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Diciembre 2008 Núm. 190 AVANCES Cuaderno de Trabajo Universidad Autónoma de Ciudad Juárez Coordinación de Investigación y Posgrado del Instituto de La enseñanza del diseño en las universidades Silvia Verónica Ariza Ampudia

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  • Diciembre 2008

    Núm. 190

    AVANCESCuaderno de Trabajo

    Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

    Coordinación de Investigación y Posgrado del Instituto de

    La enseñanza del diseño en las universidades

    Silvia Verónica Ariza Ampudia

  • Comité Editorial de Avances

    Dra. Martha Patricia Barraza de Anda

    Dra. Consuelo Pequeño Rodríguez Dra. Alba Yadira Corral Avitia

    Mtra. Carmen Gabriela Lara Godina Mtro. Gerardo Sandoval Montes

    Dra. Magali Velasco Vargas Dr. Ricardo Almeida Uranga

    Dra. Sonia Bass Zavala Mtra. Carmen Álvarez González Mtra. Ma. Elena Vidaña Gaytán

    Mtro. Oscar Dena Romero Mtra. Katya Butrón Yáñez

    Directorio

    Jorge Mario Quintana Silveyra Rector

    David Ramírez Perea

    Secretario General

    Martha Patricia Barraza de Anda Coordinadora General de Investigación y Posgrado

    Francisco Javier Sánchez Carlos

    Director del Instituto de Ciencias Sociales y Administración

    Consuelo Pequeño Rodríguez

    Coordinadora de Investigación y Posgrado del ICSA

    Universidad Autónoma de Ciudad JuárezInstituto de Ciencias Sociales y Administración

    H. Colegio Militar # 3775Zona Chamizal

    C.P. 32310Ciudad Juárez, Chihuahua, México

    Tels. 688-38-56 y 688-38-57Fax: 688-38-57

    Correo: [email protected]@uacj.mx

  • A v a n c e s

    1

    La enseñanza del diseño en las universidades

    Resumen

    El objetivo principal del presente trabajo es describir como el diseño, en muy diversas modalidades

    y programas educativos, se incorpora a las universidades. Teniendo en cuenta el estado actual del diseño

    como profesión, vemos que la universidad se ve comprometida a preparar individuos capaces no sólo de

    introducirse de forma adecuada en el complejo mercado de trabajo, sino a contribuir en la mejora de una

    profesión que no ha logrado el estatus que otras disciplinas ya tienen. El diseño y la educación superior

    son así los temas principales de este trabajo, así como la reflexión sobre la formación de diseñadores en

    un espacio que puede ser todavía origen de muchas propuestas que contribuyan positivamente al futuro de

    la disciplina.

    Introducción

    Las rápidas transformaciones que anteceden a este siglo que aún comienza, nos

    permiten ver a un mundo enfrentado a varios desafíos: la promoción y consolidación de

    un desarrollo económico y social sostenible, la profundización y ampliación de los

    procesos de integración cultural y la inserción de nuevos ciudadanos capaces de

    enfrentar un mundo en profunda transformación, una evolución que es causada

    especialmente, por la revolución científica, tecnológica y productiva pero también por la

    interdependencia económica y la movilidad de personas, capitales y mercancías. En este

    entorno global, uno de los fenómenos que se suele concebir como medio principal para

    enfrentar con éxito los retos del presente y del futuro, es la educación.

  • A v a n c e s

    2

    Tal como afirman los expertos “una reflexión sobre los fines de la educación es una

    reflexión sobre el destino del hombre, sobre el puesto que ocupa en la naturaleza y sobre

    las relaciones entre los seres humanos” (Delval, 1990, p.88). En esta nueva sociedad los

    procesos educativos se deben caracterizar por factores como la capacidad del nuevo

    hombre y no exclusivamente para adaptarse al cambio, sino para orientarlo, una tarea

    muy concreta sobre todo, para los sistemas de educación superior.

    En las instituciones educativas contemporáneas tiene lugar un proceso en el que

    constituye el centro de atención la formación de jóvenes y futuros profesionistas

    correspondiente no sólo con los valores asociados al desempeño y competencia

    profesional, sino a los vinculados con una responsabilidad ciudadana y un compromiso

    social.

    El diseño, visto como algo tan cotidiano, es en cualquiera de sus especialidades y sus

    productos una actividad condicionada por el ser humano, por su identidad y su forma de

    desenvolverse que le convierten en un destinatario múltiple. En los últimos tiempos el

    diseño en el mundo industrializado se ha caracterizado por un grado de diversidad y de

    especialización sin precedentes, no solamente en cuanto a las estructuras económicas,

    las categorías laborales y el mundo académico sino también y sobre todo, en lo que se

    refiere a la actividad del hombre en sus diferentes fases de vida. Por todo ello el diseño

    como profesión se ha convertido en una actividad que asume en la sociedad actual, una

    creciente responsabilidad y un valor substancial en la satisfacción de sus necesidades.

  • A v a n c e s

    3

    En estas circunstancias la disciplina del diseño se ve enfrentada a una extensa

    problemática que abarca su teorización, su reflexión, su aplicación concreta y su

    enseñanza. Este asunto ha llevado a individuos, instituciones, asociaciones e incluso

    empresas de diversos países, a comprometerse en la profundización de un perfil de

    diseñador adecuado a la realidad local y global.

    Los estudios existentes en este sentido proceden principalmente de las mismas

    instituciones educativas para establecer las necesidades del mercado y en especial las

    necesidades de la sociedad, estudios para establecer currículas adecuadas que

    respondan a la demanda cambiante. Aunque por otro lado están también los textos de

    los especialistas, entre los más actuales podemos nombrar Qué es un diseñador:

    objetos, lugares, mensajes de Norman Potter, Diseño y comunicación. Teorías y

    enfoques críticos de Arfuch, Norberto Chaves y María Ledesma donde se exponen

    realidades críticas sobre la profesión y su enseñanza, de Raúl Belluccia El diseño

    gráfico y su enseñanza: Ilusiones y desengaños, el nuevo Conversando con estudiantes

    de diseño del ya reconocido Andre Ricard o el mismo estudio del ICSID que citaremos en

    este trabajo en repetidas ocasiones.

    En el país encontramos las cada vez más reconocidas recopilaciones de la Editorial

    Designio, por otro lado Imaginación y educación: complejidad y lentitud en el aprendizaje

    del diseño de Luis Porter o La creatividad desde la perspectiva de la enseñanza del

    diseño, texto producto de una investigación en la Universidad Iberoamericana.

  • A v a n c e s

    4

    Hoy en día la educación en diseño se ha extendido a muchas partes del mundo en sus

    diversas vertientes, alcanzando la mayoría de ocasiones un nivel formativo universitario.

    La presente investigación se presenta enmarcada en este contexto, la finalidad esencial

    es hacer una reflexión sobre la formación de los futuros diseñadores.

    El diseño trata sobre la creación de objetos y procesos que satisfacen necesidades

    explícitas, pero al mismo tiempo es una actividad que trata de dar significado a lo creado.

    El diseño trata de la relación entre el hombre y los objetos, entre la forma y la

    comunicación. Cuando se habla de diseño se habla de un campo multidisciplinar, un

    campo donde la ciencia y el arte se unen, donde toman parte la sociología y la historia

    así como la ergonomía y la semiótica; la posición del diseño es ser conductor y formador

    de valores populares. El diseño ha evolucionado hasta conformar uno de los campos

    más influyentes de la cultura contemporánea. Qué es lo que ha hecho que, pese a ser

    reconocido como una disciplina de tales características, el diseño siga siendo enseñado

    en muchos casos como un oficio más que cómo una profesión, lo veremos a

    continuación.

    Es una realidad que muchos de los programas de diseño existentes en diversos niveles

    educativos son, al menos conceptualmente, programas de formación vocacional, los

    ejemplos varían en cada país, en el nuestro basta ver las retículas de instituciones como

    Universidad ICEL con asignaturas en su mayoría de dominio de técnicas o programas

    computacionales, o aquellas de un sin fin de instituciones privadas1 que ni siguiera llegan

    1 En México según un estudio realizado por el CESU y la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) entre en el periodo de 1994 a 2005, la tasa de crecimiento de las IES privadas fue 3.5 veces mayor en comparación con las públicas, es decir, por cada dos nuevas instituciones de educación superior pública se crearon seis particulares. “Boom de Universidades “patito” de 2000 a 2005: en la última década por cada institución pública aparecieron 3.5 privadas”

  • A v a n c e s

    5

    a tener reconocimiento de validez oficial. Aunque cada vez es menor, persiste la

    tendencia de algunos programas a dirigir sus estudios como nichos disciplinarios en vez

    de fomentar un acercamiento hacia el aprendizaje integrado, un ejemplo de esta

    integración es la Universidad Autónoma Metropolitana con su sistema modular. Los

    estándares de excelencia y los caminos de progreso de los programas tienden a

    valorarse más en términos de especialización que en el de enseñanza, enriquecimiento

    personal y educación global.

    No es difícil encontrar espacios en donde la educación en diseño se entienda

    principalmente como una capacitación profesional y no como una preparación para la

    vida, como ya mencionamos hay instituciones que aprovechando la alta demanda del

    campo ofrecen carreras con programas copiados de instituciones serias y oficiales, sin

    contar tal vez con un respaldo que garantice la calidad de la enseñanza, con el personal

    o con la infraestructura necesarios para poner en marcha dichas currículas. En estos

    casos, a diferencia de otras carreras, la de diseño no es considerada como aquella que

    prepara al estudiante para la generación de soluciones integrales, sino única y

    exclusivamente para el uso de las herramientas y técnicas propias del diseño.

    Gunnar Swanson explica que las herramientas de análisis y reflexión de muchas

    disciplinas tienen utilidad fuera de ellas mismas, aplicaciones que sirven en el

    entendimiento del mundo, no obstante que las herramientas del diseño parecen no servir

    de mucho a otro propósito que no sea su propio campo de acción (1997, p.71). El autor

    Archivo confidencial, Agencia Informativa, Hermosillo, Sonora, 24-Abr-06, desde http://www.archivoconfidencial.com.mx/?c=128&a=2312 [Consulta: 25 Octubre 2008].

  • A v a n c e s

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    afirma incluso que la educación en diseño generalmente no lo es, sino que es

    entrenamiento vocacional y además un entrenamiento especializado bastante cerrado.

    Pese a que la mayoría de los programas de diseño tratan de enseñar algo más que

    habilidades para la inserción laboral, finalmente la preparación de estudiantes para su

    desempeño en el mercado es vista como una formación práctica. Lo que genera un

    cuestionamiento en el sentido de que tal entrenamiento para el trabajo pueda ser llamado

    justamente educación, por ejemplo el muy socorrido ejercicio de simular un ambiente de

    trabajo real en las aulas, una modalidad de enseñanza aprendizaje que no va más allá

    de un supuesto y que carece de los fundamentos de una planeación didáctica formal.

    Una de las situaciones que se perciben es que, a medida que se van graduando más

    diseñadores de los que puede necesitar un espacio social, la tendencia es hacia el

    énfasis en el entrenamiento profesional. Las instituciones educativas proveen a sus

    alumnos con habilidades de buen nivel para la inserción laboral, creyendo que les

    garantizan una mejor oportunidad en el competitivo mercado de trabajo, sin embargo al

    prepararlos expresamente en el uso de ciertas herramientas especializadas corren el

    riesgo de tener estudiantes obsoletos antes incluso de que egresen. Esto es

    especialmente cierto para el diseño, con la introducción de la computadora y la red, ya

    que surgen de forma demasiado acelerada nuevas herramientas y nuevas formas de

    proyectar soluciones de diseño, demandando de los creadores una adaptación a los

    nuevos medios.

  • A v a n c e s

    7

    Antes de describir como el diseño se enseña en muy diversas instituciones siendo la

    universidad una de las más importantes, hemos de aclarar cierta mezcolanza de orden

    terminológico que suele existir cuando se habla formar profesionistas. Definiremos una

    serie de términos que suelen utilizarse cuando se elaboran planes de estudios y que son

    muchas veces el comienzo de currículas con objetivos mal direccionados o incompletos:

    • Educación. Se entiende por educación el proceso por el cual le son transmitidos al

    individuo los conocimientos, actitudes y valores que le permiten integrarse en la

    sociedad. Este proceso, que se inicia en la familia, afecta tanto a los aspectos

    físicos como a los emocionales y morales, se prolonga a lo largo de toda la

    existencia humana lo cual hace evidente que cada cultura o época histórica ha

    conferido a la educación enfoques diferentes, las visiones que imponían sus

    diferentes concepciones filosóficas, políticas e incluso religiosas. En un sentido

    extenso, cabría considerar que el proceso educativo consiste en la transmisión de

    los valores y conocimientos de una sociedad aunque de manera más específica

    se define como educación al proceso intencional que pretende el

    perfeccionamiento del individuo como persona y la inserción de éste en el mundo

    cultural y social en el que se desarrolla, en todo caso la instrucción por medio de

    la acción docente queda generalmente implícita en una gran parte de este

    proceso.

    • Formación. Aunque en general encontramos que este término se utiliza

    principalmente cuando se habla de la educación y preparación en determinada

    materia que recibe una persona de cara a su futuro profesional, es también un

    concepto que se suele encontrar bastante en las áreas empresariales a diferencia

  • A v a n c e s

    8

    del término educación, para la adquisición de nuevos conocimientos y en la

    preparación continua de gente que ya tiene una profesión definida, numerosos

    textos del tema relacionan el término formación con la adquisición de saberes, de

    saber hacer y también del como ser.

    • Capacitación. Término bastante general utilizado asiduamente también en el

    ámbito de la empresa, como es el hecho de capacitar o capacitarse. Se entiende

    como el preparar a una persona o incluso los diccionarios hablan de cosas,

    capacitar algo para que esté en condiciones de desempeñar una determinada

    función, el hecho es que dado que significa el mejoramiento de la persona y su

    preparación para poder ser apta en algo, se relaciona directamente con

    actividades que le son relativamente desconocidas a alguien pero que tienen que

    ver con la habilidad y el entrenamiento.

    • Especialización. Quisimos también definir este concepto debido a su constante

    uso en los textos de educación. Es de todos el término que menos suele

    confundirse, pues está relacionado con la división del trabajo en operaciones

    específicas. Es decir que especializar es formar a una persona como especialista

    en una determinada rama de la ciencia o el conocimiento. Tiene que ver con la

    particularización, concentración o limitación de un cúmulo de conocimientos.

    Gabiña (1995, pp.32-37) muestra algunos otros conceptos que suelen confundirse o

    mezclarse como el de instrucción, entendida como la adquisición de saberes o

    conocimientos. La calificación, reconocimiento, en un momento dado, del nivel de

    formación adquirido, que ordinariamente da lugar a derechos estatuarios (escalas de

    remuneración, convenios, negociaciones colectivas). La profesionalidad, comportamiento

  • A v a n c e s

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    individual que permite efectuar bien un cometido, tomar iniciativas, capacidad de

    reacción, de tenacidad y de trabajo en equipo. Y por último competencia, el concepto

    más globalizador, entendido como la aptitud para tratar un problema gracias al

    conocimiento profundo que se tiene de una materia, aunque no necesariamente haya

    correspondencia obligada entre la materia del conocimiento y la naturaleza del problema,

    así pues, la competencia es también la capacidad de formarse uno mismo, de formar a

    los demás y de llevar a cabo una animación para resolver los problemas.

    En teoría los diseñadores reciben básicamente una formación, puesto que están siendo

    formados, valga la redundancia, en la disciplina proyectual para poder dedicarse en un

    futuro a esa profesión. No obstante deberían, según la evolución de la disciplina y su

    importancia social, ser preparados bajo currículas que incluyan cada uno de los

    conceptos descritos anteriormente.

    La cuestión es que existe una gran variedad de instituciones que ofertan esta disciplina.

    Tomemos como muestra al diseño industrial, en el directorio mundial de educación en

    esta área elaborado por el International Council of Societies of Industrial Design (ICSID)

    podemos ver que la enseñanza del diseño es muy diversa, mucho de ello se explica en la

    gran diversidad de prácticas comunes así como de nuevas tendencias que se proyectan

    en este campo. Según este documento los programas existen como independientes o

    afiliados al arte o la ciencia y su énfasis depende de la filosofía de cada programa. Los

    cursos se imparten en universidades, colegios de arte, politécnicos e instituciones de

    formación profesional, tanto públicas como privadas (Popovnic, 1999, p.7).

  • A v a n c e s

    10

    Escuelas de todo tipo se encargan pues de formar diseñadores, pero lo que queda en

    duda es si, en su afán por hacerlo, muchas de ellas pierden de vista la educación tal y

    como fue definida anteriormente, anteponiendo en su lugar una mera capacitación de

    individuos, lo que implicaría una especie de entrenamiento profesional. No hay problema,

    desde nuestro punto de vista, en formar trabajadores del diseño, sin embargo las

    exigencias actuales demandan no sólo eso sino pensadores intuitivos, gente que sepa

    adaptarse a los cambios constantes de las herramientas materiales y conceptuales con

    las que trabaja el diseño.

    El poder dar una visión global de la inserción del diseño en las universidades no es tarea

    fácil pues cada contexto social en el que se desarrolla el trabajo de un diseñador es

    distinto. Cada país o cultura tiene su propia historia y eso afecta al funcionamiento del

    diseño y al desarrollo de su enseñanza. En algunos países por ejemplo existe todavía

    una bien conocida y difícil yuxtaposición de los estudios de bellas artes con las materias

    de diseño. Esto sin duda tiene que ver con la estrecha relación entre arte y diseño en los

    inicios de este último, no obstante en la actualidad lo correcto sería como explica N.

    Potter, que “la pintura y la escultura se estudiaran junto con la música, la danza, la

    poesía, el cine y cualquier otra actividad que interprete, fundamentalmente, la

    comprensión psicológica, espiritual y sensual del hombre” (1999, p.19) y no con

    disciplinas proyectuales o más relacionadas con la tecnología como la arquitectura o la

    ingeniería de producto.

    Mientras algunas de estas situaciones se debaten en algunos países en otros, tales

    como Canadá, Inglaterra o Japón, la enseñanza del diseño no solamente tiene sus

  • A v a n c e s

    11

    propios estudios de licenciatura o ingeniería, sino que se ofrecen especialidades,

    maestrías y doctorados desde hace ya bastantes años.

    Sucede que, cuando una disciplina es impartida en una universidad, previamente ha sido

    considerada como importante para la sociedad, se realizan estudios del campo de

    trabajo que permiten incorporar nuevas áreas según el contexto de la comunidad y del

    país, su industria, sus empresas y su desarrollo social y cultural. Es común también que,

    cuando en su desarrollo las disciplinas logran consolidarse, comienza a visualizarse la

    apertura de programas de posgrado que tienen objetivos muy diferentes a los programas

    de pregrado.

    La inclusión del diseño en las instituciones de educación superior tiene que ver con su

    importancia como profesión y con el hecho de que ha logrado establecerse como un área

    de conocimiento pese a su compleja evolución. Su introducción en la universidad,

    contexto en donde se entrena profesional y técnicamente a los alumnos, además de

    inculcárseles unos valores y códigos sociales de acción y de conducta, representa una

    gran responsabilidad.

    Como sabemos el aparato educativo que cada país tiene es útil para transmitir sus

    normas culturales, para especializar a los individuos en el uso de técnicas y en el

    dominio de disciplinas teóricas. A la universidad se acude para aumentar los

    conocimientos culturales y adquirir una interpretación de la vida social, además de para

    procurarse una formación particular que facilite encontrar el día de mañana un puesto de

    trabajo. El que una disciplina se ofrezca en una universidad es también un hecho

  • A v a n c e s

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    recíproco, al tiempo que los países se preocupan por incluir disciplinas para que los

    egresados intervengan en su sociedad, el acto educativo a su vez permite mejorar el

    desarrollo de la actividad misma.

    Para ilustrar esta situación tomemos el ejemplo que da Richard Buchanan quien relata

    uno de los cambios que ha traído la educación del diseño, el desarrollo de nuevas áreas

    prácticas, en particular el diseño de interacciones o diseño interactivo. El autor explica

    que esta área práctica alcanzó conciencia principalmente a través del desarrollo de las

    computadoras pero que, aunque es común asociarla con la cultura digital, tiene que ver

    con muchas más cuestiones. Estas interacciones significan un nuevo acercamiento que

    tiene aplicación en otras áreas de la práctica del diseño tradicionales como el diseño de

    información, el diseño de servicios, las diferentes formas de comunicación impresa, el

    desarrollo de nuevos productos, la identidad corporativa, el diseño industrial, diseño

    organizacional y diseño de sistemas.

    Es importante en el diseño la interacción entre los seres humanos y las computadoras,

    tanto como lo es en todas las ramas de la disciplina porque trata de las relaciones entre

    la gente y particularmente de como las relaciones de los seres humanos están mediadas

    por todo tipo de productos. Esta actividad ha sacado, como explica Buchanan, al

    profesional del diseño “de una cultura de carteles y tostadores a una nueva cultura de

    diseño centrado en los seres humanos” (2004, p. 39). Este ejemplo nos sirve para

    reflexionar que ambas cosas, la actividad del diseño tanto como su reconocimiento como

    área de estudio, permiten una ampliación de su valor social. Cuando hizo falta un

    discurso de diseño, cuando se careció de una base estructural actualizada, de un punto

  • A v a n c e s

    13

    de partida para el desenvolvimiento, pudo encontrarse en la educación del diseño a nivel

    superior una plataforma para remontar la visión que se tenía de la teoría y la práctica de

    la actividad.

    Y es que uno de los mayores problemas que se buscaba resolver al incorporar al diseño

    en las universidades, era el dejar atrás la aparente poca necesidad de aptitudes y

    actitudes para diseñar, es decir que, cuando una formación universitaria en diseño no era

    considerada necesaria para practicar la actividad, nadie tenía porque querer escoger esa

    rama de estudios. Se creía y en algunos casos se sigue creyendo, que no había una

    necesidad para una educación a nivel superior porque el enfoque del trabajo de un

    diseñador y su rol en la cultura, no era necesariamente un resultado de la educación

    formal o avanzada en el campo.

    Cierto es que hay muchos diseñadores en todo el mundo que tienen comienzos

    autodidactas, que comenzaron como dice Norman Potter “lanzándose de cabeza en la

    piscina con la esperanza de aprender a nadar”. No obstante cada diseñador sin estudios

    específicos que ha logrado tener un lugar en la actividad puede haber llegado ahí por

    muchas razones según el contexto en donde se haya desarrollado. Los motivos pueden

    ir desde la necesidad de cubrir esas labores sin que se ofrecieran esos estudios en el

    lugar, hasta el hecho de que hayan estudiado o practicado otra actividad que al final

    desembocó en el diseño. Pero hay que decir que pese a todo, el autoaprendizaje precisa

    a la vez de mucho trabajo autocrítico, hay quienes se llaman a sí mismos diseñadores,

    pero que no han comprendido realmente la labor y por el simple hecho de que puedan

  • A v a n c e s

    14

    llegar a reproducirse sus ideas o de dominar de manera aceptable un determinado grupo

    de herramientas, no significa que puedan reconocerse como tales.

    Esta es en alguna medida una de las razones que contribuyen a la poca validez del

    diseño como actividad en la que valga la pena invertir al menos tres o cuatro años de

    vida para conocerla y tener un dominio de ella. Aunque hoy todavía hay quien cree que

    puede aprender diseño sin pasar por la educación formal cada día se toma más

    conciencia de que prepararse integralmente, tal como ofrece una institución de

    educación superior o al menos debería, es necesario para lograr la competitividad

    requerida por la actual sociedad de la información y el conocimiento.

    A medida que los países se han ido desarrollando diversos programas de diseño se

    incorporan a sus universidades como resultado de estas reflexiones, mucho tienen que

    ver quienes emplean a los profesionales, si para ellos no es palpable la diferencia entre

    un diseñador egresado de uno que no lo es, seguirá siendo indiferente el tipo de

    preparación que hayan recibido.

    Esto nos lleva también a un tema controversial y es que cuando una licenciatura o

    ingeniería en diseño no es considerada necesaria para practicar, hay poco valor otorgado

    a un título de grado o posgrado. Los empleadores de egresados del diseño no siempre

    llegan a valorar la función del diseñador, sobre todo por las razones concernientes a la

    desafortunada y errónea percepción de la actividad como un campo carente de rigor

    intelectual y contribuciones socioeconómicas tangibles. Al diseñador no se le reconoce

    como un profesional, por tanto no se le pide que compruebe que lo es, para muchos es

  • A v a n c e s

    15

    suficiente con que tenga alguna idea sobre fundamentos estéticos y compositivos, o

    sobre materiales y técnicas, a pesar de ello no van más allá en valorar habilidades de

    conceptualización y teorización, originalidad, trabajo en equipo, socialización, ética, etc.,

    cosas que se motivan y aprenden en un contexto de educación superior.

    En contra de esta perspectiva está, aunque de forma más limitada, la otra cara de la

    moneda, ya lo explica M. Rogal “es posible encontrar corporaciones sobre todo

    multinacionales que aprecian a los diseñadores con un postgrado que combinan

    disciplinas tradicionales y/o se enfocan en la estrategia” (1999, p.23). Es justo reconocer

    que hay lugares en donde se aprecia la educación formal de un diseñador, y sobre todo

    donde los títulos avanzados tienen más valor, uno de ellos es el contexto académico.

    En las universidades se requiere de universitarios para impartir clases y para investigar.

    Los diseñadores con estudios avanzados que se dedican a la profesión de maestros en

    estas carreras juegan un papel muy significativo en el cumplimiento adecuado del

    currículo. Generalmente hay dos clases, por llamarlas de algún modo, de profesores

    aquellos que se dedican tiempo completo a la labor docente y los que lo hacen

    parcialmente. El ideal es que aquellos que dedican todo su tiempo a la docencia sean los

    que cuentan con mayor habilitación, es decir que tengan la experiencia de haber pasado

    por posgrados donde adquirieron habilidades tan importantes como la investigación y

    que son especialistas en alguna área del diseño. Los profesores que trabajan por horas

    en la docencia deben ser los encargados de traer a la universidad los contenidos

    actuales de la profesión de ellos se espera que combinen la actividad profesional con la

  • A v a n c e s

    16

    docente. De esta manera tanto los egresados de licenciatura como los de algún

    posgrado combinan sus conocimientos para dar al alumno una formación completa.

    En este sentido cabe mencionar que los requisitos para poder impartir clases en la

    universidad son diferentes según requiera cada institución, pero es de suponer que para

    poder hacerlo se requiere al menos una experiencia tanto en el campo como en procesos

    didácticos. Universidades de algunos países ofrecen al profesorado opciones de

    preparación pedagógica, incluso algunas llegan a exigirla, la duración varía según cada

    institución. Al margen de esto queremos recalcar que esta labor debe ser considerada de

    mucha responsabilidad, es una de las muchas ramas de profesionalización que tiene el

    diseño.

    Cuando el diseño es visto como una disciplina falta de reflexión y teorización el hecho de

    que un diseñador se dedique a la docencia y la investigación resulta de gran ayuda para

    la profesión por los alcances que puedan llegar a tener sus resultados, resultados que

    pueden ser muy variados, desde materiales teóricos que sirven para el progreso y

    reconsideración del diseño hasta innovaciones y nuevas patentes.

    La formación de profesionales reflexivos, pues reclama el compromiso de los integrantes

    de la comunidad universitaria en la reconsideración y la discusión de los fundamentos

    teóricos y metodológicos de las prácticas especializadas del diseño, de tal modo que el

    conocimiento y los objetivos que guían su alcance se asienten en una voluntad colectiva,

    para la cual se requiere profesores con una preparación integral y una experiencia muy

    avanzada. En el caso particular de diseños, el compromiso parece ser aun más urgente a

  • A v a n c e s

    17

    causa de su relativamente reciente reconocimiento como profesión autónoma, lo que

    como ya mencionamos también, supone en muchos casos una acentuada inestabilidad y

    una profusa dispersión en el plano disciplinar.

    Nos dicen los expertos que otro motivo de inquietud para el diseño, es la creciente

    tendencia a su fragmentación en nuevas especialidades, muchas veces derivadas de

    reclasificaciones o reacomodos de orden tecnológico, cuyos mecanismos materiales, al

    preceder a su organización formal, actúan como condicionantes de su propio desarrollo y

    hasta de sus posibilidades de existencia en una determinada sociedad. En este sentido

    el gran compromiso de ofrecer un programa de diseño en la universidad consiste en

    determinar un grupo de materias que sean tan flexibles en su interrelación como para dar

    al alumno una preparación de calidad pero sobre todo actualizada, es como el caso de

    las carreras informáticas, el medio cambia tan frecuentemente que los contenidos tienen

    que hacer lo mismo. Y no nos referimos a que la enseñanza del diseño tiene que cambiar

    porque cambia la tecnología, tiene que hacerlo por los cambios constantes de la

    sociedad, sus costumbres de comunicación, su pensamiento, su tipo de consumo, etc. El

    diseño al ser una profesión reflexiva, no puede permitirse quedarse estática ante el

    cambio de las características que lo condicionan.

    Según se ve, en instituciones de educación superior de todo el mundo ha habido una

    notable ampliación de la formación en diseño en los últimos años. Un indicador

    importante al menos en el área industrial y de producto, es que la mayoría de los

    programas de diseño que menciona la ICSID se enseñan en la universidad o en las

    universidades de corte tecnológico, esto es muy significativo en tanto que muestra la

  • A v a n c e s

    18

    madurez de la disciplina2. Por otro lado esa ampliación de la educación del diseño en la

    universidad incluye el hecho de que los diseños se encuentran ahora ubicados en una

    variedad mayor de escenarios disciplinares que circunscriben a otras áreas. Ya no sólo

    se ve al diseño en las escuelas de arte, algunos programas están ubicados dentro de los

    departamentos de ingeniería y los institutos tecnológicos, otras están ubicadas

    determinadas por una visión derivada de, una u otra ciencia social, incluyendo a veces

    hasta al campo administrativo.

    Pero quizás lo más importante es, que un creciente número de programas de diseño son

    entendidos como programas universitarios que enfatizan el humanismo esencial del

    trabajo de diseño. Este humanismo en los planes de estudios emergentes debe dar

    significado al diseño centrado en las actividades del ser humano, con esta forma de

    educación del diseño se puede encontrar un balance o armonía entre los diferentes tipos

    de conocimiento que se necesitan para hacer efectivos y valiosos los productos e ideas

    diseñados. Se trata a grandes rasgos de buscar equilibrar e integrar aspectos de las

    bellas artes, la ingeniería y las ciencias sociales en la actividad de la reflexión del diseño,

    es decir encontrar la proporción correcta entre estos factores en vez de enfatizar uno u

    otro como el más importante.

    El objetivo primordial de la educación del diseño, en una institución como la universidad,

    es exactamente el mismo que en cualquier otra área de conocimiento, obtener una

    educación formal, que puede ir desde tres hasta siete años aproximadamente y que les

    proporciona a los egresados de los programas que ahí se impartan la calificación para

    2 De 164 programas incluidos en este directorio de 1999, 95 (un 57.9%) se encuentran en la universidad o instituciones superiores de corte tecnológico.

  • A v a n c e s

    19

    ejercer la profesión de diseñadores. El aprendizaje raramente consiste en algo más que

    habilidad para dominar técnicas de proyección, cada día que pasa el papel de la

    universidad como proveedora de conocimientos, habilidades, valores, etc. es más

    meritorio en un mundo diversificado y que evoluciona a gran velocidad.

    El valor de una educación formal es algo que sólo pasado el tiempo puede constatarse

    de manera real, esto no es un obstáculo para generar desde ahora una conciencia sobre

    la relevancia de una buena enseñanza del diseño. En una sociedad post industrial, es

    necesario hacer cambios para que la educación de diseñadores les proporcione la

    flexibilidad de convertirse en contribuyentes relevantes en la sociedad. El traslado de la

    educación del diseño hacia dentro del ámbito universitario se considera una de las

    contribuciones más importantes del siglo XX en el campo del diseño al tiempo que

    significa un notable desarrollo. Las implicaciones de esta reubicación del diseño son

    muchas y siguen todavía desarrollándose pero sin duda comienzan a cambiar la reflexión

    sobre el diseño en numerosos aspectos de cara al futuro.

    Una forma de conocer hasta donde ha llegado el diseño es saber el nivel educativo en el

    que pueden encontrarse programas formativos, otro indicativo son también las

    agrupaciones dedicadas a la promoción de la disciplina, el tipo y alcance de estas

    organizaciones nos indica como la disciplina en su fase de profesión ha ido tomando un

    lugar en la sociedad actual. El área de estudio del diseño es un campo relativamente

    nuevo, como se sabe el final de la primera mitad del siglo XX fue el período en el que se

    comenzaron a fundar programas de diseño industrial en todo el mundo, cada año se

  • A v a n c e s

    20

    establecían uno a uno hasta llegar a la década de 1990 en que comenzó a incrementarse

    su número a gran escala.

    Como ya mencionamos el diseño se ha visto ligado desde sus inicios al arte y a su

    enseñanza. Algunas instituciones usaron su tradición en este campo de las bellas artes,

    aprovechando dichos estudios como fundamentos para los de diseño. No obstante con el

    tiempo el diseño, sobre todo el industrial, ha ido diversificando su incorporación en las

    instituciones educativas. El ICSID nos muestra que actualmente los programas de diseño

    industrial puede tener relación, además de con el campo del arte, con otras áreas

    diferentes tales como la ciencia o la ingeniería. El énfasis y la ubicación, según esta

    asociación, dependen entre otras cosas, de la ideología de cada programa. Veamos la

    siguiente tabla elaborada con datos del Consejo Internacional de Sociedades de Diseño

    Industrial (Popovic, 1999).

    Tipos de instituciones que imparten la carrera de diseño industrial

    ICSID, World Directory of Industrial Design Education.

  • A v a n c e s

    21

    Del universo de escuelas estudiadas por el ICSID3 se nos muestra que 73 programas

    están ubicados en universidad (44%), 22 en universidades tecnológicas (13%), en

    institutos de tecnología 13 programas (7.9%) y en escuelas de diseño y academias de

    arte 11 programas (6.7%), podemos ver en la tabla la diversidad de instituciones que ha

    impartido cursos de diseño en los últimos años.

    La duración de los programas de diseño suele ir desde dos hasta los seis años

    dependiendo de sus características y obviamente del nivel educativo o grado que las

    instituciones ofertan. Antes de abordar que tipo de objetivos se pretende que cumpla

    cada nivel educativo aclaremos cuales son esos niveles en un contexto general. Existen

    en casi todo el mundo ciertos estándares en cuanto al tipo de estudios que se requieren

    para obtener una preparación profesional e investigadora, si bien la cantidad de créditos

    o años de estudio no son siempre los mismos. En casi todas las áreas de conocimiento

    que se imparten en instituciones de educación superior en Europa y América existen los

    siguientes niveles educativos: pregrado, grado y posgrado, en este caso definiremos lo

    que se entiende por grado y posgrado.

    Los estudios de grado (o undergraduate) incluyen:

    • Diplomado, Técnico o Associate. Este grado implica en la mayoría de los casos

    estudios de dos años. Esta es una opción para muchos estudiantes que no

    pueden o quieren estudiar los cuatro o cinco años que implica una licenciatura,

    una opción de titulación que en algunas universidades, como las españolas, son

    para aquellos que buscan cursar una parte de los estudios con opción de

    3 El documento ICSID, World Directory of Industrial Design Education del International Council of Societies of Industrial Design incluye 164 programas de todo el mundo, p. 8

  • A v a n c e s

    22

    completarlos más adelante. En muchos países siempre han existido estudios

    específicos en ramas de ciertas áreas de conocimiento, que no requieren de un

    alto nivel de especialización o que simplemente no abarcan todos los parámetros

    de una profesión, pero sobre todo con la consigna de capacitar jóvenes que

    buscan integrarse rápidamente en el ámbito laboral.

    • Licenciatura o Ingeniería. Este grado es uno de los más reconocidos en todo el

    mundo, en algunos países se le llama Bachelor. Este grado significa que el

    estudiante ha adquirido un conjunto de conocimientos en alguna área de estudio y

    también un cierto conocimiento general. Varias profesiones tales como médico,

    contador, odontólogo, etc., forman parte de este nivel y los que lo obtienen suelen

    ser llamados profesionistas, la mayoría tiene una duración de cuatro a cinco años.

    Se consideran estudios de posgrado (o graduate):

    • Maestría o Master. Este se cursa después de la licenciatura o ingeniería y está por

    debajo académicamente del título de Doctor. La tendencia por un tiempo fue que

    las maestrías o másteres fueran cursados con propósitos empresariales y los

    doctorados con fines o salidas académicas. Este posgrado dura alrededor de uno

    o dos años y en la mayoría de los casos un trabajo final de tesis o tesina es

    requisito para ser aprobado. Tanto aquí como en el doctorado preponderancia la

    tienen la investigación y la creación, eso dependerá de la orientación de la

    propuesta, en México se dividen en programas profesionalizantes y programas de

    investigación.

    • Doctorado. Este es un nivel que proviene de tiempos muy antiguos y hoy en día

    posee una gran importancia en especial en el ámbito académico. La tesis doctoral

  • A v a n c e s

    23

    y su defensa es siempre el trabajo final y una parte fundamental de los estudios

    pues refleja el trabajo investigador y sus aportaciones al conocimiento o

    descripción del área de estudio. En algunos países está permitido cursar un

    doctorado justo después de la licenciatura como lo era en España hasta antes de

    que la entrada al Espacio Europeo de Educación Superior le obligara a poner

    como prerrequisito el master, no obstante es más común, como ejemplo nuestro

    país, que una maestría sea requerida para poder cursar un programa de

    doctorado. La duración depende en muchos casos del tiempo que se toma para

    realizar la tesis pero muchos programas plantean enseñanzas de dos años o tres

    y luego un tiempo determinado para presentar la disertación doctoral.

    En el caso de la duración de los estudios de diseño, la tendencia global según el

    Directorio mundial de educación en diseño industrial (Popovic, 1999) es la siguiente:

    • Grado de Licenciatura o Ingeniería (Bachelor): tiene una duración de cuatro a seis

    años

    • Diplomas o Cursos profesionales: tres años

    • Diplomas Asociados: dos años

    • Certificados: de un año

    • Master: de uno a dos años (Coursework masters) o dos y tres años (Masters o

    maestrías de investigación)

    • Doctorados: mínimo de tres años

    La siguiente gráfica muestra los programas que escuelas de diseño industrial inscritas en

    el ICSID, ofrecen en cada nivel educativo. Cabe mencionar que aunque hay una clara

  • A v a n c e s

    24

    primacía de los programas de grado, los posgrados en especial las maestrías también

    demuestran ser un número bastante alto. Desde nuestra perspectiva el rápido

    crecimiento de las empresas que reconocen el valor del diseño y su necesidad de

    especialistas en diversas áreas de la ingeniería y las áreas multimedia sobre todo, ha

    provocado una apertura bastante amplia de programas de especialización o investigación

    para los egresados de diseño.

    Grados académicos en los que se imparte la carrera de diseño industrial

    ICSID, World Directory of Industrial Design Education

    Varias instituciones educativas, en particular las universidades, tienen diferentes niveles

    de salida para los diseñadores y esto depende en la mayoría de los casos de los niveles

    educativos, requerimientos y características de cada región. Así pues este estudio hace

    patente que el desarrollo de la educación en diseño está relacionado directamente al

    desarrollo industrial de cada región en particular y es que, no por nada la mayoría de la

    infraestructura educacional se encuentra dentro de las regiones americana, australiana

    asiática y europea, siendo esta última la que tiene el mayor número de instituciones.

  • A v a n c e s

    25

    Un último dato interesante que podemos obtener de este directorio de escuelas de

    diseño industrial que abarca escuelas de varias partes del mundo es el dedicado al tema

    de la investigación. En los posgrados que se ofrecen en este campo se muestra que la

    investigación es más de corte aplicado que teórico. Casi la mitad de las instituciones

    (49%) direccionan sus programas de master y doctorado hacia la industria y la práctica,

    un 34% lo hacen hacia la investigación teórica, cabe mencionar que resto de los

    programas no lo especifican.

    Tal parece que el mayor cambio en la educación del diseño en los últimos años es el

    desarrollo de programas de posgrado y programas de investigación del diseño. Y esto en

    el marco de las universidades, que si bien no son las únicas instituciones que imparten

    diseño, tienen una doble significación al ser parte de esta entidad y es “la adopción de lo

    que ésta comporta en cuanto a construcción de un cuerpo de conocimiento y de un

    ámbito de investigación bien delimitado vinculado al desarrollo del sector productivo en

    su conjunto” (ANECA, p.8). En este contexto si las licenciaturas e ingenierías tienen

    como objetivo preparar estudiantes para desarrollar la profesión del diseño, los

    programas de posgrado tienen el objetivo de dar al estudiante una preparación al nivel de

    maestría en su disciplina.

    La maestría según hemos visto puede ser en dos vertientes: la primera es el dominio de

    la práctica profesional, lograda a través de programas de maestría que enseñan a los

    estudiantes los más avanzados métodos y técnicas del trabajo del diseño en áreas

    específicas del mismo. La otra maestría es la disciplina misma para enseñar e investigar,

  • A v a n c e s

    26

    lo cual en algunos países afortunadamente se considera ya como un área de aplicación

    profesional en adición a las ramas de diseño digamos de aplicación comercial o social.

    Esta es también una de las metas de los nuevos programas doctorales de diseño que

    están emergiendo a lo largo de todo el mundo: preparar investigadores.

    Según Jorge Frascara (1996, p.52), los programas de posgrado en diseño deben trabajar

    a lo largo de las líneas educativas o generar las soluciones del diseño para proyectos

    específicos que sobrepasan claramente el nivel normal de calidad en el campo

    profesional y que se convierten en modelos de excelencia para practicar diseño. Este

    trabajo práctico sin embargo, se debe desarrollar en conjunción de un profundo análisis

    teórico de las soluciones de diseño. La profesión según el autor, necesita alejarse de ser

    un esfuerzo puramente artístico o proyectual y ser un proceso donde las soluciones se

    basen, tanto como sea posible, en procesos de decisión argumentables. Para poder

    dirigir los estudios de posgrado hacia el desarrollo de nuevos conocimientos, los

    educadores deben concebirlos cualitativamente, esto es, de forma diferente a los de la

    licenciatura y no como una mera continuación de los estudios, cualquiera que sean los

    objetivos y el grado de aumento de su complejidad.

    Los estudios de licenciatura por otro lado, no deben ser vistos como una mera

    preparación de los estudiantes para su integración en la industria, estos estudios no son

    simplemente un entrenamiento para el trabajo, muchos piensan incluso que no es posible

    que cuatro años sean necesarios para una educación profesional. Los programas de este

    tipo deben egresar a diseñadores que estén listos para comenzar una carrera

  • A v a n c e s

    27

    profesional, que tengan una preparación conceptual que les permita progresar

    rápidamente y enriquecer la práctica de la profesión.

    Hay una distinción importante entre la educación del estudiante y la educación del

    egresado de diseño, la formación de estudiantes se debe centrar en desarrollar sus

    habilidades individuales; la que es para egresados debe hacer lo mismo pero en un nivel

    más alto y más conceptual, así como también debe contribuir al adelanto del

    conocimiento en el campo. Estamos convencidos en que son precisamente las

    instituciones de educación superior los mejores espacios desde donde se puede ayudar

    a la investigación y el adelanto del conocimiento en el diseño. En especial porque la

    práctica profesional no permite tener suficiente tiempo para la investigación, de hecho

    cuando se logra desarrollar existe entre los practicantes cierto hermetismo para compartir

    la información.

    Esta idea de que las universidades deben servir a la investigación no se refiere a que

    deban servir directamente a los propósitos del contexto local o nacional en que se

    insertan, sino que el conocimiento generado sirva para vincular actividades que permitan

    el beneficio de los estudiantes acercando las investigaciones al mundo real y viceversa.

    Por otro lado cada vez más las universidades tienden a establecer grupos de

    investigación que traten problemas de diseño relacionados con las necesidades

    humanas y no sólo de la resolución de problemas de la industria comercial.

    Desde la universidad pueden fundarse recursos para desarrollar soluciones, Frascara

    hace una reflexión sobre estas tareas “hay una necesidad de trabajar en varios frentes:

  • A v a n c e s

    28

    deben desarrollarse centros de referencias donde la información existente pueda ser

    almacenada y recuperada, se debe generar mas información a través de dos actividades

    de investigación la discusión crítica y experimental del trabajo presente y pasado, deben

    desarrollarse redes de comunicación entre los investigadores que sean conducidas de la

    mejor forma posible para coordinar los esfuerzos y para evitar la duplicidad de

    información” (1996, p.53).

    Por su parte Fatina Saikaly, quien recientemente publicó una investigación sobre el

    análisis de algunos programas de doctorado en diseño explica que, la mayoría de estos

    planes que han sido ideados durante la década de 1990, se ofrecen en diferentes

    contextos socioculturales y pertenecen a diferentes sistemas educativos, así mismo que

    aunque los temas epistemológicos y metodológicos relacionados con la investigación en

    diseño son todavía centro de debate entre la comunidad internacional de investigadores

    de diseño, sin duda la investigación en esta área está viva y avanza en un creciente

    número de lugares pues su objetivo es el desarrollo, articulación y comunicación del

    conocimiento del diseño (Saikaly, 2004, p.1). Nos encontramos en una etapa todavía

    temprana en el desarrollo de programas doctorales en diseño pero cada año vemos la

    fuerza del crecimiento de este tipo de programas que fortalecen, dan forma a la práctica

    y la educación del diseño.

    Se dice que si el profesional del diseño debe poder adaptarse a la naturaleza cambiante

    de la sociedad e intervenir en procesos de innovación, gestión y anticipación de

    escenarios productivos, los estudios conducentes al grado deben también incorporar las

    bases para poder desarrollar competencias vinculadas a la fundamentación de la

  • A v a n c e s

    29

    disciplina, la investigación, la generación de conocimiento y su evaluación, si bien estas

    actividades se corresponden más directamente con los objetivos de formación propios

    del posgrado. Un importante documento que trata sobre el tema lo describe de la

    siguiente manera:

    …los estudios de grado deben venir determinados por aquellos objetivos de carácter

    profesional que permitan a los egresados encontrar trabajo y adaptarse a las características

    de los empleos en los mercados laborales… por su parte, corresponde a los estudios de

    postgrado profundizar y trabajar aquellas competencias específicas y transversales que

    permitan a los egresados generar trabajo en el sentido que lo venían haciendo los

    profesionales liberales, teniendo en cuenta que, en el mundo contemporáneo, gran parte del

    trabajo nuevo que genera trabajo se debe a la aceleración y la versatilidad del sistema

    empresarial actual (ANECA, p. 154).

    En la siguiente tabla compendiamos las especificidades ya nombradas en cuanto a cada

    nivel de estudios, las visiones desde la educación del diseño y conclusiones de estudios

    realizados en esta área como el ya mencionado de ANECA, con el fin de ampliar lo que

    se considera como finalidad en cada nivel educativo; esta información permite reconocer

    la relevancia de cada perfil profesional y la diferencia entre los egresados de cada nivel.

  • A v a n c e s

    30

    Objetivos y especificidades de cada nivel educativo en el que se enseña el diseño (V. Ariza)

  • A v a n c e s

    31

    Creemos que describir las características y contenidos de los diferentes niveles de

    enseñanza del diseño puede servir para establecer límites y pensar en el logro de

    objetivos más explícitos. El ideal sería contar en el país con muchos diseñadores con

    posgrado pero más que todo deberíamos pensar individuos capaces de afrontar los retos

    de la práctica actual y de tiempos posteriores. Deberíamos encontrar mecanismos para

    garantizar que las universidades estén formando a los diseñadores que requiere el

    mundo contemporáneo, evaluar si los cambios propios de la práctica del diseño se están

    tomando en cuenta para los programas educativos que se ofertan y si las investigaciones

    sobre el contexto al cual van a entrar los estudiantes cuando se gradúen, forman parte

    de las reflexiones cotidianas. En el libro blanco Design Issues in Europe Today

    (Macdonald, 2004) se explican algunas características que deben convertirse en guías

    para la creación y actualización de programas de diseño:

    • Rápidos cambios en la práctica y experiencia del día a día. La práctica del diseño

    evoluciona constantemente, y los límites entre las especializaciones formales se

    desvanecen cada vez más.

    • Competición a nivel local, nacional y global. El diseñar no es más una actividad

    local; todo diseñador y práctica de diseño compite, y tiene acceso a cualquier

    nivel de práctica y de experiencia.

    • Flexibilidad, cambio en el área y en la carrera. Hoy la mayor parte de la práctica

    del diseño consiste en equipos que convergen en las diferentes tareas del

    proyecto, estos equipos se desintegran y se vuelven a formar con personal de

    habilidades y experiencias diferentes. Los diseñadores pues necesitan flexibilidad

    y grandes habilidades para el trabajo interdisciplinario y en red.

  • A v a n c e s

    32

    • Trabajo en equipo. Pocos proyectos en la actualidad son viables de ser abarcados

    por un solo individuo; los diseñadores deben ser capaces de trabajar en equipo y

    de tener habilidades para manejar la dinámica de la actividad grupal.

    • La creciente importancia del capital intelectual. Se dice que en el mundo

    democrático de tecnología de fabricación viviremos de las ideas; diseñar significa

    cada vez más el uso de un capital intelectual que el demostrar una habilidad

    manual o capacidad artesanal.

    • Creatividad. Los diseñadores deben ser hábiles para crear un ambiente apropiado

    que promueva el pensamiento creativo y una actividad proyectual que desarrolle

    un capital intelectual valioso.

    • Abundancia de información. La información es hoy en día bastante asequible,

    diariamente somos bombardeados con grandes cantidades de ella. Una aptitud

    clave para los diseñadores será la capacidad de saber seleccionar entre toda esa

    información y acomodarla para lograr las conexiones necesarias y así crear

    nuevos conocimientos (McNally, 2004, pp.48-49).

    Queda claro que es por demás difícil lograr que los programas de enseñanza del diseño

    estén en constante cambio si la tecnología, la organización de los recursos humanos en

    las empresas, o los procesos productivos cambian, cuanto más si sabemos que no es

    fácil comprobar si realmente esos cambios impactan en el tiempo adecuado ya en el

    mercado de trabajo, cuantificar los resultados de una formación es cuestión de mucho

    tiempo. Sin embargo es posible, a través de una práctica reflexiva, introducir en las

    currículas estos rasgos mencionados ya que más que todo, implican un cambio de

    contenidos actitudinales antes que conceptuales o procedimentales. En concreto

  • A v a n c e s

    33

    creemos que desde diversas instancias, pero sobre todo en el contexto universitario

    radica un especial poder para transferir a los estudiantes todo aquello que forma parte de

    la experiencia profesional real.

    Las universidades deben adquirir el compromiso de dotar a sus egresados de las

    herramientas necesarias para sobrellevar una cierta profesión cultivando su propio

    crecimiento. Es decir que las aptitudes y actitudes que exigen el crecimiento y

    competitividad del mercado laboral van más allá de una simple comprobación de

    conocimientos. Se requieren profesionistas activos, que apliquen tanto lo imprescindible

    de la disciplina estudiada como que generen conocimiento y sean capaces de desarrollar

    e improvisar, en situaciones diversas, soluciones a los nuevos problemas que se les

    presenten. Hoy más que nunca la sociedad espera recibir individuos que no solamente

    cuenten con aptitudes entendidas como saberes, conocimientos y un saber hacer, sino

    que también tengan actitudes y comportamientos individuales y colectivos.

    Conclusiones

    La sociedad y sus expresiones culturales, económicas y tecnológicas, conducen a

    una formación superior casi totalmente distinta a la que muchos de nosotros hemos

    recibido. La universidad como la institución de educación superior por antonomasia es ya

    veterana en la contribución a cambios sociales trascendentales, no obstante aunque gran

    parte de su legado debe preservarse, hay que encontrar la manera de hacer que sus

    funciones se adapten más rápidamente a los cambios del mundo, conservar lo valioso

    pero al mismo tiempo ver panorámicamente hacia el futuro ya que las diversas áreas del

    conocimiento evolucionan de forma inesperada, tal como es el caso del diseño.

  • A v a n c e s

    34

    Las universidades deben ayudar a sus egresados a ser gente de pensamiento amplio

    que ayude a crear una sociedad democrática más que a prepararles para ser

    especialistas que dominan ciertas herramientas y procesos de diseño. En este contexto

    los educadores del diseño deben examinar las tendencias y tratar de prepararse ellos

    mismos y a sus estudiantes para el futuro, no se sabe si las necesidades serán otras, si

    las herramientas serán más o menos flexibles o si tomarán un papel aún más

    significativo, lo único que se sabe con precisión del futuro es que será diferente al hoy.

    Basados en este principio lo mejor que se puede hacer por los estudiantes es fomentar

    su adaptabilidad, crear en ellos esa capacidad de acomodarse a las realidades

    cambiantes.

    El principal tema sobre la enseñanza del diseño en la actualidad es precisamente este, el

    debate entre formar expertos en una práctica, formar gente para que utilice de forma

    flexible su conocimiento o ambas, una persona adaptable tanto a los cambios que le

    ofrecerá el futuro como a las actividades prácticas del diseño.

    Las funciones de las instancias que preparan a futuros diseñadores llámense formar,

    capacitar o especializar, cambian en intensidad según el nivel de estudios en el que se

    pretende integrar al alumno, pero lo verdaderamente importante es la puesta en marcha

    de un mecanismo que permita renovar constantemente la enseñanza del diseño, y

    reflexionar sobre la labor de las instituciones educativas que ofrecen programas de

    diseño en distintos niveles en donde se supone deben educar y al mismo tiempo formar a

  • A v a n c e s

    35

    sus estudiantes, no únicamente instruirlos sobre una actividad que suele realizarse con

    medios y herramientas altamente cambiantes.

    Desde nuestra perspectiva, la cuestión es saber reconocer que los escenarios cambian y

    que la educación tiene que hacerlo también, que debe existir un equilibrio entre

    egresados intuitivos pero con amplio conocimiento, prácticos pero reflexivos, ambiciosos

    pero sensibles a las necesidades de la sociedad. Todo esto en aras de una nueva

    concepción de diseñadores que sean capaces de apropiarse del presente y porque no,

    del futuro también, en especial que sean colaboradores constantes en la búsqueda y

    creación de nuevo conocimiento y nuevas formas de comprender nuestra cultura.

  • A v a n c e s

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