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Economía

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La odisea de Ikea Alfafarestá a punto de entraren una nueva fase. La

apertura será este 17 de junio,fecha dorada para muchos,día de incógnitas y preocupa-ciones para otros tantos. Los400 trabajadores ya están pre-parados, y se sienten afortu-nados por haber sido seleccio-nados entre miles de solicitu-des. Directivos de la empresasueca y encargados de expan-sión esperan la recompensa deun mercado de más de tres mi-llones de compradores poten-ciales, tras más de una déca-da de negociaciones infruc-tuosas. También el alcalde deAlfafar respira aliviado por-que su ciudad ha sido la elegi-da, después de muchas ma-drugadas enterrado en pape-leo en su despacho, bajo laatenta mirada de los persona-jes del cuadro antiguo que ocu-pa su pared.

Mientras, al presidente deFevama, la patronal valen-ciana del mueble, ahora solo lequeda esperar para ver cómoafecta esto al sector que re-presenta, impotente a pesar detantos años de promesas yacuerdos finalmente incum-plidos. Salvador, dueño deMobles Sade, una de tantastiendas de muebles en la Co-

munidad, evalúa lo que su-pondrá para su negocio enCanals este nuevo gran co-merciante, alguien contraquien, como él mismo admite,«no se puede competir».

Por otro lado, Óscar, encar-gado de finanzas enviado des-de Madrid para gestionar IkeaAlfafar, subraya que se asien-tan en Valencia en el momen-to «adecuado». Durante mu-chos años, un gran número devalencianos ha ido hasta Mur-cia para comprar los mueblesde la marca sueca. A lo largode este tiempo Ikea siempre

ha querido instalarse en Va-lencia: los 3 millones de po-tenciales clientes son un granincentivo. Por lo tanto, a su lle-gada esperan un gran públicoy mucha expectación. Así lo de-muestra la gran afluencia enel Mercado de la Tapinería,sede de la Premiere de Ikea,donde se encuentra una re-presentación de terrazas, co-cinas, cuartos y salones, conactividades diarias y hasta

degustaciones de comida sue-ca. Como parte de esta cam-paña publicitaria, Ikea ha do-nado todos los productos de lamuestra a cuatro ONG.

Pero, ¿si hay tanta expecta-ción, por qué Ikea ha tardadotanto en instalarse en la Co-munidad? Las presiones polí-ticas y comerciales tienen larespuesta. El sector del mue-ble ha tenido una importanciaclave en la economía de laComunidad estas últimas dé-cadas, ha sido el tirón de nues-tra industria y de las expor-taciones. Al menos, hasta laentrada masiva de Asia en2004 y el golpe final que su-puso la crisis. Desde 2007, elnúmero de empresas del mue-ble en la comunidad han idobajando año tras año. Y, aun-que la exportación ha repun-tado desde 2011, aun quedamuy lejos de los 664 millonesde euros alcanzados en el2000. Así pues, uno de lossectores valencianos más pun-teros, ya de por sí con proble-mas, difícilmente podía per-mitirse la entrada de otromás, de un gigante como Ikea.

Y a partir de aquí, trabas,presiones, y acuerdos entrela Federación Valenciana delMueble y la multinacionalsueca. El primer pacto quereunió a los representantes deambos bandos fue escrito en

2008. Óscar, el encargado de fi-nanzas de Ikea, recalca que noquieren que se les vea como aun competidor, sino como un«compañero más de viaje». Se

adelanta aposibles sen-tencias y niegaque su em-presa sea«oportunis-ta», queson las cir-cunstan-cias lasque puedenhacer caer a las pequeñas y

medianas empresas y no supresencia: «No porque Ikeallegue ahora, desaparecerán».Tanto él como el alcalde de Al-fafar defienden que muchasempresas del sector planeaninstalarse cerca del enclave deIkea en la comunidad, quehay sitio para todos.

Esto, de momento, es unaincógnita con muchos tiposde respuesta. Salvador, deMobles Sade, piensa que alprincipio se notará, pero que«montártelo tú» es un puntonegativo para la empresa sue-ca. Ikea busca al «cliente fan»,que renueva su casa cada tem-porada. Salvador, como pe-queño empresario, tambiénofrece muebles baratos y, ade-más, los monta. Sin embargo,piensa que los pequeños co-merciantes no pueden compe-tir contra el diseño de la mar-ca, ni contra los precios queofrecen. Él también está no-tando los efectos de la crisisdesde 2008, un poco más cadaaño que pasa. Siendo un sec-tor que depende de la cons-trucción, opina que hasta queno se comiencen a vender pi-sos, no se recuperará del todo.

La visión de Salvador es lade muchos otros empresarios,ve la entrada de Ikea como unsuceso inevitable. «Va a dartrabajo a mucha gente, perotambién va a destruir mu-chos puestos», añade. En Ye-cla, Murcia, también ha pasa-do. No obstante, espera que através del trato cercano, lastiendas de toda la vida sobre-vivan.

Por tanto, puede que hayaesperanza. En opinión denuestro empresario de Ca-nals, este año se está recupe-rando un poco el sector, perosolo un poco. Es un dato quetambién refleja Anieme, laAsociación Nacional del Mue-ble para la Exportación, segúnla cual las exportaciones va-lencianas han aumentado un45,9% en el primer trimestrede 2013 respecto al mismoperiodo de 2012, con un creci-miento anual del 24,5%, 9puntos por encima de la medianacional. Y las perspectivas deesta asociación son que el añoque viene el sector crecerá un15% más.

¿Es este el mejor momentopara instalarse en nuestromercado, como decía el en-cargado de finanzas de Ikea?Depende de para quién. La re-alidad es que ese «mo-mento adecuado» del que

Muebles valencianos, Ikea ha llegadoTras más de diez años de polémicas, el gigante sueco abre una nueva tienda en Alfafar este mes de junio

Más de 5.000 personas ya han perdido su trabajo en la industria del mueble valenciano en el primer trimestre de este año

I. Calvo, A. Pavia, C. Soriano,

Valencia

Óscar: «No porqueIkea llegue ahora,desaparecerán (lasempresasvalencianas)»

La multinacionalsueca generaráempleo perotambién lo destruirásegún losempresarios

>Un trabajador a las puertas de de establecimiento de Ikea Alfafar. Fuente: Levante- EMV

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nos hablaba Óscar se veníabuscando desde hace unos 12años…

UNA LARGA TRAVESÍA En el año 2001 desde Fecom-vac, la Federación de Comer-ciantes de Muebles de la Co-munidad Valenciana, sonabala alarma que advertía de lasintenciones de la multinacio-nal sueca de instalarse en laComunidad Valenciana. Lassospechas eran previsiblesporque Valencia era la únicaárea metropolitana europeacon más de un millón de habi-tantes que no contaba con nin-gún centro de la compañía. Enrealidad, durante estos diezaños, el mapa de tiendas deIkea en España tampoco sehabía caracterizado por sualta densidad. Hasta ahora,tiene quince establecimientosen la península distribuidosen Alcorcón, San Sebastián delos Reyes, Ensanche de Valle-cas (Madrid), Badalona, L'-Hospitalet de Llobregat y Sa-badell (Barcelona), Castillejade la Cuesta (Sevilla), Mála-ga, Jerez (Cádiz), Barakaldo(Vizcaya), Pola de Siero(Oviedo), Murcia, Zarago-za, A Coruña y Arroyo dela Encomienda (Vallado-lid). Pero el atractivo de Va-lencia para el gigantesueco es incompara-ble. Las estima-ciones realiza-das por la com-pañía antes delinicio de la cri-sis reflejabanque los resi-dentes de la re-gión valencia-na gastaban alaño alrededorde 50 millonesde euros en tien-das de territoriosvecinos.

Con los ojospuestos en ese mercadopotencial, desatendido y ávido

de mobiliario moderno, actualy barato; Mislata se convirtióen el primer destino dondeIkea estudió instalarse. Perolos pactos no tar-

daron en romperse cuando lospromotores impusieron unascondiciones económicas quela multinacional no estabadispuesta a asumir. Tambiénlos accesos al municipio supo-nían un problema para elAyuntamiento de Xirivella queargumentaba que tras la aper-tura del área comercial enMislata quedarían colapsa-dos. Fue entonces cuando Al-fafar entró en escena. El mu-nicipio, a diferencia de Misla-ta, sí contaba con un espaciocomercial establecido, lo quefacilitaba enormemente el pro-ceso de instalación; y, ade-más, era un terreno privado.Alfafar era un caldo de cultivoperfecto para la multinacional.Por eso, en 2005, Ikea y lospromotores del municipio fir-maban un acuerdo para ins-talarse allí. Se reservaron45.000 metros cuadrados deparcela en Alfafar Parc que,junto a las tramitaciones, aca-baron por quedar en suspensopese a que en 2007 el pleno delAyuntamiento aprobó el pro-yecto e inició el movimiento detierras. Y es que

la Ge-neralitat no veía con bue-

nos ojos que un municipio so-cialista se beneficiara de los fa-vores que ofrecería la apertu-ra de la multinacional.

La estrategia de bloqueo aAlfafar por parte de la Gene-ralitat puso sobre la mesa aPaterna como una tercera op-ción. Sinduda, el esta-blecimiento dela empresasueca en laComunidadValencianasuponía unaamenaza parae l

sector del mueble valencianoindependientemente de su ubi-cación. Pero Fevama vio laoportunidad de amortiguar elimpacto cuando Paterna entróen el juego, puesto que los te-rrenos sobre los que Ikea se

instalaría eran públicos. Laspresiones de la patronal va-lenciana se materializaron fi-nalmente en una alianza es-tratégica entre Ikea, Fevamay el Ayuntamiento de Paternacon la firma de un protocolo decolaboración en 2009. El acuer-do contemplaba la creaciónde un centro de hábitat, com-plementario a Ikea, en el quese expon-

drían marcas de fabricantesvalencianos. Se trataba en re-alidad de un compromiso queno convencía demasiado al gi-

gante sueco. Cuando en 2010las previsiones sobre las elec-ciones municipales de 2011reflejaban un cambio de coloren el ayuntamiento de Alfafar,la Generalitat dio luz verde alproyecto que había congeladoaños antes. A partir de enton-ces, Ikea se desvinculó delprotocolo de intenciones y lapatronal valenciana, en pala-bras de su presidente VicenteFolgado, «perdió la batalla».

Con la licencia concedidapor parte de la Generalitat, ladecisión de instalar Ikea en Al-fafar se hizo firme. El alcaldedel municipio, Juan RamónAdsuara, asegura que la si-tuación geográfica con sus ac-cesos bien comunicados y laimagen que transmitió el equi-po de trabajo de Alfafar fueronlas circunstancias que llevarona la compañía a decantarse porel municipio. Así, comenta elprimer regidor que en el equi-po de trabajo «había gente ca-paz de llevar con mucha dis-creción todas las negociacio-nes»; lo que nos lleva a pre-guntarnos si Ikea dejó de ne-gociar con Alfafar alguna vezpese a los pactos con Paterna.

IMPACTO ECONÓMICO¿Cómo repercutirá la defini-tiva apertura de Ikea Alfa-far al sector del mueble va-lenciano? Es la gran pre-

gunta. El sector del mue-ble ha sido tradicio-

nalmente uno delos más repre-sentativos denuestra regióny muy relevan-te en el ámbitonacional. Prue-ba de ello es quela ComunidadValenciana esla segunda co-munidad autó-noma en núme-ro de empresasproductoras demuebles en elconjunto nacio-

nal. En la industria de la Co-munidad Valenciana, segúnlos datos del IVE, el mueblevalenciano representa cercadel 7% de las industrias

totales valencianas, ocupa un5% de los trabajadores indus-triales y genera un 2% de la ci-fra neta de negocios del sectoren España.

También los datos del di-rectorio DIRCE del INE, en2012 en la Comunidad Va-lenciana apuntan el potencialdel sector para el conjunto dela industria española. El 12%de las empresas españolas fa-bricantes de mueble (1.881respecto a 15.369 de España)se localizan en la región.

Pero la última encuesta dela EPA, correspondiente alprimer trimestre de esteaño, revela que los ne-

APERTURA DEDOMINGOS

También tendrá im-pacto en la industriadel mueble valencianala apertura de festivosen la zona comercialde Alfafar, que posi-blemente afecte nega-tivamente a laspymes. El primer añolas tiendas de la zonacomercial abrirán es-tacionalmente, losmeses de verano y se-mana santa. El al-calde de Alfafarasegura que será unamedida que beneficiea las ventas de lastiendas de mueblesdebido a la influenciade gente que aportaráIkea. Adsuara en-tiende que el clienteque compra en la zonacomercial es un tipode cliente potencial-mente consumidor, di-ferente al tipo decliente que compra enlas pymes. Con la seg-mentación del targetjustifica el alcalde laapertura dominicalque, según sus previ-siones, no dañará enningún caso a laspymes.

El establecimiento deIkea en Alfafarsupone la rupturadel acuerdo decolaboración entre lamultinacional y lapatronal valencianadel mueble

El presidente deFevama asegura queuna de las pocasalternativas para elmueble valencianoes la exportación

IKEA VSTRADIC

IONAL

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gocios de la madera y mueble,pese a ser un sector con muchatradición, han perdido 5.400puestos de trabajo.

El alcalde de Alfafar asegu-ra que Ikea ayudará a desac-tivar esta tendencia de des-empleo ya que generará 500puestos de empleos directos y1500 indirectos. Por su parte,el encargado del departamen-to de finanzas de Ikea Madridcuenta que muchas empresasdel sector están pensando eninstalarse en Alfafar, aprove-chando que Ikea es un granfoco de público. El ayunta-miento y el pequeño comercioestán trabajando en la Milladel mueble, una marca que en-globa 20 empresas de vende-dores, para promocionar, di-fundir y posicionar el mueblevalenciano. Con esa posibili-dad de aprovechar la sinergia,Adsuara prevé un posible re-punte de la industria.

Sin embargo, menos opti-

mista se muestra el presiden-te de la patronal valencianadel mueble, Vicente Folgado, aquien no convence el argu-mento de que muchas empre-sas del mueble hayan cerradoen los últimos años sin la pre-sencia de Ikea. El presidentede Fevama afirma que si bienla multinacional generará em-pleo, también destruirá mu-

chas empresas que no podráncompetir con los precios. Elmueble valenciano, cuenta,ha tenido que reinventarse. Yaunque lleva tres años cam-biando el modelo de fabrica-ción y el estilo, el presidente dela patronal sostiene que unade las pocas alternativas queles queda a las empresas es laexportación.

En lo que están todos deacuerdo es en que el éxito deIkea en la Comunidad Valen-ciana va a ser rotundo. Desdela patronal consideran que elproducto de sus competidoreses «un mueble de diseño mo-derno, adaptable a la situacióndel consumidor de hoy en día»y que, aunque tengan a su fa-vor la ventaja de una mayorcalidad y garantía, son per-fectamente conscientes de queel gigante sueco supone unaamenaza para ellos porqueles quitará clientes. Los pe-queños comerciantes tambiénconocen el tamaño del gigan-te sueco y lo difícil que serácompetir con él.

Especialmente porque loshábitos de la sociedad hancambiado, e Ikea ha sabidoadaptar su modelo de negocioa esta situación. El sociólogoRafa Xambó opina que el mue-

ble de calidad juega en des-ventaja contra el mueble «dequita y pon». «Los gustos pre-dominantes hoy en día res-ponden a un cambio de men-talidad en la sociedad, dondelos objetos ya no están sola-mente al servicio de las per-sonas sino que sirven parapresumir, para transmitir unadeterminada imagen», asegu-ra Xambó. Teniendo esto encuenta, Ikea desarrolla sucampaña en torno al «clientefan». Su publicidad crea unconsumidor con la necesidadde renovar su mobiliario cadatemporada.

El sociólogo tiene una opi-nión muy tajante sobre todo elproceso y las expectativas deIkea y el mueble tradicionalvalenciano. Su interpretaciónes claramente negativa para elmueble autóctono, al que, conla entrada del gigante en lazona, augura un futuro muynegro. Xambó lo ve muy claro:«Ikea va a destruir el sector delmueble valenciano». Pese aque algunas empresas ya ha-yan empezado a exportar, porejemplo, a países árabes, paraél no hay lugar a dudas: «El

mueble convencional va a des-aparecer, porque por el mismoprecio, Ikea tendrá algo concierta gracia y un punto mo-derno».

La clave principal que con-ducirá al éxito de Ikea Alfafary a la decadencia definitiva almueble tradicional valencianoes, según el sociólogo, la loca-lización exacta del estableci-miento. La estrategia de IKEAde instalarse en Alfafar res-ponde a la intención de tenercerca a la gran mayoría de em-presas valencianas de mue-bles, lo cual le servirá al gi-gante sueco para reducir loscostes. «De esta forma, Ikeatiene a su disposición mano de

obra especializada sin tenerque traerla de fuera», añade.Otro de los factores decisivoses la situación de crisis actualy las dificultades para los em-presarios. Esto supondrá quetrabajadores que tengan pro-blemas para cobrar en susempresas acudan a la llama-da de Ikea, aunque sea con sa-larios más bajos.

Así pues, mientras unos letemen y otros la esperan des-de hace tiempo, la multina-cional sueca Ikea cuenta ya losdías que faltan para la aper-tura de su nuevo estableci-miento en Alfafar. En menosde un mes, después de un pro-ceso que ha durado más dediez años, abrirá sus puertasy podremos saber con certe-za en qué acaba todo esto.Todo apunta a que la acogidade Ikea por parte del consu-midor será muy buena y que,sin duda, supondrá un antes yun después para el mueble ennuestra comunidad, ya seapara ayudar al sector tradi-cional en su reconversión opara ponerle las cosas todavíamás difíciles. A partir del 17de junio saldremos de dudas.

Las empresasvalencianas seconvertirán enesclavas de Ikea y severán obligadas aproducir de undeterminado modo,según Xambó

CONSUMISMO VA-LENCIANO«La pasión consu-mista de la sociedadvalenciana será clavepara el éxito de Ikea».A nivel sociológico,Xambó relacionadicha pasión con lamayor inclinación alconsumo por parte delas sociedades católi-cas. Mientras que elprotestantismo esmás propenso al aho-rro i la austeridad, elcatolicismo es másdado a la exhibiciónpública y a la ostenta-ción. Este hecho seconstata en Valenciaen la fiesta de las Fa-llas y en su compo-nente presumido, esdecir, en ese objetivofinal de ofrecer unaimagen bonita y ador-nar la celebraciónhasta los topes.

La estrategia de IKEAde instalarse enAlfafar responde a laintención de tenercerca a la mayoríade las empresasvalencianas delmueble

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