piedeloro iglesia de santa maría

8
PIEDELORO / 711 Parroquia perteneciente al concejo de Carreño, situada en su extremo noroccidental, a escasos kilómetros de Luanco y limitando con el concejo de Gozón. Dista 39,2 km. de Oviedo. El topó- nimo Piedeloro o Pie del Oro parece tratarse de una castellanización de Pie d’Alloru (laurel). PIEDELORO Iglesia de Santa María R ESULTA DIFÍCIL RASTREAR LA HISTORIA de este edificio a través de la documentación medieval, pues apenas se encuentran referencias concretas a esta parro- quia. Esto puede hacer pensar en una fundación tardía, lo que justificaría también ciertos aspectos de estilo. Quizá sea esta una de las iglesias que aparecen entre las donaciones efectuadas por el rey Alfonso III a San Sal- vador de Oviedo en el año 905, donaciones entre las que se cita la iglesia de Pinierolas ecclesiam Sancte Marie. En esta donación también se incluyeron otras iglesias del concejo de Carreño, como la de Pervera (San Joannis de Perbera), con la que Santa María de Piedeloro presenta relación estilísti- ca, aunque en ninguna de las dos se conservan restos que podamos adscribir a la época prerrománica. No obstante, esta identificación tampoco es definitiva, ya que Fernán- dez Conde, tras considerar la referencia como una más de las falsificaciones pelagianas, identifica la Santa María de Pinierdas de la donación de Alfonso III con Peñerudes en Morcín. Para Busto y González de Posada, la denomina- ción Pinierdas o Pinneriolas procedería de lo accidentado y pedregoso del terreno La iglesia presenta un esquema de nave única que estaría cubierta en origen con una armadura de madera. El exterior del cuerpo de la iglesia está recorrido por tres contrafuertes a cada lado, aunque éstos parecen tener una función más bien estética, herencia prerrománica, y no tectónica. La cabecera fue reconstruida ya durante el medievo, en un momento de transición al arte gótico, adaptándola a los nuevos presupuestos estéticos de dicho estilo. El templo también ha sufrido otras alteraciones y añadidos posteriores, como la sacristía o como el pórtico que rodeaba al edificio en sus lados sur y oeste y cuya exis- tencia se documenta a partir de mediados del siglo XVII. La nave es de planta rectangular, aunque sus muros no son completamente paralelos, ya que se ensancha ligera- mente en la zona del arco triunfal. Este arco alcanza gran- des proporciones, con una luz amplia y forma ligeramen- te apuntada. El conjunto del arco se eleva sobre un alto zócalo de 1,20 m con lo que las columnas, de fuste mono- lítico, ven reducidas sus dimensiones. Se articula en dos arquivoltas, tanto en el lado de la nave como en el lado del presbiterio, con lo cual nos encontramos tres columnas sirviendo de soporte en cada lado. Las arquivoltas no apa- recen ornamentadas, pero sí molduradas por boceles. La imposta sobre la que apoyan está reticulada, en el lado derecho, con sendas molduras lisas enmarcando una cene- fa vegetal de pequeñas hojas palmiformes, y, en el lado izquierdo, sencillamente a base de diferentes molduras lisas. En cuanto a los capiteles, todos presentan decora- ción vegetal, aunque con ligeras variantes. Así, los tres capiteles de la jamba izquierda tienen un aspecto muy similar entre sí, aunque sólo son iguales los que miran hacia la nave y hacia el ábside, quedando el central ligera- mente individualizado. En cualquier caso, todos ellos ofre- cen una decoración vegetal de aspecto carnoso, de tallos largos y gruesos que rematan en grandes volutas de aspec- to floral, y que, por sus características estéticas, parecen indicar un momento de ejecución relativamente avanzado. Mientras tanto, los capiteles de la jamba derecha presen- tan un nuevo motivo vegetal. Como ocurría con los del lado opuesto, los tres capiteles de este lado guardan un estrecho parecido entre sí, con una decoración a base de grandes hojas de aspecto más estilizado y rematadas en apomados. El capitel central de este lado muestra, en su cara frontal, una hoja en forma de punta de flecha, ejer- ciendo de eje de simetría con respecto a las hojas que la flanquean. Como complemento a todo ello, a ambos lados del arco triunfal, empotrados bajo la imposta, se encuen- tran dos relieves de piedra colocados de forma apaisada. En el de la izquierda se puede apreciar, a pesar de su dete- rioro, una sucesión de flores de lis de gran tamaño, que parecen hacer sido seccionadas y desgajadas de otro ele-

Upload: others

Post on 04-Jul-2022

7 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: PIEDELORO Iglesia de Santa María

P I E D E L O R O / 711

Parroquia perteneciente al concejo de Carreño, situada en su extremo noroccidental, a escasos

kilómetros de Luanco y limitando con el concejo de Gozón. Dista 39,2 km. de Oviedo. El topó-

nimo Piedeloro o Pie del Oro parece tratarse de una castellanización de Pie d’Alloru (laurel).

PIEDELORO

Iglesia de Santa María

RESULTA DIFÍCIL RASTREAR LA HISTORIA de este edificio

a través de la documentación medieval, pues apenas

se encuentran referencias concretas a esta parro-

quia. Esto puede hacer pensar en una fundación tardía, lo

que justificaría también ciertos aspectos de estilo.

Quizá sea esta una de las iglesias que aparecen entre

las donaciones efectuadas por el rey Alfonso III a San Sal-

vador de Oviedo en el año 905, donaciones entre las que

se cita la iglesia de Pinierolas ecclesiam Sancte Marie. En esta

donación también se incluyeron otras iglesias del concejo

de Carreño, como la de Pervera (San Joannis de Perbera), con

la que Santa María de Piedeloro presenta relación estilísti-

ca, aunque en ninguna de las dos se conservan restos que

podamos adscribir a la época prerrománica. No obstante,

esta identificación tampoco es definitiva, ya que Fernán-

dez Conde, tras considerar la referencia como una más de

las falsificaciones pelagianas, identifica la Santa María de

Pinierdas de la donación de Alfonso III con Peñerudes en

Morcín. Para Busto y González de Posada, la denomina-

ción Pinierdas o Pinneriolas procedería de lo accidentado

y pedregoso del terreno

La iglesia presenta un esquema de nave única que

estaría cubierta en origen con una armadura de madera. El

exterior del cuerpo de la iglesia está recorrido por tres

contrafuertes a cada lado, aunque éstos parecen tener una

función más bien estética, herencia prerrománica, y no

tectónica. La cabecera fue reconstruida ya durante el

medievo, en un momento de transición al arte gótico,

adaptándola a los nuevos presupuestos estéticos de dicho

estilo. El templo también ha sufrido otras alteraciones y

añadidos posteriores, como la sacristía o como el pórtico

que rodeaba al edificio en sus lados sur y oeste y cuya exis-

tencia se documenta a partir de mediados del siglo XVII.

La nave es de planta rectangular, aunque sus muros no

son completamente paralelos, ya que se ensancha ligera-

mente en la zona del arco triunfal. Este arco alcanza gran-

des proporciones, con una luz amplia y forma ligeramen-

te apuntada. El conjunto del arco se eleva sobre un alto

zócalo de 1,20 m con lo que las columnas, de fuste mono-

lítico, ven reducidas sus dimensiones. Se articula en dos

arquivoltas, tanto en el lado de la nave como en el lado del

presbiterio, con lo cual nos encontramos tres columnas

sirviendo de soporte en cada lado. Las arquivoltas no apa-

recen ornamentadas, pero sí molduradas por boceles. La

imposta sobre la que apoyan está reticulada, en el lado

derecho, con sendas molduras lisas enmarcando una cene-

fa vegetal de pequeñas hojas palmiformes, y, en el lado

izquierdo, sencillamente a base de diferentes molduras

lisas. En cuanto a los capiteles, todos presentan decora-

ción vegetal, aunque con ligeras variantes. Así, los tres

capiteles de la jamba izquierda tienen un aspecto muy

similar entre sí, aunque sólo son iguales los que miran

hacia la nave y hacia el ábside, quedando el central ligera-

mente individualizado. En cualquier caso, todos ellos ofre-

cen una decoración vegetal de aspecto carnoso, de tallos

largos y gruesos que rematan en grandes volutas de aspec-

to floral, y que, por sus características estéticas, parecen

indicar un momento de ejecución relativamente avanzado.

Mientras tanto, los capiteles de la jamba derecha presen-

tan un nuevo motivo vegetal. Como ocurría con los del

lado opuesto, los tres capiteles de este lado guardan un

estrecho parecido entre sí, con una decoración a base de

grandes hojas de aspecto más estilizado y rematadas en

apomados. El capitel central de este lado muestra, en su

cara frontal, una hoja en forma de punta de flecha, ejer-

ciendo de eje de simetría con respecto a las hojas que la

flanquean. Como complemento a todo ello, a ambos lados

del arco triunfal, empotrados bajo la imposta, se encuen-

tran dos relieves de piedra colocados de forma apaisada.

En el de la izquierda se puede apreciar, a pesar de su dete-

rioro, una sucesión de flores de lis de gran tamaño, que

parecen hacer sido seccionadas y desgajadas de otro ele-

711-718 Piedeloro.qxd 23/10/06 07:22 Página 711

Page 2: PIEDELORO Iglesia de Santa María

712 / P I E D E L O R O

Alzado oeste y sección transversal

Planta

0 1 5 m

0 1 5 m

711-718 Piedeloro.qxd 23/10/06 07:22 Página 712

Page 3: PIEDELORO Iglesia de Santa María

P I E D E L O R O / 713

Capiteles del arco triunfal

mento decorativo de mayores dimensiones; el friso de la

derecha, por el contrario, presenta un aspecto más cerrado

y unitario, ya que se trata de dos volutas espirales enfren-

tadas.

La iglesia de Santa María de Piedeloro tenía original-

mente tres portadas: la principal en el lado oeste, más las

de los laterales norte y sur, dispuestas de forma asimétrica

entre sí. La presencia de tres portadas no es demasiado fre-

cuente en las iglesias asturianas, aunque se conocen algu-

nos otros ejemplos, como podría ser el caso de Santa

María de Valdediós.

La portada Norte de Piedeloro fue completamente

tapiada y sus elementos decorativos, si los tenía, han desa-

parecido. Además de haber sido cegada, sus cimientos

también se encontraban parcialmente ocultos debido a una

elevación del nivel del suelo en la zona del cementerio.

Actualmente, y gracias a la última restauración, se puede

ver el arranque de las jambas a través de una cata arqueo-

lógica que se ha dejado descubierta de modo testimonial.

La portada se encontraba situada entre dos de los contra-

fuertes de la nave. Es probable que se tratara de una porta-

da bastante sencilla, con una única arquivolta de medio

punto sobre dos columnas, aunque desconocemos si éstas

aparecían rematadas con capiteles decorados.

La portada sur también se abre entre dos de los con-

trafuertes exteriores de la iglesia, aunque su situación es

ligeramente más distante respecto al arco de triunfo que en

el caso de la portada norte. Se trata de una portada muy

sencilla, de medio punto, con dos arquivoltas, protegidas a

su vez por guardapolvo. La arquivolta exterior descansa

sobre sendas columnas; la interior apoya directamente en

las pilastras de la jamba. La decoración de esta portada se

concentra en el guardapolvo, las impostas y los capiteles

de la arquivolta exterior. La primera de las arquivoltas es

lisa, tanto en su frente como en su intradós, pero aparece

moldurada por un potente bocel en su vértice; la segunda

rosca es completamente lisa. El guardapolvo se decora con

una sucesión de grandes aspas. Las impostas que sirven de

base al arranque de las roscas de la portada se decoran con

dibujos geométricos imbricados, diferentes en cada caso.

Así, la imposta del lado izquierdo presenta una sucesión de

rombos en cuyo interior se han tallado en bisel diversos

711-718 Piedeloro.qxd 23/10/06 07:22 Página 713

Page 4: PIEDELORO Iglesia de Santa María

714 / P I E D E L O R O

motivos geométricos, dispuestos siempre de forma simé-

trica. En la imposta de la derecha se repite el esquema,

pero añadiendo un nuevo elemento: finas aspas cuadricu-

ladas ejerciendo de separación entre cada rombo. Una

decoración de similar aspecto la encontramos también en

la imposta izquierda de la vecina iglesia de San Juan de

Pervera, así como en la imposta izquierda de Santa María

de Leorio, una pequeña iglesia del concejo de Gijón. Y ésa

no es la única relación iconográfica que podemos encon-

trar entre los tres edificios, pues también los capiteles de

esta misma portada sur de Piedeloro se tallaron con formas

semejantes. Los dos capiteles de la iglesia de Piedeloro

presentan una decoración de tipo vegetal muy esquemati-

zada, a base de largos tallos rematados en volutas espira-

les, tal como se hizo en el primer capitel de la jamba

izquierda de Leorio o en los dos de Pervera, aunque en el

caso de Piedeloro los perfiles son más suaves, de talla más

redondeada, y las espirales incluyen una vuelta más. Los

fustes de las columnas son lisos, y se calzan con sendas

basas elevadas sobre plinto y zócalo. La basa izquierda

presenta restos de un ornato en su frente, quizá un motivo

vegetal o una garra animal, no es posible precisarlo debi-

do a la fuerte erosión a la que se vio sometida hasta la

construcción del pórtico.

La portada occidental es, según lo habitual, la más

rica y cuidada en cuanto a decoración. Se trata de una por-

tada bastante desarrollada, pues se abre en un imafronte de

cuerpo saliente, rematado en tejaroz con canecillos, de los

que aún se conservan algunos en buenas condiciones. Y,

entre los canecillos, varias metopas decoradas con temas

de estrellas y rosetas. La portada propiamente dicha está

compuesta por tres arquivoltas de medio punto que des-

cansan sobre columnas. El conjunto ofrece un aspecto

homogéneo, pues utiliza un repertorio ornamental no

demasiado amplio, que se dispone según diferentes com-

binaciones. El guardapolvo se decora con los motivos

romboidales que ya habíamos visto en la imposta izquier-

da de la portada sur. La primera arquivolta está decorada

con doble línea de zigzag, una de ellas en bajorrelieve; tras

éstas se sitúan una fina moldura cóncava perlada de peque-

ñas bolas y un bocel en la arista. El intradós repite la

misma decoración. La arquivolta central vuelve a presen-

tar esos mismos elementos, pero resueltos de forma dife-

rente: en el frente, y protegida por sendos boceles a cada

lado, aparece la moldura cóncava con perlas, mientras que

el intradós dispone las perlas con la doble línea de zigzags

en bajo y altorrelieve. Por su parte, la arquivolta interior

vuelve a presentar el mismo esquema ornamental que la

primera, aunque ahora el zigzag es de mayores proporcio-

nes, y en su intradós aparecen dos hileras de perlas.

En cuanto a las columnas, debemos mencionar en pri-

mer lugar la diferencia de los fustes, pues, mientras que las

cuatro primeras columnas presentan unos fustes delgados,

las columnas correspondientes a la arquivolta interior pre-

sentan unas proporciones muy diferentes, al ser los fustes

algo más cortos y, sobre todo, más anchos. Este detalle

también lo encontramos en la iglesia de San Jorge de Man-

zaneda, en el concejo vecino de Gozón. Los codillos o

intercolumnios se suavizan por bocel en ambas jambas. En

la jamba derecha, además, se decoran con dientes de sie-

rra dispuestos en sentido longitudinal.

Los capiteles de esta portada son muy variados, si

bien alguno repite modelos iconográficos ya conocidos.

De hecho, podrá verse que existe una relación iconográfi-

ca bastante clara entre Santa María de Piedeloro y varias

iglesias de los grupos de Gijón, Villaviciosa y Avilés. Los

dos primeros capiteles de la jamba izquierda son capiteles

figurados, pero a la decoración de temática animalística se

une, en lo que parece ser un modo de evitar la sensación

de horror vacui, una serie de motivos geométricos que no

aportan ninguna referencia espacial a la imagen principal.

El primer capitel presenta dos caballos enjaezados y con

bridas, afrontados y dispuestos simétricamente a cada lado

de una esquematización arbórea. A pesar de lo tosco de su

factura, son animales esbeltos que levantan graciosamente

una de sus extremidades delanteras hacia el árbol. En el

fondo, se acompañan de varias líneas de zigzag y olas. La

iconografía de dos animales afrontados ante un árbol se

remonta hasta las civilizaciones mesopotámicas. Al adap-

tarse al cristianismo, esta imagen del “árbol de la vida” vio

alterado su significado original y pasó a representar el dua-

lismo moral cristiano: el Bien contra el Mal. En cualquier

caso, quizá no sea necesario rastrear referencias tan anti-

guas, pues en Asturias se conservan algunas estelas funera-

rias de época castreña en las que, con imágenes de caba-

llos acompañados de palmas, parece querer aludirse a la

victoria final sobre la muerte, idea que coincide con el

dogma cristiano.

El segundo capitel muestra, también afrontadas, dos

aves, muy sucintamente resueltas; presentan cuerpos muy

estilizados y sus formas se reducen a lo esencial, de hecho,

apenas se encuentra alusión al plumaje, tan sólo unas tími-

das incisiones paralelas sobre la cola. Sus largas patas,

rematadas en garras, se apoyan sobre el collarino del capi-

tel. Sobre sus cabezas se sitúan unas pequeñas formas cur-

vas, que quizá puedan interpretarse como las crestas de las

aves, que podrían ser identificadas como sendas aves fénix

o, más probablemente, pavos reales. Ambos pájaros incli-

nan su cuello para picotear una imagen redondeada (qui-

zás una crátera de agua, quizá un fruto de aspecto estiliza-

711-718 Piedeloro.qxd 23/10/06 07:22 Página 714

Page 5: PIEDELORO Iglesia de Santa María

P I E D E L O R O / 715

Portada occidental

Capiteles de la portada occidental

711-718 Piedeloro.qxd 23/10/06 07:22 Página 715

Page 6: PIEDELORO Iglesia de Santa María

do) que sirve de eje de simetría. El espacio que quedaría

libre sobre sus cuerpos se cubre, respectivamente, por

varios rombos y por una cruz inscrita en un círculo; bajo

sus patas, de nuevo la cruz enmarcada y una espiga. El

tema de dos aves afrontadas era un motivo recurrente del

arte románico; sin ir más lejos, se conocen numerosos

ejemplos en edificios asturianos de la época. Esta icono-

grafía nació en la etapa paleocristiana, con un claro signi-

ficado eucarístico: las aves simbolizan las almas de los

hombres justos bebiendo del vino consagrado. Si estas

aves eran representadas como pavos reales, el simbolismo

eucarístico era doble, pues el pavo real, como animal que

pierde sus largas y llamativas plumas durante el invierno

para recuperarlas en la primavera, era una perfecta metáfo-

ra de la idea de muerte y resurrección (las plumas) combi-

nada con la idea de la vida eterna (el vaso eucarístico).

El tercer capitel de la jamba izquierda presenta una

decoración geométrica carente de complejidad: en un

lateral, varias filas de rombos; en el otro, zigzags. La línea

de imposta que corona los capiteles es diferente para

cada uno de ellos. A pesar de su evidente estado de dete-

rioro por erosión, se puede apreciar que la imposta del

capitel central, el de las aves, se decoraba con los mismos

rombos que aparecen en el guardapolvo de esta misma

portada, o en la imposta izquierda de la portada sur. Por

el contrario, las impostas del primer y tercer capitel se

decoran con un conjunto de líneas ondulantes, de diáme-

tro amplio, y dispuestas de forma concéntrica, que po-

drían considerarse referencias marinas estilizadas. Este

motivo aparece también en la imposta derecha de San

Juan de Pervera.

En el caso de la imposta del lado derecho, presenta el

mismo motivo para los tres capiteles: una sucesión de

aspas cuadriculadas enmarcadas en círculos. El primer

capitel de este lado vuelve a presentar los largos tallos

vegetales rematados en volutas espirales que encontramos

en la portada norte, aunque ahora incluye, además, otros

dos motivos secundarios ajenos a la forma vegetal: una

hoja en forma de punta de lanza, en un lateral, y dos cru-

ces, una de ellas inscrita en un círculo, en el otro lateral.

El segundo capitel es el más interesante del conjunto

por su extraña iconografía. Representa tres figuras huma-

nas, totalmente independientes entre sí, talladas sobre un

capitel de aspecto bulboso. Los tres personajes están

resueltos de forma muy sucinta, la talla es tosca, los deta-

lles del rostro apenas están sugeridos y no es posible nin-

guna identificación. Pese a todo ello, la figura central pare-

ce haberse tratado con algo más de cuidado por su carácter

de personaje principal: su situación en el ángulo del capi-

tel le convierte en eje de simetría, y además es el único

cuyo torso aparece tallado, pues en los otros dos casos no

se muestran más que los rostros. Las tres figuras son total-

mente inexpresivas. Están vistas desde el frente, hieráticas,

y sus cabezas son desproporcionadamente grandes, espe-

cialmente en el personaje central; los rostros se resuelven

con gran sintetismo, apenas unas incisiones en forma de

pequeños óvalos para los ojos y una fina línea horizontal

para la boca, destacando el volumen de las alargadas y

finas narices. El personaje central, protegido por un marco

irregular de formas angulosas, sujeta sobre su pecho un

libro abierto. No hay nada escrito sobre sus páginas, pero

la imagen está destinada a captar la atención de los fieles

al entrar en el templo. Las características de esta figura no

nos permiten identificarla con la imagen del Pantocrátor.

Uno de los principales atributos de éste es precisamente

un libro abierto, como símbolo de la “verdad revelada”,

pero se representa entronizado, nimbado y rodeado de la

mandorla mística, rasgos de los que carece la imagen de

Piedeloro. En cualquier caso, tampoco es extraño la pre-

sencia en el románico asturiano de imágenes didácticas

similares; se conocen varios ejemplos que, si bien por sus

características técnicas y estéticas no pueden relacionarse

directamente con Piedeloro, muestran algún personaje

sosteniendo un libro. Nos estamos refiriendo a uno de los

capiteles del arco del triunfo de Santa Eulalia de la Llora-

za o de Santa María de Narzana. También en Galicia se

conocen temas iconográficos semejantes. La figura tallada

a su izquierda sólo muestra su rostro, inmerso entre una

sucesión de incisiones ondulantes paralelas que quizá quie-

ran representar el fuego, con lo que nos encontraríamos

ante una escena infernal. El personaje de la derecha se pre-

senta solo, sin ningún atributo o referencia espacial. Podría

parecer que el escultor quiso representar la figura comple-

ta, pero lo único apreciable es el rostro y el cuello, pues la

forma del cuerpo, cubierta con lo que podría ser un gran

manto, queda reducida a un plano prácticamente liso, cru-

zado por una incisión oblicua. Su cabeza también aparece

parcialmente protegida por un pequeño marco irregular.

Este tipo de escenas historiadas tan complejas tenían

un carácter aleccionador y moralizante con el que los artis-

tas de los núcleos más importantes estaban familiarizados.

El problema surgía cuando un artesano local se limitaba a

copiar estos modelos, sin haber comprendido su significa-

do último, y por tanto vaciándolos de contenido. A pesar

de la dificultad y de los riesgos que entraña la interpreta-

ción iconográfica de unas imágenes trasladadas al ámbito

rural, Vidal de la Madrid aventura la posibilidad de que

este capitel de Santa María de Piedeloro represente una

escena del dualismo moral cristiano: la diferencia entre el

Bien, la salvación (a la derecha) o el Mal, la condena eter-

716 / P I E D E L O R O

711-718 Piedeloro.qxd 23/10/06 07:22 Página 716

Page 7: PIEDELORO Iglesia de Santa María

P I E D E L O R O / 717

na (a la izquierda) separados por la actitud que los fieles

muestren hacía la Ley Divina, representada en el libro

abierto del personaje central.

El tercer capitel de la jamba derecha de Piedeloro se

cubre con una sucesión de bulbos vegetales de aspecto car-

noso, con pequeñas incisiones en forma de cruz sobre sus

puntas. Un capitel de aspecto semejante lo encontramos

de nuevo en la portada de Santa María de Leorio, iglesia

con la que ya hemos visto varias similitudes.

Las relaciones estilísticas entre las iglesias de Piedelo-

ro, Leorio y Pervera son evidentes. Analizando detallada-

mente cada una de ellas, puede observarse que la decora-

ción de Piedeloro presenta una talla más redondeada, de

perfiles más suaves, por lo que podría hablarse de un

pequeño taller artesanal, cuyo centro sería precisamente

Piedeloro, que difunde su pequeño repertorio ornamental

en un área de influencia reducida.

Según se ha expuesto al comienzo del estudio de esta

iglesia, Santa María de Piedeloro experimentó ya en época

medieval reformas que introdujeron en su fábrica una

Capitel de la portada sur

Portada sur

711-718 Piedeloro.qxd 23/10/06 07:22 Página 717

Page 8: PIEDELORO Iglesia de Santa María

nueva estética gótica. Una de las características espiritua-

les del estilo gótico fue la revalorización del culto a la Vir-

gen, así que la advocación de la iglesia de Piedeloro pudo

haber sido la razón que motivó una reforma estilística,

aunque limitada, en época tan temprana. Esta reforma se

centró, como ya hemos dicho, en la cabecera. Entonces se

construyó un ábside de planta cuadrada y cubierto con

una bóveda de crucería, cuyos nervios descansan sobre

cuatro ménsulas, todas ellas decoradas con distintos moti-

vos geométricos y vegetales, de aspecto muy estilizado.

En esta cubierta destaca especialmente el tratamiento

decorativo que recibe la clave. Se trata de un clípeo con la

figura de una mujer entronizada que, a pesar de no estar

acompañada de algún atributo identificativo, podemos

considerar que se trata de una imagen de la Virgen. El clí-

peo es sostenido por cuatro tenantes que, a decir de Vidal

de la Madrid, representan, aunque toscamente, cuatro

monjes. La imagen central, algo deteriorada, está ejecuta-

da en mediorrelieve y resuelta de forma sencilla, a través

de los volúmenes básicos, sin detalles. El rostro de la mujer

es inexpresivo. Su hieratismo puede considerarse románi-

co, pero el hecho de presentarla sola, sin su función de

trono para el Niño, debe verse como una evolución debi-

da a la sensibilidad gótica.

También en la Capilla Mayor, adosado al muro del

lado del Evangelio, se encontraba un enterramiento nobi-

liar, tradicionalmente atribuido a “los Muñiz de Perán” o a

la familia de los “Gutiérrez”. Se trataba, según las referen-

cias escritas, de un sarcófago rectangular sostenido por

figuras de leones, modelo habitual que también encontra-

mos, por ejemplo, en San Juan de Cenero (Gijón) o en San

Francisco (Avilés).

También de patronazgo privado existía una capilla,

bajo la advocación de Nuestra Señora de las Nieves, ado-

sada a la cabecera del templo, en la zona en la que hoy se

levanta la sacristía. Construida entre finales del siglo XVI y

principios del XVII, ya a mediados de esa centuria se habla-

ba de la necesidad de repararla. Parece que el desinterés

mostrado por los responsables de su mantenimiento moti-

vó y justificó su derribo a principios del siglo XVIII para

construir en ese lugar la nueva sacristía.

Finalmente, hemos de hablar de la constancia docu-

mental acerca de la existencia de cuatro retablos en la igle-

sia de Santa María de Piedeloro que desaparecieron tras el

incendio y destrucción que sufrió este templo durante la

guerra civil.

En 1986 fue restaurada por los arquitectos Cosme

Cuenca y Jorge Hevia, quiénes realizaron una nueva inter-

vención en 1999. En ésta última, fue restaurada la ventana

situada bajo la espadaña, aunque se optó por dejar cegado

el hueco de la saetera. También en este momento se reali-

zó la cata arqueológica de la portada norte, de la que ya se

hizo mención, y se levantó un pseudo pórtico de protec-

ción delante de la portada occidental. Esta barrera, reali-

zada con un criterio de funcionalidad y sencillez, permite

proteger la delicada portada sin impedir el paso de luz.

Texto: ACG - Fotos: PLHH - Planos: GEA

Bibliografía

ÁLVAREZ MARTÍNEZ, M.S., 1999, p. 176; BUSTO, M., 1948, p. 69; CANE-

LLA SECADES, F. y BELLMUNT Y TRAVER, O., 1895-1900, III, p. 215, 220;

FERNÁNDEZ CONDE, F.J., 1987, p. 117; GARCÍA LARRAGUETA, S., 1962, p.

64; HEVIA, J. y CUENCA, C., 1986, p. 1 y ss.; MADRID ÁLVAREZ, V., 1988,

pp. 23-71; MIGUEL VIGIL, C., 1887, p. 330; MORALES, M.C. y CASARES,

E., 1978, pp. 83-85.

718 / P I E D E L O R O

711-718 Piedeloro.qxd 23/10/06 07:22 Página 718