periÓdico alma mater n° 620 mayo de 2103

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Nº 620 Medellín, mayo de 2013 SISTEMA DE COMUNICACIONES • http://almamater.udea.edu.co • [email protected]ISSN 1657-4303 Urabá tendrá Ciudadela Universitaria Reino Unido estrecha los vínculos con el Alma Máter Nuevas profesiones y saberes retan a las universidades No es posible negociar la paz sin las víctimas Página 10 Página 14 Página 15 Página 16 En Medellín cuenta la 13 Montaje Juan Andrés Álvarez Castaño

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PERIÓDICO ALMA MATER N° 620, MAYO DE 2013

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Page 1: PERIÓDICO ALMA MATER N° 620 MAYO DE 2103

Nº 620 Medellín, mayo de 2013 SISTEMA DE COMUNICACIONES • http://almamater.udea.edu.co • [email protected] • ISSN 1657-4303

Urabá tendrá Ciudadela

Universitaria

Reino Unido estrecha los vínculos con el Alma Máter

Nuevas profesiones y saberes retan a las universidades

No es posible negociar la paz sin las víctimas

Página 10 Página 14 Página 15 Página 16

En Medellín cuenta la 13

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2Nº 620, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, mayo de 2013

Por ELIZABETH CAÑAS RODRÍGUEZ

Fondo de regalías plantea nuevas lógicas para el quehacer científico

El Sistema General de Regalías es una oportuni-dad para todos los agen-tes del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e

Innovación, pues provee recursos bajo un esquema de asignación distinta y es un mecanismo de finan-ciación sui géneris para la ciencia.

Los Fondos de Regalías contem-plan que el 10 por ciento de los recursos obtenidos en cada vigencia por la explotación minera del país ingresen a través de los entes terri-toriales para que, con el concurso de los grupos de investigación científica y las universidades, se ejecuten pro-yectos científicos de impacto regio-nal, consensuado e intersectorial.

En 2012, los recursos genera-dos por las regalías para todos los departamentos sumaron $869.000 millones. Para la vigencia 2013-2014 se estiman en $1.97 billones, es decir, veinte veces más que la dispo-nibilidad de recursos de Colciencias.

Del total de recursos, Antioquia logró captar $58.000 millones en 2012 al presentar proyectos por esa cuantía. De acuerdo con el Director de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Secretaría de Productividad y Competitividad de Antioquia, Alejandro Olaya Dávila, “nos diferenciamos porque el 100% de los proyectos fueron aprobados. En otros departamentos no ocurrió así, o no se presentaron proyectos y por falta de iniciativas no se apro-vecharon los recursos asignados”.

Explicó el funcionario que hasta 2015 hay comprometidos proyec-tos por valor de 103.000 millones, y un total de $30.000 millones demandan los nueve proyectos a cargo de grupos de investigación de la UdeA, con el compromiso de más de 20 grupos, 90 investigado-res y cerca de 200 estudiantes.

En total, en 2012 la Universidad recibió la aprobación para 10 pro-yectos, nueve con el Departamento de Antioquia y uno en alianza con otras regiones del país.

OportunidadesEl catedrático de la Facultad de

Ciencias Agrarias de la Universidad, Teo Rendón, considera que es aquí donde la Universidad tiene una oportunidad mayor, porque muchos entes territorios con alta disponibi-lidad de recursos no están en capa-cidad de hacerlo por limitaciones en la infraestructura científica.

“Esto es oro para la Universidad, porque puede brindar servicios al país y generar capacidades en otras regiones, utilizando como combus-tible los recursos que generen las regalías y poniendo al servicio su desarrollo científico”, afirmó.

La comunidad científica de la UdeA debe orientarse a entender cómo lograr los recursos a través de los entes territoriales e imprimir trascendencia a los proyectos y a los objetivos de sus investigacio-nes, porque, además, las regalías

demandan que la academia salga del laboratorio y de las fronteras de las universidades para conocer la realidad en los territorios.

El vicerrector de Investigación, Fanor Mondragón Pérez, señala que la participación en el Fondo General de Regalías es de interés de la Universidad, especialmente para la presentación de proyectos que tengan como objetivo resolver problemas de la región.

Afirma que “para eso hemos

creado un comité de apoyo y es-tamos ofreciendo toda la asesoría a los investigadores que quieran presentar proyectos, pues reco-nocemos lo importante de este fondo para financiar propuestas de investigación necesarias para la región y el país”.

AjustesPara el subdirector General de

Colciencias, Jorge Alonso Cano Restrepo, los proyectos deberán tener más alcance, porque deben resolver problemas que impacten la sociedad.

“Estábamos acostumbrados a proyectos muy específicos y de alcances limitados y esta carac-terística hacía que los proyectos tramitados ante Colciencias de-mandaran recursos en promedio de 400 millones de pesos a uno o dos años”, dijo. En contraste, aseguró que ahora, en la primera interacción con el Fondos de Re-galías, el tamaño promedio de los proyectos en el país fue de 8.500 millones de pesos y los plazos se extienden más, lo que obliga a una estructuración más compleja, a una evaluación con mecanismos multidisciplinarios que dan la posibilidad de trabajar sobre ca-pacidades regionales.

“Los distintos actores del Sistema deben vincularse a la formulación del proyecto y aportar elementos de desarrollo, sin que esto signifique abandonar la investigación básica, y el deber es pensar, más que en proyectos, en programas, generar mayor sinergia”, dijo el subdirector de Colciencias.

En el país, donde más de 200 proyectos se presentaron y fue-ron seleccionados 80, se tiene una gran oportunidad porque los otros 120 pueden ajustarse, de tal forma que puedan clasificar para la obtención de recursos.

Después de invertir unos 600.000 millones en los primeros 80 pro-yectos, la bolsa de fondos es de casi 2 billones de pesos para todo el país. Sin embargo, el proceso para el acceso a los fondos de las regalías debe afinarse, porque es un mecanismo nuevo que requiere ajustes operativos para no ir al tras-te con un esquema de financiación de ciencia que hasta hoy no tiene precedente internacional.

Y es en este sentido, que el Subdirector General de Colciencias llamó la atención de los comités consultivos, de la triada universi-dad-empresa-Estado, de las comi-siones regionales de competitividad y de los investigadores para trabajar en la articulación de los proyectos.

Captación de tejidosUno de los proyectos apoyados para acceder a los fondos de re-galías es el de centros de captación de tejidos, con una destinación de $1.500 millones y un plazo de 5 años.El proyecto busca proveer un servicio y mejorar la capacidad de la región para el crecimiento del banco de tejidos local, que a su vez apoye el que ya existe en Bogotá.“Por eso nos presentamos al Sistema Nacional de Regalías, para obtener recursos y generar sinergias porque estas cosas no se pue-den hacer solas y a lo que se apunta es a tener un hemocentro y un biobanco y, con ello, mejorar la capacidad del país en el tema de terapias celulares”, dijo Luz Marina Restrepo Múnera, Coordinadora del Grupo de Ingeniería de Tejidos y Terapias Celulares de la UdeA.

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3Nº 620, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, mayo de 2013

Universitarios diseñaron pasteurizadora ‘mini’, para aprender en grande

En Colombia existen paster izadores con capacidad para pro-cesar, como mínimo, 1.200 litros de leche.

Tres estudiantes de Ingeniería de Alimentos de la Universidad de Antioquia diseñaron y cons-truyeron uno de 120 litros, una décima parte más pequeño de los que existen en el mercado, pero con enormes potenciales.

La historia, contada de esa forma, no parece ninguna haza-ña. Sin embargo, su logro no sólo representa un aporte valioso para las prácticas académicas e investigativas, sino también una oportunidad de negocio.

Ingeniería aplicada, así cata-logan su proyecto. Antes, los futuros ingenieros de alimentos del Alma Máter, que desarrolla-

ban sus prácticas de laboratorio sobre procedimientos lácteos, utilizaban ollas e instrumentos que no favorecían su aprendiza-je práctico. Para solucionar esa situación, los estudiantes Jhon Morales Castro, Luis Danilo Po-rras Barrientos y Oscar Quintero, recorrieron varias empresas de derivados lácteos, y averiguaron cómo podían construir su propio pasteurizador.

Un pasteurizador HTST es un equipo diseñado para el trata-miento térmico de la leche y sus derivados –u otros productos alimentarios como refrescos y zumos–, que permite eliminar los microorganismos patógenos, mediante la aplicación de alta temperatura durante un corto período de tiempo.

Los tres estudiantes descu-

brieron que los equipos de este tipo, dispuestos para docencia e investigación, pueden costar cerca de 100 millones de pesos en el mercado internacional y generalmente son construidos para la producción comercial.

Así que ellos hicieron dibujos y, con recursos del Fondo de In-novación de Gestión Tecnológica de la Universidad de Antioquia y la Facultad de Química Far-macéutica, hicieron tangible lo puesto en el papel.

La pasteurización es un proceso básico en todos los procesos de producción de alimentos lácteos. Por ello, con esta nueva máquina los estudiantes pueden aplicar fácilmente los aprendizajes teó-ricos en cálculos de transferencia de calor o mecánica de fluidos, entre muchos otros temas. “Con

este pasteurizador se le permite a los estudiantes que vean un proceso real a escala de labo-ratorio”, recalcó Danilo Porras.

El programa de Ingeniería de Alimentos de la Universidad de Antioquia recibió, en noviembre de 2012, la acreditación de alta calidad por parte del Ministerio de Educación Nacional. En ese proceso, una de las debilidades identificadas tuvo que ver con espacios de práctica para lác-teos, un sector de producción que en Antioquia no es nada despreciable, pues diariamente se producen cerca de 3,5 mi-llones de litros de leche en el departamento.

“La idea era solucionar una necesidad puntual de nuestro laboratorio de lácteos. Así que logramos no sólo construir un equipo a la medida, sino también con potencial comercial”, señaló Quintero. En Colombia, más del 95% de la industria de alimentos corresponde a microempresas y pymes, muchas de las cuales no procesan a gran escala ni tienen la posibilidad de adquirir tecno-logía para ello.

Por eso, además de brindar una solución a una necesidad académica, el desarrollo del prototipo de este pasterizador representa también la posibili-dad de replicarlo en la pequeña industria. Aunque fue diseñado y desarrollado para productos lácteos, la máquina puede ser configurada también para jugos naturales, refrescos y otro tipo de bebidas. “Por medio de la transferencia tecnológica pode-mos llevar este pasterizador a la industria”, dijo Quintero.

El prototipo tuvo un costo de 25 millones de pesos y su de-sarrollo fue acompañado por el Grupo de Investigación en Aná-lisis Sensorial del Departamento de Alimentos, liderado por Olga Lucía Martínez, una docente con gran experiencia en el tema lácteo.

La investigación universitaria es otro campo que se beneficia con esta idea estudiantil. “Esto nos permite estudiar la leche mediante los fenómenos de transferencia térmica, para op-timizar procesos. Ese estudio no se da en la industria, porque no lo necesitan. Nosotros como universidad investigadora sí”, explicó Quintero.

Para estos estudiantes, este proyecto no sólo significa una excelente carta de presentación laboral, sino también la posibili-dad de encaminar su desempeño profesional por la ruta de la inge-niería aplicada y la investigación.

Los estudiantes que diseñaron el pasterizador viajaron en 2012 al Congreso Mundial de Ciencia y Tecnología de Alimentos, en Brasil, donde presentaron su proyecto; también lo hicieron en el Congreso Nacional de Alimentos, en Bogotá.

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4Nº 620, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, mayo de 2013

Pobreza y oportunidades para los jóvenes en las subregiones del Oriente y el Urabá antioqueños

La relación entre los nive-les de pobreza y el grado de educación de una so-ciedad, ha sido tema de estudio de economistas

por muchos años. Hoy sabemos, lo cual podrá resultar evidente para muchos, que en la medida en que una nación mejora sus indicadores de educación, tanto en coberturas como en calidad, pertinencia y años de escolaridad, mejora el crecimiento económico, el desarrollo y se reduce la po-breza. Son muchos los ejemplos, quizás el de Corea del Sur sea uno de los más representativos.

En tal sentido, el Departamen-to Administrativo Nacional de Estadísticas –Dane– hizo público el último informe sobre pobreza en Colombia, el cual da cuenta de avances notorios en cuanto a la reducción de este flagelo, al igual que ciertas mejoras en la distribución de la riqueza2 (la pobreza cayó del 37.2% al 32.7%; en tanto que la pobreza extrema descendió del 12.3% al 10.4%). En efecto, bajo la nueva metodología de medición, de-nominada pobreza monetaria y multidimensional, todos los in-dicadores asociados a educación evolucionaron positivamente entre los años 2010 y 20123.

Otro indicador que permite aproximarse al grado o nivel de pobreza es el indicador de calidad de vida. En el caso del departa-mento de Antioquia, a través de este indicador se describe un panorama general de las subre-giones que mayores necesidades presentan. Dicho de otra forma, el indicador de calidad de vida permite realizar un ranking de las regiones más pobres, y más ricas o que menos carencias tienen por satisfacer en el departamento. En esta clasificación se logra observar cómo el Valle de Aburrá se perfila como la subregión más próspera del departamento, seguida por el Oriente, en cuanto al nivel de vida más alto y, el Urabá antioqueño se ubica como la subregión con peores niveles de calidad de vida.

Al respecto, uno de los prin-cipales determinantes de las condiciones de vida y los niveles de pobreza se encuentra en el mercado laboral. Ciertamente,

un empleo, bien remunerado, con todas las prestaciones sociales a los cuales se tiene derecho, se convierte en un factor que con-tribuye a romper la cadena de pobreza. En tal sentido, el Grupo de Macroeconomía Aplicada de la Universidad de Antioquia hace parte de la Red de Observatorios

Regionales del Mercado de Tra-bajo, Ormet, que son impulsa-dos por el Departamento para la Prosperidad Social, Ministerio del Trabajo y el PNUD. Dentro de los trabajos que hoy realiza la red se encuentran los análisis del mer-cado laboral en las subregiones del Oriente y Urabá.

Por MAURICIO LÓPEZ GONZÁLEZ1

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En ambas subregiones se han aplicado encuestas que pretenden, siguiendo la metodología de la Gran Encuesta Integrada de Hogares del Dane, contar con los principales indicadores del mercado laboral, como son la tasa de desempleo, la tasa de ocupación y la tasa global de participación; entre otros. Algunos de los principales hallazgos de este proyecto dan cuenta de la situación de los jóvenes en ambas subregio-nes. En efecto, las tasas de des-empleo de este grupo poblacional resultan muy altas, mucho más en el Urabá que en el Oriente (45,31% y 24,10%; respectivamente), con lo cual se podría pensar que existe una relación entre las condiciones de vida y la situación laboral de dicho grupo (las personas entre 16 y 25 años de edad).

Para contrarrestar esta situa-ción, se recomienda mejorar los niveles educativos de la pobla-ción en ambas subregiones, tan-to por el hecho de que algunos jóvenes dejarán de participar en el mercado de trabajo para poder estudiar, como porque al hacerlo mejorarán sustancialmente sus posibilidades laborales. El reto es muy grande, la Universidad avanza en el camino correcto al mejorar sus capacidades (por ejemplo en el caso de Oriente) y oferta educativa (como es el caso del Urabá con el programa de Ingeniería Oceanográfica). No obstante se hace necesa-rio articular estos esfuerzos al sector productivo y buscar el acompañamiento de éste y de las diferentes agencias de gobierno.

Notas1. Coordinador del Grupo de Ma-croeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia. Correo electrónico: [email protected]. El coeficiente de GINI es el indicador más utilizado para medir la distribución de la riqueza en un país. Colombia, que tradicionalmente ha sido uno de los países con mayor grado de desigualdad, logró reducir dicho coeficiente entre 2010 y 2012, al pasar del 0.56 a 0.539.3. Estos indicadores son: barreras a ser-vicios para cuidado de la primera infan-cia, analfabetismo, bajo logro educati-vo, inasistencia escolar y rezago escolar.4. El indicador de calidad de vida es un resumen de diferentes características relacionadas con la vivienda, aspectos demográficos de las personas que com-ponen el hogar, el acceso a los servicios públicos y el capital humano y la seguri-dad social del hogar. El indicador asigna a cada hogar un puntaje que varía entre cero y cien: A medida que el valor del índice aumenta, las condiciones de vida del hogar mejoran.

Desempleo Juvenil e Indicador de calidad de vida de Antioquia y por subregión 20114

SubregiónCalidad de vida Desempleo

JuvenilUrbano Rural Total

Antioquia 70,43 55,78 66,76 n.d.

Medellín 72,51 70,69 72,34 28,71%

Oriente 67,88 57,30 62,85 24,10%

Urabá 62,58 41,87 54,10 45,31%

Fuente: Encuesta de Calidad de Vida 2011, tomado del Plan Departamental de Desarrollo 2012. Boletín Medellín en Cifras #2, Alcaldía de Medellín. Encuesta de Caracterización del Mercado laboral del Urabá Antioqueño; 2013.

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5Nº 620, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, mayo de 2013

Atlas de la ciencia en Antioquia*: a propósito de las relaciones universidad, Estado y sociedad

Desde hace algunos años el país viene hablando de la ne-cesidad de cons-trucción de agendas

de ciencia y tecnología para impulsar diferentes sectores so-ciales y económicos. Los mapas ofrecidos especialmente por organizaciones como Scimago o el Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología permiten hacer mediciones acerca del desarrollo de la participación de la ciencia en los círculos de producción global y las discu-siones con los investigadores más reputados del planeta. Sin embargo, las respuestas por las trayectorias científicas en las diferentes áreas de conocimien-to están por resolverse: ¿A qué problemas estamos respondien-do? ¿Además de la investigación médica, qué otros campos se han desarrollado y en qué temas? A estas y otras preguntas el Atlas de la ciencia en Antioquia pro-ducido por el grupo de investi-gación Redes y Actores Sociales de la Universidad de Antioquia propone algunas respuestas.

En el período de 1990 a 2010 las instituciones de investiga-ción antioqueñas han producido 4.436 documentos (según datos ISI Thompson) que han entrado a los círculos globales de pro-ducción de la ciencia y 4.276 en revistas Publindex A1, A2 y B publicadas en Colombia. Si los 4.436 se restan a los 20.787 producidos por Colombia en ese período, se puede decir que Antioquia ha producido el 21,3% de gran parte del conocimiento académico colombiano visible en el exterior. Es importante anotar que es un 21,3% de un país que si bien es uno de los que mayor tasa de crecimiento en la producción científica tiene en los últimos años según datos de Scimago, también es cierto que Colombia ocupa un modesto puesto 53 en el mundo; y en la

región un quinto lugar (donde el primero es Brasil con 391.589 artículos según el ranking por productividad de Scimago para el período 1996-2011).

Pero, ¿sobre qué temas sa-bemos en realidad? Según las 6 áreas de conocimiento, la inves-tigación encontró en el rastreo la siguiente distribución.

Según la tabla 1, el área con mayor número de temas y sub-temas es la de ciencias naturales y exactas en publicaciones de alcance internacional. Salud en las nacionales. Sin embargo, más importante que el número de temas es la trayectoria de un tema en volumen de producción. Esto quiere decir que mientras más se escriba sobre un tema y sea aceptado por la comunidad científica, más sabemos de él. En este sentido, ciencias de la salud podría considerarse con una mayor trayectoria en la cons-trucción de problemas y solucio-nes. Es importante anotar una excepción en el área de la física cuántica y el estudio de las pro-piedades del Galio que agrupan una cantidad de artículos muy superior a la media de cualquiera de las disciplinas alcanzando la cantidad de 122 artículos.

Entre los 10 temas con mayor producción, pueden destacarse en cada área los siguientes:

Ciencias de la salud: enferme-

dades tropicales: mal de Chagas, malaria, leishmanisis. Inmunode-ficiencia: hepatitis C, lupus, HIV. Neurológicas: Alzheimer. Inves-tigaciones en analgesia, cuidado de los pacientes, educación.

Ciencias naturales y exactas: física cuántica y estudio de ma-teriales. Exploración del compor-tamiento intracelular. Bacterias: tuberculosis. Ecología: explora-ción de zonas como la cordillera Central, uredinales, lagos y bos-ques tropicales, descubrimiento de nuevas especies.

Ciencias agrarias: manipu-lación genética de plantas y animales de ganadería, procedi-mientos para la alimentación de aves y especies bovinas, estudio de suelos, hongos comestibles y tubérculos.

Ingeniería y tecnología: pro-ducción de biodiesel, corrosión de materiales, explotación del gas natural, fibra óptica, redes neuronales artificiales, trata-miento de aguas residuales, de-sarrollo de estructuras y colum-nas, procesamiento de imágenes digitales, creación y modelación de sistemas de información.

Ciencias sociales: atención y diagnóstico de pacientes con enfermedades mentales, ambien-tes de enseñanza y aprendizaje en la educación, modelación de políticas públicas, déficit de atención e hiperactividad, aten-

Por GABRIEL VÉLEZ CUARTAS, PhD**[email protected]

Profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Antioquia

* Resultados de la investigación “El conocimiento científico y tec-nológico disponible en el departa-mento de Antioquia 1990-2010”. Financiación: Universidad de An-tioquia y Fundación Universitaria Luis Amigó.

**Coordinador del grupo de inves-tigación Redes y Actores Sociales.

Notas1 DATANT CIENCIA es una base de datos producida por el grupo Redes y Actores Sociales para sis-tematizar todos los datos biblio-gráficos de la producción de insti-tuciones antioqueñas presentes en las revistas Publindex A1, A2 y B.

Tabla 1. Temas de la ciencia en Antioquia

ISI THOMPSON DATANT CIENCIA1

AREA TEMASMedia (10 primeros artículos)

TEMASMedia (10 primeros artículos)

Ciencias naturales y exactas 118 26,2 48 12,2

Ciencias de la salud 58 52,3 96 14,9

Ciencias agrarias 11 6,4 26 11

Ingeniería y tecnología 43 13,1 54 9,8

Ciencias sociales 6 3,8 32 12,5

Artes y humanidades 1 N/A 7 5,4

ción a familias con pacientes de Alzheimer, conflicto y violencia, derecho constitucional, creci-miento de la economía, política monetaria, calidad de vida, des-plazamiento forzado.

Artes y humanidades: historia de Colombia en los siglos XVII y XIX, relación historia y literatura colombiana, historia de la cien-cia, estudios hermenéuticos, estudios de estética.

El Plan de Ciencia, Tecnolo-gía e Innovación de Medellín ha privilegiado 3 áreas de in-vestigación para el impulso de acciones sinérgicas: desarrollo de plataformas tecnológicas soportadas en TIC (redes inteli-gentes, contenidos de animación y aplicaciones de e-health), de-sarrollo de soportes para la pres-tación de servicios energéticos (redes inteligentes, servicios de ingeniería y ecoeficiencia), y el impulso de servicios para el área de salud. ¿Qué pasó con el resto? ¿Qué hacer con los potenciales en farmacéutica, seguridad ali-mentaria, orientación de política pública y solución de conflictos, producción de biodiesel, cura de enfermedades, entre muchas otras? La relación universidad, Estado, sociedad, además de voluntades y confianza necesita sistemas de información que mejoren su desempeño en la toma de decisiones. El Atlas de la ciencia en Antioquia pretende en este sentido ser monitor y guía para las decisiones del desarrollo regional.

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6Nº 620, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, mayo de 2013

Por JUAN PABLO MUÑOZ P.

Buscando un "grillo piernoncito"

Foto Juan Pablo Muñoz

Como el poema de Rud-yard Kipling, Uno entre mil, fue nombrada la sociedad que profe-sores de la Universi-

dad de Antioquia, agotados de las distracciones del mundo, crearon para buscar otras alternativas de ser y estar.

“Lúdica patagógica” se llama la confluencia de juego, pedagogía y patafísica que congrega a los “patagogos” de la fraternidad que hace tres años fundó Juan Carlos Escobar, paciente psiquiátrico en ese entonces y hoy docente uni-versitario quien decidió darse una oportunidad para recuperar su ser extraviado desde una idea loca: jugar. Así emprendió un viaje que ha contado con la complicidad de cerca de quinientas personas.

Se organizan en forma de ma-loca rodeada por policultivos lúdi-cos. Su centro no es una maloca sino una “masloca juguetería” y alrededor varios proyectos. Espí-ritu verde dedicado a la educación ambiental, Liga del ocio al aprove-chamiento del tiempo libre, Entre mundos es el espacio para reflexio-nar sobre la tecnología, Sanjuanés es la relación con la alimentación y Un lugar adónde ir que es el espacio para reflexionar sobre cuánto hay para aprender y enseñar.

“Entendiendo que la vida es un juego cambia la actitud, las maneras te hacen ver el mundo desde una perspectiva lúdica y así todo se hace divertido”, afir-ma Juan Carlos, quien ahora ve el futuro de la humanidad desde una perspectiva optimista.

Mismo optimismo que com-parte Clara Nicolls, directora del Doctorado en Agroecología de la Universidad de Antioquia. Aunque le parezca excéntrica la posición de los ambientalistas como Uno entre mil, afirma que es sana y comulga con los objetivos princi-pales de la agroecología. “Conser-vación de la biodiversidad, manejo sostenible de recursos naturales y soberanía alimentaria”, asegura Nicolls, para quien es posible ha-cer una agricultura sin necesidad de insumos de síntesis, lo que concuerda drásticamente con la conservación ambiental.

Clara Nicolls promueve una agricultura que en vez de usar pesticidas para controlar plagas potencializa la regulación biótica de insectos con otros enemigos naturales; y en vez de usar fer-tilizantes químicos promueve el

reciclaje de nutrientes y la fertili-dad a través de microorganismos y ciclos biogeoquímicos que garantizan la sustentabilidad y productividad de los cultivos.

Menos optimista esgrime ar-gumentos la directora del Labo-ratorio en Biotecnología de la Universidad de Antioquia, Lucía Atehortúa. “En veinte años cuan-do la situación del planeta sea crítica, puesto que vamos a pa-sos agigantados en términos de cambio climático y agotamiento de recursos naturales, estas alter-nativas van a ofrecer posibilidades para que el hombre pueda sobre-vivir”, refiriéndose al desarrollo de cultivos en el laboratorio caracte-rizados por una producción libre de patógenos, cero agroquímicos y con ventajas enormes frente a la producción convencional.

“Ciencia, política, religión y economía son paradigmas que conducen al hombre, por medio

del engaño, hacia la perdición”, reflexiona Juan Carlos Escobar, quien invita a pensar sobre esto en los espacios que ha creado Uno entre mil.

El principal reto académico de la agroecología, asegura Clara Nicolls, es demostrar a los consumidores a través de la ciencia, que los siste-mas campesinos agroecológicos son productivos. Por su parte Lucía Atehortúa asegura que si no se llama la atención desde la academia sobre el daño a la biodi-versidad, pronto será irreversible. La sobrefertilización de suelos, el uso inadecuado del agua, la sobre población y extensión de frontera urbana, los monocultivos exten-sivos y desaparición de bosques, los desechos agroindustriales y las emisiones de CO

2 han creado en el planeta un desequilibrio conde-nándolo a desaparecer, pronostica esta investigadora, quien ve en la biotecnología una luz de esperanza.

“La biotecnología ha sido muy controvertida a nivel global debido a la práctica de modificación gené-tica de organismos, sin embargo ofrece alternativas interesantes sin recurrir a procesos de modifica-ción, de hecho brinda posibilidades de producir sin tener que depender de la tierra, generar procesos y pro-ductos cultivando células y tejidos que permitan ofrecer alimentos y energía sin necesidad de extender frontera agrícola, protegiendo la biodiversidad, el agua y el suelo. Permite producir veinticuatro horas al día trescientos sesenta y cinco días al año sin tener que depender de factores climáticos, es una forma sustentable, renova-ble y no agota recursos”, resume Lucía Atehortúa.

Para Uno entre mil este es un discurso antinatural. Entienden el peligro y que no hay que exagerar. Tienen selva y medicinas ances-trales pero comprenden que son seres citadinos.

Desde un perf i l comercial ofrecen sus servicios de lúdica patagógica. A cambio no siem-pre reciben dinero sino algún intercambio de conocimiento. En algunas oportunidades acceden a bienes materiales con el fin de mantener un grillo saludable.

Herencia de los Huitoto, según Juan Carlos, es atrapar el grillo, lo cual significa conseguir lo mínimo necesario para sobrevivir. “…todo hombre necesita una tierra, una pa-reja, un proyecto de vida, el grillito es lo necesario para estar bien, de allí en adelante es la abundancia y ayudarle a otros a conseguir su gri-llo, de esta manera colaborativa se construye la abundancia: un grillo piernoncito…”, plantea.Fo

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7Nº 620, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, mayo de 2013

SIC otorgó patente de invención a horno de combustión sin llama

Por ALEX OTÁLVARO

Una tendencia, y a su vez preocupación mundial, es que el 85% de la energía que se consume en la econo-

mía mundial depende de la com-bustión de combustibles fósiles y de origen renovable. Estudios especializados señalan que este patrón no cambiará en los próxi-mos 50 años.

Aquí es donde toma relevancia la reciente notificación que recibió la Universidad de Antioquia por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, sobre la aprobación de la patente al horno de combustión sin llama con quemadores autorecuperativos, innovación tecnológica desarro-llada por el grupo de investigación de Ciencia y Tecnología del Gas y Uso Racional de la Energía, Gasure, con el apoyo del grupo de Química de Recursos Energéticos y Medio Ambiente, Quirema, y la cofinan-ciación de Colciencias.

Andrés Amell Arrieta, docente investigador y coordinador de Ga-sure, destacó que esta innovación presenta diferencias significativas frente a otros sistemas de combus-tión sin llama existentes en el mun-do, constituyéndose así en pionera en Latinoamérica, al tiempo que responde a las acciones tendientes a aumentar la eficiencia energética en el uso de los combustibles para minimizar la emisión de gases de efecto invernadero.

A su vez, Fanor Mondragón, vicerrector de Investigación de la Universidad de Antioquia, afirmó que esta nueva patente, tercera

reconocida al grupo Gasure, mues-tra que con apoyo se pueden hacer trabajos de gran trascendencia, y explicó que con la protección de los derechos patrimoniales y morales de esta innovación, la Universidad estaría en capacidad de licenciar a una empresa inte-resada en producir el horno o en

constituir empresa para la produc-ción y comercialización del objeto de la patente. Decisión que será asesorada desde el Programa de Gestión Tecnológica y la Oficina de Asesoría Jurídica.

El horno de combustión sin lla-ma, una innovación que en uno o dos años puede ser transferida a la

industria, tiene como ventajas los bajos niveles de ruido, la generación de temperaturas uniformes que garantizan calidad y transferencia más rápida de energía, así como la reducción de emisiones de monóxi-do de carbono y de óxidos nitrosos, difíciles de lograr en los sistemas convencionales de combustión.

Destapa futuro, 1.682 millones en emprendimientos para el Bajo Cauca

Con una inversión de 1.682 millones de pe-sos, se lanzó en abril el programa Destapa fu-turo en tu región, una

alianza entre la Fundación Bavaria y la Universidad de Antioquia, que apoyará durante 2013 iniciativas emprendedoras de 10 municipios de las subregiones del Bajo Cauca antioqueño y del Sur de Córdoba.

El programa pretende capacitar a 500 emprendedores y fortale-

cer 50 instituciones en Caucasia, Nechí, El Bagre, Tarazá, Cáceres y Zaragoza (Antioquia); y Valencia, Tierralta, Planeta Rica y Pueblo Nuevo (Córdoba).

Dentro de las capacitaciones hay asesorías de la Red de mento-res Bavaria, grupo de 152 profesio-nales de diferentes disciplinas que han aportado cerca de 1.750 horas de formación en distintas regiones de Colombia.

De los 1.682 millones de pesos

que invertirá el programa, 1.000 millones se entregarán en capital semilla a los proyectos. Los res-tantes 682 millones se destinarán para capacitación. Se desarrollará durante 2013 en tres líneas de intervención: desarrollo de capaci-dades institucionales, educación y cultura y gestión de iniciativas

Por la Universidad de Antioquia hacen parte del programa Destapa futuro en tu región la Dirección de Regionalización y la Vicerrectoría

de Extensión con su programa Gestión Tecnológica y su Unidad de Emprendimiento Empresarial.

Destapa futuro, programa ban-dera de la Fundación Bavaria en el país, que fue creado hace seis años, lleva invertidos 17.500 mi-llones de pesos en capital semilla en los proyectos de 331 empren-dedores. Su impacto se traduce en un 90% de empresas creadas y activas. Además, en la generación de 5.000 empleos directos.

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Por DIANA ISABEL RIVERA

La vida: fin último de la educación ambiental

“En mi escuela hay más murcié-lagos que personas. Hay murciéla-gos en la biblioteca, en la oficina y en los salones; todo se mantiene sucio de estiércol y los niños les tienen miedo porque los asocian con los monstruos chupasangre de las películas y los libros”, relata Liliana, la profesora de los grados sexto a noveno de una institución educativa rural del municipio de Cocorná. “¡Qué problema! Lo que decidimos fue fumigarlos con límpi-do, y santo remedio”, añade.

Lo hubieran hecho, y segu-ramente los niños se hubieran ofrecido para ser ellos mismos los encargados de subirse a los techos y perpetrar el exterminio con atomizadores, de no haber sido porque Liliana escuchó el tes-timonio de Hylda Ruby, profesora de primaria de otra escuela rural de la misma municipalidad, en donde también pululan los murciélagos, pero allí, en cambio, los estudian-tes los cuidan y se enternecen con estos pequeños mamíferos alados.

“Un día se cayó un murciélago bebé del techo, los niños corrieron hacia él para rescatarlo. ‘Ay pobre-cito, no tiene mamá’, dijeron. Lo recogieron con una hoja y lo volvie-ron a subir con mucha delicadeza”, cuenta Hylda Ruby.

En ambos casos los murciéla-gos eran un factor de distracción para los estudiantes e interrum-pían el normal desarrollo de las clases. Pero gracias a la capaci-tación en educación ambiental que reciben las profesoras, ellas comprendieron que la situación era una oportunidad para formular un buen proyecto ambiental esco-lar – PRAE– y aplicar la educación ambiental con sus alumnos, para que éstos a su vez, la transfieran a sus familias y conocidos.

Primero, para explicarles la im-portancia ecológica de los mur-ciélagos en el mantenimiento de ecosistemas, el control de plagas y de insectos transmisores de enfer-medades, la polinización de muchas plantas y la dispersión de semillas.

Segundo, para que comprendan que cada una de sus acciones tiene un impacto positivo o negativo sobre el medio ambiente y que hay unas leyes naturales que hacen po-sible el equilibrio del planeta, para que aprendan a reconocer y a leer su territorio y el paisaje, para que se asuman a sí mismos como seres de la naturaleza interrelacionados con el entorno y con otros seres;

y que entiendan que hacen parte del entramado natural de la vida.

Para aprender y aplicar esto a sus realidades, Hylda, Liliana y una treintena más de profesores –la mayoría monodocentes en escuelas rurales de Cocorná y Sonsón– par-ticipan en el programa de Forma-ción de Formadores en Educación Ambiental, que ofrecen la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, a través del Programa de Educación Ambiental de su Depar-tamento de Extensión, y Cornare.

“El objetivo es que puedan in-corporar lo educativo ambiental en el currículo, a través del reco-nocimiento del territorio, la recu-peración del conocimiento de las plantas aromáticas y medicinales, la huerta escolar para la seguridad y autonomía alimentaria, entre otros; pero sobre todo, contribuir a una transformación de la cultura que permita reducir los problemas identificados en sus municipios como deforestación, captura y muerte de fauna nativa, contami-nación de ríos”, explica Héctor Iván Estrada, coordinador del Programa de Educación Ambiental.

¿Qué es lo educativo ambiental?

Lo educativo ambiental es un tema novedoso que erróneamente se aborda solo desde una perspec-tiva ecologista-conservacionista

del medio; el punto de partida para comprenderlo sin caer en sesgos es diferenciarlo de la ecología. Ésta es una ciencia que estudia la interacción de los or-ganismos con su ambiente, entre ellos y también los resultados de esas interacciones, mientras que lo ambiental trasciende lo físico-natural e involucra las dimensio-nes sociales, culturales y políticas.

La educación ambiental es un proceso continuo de formación para construir una nueva cultura ambiental, que cambie la forma de entender y de concebir el mun-do, así como de las interacciones del humano con el ambiente al cual pertenece, las interacciones de los humanos entre sí y, de ellos con el resto de las especies, así como con su entorno.

“En ese sentido, permearía todas los ámbitos de la vida del ser humano; transformaría la for-ma en cómo nos relacionamos con el otro, desde la palabra y la acción, cuando estamos en una empresa, en la universidad, en la calle, cuando somos transeúntes o vendedores ambulantes”, expresa el profesor Estrada.

Según Estrada, lo ambiental no se está abordando desde un ver-dadero cambio de la cultura, por ello en las instituciones educativas se promueven situaciones que no tienen sentido pedagógico.

Ejemplo de ello son los ladrillos ecológicos –botellas de plástico rellenas con paquetes de meca-to–- en donde a los estudiantes les piden como tarea llevarlos o hacerlos en clase, y ellos, para responder, llegan incluso a cam-biar sus hábitos alimenticios, y en lugar de frutas, llevan paquetes de papitas; y en lugar del jugo natural, llevan gaseosas. “Todo un contra-sentido”, afirma Estrada.

Más de 22 añosEl Programa de Educación Am-

biental tuvo su origen mucho an-tes de que se planteara la Política Nacional de Educación Ambiental en 2002. Desde entonces, ha eje-cutado proyectos con el Ministerio de Educación Nacional, las corpo-raciones autónomas regionales, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, secretarías de Educación y Medio Ambiente tanto del orden municipal como departamental, la Fundación EPM y con otras entida-des públicas y privadas, en muchos de los municipios del departamen-to y otras regiones del país.

En la actualidad, además del proceso de Formación de Forma-dores en Cocorná, lidera y ejecuta iniciativas con alcance nacional, que contribuyen a la consolidación de políticas públicas, como el conve-nio para la implementación de los procesos formativos del Programa de Educación Ambiental del Minis-terio de Educación Nacional, el cual se ha renovado de manera ininte-rrumpida desde 2006, y con el cual se intervienen de manera directa a dinamizadores educativo ambienta-les, delegados de las secretarías de educación respectivas, y de las cor-poraciones autónomas regionales en 26 departamentos del país.

El Programa también se vincula con 14 entidades para operar el Comité Interinstitucional de Edu-cación Ambiental de Antioquia, apoyando las subregiones en sus planes y políticas de educación ambiental; y ejecuta el proceso de educación ambiental “Espirales de vida 2” en convenio con Corantio-quia, con el objetivo de fortalecer los Comités Interinstitucionales de Educación Ambiental Municipal, en los nueve municipios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

“Lo que queremos es transfor-mar la cultura misma, desde las políticas públicas o el diálogo directo con profesores, líderes comunitarios, organizaciones so-ciales, estudiantes y funcionarios públicos; pues es la misma comu-nidad la que se debe convertir en protagonista de su propio desa-rrollo desde la mirada ambiental” concluye Estrada.

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DevalSimWeb, la evaluación como oportunidad de aprender

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Seis universidades de Latinoamérica –entre las que se cuenta la Uni-versidad de Antioquia– y Europa, confluyen en un

proyecto que busca mejorar las competencias profesionales de los estudiantes y docentes para con-trarrestar la deserción y asegurar la inserción laboral de los egresados.

Se trata de DevalSimWeb, pro-yecto que se inició en 2012 con la participación de la Universidad de Cádiz, España, como coordinadora general, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Durham Uni-versity, Reino Unido, la Universidad Salesiana de Bolivia, la Universidad de Costa Rica y la Universidad de Antioquia como coordinadora de los países latinoamericanos.

Marta Lorena Salinas, docente investigadora de la Facultad de Educación y coordinadora del proyecto en la Universidad de An-tioquia, explica que DevalSimWeb pretende favorecer los procesos de evaluación desde una mirada del aprendizaje, no de la sanción, y proponer alternativas con el uso de herramientas web.

El programa está orientado a formar profesores y estudiantes universitarios en evaluación fo-mentando sus competencias, por lo que uno de sus ejes será la for-mulación de cursos virtuales para docentes universitarios y para estu-diantes. “Se trata de fomentar que haya una relación entre lo que los universitarios ven en la académica, donde se produce el conocimiento y la investigación, con lo que se solicita en el mundo de la sociedad y el empleo”, explica Marisol Ibarra, de la Universidad de Cádiz.

Para la consolidación de este proyecto y el contenido de los cursos, se desarrolló un catálogo de competencias para la evalua-ción, definidas entre las diferentes universidades y algunas empresas, las cuales tienen que ver con el sentido ético, el pensamiento crí-tico y juicio analítico, el trabajo en equipo, la toma de decisiones y la resolución de problemas.

En el curso dirigido a los es-tudiantes habrán dos juegos de simulación, uno de los cuales es

DevalSimWeb hace parte de los proyectos Alfa y dispone de un millón trescientos mil euros, de los cuales la Unión Europea financia 980 mil y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo aportó el resto, explica la coordinadora general Marisol Ibarra, representante de la Universidad de Cádiz.

hecho por la Universidad de Cádiz, y el otro lo está desarrollando la Universidad de Antioquia, que, explica Salinas, ofrece una inte-racción con algo cercano a los procesos formativos, y brinda un recurso para mostrar elementos de la evaluación de tal manera que faciliten su comprensión.

Así mismo, se encontrarán he-rramientas para la participación del estudiante, como la autoeva-luación formalizada mediante el programa “Evalcomis”, donde el estudiante cuenta con formatos para realizar su autoevaluación con los mismos criterios con los que sus profesores y sus compa-ñeros lo han evaluado. Así, explica Salinas, “se llega a lo que pretende el proyecto, que es la evaluación global: mis compañeros dicen que me fue así, yo digo que me fue así, mi profesor dice que me fue así, y luego se hace una negociación de la calificación”. La idea es que los es-tudiantes encuentren un goce en el aprendizaje y los recursos para que su participación sea activa. De este modo, sus procesos de autonomía se verán favorecidos, afirma la pro-fesora y exdecana de la Facultad de Educación del Alma Máter.

El proyecto también contempla ofrecer cursos levemente distintos para los estudiantes nuevos y los que están próximos a graduarse, pues para los primeros es im-portante ofrecerles herramientas sobre la participación en su evalua-ción que favorezcan el desarrollo

de su carrera, mientras que a los que están finalizando sus estudios es necesario ofrecerles un curso donde el desarrollo de competen-cias permita la inserción laboral.

Entre el 29 de abril y el 4 de mayo de este año, se reunirán en Costa Rica los socios del proyec-to DevalSimWeb, donde se pre-sentarán las tareas de cada una de las universidades para la con-solidación de los cursos virtuales con el fin de que entre agosto de 2013 y marzo de 2014 estén disponibles en la plataforma de cada una de las universidades que hacen parte del programa.

Los cursos se ofrecerán en la plataforma virtual de la Univer-sidad de Antioquia, y contarán con una intensidad horaria de 100 horas, de las cuales solo 20 serán presenciales.

Mario Antonio Ávila, profesor asociado e investigador del área de educación y administración educativa de la Universidad Sa-lesiana de Bolivia, destaca que para su institución el proyecto ha sido un proceso muy enriquece-dor, debido a que ha entrado en la lógica de realizar investigación con grupos de otros países, para crear y aplicar instrumentos de forma cooperativa.

Por su parte, Raymond Leonard Land, representante de la Univer-sidad de Durham, resalta el hecho de poder trabajar en la materia entre Europa y Latinoamérica. “Estamos aprendiendo mucho de

ambos lados, observando los dife-rentes contextos de la educación superior, pues aunque tenemos asuntos que son comunes traba-jamos en situaciones diferentes. Es una oportunidad de aprendi-zaje fantástica para los socios del proyecto y para encontrar nuevas soluciones que podamos aplicar en diferentes países”.

En cuanto a la evaluación del aprendizaje, Land asegura no ha-ber encontrado las diferencias que esperaba entre el sistema latino-americano y el europeo. “Yo creo que el latinoamericano está muy formalizado y demasiado regulado, pero destaco el avance del sistema de evaluación en Colombia y la región, y el interés de estas univer-sidades en aprender de nuestros sistemas, aunque estoy seguro de que no desean copiarlos, pues tienen un pensamiento muy crítico al respecto, y por supuesto es lo ideal, no copiar sino tomar crítica y asumir lo mejor; entonces no hay un proceso colonialista en este asunto, es más de entendimiento mutuo a nivel internacional”.

Así mismo, asegura que como efectos del proyecto en los próxi-mos años los estudiantes estarán mejor preparados para enfrentar el mercado laboral. “La vida profesio-nal es muy compleja, incierta, rápida y llena de riesgos; entonces nece-sitamos profesionales que puedan estar bien frente a esas situaciones, ese es el mundo en el que vivirán y el mundo que enfrentarán”.

Por CAROLINA SÁNCHEZ ÁLVAREZ

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Por DIEGO JARAMILLO GIRALDO

Con la nueva sede se espera ampliar la oferta académica y mejorar la cobertura en educación superior en una región estratégica para el desarrollo económico del Departamento.

Con un acto simbólico el próximo viernes 10 de mayo, el gobier-no departamental de Antioquia, la Univer-

sidad de Antioquia, los gremios y los estudiantes de la zona darán la primera palada en el terreno donde se levantará la nueva sede del Alma Máter en Urabá, municipio de Apartadó.

La unión de voluntades entre el Alma Máter, el sector productivo, los distintos gobiernos locales de Urabá y el gobierno departa-mental, materializará el sueño de una ciudadela universitaria para el Urabá antioqueño que, como se contempla en el plan de desa-rrollo departamental 2012-2015, ayude a jalonar el desarrollo de la región y a resolver las altas demandas en programas de edu-cación superior con pertinencia, al tiempo que se constituya en eje transversal del fortalecimiento institucional del territorio.

La nueva sede de Apartadó integrará al triángulo de oferta académica e investigativa de la Alma Máter en la región, en donde cuenta en la actualidad con la Seccional Urabá en Turbo –municipio en donde hace dieci-

siete años inició el programa de Regionalización de la Institución– y la sede de Ciencias del Mar, y la sede de Estudios Ecológicos y Agroambientales en Carepa.

Así, la región dispondrá de más capacidades y potencialida-des para atender, con cobertura y calidad, a la población estu-diantil de los 11 municipios de la zona y de municipios aledaños de departamentos vecinos como Córdoba y Chocó.

El espacio que se proyecta cons-truir será de 4.300 m2, con una ca-pacidad para alrededor de 1.000 es-tudiantes. La inversión de la primera etapa, que comprende dos bloques de aulas, un bloque de laboratorios, un bloque temporal de administra-ción, un bloque de cafetería, porte-ría y un bloque técnico, se estima en 21 mil millones de pesos, aportados por el Gobierno Departamental, el municipio de Apartadó y la Univer-sidad de Antioquia.

RespaldoPara hacer realidad este sueño,

cada uno de los actores sociales, políticos e institucionales ha puesto su granito de arena. El pasado 3 de abril, el Concejo Municipal de Apar-tadó aprobó en sesiones extraordi-narias un acuerdo para ampliar el terreno donado por el gremio bana-nero de la región, el cual inicialmente contemplaba 4,7 hectáreas y con la determinación de los concejales pasará a 10 hectáreas.

A ello se suma el fuerte respaldo institucional al proyecto por parte de la administración municipal que, según el alcalde de Apartadó, Luis Gonzalo Giraldo Aguirre, “ha sido un anhelo que hoy se vislum-bra y que permitirá avanzar en el fortalecimiento de la educación superior en Urabá”.

De acuerdo con el director de la Seccional Urabá con sede en Turbo, Jaime Uribe, “este proyec-to permitirá integrar más a la re-gión y ofrecerle más posibilidades de acceso a la educación superior con la instauración de nuevas sedes en la zona, para beneficio

Concejo de Apartadó aprobó ampliar los terrenos para construir la Ciudadela Universitaria

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La Ciudadela de Oriente tiene su norte

de toda la subregión, y no para un municipio en particular”.

Para el rector del Alma Máter, Al-berto Uribe Correa, el acto del 10 de mayo tiene un importante sentido y es “presentarle al país en qué con-siste este proyecto de Antioquia la más educada en la región de Urabá, que tiene como columna vertebral a la Universidad de Antioquia”. Se-ñaló además que este año, tanto la Gobernación como la Universidad, han puesto especial atención en las regiones de Oriente y de Urabá. Para el directivo, la Universidad de Antioquia “llega a las regiones con una premisa, ser un factor de inclu-sión y equidad como siempre lo ha sido y ser un motor de desarrollo para la sociedad”.

Por su parte, la directora de Regionalización, Dora Nicolasa Gómez, considera que un proyecto de esta magnitud refleja uno de los grandes propósitos que tiene la Universidad y es pensar de cara a las regiones, “esto con el ánimo de facilitar a jóvenes de todos los mu-nicipios el acceso equitativo a una educación superior de calidad y con pertinencia para los diferentes terri-torios, de acuerdo con sus diferen-tes vocaciones socio-económicas”.

Señala, además, que ejemplo de esto son los programas de Ciencias del Mar que actualmente se adelantan en la sede de Turbo, como Ingeniería Oceanográfica y Tecnología de Zonas Costeras.

AnunciosAsí como las regiones de Orien-

te y Urabá han tenido un papel protagónico en 2013, para 2014 se anuncian nuevas obras en dos regiones más. En el Bajo Cauca, específicamente en el municipio de Caucasia, se tendrán intervencio-nes en la sede, en aras de mejorar los espacios de bienestar y ampliar la infraestructura de laboratorios. Así mismo, en el Suroeste se cons-truirán nuevos laboratorios que beneficien a los estudiantes de la región en su ejercicio académico.

Otro de los compromisos fun-damentales del Alma Máter con las regiones para el próximo año será la ampliación de la planta de docentes. Al respecto, señaló el rector que “estamos aspirando a que entre 60 y 100 docentes se vinculen de tiempo completo a las sedes regionales de la Universidad de Antioquia, para que no solo ayuden en la formación de los estudiantes sino que se integren a la sociedad local y ayuden en la solución de problemas sentidos de las comunidades”.

Uribe Correa afirmó además que desde ya se planean intervencio-nes en otras regiones para el futu-ro próximo, con el fin de adecuar la infraestructura de educación superior en todo el departamento de la mano con la actual adminis-tración departamental.

El 9 de abril se inauguró en el municipio del Carmen del Viboral la primera fase de la Ciudadela Universitaria en el Oriente an-tioqueño, un edificio aledaño a la actual sede de la Universidad de Antioquia en El

Carmen de Viboral, de 6.412 m2 dotado con biblioteca, auditorio, salas de sistemas y 28 aulas que acogerán a 2.500 estudiantes.

“Al crecer esta sede, la Universidad tiene una gran cantidad de retos”, señaló el gobernador del departa-mento y presidente del Consejo Superior Universitario, Sergio Fajardo Valderrama, quien agregó que a la ins-titución le corresponde impulsar el desarrollo regional de la mano del emprendimiento, e incorporar nuevos modelos de enseñanza.

En el acto inaugural el Gobernador expresó el interés de su administración, de la mano de la Universi-dad y de los directivos del Instituto para el De-sarrollo de Antioquia, IDEA, de que el Alma Máter se haga cargo del Parque Tecnológico de Antioquia, ubicado en un predio cercano a la naciente Ciudadela Uni-versitaria.

Por su parte el rector, Alberto Uribe Correa, reiteró que “la sede de Oriente o sede alterna de la Universidad, dada la conectividad que tiene el Oriente con el Valle de Aburrá, será la ciudadela del siglo XXI, con todo lo que ello conlleva, las nuevas formas pedagógi-cas que se vienen imple-mentando en el mundo”.

“Llevar la educación superior a las regiones ha sido un logro para superar la inequidad”, destacó José Alberto Patiño, alcalde de La Ceja.

Magali Sepúlveda Giraldo, de la vereda Ojo de Agua de Rionegro, en representación de los egresados de la seccional Oriente, habló de la gran posibilidad que significó para ella la Universidad en su región.

Hija de campesinos y con nueve hermanos, Magali relató que es la primera de su familia en entrar a la uni-versidad. “Siempre nuestra vida –expresó– ha estado permeada por la idea de que la universidad es solo para personas de nivel económico muy alto (…) Desde el primer día que pisé la seccional Oriente me siento muy agradecida con todas las personas que trabajan en ella por darme una oportunidad y por pensar en mí. Hoy soy una persona con una visión diferente de la vida, mi Alma Máter ha transformado todo mi ser”.

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Los retos de los posgrados en la Universidad no se detienen

A tres lustros de la crea-ción legal del Sistema Universitario de Pos-grados en la Universi-dad de Antioquia hay

dos características que resaltan. En cuanto a cobertura, se eviden-cia un crecimiento exponencial en programas y en estudiantes de doctorado y maestría –incluidas las especialidades médicas– y una considerable disminución de las especializaciones. En efecto, un balance del comportamiento general de los posgrados en los últimos diez años arroja los si-guientes datos: han sido creados 252 nuevos programas, de los cua-les están activos –con estudiantes matriculados– 154 programas (24 doctorados, 53 maestrías, 45 especialidades médicas y 32 especializaciones).

En la actualidad (2013-1) hay 2.615 estudiantes matriculados (456 en doctorado, 1.514 en maes-trías y especialidades médicas y 645 en especializaciones).

Una comparación simple y meramente descriptiva, nos in-dica que la universidad de Sao Paulo tiene 31.9% de estudiantes de posgrado en relación con su matrícula total, la universidad de Chile 25%, la universidad Nacio-nal Autónoma de México 12.4%, la Universidad de Buenos Aires 5.4% y la UdeA 6.3%. Una matrí-cula ponderadamente razonable y realista debería aumentar hasta 15% en los próximos diez años en la Institución.

En cuanto a la acreditación es encomiable la labor de toda la comunidad universitaria en el proceso de autoevaluación, evaluación con fines de acre-ditación de alta calidad bajo la supervisión del Consejo Nacional de Acreditación y en la búsqueda de reconocimiento por agencias especializadas y prestigiadas como la Asociación Universitaria Iberoamericana de Posgrado, AUIP. Hoy la Universidad tiene trece programas de posgrado acreditados con alta calidad que corresponden al 80% de todos los programas que a nivel nacio-nal han recibido tal calificación; tiene cinco programas más en proceso final de para la misma acreditación y cuenta con cin-co programas de posgrado con premio internacional a la calidad otorgados por la AUIP.

Esta es la evidencia de que la cobertura con calidad es una cul-tura ligada a la evaluación que ha sido asumida con responsabilidad por parte de toda la comunidad universitaria, refrendando con ello la acreditación institucional recientemente recibida.

Sin embargo, no son menos evidentes tres aspectos negativos. Uno, el deficitario nivel de la ofer-ta y la cobertura de posgrados en las sedes regionales de la Univer-sidad, con lo cual incumplimos uno de los prometidos sociales de la Institución; dos, la perso-nalidad mayoritariamente disci-plinar de nuestros posgrados, que

siendo importante y necesaria, nos limita mucho a quehaceres académicos endógenos; y tres, el incipiente proceso de internacio-nalización en doble vía.

DesafíosDe manera periódica el Comité

Central de Posgrado, los coordina-dores de área, los coordinadores de programas y los empleados de la Dirección de Posgrado, dis-cuten sobre el futuro del Sistema Universitario de Posgrado y sobre las alternativas de mejoramiento. De los problemas concurrentes encontrados se derivan algunos desafíos, tales como sostener el crecimiento cualitativo y cualita-tivo de los posgrados en ciencias básicas de todas las áreas de cono-cimiento como base fundamental de la calidad científica y como valor agregado a la misión científica de esta Universidad

Otro es, aprovechando la for-taleza anterior, diversificar los posgrados en ciencias aplicadas y los programas interdisciplinarios asociando esfuerzos en torno a la solución de problemas. Para ello es necesario pasar de la interdiscipli-nariedad como asociación perso-nal o profesional a la asociación de saberes, experticias y logística.

Por tanto, es necesario con-solidar la unidad epistemológica y logística entre proyectos de investigación y programas de pos-grado, y fomentar la unión entre saberes básicos cualificados, la investigación básica con impacto

importante pero indirecto y media-to, con saberes aplicados e inves-tigación con impactos directos e inmediatos, puesto que ello tiene como contexto la relación entre ciencia, tecnología e innovación y el propósito institucional de profundizar las relaciones entre la Universidad y la sociedad, ya no sólo por la vía de la formación de profesionales para el trabajo, sino también por la vía de la formación de profesionales más autónomos científica y tecnológicamente y menos dependientes socialmente.

Por supuesto, aún faltan por afinar muchos detalles administra-tivos y financieros sin los cuales todo lo expuesto hasta aquí sólo sería intención. Así por ejemplo, sabemos que es necesario, adecuar la infraestructura básica y las nue-vas tecnologías para la docencia; intensificar la internacionalización de los programas de posgrado con miras a doble titulación, movilidad, intercambio; ampliar las redes de posgrados nacionales e internacio-nales; ampliar la red de semilleros de investigación y el número de es-tudiantes instructores como aseso-res de docencia o de investigación; fortalecer el sistema de becas de posgrado; aumentar la matrícula de estudiantes de posgrado mediante incentivos académicos para los es-tudiantes de pregrado de la universi-dad y del país; ampliar y diversificar la oferta de programas de posgrado para las subregiones e instituciona-lizar la administración académica de los programas de posgrado en las unidades académicas.

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ORGANIZACIÓN: Universidad de Antioquia • Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Antioquia • Universidad Nacional de Colombia sede Mede-llín • Corporación Universitaria Lasallista • Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid • Universidad Católica de Oriente - UCO • Universidad La Salle Bogotá • Universidad del Tolima • Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y de Zoo-tecnia de Colombia - COMVEZCOL • Instituto Colombiano Agropecuario - ICA • Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria – CORPOICA • Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria CIPAV

El sector agroalimentario aporta sustancialmente a la economía del país promoviendo y garantizando el desarrollo sostenible.

El sector público y académico tienen el reto de generar nuevas estrategias y políticas y realizar alianzas con la empresa privada para que el sector agroalimentario alcance niveles más competitivos. De esta manera se busca apoyar a los pequeños y medianos produc-tores en los procesos de transformación productiva que garantice el crecimiento agropecuario y el desarrollo social, sin menoscabar los recursos naturales para las futuras generaciones.

OBJETIVO. Propiciar un espacio para que los protagonistas del renglón agropecuario discutan los problemas centrales y las estra-tegias de desarrollo para alcanzar la competitividad y sostenibilidad de este importante sector de la economía.

DIRIGIDO a estudiantes, profesores, investigadores, empresa-rios y profesionales del sector agropecuario, gremios, productores, organizaciones no gubernamentales y agencias del Estado.

CONFERENCISTAS. Abner Rodríguez, U. de Puerto Rico. Al-fonso Torres. U. de Cornell, Estados Unidos. Arturo Puente Gonzá-lez, Colegio de Posgraduados en Ciencias Agrícolas, México. Luiz Gustavo Ribeiro Pereira y Claudio Ulhoa Magnabosco, Empresa Brasilera de Investigación Agropecuaria, Brasil. Guillaume Lama-rre, Mc Gill University, Canadá. Laurence Bernard, INRA, Francia. Tomas Preston, Reino Unido – CIPAV. Enrique Murgueitio Restrepo, Colombia – CIPAV. Claudia Patricia Uribe Galvis, Colombia. Juan Lucas Restrepo Ibiza, Colombia Corpoica. Ramón Correa Nieto, Co-lombia Comvezcol. Teresita del Carmen Beltrán Ospina, Colombia ICA. Wagner Cotroni Valenti, Universidade Estatal Paulista, Brasil.

INSCRIPCIONES: http://reune.udea.edu.co INFORMES: Juan David Rodas González. Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Antioquia. Teléfono: (57)-4-2199140 -Fax: (57)-4-2199101. Página web: www.enicip.com • Correo electrónico: [email protected]

Doctorado en Educación, con acreditación de alta calidad por ocho años

El más reciente de los posgrados de la Universidad de Antio-quia en recibir por parte del Ministerio de Educación Nacional la acreditación de alta calidad fue el Doctorado en Educación y se convirtió, así, en el programa número 13 de la institución en ostentar ese reconocimiento.

Entre los aspectos positivos que resalta la Resolución 1312 de 2013, mediante la cual el Ministerio otorgó el reconocimiento por un tiempo de ocho años al Doctorado que lidera la Facultad de Educación se destaca la coherencia y apropiación sustantiva de los objetivos del posgrado por parte de todos los estamentos que conforman la comunidad educativa del programa; la planta docente, compuesta por 18 profesores de tiempo completo, todos ellos con doctorado, la productividad académica de los docentes del programa, representada en 163 artículos, 88 capítulos en libros, 64 libros y 85 trabajos presentados en eventos en los últimos seis años, así como los grupos de investigación al servicio del progra-ma donde se destacan dos clasificados A1 y tres A en el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología.

El Ministerio de Educación también resalta la dimensión inter-nacional del programa, representada en 112 profesores visitantes entre 2006 y 2012, para el desarrollo de seminarios, jurados de candidatura y jurados de tesis doctoral, la consolidación de la tesis doctoral como el eje articulador del proceso formativo permitiendo que cada participante haga una inmersión pronta en su proceso investigativo, y la contribución del Doctorado en la evaluación, estructuración, fomento, aplicación y seguimiento a políticas para el sector educativo en su zona de influencia.

Desde la creación del Doctorado en el período 1990-1995 e inicio de su primera cohorte en 1996, el programa ha logrado convocar diez cohortes, que han permitido formar 39 doctores, quienes están vinculados al sistema universitario nacional y al magisterio estatal del departamento de Antioquia.

En la actualidad el Programa de Doctorado cuenta con 31 estudiantes matriculados y 3 doctorandos en proceso de evalua-ción de sus tesis. Es decir, finalizado el primer semestre de este año el Programa de Doctorado habrá consolidado la cifra de 42 doctores formados.

“Esta cifra es un hito en la historia nacional de los programas de doctorado en Colombia y posiciona al programa como uno de los más importantes del país”, dice el actual decano Carlos Arturo Soto Lombana y quien fuera coordinador del Programa de Doctorado en Educación.

En estos 17 años de funcionamiento el Doctorado ha recibido la visita de varias comisiones de evaluadores externos que han juzgado la calidad del programa en diferentes momentos.

Así, en 2000 se produjo la visita de pares del Comité Nacional de Acreditación de Maestrías y Doctorados con el fin de otorgar la acreditación previa al programa. En 2005, la visita de pares nacionales invitados por la Universidad de Antioquia, cuya co-misión fue presidida por el profesor Guillermo Hoyos (qepd). En 2007, la visita de pares internacionales, dentro del contexto de la convocatoria de la AUIP (Asociación Universitaria Iberoameri-cana de Posgrados), en donde el Programa de Doctorado recibió una mención de honor por su alta calidad. En 2011, la visita de pares nacionales para efectos de renovar el registro calificado. Y en 2012, la visita de pares CNA para verificar las condiciones de alta calidad del Programa.

El Programa de Doctorado en Educación tiene una apertura anual y oferta cupos en las siguientes líneas de formación: Educa-ción y tecnologías de la información y la comunicación. Educación superior. Estudios históricos en educación, pedagogía y didáctica. Educación matemática. Educación en ciencias naturales. Estudios interculturales. Educación en ciencias sociales y humanas. Edu-cación, cuerpo y motricidad.

Dentro de los desafíos propuestos a mediano plazo por parte del Comité del Programa, se encuentra la acreditación interna-cional del programa y la creación de dos nuevos programas de doctorado en el campo de la educación en ciencias naturales y la educación matemática.

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Reino Unido – UdeA: una relación con cimientos sólidos

En su periplo por Co-lombia, una delega-ción británica de 30 representantes de ins-tituciones educativas

públicas y privadas, encabezada por el ministro de Universidades y Ciencia, David Willetts, visitó la Universidad de Antioquia para es-trechar los vínculos en docencia, investigación, ciencia y tecnología.

Movilidad estudiantil, investiga-ción científica colaborativa, trans-ferencia social del conocimiento, enseñanza del inglés para colom-bianos y del español para británi-cos, son algunas de las áreas de interés en las que se desarrollarán futuras alianzas entre la Universi-dad de Antioquia y el Reino Unido.

Estos ejes clave fueron acor-dados en dos mesas de trabajo, con representantes de diferentes universidades y agencias del Reino Unido, el embajador del Reino Uni-do en Colombia, Lindsay Croisdale-Appleby, y las directivas universi-tarias e investigadores del Alma Máter, quienes se dieron cita en el Paraninfo, el 22 de abril último.

“Ellos se mostraron interesados en el desarrollo de nuevas posibili-dades para la obtención de energía y en algunos temas de salud, entre los que mencionaron las enfermedades tropicales, los avances del Grupo de Neurociencias en el tratamiento del Alzheimer, otras enfermedades neu-rológicas y los trasplantes”, explicó Alberto Uribe Correa, rector de la Universidad de Antioquia, quien es-pera que las alianzas se materialicen entre el segundo semestre de 2013 y el primero de 2014.

Otra línea de trabajo será en la pro-moción para que jóvenes británicos puedan venir a Colombia y aprender español; asimismo la posibilidad de que jóvenes antioqueños visiten el Reino Unido y aprendan inglés.

Tony Regan, vocero de la Em-bajada Británica en Bogotá, afirmó

que son muchas las posibilidades de alianzas y colaboración en ciencia, innovación, enfermedades biológicas, química, educación y en la enseñanza de idiomas. “Nos interesa el aprendizaje del español porque es una de las lenguas más importantes del mundo y porque tenemos intención de fortalecer nuestras relaciones comerciales, especialmente con Latinoamérica y con Colombia”.

Tras esta reunión se abren posi-bilidades de colaboración en varios frentes. “En términos de extensión, vemos muy importante las mo-dalidades para transferencia del conocimiento y la realización de in-vestigación aplicada colaborativa. La manera anglosajona de concebir la extensión evolucionó hasta es-tablecer una mayor relación con la sociedad y la comunidad”, expresó María Helena Vivas, vicerrectora de Extensión.

La historia de la Universidad de Antioquia, su acreditación en ca-lidad y su capacidad investigativa fueron algunos de los motivos para que esta delegación visitara el Alma Máter. “El hecho de que hayan en-viado una delegación tan numerosa y de tan alto nivel, demuestra el interés del Reino Unido por esta-blecer relaciones más estrechas con Colombia, Antioquia, Medellín y la Universidad de Antioquia”, anotó Fanor Mondragón Pérez, vicerrector de Investigación de la Universidad.

Durante su visita a Colombia, el Ministro Británico se reunió también con Juan Manuel Santos, presidente de la República, María Fernanda Campo, ministra de Educación, Sergio Fajardo, gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, alcalde de Medellín, y Gina Parodi, directora del Sena.

De la misma manera, participó en el lanzamiento oficial de “UK Colom-bia Trade”, una entidad de negocios que busca fortalecer la relación co-mercial entre los dos países.

La visita de la delegación de Reino Unido a la Universi-dad de Antioquia el pasado 22 de abril no fue gratuita, sino que surgió gracias a una estrecha relación que se ve reflejada en hechos tan dicientes como los más de 22 trabajos de investigación que realiza el Alma Máter de Antioquia en colaboración con este país.

En el último año, la Universidad ha participado en todas las actividades propuestas por el British Council (entidad británica especializada en internacionalización de la edu-cación y relaciones culturales) y la Embajada Británica, lo que le ha permitido establecer y fortalecer contactos claves con instituciones y universidades británicas, como la University College London (UCL), una de las mejor rankeadas a nivel internacional, que realizó dos visitas al Alma Máter en 2012.

En noviembre de 2011, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, visitó Reino Unido marcando el inicio de una nueva dinámica en las relaciones bilaterales, lo que se ha visto reflejado en un interés por reforzar los lazos entre universidades (entre ellas la Universidad de Antio-quia) y centros de investigación de ambos países, con actividades como el lanzamiento de un fondo de apoyo financiero a proyectos de innovación en Colombia; la visita de una delegación de universidades colombianas a Londres en 2012; el apoyo para participar en la feria internacional Going Global realizada en Dubai en marzo de 2013 y la organización de la feria Education UK con la participación de 40 universidades británicas.

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Foto Luis Javier Londoño Balbín

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Por LUIS JAVIER LONDOÑO BALBÍ[email protected]

“Los académicos no siempre estamos en capacidad de cambiar”, sostiene Jamil Salmi

Grandes y exitosas em-presas de hoy como Google, Microsotf o Apple no existían hace treinta años atrás. El

sector productivo y las formas de trabajar han cambiado mucho. En poco tiempo pasamos de escribir a mano a la máquina y ahora al computador, al ipad, a los teléfonos inteligentes, a las tabletas… Cam-bios vertiginosos que representan grandes desafíos, en particular para la formación superior.

Uno de esos desafíos, señala el experto en transformación de la edu-cación superior y consultor del Ban-co Mundial, Jamil Salmi, es establecer qué enseñarles a los estudiantes que sea relevante a lo largo de su vida.

“Muchos de los conocimientos que son hoy relevantes en dos, cinco o diez años ya no lo van a ser, y por eso la capacitación de los es-tudiantes tiene que cambiar”, dice.

Parte de ese cambio, propone Salmi, tiene que ver con el desa-rrollo de competencias generales como la capacidad de trabajar en equipo. “Las universidades enseñan al estudiante como individuo, los exámenes son como individuo y tan pronto sale al mundo laboral tiene que trabajar en equipo, para lo cual no está preparado”, observa.

Para el experto, también resulta indispensable prepararse en varios idiomas extranjeros, y en el trabajo presencial y virtual. Y hay que darle la oportunidad al estudiante, dice, de desarrollar la creatividad y de adquirir nociones de diseño.

Frente a esos retos, sostiene que la mayoría de las universida-des del mundo encuentran difi-cultades para adecuarse y hacer los cambios requeridos.

“Es difícil seguir trabajando hoy de la misma manera que hace cien años, en un mundo que está cambiando todos los días, y por eso creo que el desafío es más para los académicos, porque los jóvenes ya en su vida cotidiana están funcionando de otra mane-ra, y los académicos no siempre estamos en capacidad de cambiar nuestros hábitos, de ponernos en duda. Ese es el desafío de la universidad”, afirma.

Según Jamil Salmi, la crisis de la universidad en el mundo se refleja en los problemas de financiamiento y de las dificultades de los profesio-nales para conseguir trabajo. Cada día, observa, “son menos los apor-tes del estado a las universidades públicas, en Colombia, en Estados Unidos, en muchos países”.

En ese sentido, plantea que, sin dejar de exigir que el Estado financie la educación superior, las universidades más exitosas serán las que logren completar el presupuesto con recursos pro-pios, a través de los proyectos de

investigación y del desarrollo de las propias empresas.

Sin desconocer que cuando se habla de formación en competen-cias a menudo en el mundo aca-démico hay cierta aprehensión y resistencia por cuanto hay quienes consideran que la universidad no está para satisfacer las demandas específicas de las empresas, Salmi sostiene que la institución tiene la doble responsabilidad de ofrecerle al joven la oportunidad de encontrar o crear su propio trabajo y asegu-rarse de que pueda desempeñarse como ciudadano responsable.

“En un país como Colombia, con problemas de pobreza, de des-igualdad, de corrupción, de violen-cia, la situación no va a cambiar por decreto del Estado o de cualquier político, sino por la participación positiva de todos los ciudadanos, y si no reciben los valores, si no los construye el sistema educativo en todos los niveles la sociedad no va a mejorar”, asegura.

Como asegura también que el futuro de cualquier país está en la calidad y la pertinencia de la educación y, por tanto, insiste en la necesidad de invertir en la for-mación del talento humano, como motor de desarrollo.

Eso significa, explica, que las universidades “tienen que hacer énfasis no solo en la investiga-ción, sino también en la calidad de la capacitación de los jóvenes y de los adultos que van a tener que volver a la universidad para cambiar y adquirir nuevas compe-tencias para estar al día”.

Tras destacar como elementos positivos del sistema de educación superior colombiano los avances en la cobertura estudiantil, la di-versidad institucional con univer-sidades públicas y privadas, y con niveles distintos de investigación,

técnico y tecnológico, el sistema de medición de logros académicos implantado por el Icfes y el crédito educativo ofrecido por el Icetex, Ja-mil Salmi señaló algunas falencias.

Entre los problemas que ad-vierte está, desde luego, el recorte financiero, la acreditación de la calidad que muchas instituciones de educación superior todavía no cumplen, la gobernabilidad y la falta de flexibilidad para con las universidades públicas que, afirma, requieren “para adaptarse a los cambios en el mundo”.

Salmi es partidario de mantener el equilibrio entre la planificación y el direccionamiento de la investi-gación y la libertad necesaria para acometer el trabajo científico y la innovación. “Ni lo uno ni lo otro, pues no hay que ser extremos. Los investigadores por definición nece-sitan la libertad de buscar nuevas pistas y a veces uno no está seguro del resultado; pero, al mismo tiem-po, hay que incentivar para que los resultados de la investigación sean relevantes y pertinentes para los problemas del país”, explica.

Y respecto de las universidades de calidad, el experto internacio-nal sostiene que el problema de los rankings es que apuntan a un tipo de universidad, las mejores universidades de investigación, como el ranking de Shanghai, pero, dice, hay otros criterios que hay que medir.

Por ejemplo, explica, en Estados Unidos hay un rankings que mide la contribución de las universidades a los problemas de salud a nivel global. “Siempre hay que preguntar qué están midiendo los ranking, y si son útiles”, dice, y asegura, en todo caso, que sería bueno que las universidades de América Latina se esforzaran por estar entre las mejores del mundo.

Pocas instituciones sobreviven tantos años. La Universidad de Antioquia, con doscientos diez años de historia está en el corazón y es un pilar del desarrollo de la ciudad de Medellín y del departamento de Antioquia por la acogida de estudiantes, por la contribución en investigación, por los vínculos con la comunidad y con el mundo productivo, donde ejerce un papel muy importante como universidad pública, dijo el experto en educación superior y consultor del Banco Mundial, Jamil Salmi.

El desarrollo de las universidades es un programa de largo plazo y por tanto debe ser una política de Estado, más que de Gobierno, proveer más recursos.

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"Las víctimas deben estar en el centro de las negociaciones de paz"

Si fructifican las negocia-ciones que el gobierno y las Farc adelantan en La Habana, Cuba, desde octubre del año pasado,

está claro que no se van a acabar todas las violencias que azotan a los colombianos, pero el país habrá dado un paso muy significa-tivo hacia la reconciliación de los colombianos y un salto cualitativo al futuro, un paso tal que los cos-tos que comportan los eventuales acuerdos, aunque considerables, serían ínfimos en contraste con los beneficios y la gran riqueza que podría obtener Colombia.

“En un proceso exitoso de paz Colombia sería sin lugar a dudas un país potencia en el continente, sería una nación que podría liderar procesos que en las actuales con-diciones no puede, y ese es un de-bate en el cual la academia también debe contribuir, para evidenciar los argumentos en pro de la paz”, dice el congresista Iván Cepeda, quien fue conferencista en la cátedra de formación ciudadana Héctor Abad Gómez que promueve la Rectoría del Alma Máter, las facultades de Medicina y Salud Pública y la Cor-poración Héctor Abad Gómez.

El periódico ALMA MATER recoge algunas de las respuestas que el reconocido líder del Movi-miento de víctimas de crímenes de Estado dio a periodistas del sistema de comunicaciones de la Universidad de Antioquia.

¿Qué papel cumplen las víc-timas del conflicto interno co-lombiano, dónde deberían estar en las negociaciones de paz?

—Iván Cepeda. Deberían estar en el centro de las discusiones y ser escuchadas por la mesa de conversaciones de manera directa. Uno de los asuntos fundamentales es que las víctimas participen, y no solamente en mandar propuestas. Esa es otra de las líneas que no pueden ser transgredidas; los ac-tores de esta negociación tienen que escuchar muy atentamente y recibir los clamores y exigencias de las víctimas. Ahí hay una diferen-

cia con otros puntos del eventual acuerdo, y es que no se trata de negociar entre guerrilla y Gobierno la justicia, la verdad y la reparación, sino de saber cómo le van a dar la cara a sus respectivos deberes con relación a las víctimas, y ver qué responsabilidad hay y cómo se va a asumir esa responsabilidad por parte de la guerrilla y del Estado.

¿Cuál ha sido el avance en el reconocimiento de las víctimas?

—Colombia en los últimos vein-te años, tal vez con más intensidad en los últimos diez, ha venido dando pasos en esta dirección. Se ha creado un mínimo marco legal y

jurídico internacional de los derechos de las víctimas, se ha producido un cambio de mentalidad tímido pero importante con relación a las vícti-mas, se ha ampliado el universo de quié-nes son las víctimas en Colombia y se han producido avances en materia judicial, tanto en la justicia ordinaria como en la justicia constitucio-nal por darle un nom-bre. Ahí tenemos una mínima plataforma sobre la cual abocar los deberes para con las víctimas.

¿Debería diferenciarse entre las víctimas del paramilitarismo y de la guerrilla?

—Lo fundamental es que se respete sin discriminación los derechos de todas las víctimas. Además, hay un universo funda-mental que son las víctimas de los agentes e instituciones del Estado. Ese componente es esencial en esta discusión, y por supuesto el principio de igualdad no quiere decir que todas las víctimas sean tratadas de la misma manera; hay víctimas por su origen rural, por su condición de género, de edad, del grado de daño que han sufrido que deben ser tratadas de acuerdo con

Asistentes a la Cátedra Pública Héctor Abad Gómez el 5 de abril de 2013, en el auditorio de la Facultad Nacional de Salud Pública, con el conferencista invitado Iván Cepeda Castro (foto inferior)

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esas especificidades, sin vulnerar el principio de no discriminación y de acceso igualitario a los derechos.

¿Y cuál es el principal escollo que usted le ve hoy al proceso?

—Para mí es el contexto polí-tico. Unas negociaciones de paz en medio de un proceso electoral crean una interferencia y un ruido muy complejo, sobre todo por-que quienes están en contra del proceso están utilizando como argumentos asuntos que van a in-cidir en las elecciones. Allí hay una situación muy turbulenta. La gran ventaja del proceso es que está avanzando rápido, en condiciones de reserva y confidencialidad, y eso tiene sus ventajas. La desventaja es que muchos sectores sociales se sienten excluidos, marginados, ausentes del proceso, y hay que buscar cómo superar esa situación.

Pero la metodología parece arrojar mejores resultados…

—Sin duda, esa es una experien-cia que se ha adquirido. Es difícil que los dos equipos, tanto el del gobierno como el de las Farc, se pongan de acuerdo si hay inter-ferencias, voces y micrófonos. Y nosotros lo vimos en La Habana: se está avanzando, hay cosas ya construidas, y equipos de ambas delegaciones que están redactando todo el tiempo los acuerdos.

¿Cuáles son los puntos cru-ciales en la negociación?

—Uno es el que tiene que ver con el hecho de que no puede haber un proceso de paz con impunidad de crímenes de lesa humanidad. Está claro que la justicia tendrá que proferir condenas, tanto contra la guerrilla como contra los agentes del Estado, pero habrá una discusión si esas penas se cumplirán en cárceles y en qué condiciones. Otro punto es la participación política. Es ineludible pensar que las Farc y el ELN, pero también los agentes del Estado comprometidos en la violencia vayan a quedar marginados de la política. Está también la discusión alrededor de la justicia transicional, como un universo que puede permitir sali-das complementarias; la comisión de la verdad; las reparaciones, las restituciones de carácter político, económico. Nosotros vamos a intentar incentivar el debate en las mesas regionales que va a hacer el Congreso en todo el país.

¿Cuál es el costo y los divi-dendos de la paz?

—Nosotros hemos hecho un ejercicio estadístico y cuantitativo con fuentes oficiales. El ministro de Hacienda señaló que Colombia pierde entre 1 y 2 puntos de cre-cimiento económico anualmente por efectos del conflicto armado. Esa afirmación proyectada en el tiempo y cuantificada de acuerdo a los ritmos del PIB nos arroja una

cifra en 2033, es decir a 20 años de terminada la guerra en Colom-bia, de una ganancia neta de 650 billones de pesos como ingresos adicionales al crecimiento y al PIB que tiene hoy el país. El centro de pensamiento Radar señaló que el costo anual del posconflicto, de cuánto puede costar la desmovili-zación, la aplicación de los acuer-dos, los cambios institucionales, podría llegar a 22 billones de pesos anuales, 444 billones de pesos en 20 años. Es perfectamente finan-ciable el proceso de paz, si se parte de la idea de que los beneficios y los dividendos económicos van a ser infinitamente superiores.

¿Cómo ve usted la participa-ción política de las Farc y del ELN a futuro?

—Es evidente que se debe pro-ducir una revolución en nuestra

concepción de la política y de las garantías políticas y de los actores políticos; creo que es de entrada necesario afirmar que no hay ningún proceso de paz en el mundo que no concluya con la integración de las fuerzas de los insurgentes o de los rebeldes al universo político. Esa es una ex-periencia que debemos aprender de otros contextos. No digo que va a ser fácil, ni que es un camino que esté despejado, pero es una realidad a la cual vamos a tener que hacernos en los próximos años si se da este acuerdo de paz. Ahí hay varios problemas: no solo cómo hacer compatible la justicia, la reparación de las víctimas de lado y lado y la participación política, sino también cómo garantizar que

en Colombia no se vuelva a repetir una amarga experiencia como la de la Unión Patriótica, y cómo hacer que el ingreso de las nuevas fuer-zas a la política implique también modernización, y democratización de nuestro sistema político. El sistema electoral colombiano es anacrónico, no es transparente, no es eficaz y debe producirse ahí una transformación de fondo.

¿Qué piensa de que los diá-logos se estén dando solo con las Farc?

—Yo creo que el proceso de paz debe ser integral y debe abocar no solo el conflicto armado colom-biano con las Farc y el ELN, sino también buscar resolver factores esenciales que han permitido el conflicto. Uno de ellos es la sus-titución de los cultivos ilícitos y la desactivación de lo que llama el

Gobierno las bandas criminales, que a mi modo de ver siguen cum-pliendo el papel de las estructuras paramilitares. En Colombia hay 241 municipios más o menos en los que se está librando el conflicto básicamente con las Farc y el ELN y hay otro tanto, 330 municipios, en los cuales hacen presencia las bacrim; así que en casi la mitad de los municipios de Colombia ni el Estado de derecho ni la institucio-nalidad funcionan de acuerdo con los principios democráticos.

¿Está preparado el país para el posconflicto?

—Creo que sí existen condicio-nes políticas, sociales para poder abocar esa tarea. No digo que tengamos una especie de unani-

mismo frente a lo que puede ser un proceso de paz o una construcción de la posguerra, pero sí creo que hay sectores muy importantes del país que están comprometidos. Sin embargo, es necesario avanzar en la manifestación pública, en la expresión social y política de ese respaldo mayoritario a la paz. El país requiere construir un con-senso social para la paz, porque también la experiencia nos muestra que una cosa es el proceso en la mesa entre los actores directos, y otra cosa es el diálogo social y el consenso de las fuerzas sociales. La Corte Penal Internacional puede tragarse los sapos que nos vamos a tragar nosotros aquí en Colombia, pero sobre la base de que haya un mínimo consenso social sobre ese tipo de decisiones. Aquí vamos a tener que abocar una situación en

la cual los acuerdos podrán ser muy buenos, podrán gustarle a mucha gente y a otra no, pero tendrán que ser refrendados social, jurídica y constitucionalmente.

¿Cómo valora el actual pro-ceso con las Farc?

—Creo que es el mejor proceso de paz que se ha tenido, sin lugar a dudas, con las Farc. Es el proceso, por muchas razones, que hasta aho-ra ha llegado donde nunca se pensa-ba que se llegara en otros procesos anteriores. Pero el contexto político es turbulento y es necesario avanzar en la definición de muchos aspectos sustanciales. Si en Colombia se firma un acuerdo en noviembre, habremos roto todos los récords internacio-nales en materia de duración de un proceso de conversaciones.

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Por CAROLINA SÁNCHEZ ÁLVAREZ

Universidad y mercado laboral, matrimonio de acuerdos y desacuerdos

La competencia por ingre-sar al mercado laboral profesional en Colombia no comienza necesaria-mente al graduarse, sino

incluso desde mucho antes, cuando un número apreciable de jóvenes aspira a los cupos limitados que ofrecen las universidades.

La situación se evidencia, por ejemplo, en las 13.649 personas que aspiraron por un cupo en la sede Medellín de la Universidad Na-cional de Colombia en 2012, de las cuales fueron admitidas 2.987, y las 76.393 que presentaron examen de admisión en el mismo periodo en la Universidad de Antioquia, donde se admitieron 11.149.

A este panorama hay que agregar que no todas las personas que pueden ingresar a estudiar a la universidad logran completar sus estudios, pues durante el proceso se enfrentan a diferentes circunstancias, que pueden llevar al estudiante a abandonar su carrera. En Colombia la tasa de deser-ción académica en las Instituciones de Educación Superior oficial por cohorte, asciende al 50% y en Antioquia, es de un 51%. Por su parte en las IES priva-das es de 52% a nivel nacional.

Teniendo en cuenta los factores como los señalados, que median en-tre la intención de ser un profesional universitario y el ingreso al mercado laboral, según el Observatorio La-boral para la Educación, entre 2001 y 2011 se graduaron en Colombia 1.909.423 en educación superior, 381.829 como técnicos o tecnólo-gos, 1.116.429 en pregrado y 158.499 en posgrado. En el mismo lapso,

en Antioquia se graduaron 136.537 profesionales en pregrado, 76.664 de institu-ciones privadas y 59. 873 de instituciones públicas.

Sin embargo, no todos los que han finalizado sus estudios ejercen en el cam-po laboral, ni cuentan con empleos bien remunerados.

Mauricio López, coordi-nador del grupo de inves-tigación Macroeconomía Aplicada de la Universidad de Antioquia, explica que en Co-lombia la tasa de desempleo, que para el 2012 fue de 9,6, es muy alta comparada con los demás países de la región que utilizan un método de cálculo similar, y afecta todos los grupos poblacionales, es decir, desde los menos cuali-ficados, hasta profesionales.

Según el DANE, al cierre del año 2012 había 2 mi-llones 394 mil desempleados, y 20 millones 696 mil personas ocupadas en Colombia, de las cuales un millón 865 mil eran técnicos o tecnólogos y 2 millones 3 mil universitarios y posgraduados.

Esta misma entidad, muestra que la tasa de ocupación nacional para 2012 fue de 50,0% para aquellos que no tienen ningún título, 65,2% para bachilleres, 76,4% para técnicos o tecnólogos, 80,3% para universitarios y 86,5% para posgrados.

Mauricio López observa que en Colombia pareciera ser que tener un nivel de educación más alto no es una prenda de garantía para conseguir empleos mejor remunera-dos, pues la tasa de desempleo es tan alta, y los empleos son de tan

mala calidad, que el tener mayor formación no garantiza encontrar un mejor trabajo. “Eso no quiere decir que mejorar la situación académica no rinda frutos en el mercado de tra-bajo, pues se observa que el número de años de estudio está relacionado con el nivel salarial”, agrega.

Por supuesto, los cambios en los aparatos productivos también han incidido en las oportunidades labo-rales. Hoy Colombia es un país cen-trado en la minería y quizás, explica López, no se tienen los profesionales de alto nivel que atiendan los reque-rimientos, por lo que ya comienzan a diseñarse programas académicos acordes con las demandas.

La compañía multinacional Hays, dedicada a la selección especiali-zada de talento, realizó un estudio

donde muestra las carreras profesionales que tendrán más demanda en el país durante los próximos 20 años, con base en datos demográficos, tendencias de los sectores industria-les, y mercado laboral ac-tual. Estas carreras son: ingeniería civil, ingenierías asociadas a especializacio-nes en túneles, transpor-tes, logística y sismología, ingenierías en geología y geofísica, administración de empresas, ingenierías mecá-nica, hidráulica, ingeniería subacuática para las áreas de perforación, ingeniería de telecomunicaciones con sus afines, y las profesiones relacionadas con la eje-cución de proyectos para infraestructura, transporte, y producción industrial.

No obstante, el vicerrec-tor de Docencia de la Uni-versidad de Antioquia, Juan

Carlos Amaya, opina que no solo debe haber una preocupación por el mercado laboral, sino también por las necesidades sociales, pues si bien en la institución hay programas que se crean con la finalidad de responder a algunas necesidades del mercado como ingeniería de telecomunica-ciones o ingeniería civil, esto no es un requisito absoluto. “Existen entre nosotros programas que en otras universidades se han cerrado, como sociología, antropología o historia, que son trascendentales en esta sociedad, y que deberían tener mejor receptividad”, señala.

Mauricio López está de acuerdo con que en una sociedad como la colombiana, atravesada por proble-máticas como el conflicto armado y la violencia, las ciencias sociales resultan fundamentales. “La univer-sidad debe evaluar qué necesita el mercado y orientar algunos de los programas a la demanda, pero a su vez debe continuar con el papel for-mador en ciencias humanas y artes, que son profesiones que enriquecen la sociedad y no tienen demandas tan explícitas del mercado”.

Por su parte, el vicerrector de Docencia de la Universidad de An-tioquia, asegura que manteniendo la independencia y autonomía se mira el mercado laboral, reconociendo que la universidad y el mercado son dos mundos distintos, aunque no aislados. “Nosotros nos movemos con los dos mundos, tratando de garantizar condiciones de calidad de los profesionales”, concluye Amaya.

En 2.012, la Universidad de Antio-quia graduó 4.000 estudiantes, 3.625 profesionales y 375 técnicos o tec-nólogos. Según el observatorio de la educación superior, para el año 2.011 el 85,5 % de los graduados en la Univer-sidad de Antioquia estaban vinculados al sector formal de la economía, con un salario promedio de $1.824.424.

Agronomía, veterinaria y afines: agronomía, medicina veterinaria, zootecnia. • Bellas artes: artes plásticas, visuales y afines, artes representativas, diseño, música, publicidad y afines. • Ciencias de la salud: bacteriología, enfermería, instrumentación quirúrgica, medicina, nutrición y dietética, odontología, optometría, otros programas de ciencias de la salud, salud pública, terapias. • Ciencias sociales y humanas: antropología, artes liberales, bibliotecología, otros de ciencias sociales y humanas, ciencia política, relaciones internacionales, comunicación social, periodismo y afines, deportes, educación física y recreación, derecho y afines, filosofía, teología y afines, formación relacionada con el campo militar o policial, geografía, historia, lenguas modernas, literatura, lingüística y afines, psicología, sociología, trabajo social y afines • Economía, administración, contaduría y afines: administración, contaduría pública, economía • Matemáticas y ciencias naturales: biología, microbiología y afines, física, geología, otros programas de ciencias naturales, matemáticas, estadísticas y afines, químicas y afines.

*Obrero o empleado particular incluye jornalero o peón • **Trabajador sin remuneración incluye trabajador familiar y no familiar sin remuneración. Fuente: DANE, Gran Encuesta Integrada de Hogares – GEIH. Nota: La suma de las par-ticipaciones puede diferir de 100% por la no inclusión de la categoría ”no sabe/no informa” y por efecto de decimales.

Distribución porcentual de ocupados según título alcanzado y posición ocupacional. Total nacional Año 2012

Graduados en Colombia entre 2001 y 2011 por áreas del conocimiento

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“Colombia, un país pluralísimo de culinarias, etnicidades y fogones”

Mamona, entrevera-do, ajiaco, bandeja paisa, guiso de chi-vo, tamal, sanco-cho, arroz atollado,

mero, carnes curadas. Guisos, fritos, sofritos, refritos, ahumados, envueltos. Hojas de bijao, maíz, hormigas, gusanos, tomate, pitaya, ajos, cebollas, cilantro cimarrón. Cucharas de palo, cazuelas de ba-rro, fogones de leña… pluralidad, tradición, y memorias africanas se transforman en ingredientes que a fuego lento se cocinan para conver-tirse en los sabores colombianos.

Buena parte de esos sabores quedaron condensados en la “Bi-blioteca básica de las cocinas tra-dicionales de Colombia”, el nombre de la publicación presentada por el ministerio de Cultura el 25 de abril en Plaza Mayor de Medellín, que recoge más de cinco siglos de historia de la cocina tradicional colombiana y está compuesta por 5.000 páginas, 1.300 recetas y 400 fotografías.

En el proyecto participaron 55 autores, algunos de ellos profeso-res, estudiantes y egresados de la Universidad de Antioquia, como los antropólogos Ramiro Delgado, Daniel Gómez y Germán Negrete, responsables de uno de los 17 tomos que integran la biblioteca.

Ellos hicieron una selección de ensayos para mostrar que “Colom-bia es un país pluralísimo de culina-

Por SARA GIRALDO MAESTRE rias, de etnicidades y de fogones”, como lo afirma Delgado.

Esta pluralidad se explica en que Colombia es un país de regiones. De acuerdo con Germán Negrete, antropólogo en formación, afirmar que existe un plato que recoja todo el territorio nacional no es posible. “Probablemente hay gente que no conozca un guiso de chivo, una ma-mona o un entreverado, y son platos que se comen en Colombia”, dice.

Así mismo, explica que determi-nar los productos, técnicas o pre-paraciones que sean exclusivas de una región tampoco es tarea fácil, debido a que los límites geográfi-cos en la cocina no existen. “Algo que se usa aquí se puede usar en otra parte de otra manera, como el comino en el pacífico que lo usan distinto en Antioquia”.

En ese sentido, Delgado afirma que “no hay una identidad nacio-nal, hay unas culinarias naciona-les”. Incluso puede ser pretensioso determinar qué es lo propio y representativo de una región. En Antioquia, por ejemplo, la comida que nos representa, dice el antro-pólogo y sociólogo Daniel Gómez, es la del antioqueño de monte. “Pareciera que en Antioquia no se reconociera que tenemos mar. ¿Qué pasa con ese antioqueño que se siente identificado con el pescado porque todos los días o lo pesca o se lo traen recién salido de la costa?”, cuestiona.

Las dinámicas comerciales, laborales y académicas han trans-formado las temporalidades de actividades de diferente índole,

entre ellas la forma de comer. Sin embargo Gómez aclara que este ritmo acelerado no excluye las for-mas tradicionales de congregarse alrededor del fogón. “Las largas cocciones empiezan a pertenecer a un lugar de más ceremonialidad; un gran sancocho que exige tanto tiempo culinario se tiene que tras-ladar a los domingos donde nos podemos juntar, encontrar y revisar la receta de la abuela”.

Delgado complementa que “es un equilibrio de lo rápido y lo lar-go. Yo creo que jamás se perderá ese proceso de dedicarle mucho tiempo a la cocción, al saboreo, porque la añoranza y la nostalgia son imborrables”.

Ese ritual de congregación in-herente al proyecto humano de la cocina data inclusive antes de la invención del fuego. De acuerdo con Delgado, el esfuerzo humano para nutrir el cuerpo desde el código simbólico siempre ha sido una acción de varias personas. “Es algo tan importante en su proceso que congrega para cazar, para recolectar, para pescar, para transformar”, explica.

IdentidadesLa cocina, además de congregar,

es creadora de identidades, puesto que en sus calderos también se cuecen costumbres, historias e hilos afroamericanos. De acuerdo con el investigador Jaime Peralta, para las comunidades afrodescen-dientes del pacífico colombiano la cocina no solo es una preparación de alimentos, es también un fogón

de identidad. “Ellos son la cocina y la cocina los ha formado a ellos”, dice. Esta interacción íntima fue la que motivó a Peralta a investigar el origen, precisamente, de la fuerte relación entre estas culturas con el fenómeno culinario.

Fruto de esa pregunta surgió su artículo Comida de negros: medio ambiente y cultura en el Chocó colonial, uno de los ensayos inclui-dos en este tomo de la biblioteca. Según Peralta, el principal hallazgo fue encontrar que en el Chocó co-lonial “la nutrición no solo fue una necesidad básica de satisfacer el hambre sino que fue una estrategia de libertad de los esclavos”.

Así, explica que el sistema de alimentación individual esclavista que comprendía 64 plátanos y 16 puños de maíz a la semana, una libra de carne cada 15 días y en algunas ocasiones sal, tabaco y aguardiente, tuvo muchas fa-lencias. Esto obligó a los amos a permitirles a sus esclavos salir de los reales de minas para conse-guir sus alimentos. “En el monte encontraron una gran cantidad de productos y comenzaron a expe-rimentar una variedad de recetas, platos, sabores, olores y texturas”.

Variedades y fusiones que siguen vigentes en los fogones del pacífi-co. Ver un plato del pacífico –dice Peralta– es deslumbrarse con una paleta cromática absolutamente hermosa, de arroces naranjados con frutos rojos y verdes, con quesos y pescados. “Asomarse a una cocina afrodescendiente es asomarse a lo que somos en América, una mezcla de África, de la América Amerindia y de Europa. Es una fusión que nos habla de nuestra historia y de unas culturas dignas y absolutamente valiosas para la identidad nacional”.

Esta biblioteca es solo una ínfima muestra de la infinidad de sabores y fogones que amasan el país. Abrir un de estos libros es antojarse del sabor colombiano. ¡Bon appétit!

Fotos Jaime Peralta, Daniel Gómez y Germán Negrete

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Persisten los vacíos en salud pública en la propuesta de reforma al sistema de salud en Colombia

Desde la puesta en marcha del sistema de seguridad social en salud en Colom-bia hace veinte años,

la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de An-tioquia ha investigado diferentes efectos de la reforma en la salud pública del país, los cuales no son abordados en el proyecto de ley 210 que se está discutiendo en el Senado de la República.

Estos efectos se han manifesta-do en una orientación del sistema de salud más a lo curativo que a la promoción de la salud y a la prevención de la enfermedad. Evidencia de ello ha sido, por ejem-plo, la dificultad en el control de enfermedades prevenibles como la malaria, el dengue y la tuberculosis, que requieren de medidas que van más allá de la atención en consulta médica y demandan condiciones de vida dignas en tranquilidad, vivienda, alimentación, servicios públicos, educación, con participa-ción de todos y con las acciones de diferentes sectores que velen por el bienestar de la población. En este aspecto la propuesta de reforma

propone continuar con acciones de salud pública separadas en acciones individuales y colectivas, que en la práctica requieren estar integradas.

En el debate que recientemente sostuvimos en Medellín con el Mi-nistro de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria, señalaba cómo persisten los vacíos en la salud pública del país, entre ellos la de-bilidad en la capacidad de gestión en salud de los entes territoriales. Aunque alrededor de tres cuartas partes de la población colombia-na viven en áreas urbanas, hay desprotección en salud en áreas rurales; alrededor del 60% de los municipios del país son de nivel seis, que de acuerdo con los datos de planeación nacional, significa que tienen menos desarrollo y por tanto menos capacidades para proteger la salud de la población de su territorio. Por tanto, no se vislumbra cómo en la constitución de las nuevas gestoras de salud se fortalecerán estas capacidades.

También aludí al deterioro de las instituciones de salud de carácter público y a la concentración de los servicios más especializados de alto costo en instituciones pri-vadas. En la propuesta de reforma persiste una segmentación entre la población subsidiada que será atendida en la red pública y la población del régimen contribu-tivo que será atendida en la red privada. Igualmente, aunque en la evaluación del sistema de salud de Colombia internacionalmente

se destaca que existe una baja proporción de gasto de bolsillo de las personas para ser atendidas en salud, en un estudio que ade-lantamos en la Facultad Nacional de Salud Pública sobre costo efectividad en el tratamiento de la tuberculosis, publicado el año pasado en la Revista Panamericana de Salud Pública, la mitad de los costos del tratamiento los asume el paciente y muchos de estos

Estos efectos se han ma-nifestado en una orien-tación del sistema de salud más a lo curativo que a la promoción de la salud y a la prevención de la enfermedad. Evi-dencia de ello ha sido, por ejemplo, la dificultad en el control de enferme-dades prevenibles como la malaria, el dengue y la tuberculosis, que requieren de medidas que van más allá de la aten-ción en consulta médica y demandan condiciones de vida dignas

Por MARÍA P. ARBELÁEZ MONTOYADecana Facultad

Nacional de Salud Pública

costos se aumentan a causa de la fragmentación que se presenta, cuando los pacientes no pueden recibir el tratamiento en la unidad de servicios de salud que le quede más cercana, sino que deben des-plazarse a las instituciones, donde, como en la propuesta, las nuevas gestoras tengan contrato.

Otro aspecto fundamental a considerar se relaciona con el talento humano en salud. En la última encuesta nacional de sa-lud que se realizó en el país en 2007, al revisar la condición de vinculación del personal de salud en los servicios de maternidad, se encontró que sólo la tercera par-te tiene contrato de trabajo fijo, aproximadamente el 60% tiene contratos por prestación de ser-vicios o a través de cooperativas, que no necesariamente garantizan la estabilidad y trayectoria que este tipo de servicios demanda.

Es indudable el aumento de la cobertura en el aseguramiento en salud del país y el aumento del gas-to en salud, pero no se compadece con los escasos logros en indica-dores globales de salud en esta década. Aunque la reforma ahora se propone centrada en la salud de las personas y el pago de los servicios prestados a cambios fa-vorables en los resultados en salud, las prioridades se relacionan más con el flujo de recursos financieros en el sector. Aunque es positiva, la creación de un fondo único en sa-lud, que evitaría la malversación de los recursos, es lamentable que no se incluya en el la financiación del plan decenal de salud pública, sino más bien el reaseguro para evitar el riesgo financiero de los diferentes entes del sistema.

Los retos impostergables des-de la salud pública se centran entonces en mejorar la capacidad territorial de gestión en salud en un marco constitucional de descentra-lización, fortaleciendo la capacidad de los entes departamentales dentro del sistema; legitimar la gobernabilidad del sector promo-viendo los acuerdos sociales y el poder de la ciudadanía; viabilizar el modelo de salud centrado en la estrategia de atención primaria y la complementariedad en las redes de prestación de servicios de salud; incentivar la formación del talento humano en salud desde la ética y la articulación docencia-asistencia, ofreciendo también posibilidades de trabajo digno.

Finalmente, para el logro de las aspiraciones en torno a la reforma del sistema de salud debemos con-siderar “la salud pública desde el principio” y en ello los principios de justicia social, equidad, derecho a la salud, protección ambiental, apro-piación social del conocimiento, participación social y condiciones de vida digna. Es sólo a través de la coherencia con estos principios que podemos juzgar la pertinencia social de las propuestas de reforma actualmente en debate.

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Acceso a los medicamentos: un dolor de cabeza

Por SARA GIRALDO MAESTRE

Si usted llama a una far-macia y pregunta por el precio del antibiótico Ciprofloxacina podrá constatar que el valor

promedio por una tableta de 500 mg oscila entre $400 y $18.000. Tan desproporcionada variación, del 4.500% en este caso, se explica porque el precio más bajo corres-ponde a un medicamento genérico y el más alto al mismo, pero de una reconocida marca.

De acuerdo con Juan Guillermo Restrepo, presidente del Colegio Nacional de Químicos Far-macéuticos, la descon-fianza que existe en relación con la eficacia y seguridad de los ge-néricos, p e r -mi-

te que las multinacionales es-tablezcan altos precios a sus productos de marca o innovadores.

“Se ha demostrado que el costo directo de producción del innova-dor está en general entre el 2% y 5% del precio de venta. El resto es lo que cobran por los que no lle-garon a ser medicamentos y por la comercialización”, dice Restrepo, director de la revista Vitae de la Facultad de Química Farmacéutica de la Universidad de Antioquia.

Pedro Amariles, decano de la Facultad de Química Farmacéutica, expresa que el sistema se centra en los precios y que “si se centrara en la salud de las personas se miraría qué necesita el paciente realmente y no qué medicamentos hay”. En la actualidad, dice, salen productos al mercado con una “ventaja que realmente no representa benefi-cios en salud, y son vendidos como ‘mejores’, pero desde el punto de vista farmacológico son lo mismo”.

Expresa, entonces, que para for-talecer la confianza hacia los gené-ricos “hay que hacer estudios des-de la facultad, evidenciar que esos medicamentos, que normalmente la gente critica, tienen un resultado

igual, y mostrar

que el dis-curso de que

son lo mismo es cierto”.En esa dirección, cuenta que el

grupo de investigación Promoción y Prevención Farmacéutica de la Facultad recién terminó un trabajo en la Corporación de lucha contra el sida, mediante el cual se com-pararon los resultados obtenidos con los tratamientos genéricos y con los innovadores. “Al final uno ve que no hay diferencias”, reitera.

Otro proyecto de la Facultad que busca fortalecer la confian-za en los medicamento es el convenio que de tiempo atrás se adelanta entre el Invima y el La-boratorio Especializado de Aná-lisis, LEA, orientado a garantizar la calidad de los productos que se comercializan en el mercado colombiano para disminuir el por-centaje de no conformidades, el mismo que, de acuerdo con Ama-riles, ha bajado del 30% al 5%.

En dos años la meta de la Facul-tad es transformar el actual Centro de Innovación e Investigación Far-macéutica y Alimentaria, Cenqfal, en instituto académico y, mediante el LEA, ofrecer en el mediano y largo plazo el análisis y control de calidad de productos biológicos y biotecnológicos, que son los que tienen mayor exigencia. Estos productos no hacen parte del Plan Obligatorio de Salud, POS, y se uti-lizan para enfermedades como la

ar-tritis

y algu-nos tipos

de cáncer. “La Facultad está trabajando para que cuando lleguen esos produc-tos, el país tenga la posibilidad de demostrar que en el caso de los biosimilares también cumplen con las características de eficacia y seguridad”, afirma Amariles.

Otra miradaSegún agencias reguladoras

como la FDA –Food and Drugs Admnistration– de los Estados Uni-dos, la European Medicine Agency –EMA– o el Invima en Colombia, un medicamento genérico puede ser comercializado si, además de la eficacia y seguridad, demuestra su equivalencia farmacéutica res-pecto del innovador.

No obstante, el médico inter-nista Omar Vesga, asegura que algunos medicamentos antibac-terianos genéricos no son igual de eficaces in vivo para tratar las infecciones que los innovadores y que “dicha falla terapéutica es independiente de que el medica-mento genérico en cuestión sea equivalente farmacéutico”.

El director del grupo de inves-tigación Gripe de la Universidad de Antioquia sugiere, entonces, que es necesario implementar una prueba de equivalencia terapéutica en un modelo animal válido, lo que “permitiría que médicos y pacien-tes estén tranquilos a la hora de recibir el medicamento genérico”.

Vesga, quien además es es-pecialista en enfermedades in-fecciosas, considera que las

multinacionales son las llamadas a producir

nuevos productos. “La capacidad científica para

descubrir medicamentos de los Estados es prácticamente

cero, comparada con la capa-cidad científica que tienen las empresas que se han dedicado durante décadas a inventarlos”.

Sin embargo, observa que “los investigadores universitarios tene-mos la gran capacidad de liderar investigación sin la influencia de los intereses del Estado y de los fabricantes tanto de innovadores como de genéricos”.

Según cifras de la Asociación Nacional de Empresarios de Co-lombia, ANDI, a junio de 2010 las ventas al mercado privado de me-dicamentos de marca llegó a los 3 billones de pesos, mientras que las de los genéricos solo alcanza-ron los 433 mil millones, es decir siete veces menos, a pesar de que la cantidad de unidades vendidas (tabletas, cremas, ampollas, ja-rabes, ungüentos etc.) de unos y otros no presenta una brecha tan amplia: 199 millones de innova-dores y 108 de genéricos.

El debate trasciende la discu-sión económica. El POS contempla una lista de 730 medicamentos, pero según el Invima 113 produc-tos vitales no están disponibles en Colombia. De acuerdo con Luis Guillermo Restrepo, ello obedece a que las empresas “miran esto” como un negocio y hay medica-mentos que no son rentables. “Así sean muy buenos para la gente, no los producen”, afirma.

En cuanto a la función que debe cumplir el Alma Máter, Restrepo ex-presa que “el papel de la Universi-dad no es sacar profesionales que vayan a controlarle los procesos a la industria que vende los medi-camentos en este escenario, sino sacar profesionales que puedan pensar la relación entre el medi-camento y la sociedad y brindar soluciones a esos problemas. Apli-car un criterio propio y una mirada crítica a lo que sucede en el sector farmacéutico”, puntualiza.

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Neuronavegador, aporte de la ingeniería a la medicina

El grupo de investigación GIBIC, del programa de Bioingeniería, trabaja en desarrollos tecnológicos para mejorar el traba-jo del área de la salud, como el diseño de un neuronavegador, equipo médico fundamental en neurocirugía.

Por CARLOS ARTURO BETANCUR VILLEGAS

El hombre ha dedica-do gran parte de su tiempo al desarrollo de dispositivos y es-tructuras que mejoran

la calidad de vida de la sociedad, especialmente en el campo de la salud. Ese es el caso de los investigadores del Grupo de In-vestigación en Bioinstrumentación e Ingeniería Clínica —GIBIC— de la Facultad de Ingeniería, quienes desde 2008 desarrollan y perfeccio-nan una herramienta denominada neuronavegador, un sistema que se basa en la transmisión y medición de campos electromagnéticos, que permite al neurocirujano ubicarse en el espacio quirúrgico con base en las imágenes previas que ha to-mado del paciente con equipos de resonancia magnética o tomografía.

El proyecto inició con la idea de que fuera un simulador en el que los médicos pudieran instruirse y acumular horas de práctica. Con el paso del tiempo se convirtió en un equipo de la ingeniería para la medicina que permite mejorar la calidad de vida de los pacientes. Por esta razón en el grupo GIBIC los neurocirujanos vinculados al pro-yecto de investigación representan una voz y un concepto importante en el desarrollo y puesta en marcha de la herramienta.

“Estos equipos son muy útiles y sirven para la orientación del neu-rocirujano ya que permiten una recepción amplia y completa de un tumor”, afirma el neurocirujano Luis Carlos Cadavid Tobón, quien explica que los instrumentos les posibilita ver simultáneamente en un monitor “en qué parte del cere-bro nos encontramos, cuáles son los límites entre el tejido tumoral y el tejido sano y de esta forma lograr mayor precisión”.

El neuronavegador es un ins-trumento de indudable utilidad en la neurocirugía y en la cirugía de columna cervical; por ello su uso es recomendado en las partes del cuerpo humano en las que se pue-den provocar lesiones medulares y de arterias por falta de exacti-tud al introducir instrumentación

quirúrgica. Pues esta herramienta permite una mayor precisión en las intervenciones.

Para el coordinador del grupo GIBIC, el profesor Alher Mauricio Hernández Valdivieso, proyectos como estos son valiosos por lo que representan para las áreas involucradas. “Las neurocirugías son procedimientos muy sensibles donde mínimos errores causan grandes daños, por este motivo aportamos en el campo de la tec-nología, pero no podemos hacer nada sin el concepto de los mé-dicos. Uno de nuestros objetivos es ser líderes en el desarrollo de tecnología médica”, dice.

De igual forma, Juan Fernando Arias Montoya, neurocirujano funcional vinculado a GIBIC, quien siempre ha creído en el proyecto del neuronavegador, expresa que “el hecho de que empecemos a diseñar un neuronavegador, que ya es una herramienta comple-ja, nos posiciona en el camino correcto hacia el desarrollo, por eso creo que los médicos debe-mos acercarnos mucho más a los bioingenieros, para que gracias al

trabajo conjunto hablemos pronto el mismo idioma”.

Arias celebra que el grupo GIBIC desarrolle el proyecto, por cuanto se trata de un campo absolutamente indispensable “en el que siempre estaré dispuesto a colaborar profe-sionalmente en lo que sea necesa-rio”, concluye.

Equipo de trabajo Desarrollar tecnología de alto nivel

para el campo médico resuelve pro-blemas esenciales para un sector de la población con problemas de salud, y es en lo que se enfoca día a día el grupo GIBIC. Por ello, el programa de Bioingeniería (en el que participan las facultades de Medicina, Ciencias Exactas y Naturales, e Ingeniería), cuenta además de GIBIC con el Grupo de Investigación en Biomateriales y Biomecánica –BIOMM– en el “desa-rrollo de nuevos materiales que tienen contacto con el cuerpo humano y que al mismo tiempo representan un beneficio en costos y procedimientos para las personas”, observa el profe-sor Mauricio Hernández.

Las disciplinas reunidas para trabajar en esta investigación han

aportado desde sus campos pro-fesionales. Su conocimiento para sacar adelante este proyecto per-mitió llegar a buen término, como lo expresa el docente e investigador John Fredy Ochoa Gómez: “desarro-llar herramientas para la planeación quirúrgica le permite al neuronave-gador ver el resultado de las imáge-nes tridimensionalmente con lo cual el neurocirujano tendrá una mejor proyección en la intervención”.

Así mismo, el ingeniero e inves-tigador del grupo GIBIC Juan Diego Lemos Duque, considera que “es-tamos desarrollando instrumentos muy interesantes con tecnología propia, que podemos utilizar en una amplia gama de aplicaciones diferentes. Hoy con este desarrollo ampliamos nuestra tecnología y nuestro campo de acción”.

En esta investigación también participaron los bioingenieros Daniel Estrada Gutiérrez y Andrés Felipe Vallejo Aristizábal, quienes realizaron su práctica académica desarrollando gran parte del software utilizado en el neuronavegador. Hoy el grupo GIBIC ha iniciado el proceso del registro de patente para expandir esta aplica-ción clínicamente.

Los neurocirujanos funcionales Luis Carlos Cadavid Tobón y Juan Fernando Arias Montoya adelantan una cirugía de columna.

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¿Qué es una universidad de investigación?

La visión de la Universidad de Antioquia para 2016 es ser la mejor univer-sidad de investigación en Colombia y una de

las mejores en América Latina. La misión en investigación es la “generación y comprobación de conocimiento que tenga como fin el progreso de la ciencia, de los saberes y de la técnica orientados a la búsqueda de soluciones a los problemas de la región y del país”. Este es un enunciado que necesa-riamente está enmarcado en los principios de las universidades de investigación. En la mayoría de los países recientemente industriali-zados la investigación ha estado en manos de las universidades públicas, y ese es un reto que Colombia debe asumir.

En la historia de la humanidad la universidad es una de las grandes instituciones que han crecido y han permanecido en el tiempo. Para lograrlo han adaptado sus estruc-turas a las exigencias cambiantes de su entorno durante toda su existencia. Por esta razón, no hay dos universidades iguales, ni en su organización administrativa, ni en su composición, ni en sus especia-lizaciones, ni en sus prioridades, ni en sus áreas de investigación, ni en las actividades docentes.

Los grandes desarrollos que se dieron en las ciencias en el siglo XIX fueron, en muchos casos, una res-puesta a las precarias condiciones de vida de ese entonces en Europa, como por ejemplo el hacinamiento en las ciudades, la proliferación de enfermedades infecciosas, la mala alimentación. Con la revolución científica aparecieron soluciones técnicas a estos problemas, que permitieron mejorar muchas de las degradantes condiciones de vida. Uno de los productos de estas revoluciones fue la aparición de la universidad de investigación, que empezó a generar los datos empíricos luego validados en los desarrollos tecnológicos.

En una sociedad del conoci-miento la universidad de investi-gación es una institución funda-mental para el desarrollo social y económico de un país. La univer-sidad de investigación tiene como propósito el desarrollo de nuevo conocimiento y la formación de la siguiente generación de científicos.

Rabindranth Tagore describió muy bien cómo la universidad debe

estar asociada a las necesidades de la sociedad cuando dijo: “La educación superior no solo nos da información sino que nos hace la vida mucho mejor”.

La versión actual de la universi-dad de investigación está íntima-mente asociada a la estructura de una alta especialización en cada una de las disciplinas. Esto con-dujo al fraccionamiento del cono-cimiento en disciplinas y campos, permitiendo de esta manera un mejor entendimiento de la natura-leza, lo cual dio origen a múltiples desarrollos de gran importancia que aún hoy utilizamos.

Sin embargo, los problemas que enfrentamos en este siglo XXI requieren de una aproxima-ción diferente, requieren de un conocimiento holístico en los diferentes aspectos. Este es un conocimiento que en muchos casos se genera en las fronteras de las disciplinas existentes. Los problemas actuales requieren de un entrecruzamiento muy riguro-so de los fundamentos de todas las disciplinas involucradas en la

solución de un problema. Junto con estos conceptos, se requieren nuevas ideas de gobernabilidad de la academia para facilitar los cam-bios que permitan la adaptación de la universidad a las exigencias del mundo actual. En este con-texto aparece la “universidad de investigación” moderna, la cual será una institución central en las economías del conocimiento del siglo XXI. De hecho, ya hay universidades de investigación en muchos países, lo cual va de la mano con la internacionalización de la universidad, derivada de la globalización.

El gran reto para una universi-dad de investigación en un país en desarrollo es encontrar los meca-nismos que le permitan superarse constantemente. Debe ser una universidad mundialmente com-petitiva en productos, en calidad de egresados, en la calidad de sus científicos, en la calidad de sus instalaciones. Para poder hacer avances significativos requiere científicos altamente calificados. De esta manera un país podrá

Por FANOR MONDRAGÓNVicerrector de Investigación de la Univer-

sidad de Antioquia

asimilar rápidamente el cono-cimiento disponible y estará en capacidad de utilizar la informa-ción para analizar y solucionar los problemas de su entorno.

¿Cómo se puede llegar a tener una universidad de investigación? Las siguientes son tres estrategias que se han utilizado para este propósito: a) mejorando las uni-versidades existentes, b) uniendo estratégicamente pequeñas uni-versidades y c) creando nuevas universidades. La universidad de investigación debe tener tres as-pectos fundamentales. 1) una alta concentración de talento humano (estudiantes e investigadores) con visión internacional. El nú-mero de estudiantes extranjeros, especialmente en programas de doctorado, dan una idea del grado de internacionalización. 2) Debe tener recursos suficientes para la investigación y 3) Debe tener liber-tad académica y liderazgo cientí-fico para generar nuevo conoci-miento. El nuevo conocimiento es científico y tecnológico como también derivado del estudio de las ciencias sociales.

Dadas estas condiciones, las universidades de investigación apenas están en desarrollo. Por ejemplo, en India se estima que existen 10 universidades de inves-tigación de un total de 18.000. De las 4.800 universidades norteame-ricanas, 150 cumplen con este pro-pósito. Mientras tanto, en China sólo 100 de 5.000 denominadas específicamente de investigación.

Una universidad de investigación debe tener como principio la me-ritocracia para elegir los mejores estudiantes y profesores y una polí-tica de administración de la investi-gación que le permita implementar apropiadamente estos principios; esto es, debe tener libertad de investigación. Una universidad de investigación debe tener un fuerte énfasis en programas de posgra-do, principalmente doctorado. Hay universidades investigadoras donde la relación de estudiantes de posgrado a estudiantes de pre-grado es 1 a 1 o mayor.

Sin embargo, en el mundo actual hay fuertes presiones para que la investigación que se haga en la universidad de investigación sea investigación aplicada que esté asociada a productos que den ingresos inmediatamente. Esta aproximación puede causar con-flictos en su desarrollo. Es este un reto de las universidades, especial-mente de las públicas, que requie-ren políticas de estado coherentes con los nuevos entornos.

En una sociedad del conocimiento la universidad de inves-tigación es una institución fundamental para el desarrollo social y económico de un país. La universidad de investigación tiene como propósito el desarrollo de nuevo conocimiento y la formación de la siguiente generación de científicos.

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Justicia transicional en tiempos de negociación: aprendizajes de la experiencia reciente

La sociedad colombiana ha vivido un conflicto político prolongado y complejo que ha ge-nerado enorme sufri-

miento y profundas heridas. Si bien un proceso de paz con las Farc no acabaría totalmente con los conflictos sociales ni con las expresiones de violencia, sí con-tribuiría significativamente en la transformación del conflicto polí-tico en Colombia. Sin embargo, el desarrollo del proceso no es fácil y son múltiples los retos que se deben afrontar.

Uno de esos desafíos tiene que ver con el hecho de combinar dos objetivos fundamentales: 1) la búsqueda de un acuerdo de paz que ponga fin al conflicto armado, y 2) la respuesta a los reclamos legítimos de las víctimas y que se relacionan con los derechos de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. En este artículo mencionaré brevemente algunos de los aprendizajes del pasado que pueden ser relevantes para analizar la situación actual.

Un primer aspecto a tener en cuenta se relaciona con el hecho de que los contextos político y ju-rídico han cambiado en el escena-rio internacional y nacional. Hace tres décadas, tal como ocurrió en el proceso de paz de El Salvador, así como en las amnistías que si-guieron a las dictaduras del cono sur, se argumentaba que, en virtud del principio de soberanía nacio-nal, se podían conceder amnistías generosas a quienes promovieron graves violaciones de derechos humanos sin que tuvieran la obli-gación de rendir cuentas ante la comunidad nacional e internacio-nal. Así, las necesidades reales de estabilización política se imponían frente a los ideales de justicia.

Sin embargo, desde finales de la década del noventa el escena-rio político internacional se ha transformado en la medida que se ha institucionalizado un discurso de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario que establece límites jurídicos y éticos al principio de soberanía nacional. En otras palabras, no todo es negociable. En nombre de la paz no se podrían otorgar privilegios a actores armados desmovilizados en detrimento de las víctimas, tal como se pretendía hacer con el proyecto de “Alternatividad Penal” y luego con la “Ley de Justicia y Paz” en Colombia.

Con respecto a la experiencia reciente en Colombia, la recepción

del lenguaje de “justicia transi-cional”, así como los primeros debates sobre los mecanismos respectivos, se dio en un contexto de enorme polarización política y de consolidación del discurso “seguridad democrática” como visión hegemónica en la sociedad colombiana. Tal como lo han argu-mentado Rodrigo Uprimny y María Paula Saffón (2007), el lenguaje de justicia transicional se usó en dos sentidos, uno restrictivo y mani-pulador, y otro más democrático. El primer sentido fue usado por el gobierno anterior para promover la desmovilización de los coman-dantes paramilitares mediante el otorgamiento de generosos incentivos, sin mayor interés por reconocer los derechos de las víctimas del paramilitarismo. El segundo sentido fue promovido especialmente por las redes de derechos humanos, las organiza-ciones de víctimas y las cortes. En el contexto actual, pareciera que quienes se opusieron con más vehemencia a reconocer los de-rechos de las víctimas, comienzan a usar de manera manipuladora y sobrepolitizada los derechos de las víctimas para perpetuar la guerra en Colombia.

Finalmente, las reflexiones sobre justicia transicional no se deben reducir al diseño de los mecanismos institucionales por parte de élites políticas y actores armados. Las experiencias inter-

Sin embargo, desde finales de la década del noventa el escenario político internacional se ha transformado en la medida que se ha institucionalizado un discurso de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario que establece límites jurídicos y éticos al principio de soberanía nacional. En otras palabras, no todo es negociable. En nombre de la paz no se podrían otorgar privilegios a actores armados desmovilizados en detrimento de las víctimas, tal como se pretendía hacer con el proyecto de “Alter-natividad Penal” y luego con la “Ley de Justicia y Paz” en Colombia.

Por GABRIEL IGNACIO GÓMEZProfesor de la Facultad de Derecho y

Ciencias PolíticasUniversidad de Antioquia

*Integrante del Grupo Derecho y So-ciedad de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia

ReferenciasUprimny, Rodrigo y Saffón María Paula (2007). Usos y abusos de la justicia transicional. Disponible en http://www.dejusticia.org/index.php?modo=interna&tema=justicia_transicional&publicacion=352

En el contexto actual, pareciera que quienes se opusieron con más vehemencia a reconocer los derechos de las víctimas, comienzan a usar de manera manipuladora y sobrepolitizada los derechos de las víctimas para perpetuar la guerra en Colombia.

nacionales, así como la reciente experiencia colombiana, llaman la atención sobre la necesidad de que haya participación de las víctimas y las comunidades que han padecido la violencia de los actores armados. Esto se explica, entre otras, por las siguientes ra-zones: 1) los grupos armados no pueden pretender representar a las comunidades de los territorios sobre los cuales ejercen control; y 2) las comunidades en los entor-nos locales terminan asumiendo el desafío de reconstruir el tejido social y promover la convivencia entre víctimas y victimarios. Te-niendo en cuenta que la agenda de negociación en La Habana ha previsto la discusión sobre los derechos de las víctimas, se hará necesario incluir a los diferentes grupos de víctimas en el proceso. La legitimidad de las negociacio-nes dependerá de que las voces de las víctimas, y de la sociedad en general, sean escuchadas.

En resumen, el proceso de paz actual tiene el reto de compati-bilizar dos objetivos: la transfor-mación del conflicto político y el respeto por los derechos de las víctimas. La respuesta a este desafío no depende solamente de las élites políticas que nego-cian en La Habana, o de quienes buscan reproducir la mentalidad de guerra a través de campañas mediáticas. Por ello es necesario que promovamos debates públi-cos constructivos e imaginativos en los que participemos todos los sectores de la sociedad civil.

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25Nº 620, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, mayo de 2013

La instrumentalización política de la paz en Colombia

La paz en Colombia se ha instrumentalizado. Se ha convertido en un mecanismo utilizado por los diversos actores

políticos para acumular poder, sean estos candidatos a cargos públicos, funcionarios del Estado o incluso la misma sociedad civil. Todos saben que alcanzar la paz es un bien público superior, por ello, la mayoría de veces, ma-nipulan la esperanza ciudadana de alcanzar algún día la paz y la convierten en un medio para con-seguir sus fines. Esta conducta es evidente en la coyuntura política actual: los aspirantes a las elec-ciones presidenciales de 2014 vienen utilizando el proceso de paz con las Farc para aumentar su favorabilidad política o desmejo-rar la de sus opositores.

Pero este comportamiento político en Colombia no es nue-vo. Desde finales de la década de 1970, la opción de la paz negociada para ponerle fin al conflicto armado interno se ha convertido en un instrumento usado por todos los candidatos presidenciales para hacer cam-paña y luego, como presidentes, aumentar gobernabilidad y legi-timidad. A Andrés Pastrana, por ejemplo, lo recordamos porque en la campaña electoral en 1997 logró capitalizar el tema de la paz: se presentó en los medios de comunicación acompañado en las selvas del Caguán de Ma-nuel Marulanda, jefe de las Farc, mostrándole al país que con él sí se podría llegar a un acuerdo de paz, lo que le permitió aumentar el respaldo popular y ganar las elecciones.

Otros expresidentes, aunque no le apostaron a la paz en las campañas, lograron utilizarla ya como presidentes para ganar apoyo de la opinión pública. Por ejemplo, Belisario Betancur (1982-1984), quien recogió la bandera de la “paz liberal”, que traía su contrincante Alfonso López Michelsen, y propuso un

gran diálogo nacional, con el cual buscó enfilar a la oposición y demás críticos de su gobierno entorno a la paz. Algo similar también ocurrió con Ernesto Samper (1994-1998), a quien le tocó vivir la deslegitimación de su presidencia a causa del escándalo por el proceso 8000; la estrategia fue cambiar la “guerra integral” de Gaviria por la paz integral de su gobierno, invitando al Congreso de la República y a la sociedad civil para que se le unieran en su política de paz. Vacío que supo aprovechar muy bien la sociedad civil para ponerse al frente del tema y obtener cerca de 10 mi-llones de votos, con el Mandato Ciudadano por la Paz.

Igualmente la paz ha servido como herramienta para legitimar un gobierno. Por ejemplo a César Turbay (1978-1982), después del robo de más de cinco mil armas del Cantón Norte de Bogotá y de la toma de la Embajada de la República Dominicana por parte del M-19, le resultó muy útil dar-le un giro a su política de orden público, en 1981, y proponer a la guerrilla una amnistía (Ley 37 de 1981) y crear la primera Comisión de Paz (Decreto 2761 de octubre 8 de 1981), terminando su mandato de forma más decorosa.

Pero tal vez una de las estrate-gias más poderosas ha sido la de utilizar la crítica a la paz, en espe-cial, oponiéndose a la política de paz del gobierno anterior. Virgilio Barco (1986-1990) supo aprove-char la deslegitimación que le produjo a Betancur el no haber firmado la paz con la guerrilla y además la catástrofe que produjo la toma al Palacio de Justicia, en

noviembre de 1985. De allí que su propuesta consistió en legitimar al Estado y a su vez deslegitimar a la guerrilla. Utilizó la estrategia de la paz, pero esta vez bajo los nuevos rótulos de normalización, rehabilitación y reconciliación, un programa de gobierno que él mismo resumía en “mano tendida y pulso firme”, es decir fortale-cimiento de las fuerzas armadas y debilitamiento de la guerrilla.

Álvaro Uribe (2002-2010), utilizó el mismo argumento de Barco, criticó en campaña a su antecesor. Ante el fallido inten-to de un proceso con las Farc se opuso a la paz de Pastrana y aprovechó los acontecimientos internacionales del 11 de sep-tiembre de 2001 para convertir a la subversión en el símbolo del narcotráfico y el terrorismo. De allí que prometiera en su campa-ña aniquilar a las Farc. Aunque presentó cerca de 100 temas que trabajaría en su Gobierno, fue esta promesa la que lo hizo ganar la mayoría de votos. Sin embargo Uribe, como ávido político, sabía que una buena combinación de guerra y paz los llevaría otra vez al poder; por ello, propuso, ini-cialmente, negociar la desmovi-lización con las AUC y mantener acercamientos con el ELN. Pero su jugada maestra la realizaría en 2006, cuando luego de ser apro-bada por el Senado la reelección presidencial, de nuevo se ganó “las mentes y corazones de la gente” apuntándole mediante propaganda mediática a la guerra a muerte contra las Farc. Ganó las reelecciones diciendo que te-nía prácticamente exterminadas a las Farc, resaltando la amenaza

Por GERMÁN DARÍO VALENCIA AGUDELOProfesor Instituto de Estudios Políticos

que representaba para el país esta agrupación, y que debería permitírsele dar continuidad a su política de seguridad demo-crática.

Hoy de nuevo el país está en presencia del mismo fenómeno político. Aunque el actual go-bierno de Juan Manuel Santos ha tratado de mostrar un desinterés por el uso político de la paz, sus contrincantes lo están llevando a este terrero. Se habla de reelec-ción de Santos, de darle oportu-nidad para continuidad con su programa de paz y posconflicto y se busca el apoyo ciudadano en “creer” en la paz. Santos ha tenido claro desde que llegó el 7 de agosto de 2010 que tiene la “llave de la paz”, que ésta “no se ha echado al mar”.

En síntesis, los candidatos a la Presidencia de la República y los presidentes han sabido muy bien utilizar el monopolio que les da la Constitución Política de ser los encargados de realizar acuerdos de paz. Cada uno ha logrado ma-nipular la paz como instrumento para ganar prestigio y adeptos. Lo cual no sería un problema –al menos teórico– si se cumpliera el objetivo de alcanzar la paz. El problema de instrumentalizar la paz está en que la manipulación de la paz por el político no ha permitido que se llegue a este fin social. Cada gobierno, pensando en sus intereses, no ha permitido que se madure una política de paz de Estado; donde se ponga a la paz por encima de las dis-putas electorales y los intereses individuales.

La historia colombiana de los últimos treinta años evidencia rupturas, quiebres, giros, cambios radicales y grandes diferencias entre las posturas y acciones de paz de cada presidente. No se ha logrado configurar una política nacional de paz. No se ha logrado capitalizar los esfuerzos recurren-tes de cada gobierno. Cada Pre-sidente que llega desconoce los avances de sus antecesores, crea otro programa de paz, destruye los cimientos realizados y hace los suyos. De allí que las leccio-nes aprendidas, sean sólo eso, lecciones, pero no aprendizajes institucionales acumulados. A pesar de ello esperemos que esta vez sí se consiga la paz.

Los candidatos a la Presidencia de la República y los presidentes han sabido muy bien utilizar el mo-nopolio que les da la Constitución Política de ser los encargados de realizar acuerdos de paz. Cada uno ha logrado manipular la paz como instrumento para ganar prestigio y adeptos. Lo cual no sería un pro-blema –al menos teórico– si se cumpliera el objetivo de alcanzar la paz. El problema de instrumentalizar la paz está en que la manipulación de la paz por el político no ha permitido que se llegue a este fin social.

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En las democracias de occidente los minis-tros de gobierno cum-plen labores variadas y en ocasiones para-

dójicas. Más allá de sus tareas “naturales” los ministros suelen ser otras cosas: fusibles de quitar y poner o defensores de oficio del gobierno, como es apenas de esperarse.

También llevan, sutilmente cosido al brillante traje del poder, siempre al acecho y tentándolos a todos, su lado más oscuro y peligroso: la corrupción.

¿Qué puede pasar cuando es el ministro como persona, y no su

obra de gobierno, quien resulta cuestionado?

Les propongo el contraste en-tre dos casos concretos, lejos de nuestras tierras (por si hubiera el riesgo de herir sensibilidades), y no para sacar conclusiones impo-sibles, sino más bien para explorar un poco los porqué de cada caso.

El pasado 9 de febrero, tras una breve resistencia, Annette Schavan renunciaba al ministerio de Educa-ción de Alemania, al descubrirse que plagió su tesis doctoral... ¡treinta y tres años atrás!

En rueda de prensa al lado de su amiga y jefe, la canciller Angela Merkel, Schavan anunció que se querellaría contra la Universidad de Dusseldorf, que le retiró su título académico, al tiempo que anuncia-ba su renuncia para no perjudicar al gobierno. «La función (pública) no debe verse manchada», fue una de las expresiones que empleó para explicar su dimisión.

A mil 800 kilometros largos de Berlín, en Madrid, España, ocurría un caso paralelo con Ana Mato, ministra de Sanidad, Servicios

De ministros y ministerios...

BRAULIO URIBE LONDOÑO

Periodista Emisora Cultural Universidad de Antioquia

Sociales e Igualdad del actual go-bierno español en el rol principal.

A diferencia de la ministra Scha-va, Mato resistía, atornillada a su silla, una andanada de escándalos y hechos judiciales que la sitúan en el centro de una enorme trama de corrupción política junto a su espo-so Luis Sepúlveda, actor destacado del sainete, y otros altos cargos del Partido Popular, actualmente en el gobierno, y en el que milita la ministra española.

Dos casos aislados y citados fuera de contexto, es cierto, pero válidos y suficientes como muestra estadística que ayuda a iluminar el tema, a partir de una hipótesis

atrevida: la rigurosidad germánica contra la desvergüenza latina.

Esto va más allá de la mecáni-ca (política) y se adentra en los terrenos de la filosofía. Por eso acudo en primer término al pro-fesor Carlos Vásquez, filósofo y docente del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia, a fin de darle forma a este asunto.

«Me atrevo a señalar que la po-lítica, la actividad pública llamada así, tiene un elemento universal, históricamente determinado: la apetencia por el poder. (...) Y el poder produce desviaciones de la conducta: ambición, mentira a toda costa, simulaciones, estra-tagemas», dice.

Otro filósofo, el profesor Feli-pe Jaramillo, adscrito también al Instituto de Filosofía, nos ilustra desde la historia sobre la lucha por obtenerlo, vieja ambición de la política universal.

La herencia política de Espa-ña, anota el profesor Jaramillo, parte de una tradición autorita-ria ejercida tanto dentro como fuera de Europa (colonialismo en

América), que sumada al régimen franquista posterior a la segunda guerra mundial, contribuyó a fomentar una débil instituciona-lidad que, a su vez, hizo frágil el ejercicio de la función pública.

¿Cuál es la cultura política de los ciudadanos de esos países?, se pregunta el profesor cuando le propongo comparar a España con Alemania. Menciona el caso de los países escandinavos, don-de ser corrupto es un escándalo tremendo que transgrede leyes y normas éticas interiorizadas por la sociedad en su conjunto.

El sociólogo Luis Javier Roble-do, magíster en Ciencias Políticas y docente del departamento de Sociología de la UdeA es también claro frente al tema: «La primera decisión que toma un ministro frente a un episodio que compro-meta su gestión se reducirá en un primer momento a renunciar o no, y para eso se tienen o no unos valores éticos».

Para redondear el tema des-de lo mediático, hablé con la profesora Ana Cristina Vélez, docente de la Universidad Eafit, comunicadora y especialista en comunicación política.

«Estos hechos –me dijo, refi-riéndose a los casos Schavan y Mato– tienen un nombre claro: escándalo, abuso de poder». El escándalo sólo se configura como tal cuando es mediatizado, y es ahí donde el círculo se cierra, pues será el peso de una opinión pública fuerte, capaz de ejercer un efectivo control social frente a los abusos el que haga la diferencia.

¿Que pasaría en nuestro país con una historia de este tono? Al comienzo me abstuve por pruden-cia, pero al final de estas líneas puedo decir que es fácil adivinarlo: nada. O casi; pues, como ya se ha visto en más de una ocasión, los ministros de Colombia se sienten parte de otra clase de personas, por encima de los ciudadanos a quienes dicen servir.

Aunque europeas las dos, simi-lares y globalizadas, las ministras de nuestra fábula provienen de so-ciedades diferentes y no se puede hablar en sus casos de una cultura mundial. Es la relación directa entre política, cultura y educación en cada sociedad la que determina cómo reacciona cada una de ellas cuando el escándalo ministerial llama a sus puertas.

Aunque europeas las dos, similares y globalizadas, las mi-nistras de nuestra fábula provienen de sociedades diferentes y no se puede hablar en sus casos de una cultura mundial. Es la relación directa entre política, cultura y educación en cada sociedad la que determina cómo reacciona cada una de ellas cuando el escándalo ministerial llama a sus puertas.

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La atención en salud es una que-ja permanente y generalizada de los docentes por la deficiente atención de urgencias en la IPS Universitaria, la demora en el otorgamiento de citas con especialistas, la autoriza-ción de exámenes de diagnóstico y la entrega de medicamentos ade-cuados. Es por ello que acudiendo a la Ley 647 de 2001 de autonomía en salud para las universidades pú-blicas, el estamento exige un trato prioritario o preferencial.

Un derecho de todos los tra-bajadores colombianos es recibir diferentes servicios prestados por las cajas de compensación familiar; es una obligación de ley y por tanto el reclamo es para que se cumpla. No tiene sentido que la Universidad de Antioquia prefiera pagar multas a afiliar al profesorado.

En cuanto a normas y reglas de seguridad la UdeA, como ins-titución pública, con una infraes-tructura y población cercana a las 35.000 personas, debe tener sistemas de alarma, seguridad, emergencias, evacuación segura y de desastres que son obligatorias; incluso, por la existencia de labo-ratorios y de materiales delicados, debe tener normas de seguridad especiales y medidas extraordina-

Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu.co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.

El gremio profesoral entrega pliego de solicitudes

JUNTA DIRECTIVA ASOCIACIÓN DE PROFESORES DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

El pasado 22 de marzo de 2013, la Junta Directiva de Profesores de la Uni-versidad de Antioquia le entregó a la admi-

nistración el pliego de solicitudes con el objetivo de dar aplicación al derecho de negociación colectiva de los empleados públicos, a través de sus organizaciones gremiales, con la entidad pública empleadora.

El profesorado universitario tiene grandes responsabilidades con la educación superior y muchas de sus aspiraciones en materia salarial, prestacional, de bienestar, de recur-sos para la docencia, la extensión solidaria y la investigación tienen que ver con los entes nacionales de la Presidencia de la República, Pla-neación Nacional y los Ministerios de Educación y Hacienda.

A nivel regional y local, en nues-tro caso con la Universidad de Antioquia, hay temas que pueden ser tramitados y resueltos por la administración actual y con base en ello, en un compendio de ocho puntos se presentó el pliego de solicitudes al señor Rector para que sean atendidas con la mayor favorabilidad y diligencia.

Entre las preocupaciones del profesorado se encuentra: la ni-velación salarial, ya que es notoria la desigualdad entre los salarios de docentes ubicados al mismo nivel en las diferentes categorías con relación a otras universidades públicas nacionales. Por ello en este punto es notable la necesidad de que la administración conforme una comisión que haga un estudio que calcule la pérdida del poder adquisitivo del salario, de la de-preciación salarial del profesorado en los últimos diez años, ajuste los salarios del profesorado según niveles salariales de profesionales de rango similar –jueces y otros funcionarios del Estado–, y mejore el salario de enganche del profesor recientemente vinculado conforme a pautas nacionales de otras uni-versidades públicas.

Con relación a las investigacio-nes disciplinarias, se ha visto un aumento de las mismas, incluso algunas ajenas a la responsabili-dad del docente; en este punto solicitamos respeto a la dignidad y a la buena fe, hacemos un llamado a hacer correctivos de tipo for-mativo más que asumir el criterio sancionatorio o punitivo.

La atención en salud es una queja permanente y generalizada de los docentes por la deficiente atención de urgencias en la IPS Universitaria, la demora en el otorgamien-to de citas con especialis-tas, la autorización de exámenes de diagnóstico y la entrega de medica-mentos adecuados. Es por ello que acudiendo a la Ley 647 de 2001 de au-tonomía en salud para las universidades públicas, el estamento exige un trato prioritario o preferencial.

rias en el campus para garantizar su buen uso y resguardo.

El profesorado debe participar en diferentes instancias colegia-das estatutarias como el Consejo Superior Universitario, Consejo Académico, consejos de facultad, comités de carrera, comités de cu-rrículo y otros más, con el ánimo de que exista una real participación a través de la representación profe-soral, así como en otras instancias no institucionales, entre ellas, los claustros de profesores, delegados y comisiones de Asoprudea. Para algunas representaciones existe el reconocimiento de descarga aca-démica o tiempo equivalente, pero para otras no. Solicitamos que el Consejo Académico reglamente las descargas académicas y los tiem-pos de dedicación necesarios para llevar a cabo estas actividades.

Como puntos finales del pliego y no menos importantes se encuen-tran las dos bonificaciones, la pri-mera es aquella que por Resolución Superior 1078 del 11 de noviembre de 2003 debe ser extendida a todos los vinculados con posterioridad a septiembre de ese año, sean ellos profesores ocasionales y/o de planta. En apoyo de este punto está el hecho de que los $5.000 millones que le fueron asignados a la Universidad en 2003 tienen base presupuestal, es decir, se incremen-tan con el IPC causado; además, el número de beneficiarios ha dismi-nuido por las jubilaciones durante estos casi diez años. Y la segunda corresponde a la bonificación por la acreditación institucional otorgada por diez años a la Universidad; la certificación surge como fruto del trabajo mancomunado de los docentes en sus unidades acadé-micas y en los ejes misionales de docencia, investigación, extensión y administración de la academia. Este reconocimiento que se le hace a la Universidad debe darse también a sus docentes y por ello se propone una bonificación no constitutiva de salario, por cinco años, de dos sala-rios mensuales para cada docente.

Se espera que estas solicitudes sean recibidas por la administración con el propósito de mejorar las con-diciones laborales y la calidad de vida de quienes constituyen uno de los estamentos esenciales del Alma Máter. Quedamos atentos de la comisión negociadora que el Rector asigne para emprender esta labor.

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28Nº 620, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, mayo de 2013

CSU designó decanos para las facultades de Enfermería, Educación y Ciencias Sociales y Humanas

Departamento de Información y Prensa Secretaría General • Ciudad Universitaria • Calle 67 N° 53-108, Bloque 16, oficina 336, Medellín • Teléfonos (4) 2195023 y 2195026. • E-mail: [email protected] • http://almamater.udea.edu.co

Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garanti-za el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. (Artículo 20. Constitución Política de Colombia)

La actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional. (Artículo 73. Constitución Política de Colombia)

— Las opiniones expresadas en ALMA MATER son responsabilidad de los autores y sólo a ellos compromete —

Comité editorial: profesores John Jairo Arboleda Céspedes • Luquegi Gil Neira • Olga Castaño Martínez • Eufrasio Guzmán Mesa • Fabio Giraldo Jiménez • Heiner Castañeda Bustamante

Director: Heiner Castañeda Bustamante • Edición de contenidos: Luis Javier Londoño Balbín • Ilustraciones: Juan Andrés Álvarez Castaño • Auxiliares: Sara Giraldo Maestre, Carolina Sánchez Álvarez • Diagramación: Juan Camilo Vélez Rodríguez • Secretaria: María Mercedes Morales Osorio •

El Consejo Superior Uni-versitario –CSU–, en sesión extraordinaria el 16 de abril, designó a los profesores Sandra

Catalina Ochoa Marín como deca-na de la Facultad de Enfermería, a Carlos Arturo Soto Lombana como decano de la Facultad de Educa-ción, y a Gloria Patricia Peláez Ja-ramillo como decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.

La designación se hizo teniendo en cuenta los criterios definidos por el Estatuto General de la Universidad como la trayectoria académica y profesional de los aspirantes, su propuesta de traba-jo y los resultados de la consulta realizada entre profesores y estu-diantes de cada facultad.

En agosto del presente año se designarán los decanos de las fa-cultades de Química Farmacéutica, Ciencias Económicas, y Comunica-ciones; y en noviembre, Odontolo-gía, Artes e Ingeniería.

En diálogo con ALMA MATER, los nuevos decanos se refirieron a la situación de la dependencia y a los principales retos que enfren-tarán durante su administración, cuyo periodo estatutario es de tres años.

Sandra Catalina Ochoa Marín. Decana de la Facultad de Enfer-mería. Doctora en Ciencias de la Salud Pública del Instituto Na-cional de Salud Pública, México

Reconozco que hay importantes logros y avances en el esfuerzo que ha hecho la Facultad de Enfermería en este último periodo para adelan-

tarse a la transformación curricular. Se hicieron varias investigaciones en conjunto con profesores y estudiantes para vislumbrar cuá-les serían los lineamientos para esa transformación. Otra de las fortalezas que encuentro es el posicionamiento de los posgra-dos. Recibo una facultad con dos especializaciones, una en cuidado crítico al niño, otra en cuidado crítico al adulto; dos maestrías: una en enfermería, y otra en salud colectiva, que ha sido reconocida y acreditada por el ministerio de Educación, y un doctorado que va en su tercer año. Además se va a abrir una nueva especialización en atención desde la enfermería al paciente oncológico y a su familia.

Considero que la Facultad de enfermería ha sido un motor im-portante de desarrollo en salud para la región, sin embargo creo que nos hace falta lograr una mayor articulación con los estamentos políticos, acercar más la Facultad y los proyectos de extensión e investigación a los tomadores de decisión; mostrar hacia afuera todos los aportes que hace día a día en sus prácticas académicas en el ámbito universitario y clínico. El reto es cómo nos articulamos desde nuestros proyectos de inno-vación y pertinencia social.

Enfermería es una facultad muy importante del área de la salud. De-bemos generar una posición crítica, facilitar el debate, pero al mismo tiempo trabajar muy articulada-mente con las otras facultades de salud de la Universidad y con otras instituciones del ámbito político.

Carlos Arturo Soto Lombana. Decano de la Facultad de Edu-cación. Doctor en Investigación en Didáctica de las Ciencias Ex-perimentales de la Universidad de Valencia (España)

En la última década, a mi modo de ver, la Facultad de Educación ha tenido una reconfiguración en su nómina docente, ha dado un cam-bio en el cuadro de profesores de una forma muy importante, con lo cual han emergido nuevos grupos de investigación, nuevas áreas de conocimiento. Lo que tenemos hoy se da gracias a una acción conti-nuada de los diferentes decanos. Encuentro una facultad robusta en sus programas de pregrado, todos ellos acreditados; un programa de maestría y un programa de doc-torado con acreditación de alta calidad. Encuentro también una agenda de extensión muy amplia y muy rica. Y en el área de investi-gación seguimos siendo la depen-dencia con mayor proyección en el área de ciencias sociales.

Creo que los esfuerzos en estos próximos años deben dirigirse a lograr que los profesores vinculados y ocasionales participen de una manera más protagónica en los desafíos del campo de la extensión y la regionalización, de forma parti-cular con el aumento de cobertura en los programas de maestría. Pen-samos que es importante ayudar en la formación del profesorado de Antioquia planteando programas de profundización. Tenemos actual-mente una cobertura muy tímida y, si se compara con otras institucio-nes del orden nacional de carácter

estatal, la Facultad de Educación podría tener una presencia mucho más significativa en las diferentes subregiones. Pero todo esto de la mano con los grupos de investiga-ción, con los profesores de planta, con los profesores ocasionales y por supuesto con el equipo de pro-fesores catedráticos que tenemos altamente calificados.

Gloria Patricia Peláez Jara-millo. Decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas. Sicóloga y Psicoanalista. Ma-gíster en Filosofía, del Instituto de Filosofía de la UdeA.

Tenemos una facultad que ha abierto su trabajo en las regiones, hace doce años fuimos bandera en ese frente en la Universidad. Tenemos cuatro programas regio-nalizados, eso es muy importante y ese es uno de los ejes para la “Facultad que queremos”, que es como se llama nuestro proyecto. Nos interesa potenciar el traba-jo de la facultad a partir de una evaluación de lo que se ha hecho para poder afinar esa presencia en las regiones, porque ya tenemos egresados, entonces se nos abre otra perspectiva de la presencia allí, para trabajar en extensión y en posgrados. Nuestra perspectiva es que las regiones sean pares de la sede de Medellín.

En posgrados tenemos doctora-do en ciencias sociales y humanas, cuatro maestrías: antropología, historia, sicología y sicoanálisis. La idea es que podamos también reva-luarlas para vincular los estudiantes a los grupos de investigación. Que-remos fortalecer los vínculos de los estudiantes y de sus docentes con los grupos de investigación para que los posgrados y el Centro de investigaciones sociales y humanas, CISH, trabajen en llave y de esa forma se potencie la producción intelectual. Eso va a nutrir además un proyecto que queremos lograr: la revista. Tenemos publicaciones, pero queremos una de toda facul-tad para mostrar el trabajo de los docentes, porque estamos con-vencidos de que los docentes y los estudiantes han trabajado durante todo este tiempo, pero no hay una visibilidad de su trabajo. Queremos una facultad académica, democrá-tica, reflexiva e incluyente.

Gloria Patricia Peláez JaramilloSandra Catalina Ochoa Marín Carlos Arturo Soto Lombana

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Medellín acogerá el IX Encuentro de la Jurisdicción Constitucional

CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO: Sergio Fajardo Valderrama, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Alberto Uribe Correa, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Carlos Fonseca Zárate, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Clemencia Uribe Restrepo, Representante del Consejo Académico • Rafael Nieto López, Representante Profesoral • Mario Arturo González Arboleda, Representante de los Egresados • Manuel Santiago Mejía Correa, Representante del Sector Productivo, Luis Javier Arroyave Morales, Representante de los ex Rectores • Luquegi Gil Neira, Secretario General.

CONSEJO ACADÉMICO: Alberto Uribe Correa, Rector • Fanor Mondragón Pérez, Vicerrector de Investigación • Juan Carlos Amaya Castrillón, Vicerrector de Docencia • María Helena Vivas López, Vicerrectora de Extensión • Rubén Alberto Agudelo García, Vicerrector Adminis-trativo • Francisco Londoño Osorno, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Ramón Javier Mesa Callejas, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Gloria Patricia Peláez Jaramillo, Decana Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • Jaime Alberto Vélez Villa, Decano Facultad de Comunicaciones • Clemencia Uribe Restrepo, Decana Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Carlos Arturo Soto Lombana, Decano Facultad de Educación • Sandra Catalina Ochoa, Decana Facultad de Enfermería • Carlos Alberto Palacio Tobón, Decano Facultad de Ingeniería • Élmer de Jesús Gaviria Rivera, Decano Facultad de Medicina • María Patricia Arbeláez Montoya, Decana Facultad Nacional de Salud Pública • Clara Eugenia Escobar Güendica, Decana Facultad de Odontología • Pedro José Amariles Muñoz, Decano Facultad de Química Farmacéutica • Lucía Stella Tamayo Acevedo, Representante Profesoral Consejo Académico • Luquegi Gil Neira, Secretario General.

Invitados: John Jairo Arboleda Céspedes, Vicerrector General • Fabio Giraldo Jiménez, Director de Posgrado • Jaime Ignacio Montoya Giraldo, Director de Desarrollo Institucional • María Carolina Laverde Velásquez, Directora de Relaciones Internacionales • Daryeny Parada Giraldo, Directora de Bienestar Universitario • Dora Nicolasa Gómez Cifuentes, Directora Programa de Regionalización • Liliana Marcela Ochoa Galeano, Directora Escuela de Microbiología • María Teresa Arbeláez Garcés, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • John Jairo Giraldo Ortiz, Director Escuela de Idiomas • Berta Lucía Gaviria Gómez, Directora Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Iván Darío Uribe Pareja, Director Instituto de Educación Física y Deporte • Jaime Cardona Usquiano, Director Oficina de Asesoría Jurídica • Claudia María Rivera Osorio, Auditora Interna

A diferencia del año pasado, en 2013 los interesados en el Encuen-tro de la Jurisdicción Constitucional no tendrán que seguir las conferencias ni los debates por videoconferencia sino en vivo y en directo, pues la novena versión será en Medellín.

Así lo dio a conocer el presidente de la Corte Constitucional, el magistrado Jorge Iván Palacio Palacio, en la visita que una delegación del alto tribunal hizo a las directivas de la Universidad de Antioquia y en la cual presentó los pormenores del certamen que se cumplirá entre el 18 y el 20 de septiembre con expertos nacionales e internacionales alrededor de la paz y a propósito de las negociaciones del gobierno Santos con las Farc en La Habana, Cuba.

Al respecto, Palacio Palacio señaló que la paz es un anhelo de los co-lombianos después de tantos años de confrontación interna y, por tanto, resulta “muy loable este intento para lograr acuerdos civilizados entre las partes involucradas en el conflicto”.

La Corte Constitucional, recordó el presidente, está para garantizar los derechos fundamentales de las personas “y ahí –observó– hay una gama de temas trascendentales para toda sociedad organizada como la paz, la defensa de los derechos de las personas, de las minorías étnicas, de los afros, de los indígenas, de las minorías sexuales que son permanentemente vulneradas”.

TemáticasAlrededor de siete grandes temas girará el IX Encuentro, los cuales, según

el magistrado Palacio Palacio, pueden resumirse en la complejidad de la bús-queda por la paz, donde van a intervenir exconstituyentes y un relator de las Naciones Unidas para la promoción de la verdad, la justicia y la reparación.

Un segundo tema es la experiencia comparada donde se analizarán procesos de paz en el mundo, en particular en Asia y África, a cargo de un magistrado de la Corte Constitucional y el director para Latinoamérica de la International Crisis Group.

Los otros temas están relacionados con la tensión entre la persecución judicial y la consecución de la paz, la reparación integral de las víctimas, la refrendación de los acuerdos para la paz, el control judicial nacional, el control judicial internacional, la reconciliación y el posconflicto.

El presidente de la Corte Constitucional pidió apoyo tanto a las directivas de la Universidad de Antioquia como a las de las demás universidades de la ciudad para lograr que no sólo los profesores y los estudiantes, sino la ciudadanía, participen de las charlas y de los paneles que se adelantarán en el Encuentro de la Jurisdicción Constitucional, pues las problemáticas que se tratarán conciernen a todos los colombianos.

Juan Carlos Amaya, vicerrector de Docencia; Clemencia Uribe, decana de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, y el rector Alberto Uribe Correa, con la delegación de la Corte Constitucional que estuvo en la Universidad de Antioquia, encabezada por su presidente, el magistrado Jorge Iván Palacio Palacio.

Otras personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación

• Que se encuentra en trámite el reconocimiento del traspaso de la pensión jubilación que percibía el señor RICARDO JOSE TORO GREIFFENSTEIN, quien falleció el 25 de marzo de 2013. Se ha presentado a reclamar la señora ANA CRISTINA RESTREPO DE TORO en calidad de cónyuge.

LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR:

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Por PEDRO CORREA OCHOA

La ciencia no siempre es como la cuentan

Con cerca de 200 títulos y por lo menos 50 novedades editoriales, la Editorial Universidad de Antioquia estuvo presente en la versión número 26 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá —FILBo—. Además de su muestra comer-cial, el sello editorial participó en la programación académica del evento. El 25 de abril presentó el libro Mentiras descaradas y la ciencia, de la escritora norteamericana Sherry Seethaler. El 26 de abril, la crítica literaria Margarita Valencia, presentó también su obra Palabras desencadenas, una serie de en-sayos críticos, pero profundamente literarios, que busca seducir al lector para que visite las obras de autores que la propia Margarita ha estudiado por años.

Contar la ciencia no es una tarea fácil. El trabajo de los periodistas cien-tíficos no sólo implica producir contenidos di-

geribles para el público en general, sino también mantener el rigor, no sobredimensionar los resultados de las investigaciones y lidiar, en muchas ocasiones, con los “egos” y comple-jidades de los investigadores.

¿Cómo no tragar entero todo lo que dicen los medios sobre el ca-lentamiento global, la salud y demás controversias científicas de actuali-dad? Esa es la pregunta que se hizo la escritora estadounidense Sherry Seethaler, para escribir el libro Mentiras descaradas y la ciencia. De esta obra, la Editorial Universidad de Antioquia presentó una traducción al español en la Feria Internacional del Libro de Bogotá —FILBo—, el 25 de abril de 2013.

Según Lisbeth Fog, destacada periodista científica de Colombia, es importante reconocer que la ciencia es dinámica. Fog, advirtió que los periodistas van detrás de la noticia pensando en blancos o en negros. “Nos interesa si la vacuna está o no está”, recalcó. Sin embargo, las investigaciones poseen matices que son de vital importancia para enten-der el desarrollo científico.

Sobre esa idea, resaltada por Seethaler en el libro, se refirió también la bióloga y decana de la Facultad de Ciencias de la Univer-sidad de los Andes, Silvia Restrepo. “Creo que una de las primeras cosas que los periodistas y la comunidad no científica deben entender, y sospechar, es que en las ciencias no todo está dicho, estamos en una constante evolución”.

Así que mientras que los periodis-tas lanzan al aire generalizaciones, la ruta de los científicos va por ca-minos más estrechos. De acuerdo con Restrepo, en las versiones de los hallazgos científicos, publica-das por los medios, es necesario ponderar también la evolución de las metodologías investigativas.

Otra arista de la divulgación cien-tífica, no menos compleja, tiene que ver con las virtudes comunicativas de los mismos investigadores. “No creo que haya muchos científicos buenos comunicadores. En las ca-rreras de periodismo falta formarse más en ciencias y a los científicos nos falta más la comunicación. En las carreras científicas, especial-mente, faltan más cursos para saber divulgar”, recalcó Restrepo.

Los transgénicos, por ejemplo, son un buen caso de los mitos que puede generar una divulgación

inadecuada. En 1999 se presentó el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, un instrumento inter-nacional que regula los organismos vivos modificados mediante la biotecnología moderna.

Según Fog, para entonces ni siquiera los ministros de las áreas que tenían que ver con ese tema, sabían sobre los transgénicos. “Los periodistas, buscando esa fuente de alta fidelidad, fuimos a las voces oficiales. Cuando les preguntába-mos sobre transgénicos, patinaban. Eso se reflejó en los escritos que hicimos: ni las fuentes ni los medios supimos manejar la cosa”.

En esa línea apunta la opinión de Restrepo sobre el tema. Según esta bióloga —doctora en Plant Patholo-gy y magíster en Biología molecular y celular de la universidad Pierre y

Marie Curie, de París—, los cientí-ficos tienen grande responsabilidad en el rechazo que se generó respec-to de los transgénicos.

“No supieron comunicar bien los riesgos y no riesgos asociados a un transgénico. Yo soy ferviente defen-sora de los transgénicos, pero con sus matices”. En su libro, Seethaler habla de los transgénicos para el control de plagas, pero también se refiere ligeramente a los cultivos biofortificados para mejorar la ali-mentación en el mundo. “Creo que ahí hay muchas soluciones. Pero no han sido aceptados porque los científicos no supimos comunicar los riesgos y no riesgos”.

Desde esa barrera también el periodismo de divulgación juega un papel relevante. Su voz crítica debe ser garante no solo de que

la comunidad científica actúe con pertinencia, sino también sobre si las políticas públicas y los órganos de gobierno, son coherentes con lo que necesita el país en términos de investigación.

La postura de Restrepo sobre esa labor fiscalizadora no es tan optimis-ta. Si bien, Seethaler señala en su libro que todos los ciudadanos debe-rían opinar sobre lo que es financiado en la ciencia con recursos públicos, para Restrepo la sugerencia es peli-grosa. “La sociedad colombiana no está lista para opinar sobre eso, por la misma desinformación”.

De alguna forma, el llamado de Restrepo encuentra eco en la ma-nipulación política que puede tener la ciencia. El actual escenario que vive Colombia con respecto a la Ley de Regalías y su aporte a la investi-gación, es un buen nicho para esa advertencia. “Por estos días se dice que debemos financiar lo pertinente, ¿pero qué es pertinente para un go-bernador que decide qué financiar?”.

La otra pregunta que aqueja a la divulgación científica en Colombia tiene que ver con qué tanto le inte-resa a los investigadores publicar sus trabajos. Por un lado, algunos cientí-ficos han optado por encerrarse tras las puertas de sus laboratorios y, con un evidente desinterés por divulgar su trabajo, mantener su prestigio a salvo de ligerezas periodísticas.

De otra parte, tanto el sistema de medición de ciencia y tecnología, como los estándares de calidad docente en universidades, miden a los investigadores por sus pu-blicaciones en revistas científicas. Éstas, por su carácter académico, mantienen un intrincado lenguaje técnico. Digerir estos artículos es una tarea por lo demás compleja para el ciudadano de a pie. Y, al mis-mo tiempo, su producción restringe el tiempo que los investigadores pueden dedicarle a una divulgación dirigida a un público general.

Pese a todo ese complejo esce-nario, de encantos y desencantos, en la divulgación científica tanto los investigadores como los periodistas tienen una materia prima en común: la pregunta. Los primeros están tras las puertas de sus laboratorios, buscando respuestas. El reto de los segundos es encontrar el ‘toc toc’ preciso y sutil para que esas respuestas no se queden encerradas, pero tampoco se conviertan en mentiras descaradas.

28 de junio fecha

límite para la

recepción de obras

• Apertura de la convo-catoria e inicio del plazo de presentación de las obras: a partir del 18 de febrero de 2013. • Recepción de las obras: Hasta las 16:00 horas del 28 de junio de 2013. • Verificación de los re-quisitos de participación: Del 1 al 15 julio de 2013 • Publicación de los re-sultados de la verifica-ción de los requisitos de participación: 16 julio de 2013 • Deliberación del jurado: 19 de septiembre de 2013• Proclamación de los ganadores: 20 de septiembre de 2013 • Publicación del resultado por los medios de comu-nicación: A partir del 23 de septiembre de 2013 • Entrega de los premios: 10 de octubre de 2013

Enviar las propuestas a la Calle 70 N° 52 - 21,

Medellín, Colombia.Informes:www.udea.

edu.co/premiosnacio-nalesdecultura

[email protected]

(4) 2 19 51 75

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31Nº 620, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, mayo de 2013

En el arte las mujeres no están pintadas

La pregunta retumbó como un disparo: ¿No es muy terrible ser mujer cuando sabemos que las mujeres para lo único

que sirven es para ser pintadas y cantadas? Algunos arquearon las cejas. Se escucharon una o dos risitas sueltas. Luego los más de trescientos asistentes a las con-versaciones el pasado 8 de abril en el Paraninfo de la Universidad de Antioquia guardaron un silen-cio casi solemne para escuchar la respuesta de Alejandra Borrero, actriz de reconocida trayectoria, invitada por el Departamento de Extensión Cultural para hablar so-bre ‘lo femenino en el arte’, con el director del Teatro Matacandelas Cristóbal Peláez como interlocutor y responsable de aquella pregunta zumbona y provocadora.

“Para mí no ha sido tan difícil ser una mujer en el arte; y no lo ha sido por el trabajo que ha hecho la mu-jer durante siglos para que estemos en este momento donde estamos”, dijo Borrero con una sonrisa de complicidad. Luego intentó una respuesta para el interrogante que daba lugar al evento: “He estado pensando en qué es lo femenino en el arte y me he encontrado con muchas preguntas”.

En efecto la pregunta resulta mucho menos sencilla de lo que podría parecer en un comienzo. Primero habría que resolver qué es lo femenino; y, por ahí derecho, responder qué es lo masculino, el concepto que supuestamente se le contrapone y que dominó la producción artística durante siglos, hasta el siglo XIX, como lo menciona Georges Duby en su His-toria de las mujeres. La formación en bellas artes estaba reservada para los hombres. A las mujeres les correspondía la cerámica, los encajes y los bordados, oficios que para entonces eran conocidos como artes aplicadas, sin relevan-cia intelectual.

“Nuestra función en el arte era ser representadas, pero no teníamos voz”, agregó Borrero. Lo femenino en el arte se supeditaba a la visión de los hombres. Solo a finales del siglo XIX movimientos como el prerrafaelismo y el simbo-lismo comenzaron a explorar a la mujer más allá de su belleza física, nos recuerda Erika Bornay en su libro Las hijas de Lilith.

“Pero no podemos decir que lo femenino solamente somos las

mujeres. En el arte hay muchos hombres que trabajan desde lo fe-menino. Y hay muchas mujeres que trabajan desde su lado masculino en el arte también”, puntualizó la actriz nacida en Popayán.

Acto seguido Alejandra habló sobre su trabajo con la campaña “Ni con el pétalo de una rosa”, que involucra de manera activa a los hombres para combatir el maltrato contra las mujeres y las niñas. Habló también de su ya dilatada y exitosa carrera como actriz e incluso de su vergonzante paso por cierto reality de un canal privado de televisión. “No sé qué me pasó, pero no volverá a pasar”. Ante esta declaración se escuchó una ovación del público.

Pero, ¿qué es lo femenino en el arte?

Tres artistas que desde su oficio, las artes plásticas, el teatro y la li-teratura, han buscado, queriéndolo o no, la respuesta a la pregunta.

“Para mí lo femenino es algo cultural, diferente a hombre-mujer que se refiere más a lo bio-lógico,” dijo la artista norteame-ricana Sumya Deva, de paso por Medellín, invitada por el Centro Colombo Americano a participar en un evento sobre derechos de la mujer y la equidad de género.

“Socioculturalmente lo femeni-no es suave y delicado, mientras que lo masculino es lo fuerte y también lo ambicioso. El proble-ma viene cuando tanto hombres como mujeres piensan que lo fe-menino es lo débil”, afirmó Deva, cuyo trabajo plástico es una reflexión sobre lo que significa ser mujer en la India, y concluyó: “Es difícil asegurar que el arte femenino es hecho por mujeres; desde mi experiencia personal yo puedo decir que muchas veces trabajo con mi lado masculino”.

Para Diana Betancur, actriz y directora del teatro El Tablado, el concepto del arte femenino o el masculino reduce el campo de la producción artística. “Es como si el arte dependiera del sexo de quien produce la obra”, dice. Y agrega: “A mi modo de ver, el arte habla de asuntos que competen a hombres y mujeres: superviven-cia, amor, odio, alegría.”

Para enfatizar la simbiosis en-tre lo femenino y lo masculino y la inutilidad de contraponerlos en el arte, Betancur recordó a Gustavo Flaubert, creador de un universo femenino complejo en su novela Madame Bovary: cuan-do alguien le preguntó a Flaubert cómo creó ese personaje feme-nino tan complejo sabiendo que él era un hombre, el novelista

Por JUAN ANDRÉS ÁLVAREZ CASTAÑO

contestó enigmáticamente: “Ma-dame Bovary soy yo”.

A diferencia de Diana Betancur y de Sumya Deva, el novelista Pablo Montoya Campuzano sí encuentra un elemento que, por lo menos hoy, caracteriza la literatura cuando es escrita por mujeres: “Yo pienso que hay unos códigos literarios que deben manejar por igual hombres y mujeres. Pero sí creo que en el plano del erotismo y de su sexua-lidad, las mujeres están diciendo cosas que jamás los hombres habían dicho”, aseguró, y añadió: “Una escritora como Marosa Di Giorgio, poeta y narradora urugua-ya, asume el erotismo con estruc-turas y figuraciones totalmente desconocidas por el imaginario literario de los hombres. Esa rela-ción del erotismo con lo animal, me parece que ningún hombre lo puede asumir de ese modo.”

Por su parte, Alejandra Borrero concluyó: “Creo que todavía esta-mos muy inmersos en el concepto patriarcal y es muy difícil todavía para una mujer tratar de escribir desde el lado femenino. Pero creo que no vale la pena pararnos solamente en el lado femenino. Lo masculino es eso que nos han impedido ser y que es fundamental en el arte. Y las mujeres no haríamos lo que estamos hacien-do si no hubiéramos encontrado nuestra parte masculina”.

Ilustración Juan Andrés Álvarez Castaño

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32Nº 620, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, mayo de 2013

Texto e ilustración JUAN ANDRÉS ÁLVAREZ CASTAÑO

El 23 de abril se celebra-ron los 90 años del na-talicio de Manuel Mejía Vallejo, el gran narrador antioqueño oriundo de

Jericó y creador de obras funda-mentales de la literatura colombia-na como El día señalado y La casa de las dos palmas. Un día antes se había dado inicio a la semana del idioma en la Universidad de Antio-quia con una maratón de lectura en voz alta de Aire de tango, una de sus novelas más emblemáticas.

El mismo martes se presentó en la Feria del libro de Bogotá la ley 1619 del 8 de marzo de 2013 “por la cual se rinde homenaje a la vida y obra del intelectual, librepensador y escritor Manuel Mejía Vallejo y se decretan disposiciones y efectos en su honor”. La ley dispone que el ministerio de Cultura, la Gober-nación de Antioquia y la Alcaldía Metropolitana de Medellín, en convenio con la Fundación Manuel Mejía Vallejo, realicen anualmente el Festival de las cosas buenas y el paseo Aire de tango, eventos que pretenden celebrar la obra de don Manuel y que recuerdan otras grandes festividades literarias en el mundo como el Bloomsday, en honor a James Joyce, y El día de la toalla, celebrado por los lectores de Douglas Adams.

Mejía Vallejo inició su carrera literaria en 1945, a la prematura edad de veintidós años, con la publicación de La tierra éramos nosotros, una novela cercana aun al costumbrismo de Tomás Ca-rrasquilla, en la que se prefiguran algunos temas que desarrollaría en su obra posterior.

“Toda la obra de Manuel Mejía Vallejo corresponde a un proceso creativo que, partiendo de una tradición estética, encuentra sus propios temas, su propia forma, su propio lenguaje”, expresa Luis Marino Troncoso, crítico literario y estudioso de la obra del maes-tro, quien en 1963 obtuvo el premio Nadal por El día señalado, novela en la que se acentúa el carácter realista de su narrativa y que explora de lleno la venganza y la problemática de la violencia

en Colombia, dos de sus temas más recurrentes.

En 1989 ganó el premio Rómulo Gallegos con La casa de las dos palmas, adaptada a la televisión y que se desarrolla en Balandú, un pueblo antioqueño imaginario en la vena del Comala de Rulfo y el Macondo de García Márquez.

Entre sus novelas se cuentan también: Al pie de la ciudad (1958), Las muertes ajenas (1979), Tarde de verano (1981), Que despierten sus sueños, Y el mundo sigue andan-do (1984), La sombra de tu paso (1987), Los abuelos de cara blanca (1991) y Los invocados (1997).

“La obra de Manuel Mejía Valle-jo tiene mucha riqueza; se mueve en disímiles ambientes; abarca densidad de problemas; cubre amplias fajas de nuestra angustia

colectiva”, escribió hace años el crítico Otto Morales Benítez.

Para Kurt Levy, amigo y gran conocedor de la obra del maes-tro: “El arte de Manuel se caracte-riza por su honradez escrupulosa y el compromiso incondicional con su oficio”.

Mejía Vallejo cultivó varios géne-ros literarios además de la novela: el ensayo, con libros como Breve elogio de la muerte (1957), María más allá del paraíso (1984) y Hojas de papel (1985). Se destacó tam-bién como cuentista: Tiempo de sequía (1957), Cielo cerrado (1963), Cuentos de la zona tórrida (1967), Las noches de la vigilia (1975), Otras historias de Balandú (1990), Sombras contra el muro (1993) y La muerte de Pedro Canales (1993) .

Su poesía está contenida en

Prácticas para el olvido (1977), El viento lo dijo (1981), Memoria del olvido (1990) y Soledumbres (1990).

Como periodista publicó en 1984 El hombre que parecía un fan-tasma, siete crónicas sobre Porfirio Barba Jacob, una investigación que había iniciado treinta años antes durante su estadía en Centroamé-rica y que apareció entre 1952 y 1953 en el periódico El Espectador.

Durante muchos años Manuel Mejía Vallejo fue profesor de español y literatura en la Uni-versidad Nacional de Colombia, sede Medellín; dirigió la Imprenta Departamental de Antioquia y desde 1978 dirigió el Taller de Es-critores de la Biblioteca Pública Piloto, donde formó varias gene-raciones de lectores y escritores hasta su muerte en 1998.

Manuel Mejía Vallejo en los 90 años de su natalicio