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Boletin literario

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De la juventurra

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  • Boletin

    litera

    rio

  • 1Desde la Juventurra, estudiantes secundarios en

    Hagamos lo Imposible, surge la iniciativa de crear un espacio literario dentro

    de la revista Patas Arriba. Un espacio que sea una alternativa para aquellos

    que se expresan a travs de la literatura y desean mostrarlo, para quienes

    simplemente quieran encontrar una variable de lectura. Pretendiendo generar

    nuevas iniciativas en la escritura y demostrando que es una manera ms de

    expresarse mediante un arte. Un arte independiente del mercado, un medio

    alternativo, un punto de encuentro para los estudiantes de Quilmes, donde

    podamos impulsar ms espacios y propuestas construidas entre todxs.

    Resulta notorio que muchas veces la lectura como acto placentero se ha

    convertido en una prctica realmente minoritaria. Toda la extensa oferta de

    ocio electrnico, con toda su publicidad y masividad, pareciera haber

    desplazado a la lectura y la escritura como otras alternativas de sumirse en

    el arte y la expresin.

    Buscamos a travs de este proyecto que cada escritor y/o lector comparta

    su sentimiento por la literatura y que de esta manera se propague la idea

    de que leer no paso de moda, y entender a la literatura como una

    herramienta para transformar la realidad, un medio de expresin tal como la

    msica la pintura o el teatro, que tiene que seguir generando ideas y

    emociones a la vez que problematizar y concientizar. Que todos quienes

    manden sus escritos para que sean publicados, despierten la curiosidad de

    la escritura y la lectura en muchas personas ,

    Por qu nace este proyecto?Manos creadoras

    el arte no es un espejo para reflejar la realidad si no un martillo para transformarla

  • 2Era un pjaro, un pjaro que me cantaba cada maana y me despertaba con esa dulce meloda caractersta. Cantaba cuando me senta triste y cuando me senta feliz. Cuando nos extrabamos solamos encontrarnos en mi ventana. Era un ave particular, me recordaba a un loro, porque en varias ocasiones cantaba mis mismas penas, mis alegras y mis sentires. Era un pjaro raro:

    nunca supe qu especie era y tampoco saba su origen. Era todo un misterio y an as quitaba mis penas.

    Volaba muy alto y mi ser soaba con alcanzarlo. Se prometi a s mismo ser un ave f iel para con sus relaciones hacia sus seres queridos, pero jur nunca

    ser pjaro de jaula.Comenzamos a experimentar una amistad muy buena pero aquel pajarillo por ms alto que volara y que fuerte se mostrara, tena miedo y mucho. Tena miedo que sus visitas diarias me incitaran a m en convertirlo en mi pajarito de jaula. Este espcimen comenz a visitarme menos seguido con el paso del

    tiempo a tal punto de no ser el voltil que yo crea que era. Se haba convertido en un ave que ya no cantaba lo mismo que antes, ya no

    cantbamos igual. Ya no era lo mismo. Yo no quera volar alto como ese ave Para qu? Si al aterrizar me convertira en lo que es l. Para qu alejarme

    del suelo? Si al volver me chocara con mi propio peso, mis miedos, mi culpa y mi desconf ianza.

    Yo no quiero volar alto como tal ave, hermoso, que si bien era libre de una jaula comn, cre su propio encierro a s mismo.

    Pero ahora es preso de su propio temor y ya no puede volver ms atrs

    Agustina Persia

    Diego no conoca la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llev a descubrirla.

    Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba ms all de los altos mdanos, esperando.

    Cuando el nios y su padres alcanzaron por f in aquellas cumbres de arena,

    despus de mucho caminar, la mar estall ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad

    de la mar, y tanto su fulgor, que el nio qued mudo de hermosura.

    Y cuando por f in consigui hablar, temblando, tartamudeando, pidi a su padre:

    Aydame a mirar!

    La funcion del arte

    Eduardo Galeano

    no siempre es libertad

    Nacional de quilmes

  • Abr el juego que nos rodeaDesde tu alma hacia aquDespierta la llama eternaPorque hay ms afuera

    La natura besar tu gestaCuando seamosCapaces de orCrecer la hierba

    Te buscamos absolutaLa luna oculta se muestra

    En antigales renacesY nuestras venas despiertan

    Tantos siglos tras tu calorPorque nos endulzas la vozMil gritos orecen por vos

    Eres el sendero a la luz del sol

    Viviremos de caminos por nacerY todo lo haremos al revs

    Mitos encarnados en hombresTe volvern eterna

    La natura besa esta gestaPorque somosCapaces de orCrecer la hierba

    Porque hoy lo universalYa se ha vuelto en vanoEste impulso avanzarY cambiaremos tanto

    Ser cuando en tus brazosNos levantemos y as

    Lo que juraron imposibleLavar la sangre de la tierra

    Entonces ser igual el norte y el surNuestra carne y tu virtud

    3

    A unas orejasEra una vez unas orejas disparejas,

    una miraba al cielo y la otra hacia la

    tierra,

    como una mariposa

    cansada de dar vueltas.

    Eran unas orejas tan confundidas,

    Que no se entendan

    Una robaba wi

    Y la otra multicanal.

    Era unas orejas tan grandes

    Que su sonrisa

    Estaba entre corchetes

    Facundo Cortez Noguera

    Manu Rivas

    Quizs algn da despertaremos y toda esta vida que llevamos solo all

    sido el sueo de algn ser del mas all , escalofriante , pero que mas , nadie sabe que

    carajo es la realidad

    Axel Patricio Acosta

    Nacional de quilmes

    Nacional de quilmes

  • 4El jardn secretos

    Fernanda PousaColegio Don Bosco

  • 5Las profecas sangraron verdades.

    Los sacerdotes ensamblaron amuletos

    Contra la avaricia.

    Los aguerridos valientes acechaban

    en la Amrica verde.

    La piedra cort la plvora en el aire

    y el hombre de la tierra

    abri con sus manos

    las armaduras.

    Pero el sol no pudo

    alumbrar el mismo prado todo el da.

    Quebr el suelo la guerra

    que los pjaros acromticos

    y los cuadrpedos silvestres

    no queran ver.

    Una bola de plomo

    atraves un pecho oscuro.

    Los rboles tambin murieron.

    Lluvias llegan a lavar de sangre

    las tierras doradas.

    Arrastran la muerte hasta el mar...

    hasta los barcos que navegan en naufragios.

    El ltimo guerrero yace.

    Su prole

    se oculta.

    Amrica

    Ayeln Araujo

    As fue Estaba tan oscuro y tan fro

    tan vaco..

    aunque parezca mentira as fue

    los das fueron contados

    los sueos alcanzados

    desde que a mi vida has llegado

    y de tu amor me has llenado

    tu calidez me has regalado

    y mi vida iluminado

    era como un sueo

    uno hecho realidad

    donde paso a paso

    aprend a volar

    tu mirada f ija en mi

    tus caricias en mi corazn

    debo decir que gracias a ti

    se lo que es .. el amor.

    Nicole GomezNacional de quilmes

    Nacional de quilmes

  • t6

    Aquello que todavaquiero ser, y ya soy

    CamiloLa vidaMuchos no logran saber cul es el signif icado de la vida.

    Para unos seria nacer, vivir y morir. Lo mejor de estas tres

    cosas esta en el medio que es vivir, cada segundo de tu vida es valioso no

    los desperdicies, no dejes que nadie impida tus sueos por que el tiempo

    no para.

    La vida tiene sus idas y vueltas en la cual aprendemos, la vida es una

    escuela en la cual no se puede repetir. en nuestra vida tenemos que lograr

    ser un buen ejemplo para los dems, para que algn da escuchemos "yo

    quiero ser como..."

    Para mi ese es signif icado de la vida es, vivir, dejar huella, una historia y

    un ejemplo. Fjate lo que estas logrando "Alcanza tus sueos"

    Angel Villagra

    Miren que he pasado cosas en la vida , pero lo que nunca entend de la vida es de donde saca el valor un hombre para golpear a una mujer, se olvidan que gracias a una mujer ellos existen , que gracias a una mujer satisfacen sus deseos sexuales, se olvidan que gracias a ellas existe el

    amor, se olvidan el valor en oro puro que tiene una mujer, que hipcritas los hombres, y como hombre lo digo hasta aveces tengo

    vergenza de ser hombre Axel Patricio AcostaNacional de quilmes

    Nacional de qui

    lmes

    Nacional de quilmes

  • 7

  • 8

  • 9Dej amos de hablar de repente. La intangible magia que

    irradiaban los amplicadores estaba volando la mente de

    todos los presentes. Es imposible describir lo que pasaba en

    ese momento: haba dejado mis odos y mi mente en algn

    lugar entre las notas y las palabras.

    Anna me toc el hombro Helena , nosotros ya nos vamos.

    Esta amaneciendo ya, estamos cansados y debemos regresar.

    Por qu no te vienes con nosotros a Santa Cruz?

    Sera increble; no tengo ganas de hacer autostop. Estara solo unos das con

    ustedes, luego vuelvo.

    Nos elevamos de nuestras sillas y salimos a los tumbos del campo.

    Este fue, sin duda, el mejor domingo de mi vida. mencion

    Estoy de acuerdo contigo, Anna. Oye, Helena, qu da es hoy, y qu ao?

    18 de junio de 1967, por qu?

    Slo para saber si no te metiste en algo raro mientras dorma contest Isaac,

    guindole un ojo .

    Isaac arranc el coche y partimos hacia la ruta, iluminada por el tenue amanecer,

    dejando atrs la estival ciudad de Monterrey.

    Josefina GomezInconformista. Suelo pensar que todo lo bueno quedo en el pasado, que cada vez me alejo ms de mi misma. Por ms que intente no puedo entenderme, y, a cada momento aparece un sinfn de nuevas preguntas, preguntas generales, cuestionamientos infinitos. Sin respuestas, sin suposiciones siquiera.

    Cundo fue la ltima vez que hiciste algo por primera vez? Por qu siempre somos menos los que quieren vivir y ms los que viven muriendo? Podemos estar totalmente seguros de que estamos viviendo? Qu es vivir? Qu somos? Por qu somos? Podemos asegurarnos de algo sin necesidad de pruebas? Por qu dependemos y pretendemos continuamente? Por qu nos contradecimos si a medida que pasa el tiempo, sabemos ms sobre cmo debemos vivir? Vivimos por costumbre? Vivimos por una decisin? Puede la costumbre formar parte de la naturalidad de cada uno? Puede la costumbre ser ms fuerte que uno, ser ms fuerte que todos? Existe una persona completamente cambiante? Existe alguien completamente pleno? Somos un momento o somos con el momento? Es verdad que cada uno cuenta con un n, con una esencia, con una causa de vida? Vivimos para morir o morimos por vivir?

    Emilia JanicaNacional de quilmes

    Colegio Don Bosco

  • 10

    Victoria Martnez Moroy

    Nahuel CamparoNacional de quilmes

    Nueva escuela del Sur

  • 11

    Lo injusto de los instantesEl destino es provocador y la tiene a

    ella fumando en soledad en un peldao de la larga escalera de

    mrmol. El, que la mira de arriba, nunca envidio tanto al viento; que se entrelaza sin pedir permiso entre sus

    cabellos de oro y penumbras.Aunque saba que nuestros muros mas signif icantes a veces requieran

    de varios intentos para lograr superarlos, cedi ante el grito de

    apuro del tiempo. Mat su cigarrillo con el pie izquierdo, dio un suspiro y mientras bajaba la escalera pens en lo injusto que es tener que reducir

    todo a un msero instante.

    Patricio Borrs

    Siempre sers parte de ello, sers parte de mi pequea

    coleccin de muecas, sers un pequeo trozo de papel pintado que construye un corazn, sers parte de mis proyectos, de mis sueos, de mis pensamientos, sers cada paso que de, sers cada estrella que se apague, cada sol que nazca y cada sentimiento que se borre.

    Siempre permanecers, duro como las rocas, aunque f luyas como el mar, libre como el viento, y apasionado como el

    fuego arders.

    Annimo

    "Muerdo tus labios y no sangras,ahorras lagrimas, nos herimos sin

    cuestiones.Pero nos volvemos a ver y ahora eres

    tu,la que me muerde mi boca y yo lloro.Mientes y te escusas, mis penas no

    sanaran."

    Fruto del sol."Pequeas semillitas de dios,

    provistas de alas para pisar el cielo,revolotean suspendidas en un alma tibia

    e insensible.Siempre en presencia es muy difcil

    verlas,a las semillitas hay que olerlas."

    Instante a instante."Hay una muerte cotidiana,

    a esa muerte le temo.Vivimos tanteas veces en el limbo.

    La vida es apenas una tarde,siempre acompaada por el sol.Soare que recibo lluvias clarasante oscuras aguas inundadas.

    Guarda bien tu hilo, que ac llaman vida,no dejes que se nutran de tu sol."

    Tadeo Gringras Custer

    "El hombre nace rico, se vuelve pobre cuando empieza a perseguir el

    dinero."

    Ramiro Kienast

    Nacional de qui

    lmes

    Nacional de quilmes

    Nueva escuela del sur

  • 12

    Propiedadesde un silln

    Julio Cortzar

    En casa del Jacinto hay un silln para morirse. Cuando la gente se pone vieja, un da la invitan a sentarse en el silln que es un silln como todos pero con una estrellita plateada en el centro del respaldo. La persona invitada suspira, mueve un poco las manos como si

    quisiera alejar la invitacin y despus va a sentarse en el silln y se muere. Los chicos, siempre traviesos, se divierten en engaar a las visitas en ausencia de la madre, y las invitan a sentarse en el silln. Como las visitas estn enteradas pero saben que de eso no se debe hablar, miran a los chicos con gran

    confusin y se excusan con palabras que nunca se emplean cuando se habla con los chicos, cosa que a stos los

    regocija extraordinariamente.Al f inal las visitas se valen de cualquier pretexto para no sentarse, pero ms tarde la madre se da cuenta de lo

    sucedido y a la hora de acostarse hay palizas terribles. No por eso

    escarmientan, de cuando en cuando consiguen engaar a alguna visita

    cndida y la hacen sentarse en el silln. En esos casos los padres disimulan,

    pues temen que los vecinos lleguen a enterarse de las propiedades del silln y vengan a pedirlo prestado para hacer sentar a una u otra persona de su

    familia o amistad. Entretanto los chicos van creciendo y llega un da en que sin

    saber por qu dejan de interesarse por el silln y las visitas. Ms bien evitan entrar en la sala, hacen un rodeo por el patio, y los padres, que ya estn muy viejos, cierran con

    llave la puerta de la sala y miran atentamente a sus hijos como queriendo leer su pensamiento. Los hijos desvan la mirada y

    dicen que ya es hora de comer o de acostarse.

    Por las maanas el padre se levanta el primero y va siempre a mirar si la puerta de la sala sigue cerrada con llave, o si

    alguno de los hijos no ha abierto la puerta para que se vea el

    silln desde el comedor, porque la estrellita de plata brilla hasta

    en la oscuridad y se la ve perfectamente desde cualquier

    parte del comedor. "

  • 13

    Porque aunque el ro sea hondo, y las aguas turbiasYo un pez y me acechen las barcasEl viento sople, y este soloAunque la marea suba y me ahogue, en mi agnica metafsicaY que a pesar de que no me rinda, caiga como los murosAunque las sombras me rodeenY las negras serpientes de la verdad, carcoman mi cerebro.Mi pncreas.Y mi hgadoY pulvericen mi deshidratado y ahogado corazn!Hasta que d el no quede ms que un recuerdo en algn enfermizo cerebroY mi inmundo cadver se hunda en las turbias mareas del olvidoY ms tarde sea rescatado desde alguno de esos puentes de realidad absurdaY aquellos seres se pregunten a que alienado monstruo perteneci ese cuerpoDebes saberQUE NO IMPORTANO, no me importa.Porque aunque me olvide de cmo nadarY me hunda en las turbias mareas del olvido,Mis intestinos se pulvericen Y aquellos monstruosos, odiosos, espantosos seres de realidad absurda pero realSe pregunten a que alienado ser perteneci aquel horroroso cuerpoNo me importa.Porque s que ests conmigo.

    Por que yo

    te amo

    Se abre un mar de pensamientos,

    pasan f lotando los mejores

    recuerdos, y veo ahogarse

    pesadillas. Navegan embarcaciones

    de ternuras y se anclan tristezas

    en el fondo del mar. Tus

    recuerdos, aquellos preciosos y

    atesorables momentos, se pierden

    en la distancia. Comienza a

    atardecer sobre el mundo de

    sueos, el cielo se pinta de

    colores, y las estrellas se

    empiezan a vislumbrar a lo lejos,

    en el horizonte se ve una

    gigantesca pelota blanca, media

    amarillenta, a la cual por

    costumbre denomino luna.

    Te busco durante das,

    alfabticamente, de mayor a

    menor, y viceversa, empiezo a

    renunciar a toda posibilidad de

    encontrarte, lo hago, sufro, me

    oculto, no existo, no vivo, no

    pienso, no hago nada. Y as paso

    las siguientes semanas

    derrumbndome por dentro,

    mutilndome a pensamientos

    desgarradores, ya no me queda

    aire, se ah evaporado por

    completo, y cuando estoy a punto

    de hundirme, regresas. Pero ese

    tiempo solo, autodestruyndome

    me ah hecho pensar en que

    quizs nunca me has querido lo

    suf iciente como para salvarme de

    ti mismo.

    AnnimoGregorio Nelson Dorin

    Nueva escuela del Sur

    Nacional de Quilmes

  • 14

    No saba el porqu de su agitacin. Sus pupilas se dilataban y contraan al comps de sus irregulares latidos.Una sensacin conocida. Un temblor en las manos.Con el rabillo del ojo lo vio sentado en una piedra. Despus de tanto tiempo... Volte para evitar su mirada, intentando concentrarse en la vaca conversacin de las personas que acompaaba. Pero algo capt su atencin.Un pestaeo, un revoloteo de alas. Una hoja dorada caa de su rbol favorito. No, no caa. Danzaba tambin al comps de su corazn, para luego posarse con gracia entre hojas marrones. Resaltaba tmidamente, distinta, hermosa. Tan slo hicieron falta diez pisadas rpidas y algn que otro grito obsceno por parte de esos salvajes para aplastarla y hacerla perder su gracia. Ella intent encontrar la hoja, pero, entre las dems, amordazada por los pisotones de los salvajes, se confunda y se suma en la ignoranca. Segua siendo diferente y especial, pero bajo aquellas capas de igualdad pareca una ms del montn.Ella dirigi sus ojos una vez ms a esos humanos llenos de vaco. No dijo nada, simplemente se alej caminando.Ojos chocolate bajo unos llamativos lentes de contacto color del ocano la hicieron detenerse. La estaba mirando a los ojos, su boca trazando una media sonrisa."Hola!" Le dijo l. Las pupilas de ella se dilataron un poco, las de l permanecieron f irmes."Hola..." Contest con una f ingida sorpresa y curiosidad.

    Los labios de l articulaban palabras, pero ella slo poda sentir su pulso galopando detrs de la oreja. Y no pudo ms.Un segundo, una cancin sonando a lo lejos.Y se fusionaron. Sus anatomas se confundan, y mientras tanto, ellos se sumieron en una densa niebla oscura donde todo vala. Eran extensiones del otro, testigos de la insolencia que haba una vez arrasado sus encuentros.Ella respiraba su risa, mientras que l sangraba los ojos de ella.Qu silenciosa era su piel. Qu inagotable pareca ser esa sed de comprensin, esa apabuyante sensacin de soledad que pronto se haba visto aplacada por esos brazos como alas de mariposa. Y es que la certeza de la indecisin los arrastraba hacia aquel Trtaro que solo ellos conocan, los llevaba con uas y dientes hacia la condena de otro da ms. Inesperados, llegaron sin avisar aquellos pequeos fragmentos de ser, cayendo sordamente sobre la sien de l, que clav sus ojos falsos, vidos de sentir, en los de ella. Sec sus lgrimas, bes sus clavculas y dibuj cronopios bajando por su espalda. La rode con brazos y piernas, con desafo y una vigilia que vena acarreando desde haca varias semanas. Acomod el pelo detrs de su oreja, y se posicion para cantar las palabras que slo una vez se dignara a recitar. Un pestaeo, un revoloteo de alas. "Bueno, nos vemos!" solt.Y se fue caminando.

    Pulverizndosecon los ojos

    Ariadna R

    iccitelli

  • O, como dira el Barrilete: porque un

    hilo largo l lamado

    corazn me mant iene atado

    a la t ierra y obliga levantarme al cielo,

    para medir en esa distancia la verdad hermosa del poeta. Les quiero decir, tengo los

    pies en la t ierra y la cara en el viento, mirando hacia abajo, porque de ah me sost ienen y me

    t ironean; me qui tan el nombre si me rompo y vuelvo a ser un papel sin sent ido.

    JuVeNtUrRaEstudiantes secundarios en Hagamos lo Imposible

    J.R. Santoro