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1 Jean-Paul Belmondo, quizá el más polifacético actor galo del momento, fue elegido nuevamente por el revolucionario Jean-Lije Godard para incorporar el primer papel masculino de «Pierrot el loco», la más elogiada y aplaudi da de las realizaciones de tan cija cutido realizador. Beltrondo, que. vuelve a actuar junto a la suges . tiva Anua Karina, ex esposa de Godard, respóndió así cuando se le preguntó qué significado terna en su carrera «Pierrot, el loco»: ((Pierrot» representé para li es un drama, cómico o una come- dia dramática prosigue Bel mondo —. Personalmente me ifl• olmo por el drama ; es un film sobre la soledad, sobre la incom prensión. Entre los dos protago nistas, nunca existe acuerdo ver dadero. Nurca están en la mis- ma longitud de onda. No obstan te, no todo es triste en esta his toria)). «Yo interpreto numerosos pasa.. jes cómicos, imito a Michel Si món, e incluso hago pasos de danza. Cuando Anna Karina can ta, yo me conformo con recitar el texto. No me he atrevido a debu tar como cantante en este filme. También se le pregnnó a Be• mondo si en «Pierrot, el loco,> ha bia acción, a lo que .e] gran a.cto contestó : «Seguro : hay e] dho- que de dos coches y bastantes ca- dáveres. Godard ha dicho que es el último film negro, pero un film negro-romántico.» «Pierrot, el loco», co-producción de Georges de Beauregard y Dm0 de Laurentiis, filmada en Tecn niscope y Eastmancolor, será pre sentada muy pronto a los aficion» dos barceloneses, por una pres tigiosa firma cinematográfica. En mi articulo de la semana arn tenor trataba acerca de la lote- gracián del actor a la puesta en escena de la obra cinetnatográfi ca. También me refería a las cUs- tintas impresiones recibidas de un mismo actor, según in maneje uno u otro director. Ilay autores que sienten predi lección especial por el cine «de ac tor’ y se dedicar> a matizar los detalles más pequeños es> los ae tores que viven los personajes. Más todavía ; encontramos una se- rle ‘de directores que crean sus intérpretes (femeninos en SU ma- yor parte) . y los moldean e su antojo. Con ellos, se mueven con una seguridad y un acierto que no saben encontrar cuando tra bajan con intérpretes distintos. Estos directores son asociados rá pidarnente con la personalidad de sus actrices Y estas últimas ter- miaan declarando que Sin la tute la artística de tal o cual realiza- dor, 110 hubiesen conseguido ni triunfos ni toma. Así ocurre con Briggite Bardot, descubierta y «creada» por Roger Vadim (sempiterna incógnita del cite francés que 1-lo acaba de des- velarse en España). B. B. fue ca- tapultade por Vadim a todos los públicos e hizo de ella un produe lo bien definido de sexualidad al alcance de cualquier espectador. Covengamos en que el nombre de Brigitte irá por siempre ligado al de Roger Vadim, por muchos años que transcurran y por muchos rea lizadores que la dirijan. Al debutar como director en «El jeque blanco», Federico Fellini ya estaba casado con Giulietta Masi na La actriz, en una breve apa- ricino, anticipaba un personaje que, al correr el tiempo, iba -a convertirse en mundialmente céle bre. «La Strada» y «Las noches sa marca Paramount que se exhi be con gran éxito en el elegante cine Fémina, de nuestra ciudad, Jerry Lewis ha de colmar sin clii- da algUno de los deseos de toda clase de público, desde sus incoa- dicionales, que forman legión, hasta el más circunspecto espec tador. Las graciosísimaS escenas que se suceden incesantemente en esta cinta mueven a risa al más exigente y hacen que el público pase un rato de solaz y agradable esparcimiento. Nada menos que siete papeles diferentes corren a cargo de este artista de excepción. amén de la producción, dirección y aparte del guión de la película. Colaboran con él un selecto re parto de artistas entre los que destaca el veterano Sebastián Ca bot y la presentación de la niña Donna ButterWorth, que en esta película filmada en Technicoior démuestra cumplidamente a u a grandes dotes artísticas. de Cabina» son dos títulos en los que se evidencia plenamente el amor de un autor por la actriz que incorpora los personajes pro- tagónicos. «Gelsomina» y «Cabi rin» (como «Gíulietta», la de los espíritus), entran ecl la galería de criaturas antológicas, gracias al talento de un autor Bellini, el discutido y al arte de una ac triz Giulietta Masina. El nórdico logmar Bergman, uno de los autores que irrumpió en nuestras pantallas con mayores resonancias, es director que mues Ira clarísimas preferencias por lks actrices. Entre ellas, Ingrid Thulin es una de las mejores: La actriz y el autor se han cornpe netrado perfectamente a lo largo de sus películas (recordemos «El séptimo sello», «El rostro» y «Fre. sas salvajes»). Fuera de Berg man, Ingrid sigue siendo una ae triz excelente (eLos cuatro une- Les del Apocalipsis»), aunque tal. te de aquel hálito especial que le confiere trabajar a las órdenes de su «creador» cinesnatográfico, el inquisitivo y filosófico Bergman. D la gélida Suecia pasamos de nuevo a la cálida Italia, y nos en- centramos eón el autor de la <dn comunicación» entre los hombres, con el ciceador de un lenguaje que hace de los «tiempos muertos» su gramática esencial: Michelange lo Antoniont El realizador de «La aventura», «La noche», «El eclip se» y «El desierto rojo», ha meen- trado en la exquisita Mónica Vit ti el vehículo idóneo para trasla dar al público el oscuro fondo conceptual de su ideología. Móni. ca Vitti, gran actriz (eModesty Blaisie», de Joseph Losey, pare- ce ser Un «festival Mónica») fue, en SUS principios, una auténtica (<creación» de Antonioni. En el cine norteamericano fsm- bién podemos encontrar varios ca sos de autores que Ian creado 11. leralmente a «su» actriz. Para no prolongar demasiado la lista de referencias me limitaré a señalar a un gran director de comedias modernas, que hace cine como respira oxígeno: Richard Quine. Enamorado desde un principio de Kim Novak, la hizo debutar m «Pushover». A través de varias pe1ícu’as la convirtió en una cele. bridad. 1Cm fue la musa inspiraS dore de Richard Quine y éste, a su vez, modeló a la muchacha co- mo actriz. De manos de Qpine, 1Cm Novak ha logrado sus máxí. mos triUnfos («Me enamoré de una bruje», «Un extraño en mi vida», <‘La misteriosa dama de negro»), éxitos sóio igualados por Alfred Hitchcock en «Vértigo». Autor y actor. He aqul dos pi. lares fundamentales del séptimo arte, algunas veces formando uno solo, inseparable e indestructible. Lc mie, como el m1sm titu) 3 viudas» indica, su uflÓ ioniai no puede ser den : ensa ... Junto a Jw ha G . cCaba y Alberto Cia’ sas aparec€n en «Las viudas» Ar turo Fernández, Iran Eory, José Luis López Vázquez y Gabrielia Pallotta, secundados por un sin número de primeras figuras del cine español. Pedro Lazaga, Julio Coll y José M. Forqué han sido los realizadores encargados de dar vida a esas viudas, que da la mano de Pedro Masó, P. C. y C. B. Films va a llegar ahora a nuesras pantallas. Ilinka Gorin, la hija del emba jador ruso en París, se ha dedi cado al champán, rechazando el vodka, bebida oficial de su pat». Esto y otros «escándalos)) seme jantes han motivado un viaje rá. pido del embajador a Chamoniz donde su hija dice que estudia antropología, en lugar de decirie que se dedica a la «dolce rita», exponiéndose así a pasar el vera no y el invierno en Siberia, donde las temperaturas no son del todo agradables, Vea y ría con estas disparatada» historias de las dos hijas de los embajadores en «Whisky y Vod ka», la divertida y trepidante pelá cula de Pili y Mili, donde con un extraordinario reparto de actores cómicos, por orden alfabético: Rafael Alonso, Roberto Camir. dial, Roger Dann, Pierre Dor Alfredo Landa, Juan José M néndez, José Morales, Luis M’ y Godó Rojo, bajo la direcetón Femando Palacios, logrará bat Les pasar un rato divertido. Es una producción de «Benito Ferojo», en Eastmancolor, presen ‘i el come&a, INTE1IP1IETACIONES PROBLEMAS DEL . OPAENTO . 3 E A N P A U L B E LM O N D O HABLA DE CONTRADICTORIAS Por José SAGRÉ 4 r a y Diréctores . y act’-rces Por PEDRO SALART COD!NA . Con determinados temas, le ocurre al periodista lo que con las cerezas: coge una del cesto, y le sigue un manojo. Así, a nosotros, en nuestros comentarios sobre el cine de violencias vicio y sexo, nos han venido a punta de pluma otras cuestiones drversas, cual las que conciernen a las normas para la autori zación• de películas, que se diría actúa con cierta diversidad de unidad o de definido criterio, que es causa de desorientación en quienes más bien han menester de una guía lo más válida posible para poder seleccionar su material. Ciertamente, existen unas normas fundamentales que debie tan servir de base y orientación y que, en efecto, irven en principio, de punto de partida para decidir de la prudencia de aceptación o rechazo de ciertos films. Pero queda entendido,. por lógica, que no sería discreto aconsejable su aplicación rígida, a rajatabla, con despreócupación de hechos y consecuen cias que, a veces, atenúan o incluso eliminan la gravedad de de- terminados asuntos. Ello es que esas normas como toda regla, i’esultan de mucha flexibilidad, y son causa de criterios dispa res, y de apreciaciones contradictorias que lesionan intereses respetables, y dan lugar a confusión, resultado de lo cual el ci- nematografista ha d’e andar a tientas, y a veces con desmedida y contraproducente cautela, en la elección de material, pues es bien sabido que la circunspección de algunos, que a tenor de las aludidas normas no se atreven a adquirir determinados films, cuya interdicción debiera estimarse normal, contrasta con la valentía de otros menos discretos que no tienen reparo en in tentar la autorización. Se ha dado, ‘asimismo, el caso de films ruhazados a unos y aprobados, con retoques, otros; de lo cual se infiere, no que se obra caprichosamente, cosa que no se nos ocurriría pensar, sino que las normas son tan elásticas que caben vastos enfoques en su interpretación, siendo sí que viene a confirmarse el «audaces fortuna juvat», en detrimento de la prudencia de otros. Pues bien, de la mano de estas cuestiones no insignificantes Y, ciertamente, delicadas, venimos a parar a otro asunto no. menos importante: el visionado de films en régimen de aduana, para lo. que hasta ahora s4nieron dando facilidades, tente más plausibles cuanto que el criterio censor que aquí rige, no pera de benevolenda excesiva, y sufre de falta de unidad en sus interpretaciones, motivo por el cual se hace necesario el visrn flado previo que despeje incógnitas si las hubiere, para decidir la adquisición en firme o el rechazo. Mas, cuando la corriente actual del mundo tiende a unos conceptos más amplios y más genemsos de libertad, en cine se aprietan las clavijas en deter minados sentidos, creándose dificultades sobre las ya existentes; y, en buetn lógica, lo contrario sería lo consecuente, pues la labor del comprador de películas no tiene nada de fácil, y mu- cho de ingrata y arriesgada, por jugarse en el envite sumas muy considerables, cosa ésta que no debiera olvidarse. Según informaciones de fuentes que nos merecen créiito, pa rece ser que hoy, pura que se produzca un visionado por el organismo competente, es indispensable la aplicación de la II- cencle correspondiente, l importe de la cual, en cualquier caso, no será objeto de devolución. (Sin este requisito que antes no se exigía, quedan considerablemente restringidas las posibilida des de orientación, con lo que en vez de adelantar andamos hacia atrás.) Si se produce la prohibición del film,’ podrá ser sustituido por otro una vez, e incluso una segunda, pero si el tercero que sustituyera al anterior rechazado fuese prohibido definitivamente, el distribuidor perdería la licencia ya pagada, cosa que, de ser exactamente así, nos parecería injusta, toda vez que él no tiene ninguna culpa de la interpretación que se pudiera ciar. Sin embargo, no creemos que el caso se haya pro- ducido. Pór lo menos no tenemos noticia de ello, aunque no es alentador que exista posibilidad, siquiera teórica, de que pueda ÑiiTrse. . . , . .,. . Así las cosas, de serle rechazados consecutivamente dos films, se comprende que el cinematografista afectado actuará de pie forzado, pues un error podría costarle caro, por lo que habrá de verse obligado a echar mano de una película cualquiera de im probable prohibición, lo cual quiere decir de una vacuidad ab- soluta, es decir, que efectuará la elección al margen de toda calidad e interés, a pesar de 10 cual no tendrá una garantía completa, pues por donde menos piense puede saltarle la liebre de una adversa interpretación. Pero la cuestión es aún más seria, ya que parece ser que al asignar las «licencias» a las casas distribuidoras, es indis pensables el depósito de la tercera parte del total importe de las mismas, lo que da una suma en algunos cusos muy conside rable; de modo que forzada a efectuar anticipo de tal entidad, una firma de distribución de films ha de disponer obligatoriamen te de un cupital enorme par» desarrollar el negocio. Más nor mal nos parecería la plena libertad de contratación e importa- chin y, naturalmente, la libre competencia, lo cual no habría de afectar, empero, a la economía sobre la que se mueve la dirección cinematográfica en el país. ya que no se trataría de que desaparecieran los (énones de importación vigrntes, sino simplemente )as medidas restrictivas. La selección se operaz-íu por misma. . UNA VIUDA CON VISON : JULIA G. CABA ocasión de volver a trabajar on Jean-Luc Godard al que debo ir> personaje preferido, el de «A Bout de soufle», y que más tarde me dirigió en «Una femm «st une femme,>, en el que tuve cte com pañera a Anna Karina». «Los héroes de «Pierrot, el lo 00)) Ferdinand y Mai’io e - tienen los mismos deseos de II bertad, un deseo de vivir fuera de todas las reglas. Además, estoy convencido de que hay mucha ter nura en «Pierrot, el loco>,. «Yo no sé si «Pierrot, el loco» JEIIRY LEWIS EN EL COLMO DE LOS POLIFACETICOS ignacG I:;o. onL . nuva Cssen El popularisimo, el conocidi- filme «07 con el 2 delante». La simo, el famosisimo actor cine- otra película será una. gran CO matográfico Caesen, ha firmado media musical en color con pro- un . nuevo entrato con Ignacio F fusión de sugestivas cantantes y Iqpirio, para interpretar doe gel- COfl música de Enrique Escobar culas en los no menos conocidí La primera de ellas, empezará su simos Estudios cinematográficos rodaje en el próxiao mes de no del Paalelo. . viembre. Interiores en Barcelona y exteriores en Madrid. Una de las películas, en color Esta noticia, por lo desconcer y sesenta milímetros, será un e tante, al contradecir todo lo ‘jue rrible y espectacular «James Bo- se ha comentado y publicado so- net» Agente Secreto, para seguir bre esos Estudios de Barcelona, la estela de éxitos de u ieciente nos parece no menos sugestiva. O.NI1... Como muchos recordarán Julia Gutiérrez Caba y Alberto Closas, que componen una de las pareja» protagonistas ele «Las viudas», coincidieron liare poco en otra film. «La familia y... uno más,,. En esa ocasióñ, Julia éra una de las candidatas a esposa de Clo sas, quien, no obstante, absorbido por su copiosa familia, eludía te- da complicación sentimental. Qui zás por eso, y en compensación, . estas dos primerísimas figuras del cine español sean por fin ma rido y mujer en la pantalla. 4 AA 1—t dibula su coindiltario Sil PADRE BEBE VODKA, PERO ELIA PREFIER EL. CHAMPA profajonista del film eModesty Bij», de Josephtosey,or19ifla1í5imahi5tcria en la cual inter wt ARTISTA DE CINE - Quisiera saber qué tiene ella que no tengas tu hija mía.

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Page 1: O.NI1hemeroteca-paginas.mundodeportivo.com/EMD01/HEM/... · 1 Jean-Paul Belmondo, quizá el más polifacético actor galo del momento, fue elegido nuevamente por el revolucionario

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Jean-Paul Belmondo, quizá elmás polifacético actor galo delmomento, fue elegido nuevamentepor el revolucionario Jean-LijeGodard para incorporar el primerpapel masculino de «Pierrot elloco», la más elogiada y aplaudida de las realizaciones de tan cijacutido realizador. Beltrondo, que.vuelve a actuar junto a la suges

. tiva Anua Karina, ex esposa deGodard, respóndió así cuando sele preguntó qué significado ternaen su carrera «Pierrot, el loco»:((Pierrot» representé para mí li

es un drama, cómico o una come-dia dramática — prosigue Belmondo —. Personalmente me ifl•olmo por el drama ; es un filmsobre la soledad, sobre la incomprensión. Entre los dos protagonistas, nunca existe acuerdo verdadero. Nurca están en la mis-ma longitud de onda. No obstante, no todo es triste en esta historia)).

«Yo interpreto numerosos pasa..jes cómicos, imito a Michel Simón, e incluso hago pasos dedanza. Cuando Anna Karina canta, yo me conformo con recitar eltexto. No me he atrevido a debutar como cantante en este filme.

También se le pregnnó a Be•mondo si en «Pierrot, el loco,> habia acción, a lo que .e] gran a.ctocontestó : «Seguro : hay e] dho-que de dos coches y bastantes ca-dáveres. Godard ha dicho que esel último film negro, pero un filmnegro-romántico.»

«Pierrot, el loco», co-producciónde Georges de Beauregard y Dm0de Laurentiis, filmada en Tecnniscope y Eastmancolor, será presentada muy pronto a los aficion»dos barceloneses, por una prestigiosa firma cinematográfica.

En mi articulo de la semana arntenor trataba acerca de la lote-gracián del actor a la puesta enescena de la obra cinetnatográfica. También me refería a las cUs-tintas impresiones recibidas deun mismo actor, según in manejeuno u otro director.

Ilay autores que sienten predilección especial por el cine «de actor’ y se dedicar> a matizar losdetalles más pequeños es> los aetores que viven los personajes.Más todavía ; encontramos una se-rle ‘de directores que crean susintérpretes (femeninos en SU ma-yor parte) . y los moldean e suantojo. Con ellos, se mueven conuna seguridad y un acierto queno saben encontrar cuando trabajan con intérpretes distintos.Estos directores son asociados rápidarnente con la personalidad desus actrices Y estas últimas ter-miaan declarando que Sin la tutela artística de tal o cual realiza-dor, 110 hubiesen conseguido nitriunfos ni toma.

Así ocurre con Briggite Bardot,descubierta y «creada» por RogerVadim (sempiterna incógnita delcite francés que 1-lo acaba de des-velarse en España). B. B. fue ca-tapultade por Vadim a todos lospúblicos e hizo de ella un produelo bien definido de sexualidad alalcance de cualquier espectador.Covengamos en que el nombre deBrigitte irá por siempre ligado alde Roger Vadim, por muchos añosque transcurran y por muchos realizadores que la dirijan.

Al debutar como director en «Eljeque blanco», Federico Fellini yaestaba casado con Giulietta Masina La actriz, en una breve apa-ricino, anticipaba un personajeque, al correr el tiempo, iba -aconvertirse en mundialmente célebre. «La Strada» y «Las noches

sa marca Paramount que se exhibe con gran éxito en el elegantecine Fémina, de nuestra ciudad,Jerry Lewis ha de colmar sin clii-da algUno de los deseos de todaclase de público, desde sus incoa-dicionales, que forman legión,hasta el más circunspecto espectador. Las graciosísimaS escenasque se suceden incesantemente enesta cinta mueven a risa al másexigente y hacen que el públicopase un rato de solaz y agradableesparcimiento. Nada menos quesiete papeles diferentes corren acargo de este artista de excepción.amén de la producción, direccióny aparte del guión de la película.

Colaboran con él un selecto reparto de artistas entre los quedestaca el veterano Sebastián Cabot y la presentación de la niñaDonna ButterWorth, que en estapelícula filmada en Technicoiordémuestra cumplidamente a u agrandes dotes artísticas.

de Cabina» son dos títulos en losque se evidencia plenamente elamor de un autor por la actrizque incorpora los personajes pro-tagónicos. «Gelsomina» y «Cabirin» (como «Gíulietta», la de losespíritus), entran ecl la galería decriaturas antológicas, gracias altalento de un autor — Bellini, eldiscutido — y al arte de una actriz — Giulietta Masina.

El nórdico logmar Bergman, unode los autores que irrumpió ennuestras pantallas con mayoresresonancias, es director que muesIra clarísimas preferencias porlks actrices. Entre ellas, IngridThulin es una de las mejores: Laactriz y el autor se han cornpenetrado perfectamente a lo largode sus películas (recordemos «Elséptimo sello», «El rostro» y «Fre.sas salvajes»). Fuera de Bergman, Ingrid sigue siendo una aetriz excelente (eLos cuatro une-Les del Apocalipsis»), aunque tal.te de aquel hálito especial que leconfiere trabajar a las órdenes desu «creador» cinesnatográfico, elinquisitivo y filosófico Bergman.

D la gélida Suecia pasamos denuevo a la cálida Italia, y nos en-centramos eón el autor de la <dncomunicación» entre los hombres,con el ciceador de un lenguaje quehace de los «tiempos muertos» sugramática esencial: Michelangelo Antoniont El realizador de «La

aventura», «La noche», «El eclipse» y «El desierto rojo», ha meen-trado en la exquisita Mónica Vitti el vehículo idóneo para trasladar al público el oscuro fondoconceptual de su ideología. Móni.ca Vitti, gran actriz (eModestyBlaisie», de Joseph Losey, pare-ce ser Un «festival Mónica») fue,en SUS principios, una auténtica(<creación» de Antonioni.

En el cine norteamericano fsm-bién podemos encontrar varios casos de autores que Ian creado 11.leralmente a «su» actriz. Para noprolongar demasiado la lista dereferencias me limitaré a señalara un gran director de comediasmodernas, que hace cine comorespira oxígeno : Richard Quine.Enamorado desde un principio deKim Novak, la hizo debutar m«Pushover». A través de variaspe1ícu’as la convirtió en una cele.bridad. 1Cm fue la musa inspiraSdore de Richard Quine y éste, asu vez, modeló a la muchacha co-mo actriz. De manos de Qpine,1Cm Novak ha logrado sus máxí.mos triUnfos («Me enamoré de unabruje», «Un extraño en mi vida»,<‘La misteriosa dama de negro»),éxitos sóio igualados por AlfredHitchcock en «Vértigo».

Autor y actor. He aqul dos pi.lares fundamentales del séptimoarte, algunas veces formando unosolo, inseparable e indestructible.

Lc mie, como el m1smtitu) 3 viudas» indica, suuflÓ ioniai no puede serden : ensa ... Junto a Jwha G . c Caba y Alberto Cia’sas aparec€n en «Las viudas» Arturo Fernández, Iran Eory, JoséLuis López Vázquez y GabrieliaPallotta, secundados por un sinnúmero de primeras figuras delcine español. Pedro Lazaga, JulioColl y José M. Forqué han sidolos realizadores encargados dedar vida a esas viudas, que dala mano de Pedro Masó, P. C. yC. B. Films va a llegar ahora anuesras pantallas.

Ilinka Gorin, la hija del embajador ruso en París, se ha dedicado al champán, rechazando elvodka, bebida oficial de su pat».Esto y otros «escándalos)) semejantes han motivado un viaje rá.pido del embajador a Chamonizdonde su hija dice que estudiaantropología, en lugar de decirieque se dedica a la «dolce rita»,exponiéndose así a pasar el verano y el invierno en Siberia, dondelas temperaturas no son del todoagradables,

Vea y ría con estas disparatada»historias de las dos hijas de losembajadores en «Whisky y Vodka», la divertida y trepidante pelácula de Pili y Mili, donde con unextraordinario reparto de actorescómicos, por orden alfabético:Rafael Alonso, Roberto Camir.dial, Roger Dann, Pierre DorAlfredo Landa, Juan José Mnéndez, José Morales, Luis M’y Godó Rojo, bajo la direcetónFemando Palacios, logrará batLes pasar un rato divertido.

Es una producción de «BenitoFerojo», en Eastmancolor, presen

‘i el come&a,

INTE1IP1IETACIONESPROBLEMAS DEL . OPAENTO . 3 E A N P A U L B E L M O N D O

HABLA DE

CONTRADICTORIASPor José SAGRÉ

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r a y

Diréctores . y act’-rcesPor PEDRO SALART COD!NA. Con determinados temas, le ocurre al periodista lo que con

las cerezas: coge una del cesto, y le sigue un manojo. Así, anosotros, en nuestros comentarios sobre el cine de violenciasvicio y sexo, nos han venido a punta de pluma otras cuestionesdrversas, cual las que conciernen a las normas para la autorización• de películas, que se diría actúa con cierta diversidadde unidad o de definido criterio, que es causa de desorientaciónen quienes más bien han menester de una guía lo más válidaposible para poder seleccionar su • material.

Ciertamente, existen unas normas fundamentales que debietan servir de base y orientación y que, en efecto, irven enprincipio, de punto de partida para decidir de la prudencia deaceptación o rechazo de ciertos films. Pero queda entendido,.por lógica, que no sería discreto ní aconsejable su aplicaciónrígida, a rajatabla, con despreócupación de hechos y consecuencias que, a veces, atenúan o incluso eliminan la gravedad de de-terminados asuntos. Ello es que esas normas como toda regla,i’esultan de mucha flexibilidad, y son causa de criterios dispares, y de apreciaciones contradictorias que lesionan interesesrespetables, y dan lugar a confusión, resultado de lo cual el ci-nematografista ha d’e andar a tientas, y a veces con desmediday contraproducente cautela, en la elección de material, pues esbien sabido que la circunspección de algunos, que a tenor de lasaludidas normas no se atreven a adquirir determinados films,cuya interdicción debiera estimarse normal, contrasta con lavalentía de otros menos discretos que no tienen reparo en intentar la autorización. Se ha dado, ‘asimismo, el caso de filmsruhazados a unos y aprobados, con retoques, otros; de locual se infiere, no que se obra caprichosamente, cosa que nose nos ocurriría pensar, sino que las normas son tan elásticasque caben vastos enfoques en su interpretación, siendo sí queviene a confirmarse el «audaces fortuna juvat», en detrimentode la prudencia de otros.

Pues bien, de la mano de estas cuestiones no insignificantesY, ciertamente, delicadas, venimos a parar a otro asunto no.menos importante: el visionado de films en régimen de aduana,para lo. que hasta ahora s4nieron dando facilidades, tente másplausibles cuanto que el criterio censor que aquí rige, no perade benevolenda excesiva, y sufre de falta de unidad en susinterpretaciones, motivo por el cual se hace necesario el visrnflado previo que despeje incógnitas si las hubiere, para decidirla adquisición en firme o el rechazo. Mas, cuando la corrienteactual del mundo tiende a unos conceptos más amplios y másgenemsos de libertad, en cine se aprietan las clavijas en determinados sentidos, creándose dificultades sobre las ya existentes;y, en buetn lógica, lo contrario sería lo consecuente, pues lalabor del comprador de películas no tiene nada de fácil, y mu-cho de ingrata y arriesgada, por jugarse en el envite sumasmuy considerables, cosa ésta que no debiera olvidarse.

Según informaciones de fuentes que nos merecen créiito, parece ser que hoy, pura que se produzca un visionado por elorganismo competente, es indispensable la aplicación de la II-cencle correspondiente, l importe de la cual, en cualquier caso,no será objeto de devolución. (Sin este requisito que antes nose exigía, quedan considerablemente restringidas las posibilidades de orientación, con lo que en vez de adelantar andamoshacia atrás.) Si se produce la prohibición del film,’ podrá sersustituido por otro una vez, e incluso una segunda, pero si eltercero que sustituyera al anterior rechazado fuese prohibidodefinitivamente, el distribuidor perdería la licencia ya pagada,cosa que, de ser exactamente así, nos parecería injusta, todavez que él no tiene ninguna culpa de la interpretación que sepudiera ciar. Sin embargo, no creemos que el caso se haya pro-ducido. Pór lo menos no tenemos noticia de ello, aunque no esalentador que exista posibilidad, siquiera teórica, de que puedaÑiiTrse. . . , . .,. .

Así las cosas, de serle rechazados consecutivamente dos films,se comprende que el cinematografista afectado actuará de pieforzado, pues un error podría costarle caro, por lo que habrá deverse obligado a echar mano de una película cualquiera de improbable prohibición, lo cual quiere decir de una vacuidad ab-soluta, es decir, que efectuará la elección al margen de todacalidad e interés, a pesar de 10 cual no tendrá una garantíacompleta, pues por donde menos piense puede saltarle la liebrede una adversa interpretación.

Pero la cuestión es aún más seria, ya que parece ser queal asignar las «licencias» a las casas distribuidoras, es indispensables el depósito de la tercera parte del total importe delas mismas, lo que da una suma en algunos cusos muy considerable; de modo que forzada a efectuar anticipo de tal entidad,una firma de distribución de films ha de disponer obligatoriamente de un cupital enorme par» desarrollar el negocio. Más normal nos parecería la plena libertad de contratación e importa-chin y, naturalmente, la libre competencia, lo cual no habríade afectar, empero, a la economía sobre la que se mueve ladirección cinematográfica en el país. ya que no se trataría deque desaparecieran los (énones de importación vigrntes, sinosimplemente )as medidas restrictivas. La selección se operaz-íupor sí misma. .

UNA VIUDA CON VISON :

JULIA G. CABAocasión de volver a trabajar onJean-Luc Godard al que debo ir>personaje preferido, el de «A Boutde soufle», y que más tarde medirigió en «Una femm «st unefemme,>, en el que tuve cte compañera a Anna Karina».

«Los héroes de «Pierrot, el lo00)) — Ferdinand y Mai’io e -

tienen los mismos deseos de IIbertad, un deseo de vivir fuerade todas las reglas. Además, estoyconvencido de que hay mucha ternura en «Pierrot, el loco>,.

«Yo no sé si «Pierrot, el loco»

JEIIRY LEWIS EN EL COLMODE LOS POLIFACETICOS

ignacG I:;o. onL . nuva CssenEl popularisimo, el conocidi- filme «07 con el 2 delante». La

simo, el famosisimo actor cine- otra película será una. gran COmatográfico Caesen, ha firmado media musical en color con pro-un . nuevo entrato con Ignacio F fusión de sugestivas cantantes yIqpirio, para interpretar doe gel- COfl música de Enrique Escobarculas en los no menos conocidí La primera de ellas, empezará susimos Estudios cinematográficos rodaje en el próxiao mes de nodel Paalelo. . viembre. Interiores en Barcelona

y exteriores en Madrid.Una de las películas, en color Esta noticia, por lo desconcer

y sesenta milímetros, será un e tante, al contradecir todo lo ‘juerrible y espectacular «James Bo- se ha comentado y publicado so-net» Agente Secreto, para seguir bre esos Estudios de Barcelona,la estela de éxitos de u ieciente nos parece no menos sugestiva.

O.NI1... Como muchos recordarán JuliaGutiérrez Caba y Alberto Closas,que componen una de las pareja»protagonistas ele «Las viudas»,coincidieron liare poco en otrafilm. «La familia y... uno más,,.En esa ocasióñ, Julia éra una delas candidatas a esposa de Closas, quien, no obstante, absorbidopor su copiosa familia, eludía te-da complicación sentimental. Quizás por eso, y en compensación,

. estas dos primerísimas figuras

del cine español sean por fin marido y mujer en la pantalla.

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AA 1—t dibula su coindiltario Sil PADRE BEBEVODKA, PERO

ELIA PREFIEREEL. CHAMPAN

profajonista del film eModesty Bij», de Josephtosey,or19ifla1í5imahi5tcria en la cual inter wt

ARTISTA DE CINE- Quisiera saber qué tiene ella que no tengas

tu hija mía.