plan de lecciones

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Base bíblica: Génesis 1:1—3:24. Versículo bíblico: Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó (Génesis 1:27, NVI). Punto bíblico: Dios hizo todo lo que hay. Él me hizo para que lo conozca. Recurso: La Historia para niños, Capítulo 1: «El principio de la vida tal y como la conocemos». LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 1 PÁGINA 1 EL PRINCIPIO DE LA VIDA TAL Y COMO LA CONOCEMOS Base bíblica: Génesis 1:1—3:24. Versículo bíblico: Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó (Génesis 1:27, NVI). Punto bíblico: Dios hizo todo lo que hay. Él me hizo para que lo conozca. Recurso: La Historia para niños, Capítulo 1: «El principio de la vida tal y como la conocemos». PASO 1: REÚNETE Materiales necesarios: Opcional: Transparencia PowerPoint titulada «Vista del espacio», computadora y equipo de proyección. Diga: Permítanme hacerles unas cuantas preguntas retadoras para ver lo que saben. Muestre la transparencia «Vista del espacio» e invite a los niños a decirle lo que ven. Entonces haga estas preguntas retadoras. (Si no va a usar la transparencia, vaya directamente a las preguntas). ¿Cuál es la velocidad de la luz? (Trescientos mil kilómetros por segundo). ¿Cuáles planetas se pueden ver sin telescopio? (Dependiendo del tiempo del año: Venus, Marte, Júpiter y Saturno). ¿Cuál es el objeto más grande del universo? (Abell 3266, una bola de gas parecida a un cometa que es mil millones de veces más grande que el sol). ¿Cuántas estrellas piensan los científicos que hay? (Setenta mil trillones; para mayor efecto, escriba el número en la pizarra: 70.000.000.000.000.000.000.000). Después de las preguntas retadoras, resuma con una conversación breve: ¿Cómo se sienten cuando piensan en lo gigantesco y asombroso que es el universo? ¿Cuál es el dato más asombroso que conocen en cuanto al universo? Diga: Somos una parte muy pequeña del universo que Dios creó, pero somos la parte en la que él más se interesa. Él nos creó para que lo conozcamos y seamos como él. PASO 2: OYE LA PALABRA Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 1 de La Historia. Siga las instrucciones para presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

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Plan de Lecciones

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Page 1: Plan de Lecciones

Base bíblica: Génesis 1:1—3:24.

Versículo bíblico: Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó (Génesis 1:27, NVI).

Punto bíblico: Dios hizo todo lo que hay. Él me hizo para que lo conozca.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 1: «El principio de la vida tal y como la conocemos».

LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 1 PÁGINA 1

EL PRINCIPIO DE LA VIDA TAL Y COMO LA CONOCEMOS

Base bíblica: Génesis 1:1—3:24.

Versículo bíblico: Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó (Génesis 1:27, NVI).

Punto bíblico: Dios hizo todo lo que hay. Él me hizo para que lo conozca.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 1: «El principio de la vida tal y como la conocemos».

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: Opcional: Transparencia PowerPoint titulada «Vista del espacio», computadora y equipo de proyección.

Diga: Permítanme hacerles unas cuantas preguntas retadoras para ver lo que saben. Muestre la transparencia «Vista del espacio» e invite a los niños a decirle lo que ven. Entonces haga estas preguntas retadoras. (Si no va a usar la transparencia, vaya directamente a las preguntas).

• ¿Cuál es la velocidad de la luz? (Trescientos mil kilómetros por segundo).

• ¿Cuáles planetas se pueden ver sin telescopio? (Dependiendo del tiempo del año: Venus, Marte, Júpiter y Saturno).

• ¿Cuál es el objeto más grande del universo? (Abell 3266, una bola de gas parecida a un cometa que es mil millones de veces más grande que el sol).

• ¿Cuántas estrellas piensan los científicos que hay? (Setenta mil trillones; para mayor efecto, escriba el número en la pizarra: 70.000.000.000.000.000.000.000).

Después de las preguntas retadoras, resuma con una conversación breve:

• ¿Cómo se sienten cuando piensan en lo gigantesco y asombroso que es el universo?

• ¿Cuál es el dato más asombroso que conocen en cuanto al universo?

Diga: Somos una parte muy pequeña del universo que Dios creó, pero somos la parte en la que él más se interesa. Él nos creó para que lo conozcamos y seamos como él.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 1 de La Historia.

Siga las instrucciones para presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Page 2: Plan de Lecciones

LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 1 PÁGINA 2

En el principioEl relato bíblico tiene tres partes, cada una con una diferente interacción por parte de los niños. Empiece el relato bíblico explicando que los niños harán un «anti-eco». Usted va a decir en voz baja una palabra, y ellos la repetirán a gritos. Practique con cualquier palabra que quiera y luego empiece el relato.

Dios hizo el mundo en seis días. Hizo la (susurro) luz y la oscuridad. Haga una pausa para que los niños repitan el eco. Él hizo los (susurro) mares y los cielos. (Eco). Él hizo la (susurro) tierra seca y las plantas. (Eco). Hizo las (susurro) estrellas, y el sol y la luna. (Eco). Llenó las aguas y el cielo con (susurro) cosas vivas. (Eco). Dios hizo toda criatura viva que hay en la tierra. Sin embargo, tenía algo más que crear.

En la segunda parte del relato, los niños imitarán sus acciones.

Póngase de pie mirando a los niños. Si mueve su brazo derecho, ellos deben mover el izquierdo. Si usted se da vuelta a la derecha, ellos deben darse vuelta a la izquierda. Escoja cualquier acción que desee que los niños imiten.

Dios dijo: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza». Dios creó a Adán y Eva y los puso en el huerto del Edén para que vivieran. Dios quería que las personas, o sea, nosotros, reflejaran su gloria. Podemos tener muchas de las mismas cualidades que Dios tiene, como por ejemplo: amor, bondad, creatividad y generosidad. Practiquemos siendo imitadores para recordar que hemos sido hechos a la imagen de Dios y reflejamos la gloria de Dios.

En la sección final del relato, los niños responderán a palabras clave diciendo: «¡Ay, no!».

Llegó el momento en que Adán y Eva tuvieron que tomar algunas decisiones. Cuando yo diga: «¿Fue esa una buena decisión?», ustedes responderán: «¡Ay, no!».

Dios le dijo a Adán y Eva que podían comer de todo lo que había en el huerto excepto del fruto de un árbol. Sin embargo, la serpiente detestaba a Dios y quería que Adán y Eva pensaran que Dios les había mentido. Así que le dijo a Eva que podía comer del árbol, y Eva comió. ¿Fue esa una buena decisión? (¡Ay, no!). Más tarde, Eva le ofreció la fruta a Adán. ¿Fue esa una buena decisión? (¡Ay, no!). Entonces Adán comió de la fruta. ¿Fue esa una buena decisión? (¡Ay, no!). Luego Adán y Eva trataron de esconderse de Dios porque sabían que habían desobedecido. ¿Fue esa una buena decisión? (¡Ay, no!).

Después de eso Dios sacó del huerto a Adán y Eva. No obstante, nunca dejó de amarlos ni quiso que dejaran de reflejar su gloria. Incluso hoy nosotros todavía reflejamos la gloria de Dios, y todos los días podemos escoger ser más parecidos a él.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 1 de La Historia. Pídales a los niños que le digan lo que ven en la ilustración al frente de la tarjeta. Luego voltéenla y haga que lean en voz alta y al unísono el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Cómo se sintió Dios en cuanto a Adán y Eva?

Page 3: Plan de Lecciones

LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 1 PÁGINA 3

• ¿Qué quiere decir que Dios nos hizo a su imagen? (Reflejamos su gloria; tenemos la capacidad de ser parecidos a Dios en nuestras características).

Recoja las tarjetas por ahora. Se las repartirá a los niños más tarde para que se las lleven a casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: El emocionante mundo de DiosMateriales necesarios: tortillas pequeñas, queso crema o crema de malvaviscos, trocitos de legumbres de colores, pasas, semillas de girasol, galletas tipo pretzel, cuchillos y cucharas de plástico, platos de papel, tazones, colorantes para alimentos, toallitas húmedas para la limpieza.

Diga: Hoy vamos a aprender que Dios creó un mundo emocionante. Usaremos estos materiales para producir un emocionante mundo comestible. Déle a cada niño una tortilla en un plato de papel. Pida que los niños usen las cremas y los trocitos de alimentos para confeccionar un mosaico comestible acerca del mundo emocionante de Dios que llene tanto espacio de la tortilla como sea posible. Use tazones adicionales para añadir los colorantes a pequeñas cantidades de queso crema o crema de malvavisco a fin de producir «pintura». Mientras el grupo trabaja, involúcrelos en la conversación.

• Díganme algo sobre el mundo que Dios creó que les despierta curiosidad.• ¿Cómo puede nuestra exploración del mundo de Dios ayudarnos a ser más como él?

Pídales a los niños que le muestren a todo el grupo lo que han hecho. (Los niños pueden comerse sus mosaicos o llevárselos a casa para mostrárselos a sus padres). Concluya diciendo: Dios creó un mundo emocionante y quiere que seamos como él.

Opción 2: El huerto del EdénMateriales necesarios: cartulinas de colores, platos de papel, pegamento, cinta adhesiva, tijeras. Opcional: palillos de dientes, presillas de papel, otros artículos pequeños táctiles.

Diga: Dios creó el huerto del Edén como el lugar perfecto para que Adán y Eva vivieran. Hagamos nuestras propias versiones del huerto del Edén en tres dimensiones. Déle a cada niño un plato de papel. Pídales que recorten del papel formas que representen artículos del huerto del Edén y que las coloquen paradas en un cuadro tridimensional sobre el plato. Un método consiste en doblar una hoja de papel y cortar la forma en dos capas a la vez, dejando el doblez sin cortar en la parte superior de la forma. Doble los extremos inferiores en lengüetas pequeñas que se pueden pegar con cinta adhesiva al plato para que la figura se mantenga derecha. Mientras el grupo trabaja, hágalos participar de la conversación.

• ¿Cómo piensan que el mundo habría sido diferente si Adán y Eva no hubieran desobedecido a Dios?

Page 4: Plan de Lecciones

LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 1 PÁGINA 4

• ¿Qué es lo que más recordarán del relato bíblico de hoy?

Para concluir, diga: Nuestro Dios creó un mundo emocionante para que nosotros viviéramos. Nos hizo semejantes a él de muchas maneras. Sin que importe cuántas estrellas haya en el universo, ellas no pueden conocer a Dios como nosotros podemos hacerlo.

Opción 3: Mi huerto del EdénRepártale una copia de la hoja de actividades «Mi huerto del Edén» a cada niño. Hable de la idea de un mundo «perfecto». Tengan una lluvia de ideas con respecto al tipo de cosas que pudiera haber en un mundo perfecto. ¡Haga que los niños dibujen una versión de su mundo perfecto, creado por Dios, no por el hombre! Pídales que lo lleven a casa para mostrárselo a su familia.

Opción 4: Extensión de la lección unoDios nos dio el mundo y toda la creación para que los usemos y los cuidemos lo mejor que podamos. ¿Cuáles son algunas cosas de la creación que ustedes usan a diario y sin las que piensan que no podría vivir?

¿Cómo cuidan de esa creación?

¿Cómo le muestran a Dios su aprecio?

¿Pueden una o dos personas ser determinantes?

Divida a los alumnos en grupos de tres o cuatro. Haga que cada grupo seleccione una parte de la creación de Dios que necesite más cuidado e interés por parte de la humanidad. Preséntele a cada grupo el reto de redactar un plan para presentárselo a Dios, mostrándole cómo van a proteger la creación.

Dirija al grupo en la tarea de definir o describir la creación, mencionar cómo o por qué pudiera necesitar nuestra atención, y sugerir tres o cuatro maneras en que planean poner en práctica su plan.

Use cartulinas, marcadores y otros materiales de arte si fuera necesario para ayudarlos a ilustrar su proyecto. Preséntele el proyecto al grupo entero.

Al final del tiempo de la lección, ore que los niños aprendan lo que Dios quiere enseñarles por medio de este estudio. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 1 de La Historia para que se lo lleven a casa.

Page 5: Plan de Lecciones

LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 2 PÁGINA 5

DIOS CONSTRUYE UNA NACIÓN

Base bíblica: Génesis 12:1—15:21.

Versículo bíblico: [Dios dijo:] Yo te daré a ti y a tu descendencia, para siempre, toda la tierra que abarca tu mirada. Multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra (Génesis 13:15-16, NVI).

Punto bíblico: Abram confió en Dios y obedeció. Yo también puedo confiar en Dios.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 2: «Dios construye una nación».

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: Opcional: cucharada de arena.

Diga: ¡Todos cuenten hasta diez! Deténgase y cuenten como grupo. Excelente, ustedes saben contar muy bien. Ahora voy a decir algunos números y deseo que alguien me indique cuál viene después. Mencione una serie de números largos, complicados, y vea si alguien puede recordarlos lo suficiente como para decir correctamente cuál número sigue. Por ejemplo, use 1.438.659; 719.534.172; 23.629.743. Felicite al que responda correctamente. Luego pregunte:

• Señalen una cosa de la que quisieran poder tener todo lo que quisieran.

• Además de dinero, ¿cuáles son algunas cosas buenas de las que vale la pena tener mucho?

Opcional: Trace un cuadrado como de tres centímetros de lado en un papel. Échele suficiente arena como para llenar el cuadrado, pero con una capa de solo un grano de espesor. Pregúnteles a los niños cuántos granos de arena piensan que pueden caber en el cuadrado. Puede incluso darle a algún voluntario la oportunidad de tratar de contarlos. ¡La respuesta es alrededor de diez mil! ¡Vaya!Diga: En nuestro relato bíblico de hoy, Dios le promete a Abram que va a tener mucho de algo que no poseía en lo absoluto. Veamos de qué se trata.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Opcional: rollos de papel crepé.

Siga las instrucciones para presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Abram obedece a DiosCuente o calcule cuántos niños hay en su grupo y divídalo en cuatro. Empiece con todos de pie en el centro del área del relato. Gradualmente haga que se dispersen en todas direcciones. Cuando se

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 2 PÁGINA 6

hayan movido hasta los bordes del espacio, pídales que se paren con los brazos extendidos para formar un borde continuo por todos lados. Si su grupo es demasiado pequeño como para lograr eso, haga que los niños se pasen unos a otros un rollo de papel crepé, desenrollándolo conforme lo pasan, y que luego sostengan la cinta para formar un borde.

Abram era un anciano que creía en Dios. Confiaba en Dios para todo. Un día Dios le dijo a Abram: «Deja tu país y vete a la tierra que te voy a mostrar. Voy a hacer de ti una gran nación». Abram confió en Dios, así que empacó todas sus carpas y todo lo que tenía y dejó Jarán, aunque no sabía hacia dónde iba.

Haga que una cuarta parte de los alumnos se paren en uno de los extremos del espacio.

¿Qué se necesita para edificar una gran nación? Tierra y personas… y Abram no tenía ni lo uno ni lo otro, pero confiaba en Dios.

Haga que otro grupo se dirija al segundo borde del espacio. Muévase de un lado para otro dentro de los bordes que se están formando.

Abram se fue a Canaán. Dios le dijo a Abram: «Mira hacia el norte y hacia el sur, hacia el oriente y hacia el occidente». (Deténgase y señale en todas las cuatro direcciones, luego pídales a los niños que se vuelvan y miren). Dios dijo: «Te voy a dar toda la tierra que ves. Voy a darte tantos hijos que no podrás contarlos. Recorre toda la tierra y observa lo que te estoy dando». Abram confió en Dios, así que empacó sus carpas de nuevo y siguió avanzando.

Haga que otro grupo avance hasta el tercer borde.

En Hebrón, Abram construyó un altar para el Señor. Dios le dio a Abram una visión. Le dijo: «Mira al cielo. (Haga que los niños miren hacia arriba). Cuenta las estrellas, si es que puedes. Así es el número de hijos que vas a tener. ¡Tendrás hijos, y más hijos, y más hijos!». Abram confió en Dios, así que lo adoró. Él fue a dondequiera que Dios le indicó.

Haga que el último grupo pase al cuarto borde.

Cuando Abram tenía noventa y nueve años, Dios le dijo: «Tú serás padre de muchas naciones. Tu nombre será ahora Abraham. Naciones y reyes saldrán de ti. Y yo seré su Dios». Abraham estaba muy viejo y no tenía ningún hijo, pero confió en Dios… ¡y un día todo se cumplió! Abraham tuvo un hijo, el cual a su vez tuvo dos hijos, y ellos también tuvieron hijos, y esos hijos formaron nuevas naciones con tierra y personas. Abraham confió en Dios y obedeció. ¡Nosotros también podemos confiar en que Dios cumplirá sus promesas!

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 2 de La Historia. Pídales a los niños que le digan lo que ven en la ilustración al frente de la tarjeta. Luego voltéenla y haga que lean en voz alta y al unísono el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Con respecto a qué confió Abraham en Dios en este episodio?

• ¿De qué manera la experiencia de Abraham afecta lo que ustedes piensan acerca de confiar en Dios?

Page 7: Plan de Lecciones

LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 2 PÁGINA 7

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: El viaje de AbrahamMateriales necesarios: cartulina o papel de empaque color marrón, tijeras, cuerda o lana, marcadores, pegamento. Opcional: plantilla de un mapa, transparencia PowerPoint titulada «El viaje de Abraham» y equipo de proyección, estrellitas engomadas.

Usted puede preparar las plantillas del contorno del mapa de antemano o proyectar el mapa de la transparencia PowerPoint para que los niños lo copien.

Diga: Abraham no siempre supo hacia dónde iba, pero confiaba en que Dios lo dirigiría con seguridad. Hagamos algo que nos recuerde la confianza de Abraham. Pídales a los niños que tracen o dibujen el contorno del mapa en la cartulina o papel de empaque y marquen puntos clave en el viaje de Abraham. También puede animar a los niños a dibujar pequeños recordatorios de las promesas que Dios hizo. Luego haga que usen la cuerda o lana y la peguen sobre la ruta que Abraham siguió. Si lo desean, los niños pueden añadir un trasfondo estrellado al mapa.

• ¿De qué manera Abraham mostró que confiaba en Dios?

• ¿Cómo pueden ustedes mostrar que confían en Dios?

Concluya diciendo: Abraham confió en Dios y obedeció. Ustedes también pueden confiar en las promesas de Dios.

Opción 2: Materiales necesarios: hojas de papel, lápices, cuatro conjuntos de artículos para contar, un reloj con segundero.

Juegue este juego en grupos de seis a ocho personas. Los artículos a contar pueden ser cosas sencillas, tales como centavos, botones, presillas de papel, cuadrados de cartulina o etiquetas adhesivas. Ponga un artículo en cada una de cuatro estaciones por el salón. Asegúrese de que haya un número diferente de cada artículo y suficiente cantidad como para que sea un reto contarlos con precisión y velozmente. Déle a cada jugador una hoja de papel y un lápiz.

Diga: Mientras Abraham viajaba, Dios seguía dándole cosas para contar… ¡y no siempre fue fácil! Explique que los niños harán un recorrido por las cuatro estaciones. En cada estación hallarán algo que contar. Deben contar los artículos y anotar las respuestas. Cuando todos hayan jugado, compare las respuestas y vea si todos contaron la misma cantidad. Si tiene un número impar de alumnos, alguien puede ser el cronometrista. Diga: «Ya» y permita que el primer jugador empiece. Cuando ese jugador pasa a la segunda estación, el segundo jugador empieza. Lleve el tiempo para ver cuánto demora todo el grupo desde el principio hasta el fin. Si tiene tiempo, revuelva el número de artículos en cada estación y juegue de nuevo para tratar de vencer el tiempo del grupo ganador. Después, converse sobre estas preguntas:

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 2 PÁGINA 8

• ¿De qué manera las promesas de Dios son algo que podemos contar?

• ¿Mencionen alguna cosa con respecto a la cual les gustaría confiar en Dios?

Concluya diciendo: Dios siempre cumple sus promesas, de modo que podemos confiar en él.

Opción 3: Confío en DiosRepártale una copia de la hoja de actividades «Confío en Dios» a cada niño. Hable de lo que significa confiar y cómo a veces es difícil hacerlo, mientras que en otras ocasiones simplemente sabemos que podemos confiar en alguien. ¡Dios es una persona en la que podemos confiar siempre! Coloreen las letras de este afiche y cuélguenlo en su dormitorio o en el refrigerador de la cocina para que les recuerde que Dios es digno de confianza.

Opción 4: Extensión de la lección dosIndíquele al grupo que vamos a hablar de promesas. Pida que algunos voluntarios definan la palabra promesa y que dos o tres mencionen algunas promesas que alguien les haya hecho.

¿Cuán importantes son las promesas?

¿Toman en serio las personas las promesas?

¿Qué afectaría la seriedad con que tomamos una promesa?

¿Cuáles son algunas de las promesas que Dios le ha hecho a su pueblo? ¿Nos hace Dios promesas ahora?

Tengan una lluvia de ideas en cuanto a las promesas que el grupo le ha hecho a otros (5 -6). Luego hable de algunas promesas que le han hecho a Dios.

¿Es difícil romper una promesa? ¿Por qué sí o por qué no?

Divida al grupo en subgrupos más pequeños. Pida que cada subgrupo escriba un verso al final de esta estrofa y luego cántenla juntos, usando la melodía de «Cristo me ama».

Dios promete, bien lo sé

Que él me ama de verdad.

Y le prometo justo a él

Que ____________________.

Al final del tiempo de la lección, ore para que los niños aprendan a confiar en Dios y obedecerle esta semana. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 2 de La Historia para que se lo lleven a casa.

Page 9: Plan de Lecciones

LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 3 PÁGINA 9

Base bíblica: Génesis 37:1-36; 39:1-23; 41:1—45:7.

Versículo bíblico: —No tengan miedo —les contestó José— [...] Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien (Génesis 50:19-20, NVI).

Punto bíblico: Dios dispuso las cosas para el bien de José. Dios sabe lo que es bueno para mí.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 3: «José: De esclavo a alto dignatario del faraón».

JOSÉ: DE ESCLAVO A ALTO DIGNATARIO DEL FARAÓN

PASO 1: REÚNETE

Llame la atención de los niños mugiendo fuertemente. Haga que todos imiten el mugido junto con usted. Luego, dé una señal para que todos guarden silencio. Diga: Veamos cuánto saben sobre las vacas. Haga las siguientes preguntas, y deje que el grupo adivine las respuestas:

• ¿Cuántas horas al día pasa una vaca comiendo? (Seis).

• ¿Cuántos galones de leche produce en promedio una vaca cada día? (Diez).

• ¿Cuánto vive una vaca? (Hasta veinticinco años).

• ¿Cuánto pesa una vaca? (Unos setecientos kilos).

• ¿Cuánta agua bebe una vaca al día? (Agua como para llenar una tina de baño).

• ¿Cuantos vasos de leche produce una vaca en toda su vida? (Dos mil).

Luego pregunte:

• ¿De qué manera las vacas son buenas para las personas?

• Si las vacas se ponen demasiado flacas, ¿de qué manera afecta eso a los seres humanos?

Diga: Las vacas son una parte importante de nuestro relato bíblico de hoy. Veamos lo que José tiene que decir al respecto.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: papel, lápices o marcadores.

Reparta el papel y los lápices o marcadores. Instruya a los alumnos a que dibujen catorce círculos como de diez centímetros de diámetro. Pueden usar dos hojas de papel. Explique que van a dibujar caras de emoción en los círculos. Siga las instrucciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Page 10: Plan de Lecciones

LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 3 PÁGINA 10

Del pozo al palacioCuando llegue a una palabra que aparece en negrita, haga una pausa y déles a los alumnos un momento para dibujar la emoción en uno de los círculos del papel.

José era el hijo favorito de su padre y sus diez hermanos mayores le tenían envidia. (Haga una pausa y pídales a los alumnos que dibujen cómo sería una cara «envidiosa»). Un día los hermanos tuvieron la oportunidad de hacer que José se preocupara (pausa). Algunos querían matarlo, pero lo echaron más bien en un pozo seco. Imagínense la sorpresa (pausa) de José. Luego los hermanos decidieron vender a José a un grupo de comerciantes que pasaba. Los hermanos se alegraron (pausa) de librarse de José, y así fue como acabó en Egipto como esclavo.

Aunque era esclavo, José tenía un trabajo bastante bueno en Egipto, con muchas responsabilidades. Muchos dependían de él y siempre realizó una buena labor. Sin embargo, un día alguien dijo unas cuantas mentiras sobre José y acabó en la cárcel. Estoy seguro de que se sintió aturdido (pausa) y confuso (pausa), pero una vez más, José hizo un buen trabajo y acabó con muchas responsabilidades aunque se encontraba en prisión. Nunca dejó de tener esperanza (pausa).

Después de unos pocos años, el faraón, rey de Egipto, empezó a tener pesadillas sobre unas vacas gordas y otras vacas flacas. No entendía lo que querían decir esos sueños alocados, sintiéndose perplejo (pausa) y agotado (pausa) porque no podía dormir; así que el faraón le preguntó a José. Él le explicó que las siete vacas gordas significaban que Egipto tendría siete años muy buenos con abundancia de comida. No obstante, las siete vacas flacas querían decir que transcurrirían siete años malos, en los que no habría alimento suficiente para todos. José le dijo al faraón que guardara alimentos durante los años buenos para darles de comer a todos durante los años malos. El faraón quedó complacido (pausa). Debido a esa gran idea, el faraón puso a José a cargo de guardar los alimentos. Así fue como José acabó viviendo en un palacio. Nadie sino el faraón era jefe de José. Podía haberse vuelto muy orgulloso (pausa), pero no fue así.

Años más tarde, la gente venía de todas partes a Egipto buscando alimentos. Los diez hermanos mayores de José estaban entre los que vinieron. No tenían ni idea de lo que le había sucedido a José, y no lo reconocieron. José podía haber estado enojado (pausa), pero no fue así. Él tuvo que alejarse para llorar (pausa). Sin embargo, José no les dijo a sus hermanos quién era. Finalmente, José ya no pudo más. Quería mostrarles su amor (pausa). Por último, declaró: «Yo soy José, su hermano». Ahora los hermanos tuvieron miedo (pausa). José añadió: «No se enojen por haberme vendido. Dios me envió de antemano para salvar muchas vidas». Así fue como José acabó salvando a toda la familia con costales y costales de alimentos.

Cuando los hermanos de José lo arrojaron a un pozo seco y después lo vendieron como esclavo, querían que le ocurrieran cosas malas. No obstante, Dios dispuso todo para que sucedieran cosas buenas tanto para los hermanos como para muchas otras personas. ¡Dios siempre tiene ideas asombrosas en las que nosotros nunca pensamos!

Cuando el relato haya terminado, pregunte:

• ¿De qué manera Dios logró que todo resultara para el bien de José?

• ¿Cómo les gustaría que Dios dispusiera las cosas en su vida para que resultaran buenas?

Page 11: Plan de Lecciones

LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 3 PÁGINA 11

Diga: Una y otra vez, José tuvo que confiar en que Dios sabía lo que era mejor. ¡Podemos aprender de él una lección muy buena!

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 3 de La Historia. Pídales a los niños que recapitulen la historia diciéndole lo que ven en la ilustración al frente de la tarjeta. Repase el versículo bíblico de esta semana. Pregunte:

• Díganme cómo Dios hizo que resultara algo bueno de las cosas malas que le sucedieron a José

• ¿Por qué las emociones son importantes en este relato bíblico para entender lo que Dios hizo?

Recoja las tarjetas por ahora. Se las repartirá a los niños más tarde para que las lleven a casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Pasen el costalMateriales necesarios: cartulinas, tijeras, reproductor de disco compacto y música. Opcional: bolsas de papel para almuerzos.

Recorte once contornos de costales en cartulina. Haga diez costales del mismo color, y el último de un color diferente. Pídale al grupo que se siente en un círculo.

Diga: José tuvo muchos problemas debido a lo que sus diez hermanos hicieron, pero Dios dispuso las cosas para bien y José les dio a sus hermanos costales de alimentos. Explique que va a tocar música mientras los alumnos se pasan los costales de papel unos a otros. Cuando la música se detenga, el que tiene el costal de diferente color contará el principio del relato. Siga tocando la música hasta que los niños hayan relatado todo el episodio. Si es necesario, recuérdeles a los alumnos que mantengan la secuencia todo lo que sea posible.

Opcional: Cuando alguien mencione a las vacas, pregunte si la clase sabe cuántos estómagos tiene una vaca. La respuesta es cuatro, y cada uno sirve para un propósito diferente. Una vaca puede digerir cosas que las personas no pueden y convertirlas en leche. Eso ciertamente es para nuestro bien. ¡Vaya!

Opción 2: Alimento para vacas gordasMateriales necesarios: cartulina en matices de marrón, cinta adhesiva transparente, marcadores, cereal para desayuno o galletas de sal.

Doble la cartulina por la mitad verticalmente. Córtela al medio de modo que obtenga dos tiras dobladas de cada hoja. Déle a cada alumno una tira. Diga: Dios usó las circunstancias en la vida de José a fin de proveer alimentos para un incontable número de personas. José guardó el grano

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 3 PÁGINA 12

en las bodegas y luego lo repartió cuando vino el hambre. Explique que los niños confeccionarán un costal de papel y lo llenarán con grano.

Ponga una tira doblaba sobre la mesa. Doble los bordes como a dos centímetros para formar la boca del costal. Use la cinta adhesiva para pegar ambos lados hasta abajo. Haga que los niños escriban en un lado: «Dios sabe lo que es mejor para mí». Abra el costal y llénelo con cereal para el desayuno o galletas. Mientras comen, pregunte:

• ¿Qué cosas están sucediendo en la vida de ustedes que les gustaría que Dios convirtiera en algo bueno?

• ¿Cómo puede Dios usar lo que ocurre en la vida de ustedes para ayudar a otros?

Diga: Dios sabe qué es lo mejor y puede usar cualquier cosa para el bien. Vuelva a llenar los costales de cartulina antes de que los alumnos se vayan.

Opción 3: Dios sabe lo que es mejorRepártale una copia de la hoja de actividades «Dios sabe mejor» a cada niño. Hable sobre la confianza (refiérase de nuevo a la lección dos si es necesario) y acerca de cómo podemos confiar en que Dios sabe lo que es mejor. ¿De qué manera Dios demostró que sabía lo que era mejor en la vida y la situación de José? Coloreen el dibujo de José y sus hermanos. Añadan el versículo bíblico para la lección de hoy al pie de la página. «No tengan miedo —les contestó José— […] Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien» (Génesis 50:19-20).

Opción 4: Extensión de la lección tresUna de nuestras enseñanzas es que Dios puede producir el bien de cualquier situación. Tengamos una lluvia de ideas en cuanto a otros episodios en los cuales Dios hace eso por su pueblo:

• Esclavitud en Egipto

• Noé y el diluvio

¿Cuáles son algunos ejemplos actuales de acontecimientos en la vida o la comunidad de los cuales ha resultado el bien?

¿Es difícil a veces ver el bien en una situación? ¿Por qué?

En una hoja de papel, haga que cada alumno escriba sobre una ocasión en la que Dios supo lo que era mejor para él o ella. Algunos voluntarios pueden leerle al grupo entero lo que escribieron.

Al final del tiempo de la lección, ore que Dios ayude a los niños a creer que él sabe lo que es mejor para ellos. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 3 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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Base bíblica: Éxodo 1:1—2:10; 3:9; 12:31; 13:21-22.

Versículo bíblico: —No tengan miedo —les respondió Moisés—. Mantengan sus posiciones, que hoy mismo serán testigos de la salvación que el Señor realizará en favor de ustedes (Éxodo 14:13, NVI).

Punto bíblico: Dios cuidó a Moisés y su pueblo. Dios me cuida a mí también.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 4: «La salida de Egipto».

LA SALIDA DE EGIPTO

LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 4 PÁGINA 13

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: un almohadón pequeño blando.

Explique que va a lanzarle el almohadón a un niño, el cual no puede tratar de atraparlo. Designe a otro niño para que cuide al primero y trate de impedir que el almohadón lo golpee. Haga esto unas pocas veces con varios niños. Luego diga: Cuando lancé el almohadón, pedí que alguien cuidara a la persona a la que se lo lanzaba. Pregunte:

• ¿Qué quiere decir que uno está cuidando a alguien o algo?

• Cuéntenme de una ocasión cuando alguien estuvo cuidándolos.

Diga: En el relato bíblico que tenemos para hoy, veremos cómo Dios cuidaba a su pueblo e intervino a favor de ellos.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Opcional: un tambor

Siga las instrucciones para presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Cuidado al caminarEn el relato bíblico de hoy, los niños van a imaginarse que están en una caminata y tienen que vigilar si hay peligro más adelante. Anime un poco el ambiente pidiendo que el grupo use el pulgar y el dedo índice para formar anillos alrededor de los ojos y mirar por el salón. Pida que un voluntario encabece la caminata diciendo en voz alta: «Uno, dos, tres, cuatro; uno, dos, tres, cuatro», mientras el grupo marca el paso en su propio sitio. Tal vez quiera darle un tambor a un voluntario para que marque el ritmo. A su señal, la marcha se detiene. Continúe con el siguiente segmento del relato. Cada vez que los niños lo oigan decir: «¡Ah, cuidado!», deben mirar por todas partes del cuarto con los anteojos formados con sus dedos. Luego haga que vuelvan a marchar hasta que dé la señal de detenerse de nuevo.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 4 PÁGINA 14

El pueblo de Dios vivía en Egipto, pero no siempre disfrutaba de una buena vida. Eran esclavos y tenían que trabajar duro para servir a los egipcios. El faraón, el rey de Egipto, pensaba que había demasiados israelitas, así que dio la orden de echar al río a todos los niños israelitas que nacieran. ¡Ah, cuidado!

Un niño le nació a una familia que confiaba en Dios. Dios estaba cuidando a ese bebé. Su mamá lo escondió por tres meses, y cuando ya no pudo tenerlo más en la casa, lo colocó en una canasta hecha de cañas de papiro y la puso a flotar en el río. La hermana mayor del bebé estaba cerca cuidándolo. ¡Aquí viene alguien! ¡Ah, cuidado!

La hija del faraón halló al niño en el río. Quería que fuera su propio hijo, pero necesitaba que alguien lo cuidara. La hermana del bebé corrió y trajo a su mamá, y así la misma madre del niño fue la que lo cuidó. Dios realmente estaba protegiéndolo. Al bebé le pusieron por nombre Moisés.

Cuando Moisés creció, Dios le habló: «He visto la manera en que los egipcios maltratan a mi pueblo», dijo. «Te voy a enviar al faraón. Quiero que saques de Egipto a los israelitas. Ellos son mi pueblo». ¡Ah, cuidado!

¡Moisés estaba nervioso por este gran trabajo que Dios le había encomendado! El faraón era un rey poderoso y el pueblo de Dios se había convertido en un grupo muy numeroso. ¿Cómo iba Moisés a sacarlos a todos de Egipto? ¿Qué sucedería si el faraón se enojaba? ¡Ah, cuidado!

Moisés habló con el faraón, pero el faraón no quiso dejar que los israelitas se fueran. ¿Quién haría el trabajo si los esclavos se iban? Sin embargo, Dios tenía un plan. Él hizo que sucedieran en Egipto muchas cosas muy feas, que asustan. El río se convirtió en sangre. Insectos fastidiosos y ranas brotaron por todas partes. Todos los animales se enfermaron. Cayó granizo en todo el país. Se hizo la oscuridad incluso de día. El faraón fue terco ante todo eso y no quiso dejar que el pueblo de Dios se fuera. Finalmente, Dios decidió quitarle el hijo mayor a toda familia egipcia. Les dijo a los israelitas que pintaran una franja especial en la parte superior de sus puertas a fin de que esta horrorosa plaga no los afectara a ellos. Eso convenció al faraón. Decidió dejar que los israelitas se fueran. ¡Ah, cuidado!

Una noche, faraón mandó a buscar a Moisés y le dijo: «¡Váyanse de aquí! ¡Váyanse de mi país! ¡Váyanse!». Así que esa noche todo el pueblo de Dios salió de Egipto. Mientras viajaban, Dios siempre estaba con ellos. Durante el día, el Señor marchaba delante de ellos en una columna de nube; por la noche, los guiaba con una columna de fuego. Dios nunca abandonó a su pueblo.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 4 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciendo lo que ven al frente de la tarjeta. Luego voltéenla y haga que lean en voz alta y al unísono el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Qué significa «mantener sus posiciones»?

• ¿De qué manera las personas del relato «mantuvieron sus posiciones», es decir, permanecieron firmes, en tiempos que dan miedo?

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 4 PÁGINA 15

Diga: Dios cuidó a Moisés y a su pueblo, y él los cuida a ustedes también. Recoja las tarjetas por ahora. Se las repartirá a los niños más tarde para que las lleven a casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Columnas de nube y fuegoMateriales necesarios: varitas gigantes para trabajos manuales, bolas de algodón, pegamento. Opcional: papel de seda rojo, amarillo o anaranjado.

Diga: Dios cuidó a su pueblo y lo sacó de Egipto. Luego los cuidó guiándolos con una columna de nube de día y una columna de fuego de noche. Explique que el grupo va a confeccionar una columna de nube. Pegue bolas de algodón en ambos lados de una de las varitas gigantes para trabajos manuales. Estire el algodón a fin de lograr que el proyecto parezca una nube grande en vez de una colección de bolitas. Opcional: estruje el papel de seda y péguelo también a una de las varitas para hacer la columna de fuego. Mientras los niños trabajan, indique:

• Díganme todas las maneras en que Dios cuidó a su pueblo en este relato bíblico.

• Mencionen algunas maneras en que Dios los cuida.

Diga: Dios siempre está listo para cuidarnos y guiarnos, tal como lo estuvo con Moisés y su pueblo.

Opción 2: Juego de mantener las posicionesMateriales necesarios: variedad de artículos que hacen estrépito, tales como ollas y cucharas, bloques de madera, matracas, campanas; vendas para los ojos.

Diga: Nuestro versículo bíblico de hoy nos recuerda que debemos mantener nuestra posición cuando las cosas se ponen feas, ya que Dios está allí con nosotros. Juguemos un juego para ver cuán bien podemos mantenernos firmes. Recuérdeles a los niños el versículo que leyeron en la tarjeta. Practíquenlo repitiéndolo juntos. Luego haga que los niños se turnen para colocarse una venda sobre los ojos y darle la espalda al grupo. Algún otro chico del grupo puede escoger un artículo que haga un ruido repentino, acercarse de puntillas por detrás al jugador con los ojos vendados, y hacer un ruido fuerte. Observen si el jugador con los ojos vendados puede «mantener su posición» y no asustarse por el ruido. Juegue tantas veces como lo permita el tiempo. Acceda a que los niños sean creativos en cuanto a usar otros artículos que haya en el salón, pero tenga cuidado de que nadie salga lastimado. Después que todos hayan tenido su turno para vendarse los ojos, conversen.

• Indiquen algo que pudiera sucederles y que les haría difícil «mantener sus posiciones».

• Mencionen una manera en que Dios los salva cuando están asustados.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 4 PÁGINA 16

Diga: Moisés estaba nervioso a veces. Todos nos asustamos. Pero Dios siempre está ahí, listo para ayudar.

Opción 3: Búsqueda de palabras sobre el ÉxodoRepase brevemente el episodio de Moisés y el faraón. Hable acerca de palabras clave. Entréguele una copia de «Búsqueda de palabras sobre el Éxodo» a cada niño. Ayúdelos a resolver el acertijo.

Opción 4: Extensión de la lección cuatroOímos muchos relatos sobre cómo las personas han sido protegidas y sobrevivido en medio de accidentes, tempestades, robos, enfermedades y otros desastres. La gente les llama milagros a estos sucesos.

Hable de algunos acontecimientos recientes como los indicados.

Según su manera de pensar, ¿por qué a algunas personas les va bien mientras que a otras no?

Haga que cada alumno escriba en una cartulina una oración de agradecimiento a Dios por cuidarnos. Decórela con materiales de arte y muéstrela.

Concluya la clase orando que los niños puedan saber que Dios siempre está cerca cuando los tiempos dan miedo. Si es adecuado, reparta la Tarjeta ilustrada 4 de La Historia para que los alumnos se la lleven a casa.

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NUEVOS MANDAMIENTOS

Base bíblica: Éxodo 19:1-8; 20:1-17.

Versículo bíblico: Y todo el pueblo [de Dios] respondió a una sola voz: «Cumpliremos con todo lo que el Señor nos ha ordenado» (Éxodo 19:8, NVI).

Punto bíblico: Dios nos dio reglas para que podamos conocerlo. Puedo conocer a Dios aprendiendo sus mandamientos.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 5: «Nuevos mandamientos».

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: pizarrón o pliego grande de papel, marcadores.

Diga: Lávate las manos antes de comer. Rojo quiere decir para; verde quiere decir sigue. Haz tus tareas escolares antes de jugar vídeos. Tenemos reglas por todos lados, en todo momento de nuestra vida. Sin embargo, ¿qué hace que una regla sea buena? Pida respuestas y esté listo para anotar todo lo que los alumnos dicen sobre lo que constituye una buena regla.

• Denme algunos ejemplos de reglas buenas.

• Si tuvieran que hacer una buena regla en estos momentos, ¿cuál sería?

Diga: Las buenas reglas tienen un propósito. No son simplemente para obligar a las personas a obedecer, sino para mantenerlas seguras y que aprendan buenos hábitos. Nuestro relato bíblico de hoy tiene que ver con las reglas o mandamientos que Dios le dio a su pueblo.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: copias de la hoja suelta «Diez Mandamientos», lápices.

Siga las instrucciones para presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Mandamientos para el pueblo de DiosPara el aprendizaje del relato bíblico de hoy, los niños usarán la hoja suelta «Diez Mandamientos» a fin de identificar las nuevas reglas que Dios le dio a su pueblo. Prepárense para esta actividad con la siguiente explicación.

Después de cientos de años de vivir en Egipto, el pueblo de Dios salió de ese país. Dios quería llevarlos a su propia tierra y escogió a Moisés para guiarlos. No obstante, primero, entretanto los israelitas estaban en el desierto, Dios le dio a Moisés algunas reglas que

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debían seguir si querían continuar siendo el pueblo especial de Dios. Mientras Moisés se encontraba en el monte Sinaí escuchando a Dios, él le dio diez reglas o mandamientos para que el pueblo las siguiera. Dios las escribió en dos tablas grandes de piedra que Moisés le trajo al pueblo. Dios dijo: «Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo».

Reparta las hojas sueltas y los lápices. Explique que las palabras constituyen todos los Diez Mandamientos, pero sin puntuación o mayúscula al principio de una oración gramatical. La tarea es identificar los Diez Mandamientos por separado. Adviértales que la palabra «no» no siempre significa el principio de un nuevo mandamiento. Permita que los niños trabajen con un compañero o en grupos pequeños. Deben escribir el número de cada mandamiento sobre la primera palabra con que empieza. Los que disfruten trabajando más tal vez quieran añadir signos de puntuación o mayúsculas. Conceda abundante tiempo para que trabajen en esto y luego reúnanse a fin de revisar las respuestas. Use este tiempo para explicar cualquier concepto que pueda ser confuso. Por ejemplo, usar mal el nombre de Dios significa utilizarlo de manera que no le dé honor a Dios. Cometer adulterio quiere decir romper las promesas que uno hace cuando se casa. Dar falso testimonio significa mentir.

Esta es la correcta división de los mandamientos.

1. No tengas otros dioses además de mí.2. No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo,

ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni los adores.

3. No pronuncies el nombre del Señor tu Dios a la ligera. Yo, el Señor, no tendré por inocente a quien se atreva a pronunciar mi nombre a la ligera.

4. Acuérdate del sábado, para consagrarlo [...] el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo.

5. Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios.

6. No mates. 7. No cometas adulterio. 8. No robes. 9. No des falso testimonio en contra de tu prójimo. 10. No codicies [...] nada que le pertenezca a tu prójimo.

Concluya el tiempo de estudio bíblico diciendo: Moisés descendió y le explicó al pueblo todas las palabras y leyes de Dios. Y todo el pueblo respondió a una sola voz: «Cumpliremos con todo lo que el Señor nos ha ordenado».

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 3 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer en voz alta el versículo bíblico que consta en el reverso. Pregunte:

• ¿Por qué le dio Dios a su pueblo estas reglas?

• ¿Cómo respondió el pueblo a los mandamientos de Dios? ¿Cómo responden ustedes?

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 5 PÁGINA 19

Recoja las tarjetas por ahora. Se las repartirá a los niños más tarde para que las lleven a casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Juego «Hazlo todo»Materiales necesarios: copias de la hoja suelta «Hazlo todo», lápices, papel, Biblias.

Coloque un marcador en la página correspondiente a Éxodo 19:8 en una o más Biblias y déjelas donde los niños puedan hallarlas. Déles copias de la hoja suelta y lápices. Explique: Este es el juego «Hazlo todo». Sus papeles les dicen lo que tiene que hacer. Cuando hayan terminado cada tarea, márquenla. Pueden realizarlas en cualquier orden que quieran, pero deben hacerlas todas. Lea la lista y asegúrese de que todos entienden las tareas. Si quiere, puede decir que el reto es ver cuánto tiempo les demora a todos hacer todas las cosas de la lista, luego lleve la cuenta del tiempo mientras los niños se mueven por el salón. Cuando todos hayan terminado, reúnalos para la conversación.

• ¿Qué dice el versículo bíblico que leyeron hoy?

• Les di diez cosas que hacer, y eran bastante fáciles. ¿Cómo se sienten en cuanto a lo que Dios les pide hacer en sus mandamientos?

Opcional: Pida que los niños adivinen cuán antiguos son los Diez Mandamientos. La respuesta es que tienen alrededor de tres mil quinientos años, sin embargo, las personas todavía los leen y los siguen por todo el mundo. ¡Vaya!

Diga: Esto fue simplemente un juego, pero las reglas de Dios tienen un propósito. Dios nos dio sus mandamientos para que podamos conocerlo mejor. Cuando aprendemos y seguimos las leyes de Dios, nos acercamos más a Dios mismo.

Opción 2: Memoria de tresMateriales necesarios: copias múltiples de la hoja suelta «Nuevas reglas» en cartón o cartulina fuerte, tijeras.

Opcional: bolsitas plásticas pequeñas resellables.

Este juego sigue el formato de cualquier juego de entrenar la memoria conocido, con el desafío añadido de hallar tres tarjetas similares en lugar de dos. Haga que los niños formen grupos de tres o cuatro personas. Déle a cada grupo tres copias de la hoja suelta y pídales que recorten las tarjetas. Los grupos pueden revolver las tarjetas y luego colocarlas con las palabras hacia abajo sobre una mesa para jugar el juego de la «memoria». Cada jugador por turno voltea tres tarjetas. Si todas las tres son similares, el jugador las guarda. Si no son iguales, las vuelve a poner boca abajo y otro toma el turno. Si gusta, puede darle a cada niño un juego de treinta tarjetas en una bolsa de plástico para que se lo lleve a casa y juegue con su familia. Hablen sobre:

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 5 PÁGINA 20

• ¿Por qué le dio Dios mandamientos a su pueblo?

• ¿Cómo podemos aprender de Dios al guardar sus buenas reglas?

Diga: No siempre sabemos lo que es bueno para nosotros, pero Dios sí lo sabe. Sus reglas nos ayudan a mantenernos protegidos de las cosas que nos pueden hacer daño mientras aprendemos a seguir el camino de Dios.

Opción 3: ¡Estas son las reglas!Entréguele a cada niño una copia de la hoja de actividades «Estas son las reglas». Lea de nuevo cada uno de los mandamientos, deteniéndose a repasar su significado y cómo cada uno impacta sus vidas como niños de los días modernos y creyentes. Si los niños quieren, pueden colorear el cartelón y llevarlo a casa para mostrárselo a su familia.

Opción 4: Extensión de la lección cincoHablen más en cuanto a las reglas y cómo los alumnos siguen hoy los antiguos Diez Mandamientos.

¿Hay reglas o mandamientos en la vida cotidiana? Tengamos entonces una lluvia de ideas buscando diez de este tipo de reglas.

Pida que cada alumno use la hoja suelta «Diez reglas» para escribir algunas reglas o mandamientos que siguen todos los días. Estas pueden ser reglas en la casa, la escuela, con las amistades, en los clubes.

Concluya el tiempo de clase orando que los niños lleguen a conocer y amar las reglas de Dios para su pueblo.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 6 PÁGINA 21

Base bíblica: Números 13:1-3, 17-33; 14:1-11, 22, 34-38.

Versículo bíblico: [Josué y Caleb dijeron:] Si el Señor se agrada de nosotros, nos hará entrar en ella. ¡Nos va a dar una tierra […]! (Números 14:8, NVI).

Punto bíblico: Josué y Caleb confiaron en Dios. Yo puedo confiar en Dios pase lo que pase.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 6: «Errantes».

ERRANTES

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: dos recipientes plásticos con tapas, galletas, basura.

En uno de los recipientes coloque galletas u otras golosinas. En el otro ponga algo de basura o alguna cosa igualmente desagradable. Al empezar la clase, invite a un par de niños a inspeccionar los dos recipientes. Muéstrele el contenido de uno de los recipientes a un niño y el otro al otro chico. Luego pida que cada niño le dé un informe al grupo completo de lo que vieron. La regla es que no pueden decir el nombre de lo que vieron; solo pueden describir el contenido. Pida que el grupo entero elija cuál recipiente piensan que es el mejor sin ver el contenido con sus propios ojos. Luego revele los contenidos.

• Les pedí a nuestros voluntarios que dieran un informe. Cuéntenme acerca de una ocasión en la que hayan dado un informe.

• Al escuchar los dos informes, ¿pensaron que les gustaría más informar sobre la golosina que acerca de la basura? ¿Por qué?

Diga: Lo que le decimos a otras personas puede influir en lo que piensan. En nuestro relato bíblico de hoy veremos cómo un informe en realidad hizo que el pueblo quisiera desobedecer a Dios.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 6 de La Historia.

Siga las instrucciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Espías en la tierraEsta presentación del relato de la Biblia es un drama que un grupo de alumnos puede representar. Si gusta, ponga a disposición de ellos algunos trajes y la utilería apropiada para los tiempos de la

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 6 PÁGINA 22

Biblia. Si tiene un grupo pequeño, haga que un mismo alumno sirva de narrador y espía. Después del drama, vuelva a la sección «Oye el relato» en el plan de la lección para una conversación breve.

Narrador 1: Hace cientos de años Dios le prometió a Abraham hacerlo padre de muchas naciones y darle la tierra de Canaán. Para el tiempo de nuestro relato, Abraham ya tenía tantos descendientes que no era posible contarlos, y ellos estaban a punto de entrar en una nueva tierra: la tierra que Dios les prometió.

Narrador 2: Dios le habló a Moisés, el líder de los israelitas. Él le dijo: «Envía a algunos hombres para que exploren la tierra de Canaán. Voy a dársela al pueblo de Israel». Así que Moisés envió a doce espías para que exploraran la tierra de Canaán.

Narrador 1: Moisés tenía muchas preguntas:

Moisés: ¿Son fuertes o débiles los que viven allí? ¿Es la tierra buena o mala? ¿Tienen las ciudades murallas altas? ¿Hay árboles o no? ¿Es la tierra rica o pobre? Las mentes inquisitivas quieren saber.

Espía 1: Exploramos todo nuestro camino a través del desierto y finalmente llegamos a un valle.

Espía 2: ¡Y qué valle! Vimos uvas que crecían tanto que un solo racimo ocupaba toda la rama. Dos de nosotros tuvimos que llevarlo en un palo.

Espía 3: No se olviden de los higos y las granadas.

Espía 1: Exploramos la región montañosa y el río Jordán. Era como si de la tierra fluyera leche y miel. ¡Es una tierra buena!

Espía 2: Pero también exploramos las ciudades, y tienen murallas muy altas.

Espía 3: Vimos a los que viven detrás de los muros. ¡Son poderosos!

Narrador 1: Por cuarenta días los doce espías recorrieron la tierra que Dios había prometido darles a los israelitas.

Narrador 2: Finalmente, era tiempo de volver y presentar un informe.

Moisés: ¿Qué tienen que decirnos?

Narrador 1: Los diez espías presentaron su informe.

Espía 1: Es una tierra buena, pero los que viven allí son grandes y asustan.

Espía 2: Así es, grandes y asustan.

Espía 3: Exacto, realmente grandes y asustan.

Narrador 2: Sin embargo, dos espías presentaron un informe diferente. Caleb se levantó para hablar.

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Caleb: Debemos subir y tomar la tierra. ¡Podemos hacerlo!

Espía 1: ¡No podemos atacar a esa gente! Son más fuertes que nosotros.

Espía 2: ¡Así es, son grandes y asustan!

Espía 3: Exacto, realmente grandes y asustan.

Espía 1: ¡En comparación con ellos, nosotros somos como saltamontes!

Narrador 1: Los israelitas no sabían qué pensar. Lloraron a gritos toda la noche. Pero Caleb y su amigo Josué no se iban a dar por vencidos.

Caleb: Si el Señor se agrada de nosotros, él nos llevará a esa tierra. Es una tierra que tiene abundante leche y miel. Dios nos la dará. No tengan miedo. ¡El Señor está con nosotros!

Narrador 2: No obstante, el pueblo les creyó a los diez espías. Todos los israelitas se quejaron. Dios decidió castigarlos por dudar de que él pudiera derrotar a la gente grande de Canaán.

Narrador 1: Dios dijo que solo Caleb y Josué podrían vivir en la tierra prometida, porque ellos creyeron en Dios y no en los malos informes de los otros espías.

Narrador 2: Así que durante cuarenta años los israelitas se quejaron y anduvieron errantes por el desierto, hasta que toda la gente adulta murió. Sus hijos crecieron y estuvieron listos para entrar con Josué y Caleb a la nueva tierra que Dios había prometido.

Narrador 1: Siempre podemos confiar en las promesas de Dios conforme examinamos nuestro camino a través de las aventuras de nuestra vida.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 6 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciendo lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer en voz alta el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Qué efecto ejerció sobre los israelitas el mal informe de los diez espías?

• ¿Qué sucede cuando escuchamos lo que la gente dice en lugar de prestarle atención a lo que dice Dios?

Diga: Caleb y Josué confiaron en Dios, aun cuando los demás no lo hicieron. Nosotros podemos confiar en Dios pase lo que pase.

Recoja las tarjetas por ahora. Se las repartirá a los niños más tarde para que las lleven a casa.

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PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Cosas buenas de la tierra prometidaMateriales necesarios: leche, miel, galletas dulce, uvas, vasos y platos de papel, cuchillos de plástico.

Opcional: higos, granadas.

Vea si los niños pueden recordar los alimentos que se mencionaron en el relato. Asegúrese de que mencionan las uvas, los higos, las granadas, la leche y la miel. Muéstreles que usted ha reunido algunos de estos alimentos para que los disfruten juntos. Unte miel en las galletas. Disfruten de este manjar. Mientras saborean la merienda, anímelos a que vuelvan a contar el relato y recalque que la abundancia de alimentos significa que la tierra que Dios le estaba dando a su pueblo era una tierra buena. Se trataba de la tierra que había prometido cientos de años antes.

• ¿Qué sucedió cuando el pueblo dudó de lo que Dios podía hacer?

• ¿Por qué Caleb y Josué no se dejaron influir por el informe de los diez espías?

Diga: Dios prometió darle una nueva tierra a su pueblo. Caleb y Josué confiaban en que Dios cumpliría su promesa, y no permitieron que los demás los hicieran cambiar de parecer.

Opción 2: ¿A quién escuchar?Materiales necesarios: hoja suelta «¿A quién escuchar?». Opcional: utilería variada.

Saque una copia de la hoja suelta «¿A quién escuchar?». Recorte los tres escenarios. Haga que los niños trabajen en grupos a fin de preparar una dramatización que ilustre los escenarios. (Si tiene un grupo grande, puede duplicar los escenarios y ver cómo grupos diferentes manejan la misma situación). Concédales diez minutos para que planeen y practiquen, luego haga que cada grupo represente su parte. Aplauda todas las presentaciones y luego conversen sobre:

• Cuando oyen dos opiniones diferentes acerca de una situación, ¿cómo deciden a quién prestarle atención?

• ¿De qué manera el relato bíblico de hoy los ayuda en situaciones como estas?

Diga: Caleb y Josué tenían confianza porque sabían que estaban obedeciendo a Dios. Ustedes deben permitir que Dios establezca la norma para sus decisiones, no otras personas.

Opción 3: La confianza es la cuestiónEntréguele una copia de la hoja de actividades «La confianza es la cuestión» a cada niño. Hable de la confianza que Caleb y Josué deben haber tenido en el poder y el amor de Dios. Converse sobre el hecho de que Dios sabía también que podía contar con Caleb y Josué. ¿En quién pueden

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 6 PÁGINA 25

confiar sus chicos? ¿Qué hace a una persona digna de confianza? Divida al grupo entero en grupos pequeños y pídales que hagan una lista en sus hojas de las características de una persona digna de confianza que forme parte de sus vidas. Pida que los grupos encierren en un círculo las cinco características principales.

Opción 4: Extensión de la lección seisA veces es difícil saber en quién confiar, pero siempre podemos saber que Dios cumple sus promesas y se puede confiar en él, pase lo que pase.

Tenga una lluvia de ideas con el grupo entero sobre lo que significa ser digno de confianza. Mencione a algunas personas que el grupo considera que son dignas de confianza todo el tiempo.

Divida al grupo en subgrupos más pequeños y déle a cada subgrupo una Biblia, papel y lápiz. Como colectivo, deben encontrar tres ocasiones, aparte del episodio de Caleb y Josué, en que el pueblo de Dios puso su confianza en el Señor, pasara lo que pasara. Anótenlas.

Dependiendo de la cantidad total de chicos, puede asociar a algunos subgrupos. Pídales que escojan uno de los relatos bíblicos (no duplique) y preparen una dramatización sobre el pueblo de Dios y su confianza en su amor y sus promesas. Presenten las dramatizaciones.

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Base bíblica: Josué 1:10-11, 2:1-24.

Versículo bíblico: Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley [...] sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas (Josué 1:7, NVI).

Punto bíblico: Dios envía ayuda a su pueblo. Dios también me envía ayuda a mí.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 7: «Comienza la batalla».

COMIENZA LA BATALLA

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: cinta de enmascarar.

Al comenzar la clase, pida que un voluntario desenrolle una tira de tres metros de cinta de enmascarar sin enredarla. Esto será difícil, pero permita que el voluntario luche por un momento. Luego pida sugerencias para realizar la tarea con mayor facilidad. Por ejemplo, un niño puede sostener el rollo mientras que otro tira de la cinta y camina los tres metros. Cuando tenga la tira larga, péguela al piso. (Dependiendo de su salón, tal vez pueda usarla para el juego del versículo bíblico que sigue más abajo). Hablen sobre:

• ¿Por qué fue difícil que una persona hiciera esta tarea sola?

• Mencionen algo que les resulta difícil hacer por sí solos.

Diga: Todos tenemos que hacer cosas difíciles. A veces podemos realizarlas solos, pero a veces está bien pedir ayuda. En nuestro relato bíblico de hoy, Dios utiliza a otras personas para ayudar su pueblo.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: letreros que digan: «ley», «espías», «Rajab», «techo», «soga», «tres días»; opcional: gorritos cómicos de colores.

Siga las instrucciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

¿Quién necesita ayuda hoy?Reúna los letreros preparados que dicen: ley, espías, Rajab, techo, soga, tres días. Busque de uno a seis ayudantes que lleven los letreros y caminen frente a usted según se indica en el libreto. Tal vez quiera que un ayudante adulto siga el libreto para darles la señal a los ayudantes. Los ayudantes

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deben pasar caminando frente a usted, sosteniendo el letrero de modo que el público lo vea. Opcional: Déles a los niños gorritos cómicos para que se los pongan.

Después que Moisés murió, Josué llegó a ser el líder del pueblo de Dios, los israelitas. Era tiempo de que el pueblo entrara en la tierra que Dios les había prometido. El Señor le dijo a Josué: «Quiero que todo el pueblo se aliste para cruzar el río Jordán. Deseo que todos ustedes entren en la tierra que voy a darle al pueblo de Israel. Sean fuertes y muy valientes. Asegúrate de que…». Sé que hay algo que se supone que debo recordar aquí. Pienso que necesito alguna ayuda. Haga la señal para que pase el primer ayudante, que lleva el letrero «ley». Pretenda estirar el cuello para tratar de leerlo. Ah, sí: «Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas». Nos ayuda hacer precisamente lo que Dios nos indica.

Cuarenta años antes, Josué había ayudado a explorar la tierra. Recordaba que la gente de Canaán era muy fuerte, así que decidió… ¿qué fue lo que decidió? Necesito ayuda. Haga la señal para que pase el ayudante con el letrero «espías». Ah, sí, Josué decidió enviar a dos espías a Jericó, la primera ciudad que los israelitas atacarían. Los espías podrían cerciorarse de que todo estaba en orden para que el pueblo de Dios atacara.

Los espías fueron a Jericó y allí conocieron a una mujer llamada… llamada… ¿cómo se llamaba? ¡Todo me sale mal hoy! Haga la señal para que pase el ayudante con el letrero «Rajab». ¡Eso es, Rajab! Rajab vivía en una casa junto a la gigantesca muralla de la ciudad. Resultó que Rajab conocía a Dios y su plan, y quería ayudar para que los espías estuvieran seguros. Siempre es bueno tener a alguien que lo ayude a uno en una situación difícil.

Sin embargo, el rey de Jericó se enteró de que los espías habían venido. Seguro que tenía sus propios espías. Así que le envió un mensaje a Rajab. Este decía: «Echa fuera a los hombres que han entrado en tu casa, pues vinieron a espiar nuestro país».

Rajab había oído que los espías del rey venían, de modo que escondió a los espías israelitas… Sé que los escondió en alguna parte… en el armario… debajo de las gradas… no, no fue allí. ¿Dónde está esa ayuda cuando la necesito? Haga la señal para que el ayudante con el letrero «techo» pase. Ella los escondió en el techo. Eso es, bajo manojos de lino. Luego les dijo a los mensajeros: «Es cierto que unos hombres vinieron a mi casa. Vayan tras ellos; tal vez les den alcance». Los hombres del rey se fueron para perseguir a los espías israelitas.

Rajab subió al tejado a fin de hablar con los espías. Sabía que el plan de Dios era entregarles la tierra a los israelitas. Les dijo: «Yo sé que el Señor y Dios es Dios de dioses tanto en el cielo como en la tierra. Por lo tanto, les pido ahora mismo que juren en el nombre del Señor que serán bondadosos con mi familia, como yo lo he sido con ustedes. ¡Juren que nos salvarán de la muerte!».

Así que los hombres le prometieron. «¡Juramos por nuestra vida que la de ustedes no correrá peligro! […] Si no nos delatas, seremos bondadosos contigo y cumpliremos nuestra promesa cuando el Señor nos entregue este país».

Entonces Rajab los bajó por... veamos, la puerta del frente no serviría, y no había puerta trasera. ¡Auxilio! Haga la señal para que pase el ayudante con el letrero «soga». ¡Rajab utilizó

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una soga! Rajab los bajó por la ventana con una soga. Ya les había dicho previamente: «Huyan rumbo a las montañas para que sus perseguidores no los encuentren. Escóndanse allí por tres días, hasta que ellos regresen. Entonces podrán seguir su camino».

Cuando los espías se fueron, se dirigieron a las montañas. Allí se quedaron por… veamos por cuánto tiempo… ¿una semana? No, eso es mucho tiempo… Haga la señal para que pase el ayudante con el letrero «tres días». ¡Tres días! Se quedaron allí tres días. Para entonces los hombres que estaban persiguiéndolos habían buscado por todas partes, pero no pudieron hallarlos.

Los dos espías bajaron de la montaña y cruzaron el río Jordán. Ellos fueron hasta donde estaba Josué y le contaron todo lo que les había sucedido. A Josué le gustó el informe de los espías. Sabía que eso quería decir que Dios los cuidaría una vez que empezaran a pelear en Canaán. Josué hizo que todos los israelitas oraran y se alistaran para atacar Jericó.

Dios sabía que los espías necesitarían ayuda, y se aseguró de que Rajab estuviera allí para ayudarlos. Él sabe cuándo ustedes necesitan ayuda también, e incluso conoce cuándo alguno de ustedes pudiera ayudar a otro que necesita ayuda.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 7 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer en voz alta el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Por qué los dos hombres del relato bíblico necesitaron ayuda?

• ¿De qué manera proveyó Dios la ayuda que necesitaban?

Diga: Dios envía ayuda para su pueblo. Dios tal vez nos envíe a ayudar a alguna otra persona.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a sus casas.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Versículo bíblico estrujadoMateriales necesarios: papel, marcadores, cestos o canastos, pizarrón o pliego de papel, vendas para los ojos.

Haga que los alumnos formen grupos de cuatro a seis personas y déle a cada grupo papel y marcadores. Pídales que escriban estos segmentos del versículo en hojas enteras de papel: Sé fuerte / y valiente / Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza / para obedecer toda la ley / sólo así tendrás éxito / dondequiera que vayas. Escriba el versículo también en el pizarrón. Durante la clase, lean el versículo juntos. Pídales a los niños que estrujen con fuerza las hojas y las pongan en una canasta. Para tener una diversión adicional, añada unas cuantas hojas en blanco también arrugadas. Ponga las canastas como a tres metros de la línea de partida. Los niños se turnarán para correr hasta

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las canastas en parejas. Uno de los alumnos que integran la pareja tendrá los ojos vendados. El chico que puede ver no debe tocar los papeles. El jugador con los ojos vendados sigue las instrucciones que le da el jugador que puede ver a fin de desarrugar el papel y hallar el próximo segmento del versículo. Si abre una hoja que tiene escrito un segmento errado, debe volverla a estrujar, echarla de nuevo en el cesto y seguir buscando. El siguiente par de compañeros busca la próxima parte del versículo. Jueguen hasta que todo el versículo quede formado. Después del juego, hablen sobre:

• ¿De qué manera este versículo se aplica a las personas de nuestro relato?

• ¿De qué manera este versículo se aplica a ustedes?

Diga: A veces las personas que Dios envía para que nos ayuden nos muestran cómo ser fuertes y valientes, así como Rajab lo hizo con los espías. No se olviden de buscar maneras en que ustedes también pueden ayudar.

Opción 2:Materiales necesarios: cartulinas, marcadores, tijeras, pegamento, cartón.

Diga: Jericó tenía un muro alto y grueso que rodeaba a la ciudad. La casa de Rajab en realidad era parte de la muralla, y ella usó una ventana para ayudar a que los espías escaparan seguros. Invite a los alumnos a trabajar juntos construyendo todo lo más que puedan de la muralla de una ciudad. Doble una hoja de papel por la mitad, y luego de nuevo por la mitad en la misma dirección. Pegue los extremos abiertos con cinta para formar un cuadrado o rectángulo hueco, o superponga los extremos para formar un triángulo hueco. Pegue las piezas a un cartón y unas con otras. Use papel de varios grosores para los elementos de diferentes tamaños. Dibujen las ventanas y otras cosas con los marcadores. Construyan tanto de la pared como el tiempo lo permita. Mientras los niños trabajan, hablen sobre:

• ¿Cuáles partes de este relato nos animan a aceptar la ayuda de otras personas?

• ¿Cuáles partes de este relato nos animan a ayudar a otras personas?

Diga: A veces la ayuda de Dios viene a través de otras personas. Espero que ustedes estén dispuestos a permitir que Dios los utilice para ayudar a otros también.

Opción 3: Josué consigue ayudaEntréguele una copia de la hoja de actividades «Josué consigue ayuda» a cada niño. Haga que los niños busquen un compañero y pídales que traten de resolver el rompecabezas. Dice: «Rajab ayudó a Josué. Nosotros también debemos estar listos para ayudar a otros».

Opción 4: Extensión de la lección sieteToda persona necesita ayuda de vez en cuando. A veces esa ayuda puede venir de una fuente inesperada, como un hermano menor o un extraño.

Pida que algunos voluntarios cuenten de ciertas ocasiones en que recibieron ayuda de alguien que nunca hubieran imaginado.

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¿Por qué no esperaban ayuda de esta persona?

¿Recordaron mostrarle aprecio a esta persona?

¿Alguna vez han ayudado a alguien y lo sorprendieron con su ayuda?

Piensen en una ocasión en que Dios los ayudó. Con cartulina y marcadores o lápices de colores, diseñen una tarjeta de agradecimiento para alguien que los haya ayudado. ¡Puede ser Dios!

Concluya la clase orando que Dios permita que los niños vean a las personas que él envía para ayudarlos y también que quieran ayudar a otros.

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Base bíblica: Jueces 16:1-31.

Versículo bíblico: Sansón oró al Señor: «Oh soberano Señor, acuérdate de mí. Oh Dios, te ruego que me fortalezcas sólo una vez más» (Jueces 16:28, NVI).

Punto bíblico: Dios ayuda a los que acuden a él. Puedo depender de Dios.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 8: «Unos pocos hombres buenos... y mujeres».

UNOS POCOS HOMBRES BUENOS... Y MUJERES

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: mesa, dos sillas.

Al empezar, diga: ¿Quiénes se sienten fuertes hoy? Veamos si realmente lo son. Invite a los niños a una lucha de pulso. (No obligue a nadie que no quiera hacerlo). Si su grupo es grande, puede pedir que un par de voluntarios pulseen en donde todos puedan verlos. Con un grupo pequeño, dos alumnos pueden pulsear sobre una mesa. Asegúrese de que los niños entienden las reglas. Solo pueden usar un brazo, deben permanecer sentados, y los codos siempre deben estar sobre la mesa. Indique:

• Mencionen algunas otras maneras en que se puede saber si alguien es fuerte.

• ¿Cómo las personas llegan a ser fuertes?

Diga: En el relato bíblico de hoy conoceremos a alguien que fue muy fuerte, pero lo que lo hacía fuerte era su secreto.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Siga las instrucciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

La fuerza de SansónPídales a tres alumnos que lean bien que sean los narradores de este relato. Solicite que otros interpreten los papeles de los personajes que no hablan: Sansón, Dalila y un grupo de dirigentes filisteos. Estos niños dramatizarán lo que oyen que los narradores dicen. Por ejemplo, cuando el narrador señala que Dalila ató a Sansón, los actores simularán esta acción. Si quiere puede tener algo de utilería sencilla a mano, como cinturones o correas de cuero, cordeles o sogas, y muebles sencillos como escenario. Recuérdeles a los narradores que tal vez necesiten hacer una pausa para que los actores se emparejen con la acción. Cuando el drama se acabe, vuelva a «Oye el relato» en el plan de la lección para una conversación breve.

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Narrador 1: Incluso después que el pueblo de Dios entró en la tierra que Dios le había prometido, tenía enemigos. Sin embargo, ellos también contaron con algunos héroes. Cuando nació Sansón, Dios lo hizo realmente fuerte. Era tan fuerte que una vez mató a un león que lo atacó.

Narrador 2: Nadie podía vencer a Sansón, en especial los filisteos, que eran los enemigos. Los filisteos querían saber cuál era la debilidad de Sansón. Y vieron la oportunidad cuando Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila.

Narrador 3: Un grupo de líderes filisteos fue a hablar con Dalila y le dijeron: «Mira a ver si puedes conseguir que te diga el secreto de su fuerza. ¡Te daremos montones de dinero!». Dalila pensó que le gustaría más tener el dinero de lo que le gustaría estar con Sansón. Así que un día le dijo a Sansón: «Dime el secreto de tu tremenda fuerza».

Narrador 1: Sansón le respondió: «Átame con siete correas nuevas de cuero. Entonces me debilitaré». De modo que los filisteos trajeron siete correas de cuero nuevas. Dalila ató a Sansón y llamó a los gobernantes filisteos para que se escondieran en su casa. Entonces gritó: «¡Sansón, los filisteos se lanzan sobre ti!» Pero él rompió las correas nuevas como quien rompe un pedazo de cuerda chamuscada.

Narrador 2: Dalila trató de nuevo: «Me hiciste quedar como una tonta. Dime cómo se te puede atar». Sansón dijo: «Átame con sogas nuevas. Entonces me debilitaré». Así que Dalila consiguió sogas nuevas y ató a Sansón. Entonces llamó de nuevo a los dirigentes filisteos. Luego dijo: «¡Sansón, los filisteos se lanzan sobre ti!» Pero él rompió las sogas que ataban sus brazos, como quien rompe un hilo.

Narrador 3: Dalila pensó en todo ese dinero y probó de nuevo. «¡Me has dicho mentiras! Dime cómo se te puede atar». Samsón dijo: «Si entretejes las siete trenzas de mi cabello con la tela del telar y la aseguras con la clavija, me debilitaré».

Narrador 1: Un telar es un aparato grande para tejer telas y alfombras. Entonces, mientras él dormía, Dalila tomó las siete trenzas de Sansón, las entretejió con la tela y las aseguró con la clavija. Una vez más ella le gritó: «¡Sansón, los filisteos se lanzan sobre ti!». Sansón despertó de su sueño y arrancó la clavija y el telar junto con la tela.

Narrador 2: A estas alturas, Dalila estaba que echaba chispas. Ella dijo: «¿Cómo puedes decir que me amas si no me has dicho el secreto de tu tremenda fuerza?». Día tras día lo hostigaba en cuanto a su secreto. Fastidio, fastidio, fastidio. Acoso, acoso, acoso.

Narrador 3: Finalmente, Sansón se cansó del asunto y le dijo a Dalila todo: «Nunca me he cortado el pelo; porque soy nazareo desde el día en que nací. Un nazareo es un hombre dedicado a Dios. Si me rapas la cabeza, ya no tendré fuerzas».

Narrador 1: Dalila tenía otra oportunidad de conseguir el dinero. Envió otra vez un mensaje a los líderes filisteos y ellos vinieron con el dinero que le habían prometido. Dalila hizo que Sansón se quedara dormido sobre sus rodillas. Entonces llamó a un hombre para que le cortara las siete trenzas de su pelo.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 8 PÁGINA 33

Narrador 2: Luego ella gritó: «¡Sansón, los filisteos se lanzan sobre ti!». Sansón despertó de su sueño y pensó: «Me escaparé como las otras veces, y me los quitaré de encima». Sin embargo, no sabía que el Señor lo había abandonado.

Narrador 3: Entonces los filisteos capturaron a Sansón y le arrancaron los ojos. Lo sujetaron con cadenas de bronce y lo pusieron a moler en la cárcel, día tras día. Sansón tuvo mucho tiempo para pensar en lo que había hecho y en lo que Dios podía hacer. Tuvo mucho tiempo para preocuparse. Pero el pelo empezó a crecerle de nuevo.

Narrador 1: Un día los filisteos estaban teniendo una gran fiesta en el templo de su dios. Algunos invitados pidieron que trajeran a Sansón para que los divirtiera.

Narrador 2: Sansón sabía que esta era su oportunidad. Había cometido un gran error cuando se enamoró de Dalila, pero ahora quería hacer lo correcto. Deseaba mostrarles a estos enemigos el poder del único Dios verdadero. Así que le pidió al criado que lo guiaba: «Ponme donde pueda tocar las columnas que sostienen el templo, para que me pueda apoyar en ellas».

Narrador 3: Sansón oró: «Oh soberano Señor, muéstrame que todavía te interesas por mí. Dios, por favor, hazme fuerte sólo una vez más». Entonces Sansón se apoyó en las dos columnas y las empujó con fuerza. Dios le había devuelto su fuerza, y él derrumbó las columnas. ¡Todo el edificio se derrumbó!

Narrador 1: Aunque perdió su fuerza cuando le cortaron el pelo, Sansón sabía que Dios de todas maneras oiría su oración. Sabía que podía depender del Señor. Dios le dio a Sansón la fuerza para hacer otra hazaña de superhéroe. ¡Nosotros también podemos depender de Dios!

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 8 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer en voz alta el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Qué errores cometió Sansón en el relato de hoy?

• ¿Cómo mostró Dios que él no abandona a sus hijos?

Diga: A pesar de que Sansón cometió algunos errores enormes, él acudió a Dios. Y cuando Sansón más lo necesitó, Dios estuvo ahí.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 8 PÁGINA 34

Opción 1: Trenza dadora de fuerzaMateriales necesarios: tres pedazos de cuerda o cordel como de metro y medio de largo cada uno; cinta adhesiva plateada.

Diga: Sansón era famoso en toda la tierra por su fuerza. Incluso lo último que hizo mostró que su fuerza provenía de Dios. Dios lo separó desde su nacimiento, y por eso nunca se cortó el pelo. A pesar de sus errores, Sansón aprendió que podía depender de Dios. La Biblia dice que tenía siete trenzas de pelo. Explique que van a trabajar juntos para hacer una trenza en el grupo. (Si tiene una clase grande, haga varias trenzas). Use cinta adhesiva plateada para sujetar un extremo de tres pedazos de cordel a la parte superior de una mesa, todos juntos. Demuestre cómo hacer una trenza moviendo el cordel de un lado a la mitad y luego moviendo el del otro lado a la «nueva» mitad entre los otros dos. Haga que los niños se turnen trenzando mientras completan esta frase: «Dependo de Dios cuando yo ___________». Sigan turnándose y trenzando hasta que terminen todo el largo del cordel. Use cinta adhesiva para sujetar ambos extremos a fin de que la trenza no se deshaga. Puede mostrar la trenza en su salón de clase como un recordatorio de esta lección. Pregunte:

• ¿Por qué Sansón quiso que Dios lo hiciera fuerte una última vez?

• ¿Qué podemos aprender de la respuesta de Dios a la última petición de Sansón?

Diga: La experiencia de Sansón nos enseña que cuando acudimos a Dios, él está listo para ayudarnos. Podemos depender de Dios.

Opción 2: Fortaleza con globosMateriales necesarios: globos, bolsa de plástico para basura, sudadera y pantalones deportivos de una talla gigante. Opcional: periódicos.

Consiga una sudadera y pantalones deportivos para cada seis a ocho niños que espere. De antemano, infle cinco o seis globos para cada grupo, atándolos y guardándolos en la bolsa de plástico. Diga: Sansón era famoso por su fuerza. Escojan a una persona de su grupo para que se ponga la ropa deportiva y luego usen los globos como músculos para hacer que la persona parezca fuerte. Los niños también pueden usar periódicos para sustituir los globos. Permítales unos minutos a fin de que se preparen y luego haga que los modelos exhiban sus músculos. Pregunte:

• ¿De dónde venía realmente la fuerza de Sansón?

• ¿Cómo puede ayudarnos en nuestra vida lo que aprendemos de Sansón?

Diga: Sansón cometió unos cuantos grandes errores, pero cuando acudió a Dios, él lo ayudó. Sin que importe lo que hagamos, Dios siempre está con nosotros.

Opción 3: DecisionesEntréguele una copia de la hoja de actividades «Decisiones» a cada niño. Háblele al grupo acerca del hecho de que Sansón recibió su fuerza de Dios y tenía responsabilidades que acompañaban a ese talento. Cuando Sansón decidió contarle a Dalila su secreto, tomó una mala decisión con respecto a ese talento especial. ¿Es fácil o difícil tomar las decisiones correctas? Encierren en un

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 8 PÁGINA 35

círculo las declaraciones que reflejan una decisión correcta. Pongan una estrella junto a las que son fáciles de tomar. Luego los niños pueden llevar la hoja a casa para mostrársela a su familia.

Opción 4: Extensión de la lección ochoToda nuestra fuerza proviene de Dios.

• Cuando mantenemos nuestros cuerpos saludables, hacemos ejercicio y respetamos nuestros cuerpos, Dios nos ayuda a mantenernos físicamente fuertes.

• Cuando trabajamos duro en la escuela y usamos la inteligencia que Dios nos ha dado, nos fortalecemos mentalmente.

• Cuando mostramos respeto y amor por las personas que Dios ha puesto en nuestras vidas, fortalecemos nuestro corazón.

Hable con el grupo acerca de las fortalezas que todos tenemos. ¿Qué los hace fuertes en esas áreas? Toda persona tiene muchos puntos fuertes, y es importante que reconozcamos eso a fin de que podamos usar los talentos que Dios nos ha dado para glorificarlo. También es importante darnos cuenta de que si nos sentimos débiles, debemos pedirle a Dios dirección y ayuda para desarrollar los puntos fuertes que poseemos o necesitamos.

Realice la siguiente actividad.

Pídale a todo el grupo que se ponga de pie y vaya hacia el lado izquierdo del salón. Deben colocarse en fila si es posible. Hágales saber que usted va a darles instrucciones y deben ser sinceros y respetar a los demás del grupo. Déles las siguientes instrucciones, asegurándose de proporcionarles tiempo suficiente para que las sigan.

• Da tres pasos al frente si eres físicamente fuerte.

• Ve hasta la puerta si eres inteligente en matemáticas.

• Pasa al centro del salón si eres un buen amigo.

• Vuelve al sitio original si eres un buen atleta.

• Siéntate si has sido amable con alguien hoy.

Continúe dando instrucciones todo el tiempo que quiera para ilustrar los muchos puntos fuertes que la clase tiene. Eleve una oración con el grupo, agradeciéndole a Dios por las fortalezas que todos poseen y prometiéndole que las usarán para el bien.

Concluya el tiempo de clase orando que los niños sepan que pueden depender de Dios aunque cometan errores.

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Base bíblica: Ruth 1:1—2:23.

Versículo bíblico: ¡Que el Señor te recompense por lo que has hecho! Que el Señor, Dios de Israel […] te lo pague con creces (Rut 2:12, NVI).

Punto bíblico: Booz y Rut fueron bondadosos con otros. Yo agrado a Dios cuando soy bondadoso.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 9: «La fe de una mujer extranjera».

LA FE DE UNA MUJER EXTRANJERA

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: Opcional: trofeos o galardones

Empiece una conversación sobre la diferencia entre premios y recompensas. Si ha traído trofeos o galardones, muéstrelos y diga por qué fueron otorgados. Pídales a los niños que hablen sobre la diferencia entre premio y recompensa. Un premio es algo que uno se gana mediante un trabajo arduo y el desempeño. Una recompensa es algo que uno puede conseguir al hacer una buena obra o algo que otra persona desea que uno haga. El prefijo «re» es un indicio de que la palabra indica algo que uno recibe en pago.

• Cuéntenme de una ocasión en que recibieron un premio o una recompensa.

• ¿De qué manera la posibilidad de una recompensa los motiva a hacer lo correcto?

Diga: En el relato bíblico de hoy conoceremos a algunas personas que hicieron lo correcto sin esperar ninguna recompensa.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: transparencia «Banco de palabras» en PowerPoint, equipo de proyección o pizarrón y marcador.

Use la transparencia en PowerPoint o escriba estas palabras donde los niños puedan verlas: grano, Rut, Noemí, Booz, campo, Belén, Moab, suegra, esposo, recoger. Siga las instrucciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Rut actúa con bondadEn este relato, hallará espacios en blanco. Haga una pausa en cada espacio en blanco y pida que los niños provean la palabra correcta escogiéndola del banco de palabras: grano, Rut, Noemí, Booz, campo, Belén, Moab, suegra, esposo, recoger. Si gusta, puede emplear alguna señal visual en cuanto a cuál palabra escoger, tal como usar un puntero.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 9 PÁGINA 37

Después de unos cuantos años buenos, las cosas se pusieron difíciles en Israel. Una mujer llamada Noemí y su familia se fueron al país de ___________ (Moab), donde había alimentos. Sus hijos crecieron y se casaron con mujeres de ___________ (Moab). Pero entonces la tristeza le sobrevino a ___________ (Noemí). Su ___________ (esposo) murió. Luego también murieron sus hijos. Así que ___________ (Noemí) decidió volver a Israel. Había oído que Israel ya tenía alimentos. Una de las esposas de sus hijos decidió acompañarla. Esta joven se llamaba ___________ (Rut).

Rut nunca había vivido antes en Israel. Sería una extranjera allí. Sin embargo, ella amaba a su ___________ (suegra) y quería quedarse con ___________ (Noemí). Así que viajaron juntas a Israel y se fueron a vivir a una ciudad llamada ___________ (Belén).

La joven ___________ (Rut) le dijo a su ___________ (suegra): «Permíteme ir al ___________ (campo). Recogeré el ___________ (grano) que queda». Así que ___________ (Rut) fue a ___________ (recoger) el ___________ (grano). Resultó que estaba trabajando en un ___________ (campo) que le pertenecía a un hombre llamado ___________ (Booz).

Booz vio a la joven y le preguntó al hombre que estaba a cargo de sus trabajadores: «¿Quién es esta joven?».

El hombre respondió: «Es de ___________ (Moab). Volvió con ___________ (Noemí). Me dijo: “Por favor, permíteme recoger el ___________ (grano) que queda en el ___________ (campo)”. Ha estado trabajando aquí desde la mañana hasta ahora. Apenas tomó un breve descanso».

Entonces el hombre llamado ___________ (Booz) le dijo a la joven de ___________ (Moab): «Quédate en mi ___________ (campo). No vayas a recoger ___________ (grano) en ningún otro ___________ (campo). Cuando tengas sed, ve a los cántaros y bebe».

La joven llamada ___________ (Rut) se postró poniendo la cara sobre el suelo; y le preguntó. «¿Por qué me muestras bondad? Yo soy de ___________ (Moab)».

Booz respondió: «He oído todo lo que has hecho por tu ___________ (suegra) desde que murió tu ___________ (esposo). Sé que has venido a vivir con un pueblo que no conocías».

Rut dijo: «Que el Señor te recompense por lo que has hecho. Que el Dios de Israel te bendiga ricamente. Espero que sigas siendo bondadoso conmigo».

Cuando fue tiempo de comer, el hombre llamado ___________ (Booz) le dijo a ___________ (Rut): «Aquí tienes pan». Ella comió todo lo que quiso, y hasta le sobró.

Rut se levantó para ___________ (recoger) más ___________ (grano). Trabajó en el ___________ (campo) hasta la tarde. Luego separó el trigo de la paja y se lo llevó a la ciudad. En casa, la ___________ (suegra) vio cuánto había recogido Rut. Le preguntó: «¿En dónde recogiste ___________ (grano) hoy?».

Rut le contó del hombre llamado ___________ (Booz). Noemí dijo: «¡Que Dios lo bendiga! El Señor es bondadoso con nosotras».

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Rut fue bondadosa con ___________ (Noemí). Booz fue bondadoso con _________ (Rut). Ellos no se comportaron así porque querían algo en pago, sino porque era lo correcto. No somos bondadosos con otros para que la gente nos recompense, pero cuando somos bondadosos, Dios nos bendice.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 9 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Cuáles son algunos ejemplos de bondad en este relato bíblico?

• Según su modo de pensar, ¿por qué Booz y Rut fueron amables con otros?

Diga: Booz y Rut agradaron a Dios con su amabilidad hacia otros. Ustedes también pueden pensar en algunas maneras de agradar a Dios con su bondad.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños se las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Grano y paja Materiales necesarios: maní (cacahuates) o palomitas de maíz reventadas, filtros de café, recipientes o cajas.

Coloque recipientes con maní (cacahuates) o palomitas de maíz en la línea de partida. Ponga recipientes o cajas vacías en la línea de llegada. Use un par de recipientes por cada equipo. Explique: Lo que Rut hizo en el campo de Booz fue recoger espigas. Eso quiere decir que recogía las espigas que quedaban después que los segadores habían pasado por el campo y recogido los manojos de grano. En este juego, vamos a recoger lo que sobra. Haga que los niños formen grupos de cuatro. (Si la clase es pequeña, forme grupos de dos). Dos jugadores de cada equipo recogerán con ambas manos maní o palomitas de maíz y tratarán de llevarlo al otro lado del salón para depositarlo en el recipiente que se encuentra allí. Los otros dos jugadores de cada equipo llevarán filtros de café para usar como canastas. Recogerán lo que los dos primeros jugadores dejan caer por el camino. Vea cuál grupo acaba con más cantidad en el recipiente de la línea de llegada.

• En el relato bíblico, ¿de qué manera Rut le mostró bondad a Noemí? ¿De qué manera Booz le mostró bondad a Ruth?

• Mencionen algunas formas en que pueden mostrarles bondad a otras personas.

Diga: Booz y Rut son buenos ejemplos de personas bondadosas con los demás. Agradamos a Dios cuando somos bondadosos.

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Opción 2: Charada de bondadMateriales necesarios: tarjetas de archivador o pedazos de papel, marcadores, canasta.

Diga: Nuestro relato bíblico habla acerca de personas que les mostraron bondad a otros. Pensemos en algunas maneras en que podemos mostrar bondad y veamos si nos es posible adivinarlas. Haga que los niños piensen en maneras de mostrar bondad y que las escriban en las tarjetas de archivador. Doble las tarjetas por lo menos en dos y póngalas en una canasta. Haga que los niños se turnen para sacar una tarjeta de la canasta y dramaticen sin hablar la acción de la tarjeta a fin de que otros la adivinen. Si le gusta la idea, asigne a los niños por equipos y haga que un equipo actúe mientras los otros adivinan. Use las reglas y señales regulares para jugar a las charadas. Luego pregunte:

• ¿Cuál de estas ideas de bondad piensan que podrían llevar a cabo por otra persona?

• Según su modo de pensar, ¿cuándo se les puede mostrar bondad a otras personas?

Diga: Booz y Rut mostraron bondad en los días regulares de sus vidas cotidianas. Esto es lo que Dios quiere que hagamos. Le agradamos cuando somos bondadosos.

Opción 3: ¡Gracias!Repártale una copia de la hoja de actividades «¡Gracias!» a cada niño. Tengan una lluvia de ideas como grupo sobre las personas de la congregación de la iglesia que les han mostrado bondad… personalmente o como grupo. Asegúrese de que se mencione al pastor, la esposa del pastor y otros ministros de la iglesia si los niños no lo hacen. Pídales a los niños que diseñen tarjetas de agradecimiento para alguien de la lista. Anímelos a que sean específicos en su mensaje a la persona a la que le están agradeciendo. Decórenlas y entréguenlas durante la semana que sigue.

Opción 4: Extensión de la lección nueveHubo un tiempo en que fue popular un movimiento para que las personas hicieran actos impulsivos de bondad. Tengan una lluvia de ideas con el grupo a fin de preparar una lista de acciones que los alumnos hacen o hayan hecho en el pasado. Hable sobre si es fácil ser amable con algunas personas y con otras no, y por qué piensan que esto es así.

Converse acerca de algunas personas que la clase piensa que son bondadosas. ¿Qué es lo que hace bondadosa a una persona?

Divida a los chicos en grupos pequeños y déle a cada grupo una Biblia, papel y lápiz. Haga que cada grupo busque tres episodios de bondad en la Biblia y anoten el lugar y un breve resumen del relato.

Pida que los grupos lean lo que han encontrado.

Concluya el tiempo de la clase orando que los niños busquen maneras de agradar a Dios actuando con bondad durante esta semana. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 9 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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Base bíblica: 1 Samuel 1:1—2:2, 21; 3:1-10.

Versículo bíblico: Mi corazón se alegra en el Señor; en él radica mi poder (1 Samuel 2:1, NVI).

Punto bíblico: Dios respondió la oración de Ana. Dios también me oye cuando oro.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 10: «Mensajes de Dios».

MENSAJES DE DIOS

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: artículos sencillos que hagan sonidos familiares.

Reúna artículos sencillos que hagan ruidos o sonidos identificables, tales como un libro para hojear, naipes para barajear, presillas de papel para hacer tintinear, un lápiz para dar golpecitos, agua para verter de una tasa a otra, una pelota pequeña para hacerla rebotar, una cuchara para golpear contra un vaso. Tenga estos artículos fuera de la vista cuando lleguen los niños. Diga: ¿Cuán bien pueden escuchar? Veamos si pueden decirme qué sonidos estoy haciendo. Pida que los niños cierren los ojos. ¡Sin trampas! Haga los sonidos, uno a la vez, y luego deténgase a fin de que los niños los identifiquen. Solicite que los niños abran los ojos. Pregunte:

• ¿Piensan que habrían oído todos esos ruidos si no hubieran estado escuchando en silencio?

• ¿Por qué a veces es difícil escuchar en silencio?

Diga: En el relato bíblico de hoy conoceremos a una madre y un hijo que aprendieron cómo escuchar los mensajes de Dios.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: copias de las páginas 63-69 de La Historia para niños.

Siga las instrucciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Samuel: Una respuesta a la oraciónHoy los niños van a probar lo que es enseñar un relato bíblico. Haga que los niños trabajen en grupos de tres a cinco personas. (Grupos más pequeños servirán si la clase es pequeña; si tiene más de treinta alumnos, considere dividirlos en dos o más grupos «grandes» antes de dividirlos en subgrupos más pequeños).

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 10 PÁGINA 41

Asígnele a cada grupo una porción del relato bíblico. Tal vez quiera marcar las copias de las páginas de La Historia para niños de antemano, de modo que cada grupo sepa en qué debe trabajar. A continuación se indican algunas divisiones sugeridas del relato, pero usted puede ajustar estos segmentos para que se correspondan con el número de grupos que espera tener.

Explique que la tarea de cada grupo es presentar su porción del relato ante el colectivo entero. Tendrán como diez minutos para preparar una presentación usando cualquier artículo disponible en el salón de clases (muebles, objetos de arte, Biblias y cosas por el estilo). ¡Estimule la creatividad! Hágales una advertencia cuando falten dos minutos para que se acabe el tiempo de preparación. Entonces empiece con el primer grupo y disfrute de las presentaciones.

Posibles segmentos del relatoSegmento 1: Empiece en la página 63 y vaya hasta «no se podía oír su voz» en la parte inferior de la página 63.

Segmento 2: Empiece en la página 63 con el resumen que empieza: «La persona a cargo del cuidado de la casa de Dios» y continúe hasta «Desde ese momento, su semblante cambió». En la página 63.

Segmento 3: Empiece en la página 64 con «Ana concibió y, pasado un año» y continúe hasta «no hay roca como nuestro Dios» en la página 64.

Segmento 4: Empiece con la página 65 con: «Samuel, que todavía era joven, servía al Señor» y vaya hasta «y se acostó en su cama» en la página 65.

Segmento 5: Empiece en la página 65 con: «Entonces el Señor se le acercó» y vaya hasta el fin de la página 65 que termina con «Cuando Samuel entró en años, puso a sus hijos como gobernadores de Israel».

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 10 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Qué es lo que pidió Ana en oración? ¿Cómo respondió Dios su oración?

• ¿Qué aprendemos acerca de la oración en este episodio?

Diga: Cuando Ana le pidió a Dios en oración que le diera un hijo, prometió consagrarle ese hijo al Señor. Ese niño fue Samuel, que creció y se convirtió en uno de los más grandes líderes que el pueblo de Dios haya tenido.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 10 PÁGINA 42

Opción 1: Diarios de oraciónMateriales necesarios: copias de la hoja suelta «Páginas de un diario de oración», provisiones para hacer la cubierta del diario, artículos de arte. Las provisiones de la cubierta del diario pueden ser tan sencillas como cartulina y una engrapadora, o es posible utilizar carpetas de colores de tres anillos, retazos de papel tapiz o cartón.

Diga: Ana oró a Dios, y él oyó su oración. Luego ella celebró la respuesta de Dios a su oración diciendo: «Mi corazón se alegra en el Señor; en él radica mi poder» (1 Samuel 2:1). Hagamos diarios de oración que nos ayuden a ver cómo Dios responde nuestras oraciones. Provea múltiples copias de la hoja suelta para que cada niño las ponga entre dos cubiertas. Mientras los niños trabajan, pregunte:

• ¿Qué es lo más difícil y qué es lo más fácil en cuanto a orar?

• ¿Cuál es la primera oración que les gustaría escribir en su diario?

Diga: Dios oyó la oración de Ana y le habló a Samuel una noche. Dios desea que hablemos con él y le escuchemos. ¡Eso es orar!

Opción 2: Blanco con un versículo bíblicoMateriales necesarios: Transparencia PowerPoint como blanco y un equipo de proyección o un pliego grande de papel de empaque y marcadores; pelotas pequeñas blandas.

Proyecte la transparencia que servirá de blanco sobre una pared de color claro a donde sea seguro que los niños lancen las pelotas. (O dibuje un blanco y cuélguelo en la pared. Copie las palabras del versículo bíblico en los círculos del blanco. En el mismo centro escriba: «Dios me oye cuando oro»). Diga: Cuando Dios respondió la oración de Ana, la respuesta de ella fue: «Mi corazón se alegra en el Señor; en él radica mi poder». Ana se alegró al saber que Dios había escuchado su oración. Explique que los niños se turnarán lanzando las pelotas al blanco con el versículo bíblico. Lea las palabras escritas en el blanco. Siempre que alguien dé en el blanco, todos repetirán: «Dios me oye cuando oro». Después del juego, reúnanse para el diálogo.

• ¿Por qué el corazón de Ana se llenó de alegría?

• Mencionen algunas oraciones que Dios les ha contestado.

Opción 3: Oraciones bíblicasDivida a los alumnos en grupos de dos y déle a cada pareja una Biblia. Indique que cada pareja debe hallar tres casos de oración en el Antiguo Testamento, y tres ejemplos en el Nuevo Testamento. Haga que cada grupo lea una de las oraciones. Respondan: ¿Quién elevó la oración; qué pidió; cómo contestó Dios?

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 10 PÁGINA 43

Opción 4: Extensión de la lección diezHay muchas maneras de orar. Nuestra vida misma debería ser como una oración de alabanza y agradecimiento, dándole gloria a Dios.

Empiece esta actividad con una oración en grupo. Pida que algunos voluntarios continúen la oración con una línea o dos después de usted.

Dios amoroso, tú nos has dado todo lo que tenemos, y nos diste a tu Hijo único. Te damos gracias de muchas maneras…

Después que hayan elevado su oración todos los niños que deseen hacerlo, continúe la conversación sobre la oración. Pregunte:

• ¿Sabemos que Dios responde a cada una de nuestras oraciones? ¿Cómo?

• ¿Siempre nos gustan o estamos de acuerdo con las respuestas que Dios nos da? ¿Hay algo que podamos hacer en cuanto a eso?

• ¿Alguna vez han orado por algo que creyeron que era muy importante y pensaron que no recibieron una respuesta? ¿Qué hicieron? ¿Cómo se sintieron?

Conviértanse en guerreros de oración. Como grupo escojan un propósito y dediquen su oración durante los próximos tres domingos a esta causa o persona que necesita sus plegarias. Háganle saber a esa persona que se interesan y están orando por él o ella.

Concluya el tiempo de la clase con una oración pidiendo que los niños hablen con Dios y lo escuchen hablarles en oración. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 10 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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Base bíblica: 1 Samuel 17:1-50.

Versículo bíblico: Yo vengo a ti en el nombre del Señor Todopoderoso (1 Samuel 17:45, NVI).

Punto bíblico: David peleó con la fuerza de Dios. Dios me da valor cuando tengo miedo.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 11: «De pastor a rey».

DE PASTOR A REY

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: un recipiente cubierto lleno de tallarines cocinados fríos (asegúrese de que el recipiente no sea transparente), requesón o cubos de gelatina, venda para los ojos.

Diga: Tengo un desafío para ustedes hoy. Muestre el recipiente. ¿Quién desea que se le coloque una venda sobre los ojos y luego introducir la mano en este recipiente sin saber lo que hay adentro? Escoja a un voluntario y póngale la venda sobre los ojos. (Si más de un niño quiere aceptar el desafío, envíe a los demás fuera del salón con un ayudante a fin de que no vean lo que hay en el recipiente). Después de la actividad, conversen sobre:

• ¿Por qué algunos de ustedes no quisieron aceptar el desafío?

• ¿De qué cosas tienen miedo?

Diga: En el relato bíblico de hoy oiremos acerca de alguien que tenía buenas razones para no tener miedo, pero que también tenía buenas razones para aceptar el desafío.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 11 de La Historia.

Siga las instrucciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

David vence a GoliatAntes de empezar el relato bíblico, divida a los alumnos en dos grupos. Un grupo debe contar con la mayor parte de los niños, independientemente del tamaño de su clase. Este es el grupo «Goliat». El otro grupo debe ser pequeño, tal vez con solo uno o dos niños. Este es el grupo «David». Puede incluso hacer que ambos grupos se coloquen en lados opuestos del salón mientras usted está en el «valle» en medio de los dos. ¡Anímelos a que digan sus respuestas bien alto!

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 11 PÁGINA 45

Enséñele al grupo Goliat esta rima de respuesta.

Usted pregunta: «¿De qué tamaño era Goliat?». Los niños dicen: «De tres metros de estatura».

Usted pregunta: «¿Asustó eso a David?». Los niños dicen: «Para nada».

Enséñele al grupo David a terminar estas frases cuando se les dé la señal.

Usted dice: «David no tenía...». Los niños dicen: «... ni lanza ni espada».

Usted dice: «David luchó con...». Los niños dicen: «... la fuerza del Señor».

Cuando esté seguro de que los grupos saben sus respuestas, empiece el relato bíblico.

Los enemigos de Israel, los filisteos, se reunieron para la guerra. El rey Saúl y el ejército israelita acamparon en una colina. Al otro lado del valle, los filisteos se establecieron en otra colina. Los filisteos tenían un arma secreta: un gigante llamado Goliat. Haga una pausa y pida que el grupo Goliat repita su rima.

Así es. Goliat tenía más de tres metros de estatura. Llevaba en la cabeza un casco de bronce y su coraza, que pesaba cincuenta y cinco kilos, también era de bronce, como lo eran las polainas que protegían sus piernas y la jabalina que llevaba al hombro. ¡Estaba listo para pelear! Haga una pausa y pida que el grupo Goliat repita su rima.

Goliat se detuvo ante los soldados israelitas y los desafió. Hacía esto todos los días. Les gritaba desde el otro lado del valle y los desafiaba a que enviaran a alguien para que peleara con él. Sin embargo, nadie quería ir. Goliat era un gigante y daba miedo. Haga una pausa y pida que el grupo Goliat repita su rima.

Un día, un jovencito pastor se apareció en el campamento israelita. Era hermano menor de algunos de los soldados, y su padre lo había enviado para que viera cómo les iba a sus hermanos mayores y les llevara algo de comida. Se llamaba David. Haga una pausa y pida que el grupo David repita su rima.

David se enteró de lo que estaba sucediendo con el gigante filisteo. Supo que Goliat venía todos los días y desafiaba a los israelitas para que pelearan con él, pero nadie quería ir. Durante cuarenta días Goliat gritó su desafío y nadie se atrevió a aceptarlo. ¡Cuarenta días! ¡Cuarenta desafíos! Y todos los días el ejército israelita corría asustado, ya que Goliat daba miedo. Haga una pausa y pida que el grupo Goliat repita su rima.

No obstante, ese día David estaba allí. David oyó el desafío. Haga una pausa y pida que el grupo David repita su rima. David dijo: «¿Quién se cree este bravucón que es? ¡Nosotros tenemos a Dios de nuestro lado!». El rey Saúl oyó lo que David estaba diciendo y lo llamó para verlo. David le dijo a Saúl: «Yo mismo iré a pelear contra él».

Saúl respondió: «Tú no puedes ir a pelear contra ese filisteo. Eres muy joven». Sin embargo, David le indicó a Saúl: «Yo he estado cuidando las ovejas de mi padre. A veces un león o un oso venían y asustaban a las ovejas del rebaño. El Señor me salvó de las garras del león. Me salvó de las garras del oso; y él me salvará de la poderosa mano de este filisteo también».

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Haga una pausa y pida que el grupo Goliat repita su rima, seguida de inmediato por la rima del grupo David.

Entonces David tomó su vara de pastor. Se fue al arroyo y escogió cinco piedras lisas que puso en el zurrón de pastor que llevaba. Luego tomó su honda en la mano y se acercó a Goliat. Haga una pausa y pida que el grupo Goliat repita su rima, seguida de inmediato por la rima del grupo David.

Goliat miró a David, y no le gustó lo que vio. Él señaló: «¿Soy acaso un perro para que vengas a atacarme con palos? [...] ¡Ven acá, que les voy a echar tu carne a las aves del cielo!»

David le dijo a Goliat: «Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor Todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a los que has desafiado». Haga una pausa y pida que el grupo Goliat repita su rima, seguida de inmediato por la rima del grupo David.

En cuanto el filisteo avanzó para atacar a David, David metió la mano en su bolsa, sacó una piedra, y con la honda se la lanzó al filisteo. La piedra golpeó al gigante en la frente y ese fue el fin de Goliat. Haga una pausa y pida que el grupo Goliat repita su rima, seguida de inmediato por la rima del grupo David.

¡David luchó con la fuerza del Dios que gobierna todo lo que hay!

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta lustrada 11 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Cuál fue la diferencia entre David y el resto de los israelitas?

• ¿Qué lección tiene para ustedes la experiencia de David?

Diga: David sabía que Goliat era grande y daba miedo, pero también sabía que estaba luchando con la fuerza del Señor. De ahí es que obtenía su valor. Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: ¿Quién mide tres metros?Materiales necesarios: cintas de medir, papel, lápices.

Diga: El hombre más alto del mundo en este momento mide dos metros sesenta y siete centímetros de estatura. (Esto de acuerdo al Libro Guinness 2008 de récords mundiales). El

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 11 PÁGINA 47

hombre más alto del que se tiene conocimiento medía dos metros ochenta y siete centímetros. Sin embargo, nuestro relato bíblico nos dice que Goliat medía casi tres metros. Hagamos unas cuantas mediciones y veamos exactamente cuánta altura es eso. Reparta las cintas de medir y solicite que los niños se midan la estatura entre sí. Desafíelos a que sumen las estaturas y traten de imaginarse cuáles dos niños se acercan a tener entre los dos o casi tres metros de estatura. Si el cielo raso del salón tiene altura suficiente, pida que alguien marque tres metros en una pared. Luego pregunte:

• ¿Cómo se sentirían si tuvieran que pelear contra alguien que mide tres metros de estatura?

• ¿Por qué David no tuvo miedo de pelear contra Goliat?

Diga: David sabía que el nombre de Dios era poderoso porque Dios es poderoso. Si recordamos eso, podemos tener valor cuando sentimos miedo.

Opción 2: Bocadillo de cinco piedrasMateriales necesarios: galletas de vainilla, crema batida, pasas o confites de colores, platos de papel, cuchillos de plástico.

Diga: David luchó en el nombre del Señor solo con cinco piedras lisas y una honda. Él sabía que luchaba en el poder de Dios, que gobierna sobre todo. Déle a cada niño cinco galletas de vainilla. Muestre cómo untar un poquito de crema batida en cada una. Luego use las pasas o confites para formar letras. Escriba una letra en cada galleta para deletrear S-E-ñ-O-R. Cuando alguien haya terminado, invite al niño a repetir con usted el versículo bíblico antes de comerse las golosinas. Pregunte:

• ¿Por qué David no tenía miedo cuando todos los demás estaban asustados?

• ¿Qué podemos aprender acerca de Dios a partir de este episodio sobre David?

Diga: David luchó con la fuerza de Dios. Dios también puede darles valor a ustedes cuando tienen miedo.

Opción 3: En seis escenasEntréguele una copia de la hoja de actividades «En seis escenas» a cada niño. Hable de nuevo sobre la experiencia de David y Goliat. Pida que seis niños cuenten cada uno una parte del relato y que lo hagan en orden. Hable brevemente acerca de las tiras cómicas de los periódicos o revistas y sobre cómo el autor y el artista trabajan juntos para representar el relato en forma breve. Haga que cada niño vuelva a contar la experiencia de David y Goliat como una tira cómica en la hoja suelta.

Opción 4: Extensión de la lección oncePara algunas personas es difícil hablar de sus temores y miedos. Los niños quieren aparentar delante de sus amigos que no tienen miedo. El ejército israelita no tuvo problemas para admitir su temor del filisteo Goliat, y ellos se quedaron asombrados por el valor del jovencito David.

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Hablen de lo que significa tener valor. ¿Quién tiene valor?

Individualmente o en grupos pequeños de no más de tres personas, invéntense un superhéroe con la fuerza y el valor de Dios. Pónganle nombre. Hagan un dibujo y escriban un breve relato detallando una hazaña de gran valor y cómo sus acciones le han dado gloria a Dios. Muéstrenle al resto de la clase sus superhéroes.

Concluya la clase pidiendo en oración que sus niños recuerden el poder del nombre de Dios en las situaciones que les dan miedo. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 11 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 12 PÁGINA 49

Base bíblica: Salmo 51:1-12 (2 Samuel 11:1—12:24).

Versículo bíblico: Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado (Salmo 51:2, NVI).

Punto bíblico: Dios perdonó los pecados de David. Dios me perdona cuando lamento haber hecho cosas malas.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 12: «Un rey toma malas decisiones».

UN REY TOMA MALAS DECISIONES

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: cinta de enmascarar.Opcional: caja grande de artefacto electrodoméstico, pintura o marcadores.

Usando cinta de enmascarar forme un cuadro en el piso para representar una máquina del tiempo. Si está usando la caja del artefacto electrodoméstico opcional, decórela para que parezca una máquina futurista del tiempo. Recorte una porción en un lado para que alguien pueda entrar en la caja.

Déles la bienvenida a los niños y señale la máquina del tiempo. Diga: ¿Alguna vez han deseado que les fuera posible retroceder en el tiempo y cambiar alguna cosa que hicieron? Pensemos en algo que haya sucedido desde su último cumpleaños. ¿Pueden pensar en algo que les gustaría cambiar? De forma dramática, introdúzcase en la máquina del tiempo. Entre usted primero y diga algo que le gustaría cambiar, como por ejemplo, no ponerse impaciente al hacer fila, no perder los estribos con los hijos, o no pensar algo descomedido de un vecino. Invite a los niños a que hagan ruidos de maquinaria, y al dar la señal, todos deben decir algo que han hecho desde su último cumpleaños y les gustaría cambiar.

• ¿Por qué quieren cambiar lo que hicieron en esa situación?

• ¿Cómo se siente al lamentar algo que hicieron?

Diga: Todos hacemos cosas que sabemos que no están bien. A eso se le llama pecado. Nuestro relato de hoy habla de un gran rey del pueblo de Dios que nos mostró cómo uno se siente cuando lamenta algo que hizo.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: hoja de ejercicios «Arrepiéntete y perdona», lápices, Biblias, Tarjeta ilustrada 12 de La Historia.Opcional: transparencias PowerPoint «Arrepiéntete y perdona»

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Siga las instrucciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

David se lamentaDiga: David siempre trató de hacer lo que Dios quería que hiciera, pero en una ocasión en realidad cometió una seria equivocación. Vio a una mujer llamada Betsabé. Ella estaba casada, pero David la quiso como esposa. Así que envió al esposo de ella a la batalla, en donde el hombre murió. Luego David se casó con Betsabé.

Dios le dijo a David que lo que había hecho estaba muy mal, de modo que sería castigado por su pecado. David compuso un canto para ayudarse a aceptar el castigo de Dios y pedirle perdón por lo que había hecho. Podemos leerlo en el Salmo 51.

Reparta las hojas de ejercicios «Arrepiéntete y perdona» y cerciórese de que todos tienen acceso a una Biblia. La hoja de ejercicios requiere que los niños lean el Salmo 51:1-12 y clasifiquen en dos columnas las declaraciones. ¿Expresa la primera declaración arrepentimiento cuando David admite su pecado y afirma que lo lamenta? ¿O es una señal del perdón de Dios y cómo David le pide al Señor que responda? Pueden leer cada versículo al unísono y decidir juntos, o puede pedirle a la clase que trabaje en grupos y luego comparen sus listas con el grupo entero más tarde. No tienen que copiar los versículos enteros en la lista, sino más bien anotar las palabras clave. Si están trabajando como un solo grupo, tal vez prefiera usar las transparencias opcionales PowerPoint de los versículos para mantener a los niños concentrados en una sección a la vez.

Una lista modelo sería como esta:

¿Qué lamenta David? ¿Qué le pide David a Dios?

• maldad

• transgresiones

• no estar limpio

• pecar contra Dios

• ser malo desde el nacimiento

• compasión, gran amor

• que lo lave y lo limpie

• la verdad en lo íntimo

• que le enseñe sabiduría

• que lo purifique

• que le dé gozo

• un corazón limpio

• firmeza de espíritu

• que lo haga más blanco que la nieve

Después que los grupos hayan terminado, reúna y revise las listas. Luego diga: Dios perdonó a David, y David obedeció a Dios de nuevo. Poco después Betsabé tuvo otro hijo al que le pusieron por nombre Salomón. Esta fue una ocasión feliz en el palacio de David.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 12 de La Historia.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 12 PÁGINA 51

Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Cómo mostró el rey David que lamentaba lo que había hecho?

• ¿Que sucede cuando lamentamos las cosas malas que hacemos?

Diga: Dios perdonó a David. Nada que hagamos puede hacer que Dios deje de amarnos; él siempre nos perdona.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera o todas estas opciones de actividades para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Banco de palabras: Blanco como la nieveMateriales necesarios: hoja suelta «Banco de palabras: Blanco como la nieve», lápices.Opcional: transparencia en PowerPoint «Banco de palabras: Blanco como la nieve».

Entrégueles a los niños copias de la hoja suelta y lápices. Puede hacer que trabajen en parejas o grupos para esta actividad. Diga: La hoja tiene dos conjuntos de palabras. El primer conjunto trata sobre el arrepentimiento y lamentar algo. El segundo conjunto tiene que ver con ser perdonado. La tarea del grupo es escribir la oración gramatical más larga que puedan usando todas las palabras que sean posibles. Escriban una oración gramatical acerca de lamentar algo y otra en cuanto a ser perdonado. Añadan cualquier palabra que necesiten para que haya una buena gramática. Conceda un tiempo limitado, como por ejemplo diez minutos, a fin de que los grupos trabajen, luego reúnanse para oír lo que prepararon. Antes de que empiecen, asegúrese de recorrer la lista de palabras y cerciorarse de que todos entienden el vocabulario.

• Cuando hacemos algo malo, ¿a quién le causamos daño?

• ¿Cómo responde Dios cuando decimos que lo lamentamos?

Diga: Incluso un gran rey como David comete errores, pero es grandioso saber que Dios siempre perdona.

Opción 2: Limpia manchasMateriales necesarios: marcadores de tinta lavable, palangana con agua, jabón, toallitas desinfectantes, cepillo de dientes, pasta dental.

Diga: A veces, cuando pecamos, tratamos de librarnos nosotros mismos del problema; pero lo que realmente necesitamos es que Dios nos limpie. Haga que los niños usen marcadores para escribir o dibujar algo en la palma de sus manos. Pueden escribir alguna cosa que represente un

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 12 PÁGINA 52

pecado o simplemente hacer una mancha. Si quiere, pídales a los niños que escriban en las palmas de las manos de otros. (Recalque que no pueden escribir en ninguna otra parte). Luego sugiérales que prueben tres métodos diferentes de limpiar la mancha para ver cuál funciona mejor: jabón y agua, una toallita desinfectante, o frotarla con pasta dental y cepillo (el abrasivo de la pasta dental ayuda a limpiar). Reúnanse para la conversación:

• Comenten sobre una ocasión en que lamentaron algo. ¿Qué sucedió?

• Según su modo de pensar, ¿por qué Dios quiere que nos arrepintamos cuando hacemos algo malo?

Diga: Sin que importe cuánto lo lamentemos, volveremos a hacer otra trastada. Sin embargo, cada vez que nos equivocamos, Dios está listo para perdonarnos de nuevo.

Opción 3: En serio lo lamentoEntréguele una copia de la hoja de actividades «En serio lo lamento» a cada niño. Háblele al grupo sobre los cantos que David compuso para Dios pidiéndole perdón. La oración y los cantos son excelentes maneras de expresar lo que uno siente y muchos usan este método. Tal vez pueda dedicar algún tiempo a examinar porciones de la Biblia y señalar otros ejemplos de cuando algunas personas cantaron u oraron a Dios pidiendo perdón o dirección para tomar decisiones correctas. Divida a los alumnos en grupos pequeños e indíqueles que compongan un canto o redacten una oración pidiendo perdón. Explíqueles que deben ser generales en su petición o que si quieren usar ejemplos, deben emplear aquellos que son genéricos, como mentir o pelear. Haga que los grupos redacten sus oraciones o cantos en la hoja suelta y luego se los lean a la clase. Pídales que lleven las oraciones a casa para mostrárselas a la familia. Si esto resulta especialmente exitoso, recoja las oraciones, sáqueles copias, y déle a cada niño una colección de las oraciones para que la lleven a casa.

Opción 4: Extensión de la lección doceDivida a los alumnos en grupos de tres o cuatro. Indíqueles que escriban un drama en el cual una o varias personas le hacen algo a otra y necesitan pedirle perdón. Haga que el grupo escriba dos finales: uno con una disculpa sincera y otro con una disculpa fingida.

Pídales a los grupos que presenten sus dramas y conversen todos juntos sobre ambas disculpas.

• ¿Qué hace que una sea sincera y verdadera y la otra no?

• ¿Sabe Dios cuando lamentamos de verdad algo malo que hicimos? ¿Cómo?

• ¿Cómo sabemos que David se arrepintió de lo que había hecho?

• ¿Podemos pedirle perdón a Dios una y otra vez? ¿Qué sucede si continuamos haciendo las mismas cosas malas?

Concluya la clase pidiendo en oración que sus niños sepan que Dios los perdona. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 12 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 13 PÁGINA 53

Base bíblica: 1 Reyes 3:1-15; 4:29-34; 2 Crónicas 9:1-9.

Versículo bíblico: No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor (Proverbios 3:7, NVI).

Punto bíblico: Dios hizo que Salomón fuera un líder sabio. Dios también puede hacernos sabios a nosotros.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 12: «El rey que lo tenía todo».

EL REY QUE LO TENÍA TODO

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: Propaganda, tales como la publicidad de los almacenes que viene en el periódico dominical o catálogos.

Abra algunos folletos de propaganda y comente sobre los artículos que ve. Mencione algo que en realidad le gustaría tener. Emociónese por un artículo tras otro. Si su grupo es reducido, haga que los niños miren la propaganda y digan lo que les gustaría poseer.

• Si pudieran tener cualquier cosa que ven en estas propagandas, ¿qué sería?

• Si pudieran tener cualquier cosa del mundo, ¿qué sería?

Diga: En el relato bíblico de hoy sabremos lo que un rey dijo cuando Dios le hizo esta pregunta.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: copias del libreto «Sabio a los ojos de Dios», letreros «sí» y «no». (Estos letreros pueden ser dos pedazos sencillos de cartón tamaño carta con las palabras «sí» y «no» escritas en ellos).

Siga las instrucciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Sabio a los ojos de DiosSe necesitan dos buenos lectores para que sirvan de narradores y dos voluntarios para que sostengan los letreros; uno tendrá el letrero «sí» y el otro el letrero «no». Cada vez que los narradores hagan una pausa para hacer una pregunta sobre Salomón, los que tienen los letreros deben desfilar con ellos y animar al resto de los niños a decir en voz alta las respuestas. Después del drama, vuelva a la sección «Oye el relato» en el plan de la lección para una conversación breve.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 13 PÁGINA 54

Narrador 1: Saúl fue el primer rey de Israel. Después vino David, un rey famoso que gobernó por cuarenta años. Luego vino el rey Salomón, que fue uno de los hijos de David.

Narrador 2: Desde el principio, el reinado de Salomón fue muy diferente al de David. No hubo batallas y él no derramó sangre. Salomón quería hacer grande su reino usando su cerebro.

Narrador 1: Una noche, Dios le habló a Salomón en un sueño y le dijo: «Pídeme lo que quieras». Ahora bien, esa es una oferta increíble, ¿verdad? ¡Salomón en realidad podía tener cualquier cosa que quisiera!

Narrador 2: ¿Piensan que Salomón tomó su decisión con todo cuidado? Haga una pausa para que los portadores de los letreros los muestren.

Narrador 1: Salomón pensó largo y tendido en cuanto a esta oferta. Definitivamente quería hacer una buena decisión.

Narrador 2: Podía haber pedido larga vida. Podía haber pedido riquezas. Podía haberle pedido a Dios que matara a sus enemigos.

Narrador 1: Sin embargo, no pidió nada de eso. Más bien, le pidió a Dios que le diera un corazón sabio para conocer la diferencia entre el bien y el mal. Y Dios le dio a Salomón lo que pidió a fin de que pudiera ser un líder sabio. Ahora Salomón tenía razón para fanfarronear por lo inteligente y lo sabio que era.

Narrador 2: ¿Piensan que Salomón fanfarroneó ante sus amigos? Haga una pausa para que los portadores de los letreros los muestren.

Narrador 1: Salomón no se enorgulleció ni fanfarroneó. Más bien, se mostró agradecido por lo que Dios había hecho por él. Tomó la sabia decisión de ir a Jerusalén y colocarse frente al arca del pacto. Allí es donde Dios se reunía con su pueblo. Salomón le ofreció sacrificios a Dios, ya que sabía que su sabiduría venía del Señor.

Narrador 2: Salomón se hizo muy famoso por su sabiduría. Sus conocimientos abarcaban todas las cosas, desde lo que hacían los tejones en su tiempo libre hasta cómo vivir una vida verdaderamente feliz. Resolvió discusiones y comprendió cuál era la mejor temporada para plantar las siembras.

Narrador 1: Salomón podía haber guardado su sabiduría para él solo. Podía haberse asegurado de que nadie más aprendiera a ser sabio. No obstante, ¿fue eso lo que hizo? Haga una pausa para que los portadores de los letreros los muestren.

Narrador 2: Salomón no se guardó su sabiduría para él solo. Constantemente estaba pensando en cosas sabias que la gente necesitaba saber, y escribió muchas de ellas en un libro llamado Proverbios.

Narrador 1: Proverbios nos brinda sabiduría y nos enseña. Nos ayuda a entender dichos sabios. El consejo de Salomón era: «No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor».

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Narrador 2: La reina de Sabá oyó hablar de la fama y la sabiduría de Salomón. También se enteró de cómo él servía y adoraba al Señor; así que viajó desde muy lejos para probarlo con preguntas difíciles.

Narrador 1: Salomón no tenía que responder a sus preguntas. Después de todo, él era el inteligente, no ella. ¿Piensan que él respondió a las preguntas de la reina? Haga una pausa para que los portadores de los letreros los muestren.

Narrador 2: La reina de Sabá le hizo a Salomón preguntas sobre todo lo que quería saber, y Salomón las respondió todas. No hubo nada demasiado difícil para que el rey se lo explicara.

Narrador 1: De este modo, la reina de Sabá comprobó lo sabio que era Salomón. Ella dijo: «¡Todo lo que escuché en mi país acerca de tus triunfos y de tu sabiduría es cierto! No podía creer nada de eso hasta que vine y lo vi con mis propios ojos. Pero en realidad, ¡no me habían contado ni siquiera la mitad!».

Narrador 2: Dios hizo que Salomón fuera un líder sabio que gobernó al pueblo con decisiones justas y correctas. Dios también quiere que nosotros seamos sabios. Todo lo que tenemos que hacer es pedírselo.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 13 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Qué han aprendido en cuanto a la sabiduría en este relato acerca de Salomón?

• Mencionen algunas ocasiones en que les hubiera gustado tener la sabiduría de Dios para saber qué hacer.

Diga: Dios hizo que Salomón fuera un líder sabio, y miles de años más tarde todavía es famoso por su sabiduría. Sin embargo, Dios tiene suficiente sabiduría para nosotros también, y nos las dará si se la pedimos.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Proverbios para hoyMateriales necesarios: copias de la hoja suelta «Proverbios para hoy», lápices.

La Biblia nos dice que Salomón escribió más de tres mil proverbios. Vea si los alumnos saben lo que es un proverbio (un dicho sabio que muchos usan). El libro de Proverbios, en la Biblia,

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contiene muchos de ellos. Reparta la hoja de ejercicios. Lean en voz alta juntos los Proverbios. Luego haga que los niños trabajen en grupos de dos o tres personas para volver a escribir los Proverbios en términos contemporáneos. Léale al grupo entero los resultados. Luego pregunte:

• ¿Cuál de estos Proverbios piensan que es el más sabio?

• ¿De qué manera respetar al Señor nos ayuda a ser más sabios?

Diga: Podemos aprender de Salomón. Cuando enfrentamos una decisión difícil, vale la pena recordar cuánto Salomón quería tomar decisiones sabias que agradaran a Dios.

Opción 2: Alimento para el cerebroMateriales necesarios: selección de frutas y legumbres apropiadas para comer como bocadillos.

Diga: Muchos científicos se dedican a investigar cuáles alimentos pueden hacer que nuestros cerebros funcionen mejor a fin de que podamos ser más ingeniosos, pensar más rápido y tener mejores ideas. Las frutas y las legumbres siempre se hallan a la cabeza de la lista. Permita que los alumnos disfruten de los bocadillos mientras usted enfoca el diálogo en la sabiduría de Dios. Pregúnteles a los niños cuál piensan que es la diferencia entre ser ingenioso y ser sabio. Anímelos a presentar algunos ejemplos. Concluya con estas preguntas:

• ¿Piensan que es mejor ser ingenioso o ser sabio? Expliquen.

• ¿De qué manera el relato de la sabiduría de Salomón puede ayudarnos cuando no estamos seguros de qué hacer?

Diga: La experiencia de Salomón nos enseña a no ser sabios en nuestra propia opinión, sino a respetar a Dios y buscar su sabiduría.

Opción 3: Este es SalomónEntréguele una copia de la hoja de actividades «Este es Salomón» a cada niño. Miren juntos el retrato de Salomón. ¿Parece sabio por su apariencia? ¿Fueron sus posesiones las que lo hicieron sabio? ¿Puede uno al mirar a una persona decir si es sabia? Como grupo, tengan una lluvia de ideas sobre las características de una persona sabia y anótenlas alrededor del cuadro de Salomón. Coloréenlo y añadan una frase al pie del retrato que describa a Salomón y su sabiduría.

Opción 4: Extensión de la lección trece Hable con el grupo entero acerca de Salomón. ¿Por qué escogió la sabiduría por sobre todo lo demás del mundo? Tengan una lluvia de ideas con respecto a qué los chicos del grupo pedirían si tuvieran la oportunidad y supieran que cualquier cosa que quisieran les sería concedida.

• ¿Hay alguna diferencia entre ser sabio y ser ingenioso?

• ¿Qué sería lo mejor que uno pudiera tener en el mundo actual?

• ¿Qué es lo que buscarían al acudir a una persona sabia? ¿Y a una persona ingeniosa?

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Divida a los alumnos en grupos pequeños. Haga que cada grupo compile una lista de proverbios (dichos sabios) que sean apropiados para hoy. Permítales que usen la Biblia y el consejo de Salomón solo para dos de los cinco dichos sabios que deben preparar. Diseñen un afiche de dichos y preséntenselo al resto de la clase. Hable de las fuentes de los dichos sabios. ¿Cómo alcanzaron sabiduría esas personas?

Concluya la clase pidiendo en oración que sus niños vean la sabiduría de Dios, no la sabiduría humana. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 13 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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Base bíblica: 1 Reyes 11:4-6; 12:1-33; 14:22-23, 26-28; 15:11-14, 16-24.

Versículo bíblico: Asá hizo lo que agrada al Señor, como lo había hecho su antepasado David (1 Reyes 15:11, NVI).

Punto bíblico: Dios usó cosas malas para enseñar a su pueblo. Yo puedo aprender de mis errores.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 14: «Un reino desgarrado en dos».

UN REINO DESGARRADO EN DOS

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: palitos de pretzels (uno para cada dos alumnos) o una barra de pan francés entera.

Si va a usar el pan francés, pida que dos voluntarios lo ayuden. Si cuenta con los palitos de pretzels, haga que los niños formen parejas y déle un palito a cada dos alumnos. Al empezar, explíquele a la clase que van a realizar un juego de tira y afloja con el pan o los palitos. El objetivo es tirar del artículo hasta que se parta y vean quién se queda con el pedazo más grande. El pan resulta un buen auxiliar visual para el grupo entero, pero los palitos de pretzels permiten que todos participen. Escoja lo que resulte mejor para su situación.

Luego pregunte:

• ¿Pueden unir de nuevo las piezas de modo que vuelva a formarse una sola unidad?

• Mencionen algo que se arruinó y no pudieron volver a componer.

Diga: El relato bíblico que tenemos para hoy habla de algo que se dividió y el pueblo de Dios no sabía si en algún momento podría volver a unirse.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 14 de La Historia, copias de la hoja de ejercicios «Mapa del reino dividido», tijeras. Opcional: algo que haga un sonido de rotura.

Siga las instrucciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

El reino se divideAl contar el relato, cuando usted haga las pausas que se indican, los alumnos recortarán en pedazos sus mapas del reino dividido. Si el grupo es demasiado grande para hacer que todos

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recorten, simplemente usted puede recortar un mapa mientras cuenta el relato y repartirles los pedazos a unos cuantos de los alumnos. Al final del relato, los chicos pueden ver si es posible volver a unir el reino.

Opcional: Pida que un ayudante utilice algo a fin de hacer un sonido de rotura como señal para que los niños recorten. Esto puede ser tan sencillo como partir en dos un pretzel o dejar escuchar una grabación de vidrios que se rompen.

El primer rey de Israel fue Saúl. Era alto, guapo y popular, pero resultó que no fue un buen líder. Luego vino David. ¡David fue un gran rey! Desde luego que cometió errores, pero se arrepintió de ellos y quería mostrarle su amor a Dios cada vez más. Luego vino Salomón, hijo de David. Salomón empezó como un gran rey que seguía los caminos de Dios, pero con el paso de los años empezó a cometer muchas equivocaciones. Hacia el final, en realidad había echado a perder las cosas y no lo lamentaba para nada. Había dejado de adorar a Dios y ya no dirigía al pueblo para que siguiera al Señor. Cuando Salomón murió, el reino donde vivía el pueblo de Dios empezó a desbaratarse.

Una vez que Roboán, hijo de Salomón, llegó a ser rey, lo primero que hizo fue lograr que el pueblo se enojara contra él. Obviamente, Roboán no tenía la sabiduría de su papá. Así que la mayoría del pueblo decidió empezar un nuevo país, y Dios les permitió que nombraran a un hombre llamado Jeroboán como su rey. Jeroboán tampoco fue muy listo. Permitió que el pueblo del nuevo país adorara a los ídolos; o sea, cosas que no eran el Dios verdadero. ¡Eso fue una equivocación! Haga una pausa para recortar la primera sección del mapa. Puede recortar la página aproximadamente por la mitad entre Israel y Judá.

El país donde Roboán gobernaba se llamaba Judá, y el reino donde Jeroboán reinaba se llamaba Israel. Muestre las dos partes del mapa recortado. Ponga la porción de Judá a un lado por un momento. Los reyes y el pueblo de Israel y Judá pecaron mucho en su mayoría. Adoraron las cosas equivocadas, como piedras sagradas y estatuas de Aserá. Estos ídolos no eran el Dios verdadero. El pueblo cometió un error tras otro. Dios les mostraría que era más poderoso que sus ídolos. El Señor usó cosas malas para enseñarle a su pueblo que debían seguirlo a él. Los reyes de otros países atacaron al pueblo de Dios y se llevaron sus tesoros. Haga otra pausa y recorten más. Haga cortes profundos en la porción de Israel del mapa.

Sin embargo, ni aun así el pueblo aprendió sus lecciones. Todo en Israel y Judá estaba desbaratándose. Además de pelear contra los reyes que lo rodeaban, Jeroboán y Roboán pelearon el uno contra el otro. Cuando murieron, sus perversos hijos subieron al trono y continuaron la pelea. ¡Eso fue otro error!

En su mayor parte, Israel era un gran pantano de pecado. Sin que importara quién fuera el rey, el pueblo seguía pecando y levantando más ídolos, lo que solo hacía que Dios se enfureciera cada vez más. No obstante, el pueblo se rehusó a aprender las lecciones que Dios quería enseñarle. Siguieron haciendo todas las cosas erradas. Haga una pausa y recorte. Termine algunos de los cortes que hizo antes, de modo de que las partes de Israel empiecen a caer.

Con todo, había algo de esperanza para Judá. Sostenga en sus manos la porción de Judá.

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En ocasiones surgía un rey que amaba a Dios y trataba de ser un buen rey como David. El primero de estos reyes buenos fue Asá. Él estaba listo para aprender de las cosas malas que seguían sucediéndoles.

Asá hizo lo que era correcto a ojos del Señor, tal como el rey David lo había hecho. Asá sabía que Dios había estado tratando de enseñarle al pueblo algo, y deseaba prestarle atención. Así que quitó todas las estatuas de los falsos dioses que los reyes antes de él habían hecho. Incluso despojó a su abuela del título de reina madre porque ella había hecho una estatua para adorar a la diosa Aserá. Asá derribó la estatua y la quemó. Todo lo que llevó a cabo se concentró en aprender de los errores y tratar de que Judá volviera a ser un país que adoraba a Dios.

El rey Asá no eliminó todo lugar donde tenía lugar la adoración falsa, pero dedicó toda su vida por completo al Señor. Él trajo plata, oro y otras cosas valiosas al templo del Señor para honrar a Dios.

Como era costumbre, el rey perverso de Israel quiso pelear contra Judá. Asá pensaba que el rey Basá quería llevarse los tesoros del templo de Dios. Asá definitivamente no deseaba que Basá usara las cosas sagradas para adorar a los ídolos. ¡Eso sería otra equivocación! De modo que le pidió al rey de otro país, Siria, que luchara con él contra Israel. Las dos partes del pueblo de Dios hicieron la guerra una contra otra de nuevo. Haga una pausa y divida la porción de Judá.

Entonces Asá invadió Israel y sus soldados se llevaron todas las piedras y la madera que Basá había estado usando allí. Asá empleó esto para construir las ciudades de Judá.

Sabía que los reyes antes de él habían cometido muchas equivocaciones, pero pensaba que el pueblo podía aprender de esos errores. ¡Todavía no era demasiado tarde para cambiar! Tampoco era demasiado tarde para servir a Dios. No era demasiado tarde para adorar al único Dios verdadero. Asá fue uno de los mejores reyes que Judá tuvo por un largo tiempo. No obstante, el reino de Judá se destruyó a pesar de todo lo que él hizo para impedirlo. Israel y Judá estaban divididos y nunca más volverían a unirse para ser el reino fuerte que había sido bajo David. Haga una pausa y termine de cortar a Judá.

Dedique unos momentos a limpiar los retazos de papel, en particular si ha hecho que los niños recorten junto con usted. A fin de tener un momento de diversión adicional, puede permitir que los niños empleen unos pocos minutos con el objetivo de ver si les es posible volver a ensamblar el mapa. Luego vuelva a la sección «Oye el relato» en el plan de la lección para una conversación breve.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 14 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Qué lecciones quería el rey Asá que el pueblo aprendiera?

• ¿Qué lecciones podemos aprender cuando nos suceden cosas malas?

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 14 PÁGINA 61

Diga: El pueblo de Dios atravesó tiempos muy difíciles, pero Dios usa incluso los tiempos difíciles para enseñarnos cómo vivir de la forma que él quiere.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Mi errorMateriales necesarios: tarjeta «Mi error».

Diga: Dios permitió que a su pueblo le sucedieran cosas malas para ayudarlos a aprender a seguirlo. A veces suceden cosas malas simplemente porque suceden, pero no porque Dios las cause. Sin embargo, incluso entonces podemos mirar hacia atrás y aprender de nuestros errores.

Haga que un voluntario lea uno de los escenarios de la tarjeta «Mi error» a la vez. Pida que los niños identifiquen (1) el error que alguien cometió en el relato y (2) las lecciones que se pueden aprender de ese error. Luego dirija a los chicos a un diálogo de clausura.

• ¿Por qué es difícil pensar en aprender de los errores?

• ¿Cómo pueden las malas experiencias mejorar nuestra vida?

Opción 2: BocaditosMateriales necesarios: alimentos variados que se puedan dividir fácilmente en dos, tales como una variedad de tajadas de pan, tajadas de queso, galletas de sal, papitas fritas, apio, bizcochos; platos de papel.

Diga: Cuando la nación donde vivía el pueblo de Dios se dividió, una parte quedó más grande que la otra. Traten de partir estos alimentos en dos pedazos de modo que una parte sea mucho más grande que la otra. Algunos de los alimentos tal vez se hagan trizas al partirlos. ¡Excelente! Use eso como punto de partida para explicar cómo las cosas se destrozan cuando no seguimos el camino de Dios. Puede presentarles a los alumnos el reto de volver a arreglar los pedazos de comida sobre un plato para que se asemejen al mapa del reino dividido.

• ¿Qué lecciones podemos aprender de los errores que cometió el pueblo de Dios?

• Hablen de una ocasión en que aprendieron algo importante al cometer una equivocación.

Opción 3: Búsqueda bíblicaEntréguele una copia de la hoja de actividades «Búsqueda bíblica» a cada niño. Hable acerca de

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 14 PÁGINA 62

la idea de que todos cometemos equivocaciones, incluso los que parece que están realmente divirtiéndose todo el tiempo. Ofrezca algunos ejemplos de personas que aparecen en los titulares de hoy que han cometido algunos errores y aprendieron de ellos. Hable acerca de la Biblia y cuántas personas, no solo los israelitas, cometieron errores y aprendieron que Dios con todo seguía amándolos. Divida a la clase en grupos pequeños, déle una o dos Biblias a cada grupo y pídales que busquen tres personas de los tiempos bíblicos que cometieron errores, pero a las que Dios siguió amando. Solicite que la clase anote el lugar de la Biblia y haga un breve resumen de cada ocasión para exponérselo al grupo entero.

Opción 4: Extensión de la lección catorceDiga: Hace algunos años se publicó un libro titulado Cuando cosas malas le suceden a gente buena que resultó muy popular entre aquellos que deseaban saber qué hacer cuando sucedían cosas malas en su vida. Nosotros sabemos que el libro que realmente necesitamos para responder a esa pregunta es la Biblia. Dios nos muestra una y otra vez que siempre está a nuestro lado, pero también quiere que aprendamos más acerca de él y su gran amor mediante las experiencias que nos da, ya sea que esas experiencias resulten buenas o malas.

Hable de ciertos acontecimientos actuales que han impactado de forma positiva o negativa a las personas y qué clase de lecciones se pueden aprender. A los niños de cualquier edad les encanta debatir; pregúnteles lo que piensan en cuanto a la pregunta de por qué algunas cosas malas le suceden a gente buena.

Escriba algunas palabras en tiras de papel. Divida a la clase en grupos pequeños, entréguele una tira de papel a cada grupo y déles diez minutos para que conversen en cuanto a lo que se puede aprender del acontecimiento que consta en el papel. Reúnalos de nuevo para que presenten los informes. Después de los informes, oren juntos para que las personas tengan la sabiduría de aceptar y aprender de sus errores y las cosas que le suceden.

Concluya la clase pidiendo en oración que sus niños estén dispuestos a aprender de sus errores y seguir a Dios más de cerca. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 14 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 15 PÁGINA 63

Base bíblica: 1 Reyes 17:1-6; 18:1-2, 17-18.

Versículo bíblico: [Elías fue un mensajero del] Señor, Dios de Israel, a quien [él servía] (1 Reyes 17:1, NVI).

Punto bíblico: Dios animó a Elías en tiempos de dificultad. Dios me anima.

Recurso:La Historia para niños, Capítulo 15: «Mensajeros de Dios».

MENSAJEROS DE DIOS

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: cien o más vasos de papel; mesa.

Antes de empezar, organice como cincuenta vasos de papel en varios grupos. Por ejemplo, puede usar los vasos de papel para construir una pirámide. Haga un segundo arreglo idéntico. Invite a un par de voluntarios para que pasen al frente. Explique que la tarea es transferir todo el arreglo a otro lugar que usted va a designar, moviendo un vaso a la vez. Luego señale un tiempo límite que sea difícil de cumplir, como por ejemplo noventa segundos. El punto es producir frustración y desaliento. Pregunte:

• Al empezar, ¿pensaron que podrían hacer la tarea? Expliquen.

• ¿Cómo se sintieron cuando se dieron cuenta de que probablemente no iban a lograrlo?

Diga: Todos hemos tenido experiencias en que las cosas no salen como queremos. Nos desalentamos. ¡Incluso nos sentimos inclinados a escondernos en una cueva! El relato bíblico de hoy nos habla de alguien que pensó que todos sus problemas desaparecerían si se ocultaba en una cueva.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 15 de La Historia, cartulina para afiches.

Opcional: matracas, pompones.

Siga las instrucciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

El estímulo de DiosEn un afiche, escriba esta aclamación:

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 15 PÁGINA 64

Dios dice: «Anda, anda, Elías.

¡Yo estoy contigo! ¡Puedes apostarlo!».

Si está usando las matracas y pompones opcionales, repártalos a un grupo de niños que actuarán como porristas para el grupo entero. (Si el grupo es pequeño, puede darles los artículos a todos).

Necesitará cinco niños para que lo ayuden. Uno pasará al frente del salón llevando el cartelón a fin de dirigir a todos los niños en la ovación. Los otros cuatro lo ayudarán a presentar el relato. Usted hará una pausa según se indica en el relato para hacer una pregunta estilo juego, y los cuatro chicos competirán para ver quién responde primero. Pídales a los cuatro competidores que se paren a cierta distancia de usted. Cuando haga una pregunta, deben correr primero para dar una palmada sobre una mesa o en el espaldar de una silla y luego responder la pregunta.

El pueblo de Dios se dividió en dos naciones, Judá e Israel. Israel tuvo una serie de reyes malos. ¡Uno de los peores fue Acab, cuya esposa Jezabel fue incluso más perversa que él! Sin embargo, al mismo tiempo había un hombre que vivía en Israel que amaba al Señor y hacia la obra de Dios. Se llamaba Elías, y Dios lo escogió para que le hablara al rey Acab.

Elías fue a ver a Acab a fin de darle un mensaje de Dios. El mensaje decía que no habría lluvia en todo Israel hasta que Elías dijera que iba a llover. Por supuesto, a Acab no le gustó este mensaje. Dios envió a Elías lejos para que descansara. Le dijo: «Anda y escóndete al oriente del río Jordán. Bebe del arroyo. Los cuervos te darán de comer allí».

Elías hizo lo que Dios le dijo. Por la mañana y la tarde los cuervos le llevaban pan y carne, y bebía agua del arroyo.

Haga una pausa para que el ayudante que tiene el cartelón camine frente al salón y dirija la ovación. Luego formule una pregunta estilo juego. ¿De qué manera animó Dios a Elías durante los años en que no hubo lluvia? Espere a que los jugadores respondan.

Durante tres años no llovió. Dios le dio a Elías otro mensaje. Le dijo: «Ve a hablar con Acab. Luego yo enviaré lluvia». Así que Elías fue a hablar con el rey Acab. Él le presentó un reto a Acab y sus falsos dioses. En una montaña, frente a todo el pueblo de Israel, Elías demostró que Dios era el único Dios verdadero y que los dioses que Acab adoraba no tenían ningún poder. Dios mostró su poder encendiendo un fuego, mientras que los falsos dioses de Acab no pudieron hacer nada. ¡Esto encolerizó a Acab y Jezabel! ¡Estaban listos para matar al mensajero de Dios!

Elías tuvo miedo, así que huyó para salvar su vida. Corrió, y corrió, y corrió. Finalmente se desplomó debajo de un árbol y dijo: «¡Señor, déjame morir!». Luego se quedó dormido. De repente un ángel lo tocó y le dijo: «Levántate y come». Elías se despertó. Vio una torta de pan y una jarra de agua. Así que comió y bebió, y se quedó dormido de nuevo. Entonces el ángel lo despertó de nuevo y le dijo que se alistara para un viaje muy largo.

Haga una pausa para que el ayudante que tiene el cartelón camine frente al salón y dirija la ovación. Luego formule una pregunta estilo juego. ¿De qué manera animó Dios a Elías cuando Elías huyó para salvar su vida? Espere a que los jugadores respondan.

Page 65: Plan de Lecciones

LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 15 PÁGINA 65

Elías caminó y caminó durante cuarenta días y cuarenta noches. Caminó hasta que llegó a Horeb, el monte de Dios. Se sintió completamente solo y tenía miedo de que Acab lo persiguiera y lo matara. Cuando halló una cueva, entró en ella para pasar allí la noche.

El Señor le dijo a Elías: «¿Qué haces aquí?». Elías contestó: «Los israelitas te han dado la espalda. ¡Yo soy el único que está haciendo tu obra, y ahora quieren matarme a mí también!». Dios le dijo: «Sal y preséntate ante mí en la montaña, porque estoy a punto de pasar por allí».

Cuando Dios se acercó a Elías, un poderoso viento destrozaba la montaña y partía las peñas, pero Dios no estaba en el viento. Luego un terremoto estremeció el monte, pero Dios no estaba en el terremoto. Luego pasó un fuego, pero Dios no estaba en el fuego. Y después del fuego hubo solo un suave murmullo. Cuando Elías lo oyó, salió y se paró a la entrada de la cueva. Dios le dijo: «Regresa por el mismo camino que viniste. Yo todavía tengo trabajo para ti».

Haga una pausa para que el ayudante que tiene el cartelón camine frente al salón y dirija la ovación. Luego formule una pregunta estilo juego. ¿De qué manera animó Dios a Elías cuando el profeta estaba escondido en la cueva? Espere a que los jugadores respondan.

Elías obedeció de nuevo a Dios. Salió de la cueva y bajó del monte para seguir haciendo la obra que Dios le dijo que hiciera. Entonces se encontró con Eliseo, un joven al que Dios había escogido para que fuera un nuevo profeta. La tarea de Elías ahora era enseñarle a Eliseo cómo darle al pueblo el mensaje de Dios. Finalmente, Elías en realidad llegó a ser muy viejo, de modo que Dios decidió que era tiempo de que Eliseo fuera el profeta principal. Eliseo y Elías viajaban juntos. Ellos estaban caminando y conversando cuando de repente un carro y caballos se aparecieron. ¡El fuego los rodeaba! El carro y los caballos separaron a Elías de Eliseo, y Elías subió al cielo en medio de un fuerte torbellino. La larga vida de Elías al servicio de Dios había terminado… ¡y él fue al cielo sin morir primero!

Haga una pausa para que el ayudante que tiene el cartelón camine frente al salón y dirija la ovación. Luego formule una pregunta estilo juego. ¿De qué manera animó Dios a Elías cuando la vida de Elías se acabó? Espere a que los jugadores respondan.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 15 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Qué fue lo que desalentó tanto a Elías?

• ¿De qué manera alentó Dios a Elías?

Diga: El relato de Elías nos recuerda que Dios sabe cómo nos sentimos y quiere animarnos.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

Page 66: Plan de Lecciones

LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 15 PÁGINA 66

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Cacería de versículos bíblicos de estímuloMateriales necesarios: Biblias, sillas o mesas pequeñas, lápices, copias de la hoja de ejercicios «Cacería de versículos bíblicos de estímulo».

De antemano, marque algunos versículos bíblicos con la hoja de ejercicios en las Biblias y colóquelas sobre sillas o mesas por el salón. Diga: Todos enfrentamos el desaliento. Las buenas noticias que se encuentran en la Palabra de Dios son una manera en que Dios nos anima. Busquemos algunos de estos versículos y veamos cómo lo hacen. Explique que sobre cada silla o mesa hay una Biblia con un versículo bíblico marcado. Los niños deben visitar cada estación individualmente o en grupos pequeños, leer los versículos y llenar el espacio en blanco correspondiente en la hoja de ejercicios. Reúnanse para revisar los resultados. Luego diga:

• Hablen acerca de una ocasión en que alguien los animó.

• Mencionen algunas maneras en que Dios los anima.

Indique: Si abrimos bien nuestros ojos, todos los días hallaremos maneras en que podemos animar a otra persona. Tal vez ustedes puedan darle a alguien uno de estos versículos bíblicos.

Opción 2: Tarjetas de estímuloMateriales necesarios: hoja suelta «Tarjeta de estímulo» y «Versículos de estímulo», tijeras, pegamento, marcadores.

Si es posible, duplique la tarjeta de estímulo en cartulina. Diga: Darle a alguien una tarjeta puede ser un gran estímulo. Hoy podemos hacer tarjetas que contengan algunos versículos de la Biblia para animar a alguien que tal vez esté atravesando algún tiempo difícil. Piensen en alguien a quien les gustaría animar con una tarjeta. Haga que los niños recorten la figura siguiendo las líneas negras gruesas. Dóblenla por las líneas punteadas. Cierren las dos mitades al frente cortando las ranuras marcadas. Luego escojan uno de los versículos de la segunda hoja suelta y péguenlo dentro de la tarjeta. Usen marcadores para decorar la tarjeta aun más. Indique:

• Cuéntenme algo de la persona que necesita la tarjeta.

• Hablen de una ocasión en que alguien los animó.

Diga: Dios sabe cuándo nos sentimos desanimados. Abramos nuestro corazón a las maneras en que él envía ánimo a nuestras vidas.

Opción 3: ¡Nunca te desalientes!Recuérdele a la clase que Dios nunca quiere que fracasemos o sintamos que no podemos hacer algo que debe hacerse. Él es nuestro constante estímulo y nunca nos fallará. Busquen palabras de

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 15 PÁGINA 67

estímulo en el rompecabezas. Usen cinco de las palabras en frases de estímulo que pudieran decirle a un amigo que necesita ayuda.

Opción 4: Extensión de la lección quinceHáblele a la clase acerca del estímulo.

¿Alguna vez han tenido que hacer algo difícil y sintieron que nadie los respaldaba? ¿Qué hicieron? ¿Cómo resultó la situación?

¿Alguna vez han tratado de hacer algo difícil y alguien los alentó y respaldó durante todo el camino?

¿Cómo resultó esa situación? ¿Fue una experiencia más positiva?

Mencionen algunos de los comentarios que les hicieron y resultaron alentadores.

Tenga lista varias opciones de personas o grupos de la comunidad de la iglesia que necesitan estímulo. Puede tratarse de alguien enfermo, una familia que quiera adoptar un hijo, un grupo que vaya en un viaje misionero o a algún campamento, o algunos adultos que se dispongan a asistir a un retiro.

Divida a los alumnos en grupos pequeños para que hagan cartelones o tarjetas que animen a las personas que se enfrentan a un reto o algo que deben hacer. Incluya versículos bíblicos u otras palabras de aliento. Déle seguimiento a la tarea y asegúrese de que los cartelones se entregan o se colocan en el santuario o el vestíbulo de la iglesia para que todos los vean y se sientan estimulados.

Concluya la clase pidiendo en oración que sus niños reconozcan que Dios los anima y que también busquen oportunidades para animar a otros. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 15 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 16 PÁGINA 68

Base bíblica: Isaías 3:1-13; 14:1-5; 48:8-9; 53:1-2.

Versículo bíblico: En el momento propicio te respondí, y en el día de salvación te ayudé. Ahora te guardaré (Isaías 49:8, NVI).

Punto bíblico: Dios nunca se da por vencido en cuanto a su pueblo. Dios no se dará por vencido en cuanto a mí.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 16: «El principio del fin».

EL PRINCIPIO DEL FIN

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: hoja suelta «Trabalenguas».Opcional: transparencia en PowerPoint de «Trabalenguas», equipo de proyección.

Diviértase junto con los niños practicando trabalenguas. Empiece con algo sencillo y dígalo lentamente mientras los niños lo aprenden. Luego trate de hacerlo más rápido. Avance a otros más largos y complicados. Cuando lleguen al más difícil, haga que la clase se ponga de pie y trate de decirlo con precisión y rápidamente. (¡A lo mejor usted tiene que practicar por adelantado!) Pídales a los niños que se sienten cuando sepan que se han equivocado o que ya no pueden mantener el ritmo. Pregunte:

• ¿Cómo se sintieron al tener que abandonar el juego?

• Mencionen algo que les sucedió cuando tuvieron que darse por vencidos.

Diga: Nuestro relato bíblico de hoy nos habla de una ocasión en que el pueblo de Dios probablemente se inclinaba a darse por vencido, pero luego descubrieron que Dios no se rendía en cuanto a ellos.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: copias del libreto del relato, Tarjeta ilustrada 16 de La Historia.

Siga las instrucciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Dios da y quitaPida que tres buenos lectores presenten el relato bíblico ante el grupo completo. Dos son narradores. Otro es el «líder del eco». Explíquele al grupo que todos deben repetir cualquier cosa que diga el líder del eco (según se indica en negrita).

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 16 PÁGINA 69

Narrador 1: El pueblo de Dios quería un rey, así que Dios le dio un rey.

Líder del eco: Dios les dio un rey.

Grupo: Dios les dio un rey.

Narrador 2: Sin embargo, con el paso de los años, los reyes dejaron de seguir a Dios. El Señor envió profetas para que le adviertan al pueblo, pero el pueblo ignoró a los mensajeros de Dios. No siguieron las reglas de Dios. No prestaron atención a los mensajes de Dios.

Líder del eco: ¡No prestaron atención!

Grupo: ¡No prestaron atención!

Narrador 1: Así que Dios permitió que el castigo llegara. El reino se dividió en dos naciones: Israel y Judá. Los reyes de otras naciones vinieron y se llevaron todo el dinero de Israel, destruyendo casas y ciudades. Finalmente, el pueblo de Israel fue tomado cautivo y llevado lejos a vivir en otros países.

Narrador 2: La situación no fue mucho mejor para Judá, el otro grupo del pueblo de Dios. Unos pocos reyes buenos trataron de corregir las cosas, pero la mayor parte del pueblo no prestó atención. Dios les envió otro mensajero, un profeta llamado Isaías, a fin de decirle al pueblo que enmendara sus caminos.

Narrador 1: Si Judá se corregía y empezaba a obedecer a Dios como se suponía que debía hacerlo, Dios los perdonaría y los protegería de los reyes de otros países. Isaías trató realmente duro de hacer que las personas prestaran atención. Le dijo al pueblo todas las cosas que Dios les quitaría si no cambiaban.

Líder del eco: Provisiones.

Grupo: Provisiones.

Líder del eco: Alimentos y agua.

Grupo: Alimentos y agua.

Líder del eco: Héroes y soldados.

Grupo: Héroes y soldados.

Líder del eco: Jueces y profetas.

Grupo: Jueces y profetas.

Líder del eco: Ancianos y capitanes.

Grupo: Ancianos y capitanes.

Líder del eco: Líderes del gobierno.

Grupo: Líderes del gobierno.

Líder del eco: Consejeros.

Grupo: Consejeros.

Líder del eco: Obreros expertos.

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Grupo: Obreros expertos.

Narrador 2: Todas estas cosas buenas desaparecerían porque el pueblo no estaba siguiendo a Dios. Las personas pelearían unas contra otras, y todos sufrirían.

Líder del eco: Todos sufrirían.

Grupo: Todos sufrirían.

Narrador 1: Isaías dijo: «Los dirigentes de ustedes los han llevado por el camino equivocado. Los han desviado del camino correcto». Sin embargo, el pueblo no prestó atención. Isaías dijo que las ciudades serían destrozadas y que el pueblo de Judá sería llevado a otro país en cadenas.

Narrador 2: No obstante, el mensaje de Isaías no era todo acerca de ruina y tragedia. Él sabía que Dios seguía amando a su pueblo y no iba a darse por vencido en cuanto a ellos. Así que su mensaje también trataba de las cosas buenas que sucederían después que pasaran todas las cosas horribles. Dios iba a darles de nuevo cosas buenas.

Líder del eco: Dios le mostraría a su pueblo su tierno amor.

Grupo: Dios le mostraría a su pueblo su tierno amor.

Líder del eco: Dios volvería a establecer al pueblo en su propio territorio.

Grupo: Dios volvería a establecer al pueblo en su propio territorio.

Líder del eco: El sufrimiento de Israel terminaría.

Grupo: El sufrimiento de Israel terminaría.

Líder del eco: Otras naciones ayudarían al pueblo de Dios.

Grupo: Otras naciones ayudarían al pueblo de Dios.

Líder del eco: Dios les quitaría el poder a los gobernantes malos.

Grupo: Dios les quitaría el poder a los gobernantes malos.

Líder del eco: Dios respondería a las oraciones.

Grupo: Dios respondería a las oraciones.

Líder del eco: Dios salvaría a su pueblo.

Grupo: Dios salvaría a su pueblo.

Narrador 1: Dios le dijo al pueblo: «Cuando sea tiempo de salvarlos, yo los ayudaré. Los mantendré seguros».

Narrador 2: El mensaje de Isaías se puso incluso mejor. Dios le permitió ver cosas que sucederían en el futuro, muy lejos en el futuro. Isaías tuvo visiones del Mesías, la persona que salvaría a todo Judá y al mundo entero.

Narrador 1: Isaías supo sobre Jesús cientos de años antes de que Jesús naciera. Dios quería darle a su pueblo esperanza para el futuro. Sin que importara cuántas malas decisiones hubiera tomado el pueblo de Dios, él no iba a darse por vencido con ellos.

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Narrador 2: Isaías le dijo al pueblo que el Siervo de Dios crecería como un retoño tierno. Declaró: «Él sufrió lo que nosotros deberíamos haber sufrido. Él llevó sobre sí el dolor que nosotros debíamos haber llevado. Él fue quebrantado debido a que lo que nosotros habíamos hecho era malo».

Narrador 1: «Todos nosotros somos como borregos. Nos hemos descarriado de Dios. Todos hemos seguido nuestros propios caminos. Y el Señor ha puesto sobre su Siervo los pecados de todos nosotros. Él dio su vida por aquellos que habían hecho lo malo».

Narrador 2: Isaías estaba hablando de Jesús mucho antes de que naciera. Eso se debió a que Dios tenía un plan no solo para el pueblo de Israel y Judá, sino para todas las personas. Él no se da por vencido en cuanto a ninguno de nosotros.

Narrador 1: Dios envió a Jesús para que todos podamos tener la misma relación íntima con él que los israelitas tenían en el Antiguo Testamento. Dios no se da por vencido en cuanto a su pueblo, y tampoco se da por vencido con nosotros.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 16 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Por qué Dios le quitó tantas cosas a su pueblo?

• ¿Qué ha planeado Dios para su pueblo en el futuro?

Diga: Muchas veces nos sentimos inclinados a darnos por vencidos. Es bueno saber que Dios no se da por vencido con nosotros.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Juego de carpeta «Dios nunca se da por vencido»Materiales necesarios: carpeta de manila, tarjetas de archivador, marcadores, pelotas pequeñas blandas.

Prepare el juego abriendo la carpeta. Al pie escriba las palabras del versículo bíblico: «En el momento propicio te respondí, y en el día de salvación te ayudé. Ahora te guardaré» (Isaías 49:8). Con un marcador trace un cuadrado grande a la izquierda de la carpeta y otro a la derecha. Los niños harán las tarjetas del juego. Pídales que escriban en una tarjeta algo en cuanto a lo que estén a punto de darse por vencidos. En otra tarjeta, haga que terminen esta frase: «Debido a que Dios no se da por vencido conmigo, yo puedo…». Anime a cada jugador a hacer varios conjuntos de

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tarjetas. Recoja las tarjetas. Coloque el primer conjunto a la izquierda de la carpeta, por encima del cuadrado. Ponga el segundo conjunto a la derecha.

Ubique la carpeta sobre el piso y haga que los alumnos se sitúen varios metros atrás. Los niños jugarán lanzando una pelota pequeña suave al cuadrado que está a la izquierda de la carpeta. El jugador que da en el cuadrado saca una tarjeta y la lee en voz alta. Luego lanza otra pelota apuntando al cuadrado de la derecha. Si el jugador yerra el cuadrado, otro chico toma el turno. Juegue hasta que todas las tarjetas se lean. Luego pregunte:

• ¿Cómo mostró Dios que no se daba por vencido en cuanto a su pueblo según el relato bíblico?

• ¿Cómo saben que Dios no se da por vencido en cuanto a ustedes?

Diga: Sin que importara lo que las personas hicieran en los tiempos de la Biblia, Dios no se dio por vencido con ellas… ¡y tampoco se da por vencido con ustedes!

Opción 2: Sillas musicales con versículos bíblicosMateriales necesarios: papel grueso, marcadores, cinta de enmascarar, reproductor de disco compacto, música.

Con el marcador escriba palabras o frases del versículo bíblico en hojas de papel. En una hoja adicional dibuje una estrella grande. Coloque las hojas en el piso en un círculo con un espacio de uno o dos pasos entre una y otra. Trate de formar un círculo como de doce hojas por cada ocho a diez niños. Agrande el círculo con hojas en blanco si el grupo es más grande o haga dos círculos. Empiece el tiempo de actividad repasando las palabras del versículo bíblico: «En el momento propicio te respondí, y en el día de salvación te ayudé. Ahora te guardaré» (Isaías 49:8). Realice este juego del versículo bíblico como si fuera el de las sillas musicales. Haga que los niños caminen alrededor del círculo mientras toca la música, luego detenga la melodía al azar. El niño que está sobre la estrella escoge cualquier palabra del versículo bíblico. El jugador detrás de ese niño debe empezar con esa palabra y decir el resto del versículo bíblico. Si un jugador escoge la referencia bíblica, el próximo jugador dice el versículo bíblico desde el principio. Empiece la música de nuevo. Después del juego, indique:

• Cuéntenme sobre una ocasión en que necesitaban la ayuda de Dios.

• Describan algunas maneras en que Dios los ayuda.

Diga: Este versículo no quiere decir que jamás nos sucederá algo malo, pero sí significa que Dios está cerca de nosotros todo el tiempo. Él siempre está listo para ayudarnos y planea buenas cosas para nosotros.

Opción 3: Yo te ayudaréDios les hizo esta promesa a las personas en los tiempos de la Biblia. Y nos hace a nosotros la misma promesa. Haga que los niños piensen en experiencias que hayan tenido en la vida, o sobre las que hayan oído, que muestren claramente que Dios estaba ayudando y cuidando a alguien (o a ellos

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 16 PÁGINA 73

mismos). Dibujen y describan cuatro de estos acontecimientos. Muéstrenles los dibujos y el versículo a las familias en casa.

Opción 4: Extensión de la lección dieciséisComo grupo, hablen de cómo nos sentimos cuando sabemos que alguien realmente se interesa por nosotros y nos quiere: padres, hermanos, abuelos, otros parientes y amigos.

• ¿Qué significa un «amor incondicional»?

• ¿Hay alguien en la vida de ustedes que les tenga amor incondicional? ¿Cómo lo saben?

• ¿Nos ama Dios con un amor incondicional? ¿Cómo lo saben?

• Proporcionen ejemplos de algunas ocasiones en que es obvio que alguien lo ama a uno sin que importe lo que digamos o hagamos.

Escriba las siguientes palabras en tarjetas de archivador. Añada palabras de modo que cada alumno tenga una tarjeta. Doble las tarjetas por la mitad y repártalas a los alumnos del grupo. Deben turnarse para abrir las tarjetas. Haga que cada alumno lea la tarjeta y hable en cuanto a si sería fácil amar a alguien que hace lo que dice la tarjeta. Piensen en cómo Dios lo logra y por qué lo hace.

mentir gritar engañar burlarse ayudar con la tarea escolar robar abrazar romper cosas golpear animar

Concluya la clase pidiendo en oración que sus niños busquen la ayuda de Dios cuando se sientan inclinados a darse por vencidos. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 16 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 17 PÁGINA 74

Base bíblica: Jeremías 1:4-10; 2:21-28; 5:1-2; 16:17-19; 2 Crónicas 36:1-16.

Versículo bíblico: Por tanto, digo: «El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!» (Lamentaciones 3:24, NVI).

Punto bíblico: El pueblo de Dios sufre debido a su pecado, pero Dios a pesar de todo los ama. Su amor por mí nunca termina.

Recurso:La Historia para niños, Capítulo 17: «La caída del reino».

LA CAÍDA DEL REINO

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: hoja suelta «¿Qué sucede?».

Haga una serie de preguntas «¿Qué sucede? que establezcan una causa y un efecto. Las preguntas empiezan con una información sencilla y progresan a una cuestión de decisiones. Toda decisión tiene una consecuencia. Después de recorrer la lista, hablen sobre:

• ¿Qué sucede si en una determinada ocasión uno toma la decisión errada?

• ¿Cuál es el propósito del castigo?

Diga: El relato bíblico de hoy trata de una ocasión en que el pueblo de Dios tomó una serie de decisiones erradas. Veamos lo que les sucedió.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 17 de La Historia.

Siga las direcciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

El amor de Dios nunca se acabaEste relato bíblico tiene lugar en una corte de justicia. Los alumnos usarán el libreto para celebrar un juicio y determinar si el pueblo de Dios merece las consecuencias que sufrieron por su pecado. Se necesitan participantes que interpreten los papeles de juez, fiscal acusador, abogado defensor, guardia y Jeremías. Puede arreglar un escenario sencillo que se parezca a una corte si lo desea.

Guardia: Se inicia la sesión de esta corte.Juez: Guardia, ¿contra quién es nuestro caso?Guardia: El pueblo de Judá.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 17 PÁGINA 75

Juez: ¿De qué se le acusa?Guardia: Al pueblo de Dios se le acusa de seguir su propio camino en lugar de seguir a

Dios.Juez: Empecemos. El fiscal acusador tiene la palabra.Fiscal: Muchas gracias, su señoría. Hoy demostraremos más allá de toda sombra de

duda que el pueblo de Judá sabía que estaban siguiendo a dioses falsos.Juez: ¿De eso se trata?Fiscal: También demostraremos que el pueblo de Judá escogió libremente ignorar las

advertencias de los profetas.Juez: ¿Algo más?Fiscal: Por último, demostraremos que el pueblo de Judá merecía el castigo que los

profetas les anunciaron.Juez: Usted parece estar bien preparado. ¿Qué tal en cuanto a la defensa?Defensor: Su señoría, nosotros demostraremos que al pueblo se le hizo descarriar.Juez: Eh, trataré de tener una mente abierta, pero eso parece dudoso.Defensor: Su señoría, los reyes de Judá estaban bajo una presión tremenda.Juez: Guardia, ¿piensa usted que la defensa pueda tener razón?Guardia: No, su señoría.Defensor: ¡Protesto! No le corresponde al guardia decidir.Juez: Entonces preguntémosle al jurado.Defensor: ¡Protesto! Todavía no hemos presentado nuestro caso.Juez: Está bien. Escucharemos a ambos lados, pero estoy bastante seguro de cómo

va a resultar esto.Fiscal: La acusación llama a Jeremías al banquillo.Guardia: ¡Prometes decir la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad!Jeremías: Lo prometo.Guardia: Lo tiene a sus órdenes.Fiscal: Jeremías, dinos cuál es tu oficio.Jeremías: Soy profeta de Dios.Fiscal: ¿Qué quieres decir?Jeremías: Le digo a la gente el mensaje que Dios desea que oigan.Fiscal: ¿Es tu mensaje el mismo que el de los otros profetas? ¿Es el mismo de Isaías?

¿O Amós? ¿U Oseas?Defensor: ¡Protesto! El testigo no pueda hablar por otros profetas.Juez: Tiene razón.Fiscal: No importa. La gente sabe lo que todos los profetas han dicho. Jeremías, ¿cuál

es tu mensaje para el pueblo de Judá?Jeremías: Dios me dijo que les advirtiera que dejaran de servir a dioses falsos.Fiscal: ¿Y si no dejaban de hacerlo?Jeremías: Enfrentarían el castigo, por supuesto.Fiscal: ¿Qué tipo de castigo?

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 17 PÁGINA 76

Jeremías: Serían llevados como esclavos a una nación extranjera.Fiscal: ¿Y tú le advertiste al pueblo acerca de esto?Jeremías: En efecto, así lo hice.Fiscal: ¿Se lo dijiste al rey?Jeremías: Así es.Fiscal: ¿Cambió el pueblo?Jeremías: No, no cambió.Fiscal: ¿Y esto sucedió así en realidad?Jeremías: Sí, el pueblo fue llevado preso a Babilonia.Juez: Tal vez deberíamos oír a la defensa.Defensor: Jeremías, ¿cómo puedes saber lo que la gente realmente siente en su corazón?Jeremías: Porque lo que hacen demuestran lo que hay en su corazón.Defensor: ¿Qué quieres decir?Jeremías: Si creen en dioses falsos, adoran a dioses falsos. Si creen en el Dios verdadero,

adoran al Dios verdadero.Defensor: ¿Acaso no es posible que la gente en realidad no lo hiciera a propósito?Jeremías: Pienso que no.Defensor: Jeremías, ¿qué crees tú en cuanto al amor de Dios?Fiscal: ¡Protesto! ¿Qué tiene que ver eso con el caso?Defensor: Creemos que Dios ama a su pueblo, pase lo que pase.Fiscal: Es verdad, pero con todo la gente peca. Defensor: Eso es simplemente su opinión. Ellos estaban solo confundidos. Juez: Pienso que el testimonio de Jeremías demostró que el pueblo pecó, pero

también concuerdo en que Dios ama a su pueblo. Fiscal, puede llamar a su próximo testigo.

Fiscal: Su señoría, Jeremías era nuestro único testigo.Juez: ¿Tiene la defensa algo más que decir?Defensor: No, su señoría.Juez: Entonces el caso va al jurado ahora. Gracias a todos.

Vuelva a la sección «Oye el relato» en el plan de la lección para la conversación. Haga que el grupo entero sea el «jurado» del caso y decida si el pueblo de Judá era culpable de la acusación de seguir sus propios caminos en lugar de los de Dios.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 17 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Piensan que el pueblo de Judá merecía lo que le sucedió? Expliquen.

• ¿Cómo pudo Dios mostrarle amor a su pueblo incluso al castigarlo?

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 17 PÁGINA 77

Diga: Cuando hacemos nuestras trastadas, tenemos que enfrentar las consecuencias de nuestras acciones; pero eso no quiere decir que Dios deja de amarnos.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Parece un rompecabezasMateriales necesarios: copias de la hoja suelta «Parece un rompecabezas», lápices, espejos.

Diga: En el relato bíblico, el pueblo de Dios se rehusó a arrepentirse y siguió pecando. Si les pidiera que prepararan una lista de todas sus equivocaciones, probablemente sería una lista bastante larga. Sin embargo, el amor de Dios siempre es mayor que nuestra lista de pecados. Esto es algo en lo que en realidad hay que pensar, el hecho de que sin que importe cuántas veces hagamos nuestras trastadas, Dios siempre está allí amándonos. Observen los versículos revueltos en la hoja suelta y organícenlos para que tengan sentido.

• ¿Qué les dicen estos versículos en cuanto a Dios?

• ¿Qué les dicen estos versículos acerca de ustedes mismos?

Diga: ¡A veces es bueno que uno hable consigo mismo! Es bueno recordarnos cuánto nos ama Dios, pase lo que pase.

Opción 2: Frotamiento de globos «Me digo a mí mismo»Materiales necesarios: globos, marcadores permanentes.

Hable brevemente de lo que es un «globo de palabras». La mayoría reconocerá el artificio de escribir palabras en un globo o nube encima de la cabeza de alguien, tal como en las tiras cómicas del periódico o las revistas. Diga: Vamos a tratar de hacer otro tipo de globos de palabras para mostrar nuestros pensamientos. Repasen las palabras del versículo bíblico: «Por tanto, digo: “El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!”» (Lamentaciones 3:24). Luego pida que los niños inflen los globos y los aten. Los niños pueden usar los marcadores para escribir en el globo inflado las palabras del versículo bíblico. Luego haga que se froten los globos en el pelo y traten de lograr que se les queden pegados a la cabeza. ¿Cuánto del versículo bíblico pueden los niños repetir antes de que los globos se desprendan? Siga jugando y vea quién puede decir todo el versículo. Luego conversen sobre:

• ¿Por qué es bueno recordarnos y decirnos a nosotros mismos que el Señor es todo lo que necesitamos?

• ¿Qué quiere decir poner la esperanza en el Señor?

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 17 PÁGINA 78

Diga: Incluso cuando hacemos una gran trastada, como el pueblo de Dios en el relato bíblico, el amor de Dios por nosotros nunca se acaba.

Opción 3: Dios es todo lo que necesitamosTodo viene de Dios. Debido a su gran amor que nunca se acaba, tenemos todo lo que necesitamos. Dios siempre se ha asegurado de que le vaya bien a su pueblo. Como grupo, empiecen a hacer una lista de cosas por las que la clase le está agradecida a Dios. Haga que los niños escojan sus dos favoritas y le escriban a Dios una nota de agradecimiento por su amor y sus dones.

Opción 4: Extensión de la lección diecisieteEl pueblo de Dios sufre debido a su pecado, pero Dios sigue amándolo. Su amor por mí nunca termina.

Hable con su grupo en cuanto al pecado.

• ¿Qué es exactamente un pecado… no ejemplos, sino una definición de la palabra pecado? ¿Qué hace que algo sea un pecado?

• ¿De qué manera el pecado afecta nuestra relación con nuestra familia y los amigos?

• ¿Cómo ese pecado afecta nuestra relación con Dios? ¿De qué forma piensan ustedes que se siente Dios cuando pecamos?

• ¿Qué tal si cometemos el mismo pecado vez, tras vez, tras vez? ¿Cómo piensan que se siente Dios entonces? ¿Pueden comparar eso con cómo sus padres o amigos se sentirían si ustedes cometieran el mismo pecado contra ellos una y otra vez?

Divida al grupo en grupos más pequeños de tres o cuatro personas. Déle una Biblia a cada grupo. Indíqueles que cada grupo debe buscar un ejemplo en la Biblia acerca de alguien del pueblo de Dios que pecó, y Dios no lo olvidó. ¿Cómo mostró Dios que continuaba amándolo? ¿Cómo Dios ha mostrado que continúa amándolos a ustedes aunque echen a perder las cosas?

Concluya el tiempo de la lección orando que los niños sepan que Dios los ama, aun cuando hagan trastadas. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 17 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 18 PÁGINA 79

Base bíblica: Daniel 6:1-13, 16-23.

Versículo bíblico: Daniel [...] se fue a su casa y [...] Allí se arrodilló y se puso a orar y alabar a Dios [...] tres veces al día (Daniel 6:10).

Punto bíblico: Daniel es leal a Dios y Dios lo protege. Yo puedo ser leal a Dios.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 18: «Daniel en el exilio».

DANIEL EN EL EXILIO

PASO 1: REÚNETE

Cuando los niños se hayan reunido, presénteles el reto de realizar un juego de concentración. Dígales que cuenten de cuatro en cuatro. Haga que todos empiecen al mismo tiempo. Mientras cuentan, diga en voz alta números al azar. Use algunos que estén cerca de los que los niños deben estar diciendo al contar y otros que sean simplemente distracciones alocadas. Vea cuantos niños pueden mantenerse en el orden de los números y seguir contando hasta llegar a cien. Hablen sobre:

• ¿Por qué fue algo difícil hacer esto (o muy difícil para algunos)?

• Díganme alguna otra cosa en la que tienen que concentrarse para hacerla bien.

Diga: Nuestro relato bíblico de hoy habla de un hombre que se concentró intensamente en una cosa: mantenerse leal a Dios.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 18 de La Historia, tarjetas de palabras del relato bíblico.

Siga las direcciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Daniel se mantiene lealEscoja actores para que interpreten al rey Darío, Daniel y un narrador. Dos alumnos pueden ser los funcionarios. El resto del grupo serán los gobernantes. Cada vez que oigan decir: «¡Tenemos que librarnos de Daniel!», ellos responden con: «¡Así es, eso dijeron!».

Narrador: El pueblo de Dios fue llevado preso a otro país, llamado Babilonia. Vivieron en Babilonia por largo tiempo. Después de muchos años, otro reino conquistó Babilonia. Darío era el rey de Persia.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 18 PÁGINA 80

Darío: Así es como voy a organizar mi reino. Tendremos ciento veinte gobernantes. Tres oficiales serán jefes de los gobernantes.

Narrador: Daniel era uno de los tres funcionarios principales. Resultó que Daniel también fue el mejor de los tres funcionarios jefes o de cualquiera de los otros ciento veinte gobernantes. Hizo mejor trabajo que cualquier otra persona en todo el reino.

Darío: Pienso que voy a poner a Daniel a cargo de todo el reino de Persia.

Funcionario 1: No me gusta esa idea.

Funcionario 2: A mí tampoco. ¡Tenemos que librarnos de Daniel!

Gobernantes: ¡Así es, eso dijeron!

Narrador: Así que los demás funcionarios buscaron una razón para decirle al rey que Daniel no debía ser puesto a cargo de todo el reino. ¡El problema fue que no pudieron hallar nada de qué acusarlo!

Funcionario 1: ¡Él nunca hace nada malo!

Funcionario 2: ¡Su trabajo siempre es perfecto!

Funcionario 1: Siempre hace lo que se supone que debe hacer.

Funcionario 2: ¡Tenemos que librarnos de Daniel!

Gobernantes: ¡Así es, eso dijeron!

Narrador: De modo que los funcionarios se dieron cuenta de que tenían que buscar una manera de librarse de Daniel. Si no podían hacerlo de forma justa, entonces harían trampas. Los oficiales pensaron en un plan para engañar al rey a fin de que les diera lo que querían.

Funcionario 1: Hemos acordado que debes dictar una orden. Por treinta días ninguna persona debe orar a nadie excepto a ti.

Funcionario 2: ¡Si lo hacen, hay que echarlos al foso de los leones!

Darío: ¡Me gusta la idea! ¡Todos deben adorarme, o si no, que se atengan a las consecuencias!

Narrador: El rey quería mucho a Daniel, pero en ese momento no pensó en Daniel ni tan siquiera un poco.

Daniel: Esta nueva ley no va a cambiar nada. Yo siempre oro tres veces al día, y voy a seguir orando tres veces al día.

Funcionario 1: Daniel siempre ora ante una ventana abierta.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 18 PÁGINA 81

Funcionario 2: Estaremos atentos a cuando él ore. El rey firmó la ley. Incluso Daniel tiene que obedecerla.

Funcionario 1: ¡Tenemos que librarnos de Daniel!

Gobernantes: ¡Así es, eso dijeron!

Narrador: De modo que Daniel subió a su habitación y se arrodilló, como siempre lo hacía. Entonces oró y le dio gracias a Dios.

Funcionario 2: Nuestro plan está resultando perfectamente.

Funcionario 1: Allí está justo en la ventana, como siempre.

Funcionario 2: Hay que ir a ver al rey.

Darío:¿Que quieren?

Funcionario 1: Tenemos que darte un informe en cuanto a Daniel.

Darío: Ah, Daniel. ¡Mi funcionario favorito!

Funcionario 2: Me temo que tu funcionario favorito ha estado violando la ley.

Darío: ¡Eso es imposible! Daniel nunca hace nada malo.

Funcionario 1: Lo ha hecho esta vez. Está orando a su propio Dios.

Darío: Él siempre hace eso.

Funcionario 2: Sí, pero tú dictase una ley que dice que todos deben orar solo a ti.

Darío: ¡Ay, no! ¿Quieren decir que tengo que echar a mi amigo Daniel al foso de los leones?

Funcionario 1: Esa es la ley.

Funcionario 2: ¡Tenemos que librarnos de Daniel!

Gobernantes: ¡Así es, eso dijeron!

Narrador: Así que Darío dio la orden de que echaran a Daniel en el foso de los leones. Luego selló la apertura del foso de los leones y regresó a su palacio.

Darío: ¡No puedo dormir! ¡No puedo comer! ¡No puedo hacer nada divertido! Estoy muy preocupado por Daniel.

Narrador: Finalmente llegó la mañana. Tan pronto como el sol se asomó por el firmamento, el rey fue corriendo al foso de los leones.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 18 PÁGINA 82

Darío: ¡Daniel! Tú sirves al Dios vivo. ¿Ha podido él librarte de los leones?

Daniel: Mi Dios envió a su ángel, que cerró la boca de los leones. No me han hecho ningún daño.

Narrador: ¡El rey Darío nunca antes se había sentido más contento en su vida! Les ordenó a sus criados que sacaran a Daniel del foso de los leones, y todo era cierto. Daniel no tenía ni un arañazo. Daniel se había mantenido leal a Dios, y Dios lo protegió.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 18 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Cómo mostró Daniel que era leal a Dios?

• ¿Qué nos enseña este relato en cuanto a Daniel?

Diga: Para Daniel, ser leal a Dios era lo más importante. ¡Qué gran ejemplo para que sigamos!

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Pelotas y cajasMateriales necesarios: tres cajas, varias pelotas de caucho, cinta adhesiva, hoja suelta «Tiras del relato bíblico», tijeras, papel, tazón o canasta.

De antemano, prepare tres letreros que digan: (1) Escena 1: Complot de los funcionarios; (2) Escena 2: Daniel ora; (3) Escena 3: Foso de los leones. Coloque las tres cajas en un lado contra una pared y con la abertura hacia el área de juego. Cuelgue los letreros encima de las cajas. Recorte las tiras del relato bíblico de la hoja suelta y mézclelas en un tazón o canasta. Explique que la tarea es organizar las tiras del relato en las escenas correctas a las que pertenecen. Los niños sacaran una tira al azar, la pondrán sobre la pelota, pegándola con cinta adhesiva, y tratarán de hacer que la pelota ruede hasta la caja apropiada, la cual representa la escena a la que pertenece. Se necesita algo de práctica para hacer que la pelota ruede hasta entrar en la caja y no se salga de rebote. Para una versión competitiva, prepare un doble conjunto de materiales y forme equipos. Realice una competencia para ver cuál equipo completa primero el relato. Para una versión cooperativa, simplemente túrnense para hacer rodar las pelotas. Usted o un voluntario pueden estacionarse cerca de las cajas para sacar las tiras y devolverles las pelotas a los jugadores. Después del juego, diga:

• Hagan un resumen de lo que sucedió en cada una de las tres escenas de este relato bíblico.

• ¿Cómo puede afectar la vida real de ustedes la lección que aprenden de Daniel?

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 18 PÁGINA 83

Indique: Daniel estaba listo para serle fiel a Dios pasara lo que pasara. Su relación con Dios era lo más importante en su vida.

Opción 2: Leones golososMateriales necesarios: ingredientes para una golosina o un bocadillo saludable, platos de papel, cuchillos de plástico.

Escoja preparar algún dulce o un bocadillo saludable. Para una golosina dulce, consiga galletas grandes azucaradas, crema batida, colorante vegetal amarillo y chispitas de chocolate. Para un bocadillo saludable, use panecillos en forma de rosquillas cortados por la mitad, queso crema, color vegetal amarillo y zanahorias rayadas. Utilice el colorante para alimentos a fin de colorear la crema o el queso. Unte la galleta o la rosquilla con la cubierta amarilla. Use chispitas o pasas para los ojos, la nariz y la boca. Añada la melena empleando más chispitas o zanahorias rayadas. Mientras disfrutan del bocadito, pregunte:

• ¿Por qué Daniel acabó en el foso de los leones?

• ¿Cómo protegió Dios a Daniel en el foso de los leones?

Diga: Daniel fue leal a Dios aunque sabía que podía ser peligroso. Él confiaba en que pasara lo que pasara, Dios tenía el control.

Opción 3: Escena por escenaHable de la experiencia de Daniel y cómo llegó a ser un líder en el país. Explique por qué otros dirigentes le tenían envidia y querían meterlo en problemas ante Darío. Haga que los niños escojan seis acontecimientos del relato y los dibujen en una tira cómica. Asegúrese de que los chicos añaden palabras en las escenas, mostrando cuán importante Daniel consideraba su lealtad a Dios.

Opción 4: Extensión de la lección dieciochoMuchos conocen bien el episodio de Daniel en el foso de los leones. La gran fe de Daniel en Dios y su insistencia en cuanto a no dejar de orar y alabar a Dios es legendaria.

Hable con el grupo acerca de otros cristianos que no han aceptado lo que algunos dicen que debe suceder y se han negado a alejarse de Dios.

• ¿Qué se necesita para tener esa clase de fe?

• ¿Piensan ustedes que su fe es así de fuerte?

• ¿Cómo podemos hacer que nuestra fe crezca, sea más fuerte y nunca se acabe?

Haga que cada alumno le escriba una oración a Dios pidiéndole una fe como la de Daniel. Solicite que algunos voluntarios lean en voz alta ante todo el grupo sus oraciones.

Concluya el tiempo de la lección orando que los niños descubran la oración como una manera de ser leales a Dios. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 18 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 19 PÁGINA 84

Base bíblica: Esdras 1:1-7; 3:10-13; Hageo 1:2-11; Zacarías 8:2-22.

Versículo bíblico: Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, en la verdad y en la justicia (Zacarías 8:8, NVI).

Punto bíblico: El pueblo de Dios promete seguir los caminos de Dios. Dios desea que yo lo siga.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 18: «El retorno a casa».

EL RETORNO A CASA

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: una pared

Si tiene una clase pequeña, todos los niños pueden participar. Con un grupo más numeroso, solicite varios voluntarios. Pida que los niños se pongan de costado frente a una pared y pongan un hombro y un pie contra la pared. Presénteles el reto de que traten de levantar el otro pie. ¡Esto es más difícil de lo que parece! Después de unos pocos intentos, explique que esta acción requiere cambiar el punto de equilibrio del cuerpo, pero que la pared les impide hacer eso. Luego diga:

• Mencionen algo que hayan hecho que parecía fácil, pero resultó difícil.

• ¿Les gusta intentar cosas nuevas o continuar con lo conocido? Expliquen.

Indique: En el relato bíblico de hoy veremos que el pueblo de Dios llegó a un momento en que tenía que cambiar su punto de equilibrio. Necesitaban realizar algunos cambios para hacer lo que Dios les pedía que hicieran.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 19 de La Historia, Biblias, utilería del salón.

Siga las direcciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

El nuevo temploDivida a los niños en cuatro grupos. Cada grupo leerá un pasaje y decidirá cómo va a dramatizarlo para el grupo entero. Permítales que usen cualquier utilería que puedan hallar en el salón de clases. Déles como diez minutos para que los grupos planeen sus presentaciones. Si tiene una clase pequeña, los grupos pueden hacer más de una escena, o la clase entera puede dramatizar todos los pasajes.

Lea la narración que sigue haciendo una pausa para indicarles a los grupos que presenten su dramatización.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 19 PÁGINA 85

Escena 1: Esdras 1:1-7

Escena 2: Esdras 3:10-11

Escena 3: Esdras 3:12-13

Escena 4: Esdras 6:16-18

¡El pueblo de Dios se sentía entusiasmado! ¡Después de largos años de vivir en un país extranjero muy distante, estaban volviendo a su tierra!

Haga una pausa para que el primer grupo presente la Escena 1, luego continué la narración.

Cuarenta y dos mil personas hicieron el largo viaje de regreso a Jerusalén, listas para reconstruir su territorio.

Haga una pausa para que el segundo grupo presente la Escena 2, luego prosiga.

¡Sin embargo, hubo algunos que hacían mucho ruido, pero no porque estuvieran alegres, sino porque estaban tristes!

Haga una pausa para que el tercer grupo presente la Escena 3, luego continúe.

No todos en Jerusalén se entusiasmaron por el nuevo templo. Los que habían estado viviendo en Jerusalén durante los años en que el pueblo de Dios se encontraba lejos no querían un templo nuevo. Ni siquiera deseaban que todas esas personas extrañas estuvieran allí. Ellos trataron de crear toda clase de problemas para librarse del pueblo de Dios y estorbar el proyecto de construcción, pero el rey Ciro había dado la orden de que el pueblo de Dios volviera a Jerusalén, así que los quejosos en realidad no pudieron hacer nada al respecto.

La gente tenía que construir casas también. Algunos se distrajeron construyendo sus propias casas y se olvidaron del trabajo en el templo. Así que Dios envió dos mensajeros llamados Hageo y Zacarías para recordarle al pueblo lo que se suponía que debían hacer. Hageo y Zacarías le recordaron al pueblo que Dios los amaba y quería que lo adoraran en el templo. Zacarías les anunció que Dios había dicho: «Salvaré a mi pueblo de los países de oriente y de occidente. Los haré volver para que vivan en Jerusalén; ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Yo les cumpliré mis promesas».

Entonces el pueblo volvió a trabajar en el templo.

Haga una pausa para que el cuarto grupo presente la Escena 4, luego concluya.

Ahora el pueblo podría adorar a Dios como él deseaba que lo adoraran. Ahora tendrían un lugar adonde ir y alabar a Dios juntos. Ahora podrían lograr que todos los que los rodeaban supieran que querían seguir a Dios. El regreso a Jerusalén y la reconstrucción del templo era su manera de decir que estaban listos para seguir a Dios.

Page 86: Plan de Lecciones

LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 19 PÁGINA 86

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 19 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Cómo demostró el pueblo que iba a seguir a Dios?

• Mencionen algunas maneras en que pueden seguir a Dios.

Diga: Todos cometemos errores, pero Dios nos recibe cuando volvemos al camino para seguirle.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Materiales necesarios: Preguntas sobre el versículo bíblico, cuatro baldes o canastas, pelota pequeña blanda.

Como preparación para el juego, coloque los cuatro baldes en línea recta con una distancia de como medio metro entre uno y otro. Recorte las preguntas sobre el versículo bíblico que constan en la hoja suelta y ponga una en cada balde. Haga que los jugadores se coloquen como a un metro detrás del primer balde y lancen la pelota hacia él. Si un jugador yerra, otro toma el turno. Si un jugador encesta en el primer balde, haga que un ayudante saque y lea la pregunta sobre el versículo bíblico del recipiente y que el jugador que lanzó la pelota la responda. Luego ese jugador pasa al siguiente balde. La meta es encestar en los cuatro baldes de corrido sin errar. Cuando un jugador yerra, otro toma el turno. Después del juego, pregunte:

• ¿Qué nos dice este versículo acerca de cómo será seguir los caminos de Dios?

• ¿Puede alguien decir todo el versículo sin equivocarse?

Diga: ¡Seguir a Dios es algo que hay que celebrar! ¡Hagan que el mundo sepa que eso es lo que desean hacer!

Opción 2: Constructores del temploMateriales necesarios: galletas de dulce, crema de malvaviscos, confites de colores, cuchillos de plástico, bandeja para hornear recubierta de papel de aluminio.Opcional: biscochos, palitos confitados, otros artículos para decorar alimentos.

Diga: Para las personas en este relato bíblico, reconstruir juntos el templo demostró que prometían seguir los caminos de Dios. Ellos lo adorarían como es debido y serían la clase de personas que él deseaba que fueran. Explique que los niños pueden trabajar juntos para construir

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 19 PÁGINA 87

un templo con las galletas, la crema de malvavisco (usándola como pegamento) y confites de colores. Si gusta, puede mostrar la ilustración del templo en el frente de la Tarjeta ilustrada 19 de La Historia para que la usen como guía. Asegúrese de que los chicos tienen una abundante provisión de alimentos adicionales para comer. Mientras trabajan, pregunte:

• ¿Qué piensan que el templo representaba para las personas en este episodio bíblico?

• Mencionen algunas maneras en que pueden hacer que las personas que los rodean sepan que están siguiendo a Dios.

Diga: Cuando el pueblo construyó el templo, escogieron seguir a Dios. Todos tenemos que decidir eso por nosotros mismos.

Opción 3: Yo soy un templo de DiosObserven la pared de ladrillos en la hoja suelta «Yo soy un templo de Dios». Las paredes de ladrillos son fuertes y sólidas. Nuestra relación con Dios debe ser igual de fuerte y sólida. Se edifica con las promesas que Dios nos hace a nosotros y su pueblo y nuestras promesas a él. Converse con la clase sobre las promesas que han sido hechas a través de toda la Biblia y algunas de las promesas que podemos hacerle a Dios. Haga que los niños escriban sobre los ladrillos algunas de esas promesas, escogiendo las que son más importantes para ellos. Pida que algunos de los alumnos las lean a la clase.

Opción 4: Extensión de la lección diecinueveHable con el grupo en cuanto a por qué creemos en algo.

¿Qué nos influye para creer en una teoría, una persona, una fe, una causa?

¿Hay cosas particulares que influencian o ayudan a las personas a creer en algo? ¿Cuáles son algunas de esas cosas?

¿Es correcto influir en las personas para que crean algo, o debería esto ser una cosa que ocurre naturalmente?

Dios quiere que creamos en él. No hay duda de eso.

¿Cómo lo sabemos? ¿Hace él algo que nos ayuda o guía a esa creencia?

Cuando tenemos fe, cuando creemos, no debemos esconderlo. Es nuestra misión ser evangelizadores y esparcir las noticias de que Jesús es nuestro Señor.

¿Cómo quiere Dios que hagamos eso?

Tengan una lluvia de ideas y consideren las maneras en que ya han experimentado esto. Diseñen una iglesia en grupos pequeños de dos o tres personas. Usando materiales de arte tales como marcadores, creyones, cartulina, cartón o lo que sea que tengan disponible, haga que los niños confeccionen su iglesia como un lugar abierto para orar. Rotule los espacios si es apropiado, tales como sala cuna, centro de ancianos y santuario. Pónganle nombre a la iglesia. Este proyecto tal vez lleve dos sesiones.

Concluya el tiempo de la lección orando que los niños escojan seguir a Dios y hacer que otros lo sepan. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 19 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 20 PÁGINA 88

Base bíblica: Ester 1—9.

Versículo bíblico: Durante tres días no coman ni beban [...] Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey (Ester 4:16, NVI).

Punto bíblico: Ester alista su corazón para una tarea difícil. Dios me ayuda cuando las cosas son difíciles.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 20: «La reina de belleza y valor».

LA REINA DE BELLEZA Y VALOR

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: periódicos, cinta adhesiva.

Si tiene una clase numerosa, busque suficientes voluntarios para formar grupos de tres o cuatro alumnos. Estos chicos lo ayudarán al frente. Si su clase es más reducida, cada alumno debe pertenecer a un grupo. Déle a cada grupo algunos periódicos y un rollo de cinta adhesiva. Diga: Escojan a una persona del grupo para que sirva de modelo. El resto tendrá tres minutos para confeccionar un traje para su modelo con los periódicos y la cinta adhesiva. ¡Listos! ¡Ya! Después de tres minutos, reúnanse para ver los resultados. Haga que el grupo entero elija cuál es el mejor vestido.

• ¿Qué fue lo más difícil de este reto?

• ¿Cuéntenme algo que tuvieron que hacer y resultó realmente difícil?

Diga: El relato bíblico de hoy trata de una reina hermosa que tuvo que decidir si iba a hacer o no algo en verdad difícil. Veamos cómo ella se preparó.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 20 de La Historia, cuatro cartulinas para afiches, marcadores, hoja suelta «Bocetos de personajes».

Siga las direcciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

El corazón de EsterDivida a los niños en cuatro grupos y déle a cada grupo una cartulina para afiches y marcadores. Asígnele a cada equipo una de las cuatros partes de la hoja suelta «Bocetos de personajes». Basándose en esta información, el grupo debe preparar una representación visual del personaje del relato en cualquier estilo que prefieran. Si tiene un grupo numeroso, más de un grupo puede ilustrar a cada personaje.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 20 PÁGINA 89

Luego haga que un chico de cada grupo se le una al frente con el afiche de ese grupo. Cuando usted llegue a las palabras del relato que aparecen en negrita, haga una pausa para señalar al niño (o los niños en una clase más numerosa) que tiene el retrato de ese personaje. El alumno debe levantar brevemente el cartelón por encima de su cabeza.

El rey de Persia necesitaba una reina. El rey se llamaba Asuero. A lo mejor ustedes piensan que el rey simplemente podía llamar a una mujer y salir con ella, pero ese no era el plan de Asuero. Más bien, el rey realizó un concurso de belleza. Mujeres de todo el reino participaron en el concurso. Él iba a escoger la que más le gustara.

El rey escogió a Ester. Le colocó la corona real sobre su cabeza y la hizo reina. También ofreció un gran banquete para celebrar su matrimonio con Ester. Invitó a todos los nobles y funcionarios, incluyendo a un hombre llamado Amán.

Amán era un hombre orgulloso. Pensaba que era mejor que todos los demás. Ordenó que todas las personas se arrodillaran y le rindieran honor cuando él pasaba por la calle. Muchos lo hicieron; pero un hombre no lo hizo. Este hombre se llamaba Mardoqueo y era primo de la reina Ester, esposa del rey Asuero. El orgulloso y arrogante Amán no iba a aguantar esto. Iba a librarse de Mardoqueo. En verdad, se libraría de todo el pueblo de Mardoqueo; el pueblo de Dios, que estaba viviendo en una tierra extraña.

Así que Amán preparó un plan y fue a ver al rey Asuero. Le dijo: «Hay ciertas personas que no obedecen tus leyes. En realidad no te conviene convivir con ellas». El rey le dijo: «Haz lo que quieras con esa gente». Así que simplemente porque Mardoqueo no se arrodillaba ante él, Amán iba a matar a todo el pueblo de Dios que vivía en Persia.

Mardoqueo se enteró del plan y preparó su propia estrategia. Habló con su prima, la reina Ester, esposa del rey Asuero. Le dijo a la reina todo lo que iba a suceder. Su plan era que Ester fuera a ver al rey y se lo contara. Nadie sabía que Ester pertenecía al pueblo de Dios, ni siquiera Asuero.

Sin embargo, Ester tuvo miedo. Ni siquiera la reina podía hablar con el rey a menos que él la llamara. Y Asuero no había llamado a Ester por un largo tiempo. ¡Si ella iba a verlo sin permiso, él podía matarla! No se suponía que la gente le dijera al rey lo que debía hacer. ¡Ella no quería hablar con él! Realmente era un asunto como para tener mucho miedo.

No obstante, Mardoqueo le dijo a Ester que tal vez Dios había permitido que llegara a ser la esposa de Asuero precisamente para que ella pudiera hacer algo con respecto a este gigantesco problema. Él sabía que para Dios, Amán no era un problema.

Ester decidió hacerlo, pero primeros se prepararía. Le dijo a Mardoqueo: «Ve y reúne a todos los judíos [...] Durante tres días no coman ni beban. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley».

Así que Ester pasó tres días preparando su corazón para esta gigantesca tarea. Deseaba saber que Dios estaba cerca de ella y que era lo correcto que debía hacer. Oró, y oró, y no pensó en ninguna otra cosa. Mardoqueo y todo el pueblo de Dios en Persia estaban orando con ella.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 20 PÁGINA 90

Finalmente llegó el momento de ir a ver a Asuero. Ester se puso sus vestidos reales y fue y se presentó en el salón del rey. Asuero estaba sentado en su trono real. Cuando vio a Ester, se alegró de que hubiera venido. Así que le extendió el cetro de oro que tenía en la mano. «¿Qué deseas, reina Ester?», le preguntó. «Te daré cualquier cosa que pidas».

Ester no quería hablar de forma irreflexiva sobre el problema. Más bien, invitó a Asuero y Amán a un banquete. Luego los volvió a invitar a otro banquete al día siguiente. Asuero le preguntó de nuevo: «¿Qué quieres? Te daré lo que sea».

El momento había llegado. Ester tenía que hablar. Era tiempo de decir la verdad en cuanto a Amán. Ella dijo: «Mi pueblo y yo vamos a ser destruidos».

Asuero se enfureció. Dijo: «¿Y quién es el que se atreve a hacer tal cosa?».

Ester contestó: «Es el perverso Amán. ¡Él nos aborrece!».

Ahora Amán se quedó aterrado. Asuero castigó a Amán y todo el pueblo de Dios fue librado. Cuando Asuero se enteró de que Mardoqueo era primo de Ester, le dio el antiguo cargo de Amán. El pueblo estuvo seguro, y nunca más tendrían que arrodillarse ante alguien en la calle.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 20 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Por qué piensan que Ester eligió hacer lo que hizo?

• ¿Cómo se preparó Ester para el reto de ser valiente?

Diga: La vida está llena de momentos difíciles. Es grandioso saber que podemos enfrentarlos con la ayuda de Dios.

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera o todas estas opciones de actividades para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Tarjetas de oraciónMateriales necesarios: hoja suelta inserta «Tarjeta de oración», papel de colores, marcadores, pegamento, tijeras, perforadora, cuerda, cinta o lana.

Recorte hojas tamaño carta de papel resistente por la mitad. Diga: Ester se preparó para su reto asegurándose de que su corazón estuviera cerca de Dios. Ayunó y oró durante tres días. Explique

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 20 PÁGINA 91

brevemente el concepto del ayuno: dejar de comer o hacer alguna otra cosa importante a fin de dedicar nuestra energía a oír a Dios. Haga que los alumnos doblen la media hoja de papel por la mitad. Peguen la hoja inserta «Tarjeta de oración». Perforen ambas partes de la tarjeta. Enhebren cuerda, cinta o lana por los agujeros de manera que la tarjeta quede cerrada. Los niños pueden usar marcadores para decorar su tarjeta de oración como quieran. Cuando hayan terminado los proyectos, observen las partes de adentro y permita unos pocos minutos para que consideren cómo van a llenar la primera mitad.

• ¿Qué hizo Ester para cobrar valor?

• Mencionen algo que tienen que hacer y exige valor.

Diga: Sigan el ejemplo de Ester cuando se enfrenten a algo difícil. Preparen su corazón acercándose a Dios.

Opción 2: Almohadilla de valorMateriales necesarios: globos desinflados, arena, embudos, cucharones o cucharas grandes.

A veces, cuando tenemos que ser valientes, también nos sentimos nerviosos. Vamos a hacer una almohadilla de valor para tener algo que apretar cuando nos sentimos nerviosos. Haga que los niños trabajen en parejas para ayudarse unos a otros a insertar un embudo en el cuello de un globo y luego echar arena por él. Llenen el globo hasta que tenga el tamaño de un puño. Átenlo. Mientras los niños trabajan, hable sobre cómo pueden usar la almohadilla de valor para que los ayude a orar cuando tienen que hacer algo difícil.

• ¿Qué clase de situaciones los ponen nerviosos?

• ¿Qué pueden aprender de Ester en cuanto a cómo enfrentarse a esas situaciones?

Diga: Ester es un gran ejemplo de alguien que es lo suficiente valiente como para hacer algo difícil. Ella sabía que podía ayudar a muchas personas, y le pidió a Dios que la ayudara a ser valiente.

Opción 3: Los héroes también necesitan ayudaEntréguele una copia de la hoja de actividades «Los héroes también necesitan ayuda» a cada niño. Háblele a la clase acerca de los héroes en general, empezando con los héroes del tiempo de la Biblia. ¿De dónde obtuvieron la determinación y la valentía? ¿Cómo pidieron la ayuda de Dios? ¿Es siempre automático clamar a Dios? Luego hable de algunos héroes de hoy, concentrándose en de dónde procede su valentía y si la clase piensa que estas personas también descansan en el amor de Dios. En la hoja suelta, haga que los niños anoten preguntas que le harían a Ester acerca de sus acciones y lo que sentía cuando se acercaba a ver al rey, y también sobre cómo puede haberse sentido después. Si hay tiempo, haga que los niños formen parejas y dramaticen papeles, siendo uno Ester y el otro un reportero.

Opción 4: Extensión de la lección veinteHáblele al grupo acerca del hecho de que sin que importe quién uno sea, enfrentará situaciones difíciles. La mayoría de las veces las personas necesitan algún tipo de ayuda o dirección en los momentos difíciles.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 20 PÁGINA 92

• ¿Qué clase de situaciones difíciles enfrentan los niños en la actualidad?

• Mencionen algunas situaciones difíciles que enfrentan los padres u otros adultos.

• ¿Qué ayuda a las personas a atravesar las situaciones difíciles?

• ¿Piensan ustedes que lo mismo sirve para todos? ¿Por qué sí o por qué no?

• ¿Cómo puede la fe de una persona en el Señor ayudarle en una situación difícil?

Pida que algunos voluntarios cuenten acerca de una ocasión en que enfrentaron una situación difícil. Diríjalos para que hablen de su fe y acerca de cómo conocer a Dios los ayudó a atravesar la dificultad. ¿Hubo algunos versículos bíblicos o una oración de la Biblia que les proporcionó inspiración? Menciónenlos.

Solicíteles a los alumnos que escriban una oración en la que le piden a Dios ayuda en tiempos difíciles. Colóquelas por todo el salón o recójalas, sáqueles fotocopias y únalas con una grapa a fin de hacer libros de oración para los alumnos.

Concluya el tiempo de la lección orando que los niños sepan que Dios está con ellos en las situaciones difíciles. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 20 de La Historia para que lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 21 PÁGINA 93

Base bíblica: Esdras 7:1, 7, 10-11; Nehemías 1:26, 11; 4:4-6, 13-23; 8:1-12.

Versículo bíblico: ¡No les tengan miedo! Acuérdense del Señor, que es grande y temible (Nehemías 4:14, NVI).

Punto bíblico: Nehemías estaba seguro del poder de Dios. Dios está de mi lado.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 21: «Se reconstruyen los muros».

SE RECONSTRUYEN LOS MUROS

PASO 1: REÚNETE

Al iniciar la lección, dígales a los niños que tiene una prueba de matemáticas para ellos. Busque una serie de operaciones aritméticas sencillas que los niños puedan hacer mentalmente. Si prefiere, puede permitirles que usen un papel para hacer anotaciones. De cualquier manera, indique las operaciones a un ritmo que sea difícil mantener. Por ejemplo: «Sumen 4 más 12 y divídanlo por 4, súmenle 6, divídanlo por 2, multiplíquelo por 5…». Tal vez quiera planear su secuencia de antemano a fin de saber cuál es la respuesta correcta al final. Antes de revelar la respuesta, pregúnteles a los niños que resultado hallaron, y luego presiónelos para que digan si están completamente seguros. Indique:

• Díganme algunas cosas de las que están seguros. Díganme algunas cosas de las que no están seguros.

• ¿Qué los hace estar seguros de algunas cosas e inseguros acerca de otras?

Diga: En el relato bíblico de hoy conoceremos a Nehemías y sabremos de qué estaba seguro.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 21 de La Historia.

Siga las direcciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Nehemías está seguroAl relatar esto, haga una pausa según se indica y pregunte: «¿Piensan que…?». Los niños darán un zapatazo en el piso cuando la respuesta es sí y dos cuando la respuesta es no. Luego pregunté: «¿Están seguros?». Los niños deben dar tres zapatazos si están seguros.

Nehemías tenía un empleo que no muchos disfrutaban. Era el que probaba las bebidas del rey de Persia. Eso quiere decir que probaba todo lo que el rey iba a beber, de modo que si

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 21 PÁGINA 94

alguien trataba de envenenar al rey, envenenaría más bien a Nehemías. Sin embargo, nadie trató de envenenar al rey, así que resulto ser un buen trabajo y el rey quería a Nehemías. No obstante, el corazón de Nehemías estaba lejos de Persia. Él quería ir a Jerusalén y reconstruir la ciudad. Pero primero tenía que pedirle al rey permiso para hacerlo.

¿Piensan que el rey le dio permiso? Haga que los niños den un zapatazo si la respuesta es sí y dos si la respuesta es no.

¿Están seguros? Los niños deben dar tres zapatazos si están seguros.

Nehemías estaba seguro de que ir a Jerusalén era lo correcto, y el rey estuvo de acuerdo. ¡Cuando Nehemías llegó a Jerusalén, halló que todo era un gran caos! El pueblo estaba teniendo muchas dificultades. El muro que rodeaba la ciudad estaba destruido y las puertas habían sido quemadas. Otros que vivían en la región se burlaban del pueblo de Dios. Parecía que nadie estaba a cargo. No se hacía gran cosa.

¿Piensan que Nehemías iba a darse por vencido y volver a Persia?

¿Están seguros?

¡Nehemías estaba seguro de que podía ayudar! Iba a dedicarse a hacer algo con relación a estos problemas. Sin embargo, primero se detuvo para orar. Dijo: «Tú eres un Dios grande y maravilloso. Tú cumples las promesas que hiciste a los que te aman. Observa cómo tu pueblo está sufriendo. Presta atención a mi oración».

¿Piensan que Nehemías pudo conseguir que todos trabajaran?

¿Están seguros?

Nehemías estaba seguro de que podía conseguir que el trabajo se hiciera si todos trabajaban de acuerdo. Nehemías consiguió que todos se organizaran para llevar a cabo el trabajo. Cada persona tenía una tarea que hacer, y siguieron el liderazgo de Nehemías. El pueblo se esforzó de todo corazón y construyeron la muralla hasta la mitad de la altura que debía tener. No obstante, todavía había problemas. Otros que vivían en la región querían que el pueblo de Dios dejara de construir al muro. Hicieron todo lo que pudieron para causarles problemas y estorbar.

¿Piensan que Nehemías tuvo un plan para resolver este problema?

¿Están seguros?

Nehemías estaba seguro de que Dios quería que construyeran el muro. Designó familias para que trabajaran en el muro, pero les dijo que mantuvieran a mano sus espadas y lanzas. Le dijo al pueblo: «No tengan miedo de sus enemigos. Recuerden al Señor. Él es grande y poderoso».

¿Piensan que el pueblo se animó con esto?

¿Están seguros?

Nehemías estaba seguro. Desde entonces, la mitad del pueblo trabajaba construyendo

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la muralla y la otra mitad cuidaba a los que trabajaban. Todos vigilaban a los enemigos y estaban listos para luchar si tenían que hacerlo. Todos tenían sus armas a la mano incluso cuando trabajaban. Familias enteras trabajaron desde que amanecía hasta que las estrellas salían por la noche.

¿Piensan que la muralla se construyó hasta quedar terminada?

¿Están seguros?

Nehemías estaba seguro. Al fin la muralla quedó terminada y tuvieron un tiempo de celebración. Jerusalén, la ciudad santa de Dios, finalmente tenía un muro para protegerla. Y a fin de celebrar el pueblo se reunió para adorar. El sacerdote Esdras se puso de pie delante de todo el pueblo y leyó la ley de Dios desde el amanecer hasta la hora del almuerzo. Todos escucharon con atención, y cuando terminó, se arrodillaron y adoraron al Señor.

¿Piensan que Nehemías se alegró por esto?

¿Están seguros?

Nehemías estaba seguro de que esto era lo correcto. Le dijo al pueblo: «Este día está dedicado a honrar al Señor Dios. No se entristezcan. El gozo del Señor los fortalece». Entonces todo el pueblo se dispuso a comer y celebrar.

¿Piensan que Nehemías consiguió que el trabajo se hiciera?

¿Están seguros?

Nehemías estaba seguro del poder de Dios. Sabía que sin que importara lo que los enemigos trataran de hacer, Dios era más poderoso. ¡Dios estaba del lado de su pueblo, y también está del lado de ustedes!

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 21 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Por qué piensan que Nehemías estaba tan seguro del poder de Dios?

• ¿Cómo manejó Nehemías las cosas que sucedieron y podían hacer que no estuviera tan seguro?

Diga: La próxima vez que se sientan solos, recuerden que Dios está de su lado.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

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Opción 1: Reto de construcciónMateriales necesarios: vasos pequeños de papel, escarbadientes, pajillas para beber, cinta adhesiva.

Explique que tal como las personas en el relato bíblico que estaban construyendo enfrentaron oposición, los niños enfrentarán el reto de construir con dificultad. Forme grupos de cuatro a seis niños que trabajen juntos. Déle a cada grupo un conjunto de materiales de construcción. Puede sustituir algunos artículos de la lista que se sugiere si lo prefiere. La tarea es construir la pared más grande que puedan con esos artículos. Sin embargo, a la oposición se le permite que vaya tres veces y saque una pieza de la construcción, incluso una pieza del cimiento. Si tiene muchos grupos, puede designar cuáles grupos serán la oposición para los otros. Fije un tiempo límite, como por ejemplo diez minutos, y al final de los diez minutos vea quién tiene la pared más grande. Luego hablen acerca de:

• ¿Cómo se sintieron cuando la oposición fue a causarles problemas?

• ¿Qué quiere decir para ustedes que Dios está de su lado?

Diga: Nehemías estaba seguro del poder del Señor y sabía que Dios estaba del lado de su pueblo. ¡Dios también está del lado de ustedes!

Opción 2: Muralla de galletasMateriales necesarios: galletas rectangulares de dulce, toallitas desinfectantes, bandeja para hornear.

Diga: El pueblo de Dios construyó el muro alrededor de Jerusalén. Usemos estas galletas de dulce que se parecen a ladrillos para ver qué muro tan grande podemos construir. Use las toallitas para que los niños se limpien las manos antes de empezar. Edifiquen de forma colectiva sobre la bandeja de hornear. La manera más fácil es colocar las galletas planas y poner una sobre otra, pero presénteles el reto de ver si pueden poner las galletas de costado y equilibrar una encima de la otra para construir una pared. Luego cómanse la pared mientras hablan acerca de:

• ¿Que problemas enfrentó el pueblo mientras construían la pared?

• ¿Cómo mostró Nehemías que estaba seguro del poder de Dios?

Diga: Nehemías es un buen ejemplo de alguien que tiene confianza. Cuando uno está haciendo la tarea que Dios le pide que haga, puede tener la confianza de que Dios está de su lado.

Opción 3: Dios está del lado de ellosEntréguele una copia de la hoja de actividades «Dios está del lado de ellos» a cada niño. Divida a los alumnos en grupos pequeños y asegúrese de que cada grupo tenga una Biblia y lápices. Hable de las muchas maneras en que el pueblo de Dios se apoyó en el Señor. Hable de cómo hoy también podemos apoyarnos en Dios para todo.

Haga que los grupos busquen en la Biblia relatos de las personas que se indican en la hoja suelta. Pida que los grupos pequeños lean los relatos juntos y los resuman. Sugiérales que comenten sobre cómo Dios ayudó a cada persona a tener confianza.

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Opción 4: Extensión de la lección veintiunoHaga que los chicos cierren los ojos y se imaginen que están solos. Imagínense que no hay nadie alrededor y no pueden oír a nadie hablando, riéndose, ni siquiera respirando. Ahora imagínense que tienen que levantar una gigantesca piedra que pesa cincuenta kilos que está cerca y llevarla a cien kilómetros de distancia hasta la próxima ciudad. Pídales a los niños que piensen si se sentirían abrumados. ¿Es imposible hacerlo? Si necesitan ayuda, ¿dónde y cómo la hallarían? Solicite que algunos voluntarios traten de describir cómo se sienten. Ahora haga que el grupo piense en una ocasión en que tuvieron que tomar una gran decisión. Nada que se parezca a elegir lo que van a poner en la pizza, sino una decisión entre algo bueno y algo errado, tal como tomar o no dinero de la cómoda del hermano, o lavar los platos o salir a jugar.

¡Recuérdeles a los alumnos que Dios está siempre de su lado cuando las decisiones que tienen que tomar son difíciles o fáciles! Oren juntos, agradeciéndole a Dios por su apoyo. Pídales a los alumnos que hablen de ocasiones específicas en las que han sentido la presencia y el respaldo de Dios.

Concluya el tiempo de la lección orando que los niños estén seguros de que Dios está de su lado. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 21 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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Base bíblica: Juan 1:1-18; Lucas 1:26—2:20.

Versículo bíblico: Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor (Lucas 2:11, NVI).

Punto bíblico: Dios envío a un Salvador para el mundo. Puedo creer que Jesús es mi Salvador.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 22: «El nacimiento de un rey».

EL NACIMIENTO DE UN REY

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: letra de villancicos conocidos, retazos de papel, pizarrón o pliegos de papel, marcadores, tazón.

Prepare de antemano tiras de papel para que los niños jueguen un juego tipo Piccionario con la letra de los villancicos. Escriba una frase breve en cada tira de papel, tal como «Noche de paz, noche de amor», «en brazos de María» o «Ángeles de alta gloria». Ponga varias tiras dobladas en un tazón y solicite que algunos voluntarios saquen una y dibujen su significado para que el grupo entero adivine. Juegue varias veces con diferentes voluntarios. Después del juego, pregunte:

• ¿Cuál es su villancico favorito y por qué?

• ¿De qué manera los cantos navideños nos ayudan a recordar el relato de la Navidad?

Diga: En el relato bíblico de hoy vamos a oír los detalles del episodio de la Navidad. Veamos cuán bien los sabemos.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 22 de La Historia.

Siga las direcciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Un Salvador vieneEn este relato, deliberadamente, usted cometerá errores. Entonces los niños le dirán cuándo piensan que ha cometido un error y proveerán la información correcta.

Diga: Escuchen con atención este relato, porque a lo mejor me confundo. Tal vez tengan que ayudarme a dar la información como es debido. Si piensan que estoy diciendo algo que no

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es correcto, zapateen hasta que me detenga. Entonces puede indicarme lo que dije mal y ayudarme a expresarlo como es debido. Empiece el relato, haciendo pausas según se indica para que los niños zapateen y lo corrijan. Si los niños no lo detienen, entonces zapatee con sus pies y corríjase a sí mismo.

Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, una ciudad de Sudamérica. Deténgase, zapateo y corrección. Nazaret no está en Sudamérica. Está en Galilea. El ángel se le apareció a una joven llamada Matilde. Pausa, zapateo y corrección. Ah, sí, entiendo; se llamaba María, y estaba comprometida para casarse con un hombre llamado Carlos. Pausa, zapateo y corrección. Gracias por corregirme. Se llamaba José. María y José. Ya lo tengo. El ángel Gabriel saludó a María y le dijo: «Dios te ha concedido su favor».

Gabriel le dijo a María que iba a quedar encinta del Espíritu Santo de Dios y daría a luz a una nena. Pausa, zapateo y corrección. ¿No era una niña? Entonces debe haber sido un niño. Un niño. María estaba muy contenta por eso, así que se fue a tomar una buena siesta. Pausa, zapateo y corrección. ¡Lo que María en realidad hizo fue alabar a Dios!

Alguien más necesitaba oír estas noticias. María estaba comprometida con Carlos, quiero decir, José. Cuando él supo que María iba a tener un hijo, no estaba seguro de querer casarse con ella. Entonces el ángel del Señor vino mientras estaba en la tina del baño. Pausa, zapateo y corrección. No, no fue en la tina de baño. Se le apareció en un sueño. El ángel le habló en un sueño y le dijo: «No temas de contratar a María como criada». Pausa, zapateo y corrección. José no iba a emplear a una criada. María iba a ser su esposa. Eso tiene más sentido. El ángel le explicó: «Ella va tener un hijo. Debes ponerle por nombre Miguel». Pausa, zapateo y corrección. Pienso que eso no suena bien. El nombre del niño sería Jesús. Eso es, Jesús. Cuando José se despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había dicho y llevó a María a casa como su esposa.

En esos días el presidente López dictó una ley. Pausa, zapateo y corrección. Eso no suena bien, ¿verdad? No puede ser López. ¿Bolívar? ¿San Martín? ¿Alfredo? Tal vez no era presidente. ¿Qué tal César Augusto? Sí, eso suena mejor. César Augusto, el emperador de Roma, quería una lista de todos en el mundo romano. Toda persona tenía que ir a su ciudad de nacimiento para inscribirse en la lista oficial.

José y María vivían en Nazaret; pero no era allí donde José había nacido. Su familia venía de la ciudad de Nueva York. Pausa, zapateo y corrección. Está bien, no se trataba de Nueva York, sino de Belén. Él era de Belén. Así que José y María tenían que ir a Belén, la ciudad de Maradona el futbolista. Pausa, zapateo y corrección. No, pienso que Maradona era de Argentina, pero Belén era la ciudad de David. Mientras estuvieron allí, se cumplió el tiempo para que naciera el niño de María, de modo que se fueron al hospital. Pausa, zapateo y corrección. ¡No había hospital en Belén! Ni siquiera pudieron hallar una habitación decente en la que alojarse. Sin embargo, María dio a luz a su primer hijo de todas maneras. Fue un niño. Lo envolvió en largos retazos de tela y lo colocó en un carrito de compras. Pausa, zapateo y corrección. Ni hospital, ni carrito de compras. María puso al bebé en un pesebre.

En los campos había carpinteros. Pausa, zapateo y corrección. Los carpinteros no trabajan en el campo. Deben haber sido pastores. Estaban cuidando a sus perritos. Pausa, zapateo y

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corrección. Pienso que los pastores no cuidan perritos. Cuidan ovejas. Un ángel del Señor se les apareció a los pastores. La gloria del Señor brilló por todas partes. ¡Estaban listos para celebrar! Pausa, zapateo y corrección. Pienso que deben haber sentido miedo. Los pastores quedaron aterrados. Nada como esto había sucedido antes.

El ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».

Y luego toda una banda roquera se apareció en el cielo. Pausa, zapateo y corrección. Está bien, no fue una banda roquera. Fue un numeroso grupo de ángeles que alababan a Dios, diciendo: «¡Gloria a Dios en las alturas!».

Entonces los ángeles se fueron y los pastores se miraron unos a otros. Dijeron: «Vayamos a cenar». Pausa, zapatero y corrección. ¡No hay tiempo para cenar! Los pastores dijeron: «Vayamos a Belén, y veamos esto que ha sucedido». Así que partieron hacia Belén. Cuando llegaron, no pudieron hallar a María ni a José en ninguna parte. Pausa, zapateo y corrección. Eso no está bien. La verdad es que hallaron a María, José y el niño. El niño estaba en un pesebre, tal como el ángel había dicho. Después que los pastores lo vieron, les contaron a todas las personas lo que había sucedido. Todo lo que habían visto y oído era justo lo que los ángeles dijeron.

No obstante, María guardaba todas estas cosas como un tesoro secreto en su corazón. Ella pensó en eso una y otra vez.

La luz de Dios había venido al mundo. Esa luz era Jesús. No todos creyeron en él. Algunos sí lo recibieron y creyeron en su nombre. A ellos les dio el derecho de llegar a ser hechos hijos de Dios. Jesús vino del Padre, y estaba lleno de gracia y de verdad.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 22 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Cuál es su parte favorita del relato de la Navidad?

• ¿Hay alguna diferencia si uno piensa que Jesús es en realidad el Salvador del mundo?

Diga: La Navidad es el tiempo favorito del año para muchos. Recordar que Jesús es el Salvador del mundo la hace incluso más especial.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 22 PÁGINA 101

Opción 1: Ornamento de tarjeta de NavidadMateriales necesarios: tarjetas de Navidad viejas, tijeras, perforadora, cinta angosta en pedazos de un metro.

Consiga suficientes tarjetas viejas de Navidad como para que cada niño tenga tres. Trate de conseguir una variedad de imágenes del relato de Navidad. Tal vez quiera recortar de antemano la página de atrás de manera que los niños tengan solo las ilustraciones. Diga: Busquen tres imágenes que muestren diferentes partes del relato de Navidad. Los niños pueden unir las tres tarjetas con cinta o recortar imágenes específicas de la tarjeta. Haga un agujero al pie y otro arriba de cada ilustración. Una las imágenes enhebrando una cinta por los agujeros, asegurándose de mantenerla detrás de las ilustraciones. Pase la cinta por el agujero de encima y sáquela por el de abajo en cada imagen. Ate un nudo al pie de la cinta y deje arriba un lazo para colgarla. Pegunte:

• ¿Cómo pueden usar este proyecto para contarle a alguien la historia de que un Salvador ha nacido?

• Invite a los niños a repetir juntos el versículo bíblico: «Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor» (Lucas 2:11).

Tal vez quiera invitar a cualquier niño que desee saber más acerca de creer en el Salvador para que hable con usted en privado.

Opción 2: Relevo de canicas de pesebreMateriales necesarios: canica (bolita de vidrio), cartulina, cinta de enmascarar.

Use la cinta de enmascarar para marcar líneas de partida y llegada en dos extremos opuestos del salón. Divida a los alumnos en equipos de cuatro o cinco. Si tiene una clase pequeña, use por lo menos tres personas por equipo o jueguen como un solo grupo. Déle a cada alumno una hoja de cartulina. Muéstreles cómo doblar el papel por la mitad a lo largo dos veces para producir algo que se parezca a un pesebre.

Recuérdeles a los niños: En nuestro relato bíblico, los ángeles les dieron buenas noticias a los pastores. Los pastores fueron a Belén para ver esas buenas noticias con sus propios ojos, a Jesús en el pesebre, y luego les contaron las Buenas Nuevas acerca de un Salvador a todos los que pudieron hallar. La tarea de ustedes es pasar las buenas noticias (la canica) de un lado a otro del salón, haciéndola rodar de un pesebre a otro. Los jugadores se colocan uno al lado del otro, con los pies tocándose, y se pasan la canica. Una vez que un jugador transfiere la canica de su pesebre al pesebre de la siguiente persona, tiene que correr a la cabeza de la fila y estar listo para recibirla y pasarla de nuevo. Si el equipo pierde el control de la canica y cae al piso, todos tienen que volver a la línea de partida.

Opción 3: Jesús es el SalvadorEntréguele una copia de la hoja de actividades «Jesús es el Salvador» a cada niño. Hable del relato de la primera Navidad, destacando las ideas principales. Haga que los niños resuelvan el rompecabezas.

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Opción 4: Extensión de la lección veintidósHable con el grupo acerca de las muchas cosas en las que creen. Puede tratarse de asuntos generales y no necesariamente sobre la fe. Concédales a los chicos varios minutos y tengan una lluvia de ideas. Anótelas en una hoja de papel o el pizarrón a fin de que luego pueda referirse a ellas.

Pregunte:

• ¿Cuáles de estas creencias son muy importantes para ustedes?

• ¿Hay alguna creencia en la lista que en realidad nos ayude a determinar cómo uno vive la vida y a tomar decisiones?

Ahora hable con el grupo en cuanto a la fe.

• ¿Cuáles son algunas creencias esenciales que el grupo tiene en cuanto a su fe?

• ¿Concuerdan todos los del grupo con estas creencias?

Divida a los alumnos en grupos de no más de cuatro personas. Haga que cada grupo redacte un discurso persuasivo o un drama que trate de influir a las personas para que crean en Jesús como Salvador. Preséntele el drama al grupo entero y pídales que respondan si cada drama los ayudó o guió en su creencia.

Concluya el tiempo de la lección orando que cada uno de sus niños llegue a creer que Jesús es el Salvador. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 22 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 23 PÁGINA 103

Base bíblica: Mateo 3:1-17; 4:1-11, 24-25; Marcos 1:31—2:12; 3:9-15; Lucas 8:1-3.

Versículo bíblico: Y le llevaban todos los que padecían de diversas enfermedades [...] y él los sanaba (Mateo 4:24, NVI).

Punto bíblico: Jesús les muestra a las personas el poder de Dios. Yo puedo buscar el poder de Dios para mi vida.

Recurso:La Historia para niños, Capítulo 23: «Comienza el ministerio de Jesús».

COMIENZA EL MINISTERIO DE JESÚS

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: papel, marcadores de colores brillantes.

Prepare de antemano letreros que contengan varios nombres de colores, pero use un color diferente para escribir las letras. Por ejemplo, escriba la palabra «púrpura» usando un marcador anaranjado. Escriba «verde» usando un marcador marrón, y así por el estilo. Para un impacto máximo, use una línea gruesa de color. Diga: ¿Cuán fuerte es su fuerza de voluntad? Veamos si pueden resistir la tentación. Levante los letreros y pida que los niños le digan lo que está escrito en ellos. Lo más probable es que por lo menos algunos de los niños mencionen el color de las letras que ven en lugar de lo que las palabras dicen. Otros se corregirán a sí mismo y pensarán por un momento antes de leer las palabras. La inclinación natural de la mayoría de las personas es decir el color que ven en lugar de leer la palabra. Luego diga:

• ¿Por qué es difícil resistirse a decir el color de las letras en lugar de las palabras?

• Hablen de algunas ocasiones en que les fue fácil desviarse de lo que se suponía que debían hacer.

Indique: En el relato bíblico de hoy, el diablo trató de hacer que Jesús se desviara para que no hiciera la obra de Dios. Tentó a Jesús con cosas grandiosas. Veamos lo que Jesús hizo y cómo eso lo ayudó a prepararse para llevar a cabo la obra de Dios.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 23 de La Historia, papel de copia, hoja suelta «Tiras de vuelo», tijeras, pegamento.

Siga las direcciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 23 PÁGINA 104

Jesús muestra el poder de DiosDe antemano, recorte las «Tiras de vuelo». Déle a cada niño una hoja de papel para doblar como un aeroplano de cualquier diseño que quiera. Puede tener algunos ayudantes listos si tiene muchos niños. Alístese para demostrar un método sencillo, tal como doblar la hoja por la mitad a lo largo, plegar las dos esquinas hacia el doblez de la mitad, y luego doblar las alas sobre el centro doblado. Muchos tendrán métodos más sofisticados que con gusto querrán mostrar. Haga copias suficientes de las «Tiras de vuelo» de modo que cada niño pueda tener un letrero que pegar en su aeroplano, o simplemente escriba un número del uno al nueve en las alas de los aviones.

Mientras usted cuenta el relato, haga una pausa según se indica para alzar el vuelo y descubrir lo que Jesús va a hacer luego. Cuando usted dice un número de vuelo, el niño que tiene ese número en su tira de vuelo debe lanzar su aeroplano. (Si piensa que esto tiene el potencial de producir un caos, dé instrucciones claras en cuanto a lo que deben hacer los niños que atrapan los aviones, tal como ponerlos debajo de una silla o sentarse sobre ellos).

Cuando Jesús vivía en la tierra, anduvo por todas partes. De vez en cuando quizás montó en un burro. Si él estuviera en la tierra hoy, tal vez usaría un avión. Imaginémonos que estamos volando con Jesús. Cuando yo diga un número de vuelo, la persona que tiene ese número lanzará el aeroplano para que alguien lo atrape. La persona que atrapa el aeroplano debe leer en voz alta lo que dice. Así que, abróchense los cinturones y alistémonos para nuestro primer vuelo.

La Biblia no nos dice gran cosa en cuanto a Jesús desde que tuvo doce años hasta que cumplió los treinta. Uno de sus amigos tal vez haya sido su primo Juan. Juan no solo era primo de Jesús, sino también una persona especial de Dios. Él predicaba en el desierto, diciendo: «Arrepiéntanse de sus pecados». Un día Jesús halló a Juan predicando cerca del río Jordán. Estamos listos para el vuelo número 1. Haga una pausa para lanzar el aeroplano 1: Jesús es bautizado. (Solicite que todos los niños que tienen esas tiras lancen sus aeroplanos. Luego pídale a un niño que lea en voz alta lo que dice la tira. Si no va a usar las tiras, lea la declaración usted mismo).

Jesús quería que Juan lo bautizara. Tan pronto como salió del agua, Jesús vio al Espíritu de Dios que descendía sobre él como una paloma. Una voz desde el cielo dijo: «Este es mi Hijo, y yo lo quiero mucho». Entonces el Espíritu Santo guió a Jesús en la próxima parte del viaje. Estamos listos para el vuelo número 2. Haga una pausa para lanzar el aeroplano 2: Jesús es tentado.

El Espíritu Santo llevó a Jesús al desierto. Durante cuarenta días y cuarenta noches no comió nada. El diablo vino a él cuando tenía mucha hambre. El diablo le dijo a Jesús que convirtiera las piedras en pan para que las comiera; pero Jesús resistió la tentación. Se aferró al camino de Dios. El diablo quería que Jesús saltara de un edificio alto para que los ángeles lo salvaran; pero Jesús resistió la tentación. Se apegó al camino de Dios. El diablo le prometió darle todos los reinos del mundo si Jesús se postraba ante él; pero Jesús resistió la tentación. Se apegó al camino de Dios. Entonces el diablo lo dejó, y los ángeles vinieron y atendieron a Jesús.

Ser bautizado por Juan y la tentación en el desierto fueron dos acontecimientos que

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prepararon a Jesús para la obra que Dios quería que hiciera. Ahora era tiempo de empezar a llevar a cabo esa obra. Estamos listos para el vuelo número 3. Haga una pausa para lanzar el aeroplano 3: Jesús empieza a mostrar el poder de Dios.

Jesús estaba listo para empezar su ministerio y decirles a las personas que Dios lo había enviado para salvarlas de sus pecados. Predicó por todas partes a donde iba, y la gente empezó a seguirlo. Ahora estamos abordando el vuelo número 4. Pausa para lanzar el aeroplano 4: Jesús sana a la suegra de Pedro.

Jesús tenía unos cuantos amigos especiales, a los que llamó sus discípulos. Uno de los discípulos era Pedro. Pedro tenía esposa, y un día la mamá de ella se enfermó. Jesús la tomó de la mano y la ayudó a levantarse. La fiebre la dejó en ese mismo momento. La gente vio el poder de Dios y empezó a llevar a otros enfermos ante Jesús. Estamos listos para el vuelo 5. Pausa para lanzar el aeroplano 5: Jesús sana a un hombre que tenía una enfermedad de la piel.

Un hombre que tenía una enfermedad de la piel vino a Jesús. Se arrodilló y le suplicó, diciéndole: «Si quieres limpiarme, puedes hacerlo». Jesús mostró el poder de Dios de nuevo y sanó al hombre en ese mismo momento. Los pasajeros que tienen los boletos para el vuelo 6 pueden abordar ahora. Pausa para lanzar el aeroplano 6: Jesús sana a un hombre que no puede moverse.

Un día Jesús estaba predicando en una casa repleta de gente. Cuatro individuos querían llevar a un amigo hasta donde estaba Jesús. El hombre no podía caminar, de modo que lo llevaron cargándolo. Sin embargo, la casa estaba demasiado llena y no pudieron entrar. Así que subieron al techo, hicieron un agujero y por allí bajaron al hombre justo delante de Jesús. Jesús le dijo al hombre: «Tus pecados quedan perdonados». Luego añadió: «Levántate, recoge tu camilla y vete a casa». ¡Y el hombre se levantó! Salió caminando mientras todos lo contemplaban. Toda la gente se quedó asombrada por la manera en que Jesús mostraba el poder de Dios. Alisten sus boletos para el vuelo 7. Pausa para lanzar el aeroplano 7: Jesús sana a personas que tenían mucho dolor.

Las noticias sobre Jesús se regaron por todas partes. La gente le llevaba a todos los enfermos. Algunos sufrían mucho dolor, y Jesús mostró el poder de Dios y los sanó. Justo a tiempo para el vuelo número 8. Pausa para lanzar el aeroplano 8: Jesús sana a personas que no podían dejar de temblar.

Algunas personas que vinieron a Jesús temblaban sin poder contenerse. No podían controlar su cuerpo. Jesús mostró el poder de Dios y las sanó. El vuelo 9 es nuestro vuelo final para el día. Pausa para lanzar el aeroplano 9: Grandes multitudes siguen a Jesús.

Grandes multitudes seguían a Jesús por todas partes. La gente venía de lejos y de cerca. Todos oían las cosas asombrosas que Jesús hacía cuando mostraba el poder de Dios y deseaban verlo por sí mismos. Jesús viajó de una ciudad a otra. Anunció las buenas noticias del reino de Dios y mostró el poder del reino de Dios en todo lo que hizo y lo que dijo.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 23 PÁGINA 106

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 23 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿De qué manera la tentación de Jesús lo preparó para hacer la obra de Dios?

• ¿Cómo mostró Jesús el poder de Dios?

Diga: Tal vez nosotros no podamos ver con nuestros propios ojos a Jesús haciendo milagros como las personas en los tiempos de la Biblia, pero sí podemos estar seguros de que el poder de Dios todavía está obrando.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Materiales necesarios: monedas, pared.

Diga: En nuestro relato bíblico oímos hablar de muchos enfermos. Probablemente se sentían débiles y desvalidos, y por eso vinieron a Jesús. Hagámonos una idea de cómo se sentían. Pida que la clase se ponga en fila frente una pared con la espalda y los talones contra la pared. Coloque una moneda unos pocos centímetros frente a cada niño. Comprueben si pueden recoger la moneda sin mover los pies. Esto es casi imposible de hacer, ya que agacharse requiere cambiar el centro de gravedad del cuerpo, lo que no se puede hacer si uno está contra la pared. Pregunte:

• ¿Cómo se sintieron al no poder hacer algo tan sencillo como agacharse para recoger una moneda?

• ¿Cómo piensan que se sentían los que vinieron a Jesús?

• ¿Cómo muestra Dios su poder cuando uno se siente desvalido?

Diga: Dios no tiene una varita mágica para arreglar todo lo que sale mal, pero sí nos hace saber que es poderoso y quiere ayudarnos.

Opción 2: Tráiganle todo a JesúsMateriales necesarios: espacio abierto, artículos pequeños para pasar (vea más abajo), canasta o caja.

De antemano, consiga una variedad de artículos de varias formas y tamaños. Por ejemplo, consiga objetos redondos, planos, pesados, ligeros, diminutos, resbalosos. Opcional: Pegue en los artículos etiquetas que describan las enfermedades del relato bíblico. Diga: Nuestro versículo bíblico nos recuerda que las personas vinieron a Jesús con toda clase de enfermedades y él las sanó.

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Algunas de estas personas hicieron mucho esfuerzo, como los cuatro amigos del paralítico. Pensemos en llevarle todo a Jesús mientras pasamos unos pocos artículos alrededor del círculo. Haga que los niños se sienten en círculo sin zapatos y con las piernas extendidas hacia el centro. Ponga una canasta enfrente de una persona. Pídales a los niños que se pasen los artículos de uno a otro alrededor del círculo. Empiece con la persona que está junto a la canasta. Los niños deben pasarse los artículos usando solo los pies. ¡No se permite usar las manos! La última persona devuelve el artículo a la canasta. Si un artículo cae al piso, tienen que empezar de nuevo desde el principio del círculo.

• Díganme cómo se sintieron cuando lograron llevar algo alrededor de todo el círculo hasta la canasta sin dejarlo caer.

• ¿Cómo nos ayuda a ver el poder de Dios el hecho de llevarle personas o situaciones a Jesús?

Diga: Jesús todavía muestra el poder de Dios. Cuando le llevamos todo lo que nos molesta, ya sea que estemos enfermos, preocupados o con miedo, podemos ver cómo él nos ayuda en esa situación.

Opción 3: El poder de Dios está en tiEntréguele una copia de la hoja de actividades «El poder de Dios está en ti» a cada niño. Hable de cómo el poder de Dios está en todas partes y podemos ver evidencia del mismo en las personas, los lugares, los acontecimientos y las cosas con las cuales tenemos contacto todos los días. Una parte del poder de Dios también está en nosotros. Así como nos apoyamos en Dios, hay otros que también pueden apoyarse en nosotros, pues Dios nos da a cada uno talentos que podemos usar para ayudar. Como grupo, hablen de situaciones que en el presente están sucediendo en la comunidad o el mundo y exigen ayuda. Luego haga que la clase diseñe afiches pidiendo colaboración. Deben indicar de forma específica lo que están pidiendo. Luego lean las ideas.

Opción 4: Extensión de la lección veintitrésDios está presente en toda nuestra vida. Podemos ver su influencia en nuestras amistades y familias, en nuestros trabajos y juegos. Algunos se percatan más de que él forma parte de sus vidas, mientras que otros todavía están buscando y aprendiendo las formas en que Dios está presente. Jesús constituye la mejor forma de que sepamos que Dios está aquí con nosotros.

Haga que el grupo mencione algunos ejemplos específicos de cómo Jesús los ayuda a ellos y otros cristianos a creer. Tengan una lluvia de ideas en cuanto a milagros, acontecimientos, oraciones y otras maneras en que él ha influido en su creencia en Dios.

Pida que los alumnos escojan un acontecimiento de la Biblia y lo resuman en una hoja de papel. Luego provéale a la clase materiales de arte y solicite que diseñen una tira cómica en la cual puedan ilustrar el acontecimiento del que han hablado en su ensayo. Muestre las tiras cómicas para que todos puedan verlas.

Concluya el tiempo de la lección orando que los niños busquen las maneras en que Dios muestra su poder en sus vidas. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 23 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 24 PÁGINA 108

Base bíblica: Mateo 5:2-12; 6:5-15; 14:22-32; Marcos 4:30-41; 6:30-44; Lucas 10:25-37; 15:1-7; Juan 6:66-71.

Versículo bíblico: Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios (Juan 6:69, NVI).

Punto bíblico: Jesús enseña a sus amigos y a la multitud. Yo puedo aprender de Jesús.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 24: «Ningún hombre común».

NINGÚN HOMBRE COMÚN

PASO 1: REÚNETE

Cuando los niños se reúnan, pida que algunos voluntarios digan qué es lo más difícil que han tenido que aprender en la escuela. Luego pregúnteles qué es lo más difícil que tuvieron que aprender fuera de la escuela (destreza en algún deporte, música, quehaceres domésticos, etc.). Luego vea cuál es la cosa más risible que los niños tuvieron que practicar. Si alguien tiene una destreza que demostrar y cuentan con tiempo y espacio, anímelos a que lo hagan. Hablen acerca de:

• Si tuvieran que aprender algo nuevo, ¿qué harían?

• ¿Cuál es su manera favorita de aprender algo nuevo?

Diga: Nuestro relato bíblico de hoy habla de aprender. Veamos qué podemos aprender en cuanto a educarse.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 24 de La Historia, celular u otro teléfono de utilería. Hojas sueltas «Preguntas a través de llamadas» (opcional: celulares adicionales).

Siga las direcciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Relatos de JesúsMientras narra el relato, los niños harán el sonido de un teléfono que timbra. Practiquen el timbrado de antemano y asegúrese de que los niños conocen la señal para empezar a hacer el sonido y la señal para hacer silencio. Repártales de antemano las preguntas a los voluntarios y después de cada episodio de timbrado pida que alguien haga la pregunta que sigue. Si tiene celulares, puede hacer que los niños llamen en realidad al teléfono que está usando. Al empezar a narrar la historia, juguetee con su teléfono.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 24 PÁGINA 109

Espero que a la batería de este teléfono le quede suficiente carga, porque de seguro voy a recibir muchas llamadas. Al parecer todos tienen una pregunta acerca de este individuo llamado Jesús y las historias que está contando. Parece que tan pronto como dejo a un lado el teléfono, vuelve a timbrar. Dé la señal para que los niños hagan el ruido de timbrar.

Centro de llamadas «Jesús lo dice», ¿en qué puedo servirle? Haga una pausa para la pregunta 1: ¿Qué es una parábola? Sí, puedo ayudarle con eso. Una parábola es un relato que enseña una verdad importante. Jesús utilizó parábolas para enseñarle a la gente verdades acerca del reino de Dios… Las parábolas a menudo hablaban sobre cosas de todos los días que la gente conocía bien, como ovejas o semillas de mostaza. Por ejemplo, si un pastor tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, el pastor va a buscarla y se alegra cuando la halla. Dios se alegra cuando un pecador perdido viene a casa tal como la oveja perdida. Los amigos de Jesús y las multitudes aprendían por medio de este tipo de relatos. Gracias por su llamada. Deje el teléfono. Dé la señal para que el teléfono timbre de nuevo.

Centro de llamadas «Jesús lo dice», ¿en qué puedo servirle? Haga una pausa para la pregunta 2:¿Discutió Jesús con la gente ingeniosa? Una vez un joven experto en la ley trató de ponerle una trampa a Jesús. Le preguntó: «¿Qué debo hacer para recibir la vida eterna?». Jesús no iba a dejarse engañar. Así que le dijo: «¿Qué dice la ley?». Hizo que el experto en la ley respondiera a su propia pregunta. El hombre respondió: «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, y ama a tu prójimo como a ti mismo». Sin embargo, el experto en la ley notó que Jesús estaba tratando de agarrarlo en su propia trampa, de modo que señaló: «Pero, ¿quién es mi prójimo?». Jesús contó otro relato y toda la multitud escuchó. Habló de un hombre al que le robaron y golpearon en un camino. Dos líderes religiosos lo vieron y pasaron de largo por el otro lado del sendero para no ayudarlo. No obstante, un hombre de otro país vio al hombre y lo ayudó. Jesús entonces le preguntó al experto ingenioso de la ley: «¿Quién fue el prójimo?». El que cuidó del herido fue el prójimo. No es difícil hallar a nuestros prójimos que necesitan amor. Las personas aprendieron al oír estas conversaciones. Gracias por su llamada. Deje el teléfono. Dé la señal para que el teléfono timbre de nuevo.

Centro de llamadas «Jesús lo dice», ¿en qué puedo servirle? Haga una pausa para la pregunta 3: He oído que Jesús predicó sermones largos, ¿es cierto eso? Ah, sí, fueron muy largos, pero a la gente eso no le importaba. Las personas se reunían y se sentaban en las faldas del monte para escuchar a Jesús predicar. Él podía predicar todo lo que quisiera y la gente se quedaba escuchándolo. Tengo que decir que el Sermón del Monte fue el más famoso. Jesús habló de su tema favorito: el reino de Dios. Le dio a conocer a las personas cómo sería el reino de Dios y de qué forma podían vivir en este grandioso lugar. Los que más necesitan a Dios son los que viven en ese reino. La gente aprendía de sus sermones. Gracias por su llamada. Deje el teléfono. Dé la señal para que el teléfono timbre de nuevo.

Centro de llamadas «Jesús lo dice», ¿en qué puedo servirle? Haga una pausa para la pregunta 4: ¿Respondió Jesús cuestiones sobre la oración? Sí, Jesús tuvo mucho que decir en cuanto a la oración. Les dijo a las personas que no fanfarronearan cuando estuvieran orando, sino que fueran humildes y oraran en privado. La oración no es una manera de vanagloriarse de que uno sabe muchas palabras elegantes. La oración es una cuestión de decir lo que hay en el corazón. Cuando sus discípulos le dijeron: «Enséñanos a orar», Jesús les enseñó a decir: «Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase

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tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno». A esta oración de Jesús se le conoce como el Padre Nuestro y los cristianos de todo el mundo la elevan. Las personas aprendieron cuando Jesús respondía a sus preguntas. Gracias por su llamada. Deje el teléfono. Dé la señal para que el teléfono timbre de nuevo.

Centro de llamadas «Jesús lo dice», ¿en qué puedo servirle? Haga una pausa para la pregunta 5: ¿Enseñó Jesús a grupos grandes y grupos reducidos? Es cierto que Jesús a menudo enseñó a grupos muy grandes. Las multitudes lo seguían por todas partes, pero también dedicó un tiempo para estar a solas con su grupo especial de discípulos y enseñarles en privado. Los amigos de Jesús aprendieron cuando él pasaba tiempo con ellos. Gracias por su llamada. Deje el teléfono. Dé la señal para que el teléfono timbre de nuevo.

Centro de llamadas «Jesús lo dice», ¿en qué puedo servirle? Haga una pausa para la pregunta 6: ¿Usó Jesús métodos activos de aprendizaje? Ah, esa es una pregunta muy interesante. Sí, lo hizo. Una vez tomó el almuerzo de cinco panes y dos pescados de un muchacho y lo usó para darle de comer a más de cinco mil personas. ¡Todos participaron en el aprendizaje activo ese día! En otra ocasión, los discípulos de Jesús lo vieron caminar sobre el agua… ¡así es, caminar sobre el agua! Pedro decidió intentarlo. Mientras mantuvo sus ojos en Jesús, él también anduvo sobre el agua; pero cuando se asustó, Pedro se hundió. Jesús lo salvó, por supuesto, pero tenemos que decir que esta fue una lección activa para Pedro. Las personas aprendieron al ver lo que Jesús hacía. Gracias por su llamada. Deje el teléfono. Dé la señal para que el teléfono timbre de nuevo.

Centro de llamadas «Jesús lo dice», ¿en qué puedo servirle? Haga una pausa para la pregunta 7: ¿Qué pensaban las multitudes de la enseñanza de Jesús? ¡Excelente pregunta! Jesús no era un hombre común. Los que lo escuchaban se quedaban asombrados de lo que él decía y afirmaban: «Creemos y sabemos que eres el Santo de Dios». Gracias por su llamada. Deje el teléfono y mire el reloj.

Bien, se acabó mi turno. Parece que las preguntas nunca se acaban. Pienso que se debe a que la gente nunca se cansa de aprender de Jesús, incluso dos mil años más tarde.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 24 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Diga:

• Mencionen algunas de las maneras en que la gente aprendió de Jesús.

• Mencionen algunas maneras en que ustedes pueden aprender de Jesús.

Indique: Aprendemos muchas cosas todos los días. No nos olvidemos de aprender también de Jesús.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 24 PÁGINA 111

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Fiesta de parábolasMateriales necesarios: papel, lápices.

Diga: Una de las maneras más comunes en que Jesús le enseñó a la gente fue contándoles historias llamadas parábolas. Repase para ver si los niños entienden lo que es una parábola: un relato que enseña una verdad que Dios desea que aprendamos. Puede recordarles a los niños algunas de las parábolas más conocidas de los Evangelios y que ellos conozcan. Luego anímelos a redactar sus propias parábolas. Pueden trabajar en parejas o grupos pequeños. Asígnele a cada grupo un artículo y un tema de las listas que siguen en cualquier combinación. La tarea es redactar una historia acerca del artículo que enseñe una verdad en cuanto a ese tema. Idealmente, el artículo representará algo relativo al tema.

Artículos: IPod, DVD, piedras, botellas de plástico, arco iris, aspiradora, buzón de correos.

Temas: amistad, obediencia, honestidad, bondad, responsabilidad, valor, oración.

Oiga las parábolas una vez terminadas y luego pregunte:

• ¿De qué manera los relatos ayudan a las personas a aprender ideas importantes?

• Mencionen algo que les gustaría aprender de Jesús.

Diga: Las personas del relato bíblico aprendieron de Jesús, y nosotros también podemos aprender de él.

Opción 2: Listas de aprendizajeMateriales necesarios: Papel de empaque o pliegos grandes de papel periódico, marcadores.

Escriba en un pliego de papel: «Todo lo que creemos en cuanto a Jesús», y en otro pliego: «Lo que me gustaría aprender de Jesús». Coloque ambos pliegos en la pared donde los niños puedan alcanzarlos con facilidad. Si tiene un grupo grande, ponga dos pliegos de papel por cada tema. Diga: Nuestro versículo bíblico afirma: «Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios» (Juan 6:69). Deténganse un minuto para que los niños repitan el versículo. Hagamos una lista de todo lo que creemos en cuanto a Dios. Luego hagamos una lista de las cosas que nos gustaría aprender de Jesús. Reparta marcadores y anime a la clase a escribir por lo menos una cosa en cada lista. Revisen juntos los resultados. Deje ambas listas en la pared del salón donde puedan mirarlas de nuevo durante las próximas semanas mientras estudian más relatos acerca Jesús. Pregunte:

• No podemos sentarnos en la falda de una montaña y escuchar a Jesús hablar, así que, ¿cómo aprendemos acerca de Jesús hoy?

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•SipudieranhacerleunapreguntaaJesús,¿cuálsería?

Diga: Jesús tiene mucho que enseñarnos, como lo hizo con las personas hace dos mil años. La pregunta es: ¿Estamos dispuestos a aprender?

Opción 3: Jesús, el MaestroComo hemos considerado en la clase, Jesús era y sigue siendo el experto en cuanto a Dios… ¡él es el Maestro de maestros! Conforme crecemos en nuestra fe, todos tenemos preguntas y podemos aprender diferentes cosas acerca de Dios. Entréguele una copia de la hoja de actividades «Jesús, el Maestro» a cada niño. Asegúrese de que la misma se imprimió en un papel resistente. Anímelos a que recorten las figuras y usen una perforadora y cuerda para producir un arte móvil que exhiba las muchas preguntas que le hicieron a Jesús y las respuestas que dio. Escriba la pregunta de un lado y la respuesta en el reverso. Use marcadores de colores. Si los niños tienen dificultades con las respuestas, entonces pueden dibujar. Lea en voz alta algunas de las preguntas y respuestas.

Opción 4: Extensión de la lección veinticuatroA Jesús se le han dado muchos nombres, y uno de ellos es el de Maestro. Él es el Maestro de maestros y nos ofrece la mejor información que hay acerca Dios.

• ¿Cómo enseñó Jesús a sus discípulos y a otros que estaban alrededor de él?

• ¿De qué forma nos enseña ahora, unos dos mil años más tarde? Den algunos ejemplos específicos de cada forma de instrucción. (Sus acciones, su enseñanza, sus milagros, las parábolas).

• ¿Piensan que los métodos que Jesús utilizó en la tierra todavía son efectivos para enseñar hoy?

Escriba los nombres de varias parábolas y milagros en tiras de papel. Haga que los grupos más grandes se dividan en subgrupos de tres o cuatro alumnos y que uno de cada subgrupo escoja una tira de papel. Déles tiempo a los grupos para que preparen una dramatización de la parábola o el milagro que han escogido. Deben usar como utilería algunas cosas que haya en el salón. Asegúrese de que cada grupo le da participación a todos los miembros en la producción.

Concluya el tiempo de la lección orando que los niños quieran aprender todo lo que puedan acerca de Jesús. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 24 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 25 PÁGINA 113

Base bíblica: Mateo 21:10-11; Marcos 8:27-30, 34-48; 9:30-32; 10:13-16; 11:2-10; 14:1-2; Lucas 22:3-6; Juan 7:11-15, 25-31; 8:12-14, 31; 11:55-57; 12:27-33.

Versículo bíblico: La gente […] gritaba: «¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!» (Mateo 21:9, NVI).

Punto bíblico: Jesús, el Hijo de Dios, merece nuestra adoración. Puedo darle mi mejor alabanza.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 25: «Jesús, el Hijo de Dios».

JESÚS, EL HIJO DE DIOS

PASO 1: REÚNETE

Al empezar, hable con una voz desusadamente fuerte. Grite: Vamos a tener un concurso de gritos. ¿Quién puede gritar más fuerte? Divida al grupo en dos equipos. Pida que dos o tres niños se separen de los equipos hasta un punto neutral y sean los jueces. Luego déle a cada equipo diez segundos para gritar lo más fuerte que puedan. Pida que los jueces decidan cuál equipo ganó el concurso de los gritos. Pregunte:

• ¿Qué grita la gente cuando se entusiasma?

• ¿Cuál es la cosa favorita que los entusiasma y los lleva a gritar?

Diga: En el relato bíblico de hoy oiremos a toda una multitud entusiasmada por Jesús y que gritó en serio.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 25 de La Historia.

Opcional: trajes del tiempo de la Biblia, alfileres, agujas, cinta de medir, tijeras y otros materiales de costura.

Siga las direcciones para presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Alta alabanzaEl relato de hoy es un libreto de un sastre presente entre la multitud de la entrada triunfal. Si gusta, puede vestir a los actores con trajes del tiempo de la Biblia. Provéale al sastre agujas, alfileres, cinta métrica, tijeras y otros materiales de costura. Necesitará un narrador, el sastre, una mujer joven, un anciano y de una a tres personas para la multitud.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 25 PÁGINA 114

Narrador: Es un día cálido en Jerusalén. El sastre local ha salido a las calles.

Sastre: ¡Vaya! Es bueno volver a mi taller después de toda esa conmoción. Todo Jerusalén estaba en la calle siguiendo a ese sujeto llamado Jesús.

Narrador: Al sastre no le importaba que hubiera una multitud en la calle. Después de todo, era bueno para su negocio. La gente pasaba y veía su taller, y algunos decidían que necesitaban un nuevo traje, así que le pedían que se los hiciera.

Sastre: Nosotros hacemos nuestra propia tela, como saben. Mi primo, que es pastor, me provee de la mejor lana, y tenemos nuestros propios telares para tejer la tela. Nadie hace vestidos como los nuestros.

Narrador: La gente venía de toda Jerusalén en busca de la ropa que nuestro amigo hacía. ¡Solo la mejor!

Sastre: Cuando salgo, a menudo veo vestidos que reconozco porque tienen nuestra propia línea secreta de tinte. Tenemos colores que nadie más tiene. ¡Sin embargo, hoy, válgame Dios! Cuando salí, vi un montón de túnicas, tal como siempre las veo. ¡Pero lo que la gente hacía! Así no se trata a los mejores vestidos que hay. Exijo una explicación.

Narrador: El sastre halló a una mujer joven que agitaba ramas de palma y gritaba mientras este sujeto llamado Jesús pasaba montado.

Sastre: Jesús iba en un burro. Todo el mundo sabe que solo los reyes deben montar burros. ¿Quién se cree este Jesús que es? Esa es la pregunta que le hice a la joven.

Mujer joven: «Él es el Cristo, el Hijo de Dios».

Sastre: Tengo que decir que a mi modo de ver se trata de un sujeto bastante ordinario. ¡Ni siquiera parecía poder pagar uno de mis vestidos! ¿Cómo puede ser un rey y el Hijo de Dios?

Narrador: La joven tomó el precioso manto azul cielo de sus hombros y lo puso en el suelo frente al sastre, justo a tiempo para que el burro en que iba Jesús lo pisara. ¡Estaba tratando a Jesús como si fuera un rey!

Sastre: ¡Válgame Dios! ¡Mi mejor costura arrastrada por los suelos!

Narrador: Entonces el sastre vio a un anciano. Se imaginó que este hombre sabría cómo eran las cosas.

Sastre: ¿A qué viene tanto alboroto con este individuo llamado Jesús?

Narrador: El hombre se quedó mirando al sastre como si fuera de otro planeta.

Anciano: ¿Acaso no lo has oído hablar? Si oyeras las historias que cuenta acerca del reino de Dios, entenderías por qué todo mundo está entusiasmado.

Narrador: El sastre fue de persona a persona tratando de enterarse de por qué estaban haciendo tanto escándalo con relación a Jesús. Todos tenían una respuesta.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 25 PÁGINA 115

Persona 1: ¡Él sana a las personas!

Persona 2: Nadie puede predicar como él.

Persona 3: ¡Hace milagros asombrosos!

Narrador: Por lo general, Jesús andaba por los campos, pero ahora estaba allí, justo en Jerusalén, y la gente no iba a perderse la oportunidad de verlo.

Sastre: Pues bien, de acuerdo, que lo vean. No obstante, ¿tienen que tratar mis elegantes vestidos de esa manera? ¿Tienen que ponerlos en el suelo para que un burro los pise? ¿En serio piensan que Jesús es un rey? ¿En realidad piensan que es el Hijo de Dios?

Narrador: El sastre empezó a escuchar con atención lo que la multitud gritaba.

Persona 1: ¡Hosanna al hijo de David!

Sastre: Piensan que este individuo viene del linaje real del rey David, que él podría tomar el lugar del más grande rey que Israel haya tenido.

Persona 2: Bendito el que viene en el nombre del Señor.

Sastre: Piensan que Dios envió a Jesús, que vino para hacer la obra de Dios. No está simplemente tratando de ganar fama.

Persona 23: Hosanna en las alturas.

Sastre: La multitud estaba alabando a Jesús con la mejor adoración que podían encontrar, y pensaban que Jesús se la merecía por completo.

Narrador: El sastre habló con muchas personas en la calle. Ellas estaban muy convencidas. Mientras más conocía sobre Jesús, más empezó a pensar que la multitud tenía razón. Jesús hacía cosas que solo Dios podía hacer. Decía cosas con la autoridad que solo viene de Dios. Incluso el hecho de montar en un burro para entrar a Jerusalén cumplía algo que nuestras Escrituras dicen que sucedería.

Sastre: ¡Tenían razón! ¡Él es el Hijo de Dios! Es un Rey que merece nuestro honor. De repente quería darle a Jesús la mejor alabanza que pudiera. Empecé a correr para alcanzar al burro.

Narrador: Antes de que se diera cuenta, estaba quitándose su propio manto y extendiéndolo sobre la calle. El burro de Jesús lo pisó y pasó sobre él. El sastre cortó una palma y empezó a gritar.

Narrador y sastre: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 25 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 25 PÁGINA 116

• ¿Por qué gritaban las personas del relato?

• Jesús merece nuestra mejor alabanza. Pensemos en algunas maneras en que pueden alabar a Jesús.

Diga: La próxima vez que den vítores por algo, recuerden hacer una ovación también por Jesús. Él merece nuestra mejor alabanza.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Pase de alabanzasMateriales necesarios: bolas de algodón.

Diga: Las personas en el relato bíblico alababan a Jesús. ¿Recuerdan las frases que usaron? Repase las frases del versículo bíblico: «¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Hosanna en las alturas!». Los niños usarán estas frases en el juego. Divida a los alumnos en grupos de tres y designe una línea de partida y una de llegada en los extremos del salón. Los jugadores se colocarán en fila uno detrás de otro. El último jugador en la línea lanzará una bola de algodón al primer jugador y dirá una de las frases de alabanza. El primer jugador tratará de atrapar la bola de algodón. El jugador al final de la fila continuará lanzando bolas hasta que el jugador que está al frente atrape una. Entonces el jugador del extremo pasará al principio de la fila. El siguiente jugador que ahora está al final de la fila lanzará una bola de algodón al frente y dirá otra frase. Continúe hasta que el equipo cruce el salón. Puede jugar una versión competitiva entre equipos, o jugar una versión colectiva con un grupo pequeño. Jueguen varias veces y traten de mejorar el tiempo del grupo en cada vuelta.

• Mencionen algunas ocasiones en que les gustaría alabar a Jesús.

• ¿De qué manera alabar a Jesús es diferente a elogiar a otras cosas o personas?

Diga: Jesús, el Hijo de Dios, merece nuestra adoración. Démosle nuestra mejor alabanza. Griten juntos las frases de versículo bíblico.

Opción 2: Carroza HosannaMateriales necesarios: sillas del salón de clases, bufandas, pedazos de tela, cintas, toallas o tiras largas de papel, marcadores, cinta adhesiva, papel crepé.

Diga: Cuando Jesús entró a Jerusalén montado en un burro, la gente lo trató como si fuera el personaje de honor en un desfile. Lo alababan mientras montaba y decían: «Hosanna en las alturas. Bendito el que viene en el nombre del Señor». Explique que los alumnos pueden trabajar juntos para construir una carroza con los artículos disponibles. Por ejemplo, pueden arreglar cuatro

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 25 PÁGINA 117

sillas en dos filas y forrarlas con tela o papel crepé. Haga que los niños usen su creatividad para diseñar la carroza. Cuando esté terminada, invite a los niños a que caminen alrededor de ella como si estuvieran en un desfile repitiendo el versículo bíblico: «Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!». Luego diga:

• Nosotros podemos expresarles nuestras alabanzas a Jesús. ¿Cuáles son algunas maneras de alabar a Jesús?

• ¿Por qué Jesús merece la mejor alabanza que podamos darle?

Señale: Jesús es el Hijo de Dios. Dios lo envió al mundo para que podamos conocerlo a él. ¡Eso merece que lo alabemos todos los días!

Opción 3: Diseñen un carro alegórico¡Jesús merece la alabanza! Repase las razones por las que lo alabamos y debemos continuar alabándolo. Haga que los alumnos se dividan en grupos de dos y que cada pareja diseñe un carro alegórico y un letrero digno de Jesús. Dibujen y coloreen el carro alegórico y el letrero de la hoja suelta «Diseña un carro alegórico». Muéstrenselo a la clase y cuélguenlo para que lo vean.

Opción 4: Extensión de la lección veinticincoSin pensar en sí mismo, Jesús dio por nosotros lo mejor que tenía para dar. Él nos ama tanto que daría su vida por nosotros una y otra vez conforme amamos a Dios y vivimos fielmente, creyendo en él como nuestro Señor y Salvador.

¿Hay alguien en la vida de ustedes a quien le darían todo lo que tienen? ¡Eso es lo que Jesús hizo! Él obró toda su vida a favor de nosotros. Jesús merece saber y ver que lo amamos y lo alabamos.

Hable con el grupo:

• ¿De qué manera les muestran ustedes a las personas que forman parte de su vida que las aprecian?

• ¿Cómo le muestran a Dios que lo aprecian a él y a sus dádivas?

• ¿Pueden mostrarle a Jesús cuánto lo aprecian?

Tengan una lluvia de ideas para recordar algunos cantos de alabanza, luego entonen algunos juntos. Diviértase con esta actividad usando gestos que los niños hayan aprendido en clases previas o que usted pueda enseñarles. He aquí unos pocos títulos:

• Nuestro Dios es un Dios asombroso

• Oh, cuánto le amo

• Cristo ama a los niños

Concluya el tiempo de la lección orando que los niños busquen maneras de darle a Jesús su mejor alabanza. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 25 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 26 PÁGINA 118

Base bíblica: Mateo 26:26-28, 33-35; 27:46-49; Lucas 22:51, 55-62; 23:32-41; Juan 13:21-24, 25-30; 14:1-15; 18:4-10; 19:30.

Versículo bíblico: No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí (Juan 14:1, NVI).

Punto bíblico: Jesús murió por nuestros pecados para que podamos estar con él para siempre. Yo puedo recibir su amor.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 26: «La hora de las tinieblas».

LA HORA DE LAS TINIEBLAS

PASO 1: REÚNETE

Cuando los niños se hayan reunido, pregunte si alguna vez piensan que un castigo es injusto. Escoja seis voluntarios y haga que formen parejas. Una persona de la pareja mencionará algo que los niños hacen y los puede meter en problemas, mientras que la otra dirá cuál debería ser el castigo. El grupo entero decide si piensan que el castigo es justo. Pregunte:

• ¿Cómo determinan si un castigo es justo?

• Cuéntenme de una ocasión en que no recibieron lo que se merecían.

Diga: En el relato bíblico de hoy oiremos cómo Jesús enfrentó un castigo que no merecía a fin de que nosotros no recibiéramos lo que merecíamos.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 26 de La Historia, hoja suelta «Explora la Biblia».

Siga las direcciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

El plan de amor de DiosEn este relato usted narrará distintas secciones y luego les pedirá a los niños que trabajen juntos para responder a las preguntas que se hallan en la hoja suelta leyendo porciones de la Biblia. Antes de empezar, divida a los alumnos en grupos de tres o cuatro y asegúrese de que todos tengan una Biblia, una hoja suelta «Explora la Biblia» y un lápiz.

Nuestro relato empieza durante un tiempo muy ajetreado en Jerusalén. ¡Era la temporada de la Pascua! Todos los pobladores de Jerusalén se alistaban para celebrar la fecha en que Dios salvó a su pueblo de la esclavitud en Egipto muchos años atrás. La celebración de la Pascua incluía una comida especial, y Jesús y sus amigos más íntimos se reunieron para esta gran comida.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 26 PÁGINA 119

Jesús estaba pensando en lo que iba a suceder. Él sabía que se acercaba el momento en que tendría que partir. Era tiempo de concluir la obra que Dios le había pedido que hiciera. En realidad, esta sería la última comida que Jesús compartiría con sus amigos.

Jesús sabía que sus amigos se asustarían. Él predijo que ellos huirían y les dirían a otros que ni siquiera lo conocían. Un amigo, Pedro, se negó a creer esto. ¡Afirmó que prefería morir antes que decir que no conocía a Jesús!

Haga una pausa y pida que los niños lean Juan 14:1-3 y completen esa porción de la hoja suelta.

Después de la comida, Jesús y algunos de sus amigos se fueron a un huerto. Jesús se alejó un poco más para orar. Él sabía todo lo que le iba a suceder, y aunque era Hijo de Dios, se daba cuenta de que sería difícil hacer lo que Dios deseaba que hiciera. Jesús oró intensamente pidiendo la ayuda de Dios. Sus amigos se quedaron dormidos mientras esperaban que él terminara de orar. Finalmente, los despertó, ya que sabía que el gran momento había llegado.

Algunos dirigentes judíos llegaron ruidosamente al tranquilo huerto con varios soldados. Uno de los amigos de Jesús, Judas, estaba con ellos.

Haga una pausa y pida que los niños lean Juan 18:4-9 y completen esa porción de la hoja suelta.

Los dirigentes judíos le habían pagado dinero a Judas para que entregara a su amigo, pero Jesús sabía que todo esto debía suceder tal como Dios lo había planeado. Los soldados arrestaron a Jesús y todos sus amigos huyeron, tal como Jesús había asegurado que sucedería. Los soldados llevaron a Jesús ante otros dirigentes que querían matarlo. Pedro siguió a los soldados en secreto. Quería saber lo que le sucedía a Jesús, pero también estaba verdaderamente asustado.

Haga una pausa y pida que los niños lean Lucas 22:55-62 y completen esa porción de la hoja suelta.

Siendo todavía de noche, los dirigentes judíos celebraron un juicio apurado. Algunos mintieron a fin de que pareciera que Jesús había hecho algo malo. Por la mañana, sacaron a Jesús para matarlo. En esos días, se mataba a los criminales clavándolos a una cruz. Jesús no había hecho nada malo, pero estaba siendo castigado junto con otros dos criminales. Los soldados se mofaron de él, como si todo fuera una gran broma.

Durante largas y dolorosas horas, Jesús quedó colgado en la cruz. Le resultaba difícil respirar y todo su cuerpo le dolía.

Haga una pausa y pida que los niños lean Mateo 27:45-52 y completen esa porción de la hoja suelta.

Todo esto mostró que la totalidad de lo que le estaba sucediéndole a Jesús era parte del plan de Dios. No fue accidente.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 26 PÁGINA 120

Nuestros pecados nos impiden conocer a Dios… todos nuestros malos pensamientos, malas actitudes, malas acciones y malas decisiones. Cuando Jesús murió, él llevó el castigo que nosotros merecíamos y abrió el camino para que pudiéramos conocer a Dios y vivir para siempre en el cielo. Jesús nos ama tanto que estuvo dispuesto a hacer lo que Dios le pidió que hiciera: llevar el castigo en lugar de nosotros. No recibimos lo que merecemos; más bien, vamos a estar con Jesús. Jesús murió por nuestros pecados a fin de que nosotros pudiéramos estar con él para siempre. La mejor decisión que jamás podemos hacer es recibir su amor.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 26 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Quién merecía el castigo que Jesús recibió?

• ¿Por qué Dios envió a Jesús para que llevara nuestro castigo?

Diga: Jesús murió por nuestros pecados. Él quiere que recibamos la dádiva del amor de Dios.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Mosaico de frijolesMateriales necesarios: algunas variedades de frijoles secos de diferentes colores y tamaños, cartón, pegamento, marcadores, tijeras (opcional: platos de papel).

Diga: La cruz nos recuerda lo que Jesús hizo por nosotros: morir por nuestros pecados a fin de que nosotros podamos estar con él para siempre. Pida que la clase recorte cruces de cartón. Luego, con los frijoles, diseñarán un mosaico arreglándolos en patrones artísticos elegantes. Mientras los niños trabajan, diga:

• ¿Por qué alguien se ofrecería voluntariamente para recibir el castigo de otro?

• ¿Qué significa la cruz para ustedes?

Diga: Jesús murió por nuestros pecados a fin de que podamos estar con él para siempre. Él quiere que recibamos el amor que Dios nos da. Tal vez desee invitar a los niños a hablar con usted en privado si quieren saber más en cuanto a recibir el amor de Dios y vivir con él para siempre. Coloque las cruces sobre platos de papel.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 26 PÁGINA 121

Opción 2: Lanzamiento a la cruzMateriales necesarios: tres o cuatro cajas rectangulares pequeñas; artículos para lanzar (monedas, confites, piedritas, botones, frijoles).

Haga que los niños formen un círculo. En el centro del círculo arregle las cajas rectangulares en forma de una cruz. Diga: Jesús murió por nuestros pecados a fin de que nosotros podamos estar con él para siempre. Él quiere que confiemos en él y que nuestro corazón no se angustie. En este juego, vamos a lanzar nuestros pecados y problemas a la cruz y dejar que Jesús se haga cargo de ellos. Déle a cada jugador una provisión de artículos para lanzar. Si piensa que sus niños son lo suficiente maduros para mencionar pecados o problemas específicos, pida que los digan mientras lanzan los artículos.

Variación: Prepare más de una cruz y designe solo a cuatro jugadores por cada una. Déle a cada jugador un artículo diferente para lanzar, a fin de que cuando termine el juego los jugadores puedan comparar cuántos artículos lograron introducir en la caja. Luego diga:

• Si pudieran borrar todo el mal que han hecho, ¿cómo piensan que se sentirían?

• Cuando ven una cruz, ¿qué les recuerda?

Señale: Debido a lo que Jesús hizo cuando murió por nosotros, podemos vivir con él para siempre. Dios borra todo lo malo que hemos hecho y nos ayuda a hacer las cosas correctas.

Opción 3: Sí, Cristo me ama a mí tambiénEntréguele una copia de la hoja de actividades «Sí, Cristo me ama a mí también» a cada niño. Resuelvan el crucigrama. Use el banco de palabras si es necesario.

Opción 4: Extensión de la lección veintiséisDesde hace mucho, mucho tiempo atrás, Dios había planeado que Jesús viniera a la tierra. Él sabía que como humanos cometeríamos errores y tendría que arreglar las cosas por nosotros. El hecho de que Dios enviara a su Hijo a la tierra para enseñarnos y amarnos de un modo tan completo nos enseña algo: que él nos considera muy valiosos.

• ¿Cómo podemos vivir nuestras vidas para demostrarle a Dios que sabemos cuán importante fue la dádiva de su Hijo?

• ¿De qué maneras le mostramos a Jesús que somos valiosos como para que él haya dado su vida por nosotros?

Escriba en tiras de papel algunas acciones que muestren nuestro amor y aprecio. Coloque las tiras de papel en una canasta y pida que varios voluntarios escojan una. Siguiendo un formato parecido al del juego de las adivinanzas, haga que los niños dramaticen las señales para que el grupo adivine y luego conversen brevemente.

Algunos ejemplos son:

• Asistir a los cultos en la iglesia • Unirse a un grupo juvenil

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 26 PÁGINA 122

• Meditar a solas o en grupo • Ser amables con otros

• Participar en un estudio bíblico • Cantar en un coro

Concluya el tiempo de la lección orando que los niños escojan recibir el amor de Jesús y vivir con él para siempre. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 26 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 27 PÁGINA 123

Base bíblica: Mateo 28:2-8, 16-20; Lucas 24:36-49; Juan 21:1-6.

Versículo bíblico: No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo (Mateo 28:6, NVI).

Punto bíblico: Dios resucitó a Jesús de los muertos. Dios me da nueva vida a mí también.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 27: «La resurrección».

LA RESURRECCIÓN

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: papel, marcador negro.

Puede hacer esta actividad con unos pocos voluntarios o pedir que todos los niños la realicen, dependiendo de su situación. Dibuje un punto negro, como de medio centímetro de diámetro, en un extremo del papel. Luego escriba los números del 1 al 7 en línea sobre la página con una separación de aproximadamente dos y medio centímetros. Cúbrase el ojo derecho y sostenga el papel frente a usted a la distancia del brazo con la mano izquierda. Mire el punto. Luego mire cada uno de los números, manteniendo el punto en la visión periférica. El punto «desaparecerá» alrededor del número 5. Luego pregunte:

• ¿Qué le sucedió al punto? ¿Está todavía allí? Expliquen.

• ¿Alguna vez han visto algo que parece desaparecer?

Diga: En el relato bíblico de hoy descubriremos algo que desapareció… y esto constituyó una sorpresa feliz.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 27 de La Historia.

Siga las direcciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Jesús resucitó de los muertosEscoja cuatro lectores para las diferentes partes del libreto. Si lo desea, puede vestirlos con trajes de los tiempos bíblicos. Luego enseñe estas acciones para que el resto de los niños las realice en respuestas a las palabras de señal que aparecen en negrita.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 27 PÁGINA 124

Jesús — Toquen su mano izquierda con la punta del dedo del medio de la mano derecha, luego toquen su mano derecha con la punta del dedo del medio de la mano izquierda.Discípulos — Pongan los brazos sobre los hombros de sus compañeros.Tumba — Agazápense como si estuvieran en una cueva.Ángel — Usen las manos para hacer halos por encima de la cabeza.

Lector 1: Fue un día triste, muy triste, cuando Jesús murió. A los dirigentes religiosos no les gustaban las cosas que decía y hacía, así que inventaron mentiras sobre él.

Lector 2: Los soldados lo clavaron en una cruz y él murió. Sus amigos, los discípulos, no sabían qué pensar.

Lector 3: ¿Cómo podía haberle sucedido esto a Jesús? ¿Qué iba a sucederles a los discípulos?

Lector 4: Ellos bajaron su cuerpo y lo pusieron en una tumba. En ese entonces las tumbas eran cuevas grandes. Una piedra muy grande cerraba la entrada de la cueva.

Lector 4: Jesús había prometido volver a vivir en tres días. Los dirigentes religiosos recordaron lo que dijo y quisieron estar seguros de que nadie pensara que en realidad esto había sucedido.

Lector 1: Así que colocaron soldados frente a la tumba para asegurarse de que nadie tratara de robarse el cuerpo de Jesús y pretendiera que estaba vivo.

Lector 2: Nadie en realidad pensaba que Jesús volvería a la vida, pero después de tres días, los soldados presenciarían un acto de desaparición.

Lector 3: Algunas mujeres que eran amigas de Jesús fueron a la tumba para aplicarle especies aromáticas al cuerpo.

Lector 4: Sin embargo, ¿qué harían con la piedra grande?

Lector 1: ¿Cómo iban las mujeres a llegar hasta el cuerpo de Jesús?

Lector 2: ¡Hubo un fuerte terremoto!

Lector 3: Un ángel del Señor descendió del cielo e hizo rodar la gigantesca piedra y abrir la tumba.

Lector 4: El ángel se sentó sobre la piedra. Su cuerpo resplandecía como relámpago, y su ropa era blanca como la nieve.

Lector 1: Los guardias tuvieron tanto miedo del ángel que temblaron y quedaron como muertos. El ángel les dijo a las mujeres:

Lector 2: «No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo».

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 27 PÁGINA 125

Lector 3: ¿Había desaparecido Jesús?

Lector 4: No, no desaparecido.

Lector 1: ¡Resucitado! El ángel dijo:

Lector 2: «Él ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron. Luego vayan pronto a decirles a sus discípulos».

Lector 3: Así que las mujeres se fueron corriendo de la tumba. Tenían miedo, pero al mismo tiempo estaban llenas de alegría. Ellas corrieron a decirles a los discípulos acerca del ángel y la tumba vacía.

Lector 4: Dos de los discípulos decidieron que tenían que verlo con sus propios ojos. Partieron a toda prisa hacia la tumba buscando el cuerpo de Jesús… ¡pero no estaba allí!

Lector 1: Los discípulos no sabían qué pensar. ¿Había desaparecido Jesús?

Lector 4: No, no desaparecido.

Lector 1: ¡Resucitado!

Lector 4: Lo único que hallaron fueron los lienzos con que habían envuelto el cuerpo.

Lector 1: Cuando volvieron, hablaron con los otros discípulos de lo que habían visto en la tumba.

Lector 2: Los discípulos todavía estaban hablando del ángel y la tumba vacía cuando Jesús de repente se apareció en medio de ellos.

Lector 3: No entró por una puerta o una ventana.

Lector 4: ¡Simplemente se apareció allí! ¡Ellos pensaban que estaban viendo un fantasma!

Lector 1: Jesús dijo: «Miren mis manos y mis pies. ¡Soy yo mismo! Tóquenme y vean; un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que los tengo yo».

Lector 2: Luego les pidió algo para comer. Ellos le dieron un pedazo de pez asado y él lo comió. ¡Un fantasma no come pescado!

Lector 3: Les llevó un tiempo a los discípulos entender que Jesús en realidad había vuelto.

Lector 4: Después de todo, las personas no vuelven de los muertos todos los días.

Lector 1: Así que durante las próximas pocas semanas, Jesús se apareció algunas veces para recordarles a los discípulos sus enseñanzas.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 27 PÁGINA 126

Lector 2: Era importante que ellos supieran por qué murió y volvió a la vida, ya que ahora les correspondería a ellos decirles a todos los demás lo que vieron y oyeron.

Lector 3: Finalmente, Jesús les pidió a los discípulos que fueran a un monte, pues allí los vería.

Lector 4: Les dijo: «Vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Lector 1: Enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo».

Lector 2: Dios resucitó a Jesús de los muertos. Dios nos da nueva vida a nosotros también.

Lector 3: Cuando creemos en Jesús, podemos vivir con él para siempre.

Lector 4: ¡Y esas son grandes noticias para todos!

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 27 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Que noticias sorprendentes dio el ángel?

• ¿Por qué la resurrección de Jesús de los muertos es tan importante?

Diga: ¡Dios resucitó a Jesús de los muertos! Dios tiene el poder para darnos nueva vida a nosotros también. Él quiere que estemos con él para siempre.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Escultura en grupoMateriales necesarios: Dos tazas de harina, una tasa de sal, una taza de agua, recipiente, cartón fuerte, escarbadientes, cuchillos plásticos, fideos secos.

Mezcle la harina, la sal y el agua. Forme una bola y amásela. Si prefiere, puede preparar esto de antemano y traerlo a la clase en una bolsa de plástico. Si tiene más de cinco o seis alumnos en su grupo, prepare algo de masa adicional.

Diga: El relato bíblico de hoy tiene un giro inesperado. Las personas esperaban que Jesús permaneciera muerto, pero no fue así. Hagamos una ilustración de este suceso sorprendente. Hable brevemente de los elementos que debe contener la escena de la resurrección, tal como

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 27 PÁGINA 127

una tumba, una piedra, un ángel, mujeres. Presione la masa aplanándola sobre el cartón. Si parece que no se pega, añada un poco de agua. Use la masa como si fuera lienzo. Con escarbadientes y cuchillos plásticos, dibuje los elementos de la escena de la resurrección. Si tiene masa adicional, los niños pueden esculpir figuras en tres dimensiones para añadir al cuadro. Mientras los niños trabajan, hable acerca de:

• ¿Cuál piensan que es la parte más asombrosa de esa primera mañana de resurrección?

• Cuéntenme en sus propias palabras por qué Dios resucitó a Jesús de los muertos.

Diga: ¡Dios resucitó a Jesús de los muertos! Dios tiene el poder para darnos a nosotros nueva vida también. Él quiere que estemos con él para siempre. Ponga el proyecto a un lado para que se seque y disfrútenlo en las semanas que siguen.

Opción 2: Tumba y piedraMateriales necesarios: rosquillas, huevos duros, platos de papel, cuchillos de plástico.

De antemano, corte las rosquillas por la mitad. Tal vez también quiera pelar los huevos. Diga: Cuando las mujeres fueron a la tumba de Jesús temprano por la mañana, se preocupaban por la gran piedra. ¡Sin embargo, la hallaron quitada! Muéstreles a los niños cómo recortar la porción inferior de la mitad de la rosquilla justo al pie del agujero. Haga que la roquilla recortada se pare sobre el lado plano para representar la tumba. Coloque un huevo hervido a modo de «piedra» frente al agujero. Antes de comerlo, anime a los niños a volver a contar el relato bíblico con su utilería de bocadillos. Mientras disfrutan del bocadillo, diga:

• Supongan que eran uno de los que fueron a la tumba esa mañana. ¿Cómo se hubieran sentido?

• ¿Por qué piensan que es importante celebrar que Jesús se levantó de los muertos?

Diga: Dios mostró su poder sobre la muerte y resucitó a Jesús de los muertos. Él quiere darnos también a nosotros la dádiva de la vida eterna. Podemos tener una vida nueva y estar con Jesús para siempre si recibimos esta dádiva. Si usted nota que algún niño tal vez esté listo para recibir el regalo divino de la vida nueva, ofrézcase para hablar con él en privado.

Opción 3: ¿Estuviste allí?La resurrección de Jesús de los muertos es un milagro. Hubo testigos de este acontecimiento grandioso e inolvidable. Pídales a sus alumnos que piensen en cómo pudiera haber sido ser testigo de la resurrección de Jesús. En la hoja suelta «¿Estuviste allí?», haga que cada niño redacte una narración, describiendo cómo sería presenciar que Jesús resucitaba de los muertos. Solicíteles que la escriban desde la perspectiva de las mujeres, un soldado o guardia, o alguna otra persona en el huerto. Léanles los relatos a la clase y anime a los chicos a llevarlos a casa para que se los muestren a sus familias.

Opción 4: Extensión de la lección veintisiete¿Qué quiere decir que Dios nos da nueva vida?

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 27 PÁGINA 128

Haga que las personas expresen sus ideas en cuanto a lo que tal cosa significa.

Expliquen cómo sucede eso. ¿En realidad morimos y volvemos a vivir? ¿O significa que Dios cambia la vida que tenemos por algo mejor y más atractivo?

¿Qué tiene que ver Jesús con esta vida nueva?

Usando materiales de arte tales como papel, pintura, marcadores, pegamento y crayones, preparen una ilustración de antes y después. Todos hemos leído el relato acerca de la muerte y la resurrección de Jesús y la nueva vida que él tiene, pero esta es una representación de antes y después de ustedes mismos. Doblen el papel por la mitad a lo largo. Dibújense a sí mismos de la forma en que son ahora y después disfrutando de su nueva vida con Jesús. Sean creativos y usen materiales para crear figuras de tres dimensiones. Muéstrenle al grupo lo que han dibujado y cuál es la diferencia en su vida.

Concluya el tiempo de la lección orando que los niños reciban la dádiva divina de la nueva vida. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 27 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 28 PÁGINA 129

Base bíblica: Hechos 1:2-11; 2:1-6, 23-24, 32-33, 43-48; 8:4-8; 9:1-9, 17-19.

Versículo bíblico: Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse (Hechos 2:4, NVI).

Punto bíblico: Dios le da a su pueblo el Espíritu Santo. El Espíritu Santo puede vivir en mí.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 28: «Nuevos comienzos».

NUEVOS COMIENZOS

PASO 1: REÚNETE

Cuando los niños se hayan reunido, pídales que formen un círculo amplio. Si tiene más de veinte en una clase, divídalos en grupos de no más de veinte alumnos. Haga que se tomen de las manos. Luego solicite que los niños se anuden entre todos. Pueden torcer los brazos, cruzar las manos, pasar de un lado al otro del círculo… pero no pueden soltarse de las manos. Permítales que se enreden durante unos pocos minutos, luego deben quedarse en esa posición para la conversación.

• Narren algo grandioso en cuanto a estar conectados con otras personas.

• Si les dijera que tienen que esperar por largo rato tal como están, ¿cómo se sentirían?

Diga: En el relato bíblico de hoy veremos a un grupo de personas que no estaban seguras de a qué se habían unido. Jesús les dijo que fueran a Jerusalén y esperaran. Veamos qué sucedió allí.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 28 de La Historia, cartulina, marcador, cinta métrica, hoja suelta «Nube, fuego, luz».

Siga las direcciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Una nueva comunidadConfeccione tres cartelones de antemano. Ponga una de estas palabras en cada cartelón: Nube, Fuego, Luz. Si tiene talento artístico, añada dibujos. Prepare tres estaciones en el salón. Ponga un cartelón en cada estación, junto con una Biblia. En la estación de la Nube, marque Hechos 1 en una Biblia. En la estación Fuego, marque Hechos 2. En la estación Luz, marque Hechos 9. Recorte los segmentos del relato de la hoja suelta «Nube, fuego, luz» y deje la porción apropiada en cada estación. Si tiene un grupo grande, tal vez quiera proveer más de un conjunto de materiales en cada estación.

Haga que la clase forme pares o tríos. Déle a cada grupo una hoja de papel o algo en qué escribir. Diga: El relato bíblico de hoy tiene tres escenas, una escena de nube, una escena de fuego

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 28 PÁGINA 130

y una escena de luz. Señale las estaciones que ha preparado. Vayan a cada estación y lean el papel que hallarán allí. Les dirá cuál porción de la Biblia deben estudiar. Después que hayan leído todo, anoten cualquier cosa que sea «nueva». Recuerden que tal vez no hallen la palabra «nuevo», pero aun así algo nuevo podría estar sucediendo.

Haga que los niños empiecen en la estación Nube y luego pida que cada grupo pequeño trabaje a su propio ritmo para recorrer las tres estaciones. Cuando todos hayan terminado, reúnalos como colectivo para repasar el relato. Pida que los niños le digan lo que descubrieron en cada estación. Haga un resumen de la historia y conversen sobre los «nuevos» artículos que hallaron. (Por ejemplo, un nuevo Espíritu, nueva vida para los discípulos de Jesús, nuevas buenas noticias para todos, nueva vida para Saulo, una nueva comunidad de creyentes).

Concluya diciendo: Después que Jesús prometió enviar el Espíritu Santo, fue llevado al cielo en una nube. Entonces el Espíritu Santo vino a sus amigos en lo que pareció ser lenguas de fuego. Finalmente, la vida de Saulo fue cambiada por una luz brillante y él fue lleno del Espíritu Santo. Dios le dio a su pueblo el don del Espíritu Santo. Y el Espíritu Santo puede vivir en nosotros también cuando creemos en Jesús tal como creyó la gente en el relato.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 28 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Qué don le dio Dios a su pueblo?• ¿Qué le sucedió a Saulo en el camino a Damasco?

Diga: El Espíritu Santo no fue solo para los tiempos bíblicos. El Espíritu Santo vive en nosotros también cuando creemos en Jesús.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera o todas estas opciones de actividades para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Lenguas de fuego en 3-DMateriales necesarios: platos pequeños de papel, papel crepé naranja, rojo y amarillo, cinta adhesiva o pegamento, marcadores.

Diga: Imagínense que cada uno de ustedes era una mosca en el cielo raso el día en que el Espíritu Santo vino en lo que parecían ser lenguas de fuego. Hagan un cuadro en 3-D de lo que habrían visto. Haga que los niños usen los marcadores para trazar círculos en los platos de papel a fin de representar las cabezas de las personas. Luego arruguen pedazos de papel crepé para que sean las llamas y péguenlos con pegamento o cinta adhesiva a las cabezas. Hagan que el fuego se levante, en tres dimensiones. Mientras los niños trabajan, pregunte:

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 28 PÁGINA 131

• ¿De qué parte del relato les hubiera gustado participar?

• Mencionen las nuevas cosas que sucedieron en este relato.

Diga: En la Biblia el fuego es una ilustración del Espíritu Santo. Dios le dio a su pueblo el don del Espíritu Santo para ayudarlo a realizar la nueva tarea de hablarles de Jesús a todos.

Opción 2: Relatos en rompecabezas chinosMateriales necesarios: hoja suelta «Relatos en rompecabezas chinos».

Si es posible, duplique la hoja suelta en cartoncillo de color o papel grueso. Haga que los niños recorten las figuras. Repase brevemente los principales acontecimientos del relato bíblico: Jesús subió al cielo, el Espíritu Santo vino, y Saulo conoció a Jesús en el camino a Damasco. Anime a los niños a arreglar las figuras del rompecabezas de maneras que ilustren los personajes o elementos del relato bíblico. Los niños tal vez quieran trabajar unidos para representar toda una escena.

• ¿Qué parte del relato les parece la mejor?

• ¿Qué significa tener al Espíritu Santo en sus vidas?

Diga: La dádiva divina del Espíritu Santo es para todo su pueblo. ¡Eso los incluye a ustedes!

Opción 3: El don del Espíritu SantoCuando Dios les dio a los discípulos el don del Espíritu Santo después que Jesús resucitó, fue para darles valentía y fuerza a los creyentes a fin de que pudieran salir y esparcir las buenas noticias. ¿Qué hace el Espíritu Santo por nosotros hoy? Entréguele una copia de la hoja de actividades «El don del Espíritu Santo» a cada niño. Haga que los niños escriban en las llamas palabras que describan cómo el Espíritu Santo ha influido en sus vidas. Pídales que coloreen las llamas con colores brillantes para que reflejen el Espíritu Santo que está en ellos. Muestre alguna de las palabras o dones.

Opción 4: Extensión de la lección veintiochoDios nos ha dado muchos dones y dádivas. Todo lo que tenemos y todo lo que somos es resultado de su gran amor por nosotros. El Espíritu Santo es otro de esos dones grandiosos. Tal como cuando el Espíritu vino sobre los discípulos, el Espíritu Santo está disponible para todos nosotros. Él nos da fuerza y sabiduría a fin de aceptar a Dios y creer en él, así como en Jesús como nuestro Salvador.

Divida a los alumnos en grupos de tres o cuatro personas. Asígnele una persona de la Trinidad a cada uno de los grupos, asegurándose de que por lo menos un grupo tenga a cada una de las personas. Indíqueles a los grupos que tengan una lluvia de ideas para compilar una lista de dones que recibimos como creyentes en la Trinidad, en particular en la parte de la Trinidad que les fue asignada. Déle a cada uno de los grupos un pliego de papel y pídales que dibujen un gran triángulo en el centro del papel. Haga que los grupos escriba o dibujen dentro del triángulo los dones que hemos recibido. Muéstreselos al grupo entero.

Concluya el tiempo de la lección orando que los niños sepan que el Espíritu Santo obra en sus vidas. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 28 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 29 PÁGINA 132

Base bíblica: Hechos 16:26-36; 1 Tesalonicenses 1:3-5; 3:9-13; 4:16-18; 5:16-28; 1 Corintios 1:10; 12:12-18, 27; 13:1-7; 15:21; 16:23-24; Gálatas 5:22-25; 6:18.

Versículo bíblico: Les preguntó: «Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?» «Cree en el Señor Jesús» (Hechos 16:30-31, NVI).

Punto bíblico: Jesús nos salva si creemos en él. Puedo escoger creer en él.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 29: «La misión de Pablo».

LA MISIÓN DE PABLO

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: dos libros, tarjeta, tapas de envases, piedritas.

Pregunte: ¿Piensan que es cierto que todo tiene un punto de ruptura? Hagamos un experimento y averigüémoslo. Pida que un par de voluntarios lo ayuden a poner los libros separados varios centímetros el uno del otro, y luego ponga la tarjeta encima de ellos para cerrar la brecha como un puente. Ponga la tapa del frasco sobre la tarjeta. Haga que los voluntarios pongan unas pocas piedritas a la vez sobre la tapa. Cuando la tarjeta se caiga, cuente las piedritas. Ahora enrolle la tarjeta para formar un cilindro. Ponga el lado donde los bordes se unen hacia abajo y aplánelo ligeramente para que la parte arqueada quede sobre los libros. Ponga de nuevo la tapa encima y añada las piedritas una vez más. Los niños descubrirán que la tarjeta arqueada puede sostener una carga mucho más pesada que la tarjeta plana. Pregunte:

• ¿Se sorprendieron de que la forma de la tarjeta sea determinante?

• ¿Pueden pensar en algo que no se pueda romper?

Diga: En el relato bíblico de hoy veremos algo que se rompió cuando nadie pensaba que se rompería.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 29 de La Historia.

Siga las direcciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Buenas noticias: Cree en JesúsMientras narra este relato, los niños harán los ademanes de la acción que usted está contando. Necesita personas que representen a Pablo, Silas, los dueños de los esclavos (uno o dos), los jueces (uno o más), el carcelero, la familia del carcelero (varios). Si tiene una clase grande, el resto de

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 29 PÁGINA 133

los alumnos puede representar a la multitud de Filipos. Si su clase es pequeña, puede doblar los papeles. Anime a los niños a escuchar con atención cualquier indicio de acción, emoción o actitud que puedan expresar con algunos movimientos o expresiones. Si escuchan de manera especial los verbos, eso será un buen comienzo. Lea lenta y deliberadamente, haciendo una pausa en ocasiones a fin de que los niños le sigan el paso.

Al principio Pablo no creía en Jesús. Luego vio a Jesús mientras iba de camino a Damasco. Cuando Jesús le habló, Pablo creyó. Luego no podía dejar de hablar de Jesús por dondequiera que iba. Él viajaba con su amigo Silas.

Un día, mientras se dirigían al lugar de oración, una muchacha esclava los seguía. Ella tenía un espíritu que la ayudaba a adivinar de antemano lo que iba a suceder. Ganaba mucho dinero para sus dueños haciendo esto. Seguía a Pablo por todas partes gritando. Pablo sabía que ella tenía un espíritu malo. Finalmente, se dio la vuelta y le habló al espíritu malo: «¡En el nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de ella!».

El espíritu salió de la esclava al instante. Cuando sus dueños se dieron cuenta de que ya no podían ganar dinero, se encolerizaron. Agarraron a Pablo y Silas y los arrastraron ante los jueces. «Estos hombres están causando problemas en nuestra ciudad», dijeron. «Enseñan cosas que son contrarias a la ley, y no podemos hacer esas cosas». La muchedumbre se unió en el ataque contra Pablo y Silas. Finalmente las autoridades ordenaron que desnudaran a Pablo y Silas y los flagelaran sin piedad.

Luego echaron a Pablo y Silas en la cárcel, ordenándole al carcelero que los guardara con mucho cuidado. Él los puso en la parte más oculta de la cárcel, y les sujetó los pies con cadenas para que no se escaparan.

Pablo y Silas oraron y entonaron cantos a Dios. Los demás presos los oían. De repente, a medianoche, hubo un fuerte terremoto. La cárcel tembló de arriba a abajo. Al instante, las puertas de la prisión se abrieron y las cadenas de todos se soltaron.

El carcelero vio que las puertas de la cárcel estaban abiertas y las cadenas se habían soltado. Sacó su espada para matarse, ya que pensaba que los presos se habían escapado y se encontraría en problemas por permitir que eso sucediera. Sin embargo, Pablo gritó: «¡No te hagas ningún daño! ¡Todos estamos aquí!».

El carcelero pidió luz y luego se precipitó adentro temblando de miedo. Se postró ante Pablo y Silas y les preguntó: «Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?». «Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos», le contestaron. Entonces le hablaron de Jesús. Pablo y Silas les contaron de Jesús a todos en la casa del carcelero. Era medianoche, pero el carcelero lavó las heridas de Pablo y Silas. Luego él y toda la familia se bautizaron porque creyeron en Jesús.

Temprano en la mañana, los jueces enviaron a sus funcionarios para que hablaran con el carcelero. Le ordenaron que dejara que Pablo y Silas se fueran.

Pablo y sus ayudantes viajaron a muchos otros lugares. Las enseñanzas de Pablo ayudaron a los nuevos creyentes a entender las cosas que Jesús quería que hicieran. Pablo también

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 29 PÁGINA 134

escribió cartas a las iglesias. Sus palabras eran palabras de estímulo y enseñanza para ayudar a las personas a ser firmes en sus creencias. Todavía tenemos muchas de sus cartas en la Biblia y podemos leerlas nosotros mismos.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 29 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Qué se rompió en este relato cuando nadie pensaba que podía romperse?

• ¿Qué buenas noticias oyó el carcelero debido a que las puertas de la cárcel se abrieron y las cadenas se soltaron?

Diga: El carcelero quería saber cómo ser salvo, y Pablo se lo dijo. Jesús todavía nos salva si creemos en él.

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera o todas estas opciones de actividades para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Materiales necesarios: hojas sueltas «Cartas de Pablo», sobres, papeles variados para empacar regalos, marcadores, tijeras, pegamento, cinta.

Diga: Después que Pablo salió de la cárcel, viajó a muchos lugares y escribió muchas cartas a las iglesias. Vamos a hacer un paquete que nos recuerde sus cartas. Haga que los niños recorten las cartas en las dos hojas sueltas y pongan cada una en un sobre. Decoren la parte exterior del sobre con marcadores o pegamento y papel para regalos. Aten todos los sobres juntos y coloquen una cinta alrededor del paquete. Mientras los niños trabajan, aproveche la oportunidad para leer en voz alta las cartas. Luego pregunte:

• ¿Cómo le dio Pablo las buenas noticias al carcelero de Filipos?

• ¿Cómo les daba Pablo las buenas noticias a las personas en otras ciudades?

Diga: El carcelero escogió creer en Jesús y fue salvado. Ustedes también pueden escoger creer. Si percibe que un niño tal vez esté listo para expresar su fe, ofrézcase a hablar con él o ella en privado.

Opción 2: Un cuadro de la cárcel con bocadillosMateriales necesarios: platos de papel, varitas acarameladas, bizcochos en forma de palitos, malvaviscos diminutos.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 29 PÁGINA 135

Diga: La mayoría de nosotros nos enfadaríamos si nos encarcelan sin razón, pero no fue así con Pablo y Silas. Ellos alabaron a Dios haciendo que el carcelero viera que el Señor es bueno. Anime a los niños a usar las provisiones de bocadillos para hacer un cuadro en un plato de papel. Pídales que representen a Pablo y Silas con los bizcochos y malvaviscos, así como las barras de la prisión con las barritas acarameladas. Luego separe las barras de la prisión y permita que Pablo y Silas salgan. Mientras disfrutan de los bocadillos, pregunte:

• ¿Cuál fue la pregunta que el carcelero les hizo a Pablo y Silas?

• ¿Cuál fue la respuesta?

Diga: Repasemos juntos el versículo. Haga que los niños repitan con usted: «Les preguntó: “Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?” “Cree en el Señor Jesús”».

Opción 3: Rompe las cadenasA menudo nos encadenan las cosas que hacemos o creemos. Estas palabras, acciones o pensamientos nos mantienen atascados y nos impiden creer en el amor y la misericordia de Dios. Háblele a la clase sobre algunas de las palabras de la Biblia que pueden ayudarnos y estimularnos a romper las cadenas. Entréguele una copia de la hoja de actividades «Rompe las cadenas» a cada niño. Ayúdelos a hallar palabras y pasajes que nos permiten romper cadenas. Anótenlos en los eslabones de las cadenas y muéstrenselo a la clase.

Opción 4: Extensión de la lección veintinueveHáblele de la fe al grupo completo.

¿Qué piensan que influye o «hace» que una persona tenga fe en algo o alguien? ¿Qué pudiera influir en una persona para que tenga fe en Dios?

Si gustan, cuéntenle al grupo su experiencia de fe. Hablen del momento en que se dieron cuenta de lo que la fe significaba para ustedes y cómo eso determinó una influencia en su vida. ¿Crecieron en una familia llena de fe y eso influyó mucho en sus creencias, o aprendieron de Dios por cuenta propia? Hablen sobre cosas del mundo o la vida que han fortalecido su fe y los han acercado a Dios.

Ahora es el momento de que algunos voluntarios hablen. Pregúntele al grupo si a alguien le gustaría explicar por qué cree en Dios. Hablen de personas que tal vez les enseñaron acerca de la fe y lo que quiere decir ser creyente.

Narre otras historias de Hechos y otros libros del Nuevo Testamento sobre cómo los discípulos divulgaron las palabras de Dios por todo el mundo. Tal vez puede pedir que unos pocos dramaticen uno de los relatos frente a toda la clase.

Concluya el tiempo de la lección orando que los niños escojan creer en Jesús como lo hizo el carcelero. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 29 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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Base bíblica: Hechos 20:22-28, 36-38; 22:22-29; 27:1, 9-41; 28:1-10.

Versículo bíblico: Mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios (Hechos 20:24, NVI).

Punto bíblico: Pablo sirvió a Dios toda su vida. Dios quiere que yo también lo sirva.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 30: «Los días finales de Pablo».

LOS DÍAS FINALES DE PABLO

PASO 1: REÚNETE

Materiales necesarios: caja, toalla grande, utensilios pequeños de cocina o herramientas manuales.

Asegúrese de escoger artículos con los que los niños no puedan lastimarse. Algunas sugerencias: abrelatas, espátula de plástico, destornillador pequeño, abrazaderas, cucharilla para medir, cinta métrica, molinillo, llave inglesa, brocha, perno. Ponga por lo menos cinco artículos en la caja y coloque una toalla sobre ella. Pida que un voluntario introduzca su mano en la caja, por debajo de la toalla, y vea qué artículos puede identificar al tacto. Luego muestre todas las herramientas. Pregunte:

• ¿Para qué tareas usarían estas herramientas?

• ¿Cuán importante es que a uno le guste el trabajo que está haciendo?

Diga: En el relato bíblico de hoy veremos cómo se sentía Pablo al hacer la tarea que Dios le encomendó que hiciera.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 30 de La Historia, cinta de enmascarar o plateada (opcional: botellas de atomizador).

Siga las direcciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

Pablo sirve con toda su vidaCon cinta de enmascarar o cinta plateada, haga de antemano el contorno de un barco que tenga tamaño suficiente para que todos los niños se sienten adentro. Designe a uno o más alumnos (dependiendo del tamaño de su grupo) para que sean los «guardias» y el resto de los niños que representen a los presos. Varias veces durante el relato, haga una señal para que se levanten y pasen

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a una parte diferente del «barco». Cuando sea tiempo de moverse, los guardias deben decirles a los presos hacia dónde ir y los presos deben obedecer. Si quiere, también puede darles a los guardias atomizadores llenos de agua para rociar a los prisioneros cuando se muevan. Practique esta pregunta y respuesta, luego úselas en cada parada.

Líder: ¿Qué quería hacer Pablo?

Grupo: Completar la tarea.

Después que Pablo conoció a Jesús en el camino a Damasco, sirvió a Dios toda su vida. Viajó por muchos años empezando nuevas iglesias y visitando a los creyentes hasta que hubo iglesias por todas partes. Pablo enseñó a las personas a anunciarles a otros las buenas noticias acerca de Jesús. Muchos dirigentes del gobierno romano querían impedir que las iglesias crecieran porque pensaban que Jesús había sido una persona mala. Debido a que Pablo enseñaba sobre Jesús, tales individuos seguían tratando de impedir que Pablo predicara.

Pablo sabía que tarde o temprano lo detendrían, sin embargo, persistió en servir a Dios. Jerusalén era un lugar peligroso para los cristianos, pero cuando Dios quiso que Pablo fuera a Jerusalén, eso fue lo que él decidió hacer exactamente. Así que se embarcó en un barco que se dirigía hacia allá. En el trayecto se detuvo en unos cuantos lugares para despedirse de sus amigos mientras viajaba hacia Jerusalén.

Haga una pausa y pídales a los niños que se levanten y pasen a nuevos lugares. Asegúrese de que todos se muevan. Utilice la pregunta y la respuesta.

Uno de los lugares donde Pablo se detuvo fue Mileto. Desde allí mandó a llamar a sus amigos que vivían en Éfeso, y ellos fueron a verlo. Les habló de lo que le sucedería en Jerusalén. «No sé lo que me va a suceder allí», dijo, «solo sé que el Espíritu Santo me dice que me espera la cárcel y el sufrimiento». No obstante, eso no cambió la decisión de Pablo. Él estaba dispuesto incluso a dar su vida para servir a Dios. Afirmó: «Quiero completar la tarea que el Señor Jesús me ha encargado hacer. Él quiere que yo dé testimonio a otros de las buenas noticias de la gracia de Dios». Entonces Pablo abrazó y besó a sus amigos y se despidió de ellos. Luego fue a Jerusalén.

Haga una pausa y pídales a los niños que se levanten y pasen a nuevos lugares. Asegúrese de que todos se muevan. Utilice la pregunta y la respuesta.

Una vez que llegó a Jerusalén, unos cuantos soldados romanos lo detuvieron y lo llevaron a la cárcel. ¡Una chusma gritaba pidiendo que lo mataran! Así que el comandante dio la orden de que azotaran a Pablo.

Pablo dijo: «¿Permite la ley azotar a un ciudadano romano que no ha sido declarado culpable?». El comandante no sabía que Pablo era ciudadano romano. La mayoría de los judíos no eran ciudadanos romanos. El comandante se quedó perplejo. No debía haber encadenado a Pablo, un ciudadano romano. Puesto que Pablo era ciudadano, tenía derechos especiales. Pablo dijo que deseaba que se le hiciera un juicio en Roma frente al emperador, el César.

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Haga una pausa y pídales a los niños que se levanten y pasen a nuevos lugares. Asegúrese de que todos se muevan. Utilice la pregunta y la respuesta.

Pablo y otros prisioneros fueron entregados a un comandante romano llamado Julio. En esa temporada del año, la navegación era peligrosa. Pablo dijo: «Veo que nuestro viaje va a ser peligroso. Nuestras vidas correrán peligro». Sin embargo, el comandante no le prestó atención a Pablo, así que él se embarcó en otro barco a fin de navegar a Roma.

Un viento suave del sur empezó a soplar y comenzó el viaje. No obstante, al poco tiempo el viento suave se convirtió en una terrible tempestad. El barco estaba en peligro. Pablo había tenido razón en todo. Durante dos largas semanas los marineros lucharon contra la tempestad, pero las cosas fueron de mal en peor. Ellos se preocuparon tanto que incluso dejaron de comer. Pablo hizo que todos comieran para mantener su fuerza y explicó que nadie saldría lastimado. Animados, los marineros echaron por la borda todo lo que no necesitaban. Esto aligeró la nave, pero no redujo el peligro. El barco encalló en un banco de arena y las olas lo destrozaron. Todos los que estaban a bordo, doscientas setenta y seis personas, llegaron nadando hasta la orilla.

Haga una pausa y pídales a los niños que se levanten y pasen a nuevos lugares. Asegúrese de que todos se muevan. Utilice la pregunta y la respuesta.

¡Todos llegaron seguros a tierra! Los que estaban en el barco se hallaron en una isla llamada Malta. Llovía y hacía frío. Pablo reunió leña para encender un fuego. Él se enteró de que el gobernador de la isla estaba enfermo y fue a verlo. Oró por él, y el gobernante fue sanado. Entonces los demás enfermos vinieron a Pablo y ellos también resultaron curados.

Después de tres meses en Malta, el clima mejoró y otro barco vino a recoger a los prisioneros y marineros para que pudieran continuar su viaje.

Haga una pausa y pídales a los niños que se levanten y pasen a nuevos lugares. Asegúrese de que todos se muevan. Utilice la pregunta y la respuesta.

Pablo estaba de nuevo navegando hacia Roma. Una vez que llegó allá, se le permitió vivir en una casa, pero un soldado lo custodiaba siempre para asegurarse de que no se escapara. Allí permaneció por dos años. Pablo usó ese tiempo para escribirles cartas a las iglesias y predicarles a los que venían a verlo en la casa. Finalmente, Pablo fue condenado a muerte. Él dio toda su vida para servir a Dios. Todo lo que siempre quiso fue terminar la obra que Dios le pidió que hiciera y hablarles de Jesús a las personas.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 30 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Pregunte:

• ¿Cómo sabemos que a Pablo le gustaba el trabajo que Dios le encomendó que hiciera?

• ¿Qué estaba Pablo dispuesto a dar para servir a Dios por entero?

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 30 PÁGINA 139

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

Opción 1: Búsqueda de palabras acerca del naufragioMateriales necesarios: Hoja suelta «Búsqueda de palabras acerca del naufragio», lápices.

Diga: En este relato, Pablo dijo que solo quería cumplir con el trabajo que Dios le había encargado. Completemos un crucigrama para repasar cómo Pablo sirvió a Dios con toda su vida. Conceda tiempo para que trabajen en el crucigrama de búsqueda de palabras. Si los niños lo prefieren, pueden trabajar en parejas. Repase las respuestas y luego pregunte:

• Según su modo de pensar, ¿qué hizo que Pablo persistiera en servir a Dios?

• ¿Cómo sirvió Pablo a Dios toda su vida?

Diga: Dios llamó a Pablo a ser misionero y esparcir las buenas noticias de Jesús. Al crecer, espero que ustedes quieran descubrir lo que Dios los está llamando a hacer a fin de que también puedan servir a Dios.

Opción 2: ¡Naufragio!Materiales necesarios: tina poco profunda, agua, pequeños botes de plástico o juguetes de baño, bloques plásticos grandes (opcional: lona de plástico).

Llene la tina con agua y coloque allí los botes de plástico. Diga: Cuando Pablo estaba viajando a Roma, naufragó, pero incluso eso no le impidió servir. Pensemos en las cosas que pudieran tratar de hacernos naufragar e impedir que sirvamos a Dios durante toda nuestra vida. Explique que los botes de plástico representan aquello que pudiera impedir que sirvamos, así que la tarea es acertarles o hundirlos. Túrnense para lanzarles los bloques de plástico a los barcos. Sin embargo, antes de lanzar, cada jugador debe decir algo que nos impide servir. Jueguen por un tiempo, luego diga:

• ¿Cómo podemos impedir que estas cosas nos desvíen?

• Mencione algunas maneras en que pueden servir a Dios ahora mismo.

Indique: Pablo sirvió a Dios toda su vida. Dios quiere que nosotros también lo sirvamos.

Opción 3: Búsqueda en las páginas amarillasConsiga de antemano varios ejemplares del directorio telefónico local que incluyan las páginas amarillas. Divida a los alumnos en grupos de dos o tres personas, y asegúrese de que cada grupo tiene un ejemplar del directorio telefónico, papel y lápiz o pluma. Hable acerca del hecho de que hay muchas organizaciones que están dedicadas a servir a otros. Y al servir a otros están sirviendo a Dios.

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Haga que el grupo examine las páginas amarillas y anoten de diez a doce diferentes lugares donde sirven a otras personas de manera positiva. Léale las listas a la clase. ¿Hay alguna manera en que los niños pudieran usar el ejemplo de una de estas organizaciones y de igual manera servir a otros?

Opción 4: Extensión de la lección treintaEs verdad. Dios en efecto quiere que le sirvamos… y hay muchas maneras en que podemos hacerlo. Algunos sirven a Dios haciendo buenas obras para otras personas. Otros le sirven orando y viviendo una vida buena y sencilla. La lista pudiera seguir y seguir por largo tiempo.

Hable con el grupo acerca de cómo los niños pueden servir a Dios. Empiece hablando de todas las maneras en que Pablo sirvió: orando, predicando, sanando, sufriendo en el nombre de Dios, viajando y enfrentando adversidades a fin de proclamar la palabra de Dios.

¿Pueden los niños hacer estas cosas? Si responden que sí, entonces hable en cuanto a cómo y pídales que sean específicos.

Hagan una lista de las maneras en que los niños pueden servir, y hablen con toda seriedad en el grupo sobre cómo están dispuestos a servir a Dios en su comunidad, bien sea la comunidad de la iglesia o la comunidad mayor que les rodea. Escojan alguna de las acciones y empiecen a formular un plan con todo el grupo en cuanto a cómo puede ser llevada a cabo.

Consiga que algunos padres se ofrezcan como voluntarios para ayudar, ya que esto pudiera ser un proyecto de larga duración, tal como una recolección de alimentos, frazadas, centavos, o una venta semanal de pasteles que beneficien a una organización o una familia que enfrenta la adversidad.

Conforme se desarrolla el plan, hable en cuanto a si el grupo piensa que Pablo hacía toda esta planificación o simplemente iba a donde el Espíritu lo impulsaba.

Lleve a cabo el proyecto, tomándose todo el tiempo que sea necesario.

Concluya el tiempo de la lección orando que los niños busquen maneras de servir a Dios. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 30 de La Historia para que se lo lleven a casa.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 31 PÁGINA 141

Base bíblica: Apocalipsis 1:1-20; 4:1-11; 5:13-14; 19:11-15; 21:10-18, 21-27; 22:7-14; 16:21.

Versículo bíblico: ¡Miren que viene en las nubes! Y todos lo verán con sus propios ojos (Apocalipsis 1:7, NVI).

Punto bíblico: Jesús viene otra vez. Puedo vivir en su reino para siempre.

Recurso: La Historia para niños, Capítulo 31: «El final de los tiempos».

EL FINAL DE LOS TIEMPOS

PASO 1: REÚNETE

Diga: ¿Cuán lejos pueden ver? Veamos cuánto saben acerca de la distancia que puede ver un ojo humano. Haga las siguientes preguntas, permita que los niños especulen y luego dé las respuestas.

• ¿A qué distancia puede una persona ver en terreno plano a la luz del día? (De 12 a 15 km).

• ¿Cuántos planetas son visibles sin telescopio? (Cinco: Mercurio, como a 58 millones de kilómetros; Venus, como a 100 millones de kilómetros; Marte, como a 228 millones de kilómetros, Júpiter, como a 778 millones de kilómetros; Saturno, como a 1430 millones de kilómetros).

• Al mirar hacia arriba al cielo nocturno, ¿a qué distancia se puede ver? (La galaxia Andrómeda, visible al ojo desnudo, está como a dos y medio millones de años luz de distancia. Un año luz equivale a diez billones de kilómetros. ¡Calculen!).

Señale:

• Mencionen algo que han visto, pero que no estaban seguros de qué era.

• ¿Qué es la cosa más increíble que han visto?

Indique: En el relato bíblico de hoy oiremos acerca de algo que va a suceder y todo ojo en la tierra verá.

PASO 2: OYE LA PALABRA

Materiales necesarios: Tarjeta ilustrada 31 de La Historia, alambres forrados con felpilla (cinco por niño) (opcional: utilería para un oculista).

Siga las direcciones a fin de presentar el siguiente relato bíblico. Luego reúnanse para la conversación.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 31 PÁGINA 142

Jesús viene de nuevoNecesitará cuatro buenos lectores para los papeles principales: el oculista, Juan, el Paciente 1 y el Paciente 2. Use utilería y disfraces según lo desee a fin de preparar el consultorio de un oculista. Entréguele a cada uno de los niños del grupo cinco alambres forrados con felpilla. Concédales unos cuantos minutos para que fabriquen con los alambres unos anteojos que puedan ponerse durante el relato. Acuerden una señal, y cuando usted (o un voluntario) dé la indicación, los niños deben decir: «¡Qué vista!». Practiquen la señal y la respuesta, luego comiencen.

Doctor: He estado examinando los ojos de las personas por largo tiempo.

Paciente 1: ¿Cómo mil años?

Doctor: Así parece. Recuerdo a uno de mis pacientes más antiguos. Se llamaba Juan, y era uno de los mejores amigos de Jesús. Después que Jesús volvió al cielo, Juan llegó a ser uno de los dirigentes de los cristianos.

Paciente 2: Estoy seguro de que eso lo colocó en el mismo ojo del problema.

Doctor: Cuando Juan era viejo, lo arrestaron y lo enviaron a una isla llamada Patmos por el resto de su vida. Mientras estaba en Patmos, empezó a tener visiones del cielo. Yo solía examinarle los ojos y me preguntaba si acaso tenía ojos especiales.

Juan: Mis ojos tienen una visión excelente. Las visiones vienen de Dios.

Doctor: Juan sabía que Jesús iba a volver un día.

Juan: Jesús dijo que vendría. Me gusta decir: «¡Miren que viene en las nubes! Y todos lo verán con sus propios ojos».

Paciente 1: ¿Todos lo verán?

Juan: Todos.

Dé la señal y la respuesta.

Doctor: Un día, el Espíritu Santo tomó el control de Juan y oyó una voz muy fuerte.

Juan: Me volví para ver de quién era la voz que me hablaba y al hacerlo vi siete candelabros de oro. En medio de los candelabros estaba un hombre, vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies y ceñido con una banda de oro a la altura del pecho. Su cabellera lucía blanca como la nieve, y sus ojos resplandecían como llamas de fuego. En su mano derecha tenía siete estrellas y su rostro era como el sol cuando brilla en todo su esplendor.

Paciente 2: Eso aturde. Candeleros… oro… ojos como fuego… estrellas en la mano.

Dé la señal y la respuesta.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 31 PÁGINA 143

Juan: Este hombre resplandeciente, brillante como el sol, me tocó y dijo: «Yo soy el Primero y el Último, y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos».

Paciente 1: ¿Era Jesús?

Paciente 2: ¡Debe haber sido Jesús!

Juan: Después de esto miré de nuevo y allí en el cielo había una puerta abierta.

Paciente 1: ¿En serio? ¿En el cielo?

Paciente 2: ¡Sí, en el cielo!

Dé la señal y la respuesta.

Juan: Vi un trono, y el que estaba sentado en el trono brillaba como joyas.

Doctor: Del trono salían relámpagos y truenos. Juan vio cuatro seres vivientes. Escuchen con atención y vean si pueden imaginárselo mentalmente. Estos cuatro seres vivientes estaban cubiertos de ojos.

Paciente 1: Eso aturde.

Paciente 2: Debe haber sido una millonada de ojos.

Dé la señal y la respuesta.

Juan: El primero de los seres vivientes era semejante a un león. El segundo a un toro. El tercero tenía rostro como de hombre. El cuarto era semejante a un águila en vuelo.

Doctor: Cada uno de ellos tenía seis alas y estaba cubierto de ojos, por encima y por debajo de las alas. Y día y noche repetían sin cesar: «Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso».

Dé la señal y la respuesta.

Juan: Luego vi el cielo abierto y apareció un caballo blanco. Su jinete tenía los mismos ojos que resplandecen como llamas de fuego y muchas diademas en su cabeza.

Paciente 1: ¿De dónde piensas que era el rey?

Paciente 2: ¡Debe tener algo que ver con el reino de Dios!

Juan: Tenía un nombre escrito que decía: «El Verbo de Dios». ¡Este individuo que montaba el caballo blanco debe haber sido Jesús, y dirigía los ejércitos del cielo! Todos montaban caballos blancos, y todos estaban vestidos con ropas blancas resplandecientes.

Dé la señal y la respuesta.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 31 PÁGINA 144

Doctor: Más tarde el Espíritu llevó a Juan a una montaña gigantesca, alta, y le mostró la santa ciudad.

Juan: Descendía del cielo. Toda la ciudad brillaba con la gloria de Dios. La ciudad tenía doce puertas gigantescas hechas de perlas, y en cada perla había un ángel. La ciudad estaba hecha de oro. ¡Oro puro! Incluso la calle principal era de oro puro.

Doctor: Esta increíble ciudad de oro puro no necesitaba del sol ni la luna. La gloria de Dios la iluminaba.

Juan: Jesús dijo: «¡Miren que vengo pronto! Yo soy el Primero y el Último, el Principio y el Fin». Los que siguen a Jesús irán a vivir a esta maravillosa ciudad un día.

Paciente 1: Se nos permitirá entrar por sus puertas.

Paciente 2: Todo el que quiera recibir esta dádiva puede tenerla.

Dé la señal y la respuesta.

Doctor: ¡Juan vio con sus ojos unas cuantas cosas verdaderamente asombrosas! Lo escribió todo para que los cristianos de todas las iglesias puedan saber lo que va a suceder.

Juan: Esta es la última parte de la Biblia, y se llama Apocalipsis.

Paciente 1: ¡Jesús vendrá otra vez!

Paciente 2: ¡Y nosotros viviremos en su reino para siempre!

Dé la señal y la respuesta.

Al final del tiempo del relato, déle a cada alumno una copia de la Tarjeta ilustrada 31 de La Historia. Pídales a los niños que repasen el relato diciéndole lo que ven en el frente de la tarjeta. Luego voltéenla y ayúdelos a leer el versículo bíblico que aparece en el reverso. Diga:

• Mencionen algunas de las cosas que Juan vio en sus visiones.

• ¿De qué manera el relato de Apocalipsis muestra cómo es el reino de Dios?

Recoja las tarjetas por ahora. Las repartirá más tarde para que los niños las lleven a su casa.

Señale: Jesús volverá un día. ¡No sabemos cuándo, pero en el momento que suceda, todo el mundo lo sabrá!

PASO 3: EXPLORA MÁS

Escoja cualquiera de estas opciones de actividades o todas ellas para ayudar a sus niños a explorar más la lección.

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LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 31 PÁGINA 145

Opción 1: Cuadernillo «Jesús en una nube»Materiales necesarios: papel o cuadernillos de notas adhesivas, tijeras, engrapadora, marcadores.

Diga: Nuestro versículo bíblico afirma: «¡Miren que viene en las nubes! Y todos lo verán con sus propios ojos» (Apocalipsis 1:7). Este relato bíblico nos ha ayudado a imaginarnos cómo van ser las cosas cuando Jesús vuelva y nosotros estemos viviendo con él en el cielo. Haga que la clase prepare «cuadernillos» para ilustrar que Jesús viene en una nube. Los niños pueden cortar un montón de papel en cuadrados como de cinco centímetros de lado y engraparlos, o tal vez prefiera darle a cada niño un cuadernillo de notas adhesivas. (Asegúrese de que los niños no separen las notas adhesivas). De cualquier manera, los cuadernillos deben contener suficientes hojas como para que se puedan correr rápido con el pulgar. Empiece ya sea al frente o al final del cuadernillo, dibujando cómo será todo cuando Jesús venga en una nube. Cada hoja debe hacer avanzar el movimiento ligeramente. Dibujen solo en el borde inferior, porque eso es lo que queda visible una vez que se hojean las páginas. Cuando se hagan pasar rápidamente los dibujos, aparecerán como una película. Señale.

• Repitamos juntos el versículo. (Dirija a la clase para repetir el versículo).

• ¿Cómo piensan que se sentirán cuando Jesús vuelva?

Diga: Dios envió a Jesús a la tierra la primera vez como un bebé y muy pocos lo supieron. ¡La segunda vez, vendrá de un modo que permitirá que todos sepan que Dios es el Rey!

Opción 2: Mosaico «Todo ojo»Materiales necesarios: hoja suelta «Plantilla del ojo», papel de colores, tijeras, pegamento, cartulina, marcadores.

Diga: Nuestro versículo bíblico dice que todo ojo verá a Jesús cuando vuelva. Usemos estos moldes de ojos para hacer un mosaico acerca de cómo pudiera ser todo cuando Jesús regrese. Haga que los niños usen las plantillas de la hoja suelta y recorten ojos de varios tamaños y colores. Use marcadores para dibujar la pupila y las pestañas. Luego dispongan los ojos sobre la cartulina de modo que los grupos de colores formen una imagen de Jesús volviendo en una nube. Llenen todo el espacio con ojos de colores. Mientras los niños trabajan, pregunte:

• ¿Qué sucederá cuando Jesús vuelva otra vez?

• ¿Qué clase de imagen del cielo vio Juan en su visión?

Diga: Jesús volverá otra vez y nosotros podemos vivir con él para siempre en su reino. ¡Jesús quiere que estemos siempre con él!

Opción 3: Una revelaciónEntréguele una copia de la hoja de actividades «Una revelación» a cada niño. Haga que resuelvan el acertijo y lean juntos el versículo.

Opción 4: Extensión de la lección treinta y unoHáblele a los grupos acerca de que Jesús vuelve otra vez.

Page 146: Plan de Lecciones

LA HISTORIA: CURRÍCULO PARA NIÑOS, LECCIÓN 31 PÁGINA 146

¿Qué dijo Juan que va a suceder? ¿De qué manera se representó el reino de Dios?

¿Cómo se imaginan los participantes que será el cielo? Pida que algunos voluntarios describan cómo piensan que será todo allí. Divida al grupo entero en grupos pequeños de cuatro o cinco personas. Déle a cada grupo un pliego de papel de empaque y materiales de arte. Pídales que hablen sobre el cielo y luego hagan una ilustración del mismo. Pueden rotular las cosas. Esta imagen se puede basar en Apocalipsis o en la propia interpretación del cielo de los individuos que forman el grupo.

Muéstrenles las ilustraciones al grupo entero cuando terminen. Pida que un portavoz describa el trabajo.

Concluya el tiempo de la lección orando que los niños aguarden con expectativa el momento de estar en el reino de Jesús para siempre. Déle a cada niño un ejemplar de la Tarjeta ilustrada 31 de La Historia para que se lo lleven a casa.