osteosíntesis percutánea en fracturas diafisarias de ... · antebrazo así como la corrección de...
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Rev. Esp. de Cir. Ost., 12, 321-334 (1977)
CIUDAD SANITARIA VIRGEN DEL Rocío DE LA S. S. SEVILLA.
DEPARTAMENTO DE TRAUMATOLOGÍA y ORTOPEDIA
Jefe: Dr. JUAN LAZO ZBIKOWSKI
Osteosíntesis percutánea en
fracturas diafisarias de antebrazo en niños y adolescentes
J. E. PEREZ SICILIA,I J. L. MonOTE JUnADO,2 J. M.a CORBACHO GIRONES,l
J. A. HEnNANDEZ CABnEnÁ 1 y n. GONZALEZ BUENDIA 2
RESUMEN
Se expone la técnica del enclavijamiento percutáneo intramedular de cúbitoy radio. detallando modelación de la aguja y posición final de ésta, con 10 quese consigue una buena alineación y contención de los fragmentos, demostradoen los buenos resultados obtenidos en las estad~sticas.
Descriptores: Enc1avijamiento percutáneo. Fractura de cúbito. Fracturade radio.
SVMMARY
The tecnique of percutaneous closed nailing in fractures 'of the radius andulna is described in detail as well as the results of the alineament and con=tention 01 the fragments.
Key words: Percutaneous nailing. Radius, fracture of. Villa, fractures of.Fore=arm, fractures of.
Nos identificamos plenamente con el siguiente concepto de GÜNTZ (10), que afirma: «Es imperdonable confiar el tratamiento de las fracturas del niño a la curación natural y fuerza creadora,apoyándanos en la buena tendencia curativa delos tejidos infantiles».
Introducción
La patología traumática diafisaria delos huesos del antebrazo es muy frecuenteen los niños y adolescentes. Esta frecuencia disminuye con la edad.
Las solicitaciones especiales del ante-
(1) Médico adjunto. (2) ] efe de Sección.
brazo y los diversos criterios existentespara su tratamiento, unidos a dicha frecuencia, nos encausaron a revisar y reconsiderar este tipo de patología en aquellaedad.
Nosotros exponemos aquí solamente lapatología traumática diafisaria del antebrazo en el niño y adolescente menor. Eneste sentido queremos aportar nuestro criterio, nuestra experiencia y la del Centrode Traumatología en el que estamos ubicados, con un simple método de tratamiento: «La Osteosíntesis percutánea».
Hablar de osteosíntesis en estas edades es sumamente peligroso y se puedeprestar a múltiples polémicas. No obstante, la «Osteosíntesis percutánea» con agu-
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5.881 = 4'05 por 100
jas de Kirschner, tratamiento seguido pornosotros en los tipos de fracturas queluego veremos, no es en su concepto mecánico o biomecánico una verdadera osteosíntesis. Es una osteosíntesis «a mínima». Es en definitiva, una osteosíntesis dealineación.
Considerada así, representa un métodointermedio entre el tratamiento cruento(con osteosíntesis verdadera o no), y elincruento u ortopédico convencional. Método a nuestro juicio en muchos tipos defracturas enormemente eficaz en estas edades y de fácil ejecución si se conoce sutécnica.
Este método de «Osteosíntesis percutánea» en sí mismo, es relativamente moderno, pues la generalización de su usoviene determinada por la aparición en loscentros hospitalarios de la «radioscopiacon intensificador de imagen». Su aplica~
ción en el campo de la traumatología leha abierto a ésta una extraordinaria colaboración, en que, con un mínimo de radiación y un poco de habilidad, hanaumentado enormemente sus posibilidades,evitándose los tremendos perj uicios nocivos que antiguamente, con la radioscopiausual, producían en el cirujano y en elenfermo.
Casuística
todo de «Osteosíntesis percutánea» 973fracturas de la diáfisis de los huesos delantebrazo, que representan el 16'05 por100 del total de las fracturas de antebrazo.
Como podemos apreciar nos enfrentamos a una casi progresión aritmética, queno sólo viene motivada por el aumento delnúmero de enfermos, sino también por losbuenos resultados que vamos consiguiendo.
1969 : Asistencias generales...... 9.801Fracturas de antebrazo ... 277Enclavados percutáneos.. 45
1970 : Asistencias generales... ... 14.545Fracturas de antebrazo ... 632Enclavados percutáneos... 103
1971: Asistencias generales... ... 21.097Fracturas de antebrazo ... 910Enclavados percutáneos... 148
1972 : Asistencias generales... ... 26.959Fracturas de antebrazo ... 1.215Enclavados percutáneos... 198
1973 : Asistencias generales... ... 34.229Fracturas de antebrazo ... 1.407Enclavados percutáneos... 229
1974 : Asistencias generales... ... 38.472Fracturas de antebrazo ... 1.440Enclavados percutáneos... 251
Número total de asis-tencias generales ... 145.103 = 100 por 100
Número total de frac-turas de antebrazo.
Conceptos generales
Cuadro l. - Del total de urgencias traumatológicas asistidas entre 1969 y 1974, 973 fracturas de antebrazo fueron tratadas con en-
clavijamiento percutáneo.
En la bibliografía repasada por nosotros, la mayoría de los autores considerana las fracturas de antebrazo en su diáfisisde muy compleja solución y tratamiento.Reducciones perfectamente conseguidas einmovilizadas el primer día, se asiste una
En nuestro Departamento de Traumatología y Cirugía Ortopédica representanlas fracturas de los huesos del antebrazouno de los mayores porcentajes de la patología traumática. En el espacio de tiempo comprendido entre 1969 y 1974, ambosinclusives, se han asistido un total de5.881 fracturas de antebrazo, que representan un 4'05 por 100 del número totalde enfermos asistidos en los Servicios deUrgencias de dicho Centro, que fue de145.103. (Cuadro 1).
Con arreglo a la clasificación que luego veremos, se trataron mediante el mé-
Número total de enclavijamientos percutáneos . 973 = 16'05 por 100
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o dos semanas después a verdaderos desastres dentro del yeso. Estos desastresmuchas veces pueden tener una soluciónfácil, pero en gran número de casos precisarán de una actitud quirúrgica paracorregirlas si se puede, o bien, esperar enla supuesta confianza de que el crecimiento solucione el problema.
BC)HLER (2), consideraba que el granproblema de las fracturas de la diáfisis delantebrazo era su. contención. El yeso sequeda holgado formándose cámar as deaire, lo que daría lugar a un desplazamiento de la fractura dentro de é1. Enestos casos, justificaba sobradamente laintroducción de alambres de Kirschnerpara :mantener la alineación.
La. recuperación espontánea con el crecimiento es un factor de extraordinariaimportancia, pero requiere a su vez unalarga y constante vigilancia e incluso, puede resultar un arma de doble filo, ya queen múltiples ocasiones corrige menos delo que esperamos. Gran parte de la cirugíaortopédica yatrógena practicada en secuelas de fracturas de antebrazo, vienen motivadas de una mala traumatología al querer esperar demasiado de la correcciónespontánea de defectos con el crecimiento.
Mantenemos el criterio de consider.arel antebrazo como una articulación (CAMPBELL, 4, M. FERRER, 9, y colaboradores,etcétera). El antebrazo no tolera el decalage, la angulación ni el acabalgamiento,pues se alteran sus ejes dañando la función. lEI acortamiento primario, que puedeser favorable en otros lugares de la economía, no lo es en el antebrazo. En estesentido, debemos tener siempre presenteque todos los músculos del antebrazo producen acortamiento, a excepción del pronador cuadrado (P. PIULACHS, 13). Unbuen ejemplo lo tenemos en las fractur.asaisladas de estos huesos o en la fracturade Monteggia, en que el acortamiento ola excesiva angulación da lugar a afecta-
ciones frecuentes de las articulaciones radiocubitales o humerorradial.
ZARAPICO (14), llega a conclusionesmás contundentes en su trabajo, afirmandoque no admite la dislocación lateral.
Para W. EHALT (8), las angulacionesimportantes (más de 10°) y el decalageno los corrige el crecimiento «per se», sobre todo si tienen lugar en el tercio mediode la diáfisis. A este nivel, a pesar delremodelamiento en grosor y longitud, nopodemos esperar una recuperación espontánea como en las fracturas cerca de lasmetáfisis. Pero aún aquí, la angulacióndej ada a este nivel en espera del crecimiento puede emigrar en sentido proximalcon el mismo.
Fisiopatología
El hueso infantil tiene, en líneas generales, como características principales lassiguientes:
l. Un grueso tejido perióstico de grancapacidad.
2. Un mayor grosor de la capa cortical.
3. Un cartílago de crecimiento en epífi3Ís y apófisis (característica fundamental).
Así mismo, la corrección espontáneaen la edad infantil, según BLOUNT ( 1),depende de tres factores principales:
a) La edad del niño.b) La localización de la fractura.c) El grado de angulación.Tanto aquellas características como es
tos factores representan los pi1a r e s quecondicionan la traumatología del niño eincluso de la primera adolescencia. Al aplicarlos ,a los cuatro desplazamientos principales de una fractUra : dislocación lateral, acabalgamiento, angulación y decalage,las conclusiones son de una importanciaextraordinaria.
De acuerdo con la ley de Wolf, si nohay pérdida de alineación ni deformidad
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en rotación, las alteraciones residuales secorrigen con el crecimiento. Esto es ciertoy tanto más, cuanto más cerca de la metáfisis de un hueso largo se encuentre lafractura, pero siempre se tienen que cumplir esas condiciones. Así mismo, siguiendo los postulados de BLOUNT (1), estaríatambién en función de la edad.
M6ESNER (12), en 1966 y DAU (5) YFLACH (6), en 1967, afirman que el crecimiento alinea y remodela pequeñas dislo~aciones y angulaciones en los extremosde un hueso largo, pero en su diáfisis esmás problemático.
Existe una aceleración del crecimientodurante seis-ocho semanas en las fracturascerca de las metáfisis, siendo mayor cuanto mayor es el callo de fractura o la dislocación. Este fenómeno ocurre si la reducción no es idónea. Ahora bien, si lareposición de la fractura es perfecta el fenómeno no ocurre o lo hace en menorgrado, pues se estimula mucho menos elcartílago de conjunción (LINDHOLM, 11, ycolaboradores).
Creemos importante señalar que unadislocación lateral supuestamente remodelable con el crecimiento, conlleva con mucha frecuencia un cierto grado de angulación o lo favorece. Si no lo tenemos encuenta, al corregirse la dislocación con elcrecimiento podrá perdurar la ,angulación,con el consiguiente peligro funcional eíncluso estético o morfológico.
CAMPBELL (4), refiere que sólo se corregirá un acabalgamiento espontáneamenteen un niño die 6-8 años, siempre y cuandola angulación sea mínima y en la metáfisis. Ahora bien, si esta dislocación y acabalgamiento existen en la diáfisis acompañándose de angulación más o menos importante, es muy difícil que el crecimientolo corrija espontáneamente por encima delos 7 años.
La mayoría de autores concede comolímite de edad los 6-8 años para una po-
sible recuperación espontánea. Por encimade esta edad, las deformidades residualeses muy difícil que las corrija el crecimiento.
Por último, es unánime el criterio deque el decalage no lo corrige el crecimiento, por lo que no entramos en su consideración ya que participamos enteramentedel concepto.
Todo este conjunto de criterios reseñados motivan sobradamente la «Osteosíntesis percutánea», sobre todo a partir delos 6-7 años. Ambos huesos del antebrazoestán recubiertos de un conjunto muscularde complej a disposición y que actúan confunciones tan variadas, que ante una fractura pueden traccionar de los fragmentosen diferentes direcciones. Así mismo, lamembrana interósea juega un importantepapel en este terreno ya que es un elemento de primer ordien en el movimiento prineeps del antebrazo: la pronosupinación.
Por todo lo expuesto, es de fundamental importancia la conservación y restauración de las estructuras anatómicas delantebrazo así como la corrección de lasrotaciones anormales, con la finalidad deuna correcta función del codo,antebrazo,muñeca y mano, debido a la transcendental relación entre ellas (BUNNELL-BoYES, 3).
En resumen, es preciso garantizar lacontención de la perfecta reducción fracturaria en condiciones idóneas hasta lacompleta consolidación. Es decir, respetary conservar al máximo las siguientes estructuras:
l. La forma incurvada fisiológica delradio, que permitirá que se arrolle alrededor del cúbito permitiendo la pronosupinación al girar sobre éste como eje.
2. El restablecimiento de la longitudde los dos huesos.
3. La conservación más perfecta posible del espacio interóseo entre cúbito yradio.
4. La incurvación, menos evidente
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pero real del cúbito, muchas veces despreciada, que va a permitir que el eje de lapronosupinación se mantenga indemne, facilitándo~e con ello la recuperación completa de este fundamental movimiento.
Indicaciones y clasificación
Como veíamos claramente en el cuadro 1, no todas las fracturas del antebrazoson susceptibles del tratamiento mediante«Osteosíntesis percutánea)). El tratamientoortopédico convencional sigue siendo el deelección en muchos tipos de fracturas.
Indicamos el tratamiento mediante «OSteosíntesis percutánea)) en determinadostipos de fracturas de la diiáfisis de loshuesos del antebrazo con la siguiente finalidad:
a» Mantener la alineación después dela reducción. Como consecuencia, evitarlas dislocaciones laterales dentro del yeso.
b) Evitar que al llegar el período dedisminución de la inflamación postraumática, atrofia del miembro y osteolisis, sereproduzca la fractura dentro del yeso(yeso holgado).
c) Mantener el paralelismo entre cúbito y radio para conseguir una indemnidad del espacio interóseo., pues nos permite la inmovilización del antebrazo enligera supinación., es decir, que la palmade la mano mire al hombro contralateral,sin peligro de desplazamientos intrayeso.Esto facilitará la recuperación del movimiento de supinación más rápidamente altérmino de la inmovilización, pues comosabenlos es más difícil de recuperar queel de pronación ya que es antigravitatorio.
d) Evitar las angulaciones y rotaciones., pues junto a la osteosíntesis de alineación es imprescindiible dentro de lasistenlática de este método de tratamiento.,el colocar un ye30 moldeado braquial completo entre los 6-10 días posteriores a la
reducción y osteosíntesis percutánea dealineación.
e) Evitar en lo posible el tratamientocruento al que muchas veces hay que acudir para solucionar desastres producidosdentro de los yesos y que consideramospoco ortodoxos y peligrosos en esta edad.Es decir, evitar el peligro diel tratamientoortopédico simple que no podemos vigilartan periódicamente como quisiéramos.
En este sentido, nos identificamos plenamente con DE MIGUEL (7), el cual añadea los tres postulados de BOLER un cuartoque define cargado de razón «el problemacircunstancial)), motivado en la masividadde enfermos en nuestros centros hospitalarios y las situaciones sociales que conllevan y que no nos permiten un controlmás periódico y frecuente de ellos.
Basándonos en la clasificación que delas fracturas de antebrazo hace P. PIULACHS (13)., nosotros hemos clasificado lasmismas en función de las indicaciones dela «Osteosíntesis percutánea)). En este sentido dividimos las fracturas de antebrazoen dos grandes apartados como se puedeapreciar en el cuadro JI.
Dejamos a propósito excluidas de d[-
A) Fracturas incompletas:
1. Por impactación o en rodete.2. En "tallo verde" o inflexión.3. Fracturas transversales.
Subperiósticas. Dobles o aisladas, a igualo distinto nivel.
B) Fracturas completas:Tipo l. Completas sin desviación ni an
gulación.Tipo 11. Completas con desviación y an
gulación.
Subperiósticas o no. Transversales, oblicuas y conminutas. Dobles o aisladas,a igualo distinto nivel.
Cuadro 11. - Clasificación de las fracturasdiafisarias de antebrazo en función de su tra
tamiento.
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cho cuadro las fracturas de Monteggia,pues si bien son susceptibles del tratamiento mediante "Osteosíntesis percutánea»,
FIG. 1. - Modelación de la aguja de Kirschnerque se introduce en canal medular del radio.
las consideramos una entidad clínica diferente por su propia nosología.
En todas las fracturas del apartado A(cuadro 11), sean del tipo anatomopatológico que sean, deberán ser tratadas mediante tratamiento ortopédico simple, tantosi son ¿,obles como aisladas.
En relación con las fracturas del apartado B del cuadro 11 actuamos de la siguiente manera:
1. En las fracturas completas tipo 1,no desviadas, hacemos tratamiento ortopédico simple. No obstante, adoptamos unaactitud expectante controlando la evolucióndurante 15-20 días mediante dos controlesradiológicos cada ocho días. Si aparecesintomatología de dislocación o angulación
FIG. 2. - Detalle de la angulación del extremode la aguja de Kirschner (muletilla).
procedemos a la "Osteosintesis percutánea». Son, pues, este tipo de fracturas lasque más requieren nuestra atención porparecer en principio muy estables, sorprendiéndonos después desagradablemente.
2. En las fracturas completas tipo 11(ver cuadro 11 y figur3s 6 y 7), ,·3andobles o aisladas y del tipo anatomopatológico que sean, las consideramos susceptibles del tratamiento mediante "OSteosíntesis percutánea» como método deelección.
Sin embargo, queremos hacer en estegrupo una sola excepción en aquellas fracturas dobles localizadas en el tercio d~stal,
en las cuales en muchas ocasiones sóloenclavijamos el cúbito después de la reducción, pero no así el radio, pues la agujade Kirschner a este nivel tiene que haceruna curva que puede mantener la dislocación en vez de la reducción perfecta.No obstante, en la mayoría de los casossolucionamos el problema haciendo la introducción de la aguja radial más dorsalmente en la muñeca o metáfisis radial,pero sin la pequeña preparación (curvatura y muletilla en la punta de la agujacomo veremos en la técnica), que en todoslos demás casos requiere la aguja a introducir en el radio.
Por regla general, indicamos el enclavijamiento de los dos huesos en las fracturas dobles, ya que si sólo se enclavauno, el efecto de férula que realiza parael otro puede ser perjudicial, pues llegadoel período de osteolisis, el hueso enclavado no permitirá la compresiáu axialdel otro y por efecto de tracción de lamembrana interósea se desplaza o angula,dando lugar a deformidades en K, etc.
Por último, dentro de las indicaciones,consideramos imprescindible y condiciónindispensable la inmovilización en yesocompleto. La pauta que seguimos es lasiguiente:
1. Realizada la reducción y «Osteo-
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síntesis percutánea», inmovilizamos e!miembro superior en ángulo recto me.diante férula dorsal de escayola, desdee! tercio superior del brazo hasta la raízde los dedos.
2. Entre los seis-diez días posteriores pasamos a colocar un yeso moldeadobraquial, el cual se mantendrá durantetodo el tiempo que dure la consolidación.
Técnica del tratamiento
El instrumental que se requiere pararealizar este método es muy simple:
a) Un juego de agujas de Kirschnercompleto.
b) Un mango en T.c) Un «cortafríos».El grosor de las agujas a introducir
en ambos huesos dependerá del grosor dela medular, del cual nos da idea el estudioradiológico de la fractura. Ahora bien,dada la rectitud de! cúbito la aguja a
introducir eJl éste debe ser del mayordiámetro posible. En el rad~o, debido asu curvatura fisiológica, usamos una agujade menor diámetro no sólo para facilitarsu introducción, sino para que su elasticidad se adapte mejor a su curvatura.
Si bien la aguja de Kirschner a introducir en el cúbito no requiere preparaciónalguna, la aguja a introducir en el radiÓprecisa:
1.0 Una íncurvación en el sentido desu eje similar a la fisiológica del radio(ver figura 1), para que una vez introducida se adapte mejor al mismo, perosobre todo, para facilitar su introduccióna nivel del tercio distal (figura 3).
2.° Así mismo, una angulación en lapropia punta de la aguja (ver figura 2),de unos 15-30° y en el mismo sentido dela incurvación anterior, que nosotros llamamos «muletilla» y que tiene como finalidad facílítar la introducción de la mismaen el tercio distal de! radio, evitando con
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FIG. 3. - Importancia de la angulación de la aguja de Kirschner para un mejor deslizamiento en el canal medular.
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dicha angulación la penetración en la cortical contraria (figura 3) al orificio deentrada, pues al colocarse en su plano sedesliza por ella y no la perfora (ver figura7). Esta «muletilla» nos sirve también parafacilitar el enganche del segmento proxi.mal de la fractura a nivel del foco, puesal aumentar el diámetro de la punta conlos movimientos de rotación, aumentanlas posibilidades del engarce. Práctica·mente, todo esto es sumamente sencillo yde fácil ejecución.
El enfermo se coloca en decúbito-supino. Anestesia general intubada o no acriterio del anestesista. El miembro afectose coloca en ángulo recto con apoyo encara anterior del codo mediante el rodetede contratracción. Asepsia rigurosa como side una intervención quirúrgica reglada setratara.
Colocamos en los cuatro primeros dedos del enfermo unos dediles hechos conuna simple venda que nos servirán detractores, los cuales pueden ser sostenidos
por un ayudante, o bien por el propiocirujano atándoselos a la cintura en elmomento radial de la intervención.
Según el tipo de fractura enclavijamosprimero uno u otro hueso. Por regla general, e n el a v i j a m o s en primer lugar elradio, pues el cúbito al ser más recto nosdificulta ligeramente la reducción poste·rior de aquel. (Hemos apreciado que lareducción y enclavijado primario del radionos ha dificultado menos la reducción delcúbito, aunque en algunos casos nos hayaocurrido al contrario).
Co.n una aguja de Kirschner de grancalibre y doblada convenientemente, hacemos una perforación en la cara externade la metáfisis radial (ver figura 4), a1 ó 2 cm. por encima del cartílago decrecimiento. Esta perforación sólo atraviesa una sola cortical. Con la aguja asíintrodueÍda hacemos movimientos de circunducción para agrandar el orificio de entrada. Se consigue sin más dada la elasticidad ósea a esta edad. Es interesante
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FIG. 4. - Lugar idóneo y técnica para la perforación de la cortical externa de la metáfisisradial.
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reseñar que la perforación debe hacerseen un sentido oblicuo, con lo que se facilita el camino de la aguja definitiva (figuras 3 y 5).
Hacemos la perforación a 1 ó 2 centímetros por encima del cartílago de crecimiento por dos razones obvias:
a) Evitar dañar el propio cartílagode crecimiento, aunque fuera mínimo.
b) Evitar también la rica zona celularmetafisaria.
A continuación se procede a la introducción de la aguja radial definitiva preparada como dijimos anteriormente, me·diante suaves movimientos de rotación eimpulsión. Una vez engranado el segmentoproximal de la fractura, se sigue la penetración de la aguja hasta la tuberosidadbicipital del radio, tratando siempre que
la punta de la aguja mire hacia ella (verfigura 5).
Esta aguja raJial podemos introducirla con el mango en «T», si bien nosotros en la mayoría de los casos usamosde mango la propia aguja para lo cualdoblamos su e xtre mo distal unos 90"(figura 1), en el sentido de las incurvaciones realizadas. Con esto conseguimosno sólo que la aguja nos sirva de mangosino también de guía para conocer en todomomento el eje de la aguja, y por tantodel radio, así como también obtener unamayor sensibilidad de penetración intramedular, que no es tan notoria con elmango en «T».
Introducida la aguja radial pasamos alenclavijamiento del cúbito. Colocamos laaguja previamente elegida en el mango
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FIG. 5. - Esquema de los movimientos de impulsión y rotación que se imprimen a laaguja para mejor estabilización de los fragmentos.
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en «T» y penetramos a través de la puntadel olécranon, en su parte más externa,y mediante movimientos de rotació\n eimpulsión realizamos el enclavado. El relieve cubital favorece este tiempo y lohace más sencillo. Laaguja se deja introducida a 1 cm. por encima del cartílagode crecimiento distal cubital.
Se cortan a continuación las agujas aras de la piel y se dejan incluidas subcutáneamente. Hacemos compresión axialexterna manual y pasamos a inmovilizarel miembro como ya hemos descrito.
Las agujas se retirarán una vez consolidada la fractura, mediante anestesia localo sin ella, pues hacen relieve en la piel y
se extraen con suma facilidad.En la figura 6, correspondiente a uno
de nuestros casos, podemos apreciar radiológicamente cuanto hemos descrito, endiversas proyecciones antes y después dela reducción y «Osteosíntesis percutánea».En la figura 7, presentamos otro caso. Enambos casos se extrajeron posteriormentelas agujas.
~esultados
Hemos hecho una revisión de 100 casoseseogidos al azar, es decir, según el concepto estadístico de «muestreo», repartidos en los diferentes años objeto de estarevisión lo más equilibradamente posible.
De estos 100 casos, 46 corresponden aedades comprendidas entre los 5 y 10 años,y los 54 casos restantes entre los 11 y 15años.
En cuanto al sexo, 86 fueron varonesy sólo 14 fueron hembras.
En 94 casos fueron fracturas cerradasy 6 lo fueron abiertas, si bien la mayoríade ellas simples punturas que no contraindicaron la «Osteosíntesis percutánea».
En 87 casos encontramos fracturas delcúbito y radio. En los 13 restantes fueronfracturas aisladas de un solo hueso.
En cuanto al tipo de fractura, los 100
casos corresponden al tipo II de nuestraclasificación.
En sólo 2 casos, con fracturas delcúbito y radio, hubo que hacer reducciónabierta del radio en uno y reducciónabierta del cúbito en el otro, pues fracasóel intento de «Osteosíntesis percutánea».Pertenecen ambos casos al período inicialdel método.
Se realizó «Osteosíntesis percutánea»de ambos huesos con aguja de Kirschneren 63 casos. En 35 casos se hizo «Osteosíntesis percutánea» en un sólo hueso, delos que 13 casos fueron fracturas aisladascomo dijimos anteriormente.
El tiempo de inmovilización osciló entre seis-diez semanas. El tiempo total detratamiento incluida la recuperación funcional osciló entre ocho-doce semanas. Elmaterial de osteosíntesis se e x t r a j o entodos los casos una vez consolidada lafractura.
En el capítulo de complicaciones tenemos que en 8 casos aparecieron pequeñasulceraciones, granulomas o pequeños higromas en los puntos de entrada de las agujas, pero que sólo requirieron un simpleantiséptico para su curación.
En 1 caso apareeieron parestesias encuarto y quinto dedos debidas seguramente a mala técnica, pero desaparecieronposteriormente sin secuelas.
Hubo retardo de consolidación (másde tres meses) en 2 casos, pero no necesitaron otro tipo de tratamiento y se solucionaron sin problemas.
Encontramos en 1 caso intolerancia ala aguja cubital en foco ,de entrada olecraneano, equivalente a las infecciones atenuadas que se presentan en las traccionescontinuas con agujas de Kirschner. Retirada la misma se solucionó perfectamente.
Apareció callo exuberante en 2 casosque no dieron patología funcional alguna.
En resumen, en 14 casos aparecieronpequeñas complicaciones que se resolvie-
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ron fácilmente en un corto espacio detiempo.
En 99 casos hubo recuperación funcional y morfológica total del miembrosuperior. El caso restante figura en la historia clínica con limitación de los últimosgrados de la flexoextensión y pronosupinación, no volviendo más a revisión enconsulta por lo que no sabemos el resultado final.
En definitiva, un elocuente 99 por 100de buenos resultados.
Conclusiones
La introducción de la radioscopía conintensificador de imagen en traumatologíale ha abierto a ésta un amplio campo deposibilidades, dentro de las cuales está la«Osteosíntesis percutánea». Son muchaslas regiones de la economía ósea que sepueden beneficiar y de hecho ya lo hacende esta «Osteosíntesis percutánea», que enmuchos casos (codo por ejemplo), es verdadera osteosíntesis.
Consideramos que es precisamente enel niño y adolescente menor donde estásu nlayor y más eficiente indicación ybeneficio, pues en estas edades no son muyortodoxos los tratamientos cruentos traumatológicos, ni en todos los casos el simpletratarniento ortopédico o la corrección espontánea con el crecimiento solucionan losproblemas que entran en el ámbito de latraunlatología infantil. Por supuesto, queno todo está resuelto con la «Osteosíntesispercutánea» en el compIejo y difícil antebrazo. Pero un 99 por 100 de buenos resultados nos animan a seguir por estecampo, considerándolo un excelente método de tratamiento y no uno más.
Nos llama la atención con este métodola ausencia de síndromes isquémicos, sinostosis, etc., que sí aparecían con los tratamientos convencionales. Así también, nos
da la tranquilidad y casi seguridad de quela fractura no se nos desplaza dentro delyeso en la primera revisión que hacemosal enfermo.
Por último, consideramos la «Osteosíntesis percutánea» un método de fácilejecución y sencillez si se conoce su técnica. Método cómodo para el médico y elenfermo, así como económico de cara ala hospitalización, pues una vez realizadoy el enfermo recuperado de la anestesia,puede ser dado de alta y revisado periódicamente en consultorio. Así mismo, elmaterial quirúrgico que se precisa es sencillo y de bajo coste.
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