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Palmira, cruce de imperios y frontera de Roma La ciudad, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, está amenazada por los yihadistas El Califato irrumpe en Palmira, patrimonio de la humanidad http://internacional.elpais.com/internacional/2015/05/17/actualidad/ 1431863641_940797.html En la antigua Palmira se veneraban los dioses romanos, pero también deidades milenarias orientales como Baal, al que rendían culto todos los pueblos de Oriente, o el mesopotánico Nebu. Las ruinas de la ciudad de Palmira, que se encuentran ahora amenazadas por los yihadistas fanáticos del Estado islámico, representan una muestra única del cruce de culturas de la antigüedad. En la frontera de Roma, en la plena ruta de las caravanas, era un oasis donde se unían las tradiciones de Oriente y de Occidente. Como ha escrito el historiador británico Tom Holland , autor del revelador libro A la sombra de las espadas sobre Oriente en el siglo V, "Palmira es la expresión más bella de la mezcla de culturas de la antigüedad en Oriente Próximo de la que acabaría por nacer el Islam". En su cuenta de Twitter, Holland exhorta a la mítica reina de Palmira, Zenobia, "a que se despierte de su sueño en esta hora desesperada para salvar su ciudad". Las huestes del EI han provocado daños irreparables en muchos yacimientos que se encuentran en su territorio –los expertos no

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Palmira, cruce de imperios y frontera de Roma

La ciudad, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, est amenazada por los yihadistas

El Califato irrumpe en Palmira, patrimonio de la humanidadhttp://internacional.elpais.com/internacional/2015/05/17/actualidad/1431863641_940797.html

En la antigua Palmira se veneraban los dioses romanos, pero tambin deidades milenarias orientales como Baal, al que rendan culto todos los pueblos de Oriente, o el mesopotnico Nebu. Las ruinas de la ciudad de Palmira, que se encuentran ahoraamenazadas por los yihadistas fanticosdel Estado islmico, representan una muestra nica del cruce de culturas de la antigedad. En la frontera de Roma, en la plena ruta de las caravanas, era un oasis donde se unan las tradiciones de Oriente y de Occidente.

Como ha escritoel historiador britnico Tom Holland, autor del revelador libroA la sombra de las espadassobre Oriente en el siglo V, "Palmira es la expresin ms bella de la mezcla de culturas de la antigedad en Oriente Prximo de la que acabara por nacer el Islam". En su cuenta de Twitter, Holland exhorta a la mtica reina de Palmira, Zenobia, "a que se despierte de su sueo en esta hora desesperada para salvar su ciudad".

Las huestes del EIhan provocado daos irreparables en muchos yacimientos que se encuentran en su territorio los expertos no tienen claro lo que han destrozado mientras lo grababan en vdeo como propaganda y lo que estn robando para introducir en el mercado ilcito de antigedades para financiarse. Ciudades cuyos nombres llevan milenios siendo pronunciados por la humanidad como Apamea, Nnive, Hatra, Ninrud han sufrido enormes daos dentro de la misma campaa de terror que busca aniquilar a los cristianos y yazides.

Si llegasen a tomar Palmira, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980 y situada a 215 kilmetros al noreste de Damasco, el dao arqueolgico sera sencillamente inimaginable, como si estuviese a su merced el acueducto de Segovia, Pompeya o los foros imperiales de Roma. Aunque parte de sus piezas se encuentran fuera de Siria el Museo del Louvre tiene una coleccin importante, que incluye el relieve de Maliku ola trada divina de Baal, la informacin que todava puede ofrecer Palmira es inmensa y, sobre todo, la belleza de sus ruinas es nica. La antigedad no ha dejado ninguna ciudad equivalente.

"La fama de Palmira se construy sobre el comercio, como un oasis que ofreca refugio a los viajeros y tambin como una parada en las rutas comerciales que cruzaban el desierto. Especias, metales preciosos, esclavos... Todo pasaba por aqu para satisfacer el insaciable apetito de Roma", escribe el historiador Philip Parker enThe Empire stops here (El Imperio de detiene aqu),un recorrido por las fronteras de Roma. "Palmira es una ciudad del desierto, que se encontraba 300 kilmetros en el interior de la arena, cuya riqueza se basaba en su capacidad para suplir las necesidades bsicas de los viajeros: descanso y agua. Su nombre no puede ser ms romntico y destila la concepcin occidental de Oriente.. Ahora se tardan unas cuatro horas en llegar, pero en tiempos de Roma eran das. Fue una ciudad de frontera entre Roma y el Imperio parto donde se intercambiaban bienes e informacin. Sus habitantes sacaban beneficios de las dos cosas", prosigue Parker.

Su nombre antiguo, Tadmur (sigue siendo la denominacin oficial en rabe), la "ciudad de los dtiles", aparece en los archivos asirios en el ao 800 antes de nuestra era y fue conquistada por Alejandro Magno en torno al ao 330 AC. Aunque formaba parte del Imperio Romano, siempre goz de un estatuto especial. Como escribe la Unescoen su justificacin de la concesin del Patrimonio de la Humanidad: "Palmira creci como una ciudad crucial en las rutas comerciales que unan Persia, India y China con el Imperio Romano y se convirti en un cruce de caminos de numerosas civilizaciones del mundo antiguo". El organismo cultural de la ONU destaca su columnata de 1.100 metros que forma el eje de la ciudad, el templo de Baal, el gora, el campamento de Diocleciano, el teatro, los barrios civiles pero tambin las muestras nicas de arte funerario, que mezclan el estilo grecoromano con el persa.

La Unesco tambin seala las "inmensas necrpolis" y los restos de un acueducto romano en los alrededores de la ciudad. Segn este organismo, su redescubrimiento en Occidente en los siglos XVII y XVIII despus de ser visitada por viajeros britnicos como Robert Wood tuvo una influencia arquitectnica enorme en el estilo neoclsico.

Su decadencia empez en el siglo III de Nuestra Era cuando, en medio de las hostilidades entre los imperios parto y romano, Palmira, bajo el mando de la reina Zenobia, se convirti en capital de un imperio, que abarcaba la actual Siria y que lleg hasta Egipto. Sin embargo, acab por ser derrotada y enviada a Roma como rehn. Que su leyenda haya llegado hasta nosotros es una prueba ms de la resistencia de la vieja ciudad de las caravanas, cuyo destino pende ahora de un hilo.