ANTE LA DISTANCIA REAL

TENDEMOS REDES SIMBOLICAS

Pensamos y reflexionamos sobre la salud mental en

tiempos de Covid-19.

Diálogo con Sofía Rutenberg

REVISTA BIBLIOPSI

ES SIEMPRE CON EL OTRX*Julio 2020

Al comienzo de este año un virus desconocido, luego denominado covid-19, se convertía en poco tiempo en una Pandemia mundial afectando gravemente a toda la población y poniendo en jaque a los sistemas de salud. Estos hechos permitieron visibilizar las enormes injusticias de un sistema que excluye, que vulnera derechos, que promueve el hambre y la pobreza a lo largo y ancho de todo el planeta. Frente a esta crisis, cada país ha construido respuestas de acuerdo al modelo de Estado que sostienen y defienden. En América, ahora principal foco de infección mundial, encontramos países como Brasil o Estados Unidos que han apostado a la propuesta e ilusión neoliberal de salvación individual, con nula intervención del Estado y con resultados realmente deplorables: miles de muertxs, millones de infectadxs, aumentó de pobreza y crisis económica producto de la ausencia y la desidia estatal. En nuestro país, la Pandemia nos encuentra bajo un Gobierno que sostiene al Estado como el principal garante de la salud, entendida esta última de manera multidimensional y de carácter vital para el desarrollo de nuestra vida cotidiana, es decir como un Derecho Humano Fundamental. A su vez, como una de sus primeras medidas, vuelve a darle a la Salud el rango de Ministerio que anteriormente había sido degradado a secretaria por el gobierno de Cambiemos.

Como futuros profesionales de la salud se nos hace cada vez más necesario poder repensar nuestra subjetividad en estos tiempos de Pandemia. Ante una realidad que no admite certezas partiendo de la base de que bajo estas circunstancias es previsible el aumento de tensiones, ansiedad, vulnerabilidades, desgano, impotencia ante esta nueva realidad nos proponemos problematizar y cuestionar esta nueva realidad que nos remite directamente a lo inédito, y en ese sentido le preguntamos a Sofía Rutenberg ¿Cuáles son las consecuencias subjetivas que puede tener el Aislamiento, Social, Preventivo y Obligatorio en las subjetividades?

- Las consecuencias no pueden ser medidas ni estandarizadas porque nos encontraríamos psicopatologizando la cuarentena. La pandemia atraviesa al mundo. Nadie, ni siquiera las personas más ancianas recuerdan haber vivido algo similar. Es la primera vez que sucede algo así, me refiero a un virus invisible que se propaga rapidísimo y mata.

Las consecuencias no pueden ser medidas ni estandarizadas porque

nos encontraríamos psicopatologizando la

cuarentena.

Entonces, me parece que la cuestión fundamental es que frente a las medidas de prevención, no todas las personas tienen los mismo privilegios y oportunidades. Quedarnos en casa implica no sólo tener una responsabilidad sobre el contagio, cuidarnos y cuidar al otre, sino entender que si el sistema de salud colapsa, va a ser imposible ayudar a todas las personas enfermas. Creo que la peor consecuencia es que el otre se vuelva amenaza. Reunirse está prohibido no por capricho, sino porque es la forma de contagio. Ni en Argentina ni en Europa ni en ningún lugar del planeta, saben cómo sucede efectivamente ese contagio. Es tan incierto, que estar alejados es por ahora el único antídoto. El problema es que la persona contagiada se vuelva alguien despreciable, que es lo que sucedió con todos los virus. Cuando nos enteramos que alguien dio positivo, en lugar de preguntarle cómo se siente, si necesita algo, si quiere conversar, le preguntamos: ¿cómo te contagiaste? Esa pregunta genera sentimientos de culpa, y que la persona se sienta amenazante, rechazada y abyecta.

“El futuro es oscuro, que es lo mejor que puede ser el futuro, yo creo”, dijo Virginia

Woolf a los 33 años. El ser humano le tiene miedo a lo que no se puede ver ni controlar, a lo incierto. El terror es a no

saber, a lo desconocido.

“El futuro es oscuro, que es lo mejor que puede ser el futuro, yo creo”, dijo Virginia Woolf a los 33 años. El ser humano le tiene miedo a lo que no se puede ver ni controlar, a lo incierto. El terror es a no saber, a lo desconocido. Este es el pánico del que estamos advertidos les psicoanalistas. Por esto, atravesar un psicoanálisis implica todo lo contrario a “saber más” o “conocerse”. Se trata de devolverle al neurótico la capacidad de sentir, que requiere de la sorpresa y lo inesperado. Adelantarse al futuro es un mecanismo neurótico. Me parece que es un momento muy difícil para todes, eso es innegable, pero también creo que eso que llamamos “proyectar” muchas veces se convierte en un mecanismo de defensa para el deseo, que por definición siempre está más allá. Es un momento para hacer proyectos diferentes a los que acostumbramos, inventar proyectos. Lo virtual lo tenemos que pensar como una oportunidad. ¿Se imaginan una pandemia sin internet? Por supuesto no es lo mismo que la presencia y el abrazo, pero la virtualidad hay que aprovecharla para inventar y crear esos proyectos.Retomo lo que dije más arriba, no tenemos que hacer de los sentimientos negativos una enfermedad, una psicopatología, porque estar asilado o aislada de la familia y las amistades engendra sentimientos de tristeza, desesperanza, angustia y preocupación. Lo alarmante sería que no te pase nada. El poeta John Keats habla de la “Capacidad Negativa”, que es la capacidad de existir en las incertidumbres sin caer en la búsqueda irritante de entender todo, de portar la razón.

- Sofia Rutenberg-Licenciada en Psicología (UBA). Autora del libroa “Hacia un feminismo freudiano”. Psicoanalista. Coordinadora

del área “Feminismo y Psicoanálisis” en “Hacer Clínica”. Investigadora en temáticas de género, diversidad,

violencias y psicoanálisis. Tiene diversos trabajos de investigación presentados sobre una relectura crítica y

clínica de conceptos psicoanalíticos desde el feminismo.

ANTE LA DISTANCIA REAL TENDEMOS REDES

SIMBOLICAS

Escribinos para participar: brotepsicouba@gmail.com

IG: Brotepsico.UBA