Pille La Vuelta®

PoPE

n el aire queda el sueño de paz que nos traería la liberación de Ingrid Betancourt. ¿Cuál paz? ¿Acaso ha cambiado algo? Casi dos meses después, todo sigue igual. Bueno, está bien, los colombianos tenemos una nueva vedette. Adivinen

quién… No es necesario ser muy perspicaz. Ingrid es una de las diosas del momento. Recordemos a Yidis, tuvo su cuarto de hora, nos arruinó el apetito a más de uno con sus fotos de SoHo. Pero Ingrid, sin desnudarse, es un retrato vivo del morbo que gobierna este país. Primero la triste fotografía en el monte que despertaba repudio al secuestro, que movilizó a la nación y a los compatriotas fuera de ella, que impulsó el apoyo internacional a la lucha contra este flagelo. Ahora, la mujer revitalizada, con traje a la medida, presta a visitar a todas las personalidades importantes de este planetae. Muchos pensamos que Ingrid inmediatamente (bueno, sin ser tan literales) recobrara su libertad, retomaría su labor política o por lo menos tomaría un aposición más activa por la liberación de los demás secuestrados.

En realidad Ingrid debe estar más preocupada por la pinta que se pondrá par ir a ver al sumo pontífice. Tal vez está buscando una curul en el almanaque bíblico católico pues al parecer su aspiración a la presidencia de este país se esfumó con sus multiplicados agradecimientos a la figura salvadora del presidente Uribe. Todos nos alegramos por la liberación de nuestros uniformados, los norteamericanos y de la propia Ingrid. Aunque hay que hacer la salvedad con las mentiritas del gobierno y de las fuerzas armadas, también no se puede dejar de pensar en la

justificación de conseguir un fin sin importar los medios, por ilegales que sean estos. Quedémonos con que lo importante es que están libres, pero esto desafortunadamente es uno de los muchos pasos que se necesitan para darle un vuelco armónico a la historia actual de Colombia.

Esta felicidad momentánea catapultó al presidente y a otra de sus famosas cortinillas esta vez en la figura de una mujer entregada a la fe. No más Ingrid ¡Que acabe ya su cuarto de hora! Cuando la sartén estaba caliente se llegó a decir que iba a desbancar a Uribe, que si las elecciones fueran en ese momento Colombia contaría con una presidenta símbolo de la esperanza de una nación que ha perdido la confianza en los estamentos que la rigen. Pero ella está paseando, posando para la foto, alimentando las páginas sociales entre otros temas con su vida marital: ¿Será que sigue con su esposo, se separa o vuelve con su ex? Esto no debería importarle sino a ella.

Para continuar con el festín, la pieza de museo del momento es el helicóptero con el que se llevó a cabo la operación Jaque. Según el mismo presidente de la república de Colombia: La operación más importante llevada a cabo por un ejército contemporáneo. La gente tira la baba ante el aparato en el que culminó tan inteligente operativo (preciso cuando por enésima vez el presidente está contra las cuerdas por sus amistades con los paraquitos). Acaso se les ocurrirá en algún momento exponer el emblema de la Cruz Roja usado en magnífico operativo???? Ya se habla de libros bestseller, de culebrones de Hollywood, seguramente la mejor película de la historia. Viene el video juego de

video, la carcasa de celular, los afiches, el disco de moda, la muñeca Ingrid de acción que hará juego con el Uribito con carriel y ruana que venden en los semáforos y los sanandresitos. Y por sobre todo viene la echada en cara de esta “legítima operación de seguridad democrática” cada que se le antoje al presidente recordar sus positivos o para menguar los ataques a los que se vea enfrentado.

Por otro lado están aquellos que vivieron el martirio del secuestro y que pasaron a una prisión de alambres de púas a una de asfalto en la que no tienen empleo ni apoyo estatal. Pero estos no traen rating, no venden revistas ni periódicos, con ellos no provoca tomarse una foto y menos pedirles un autógrafo. Y claro si ellos desean conocer la Capilla Sixtina les tocará a través de fotos. Hace poco en las noticias pudimos ver que un ex-secuestrado, otrora miembro de la milicia estatal, en estado de indigencia recibía la ayuda de la ciudadanía, muy bonito, pero quien debería pronunciarse es el gobierno de la seguridad democrática... “Pero: Pongamos un helicóptero en Corferias y así callamos a esos *****”.

Ingrid fue un símbolo que perdió validez llegada su libertad. El repudio al secuestro no tiene una imagen visual que despierte las pasiones que Ingrid despertaba en Colombia y en el mundo. Sabemos bien que todo movimiento requiere una imagen que lo identifique. Ingrid era como Einstein, todos saben que fue un científico o algo por el estilo así no sepan sumar ni restar. Ingrid era el nombre del secuestro, ahora este es un N.N. Sólo sombras de las sombras que se pierden en la memoria cada que la moda lo acomoda.

INGRID

Pille La Vuelta@Tome pastillas para la memoria. Recuerde las promesas que no se cumplieron o por lo menos tómese un purgante, tal vez sentarse en la taza lo haga refleccionar... Está comprobado que las neuronas están en directa conexión con los pelos del cu**...

Lea en “Boyork Times”Las putas al poder!!!!Menos mierda y más tetas en la política...

®