No estamos preparados para el desastre

En los últimos años diferentes desastres naturales y provocados por errores humanos nos han demostrado la falta de cultura en prevención de desastres.

En nuestra historia, existe un sinfín de eventos donde la naturaleza logras modificar el curso de la humanidad y cambia por completo el entorno en el que se vivía. Esto tristemente lo pudimos apreciar en lo ocurrido en el Cambray II, Santa Catarina Pínula, donde a los habitantes desde el año 2006 se les había advertido del peligro de vivir en dicha zona. Muchos de ellos decía que no tendrían donde vivir, aun así y lamentablemente muchas de estas personas ya no tienen donde vivir o simplemente ya no viven. Y es que es triste ver como nuestras autoridades y hasta nosotros mismos no estamos preparados para este tipo de tragedias, siendo conscientes que pasan año con año, unas siendo menos graves que otras, pero pasan. No se cuenta con ropa, medicina, alimentos no perecederos, agua potable, elementos de uso personal y productos de higiene.

Aun así a pesar de todo lo que se está viviendo, lo positivo que podemos obtener es como los guatemaltecos se están uniendo. Diferentes instituciones educativas, empresas y grupos de personas ha dedicado su tiempo a reunir todo aquello con lo que no cuentan las autoridades para suplir las necesidades de los afectados.

Es necesario que aprendamos a cómo lidiar con diferentes desastres naturales y es que de 2013 a 2015 han sucedido gran cantidad de desastres, desde terremotos hasta el reciente deslave de tierra. Aprender a cómo educar a la población y concienciar sobre los peligros de vivir en ciertas zonas, como actuar ante un temblor, un incendio, a preparar maletas de 32 horas o más, a cómo cuidar a nuestras mascotas en casos de desastres entre otras situaciones.

Un simulacro no es suficiente para salvar vidas, es estar conscientes de que un desastre puede pasar en cualquier momento, hora y lugar. Aprender cómo comportarnos y saber qué hacer en esos casos, informarnos. Esto no significa que viviremos con miedo todo el tiempo esperando que en cualquier momento pase algo desafortunado, pero es preciso tener y crear una cultura de prevención para evitar o aminorar los efectos de un evento inesperado y ser de ayuda para aquellos que puedan estar afectados en nuestro entorno. Crear una cultura donde aprendamos a prevenir, puede ayudar a salvar vidas.