nuevos movimientos sociales
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Breve análisis de las características de los nuevos movimientos sociales.TRANSCRIPT
Universidad de Chile
Instituto de la Comunicación e Imagen
Magíster en Comunicación Política
Psicología Política
MAGISTER EN COMUNICACIÓN POLÍTICA
DE LA
UNIVERSIDAD DE CHILE
Nombres: Stephanie Cobo
Romina Onel Rojas
Profesor: Osvaldo Corrales
Fecha: 20 de Agosto de 2015
E-mail: [email protected]
Introducción:
A lo largo de la historia de la humanidad las manifestaciones e interacciones sociales han
sido variadas e incontables, pero es a mitad del pasado siglo que surgió la necesidad de
darle una explicación o sentido a cierto tipo de manifestaciones, con esto nos referimos a
los movimientos sociales, pero es en el último tiempo que ha surgido la duda respecto a
los nuevos movimientos sociales, es decir, a lo que estos significan en la sociedad y en
qué se diferencian de los movimientos sociales originales, ya sea por la motivación que
persiguen o por el tipo de personas que reúnen.
Diversos teóricos se han preguntado respecto a esto, pero en su mayoría coinciden en
que los nuevos movimientos sociales (NMs) a diferencia de los movimientos sociales
originales (MS), se concentran en algo así como peticiones más altruistas que las de los
MS.
Esto quiere decir específicamente, que mientras los MS se concentraban en demandas de
índole material, como la relación trabajo/capital/ingreso, las demandas de los NMs serían
de un corte más altruista, - o valga la redundancia social-, tales como el cuidado del
medioambiente, el reconocimiento de los derechos de los homosexuales, la equidad de
género, el respeto por las etnias, etc.
Esto partiría de la base de que en una sociedad donde las diferencias sociales y
económicas son tantas y tan evidentes, no cabría tiempo ni la posibilidad de pensar en
problemáticas como el desarrollo sustentable (en el caso del cuidado del planeta) o el
derecho de las mujeres a obtener una misma remuneración que la de los hombres por un
mismo trabajo. Se supone que con los avances en materia social, surgirían nuevas
inquietudes, o si se quiere, nuevas “oportunidades políticas”.
Visto desde esa perspectiva, podría pensarse que los MS abrieron la puerta para que los
NMs exigieran demandas idealistas, ya que los MS originales habrían logrado un cambio
en el sistema imperante.
Pese a esto y a lo que se plantea en la bibliografía revisada, es posible pensar que los
NMs también tengan demandas de índole económico detrás, en mayor o menor medida,
dependiendo de la cultura y el sistema político y social en que esté inmerso dicho
movimiento. Por ejemplo, el movimiento gay en Chile exigía que a las personas del mismo
sexo se les permitiera casarse, la respuesta del Estado fue proponer y autorizar el
Acuerdo de Vida en Pareja, cosa que en su mayoría, fue considerada como un triunfo.
¿Cuál podría ser la demanda económica tras esta petición? los derechos del cónyuge
viudo sobre los bienes que adquirieron en conjunto, durante la vida en común.
Otro claro ejemplo de esto sería la demanda del movimiento estudiantil chileno, la cual
surge específicamente como algo económico, una rebaja parcial en los montos del
transporte público para los estudiantes, lo que derivó en exigir educación gratuita y de
calidad, el fin al lucro en las universidades privadas, un cambio en la normativa imperante
y finalmente en un cambio de constitución política.
Todas ellas demandas sumamente altruistas e idealistas, entonces, ¿Cuál sería la
demanda económica de fondo? una forma de acceder a la movilidad social. Esto se
explica porque al acceder a una carrera universitaria, mayores son mis posibilidades de
aumentar mi riqueza o de moverme de una clase social a otra, ahora si la educación
estatal fuese gratis, mis posibilidades aumentan aún más.
Si pensamos profundamente en esto, llegaremos a la conclusión de que en un país en
que no existe la opción de la movilidad social, surgen los movimientos sociales a modo de
respuesta y mientras menor es dicha movilidad, mayor es la necesidad y manifestación
del movimiento.
Aún así, cabe agregar que incluso en los países más desarrollados, -como los del norte
de Europa, que garantizan la seguridad social de sus ciudadanos, traducido en educación
y salud gratuitas, pero impuestos sumamente altos-, presentan manifestaciones de
movimientos sociales con intereses económicos detrás, la diferencia radicaría en lo
explícito de esto, debido a que la mayoría de sus necesidades están cubiertas, por lo
tanto la inequidad social no es tan notoria, como la que observamos en los países
latinoamericanos, por dar un punto de comparación.
A continuación, expondremos más claramente nuestro parecer respecto a la bibliografía
revisada, dando un análisis respecto a las diferentes teorías, de manera de apoyar
nuestras conclusiones con lo antes expuestos por teóricos como Alain Touraine, Alberto
Melucci, Inmanuel Wallerstein, entre otros.
La emergencia
A inicios de los años 60’s comienza a emerger en diversas partes del mundo,
especialmente en las grandes capitales mundo, lo que en años posteriores se
denominaría como los “nuevos movimientos sociales”. Este nuevo nombre surgiría a
respuesta de que diversos estudiosos sistémicos y sociólogos ya no podían encontrar una
explicación al nuevo comportamiento de la acción colectiva a partir de ese entonces.
Las antiguas perspectivas teóricas que describen al movimiento social empezaban ahora
a quedar obsoletas ante la emergencia de un nuevo orden mundial a escala planetaria.
Immanuel Wallerstein sería uno de los primeros autores en describir este nuevo orden
bajo la teoría de los “sistemas-mundo”.
Según este autor, este modelo buscaría la comprensión de las dinámicas de la
“economía-mundo capitalista” como un sistema social total, en las que las condiciones
materiales de producción y consumo, asociado a nuevos horizontes de sentido en la
matriz cultural modificarían los antiguos comportamientos que movilizaban a la acción
colectiva.
Así “la economía capitalista europea del siglo XVI logró expandirse e integrar a las otras
economías-mundo hasta constituirse en el actual sistema-mundo con las consiguientes
lógicas de centro- periferia”1, y con ello un recambio social a escala global.
Wallerstein sobre esto dirá que una de las principales dimensiones que este nuevo
sistema mundo comienza a expandir e “imperar” es precisamente la capacidad de dar
coherencia y legitimidad a una nueva construcción cultural, que él denomina como
geocultura.
Hacemos hincapié sobre este punto de la teoría de Wallerstein, precisamente porque
muchos otros autores coinciden con que la dimensión cultural, o postmaterial de la acción
colectiva de los movimientos de inicios del siglo XXI, responderían en gran manera a
resquebrajar este nuevo orden imperante.
1 Entrevista a Immanuel Wallerstein. Sistema-Mundo y Movimientos Sociales, lo que viene…. Disponible en http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/wallerstein2.pdf
Sobre el proceso de geocultura, Wallerstein dirá que la cultura dominante (geocultura)
durante los últimos dos siglos ha sido la del liberalismo centralista, cuyo elemento central
no es como “se asegura a menudo, el individualismo o la idea de libertad. El elemento
central es la creencia en un progreso gradual e inevitable, a condición sólo de que este
sea alcanzado de la mano y con la sabiduría de los competentes y educados
especialistas”. 2
La tecnificación de la sociedad y la emergencia de estos nuevos síntomas sociales a nivel
global reconfiguran el sentir social. El mundo se abre a nuevas problemáticas antes
inexistentes, y en las que las limitaciones tiempo-espaciales parecen día a día
difuminarse. Asimismo con la consolidación de los mercados internacionales y cuyos
productos hoy comercializados son producidos por partes en diversas partes del mundo.
Lo local y lo global se unen en una relación incestuosa.
Los límites de los denominados Estado-Nación inician un proceso de porosidad, en la que
éstos pierden “fuerza” ante los flujos de la liberalización financiera, que imponen no sólo
los tiempos de la industria y la comercialización, sino también la moda y nuevos estilos de
vida.
Sobre este momento nuevo, el autor Alberto Melucci, dirá que los fenómenos colectivos
emergentes en las sociedades complejas no pueden tratarse simplemente como
reacciones a las crisis de representación del espacio político y de acceso al poder, sino
más bien como un conjunto de efectos de carácter material y ahora, también simbólicos,
que expresan diversos espacios de la vida que antes eran privados.
“En las sociedades con una densidad alta de información, la producción no sólo implica
recursos económicos; sino que también afecta a las relaciones sociales, los símbolos, las
identidades y las necesidades individuales”.3
Para Melucci en este nuevo devenir es clave comprender que lo que ahora está en juego
es el control de la producción social, que ya no es identificable dentro de un organigrama
social como se hacía en antaño, precisamente porque esta nueva “fuerza” ya no residiría
del todo o en exclusividad allí. La relación espacio-tiempo se ve ahora desdibujado.
2 Op. Cit. Entrevista a Immanuel Wallerstein…3Iñiguez R. ,Lucipino, Movimientos sociales: conflicto, acción colectiva y cambio social. En Vásquez, F. Psicología de la acción colectiva. Barcelona, 2003.
“El desarrollo y la gestión de los sistemas complejos no están asegurados si sólo se
controla la fuerza de trabajo y se transforman los recursos naturales; se precisa más que
esto, se necesita una intervención creciente en los procesos relacionales y los sistemas
simbólicos en el campo social/cultural”.4
El estudio de esta nueva matriz sistema propone un desafío para muchos estudiosos de la
época que ven en los modelos marxistas de teorización social un freno a la hora de
comprender los cambios que la rápidamente sufrió la sociedad posterior a la Segunda
Guerra Mundial.
Nos resulta crítico observar hoy como, a nuestro juicio, hoy los nuevos movimientos
sociales constituyen un instrumento de carácter performativo en los diversos espacios que
hoy se distribuyen la producción de sentido de lo real, a la vez que centralizan un único
horizonte de sentido de lo posible: administrar el orden imperante.
A nuestro juicio, la expresión performativa de los NMs, si bien valoramos su dimensión
comunicativa en una sociedad hipersaturada por el ejercicio avasallante y constantes de
las grandes cadenas de medios de comunicación, sin mencionar la influencia existente o
no de las denominadas redes sociales, y en la acaparar un grado de atención por parte
del flujo móvil de ciudadanos es sin duda todo un desafío. Pese a ello, creemos que la
acción misma de esta construcción colectiva, si bien busca generar aperturas de
oportunidad en el sistema imperante, reproduce las lógicas de producción social simbólica
y material del sistema económico de capital.
El movimiento vegano, que rechaza todo tipo de utilización animal en la industria
alimentaria, no alcanza, desde nuestra compresión crítica, a proponer una porosidad a la
base de la problemática que denuncia. Más bien, pareciese que abre oportunidades de
negociación, diríamos nosotras, la administración de un daño al sistema, pero en ningún
caso una nueva relación social con el sistema al que se critica.
Ahora bien, para Alain Touraine, otro de los autores que han enfocado su trabajo en
comprender a estos nuevos movimientos, no coincide con la visión rupturista que tendrían
los nuevos movimientos como si los percibe Wallerstein o Claus Offe, quien propondría
inclusive que éstos (NMs) se caracterizarían tanto por una organización fluida y abierta,
que apunta a una participación indusiva y no ideológica.
4 Op.Cit. Iñiguez.
“Para Touraine, los movimientos sociales no son rechazos marginales al orden, sino más
bien las fuerzas centrales que combaten unas contra otras para controlar la producción de
sociedad y para controlar la acción de las clases para la formación de la historicidad”.5
Desde nuestra perspectiva, estamos más próximas en la comprensión que Touraine hace
de los NMS, precisamente en la reproducción de una cierta forma de producción de
sentido, que escaparía a nuestro juicio a un quiebre radical contra el sistema y el Estado,
como sí podemos observar en la experiencia universitaria de Mayo del 68, que busca
repensar un nuevo modo de ser y estar en el mundo.
Dicho movimiento remite a la creación, a un nuevo imaginario de la sociedad, pensando
así y sólo así un nuevo orden social. A nuestro juicio, remite a construir lo nuevo en lo
“común” que convoca a la acción colectiva y que trasciende a la efervescencia de las
insurgencias y las movilizaciones sociales.
Si bien reconocemos el carácter del nuevo movimiento social en el mundo, tenemos
ciertas aprehensiones respecto a los horizontes de sentido que desdibuja. En otras
palabras, el carácter evanescente que caracterizaría a los NMs, sería a nuestro juicio uno
de los puntos críticos a la hora de preguntarnos entonces, ¿qué tienen de nuevo estos
movimientos sociales? ¿Será que sólo difieren de los antiguos movimientos en virtud de
las disposiciones materiales y en recursos perfomativos de gran alcance que antes no
existían? ¿Existe un cambio significativo a la base de las demandas que hoy se
consideran “postmateriales?
Con relación a esto último y si analizamos los “graffitis” de Mayo francés, podemos darnos
cuenta de que la inquietud que presentaba este movimientos social, versaba sobre una
nueva forma de ser y estar en el mundo, es decir una otro posibilidad de pensamiento y
de hacer política, lo que claramente tendría que ver con una nueva forma de hacer y
entender la economía, al menos en términos prácticos, pero más bien este tipo de
preocupaciones se vuelve poco trascendental, ya que no se busca una mejora salarial, no
se está hablando de remediar las desigualdades o lograr la equidad por medio del dinero,
se deja de girar en torno a la producción y al capital, aquí lo imperante es una nueva
forma de hacer comunidad, algo así como “el canto que encanta”.
5 Op.Cit. Iñiguez.
Ejemplos de esto son las frases:
"Tomemos en serio la revolución, pero no nos tomemos en serio a nosotros mismos"
Odeón
"No es el hombre, es el mundo el que se ha vuelto anormal (Artaud)" Nanterre
"Pensar juntos, no. Empujar juntos, sí." Fac. de Derecho - Assas
"Decreto el estado de felicidad permanente." Ciencias Políticas
"Prohibido prohibir. La libertad comienza por una prohibición." Sorbona
"Cambiar la vida. Transformar la sociedad." Ciudad Universitaria
"La emancipación del hombre será total o no será." Censier
"Queremos las estructuras al servicio del hombre y no al hombre al servicio de las
estructuras. Queremos tener el placer de vivir y nunca más el mal de vivir." Odeón
"La imaginación al poder." Sorbona
"En los exámenes, responda con preguntas." Sorbona
"Olvídense de todo lo que han aprendido. Comiencen a soñar." Sorbona
Todas estas frases nos hablan de un cambio radical del pensamiento, de una ruptura del
sistema y la sociedad actual, de un cese a la acumulación sin sentido, de un alto al trabajo
esclavo en pos del capital, no estaban hablando de ganar más dinero por el trabajo
realizado, estaban hablando de romper con el sistema imperante.
Aquí no impera la sociedad, en este movimiento triunfa lo social, pero desde la
perspectiva de la comunidad, del fin de la nuda vida.
La dimensión comunicativa
Finalmente nos referiremos a la dimensión comunicativa que tienen hoy los NMs y que
explica en gran manera la posibilidad de una geolocalización en diversos puntos
simultaneos entre sí, disociados fisicamente pero unidos bajo un mismo lema que se
comparte a través de las redes sociales como Facebook y Twitter.
La irrupción de la Primavera Árabe y la fuerte censura que sufren estos nuevos medios de
comunicación social estarían dando cuenta de la fuerza inusitada que tienen estos nuevos
dispositivos tecnológicos en la “nueva acción social”.
Laraña parafraseando a Melucci dirá sobre esto que, “el surgimiento de una sociedad de
la información hace que los principios por los que se organiza la producción se extiendan
a relaciones sociales que antes pertenecían al ámbito de lo privado e inciden con fuerza
en la identidad individual. Las fronteras entre los ámbitos público y privado se diluyen,
porque la información se convierte en el recurso estratégico tanto para la subsistencia de
la sociedad, como para el desarrollo de la identidad individual. El surgimiento de la
sociedad de la información genera cambios en los confines sociales: el movimiento por la
reapropiación de los recursos desplaza su lucha a un nuevo territorio”.
Otro ejemplo exitoso de esta dimensión comunicativa de los NMs se encontraría en el
denominado movimiento anti-globalización que opera, gestiona y organiza gracias a las
dimensiones que las nuevas redes, tanto de personas como de equipos tecnológicos,
posibilitan en este nuevo orden de relacionamiento planetario de individuos.
Sin ir muy lejos, el movimiento estudiantil chileno que brotó en el año 2006 generó gran
impacto por su disciplinada organización no sólo en la región Metropolitana sino también
en regiones gracias al uso en ese entonces de plataformas web como Fotolog o MSN.
Revisando esta dimensión comunicativa y comunicacional que tendrían los medios de
comunicación en los NMs nos preocupa la labor que éstos operarían a la base de
constructores de la producción social a nivel planetario, fagocitando continuamente un
pastiche local-global de los acontecimientos que día a día exhiben en los holdings de la
información.
Conclusiones preliminares
Luego de este ejercicio de reflexión respecto a lo que significan los nuevos movimientos
sociales, tanto para la sociedad como para nuestro ejercicio académico, hemos decidido
arriesgarnos con algunas ideas al respecto.
La primera de ellas tiene relación con la descripción que la antiguas teorías del sistema
social hacían de los movimientos sociales, haciendo un reduccionismo de ellos a lo que
éstas han denominado como el conflicto “capital/trabajo”. En otras palabras, diversos
autores dirán que los antiguos movimientos sociales se enfocan meramente a la
dimensión económica de los conflictos sociales. Para nosotras, la perspectiva operaría a
la inversa, y creemos que existiría más bien una subestimación de movimientos como lo
fue el obrero. Esto comprendiendo, que la resistencia que hacía la acción colectiva
apuntaba a una nueva relación entre dominado y dominante, y no a la mera resolución de
conflictos de tipo laboral.
En oposición a esto, y pese a que en primera instancia se comprenden a los nuevos
movimientos sociales (NMs) como reacciones de resistencia al sistema imperante.
Nuestro análisis más profundo cree que en verdad los NMs develan un querer ser
reconocidos por el mismo orden que los convoca. En otras palabras, piden ser parte del
proceso de normalización o parte del orden establecido.
La influencia de las redes sociales en los nuevos movimientos sociales:
Para explicar estas ideas nos hemos basado en algunos puntos claves; por ejemplo, nos
surge la duda al respecto de si la sociedad de la información contribuye al debilitamiento o
al potenciamiento de los NMs, ya que si se mira desde el punto de vista del
potenciamiento, las redes sociales ayudarían a difundir la información necesaria para que
el movimiento cobre fuerza, incluso, podría ayudar a sumar adeptos, pero también podría
darse el fenómeno del despotenciamiento, ya que desde la comodidad del computador es
fácil dar me gusta, o “sumarse” a una marcha y no participar, por lo que la efectividad del
movimiento podría verse comprometida.
Esa comodidad podría degenerar en alienación. De hecho, si se quiere, podríamos decir
que esta nueva sociedad de la información contribuye a individualizar aún más y si
pensamos así, deberíamos plantearnos la posibilidad de que quizás las nuevas
plataformas tecnológicas de comunicación tienen a quitar fuerza a los movimientos
sociales, ya que si exacerban nuestra conciencia individual, ¿Qué impulso o conciencia
social podría tener cabida allí?, por ende, ¿Qué movimiento social podría triunfar allí?
De estas cavilaciones podríamos concluir que la comodidad, la seguridad y el orden
tienden a socavar las fuerzas de la movilización social, incluso de la revolución.
¿Existe comunidad en las redes sociales?, ¿Cómo podría triunfar cualquier movimientos
social a través de estas redes?, ¿Qué tipo de presión podrían ejercer en quienes deben
ser presionados?, ¿Qué estética posible reside en las redes sociales?
Ahondar en esto se vuelve necesario si queremos hablar de la efectividad que podrían
tener los nuevos movimientos sociales, por qué si restamos la marcha y la performance
que conlleva, es decir, la estética que se plasma ahí, ¿Cuál es su poder de
convencimiento?, porque está comprobado que si una persona tiene un número
considerable de seguidores en su blog, Facebook o Twitter, podría llegar a ejercer cierta
influencia en un público objetivo, como por ejemplo las bloggers sobre nuevas tendencias
en moda y maquillaje que luego de conseguir cierto número de seguidores, pueden
recibir pagos por poner avisaje de ciertas marcas en sus páginas, pero de convencer a
alguien de que se compre un labial a convencerlo de que se sume a una marcha
multitudinaria que versa sobre un reclamo que quizás la persona no reconoce como suyo
aún, hay un abismo de diferencia.
En este punto, se puede reconocer una diferencia sustancial entre los movimientos
sociales (MS) y los nuevos movimientos sociales (NMs): los MS se caracterizaron por
tener acciones o manifestaciones sociales que actuaban como medidas de presión;
huelgas, paros, todos ellos se traducen en un alto a las máquinas o al trabajo, lo que
conllevaba en un alto a la producción y a las ganancias, había algo en juego allí que era
algo más que un reclamo social, ellos negociaban en el lenguaje que entienden los
poderosos y empresarios: dinero.
Es desolador pensar que ese tipo de presión tiene más chances de efectividad que un
reclamo social por justicia, igualdad o equidad sin dinero de por medio, pero es una
antecedente que no debe pasarse por alto.
Los diversos teóricos de los NMs coinciden en que estos se caracterizarían por perseguir
objetivos un poco más altruistas, la equidad de género, igualdad de oportunidades en todo
sentido, la defensa de los animales y el cuidado del medioambiente en general, pero si se
hila más fino y se analiza cada NMs en específico, también podrían descubrirse
motivaciones económicas tras estos.
El reclamo tras los NMs:
Luego de estudiar las nuevas teorías respecto a los NMs hemos podido concluir que estas
manifestaciones, -al igual que los MS-, acusan un reclamo o un daño (en palabras de
Ranciere), pero a diferencia de los MS, el reclamo de los NMs (o los movimientos en sí)
surgen en la medida de lo posible, de lo que les está permitido solicitar, por ejemplo lo
que les permitiría el Gobierno de turno, el Estado o el modelo imperante si se quiere.
Podríamos ser aún más arriesgados al respecto y decir que la democracia (entendida
como modelo imperante) administra el daño que acusa el movimiento, pero no lo
soluciona realmente.
Con esto nos referimos a que los reclamos de los NMs se refieren a cosas específicas,
casi siempre que requieren de un cambio de ley o normativa imperante.
Ejemplo de estos hay muchos, pero podríamos mencionar la petición del reconocimiento
legal de la vida en pareja de las parejas del mismo sexo, el proyecto de ley que contempla
la inclusión de la subvención estatal de una dieta vegana, o la incorporación de los
animales “como seres sintientes o sensibles” dignos de derechos legales dentro de lo que
sería la posible modificación a la Constitución chilena.
Basados en esto, podríamos deducir que los NMs buscan el reconocimiento del sistema
imperante a través de la performance. A diferencia del movimiento obrero, - que
podríamos catalogar como un ejemplo claro de movimiento social-, no necesita
reconocimiento, porque sus miembros se saben en el mundo, no buscan ser reconocidos
ni aceptados, el movimiento obrero busca una nueva forma de ser y estar en el mundo.
Un ejemplo de este tipo de movimientos, podrían ser los hippies, ya que ellos también
buscaban una nueva forma de existir o un nuevo modo de entender el mundo y nuestra
existencia en éste.
Claramente este nuevo orden pasaría por cambios en el sistema económico imperante,
pero quizás su cambio más importante ni siquiera sería social, si no de la índole del
pensamiento, para después pasar a ser algo efectivo.
Con esto nos referimos a que a pesar de que buscan una reparación que implica recursos
económicos, no podríamos decir que el movimiento obrero sólo busca una compensación
monetaria. El movimiento obrero era la expresión de la lucha de clases en pleno, era una
lucha por justicia, por derechos, pero no para que los de la clase gobernante los
reconocieran y le dieran su beneplácito, era una toma de poder por la fuerza. No
buscaban la aceptación, buscaban romper el molde establecido, quebrar el sistema
imperante y crear uno nuevo.
Los NMs en cambio buscan la aceptación del sistema imperante, buscan ser aceptados y
reconocidos en el otro, al menos por la vía legal, de manera que el orden les asegure al
menos ser reconocidos por la norma (ya sea por la constitución, decretos, leyes, etc.),
como si eso les fuera a proteger.
Un ejemplo de esto sería la Ley Antidiscriminación o Ley Zamudio, la que se logró luego
del violento ataque que recibió el joven Daniel Zamudio por una pandilla de homofóbicos;
reconocemos el logro que conlleva una normativa como esta, es más, ni siquiera debería
cuestionarse su existencia, pero ¿Qué asegura esta Ley?, ¿Qué aseguran todas las
leyes?, ya que pese al castigo, aún existe la posibilidad de que este tipo de situaciones
sucedan.
Con esto no queremos decir que los MS son mejores o más efectivos que los NMS, o que
menoscabar estos últimos, sólo queremos establecer algunas diferencias entre estos en
cuanto al objetivo que persiguen, la forma en que se manifiestan y la posible efectividad
que podrían llegar a tener.
Finalmente, podríamos concluir que la principal diferencia entre los MS y los NMS es que
cambian su forma de pedir o exigir la reparación daño de distinta forma, con la esperanza
de que si un primer modo no resultó, el segundo quizás tenga más posibilidades. El
reclamo de los MS era total, era una lucha a muerte, un compendio de peticiones (¿la
lucha de clases no es acaso eso?), los NMS atacan por separado, fraccionando el daño,
obteniendo soluciones parches que les hacen más llevadera la vida, pero que no deja de
ser nuda vida al fin y al cabo. La efectividad de ambos tipos de movimientos hasta el
momento, es reducida, por lo tanto la solución podría ser atacar de a poco, pero también
cabría preguntarse ¿Por qué nos están permitiendo este lujo?, ¿Por qué ahora? Quizás la
diferencia está en pedir y tomar por la fuerza.-
Bibliografía:
Iñiguez R. ,Lucipino, Movimientos sociales: conflicto, acción colectiva y cambio social.
En Vásquez, F. Psicología de la acción colectiva. Barcelona, 2003.
Entrevista a Immanuel Wallerstein. Sistema-Mundo y Movimientos Sociales, lo que
viene…. Disponible en
http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/wallerstein2.pdf