necesidad demanda deseo

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Práctico EPIS I, J.C.Matías. Necesidad, demanda, deseo. Dos lugares para retomar la llamada: vivencia de satisfacción en la obra freudiana: El Proyecto de una Psicología para Neurólogos y el cap. VII de La Interpretación de los Sueños –punto: el cumplimiento del deseo. Desde el Proyecto… en el punto: Vivencia de Satisfacción, se hace alusión a la presencia de alguien que brinda al bebé su asistencia. Habría en el organismo una tensión provocada por la aparición de una necesidad o estímulo endógeno, lo que produce una descarga o alteración: grito, inervación vascular. Esta descarga no puede suprimir la tensión orgánica de la necesidad sino solo una intervención en el mundo externo que aporte el alimento. Intervención que se denomina: acción específica. El humano no puede realizar esa acción específica sino por medio de la asistencia ajena, es decir, una persona experimentada sobre el estado en que se encuentra el niño. Esa asistencia ajena que calma el hambre aparece definida como la fuente primordial de los motivos morales –lo que podría entenderse como del plano de algo que excede a la necesidad biológica misma, lo que la madre incorpora a través de su escucha e interpretación. Es decir que a través del alimento la madre va a incluir algo más, otra cosa: un orden de comprensión, de escucha e interpretación del llanto, orden que rebasa a la necesidad y su satisfacción. El llanto, como descarga motriz, por el baño del lenguaje, por una envoltura de signos, se transforma en un llamado. (El texto del capítulo VII de La Interpretación de los Sueños, punto: sobre el cumplimiento de deseo, aborda la diferencia entre necesidad y deseo, destacando la importancia de las huellas mnémicas en el aparato psíquico. Dónde se ubicaría el deseo y cómo se pasaría del principio del placer al principio de realidad). Continuando, a partir de la intervención de la asistencia ajena, el cuerpo infantil empieza a supeditarse a ejes que no son los inherentes a la pura necesidad biológica, ya que ésta debe recurrir al llamado, a la demanda, al lenguaje, para ser escuchada. De lo contrario, el bebé solo no puede autosatisfacerse y muere. En un breve tiempo, ese juego de llamados en relación al Otro materno va a ser eficaz, el bebé va a demandar como le fue enseñado y las respuestas de la madre van a ser satisfactorias, va a ser un intercambio sin grietas, narcisista. –el Otro materno, otro con mayúscula, es el supuesto lacaniano de un lugar más allá de la imagen empírica de la madre, sería aquello que habla más allá de la madre, su parte inconsciente, su deseo. Por eso una tía o una vecina pueden desempeñar esa función de Otro del niño, lo importante es que el bebé se encuentre con un Otro deseante capaz de escucharlo y no simplemente de tomarlo como un objeto a cuidar o a nutrir.

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Prctico EPIS I, J.C.Matas.Necesidad, demanda, deseo.

Dos lugares para retomar la llamada: vivencia de satisfaccin en la obra freudiana: El Proyecto de una Psicologa para Neurlogos y el cap. VII de La Interpretacin de los Sueos punto: el cumplimiento del deseo.Desde el Proyecto en el punto: Vivencia de Satisfaccin, se hace alusin a la presencia de alguien que brinda al beb su asistencia. Habra en el organismo una tensin provocada por la aparicin de una necesidad o estmulo endgeno, lo que produce una descarga o alteracin: grito, inervacin vascular.Esta descarga no puede suprimir la tensin orgnica de la necesidad sino solo una intervencin en el mundo externo que aporte el alimento. Intervencin que se denomina: accin especfica.El humano no puede realizar esa accin especfica sino por medio de la asistencia ajena, es decir, una persona experimentada sobre el estado en que se encuentra el nio.Esa asistencia ajena que calma el hambre aparece definida como la fuente primordial de los motivos morales lo que podra entenderse como del plano de algo que excede a la necesidad biolgica misma, lo que la madre incorpora a travs de su escucha e interpretacin.Es decir que a travs del alimento la madre va a incluir algo ms, otra cosa: un orden de comprensin, de escucha e interpretacin del llanto, orden que rebasa a la necesidad y su satisfaccin.El llanto, como descarga motriz, por el bao del lenguaje, por una envoltura de signos, se transforma en un llamado.(El texto del captulo VII de La Interpretacin de los Sueos, punto: sobre el cumplimiento de deseo, aborda la diferencia entre necesidad y deseo, destacando la importancia de las huellas mnmicas en el aparato psquico. Dnde se ubicara el deseo y cmo se pasara del principio del placer al principio de realidad).Continuando, a partir de la intervencin de la asistencia ajena, el cuerpo infantil empieza a supeditarse a ejes que no son los inherentes a la pura necesidad biolgica, ya que sta debe recurrir al llamado, a la demanda, al lenguaje, para ser escuchada. De lo contrario, el beb solo no puede autosatisfacerse y muere.En un breve tiempo, ese juego de llamados en relacin al Otro materno va a ser eficaz, el beb va a demandar como le fue enseado y las respuestas de la madre van a ser satisfactorias, va a ser un intercambio sin grietas, narcisista. el Otro materno, otro con mayscula, es el supuesto lacaniano de un lugar ms all de la imagen emprica de la madre, sera aquello que habla ms all de la madre, su parte inconsciente, su deseo. Por eso una ta o una vecina pueden desempear esa funcin de Otro del nio, lo importante es que el beb se encuentre con un Otro deseante capaz de escucharlo y no simplemente de tomarlo como un objeto a cuidar o a nutrir.Al principio quien ejerce la funcin materna le dice al beb lo que tiene que ser, cmo debe pedir, y ste lo cumple en forma especular. Hasta aqu tenemos el paso de la necesidad a la demanda, donde la primera queda alienada a un orden de signos, no ha surgido an el deseo.El deseo va a aparecer en un desmoronamiento del lugar de certeza del Otro, cuando el lenguaje que ste ofreci no va a ser tan consistente ni satisfactorio. En esos primeros signos se va a ir produciendo una rajadura. El lenguaje materno va a ser portador de significaciones oscuras, enigmticas. Por ejemplo: en el nombre elegido para su hijo una madre va a colocar all sus propios enigmas. Otro modo de que fracase la demanda es cuando la madre no est disponible todo el tiempo para su beb, cuando la madre aparece como condicional. All, cuando la madre pone condiciones, aparece una brecha en la satisfaccin de la demanda y sta fracasa. Pero este punto de fracaso en la total y absoluta satisfaccin de la demanda va a patrocinar que nazca el deseo.El deseo va a escaparse a travs del fracaso de la demanda. Fracaso de los primeros signos que la madre ofreci para alienar la necesidad del hijo. As como el lenguaje comn, el de los signos, pertenece a la demanda de amor, al narcisismo, a la ilusin de dos que son uno, el deseo queda ubicado en la rajadura que se produce entre la necesidad y la demanda.El deseo aparece entonces como un resto, un residuo, algo que no puede satisfacerse, que es insaciable ya que no se refiere a ningn objeto. No es ni el objeto de la necesidad ni el de la demanda, ya que el deseo no es deseo de un objeto.El lenguaje va a ser responsable de un corte, de un lmite: va a enajenar la necesidad a la demanda ya que el nio para ser atendido deber dirigirse a la madre expresndole algo en un cdigo compartido que posibilite que sta lo entienda. El lenguaje, en un sentido, es prisin del cuerpo de la necesidad, cuando convierte a la necesidad en demanda.Cmo va a surgir el deseo?Por ejemplo, cuando la demanda no es entendida y sta fracasa. Ese lenguaje que la madre le ofreci al hijo no es un lenguaje perfecto, puede portar malentendidos, ambigedades, puntos oscuros, inentendibles.Si el lenguaje es prisin en la demanda, prisin de la necesidad, el deseo va a ser como una fuga, el ms all de la palabra formulada, la equivocacin, el sentido fracasado, el costado fallido de la palabra.El sujeto del deseo difiere radicalmente del sujeto de la necesidad porque el deseo nunca fue colmado, salvo en reconstrucciones mticas en la fantasa.Si la necesidad es de una cosa especfica, el deseo es de otro deseo. El deseo se constituye en funcin, por ejemplo, del deseo materno.Cul es el objeto del deseo?Nunca se le puede asignar un lugar determinado. Nunca hay de una vez para siempre un objeto de deseo en un lugar definitivo para saciarlo. El modo de ser indestructible del deseo es repitindose, reiterndose, insistiendo en un sistema simblico. El deseo insiste pero no consiste en nada.Retomando la primer vivencia de satisfaccin tenemos: 1-satisfaccin obtenida: orden de la necesidad y 2-demanda: orden de la bsqueda ininterrumpida de la satisfaccin. El resto que queda es el deseo: residuo irreductible entre la necesidad y la demanda. Entre la satisfaccin obtenida y la buscada.El sujeto recurre al Otro para la satisfaccin de una necesidad y esa forma que le fue otorgada para pedir ya supera la necesidad y pasa a ser demanda.En la experiencia analtica el analista va a cumplir la funcin de no responder a la demanda en tanto que sta va a permitir, por su no respuesta, ir abriendo el campo donde va a empezar a expresarse el deseo; va a empezar a fragmentarse el campo de la demanda y ah va a empezar a hablar el deseo.Todo el lenguaje va a estar comprometido en la demanda. No podemos proponer una demanda si no es a partir del lenguaje como dimensin humana.El deseo se tiene que mediar por el lenguaje, por la demanda. El deseo en s no lo encontramos, sino que nos acercamos a la condensacin y el desplazamiento que es lo que va a modular la conexin del deseo con la demanda. Va a ser la alienacin del deseo lo que vamos a tomar y a partir del desplazamiento y la condensacin trataremos de puntuar cul es el deseo, la particularidad deseante del sujeto.