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MENSAJE DE MISERICORDIA DE J ESUCRISTO AL MUNDO ACTUAL N C MENSAJE de MISERICORDIA de JESUCRISTO al MUNDO ACTUAL Selección de los textos más significativos

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MENSAJE DE MISERICORDIA

DE JESUCRISTO AL MUNDO ACTUAL

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Selección de los textos más significativos

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MENSAJE DE MISERICORDIA

DE JESUCRISTO AL MUNDO ACTUAL

CONFIADO A SANTA FAUSTINA

ALBERTO ESTRADA

NOTICIAS CRISTIANAS

Prólogo de este libro por elExcmo. y Rvdmo. Manuel Monteiro de Castro,

Arzobispo titular de Beneveto,Nuncio Apostólico

en ESPAÑA

Selección de los textos más significativos del

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Mensaje de Misericordia de Jesucristoal mundo actual.. 2006

© NOTICIAS CRISTIANASCtra. de Vallvidrera al Tibidabo 106.

08035 Barcelonawww.marianos.net. Usado con permiso.

ISBN: 84-95313-70-7Depósito legal:

Impreso por Valant 2003 S.L.

Printed in Spain

Para la edición española del Diario de santa Faustina,La Divina Misericordia en mi alma,

la autorización eclesiástica fue:Nihil Obstat:

Rev. P.Walter M. Dziordz, M.I.C.Provincial

8 de mayo de 1996, Sockbridge, MA, EE.UU.Imprimatur:

+Thomas L. DupréObispo de Springfield, MA, EE.UU.

8 de mayo de 1996Traducido del polaco por

Eva Bylicka

Diario de santa María Faustina,La Divina Misericordia en mi alma. 1996

© Congregación de los Marianos de la Inmaculada Concepción,Stockbridge, MA 01263.

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PRESENTACION

¿Para que ha sido escrito este libro? Para contribuira la difusión del precioso Libro-Diario de Santa FaustinaKowalska, a la que Jesucristo confió el Mensaje deMisericordia al mundo actual.

Jesucristo mandó a Santa Faustina que escribieratodo lo que le dictaba. Cada revelación está numerada.Todas las revelaciones están en el Libro-Diario de SantaFaustina, que tiene setecientas páginas.

El Libro-Diario de Santa Faustina tiene también unvalor inapreciable, por la gran cantidad de principiosascéticos y directrices prácticas, para vivir una vida cris-tiana sólida y segura. Jesucristo le habló y orientó du-rante una serie de años, de una manera habitual.

Lo que más impresiona del Libro-Diario es que, con-tinuamente mueve al lector a tomarse en serio aDios.Creemos que el presente libro, que es una selec-ción de frases del Libro-Diario por temas, puede inte-resar al lector.

«La fe consiste fundamentalmente ensaberse amado por Dios.» Benedicto XVI

«El mundo sin el Dios concreto manifestado enel rostro de Jesucristo que ha sufrido por noso-

tros se autodestruye.» Benedicto XVI

690. «La humanidad no conocerá paz hasta queno se dirija a la Fuente de Mi misericordia.» –MiPasión– Diario de SantaFaustina

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________________1 JUAN PABLO II, peregrinación al sepulcro de Santa

Faustina. Polonia 1997. El 22 de septiembre de1981, el PapaJuan Pablo II ya había dicho en el Santuario del Amor Miseri-cordioso, en Collevalenza, Italia: «Desde el principio de miPontificado he considerado este mensaje como mi cometido es-pecial. La Providencia me lo ha asignado».

2 Cf. Dives in misericordia, 15

PRÓLOGO

Saludamos con sumo gusto la presente iniciativainspirada por el caritativo y laudable deseo de divulgaraún más el conocimiento del diario de Santa FaustinaKowalska, «el apóstol de la Misericordia Divina»,como le llamó el Siervo de Dios, el querido Papa JuanPablo II. El recordado Pontífice acogió este mensaje ymanifestó acerca de él: «es algo muy querido; en cier-to sentido forma una imagen de mi Pontificado»; 1 par-ticularmente para esta hora «difícil» de la humanidad. 2

El precioso y consolador mensaje encerrado en laspáginas del destacado escrito de esta santa polaca denuestro tiempo, se centra en el constante recuerdo delamor de Dios al hombre, de la bondad y compasiónque ha prodigado con todos los que ha creado y redi-mido. Un amor misericordioso que cada uno de noso-tros está permanentemente invitado a considerar y co-

NUNCIATURA APOSTÓLICA

EN ESPAÑA

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rresponder en el núcleo de su vida, dejándonos amar yconvencer por el Señor, que, en palabras del SantoPadre Benedicto XVI, «nos ama de un modo que po-dríamos llamar «obstinado», y nos envuelve con suinagotable ternura». 3

Como de forma inmediata nos recuerda el magisteriode los últimos pontífiices, el mundo de hoy tiene verda-dera necesidad de comprender y acoger la misericordiade Dios. Se trata de la cosa más gloriosa que hay en Él,de la que Él más se precia y por la cual Él quiere ser másconocido y alabado. Así lo confiesa ya la fe veterotesta-mentaria: «Dios misericordioso y clemente, tardo a laira, rico en misericordia y fiel, que mantiene su graciapor mil generaciones y perdona la iniquidad y el peca-do» (Ex 34, 6-7). La Misericordia del Padre se nos hamanifestado en Cristo Jesús, nuestro Salvador, el cualcon su misterio pascual, con su muerte en la cruz y suresurrección, nos ha dado la prueba y el signo más pal-pable de esa misma misericordia: Cristo «me amó y seentregó por mí» (Ga 2, 20). Expresión de la Caridad deDios para con nosotros, la misericordia Divina, al tiem-po que perdona rehabilitando, posibilita en cada cora-zón la capacidad de ser para el otro, hermano cercanoque perdona, ayuda y auxilia.

Considerar con verdad el mensaje de la Divina Mi-sericordia, convierte nuestro corazón, es decir, lo sacade sí mismo hacia Dios y hacia el prójimo. Hacia Dioscon humilde confianza, apoyándose en el conocimien-

________________2 Cf. Dives in misericordia, 153 BENEDICTO XVI, Homilía en la Parroquia romana de

«Dios, Padre misericordioso». 26 de marzo de 2006.

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to propio, del Señor y de cuanto Él ha realizado pornosotros. Leemos «lo que más hiere a mi Corazón esel pecado de la desconfianza» (Diario III, 21). Nossaca consecuentemente de nosotros mismos hacia nues-tros prójimos con una actitud caritativa activa median-te las obras, la palabra y la oración (cf. Diario II, 162)que dispone bien al alma e inclina al Señor a favorecer-la. Nadie puede amar si antes no es amado, y el prime-ro y el que más nos ama es el Señor. La expresión denuestra caridad es manifestación de la que Dios mismoha tenido primero para cada uno de nosotros en mani-festadas ocasiones.

En las páginas del diario de Santa Faustina encontra-mos pues una preciosa guía para caminar por este caminosabiendo que, como decía recientemente el Santo PadreBenedicto XVI, «el culto de la misericordia divina no esuna devoción secundaria, sino dimensión integrante dela fe y de la oración del cristiano, 4 que nos lleva a imitaren lo posible la perfección divina que consiste en dar y noen recibir: «sed misericordiosos como vuestro Padre ce-lestial es misericordioso» (Lc 6, 35-36). Por esa mayorsemejanza divina que consigue la misericordia, leemos tam-bién en el Diario una doctrina muy repetida por los San-tos Padres y la tradición de toda la Iglesia: «si un alma nopractica la misericordia de alguna manera, tampoco lahallará en mí en el día del juicio» (Diario IV, 57).

Ojalá que el signo de la devoción a la MisericordiaDivina, concretado en el agua y la sangre que manó del

________________4 BENEDICTO XVI, Regina Coeli, Segundo Domingo de

Pascua, 23 de abril de 2006.

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________________5 «Cuánto más vuestro Padre Celestial dará desde el cielo el

Espíritu Santo a los que lo pidieren».

pecho del Salvador, llegue a los corazones llamados aser transformados por el Amor del Padre y del Hijo,esto es por el don del Espíritu Santo, que el Señor Je-sús, al entregárnoslo, limpia y da vida. No olvidamosque este don, el mayor don que puede dar la Miseri-cordia divina (Cf. Lc 11,13)5, que es participar de suvida, nos invita a ser consecuentes con las promesasdel bautismo, se alimenta constantemente en el Sacra-mento del amor, en la Sagrada Eucaristía, memorial desu entrega por todos en la Cruz que se ofrece en co-munión, y se experimenta en el sacramento de la re-conciliación.

Deseo muy vivamente que las prácticas de devo-ción a la Divina Misericordia aprobadas por la Iglesiay la consideración de los escritos de esta santa,providencialmente canonizada el año Jubilar del 2000,infundan el ánimo en los pecadores, el esfuerzo mante-nido de los que quieren ser fieles a Jesucristo, y entodos una fe que opera por la caridad en el convenci-miento de que Dios, hecho hombre, tiene permanente-mente abierto de par en par su corazón a todos y cadauno de los hombres, con un amor capaz de convertir-nos en cauce de su bondadoso y tierno designio paracon todos.

Mons. Manuel Monteiro de CastroArzobispo titular de Benevento

Nuncio Apostólico

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MENSAJE DE JESUCRISTO

Jesucristo, en el siglo veinte, confió a santa Faustina,religiosa, este Mensaje de Misericordia, para que fuerapropagado «en todo el mundo y a toda criatura hu-mana». Santa Faustina Kowalska es ya conocida encasi todos los países. Ha sido incluida, por los teólo-gos, entre los destacados místicos de la Iglesia. Fuecanonizada por Juan Pablo II el 30 de Abril del 2000.

Nació en Glogowice - Polonia.

El Mensaje de Jesucristo tiene como fin renovar lavida religiosa de la Iglesia en el espíritu de confianzacristiana y misericordia.

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JUAN PAPLO IIY LA MISERICORDIA DE DIOS

–Juan Pablo II dijo en la canonización de SantaFaustina Kowalska «el 30 de Abril del 2000»: «Quie-ro transmitir al nuevo milenio y a todo el mundo, estemensaje de la Divina Misericordia, para que conozcanmejor el verdadero rostro de Dios Misericordioso».

–Juan Pablo II, ante cientos de miles de personasdijo, en Polonia, que él rezaba continuamente esta ora-ción del Rosario de la Divina Misericordia: «POR LADOLOROSA PASIÓN DE TU HIJO, TEN MISERI-CORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTE-RO».

–Por iniciativa de Juan Pablo II han sido distribui-das millones de estampas en las que él puso estas pala-bras: «SED APÓSTOLES DE LA DIVINA MISERI-CORDIA» Centro Romano D. Misericordia.

–¡Sacerdotes! Haced de la Divina MisericordiaVUESTRO PROGRAMA SACERDOTAL en estetiempo necesitado como nunca (Juan Pablo II).

–Dios, desde el inicio de mi pontificado, me encar-gó, especialmente, difundir Su Misericordia.

Juan Pablo II en Collevalenza Italia (22-XI-1981).

–La luz del Mensaje de Misericordia confiado a san-ta Faustina por Jesucristo, ILUMINARÁ AL HOMBREdel tercer milenio (Juan Pablo II).

De la canonización de santa Faustina en el 2000.

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LA DIVINA MISERICORDIA

1146 No puedo castigar al más grande pecadorsi acude a Mi misericordia.

Jamás rechazaré a un pecador arrepentido.

301 Proclama que la misericordia es el atributomás grande de de Dios. Todas las obras de Mismanos están coronadas por la misericordia.

305 Mi mayor deseo es que las almas Te conozcan,que sepan que eres su eterna felicidad, que crean en Tubondad y que alaben Tu infinita misericordia.

378 Especialmente a ti y a todos los que procla-men esta gran misericordia Mía, Yo Mismo los de-fenderé en la hora de la muerte como Mi gloria,aunque los pecados de las almas sean negros comola noche. Cuando un pecador se dirige a Mi miseri-cordia, Me rinde la mayor gloria y es un honor paraMi Pasión. Cuando un alma exalta Mi bondad, en-tonces Satanás tiembla y huye al fondo mismo delinfierno.

1146 Que los más grandes pecadores [pongan]su confianza en Mi misericordia. Ellos más quenadie tienen derecho a confiar en el abismo de Mimisericordia. Hija Mía, escribe sobre Mi misericor-dia para las almas afligidas. Me deleitan las almasque recurren a Mi misericordia. A estas almas lesconcedo gracias por encima de lo que piden. Nopuedo castigar aún al pecador más grande si él su-plica Mi compasión, sino que lo justifico en Mi in-

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sondable e impenetrable misericordia. Escribe:Antes de venir como juez justo, abro de par en parla puerta de Mi misericordia. Quien no quiere pa-sar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pa-sar por la puerta de Mi justicia...

1273 Jesús: Hija Mía, ¿crees, quizá, que hayasescrito suficiente sobre Mi misericordia? Lo que hasescrito es apenas una gotita frente a un océano. Yosoy el Amor y la Misericordia Misma; no existemiseria que pueda medirse con Mi misericordia, nila miseria la agota, ya que desde el momento enque se da [mi misericordia] aumenta. El alma queconfía en Mi misericordia es la más feliz porque YoMismo tengo cuidado de ella.

.1275 Secretaria Mía, escribe que soy más gene-

roso para los pecadores que para los justos. Por elloshe bajado a la tierra... por ellos he derramado Misangre; que no tengan miedo de acercarse a Mi,son los que más necesitan Mi misericordia.

1396 Hoy escuché en el alma una voz: Oh, si lospecadores conocieran Mi misericordia, no perece-ría un número tan grande de ellos. Diles a las almaspecadoras que no tengan miedo de acercarse a Mí,habla de Mi gran misericordia.

1397 El Señor me ha dicho: La pérdida de cadaalma Me sumerge en una tristeza mortal. Tú siem-pre Me consuelas cuando rezas por los pecadores.Tu oración que más Me agrada es la oración por laconversión de los pecadores. Has de saber, hija Mía,que esta oración es siempre escuchada.

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1447 ¡Oh, cuánto Me duele que muy rara vez lasalmas se unan a Mí en la Santa Comunión! Esperoa las almas y ellas son indiferentes a Mí. Las amocon tanta ternura y sinceridad y ellas desconfíande Mí. Deseo colmarlas de gracias y ellas no quie-ren aceptarlas. Me tratan como una cosa muerta,mientras que (60) Mi Corazón está lleno de Amor yMisericordia. Para que tú puedas conocer al me-nos un poco Mi dolor, imagina a la más tierna delas madres que ama grandemente a sus hijos, mien-tras que esos hijos desprecian el amor de la madre.Considera su dolor. Nadie puede consolarla. Éstaes sólo una imagen débil y una tenue semejanza deMi Amor.

1448 Escribe de Mi Misericordia. (...) Para ob-tener este milagro no hay que hacer una peregrina-ción lejana ni celebrar algunos ritos exteriores, sinoque (...) el milagro de la Misericordia de Dios semanifestará en toda su plenitud. Aunque un almafuera como un cadáver descomponiéndose, de talmanera que desde el punto de vista humano no exis-tiera esperanza alguna de restauración y todo estu-viese ya perdido. No es así para Dios. El milagro dela Divina Misericordia restaura a esa alma en todasu plenitud. (...)

1516 Diles a las almas, hija Mía, que les doy Mimisericordia como defensa, lucho por ellas Yo solosoporto la justa ira de Mi Padre.

1541 Hija Mía, anima a las almas a rezar la co-ronilla que te he dado. A quienes recen esta coroni-lla, Me complazco en darles lo que Me pidan. Cuan-

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do la recen los pecadores empedernidos, colmarésus almas de paz y la hora de su muerte será feliz.Escríbelo para las almas afligidas: Cuando un almavea y conozca la gravedad de sus pecados, cuandoa los ojos de su alma se descubra todo el abismo dela miseria en la que ha caído, no se desespere, sinoque se arroje con confianza en brazos de Mi mise-ricordia, como un niño en brazos de su madreamadísima. Estas almas tienen prioridad en Mi Co-razón compasivo, ellas tienen preferencia en Mi mi-sericordia. Proclama que ningún alma que ha in-vocado Mi misericordia ha quedado decepcionadani ha sentido confusión.

Me complazco particularmente en el alma queconfía en Mi bondad. Escribe: cuando recen estacoronilla junto a los moribundos, Me pondré entreel Padre y el alma agonizante no como el Juez jus-to, sino como el Salvador misericordioso.

1577 Diles a las almas que no pongan obstáculosen sus propios corazones a Mi misericordia, quedesea muchísimo obrar en ellos. Mi misericordiaactúa en todos los corazones que le abren su puer-ta. (...)

1588 Hoy escuché estas palabras: En el AntiguoTestamento enviaba a los profetas con truenos a Mipueblo. Hoy te envío a ti a toda la humanidad conMi misericordia. No quiero castigar a la humani-dad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla aMi Corazón misericordioso. Hago uso de los casti-gos cuando Me obligan a ello; Mi mano resiste atomar la espada de la justicia. Antes del día de lajusticia envío el día de la misericordia. Contesté:

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Oh Jesús mío, Tú Mismo habla a las almas, porquemis palabras no valen nada.

1728 Escribe: Soy santo, tres veces santo y sientoaversión por el menor pecado. No puedo amar al almamanchada por un pecado, pero cuando se arrepien-te, entonces Mi generosidad para ella no conoce lí-mites. Mi misericordia la abraza y justifica. Persigoa los pecadores con Mi misericordia en todos suscaminos y Mi Corazón se alegra cuando ellos vuel-ven a Mí. Olvido las amarguras que dieron a beber aMi Corazón y Me alegro de su retorno. Di a los peca-dores que ninguno escapará de Mis manos. Si huyende Mi Corazón misericordioso, caerán en Mis ma-nos justas. Di a los pecadores que siempre los espero,escucho atentamente el latir de sus corazones [parasaber] cuándo latirán para Mí.

Escribe que les hablo a través de los remordi-mientos de conciencia, a través de los fracasos y lossufrimientos, a través de las tormentas y los rayos,hablo con la voz de la Iglesia y si frustran todas Misgracias, Me molesto con ellos, dejándoles a sí mis-mos y les doy lo que desean.

1777 Has de saber, hija Mía, que Mi Corazón esla Misericordia Misma. De este mar de misericordialas gracias se derraman sobre el mundo entero. Nin-gún alma que se haya acercado a Mí, se ha retiradosin consuelo. Toda miseria se hunde [en] Mi miseri-cordia y de este manantial brota toda gracia,salvadora y santificante. Hija Mía, deseo que tu co-razón sea la sede de Mi misericordia. Deseo que estamisericordia se derrame sobre el mundo entero a tra-

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vés de tu corazón. Cualquiera que se acerque a ti, nopuede retirarse sin confiar en esta misericordia míaque tanto deseo para las almas. Reza, cuanto pue-das, por los agonizantes, impetra para ellos la con-fianza en Mi misericordia, porque son ellos los quemás necesitan la confianza quienes la tienen muypoca. Has de saber que la gracia de la salvación eter-na de algunas almas en el último momento dependióde tu oración. Tú conoces todo el abismo de Mi mi-sericordia, entonces recoge de ella para ti y especial-mente para los pobres pecadores. Antes el cielo y latierra se vuelven a la nada, que Mi misericordia dejede abrazar a un alma confiada.

1784 Hoy, durante una conversación más larga, elSeñor me dijo: Cuánto deseo la salvación de las al-mas. Mi queridísima secretaria, escribe que deseoderramar Mi vida divina en las almas humanas ysantificarlas, con tal de que quieran acoger Mi gra-cia. Los más grandes pecadores llegarían a una gransantidad si confiaran en Mi misericordia. Mis en-trañas están colmadas de misericordia que está de-rramada sobre todo lo que he creado. Mi deleite esobrar en el alma humana, llenarla de Mi misericor-dia y justificarla. Mi reino en la tierra es Mi vidaen las almas de los hombres. Escribe, secretaria Mía,que el director de las almas lo soy Yo Mismo direc-tamente, mientras indirectamente las guío por me-dio de los sacerdotes y conduzco a cada una a lasantidad por el camino que conozco solamente Yo.

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AMOR

820 El Ángel Custodio me recomendó que rezarapor cierta alma, y a la mañana siguiente supe que eraun hombre que en aquel mismo instante había empeza-do a agonizar. De modo sorprendente Jesús me da aconocer que alguien necesita mi plegaria. De maneraparticular me entero cuando mi oración la necesita unalma agonizante. Ahora eso sucede más a menudo queantes.

890 El amor es un misterio que transforma todo loque toca en cosas bellas y agradables a Dios. El amorde Dios hace al alma libre; es como una reina que noconoce el constreñimiento del esclavo, emprende todocon gran libertad del alma, ya que el amor que vive enella es el estímulo para obrar. Todo lo que la rodea, leda a conocer que solamente Dios es digno de su amor.

ALMAS QUE SOSTIENENLA HUMANIDAD

367 En cierta ocasión Jesús me hizo conocer quecuando le ruego por alguna intención que a veces merecomiendan, está siempre dispuesto a conceder susgracias, pero las almas no siempre quieren aceptarlas.Mi Corazón está colmado de gran misericordia paralas almas y especialmente para los pobres pecado-res. Oh, si pudieran comprender que Yo soy paraellas el mejor Padre, que para ellas de Mi Corazónha brotado Sangre y Agua como de una fuente des-

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bordante de misericordia; para ellas vivo en el ta-bernáculo; como Rey de Misericordia deseo colmarlas almas de gracias, pero no quieren aceptarlas.Por lo menos tú ven a Mí lo más a menudo posibley toma estas gracias que ellas no quieren aceptar ycon esto consolarás Mi Corazón. Oh, qué grande esla indiferencia de las almas por tanta bondad, portantas pruebas de amor. Mi Corazón está recom-pensado solamente con ingratitud, con olvido porparte de las almas que viven en el mundo. Tienentiempo para todo, solamente no tienen tiempo paravenir a Mí a tomar las gracias. Entonces, Me dirijoa ustedes, a ustedes, almas elegidas, ¿tampoco us-tedes entienden el amor de Mi Corazón? Y aquítambién se ha desilusionado Mi Corazón: no en-cuentro el abandono total en Mi amor. Tantas re-servas, tanta desconfianza, tanta precaución. (...)Ellas serán la maravilla de los ángeles y de los hom-bres. Su número es muy pequeño, ellas constituyenuna defensa ante la Justicia del Padre Celestial eimploran la misericordia por el mundo. El amor yel sacrificio de estas almas sostienen la existenciadel mundo. Lo que más dolorosamente hiere MiCorazón es la infidelidad del alma elegida por Míespecialmente; esas infidelidades son como espadasque traspasan Mi Corazón.

580 Una vez el Señor me dijo: Me hieren más laspequeñas imperfecciones de las almas elegidas quelos pecados de las almas que viven en el mundo. Meentristecí mucho por el hecho de que Jesús padecesufrimientos a causa de las almas elegidas, y Jesúsme dijo: Estas pequeñas imperfecciones, no es todo;te revelaré el secreto de Mi Corazón, lo que sufro

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por parte de las almas elegidas: la ingratitud por tan-tas gracias es el alimento continuo de Mi Corazónpor parte del alma elegida. Su amor es tibio, Mi Co-razón no puede soportarlo; estas almas Me obligana rechazarlas de Mí. Otras no tienen confianza enMi bondad y nunca quieren sentir la dulce intimi-dad en su corazón, pero Me buscan por allí, lejos yno Me encuentran. Esta falta de confianza en Mibondad es lo que más Me hiere. Si Mi muerte no lasha convencido de Mi amor, ¿qué es lo que las con-vencerá? Muchas veces un alma Me hiere mortal-mente y en tal caso nadie Me consolará. Hacen usode Mis gracias para ofenderme. Hay almas que des-precian Mis gracias y todas las pruebas de Mi amor;no quieren oír Mi llamada, sino que van al abismoinfernal. Esta pérdida de las almas, Me sumerge enla tristeza mortal. En tales casos, a pesar de ser Dios,no puedo ayudar nada al alma, porque ella Me des-precia; disponiendo de la voluntad libre puede des-preciarme o amarme. Tú, dispensadora de Mi mise-ricordia, habla al mundo entero de Mi bondad y conesto consolarás Mi Corazón.

961 Esta mañana, después de haber hecho mis ejer-cicios espirituales, me puse enseguida a hacer labor degancho. Sentía el silencio en mi corazón y que Jesúsdescansaba en él. Este profundo y dulce conocimientode la presencia de Dios me impulsó a decir al Señor:Oh Santísima Trinidad que vives en mi corazón, Teruego, da la gracia de la conversión a tantas almas cuan-tos puntos haré hoy con este gancho. De pronto oí enel alma estas palabras: Hija Mía, tus peticiones sondemasiado grandes. Jesús, si para Ti es más fácildar mucho que poco. Es verdad, Me es más fácil

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dar mucho al alma que poco, pero cada conversiónde un alma pecadora exige sacrificio. Y por eso, Je-sús, Te ofrezco este sincero trabajo mío; este sacrifi-cio no me parece demasiado pequeño por un númerotan grande de almas; pues, Tú, oh Jesús, durante trein-ta años salvabas las almas con el trabajo manual y comola santa obediencia me prohibe penitencias y grandesmortificaciones, por eso Te ruego, oh Señor, aceptaesas pequeñeces con el sello de la obediencia comocosas grandes. Entonces oí en el alma la voz: Hija Mía,atiendo tu petición.

1532 Jesús se quejó conmigo cuánto le dolía la infi-delidad de las almas elegidas, y aún hiere más MiCorazón su desconfianza después de una caída. Medolería menos, si no hubieran experimentado labondad de Mi Corazón.

1578 Que las almas que tienden a la perfecciónadoren especialmente Mi misericordia, porque laabundancia de gracias que les concedo proviene deMi misericordia. Deseo que estas almas se distin-gan por una confianza sin límites en Mi misericor-dia. Yo Mismo Me ocupo de la santificación de es-tas almas, les daré todo lo que sea necesario parasu santidad. Las gracias de Mi misericordia se to-man con un solo recipiente y éste es la confianza.Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Lasalmas que confían sin límites son Mi gran consue-lo, porque en tales almas vierto todos los tesoros deMis gracias. Me alegro de que pidan mucho, por-que Mi deseo es dar mucho, muchísimo. Me pongotriste, en cambio, si las almas piden poco, estrechansus corazones.

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1601 El Señor me dio a conocer cuánto desea laperfección de las almas elegidas.

En Mis manos, las almas elegidas son las lucesque arrojo en las tinieblas del mundo y lo ilumino.Como las estrellas iluminan la noche, así las almaselegidas iluminan la tierra y cuanto más perfecta esel alma, tanto más luz irradia en su entorno y llegamás lejos. Puede estar oculta y desconocida aún alas personas más cercanas, no obstante su santidadse refleja en los confines más lejanos del mundo.

1702 Al final del Vía Crucis que yo estaba hacien-do, el Señor Jesús empezó a quejarse de las almas delos religiosos y de los sacerdotes, de la falta de amoren las almas elegidas. Permitiré destruir los conven-tos y las iglesias. Contesté: Jesús, pero son tan nume-rosas las almas que Te alaban en los conventos. El Se-ñor contestó: Esta alabanza hiere Mi Corazón, por-que el amor ha sido expulsado de los conventos.Almas sin amor y sin devoción, almas llenas de egoís-mo y de amor propio, almas soberbias y arrogan-tes, almas llenas de engaños e hipocresía, almas ti-bias que apenas tienen el calor suficiente para man-tenerse vivas. Mi Corazón no puede soportarlo.Todas las gracias que derramo sobre ellas cada día,se resbalan como sobre una roca. No puedo sopor-tarlas, porque no son ni buenas ni malas. He insti-tuido conventos para santificar el mundo a travésde ellos. De ellos ha de brotar una potente llama deamor y de sacrificio. Y si no se convierten y no seinflaman de su amor inicial, las entregaré al exter-minio de este mundo...

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¿Cómo podrán sentarse en el trono prometido,a juzgar el mundo, si sus culpas pesan más que lasdel mundo? ni penitencia ni reparación... Oh cora-zón que Me has recibido por la mañana y al medio-día ardes de odio contra Mí bajo las formas másvariadas. Oh corazón, ¿habrás sido elegido espe-cialmente por Mí para hacerme sufrir más? Losgrandes pecados del mundo hieren Mi Corazón algosuperficialmente, pero los pecados de un alma ele-gida traspasan Mi Corazón por completo...

1703 Cuando traté de intervenir en favor de ellas,no pude encontrar nada para justificarlas y sin poderimaginar nada en aquel momento en su defensa, se mepartió el corazón de dolor y lloré amargamente. En-tonces, el Señor me miró amablemente y me consolócon estas palabras: No llores, todavía hay un grannúmero de almas que Me aman mucho, pero MiCorazón desea ser amado de todos y, debido a queMi amor es grande, los amenazo y los castigo.

A LAS TRES DE LA TARDE

1058 A las tres, postrándome en cruz, rogué por elmundo entero. Jesús estaba terminando su vida mor-tal, oí sus siete palabras, después me miró y dijo:Amadísima hija de Mi Corazón, tú eres Mi alivioentre terribles tormentos.

1320 A las tres, ruega por Mi misericordia, enespecial, para los pecadores y aunque solo sea porun brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión,

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especialmente en Mi abandono en el momento deMi agonía. Esta es la hora de la gran misericordiapara el mundo entero. Te permitiré penetrar en Mitristeza mortal. En esta hora nada le será negado alalma que lo pida por los misterios de Mi Pasión…

.1572 Te recuerdo, hija Mía, que cuántas veces

oigas el reloj dando las tres, sumérgete totalmenteen Mi misericordia, adorándola y glorificándola;suplica su omnipotencia para el mundo entero yespecialmente para los pobres pecadores, ya que enese momento se abrió de par en par para cada alma.En esa hora puedes obtener todo lo que pides parati y para los demás. En esa hora se estableció lagracia para el mundo entero: la misericordia triunfósobre la justicia. Hija Mía, en esa hora procura re-zar el Vía Crucis, en cuanto te lo permitan los de-beres; y si no puedes rezar el Vía Crucis, por lomenos entra un momento en la capilla y adora en elSantísimo Sacramento a Mi Corazón que está llenode misericordia. Y si no puedes entrar en la capilla,sumérgete en oración allí donde estés, aunque seapor un brevísimo instante. Exijo el culto a Mi mise-ricordia de cada criatura, pero primero de ti, yaque a ti te he dado a conocer este misterio de modomás profundo.

ATRIBUTOS DE DIOS

180 El tercer atributo fue el Amor y la Misericor-dia. Entendí que el mayor atributo es el Amor y la Mi-sericordia. Él une la criatura al Creador. El amor más

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grande y el abismo de la misericordia los reconozco enla Encarnación del Verbo, en su redención, y de estoentendí que éste es el más grande atributo de Dios.

301 Proclama que la misericordia es el atributomás grande de Dios. Todas las obras de Mis manosestán coronadas por la misericordia.

1610 El Señor me dijo que todos son como el pol-vo bajo sus pies. Pues, no te aflijas, ves que por símismos ellos no pueden nada, y si les permito pare-cer triunfar, lo hago por Mis impenetrables desig-nios. Experimenté una gran serenidad al ver que tododepende del Señor.

COMUNIÓN

1385 Hoy, después de la Santa Comunión Jesús medijo cuánto desea venir a los corazones humanos.

1420 Al sumergirme en la oración, fui trasladada enespíritu a la capilla y vi al Señor Jesús expuesto en lacustodia; en lugar de la custodia veía el rostro gloriosodel Señor y el Señor me dijo: Lo que tú ves [en] rea-lidad, estas almas lo ven a través de la fe. Oh, quéagradable es para Mí su gran fe. Ves que aparente-mente no hay en Mí ninguna traza de vida, no obs-tante, en realidad ella existe en toda su plenitud yademás encerrada en cada Hostia. Pero para queYo pueda obrar en un alma, el alma debe tener fe.Oh, cuánto Me agrada la fe viva.

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1447 Oh, cuánto Me duele que muy rara vez lasalmas se unan a Mí en la Santa Comunión. Esperoa las almas y ellas son indiferentes a Mí. Las amocon tanta ternura y sinceridad y ellas desconfíande Mí. Deseo colmarlas de gracias y ellas no quie-ren aceptarlas. Me tratan como una cosa muerta,mientras que mi Corazón está lleno de Amor y Mi-sericordia. Para que tú puedas conocer al menosun poco Mi dolor, imagina a la más tierna de lasmadres que ama grandemente a sus hijos, mien-tras que esos hijos desprecian el amor de la madre.Considera su dolor. Nadie puede consolarla. Éstaes solo una imagen débil y una tenue semejanza deMi Amor.

CONFERENCIA ESPIRITUAL

1760 Hija Mía, quiero instruirte sobre la luchaespiritual. Nunca confíes en ti misma, sino que aban-dónate totalmente a Mi voluntad. En el abandono,en las tinieblas. y en diferentes dudas recurre a Míy a tu director espiritual, él te responderá siempreen Mi nombre. No te pongas a discutir con ningu-na tentación, enciérrale inmediatamente en MiCorazón y a la primera oportunidad, revélala alconfesor. Pon el amor propio en el último lugar paraque no contamine tus acciones. Sopórtate a ti mis-ma con gran paciencia. No descuides lasmortificaciones interiores. Justifica siempre dentrode ti la opinión de las Superioras y del confesor.Aléjate de los murmuradores como de una peste.Que todos se comporten como quieran, tú compór-

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tate como Yo exijo de ti. Observa la regla con máxi-ma fidelidad. Después de sufrir un disgusto, piensaqué cosa buena podrías hacer para la persona quete ha hecho sufrir. Evita la disipación. Calla cuan-do te amonestan; no preguntes la opinión de todossino de tu director espiritual; con él sé sincera ysencilla como una niña. No te desanimes por la in-gratitud; no examines con curiosidad los caminospor los cuales te conduzco. Cuando el aburrimien-to y el desánimo llamen a tu corazón, huye de timisma y escóndete en Mi Corazón. No tengas mie-do de la lucha, a menudo el solo valor atemoriza lastentaciones, y no se atreven a atacarnos. Luchasiempre con esta profunda convicción de que Yoestoy a tu lado. No te dejes guiar por el sentimien-to, porque él no siempre está en tu poder, todo elmérito está en la voluntad. Depende siempre de lasSuperioras en las cosas más pequeñas. No te hagasilusiones con la paz y los consuelos, sino que prepá-rate a grandes batallas. Has de saber que ahora es-tás sobre un escenario donde te observan la tierra ytodo el cielo, lucha como un guerrero para que pue-da concederte el premio; no tengas mucho miedo,porque no estás sola.

CONFIANZA

290 Un día, cuando estaba muy conmovida por laeternidad y sus misterios, mi alma empezó a tener mie-do y después de reflexionar un momento más, empeza-ron a atormentarme varias dudas. Entonces Jesús medijo: Niña Mía, no tengas miedo de la casa de tu

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Padre. Deja a los sabios de este mundo las investi-gaciones inútiles, Yo quiero verte siempre como unaniña pequeña. Pregúntale todo con sencillez a tuconfesor y Yo te contestaré por su boca.

1146 Que los más grandes pecadores [pongan]su confianza en Mi misericordia. Ellos más quenadie tienen derecho a confiar en el abismo de Mimisericordia. Hija Mía, escribe sobre Mi miseri-cordia para las almas afligidas. Me deleitan las al-mas que recurren a Mi misericordia. A estas almasles concedo gracias por encima de lo que piden. Nopuedo castigar aún al pecador más grande si él su-plica Mi compasión, sino que lo justifico en Mí in-sondable e impenetrable misericordia. Escribe:Antes de venir como juez justo abro de par en parla puerta de Mi misericordia. Quien no quiere pa-sar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pa-sar por la puerta de Mi justicia...

1578 Que las almas que tienden a la perfecciónadoren especialmente Mi misericordia, porque laabundancia de gracias que les concedo proviene deMi misericordia. Deseo que estas almas se distin-gan por una confianza sin límites en Mi misericor-dia. Yo Mismo Me ocupo de la santificación de es-tas almas, les daré todo lo que sea necesario parasu santidad. Las gracias de Mi misericordia se to-man con un solo recipiente y éste es la confianza.Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Lasalmas que confían sin límites son Mi gran consue-lo, porque en tales almas vierto todos los tesoros deMis gracias. Me alegro de que pidan mucho, por-que Mí deseo es dar mucho, muchísimo. Me pongo

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triste, en cambio, si las almas piden poco, estrechansus corazones.

1588 Hoy escuché estas palabras: En el AntiguoTestamento enviaba a los profetas con truenos a Mipueblo. Hoy te envío a ti a toda la humanidad conMi misericordia. No quiero castigar a la humani-dad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla aMi Corazón misericordioso. Hago uso de los casti-gos cuando Me obligan a ello; Mi mano resiste atomar la espada de la justicia. Antes del día de lajusticia envío el día de la misericordia. Contesté:Oh Jesús mío, Tú Mismo habla a las almas, porquemis palabras no valen nada.

1682 Esta noche Jesús me dijo: Hija Mía, ¿no tefalta nada? Contesté: Oh Amor mío, cuando Te ten-go a Ti, tengo todo. Y el Señor a su vez contestó: Silas almas se abandonaran totalmente a Mí, Yo Mis-mo Me encargaría de santificarlas y las colmaríade gracias aún mayores. Hay almas que frustranMis esfuerzos, pero no Me desanimo; siempre quese dirigen a Mí, Me apresuro a ayudarlas, prote-giéndolas con Mí misericordia y les doy el primerlugar en Mi compasivo Corazón.

CONFESION

377 Sobre la confesión. De la confesión debería-mos obtener dos beneficios:

1. nos confesamos para ser sanados;2. para ser educados: nuestras almas necesitan una

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continua educación, como el niño pequeño. Oh Jesúsmío, entiendo profundamente estas palabras y sé porexperiencia que un alma con sus propias fuerzas nollegará lejos, se cansará mucho sin hacer nada para lagloria de Dios; se desvía constantemente porque nues-tra mente es oscura y no sabe distinguir su propia cau-sa. Llamaré una atención especial a dos cosas: prime-ro, elegiré para la confesión lo que más me humilla,aunque fuera algo muy pequeño, pero que me cuesta ypor eso lo confesaré; segundo, me ejercitaré en la con-trición; no solamente con ocasión de la confesión, sinoen cada examen de conciencia suscitaré en mí la con-trición perfecta y, especialmente, antes de ir a descan-sar. Una palabra más: el alma que desea sinceramenteprogresar en la perfección, debe seguir estrictamentelos consejos del director espiritual. Tanta santidad cuan-ta dependencia.

1293 Cuando he caído nuevamente en el mismo errora pesar del propósito sincero de evitarlo, aunque estacaída era una pequeña imperfección y más bieninvoluntaria, no obstante sentí en el alma un dolor tanvivo que interrumpí mi trabajo y fui por un momento ala capilla, y caí a los pies de Jesús; con amor y con grandolor pedí perdón al Señor, tanto más avergonzada quepor la mañana, hablando con Él después de la SantaComunión le prometí fidelidad. De repente escuchéestas palabras: Si no hubiera sucedido esta pequeñaimperfección no habrías venido a Mí. Has de saberque cada vez que vienes a Mí humillándote y pi-diendo perdón, Yo derramo sobre tu alma una in-mensidad de gracias y tu imperfección desapareceante Mí y veo solamente tu amor y tu humildad.No pierdes nada, sino que ganas mucho…

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1361 Me es sumamente agradable este decididopropósito tuyo de hacerte santa. Bendigo tus es-fuerzos y te daré la oportunidad de santificarte.

Sé atenta para que no se te escape ninguna opor-tunidad que Mí providencia te dará parasantificarte. Si no logras aprovechar una oportuni-dad dada no pierdas la calma sino que humíllateprofundamente ante Mí y sumérgete toda con granconfianza en Mí misericordia y así ganarás más delo que has perdido, porque a un alma humilde seda con más generosidad, más de lo que ella mismapida...

1448 Escribe de Mi Misericordia. Di a las almasque es en el tribunal de la misericordia donde hande buscar consuelo; allí tienen lugar los milagrosmás grandes y se repiten incesantemente. Para ob-tener este milagro, no hay que hacer una peregri-nación lejana ni celebrar algunos ritos exteriores,sino que basta acercarse con fe a los pies de Mirepresentante y confesarle con fe su miseria y elmilagro de la Misericordia de Dios se manifestaráen toda su plenitud. Aunque un alma fuera comoun cadáver descomponiéndose de tal manera quedesde el punto de vista humano no existiera espe-ranza alguna de restauración y todo estuviese yaperdido. No es así para Dios. El milagro de la Divi-na Misericordia restaura a esa alma en toda su ple-nitud. Oh infelices que no disfrutan de este milagrode la Divina Misericordia; lo pedirán en vano cuan-do sea demasiado tarde.

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1602 Hoy el Señor me dijo: Cuando te acercas ala confesión a esta Fuente de Mi Misericordia, siem-pre fluye sobre tu alma la Sangre y el Agua quebrotó de Mi Corazón y ennoblece tu alma. Cadavez que vas a confesarte, sumérgete toda en Mimisericordia con gran confianza para que puedaderramar sobre tu alma la generosidad de Mi gra-cia. Cuando te acercas a la confesión debes saberque Yo Mismo te espero en el confesionario, sóloque estoy oculto en el sacerdote, pero Yo Mismoactúo en tu alma. Aquí la miseria del alma se en-cuentra con Dios de la misericordia. Di a las almasque de esta Fuente de la Misericordia las almassacan gracias exclusivamente con el recipiente deconfianza. Si su confianza es grande, Mi generosi-dad no conocerá límites. Los torrentes de Mi gra-cia inundan las almas humildes. Los soberbios per-manecen siempre en pobreza y miseria, porque Migracia se aleja de ellos dirigiéndose hacia los hu-mildes.

DEUDA DEL MUNDOCONTRAÍDA CON DIOS

1316 Hija Mía, necesito sacrificios hechos poramor, porque sólo éstos tienen valor para Mí. Esgrande la deuda del mundo contraída Conmigo, lapueden pagar las almas puras con sus sacrificios,practicando la misericordia espiritualmente.

1317 Comprendo Tus palabras, Señor, y la grande-za de la misericordia que ha de resplandecer en mi alma.

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Jesús: Sé, hija Mía, que lo comprendes y haces todolo que está en tu poder, pero escríbelo para muchasalmas que a veces se afligen por no tener bienesmateriales, para practicar con ellos la misericor-dia. Sin embargo, el mérito mucho más grande lotiene la misericordia espiritual que no necesita niautorización ni granero siendo accesible a cualquieralma. Si el alma no practica la misericordia de al-guna manera no conseguirá Mi misericordia en eldía del juicio. Oh si las almas supieran acumularlos tesoros eternos, no serían juzgadas, porque sumisericordia anticiparía Mi juicio.

EL DEMONIO LE HABLA

1465 [Se me presentó bajo la forma de fantasma yeste] fantasma me dijo: No reces por los pecadores,sino por ti misma, porque serás condenada. Sin hacercaso alguno a Satanás, continuaba rezando con doblefervor por los pecadores. El espíritu maligno gritó derabia: Oh , si tuviera poder sobre ti, y desapareció.Conocí que mi sufrimiento y mi oración tenía atado aSatanás y liberaron a muchas almas de sus garras.

1498 Yo sigo callada y con un acto de voluntad per-severo toda en Dios, a pesar de que un gemido se esca-pa del corazón. Por fin el tentador se fue y yo, exte-nuada, me dormí inmediatamente. Por la mañana, cuan-do recibí la Santa Comunión y entré inmediatamenteen mi celda, caí de rodillas, y renové el acto de sumi-sión en todo a la santísima voluntad de Dios. Te ruego,Jesús, dame fuerza para luchar, que se haga de mí se-

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gún Tu santísima voluntad. Mi alma se ha enamoradode Tu santísima voluntad.

1499 En ese momento vi a Jesús que me dijo: Es-toy contento de lo que haces y sigue tranquila sihaces siempre todo lo que está en tu poder paratoda esta obra de la misericordia. Ten la máximasinceridad con el confesor. Satanás no sacó ningúnprovecho con haberte tentado, porque no entrasteen conversación con él. Continúa así. Hoy Me hasrendido una gran gloria luchando con tanta fideli-dad. Que tu corazón consolide y se afirme en queYo siempre estoy contigo, aunque en el momentode la lucha no Me sientas.

1802 Al día siguiente sentí evidentemente las pala-bras: Ves, Dios es tan santo y tú eres pecadora. No teacerques a Él y confiésate cada día. Y efectivamente,cada cosa en que pensé me pareció pecado. Sin embar-go, no abandoné la Santa Comunión y decidí ir a con-fesarme a su debido tiempo, no teniendo un impedi-mento evidente. No obstante, cuando se acercó el díade la confesión, preparé una gran cantidad de pecadospara acusarme de ellos.

Pero al acercarme a la rejilla, Dios me permitió acu-sarme de dos imperfecciones, a pesar de que me esfor-zaba por confesarme según me había preparado. Cuan-do me alejé del confesionario, el Señor me dijo: HijaMía, todos los pecados que quisiste confesar no sonpecados a Mis ojos, por lo tanto te he quitado laposibilidad de decirlos. Conocí que Satanás, que-riendo turbar mi paz, me sugiere pensamientos exa-gerados. Oh Salvador, qué grande es la bondad.

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EL ROSARIODE LA DIVINA MISERICORDIA

474 Por la tarde, estando yo en mi celda, vi al ángel,ejecutor de la ira de Dios. Tenía una túnica clara, elrostro resplandeciente; una nube debajo de sus pies, dela nube salían rayos y relámpagos e iban a las manos yde su mano salían y alcanzaban la tierra. Al ver estaseñal de la ira divina que iba a castigar la tierra y espe-cialmente cierto lugar, por justos motivos que no pue-do nombrar, empecé a pedir al ángel que se contuvierapor algún tiempo y el mundo haría penitencia. Pero misúplica era nada comparada con la ira de Dios. En aquelmomento vi a la Santísima Trinidad. La grandeza de suMajestad me penetró profundamente y no me atreví arepetir la plegaria. En aquel mismo instante sentí en mialma la fuerza de la gracia de Jesús que mora en mialma; al darme cuenta de esta gracia, en el mismo mo-mento fui raptada delante del trono de Dios. ¡Oh, quégrande es el Señor y Dios nuestro e inconcebible es susantidad! No trataré de describir esta grandeza porquedentro de poco la veremos todos, tal como es. Me pusea rogar a Dios por el mundo con las palabras que oídentro de mí.

475 Cuando así rezaba, vi la impotencia del ángelque no podía cumplir el justo castigo que correspondíapor los pecados. Nunca antes había rogado con tal po-tencia interior como entonces. Las palabras con lascuales suplicaba a Dios son las siguientes: Padre Eter-no, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y laDivinidad de el Amadísimo Hijo, nuestro Señor Je-sucristo, por nuestros pecados y los del mundo en-

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tero. Por su dolorosa Pasión, ten misericordia denosotros.

476 A la mañana siguiente, cuando entré en nuestracapilla, oí esta voz interior: Cuantas veces entres enla capilla, reza en seguida esta oración que te ense-ñé ayer. Cuando recé esta plegaria, oí en el alma estaspalabras: Esta oración es para aplacar Mi ira, la re-zarás durante nueve días con un rosario común, demodo siguiente: primero rezarás una vez el Padrenuestro y el Ave María y el Credo, después, en lacuentas correspondientes al Padre nuestro, dirás lassiguientes palabras: Padre Eterno, Te ofrezco elCuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de TuAmadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, comopropiciación de nuestros pecados y los del mundoentero; en las cuentas del Ave María, dirás las si-guientes palabras: Por su dolorosa Pasión, ten mi-sericordia de nosotros y del mundo entero. Para ter-minar, dirás tres veces estas palabras: Santo Dios,Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de noso-tros y del mundo entero.

687 En una ocasión, mientras iba por el pasillo a lacocina, oí en el alma estas palabras: Reza incesante-mente esta coronilla que te he enseñado. Quienquie-ra que la rece recibirá gran misericordia a la horade la muerte.

Los sacerdotes se la recomendarán a los peca-dores como la última tabla de salvación. Hasta elpecador más empedernido, si reza esta coronilla unasola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infi-nita. Deseo que el mundo entero conozca Mi mise-

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ricordia; deseo conceder gracias inimaginables a lasalmas que confían en Mi misericordia.

810 Al día siguiente, pasado ya el mediodía, cuandoentré en la sala vi a una persona agonizante y supe quela agonía había empezado en la noche. Después dehaberlo verificado supe que había sido cuando se mepidió rezar. De repente oí en el alma la voz: Reza lacoronilla que te he enseñado. Corrí a buscar el rosa-rio y me arrodillé junto a la agonizante y con todo elardor de mi espíritu me puse a rezar esta coronilla. Desúbito la agonizante abrió los ojos y me miró, y noalcancé a rezar toda la coronilla porque ella murió conuna misteriosa serenidad. Pedí ardientemente al Señorque cumpliera la promesa que me había dado por rezarla coronilla. El Señor me hizo saber que aquella almarecibió la gracia que el Señor me había prometido.Aquella alma fue la primera en experimentar la prome-sa del Señor. Sentí como la fortaleza de la misericordiacubría aquella alma.

811 Al entrar en mi soledad, oí estas palabras: De-fenderé como Mi gloria a cada alma que rece estacoronilla en la hora de la muerte, o cuando los de-más la recen junto al agonizante, quienes obten-drán el mismo perdón. Cuando cerca de un agoni-zante es rezada esta coronilla, se aplaca la ira divi-na y la insondable misericordia envuelve al alma yse conmueven las entrañas de Mi misericordia porla dolorosa Pasión de Mi Hijo. Oh, si todos cono-cieran qué grande es la misericordia del Señor ycuánto todos nosotros necesitamos esta misericor-dia, especialmente en aquella hora decisiva.

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848 Mientras rezaba la coronilla, de repente, oí unavoz: Oh, qué gracias más grandes concederé a las al-mas que recen esta coronilla; las entrañas de Mi mise-ricordia se enternecen por quienes rezan esta coroni-lla. Anota estas palabras, hija Mía, habla al mundode Mi misericordia para que toda la humanidad co-nozca la infinita misericordia Mía. Es una señal de losúltimos tiempos, después de ella vendrá el día de lajusticia. Todavía queda tiempo, que recurran, pues, ala Fuente de Mi Misericordia, se beneficien de la San-gre y del Agua que brotó para ellos. Oh almas huma-nas, ¿dónde encontrarán refugio el día de la ira deDios? Refúgiense ahora en la Fuente de la Divina Mi-sericordia. Oh, qué gran número de almas veo quehan adorado la Divina Misericordia y cantarán el him-no de gloria por la eternidad.

1035 Esta noche estaba muriendo un hombre, toda-vía joven, pero sufría tremendamente. Empecé a rezarpor él esta coronilla que me ha enseñado el Señor. Larecé toda, sin embargo la agonía se prolongaba. Queríaempezar las Letanías a Todos los Santos, pero de repen-te oí estas palabras: Reza esta coronilla. Comprendíque esa alma necesitaba muchas oraciones y gran mise-ricordia. Me encerré en mi habitación aislada y me pos-tré en cruz delante de Dios implorando misericordia paraesa alma. Entonces sentí la gran Majestad de Dios y lagran justicia de Dios. Temblaba de espanto, pero no de-jaba de suplicar a Dios la misericordia para esa alma, yme he quitado del pecho la pequeña cruz, la cruz de misvotos y la he colocado en el pecho del agonizante y hedicho al Señor: Jesús, mira a esta alma con el amor conque has mirado mi holocausto el día de los votos perpe-tuos y en virtud de la promesa que has hecho para los

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agonizantes, a mí y a quienes invoquen Tu misericordiapara ellos. Y dejó de sufrir y expiró sereno. Oh, cuántodeberíamos rezar por los agonizantes; aprovechemos lamisericordia mientras es el tiempo de compasión.

ENVIDIA

1717 Hoy hablé con el Señor que me dijo: Hay al-mas en las cuales no puedo hacer nada; son las al-mas que investigan continuamente a los demás sinver lo que pasa en su propio interior. No dejan dehablar de los demás hasta durante el silencio rigu-roso que está dedicado para hablar Conmigo. Po-bres almas, no oyen Mis palabras, quedan vacíasen su interior, no Me buscan dentro de sus corazo-nes sino en las habladurías donde Yo nunca estoy.Sienten su vacío, pero no reconocen su culpa y lasalmas en las cuales Yo reino con plenitud son sucontinuo remordimiento de conciencia. En vez deenmendar tienen los corazones donde crece la envi-dia y si no se arrepienten, se hunden más. Elcoraz6n, hasta ahora envidioso, empieza a cultivarel odio. Y ya están cerca del abismo, envidian a otrasalmas Mis dones, pero ellas mismas no saben y noquieren aceptarlos.

FE

1407 Hoy, mientras recibía la Santa Comunión hevisto una Hostia viva en el cáliz, la cual el sacerdote

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me la dio. Al volver a mi lugar, he preguntado al Se-ñor: ¿Por qué una [sola] viva? si estás igualmente vivoen todas las Hostias. EL Señor me contestó: Es así,soy el Mismo en todas las Hostias, pero no todas lasalmas Me reciben con una fe tan viva como la tuya,hija Mía, y por eso no puedo obrar en sus almasigual que en tu alma.

1420 Al sumergirme en la oración, fui trasladada enespíritu a la capilla y vi al Señor Jesús expuesto en lacustodia; en lugar de la custodia veía el rostro gloriosodel Señor y el Señor me dijo: Lo que tú ves [en] rea-lidad, estas almas lo ven a través de la fe. (...) Oh,cuánto Me agrada la fe viva.

FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA

699 Una vez, oí estas palabras: Hija Mía, hablaal mundo entero de la inconcebible misericordiaMía. Deseo que la Fiesta de la Misericordia searefugio y amparo para todas las almas y, especial-mente, para los pobres pecadores. (...) Derramotodo un mar de gracias sobre las almas que se acer-can al manantial de Mi misericordia. El alma quese confiese y reciba la Santa Comunión obtendráel perdón total de las culpas y de las penas. En esedía están abiertas todas las compuertas divinas através de las cuales, fluyen las gracias. Que nin-gún alma tema acercarse a Mí, aunque sus peca-dos sean como escarlata. Mi misericordia es tangrande que en toda la eternidad no la penetraráningún intelecto humano ni angélico. Todo lo que

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existe, ha salido de las entrañas de Mi misericor-dia.

Cada alma respecto a mí, por toda la eternidadmeditará Mi amor y Mi misericordia. La Fiesta dela Misericordia ha salido de Mis entrañas, deseo quese celebre solemnemente el primer domingo despuésde Pascua. La humanidad no conocerá paz hasta queno se dirija a la Fuente de Mi misericordia.

GRANDEZA Y PODER DE DIOS

586 Al alejarme del arzobispo, oí en el alma estaspalabras: Para confirmar tu espíritu hablo por me-dio de Mis suplentes de acuerdo a lo que exijo de ti.Pero debes saber que no siempre será así; te con-tradecirán en muchas cosas y a través de esto semanifestará Mi gracia y que esta obra es Mía, perotú no tengas miedo de nada, Yo estoy siempre con-tigo. Has de saber también, hija Mía, que todas lascriaturas, sepan o no sepan, quieran o no quieran,siempre cumplen Mi voluntad.

HUMILDAD

220 Oh Señor y mi eterno Creador, ¿cómo podréagradecerte por esta gran gracia de que Te dignasteelegirme a mí, miserable, como Tu esposa y me unes aTi con un vínculo eterno? Amabilísimo tesoro de micorazón, Te ofrezco todos los actos de adoración y deagradecimiento de las almas santas, de los coros angé-

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licos y me uno especialmente a Tu Madre. Oh María,Madre mía, Te ruego humildemente, cubre mi alma conTu manto virginal en este momento tan importante demi vida, para que así, me haga más agradable a Tu Hijoy pueda glorificar dignamente la misericordia de TuHijo delante del mundo entero y durante toda la eterni-dad.

282 Una vez el Señor me dijo: Mi Corazón ha sidoconmovido por una gran compasión hacia ti, hijaMía queridísima, cuando te he visto hecha pedazospor el gran dolor que sufrías mientras deplorabastus pecados. Yo veo tu amor tan puro y sincero quete doy la prioridad entre las vírgenes, tú eres elhonor y la gloria de Mi Pasión. Veo cada humilla-ción de tu alma y nada se escapa a Mi atención;elevo a los humildes hasta Mi trono, porque así esMi voluntad.

332 Jueves. Al empezar la Hora Santa, quería su-mergirme en la agonía de Jesús en el Huerto de losOlivos. De repente oí en el alma la voz: Medita losmisterios de la Encarnación. Y de pronto, delantede mí apareció el Niño Jesús de una belleza resplande-ciente. Me dijo cuánto agradaba a Dios la sencillez delalma. (...)

351 Oh Dios mío, cómo es dulce sufrir por Ti, sufriren los rincones más secretos del corazón, muy oculta-mente, arder como una víctima sin ser vista por nadie,pura como el cristal, sin consolación alguna ni compa-sión. Mi espíritu arde con el amor activo, no pierdotiempo en ninguna fantasía, tomo cada momento porseparado, ya que esto está en mi poder; el pasado no

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me pertenece, el futuro no [es] mío, el tiempo presentetrato de aprovecharlo con toda el alma.

427 Un momento después vi nuevamente a ese mis-mo Niño que me había despertado, y (...) pregunté aese Niño: ¿Cómo sabes que la verdadera grandeza delalma está en amar a Dios y en la humildad?, estas cosaslas pueden saber solamente los teólogos, mientras Túni siquiera has estudiado el catecismo y ¿cómo lo sa-bes? Y Él me contestó: Lo sé y sé todo, y en aquelmomento desapareció.

881 Hoy Jesús ha entrado en mi pequeña habitaciónaislada, con una túnica clara, ceñido de un cinturón deoro; una gran Majestad resplandecía de toda su siluetay dijo: Hija Mía, ¿por qué te dejas llevar por pen-samiento de miedo? Contesté: Oh Señor, Tú sabespor qué. Y me dijo: ¿Por qué? Esta obra me asusta,Tú sabes que soy incapaz de cumplirla. Y me dijo: ¿Porqué? Ves que no tengo salud, no tengo instrucción, notengo dinero, soy un abismo de miseria, tengo miedode tratar con la gente. Jesús, yo deseo solamente a Ti,Tú puedes liberarme de esto. Y el Señor me dijo: HijaMía, lo que Me has dicho es verdad. Eres muy mi-serable y a Mí Me ha agradado realizar la obra dela misericordia precisamente a través de ti que eresla miseria misma. No tengas miedo, no te dejarésola. Haz por esta causa lo que puedas, yo comple-taré todo lo que te falta; tú sabes lo que está en tupoder, hazlo. El Señor miró en lo profundo de miser con gran benevolencia; pensé que iba a morirde gozo bajo esta mirada. El Señor desapareció, sequedó en mi alma la alegría, la fuerza y el ánimo paraobrar, pero me sorprendí de que el Señor no quisiera

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liberarme, y no cambiara nada de lo que dijo una vez; ya pesar de toda esta alegría, hay siempre una sombrade sufrimiento. Veo que el amor y el sufrimiento vanjuntos.

1170 Hoy el Señor me dijo: Muchas veces he que-rido enaltecer esta Congregación, pero no puedopor su soberbia. Hija Mía, has de saber que a lasalmas soberbias no les concedo Mis gracias y hastales quito las ya concedidas.

1220 Hoy, tráeme a las almas mansas y humildesy a las almas de los niños pequeños, y sumérgelasen Mi misericordia. Éstas son las almas más seme-jantes a Mi Corazón. Ellas Me fortalecieron duranteMi amarga agonía. Las veía como ángeles terres-tres que velarían al pie de Mis altares. Sobre ellasderramo torrentes enteros de gracias. Solamente elalma humilde es capaz de recibir Mi gracia; conce-do Mi confianza a las almas humildes.

1563 En aquel mismo momento me vi como en unpalacio y Jesús me dio la mano y, (...) cuando volví enmí, contemplé todo lo que había sucedido en mi cora-zón, agradeciendo a Dios por su amor y su misericor-dia que me había manifestado.

1684 Me relaciono a menudo con almas agonizan-tes impetrando para ellas la misericordia de Dios. Oh,qué grande es la bondad de Dios, más grande de lo quenosotros podemos comprender. Hay momentos y mis-terios de la Divina Misericordia de los cuales se asom-bran los cielos. Que callen nuestros juicios sobre lasalmas, porque la Divina Misericordia es admirable para

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con ellas. Hoy, durante la Hora Santa pedí al SeñorJesús que se digne instruirme sobre la vida interior.

1685 Jesús me contestó: Hija Mía, observa fiel-mente las palabras que te voy a decir: no valoresdemasiado ninguna cosa exterior, aunque te parez-ca muy preciosa. Olvídate de ti misma y permane-ce continuamente Conmigo. Confíame todo y nohagas nada por tu cuenta y tendrás siempre unagran libertad de espíritu; ninguna circunstancia niacontecimiento llegará a turbártela. No prestesmucha atención a lo que dice la gente, deja que cadauno te juzgue según le guste. No te justifiques, esono te causará daño. Dalo todo a la primera alusiónde petición, aunque fueran las cosas más necesa-rias; no pidas nada sin consultarme. Deja que tequiten incluso lo que te mereces; la estima, el buennombre; que tu espíritu esté por encima de todoesto. Y así liberada de todo, descansa junto a MiCorazón, no permitas que nada turbe tu paz. Dis-cípula, analiza las palabras que te he dicho.

1779 Te agradezco, Amor eterno, por Tu inconce-bible benevolencia para mí, por ocuparte Tú Mismodirectamente de Mi santificación. Hija Mía, que teadornen especialmente tres virtudes: humildad,pureza de intención [y] amor. No hagas nada más,sino lo que exijo de ti y acepta todo lo que te dé Mimano. Procura vivir en el recogimiento para oír Mivoz que es tan bajita que solo la pueden oír las al-mas recogidas...

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INFIERNO

741 Hoy he estado en los abismos del infierno, con-ducida por un ángel. Es un lugar de grandes tormen-tos, ¡qué espantosamente grande es su extensión! Lostipos de tormentos que he visto: el primer tormentoque constituye el infierno, es la pérdida de Dios; el se-gundo, el continuo remordimiento de conciencia; el ter-cero, aquel destino no cambiará jamás; el cuarto tor-mento, es el fuego que penetrará al alma, pero no laaniquilará, es un tormento terrible, es un fuego pura-mente espiritual, incendiado por la ira divina; el quintotormento, es la oscuridad permanente, un horrible, so-focante olor; y a pesar de la oscuridad los demonios ylas almas condenadas se ven mutuamente y ven todosel mal de los demás y el suyo; el sexto tormento, es lacompañía continua de Satanás; el séptimo tormento,es una desesperación tremenda, el odio a Dios, lasimprecaciones, las maldiciones, las blasfemias. Estosson los tormentos que todos los condenados padecenjuntos, pero no es el fin de los tormentos. Hay tormen-tos particulares para distintas almas, que son los tor-mentos de los sentidos: cada alma es atormentada demodo tremendo e indescriptible con lo que ha pecado.Hay horribles calabozos, abismos de tormentos dondeun tormento se diferencía del otro. Habría muerto a lavista de aquellas terribles torturas, si no me hubierasostenido la omnipotencia de Dios. Que el pecador sepa:con el sentido que peca, con ese será atormentado portoda la eternidad. Lo escribo por orden de Dios paraque ningún alma se excuse [diciendo] .que el infiernono existe o que nadie estuvo allí ni sabe cómo es. Yo,Sor Faustina, por orden de Dios, estuve en los abismos

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del infierno para hablar a las almas y dar testimonio deque el infierno existe. Ahora no puedo hablar de ello,tengo la orden de dejarlo por escrito. Los demoniosme tenían un gran odio, pero por orden de Dios tuvie-ron que obedecerme. Lo que he escrito es una débilsombra de las cosas que he visto. He observado unacosa: la mayor parte de las almas que allí están son lasque no creían que el infierno existe. Cuando volví enmí no pude reponerme del espanto, qué terriblementesufren allí las almas. Por eso ruego con más ardor to-davía por la conversión de los pecadores, invoco ince-santemente la misericordia de Dios para ellos. Oh Je-sús mío, prefiero agonizar en los más grandes tormen-tos hasta el fin del mundo, que ofenderte con el menorpecado.

873 Ofrecí un día entero por los pecadores agoni-zantes. Durante la Santa Misa sentí de manera particu-lar la cercanía del Señor. Después de la Santa Comu-nión miré con confianza al Señor y le dije: Jesús, deseomucho decirte una cosa, y el Señor me miró con amory dijo: ¿Y qué es lo que quieres decirme? Jesús, Tepido por el inconcebible poder de Tu misericordia quetodas las almas que mueran hoy eviten el fuego infer-nal, aunque fuesen los pecadores más grandes; hoy esviernes, el memorial de Tu amarga agonía en la cruz;como Tu misericordia es inconcebible, los ángeles nose sorprenderán. Y Jesús me abrazó a su Corazón ydijo: Hija amada, has conocido bien el abismo deMi misericordia. Haré como lo pides, pero no dejesde unirte continuamente a Mi Corazón agonizantey satisfaz Mi justicia. Debes saber que Me has pe-dido una gran cosa , pero veo que te la ha dictado elamor puro hacia Mí, por eso satisfago tu petición.

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JUSTICIA

965 Las almas mueren a pesar de Mi amargaPasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, esdecir, la Fiesta de Mi misericordia (288a). Si noadoran Mi misericordia, morirán para siempre.Secretaria de Mi misericordia, escribe, habla a lasalmas de esta gran misericordia Mía, porque estácercano el día terrible, el día de Mi justicia.

1332 Segundo día. Cuando meditaba sobre el peca-do de los ángeles y sobre su castigo inmediato, he pre-guntado a Jesús: ¿Por qué los ángeles fueron castiga-dos inmediatamente después del pecado? Escuché unavoz: Por su profundo conocimiento de Dios. Nin-gún hombre en la tierra, aunque fuera un gran san-to, tiene tal conocimiento de Dios como un ángel.Pero conmigo, miserable, oh Dios, Te has mostradomisericordioso tantas veces. Me llevas en el seno deTu misericordia y me perdonarás siempre cuando conel corazón contrito Te suplique perdón.

LA VIRGEN QUE DETIENE EL CASTIGO

686 Septiembre. El primer viernes. Por la noche via la Santísima Virgen con el pecho descubierto, traspa-sado por una espada. Lloraba lágrimas ardientes y nosprotegía de un tremendo castigo de Dios. Dios quiereinfligimos un terrible castigo, pero no puede porque laSantísima Virgen nos protege. Un miedo tremendo atra-vesó mi alma, ruego sin cesar por Polonia, por mi queri-

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da Polonia que es tan poco agradecida a la SantísimaVirgen. Si no hubiera estado la Santísima Virgen, paramuy poco habrían servido nuestros esfuerzos. Multi-pliqué mi empeño en las plegarias y sacrificios por miquerida patria, pero veía que era una gota frente a unaoleada del mal. ¿Cómo una gota puede detener unaoleada? Oh, sí, una gota por sí sola es nada, pero Con-tigo, Jesús, con valor haré frente toda la oleada delmal e incluso al infierno entero. Tu omnipotencia pue-de todo.

LE CONSOLÁBAMOSMEDITANDO AHORA SUS SUFRIMIENTOS

1058 A las tres, postrándome en cruz, rogué por elmundo entero. Jesús estaba terminando su vida mor-tal, oí sus siete palabras, después me miró y dijo:Amadísima hija de Mi Corazón, tú eres Mi alivioentre terribles tormentos.

1657 Domingo de Ramos. Estuve en la Santa Misa,pero no tuve fuerza para ir a buscar la palma Me sentíatan débil que apenas pude resistir durante el tiempo dela Santa Misa. A lo largo de la Santa Misa Jesús me dioa conocer el dolor de su alma y sentí claramente comolos himnos Hosanna resonaban dolorosamente en suSagrado Corazón. También mi alma fue inundada deun mar de amargura y cada Hosanna me traspasaba elcorazón por completo. Toda mi alma fue atraída a lacercanía de Jesús : Hija Mía , tu compasión de Mí esun alivio para Mí , tu alma adquiere una bellezaparticular meditando Mí Pasión.

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1664 Durante la adoración Jesús me dijo: Hija Mía,has de saber que tu amor vivo y tu compasión quetienes de Mí , Me fueron un consuelo en el Huertode los Olivos.

MEDITAR LA PASION

369 Antes de los ejercicios espirituales de ocho díasfui a mi director espiritual y le pedí algunasmortificaciones para el tiempo de los ejercicios, perono obtuve el permiso para todo lo que había pedido,sino solamente para algunas cosas. Recibí el permisopara una hora de meditación de la Pasión del SeñorJesús y para cierta humillación. Pero estaba un pocodescontenta de no haber recibido la autorización paratodo lo que había pedido. Cuando regresamos a casa,entré un momento en la capilla; de repente escuché enel alma una voz: Una hora de meditación de Mi do-lorosa Pasión tiene mayor mérito que un año ente-ro de flagelaciones a sangre; la meditación de Misdolorosas llagas es de gran provecho para ti y a MíMe da una gran alegría. Me extraña que no hayasrenunciado todavía completamente a tu propia vo-luntad, pero Me alegro enormemente de que estecambio se produzca durante los ejercicios espiri-tuales.

654 Ahora comprendo que la confesión es solamentela declaración de los pecados y la dirección espirituales [algo] completamente diferente, pero no quiero ha-blar de esto. Deseo relatar una cosa extraña que mesucedió por primera vez; cuando el confesor comenzó

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a hablarme, no comprendía ni una palabra suya. Depronto vi a Jesús crucificado que me dijo: Busca lafuerza y la luz en Mi Pasión. Terminada la confesiónmedité la tremenda Pasión de Jesús y comprendí quelo que yo sufría era nada en comparación con la Pasióndel Creador y que cada imperfección, hasta la más pe-queña, había sido la causa de aquella tremenda Pasión.Luego mi alma fue compenetrada por un gran arrepen-timiento y sólo entonces sentí que estaba en el mar in-sondable de la misericordia de Dios. Oh, qué pocaspalabras tengo para expresar lo que siento. Siento quesoy como una gota de rocío absorta por el profundoocéano sin limites de la misericordia de Dios.

737 A pesar de estar enferma decidí hacer hoy, comode costumbre, la Hora Santa. En esta hora vi a Jesúsflagelado junto a la columna. Durante este terrible tor-mento Jesús rezaba y un momento después me dijo:Son pocas las almas que contemplan Mi Pasión converdadero sentimiento; a las almas que meditandevotamente Mi Pasión, les concedo el mayor nú-mero de gracias.

1224 Hoy, tráeme a las almas que veneran y glo-rifican Mi misericordia de modo especial y sumér-gelas en Mi misericordia. Estas almas son las quemás lamentaron Mi Pasión y penetraron más pro-fundamente en Mi espíritu. Ellas son un reflejo vivien-te de Mi Corazón compasivo. Estas almas resplan-decerán con un resplandor especial en la vida futu-ra. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. De-fenderé de modo especial a cada una en la hora dela muerte.

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1512 Hoy, durante la Santa Misa vi a Jesús, sufrien-do como si agonizara en la cruz, que me ha dicho: HijaMía, medita frecuentemente sobre Mis sufrimien-tos que padecí por ti y nada de lo que tú sufres porMí te parecerá grande. Me agrada más cuando con-templas Mi dolorosa Pasión; une tus pequeños su-frimientos a Mi dolorosa Pasión para que adquie-ran un valor infinito ante Mi Majestad.

MORIBUNDOS

379 Durante una adoración Jesús me prometió: Conlas almas que recurran a Mi misericordia y con lasalmas que glorifiquen y proclamen Mi gran miseri-cordia a los demás, en la hora de la muerte Me com-portaré según Mi infinita misericordia.

Mi Corazón sufre, continuaba Jesús, a causa deque ni las almas elegidas entienden lo grande quees Mi misericordia; en su relación [conmigo] en cier-to modo hay desconfianza. Oh, cuánto esto hiereMi Corazón. Recuerden Mi Pasión y si no creéis enMis palabras, creed al menos en Mis llagas.

NECESIDAD DE TENER MISERICORDIADE LOS DEMÁS

349 Por la mañana, durante la meditación sentí unaespina dolorosa en la parte izquierda de la cabeza; eldolor duró el día entero, pensé continuamente como

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Jesús había logrado soportar el dolor de tantas espinasque hay en la corona. Uní mis sufrimientos a los sufri-mientos de Jesús y los ofrecí por los pecadores. A lascuatro, al venir a la adoración, vi a una de nuestrasalumnas ofendiendo terriblemente a Dios con los pe-cados impuros de pensamiento. Vi también a ciertapersona por la cual pecaba. Un temor atravesó mi almay pedí a Dios, por los dolores de Jesús, que se dignarasacarla [de] esa horrible miseria. Jesús me contestó quele concedería la gracia no por ella, sino por mi plega-ria; entonces comprendí cuánto deberíamos rogar porlos pecadores y especialmente por nuestras alumnas.

742 Hija Mía, si por medio de ti exijo de los hom-bres el culto a Mi misericordia, tú debes ser la pri-mera. Te doy tres formas de ejercer misericordia alprójimo: la primera - la acción, la segunda – la pa-labra, la tercera – la oración. En estas tres formasestá contenida la plenitud de la misericordia y es eltestimonio irrefutable del amor hacia Mí. De estemodo el alma alaba y adora Mi misericordia en dis-tinguirte por la confianza en Mi misericordia. Exi-jo de ti obras de misericordia que deben surgir delamor hacia Mí. Debes mostrar misericordia al pró-jimo siempre y en todas partes. No puedes dejar dehacerlo ni excusarte ni justificarte.

Sí, el primer domingo después de Pascua es laFiesta de la Misericordia, pero también debe estarpresente la acción y pido se rinda culto a Mi mise-ricordia con la solemne celebración de esta Fiesta ycon el culto a la imagen que ha sido pintada. A tra-vés de esta imagen concederé muchas gracias a lasalmas; ella ha de recordar a los hombres las exigen-

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cias de Mi misericordia, porque la fe sin obras, porfuerte que sea, es inútil. Oh Jesús mío, ayúdame entodo, porque ves lo pequeña que soy, por eso cuentoúnicamente con Tu bondad, oh Dios.

1316 Hija Mía, necesito sacrificios hechos por amor,porque sólo éstos tienen valor para Mí. Es grande ladeuda del mundo contraída Conmigo, la pueden pa-gar las almas puras con sus sacrificios, practicando lamisericordia espiritualmente.

1628 Durante la Santa Misa vi a Jesús tendido en lacruz y me dijo: Discípula Mía, ten un gran amorpara aquellos que te hacen sufrir, haz el bien a quie-nes te odian. Contesté: Oh Maestro mío, si Tú vesque no les tengo el sentimiento del amor y eso me en-tristece. Jesús me respondió: El sentimiento no siem-pre está en tu poder; si tienes el amor lo reconoce-rás por si tras experimentar disgustos y contrarie-dades no pierdes la calma, sino que rezas por aque-llos que te han hecho sufrir y les deseas todo lo bue-no.

NOVENAS

341 Una mañana, después de haber abierto la puertapara dejar salir a nuestra gente que traía el pan, entré unmomento en la pequeña capilla, para hacer a Jesús unavisita de un minuto y para renovar las intenciones del día.Oh Jesús, hoy, todos los sufrimientos, las mortificaciones,las plegarias, las ofrezco por el Santo Padre para que aprue-be esta Fiesta de la Misericordia. Pero, Jesús, debo decir-

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te todavía una palabra. Estoy muy sorprendida de que meordenas hablar de esta Fiesta de la Misericordia, mientrasesta Fiesta según me dicen, ya existe, entonces ¿para quéhe de hablar de ella? Y Jesús me contestó: ¿Quién, deentre la gente, sabe de ella? Nadie. Y hasta aquellosque han de proclamarla y enseñar a la gente esta mi-sericordia, muchas veces ellos mismos no lo saben;por eso quiero que la imagen sea bendecida solemne-mente el primer domingo después de Pascua y que sela venere públicamente para que cada alma puedasaber de ella.

Haz una novena según la intención del Santo Pa-dre, que debe constar de treinta y tres actos, es de-cir de repetir este mismo número de veces la ora-ción a la misericordia que te he enseñado.

796 El Señor me dijo que rezase esta coronilla du-rante nueve días antes de la Fiesta de la Misericordia.Debe iniciarse el Viernes Santo. Durante este nove-nario concederé a las almas toda clase de gracias.

1059 Jesús me ordena hacer una novena antes de laFiesta de la Misericordia y debo empezarla hoy por laconversión del mundo entero y para que se conozca laDivina Misericordia. Para que cada alma exalte Mibondad. Deseo la confianza de Mis criaturas, invi-ta a las almas a una gran confianza en Mi miseri-cordia insondable. Que no tema acercarse a Mí elalma débil, pecadora y aunque tuviera más peca-dos que granos de arena hay en la tierra, todo sehundirá en el abismo de Mi misericordia.

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PEDIR

1293 De repente escuché estas palabras: Si no hu-biera sucedido esta pequeña imperfección no ha-brías venido a Mí. Has de saber que cada vez quevienes a Mí humillándote y pidiendo perdón, Yoderramo sobre tu alma una inmensidad de graciasy tu imperfección desaparece ante Mí y veo sola-mente tu amor y tu humildad. No pierdes nada,sino que ganas mucho...

PREPARACIÓN PARA LA ÚLTIMA VENIDADE JESUCRISTO

83 Escribe esto: Antes de venir como el JuezJusto, vengo como el Rey de Misericordia. Antesde que llegue el día de la justicia, les será dado a loshombres este signo en el cielo: Se apagará toda laluz en el cielo y habrá una gran oscuridad en todala tierra. Entonces , en el cielo aparecerá el signo dela cruz y de los orificios donde fueron clavadas lasmanos y los pies del Salvador, saldrán grandes lu-ces que durante algún tiempo iluminarán la tierra.Eso sucederá poco tiempo antes del último día.

429 En un momento, cuando me di cuenta de losgrandes designios de Dios respecto a mí, me asusté desu grandeza y me sentí completamente incapaz de cum-plirlos y empecé a evitar interiormente las conversacio-nes con Él, y sustituía ese tiempo con la oración oral. Lohacía por humildad, pero pronto conocí que no era una

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verdadera humildad, sino una gran tentación de Sata-nás. Una vez, cuando en lugar de la oración interior co-mencé a leer un libro espiritual, oí en el alma estas pala-bras, explícitas y fuertes: Prepararás al mundo paraMi última venida. Estas palabras me conmovieron pro-fundamente y aunque fingía como si no las hubiera oído,no obstante las comprendí bien y no tenía ninguna dudaal respecto. Una vez, cansada de esta lucha de amor conDios y de excusarme constantemente de ser incapaz decumplir esta obra, quise salir de la capilla, pero algunafuerza me detuvo, me sentía inmovilizada. Entonces oíestas palabras: Piensas salir de la capilla, pero no sal-drás de Mí, porque estoy en todas partes; tú sola nopodrás hacer nada por ti misma, pero Conmigo pue-des todo.

431 Hija Mía, no tengas miedo de nada, Yo es-toy siempre contigo; cualquier adversario te puedehacer daño solamente si Yo se lo Permito. Tú eresMi morada y Mi estable descanso, por ti detengo lamano castigadora, por ti bendigo la tierra.

1732 Mientras rezaba por Polonia, oí estas pala-bras: He amado a Polonia de modo especial y si obe-dece Mi voluntad, la enalteceré en poder y en san-tidad. De ella saldrá una chispa que preparará elmundo para Mi última venida.

PROPAGAR LA DIVINA MISERICORDIA

929 Además veo que los pecadores Te ofenden te-rriblemente y veo también la gran opresión y persecu-

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ción de los fieles, especialmente de tus siervos y másaún veo muchas almas que se precipitan ciegamente enel terrible abismo infernal.

Y el Señor me dijo: Hija Mía, Me son agradableslas palabras de tu corazón y por el rezo de esta co-ronilla acercas a Mí la humanidad. Después de es-tas palabras me encontré sola, pero la presencia de Diosestá siempre en mi alma.

1075 A las almas que propagan la devoción a Mimisericordia, las protejo durante toda su vida comouna madre cariñosa [protege] a su niño recién na-cido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juezsino Salvador misericordioso. En esta última horael alma no tiene nada en su defensa fuera de Mimisericordia. Feliz el alma que durante la vida seha sumergido en la Fuente de la Misericordia, por-que no la alcanzará la justicia.

1190 Jesús: –De todas Mis llagas, como de arro-yos, fluye la misericordia para las almas, pero laherida de Mi Corazón es la Fuente de la Misericor-dia sin límites, de esta fuente brotan todas las gra-cias para las almas. Me queman las llamas de com-pasión, deseo derramarlas sobre las almas de loshombres. Habla al mundo entero de Mi misericor-dia.

1578 Que las almas que tienden a la perfecciónadoren especialmente Mi misericordia, porque laabundancia de gracias que les concedo proviene deMi misericordia. Deseo que estas almas se distin-gan por una confianza sin límites en Mi misericor-

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dia. Yo Mismo Me ocupo de la santificación de es-tas almas, les daré todo lo que sea necesario parasu santidad. Las gracias de Mi misericordia se to-man con un solo recipiente y éste es la confianza.Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Lasalmas que confían sin límites son Mi gran consue-lo, porque en tales almas vierto todos los tesoros deMis gracias. Me alegro de que pidan mucho, por-que Mi deseo es dar mucho, muchísimo. Me pongotriste, en cambio, si las almas piden poco, estrechansus corazones.

RUSIA

818 El día de hoy lo ofrecí por Rusia, todos missufrimientos y mis oraciones los ofrecí por este pobrepaís. Después de la Santa Comunión Jesús me dijo: nopuedo soportar este país más tiempo, no Me ateslas manos, hija Mía. Comprendí que si no hubierasido por las plegarias de las almas queridas a Dios, ha-bría vuelto a la nada toda esta nación. Oh, cuánto sufropor este país que expulsó a Dios de sus fronteras.

SACERDOTES

50 Deseo que los sacerdotes proclamen esta granmisericordia que tengo a las almas pecadoras. Queel pecador no tenga miedo de acercarse a Mí. Mequeman las llamas de la misericordia, deseo derra-marlas sobre las almas humanas.

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Jesús se quejó conmigo con estas palabras: La des-confianza de las almas desgarra Mis entrañas. Aúnmás Me duele la desconfianza de las almas elegi-das; a pesar de Mi amor inagotable no confían enMí. Ni siquiera Mi muerte ha sido suficiente paraellas. ¡Ay de las almas que abusen de ella!

177 Y entendí lo grande que es la misericordia delSeñor. Y Jesús volvió a decir muy amablemente: HijaMía, habla a los sacerdotes de esta inconcebible mi-sericordia Mía. Me queman las llamas de la miseri-cordia, las quiero derramar sobre las almas, [y] lasalmas no quieren creer en Mi bondad.

SALVAR ALMAS

186 Hoy, Jesús me dijo: Deseo que conozcas másprofundamente el amor que arde en Mi Corazónpor las almas y tú comprenderás esto cuando medi-tes Mi Pasión. Apela a Mi misericordia para lospecadores, deseo su salvación.

«Oh sangre y agua que brotaste del Corazón de

Jesús como una fuente de misericordia para noso-

tros, en ti confío.»

324 Al día siguiente me sentía muy débil, pero yano experimentaba ningún sufrimiento. Después de laSanta Comunión vi al Señor Jesús bajo la aparienciaque ya había visto durante una de las adoraciones. Lamirada del Señor traspasó mi alma por completo y nisiquiera el más pequeño polvillo se escapó a su aten-ción. Y dije a Jesús: Jesús, pensé que me ibas a llevar.

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Y Jesús me contestó: Aún no se ha cumplido plena-mente Mi voluntad en ti; te quedarás todavía en latierra, pero no mucho tiempo. Me agrada muchotu confianza, pero el amor ha de ser más ardiente.El amor puro da fuerza al alma en la agonía mis-ma. Cuando agonizaba en la cruz, no pensaba enMí, sino en los pobres pecadores y rogaba al Padrepor ellos. Quiero que también tus últimos momen-tos sean completamente semejantes a los Míos en lacruz. Hay un solo precio con el cual se compran lasalmas, y éste es el sufrimiento unido a Mi sufrimien-to en la cruz. El amor puro comprende estas pala-bras, el amor carnal no las comprenderá nunca.

1032 Durante la Santa Misa vi al Señor Jesús clava-do en la cruz, entre grandes sufrimientos. Un silencio-so gemido salía de su Corazón, un momento despuésdijo: (...) Une tus sufrimientos a Mi Pasión y ofréce-los al Padre Celestial por los pecadores.

1612 Hoy, el Señor me dijo: Necesito tus sufri-mientos para salvar las almas.

1767 Conferencia sobre el sacrificio y la oración.(...)Con la oración y el sacrificio salvarás más almasque un misionero sólo a través de prédicas y ser-mones. (...)No tengas miedo, Mi gracia estará con-tigo...

SANTA FAUSTINA

198 Una vez el Señor me dijo: Hija Mía, tu con-fianza y tu amor impiden Mi justicia y no puedo

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castigar porque Me lo impides. Oh, cuánta fuerzatiene el alma llena de confianza.

232 Antes de la confesión oí en el alma estas pala-bras: Hija Mía, dile todo y descubre tu alma delan-te de él como lo haces delante de Mí. No tengasmiedo de nada; para tu tranquilidad pongo a esesacerdote entre Yo y tu alma. Y las palabras que tecontestará son Mías. Descubre delante de el las co-sas más secretas que tienes en el alma. Yo le daréluz para que conozca tu alma.

362 Un día, durante la meditación matutina, oíesta voz: Yo Mismo soy tu guía, he sido, soy y seré;pero como Me pediste una ayuda visible, te la hedado. Lo había elegido antes de que Me lo pidie-ras, porque esto lo requiere Mi causa. Has de sa-ber que las faltas que cometes contra él, hieren MiCorazón; evita especialmente actuar a tu gusto,que en cada cosa más pequeña haya un sello de laobediencia.

Con el corazón humillado y anonadado pedí el per-dón al Señor Jesús por aquellas faltas. Pedí el perdóntambién al Padre espiritual y decidí más bien no hacernada que hacer mucho y mal.

414 Viernes Santo. A las tres de la tarde, cuandoentré en la capilla, oí estas palabras: Deseo que estaimagen sea venerada en público. Luego vi al SeñorJesús que agonizaba en la cruz entre terribles tormen-tos y del Corazón de Jesús salieron estos dos rayosque están en la imagen.

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534 Cuando lo estaba contemplando, escuché en elalma estas palabras: Tú eres Mi esposa para la eter-nidad, tu pureza debe ser mayor que la de los ánge-les, porque con ningún ángel tengo relación de tanestrecha intimidad como contigo. La más pequeñaacción de Mi esposa tiene un valor infinito, el almapura tiene una potencia incalculable delante deDios.

704 Paso cada momento libre a los pies de Diosescondido. Él es mi Maestro, le pregunto todo, con Élhablo de todo, de allí saco fuerza y luz, allí aprendotodo, de allí me llegan las luces sobre el modo de com-portarme con el prójimo. Desde el momento en quesalí del noviciado, me encerré en el tabernáculo conJesús, mi Maestro. Él Mismo me atrajo a este fuego deamor vivo, alrededor del cual se concentra todo.

707 El primer viernes del mes. Después de la SantaComunión, de repente vi a Jesús que me dijo estas pa-labras: Ahora sé que no Me amas por las gracias nipor los dones, sino porque Mi voluntad te es másquerida que la vida. Por eso Me uno a ti tan estre-chamente como a ninguna otra criatura.

899 ¡Cuánto he deseado la muerte! No sé si algunaotra vez en la vida desearé tanto a Dios. Hubo momen-tos en que me desmayaba por É1. Oh, qué fea es latierra cuando se conoce el cielo. Debo violentarme paravivir. Oh voluntad de Dios, tú eres mi alimento..

980 Hoy vi al Señor con una gran belleza y me dijo:Oh Mi querida hostia, ruega por los sacerdotes,

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especialmente en este tiempo de cosecha. Mi Cora-zón ha encontrado en ti su complacencia y por tibendigo la tierra.

1078 Mientras me despedía del Señor antes de acos-tarme, escuché estas palabras: Hostia querida a MiCorazón, por ti bendigo la tierra.

1193 Hoy escuché estas palabras: Hija Mía, deli-cia de Mi Corazón, con deleite miro tu alma, envíonumerosas gracias únicamente por ti, detengo tam-bién muchos castigos únicamente por ti; Me frenasy no puedo exigir justicia; Me atas las manos contu amor.

1605 Escribe sobre Mi bondad lo que te venga ala cabeza. Contesté: Pero, Señor ¿si escribo demasia-do? Y el Señor me respondió: Hija Mía, aunque ha-blaras todas las lenguas de los hombres y de los án-geles a la vez, no dirías demasiado, sino que glorifi-carías Mi bondad, Mi misericordia insondable,apenas en una pequeña parte.

En aquel momento, profundamente humillada, mesumergí ante la Majestad de Dios. Pero cuanto más mehumillaba, tanto más me penetraba la presencia de Dios.

1722 Oí estas palabras: Si no Me ataras las ma-nos, enviaría, muchos castigos sobre la tierra. HijaMía, tu mirada desarma Mi ira; aunque tu bocacalla, Me llamas con tal fuerza que todo el cielo seestremece. No puedo rehuir tu súplica, porque noMe persigues a mucha distancia sino en tu propiocorazón.

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SENCILLEZ

332 Jueves. Al empezar la Hora Santa, quería su-mergirme en la agonía de Jesús en el Huerto de losOlivos. De repente oí en el alma la voz: Medita losmisterios de la Encarnación. Y de pronto, delantede mí apareció el Niño Jesús de una belleza resplande-ciente. Me dijo cuánto agradaba a Dios la sencillez delalma. Aunque Mi grandeza es inconcebible, tratosolamente con los pequeños, exijo de ti la infanciadel espíritu.

1617 Hoy me confesé con el Padre A., actué tal ycomo deseaba Jesús. Después de la confesión una pro-funda luz inundó mi alma. Entonces oí una voz: Y comoeres una niña, permanecerás junto a Mi Corazón;Me es más agradable tu sencillez que lasmortificaciones.

SILENCIO Y RECOGIMIENTO

477 El silencio es una espada en la lucha espiritual;un alma platicadora no alcanzará la santidad. Esta espa-da del silencio cortará todo lo que quiera pegarse al alma.Somos sensibles a las palabras y queremos responder deinmediato sin reparar si es la voluntad de Dios que ha-blemos. El alma silenciosa es fuerte; ninguna contrarie-dad le hará daño si persevera en el silencio. El alma si-lenciosa es capaz de la más profunda unión con Dios,vive casi siempre bajo la inspiración del Espíritu Santo.En el alma silenciosa Dios obra sin obstáculos.

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552 Además de los votos veo una regla impor-tantísima; aunque todas son importantes, ésta la pongoen el primer lugar y es el silencio. De verdad, si estaregla fuera observada rigurosamente, yo estaría tran-quila por las demás. Las mujeres tienen una gran incli-nación a hablar. De verdad, el Espíritu Santo no hablaa un alma distraída y charlatana, sino que, por mediode sus silenciosas inspiraciones, habla a un alma reco-gida, a un alma silenciosa. Si se observara rigurosa-mente el silencio, no habría murmuraciones, amargu-ras, maledicencias, chismes, no sería tan maltratado elamor del prójimo, en una palabra, muchas faltas se evi-tarían. Los labios callados son el oro puro y dan testi-monio de la santidad interior.

888 El silencio es un lenguaje tan poderoso quealcanza el trono del Dios viviente. El silencio es sulenguaje, aunque misterioso, pero poderoso y vivo.

1008 El Señor me ha hecho saber cuánto le des-agrada un alma que habla mucho. En tal alma no en-cuentro descanso. El ruido continuo Me cansa y enese ruido el alma no distingue Mi voz.

1779 Fin de los ejercicios espirituales; última con-versación con el Señor. Te agradezco, Amor eterno, porTu inconcebible benevolencia para mí, por ocuparte TúMismo directamente de Mi santificación. Hija Mía, quete adornen especialmente tres virtudes: humildad,pureza de intención [y] amor. No hagas nada más,sino lo que exijo de ti y acepta todo lo que te dé Mimano. Procura vivir en el recogimiento para oír Mivoz que es tan bajita que solo la pueden oír las almasrecogidas...

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SUFRIMIENTO

342 El sufrimiento es el tesoro más grande que hayen la tierra, purifica al alma. En el sufrimiento conoce-mos quién es nuestro verdadero amigo. El amor ver-dadero se mide con el termómetro del sufrimiento.

446 Entonces vi a Jesús clavado en la cruz. Des-pués de estar Jesús colgado en ella un momento, vitoda una multitud de almas crucificadas como Jesús.Vi la tercera muchedumbre de almas y la segunda deellas. La segunda infinidad de almas no estaba clava-da en la cruz, sino que las almas sostenían fuertemen-te la cruz en la mano; mientras tanto la tercera multi-tud de almas no estaba clavada ni sostenía la cruz fuer-temente, sino que esas almas arrastraban la cruz de-trás de sí y estaban descontentas. Entonces Jesús medijo: Ves, esas almas que se parecen a Mí en el su-frimiento y en el desprecio, también se parecerána Mí en la gloria; y aquellas que menos se aseme-jan a Mí en el sufrimiento y en el desprecio, seránmenos semejantes a Mí también en la gloria.

La mayor parte de las almas crucificadas pertene-cían al estado eclesiástico; vi también almas crucifi-cadas que conozco y eso me dio mucha alegría. Derepente Jesús me dijo: En la meditación de mañanareflexionarás sobre lo que has visto hoy. Y en se-guida el Señor Jesús desapareció.

1316 Hija Mía, necesito sacrificios hechos poramor, porque sólo éstos tienen valor para Mí. Esgrande la deuda del mundo contraída Conmigo, la

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pueden pagar las almas puras con sus sacrificios,practicando la misericordia espiritualmente.

1487 Diálogo de Dios misericordioso con el almaque sufre – Jesús: Oh alma, te veo tan doliente, veoque ni siquiera tienes fuerzas para hablar Conmi-

go. Por eso te hablaré sólo Yo, oh alma. Aunque tussufrimientos fueran grandísimos, no pierdas la se-renidad del espíritu ni te desanimes. Pero dime, niñaMía, ¿quién se ha atrevido a herir tu corazón? Dí-melo todo, dímelo todo, sé sincera al tratar Conmi-go, descubre todas las heridas de tu corazón, Yo lascuraré y tu sufrimiento se convertirá en la fuentede tu santificación.

– El alma: Señor, mis sufrimientos son tan grandesy diversos y duran desde hace tanto tiempo que el des-aliento ya empieza a apoderarse de mí.

– Jesús: Niña Mía, no puedes desanimarte; sé queconfías en Mí sin límites, sé que conoces Mi bon-dad y Mi misericordia. Así pues, hablemos, deta-lladamente de todo lo que pesa más sobre tu cora-zón.

–El alma: Tengo tantas cosas variadas que no sé dequé hablar primero ni cómo expresar todo esto.

– Jesús: Háblame simplemente, como se hablaentre amigos. Pues bien, niña Mía, ¿qué es lo quete detiene en el camino de la santidad?

– El alma: La falta de salud me detiene en el caminode la santidad, no puedo cumplir mis obligaciones, pues,

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soy un súfrelo todo. No puedo mortificarme ni hacerayunos rigurosos como hacían los santos; además nocreen que estoy enferma y al sufrimiento físico se uneel moral y de ello surgen muchas humillaciones. Ves,Jesús, ¿cómo se puede llegar a ser santa en tales condi-ciones?

– Jesús: Niña, realmente todo esto es sufrimien-to, pero no hay otro camino al cielo fuera del VíaCrucis. Yo Mismo fui el primero en recorrerlo. Hasde saber que éste es el camino más corto y el másseguro.

– El alma: Señor, otra vez una nueva barrera y difi-cultad en el camino de la santidad: por ser fiel a Ti mepersiguen y me hacen sufrir mucho.

– Jesús: Has de saber que el mundo te odia, por-que no eres de este mundo. Primero Me persiguió aMí, esta persecución es la señal de que sigues Mishuellas con fidelidad.

– El alma: Señor, me desanima también que ni lasSuperioras ni el confesor entienden mis sufrimientosinteriores. Las tinieblas han ofuscado mi mente, pues,¿cómo avanzar? Todo esto me desanima mucho y pien-so que las alturas de la santidad no son para mí.

–Jesús: Así pues, niña Mía, esta vez Me has con-tado mucho. Yo sé que es un gran sufrimiento el deno ser comprendida y sobre todo por los que ama-mos y a los cuales manifestamos una gran sinceri-dad, pero que te baste que Yo te comprendo en to-das tus penas y tus miserias. Me agrada tu profun-

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da fe que, a pesar de todo, tienes en Mis represen-tantes, pero debes saber que los hombres no pue-den comprender plenamente un alma, porque esosupera sus posibilidades. Por eso Yo Mismo Me hequedado en la tierra para consolar tu corazón do-liente y fortificar tu alma para que no pares en elcamino. Dices que unas tinieblas grandes cubrentu mente, pues, ¿por qué en tales momentos no vie-nes a Mí que soy la luz y en un solo instante puedoinfundir en tu alma tanta luz y tanto entendimien-to de la santidad que no aprenderás a leer ningúnlibro ni ningún confesor es capaz de enseñar ni ilu-minar así al alma? Has de saber además que porestas tinieblas de las que te quejas, he pasado pri-mero Yo por ti en el Huerto de los Olivos.

Mi alma estuvo estrujada por una tristeza mor-tal y te doy a ti una pequeña parte de estos sufri-mientos debido a Mi especial amor a ti y el altogrado de santidad que te destino en el cielo. El almaque sufre es la que más cerca está de Mi Corazón.

– El alma: Pero una cosa más, Señor: ¿qué hacer si medesprecian y rechazan los hombres, y especialmente aque-llos con quienes tuve derecho de contar y además en losmomentos de mayor necesidad?

– Jesús: Niña Mía, haz el propósito de no contarnunca con los hombres. Harás muchas cosas si teabandonas totalmente a Mi voluntad y dices: Há-gase en mí, oh Dios, no según lo que yo quiera sinosegún tu voluntad. Has de saber que estas palabraspronunciadas del fondo del corazón, en un solo ins-tante elevan al alma a las cumbres de la santidad.

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Me complazco especialmente en tal alma, tal almaMe rinde una gran gloria, tal alma llena el cielo conla fragancia de sus virtudes; pero has de saber quela fuerza que tienes dentro de ti para soportar lossufrimientos la debes a la frecuente Santa Comu-nión; pues ven a menudo a esta fuente de la miseri-cordia y con el recipiente de la confianza recogecualquier cosa que necesites.

– El alma: Gracias, oh Señor, por Tu bondad incon-cebible, por haberte dignado quedarte con nosotros eneste destierro donde vives con nosotros como Dios dela misericordia y difundes alrededor de Ti el resplan-dor de tu compasión y bondad. A la luz de los rayos deTu misericordia he conocido cuánto me amas.

1613 Durante casi toda la noche tuve unos dolorestan vivos y lentos que me parecía tener desgarradastodas las entrañas. La medicina que había tomado lavomité. Cuando me incliné al suelo, perdí el conoci-miento y así, con la cabeza apoyada contra el suelo,permanecí algún tiempo. Al volver en mí, me di cuentade que con todo el cuerpo cargaba sobre la cara y lacabeza; empapada de vómitos, pensé que esto iba a serya el final.

La querida Madre Superiora y Sor Tarcisia trata-ban de ayudarme como podían. Jesús pedía los sufri-mientos y no la muerte. Oh Jesús mío, haz conmigo loque Te agrade. Dame solamente la fuerza para sufrir.Si me sostiene Tu fuerza, aguantaré todo. Oh almas,cuánto las amo.

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TIBIEZA

1228 Noveno día. Hoy, tráeme a las almas tibias ysumérgelas en el abismo de Mi misericordia. Estasalmas son las que más dolorosamente hieren Mi Co-razón. A causa de las almas tibias, Mi alma experi-mentó la más intensa repugnancia en el Huerto delos Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de Míeste cáliz, si es Tu voluntad. Para ellas, la última ta-bla de salvación consiste en recurrir a Mi misericor-dia.

UNIR LOS ACTOS A LA PASIÓNDE JESUCRISTO

1543 Esta noche el Señor me dijo: Ahora te reco-miendo unir de modo particular tus acciones, aun-que sean las más pequeñas, a Mis méritos, y enton-ces Mi Padre las mirará con amor como si fueranMías.

VENERAR LA IMAGEN

47 Al anochecer, estando en mi celda, vi al SeñorJesús vestido con una túnica blanca. Tenía una manolevantada para bendecir y con la otra tocaba la túnicasobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho,salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. Ensilencio, atentamente miraba al Señor, mi alma estaba

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llena del temor, pero también de una gran alegría. Des-pués de un momento, Jesús me dijo: Pinta una ima-gen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ticonfío. Deseo que esta imagen sea venerada prime-ro en su capilla y [luego] en el mundo entero.

48 Prometo que el alma que venere esta imagenno perecerá. También prometo, ya aquí en la tie-rra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, ala hora de la muerte. Yo Mismo la defenderé comoMi gloria.

49 Cuando lo dije al confesor recibí como respuestaque eso se refería a mi alma. Me dijo: Pinta la imagende Dios en tu alma. Cuando salí del confesionario, oínuevamente estas palabras: Mi imagen está en tualma. Deseo que haya una Fiesta de la Misericor-dia. Quiero que esta imagen que pintarás con elpincel, sea bendecida con solemnidad el primerdomingo después de la Pascua I de Resurrección;ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia.

299 Una vez, cuando el confesor me mandó pre-guntar al Señor Jesús por el significado de los dos ra-yos que están en esta imagen; contesté que sí, que se lopreguntaría al Señor.

(...)Estos rayos protegen a las almas de la indig-nación de Mi Padre. Bienaventurado quien viva ala sombra de ellos, porque no le alcanzará la justamano de Dios. Deseo que el primer domingo des-pués de la Pascua de Resurrección sea la Fiesta dela Misericordia.

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326 Una vez Jesús me dijo: Mi mirada en esta ima-gen es igual a la mirada en la cruz.

VISIÓN DEL ANGEL

20 Poco después me enfermé. La querida Madre Su-periora me mandó de vacaciones junto con otras dos her-manas a Skolimów, muy cerquita de Varsovia. En aqueltiempo le pregunté a Jesús: ¿Por quién debo rezar toda-vía? Me contestó que la noche siguiente me haría conocerpor quién debía rezar.

Vi al Ángel de la Guarda. En un momento me en-contré en un lugar nebuloso, lleno de fuego y había allíuna multitud de almas sufrientes. Estas almas estabanorando con gran fervor, pero sin eficacia para ellasmismas, sólo nosotros podemos ayudarlas. Las llamasque las quemaban, a mí no me tocaban. Mi Ángel de laGuarda no me abandonó ni por un solo momento; pre-gunté a estas almas ¿cuál era su mayor tormento? Yme contestaron unánimamente que su mayor tormentoera la añoranza de Dios. Vi a la Madre de Dios quevisitaba a las almas en el Purgatorio. Las almas llamana María «La Estrella del Mar». Ella les trae alivio. De-seaba hablar más con ellas, sin embargo mi Ángel de laGuarda me hizo seña de salir. Salimos de esa cárcel desufrimiento. [Oí una voz interior] que me dijo: Mi mi-sericordia no lo desea, pero la justicia lo exige. Apartir de aquel momento me uno más estrechamente alas almas sufrientes.

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GRANDES PROMESAS

«Para los que propaguen Mi Misericordia,a la hora de su muerte, no seré juez sino Sal-vador Misericordioso.»

(Diario Sta. Faustina 1075)

– Para merecer las promesas, es necesario tam-bién esforzarse en ser un buen cristiano.

«Prometo que el que venere esta imagen noperecerá -eternamente-.»

(Diario Sta. Faustina 48)

–Los rayos rojos y blancos significan la sangrey el agua que salieron de Mi Corazón.

(Diario Sta. Faustina 848)

–Jesús en ti confío estaba impreso en la imagen.Una de las maneras de venerar esta imagen es

ponerla en un lugar visible de la casa; y, sobre todo,es decir de corazón: Jesús confío en ti. Jesús me dijo:Pinta una imagen, según el modelo que ves.– Deseo que esta imagen sea venerada en todoel mundo.

(Diario Sta. Faustina 47)

–Al alma que a las tres de la tarde pienseen Mi Pasión, –en especial en mi Abandono yAgonía–, e interceda por Mi Pasión, para lospecadores, nada le será negado.

(Diario Sta. Faustina 1320)

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REZO DE LA CORONA DE STA. FAUSTINA

– «Concederé todo lo que me pidan, a losque recen el Rosario de la Divina Misericor-dia.»

(Diario Sta. Faustina 811)

Las profundidades de Mi Misericordia seconmueven ante los que recen este rosario.

(Diario Sta. Faustina 848-811) .

REZO DEL ROSARIO

(para rezarlo con las cuentas del rosario)

Primero dirás un Credo, un Padrenuestro yun Avemaría. Después se rezan 5 decenas comosigue:

Cada decena empieza así:«Padre Eterno: te ofrezco el Cuerpo, la San-

gre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo,Nuestro Señor Jesucristo, en expiación de nues-tros pecados y por los del mundo entero»

Luego 10 veces:Por su dolorosa Pasión, / ten misericordia de

nosotros y del mundo entero». Terminadas las de-cenas, dígase tres veces: «Santo Dios, Santo Fuer-te, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y delmundo entero.

(Diario Sta. Faustina 476)

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DESEO QUE TODO EL MUNDOCONOZCA MI MISERICORDIA

(Diario Sta, Faustina 687)

–Mi corazón arde del fuego de compasión porlos pecadores.

(Diario Sta. Faustina 1521)

–La pérdida de cada alma me sumerge en unaTRISTEZA MORTAL.

(Diario Sta. Faustina 1391)

–El precio con el cual podéis rescatar almas,son vuestros sufrimientos grandes o pequeños,unidos a Mi Pasión.

(Diario Sta. Faustina 324-1032)

–A las almas que mediten devotamente MiPasión les concedo EL MAYOR NÚMERO DEGRACIAS.

(Diario Sta. Faustina 737)

–No puedo castigar al más grande pecador siacude a Mi Misericordia.

(Diario Sta. Faustina 1146)

–Para los que propaguen Mi Misericordia, noseré juez sino SALVADOR MISERICORDIOSO.

(Diario Sta. Faustina 1075)

–Quien no quiera pasar por la puerta de laMisericordia, tendrá que pasar por la puerta dela Justicia.

(Jesucristo D,1146)

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LA CONFIANZA

–Mi generosidad con los pecadores, cuando searrepienten, no tiene límites. Los persigo con Mimisericordia en todos sus caminos. Les hablo através de los remordimientos de conciencia, a tra-vés de los fracasos y sufrimientos, a través de lastormentas y los rayos, les hablo con la voz de laIglesia.

(Diario Sta. Faustina 1728)

ROSARIO ANTE LOS MORIBUNDOS

–Dijo Jesús a santa Faustina: Cuando alguien receeste Rosario de la Divina Misericordia junto a losmoribundos, me pondré entre Mi Padre y el ago-nizante, no como Juez, sino como Salvador.

(Diario Sta. Faustina 1541)

CONFESIÓN

Dijo Jesucristo: Yo mismo os espero en el con-fesionario... Aunque, para un alma, desde el pun-to de vista humano no existiera esperanza algu-na, el milagro de Mi Misericordia la restaura to-talmente.

(Diario Sta. Faustina 1397)

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OBRAS DE MISERICORDIA

–¡Oh si las almas supieran que si tuviesen mi-sericordia –compasión– de los demás, mereceríanel eterno tesoro del cielo; de tal manera que, nosería necesario que tuvieran que pasar por MiJuicio!

(Diario Sta. Faustina 1317)

–Te doy tres formas de ejercer la misericordiacon el prójimo: La acción –la palabra– la Ora-ción.

(Diario Sta. Faustina 742)

–Si el alma no practica la Misericordia de al-guna manera no conseguirá Mi MISERICOR-DIA.

(Diario Sta. Faustina 131)

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Hemos pensado que sería oportuno explicar breve-

mente al final de este libro algunos aspectos del Men-

saje de misericordia de Jesucristo al mundo actual.

LA PASIÓN DE JESUCRISTO,FUENTE DE MISERICORDIA

Juan Pablo II dice en la encíclica Redentor del hom-bre: «El hombre vive perdido en esta vida mientrasno profundiza en el amor de Jesucristo, pensandoen los sufrimientos de su Pasión».

Y también: «El hombre debe entrar en el sufri-miento de Jesucristo con todo su ser».

«Sólo así –asegura– queda orientada y satis-fecha su mayor necesidad: la necesidad de amary ser amado».

SI EL HOMBRE PROFUNDIZAEN EL AMOR DE JESUCRISTOCRUCIFIADO

ENCUENTRA EL SENTIDO DE SU VIDA

De ahí que Juan Pablo II diga en la encíclica que«cuando el hombre profundiza en la meditación delos sufrimientos de Jesucristo, descubre que es ama-do por el Creador y encuentra el sentido de su vida».

El gran escritor latino Séneca escribió: «en la Cruz,los brazos se estiran, porque los hombros y los codosestán dislocados por el peso que tienen que aguantar ylos esfuerzos que hacen para respirar»

«El crucificado, clavado en posición vertical, nece-sita levantar su cuerpo, unos diecisiete centímetros, apo-

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yándose en los clavos, para aspirar un poco de aire yno asfixiarse totalmente (...)»

«La asfixia es el tormento propio del crucificado(...)»

«Al levantar el peso de su cuerpo para aspirar unpoco de aire y para hablar, se producen unos calam-bres espasmódicos terribles (...)»

«Los médicos no se explican cómo no se volvióloco por el dolor»

Así estuvo tres horas en la Cruz por amor a nosotros.«En la flagelación que tuvo que sufrir no eran po-

cos los que morían». V.A.«Son pocos los que piensan en la pasión de

Jesucristo. A los que meditan su pasión, Diosles concede el mayor número de gracias».

El Papa Pío XII hace suyas, en la encíclica «El Cuer-po Místico de Jesucristo» estas palabras de San LeónMagno: «Cuando padecemos por amor a Jesucristo quesufre, nuestros cuerpos, por el Bautismo, son transfor-mados en carne de Jesús Crucificado, que salva almas,por tener un valor infinito. ¡Cuántas almas podemossalvar!». JESUCRISTO, DESDE LA CRUZ NOSDICE: ¡PIENSA CUÁNTO TE HE QUERIDO!¡ÁMAME!

EJERCER LA MISERICORDIACON LOS DEMÁS

Te doy tres formas de ejercer la misericordia con elprójimo:

La acción, la palabra, la oración. (Diario de San-ta Faustina 131)

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LA ACCIÓNEn el libro del Antiguo Testamento, el Eclesiástico

3, 33-34, leemos: «La limosna expía los pecados, y Diospremia al que hace bien al prójimo, acordándose de élpara más adelante, y en tiempo de su caída, no faltaráquien le dé la mano, para que se levante».

En la carta de Santiago 2,13, Dios dice que «la mi-sericordia es más alta que el juicio, esto es, que ellaprevalece al juicio de su justicia, porque al que el juiciocondena, absuelve la misericordia.»

De los anteriores textos de la Sagrada Escritura, elgran escritor Fray Luis de Granada concluye lo si-guiente.

Al que ejerce la misericordia con los demás, Dios,como a cualquier persona, le castigará en esta vida oen el purgatorio, por las culpas que cometiere, peroirá al cielo.

Por medio de san Mateo, 25,34 dice Jesucristo:«Venid benditos de mi Padre y tomad posesión de micielo, que os está preparado desde el principio delmundo: Porque tuve hambre y me disteis de comer,tuve sed y me disteis de beber, era peregrino y me re-cogisteis, estaba desnudo y me vestisteis, estaba enfer-mo y encarcelado y me visitasteis...»

LA PALABRATener misericordia con la palabra es: hacer lo que

dijo Jesucristo a santa Faustina con estas frases:«Para los que dan a conocer mi misericordia,

a la hora de la muerte, no seré su juez, sino Sal-vador Misericordioso»

(Diario santa Faustina 1075)«Y los protejeré durante toda su vida, como una

madre proteje a su hijito recién nacido».

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Tener misericordia con la palabra es: explicar esteMensaje de la divina misericordia, editar trípticos, dis-tribuirlos, dar donativos a los que los editan, escribirlibros, etc... Jesucristo dijo a santa Faustina: «No se-rían tantos los que se condenan, si los pecadoresconocieran mi misericordia».

LA ORACIÓNTener misericordia de los demás con la oración es:

tener en cuenta lo que dice Jesucristo a santa Faustina:«La oración por los pobres pecadores es siempre escu-chada».

Tener en cuenta lo que dijo la Virgen de Fátima aLucía: «Hay muchas almas que van al infierno porqueno hay quién rece por ellas».

Rezar la corona de la divina misericordia en la quese pide por todos los que siguen a Jesucristo y por losque no le hacen caso.

Rezar la oración que, Juan Pablo II, en Polonia enuna misa multitudinaria, repetía incesantemente: «Porla dolorosa pasión de tu Hijo ten misericordia denosotros y del mundo entero».

«El precio por el cual se compran las almas esunir los sufrimientos a la pasión de Jesucristo».

Decir con sencillez: este sufrimiento lo padezco poramor a Jesús crucificado. No es necesario tener ale-gría, ni sentir devoción: sólo es necesario darse cuentade lo que uno dice: La alegría y devoción no dependende uno mismo.

CONFIANZA, PEDIR PERDÓNY LA CONFESIÓN

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Juan Palo II, en la encíclica «Dios rico en miseri-cordia» dice: «Dios es amor para el que le ama y obe-dece. Para el que no le obedece y no le ama, este amorse transforma en misericordia».

Juan Pablo II: «La misericordia es el primer atribu-to de Dios». «Jesucristo murió para pagar la deuda delmundo por los pecados que se han hecho y se haránhasta el fin del mundo.

La intensidad de sus horribles sufrimientos esigual al deseo de perdonar los pecados para quepodamos disfrutar de su felicidad eterna. Tanto esasí, que Jesucristo le dijo a santa Faustina:

«la pérdida eterna de cada alma, me sumer-ge en una tristeza mortal».

Que toda la tierra sea,con la Virgen María,

gloria de Dios.

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ÍNDICE GENERAL

- PRESENTACION ............................................... 5- PRÓLOGO.......................................................... 7- MENSAJE DE JESUCRISTO .......................... 11- JUAN PAPLO II

Y LA MISERICORDIA DE DIOS ................... 13- LA DIVINA MISERICORDIA ........................ 15- AMOR............................................................... 21- ALMAS QUE SOSTIENEN

LA HUMANIDAD ........................................... 21- A LAS TRES DE LA TARDE.......................... 26- ATRIBUTOS DE DIOS .................................... 27- COMUNIÓN..................................................... 28- CONFERENCIA ESPIRITUAL ....................... 29- CONFIANZA.................................................... 30- CONFESION .................................................... 32- DEUDA DEL MUNDO

CONTRAÍDA CON DIOS ............................... 35- EL DEMONIO LE HABLA ............................. 36- EL ROSARIO

DE LA DIVINA MISERICORDIA .................. 38- ENVIDIA .......................................................... 42- FE ...................................................................... 42- FIESTA DE LA

DIVINA MISERICORDIA .............................. 43- GRANDEZA Y PODER DE DIOS .................. 44- HUMILDAD ..................................................... 44- INFIERNO ........................................................ 49- JUSTICIA ......................................................... 51- LA VIRGEN QUE DETIENE

EL CASTIGO ................................................... 51- LE CONSOLÁBAMOS MEDITANDO

AHORA SUS SUFRIMIENTOS ..................... 52

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- MEDITAR LA PASION ................................... 53- MORIBUNDOS................................................ 55- NECESIDAD DE TENER

MISERICORDIA DE LOS DEMÁS ................ 55- NOVENAS ....................................................... 57- PEDIR ............................................................... 59- PREPARACIÓN PARA LA ÚLTIMA

VENIDA DE JESUCRISTO ........................... 59- PROPAGAR LA DIVINA

MISERICORDIA............................................. 60- RUSIA............................................................... 62- SACERDOTES................................................. 62- SALVAR ALMAS ............................................. 63- SANTA FAUSTINA ......................................... 64- SENCILLEZ ..................................................... 68- SILENCIO Y RECOGIMIENTO ..................... 68- SUFRIMIENTO................................................ 70- TIBIEZA ........................................................... 75- UNIR LOS ACTOS A LA PASIÓN

DE JESUCRISTO ............................................. 75- VENERAR LA IMAGEN ................................ 75- VISIÓN DEL ANGEL...................................... 77- GRANDES PROMESAS.................................. 79

REZO DE LA CORONA DESTA. FAUSTINA ............................................... 80REZO DEL ROSARIO ...................................... 80DESEO QUE TODO EL MUNDOCONOZCA MI MISERICORDIA ..................... 81LA CONFIANZA ............................................... 82ROSARIO ANTE LOS MORIBUNDOS ............ 82CONFESIÓN ..................................................... 82OBRAS DE MISERICORDIA .......................... 83

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En castellano:- Mi Ideal,Jesús Hijo de María. E.

Neubert.- Consejos para tranquilizar la

conciencia. C. G. Cuadrupani.- Dios humillado. N.C.- Camino estrecho y seguro. N.C.- Infierno, una eternidad de dolor a

la espera. N.C.- A Dios por el silencio. N.C.- Almas perfectas. A. Saudreau.- Para vivir feliz. A. Sylvain.- Horas Santas. José María Rubio.-La sabiduría de los humildes.

J.Torras i Bages.- Seguir a Jesús en la Cruz. N.C.- Religión demostrada. J. Balmes.- Jesús de Nazaret. N.C- Atletismo cristiano. J. Torres i

Bages.- María la escogida. N.C- Espirítu de abnegación. N.C- El culto a la carne. N.C.- Rectitud de intención. N.C.- Dios abatido. N.C.- La muerte de cada día. N.C.- A prueba de santos. A.

Saudreau.- Para vivir feliz, 2ª serie. Mons.

Sylvain.- Doctrina social de la Iglesia. A.

M. Oriol.- Amemos a la Iglesia. R. Masnou.- Jesucristo visto por un cantero.

P. Pujol Albanell.- Caminos de paz. Raimon Negre.- La práctica de la humildad. S. S.

León XIII.- Regulación natural de la

fertilidad. A. M. Oriol-F. Soler.- La Fuerza de la alegría. V.

Facchinetti.- Crónica-Diario de un viaje a la

tierra de Jesús. E. Miranda deDios.

- Virtudes perfectas. A. Saudreau.- El hijo del hombre.N.C.- La fe de la Iglesia. Á. Linares.- Para vencer al demonio. N.C.- Milagros de María Auxiliadora.

N. C.- La Palabra de Dios cada día. V.

Paglia.- Oración de la comunidad.

Comunidad de sant'Egidio.- Hermanas mínimas mártires de

Barcelona. N.C.- Orar por la paz en Euskadi.A.

Escániz.- Por qué creo en Dios y soy

católico. A. Macaya.- Poesías para orar. N.C.- Dios te salve María.Varios.- Revisión de vida. S. A.M. Claret.- Mi lectura del Evangelio. A.

Linares.- La formación del carácter. J. Torras

i Bages.- Introducción a la oración mental.

P. L. de Lapuente.- Myriam... ¿por qué lloras? P.

Stössel- Voces calladas. E. Cases.- Homosexualidad y esperanza.

FIAMC.- En pocas palabras. A. Arias- Para vivir feliz 3ª serie.N.C.- La práctica de la humildad 2ª se-

rie. N. C.- El Rosario de la Virgen María. A.

Fontes.- El Rosario de los niños.- La madre que conquistó Europa.

A. Macaya.- Dios mío qué fácil es salvarse.

N.C.- Quédate con nosotros. Mons. J.

Echevarría y Mons. J. Larrea.- Cartas de Juan Pablo II a los sa-

cerdotes.

TÍTULOS EDITADOS

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- El tesoro del rey. Ignacio Juez- Estad alegres. Raimon Negre.- Jesucristo visto por un médico.

J.M. Francés Gil.- Para vivir feliz (4ªserie) A.

Sylvain- Adentrarse en la Eucaristía. S.

Quemada- Tercer milenio cristiano. O.

Sousa.- Decálogos. O. Oliveras.- En ti vivimos. J. Torras i Bages.

En brasileño:- Jesus de Nazaré N.C.- A força d’alegria. V. Fachinetti.

En catalán:- Estimem l’Església. R. Masmou- Família i vida. A. Oriol- Preveres per al Tercer Mil·leni.

A. puig i Tàrrceh.- Que l’esperença us ompli

d’alegria. R. Negre.- Recull d’inquietuds. P. Pujol- Jesucrist vist per un taxista.

J.Roig- Jesucrist, camí i meta de

felicitat. J.Roig- El Rosari de la mare de Déu- Oracions per a nens.- Via crucis amb ulls de nen.- La missa amb ulls de nen.

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MENSAJE DE MISERICORDIA

DE JESUCRISTO AL MUNDO ACTUAL

NOTICIAS CRISTIANAS

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TU

AL

Selección de los textos más significativos

«La luz del Mensaje de Misericordia confiado a santaFaustina por Jesucristo ILUMINARÁ AL HOMBRE deltercer milenio.» (Juan Pablo II. De la homilía de la canonización desanta Faustina Kowalska en el 2.000.)

Una persona cercana a Juan Pablo II le preguntó cómoveía el mundo de hoy. Él respondió: «con optimismo».