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revista estudiantil de divulgación del conocimeinto científico que los estudiantes en Psicología desean compartir.

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Novacula InvitusRevista Estudiantil Trimestral de Psicología

La revista Novacula Invitus lleva consigo la intensión de extender un espacio propio de publicación

para el estudiante, incorporando ensayos, investigaciones, artículos y críticas con un sustento cientí-

�co, con el objetivo de difundir el conocimiento actual alrededor de la Ciencia y Filosofía, siendo

esta iniciativa de los estudiantes para los estudiantes y egresados abriendo un espacio de uso profe-

sional para mejorar el acervo estudiantil y cultural de la región Costa Norte del estado de Jalisco.

La revista Novacula Invitus publica artículos académicos e investigaciones que acontezcan de los

estudios de estudiantes universitarios, partiendo de su conocimiento en ciencias a�nes y de soporte

y trabajo interdisciplinario que permite desarrollar una opinión o postura en cuanto a este cono-

cimiento de formación.

Colaboradores:

Adrian Herrera Ramos

Carlos Mixcoatl Ruiz Rodríguez

Edgar Mayo

Edson Rodrigo Reyes Flores

Francisco Mendoza

Jorge Sandoval

José Adolfo López Solorio

José Luis Chávez Cárdenas

Verónica Rodríguez Rico

Diseño Editorial:

Geovanni Omar Trujillo Guevara

1Novacula Invitus Noviembre 2011

ÍNDICE

I. CARTA DE BIENVENIDA

II. PSICOLOGÍA• Williams James.• ¿Qué mueve al cuerpo?

III. NEUROCIENCIAS• Alexandr Romanovich Luria.• Dios y el sistema límbico cerebral.• Aspectos neuroanatómicos y fisiológicos de la función pragmática de

lenguaje referente a la prosodia emocional.

IV. EPISTEMOLOGÍA• Sir Karl Popper.• Conductismo radical vs conductismo metodológico: posturas paralelas;

un mismo objeto de estudio.

V. FILOSOFÍA• Sócrates.• Del concepto a la práctica.

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2 Novacula Invitus Noviembre 2011

CARTA DE BIENVENIDA

El motivo de crear un espacio donde se presenten trabajos de alumnos es una iniciativa de alumnos

que por tiempo atrás han buscado encontrar un medio de intercambio de ideas, de conciliar y de-

batir los temas que nos conciernen como estudiantes de Psicología, no obstante realizar esta labor

demanda responsabilidad, empeño, análisis y sobre todo en esfuerzo por dejar una semilla donde

se ve tierra fértil; incluido el nombre de la revista que es un aliciente para romper paradigmas, una

navaja que corta de tajo lo antiguo, la pasividad y en cierta medida desafía a cometer errores, pero,

que no sea el del silencio, el de la represión de la libertad de expresión y apoyando la idea de que

la ciencia a pesar de construirse en laboratorios y personajes dedicados a la investigación, tienen un

principio en aulas, con los compañeros de clase y con el inicio de trabajos que llevan impreso el

sello que cada uno desliza con tinta, buscando escuchar el eco de su opinión y esperando la crítica

constructiva que enriquezca los propios criterios.

La revista lleva secciones de ciencias que mano a mano y hombro a hombro han dejado un sen-

dero de propuestas, teorías, leyes, incluso el pasar de paradigmas, desechando las “verdades pasadas,

que son las mentiras presentes”, cuenta con la indispensable Filosofía, que con su análisis crítico

cuestiona la existencia de eventos, hechos, fenómenos y hereda a la Psicología varios de sus objetos

de estudio. A la par, la Epistemología y su estudio del conocimiento científico perfila dejar crite-

rios y argumentos que no dejen espacio a charlatanes, mediocres o mentirosos que en la historia

no obstante han existido, pero que con el consentimiento de los argumentos epistemológicos se

puede tener un filtro necesario para que la ciencia siga floreciendo en beneficio de la humanidad;

por otro lado el auge de las neurociencias y su profundo impacto en la manera de hacer Psicología

actualmente, una jauría de investigadores que se apoderan del fascinante mundo del cerebro, de sus

aportaciones que en algún momento histórico quedaban excluidas de la investigación psicológica

por no tener los conocimientos certeros y los métodos adecuados para investigar la “caja negra”; no

obstante este obstáculo se ha derrumbado para cooperar en una construcción de conocimiento ho-

nesto, riguroso y con la menor ambigüedad posible, con ellos se da pie a la última sección que nos

atañe con no mayor compromiso que las otras, la Psicología, la ciencia de la conducta y de lo que los

humanos dicen, de sus interrogantes y sus complejas definiciones, de sus innumerables desacuerdos,

de sus conflictos conceptuales, de su ambigüedad y de su roce con lo popular, con lo coloquial, es

la ciencia que “codea” con el lenguaje cotidiano, y no obstante que con cierto cuidado y tenacidad,

con la colaboración de las otras ciencias logra definir principios y argumentos coherentes con una

metodología que debe ser simple, entendible y con la cual se pueda experimentar y comprobar.

3Novacula Invitus Noviembre 2011

En cierta forma es una rebelión poder plasmar lo que un estudiante pueda decir de lo que le interesa

y en ciertos casos le apasiona, llevar una navaja que permita cortar las ataduras de la expresión y es

la intención de esta revista.

La ciencia humana consiste más en destruir errores que en descubrir verdades.

Sócrates (470 AC-399 AC) Filósofo griego.

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Novacula Invitus

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Novacula InvitusRevista Estudiantil Trimestral de Psicología

PSICOLOGÍAWilliams James (1842-1910)

6 Novacula Invitus Noviembre 2011

Williams James (1842-1910)

Williams James nació el 11 de enero de 1842 en la ciudad de Nueva York. Hijo de William y Mary

James. Psicólogo y filósofo norteamericano. Hermano mayor del novelista Henry James e hijo de

otro Henry, notable filósofo seguidor de Swedenborg, es el pensador norteamericano moderno

más apreciado y admirado. Sus antepasados fueron inmigrantes irlandeses, enriquecidos en su nueva

patria. Durante la infancia, William James, como su hermano, acompañó a la familia en sus largas

peregrinaciones por Europa.

En 1864 Ingresa en la Facultad de Medicina de Harvard donde completa sus estudios de medicina

después de varias interrupciones, como la expedición que realiza a Brasil. La formación académica-

científica se alterna con su estudio e interés por la filosofía alentado por el contacto con algunas de

sus amistades: Charles S. Peirce, Oliver Wendell Holmes , Chauncey Wright. Junto a ellos funda el

Metaphysical Club.

En 1875, crea en Harvard el primer laboratorio de psicología de los Estados Unidos.

Sus publicaciones son:

1890. - principles of Psychology (Principios de Psicología).

1897. - Publica The Will to Believe and Other Essays (La voluntad de creer y otros ensayos).

1899. Publica Talks to Teachers (Habla con los profesores).

1902. Publica Las Variedades de la experiencia religiosa.

1907. Publica Pragmatism (Pragmatismo).

1909. Publica A Pluralistic Universe y The Meaning of Truth (Un Universo Pluralista y el sig-

nificado de la verdad).

Es bastante probable que un estudiante de Psicología se encuentre con james en dos ocasiones –solo

dos ocasiones. Por una parte, principios de Psicología (1890) es un clásico de la historia –más o

menos estándar- de nuestra disciplina; por otra, las aportaciones de James al estudio de las emocio-

nes son obligada referencia en los libros acerca del tema. (Laso).1 al respecto Damasio comenta que

1Laso,E.,V.A.http://estebanlaso.com/pdfs/james.pdf,28/10/11.

7Novacula Invitus Noviembre 2011

Williams James, cuyas intuiciones sobre el alma humana sólo han tenido rival en las de Shakespeare

y Freud, planteaban una hipótesis verdaderamente sorprendente sobre la naturaleza de la emoción

y sentimiento (Damasio, 2006)2

“si experimentamos alguna emoción fuerte y después intentamos abstraer de nuestra con-

sciencia de ella todos los sentimientos de sus síntomas corporales, encontraremos que atrás

no hemos dejado nada, ningún “material mental” del que puedan constituirse la emoción,

y que todo lo que queda es un estado frío y neutro de percepción intelectual”.

2Damasio,A.(2006)ElerrordeDescartes,Ed.Crítica,España.

8 Novacula Invitus Noviembre 2011

¿QUÉ MUEVE AL CUERPO?

Adrian Herrera Ramos

[email protected]

“El hombre debería saber que del cerebro,

y no de otro lugar vienen las alegrías, los placeres, la risa y la broma,

y también las tristezas, la aflicción, el abatimiento, y los lamentos.

Y con el mismo órgano, de una manera especial, adquirimos el juicio y el saber, la vista y el oído

y sabemos lo que está bien y lo que está mal, lo que es trampa y lo que es justo,

lo que es dulce y lo que es insípido,

algunas de estas cosas las percibimos por costumbre, y otras por su utilidad...

Y a través del mismo órgano nos volvemos locos y deliramos,

y el miedo y los terrores nos asaltan, algunos de noche y otros de día,

así como los sueños y los delirios indeseables,

las preocupaciones que no tienen razón de ser,

la ignorancia de las circunstancias presentes, el desasosiego y la torpeza.

Todas estas cosas las sufrimos desde el cerebro”

(Hipócrates: Sobre la enfermedad Sagrada, traducido por Francis Adams, Enciclopedia Británica Inc.)

Tal pregunta nos hace especular una anterior, ¿existe algo que mueva al cuerpo?, cayendo en una

respuesta afirmativa, deberíamos de preguntarnos ¿qué es y cómo es que lo mueve?, ¿con qué in-

tención? ¿Qué fin persigue eso que lo mueve?, todas estas preguntas tienen un origen… el cerebro

mismo; a su vez esta respuesta se inicia desde la filosofía, de forma más precisa se desprende de las

9Novacula Invitus Noviembre 2011

doctrinas espiritualista o idealista de la mente (Espiritualismo se entiende:(1) En sentido psicológico,

como la afirmación del primado del espíritu en la explicación de los fenómenos psíquicos. (Fe-

rrater; 1991) esto desemboca fatalmente en la psicología mentalista (Bunge; 2002), de tal manera, la

primera cuestión que nace al respecto es una sugerencia de (Platón), Fredo: que en buena lógica, ¿no

debería la mente del orador conocer la sustancia del tema sobre el que se dispone a hablar? (Sagan;

1993). Con tal sugerencia podríamos preguntar a la psicología mentalista que describa la “mente”.

Generalmente esta cuestión de la mente termina en una maraña de respuestas a un concepto que

escapa de las manos de la ciencia, y no más que por un compromiso de honestidad, por tal motivo

surge en un principio el conductismo ontológico, que niega la existencia de la mente o por lo

menos la posibilidad de estudiarla científicamente (conductismo metodológico), sin embargo, el

camino en el presente se abre desde la psicobiología que afirma que la conducta es resultado de

procesos nerviosos que a veces son desencadenados por estímulos externos, mientras que los estados

mentales son estados cerebrales de un tipo muy especial (Bunge; 2002) sin embargo, esta tesis no

tiene se origina después de cuestionarse sobre la herencia del debate contra el “mentalismo”, sino

su primer esbozo viene de la antigua Alejandría, y que luego adoptó Hipócrates, con lo cual se

establece lo que hoy llamamos como neurociencias, no obstante Punset detalla que en la Inglaterra

de mediados del siglo XVII; el cerebro, parecía una glándula de aspecto desagradable y de irritante

inutilidad. En este momento histórico, alguien acuño la palabra “neurología”. Thomas Willis (1621-

1675), junto a un grupo de sabios, inauguró una nueva era: la “era neurocéntrista” en la que nos

encontramos hoy, donde cerebro y mente son dos conceptos inseparables. (Punset, 2007). Actual-

mente existe este complejo científico de las neurociencias las cuales estudian el sistema nervioso

desde el punto de vista multidisciplinario, mediante el aporte de diversas disciplinas como Biología,

Neurología, Psicología, Química, Física, Farmacología, Genética o informática, etc. y que estudia

diversos aspectos del S.N. como es la anatomía, funcionamiento, patología, desarrollo, con el fin úl-

timo de comprender en profundidad los procesos cognitivos y el comportamiento del ser humano

(Mora y Sanguinetti, 1996). Desde esta avasalladora jauría de investigadores se establece quizás la

más grande batalla para describir el evolutivamente más eficiente contemplador del universo: ”el

cerebro humano”, con sus millones de redes sinápticas que son seducidas por el ambiente y una

estrategia de codificación genética que busca adaptarse de la forma más elegante a su medio, y estas

mismas neuronas que se comunican entre sí, crean el sistema complejo llamado Sistema Nervioso,

que tiene como unidad estructural y funcional, la neurona, la cual está compuesta de cuatro re-

giones; soma (cuerpo de la célula nerviosa), las dendritas, el axón y la sinapsis, el soma es el centro

metabólico de la célula y contiene el núcleo celular. El núcleo está localizado al centro del soma,

y el citoplasma que rodea inmediatamente al núcleo se llama pericarión. El citoplasma del axón se

llama axoplasma. (Clark; 2005).

10 Novacula Invitus Noviembre 2011

De tal manera, para responder a la cuestión que nos concierne, debemos dejar de lado algunas pro-

puestas filosóficas que nos llevan a senderos poco fecundos, tercos y tristemente poco atractivos para

un cerebro que busca comprender el universo, de tal forma, el principio está en una neurona, en una

diminuta parte de nuestro cuerpo, el que creció junto a su sistema nervioso, y que por causas que

Darwin y Wallace descubrieron en 1859, hoy se puede investigar con un enfoque más completo. Se

puede decir que la evolución nos dio una posibilidad única en el infinito de investigar con cautela y

paciencia, con coraje y fuerza pujante a desenmarañar lo que es nuestro cuerpo. Y que este no es un

arlequín de un ente diferente, sino que es una estructura que no es netamente conductual, sino que

lleva en sí, otras cualidades, pensamientos, memoria, deseos, etc., incluso una compleja explicación

científica por descubrir para llegar a describir una simple estimulación sináptica, de buscar la respues-

ta a una titánica proeza como responder a la naturaleza misma y ver al cuerpo desde la perspectiva

evolutiva, donde el cerebro es un órgano necesario y que en tanto y tanto, en algunos momentos

mutó para adaptarse al medio por los caprichos de la vida y ser una estructura compleja y brillante.

No obstante, el cerebro por sí solo no es la presea de mayor valor, ni es una estructura ajena, sino que

el cuerpo en su totalidad es el objeto, incluso en el cuerpo se alberga el cerebro y por tal motivo,

no es solo comprender esta maravillosa maquina biológica, Damasio opina al respecto que a pesar

de los muchos ejemplos que se conocen en la actualidad de estos complejos ciclos de interacción,

por lo general cuerpo y cerebro se conceptualizan por separado, en estructura y función (Damasio,

2006), el mayor cuerpo teórico está dedicado a hablar y describir por separado, ya sea por acertar

con mayor precisión sobre cada función, proceso, estructura o ya sea por mera “costumbre”. Pero

cuando vemos, u oímos, o tocamos o gustamos u olemos, en esta interacción con el ambiente par-

ticipan el cuerpo propiamente dicho y el cerebro (Damasio, 2006).

Pero, el avance científico nos permite esbozar un avance que hasta unos años atrás era lento, actual-

mente es vertiginoso, y es posible que como se progresó en la comprensión del universo, ahora se

asienten los fundamentos para comprender como es que el cuerpo humano con su cerebro evolu-

cionado logra proezas que otras especies ni siquiera imaginan. Ahora bien, toda esta investigación

comienza con Herófilo y su concepción del cerebro, en la época Alejandrina, donde la ciencia

cobraba su primer ímpetu explorador metodológico, aparecen sus aportaciones, realizó estudios

del cerebro, y lo reconoció como órgano central del sistema nervioso y sede de la inteligencia.

Describió el cerebro, el cerebelo y las meninges que los envuelven, así como la confluencia de los

senos venosos que llevan su nombre; dividió los nervios en motores al asociarlos con el movimiento,

y sensitivos los relacionados con la sensibilidad (Jaramillo, 1995), las aportaciones de Herófilo 109

o 344 años antes de C. dejaban la línea abierta a una visión neurocentrista, descartando la visión

Aristotélica de la residencia de la inteligencia en el corazón, que tuvo aceptación profunda en la

historia posterior a la Grecia Clásica, y que no obstante aún perdura en tiempos modernos. Esta

primera aproximación al campo de las neurociencias se cubrió de velo históricamente, ya que existía

11Novacula Invitus Noviembre 2011

un paradigma “cardiocéntrista” que la religión católica abrazó para sus fines; y así como este fue

un paradigma que la religión sostuvo; en la Psicología han existido paradigmas que han tenido un

reinado de pensamiento que al final marca conceptos, principios metodológicos y al igual restringen

la definición de ciencia, con respecto a esto, Kuhn define Paradigma como realizaciones científicas

universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y so-

luciones a una comunidad científica (Kuhn, 2004), actualmente se aboga por que el cerebro sea el

objeto central de la investigación en Psicología, y con ello un cambio paradigmático progresivo que

se encuentra con las posibilidades de dar un paso más en la descripción que la psicológica ha dado.

En la física vemos este cambio paradigmático con notoria claridad: desde la descripción Ptolomeica

de un universo geocéntrico, pasando por la revolución Copernicana por darle otro orden al uni-

verso y posiciona a el sol como centro del sistema, y la reafirmación de Galileo y su “demoniaco”

telescopio descubriendo los movimientos de planetas y el giro del sol sobre su propio eje, o incluso

en la reunión elegante y simple de las teorías previas donde Newton se encumbro en los hombros

de titanes ya citados, y posteriormente de forma incomprendida el universo se vuelve tan relativo

como irreverente la sociedad, Einstein de nueva cuenta revoluciona el conocimiento, con ello se dan

pasos gigantes en la comprensión del universo, en tales circunstancias un hecho y paradigma hizo

emerger otro, y la ciencia prospera para beneficio de la especie.

Con tal perspectiva el paradigma neurológico se perfila a considerar como el cerebro actúa en el

cuerpo y sus interpretaciones deben pasar las pruebas epistemológicas y de ambigüedad del lenguaje

como Platón argumenta en el personaje de Fredo; históricamente esta evolución viene de “alma”,

pasandopor“mente•”ylaposturadelmaterialismoemergentistaqueactualmentetienemayorcon-

sistencia metodológica y posibilita mayor campo de investigación que sus rivales: como las posturas

dualistas, o el monismo neutral de W. James y B. Rusell, R. Carnap; el materialismo eliminativo de

J. B. Watson, B. F. Skinner, Hempel. Y este ha permitido dilucidar una perspectiva que unifique las

investigaciones que históricamente se han hecho aislando el objeto de investigación, pero para evitar

el sesgo o la tergiversación de la información se debe de pasar por una base de pruebas compro-

bables y con el mayor rigor y observación, Damasio propone en la investigación de la toma de deci-

siones, la hipótesis del marcador somático: son un caso especial de sentimientos generados a partir de

emociones secundarias. Estas emociones y sentimientos han sido conectados, mediante aprendizaje,

a resultados futuros predecibles de determinados supuestos (Damasio, 2006). Esta hipótesis considera

el cuerpo y el cerebro y su interacción, está estructurada bajo la investigación de los sentimientos y

emociones a la hora de tomar decisiones; con esta hipótesis se establece la investigación conductual

y la contemplación de las aportaciones neurocientíficas con esto se perfiló a establecer una revolu-

ción o innovación del paradigma neurológico considerando el cuerpo en su totalidad, permitiendo

dar pasos firmes en la comprensión de cómo es que en la evolución un pequeño homínido mutó y

paso por periodos de sequias, hambre y con tales circunstancias se empeñó en sobrevivir y terminar

siendo una especie que busca comprender su existencia, tomando decisiones y buscando prosperar.

12 Novacula Invitus Noviembre 2011

Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano.

Isaac Newton.

Bibliografía

Bunge, M. Ardila, R. (2002). Filosofía de la Psicología; Ed. Siglo XXI; México.

Clark, D. L., Boutros, N. N., Méndez M. F.; (2005). El Cerebro y la Conducta; Ed. Manual Moderno.

Ferrater, M. J. (1991). Diccionario de Filosofía; Ed. Sudamericana, Quinta Edición.

Jaramillo, A.J. (1995) las paradojas de la ciencia: la mente y el desarrollo humano, Ed. Universidad

de Costa Rica, Costa Rica.

Kuhn, T. (2004), Estructura de las Revoluciones Científicas, Ed. FCE, Argentina.

Sagan, C. (1993). Los dragones del edén; Ed. Crítica; México.

Punset. E. (2007). El Alma está en el Cerebro, Ed. Aguilar, México.

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Novacula InvitusRevista Estudiantil Trimestral de Psicología

NEUROCIENCIASAlexandr Romanovich Luria (1902-1977)

14 Novacula Invitus Noviembre 2011

Alexandr Romanovich Luria (1902-1977)

Luria nació el 16 de julio de 1902 en Kazán en la ex Unión Soviética, Se especializó en el estudio de

la fisiología cerebral y de los trastornos del lenguaje y de la memoria. Estableció una relación entre

los mecanismos cerebrales y las funciones intelectivas del hombre y llevó a cabo diversas investiga-

ciones relativas a los enfermos afectos de lesiones cerebrales y su reinserción social.

1962. Las Funciones Corticales Superiores en el hombre.

1963. Restauración de la función después de una lesión cerebral.

1970. Traumáticas Afasia: Sus síndromes, Psicología y Tratamiento.

1973. El Cerebro de trabajo.

1976. El Desarrollo Cognitivo.

Sus principales inspiradores teóricos fueron los filósofos neo kantianos del siglo XIX, Dilthey,

Richert y Windelbant. A propósito de los estudios que venía realizando Wundt, Luria comenzó

sus trabajos de campo sobre las funciones psicológicas superiores. Asimismo, los desarrollos del psi-

coanálisis de Freud y especialmente los de Jung cautivaron rápidamente la mirada del pensador ruso.

Finalmente llegaría a conocer a Vigotsky en el Instituto de Kornilov, que había tomado el control

de las investigaciones neurológicas soviéticas.3

3http://www.ecovisiones.cl/metavisiones/Pensadores/luria.htm

15Novacula Invitus Noviembre 2011

DIOS Y EL SISTEMA LÍMBICO CEREBRAL

Luis Chávez Cárdenas.

[email protected]

Quiero suponer que una gran parte de los seres humanos que habitamos este planeta, en algún mo-

mento de nuestras vidas nos hemos preguntado: ¿qué es Dios? ¿Realmente existe y si existe porque

no lo vemos? ¿cómo procesa este concepto nuestro cerebro? ¿En qué parte de nuestro cerebro se

originan los sentimientos de tipo religioso? Considero que primero es importante aclarar y delimi-

tar algunas cuestiones, como la de “Dios”. El filósofo inglés, Wittgenstein (1923) nos dice que,

de lo que no se puede hablar es mejor callarse, es decir, este tema es un asunto metafísico delicado,

de propiedades extralingüísticas, que por métodos empíricos es imposible demostrar su existencia,

así como también negarla. Po lo tanto llegamos a un callejón sin salida, y según el filósofo Bertrand

Russell (1973) lo relacionado a Dios tradicionalmente ha sido uno de los problemas clásicos de la

filosofía. Argumentar a favor o en contra no es la intención del presente escrito. La ciencia no está

peleada con la religión, pienso que una persona puede combinar ambas cosas sin ninguna dificultad.

Lo que si me interesa es hablar de un campo de investigación sumamente interesante; la llamada

neuroteologia. Este neologismo aparece por primera vez en la novela “Island” del filósofo Aldous

Huxley (1962), quién decía que era un proyecto de búsqueda y aprovechamiento de las posibles

correlaciones entre fenómenos neurológicos y la vivencia religiosa. Huxley (1962) defendía el uso

de las drogas, tenía la creencia de que por medio de estas sustancias se podía adquirir otro nivel de

conciencia, expandir la percepción y comprender de manera diferente la realidad. Es un hecho que

las drogas alteran nuestra conciencia, y existe una elevada posibilidad de que provoquen experien-

cias místicas, de iluminación, sin embargo en ese tiempo, la concepción de la neuroteología era muy

ambigua, y Huxley desconocía de fisiología cerebral.

Es hasta inicios de la década de 1990, cuando este enfoque empieza a tener mayor solidez epis-

temológica. Surgen investigadores serios como Ramachandran, Steven Pinker, Oliver Sacks, que

se propusieron saber cómo y porque se originan en el cerebro las experiencias de tipo religioso.

Todos tenemos sentimientos, emociones, y de alguna u otra manera deseamos compartirlas con los

demás, es por eso que hemos inventado todo un sistema cultural. Dentro de ese sistema, la religión

es uno de los grandes pilares que sostiene a la sociedad. Muchas religiones, no todas, promueven la

idea de un ser sobrenatural, pero a nivel cerebral ¿cómo se vive la experiencia religiosa? ¿qué pasa

con nuestras ondas cerebrales alfa, beta, gama y theta, cuando estamos orando o meditando? Esas

respuestas tienen que ver con el sistema límbico.

16 Novacula Invitus Noviembre 2011

A lo largo del complejo proceso de evolución de nuestra especie, desde el hombre de Neanderthal

al Homo Sapiens Sapiens, fuimos desarrollando un cerebro que nos permitió una mejor adaptación

al entorno y empezamos a pensar sobre cuestiones abstractas, como la vida, la muerte y Dios. El

sistema límbico se especializó para la supervivencia. Por ejemplo; si en la calle, un perro aparece

dispuesto a mordernos, este sistema activa una alarma de miedo, favorece que se libere adrenalina

para dar energía suficiente a los músculos, y así le avisa a todo el cuerpo que es necesario correr,

para evitar la mordida. La amígdala, una estructura del sistema límbico, es la encargada de asociar las

emociones con estímulos externos, nos informa “cuidado, hay peligro” “No pases por ahí “.

Nuestro cerebro está divido en cinco lóbulos; parietal, temporal, occipital, frontal e insular. El sistema

límbico se localiza en el lóbulo temporal, y es precisamente ahí donde se registran las experiencias

de tipo religioso. Un experto en estos temas, es el prestigioso neurocientifico de la India; Vilayanur

Ramachandran, que actualmente dirige el centro especializado de estudios cerebrales en San Diego

California. Este centro es considerado como uno de los más avanzados a nivel mundial, es ahí donde

están surgiendo nuevos abordajes clínicos en el campo de las neurociencias.

Gran parte de lo que sabe es por los estudios que se han realizado en pacientes epilépticos que

han sufrido ataques en el lóbulo temporal. La epilepsia o también llamada ataque gran mal, según

Ramachandran (1999) se debe al mal funcionamiento de un grupo de neuronas del cerebro, que

disparan señales de manera caótica hasta que la actividad se propaga como un incendio y abarca

después a todo el cerebro. Cuando estos ataques se originan en el sistema límbico, especialmente

en el temporal izquierdo, se presentan síntomas estrictamente emocionales, y de tipo religioso. Las

personas manifiestan con fervor que ven a Dios, que lo escuchan, que lo tocan o los toca; sus des-

cripciones pueden ser tan coherentes que sorprenden a los médicos. Pero, ¿porque tienen qué ser

alucinaciones de tipo religioso? Es decir, ¿porque no alucinan a un elefante? ¿Una iguana? ¿Porque

tiene que ser exclusivamente algo sobre divinidad o religión?

Ramachandran (1999) menciona que existen trastornos neurológicos y psiquiátricos como el sín-

drome de los lóbulos frontales, la esquizofrenia, la manía depresiva, que perturban las emociones,

pero estos pacientes casi nunca dan muestra de preocupación religiosa con el mismo grado. Los

esquizofrénicos hablan de Dios de vez en cuando, pero sus sentimientos son muy efímeros, muy am-

biguos y no manifiestan la misma intensidad que se observa en los epilépticos del lóbulo temporal.

¿a qué se debe está obsesión religiosa? ¿tiene algo que ver la personalidad del paciente? Pero si esto

influye, ¿qué pasaría con el cerebro de un ateo? ¿Sentiría a Dios?

Pienso que el cerebro es todo un misterio. No existen teorías solidas que contesten a todas estas pre-

guntas y expliquen porque es en el lóbulo temporal y no en el lóbulo parietal, donde se producen

experiencias alucinatorias de tipo religioso. El Dr. Ramachandran está proponiendo interesantes

17Novacula Invitus Noviembre 2011

hipótesis y confía ampliamente que los nuevos enfoques de las neurociencias, en un futuro cercano,

las podrán comprobar.

Voy a mencionar dos hipótesis. La primera, de acuerdo al Dr. Ramachandran (1999) es que, como

los ataques son en el lóbulo temporal, las zonas sensoriales del cerebro que nos permiten ver perso-

nas y sucesos, y oír voces, quedan más estrechamente conectadas con los centros emocionales del

sistema límbico, y el resultado es que todo objeto y todo sujeto por insignificante que parezca para

el paciente tiene mucho significado, de esa manera, siente que recibe iluminación, que el cosmos

puede sostenerlo en su mano, que está en comunicación con Dios.

La segunda hipótesis, nos dice Ramachandran (1999) es que tal vez los humanos desarrollamos por

evolución un circuito neuronal especializado exclusivamente en experiencias de tipo religioso, pero

si eso fue así, se pregunta, ¿qué tipo de presiones selectivas darwinianas podrían haber dado origen

a este mecanismo?

Esta hipótesis es tremendamente especulativa. Estos argumentos pertenecen a una disciplina llamada

psicología evolucionista, antes llamada sociobiologia, pero esta palabra adquirió un mal prestigio por

razones políticas, por ejemplo, algunos sociobiologos sostenían que las diferencias entre las distintas

razas sobre sus progresos tecnológicos y sociales, se debían a cuestiones genéticas, y no por hechos

sociales, el atraso de África se explicaría diciendo que los africanos son “poco inteligentes”, cuando

sabemos que algunos países extranjeros y regionales (africanos), históricamente han provocado

guerrillas internas y eso a obstaculizado su crecimiento social. Por eso, se cambió a un nuevo tér-

mino; psicología evolucionista, que junto con las neurociencias, tienen mucho que decirnos sobre

estos polémicos temas que tanto interés nos despiertan. La ventaja de la ciencia es que siempre se

hace preguntas y no inventa respuestas, en todo caso, eso se lo dejamos a las pseudo-ciencias.

En el año de 2000, el neurocientifico Erik Kandel fue galardonado con el premio nobel de medi-

cina, por investigar los mecanismos moleculares del aprendizaje y la memoria, intuía qué las neuro-

ciencias serían el campo científico más interesante del siglo XXI, y creo que no estaba equivocado.

Las neurociencias se perfilan como uno de los campos qué dará respuestas a este asunto de dios y el

sistema límbico, de saber con exactitud los mecanismos neurobiólogos implicados en la experiencia

religiosa. El cerebro es todo un reto. Aunque en nuestra cabeza llevamos un cerebro, a veces se nos

olvida que no es un órgano cualquiera, es producto de miles y miles de años de evolución, y eso

hace que se vuelva aún más, un objeto de estudio fascinante.

18 Novacula Invitus Noviembre 2011

Bibliografía.

Huxley, Aldous. (1962). Island. Ed. Harper and Row. New York.

Ramachandran, V.S. BLakeslee, Sandra. (1999). Fantasmas en el cerebro. Ed. Debate/pensamiento.

Madrid, España.

Russell, Bertrand. (1973). Los problemas de la filosofía. Ed. Labor. Madrid, España.

Wittgenstein, Ludwig. (1923). Tractatus logico-philosophicus. Escuela de Filosofía Universidad AR-

CIS. Recuperado el 15 de octubre de 2011 de www.philosophia.cl.

19Novacula Invitus Noviembre 2011

ASPECTOS NEUROANATÓMICOS Y FISIOLÓGICOS DE LA FUNCIÓN

PRAGMÁTICA DEL LENGUAJE REFERENTE A LA PROSODIA EMOCIONAL.

L. M. Hidalgo Ayala, M. C. Chávez Guevara.

Introducción: La prosodia se refiere a la entonación y al ritmo que se aplica al habla (Fernández,

2010). Es el componente del lenguaje que se refiere a un procesamiento cognitivo necesario para

expresar y comprender intenciones comunicativas con los aspectos suprasegmentales de la comu-

nicación oral (variaciones de la entonación, modulaciones de la intensidad vocal y ritmo). Existe

una clasificación que la divide en dos ámbitos: prosodia lingüística (entonación de interrogación,

imperativos, etc.) y prosodia emocional (Joanette, 2008). Dentro de la segunda, se hace referencia

a la intención, mediante la modulación del tono de voz, que el interlocutor tiene al hablar (Ortiz-

Siordia, 2008) para expresar emotividad en su discurso, tal como enojo, miedo o alegría y que a su

vez, el escucha debe tener la capacidad de identificar esos contenidos emocionales sobre la base del

habla que percibe (Joanette, 2008). En la interpretación del contenido emocional que puede tener

un estímulo, participa un circuito integrado por la amígdala, el cíngulo anterior y la corteza prefron-

tal ventrolateral (Sanz-Martín, 2006). Parece, entonces, que el proceso implícito de la elaboración

del discurso, a través de una entonación afectiva, se limita a regiones subcorticales, las cuales median

la inducción automática de reacciones emocionales concretas, como puede ser el miedo a través

de la amígdala. Posteriormente, las características suprasegmentales, que serían las que conforman

la prosodia, aunque a grandes rasgos, se codifican predominantemente en estructuras del hemis-

ferio derecho, y la estructura segmentaria (fonética, léxico-semántica, morfosintáctica), en cuanto

a las transiciones rápidas, se procesan en áreas contralaterales. Estos efectos acústicos de lateralidad

pueden explicar los fenómenos de dominancia de los hemisferios que incluye la comprensión del

lenguaje en el hemisferio izquierdo y el procesamiento acústico, que se refiere a la melodía del dis-

curso, en áreas del hemisferio derecho. La prosodia, entonces, tiene una conectividad diferenciada

según sus aspectos lingüísticos, que estarían ligados, en parte, a áreas del hemisferio izquierdo, alre-

dedor del área motora correspondiente al movimiento de la lengua, y según sus aspectos de prosodia

emocional, donde existe una implicación de la corteza orbitofrontal bilateral (Ortiz-Siordia, 2008).

La prosodia emocional, al estar implicada entonces en la capacidad de un sujeto para expresar o

comprender los estados emocionales dentro del discurso, se correlaciona con el proceso de empatía,

que sería esto mismo pero llevado incluso a la expresión de gestos y mímicas, el cual resulta crucial

para llevar acabo interacciones sociales de modo adaptativo. Esta capacidad es necesaria para funcio-

nar de forma óptima dentro de un contexto social, donde se requiere comprender lo que los demás

20 Novacula Invitus Noviembre 2011

sienten. Cuando estos aspectos fallan, provocan que el sujeto perciba menos su contexto social,

tenga reacciones inesperadas hacia los otros, y con el tiempo sea socialmente segregado (Moya-

Albiol L., 2010).

Objetivos: Se pretende establecer un marco de referencia de los aspectos prosódicos en una base

neuronal, proponiendo las probables regiones y rutas cerebrales que participan principalmente en

este aspecto lingüístico.

Hipótesis: Hay vías específicas de las producción prosódica tanto para los aspectos lingüísticos como

emocionales.

Existen diferencias neuroanatómicas y neurofuncionales entre sujetos sanos y sujetos que presentan

trastornos o deficiencias en la producción y la comprensión prosódica.

Marco Teórico:

El reconocimiento de la prosodia emocional sucede en tres etapas sucesivas y sincrónicas:

a) Obtención de la información suprasegmental acústica en las áreas de percepción auditiva prima-

rias y secundarias del lóbulo temporal derecho.

b) La representación de secuencias acústicas en el surco temporal posterosuperior derecho.

c) Evaluación de la prosodia emocional en la corteza bilateral frontal inferior.

En el primer nivel de reconocimiento de la emoción y afectividad que se le da al discurso, se activa

predominantemente la corteza temporal media del hemisferio derecho, en conjunto con la ínsula

anterior derecha (Ortiz-Siordia, 2008).

En el segundo nivel, se mostró una activación importante en el surco temporal superior derecho,

homólogo al área de Wernicke, donde se realiza la comprensión del habla melódica, así como la ac-

tivación de la corteza frontal inferior en el hemisferio derecho, que permite reconocer la ejecución

en la prosodia emocional.

En la tercera etapa, donde se emite el juicio de la prosodia emocional, parece existir una par-

ticipación del hemisferio izquierdo mediante la activación de las áreas homólogas del hemisferio

derecho correspondientes al lenguaje (Ortiz-Siordia, 2008).

Entonces, podemos observar que los aspectos de la prosodia lingüística activan principalmente áreas

perisilvianas del hemisferio izquierdo incluyendo el área de Broca, mientras que la evaluación y

juicio de señales emocionales en el discurso activa de forma bilateral la corteza orbitofrontal, lo que

21Novacula Invitus Noviembre 2011

incluya la cara orbitobasal de la corteza frontal. Dentro de la expresión de la prosodia emocional,

además de seguir los tres pasos ya mencionados, se observa la activación bilateral de la corteza frontal

inferior.

Con esto, podemos inferir que para la comprensión de la prosodia emocional, existe una comuni-

cación transcallosal además de una comunicación con áreas subcorticales que media la inducción

automática de reacciones emocionales específicas en los ganglios basales (Ortiz-Siordia, 2008).

En la figura 1 se muestran las áreas que se activan principalmente para el procesamiento de la proso-

dia emocional.

Se ha encontrado que, en pacientes con lesiones del hemisferio derecho, se ven alteraciones de la

prosodia emocional (Joanette, 2008). La experiencia emocional se refiere a la manera particular en

la que cada individuo experimenta las emociones, en dicha experiencia, son fundamentales las co-

nexiones del núcleo central de la amígdala hacia la corteza prefrontal y el giro del cíngulo. Tanto en

pacientes con lesiones en la corteza orbitofrontal como aquellos con lesiones del lóbulo temporal,

así como en la amígdala, se observan dificultades para reconocer las expresiones faciales, especial-

mente de miedo, la prosodia emocional, e incluso la intencionalidad de una melodía, por ejemplo,

una melodía para crear miedo. Una lesión en el giro temporal medio derecho, puede provocar ano-

mia específica para las expresiones emocionales (Sanz-Martín, 2006).

En pacientes con trastornos del espectro autista (TAE) se observan anomalías tanto en la producción

prosódica como en la capacidad para interpretar claves prosódicas de los demás (Fernández, 2010),

lo cual se justifica con hallazgos de disfunciones en la corteza prefrontal, el lóbulo temporal, las

áreas perisilvianas, la circunvolución temporal superior, la circunvolución fusiforme, la amígdala y el

cerebelo. Se notifica que existe un incremento del volumen de la circunvolución temporal superior

que se correlaciona con esta alteración de la función lingüística, debido posiblemente, a un fallo en

la lateralización del lenguaje en el hemisferio izquierdo. Presentan también diferencias en la sustan-

cia gris en las cortezas prefrontal y temporoparietal, además de disminuciones de sustancia blanca en

el cuerpo calloso y en ambos hemisferios cerebrales. El déficit de sustancia blanca afecta principal-

mente el hemisferio izquierdo, lo cual podría explicar el retraso del neurodesarrollo justificando las

alteraciones del lenguaje. También se encontró, en autistas de alto funcionamiento, disminución en

el grosor cortical de la corteza prefrontal orbital inferior derecha, en el surco temporal izquierdo y

en la circunvolución temporooccipital izquierda. En una tarea lingüística que requería la atribución

de un estado cognitivo complejo, sujetos con TEA manifiestan mayor activación en el lóbulo fron-

tal derecho, lo cual implica dominancia del hemisferio derecho, siendo un patrón de lateralización

poco frecuente en la población general, reflejando una falta de especialización del hemisferio izqui-

erdo para el lenguaje. Este hecho sugiere que pueden reclutar más regiones activadas como parte del

22 Novacula Invitus Noviembre 2011

circuito neural, cuando las demandas de la tarea requieren una atención explícita a señales social-

mente relevantes, lo cual se explica por una mayor activación de la unión temporoparietal derecha y

la de las áreas frontales medias. En estudios con magnetoencefalografía se analizó la especialización

funcional del lenguaje en sujetos con TEA, encontrando trayectorias madurativas opuestas en la

lateralización del lenguaje, esta falta de especialización puede contribuir a reducir las habilidades

propias del hemisferio derecho, como son el procesamiento de aspectos prosódicos, emocionales y

melódicos del lenguaje, la interpretación de sentido figurativos en el lenguaje, el humor y las metá-

foras (Palau-Baduell, 2010), con lo cual puede suponerse que existe un proceso compensatorio de

funcionalidad interhemisférica.

En pacientes con epilepsia del lóbulo temporal derecho se aprecia un deterioro en el recono-

cimiento de la identidad y de las expresiones faciales así como de la prosodia emocional, así como

lesiones en la región parietotemporal derecha que afectan a neuronas selectivas a ciertas expresiones

emocionales. En estos pacientes, en estudios posquirúrgicos, se observa que en tareas con tiempo

límite se les dificulta realizar el reconocimiento de expresiones faciales, aunque cuando realizan la

tarea sin límite de tiempo pueden llevarla a cabo. Esto se explica por el uso de otros mecanismos

que permiten compensar deficiencias cuando el tiempo no es una limitante. Resultados seme-

jantes se han encontrado en pacientes esquizofrénicos, quienes presentan alteraciones anatómicas

y funcionales en los lóbulos temporales. Se encontró entonces, que el deterioro en la ejecución

del reconocimiento de la prosodia, después de una lobectomía temporal derecha, se correlaciona

con el hecho de que lesiones del hemisferio derecho se acompañan mayormente con dificultades

para interpretar la prosodia y para reconocer timbres y voces que con las intervenciones o lesiones

en el hemisferio izquierdo. Se encontró también, que cuando el foco epiléptico se encuentra en

el lóbulo temporal izquierdo existe una propagación de la actividad epiléptica a través del cuerpo

calloso hacia el hemisferio derecho, lo cual explicaría el porqué existe una mejora en las tareas de

reconocimiento de expresiones de miedo y de prosodia después de realizar una lobectomía tempo-

ral izquierda (Sanz-Martín, 2006).

23Novacula Invitus Noviembre 2011

Bibliografía:

Fernández, Á. S. (2010). una introducción general al autismo. revista internacional de audicion y

lenguaje, logopedia y a poyo a la integración , 51-59.

Joanette, Y. (2008). Impacto de las lesiones del hemisferio derecho sobre las habilidades lingüísticas:

perspectivas teórica y clínica. revista de neurologia , 481-488.

Moya-Albiol L., N. H. (2010). Bases neuronales de la empatía. revista de neurología , 89-100.

Ortiz-Siordia, L. E. (2008). Modelos anatomotopográficos de las áreas cerebrales que se activan du-

rante la función lingüística. revista de neurología , 653-658.

Palau-Baduell, M. (2010). Aspectos neurolingüísticos en los trastornos del espectro autista.relaciones

neuroanatómicas y funcionales. revista de neurología , 69-76.

Sanz-Martín, A. (2006). Efecto diferencial de la lobectomía temporal izquierda y derecha sobre

el reconocimiento y la experiencia emocional en pacientes con epilepsia. REVISTA DE NEU-

ROLOGÍA , 391-398.

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Novacula Invitus

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Novacula InvitusRevista Estudiantil Trimestral de Psicología

EPISTEMOLOGÍASir Karl Popper (1902-1994)

26 Novacula Invitus Noviembre 2011

Sir Karl Popper (1902-1994)

Sir Karl (Raimund) Popper nació en Viena el 28 de julio de 1902, su padre fue Simon Carl Popper.

En su casa Sir Karl estuvo siempre rodeado de libros de filosofía, historia y literatura. (Suárez, 2000)

. Solucionó dos de los tradicionales problemas de la filosofía de la ciencia: el de la inducción y el de

la demarcación.

1934. Popper desarrolló este principio en La lógica de la investigación científica.

1945. La sociedad abierta y sus enemigos.

1957. La miseria del historicismo.

1963. Conjeturas y refutaciones: el crecimiento del conocimiento científico.

1972. Conocimiento objetivo: una perspectiva evolucionaria.

1976. Búsqueda sin término: una autobiografía intelectual.

En 1918 dejó la escuela para estudiar por su cuenta y no fue hasta 1922 que se matriculó en la

Universidad. 1n 1928 obtuvo su doctorado y en 1929 el derecho de ser profesor de secundaria en

matemáticas y física. En 1937 él y su esposa llegaron a Nueva Zelanda con objeto de que Popper

aceptara el nombramiento para ser profesor en Christchurch, la Universidad de Canterbury.durante

este tiempo estudiaba a los griegos, trabaja en lógica y en lñogica de la investigación científica, en

historia de la ciencia y escribe La sociedad abierta y sus enemigos, negaba la validez científica del

marxismo y del psicoanálisis. En 1950 dio las conferencias Williams James en Harvard, y luego viajó

a Princeton donde impartió otra conferencia teniendo entre el público a los dos más grandes cientí-

ficos del siglo XX, Einstein y Bohr.

4Suárez.I.E.(2000).LafuerzadelaRazón,introducciónalafilosofíadeKarlPopper,Ed.GrupopatriaCultural,México.

27Novacula Invitus Noviembre 2011

CONDUCTISMO RADICAL VS CONDUCTISMO METODOLÓGICO: POSTURAS PARALELAS; UN MISMO

OBJETO DE ESTUDIO.

Carlos Mixcóatl Ruiz Rodríguez

[email protected]

El conocimiento científico es de carácter público;

Evitar la ignorancia es nuestra obligación.

El tan mencionado paradigma conductista, dentro de la psicología tiene su historia y sus anteceden-

tes; y éstos no se remontan exclusivamente a Iván P. Pavlov y John B. Watson; sino mucho tiempo

atrás.

Doctrinas como la de Platón y demás filósofos idealistas, al concebir las ideas como existentes por

sí mismas (Bunge, 2002), condenaron tácitamente la psicología científica. Por el mismo motivo

alentaron explícitamente el dualismo mente-cuerpo. En cambio, Aristóteles, al rechazar la teoría

platónica de las ideas y el insistir en que la mente no existe por sí mismo, sino que es la <<forma>>

del cuerpo, esto alentó la investigación psicológica que fue puramente empírica, durante más de dos

milenios (Bunge, 2002).

La psicología adoptó desde el principio fundamentos dualistas , lo que trajo por consecuencia el

estudio de objetos no naturalistas (Bunge, 1980, citado en Fernández), como el alma, el ego o la

conciencia, acogiéndose a una metodología no científica que analiza la conducta humana como

producto de un proceso interno de naturaleza no física.

El auge de la psicología de la introspección (mentalismo) pareció resolver tal conflicto, utilizando

como método lo anterior mencionado, la introspección. Sin embargo, la psicología introspectiva no

adopta el enfoque científico porque desdeña los problemas referentes a la conducta; y no propone

explicar ni predecir mediante hipótesis incorporadas a teorías empíricamente comprobadas, por lo

tanto es pre-científica (Bunge, 1980 citado en Fernández).

Paralelamente a este mentalismo, algunas líneas distintas de pensamiento impulsaron a una posición

contraria llamada positivismo, la cual niega la existencia de la mente, pues con éste enfoque solo se

pueden conocer fenómenos observables (Fernández).

28 Novacula Invitus Noviembre 2011

El conductismo surge entonces como una de las corrientes que intentan terminar con las explica-

ciones mentalistas y pre-científicas, basadas en el método científico. La psicología bajo este enfoque

tendría como objetivo la descripción y predicción de la conducta y tendría como método la ob-

servación directa, experimentación y medición sobre el organismo íntegro (Bunge, 1980 citado en

Fernández).

Ahora bien, no es posible nombrar un solo hecho o evento desencadenante para el surgimiento

del paradigma conductista; sin embargo, existen tres publicaciones de tres autores distintos que son

fundamentales en la línea del tiempo conductista, así como para la psicología en general. Los refle-

jos condicionados e inhibición de Iván P. Pavlov (Pavlov, 1972); La psicología tal como la ve un

conductista de John B. Watson (Watson, 1913); y La conducta de los organismos de B. F. Skinner

(Skinner, 1979).

En la publicación en 1913 de La Psicología tal como la ve un conductista de J. B. Watson se esta-

blecieron los primeros cimientos de la escuela conductista. Una rama puramente objetiva y experi-

mental de la ciencia natural, su meta teórica es la predicción y el control de la conducta (Green,

2011 citado en Watson, 1913).

Esta nueva propuesta de Watson cuestionaba la validez de la introspección, es decir, no solo como

el observador accedía a eventos internos, sino también a como el observador conocía que miraba

dentro de sí. Watson negó el estudio de la mente y los estados mentales, mucho más por incapaci-

dades metodológicas, pues es imposible acceder a los eventos internos de manera objetiva y por lo

tanto los elimina.

Este tipo de delimitaciones metodológicas crean en el conductismo dos posturas diferentes pero con

un mismo objeto de estudio, la conducta observable.

El conductismo metodológico fue una línea dentro del conductismo, que influenciado por el cír-

culo de Viena (Skinner, 1975 citado en Fernández) se vió entonces obligado, por su posición episte-

mológica y la incapacidad de establecer un acuerdo entre observadores sobres los hechos mentales,

a desechar los eventos internos o privados.

Según Skinner (1974) se evita el problema mentalista, si se centra la atención en las causas físicas

primarias, evitando los sentimientos y estados de la mente intermedios.

Max Meyer logró tal cometido, (Skinner, 1974) reduciéndose a la ‘’psicología del otro’’; considerán-

dose solamente aquellos hechos que se puedan observar objetivamente en el comportamiento de

una persona en relación con su historia ambiental previa. Objetivamente hablando, nada se pierde

si se descuidan los vínculos que no son físicos. Entonces, ¿Cómo podemos evitar los problemas

mentales?

29Novacula Invitus Noviembre 2011

Si sabemos que un niño no ha comido durante un largo periodo (historia ambiental previa), y si

sabemos que por tanto, siente hambre (evento interno) y que por sentir hambre, come (conducta);

entonces sabemos que si no ha comido durante un periodo largo de tiempo (historia ambiental

previa), comerá (conducta). Y si el impedirle el acceso a otro tipo de alimento, hacemos que sienta

hambre, y si por tener hambre ha de ingerir un alimento especial, entonces se sigue que al impedirle

el acceso a otro alimento, le induciremos a ingerir un alimento especial.

El progreso de la observación científica logró hacer plausible un programa de conductismo

metodológico, superando así el intenso efecto del mentalismo que desviaba a la investigación im-

parcial de estudiar la importancia del ambiente físico.

El conductismo metodológico está en contra de las explicaciones mentalistas, ya que según Skinner

(1974) calman la curiosidad y llevan la indagación al inmovilismo. Es como si pareciese observar a

los sentimientos y estados mentales en un determinado lugar y adjudicarlos como causas compor-

tamentales y no se averigua más.

Innegablemente el conductismo metodológico tuvo éxito, desechó los problemas relacionados con

el mentalismo, se enfocó en el ambiente y no en la vida interna; llevó a cabo el estudio de animales

inferiores, donde no es posible la introspección para explorar las semejanzas y diferencias entre el

hombre y otras especies.

Aún más importante de aclarar éste tema, es en la parte aplicada de la Psicología, la Clínica, donde

llega a ser más criticada y polémica la práctica de la terapia de la conducta; donde, los modificado-

res de conducta enfatizan los cambios de comportamiento observable como criterio para evaluar

la eficacia te los programas de modificación de la conducta; ¿la razón? Se debe a la tendencia hacia

el Conductismo Metodológico. Sin embargo, suponer que todos los modificadores de conducta no

toman en cuenta los sucesos internos o privados como llama Skinner (1974); como pueden ser los

pensamientos y sentimiento; es un completo error y necesita mucha aclaración.

B.F. Skinner (Martin y Pear, 1999), adoptó una postura llamada conductismo radical; siguiendo radi-

cal como fundamental (Ulman, 1991 citado en Vargas-Mendoza, 2007); ésta línea, no descarta los

pensamientos y sentimientos sino, que los considera de la misma manera que las conductas observ-

ables o abiertas; concluyendo que tanto las conductas observables como las no observables, pueden

ser alterados por las técnicas de modificación de conducta.

Skinner (1974) no niega la posibilidad de auto-observación o el auto-conocimiento o su posible

utilidad, sin embargo, cuestiona la naturaleza de lo que se siente o se observa, y por lo tanto lo que

se conoce; evitando así tomar los eventos privados como causas metafísicas del comportamiento

(Vargas-Mendoza, 2007).

30 Novacula Invitus Noviembre 2011

Ahora bien, el Conductismo Radical estable un equilibrio, entre el mentalismo, centrado única-

mente en los eventos privados o internos, desviando la atención de los eventos ambientales que pu-

eden explicar el comportamiento; y que por lo contrario, el Conductismo Metodológico, se interesa

exclusivamente por los eventos externos; rechazando la auto-observación y el auto-conocimiento;

el Conductismo Radical (Skinner, 1974) no insiste en la verdad por consenso, y tiene en conside-

ración los hechos que se dan en el mundo privado (o dentro de la piel). No denomina inobservables

a éstos hechos, y no los desecha por subjetivos, solo cuestiona la naturaleza del objeto observado y

la confiabilidad del mismo.

En otras palabras, lo observado introspectivamente, no es de naturaleza mental o no física; sino que

es simplemente el cuerpo del observador. Skinner (1974) argumenta, que lo observado por medio

de la introspección, no es la causa del comportamiento.

¿Por qué mantener una postura imparcial del comportamiento humano? Es simple, toda la gama de

explicaciones mentalista y metafísicas acerca del comportamiento humano coartan la curiosidad por

la exploración que generalmente caracteriza a los seres humanos; es el punto final a la investigación

científica. No hay más que hablar.

Bibliografía:

Bunge, M.; (2002); Ser, Saber, Hacer; Biblioteca Iberoamericana de Ensayo; Paidós: México

Green, C; (?); Clásicos en la Historia de la Psicología; York University; ‘’La Psicología tal como el

conductista la ve’’; Watson, J. B. (1913) Psychologycal Review; pag, 158-177 [Recuperado el 01 de

Octubre de 2011]

Fernández, G; El Conductismo: una aproximación al estudio científico del comportamiento huma-

no; Escuela de Psicología, Universidad Anáhuac del Norte [Recuperado el 01 de Octubre de 2011]

Martin, G; Pear, J; (1999); Modificación de Conducta: Que es y cómo aplicarla; 5ª Edición; Madrid:

Prentice-Hall.

Skinner, B. F.; (1974); Sobre Conductismo; Ed. Planeta-de Agostini: España.

Vargas-Mendoza, J. E. (2007) Conductismo radical recargado: apuntes para un seminario. México:

Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C.

31

Novacula InvitusRevista Estudiantil Trimestral de Psicología

FILOSOFÍASócrates (470/469-399 antes de J.C.)

32 Novacula Invitus Noviembre 2011

Sócrates (470/469-399 antes de J.C.)

Sócrates nace Atenas, fue lujo de un escultor, Sofronisco, y de una comadrona, Faenarete (Cfr. Dió-

genes Laercio, II, 18 sigs.). Este último hecho fue mencionado por Sócrates, según parece, numerosas

veces, relacionándolo con su pretensión de ser el comadrón de las ideas, el especialista en la mayéu-

tica, μ2ΐ=υτ’.*ή τέχνη, intelectual. Sirvió en varias guerras y se distinguió en las batallas de Potidea

(432), Delio (424) y Anfípolis (422). (Ferrater, 1994)5

Al mismo tiempo, Ferrater reúne una biografía sobre Sócrates extensa, sin escatimar en describir lo

que se dice, no le se escribió y lo que intriga la figura de Sócrates en la historia de la Filosofía, he

aquí más detalles citados por el autor “Considerado con frecuencia como uno de los sofistas (v.), y

especialmente como interesado en sustituir los antiguos dioses oficiales por nuevos dioses, se atrajo

pronto numerosos enemigos. En 399 Sócrates fue condenado a beber la cicuta. Aunque se le pro-

puso huir de la prisión, no aceptó el ofrecimiento y prefirió hacer culminar con una muerte libre-

mente aceptada una vida que había estado constantemente dirigida a dar a entender a los hombres

que la filosofía no es una especulación sobre el mundo añadida a las otras actividades humanas, sino

un modo de ser de la vida por el cual es preciso, cuando convenga, sacrificarla. (Ferrater, 1994). In-

clusive esta muerte es considerada como la muerte de Jesucristo por el “amor al hombre”, Sócrates

nos deja de forma ejemplar su dedicación a la Filosofía.

Sócrates no escribió nada y, al revés de otros filósofos (como dice Diógenes Laercio), no se movió

de su ciudad natal excepto para sus servicios como soldado. Su actividad constante consistió en

charlar en las plazas de Atenas con cuantos quisieran buscarse a sí mismos y encontrar la fuente de

la virtud. Su habilidad consistía en persuadir y disuadir (apud Diog. L., II, 29); su método no era la

exposición, sino el diálogo y, sobre todo, la interrogación. La figura de Sócrates es muy compleja;

tanto ella como sus doctrinas han sido objeto de numerosos debates. Las diversas fuentes directas

por las cuales conocemos a ambas (principalmente las de la comedia ática, de Platón y de Jenofonte)

no permiten formarse una imagen completamente clara del filósofo. Lo que le ha sido añadido

(especialmente por Platón) y lo que le ha sido quitado son asuntos aún muy discutidos; la figura de

Sócrates sigue siendo, pues, como indica Olof Gigon, un problema para nosotros. (Ferrater, 1994).6

5Ferrater,M.(1994).DiccionariodeFilosofía,Ed.Ariel,España.6Ferrater,M.(1994).DiccionariodeFilosofía,Ed.Ariel,España.

33Novacula Invitus Noviembre 2011

DEL CONCEPTO A LA PRÁCTICA

Edgar Mayo

[email protected]

Descriptiva de un objeto;

la búsqueda de un estudio imparcial en el estudio de la conducta.

Es probable que la investigación diseñada

con respecto a la teoría sea un desperdicio

B.F. Skinner

¿Cuántos sinónimos existen para mente? Aquí el problema de la terminología empleada por los

paradigmas que estudian el comportamiento humano. Considerando que la importancia de un

concepto radica en la representación pictórica de un objeto, R. Carnap ha desafiado la metafísica

asegurando que los conceptos empleados en metafísica no tienen corporeidad o representación

(Ayer, 1965). Para el estudiante de psicología, considero seria de importancia el hacer distinción

sobre este tipo de conceptos, que serían en mejor consideración llamados pseuconceptos.

Partiendo de esta premisa, tanto Wittgenstein como Carnap aseguran que la funcionalidad del

lenguaje es la representación pictórica a partir de cuestiones lógicas, es decir que tengan relevancia

empírica, que se pueda observar y medir. (Wittgenstein, 1918). ¿Pero un estudiante de psicología

como observa la mente? ¿Cómo la mide? O en todo caso ¿Puede llegar a un diagnostico? … A

modo de invitación, un aforismo del TLP, a continuación:

3.203 El nombre significa el objeto. El objeto es su significado.

Se habla sobre un concepto “mente” que tiene gran cantidades de aplicaciones dependiendo el

paradigma o área de estudio. Para un neurocientífico “mente” es actividad neuronal, para un psi-

coanalista es otra propiedad. Cabe mencionar, que el estudio de un objeto, busca su experimen-

tación, para corroborar una teoría, la cual se ve compuesta por un contenido lógico y un contenido

empírico (Popper, 1995).

Continuando con el abordaje “mente” de diversas posturas, para el psicoanalista su teoría se ve

conformada por un contenido lógico, no delimita, no existe un criterio de demarcación. En con-

traste, no prohíbe ningún proceso observable, de aquí que su contenido empírico, no se presente

en tal teoría… Si el hecho de estudiar un concepto, que no se puede observar, ya dificulta las cosas,

34 Novacula Invitus Noviembre 2011

la carencia de un contenido empírico, complica el diagnostico, para aquel que pretende deliberar

ayuda terapéutica… por consecuente la eliminación de una hipótesis o una teoría, no debería ser

algo que cause temor. Esto solo asegura, que la ciencia es producto humano, por lo tanto falible,

entonces perfeccionable (Bunge 2000).

Sin embargo, situar un orden en los diversos objetos de estudios, implica hablar de diversas herra-

mientas metodológicas, esto indica que hacer una distinción general de ciencia y los tipos de ciencia,

no es pérdida de tiempo, para el que redacta. De manera general, lo propuesto en La ciencia, su mé-

todo y su filosofía. (Bunge, 1997)… solo genera más interrogantes ¿La psicología o los paradigmas

en psicología, son ciencias formales? Estudiar la conducta no debería ser una ciencia fáctica? ¿Por

qué, en su mayoría los enfoques para el estudio de la conducta, carecen de método empírico?.... y

si ya hablamos de problemas conceptuales y errores categoriales, ¿Es una contradicción, que el uso

mismo de la palabra psicología, cause conflictos? No es bastante clara, la traducción estudio del alma,

estudio de la mente humana…

… Relativismo, Revolución de los paradigmas científicos…Tiempo, espacio, contexto… ¿Acaso,

no es un problema más, para el que pretende estudiar la conducta?... Si T. Khun, hubiera hecho un

apéndice exclusivo para los psicólogos, se responde a la pregunta… ¿Por qué un paradigma sobre-

vive tantos años, a pesar de que su objeto de estudio, no tiene corporeidad o representación física?

Desgraciadamente, estas líneas no buscan un favoritismo hacia algún paradigma específico; igual-

mente aseguro que eliminar estos conceptos de nuestro vocabulario, no es la solución. Sin embargo,

para el uso de determinada profesión, el uso de una taxonomía o de un lenguaje concreto, estable-

cen lo objetivo del estudio. Haré una consideración a temas artísticos que encantan y son irrem-

plazables para la vida de un hombre, pero siempre es necesario saber que estas palabras ambiguas en

cuestión subjetiva, podrían promover la creación artística más no un avance científico. Es de suma

importancia hacer tal distinción, incluso bajo esta perspectiva existirá persona alguna que clasifique

al psicoanálisis como arte, más nunca como ciencia.

¿Qué es lo que conocemos del mundo exterior? Sigue una lista de autores, que se preocuparon

por responder esto. Algunos encontraron su respuesta en idealismo subjetivo, otros como Locke,

se preocupaban por olores, colores, extensión. Argumentos de Berkeley, cerrar los ojos y el mundo

no existe. Distinción de sensación –imagen impresión e idea de Hume (Joad, 1967). Llegar a un

solipsismo claramente no es la solución al estudio de un concepto sin representación física. Con-

siderando esta premisa, ¿Qué es lo que conocemos del ser humano?

El objeto de estudio ya de por si se sumerge en abismos subjetivos, lo interesante es la compra y

venta de paradigmas que surgen a diario con esta situación. Pareciese que el postmodernismo y

asuntos new age dan solidez a la fundamentación epistemológica de una ciencia, como si se tratase

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de una compra de accesorios, de esos que brillan. Entonces, ¿El quehacer del comportamiento hu-

mano se debe describir? ¿Se debe explicar?... ¿Cómo podemos describir algo que no podemos ver

y tocar? ¿Cómo podemos explicar algo que no podemos ver y tocar? A continuación, los suspen-

sivos… interpretaciones y compra y venta de paradigmas…Finalmente, parábola… ¿Qué es lo que

conocemos del mundo exterior?

3.411 El lugar geométrico y el lógico concuerdan en que ambos son la posibilidad de una existencia

Tan solo una palabra puede causar un conflicto epistemológico aterrador, que devastaría el análisis

del comportamiento cayendo así en una subjetividad irrefutable. Partiendo de un ejemplo utilizado

por R. Carnap ¿Qué es Dios? Lo interesante seria identificar la ambigüedad de estos, es decir aquella

terminología que antes de especificar o situar el concepto en un lugar, o bien representarlo se llega

a un concepto de igual incertidumbre, ejemplo omnipotente, divino y una larga fila de calificativos

que puede adjudicarse a un concepto que no existe como objeto…

Hablar sobre el concepto X y su significado perro, x= perro, se cumple una primera condición,

esto es que existe representación para tal palabra. Incluso en sinónimos podría hacer mención de un

canino, hasta tal punto de llegar a una descriptiva perfecta, de características físicas de tal animal. Esto

es imposible de hacer con las palabras mencionadas anteriormente. Así que cuando un veterinario

lleva el concepto a la praxis, trabaja con un concepto que implica una representación pictórica y

una descriptiva lógica, en base un método empírico. Si en determinada situación el veterinario debe

castrar al canino, realiza una incisión en el lugar preciso, para lograr su objetivo… pero si este, busca

explicar, los placeres caninos a partir de una perspectiva antropomórfica. Es decir, dando valores y

atributos humanos, valores morales, estéticos, se olvida de dos cosas; primero que su intervención es

lograr que el perro no se reproduzca, y dos que a pesar de tener un objeto de estudio, uno que tiene

dientes, cola y orejas…en ningún momento utiliza conceptos metafísicos, conceptos sin represen-

tación…Mucho menos, se le puede estudiar con esta taxonomía… Pero un psicólogo, ¿Cómo lleva

a la praxis los conceptos? Así que en este punto crucial de estudio del comportamiento…

La primordial cuestión a considerar dentro del lenguaje humano es la expresión como funcionalidad.

Pretender cambiar teorías no es mi función, pero aclarar que una sola palabra, un solo significado,

un solo concepto…puede cambiar la validez de un paradigma, es alarmante… Comprar paradig-

mas, en la actualidad es algo muy usual, pero ¿Cuántos sobreviven? ¿Por qué sobreviven? … ya lo

mencionaba Bunge; creer en ciencia es solo la mejor propuesta, dentro de todas las explicaciones de

un hecho, que pueden brindarnos otras teorías, sea el caso mitológico, divino, a modo de ejemplo.

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Un fonema puede llegar a tener ilimitación de mensajes y en la antropología de Marvin Harris, la

universalidad semántica es resultado de esto. De aquí que el arte en todas sus manifestaciones sea de

carácter subjetivo. Pero si de cuestión subjetiva se trata, es imprescindible hacer una distinción entre

la imparcialidad de la ciencia y la satisfacción de una buena pintura o una novela. En resumen la

terminología empleada dentro las cuestiones subjetivas, carentes de corporeidad sería imposible de

representarlas en el mundo tangible, donde la conducta se puede observar y modificar y está lejos

de ser un sueño.

Bibliografía

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