Participar en los presupuestos de la biblioteca del centro: una tarea compartida.

Daniel Martín

En ocasiones, a través de proyectos, subvenciones u otros medios, nos llega a los centros un dinero para ampliar los fondos de las bibliotecas de los centros.

En el mejor de los casos, son los docentes los que deciden los libros que se van a comprar, o bien a través de alguna comisión o de los departamentos o de los responsables directos de las bibliotecas.

En esta ocasión, tomamos la decisión que fuesen los propios alumnos y alumnas y las familias que colaboran en el centro, los que abordaran el proceso de adquirir los nuevos fondos de la biblioteca del centro. Por un motivo fundamental: hacer partícipe, con todas las consecuencias, a los lectores en todas las decisiones que se toman y que tienen que ver con el Plan Lector del centro.

El proceso que seguimos fue el siguiente.

Realizamos esta tarea con el alumnado de sexto curso (11-12 años) y con la junta de la Asociación de Padres y Madres del centro.

Primera fase: Información, consignas y organización de la tarea.

Se le informa al alumnado y a las madres del dinero que nos ha llegado a través de un proyecto para el Desarrollo del Plan Lector (Gobierno de Canarias - Consejería de Educación). De ese dinero, una partida está destinada a la compra de fondos bibliográficos.

El alumnado se dividió en grupos de cuatro. Y se les aportó catálogos y direcciones en Internet de librerías. De esta manera podían conocer los fondos, el material, y el coste. También había que establecer un porcentaje volúmenes de ficción y otros de consulta.

A cada grupo se le dio una ficha para que pudieran realizar el presupuesto final. (Se adjunta en la presentación).

Segunda fase: Selección de textos, puesta en común.

Cada grupo realizó un presupuesto. No podían pasarse de la cantidad asignada. Cada grupo tenía que elegir un portavoz. Luego se reunieron todos, y pusieron en común sus presupuestos, y elaboraron sólo uno. Tomaron decisiones consensuadas sobre los libros a adquirir. Todo este trabajo se realizaba consultando los catálogos en papel y on-line que las librerías disponen, y de las Web de las editoriales.

Tercera fase: Nos vamos de compra.

Luego, una comisión formada por dos madres, los delegados de curso de quinto y sexto curso, así como los representantes del alumnado del consejo escolar, y el tutor del grupo, se acercaron a la librería a realizar la compra de los libros.

Cuarta fase: Revisión, catalogación.

Cuando el material llegó al centro. Hubo que revisarlo y comprobar el albarán de compra, punteando el material, sellando los libros.

Finalmente, el material bibliográfico entra a formar parte de los fondos de la biblioteca, realizándose la catalogación pertinente.

El alumnado y las madres realiza una valoración de la tarea, que queda plasmada con la escritura de un artículo que se publica en el blog del centro.

La experiencia ha sido muy buena, se han cumplido los objetivos. Y considero que éste es el camino porque hacemos partícipe a la comunidad escolar en la vida del centro, y porque se toma conciencia del dinero público que se invierte para mejorar las instalaciones y los recursos. Dejan de ser espectadores del proceso y se convierten en actores. Y los docentes, acompañamos. Cada vez más, la biblioteca deja de ser del colegio, para convertirse en LA BIBLIOTECA DE TODOS/AS.

Este trabajo se ve reforzado con la apertura de la biblioteca en horario de tarde para que el alumnado y otros niños y niñas del barrio por parte de una comisión de madres.