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México México heroico heroico Cada vez más mexicanos Cada vez más mexicanos se enfrentan al terror se enfrentan al terror a pecho descubierto. a pecho descubierto. Estas son sus historias Estas son sus historias Abrazo del poeta Javier Sicilia a Luz María Dávila, ambos con hijos asesinados en México. Foto: Tomás Bravo/Reuters Domingo EL PAÍS 19.06.11 Domingo EL PAÍS 19.06.11

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MéxicoMéxicoheroicoheroicoCada vez más mexicanosCada vez más mexicanosse enfrentan al terrorse enfrentan al terrora pecho descubierto.a pecho descubierto.Estas son sus historiasEstas son sus historias

Abrazo del poeta Javier Sicilia a Luz María Dávila, ambos con hijos asesinados en México. Foto: Tomás Bravo/Reuters

Domingo EL PAÍS 19.06.11Domingo EL PAÍS 19.06.11

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Por PABLO ORDAZ

No tuvieron que irse a la gue-rra, la guerra vino a buscar-los. Desde 2007 hasta ahora,más de 40.000 mexicanoshan muerto víctimas de laguerra que sostienen calle a

calle las organizaciones criminales y el Go-bierno de Felipe Calderón. Día tras día, losperiódicos cuentan historias espeluznantesde matanzas, decapitaciones, policías y polí-ticos corrompidos por el narcotráfico. A rit-mo de ametralladora, las editoriales publi-can libros sobre los principales carteles yhasta la revista Forbes sigue manteniendoen su nómina de multimillonarios al míticoChapo Guzmán, el fugitivo líder del cartelde Sinaloa. El mal, por tanto, tiene su cuotade gloria en la vida cotidiana de México. El

r

Son mexicanos,son valientes“¿No tiene usted miedo, alcalde?” “Todos tenemos miedo, compadre”.Cada vez hay más mexicanos que se plantan ante el narco y seenfrentan al terror a pecho descubierto. Aquí están sus historias

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resto del paisaje lo conforman unas autorida-des sin prestigio ni credibilidad y una socie-dad asustada y desvertebrada, como ausen-te, sin capacidad de alzar la voz sobre eltableteo constante de las armas de alto po-der. Sin embargo, de un tiempo a esta partevan saliendo a la luz historias de gente co-rriente que, lejos de claudicar o brincar lafrontera hacia Estados Unidos, decidió ante-poner la dignidad al miedo y enfrentarse alterror, muchas veces con la única protec-ción de su pecho descubierto. Un cirujanode Ciudad Juárez que fue percatándose deque los sicarios a los que trataba de salvar lavida cada vez se parecían menos a él —unhombre de 40 años— y más a su hija adoles-cente. Una alcaldesa de la tierra caliente deMichoacán, una de las zonas más peligrosasde México, que un día —después de queunos criminales mataran a su marido— selevantó la blusa y mostró su cuerpo roto a

tiros y su decisión de no claudicar. Un edilde Nuevo León al que los criminales ya hanemboscado tres veces, llevándose por delan-te a varios de sus escoltas. Un poeta queperdió a su hijo y ahora recorre el país inten-tando a duras penas resucitar la concienciacívica, el orgullo de ser mexicano. Son losnuevos héroes. El México heroico que luchacontra el México salvaje.

De pie junto al quirófano del HospitalGeneral de Ciudad Juárez, el doctor ArturoValenzuela, de 45 años y con una hija adoles-cente, se fue dando cuenta de que, hace solotres años, a su quirófano llegaban dos heri-dos de bala a la semana, a veces tres, tiposduros, herederos de una estirpe acostumbra-da a matar y a morir según las reglas de ladroga y la frontera, pero que, mes a mes, lafisonomía de los heridos y de los muertos seiba suavizando hasta tener los rasgos de unamujer joven. Espantado, pensó en huir. “Lotenía fácil”, reconoce, “además de la mexica-na, yo tengo la nacionalidad canadiense. Asíque pensé que era hora de probar otra vida,de sacar a mi hija y a mis padres de aquí, deponerlos a salvo cruzando la frontera”. Unafrontera que separa Ciudad Juárez de El Pa-so. La ciudad más peligrosa del mundo, dela ciudad más pacífica de Estados Unidos.

Al tiempo que valoraba la posibilidad demarcharse, el doctor Valenzuela tambiéniba constatando, horrorizado, que en Ciu-dad Juárez ya se habían acabado los sicariosde 40 años. Ya no se trataba, pues, de unaguerra tradicional entre carteles. Yo te matoa tres. Tú me matas a siete. Se trataba ya deuna guerra total. Empujados por la pobreza,por la desigualdad, por la falta de afecto enuna ciudad acostumbrada a tratar a las mu-jeres como esclavas —en la cadena de mon-taje o en la casa—, cientos de muchachoscrecidos a la intemperie de barrios sin asfal-to ni escuelas, sin energía eléctrica ni aguacorriente, fueron engrosando las filas delúnico ejército que los aceptaba. A un ritmoendiablado, sin capacidad de elegir, esosmuchachos bautizados a semejanza del últi-mo galán de la última telenovela, fueron su-biendo rápidamente por la escalera del cri-men. De halcón —el que alerta de la llegadade la policía— a camello. De camello a sica-rio. De sicario a muerto. El doctor Valenzue-la pensó que la única manera de intentarinterrumpir ese último salto mortal pasabapor quedarse. “Me dije que mi hija o mispadres no eran los únicos que lo estabanpasando mal. Que en la biografía de mi con-ciencia no podía escribir con tinta indelebleque cuando mi ciudad me necesitó, yo mefui. Así que me senté con otros médicos aver qué se podía hacer…”. No hace faltaescribirlo. El doctor Valenzuela decidió que-darse.

“La primera marcha que organizamosfue en noviembre de 2008. Unos 200 médi-cos. Muchos con cubrebocas, por temor arepresalias. Ya se habían disparado los se-cuestros, las extorsiones telefónicas y los ho-micidios con armas largas, aunque no tan-tos como ahora. Se estaba empezando a fra-guar el Comité Médico Ciudadano y yo mesumé. Lo primero que hicimos fue crear unapágina de Internet con información prácticapara enfrentar los secuestros. ¿Cómo piensael secuestrador? ¿Qué víctima es más vulne-rable? Incluso pusimos un botón de pánicopara que la gente nos llamara en caso denecesidad, porque ya por entonces nadie sefiaba de la policía. Hay que tener en cuentaque en el año 2007, en Ciudad Juárez sedenunciaron siete secuestros. En 2008 yafueron 28. Al año siguiente ya había más de200 denuncias… La gente no sabía qué ha-cer. Negociaban mal. Pagaban rescates es-pantosos. Cometían errores que ponían enpeligro a la víctima. Y lo peor de todo: unavez que pagaban, ya jamás los dejaban enpaz, seguían extorsionándolos. Mucha gen-te empezó a marcharse de la ciudad”.

El párrafo anterior, sin interrupciones, esla pura declaración del doctor Valenzuela.En ese párrafo, y en los que vendrán des-pués, está sintetizada la historia de lo que hasucedido en México en los últimos cinco

años, la clave apenas apuntada en la prime-ra frase del reportaje: los mexicanos no fue-ron a buscar la guerra, la guerra se plantó undía en la puerta de su casa. La verdaderaclase de tropa de esta guerra sin cuartel —esbueno no equivocarse— no la forman losmiles de militares sacados urgentemente delos cuarteles o los miles de policías federalesinstruidos a toda prisa, conectados a unamáquina de la verdad para certificar la pure-

za de sus intenciones, armados hasta losdientes después y finalmente puestos a pa-trullar en ciudades que a muchos de ellosles resultan hostiles y remotas. Los verdade-ros soldados a la fuerza de esta guerra sonlos ciudadanos. Los concejales de ciudadespequeñas que, pese a la oferta de plomo oplata, deciden apretar los dientes y seguirsirviendo a sus comunidades. Las profeso-ras que, entre la clase de matemáticas y lade dibujo, tienen que enseñar ahora la desupervivencia. En caso de balacera, hay quetirarse al suelo, no levantar la cabeza, ento-nar tan fuerte como sea posible una cancióndivertida. “No pasa nada”, les decía MarthaRivera Alanís a sus alumnos de seis añosmientras fuera repicaban las balas, “nadamás pongan sus caritas en el piso. Vamos acantar fuerte una canción: ¡si las gotas delluvia fueran chocolate…!”. El vídeo que gra-bó aquella valiente maestra de Nuevo León

venía a demostrar hasta qué punto la violen-cia forma ya parte de la vida cotidiana deMéxico, pero también de qué forma losmexicanos de a pie lo enfrentan de formavalerosa. “Echándole ganas”, por utilizaruna expresión local.

Como le echan ganas cada día los perio-distas mexicanos del norte. Hasta hace muypocos años ejercían su oficio decente y tran-quilamente en los pequeños diarios de lasciudades del norte, hasta que, de un díapara otro, se convirtieron en corresponsalesde guerra. Solo que ellos no se visten conchalecos antibalas, no presumen de haberestado en conflictos lejanos ni dan conferen-cias al regreso. Ellos —los periodistas de Chi-huahua, de Tamaulipas, de Nuevo León—ni siquiera tienen que cruzar la calle parairse a la guerra. Lo hacen después de dejar asus hijos en el colegio, a veces en el mismocolegio que los hijos de los criminales, te-miendo cada día que, después de cubrir laúltima balacera en el barrio más bravo de laciudad, el teléfono de la redacción suene yal otro lado de la línea una voz muy convin-cente sugiera que al reyezuelo local del car-tel del Golfo o de Los Zetas no le gustaríaque tal o cual dato ocupara la portada deldía siguiente. Y a pesar de todo, los periodis-tas mexicanos siguen ejerciendo su oficio.La prueba es que la ONU acaba de otorgarlea México el dudoso galardón de haberseconvertido en “el país más peligroso deAmérica para ejercer el periodismo”, un pre-mio al que solo se opta reuniendo muchascoronas de flores.

Hay muchos alcaldes en México que, díaa día, desprecian el dinero sucio y ponen enriesgo su vida. Pero tal vez no haya muchosque sean capaces de contarlo con el despar-pajo del ingeniero Jaime Rodríguez Calde-rón, alcalde de García, una localidad de150.000 habitantes en el área metropolitanade Monterrey, la capital de Nuevo León.

—¿Cuántas veces han atentado contra us-ted?

—Tres.—¿Cuál fue la primera?—Cuando inicié mi campaña para alcal-

de, en junio de 2009.—¿Por qué?—Porque le dije a la gente lo que ya ve-

nía viendo desde hacía unos años, que lospolicías estaban involucrados en el narco-tráfico, cobraban extorsiones, se dedicabanal narcomenudeo… Pero, a pesar de la ame-naza de los criminales, gané la alcaldía.

—¿Y qué fue lo primero que hizo comoalcalde?

—Puse al frente de la policía a un generalincorruptible. Me lo mataron al cuarto día.Y yo, después de ir al funeral, eché al cuerpode policía al completo, despedí a 165 agen-tes y empecé a reclutar a gente nueva. Con-traté a otro militar incorruptible y empeza-mos a limpiar la ciudad. Clausuramos 250narcotienditas, sacamos a los capos de laciudad, metimos en la cárcel a 27 policías yotros salieron huyendo. Son esos los que mequieren matar. Estoy pisando muchos ca-llos, pero no quiero que un día mis hijosdigan que fui un cobarde.

—Y, ya como alcalde, ha sufrido dos aten-tados más…

—Se me pone la piel chinita al acordar-me. Yo jamás he disparado un arma, nuncatuve una pistola. Pero nos emboscaron ytuve que poner mi camioneta blindada en-tre los sicarios y los escoltas para que no losfusilaran allí mismo. Ahí ya me mataron auno…

—¿No tiene usted miedo, alcalde?—Todos tenemos miedo, compadre. Pe-

ro yo lo sé controlar. Mire, hay gente que letiene tanto miedo a la muerte que no apren-de a disfrutar de la vida. Hay vivos que estánya muertos. Y yo no quiero ni ser un muertoen vida ni que mis hijos me recuerden comoun cobarde.

En las dos historias siguientes tambiénadquieren especial importancia los hijos.Los hijos pequeños de María Santos Gorros-tieta y de Marisol Valles. Los hijos muertosde Marisela Escobedo, de Luz María Dávilay de Javier Sicilia.

María Santos Gorrostieta, la joven alcal-desa del pequeño municipio de Tiquicheo,en el Estado de Michoacán, apenas ocupóun par de días los titulares de la prensa. Dijolo que tenía que decir y luego, sensatamen-

S

El doctorArturo Valenzuela. Foto: Torres/El Diario

El poeta Javier Sicilia, al frente de una marchacontra la violencia en las calles de Cuernavaca.

Foto: Omar Torres/AFP

Marisela buscaba alasesino de su hija. “Nome voy a esconder”, dijo.Un sicario la mató frenteal Palacio de Gobierno

Tuit de un vecino deMonterrey: “Hombrescolgados en puente,eviten la zona”. Variosahorcados en pleno día

Una alcaldesa de latierra caliente mostró sucuerpo roto a tiros y sudecisión de no claudicarante los salvajes

Los verdaderossoldados a la fuerzade esta guerra son losciudadanos. Concejales,profesores, periodistas

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te, volvió a desaparecer. Y lo que tenía quedecir era que el 15 de octubre de 2009 sufrióel primer ataque del crimen organizado.¿De quién exactamente? No se sabe. Estascosas no suelen saberse en México, dondela impunidad supera el 98% de los casos.Aquel día, la joven alcaldesa fue atacada porun grupo de sicarios armados con rifles deasalto y granadas de fragmentación —esosjuguetes que con tanta facilidad se puedencomprar en las 12.000 armerías estadouni-denses abiertas junto a los 3.000 kilómetrosde frontera con México—.

No lograron matarla, pero se llevaronpor delante a su marido y padre de sus treshijos pequeños. En cuanto se recuperó desus heridas, María Santos regresó a sus labo-res de alcaldesa, pero solo tres meses des-pués volvieron a atacarla. Esta vez, cuandosalía de un acto en la Tierra Caliente delEstado de Guerrero. La camioneta Ford Lo-bo que conducía su hermano recibió variasráfagas de metralleta. Tres proyectiles hicie-ron blanco en el tórax, la pierna y el abdo-men de María Santos. De nuevo estuvo apunto de morir. De nuevo se salvó. Y fue

entonces cuando la joven alcaldesa llamó aun fotógrafo, se remangó la blusa, mostrósu hermoso cuerpo roto por los disparos ydijo: “A pesar de mi propia seguridad y la demi familia, tengo una responsabilidad conmi pueblo, con los niños, las mujeres, losancianos y los hombres que se parten elalma todos los días sin descanso para procu-rarse un pedazo de pan...; no es posible queyo claudique cuando tengo tres hijos a losque tengo que educar con el ejemplo”. Di-cho esto, María Santos Gorrostieta, la alcal-desa valiente de Tiquicheo, regresó de punti-llas a sus labores de madre y alcaldesa.

María Santos sabía que no es prudentesignificarse demasiado. En ningunadictadura lo es. Tampoco en esta delterror creciente que sufre Méxicodesde principios del año 2007. Tancreciente que un reciente estudiorealizado por el experto EduardoGuerrero para la revista Nexos de-muestra que —en contra de la ver-sión oficial— cada vez son más losmunicipios mexicanos azotados porla violencia. Si en 2007 eran 53 losmunicipios donde se registraron 12o más homicidios ligados al crimenorganizado, en 2008 ya pasaron aser 84; en 2009 la cifra subió a 131municipios y en 2010 ya fueron 200las localidades con 12 o más ejecu-ciones. La cifra de lugares aquejadospor el cáncer de la violencia se hacuadruplicado en solo cuatro años yaún no se vislumbra una salida.

Por eso, significarse es peligroso.Muchos de los protagonistas denuestro México heroico lo supierondesde el principio. Otros lo fueronsabiendo. Del primer grupo mencio-nado podemos rescatar la lucha deuna mujer llamada Marisela Escobe-do.

Marisela tenía una hija de 16años que se llamaba Rubí. La mata-ron en Ciudad Juárez en agosto de

2008, apenas unas semanas después de dara luz a su bebé. Marisela, como otras mu-chas de las más de 500 madres cuyas hijashan sido asesinadas en la ciudad norteña,emprendió la búsqueda del asesino de suhija. Un año después, y gracias a su insisten-cia, la policía detuvo a un tal Sergio RafaelBarraza, el exnovio de Rubí, quien confesóque la había matado y quemado después,indicando a los agentes el lugar donde seencontraba el cadáver. Pese a todo, el con-victo solo pasó unos meses en prisión. El 29de abril de 2010 fue puesto en libertad por“falta de pruebas”. Marisela volvió a echarsea la calle para seguir clamando justicia para

su hija. Logró que el juicio fuera revisado,pero el asesino, lógicamente, ya había pues-to pies en polvorosa. Barraza fue condenadoen rebeldía a 50 años de prisión. Marisela seplantó entonces frente al Palacio de Gobier-no de Chihuahua, el Estado fronterizo conEstados Unidos cuya ciudad más poblada ymás violenta es Ciudad Juárez. La presenciade Marisela allí, durmiendo en plena calle,era un grito constante que dejaba al descu-bierto las graves carencias del sistema deseguridad y justicia en México. No pasó mu-cho tiempo hasta que empezó a recibir ame-nazas. Las denunció frente a las cámaras detelevisión. “No me voy a esconder”, dijo, “si

me van a asesinar, tendrán que ve-nir a asesinar aquí para vergüenzadel Gobierno. Tengo amenazas porparte del asesino de mi hija, de sufamilia. Me han dicho que él ya estáinvolucrado en un grupo del crimenorganizado. ¿Qué está esperando elGobierno? ¿Que venga y termineconmigo? Pues que termine conmi-go, pero aquí enfrente del Palacio deGobierno, a ver si les da vergüenza”.

Así lo hicieron. Terminaron conella allí mismo, en plena calle, frenteal edificio símbolo de la autoridad,el jueves 16 de diciembre de 2010. Elvídeo grabado por una cámara deseguridad hizo posible que todoMéxico pudiera ver casi en directola ejecución anunciada de MariselaEscobedo. Tres tipos la atacaron,ella cruzó la calle intentando salvar-se, pero un sicario la alcanzó, le dis-paró mortalmente en la cabeza y sealejó caminando, tan campante,hasta que un coche blanco lo reco-gió y lo sacó del lugar.

Marisela —que hoy reposa juntoa los restos de su hija Rubí— sabíaque la iban a matar. Y aun así dio elpaso. Marisol Valles, en cambio, nose percató en un principio de lo quesignifica enfrentarse al crimen. El pa-

sado mes de octubre, ante la negativa detodos los hombres, decidió hacerse cargo dela policía de su municipio, Práxedis G. Gue-rrero, fronterizo con Estados Unidos, en ple-no Valle de Juárez. Ante la estupefacción demedio mundo, Marisol Valles, de 20 años deedad, madre de una recién nacida y estu-diante de Criminología, se convirtió en lajefa de 19 policías, nueve de ellos mujeres.Los antecedentes no eran halagüeños preci-samente. Solo un par de días antes, en elpueblo de al lado, el crimen había abatidosin contemplaciones a un comisario y a suhijo. ¿Quién los mato? Posiblemente los mis-mos que, unas semanas después y sin quetrascendiera a la opinión pública, empeza-ron a mandarle mensajes envenenados aMarisol Valles. Tal vez fueron los hombresde Vicente Carrillo, jefe del cartel de Juárez,o tal vez los del Chapo Guzmán, jefe delcartel de Sinaloa. Lo que sí trascendió esque, cuatro meses después y sin decírselo nial alcalde, la joven jefa de policía cogió a suhijo y cruzó la frontera para ponerse a salvo.No ha sido hasta ahora cuando, a través deuna cadena de televisión estadounidense,Marisol Valles ha declarado con lágrimas enlos ojos que sí, que tuvo miedo, que la ame-nazaron con asesinarla a ella, a su bebé, a sufamilia…

Mientras todo eso sucedía, muy cerca deallí, junto a un quirófano del Hospital Gene-ral de Ciudad Juárez, el doctor Valenzuelaseguía observando la progresiva destruc-ción de su ciudad, pero no solo de la suya.Como piezas de dominó que provocan consu caída la caída de las demás, muchas ciu-dades del norte del país se fueron convirtien-do en verdaderos campos de batalla —Tijua-na, Reynosa, Matamoros— hasta terminarcontagiando al seis doble, la joya de la coro-na, Monterrey, la capital del Estado de Nue-vo León, otrora el orgullo indiscutible delMéxico moderno y emprendedor y hoy unaciudad que vive de sobresalto en sobresalto.Sus vecinos se han acostumbrado a avisarsea través de las redes sociales —sobre todo a

t

María Santos, alcaldesa de Tiquicheo, muestra el cuerpo rotopor disparos de sicarios. En un ataque anterior había muerto sumarido y padre de sus tres hijos. Foto: Contacto ciudadano

La situación del país vade mal en peor. Todaslas cifras de asesinatos,secuestros, asaltos,robos, van en aumento

Al poeta Javier Sicilia lehan matado a un hijo.Ha dicho que no volveráa escribir y se ha echadoa la calle contra el miedo

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través de Twitter— de los bloqueos de carre-teras que los sicarios de tal o cual cartelsuelen organizar para evitar que los rivales ola autoridad los interrumpan mientras ha-cen de las suyas. Por ejemplo, el pasadomartes, un vecino de Monterrey avisaba através de su tuiter: “Situación de riesgo enChapultepec y Revolución, hombres colga-dos en puente y disparos, eviten la zona#MtyFollow”. El tuit informativo era contes-tado enseguida por TrackMty, una red ciu-dadana con más de 40.000 ciudadanos queintenta ayudar a los ciudadanos a no conver-tirse en víctimas de la violencia. Unas horasdespués, los periódicos locales ya traían lafotografía de los ahorcados en un puentedel centro de Monterrey, a plena luzdel día. La conmoción que vivenahora los regiomontanos ante la caí-da de su ciudad la vivieron ya hacetiempo los juarenses. También fue-ron testigos de cómo los intentos derescatar la ciudad con la bayonetacalada fueron fracasando.

Lo cuenta el doctor Valenzuela:“Fue entonces cuando llegaron losmilitares a Juárez. Capturaron a mu-chos delincuentes. Pero no supie-ron armar los expedientes y los jue-ces los dejaban en libertad. La impu-nidad estaba por arriba del 98%. Yateníamos una buena cantidad de ho-micidios todos los días, los secues-tros se dispararon y se había puestode moda el cobro de piso. A tu nego-cio llegaba un tipo, a cara descubier-ta, y te entregaba un papel con unnúmero de teléfono: a partir de ma-ñana recibirás protección a cambiode 5.000 pesos (300 euros) a la sema-na. Y si no pagabas… Empezaron acerrarse gran cantidad de negociosy los homicidios ya superaban los5.000. Ninguno se investigaba. Lapolicía estaba infiltrada. La procura-ción de justicia no existía. Pedimosque viniera a la ciudad el presiden-

te Felipe Calderón. Se nos dijo que el presi-dente iba a venir… Pero entonces pasó lode Villas de Salvárcar y eso lo aceleró to-do…”.

Lo de Villas de Salvárcar… Hay un an-tes y un después de “lo de Villas de Salvár-car”. Ocurrió el 31 de enero de 2010. Quin-ce jóvenes que celebraban una fiesta enun barrio de Ciudad Juárez fueron acribi-llados. Desgraciadamente, no fue la cruel-dad del crimen lo que lo convirtió en famo-so, sino unas declaraciones que hizo elpresidente Felipe Calderón. Sin salirse dela versión oficial, que sostiene que la in-mensa mayoría de los caídos desde 2007son sicarios que se matan entre sí, el presi-

dente de la República atribuyó la matanzaa un ajuste de cuentas entre bandas. Elpatinazo no pudo ser mayor. Enseguida sesupo que los muchachos eran en su mayo-ría buenos estudiantes y deportistas, vícti-mas de la espiral de locura y muerte queazota a Ciudad Juárez, donde en 2010, y apesar del despliegue de más de 10.000 poli-cías federales, se produjeron 3.100 homici-dios. El presidente Calderón no tuvo másremedio que ir ocho días después a Juárezy disculparse ante los familiares de los mu-chachos. Una de las madres, Luz MaríaDávila, rota por el dolor, lo encaró: “Dis-culpe, señor presidente, yo no le puedodecir bienvenido porque para mí no lo es.Yo quiero justicia. Mis hijos eran dos mu-chachitos que estaba en una fiesta. Y quie-ro que usted se retracte de lo que dijo.Dijo que eran pandilleros. Mentira. Misdos hijos estudiaban y trabajaban. No te-nían tiempo de andar en la calle. Eran misdos únicos hijos y ya no los tengo. Ahoraquiero justicia. Ustedes siempre hablan yno hacen nada. Quiero que se ponga enmi lugar y sienta lo que ahorita estoy sin-tiendo yo. No me diga que sí, ¡haga algo,señor presidente!”.

Aquella súplica sigue pendiente. La si-tuación del país va de mal en peor. La cifrade asesinatos, de secuestros, de asaltos, derobos… va en aumento. Durante los últi-mos meses han sido cientos los cadáveresencontrados en fosas clandestinas. Hay zo-nas, como Tamaulipas, donde el Estado noes capaz de garantizar la seguridad ni en lacarretera principal, la 101, la que une lacapital del Estado, Ciudad Victoria, con lafronteriza Heroica Matamoros. Hace unassemanas se supo que una madrugada sí yotra también, grupos de sicarios a bordo delujosas camionetas y manejando fusiles dealto poder se sitúan al borde de la carretera,dan el alto a los autobuses de línea, suben aellos, eligen a punta de pistola a unas cuan-tas mujeres y a unos cuantos hombres y losbajan. A ellas las violan allí mismo y a ellosse los llevan para intentar extorsionar a susfamilias. Luego los entierran en fosas clan-destinas. ¿Cuántos? No se sabe. ¿Quiénes?Tampoco. ¿Por qué? Menos. Estas tres pre-guntas con sus respuestas —o la falta deellas— se pueden aplicar a la guerra quevive México. Más de 40.000 muertos, 9.000sin identificar, 5.000 desaparecidos...

Y justo ahora, cuando todas las veredasparecían conducir inexorablemente al pre-cipicio, un rumor ha empezado a escuchar-se en la calle. A ratos sordo como un lamen-to. A veces indignado. Ante la incapacidaddel Gobierno de detener la sangría constan-te —y también de abrazar a las víctimas dela barbarie—, un hombre de pelo cano,sombrero de paja y dos relojes en la manoizquierda, se ha puesto en camino. Se lla-ma Javier Sicilia. Es poeta. Como la mayo-ría de los mexicanos, observaba con horrorla deriva de su país. Pero también como lamayoría, permanecía quieto. El pasado 28de marzo, su hijo Juan Francisco, de 24

años, fue asesinado en Cuernavacajunto a otros cuatro jóvenes y dosadultos. Sicilia, que se encontrabaen Filipinas, regresó a México,anunció que jamás volvería a escri-bir poesía, puso junto a su reloj elde su hijo y se echó a la calle paraintentar recuperar la conciencia cí-vica, enfrentarse al miedo, recla-mar justicia.

—¿Por qué, en vez de encerrar-se en su dolor, ha salido a la calle adecir basta?

—Por dignidad. Y por mi hijo.Porque su desgracia le está ponien-do cara y nombre a la de 40.000desconocidos. Y, sobre todo, por-que tengo que hacer todo lo posiblepara que no muera ni un mucha-cho más.

A través del poeta Sicilia, de Ma-risela Escobedo o de Luz MaríaDávila, los mexicanos se han idoenterando de que la versión oficialno es del todo cierta. Que muchosde los 40.000 muertos tal vez sí fue-ran sicarios, pero que otros mu-chos no pudieron evitar su malafortuna.

Un día, sin avisar, la guerra vi-no a buscarlos. O

HASTA AHORA, la sociedad civil habíaestado callada a pesar de la situaciónde extrema violencia que vive México.Sin embargo, una caravanaencabezada por el poeta Javier Siciliaha recorrido la mitad norte del país—desde Cuernavaca hasta CiudadJuárez— para hacer visible elsufrimiento de las víctimas. Al llegara su destino, se hizo público un pactociudadano por la paz. Estos son losprincipales puntos.» 1. Exigimos esclarecer asesinatos ydesapariciones y nombrar a lasvíctimas.Se deben esclarecer y resolver losasesinatos, las desapariciones, lossecuestros, las fosas clandestinas, latrata de personas y el conjunto dedelitos que han agraviado a lasociedad. Determinar la identidad detodas las víctimas de homicidio es unrequisito indispensable para generarconfianza.Exigimos a las autoridades estatales yfederal la resolución pública quepresente a los autores intelectuales ymateriales de algunos de los casosemblemáticos que han agraviado a lasociedad, entre ellos la familia Reyes,Marisela Escobedo y su hija Rubí, lasniñas y niños de la guardería ABC, lafamilia Le Barón, los jóvenes de Villasde Salvárcar, los jóvenes de Morelos.Convocamos a la sociedad civil arescatar la memoria de las víctimasde la violencia, a no olvidar y exigirjusticia colocando en cada plaza oespacio público placas con losnombres de las víctimas.» 2. Exigimos poner fin a laestrategia de guerra y asumir unenfoque de seguridad ciudadana. Sedebe cambiar el enfoque militarista yla estrategia de guerra de laseguridad pública y asumir una nuevaestrategia de seguridad ciudadanacon enfoque en los derechoshumanos.» 3. Exigimos combatir la corrupcióny la impunidad.Se requiere una amplia reforma en laprocuración y administración dejusticia que dote de verdaderaautonomía al Ministerio Público y alPoder Judicial que establezca elcontrol ciudadano sobre las policías ylos cuerpos de seguridad, avance enla reforma de los juicios orales yestablezca sistemas más efectivos decontrol judicial que reduzcan ladiscrecionalidad en losprocedimientos y resoluciones defondo.» 4. Exigimos combatir la raízeconómica y las ganancias delcrimen.La criminalidad y su violencia tienencomo su motor las gananciasderivadas del narcotráfico, lossecuestros, la trata de personas, laextorsión, la venta de protección ydemás delitos que despuésreinyectan los recursos en laeconomía mediante el lavado dedinero. Exigimos un combate frontalal lavado de dinero y activos de losdelincuentes.» 5. Exigimos la atención deemergencia a la juventud y accionesefectivas de recuperación del tejidosocial.Exigimos una política económica ysocial que genere oportunidadesreales de educación, salud, cultura yempleo para jóvenes porque son las ylos principales víctimas de estaestrategia.» 6. Exigimos democraciaparticipativa.Mejor democracia representativa ydemocratización en los medios decomunicación. O

La sociedad civilquiere reformasy busca culpables

M Marisela Escobedo con un cartel del asesino de su hija en CiudadJuárez (México). Murió cuando pedía justicia ante el Palacio deGobierno, en diciembre de 2010. Foto: Alcázar/AFP

VUna mujer pega un cartel de una chica desaparecida. Junto a

ella, unas figuras de cartón colgadas con alusiones alfeminicidio en Ciudad Juárez, uno de los lugares másviolentos de México. Foto: Tomás Bravo / Reuters

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Menudo concejalEl solitario voto de Carlos García impidió a Bildu hacerse con la alcaldía de Elorrio, entreamenazas e insultos. Desde entonces se ha convertido en un héroe para muchos. No es unrecién llegado: joven autodidacta, cuenta con 14 años de experiencia política a pie de calle

Por LUIS GÓMEZ

Carlos David García Fernán-dez tiene una cualidad: nose comporta como un polí-tico al uso. Héroe o piróma-no (ha merecido ambos ca-lificativos estos días), des-

prende naturalidad. Y eso explica cómo ypor qué ha llegado hasta donde está. Es unhombre de 32 años, menudo, delgado (haperdido más de 10 kilos en los últimostiempos) que en apariencia hace la vidade cualquier joven de su edad, hecho quese puede corroborar en un paseo por Bil-bao, donde puede afirmarse, sin riesgo aequivocación, que conoce a un buen nú-mero de camareros. Simpático, de sonrisafácil, vive estos días abrumado por lo suce-dido hace una semana. Mujeres de ciertaedad le saludan y le besan por la calle conafecto maternal. Probablemente a él le gus-taría que esa admiración se la prodigaranlas más jóvenes, pero no es una estrelladel fútbol, a pesar de que estuvo a un pasode pertenecer al Athletic. Es una estrellade la política en estos días. Lo es desde elmomento en el que como único concejaldel Partido Popular en Elorrio dio su votoal PNV para desalojar a Bildu de la alcaldíay hubo de salir entre insultos y amenazasde la sede consistorial.

Un sector de la prensa nacional tardóminutos en catalogarle como un héroe. Des-de ese momento, además de susdos escoltas, le siguen las cámarasde televisión y periodistas de todacondición. Minutos tardaron tam-bién algunos líderes en llamarle pa-ra darle ánimos y felicitarle. A sa-ber, Gallardón y Esperanza Aguirre,Rajoy y Mayor Oreja, polos opues-tos de su mismo partido. Y tambiénJosé Bono, presidente del Congre-so. De golpe, el único concejal po-pular en Elorrio, una localidad fron-teriza entre Vizcaya y Guipúzcoa dealgo más de 7.000 habitantes, col-maba la máxima atención de la opi-nión pública. Quien piense que setrata de un episodio propio de unacasualidad electoral, anda equivoca-do: Carlos García eligió Elorrio, y loeligió por algo.

Tampoco la cualidad de no pare-cer un político es anecdótica en latrayectoria de Carlos García. Tienemodales de recién llegado cuandoen realidad le contemplan 14 añosde experiencia política: ha sido con-cejal en Sondika, presidente de Nue-vas Generaciones en el País Vasco yocho años concejal en el Ayunta-miento de Bilbao. Todo ese largotrayecto no ha modelado su com-portamiento por una sencilla ra-zón: es un ejemplar de político calle-jero, hecho en el barrio de Santutxu, uno delos más populares de Bilbao, en comisionesde fiestas, en reuniones para decidir peque-ñas obras o en la gestión de instalacionesdeportivas. Su actividad ha estado siempremuy ligada a la calle. Y podría decirse quede la calle no ha salido. De ahí su ventaja.

Luego está el destino: estar en el sitioadecuado en el momento adecuado. Perono es el caso de Elorrio. Lo de Elorrio no hasido casual.

Cuando un buen día Carlos García deci-dió, acompañado de su hermano, afiliarseal Partido Popular, habían pasado unas se-manas del asesinato de Miguel Ángel Blan-co, concejal de Ermua. Fue una decisiónlargamente meditada. No fue un acto im-pulsivo. “Había que hacer algo”, recuerda.El aspecto de Carlos García cuando entrópor vez primera en la sede del partido noera el ajustado a un joven aspirante a sermilitante del PP. A saber, llevaba melena,recogida en una coleta, y el correspondien-te pendiente en la oreja. Procedía de unafamilia modesta: si su madre fue catequistaen tiempos, su padre era un maestro afilia-do a UGT que le ponía a sus hijos cancio-nes de la Guerra Civil tan característicascomo La Internacional, Ay, Carmela, A lasbarricadas, Los comuneros o el Eusko Guda-riak. “Pero en ningún momento nosadoctrinó”, sostiene. Por su aspecto y susraíces, extraña que no hubiera dirigido suspasos a la sede del PSE. “Podría habermeapuntado al PSE”, reconoce, “pero fue laépoca de los escándalos de corrupción y delos GAL, así que me parecía que la posturadel PP era más sólida”.

Esa decisión tuvo mucho que ver con elterrorismo: “A los 15 años explotó una bom-ba lapa cerca de mi colegio. Murió un poli-cía cuyo hijo era un compañero. Me costóentender que solo estuviéramos 20 alum-nos de los casi 2.000 que éramos en esecentro en un acto en memoria del padre deun compañero. Y menos podía entender

que, después de eso, un chaval de clasellevara escrito ‘Gora ETA’ en un estuche. Lepregunté por qué lo llevaba y no supo con-testarme. No tenía una razón concreta. Tra-té de convencerle de que lo borrara y loconseguí. Cosas como esas generaron enmí una inquietud por la política. Había quehacer algo”.

Eligió al PP: “Lo hice por su posicióncontra el terrorismo, pero también me dicuenta de que, a pesar de que el PP porentonces tenía siete concejales en Bilbao,ni mi hermano ni yo conocíamos a ningu-no. No sabíamos quiénes eran. No estabanen el barrio. Por eso nos fuimos directamen-te a la sede a afiliarnos”.

La muerte de Miguel Ángel Blanco mar-có su actitud hacia la política de tal mane-ra que no le importó, con 21 años, sucoleta y su pendiente, ir en las listas delPP por la localidad de Sondika en las elec-ciones de 1999. Estudiaba Derecho en laUniversidad pública del País Vasco y tra-bajaba de topógrafo sin ser topógrafo,otra de sus cualidades. Es un autodidactay un maestro de la improvisación. Jugabaal fútbol en el Baskonia de la Tercera Divi-sión: típico delantero de brega constantey goles oportunistas. Pudo haber forma-do parte de la cantera del Athletic cuandoeste club convirtió el Baskonia en su filial,“pero nos echaron a todos para meter asus juveniles”, recuerda. Durante su eta-pa en Sondika se dedicó a buscarle lasvueltas al alcalde del PNV por el elevado

importe de las tasas municipales y poralgunos asuntos más turbios, hasta elpunto de que logró que fuera imputado.“Como estudiaba Derecho, aplicaba lascosas que aprendía a mi trabajo comoconcejal”, explica. “Acudí al Defensor delPueblo por el asunto de unas tasas quedoblaban la media de Vizcaya y husmea-ba en todos los expedientes de obras”.Ese trabajo de hormiga lo avalan algunosconcejales rivales, socialistas sin ir más

lejos, que reconocen a Carlos García co-mo un “guerrillero” de los expedientes.

El destino sí obró a su favor en 2003. Suséxitos en Sondika llamaron la atención deotro joven político, Antonio Basagoiti, quedebía elaborar la lista para el municipio deBilbao. Puso a Carlos García en el octavolugar cuando las perspectivas no augura-ban más de cinco o seis puestos de conce-jal: “Había sucedido lo del Prestige, estabalo de la guerra de Irak, no eran buenosmomentos para el partido”. Por entonces,en plena campaña, falló la empresa de bu-zoneo que debía repartir el programa elec-toral del PP. Y allí apareció Carlos García:“Monté un sistema de buzoneo improvisa-do con amigos. Logramos repartir 200.000programas por todo Bilbao. Los pusimostambién en los parabrisas de los coches.Sabía que molestaba, pero era efectivo”. ElPartido Popular sacó ocho concejales enBilbao, así que Carlos García se estrenó co-mo concejal con su melena y su pendiente.

Luego cambió su aspecto. Se cortó unpoco el pelo, se puso rizos y pasó a serconocido como Bisbal, por el parecido desu cabello con el del cantante. Trabajó en lacalle, en su barrio, se tomaba unos pinchosen la casa del pueblo con sus rivales socialis-tas para tratar asuntos, llevó propuestasconcretas al pleno. Por ejemplo, cambiarlos autobuses que llevaban a los estudian-tes a la universidad. “Ya les dije que erancomo los que se mandan a Cuba y al Sáha-ra. Me hizo ilusión lograrlo porque yo los

había sufrido durante mucho tiem-po”. Daba caña en las reuniones yno escurría el bulto en la polémica.Era un político cañero y callejero:en el follón se mueve como pez enel agua, destacan compañeros departido y rivales. Su forma de ser nole convirtió en un personaje simpá-tico a todo el mundo. Ni siquieraentre sus correligionarios, que noapreciaban demasiado su tenden-cia a ir por libre, su heterodoxia, y lereprochan cierta dificultad para tra-bajar en equipo; alguna vez le des-autorizaron. Su novia de entonces,Nerea Azola, era otra militante po-pular más cañera que él, asidua atertulias de alto voltaje y muy com-bativa con todo lo relacionado conel terrorismo. Formaron una parejaexplosiva y ruidosa: ella terminófuera del partido tiempo después.

Desde luego, Carlos Garcíaaprendió a llamar la atención. Sudon de gentes y su autonomía lepermiten un cómodo acceso conlos periodistas. Es directo y no sepierde en discursos establecidos.En el verano de 2008 hizo una pro-puesta muy efectista: con motivode la clasificación de España parala final de la Eurocopa ante Alema-nia, propuso que el consistorio

montara pantallas gigantes en algunas pla-zas. Esa propuesta en Bilbao tenía muchamiga y, naturalmente, no fue aceptada.Luego la repitió años después elevando ellistón cuando España alcanzó la final delMundial: propuso una pantalla gigante enel exterior del Guggenheim. “Una foto delos alrededores del Guggenheim repletode gente celebrando la victoria recorreríael mundo y sería una buena propagandapara la ciudad”, dice todavía. No salió ade-

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“Tenía 15 años cuandoexplotó una bomba cercade mi colegio. Murió unpolicía, padre de uncompañero de clase”

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Carlos García es abroncado por partidarios de Bildu durante la constitución del pleno municipal. Foto: Santos Cirilo

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lante. “Todo el mundo vio que el día de lafinal, las calles de Bilbao estaban vacías”.

Las turbulencias dentro del PP vasco leafectaron y se le etiquetó como un firmepartidario de María San Gil (que abando-nó el partido) y de la línea dura. Él niegahaber dicho que si San Gil se iba, dejaba elpartido. Lo cierto es que a la hora de con-feccionar las listas en Bilbao para las muni-cipales, Carlos García desapareció.

Para aparecer como candidato a la alcal-

día de Elorrio, una localidad de casas seño-riales y ambiente severo, un reducto nacio-nalista en Vizcaya, cuyo alcalde era NikoMoreno, un alto dirigente de la izquierdaabertzale, donde el Partido Popular jamástuvo un concejal. ¿Aterrizó Carlos García enElorrio por casualidad?, ¿Fue desterrado allía terminar su carrera como concejal?

No.Fue Carlos García quien eligió Elorrio.

Se lo pidió expresamente a Antonio Ba-

sagoiti, quien reservaba para él una posi-ción dentro del Gobierno vasco. Le llamó yle pidió Elorrio, donde no había voluntarioshasta ese momento. Y Basagoiti lo corrobo-ra: “Efectivamente me lo pidió él. Me dijoque podíamos convertirnos en un voto deci-sivo, que en las pasadas elecciones no obtu-vimos la concejalía por unos pocos votos yque allí estaba Niko Moreno. A Carlos le vala marcha. No se resigna ni se lamenta. Melo pidió y le dije que lo estudiaríamos”.

Visto en perspectiva, las condiciones pa-ra una campaña del PP en Elorrio eran lasideales para un hombre de sus característi-cas. No había dinero, ni ganas de aparecer.Poco menos que Carlos García tendría quemontarse su propia campaña.

Así que lo hizo a su manera. Estilo calle-jero y autodidacta. Redactó su propio pro-grama y fotocopió en blanco y negro mu-chos folios a los que pegó un sello: “Auste-ridad en campaña”. Movilizó a sus cuadri-llas de amigos, tomó un coche y un megá-fono y recorrió las calles de la localidad.Hizo acompañar el himno del Partido Po-pular junto al himno de Athletic. Se com-pró un móvil, su correspondiente tarjeta,y puso el número en la propaganda paracontestar a todo aquel que quisiera hablarcon él. Algunos lo hicieron para insultarle.Su atrevimiento no conocía límites: juga-ba a pelota en el frontón de la localidad,que comparte pared con el Ayuntamien-to. O jugaba al fútbol con sus amigos enElorrio. Se hizo visible.

Sus propuestas electorales eran muyconcretas, como es su estilo. No promete,en genérico, mejorar la sanidad pública.Concreta: una ambulancia, una, para Elo-rrio, en servicio durante las 24 horas, “paraque incluso los abuelos que votan a Bilduestén tranquilos y sepan que les puedenllevar al hospital de Durango en poco tiem-po”. Otra propuesta: wifi gratis en el entor-no urbano. Dos más, igualmente concretas:solicitar a la Ertzantza que patrulle por lalocalidad y negociar con Fomento que, acambio de respaldar la Y vasca (que debepasar por Elorrio y siempre contó con elboicoteo de los abertzales), se cree una bol-sa de empleo en la localidad para cuandoempiecen las obras. Otra más: destinar los37.000 euros que se conceden a los familia-res de presos etarras para ayudas sociales.

El 11 de marzo, 276 habitantes de Elo-rrio votaron a Carlos García y al PP. Obtuvo27 votos más que cuatro años antes. Pareceun resultado escaso, pobre para tanto es-fuerzo, pero resultó suficiente para que elPP lograra por vez primera un puesto deconcejal. El éxito tenía otra lectura: el PPhabía bajado en todas las localidades querodean Elorrio. El destino hizo el resto: seisconcejales para Bildu y seis para el PNV.Carlos García era el árbitro. Como prome-tió en campaña, daría su voto a quien pu-diera arrebatarle la alcaldía a los que consi-deraba herederos de Batasuna.

Cuando dio su voto el pasado sábado alPNV, la reacción de los simpatizantes deBildu no se hizo esperar. Le insultaron, leescupieron, le cantaron el Eusko Gudariak,sin reparar en que él se puso a tararearlo(“me la sé de memoria y es una bonitacanción”). Respondió en euskera a algunosinsultos. En ese escenario callejero, es evi-dente que Carlos García sabe moverse. Yvalor no le falta.

¿Es el suyo un caso de político joven ytemerario?, ¿se dejará instrumentalizar porla ultraderecha que le jalea como un héroedesde el sábado? Carlos García sostieneque continuará algunas iniciativas que ensu día presentó la concejal socialista, queperdió su cargo (“y me ha dado una penainmensa”). Es más, quiere irse a vivir a lalocalidad y hacerse más visible todavía. An-tonio Basagoiti le tiene reservada otra fun-ción con el Gobierno vasco en asuntos rela-cionados con las víctimas del terrorismo,pero no le preocupa que pueda caer en lasgarras de la fama repentina y ciertos efec-tos secundarios. “Controla bastante. Mu-cho más de lo que parece. Y nunca ha meti-do la pata”.

Se mueve con soltura en la calle. Detanto leer expedientes ha perdido vista, pe-ro no olfato. No le impresionan las cáma-ras. Su discurso es directo. Estar en el ojodel huracán no le incomoda. El cóctel estáservido.O

Durante su campaña enElorrio usó el himno delAthletic y divulgó unnúmero de teléfono pararecibir llamadas

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Carlos García, concejal del PP en el municipio viz-caíno de Elorrio, frente a la plaza del Ayuntamien-to. Foto: Santos Cirilo.

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Por J. D. QUESADA

H ace unos me-ses, el artistaOmar Jerez pre-sentó en una

galería un vídeo sobre PoliDíaz. Aparece vestido deboxeador y saltando a lacomba que sujetan doshombres con traje negro. Apantallazos, Poli va per-diendo la ropa hasta que-darse en calzoncillos. Se leve pasado de peso. Loshombres desaparecen casial final, pero él sigue dan-do pequeños saltitos. Solo.

Poli estuvo buena partede la presentación hacien-do bromas. Sentía curiosi-dad por lo que había hechoel artista que con tanto em-peño le había pedido su co-laboración. Los presentesentendieron que el mensa-je era que el Potro habíasido exprimido por la gen-te que le rodeaba hasta de-jarle desnudo, en sentidometafórico. Después se ha-bía quedado en paños me-nores. Poli, según los queestaban allí, no se inmutó.No es que él no lo entendie-se, aclara ahora Eva, su mu-jer. Es que no le ve sentidoartístico a su vida.

Policarpio Díaz Arévalo(Palomares, Almería, 1967)dejó el boxeo hace 10 años.Vive, de nuevo, en el barriomadrileño de Vallecas.Concretamente, en el bajode un humilde edificio decuatro plantas. Dilapidadatoda la fortuna que hizo so-bre el cuadrilatero, en losúltimos años ha trabajadoesporádicamente de actor,albañil, jardinero o profe-sor de boxeo. El caso esque por una cosa o porotra no ha terminado de es-tabilizarse.

En los años noventa, Poli Díaz era unpersonaje famoso. Sus victorias en el ring,su espontaneidad, le hicieron popular.Hay numerosas fotos suyas de esa épocaen las que aparece en posición de guardia,como si esa fuese la marca de la casa.Según los que le conocen, esa es la actitudque tiene hoy en día con las drogas, unade las razones que le llevaron a caer endesgracia. En su época más negra, Politenía instaladas dos tiendas de campañaen La Rosilla, un poblado chabolista. Unala utilizaba para colocarse y la otra la alqui-laba a los yonquis. Con lo que ganaba secosteaba los picos. Todas esas calamida-des, sin embargo, no le han noquedado. ElPotro se ha levantado una y otra vez.

Recuperado, se anuncia ahora en Inter-net como profesor de boxeo. Cobra 100euros la hora. Menos, si el alumno da va-rias clases por semana o si se trata de ungrupo numeroso. Los que le han visto im-partirlas aseguran que es un espectáculode voces e intensidad. Como es él. Excesi-vo en todo, en lo bueno y en lo malo.

Un hombre que en su buena época lle-gó a ganar millones de las antiguas pese-tas, hoy tiene en ocasiones dificultades pa-ra llegar a fin de mes. Ha trabajado en lasobras de los túneles de Guadarrama o co-

mo jardinero en el Ayuntamiento de Nava-cerrada. Por las tardes le cedieron en esepueblo un polideportivo donde podía en-señar a golpear el saco. Tenía alumnos detoda la comarca. Un problema con los co-bros o un malentendido con las tarifas,según a quien se le pregunte, dio al trastecon ese proyecto.

No es el único negocio que se le hafrustrado. Y eso que le llegan muchas pro-puestas de trabajo. Está en trámites conuna editorial y un autor para que haganun libro sobre su vida. Una productora decine andaba detrás de los derechos de suhistoria. Hace dos años, un gimnasio deTalavera de la Reina, el Jocar, lo contratópara dar clases. Iba dos veces por semanapero la idea era que el negocio fuese a másy se quedase allí a vivir. Tenía una veinte-na de alumnos que pagaban 30 euros almes. “Insuficiente, para él y para mí” , selamenta el dueño del club, que primero lepagaba un hotel. Acabó cediéndole unahabitación en su casa por la falta de benefi-cios. La relación terminó cuando uno yotro contaron el dinero y se dieron cuentade que apenas ganaban 300 euros por ca-beza.

Al Potro no le gusta la lectura y es Eva,su mujer, la que lee los periódicos que

hablan de él. Eva lo dibuja como un sersensible, a veces preocupado por el juicioajeno. No le gusta que le recuerden suspinitos en el cine porno y que continua-mente, cada vez que se hable de él se trate

el tema de su adicción a lasdrogas. “Si meo estoy máslimpio que tú”, le espetó aun periodista de Marcaque le preguntó por el te-ma.

Sale poco de casa. Dicesu mujer que cuando va acomprar el pan tarda me-dia hora en volver porquese enrolla hablando concualquiera. “Ánimo Poli,campeón”, le dicen cuan-do se lo cruzan. Le recuer-dan constantemente quefue ocho veces campeónde Europa.

El sábado pasado reapa-reció después de muchotiempo en un programa dela cadena Telecinco. Cobra-rá dentro de 80 días poresa participación y en untiempo no podrá apareceren otro medio.

Jordi González, el pre-sentador, le dio entrada yel público comenzó aaplaudir. Poli estaba ner-vioso. González le invitó asentarse mientras le iba ini-ciando en la conversación.Él no prestaba atención.Miraba fijamente las panta-llas donde aparecía su pe-rro. “Poli, coño, atiende”,le avisó un colaborador. En-tonces dijo que acababa desalir del hospital y que lehabían hecho una biopsia.Y más cosas: “Nadie me en-gañó, me engañé yo solo”.“Quiero quererme yo y quela muerte espere”. Hablóde temas espinosos. Porejemplo, de los primerosaños noventa, cuando, trasperder por primera vez uncombate (contra PernellWhitaker en Norfolk Virgi-nia, Estados Unidos), se ini-ció el declive. Fue detenidoen cuatro ocasiones por al-tercados y agresiones.

Hoy, apenas tiene vincu-lación con el mundo del

boxeo. Eva cuenta que no ve las peleaspor televisión y solo va a alguna veladacuando le invitan. Aunque conserva bue-nos amigos, como el diputado socialistaAntonio Carmona. “Cuando me muera ymire por un agujerito, al que estoy seguroque veré en mi entierro será al Potro”,afirma Carmona. Otro de sus amigos erael escritor Juan Madrid (Málaga, 1947). Amediados de los años ochenta, Madrid tra-bajaba para Cambio 16. Un día, el entrena-dor de boxeadores Elio Guzmán, El Zorro,le dijo que tenía que ver a un chico de 15años. “Lo vi y en efecto era increíblemen-te rápido, fuerte. Un atleta. Tenía 40 pulsa-ciones por minuto. Me impresionó”, re-cuerda el escritor. Desde ese día se fre-cuentaron.

Su última pelea como profesional la li-bró hace 10 años, en el pabellón munici-pal Joan Creu, en Ripollet. Años despuésrecibió un homenaje en ese mismo lugar.Comenzaron a mostrar imágenes de suscombates en un videomarcador. Eva, supareja, asegura que era la primera vez quePoli miraba con atención una de sus pro-pias peleas y se veía en el ring. Nunca lohabía hecho antes. “Le pregunté el porqué y me dijo que él peleaba y ya está. Nole daba más vueltas al asunto”.O

Recibiendo golpesEl ‘Potro de Vallecas’, boxeador en los años noventa, está decidido a superar los malostiempos que le llevaron a la droga. Las calamidades no le noquean. Se levanta una y otra vez

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El boxeador Poli Díaz, ‘El Potro de Vallecas’, en una entrevista realizada en 1990. Foto: Uly Martín

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Un hombre que en subuena época ganómillones de las antiguaspesetas, hoy llega condificultad a fin de mes

Apenas tiene vínculoscon el mundo del boxeo.Su pareja, Eva, dice quesolo va a las veladascuando le invitan

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JUGUETE ROTO

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Por ANNE BARNARD, ADAM NOSSITERY KIRK SEMPLE

N ació en una choza de barro den-tro de una aldea aislada en me-dio de África, sin electricidad niagua corriente, a 10 minutos an-

dando de la carretera más próxima. Nuncafue al colegio, la casaron con un primo leja-no cuando era adolescente, tuvo una hija ypronto se quedó viuda.

Poco después, cuando tenía veintipo-cos años, llegó a Estados Unidos; una in-migrante anónima más dispuesta a lucharpara labrarse una nueva vida. Sirvió sopasen un diminuto restaurante africano en elBronx y hace unos años obtuvo un em-pleo más estable como camarera paracambiar las lujosas sábanas del SofitelNewYork, en el centro de Manhattan.

Y entonces se produjo el encuentro del14 de mayo. La mujer contó a las autorida-des que el político francés DominiqueStrauss-Kahn la había agredido sexualmen-te mientras ella limpiaba su suite en el ho-tel. Ahora se encuentra en el centro de unescándalo internacional. Los abogados de

Strauss-Kahn han indicado que van a exami-nar con detalle su carácter y sus anteceden-tes, en un caso que consiste en la palabra deella contra la de él. Antes de su detención,Strauss-Kahn era director del Fondo Mone-tario Internacional y uno de los principalesaspirantes a la presidencia de Francia. Hacontratado a unos detectives privados y adestacados abogados defensores, que hanafirmado, según figura en la documenta-ción judicial, que poseen “información sus-tancial” que puede “socavar gravemente sucredibilidad”. No han ofrecido ningún de-talle.

“Es una chica de pueblo que no fue a laescuela a aprender inglés, griego, portu-gués ni nada”, dice uno de sus hermanosmayores, Mamoudou, de 49 años. “Lo úni-co que aprendió fue el Corán. ¿Se puedeimaginar lo que está sufriendo con estaexperiencia?”. “El lugar en el que está aho-ra”, añade, “no sé ni dónde es”.

La mujer, la menor de cinco hermanos,creció en un hogar profundamente religio-so, según Mamoudou y otro hermano, Ma-madou, que tiene cincuenta y pocos años.Los dos hermanos siguen viviendo en unaaldea llamada Thiakoulle, donde tambiénvivió ella. (Guinea, en la zona occidental deÁfrica, es un país de mayoría musulmana, ymuchos hombres del grupo étnico al quepertenece la mujer tienen nombres que sonvariantes de Mamadou, que quiere decir Ma-homa en la lengua local, fula. Para proteger

la identidad de la mujer se han omitido tam-bién los apellidos de sus familiares).

De niña era tímida, y creció protegida yeducada para respetar la autoridad. “Antesde que se fuera de aquí, ni siquiera sabía-mos si era capaz de hablar para defender-se”, dice Mamoudou. “Nunca discutía connadie. Aunque tuviera hambre, no lo decía”,añade durante una entrevista en el hogarfamiliar, una sobria estructura de cementoque sustituye a la cabaña de techo de pajaen la que nació. Unos libros sagrados encua-dernados en piel reposan sobre una mesa.El único retrato en la pared es el de un ancia-no de barba blanca, su padre, ya fallecido.

La mujer vivió en la aldea hasta la adoles-cencia, y luego se fue, seguramente en bus-ca de trabajo, a la capital de Guinea, Cona-kry, a 13 horas de coche por escarpadas ca-rreteras montañosas. Dos meses después,su padre le ordenó que volviera a la aldea.Le había encontrado marido, un primo leja-no. Ella no tuvo más remedio que obedecer,dicen sus hermanos. El matrimonio se fue avivir a una región a tres horas de distancia,donde ella dio a luz a una niña. Pero, cuan-do su marido cayó enfermo y murió, la mu-jer se trasladó con su hija a la capital, dondevivía Mamadou en aquel entonces.

Mientras tanto, su hermana, Hassana-tou, se había ido a Nueva York siguiendo asu marido guineano, igual que tantos com-patriotas que, empujados por la pobreza, laagitación política y la ambición, habían emi-grado. En 2002, la mujer decidió irse tam-bién. En aquella época no hablaba nada deinglés. “Todo el mundo quiere irse a EstadosUnidos”, dice Mamadou. “Ya sabe por quése marcha la gente de África”.

No está claro cómo consiguió la mujerque la admitieran en Estados Unidos. Loque sí se sabe es que, cuando empezó atrabajar de camarera en el Sofitel, en 2008,tenía una situación legal y los papeles detrabajo en orden, aseguran sus abogados.

Al llegar a Estados Unidos se establecióen el Bronx, donde muchos de los miem-bros de la pequeña población guineana deNueva York se mezclan con otros grupos deinmigrantes de África occidental. La comuni-dad estaba todavía recuperándose del homi-cidio de Amadou Diallo, un vendedor calleje-ro procedente de la misma región y el mis-mo grupo étnico que la mujer, que muriópor disparos de la policía en 1999, en uncaso que fue objeto de gran atención. Losagentes salieron absueltos después de testifi-car que habían cometido un error.

La mujer se difuminó en la comunidad.Da la impresión de que no la conocían bien

ni siquiera en los barrios donde solían vivirlos guineanos.

Después de llegar de Guinea, la mujerapareció un día en el restaurante afroameri-cano Marayway, cerca del Grand Concourseen el Bronx, en busca de trabajo, recuerda eldueño, Bahoreh Jabbie, que la contrató. Du-rante varios años, trabajó en el ajetreadoturno de noche, ayudando en la cocina aJabbie y su esposa, Fátima, detrás de unsucio cristal antibalas, o sirviendo las tresmesas del restaurante. A veces, su hija lehacía una visita.

Jabbie, que inmigró desde Gambia, enÁfrica occidental, dice que la mujer conta-ba poco de su vida privada, pero era unatrabajadora constante. “Conmigo se portóbien”, recuerda. Durante este periodo leconcedieron asilo, dicen sus abogados,aunque no han revelado en qué se basabala petición que había dirigido a las autori-dades federales de inmigración. Según loslíderes comunitarios y los abogados espe-

cialistas en casos de in-migración, casi todos losguineanos que han solici-tado asilo en los últimosaños lo hacían huyendode la persecución políti-ca en su patria, aunqueotros lo han hecho paraevitar determinadas cos-tumbres sociales comola ablación genital y losmatrimonios forzosos.

Un día, la mujer le di-jo a Jabbie que iba a de-jar el restaurante paraganar más dinero en elhotel Sofitel. Entró así

en un mundo nuevo, recubierto de un mag-nífico dosel dorado y con suites de paredesforradas de madera, a unas manzanas deTimes Square. Estaba considerada comouna buena empleada. El único indicio deque la mujer tuviera vida social lo ofrecenalgunos conocidos que dicen que a vecespasaba por un restaurante africano occi-dental, el Café 2115, situado en el Frede-rick Douglass Boulevard de Harlem, y en elque chóferes y otros trabajadores se reú-nen a comer, hablar y ver informativos fran-ceses en televisiones panorámicas.

“No es una mujer exaltada”, dice un ami-go, que no quiere identificarse para que noparezca que está interfiriendo en el caso. Encasa, para entretenerse, la mujer veía come-dias nigerianas en DVD, cuenta el amigo.“Las veía todos los días”, añade.

Mientras tanto, en los barrios de inmi-grantes que constituyen su hogar desde ha-ce nueve años, los residentes tratan de ha-cerse una idea de cómo es una mujer a laque muy pocos conocen.

Los hermanos de la mujer en Guinea di-cen que no han hablado con ella desde elencuentro con Strauss-Kahn en el hotel. Unhermano muestra un cuaderno con variosnúmeros de teléfono móvil de Nueva Yorkque, según dice, son de su hermana. Haintentado llamar, pero no responde nadie.

Los hermanos parecen preocupados yconfusos sobre lo que está sucediendo. Perodicen que la educación de su hermana lasostendrá a medida que avance la querellacontra Strauss-Kahn.

“Tiene su fe”, dice su hermano Mama-dou. “Eso no lo cambiará jamás”. O(c) The New York Times.Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia

P

Exterior del Sofitel de Nueva York, donde una camarera denunció la agresión de Strauss-Khan. Foto: Reuters

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Strauss-Kahn detenido por la policía de Nueva York. Foto: J. Cortez/AP

Historia de laHistoria de lamujer sin nombremujer sin nombreLa presunta víctima de Strauss-Kahn es deLa presunta víctima de Strauss-Kahn es deGuinea-Conakry. Tras la muerte del marido seGuinea-Conakry. Tras la muerte del marido sefue a EE UU y obtuvo asilo. Su familia, que nofue a EE UU y obtuvo asilo. Su familia, que nosabe nada de ella, confía en su fe musulmanasabe nada de ella, confía en su fe musulmana

No la conocen bien ni enlos barrios de Nueva Yorkdonde viven guineanos.Consta que sus papelesestán en orden

EL CASO DSK

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Por LOLA GALÁN

Javier Lozano, 28 años, espera in-quieto en su casa de León a quele llamen de Ferchau Aviation,una división de la empresa de in-geniería alemana del mismo nom-bre. Lozano, que terminó Ingenie-

ría Técnica Industrial en la rama de mecá-nica, en 2006, no ha encontrado todavíaun trabajo que le llene en España, y sueñacon abrirse camino en Alemania. Un paísdel que sabe poco, “lo asocio a las salchi-chas”, bromea. En España hizo varios cur-sos, y hasta trabajó en la firma alemanaKraft, en León. “Me gustó. Son gente se-ria”. Abrirse a nuevas experiencias, am-pliar su formación, es uno de sus sueñoshasta ahora incumplido. Pero en abril tu-vo noticias a través del portal Eures, unared creada por la Unión Europea para favo-recer la movilidad laboral entre los paísesmiembros, de que se preparaba un en-cuentro en Madrid entre empresas alema-nas e ingenieros españoles interesados enemigrar. Envió su currículo, una carta depresentación, y al poco tiempo supo quesu perfil encajaba con una de las ofertasde trabajo alemanas. Lozano era uno delos más de doscientos jóvenes preseleccio-nados para entrevistarse con directivos deempresas alemanas en Sevilla, Barcelonay Madrid. “La entrevista fue en inglés. Yono hablo alemán, pero estoy dispuesto aaprenderlo. Me dieron muy buena impre-sión. No me han concretado todavía lascondiciones del empleo porque tendráque haber más contactos antes de que melo ofrezcan”, razona, sin ocultar su entu-siasmo. De una cosa está seguro, si le acep-tan, podrá aspirar a un sueldo digno. Losingenieros recién contratados ganan entorno a 40.000 euros al año.

Como Javier Lozano, centenares de in-genieros españoles esperan ilusionados aque se hagan realidad por una vía o porotra las vagas promesas de un empleo enAlemania. La primera en anunciarlo, enenero pasado, fue la canciller Angela Mer-kel, cuando declaró que su país necesitará100.000 ingenieros en una década. Sus pa-labras llegaron a oídos de muchos profe-sionales, que inundaron con mensajes yllamadas de teléfono a las universidadespolitécnicas y a los colegios profesionalesde ingeniería de toda España. Alemania,un país con gran prestigio, empezó a co-brar, de pronto, una aureola casi celestial.Pasó a ser un nuevo Eldorado, lleno depromesas profesionales y económicas pa-ra un montón de jóvenes desalentados an-te las malas perspectivas de la economíaespañola. Pero ¿es realmente así?

Los organizadores de los encuentros demovilidad laboral alertan de que las cosasse están sacando de quicio. Se han celebra-do decenas de entrevistas, “pero los con-tratos se firman con cuentagotas, no hayque exagerar el tema”, explica María JoséArias, del Servicio Público de Empleo Esta-tal (SEPE) y responsable de la red Eures enEspaña. Eures, surgida hace 15 años paracoordinar los servicios de empleo públicode los países de la Unión Europea, preten-de fomentar y facilitar la movilidad labo-ral, que, en palabras de Arias, “es el eje dela política europea”.

Existe un proyecto común entre Espa-ña y Alemania, dos países con un interésespecial. “Se denomina, precisamente,‘Puentes de cooperación permanente Es-paña-Alemania’, y con él se trata de facili-tar el acceso al servicio público de empleoalemán a cualquier persona interesada enese mercado de trabajo”, explica Arias, unpoco abrumada por la magnitud de lasexpectativas que se han creado al hilo deestos seminarios. Es un hecho que, al me-nos en teoría, la cooperación podría sermuy fructífera entre ambos países. En Es-paña hay más de cuatro millones de para-dos, mientras las empresas alemanas cal-culan crear unos 400.000 nuevos puestosde trabajo en los próximos 12 meses, se-gún la institución que engloba a las cáma-ras de comercio alemanas.

Si uno abre el portal Eures, puede ente-rarse de que una parte considerable de losmás de un millón de puestos de trabajodisponibles en los distintos servicios públi-

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Nos vamosa AlemaniaEl Gobierno de Berlín pide ingenieros y en España el llamamientoha desatado una verdadera fiebre. Pero no es oro todo lo que reluce

DSergio García, 27 años, uno de los ingenieros que quiere irse a Alemania, posa en un laboratorio de la Escuela Superior de Ingenieros de Madrid. Foto: Gorka Lejarcegi

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cos de empleo integrados en la red songermanos. Y es que la principal locomoto-ra de Europa, la economía que primero seha sacudido la crisis, empieza a sufrir deuna manera preocupante los efectos de labaja natalidad de las últimas dos décadas.Los alemanes, grandes planificadores, sehan dado cuenta de que al paso que vanlas cosas, les faltarán 100.000 ingenierosen la próxima década. No solo por la ex-pansión continua de su economía, sinoporque no habrá bastantes titulados parareemplazar a los que se jubilan.

“El año pasado no se cubrieron lospuestos para formación profesional por-que dada la evolución demográfica crítica,empiezan a faltar jóvenes de esas edades.Por la misma razón, no son suficientes losmás de 50.000 ingenieros que salen denuestras universidades anualmente. Nece-sitaremos otros 12.000”, cuenta el directorgerente de la Cámara de Comercio Alema-na para España Walther von Plettenberg.La institución que dirige aprovechó la cele-bración del Espacio de Encuentro hispano-alemán 2011, para sumarse a la iniciativade Eures, y organizar dos seminarios demovilidad laboral en Barcelona y Madrid.Von Plettenberg reconoce que no solo fal-tan ingenieros. “Necesitamos personal sa-nitario, en 2030 faltarán unos 40.000 médi-cos en Alemania. Tambiéndocentes de español, y ma-no de obra para el sectorde la hostelería”. Con domi-nio del alemán.

Von Plettenberg asegu-ra que las empresas alema-nas que acudieron a la citaespañola (BMW, Frechau,Alkimia, Dataschalt y Aix-tron) quedaron contentascon el nivel técnico y losconocimientos de inglés yalemán de los candidatos.“Los ingenieros españolestienen buena reputación,siempre ha sido una carre-ra de élite, con mucho re-nombre. Además tenemosuna amistad tradicional ylos españoles se encuen-tran a gusto en Alemania”,dice. Aun así, calcula queen esta ocasión se habráncerrado entre 10 y 20 con-tratos. Apenas una gota deagua en el mar de las nece-sidades alemanas, y de losanhelos españoles. “Hayque tener claro que unevento así no pretende serun lugar de contrataciónmasivo. Las empresas ale-manas, igual que las espa-ñolas, tienen otras muchasvías de contratación”, reco-noce. Y están organizandoencuentros similares enotros países europeos. Pe-se a la buena sintonía a laque alude Von Plettenberg,y al precedente de la emi-gración de los años sesen-ta, hoy día solo 80.000 espa-ñoles viven en Alemania. Yaunque esta comunidad hacrecido con algo más de in-tensidad a partir de 2008,son cifras pequeñas si tene-mos en cuenta que desdeesa fecha los jóvenes españoles han emi-grado a Argentina a un ritmo de 1.000 alaño.

Pero Alemania ejerce una atracción so-bre los ingenieros y la crisis no ha hechomás que acentuar esta atracción. DanielFernández Egibar, ingeniero aeronáuticode 26 años, explica por qué. “Hasta haceunos 10 años, la carrera tenía muy buenassalidas, luego se han ido encadenando cri-sis y el panorama laboral se ha deteriora-do mucho”, cuenta en conversación telefó-nica desde San Sebastián, donde preparasu estrategia para desembarcar en Alema-nia. Recién llegado de Chenai (India), don-de ha realizado su proyecto de fin de carre-ra, ha empezado a enviar su currículo aAirbus, y a Lufthansa Technik, a través deInternet. Daniel tiene un motivo añadidopara querer irse a Alemania cuanto antes:

su novia es de allí, y él ha estudiado unpoco el idioma, además de dominar el in-glés. “Creo que el nivel de los ingenierosespañoles es muy bueno. La carrera esmuy dura y mientras la estudias te quejasmucho de eso, pero al final te das cuentade que la formación es superior a la deotros países”. A él le costó ocho años ymedio terminar los cinco cursos en la Uni-versidad Politécnica de Madrid. El mismotiempo que le ha llevado hacerse con sutítulo de ingeniero industrial a Sergio Gar-cía, que regresó hace poco de Suecia, don-de preparó su trabajo de fin de carrerasobre energía eólica.

Sergio, 27 años, pelo muy corto, camisade cuadros y una sonrisa perenne, tam-bién quiere irse a Alemania. “Tengo un parde amigos que trabajan allí. Las condicio-nes son muy buenas, el salario mucho me-jor, y hay expectativas de seguir formándo-te”, dice, sentado en un despacho presta-do del elegante edificio que alberga la Es-cuela Superior de Ingenieros lndustriales,a un paso de la Castellana, en el centro deMadrid. El calor se acumula bajo el magní-fico techo de cristal, sostenido por vigasmetálicas. Sergio García ha tardado solounos meses en encontrar trabajo en Espa-ña, país, por cierto, puntero en energíaeólica. Pero quiere irse a toda costa.

“En Ingeniería Industrial el paro es ce-ro”, dice la responsable de comunicaciónde la escuela de Industriales, con 4.000alumnos, una de las más grandes de Espa-ña. Pero fuentes del colegio profesional deeste colectivo en Madrid (que englobadiez provincias y tiene 11.000 colegiados)reconocen que las cosas han cambiado unpoco en los últimos años, y no para bien.“Antes, los alumnos tenían trabajo nadamás terminar la carrera y podían elegir.Ahora tardan meses en encontrarlo y tie-nen que aceptar lo que hay”. Y conformar-se con sueldos más bajos. Un reciente es-tudio de la Universidad Politécnica de Va-lencia concluía que la mitad de los ingenie-ros que terminaron la carrera en 2008 te-nían sueldos mileuristas. El paro, además,era del 5%, y golpeaba sobre todo a los delsector de la construcción.

“Es cierto que las obras públicas, porejemplo, han sufrido recortes brutales.Los ingenieros quieren irse porque no haytrabajo, además Alemania es interesantepor su alto nivel tecnológico”, dice Ma-nuel Acero, presidente del Instituto de laIngeniería de España, que engloba a aso-ciaciones privadas de las nueve ramas dela ingeniería y agrupa a 120.000 profesio-nales. Acero, que participó en las jornadasorganizadas por Eures y la cámara de co-mercio alemana, ve claro que esta fuga decerebros “es consecuencia de la crisis co-yuntural y de la elección personal de cadauno. La globalización ha acabado con laidea de ‘mi país’, la gente puede marchar-se fuera, lo mismo que nosotros recibimosgente de otros países”. Acero ve con preo-

cupación, sin embargo, algunos nubarro-nes que se ciernen sobre el panorama es-pañol. “Aquí se ha dado excelente forma-ción a los ingenieros. Teníamos un buendesarrollo industrial. En energía eólica so-mos un país líder y aquí se han diseñadoaviones caza parecidos a los mirages fran-

ceses. Pero no hemos evolucionado, lossalarios han subido y muchas empresas sehan marchado. Nos hemos dormido enlos laureles y no ha crecido nuestro valorañadido. Las empresas del sector nuclearson muy competitivas, pero la energía nu-clear no está en su mejor momento. Orecapitulamos o perecemos”.

Esa misma constatación está detrás deldesánimo que se percibe en las palabrasde un ingeniero de 30 años, que pide ano-nimato, ansioso por emigrar. Empleadodesde hace meses en una empresa españo-la, se declara descontento. “No veo pers-pectivas de futuro”, dice. “Terminé indus-triales y trabajé como becario bastantetiempo, pero se acabaron las becas y nome contrataron. Al final he aceptado untrabajo, pero las condiciones no me con-vencen, y como se escucha ahora hablartanto de Alemania, me ha entrado a mítambién el gusanillo. Con mi edad, si nome voy ahora, no me iré nunca”, añade.

Además, la experiencia en el extranjerose valora mucho también aquí. Sergio Gar-cía cuenta que los seis meses que pasó enGotemburgo (Suecia), preparando su pro-yecto de fin de carrera, han sido esencialespara la empresa que acaba de contratarle.“Sé que es el momento de marcharme, deseguir una aventura fuera. Alemania es mi

destino principal. De los alemanes se diceque son cuadriculados, puede que un po-co lo sean, pero yo me he encontrado conmuchos en Suecia, y eran gente abierta,como nosotros. Serios, pero que necesitantambién el contacto social. A mí ademásme va muy bien con mi especialidad, por-que después de Dinamarca es el país másimportante en energías renovables”.

Si algo lamenta Sergio es no haberseenterado antes de la existencia del portalEures y de los seminarios de Sevilla, Barce-lona y Madrid. La primera noticia que tu-vo fue esta primavera, cuando se prepara-ba Induforum, la feria de empleo que orga-nizan los alumnos de industriales todoslos años. A partir de ese momento, lasofertas españolas han perdido interés pa-ra él. Alemania le espera. De una u otraforma se marchará. O

Daniel Fernández Egibar, ingeniero aeronáutico con novia alemana, planea su desembarco en Alemania desde San Sebastián. Foto: Javier Hernández

Según la institución queengloba a las cámarasde comercio alemanas,el año próximo su paíscreará 400.000 empleos

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“Tengo amigos trabajandoallí. Las condiciones sonbuenas, y el salariomejor”, dice Sergio García,ingeniero industrial

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El Che vuelve a Sierra MaestraVen la luz los cuadernos de campaña del guerrillero agrupados en ‘Diarios de un combatiente’

Por MAURICIO VICENT

El Che vuelve a la carga. Cua-renta y cuatro años despuésde su muerte, cuando ya pare-cían exprimidos y agotadossus testimonios personales so-bre las experiencias guerrille-

ras de Cuba, el Congo y Bolivia, acaba deaparecer en La Habana un nuevo volumenpóstumo, preparado por el Centro de Estu-dios Che Guevara (que dirige su viuda, Alei-da March). Su título es Diarios de un comba-tiente y contiene los cuadernos de campañaque El Che escribió en pequeñas libretasdesde el desembarco del yate Granma, el 2de diciembre de 1956, en el oriente de Cuba.

Tres días después, la tropa guerrilleraestuvo a punto de ser aniquilada por el Ejér-cito de Fulgencio Batista en Alegría de Pío.El Che anota: “5 de diciembre. Acampamosen un bosquecito a la orilla de un cañaveralen una hondonada rodeada de sierras. A las4.30 fuimos sorprendidos por fuerzas ene-migas. El Estado Mayor se retiró al cañave-ral y ordenó la retirada en esa dirección. Laretirada tomó proporciones de fuga. El Esta-do Mayor abandonó mucho implemento.Yo traté de salvar una caja de balas…”.

En el mismo tono conciso y directo queutilizará en todo el diario [publicado por laeditorial australiana Ocean Sur / OceanPress], añade: “Nos internamos en la selvay caminamos oyendo el ruido de los caña-verales incendiados. Debimos hacer un al-to pues no teníamos orientación alguna”.

Este episodio de la lucha guerrillera deSierra Maestra es conocido, e igual sucedecon la mayoría de los hechos que Guevararelata en estos apuntes inmediatos. Lafuerza del libro reside en el carácter detestimonio urgente y deshuesado de los

sucesos. Los comentarios llegan hasta el 3de diciembre de 1958. Faltaba un mes es-caso para que el Che tomara la ciudadcentral de Santa Clara, la acción que final-mente determinó la huida de Batista el 1de enero de 1959.

En las notas hay un vacío de nuevemeses (entre agosto de 1957 y abril de1958). Según el Centro de Estudios CheGuevara, ello se debe a que dos de laspequeñas libretas en que el guerrillero cu-bano-argentino apuntó sus observacioneshan desaparecido. El contenido de las no-tas, en su mayoría comentarios breves,fue empleado por el propio Guevara paraelaborar Pasajes de la guerra revoluciona-ria, su gran testimonio sobre la lucha in-surgente en Cuba, publicado en 1963. ElChe se muestra muy crítico en sus juiciosiniciales sobre algunos activistas pertene-cientes al Movimiento 26 de Julio(M-26-7) de Fidel Castro —algunos de loscuales llegarían a ser ministros y destaca-dos dirigentes de la revolución— que ope-raban en las ciudades. En ese momentoGuevara solo conocía Cuba a través de losojos de Castro y de sus hombres, jamáshabía pisado una ciudad de la isla —sololas lomas y caseríos de Sierra Maestra—, alo que hay que sumar su condición deargentino para entender los resquemoresdel principio.

Casi al final del diario, el 21 de octubrede 1958, comenta del coordinador provin-cial del M-26-7 en la provincia de Las Vi-llas, Enrique Oltuski, con quien se entrevis-tó en las montañas del Escambray en vís-peras de la toma de Santa Clara: “Cuandole dije que nos dieran el informe de losbancos que hay en los pueblos, para ata-carlos y llevarles el dinero, se tiraron alsuelo angustiados. Se opusieron con el si-lencio [Oltuski y sus colaboradores] a la

distribución gratuita de la tierra y demos-traron su subordinación al gran capital”.En 1959 Oltuski se convertiría en el pri-mer ministro de Comunicación del Go-bierno revolucionario y acabaría trabajan-do con el Che.

A René Ramos Latour, jefe del M-26-7en la provincia de Oriente, el Che lo con-sideraba un pequeño burgués represen-tante de la derecha. El 30 de julio de1958, tras su muerte en combate en Sie-rra Maestra, escribió en el diario: “Pro-fundas divergencias ideológicas me sepa-raban de René Ramos y éramos enemi-gos políticos, pero supo morir cumplien-do con su deber, en la primera línea, yquien muere así es porque siente un im-pulso interior que yo le negara y que enesta hora rectifico”.

El 16 de febrero de 1957, después deencontrarse por primera vez en SierraMaestra con Frank País, Vilma Espín —es-posa de Raúl Castro, ya fallecida —, Hay-dée Santamaría y Armando Hart, anota:“Por conversaciones aisladas me enteréde la evidente filiación anticomunista dela mayoría de ellos, sobre todo Hart”. Esteúltimo, uno de los históricos de la revolu-ción y exministro de Educación y de Cultu-ra, quien escribe el prólogo de Diarios de

un combatiente, admite que el trasfondode las tensiones era la vieja pugna entre“la Sierra y el Llano”. Guevara, como Fi-del Castro y otros, consideraba que ladirección de la lucha contra Batista de-bía ser asumida totalmente por la guerri-lla de Sierra Maestra, y pensaba que mu-chos dirigentes clandestinos de las ciuda-des en el fondo representaban interesesconservadores.

Muestra de estas fricciones es la cartaque Hart escribió a Guevara el 25 de di-ciembre de 1957, y que publica en el prólo-go —nunca llegó a enviársela, pero el Ejér-cito de Batista, tras capturarle, la publicópara demostrar las divisiones dentro delmovimiento revolucionario—. “Debo de-cirte que además de grosero has sido in-justo”, expresa Hart. “Que tú creas quenosotros somos derechistas o salgamosde la pequeña burguesía criolla o más pro-piamente que la representemos, es cosalógica que no me extraña en lo más míni-mo, ni mucho menos puede dolermepues está a tono con tu interpretación delproceso histórico de la revolución rusa”. Yconcluye con retintín: “Si hemos seguidomal el camino, te ruego me indiques elmás correcto…”.

En los diarios aparecen también curio-sidades, como por ejemplo que fueronreligiosos adventistas quienes primeroayudaron y dieron comida al grupo delChe tras la desbandada de Alegría de Pío;o que Guevara consideró al inicio a losasaltantes del palacio presidencial, quepretendieron ajusticiar a Batista el 13 demarzo de 1957, como un “grupo terroris-ta”; o que, a los cuatro meses del desem-barco, fue Raúl Castro quien trató prime-ro de que el Che pasara a ser “comisariopolítico” además de médico de la guerri-lla —“pero Fidel se opuso”, escribe. O

Ernesto ‘Che’ Guevara, en el centro, habla con Fidel Castro (derecha) y otro combatiente en Sierra Maestra, Cuba. Foto: AP / Prensa Latina

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Guevara se muestramuy crítico con algunoscompañeros quellegaron a ministros ojefes de la revolución

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PAPELES DE LA REVOLUCIÓN

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La fotografía [reproducida enestas páginas] refleja fielmen-te el final del proceso de en-cumbramiento del generalFrancisco Franco Bahamonde(Ferrol, 1892-Madrid, 1975) al

poder político omnímodo en España, des-pués de su victoria contra el bando repu-blicano durante la Guerra Civil española(17 de julio de 1936-1 de abril de 1939).Permanecería en el poder como “Caudillode España por la Gracia de Dios” hasta sufallecimiento en Madrid por muerte natu-ral el 20 de noviembre de 1975, a los 84años de edad, después de una dolorosa yprolongada agonía de casi mes y medio.

(…) Cuando la crisis sociopolítica espa-ñola alcanzó su coyuntura crítica en el pri-mer semestre de 1936, Franco fue una delas piezas básicas de la amplia conjura mili-tar que se fraguó contra el Gobierno delFrente Popular surgido de la victoria electo-ral de las izquierdas en febrero de dichoaño. Y cuando esa conjura desembocó enla sublevación del 17 de julio de 1936, Fran-co cumplió su cometido con presteza: ase-guró su éxito en las islas Canarias (donde elGobierno le había desplazado) y pasó aMarruecos para ponerse al frente de lasmás combativas y eficaces tropas españo-las disponibles. Era un triunfo considera-ble puesto que la insurrección había fraca-sado en la mitad máspoblada y urbanizadade España y había de-venido en una guerracivil.

Los casi tres añosde duración de la con-tienda (1936-1939) fue-ron una etapa crucialen la vida de Franco ycrearon el contextoúnico para su fulguran-te ascensión política ala cumbre del Estado.En un primer momen-to fue uno más de losgenerales sublevadosque formaron en Bur-gos una Junta de De-fensa Nacional queasumía “todos los po-deres del Estado”. Esa configuración deun poder militar exclusivo en la Españainsurgente fue paralela a un intenso proce-so de involución social y política que reve-laba el sentido autoritario, reaccionario ycontrarreformista del movimiento de fuer-za en curso. Los sublevados se habían alza-do en armas con un doble objetivo: para

frenar el ambicioso programa reformistaaplicado por el Gobierno (cuyo santo yseña era la reforma agraria en el sur lati-fundista, la descentralización y seculariza-ción del Estado, y un amplio abanico demedidas sociales progresistas); y para ata-jar el espectro de revolución social que

creían percibir tras lamovilización popularque había acompaña-do la victoria electoralde las izquierdas.

La prolongación dela Guerra Civil y el cris-pado contexto interna-cional contemporáneoexigieron que la juntamilitar colegiada asu-miera la necesidad deconcentrar el mandoen una única personaque pudiera actuar co-mo comandante en je-fe de las fuerzas insur-gentes. Franco, quecontaba entonces 43años, recibió de suscompañeros de armas

ese encargo porque tenía prestigio sufi-ciente, carecía de competidores (Sanjurjohabía muerto al inicio del golpe), dirigíalas tropas que más victorias lograban (losmoros y legionarios que avanzaban haciaMadrid) y había logrado el vital apoyo mili-tar y diplomático de la Alemania de Hitlery de la Italia de Mussolini. En consecuen-

cia, a finales de septiembre de 1936 la Jun-ta le nombró “Generalísimo de las fuerzasnacionales de tierra, mar y aire” y “Jefe delGobierno del Estado Español”, traspasán-dole “todos los poderes del Estado”. Ladictadura militar colegiada se convertía asíen una dictadura militar de poder perso-nal cuyo único y absoluto titular era Fran-co.

A partir de entonces, comenzaría pro-piamente a configurarse el régimen políti-

co denominado “Franquismo”.Porque Franco no se contentócon mantenerse como un simpleprimus inter pares y portavoz cor-porativo con relación a sus com-pañeros de armas que le habíanelegido para el cargo. Muy al con-trario, al Ejército como pilar origi-nario de su poder le sumó otrasdos fuentes de legitimidad queapuntalaron aún más su incipien-te autoridad omnímoda. Por unlado, la Iglesia católica, que san-cionó su esfuerzo bélico comouna “Cruzada por Dios y por Es-paña” y proporcionó un catolicis-mo militante y beligerante quehabría de ser hasta el final la ideo-logía suprema y omnipresentedel regimen. Por otro lado, la Fa-lange Española Tradicionalista, elpartido único configurado poramalgama y fusión forzosa de to-das las fuerzas derechistas, quese convertiría en el instrumentoclave para organizar a sus partida-rios, suministrar fieles servidoresadministrativos y encuadrar a lasociedad civil (Organización Sin-dical, Sección Femenina, Frentede Juventudes).

El consecuente régimen caudi-llista erigido sobre esos tres pila-res, con el inexcusable apoyo ger-mano-italiano, lograría un triunfoincontestable en la Guerra Civilen abril de 1939. El “Caudillo de laVictoria” asentaría sobre ese triun-fo absoluto las bases de la legitimi-dad de su “magistratura vitalicia yprovidencial” (con poderes ejecu-tivos, legislativos y judiciales),que se prolongaría durante casicuarenta años, hasta su propiamuerte en noviembre de 1975.

Ciertamente, a pesar de todoslos cambios más o menos profun-dos operados en el franquismo du-rante su larga existencia de casicuarenta años, hubo un elementopermanente y constante que nun-ca sufrió menoscabo alguno: elenorme grado de concentraciónde la autoridad omnímoda enuna sola mano y persona. La reali-dad persistente es que el franquis-mo constituía sobre todo una dic-tadura personal y así quedó reco-gido tempranamente en la legisla-ción que otorgaba al Caudillo unaamplísima gama de poderes ejecu-tivos, legislativos y judiciales. Co-mo establecería la Ley de Reorga-nización de la AdministraciónCentral del Estado firmada por el

propio Franco el 8 de agosto de 1939, co-rrespondía al Caudillo “la suprema potes-tad de dictar normas jurídicas de caráctergeneral” y radicaba en él “de modo perma-nente las funciones de gobierno”.

(...) Preservando siempre su condiciónde dictadura personal y el equilibrio entresus tres pilares institucionales y sus “fami-lias” políticas, el franquismo experimentóuna evolución notable a lo largo de suscuarenta años de existencia histórica. Encada una de esas etapas evolutivas predo-minaron una u otra de dichas institucionesy “familias”, sin menoscabo del poder últi-mo y decisorio del propio Caudillo. En elplano ideológico, sus dos principales señasde identidad doctrinaria están presentesen la imagen pintada en la pared de lafotografía comentada: la “Patria”, un nacio-nalismo español extremado y excluyentede la “anti-España” (los vencidos); y“Dios”, un catolicismo integrista y fanático;la simbiosis del nacionalcatolicismo delque Franco fue siempre celoso guardián ybeneficiario principal (como Cruzado de laFe de Cristo). Desde 1936 y hasta el final desus días, casi cuarenta años después delinicio de la Guerra Civil, Franco fue un dic-tador carismático cuya legitimidad siguióresidiendo en su victoria militar inapela-ble, en la sanción religiosa otorgada por elcatolicismo español y en la identificaciónde su persona y el interés de la Patria. O

La historia contemporánea en sus documentos, deEnrique Moradiellos. RBA Libros. Se publica el 23 dejunio. Precio: 30 euros.

Unos niños saludan, brazo en alto, al cartel con el dibujo de Franco y un rótulo alusivo a su caudillaje. La imagen, sinfecha, procede del archivo de la agencia Efe. Foto: cortesía de la editorial RBA.

Una dictaduraUna dictadurapersonalpersonalFrancisco FrancoFrancisco Francoejerció una amplísimaejerció una amplísimagama de poderesgama de poderesejecutivos, legislativosejecutivos, legislativosy judiciales. A lo largoy judiciales. A lo largode su régimen, lade su régimen, lafacultad última defacultad última dedecisión quedódecisión quedósiempre en sussiempre en susmanos. Extracto demanos. Extracto deun libro de Enriqueun libro de EnriqueMoradiellosMoradiellos

El Ejército, la Iglesia yla Falange fueron lostres pilares sobre losque se erigió el régimencaudillista

La magistratura“vitalicia yprovidencial” de Francose prolongó hasta sumuerte en 1975

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El exgeneral Ratko Mladic en el tribunal internacional de La Haya, el 3 de junio de 2011. Foto: Serge Ligtenberg/Getty Images

Somos realmente conscientesde hasta qué punto es impor-tante la detención, hace quin-ce días y tras más de quinceaños de una extraña fuga, delexgeneral Ratko Mladic?

Este fue el hombre que, en julio de1995, dio la orden de masacrar a 8.000lhombres y adolescentes cuya sola exis-tencia en el enclave musulmán de Sre-brenica era una negación y un desafíoviviente a lo que en Serbia se llamabaentonces la “purificación étnica”.

Este hombre es responsable, directa oindirectamente, junto a su jefe político,Radovan Karadzic, y al padrino de am-bos, Slobodan Milosevic, de los 100.000muertos de la guerra de Bosnia, de loscentenares de miles de heridos, ampu-tados y, naturalmente, desplazados quehubo que añadir a los muertos; en resu-men, de ese desastre humanitario, moraly espiritual en el corazón de Europa.

Suya es la voz a la que se escucha (yque yo monté en Bosna! sobre las imáge-nes del incendio de la gran biblioteca deSarajevo) gritar a sus comandantes, porradio, el 29 de mayo de 1992 —es decir,unas semanas después del comienzo delasedio de la ciudad—: “Fuego sobre laAsamblea bosnia, esa es mi orden” (or-den al coronel Kovacevic); “maten a to-dos los que puedan” (al coronel Vukasi-novic); “disparen más y más; utilicen úni-camente los de calibre 155 y los misiles”(al coronel Stojanovic).

Y, finalmente, este hombre es la ilus-tración de la monstruosa negación de larealidad, por no decir de la complacen-cia e incluso la complicidad que expli-can que Serbia continuara pagándole su

pensión de general retirado hasta co-mienzos de los años 2000 y que permitie-ron a la comunidad internacional —conEstados Unidos y Europa a la cabeza—,que, durante estos quince años, sabíamás o menos dónde se ocultaba, no de-cir nada, no hacer nada y, por las razo-nes que el proceso aclarará, o eso cabeesperar, garantizarle hasta el día de hoyuna escandalosa impunidad.

Hoy, hemos pasado página.Como los organizadores del genoci-

dio de Ruanda, que, en su mayoría, hansido detenidos por la justicia, finalmenteMladic, lo mismo que Karadzic, va a te-ner que responder por sus crímenes.

Y el proceso que va a abrirse tendráconsecuencias de mayor o menor alcan-ce, pero todas ellas serán decisivas.

Una sensación de alivio, en primer lu-gar, para los allegados a las víctimas, asícomo para los escasos supervivientes delpeor asesinato en masa cometido en sueloeuropeo desde el final de la Segunda Gue-rra Mundial: sin justicia no hay luto; portanto, tampoco consuelo; y la herida quequedó en carne viva, indefinidamente rea-bierta, convierte al superviviente en la tum-ba secreta de sus muertos, su fantasma, suventrílocuo obligado al silencio.

Una bendición para Serbia, que vivíacon ese agujero en la memoria o, lo queviene a ser lo mismo, con ese exceso demuertos sobre la conciencia: fantasmal,también ella, no menos espectral queBosnia, aunque por razones diametral-mente opuestas; al entregar a Mladic, selibera de esa parte de sí misma que porta-ba como algo soterrado, una maldición,una mala voz interior que la volvía loca;era, después de la caída de Milosevic, el

último síntoma de un pasado que nopasaba; y era, mucho más que su situa-ción económica y financiera, el obstácu-lo más serio para su entrada en la zonaeuro y en Europa. ¿Y ahora? Pues bien,ahora Bosnia tiene que entrar en esa Eu-ropa de la que fue y sigue siendo uno delos símbolos más resplandecientes; y,después de Bosnia, Serbia.

Y, finalmente, esta detención es unapésima noticia para todos los criminalesde guerra, los tiranos locos y los psicópa-tas, no solo de esa región, sino del mun-do. Pues, una vez más, el mensaje esclaro. La justicia internacional existe. Haadquirido legitimidad y autoridad en un

tiempo récord. Cuando uno se llama AlBachir, Gadafi o Ratko Mladic, puede es-capar de ella durante algunos meses, al-gunos años o incluso tres lustros. Perosiempre llega el momento en que el cer-co se cierra, en que los espectros te al-canzan y es hora de rendir cuentas.¡Gran y poderosa lección!

¿Mladic será condenado por críme-nes de guerra? ¿Crímenes contra la hu-manidad? ¿O, como su segundo, Radis-lav Krstic, por un crimen de genocidio?No soy ni investigador ni fiscal. Pero,por mi parte, tendería a decir que “críme-nes contra la humanidad” es el términomás adecuado para algo que los historia-dores, por la suya, ya han establecido.En cambio, creo que “genocidio” es unapalabra que hay que manejar con extre-mada prudencia. Pero será la justicia, yla justicia sola, la que decida. Y para ellose tomará, y ese será su mérito, todo eltiempo que sea necesario. Redoblará losprocedimientos, cruzará informacionesy testimonios, establecerá los hechos.Dará, y qué le vamos a hacer si eso nosimpacienta, la palabra a la defensa. Eintentará, de paso, arrojar alguna luz so-bre otra dimensión de este asunto, laque ha permitido al carnicero de Srebre-nica retrasar durante tanto tiempo la ho-ra de su cara a cara con sus víctimas.

Pero, por el momento, dejemos, unavez más, hablar a los jueces.

Dejemos que se demuestre que es po-sible responder a la barbarie con la ver-dad y la aplicación escrupulosa de la ley.

El proceso Mladic debe ser el triunfo,quince años después, de la verdad y elderecho. OTraducción: José Luis Sánchez-Silva

El proceso de Ratko MladicEste juicio será una pésima noticia para todos los criminales de guerra, los tiranos y los psicópatas

del mundo. Pues, una vez más, el mensaje es claro. La justicia internacional existePor Bernard-Henri Lévy

Suya es la voz a la quese escucha: “Fuego sobrela Asamblea bosnia”;“maten a todos losque puedan”

Siempre llega elmomento en que el cercose cierra, los espectroste alcanzan y es hora derendir cuentas

OPINIÓN

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ME ARREPIENTO. Si alguna vez he perjudi-cado a alguna persona con un artículo,me arrepiento. Arrepentirse es un verboque se utiliza poco en este siglo, perocomo yo, hasta que la vida no demues-tre lo contrario, me siento más del ante-rior, soy de aquella generación que searrepentía. Hago honor al verbo no pormotivos religiosos, sino porque lamen-to hacer daño tontamente. Una vez ledediqué una columna a los taxistas, así,en general, como si no tuvieran dere-cho a una individualidad. Escribí, yocreía que con bastante gracia, del volu-men incontrolado de la radio, del olor arancio cuando no a sobaquina, de esosfrenazos que te colocan el estómago enla garganta, del facherío incontenible;en fin, definí a un tipo de taxista, queexiste, pero lo hice de manera tan frívo-la que parecía que el oficio hacía al mon-je. Quiso el destino castigarme por boca-zas y, a partir de esa columna, empeza-ron a pararme taxis que olían a donlimpio, llevaban conectada Radio Clási-ca, conducían como si hubieran untadolas ruedas con vaselina y creían en laslibertades del individuo. Vaya. Cuandodaba con algún taxista de la escuela ran-cia, me decía a mí misma: “Algo de ra-zón tenías”, pero al rato, como si fuerauna supuración del espíritu, me escocíade nuevo el arrepentimiento. El mundodel taxi me escribió, algunos taxistasamables de esos que habían encontra-do mi voz alguna vez en la radio mereprocharon el trazo grueso del retrato,y yo me quedé pensando que algunavez trataría de enmendarme escribien-do de taxistas concretos o, mejor aún,de personas que no respondieran al tó-pico que persigue a su oficio, sino a unasoberana personalidad. Aquí van dospersonajes que conocí esta misma se-mana:

Araceli. Son las dos, llego tarde auna comida. Araceli tiene unos ojos es-pectaculares. Los veo en el espejo retro-visor. Le echo unos cincuenta años, pe-ro cuando me dice que tiene tres hijos

mayores, ya dudo…: es guapa y se mue-ve en una edad indefinible. Araceli tie-ne ganas de hablar y yo me dejo. Nuncahe sabido negarle la conversación a na-die (fui educada para agradar). Si la pe-reza me vence, contesto con monosíla-bos. Pero Araceli me cae bien y sus ojosbuscan los míos por el retrovisor. Nohace mucho que es taxista, y me lo cuen-ta: llevo poco en este mundo y me es-tresa perderme. Me pide que la guíe.¿Que la guíe yo? ¡Ja! Una vez guié a untaxista a mi propia casa y acabamos enBarajas. Usted, tire, tire, le digo, ya sal-dremos. Dispuestas a perdernos, co-menzamos a conversar. Araceli era se-cretaria en una empresa alemana. Lo

fue por muchos años, pero la crisis llegóy le cortó la cabeza. Este ángel del volan-te comenzó a buscar trabajo, primerode secretaria, después de limpiadora.Nada. Para no pudrirse en casa decidióreconvertirse a sus cincuenta años. Susamigos le dicen que está loca; sus hijos,por fortuna, la veneran. Saben que echa-rá las horas que haga falta para subsis-tir. Los clientes le dicen: qué primorosolleva usted el coche, así da gusto. Ella seva por las noches a la puerta de las dis-cotecas porque sabe que las chicas siem-

pre prefieren un taxi conducido poruna mujer. Cuando llegamos al destino(siempre se llega), le pido la tarjeta parael futuro: nunca será Milos Forman, pe-ro yo sí que llegaré a Miss Daisy.

Ángel. Es la una de la madrugada,llego tarde a casa. Ángel es gigantesco,parece que va en cuclillas en vez desentado. Me dice: oiga, su voz me sue-na. Yo le digo que tal vez me escuchóalguna vez en la radio y entre los dosencontramos dónde y de qué manera.No me escuchaba en el taxi, este ángeldel volante lleva poco en el oficio. Antesera cocinero en un petrolero. A Ángel,mi voz le suena de haberla escuchadopor… Ni se acuerda. No echa de menosaquella vida, pero tampoco lo pasó mal.En un petrolero, todos los sentimientosse magnifican, me cuenta: por ejemplo,hay compañeros que aún recuerdanmis guisos, y no es porque fueran espe-cialmente sabrosos, sino porque enaquella soledad todo significaba mu-cho. Le enseñó a cocinar un japonés,que también le instruyó en filosofía bu-dista. “El hombre que sabe no habla; elque habla no sabe”. El cocinero orien-tal, dice Ángel, le contagió el arte dedisfrutar cada momento de la vida: “¡Pe-ro no con la felicidad de los idiotas, cui-dado!”, aclara, “sino con la alegría delos espíritus curiosos, ¿por qué no va-mos a gozar de este momento, por ejem-plo?”. Y yo pienso que sí, que siempreme ha gustado recorrer en taxi la nocheurbana, más si, como ahora, estoy con-tenta de volver a casa, más si el conduc-tor es budista y dice divertirse con elsimple hecho de decidir si toma el túnelde María de Molina o la calle de Lópezde Hoyos. El secreto de la vida es estarsiempre alerta, dice; lo que antes nosrepugnaba, un insecto, por ejemplo, vis-to como una criatura de la naturaleza,se nos vuelve interesante. Nada impor-ta demasiado, ¿qué le importa al univer-so mi opinión sobre las cosas? Ah, medice cuando entramos en mi callecilla,no tengo tiempo de explicarle cómo heaprendido a tener paz de espíritu. ¡Perono con una felicidad mojigata, cuida-do!, me aclara por si aún me cupierandudas. Le pregunto su nombre. Ángel. Yle digo que espere hasta que entre encasa. Y ahí se queda, como el ángel de laguarda de los niños del siglo pasado. O

De noche y de díaElvira Lindo

QUE LA VIDA IBA en serio lo vamos sabiendo. Desdeque Jaime Gil de Biedma puso en circulación aque-llos versos y aun antes, el mundo siempre explicaque la vida va en serio, en algún momento de lasedades o de las personas, de los países o de loscolectivos; siempre surge un chispazo, una herida ouna advertencia que lo dice. Que la vida va en serio.Y la vida en serio, sobre todo, cuando nos queda-mos solos, cuando ya el espejo es nuestro únicointerlocutor verdadero, y uno ha de administrar laexperiencia, las fuerzas, sus propios conocimientos.

Ahora que terminó en la Puerta del Sol (como enotras plazas) la acampada de los indignados, se dijoque ese movimiento del 15 de mayo, que tantosréditos de simpatía y esperanza ha obtenido de losciudadanos de toda condición, tenía que aprendera vivir fuera del campamento, pues ahora la vidaiba en serio. Tenían que estudiar sus logros y revisarsus fallos, pues de todo hubo en ese mes, o casi, deacampada. Una de las cosas que debían cuidar eraque no se mixtificara el mensaje, que no se atribuye-ran los méritos de su larga estancia en la calle, tanlimpia, tan civilizada, tan ejemplar, los pescadoresde río revuelto, pues en España hay muchos ríosrevueltos, y más que parece que va a haber.

Pues no ha pasado mucho tiempo y los pesca-dores han lanzado su caña en cuanto la sensatezde los acampados miró para otro lado. La vida sedesarrolla a partir de los síntomas, y en este caso elprimer síntoma, el más perjudicial, ha sido el sínto-ma de los insultos que cayeron en Madrid sobre elalcalde Gallardón, que paseaba los perros con sufamilia. La falacia con la que se circunscriben es-tos incidentes —va en el sueldo del alcalde aguan-tar estos destrozos verbales— no esconde sino laantigua impunidad de los que, en manada, creenque se puede hacer lo que no se hace en solitario.Insultar a alguien, porque se esté, por ejemplo, endesacuerdo con lo que propone, es el grado cerode la educación civil. El rechazo inmediato de esabarbaridad es la única manera posible de que esasactitudes no contaminen la pureza de lo que hastaahora se había venido proponiendo para interpo-ner ante el poder la querella que la sociedad man-tiene. Lo que sucedió luego ante el Parlamento deCataluña y ante otras instituciones españolas cu-yos gobiernos o ayuntamientos se estaban consti-

tuyendo es una interrupción indeseable de la vidacivil. Y ante esa interrupción se ha de manifestar laciudadanía con el mismo vigor con que habríaque apoyar el uso legítimo de la fuerza democráti-ca que llevó a los acampados a exigir su derecho aocupar las plazas.

Y todo ha provenido del insulto; el insulto es laoscuridad que se hace sobre la convivencia. Elotro día decía en Madrid Hans Magnus Enzensber-ger, poeta, filósofo, narrador alemán que acaba depublicar en Anagrama un libro extraordinario so-bre el militar que no quiso a Hitler, que cuando éltenía que insultar se encerraba en su casa, lo hacíaante el espejo, y después salía de allí limpio, feliz,relajado. Ya lo había hecho. El insulto del que fueobjeto Gallardón (con su familia) y la interrupciónde la vida parlamentaria catalana por medios evi-dentes de distorsión civil son expresiones de lamisma impunidad, que solo demuestra la capaci-dad de chantaje que tienen el grito y el insultocuando quieren amedrentar al que, estando encontra, o no necesariamente, simplemente no esde la cuerda de los insultantes.

La vida va en serio, sí, pues hay que tomárse-la en serio entre todos, no se le puede reprochara otro, gritándole, que no opine o no actúe co-mo nosotros hemos decidido que es la únicaforma de actuar. O [email protected]

Juan Cruz

La vida en serio

Gallardón frente a quienes le abuchearon. Foto: Paco Díaz/EP

DON DE GENTES

Peatones y taxis circulando en el centro de Madrid. Foto: Claudio Álvarez

Arrepentirse es unverbo que se usa pocoen este siglo. Yo mearrepiento porque mesiento del anterior

La crisis dejó a Aracelisin trabajo. Buscóempleo de secretaria,de limpiadora...Ahora es taxista

OPINIÓN

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Santos Juliá

TENDRÍAN QUE SER ELLOS mismos los que,una vez advertidos del cúmulo de errores,del sesgo ideológico franquista y de la mi-seria teórica que arruina algunas de lasentradas de su diccionario, tomaran la ini-ciativa, paralizaran su difusión y procedie-ran a una revisión de sus contenidos pormedio de evaluadores externos. Que estediccionario haya sido objeto de preguntasparlamentarias de Izquierda Unida y delPartido Nacionalista Vasco, que haya teni-do que intervenir el ministro de Educa-ción o, en fin, que el grupo parlamentariosocialista haya registrado en la Mesa delCongreso una proposición no de ley, aña-de una vergüenza más a la vergüenza queda leer algunas de sus entradas.

Porque una cosa es clara: hay entradasen el diccionario que, por ignorancia, pordescuido, o por empacho ideológico desu autor, aparecen repletas de errores dehecho. Se ha dicho ya todo de la dedicadaa Franco por el historiador menos capaci-tado de todos los posibles para escribirla.Pero la que se ocupa de otro jefe de Esta-do del siglo XX, el presidente de la Repú-blica Manuel Azaña, contiene una colec-ción tal de disparates que más valdría nohaberla escrito. Y no se trata ya únicamen-te del tufo ideológico que despide, sino delos errores en que incurre desde que sitúalos “estudios iniciales” de Manuel Azañacon los agustinos en El Escorial hasta la

ocurrencia de llevar a su viuda a morir“muchos años después” en Buenos Aires.

Es que, de verdad, no da ni una: Azañano fue un funcionario con destino en elnegociado de últimas voluntades, ni sepresentó como candidato a diputado enlas elecciones de 1913. Unamuno no viajócon él y otros intelectuales al frente deguerra francés en 1916; lo hizo al frenteitaliano en septiembre de 1917. España, larevista por antonomasia de la generacióndel 14, no era un diario, sino, como reza-ba su subtítulo, un Semanario de la vidanacional. Margarita Xirgu no estrenó LaCorona en 1930, sino en diciembre de1931, en Barcelona y con Azaña de presi-dente del Gobierno. Azaña no realizó una“importante depuración del Ejército” si-no que aprobó un decreto concediendo elpase a la reserva, con el sueldo íntegro, agenerales, jefes y oficiales que lo solicita-ran. Por supuesto, la “intentona” del gene-ral Sanjurjo fue una rebelión militar, noesa martingala que dice el diccionario. Yen fin, y porque no hay espacio para más:Azaña no pudo trabar una relación deamistad con el obispo de Tarbes, prime-ro, porque el obispo en cuestión lo era deMontauban, recién entronizado; y segun-do y principal, porque la única charla quemantuvo con él duró unos minutos: ha-bía sufrido varios infartos cerebrales, deli-raba, y estaba a las puertas de la muerte.

Esta acumulación de errores se habríaevitado si la Academia se hubiera atenidoa la práctica obligada de someter todaslas voces, comenzando por las asignadasa los mismos académicos, a los filtros ne-cesarios antes de darlas a luz. La revisiónexterna es un requisito elemental para ga-

rantizar hoy la calidad científica de cual-quier publicación académica, muchomás tratándose de un diccionario, y toda-vía más si es biográfico. No hay ningunapublicación de este tipo que se abandoneal exclusivo cuidado y responsabilidad deun autor singular al que se encomiendasu redacción. Desde la puesta en marchadel proyecto, con equipos encargados dealimentar bancos de datos, hasta su revi-sión final por expertos en cada materia yajenos a la institución que lo promueve,la calidad de un diccionario debe descan-sar, aunque sea un autor el que redactecada voz, en un trabajo colectivo.

Pero los académicos responsables dela edición decidieron saltarse a la toreratodas las normas que hubieran garantiza-do la calidad científica del producto yque, de haberse aplicado, hubieran redun-dado en la recuperación del crédito perdi-do por una institución gravemente afecta-da por el virus nacional-cortesano destila-do en sus últimas publicaciones. El resul-tado de su pretencioso encapsulamientoes una auténtica desgracia por la sencillarazón de que este no es un diccionariocualquiera; es el diccionario de la Acade-mia, una institución pública que preten-de hablar con autoridad sobre miles deespañoles ilustres. El respeto debido a lainstitución, a los biografiados y a los profe-sionales solventes que han escrito mu-chas de las voces, es lo que está clamandopor la paralización de la difusión y la revi-sión a fondo de esta desgracia de diccio-nario que, como es norma en el mundoacadémico, tiene que ser realizada porevaluadores externos a la misma institu-ción. O

EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO desmintió el pa-sado martes los rumores de una disolu-ción anticipada de las Cortes y confirmósu propósito de agotar los cuatro años delegislatura. Sin poner en duda el legítimoderecho de Zapatero a reclamar la presun-ción de veracidad para sus palabras, lasincertidumbres que rodean a los paísesperiféricos de la eurozona y la propia situa-ción española impiden conferir al deseopresidencial el carácter de profecía o decompromiso. A efectos temporales, la dife-rencia entre un adelanto de los comicios yla consumación de la legislatura no tienenen este caso mayor alcance. Los plazosfijados por la ley electoral resultan incom-patibles en la práctica con los espaciosmuertos de las habituales vacaciones vera-niegas y navideñas. Si Zapatero materiali-zase sus intenciones, los ciudadanos se-rían llamados a las urnas en marzo de2012; si las circunstancias le obligasen aabreviar la legislatura, la única ventanaelectoral practicable se abriría a lo largode noviembre de 2011.

La convocatoria de elecciones adelanta-das es una prerrogativa de los jefes delEjecutivo de los sistemas parlamentariosque suele ser utilizada para aprovecharcoyunturas políticas favorables; así, FelipeGonzález recortó con ese propósito la du-ración de las legislaturas que concluían

oficialmente en el otoño de 1986, la prima-vera de 1990 y el otoño de 1993. Pero ladisolución anticipada de las Cámaras pue-de ser también una solución desesperadacuando el grupo parlamentario guberna-mental está en desbandada (así le ocurrióa Calvo Sotelo en 1982) o sus aliados leabandonan (como le sucedió a Felipe Gon-zález en 1996). Aznar —en 2000 y 2004— yZapatero —en 2008— se aferraron, encambio, a un rígido cumplimiento cuatrie-nal de la legislatura. Sin embargo, el PP talvez habría ganado las elecciones caso deconvocarlas en el otoño de 2003 (es decir,antes del 11-M); y quizás el PSOE habríaobtenido la mayoría absoluta a la vueltadel verano de 2007 (cuando la crisis econó-mica aún no sacudía España).

¿Beneficiaría electoralmente a los so-cialistas aguantar hasta el final de la legis-latura o les convendría un adelanto delos comicios, bien sea para aprovecharun claro otoñal en la destrucción de em-pleo o para evitar un deterioro todavíamayor? Abstracción hecha de la ofensivade los mercados financieros sobre la eu-rozona, el empeoramiento de la situa-ción económica interna, los desórdenespúblicos (como el cerco al Parlamentocatalán) y el eventual abandono delPSOE por sus aliados parlamentarios enlas votaciones sobre el presupuesto, lareforma de las pensiones y la negocia-ción colectiva podrían forzar unas elec-ciones adelantadas. Por lo demás, unadisolución anticipada disminuiría al me-nos temporalmente la contradicción en-tre la continuidad y el cambio: entre ladura política de ajuste de un Gobiernovicepresidido por Rubalcaba y el progra-ma electoral del candidato socialista. O

LA COLUMNA

Una desgracia de diccionario

Javier Pradera

Quién sabe cuándo

CAJERO AUTOMÁTICO Por El Roto

Continúan lasincertidumbres en tornoa un eventual adelantode las eleccioneslegislativas

Arreos

OPINIÓN

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Lluís Bassets

MANUEL GARCÍA-PELAYO, el ilustre constitucionalista que fue el pri-mer presidente del Tribunal Constitucional, anunció su dimisiónen enero de 1986, unos meses antes de finalizar su mandato, enjulio de ese mismo año. “Puesto que en febrero ha de renovarselegalmente una buena parte del tribunal, me ha parecido lógico[adelantar su marcha] para que el conjunto de los magistradoselija a un presidente de su confianza”. García-Pelayo abandonóno solo la presidencia sino también el cargo de magistrado y sereintegró a la docencia, en su cátedra de Caracas (Venezuela). Elrelevo, en la persona de Francisco Tomás y Valiente, se produjosin traumas.

La dimisión no debería ser, pues, algoextraño a la historia del tribunal. Lo hizo,antes de cumplir su mandato, García-Pe-layo y deberían haberlo hecho los cuatromagistrados, Emilia Casas, Guillermo Ji-ménez, Vicente Conde y Jorge RodríguezZapata, que lo superaron en nada menosque tres años, en 2010, sin animarse aforzar una crisis que hubiera obligado alos partidos políticos a negociar los cam-bios y, sobre todo, a retirar de la picota auna de las principales instituciones delEstado, cuyo prestigio estaba siendo se-riamente comprometido.

Hace mal el presidente Pascual Sala enno aceptar ahora la renuncia de otros tres magistrados que hanvisto también superado su mandato en más de seis meses. Sunegativa no demuestra la fortaleza del tribunal, sino, una vezmás, su debilidad y su vulnerabilidad en manos de grupos políti-cos que exigen a los jóvenes indignados respeto por el Parlamen-to como institución, pero que no muestran, ellos mismos, lamenor consideración con otra organización del Estado igualmen-te fundamental.

En un momento en el que los ciudadanos no están sobrados deconfianza en sus representantes, ni en sus instituciones, el papelde un Tribunal Constitucional, alejado de manipulaciones secta-rias, debería ser esencial. Lamentablemente, los partidos y los

parlamentarios parecen creer que mantener a esa institución enun ambiente podrido de chalaneo y confrontación, no tiene costeni peligro. Y una vez más parecen dispuestos a “repartirse” eltribunal en un obsceno juego de tantos magistrados para ti, tantospara mí.

Evidentemente, un Tribunal Constitucional debe reflejar laorientación política de una sociedad, pero una cosa es que losmagistrados mantengan legítimos puntos de vista conservadoreso progresistas, y otra que el Parlamento les elija por “cupos” parti-distas que llevan, en ocasiones, a designar para desempeñar esasimportantísimas funciones a personas que no tienen ni el prestigio

jurídico ni el buen crédito necesarios paraello. Y que no se nos diga a los ciudadanosque eso no ocurre, porque ha ocurrido ya,repetidamente, ante la boca callada de to-dos los parlamentarios a los que la Consti-tución encomienda la tarea. Más de un ma-gistrado del Tribunal Constitucional ha si-do considerado en privado por sus colegascomo alguien desprovisto manifiestamen-te de los conocimientos exigibles, o un sim-ple sirviente de la jerarquía de su partido.

Se abre ahora otra pequeña oportuni-dad para demostrar que los políticos soncapaces de comprender el alcance de lacrisis social que tienen delante. El Congre-

so debe proceder inmediatamente a la designación de cuatronuevos integrantes del tribunal, que reemplacen a los tres cuyomandato ha caducado, y a quien deba ocupar la plaza vacante porla defunción de Roberto García Calvo, ocurrida en mayo de 2008.Quienes le piden respeto a los ciudadanos para las institucionesdeberían recapacitar sobre el respeto que demuestran por el TC yrecordar que nunca fue más prestigioso que cuando se eligió a suscomponentes en virtud de sus méritos. Consensuar, por si se haolvidado el significado de la palabra, significa adoptar una deci-sión por común acuerdo entre dos o más partes, y no un misera-ble reparto de cuotas que permita la entrada en el tribunal depersonas que nunca debieron ni asomarse a él. O [email protected]

GERTRUD STEIN, retratada por Picasso, es laprotagonista de la historia aleccionadora.Cuando la millonaria americana afincadaen París se interesó por la semejanza entreel rostro pintado y la realidad, el pintor lerespondió con una frase que ha pasado a laposteridad: “Todos piensan que no se pare-ce en nada al retrato, pero no hay que preo-cuparse; al final se parecerá”.

España no es Egipto. Allí sus indignadosreclamaban instituciones democráticas, yaquí los nuestros quieren que las institucio-nes democráticas funcionen. Allí los encar-celaban, torturaban y asesinaban, aquí losmedios les jalean y la policía puede tratar-les incluso con guante de seda. Pero no nospreocupemos por las diferencias. Los artis-tas de la política, los geniales picassos quenunca faltan, aunque se hallen en trinche-ras ideológicas distintas, ya conseguirán ensu momento que terminen pareciéndosecomo Gertrud Stein y su retrato.

Una buena fracción de los indignados,no nos engañemos, consideran que apenashay algunas diferencias de detalle entre losregímenes despóticos del norte de África ylas democracias europeas. Puede que ha-ya, para qué ocultarlo, quienes consideranque Gadafi o El Asad tienen incluso algunasuperioridad sobre Sarkozy o Berlusconi.Vistas así las cosas, el movimiento que haprendido en España y en Grecia, ha soltadochispazos en Francia y cuenta con antece-

dentes en Portugal y Reino Unido es uno ylo mismo que la primavera árabe que haderrocado a dos dictadores y conducidohasta el borde del precipicio a otros tres.

Los artistas del otro lado ideológico pro-curan la misma ecuación que iguale a unosy a otros, a africanos y europeos, pero pormeras razones tácticas, menos peligrosasideológicamente, pero más mezquinas polí-ticamente. Son quienes clamaban por unacontundente intervención en la Puerta delSol en la jornada de reflexión electoral, el21 de mayo, en aplicación de la decisión dela Junta Electoral Central, u ordenaron yaplaudieron la actuación desproporciona-da e inútil de los Mossos d’Esquadra en laplaza de Catalunya. Nada más sugerenteque unas imágenes violentas como las de

la plaza de Tahrir para transmitir que tam-bién en España hay una revolución que seescapa de las manos y debe conducir a uncambio de gobernantes. Solo falta apelar altercermundismo vergonzoso y clamar quede nuevo África empieza en los Pirineospara tocar las zonas más sensibles delamor propio europeísta.

La chispa entre los dos polos al fin hasaltado. Quienes quieren destruir el siste-ma y quienes quieren convertir a los indig-nados en antisistema, unidos en la mismacausa. Con la erupción antidemocrática ytotalitaria en Barcelona, en la retorta deestos aprendices de brujo por fin Españaya es Egipto. Los artistas de la política pue-den estar contentos, y los ciudadanos cons-cientes, más que alarmados. O

CUANDO HESSEL escribió su célebre panfleto¡Indignaos! (Destino) tuvo el don de laoportunidad. El ciudadano está harto deser el pagano de una crisis que no generó,sino que llegó del corazón del sector finan-ciero. No era tan importante el contenidocomo el grito a favor de una “insurrecciónpacífica” contra el gran saqueo. El gober-nador del BCE dice que las ayudas a labanca en Europa se han llevado por delan-te el 25% del PIB de la zona.

Desde entonces se ha multiplicado laaparición de manifiestos y ensayos quehan nutrido, o pueden hacerlo, el movi-miento de los indignados. El de Hesseltuvo su réplica en España con el texto co-lectivo titulado Reacciona (Aguilar), que,como los libros de varios autores, tienemomentos mejores y peores. Lo más signi-ficativo es la contextualización de los ma-les económicos de nuestro país, que, serecuerda, es una democracia de mercado,no solo una economía de mercado.

Otro texto proveniente de Francia, alque ya se han adherido miles de científi-cos sociales, es el Manifiesto de economis-tas aterrados (Pasos Perdidos-Barataria).Leído hace unos meses era tremendista,pero a la luz de lo que sucede en Europa y

de la tortura a la que están sometiendo alos griegos, hay momentos luminosos. ¡In-solventes! (Espasa) es el último panfletopublicado sobre estos asuntos; su autor,un profesional liberal que “lo tuvo todo”,no se identifica porque ha perdido el nom-bre junto a todo lo demás. Como Cantona,el mito del Manchester United, piensaque el arma más poderosa es negarse apedir dinero prestado.

Proceso a los economistas (Alianza), deRoberto Petrini, es el argumentario de loserrores y mentiras de los economistas quepusieron en circulación las ideas equivo-cadas que condujeron al desastre. Morale-ja del texto: no se puede presentar el fraca-so como objetivo del futuro.

Otros dos libros en los que se puedensustentar las aseveraciones de los que sehan levantado contra la resignación: Laquiebra del capitalismo global 2000-2030(Libros en Acción), del recientemente de-saparecido Ramón Fernández Durán, unade las voces más características y luchado-ras de Ecologistas en Acción, que recuerdaque además de una crisis económica hayotra climática y energética, que se comba-te con menos fuerza desde que llegó laprimera (el argumento: ¿cómo dedicar di-nero a la corrección del cambio climáticocuando hay tanta pobreza y tanto desem-pleo?). Y Frente al capital impaciente (Fun-dación Primero de Mayo), también de va-rios autores, que analiza cómo las ansiasreformistas del sistema, que se manifesta-ron por necesidad en los primeros mo-mentos de la Gran Recesión, han ido desa-pareciendo de la agenda política de loslíderes conforme los problemas se han idomitigando y se recupera la ensoñación devolver al mundo anterior al año 2007.

Literatura crítica para el verano. Y otraforma de entender lo que sucede y lo queestá detrás de los que no se resignan. O

TORMENTAS PERFECTAS

España no es Egipto

Joaquín Estefanía

Letras indignadas

PUNTO DE OBSERVACIÓN Por Soledad Gallego-Díaz

Los que faltan al respeto

El Tribunal Constitucionalmuestra, una vez más,su debilidad yvulnerabilidad en manosde grupos políticos

Estos libros coinciden enque vivimos en unademocracia de mercadoy no solo en unaeconomía de mercado

OPINIÓN

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CRUCIGRAMA Por Eduardo Delgado

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HHoorriizzoonnttaalleess:: 11.. El viaje, México, los moteles, la noche, el de-seo: demasiado para Robert Mitchum en esta joya del cinenegro (tres palabras, separadas por un cuadro) / 22.. Pronósti-cos, vaticinios, predicciones. Mover a ira. Reza lo que sepas /33.. Que pleitean, que disputan en juicio sobre algo. Distanciaentre el centro de un polígono y uno cualquiera de sus lados.La Autoridad Palestina / 44.. Se dice de quien carece de nacio-nalidad. El excelente vino espumoso catalán. Lecho conyu-gal / 55.. El nacimiento de una nación. Personaje de Cervantesen el Quijote es “_” Pedro. Comarca costera coruñesa. Si noson del gato, serán de una noche de pasión / 66.. Prefijo quesignifica “al otro lado”, “a través de”. Árboles de fruto blan-do, pulposo, dulce y comestible cuando está pasado. Tienecabeza y no siente, y sin morder, tiene dientes. La que más te-atro hace / 77.. ¡Oro en Australia! Sed generosos de verdad. Eltío, mal; y peor, el festival. Planta fruticosa, muy usada en me-dicina como emética, tónica y purgante / 88.. La gran prueba ci-clista italiana por etapas. Reptiles fósiles, marinos, de tamañogigantesco. Se interpone entre dos tenistas / 99.. Mitigar los as-pectos más hirientes o desagradables de un asunto. La muyabundante y fértil. El final de Marilyn Monroe / 1100.. Público ysabido por todos. Caballos de raza por los que apuesta el vam-piro. Roentgen / 1111.. No otra. La parte frígida de Candice Ber-gen. La vida es uno: súbete a él. Un Pavarotti del bel canto /1122.. De todo, un poco. La Casta, no: la otra chulapa. Aptitudpara la música. “Obras son amores, que no buenas...”.

VVeerrttiiccaalleess:: 11.. Dinastía inglesa de Ricardo I Corazón de León /22.. En las tumbas de Ripoll. Todo lo son, para el miedica / 33.. “Enel campo haraganea / y en la casa se menea”. Itinerarios deviaje / 44.. Impidiendo que algo suceda. La que decía Charlie Ri-vel / 55.. Mujer seductora, provocadora... y en la cama, una fie-ra. Puñal filipino, de hoja serpenteada / 66.. ¿Cómo os atrevéis?Se dice de la planta que tiene las flores de cada sexo en pieseparado / 77.. Cumplen satisfactoriamente en su trabajo. Can-ten las ranas en un citroën / 88.. ¿Qué toma el que escribe? Grie-ga haciendo el idiota. La British Airways, que se unió con Ibe-ria / 99.. Mourinho, The Special... Raíz y tronco de una familia olinaje; alcurnia / 1100.. Fanfarroneó, “_” por el colmillo. Bóvidosalvaje, extinguido en 1627 / 1111.. Carta de un solitario trébol. Eldescubrimiento de América. Aparecí de repente / 1122.. En el co-che del pardillo. Me buscaba la ruina el maldito coche, se...Luna creciente / 1133.. Asociación de Padres de Alumnos. Ni fa-vorable ni igual / 1144.. El nombre que ni se dice. Cortar con lasierra / 1155.. La aportación de Jasper Johns al pop. En el suéterde Rihanna. Saque de esquina en el fútbol / 1166.. Manecilla delreloj. Señala lo que corresponde a alguien o algo / 1177.. Aguar-diente de uva, muy parecido al coñac. Mister Breve. La vigé-simo séptima y última / 1188.. Sale tres veces el Día de la Madre.A la juventud no le sonará este dulce, hecho con la pasta ho-mónima. Cantor heleno / 1199.. Dos puntazos. Impregnar de ázoe.A dos velas / 2200.. Va la novia y lo tira. Neón. Acude y observa /2211.. Sitios donde apostarse.

CRUCIGRAMA BLANCO Por Mambrino

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Como en el sudoku, rellene las casillas con los númerosdel 1 al 9, de modo que no se repitan en la misma fila ocolumna, ni en el cuadrado de 9 casillas. En el tredoku,

las líneas de los cuadrados de 9 casillas pueden ser rec-tas o curvas. Siga la dirección de cada línea en buscade pistas.

SUDOKU KILLER CLARITY MEDIA | PLANET SYNDICATIONTREDOKU® MARCA REGISTRADA PROPIEDAD DE © MINDOME (UK) LTD. 2010

KENKEN © 2009 TETSUYA MIYAMOTO | GAKKEN

En el killer se si-guen las reglasdel sudoku, peroen vez de colo-carse algunosnúmeros inicia-les se agrupancasillas por me-dio de una líneapunteada y seda la suma deestas. El objeti-vo, como siem-pre, es comple-tar los númerosdel tablero. Nose puede repe-tir un númerodentro de las lí-neas punteadas.

Las reglas del juego son las si-guientes: debe colocar los dígitosdel 1 al 6, sin repetirse, en cadafila y cada columna del cuadrado.En este aparecen bloques remar-cados por una línea gruesa, y encada uno de ellos hay un númerojunto al símbolo de suma, resta,multiplicación o división. Este dí-gito es el resultado, en cada caso,de sumar, restar, multiplicar o di-vidir los números contenidos enel bloque. Averigüe el número decada casilla.

DIS

T.EN

EXC

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VAEN

ESPA

ÑA:

WW

W.C

REAT

IVES

ERVI

CES

.ES

HHoorriizzoonnttaalleess:: 11.. Genio del Cinquecento / 22.. Arbusto de la gine-bra / 33.. Quita las cadenas / 44.. Propenso a eludir el trabajo /55.. Fuente de mosto / 66.. Ludwig “_” Beethoven. Superpongo ele-mentos / 77.. Vinos de edad. Porcentaje de interés / 88.. Prenda deamplio vuelo. Prefijo de materia / 99.. Aparición del sexto día.Probar la bravura de una res / 1100.. Contrario a los estatutos. Ala-banza literaria / 1111.. Siglas del Dream Team //1122.. Federico alum-no de la Residencia de Estudiantes / 1133.. Teñir de celeste. El deNunca Jamás, por ejemplo / 1144.. Listo ya para ser cosechado.Derecha del mapa / 1155.. Cantaban maitines. Banco de piedra.VVeerrttiiccaalleess:: 11.. Novia del novillo. Veloz pariente del ciervo /22.. Agregué una cantidad adicional. Capricho de la fortuna / 33.. Elreino de los ochomiles. Tosca en sus formas / 44.. Papel de Mau-reen O'Sullivan, en Tarzán de los monos. Círculo de amigos /55.. Idioma de la Unión Soviética. Hiciera las veces de cicerone /66.. Prueba de atletismo. Peritaron los daños / 77.. Huésped delzoo. Aerolínea con menú kosher / 88.. Dios griego del Sol. Limi-tan los movimientos. Cartel del oro negro / 99.. Pastor de la Bi-blia. Coloreó el dibujo. Cielo abierto / 1100.. No estuvo fino. Deci-díos por uno u otro. Corazón financiero de Londres / 1111.. Dedi-can comentarios halagüeños. Se fijará en lo que se dice. Cui-dado del cuerpo.

Pasatiempos

18 EL PAÍS DOMINGO 19.06.11

Page 19: PDF Diario EL PAÍS - · PDF filepajo del ingeniero Jaime Rodríguez Calde-rón, alcalde de García, una localidad de 150.000habitantes en el área metropolitana ... punto de morir

TTRREEDDOOKKUU

SSUUDDOOKKUUKKIILLLLEERRKKEENNKKEENN

SOLUCIONES

AA.. Arroyo pequeño........................................................................................................................

BB.. Tiempo inoportuno, no conveniente ......................................................................................

CC.. Vuelta de una espiral o de una hélice ....................................................................................

DD.. Moderación, sobriedad ..........................................................................................................

EE.. Ángulo entrante o saliente, rincón o punta que interrumpe la línea recta o la direcciónque lleva una superficie cualquiera........................................................................................

FF.. Viento norte fresco que sopla por algún tiempo seguido ....................................................

GG.. Espacio comprendido dentro de límites determinados ........................................................

HH.. Arco que se forma en cada extremo del yugo que se pone a los bueyes ..........................

II.. Mostrasen o hiciesen patente algo ........................................................................................

JJ.. Ardid o artificio con que se saca a uno lo que no está obligado a dar ................................

KK.. Se dice en especial del agua lluvia que cae menuda y blandamente ................................

LL.. Ilustre, esclarecida, afamada..................................................................................................

MM.. Atendible, admisible, recomendable......................................................................................

NN.. Juntase y amontonase ............................................................................................................

OO.. Impida o dificulte lo que puede servir de ayuda o auxilio ....................................................

PP.. Pasar rozando ligeramente un cuerpo con otro....................................................................

QQ.. Cortan, dividen, separan..........................................................................................................

DAMERO MALDITO Por Virginia Montes

AUTODEFINIDO Por Tarkus

MMOOTTIIVVOODDEE CCEEBBRRAAAALLUUMMNNOOMMIILLIITTAARR

EESSTTAABBAATTEENNDDIIDDOO

AASSPPEECCTTOO

AACCUUNNAARRAA

OOFFRREECCEERRGGRRAATTIISS

LLEENNGGUUAABBAANNTTÚÚPPRREEFFIIJJOO

DDEEMMAARRIINNOO

PPLLAAZZAADDEE MMOOSSCCÚÚ

AALLEETTAADDEELL YYAATTEE

DDEEJJAARRAAIINNMMÓÓVVIILLSSÍÍNNTTOOMMAADDEELLEESSIIÓÓNN

AANNTTIIGGUUOOAAUUTTÓÓCCRRAATTAA

PPAASSTTOORRDDEEKKEENNIIAA

DDOONNSSIINN

IIMMPPOORR--TTAANNCCIIAA

RROOMMPPAANNEELL

CCAASSCCAARRÓÓNN

DDAAAASSIILLOO

IIMMAAGGIINNAARRUUTTOOPPÍÍAASS

LLUUGGAARRDDEE

AATTEERRRRII--ZZAAJJEE

FFIILLTTRROOSSOOLLAARR

PPAARRTTEE DDEELLAA NNOOTTIICCIIAA

PPRREENNDDAAIINNVVEERRNNAALL

VVEEHHÍÍCCUULLOOEESSCCOOLLAARR

AAZZUULLPPRROOFFUUNNDDOO

PPRROOBBAADDOORRDDEE AAGGUUAASS ((??))

CCHHAAGGAALLLLPPIINNTTOORR

EENNPPRRIINNCCIIPPIIOOAAPPEELLLLIIDDOODDEELL CCIIDD

RRAASSPPAA

PPRREEMMAATTUURROO

PPEENNÚÚLL--TTIIMMAA

EESSTTAACCIIÓÓNN

TTRRAABBAAJJAANNLLOOSS

GGAALLEEOOTTEESS

PPÁÁGGIINNAADDEELL

CCAALLEENN--DDAARRIIOO

AACCTTÚÚEE EELLCCAARRTTEERRIISSTTAA

RREELLAAJJAADDOO

GGÉÉNNEERROOMMUUSSIICCAALL

CCOONNCCIIBBEENN

RRUUTTAACCOORRTTAA

VVEENNTTAA SSIINNEENNVVAASSEESS

CCRRUUCCIIGGRRAAMMAABBLLAANNCCOO(Los lcorresponden a las casillas negras).HHoorriizzoonnttaalleess::11..llRetorno al pasado ll/22..Previsiones lAirar lOra /33..Litigantes lApotema lAP / 44..Apátrida lCava llTálamo / 55..NlMae-se lEume lArañazos / 66..Trans- lNísperos llAjo lT/77..Au lDad loTí lIpecacuana / 88..Giro lIctiosauros llRed / 99..Edulcorar lUbérrimalOe / 1100..Notorio lPurasangres lR/ 1111..Esa lIceberg lTren lDivo /1122..TlSusana lOído lRazones.VVeerrttiiccaalleess::11..lPlantagenet / 22..lRIP lRuidos l/33..Retama lRutas /44..Evitándolo lU/55..Tigresa lCris / 66..Osáis lDioica / 77..Rinden lCroen /88..Nota lIota lBA / 99..One lEstirpe l/1100..lEscupió lUro / 1111..As lAmélSurgí / 1122..LlAveriaba lD/1133..lAPA lOpuesto / 1144..Pío lAserrar l/1155..Art lRlCórner / 1166..Saeta lAsigna / 1177..Armañac lMr. lZ/1188..DlAlajú lAedo / 1199..Oo lAzoar lSin / 2200..lRamo lNeo lVe / 2211..lApos-taderos.CCRRUUCCIIGGRRAAMMAAHHoorriizzoonnttaalleess::11..Rafael/22..Enebro/ 33..Libera/ 44..Remolón/ 55..Uva/ 66..Van. Sola-po/ 77..Añejos. Tipo/ 88..Capa. Anti/ 99..Adán. Tentar/ 1100..Ilegal. Oda/ 1111..Usa/1122..García Lorca/ 1133..Azular. País/ 1144..Maduro. Este/ 1155..Oraban. Poyo. VVeerrttiiccaalleess::11..Vaca. Gamo/ 22..Añadí. Azar/ 33..Nepal. Ruda/ 44..Jane. Club/55..Ruso. Guiara/ 66..Relevos. Tasaron/ 77..Animal. El Al/ 88..Febo. Atan. OPEP/99..Abel. Pintó. Raso/ 1100..Erró. Optad. City/ 1111..Loan. Oirá. Aseo. AAUUTTOODDEEFFIINNIIDDOOHHoorriizzoonnttaalleess::22..Cadete. Consuma. Odín/33..Yacía. Titular. Roja/44..Cariz. Au-tobús. Orlad/55..Enana. A priori/66..Barreño. Díaz. Rae/77..Lea. Irl. Rap/88..Big.El Al. Pie. Robe/99..Neón. Kate Middleton/1100..Censor. Mirase. Aco-ge/1111..Atajo. Alerta. Soñar/1122..Granel. Nazcan. Ozono. VVeerrttiiccaalleess::22..Raya. Alinear/33..Dar. Regenta/44..Meciera. Osan/55..Tizne.Enoje/66..Fea. Añil. Rol/77..Anorak/88..Actúa. Llaman/99..OIT. Tila/1100..Unto.Pérez/1111..Sub. Marc/1122..Zulú. Pista/1133..Masai. Idean/1144..Zar. Pared/1155..Orza. Laso/1166..Corrí. Precoz/1177..Dolor. Otoño/1188..Fijara. Bogan/1199..Nadie. Enero. DDAAMMEERROOMMAALLDDIITTOO“Dueño total de simples cosas mágicas. / Tan libre llegó a ser / que nada pre-cisaba / y una tarde partió. Sin darse cuenta / se le durmió el cansancio en laalmohada”. Leídas verticalmente las iniciales de las palabras obte-nidas conlas definiciones dadas, deben decir: R. de Penagos: Mi padre.

AALLIIMMEENNTTEESSUU EESSPPÍÍRRIITTUU

PPUUNNTTUUAALLBBEENN

BBEENNIITTOO ......GGAALLDDÓÓSSBBEEBBIIDDAA

CCAALLMMAANNTTEE

GGRRAASSAARRAANNCCIIAAOONNUU DDEELLTTRRAABBAAJJOO

OOBBSSEERR--VVAASSEE

AAVVIISSAADDEELL

PPEELLIIGGRROO

––– ––– ––– ––– ––– –––57 73 43 84 32 114––– ––– ––– ––– ––– ––– –––72 95 61 123 7 85 107––– ––– ––– ––– ––– –––115 80 56 102 71 33––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– ––– –––16 26 100 49 66 39 83 110 125

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AAEERROOLLÍÍNNEEAAIISSRRAAEELLÍÍ

SSEEDDEESSCCOOCCAANN

SSOOCCIIOO DDEELLAA UUEE

EENNFFAADDEE

DDUUQQUUEESSAADDEE LLAA FFOOTTOOIIDDEENNTTIIDDAADD

FFIICCTTIICCIIAA

DDEEMMAASSIIAADDOOCCHHIICCAA

DDIIRRIIGGEE UUNNNNEEGGOOCCIIOO

GGAASS DDEEBBRROOAADDWWAAYY

SSEEVVEERROOCCRRÍÍTTIICCOO

MMAALLPPAARREECCIIDDAAMMAANNCCHHEE

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TTOOCCAANNAA LLAA

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SSUUSSTTIITTUUTTOODDEE LLAA

BBAAÑÑEERRAAPPOONNEERREENN FFIILLAA

AACCAABBEECCOONN LLAASS

EEXXIISS--TTEENNCCIIAASS

DDEECCOORRAADDEELL BBOORRDDEE

VVIISSIIÓÓNN DDEELLCCAASSTTIIGGAADDOO

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

13 14 15 17 18 19 20 21 22 23 2416

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Q O H J E L B I P K F Q

O G H J M N L K Q O ED

G D H N M I

.A C E LJ

K G F D M N O A I L J

E P D N Q K O F C AM

I E L B M N O D Q JH

I F C B M N P G Q J

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L I D B M O Q N E K FA

H I B M Q O N D K C G

I H B F P D L J M AE

C I K P H N F B J D I

.G

PASATIEMPOS

EL PAÍS DOMINGO 19.06.11 19

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