el mejoramiento de los re-
cursos naturales de los bosques y montañas
contrerenses.
- Generar oportunidades productivas sustentables
que mejoren la economía de las comunidades y
ejidos, propietarios de las tierras, así como de
los habitantes del área rural y del suelo de con-
servación.
- Ordenar la operación y el desarrollo de activida-
des ecoturísticas actuales y futuras,
- Promover la participación de los habitantes del
área urbana en el uso y la protección de los re-
cursos naturales.
- Dentro de todo este marco, la DLMC desarrolló
cuatro proyectos ejecutivos, se aprobaron sus res-
pectivas manifestaciones de impacto ambiental y
se elaboró un diagnóstico ecológico de las ba-
rrancas delegacionales.Actualmente, están con-
cluidas las obras respectivas y entregadas a los
correspondientes núcleos agrarios para que con
base en ellas, se fomente el desarrollo de activi-
dades productivas sustentables, vinculadas con el
ecoturismo en el suelo de conservación delega-
cional para beneficio no sólo de las comunidades
y ejidos de la demarcación, sino para los más de
EL ECOTURISMO EN LA MAGDALENA CONTRERAS 71
MAPA 1. ÁREAS NATURALES DE LA DELEGACIÓN LA MAGDALENA CONTRERAS
72 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
MAPA 1. ECOTURISMO EN LA DELEGACIÓN LA MAGDALENA CONTRERAS
EL ECOTURISMO EN LA MAGDALENA CONTRERAS 73
220,000 habitantes de
la delegación y del
propio mantenimien-
to de la Ciudad de
México.
Los corredores ecotu-
rísticos y la estructura de
turismo alternativo desa-
rrollada y entregada a los
correspondientes núcleos
agrarios para su cuidado,
operación y mantenimien-
to, se estructuró por me-
dio de los siguientes pro-
yectos:
· Construcción del co-
rredor ecológico de
acceso a la pirámide
y monumentos ar-
queológicos y construcción de una unidad de
servicios sociales y ecoarqueológicos en el área
natural protegida del Cerro del Judío (Mazate-
petl), con el fin de conservar y proteger el Par-
que Nacional Lomas de Padierna (Cerro del Ju-
dío) dentro del marco normativo ambiental. El
proyecto se enfoca a concretar acciones de re-
gulación y control respecto a los usos eco-ar-
queológicos, así como al aprovechamiento de la
estructura y función del ecosistema existente,
permitiendo a la comunidad ejidal el desarrollo
de actividades culturales, sociales y ecoturísti-
cas productivas.
· Construcción de un sistema de conservación y
optimización de agua para el área de incuba-
ción de la granja trutícola del parque ecoturísti-
co del ejido de San Nicolás Totolapan, por me-
dio de luz germicida. Instalación de celdas foto-
voltaicas para el área de estanquería de la gran-
ja, así como en el área de
campismo y módulo de
acceso al parque, con el
objeto de apoyar la con-
solidación de los servicios
de turismo de aventura y
ecoturismo que ofrece el
núcleo agrario a visitan-
tes de la Ciudad de Méxi-
co, del país e incluso in-
ternacionales, mejorando
de esta forma la calidad
del servicio de turismo en
la naturaleza y, simultá-
neamente, proteger la co-
bertura forestal del suelo
de conservación, conser-
var los recursos naturales
y procurar su aprovecha-
miento sustentable.
·Construcción de infra-
estructura y servicios de apoyo a la conserva-
ción de las áreas naturales protegidas: Los Bos-
ques de la Cañada de Contreras y río de la Mag-
dalena, ubicadas en la comunidad agraria de La
Magdalena Atlitic (Fernández et al. 2002). Con
la creación y rehabilitación de 22 km de sende-
ros ecológicos para paseantes, corredores y ci-
clismo de montaña, los visitantes cuentan ahora
con casetas de vigilancia, baños secos y un área
de campismo, con alternativas adecuadas para
el desarrollo de las actividades de montaña y la
comunidad agraria cuenta con nuevas fuentes
de trabajo vinculadas a los servicios ecoturísti-
cos, en beneficio del entorno ecológico y am-
biental.
· Construcción del corredor ecoturístico del río
Magdalena, ubicado en el área natural protegi-
da La Cañada de Contreras, en el tramo com-
prendido del 1° al 4° dinamo, dentro de la co-
74 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
munidad agraria de La Magdalena Atlitic (mapa
2) (Fernández et al. 2002). Con la construcción
y rehabilitación del corredor ecoturístico se ins-
taló infraestructura de protección del proceso
erosivo en los taludes del río Magdalena así como
con puentes, senderos, bancas y señalizaciones
para visitantes, paseantes y deportistas (corre-
dores y escaladores), a lo largo de parajes de
gran belleza natural, lo cual favorece las activi-
dades productivas de las comunidades, crean-
do fuentes de trabajo que coadyuva a favorecer
su desarrollo económico, así como en el cuidado
del río Magdalena y su entorno ambiental.
· Dentro del proyecto Rescate paisajístico ambien-
tal de las áreas ecoturísticas en la delegación Mag-
dalena Contreras, la DLMC, conjuntamente con
la Facultad de Arquitectura de la UNAM, desa-
rrolló tres planes maestros regionales: 1) Área
Natural de la Magdalena Atlitic y cuenca del río
Magdalena hasta el Deportivo 1° de Mayo; 2)
Bosque de la Comunidad de San Bernabé Oco-
tepec y 3) Área Natural Protegida Lomas de Pa-
dierna (Cerro del Judío o Mazatepetl). Con base
en dichos planes maestros se diseñaron los si-
guientes proyectos ejecutivos: 1) Plaza de acce-
so a los Dinamos; 2) Corredor Ecoturístico del
Parque en la Antigua Estación Contreras del Fe-
rrocarril y de la calle Tinaco al Deportivo 1° de
Mayo; 3) Andador Ecológico sobre el río Magda-
lena, en el tramo Deportivo 1° de Mayo a la
Plaza de acceso a los Dinamos; 4) Módulo para
la Producción de Composta en el paraje Las
Cebadas, ejido de San Nicolás Totolapan y 7)
Planta de tratamiento de residuos sólidos orgá-
nicos e inorgánicos. colonia Tierra Unida.
Adicionalmente a la realización de los proyectos
y las obras antes mencionadas, durante el pe-
riodo 2000-2003, la DGMAE se destacó en la eje-
cución de ocho acciones institucionales, vincu-
ladas todas ellas con la conservación y protec-
ción del medio ambiente:
· Se desarrolló el Sistema de Información Geográ-
fico Ambiental de La Magdalena Contreras, el
cual permite apoyar cartográficamente la pla-
neación y la toma de decisiones ambientales,
así como de cualquier temática delegacional.
Dicho sistema coloca a la delegación La Magda-
lena Contreras a la vanguardia de la aplicación
de nuevas tecnologías para el análisis y la solu-
ción de problemas ambientales (figura 2).
· La meta anual de la acción institucional recolec-
ción de basura se incrementó de 125 mil a 127
mil toneladas. Se elaboró un atlas delegacional
automatizado de rutas de recolección de basura
domiciliaria y se difundió en todos los comités
vecinales y colonias de la demarcación, con la
finalidad de buscar una mejor corresponsabili-
dad entre el área y los vecinos para optimizar el
servicio. En la encuesta anual del periódico Re-
EL ECOTURISMO EN LA MAGDALENA CONTRERAS 75
forma, publicada el 5 de septiembre del 2002,
La Magdalena Contreras ocupó el segundo lugar
del DF con menos basura en las calles, antece-
diéndole sólo la delegación Benito Juárez, que
no tiene asentamientos irregulares ni colonias po-
pulares.
· Se incrementó la meta anual de la acción insti-
tucional poda de árboles, de 1,800 a 5,000 árbo-
les, es decir, se aumentó en 277% la meta ini-
cialmente programada, como resultado de la for-
mación de microempresas especializadas de tra-
bajadores de podas y la reestructuración opera-
tiva del área.
Cabe mencionar que en el año 2000, la acción
institucional de podas y derribos de árboles en
vía publica y propiedad privada, sólo tenía ca-
pacidad de atender el 50% de la demanda ciu-
dadana; hoy en día, además de atender el 100%
de las solicitudes, las cuales se incrementan
año con año, la delegación está un paso ade-
lante de ellas, programando por su propia cuen-
ta trabajos preventivos e incentivando econó-
micamente a los trabajadores. Este avance fue
posible optimizando los recursos materiales y
humanos con que se cuenta, y con la estructu-
ración de nueve microempresas de trabajado-
res del área especializados en dichas manio-
bras. En la actualidad, ocho microempresas la-
boran normalmente.
· Se incrementó la meta anual de la acción insti-
tucional conservación, mantenimiento y rehabi-
litación de áreas verdes urbanas, de 2,244,852
m2 a 2,822,412 m2 destacando la habilitación del
Parque de la Antigua Estación del Ferrocarril de
Contreras y la jardinera en el entronque de Av.
San Jerónimo y Avenida Contreras.
· Se incrementó la meta anual de la acción insti-
tucional limpieza de barrancas de 1,000 ton a
1,809 ton, lo cual evitó obstrucciones en los cau-
ces, desbordamientos, inundaciones y percan-
ces a los vecinos que habitan cerca de ríos y
barrancas.
· La delegación La Magdalena Contreras es la úni-
ca que cuenta con un vivero forestal, el Vivero
Potreritos, ubicado en el Parque Ecoturístico de
San Nicolás Totolapan, con una producción total
de 180 mil plantas. Dicho vivero es, al mismo
tiempo, un Centro de Educación Ambiental que
atiende alrededor de 6,000 visitantes anuales, de
todos los niveles escolares. En forma permanen-
te, se ofrecen pláticas de educación ambiental
en las primarias y secundarias de la demarcación
con la finalidad de promover la conciencia am-
biental entre los estudiantes contrerenses.
76 GACETA ECOLÓGICA. NÚMERO 70
Una presentación en extenso de este trabajo se postuló para el Premio al Mérito Ecológico 2003, CECADESU-SEMARNAT.Agustín Fernández Eguiarte. Instituto de Geografía. UNAM.Alfonso Vázquez Márquez, Francisco Uribe Cruz, Jorge Bustillos Herrera, Héctor Aguilar Velazco, Manuel Juárez Pérez, Bernardo deJesús Apolinar, Ignacio Ramírez del Razo, Román López Sánchez, Miguel Islas Rodríguez y Juan José Vera Figueroa. Funcionarios dela Dirección General de Medio Ambiente y Ecología, Delegación La Magdalena Contreras, Gobierno del Distrito Federal.Ilustraciones: World Trade Center (páginas 67 y 73). Turning Torso, torre de oficinas y departamentos, Malmö, Suecia (página 69). Jin MaoTower, Pudong, Shanghai, China (página 74). St. Mary Axe, Swiss Reinsurance Headquarters, Londres (página 75). Togok, Seul, Corea(página 76).
· Dentro de la acción institucional forestación y
reforestación, se plantaron 150 mil árboles en las
montañas de la delegación para coadyuvar a la
conservación de los beneficios ambientales que
el bosque aporta a la ciudad, a la protección de
la flora y fauna existente y para el embelleci-
miento del entorno natural.
· Se incrementó la meta anual de la acción insti-
tucional prevención, control y combate de in-
cendios forestales, de 18 a 25 ha. de preven-
ción física, que consiste en la apertura y la lim-
pieza de brechas cortafuego, el chaponeo, po-
das y la rehabilitación de caminos. Durante el
año 2001 se atendieron 24 incendios forestales,
y en el año 2002 se presentaron únicamente
seis incendios.
BIBLIOGRAFÍA
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de Jesús Apolinar y A. Vázquez Márquez 2002. Evalua-
ción del avance de la mancha urbana sobre el área natu-
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Aguas del Valle de México. Subgerencia de Calidad
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GDF 2000. Estudio para la recarga del acuífero en el suelo
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