menndez pelayo el hombre tras el biblifilo orgenes de la novela captulo ix cuentos y novelas cortas...

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  • INTRODUCCIN

    Don Marcelino Menndez y Pelayo, con su ingente obra crtica, ha sido ysigue siendo un referente ineludible para generaciones y generaciones deinvestigadores y crticos literarios que se aproximan al estudio de las muyvariadas materias que analiz (desde los heterodoxos espaoles hasta lasms diversas facetas de la Esttica y la Literatura)1. La abrumadora erudi-cin de sus estudios (que a l, sin embargo, le pareca en ocasiones limi-tada e insuficiente) los convierten en un punto de partida inexcusablepara aquellos que se inician en la investigacin de textos y autores denuestra literatura clsica, y mucho ms cuando se fijan como objetivosmaterias tan amplias y poco estudiadas en ocasiones como la novelacorta y el cuento de la Edad Media y el Siglo XVI.

    1 En ciertos momentos de nuestra historia crtica reciente, su ideologa conservadora incli-n a un sector de investigadores a eludir referencias (ciertamente ineludibles) a susestudios. No obstante, al menos en lo que concierne a la materia que me ha correspon-dido analizar, el conservadurismo de don Marcelino no altera en absoluto su recta apre-ciacin de textos, y se limita a comentarios anecdticos y simpticos, como veremosms adelante.

    MENNDEZ PELAYO, EL HOMBRE TRAS ELBIBLIFILO. ORGENES DE LA NOVELA,

    CAPTULO IX: CUENTOS Y NOVELAS CORTAS

    Carmen Hernndez ValcrcelUniversidad de Murcia

  • Mi propsito al afrontar el captulo IX de los Orgenes de la novelaser, no tanto el anlisis de la vigencia actual de esta seccin de tan ingen-te obra2, como intentar descubrir facetas que en mi aproximacin (y creoque en la de muchos) he descuidado por ser otros los objetivos que meencaminaban a ella. En mi afn por encontrar datos bibliogrficos y crti-cos que me ayudaran a iniciar mis pasos en la intrincada selva de la cuen-tstica del siglo XVI, no he prestado atencin al proceso creador del textoque estaba manejando, ni he percibido la presencia de don Marcelino, susreflexiones acerca del hilo de conduccin que desenvuelve segn va redac-tando, incluso alguna que otra jugosa referencia a su infancia y sus aficio-nes. Esos olvidos son los que pretendo subsanar ahora, (gracias a la opor-tunidad que me brinda el ambicioso proyecto de Ediciones del Centenariode Menndez Pelayo) con una aproximacin crtica estrictamente literariaal texto, extenso y muy suculento, que me ha correspondido analizar.

    OBJETIVOS Y DECLARACIN DE PRINCIPIOS DEL ESTUDIO DE LA NOVELA DEL XVI

    Aparentemente, el nico objetivo que mueve a Menndez Pelayo a redac-tar el captulo IX de los Orgenes de la Novela es analizar el espacio quemedia entre el floreciente cultivo del cuento medieval y la gran figura deCervantes:

    Pero cortada esta tradicin despus del Arcipreste de Talavera, lanovelstica oriental y la espaola rudimentaria que se haba criado asus pechos cede el puesto por ms de una centuria a la italiana. Esteperiodo de reposo y nueva preparacin es el que rompi triunfal-mente Miguel de Cervantes en 1613 con la publicacin de susNovelas Ejemplares, que sirvieron de pauta a todas las innumerablesque se escribieron en el Siglo XVII. Entendida como debe entender-se, es de rigurosa exactitud esta afirmacin del prncipe de nuestrosingenios: Yo soy el primero que he novelado en lengua castellana;

    CARMEN HERNNDEZ VALCRCEL336

    2 Es abundante la bibliografa acerca de Menndez Pelayo. Victoriano Punzano Martnez, porejemplo, se refera en 1991 se refera a los cerca del millar de estudios sobre MenndezPelayo. (Pensamiento bibliogrfico de Menndez Pelayo Anales de Literatura Espaola,n 7: 41).

  • que las muchas novelas que en ella andan impresas todas son tradu-cidas de lenguas estrangeras, y estas son mas propias, no imitadasni hurtadas; mi ingenio las engendr y las pari mi pluma, y van cre-ciendo en los brazos de la estampa3.

    Es evidente leyendo estas lneas iniciales que don Marcelino afrontaeste sector de la novelstica espaola como un interregno poco apreciablea la sombra de Cervantes y que considera la influencia de Italia en ciertomodo negativa para el desarrollo de nuestra novela corta4.

    No obstante, se puede apreciar una fuerte contradiccin entre estadeclaracin de principios y los resultados que estn ante nuestros ojos. Sibien considera este siglo poco notable en su produccin de novela corta,no duda en dedicar ms de 200 pginas a su estudio, arrastrado por unentusiasmo biblioflico y miniaturista que l mismo advierte como unaposible objecin a su trabajo5:

    Tal es, salvo omisin involuntaria, el pobre caudal de la novela cortadurante ms de una centuria; y ciertamente que maravilla tal esterili-dad si se compara con la pujanza y lozana que iba a mostrar estegnero durante todo el siglo XVII, llegando a ser uno de los ms ricosdel arte nacional (212-3).Hemos seguido paso a paso esta incipiente literatura, sin desdear loms menudo de ella, an exponindonos al dictado de micrfilo6, paraque se comprenda qu prodigio fueron las Novelas Ejemplares deCervantes, surgiendo de improviso como sol de verdad y poesa entretanta confusin y tanta niebla (216).

    337Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

    3 Marcelino Menndez Pelayo, Orgenes de la Novela, edicin de D. Enrique Snchez Reyes,Santander: Aldus, 1943, vol. III, 4. En adelante citar nicamente la pgina para omitirrepeticiones innecesarias.

    4 Al tomar como referente inicial las Novelas Ejemplares, cualquier manifestacin novels-tica anterior queda, evidentemente, muy infravalorada; por otra parte, este punto departida lo conduce a sobrevalorar en exceso, desde mi punto de vista, la produccincuentstica del siglo XV, poco relevante si se mide con el otro gran referente narrativodel siglo XIV, Don Juan Manuel (y tambin con su contemporneo el Arcipreste de Hita,magnfico narrador en verso).

    5 Dedica por ejemplo 32 pginas a analizar el cuento espaol en Francia y el cuento enPortugal, y otras 24! a las Noches de Invierno de Eslava, an considerando a su autortrivial, balad y no pocas veces inmundo lo que cuenta (189).

    6 La cursiva es suya.

  • Otra cuestin que Menndez Pelayo se plantea en el arranque de suestudio, es delimitar la materia y el punto de vista con el que afrontarla.Soslaya expresamente las interpretaciones mticas de crticos comoGastn Paris (191), a las que alude con cierta sorna7. Alude al asunto espi-noso de la proximidad entre la novelstica corta y el cuento de un lado yel folk-lore, (as lo escribe l en los albores del siglo XX), por otro. Alsealar que ciertos autores (Timoneda, Mey, Trancoso) interpolaban labase tomada de colecciones toscanas con ancdotas espaolas y rasgosde nuestro folklore, afirma rotundamente que es asunto que relegar asegundo trmino; las razones son tanto genricas como movidas por unamodestia que no se debe calificar de falsa sino de muy sincera, aunquebastante sorprendente en hombre de tan amplia erudicin:

    Este aspecto muy interesante tenemos que relegarle a segundo trmi-no, porque no escribimos como folk-loristas, sino como literatos, niposeemos caudal de erudicin suficiente para comparar entre s lasnarraciones orales de los diversos pueblos. Atenindonos, pues, a lostextos escritos... (5)8.

    LA MATERIA TEMTICA Y LA ORIENTACIN CRTICA E IDEOLGICA DEL TEXTO

    El asunto principal que ocupa a Menndez Pelayo en estas pginas es,como indica el ttulo del correspondiente captulo, el estudio de los cuen-tos y las novelas cortas del siglo XVI, prolongado a los primeros aos delXVII9. Pero como materia temtica secundaria aparece en manos de este

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    7 No faltar quien lo explique por el socorrido mito solar u otro procedimiento anlogo(200, a propsito de la moda de las mocedades).

    8 Se muestra, no obstante, comprensivo ante el estudio de este gnero embrionario, que porsu enlace con la novelstica popular despierta en gran manera la curiosidad de los doc-tos (5) y celebra sus aportaciones: Solo los estudios folklricos de nuestros das hanhecho reverdecer esta frondosa rama de la tradicin galaico-lusitana (150). No hay queolvidar que son los aos de florecimiento del comparatismo literario y folklrico, lidera-do por nombres tan emblemticos como Gastn Pars, Cosquin, Benfey, etc. a los que lmismo cita en varias ocasiones, como puede comprobarse en la bibliografa adjunta.

    9 Las ediciones del Fabulario de Mey (1613), los Dilogos de apacible entretenimiento deGaspar Lucas Hidalgo (1605) y las Noches de invierno de Antonio de Eslava (1609) sesitan editorialmente en los aos inmediatamente anteriores a las Novelas Ejemplares.

  • gran biblifilo un ingente nmero de obras literarias no solo mencionadascomo fuentes ms o menos prximas a los textos objeto de su atencin,sino tambin analizadas y valoradas en un ejercicio crtico que se extien-de desde el asunto principal de estudio hasta cualquier material literarioo crtico mencionado con diversos propsitos10.

    Se produce ya en la eleccin del tema un conflicto inicial ms llama-tivo que de fondo, pero muy enjundioso: don Marcelino parece debatirseentre la estricta moral decimonnica que profesa como hombre de sutiempo11 y la temtica alegremente inmoral de la cuentstica italianizanteque prevalece en el siglo XVI. No obstante, lo que podra haber sido unalarga serie de invectivas contra autores y obras, se carga de matices y suti-les indulgencias en sus juicios, dominados por el entusiasmo biblifilo yesttico. Hay que precisar que solo autores italianos (Boccaccio,Straparola o Poggio) y alguno peninsular (Gaspar Lucas Hidalgo) escanda-lizan relativamente a Menndez Pelayo, curtido en tantas y tantas lectu-ras. Se percibe en su trabajo dos modos de afrontar las cuestiones mora-les, aparentemente contradictorios pero en el fondo complementarios,que establecen una interesante dialctica moral vs esttica:

    1.- Los aciertos estticos o el inters bibliogrfico priman sobre lainmoralidad de la obra, la justifican y redimen.

    2.- El respeto a la moral exime la obra de sus defectos (inverosimili-tud, carencia de valores estticos, etc.).

    Entre los libros redimidos por su importancia literaria y esttica des-cuella, naturalmente, El Decamern de Boccaccio. Su deshonestidad impul-sa a don Marcelino a aventurar la hiptesis de una lectura secreta, clandes-tina casi, que explique la carencia de imitaciones hasta avanzado el sigloXVI (6) y a justificar que Petrarca, amigo de Boccaccio, solo elogiara y eli-giera la historia de Griselda para verterla al latn. Pero ya aqu apuntan esosjuegos de relativizacin moral y esttica frecuentes en este captulo de losOrgenes de la Novela; si bien el texto es tan recomendable por su intencinmoral, tambin es sabroso aunque algo inverosmil (6); as, la inverosimi-

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    10 Son las cuestiones temticas, junto a las de estricta bibliofilia, las que priman en el inte-rs de Menndez Pelayo, en detrimento de anlisis formales que en ocasiones se echande menos (estructuras, estilo, etc.). As, en el largo estudio de Eslava que arranca desdela pgina 188, no comenta de sus novelas ms que el argumento, cuyas fuentes precisacon extremada meticulosidad y erudicin.

    11 Que nos da, segn alguna enciclopedia divulgativa una visin del pasado cultural espa-ol desde una perspectiva catlica y conservadora.

  • litud empaa la moralidad del cuento y supone una importante objecin enun juego de prioridades, que se invertir en otros momentos12. Y de apre-ciaciones de detalle pasa Menndez Pelayo a un juicio global de la obra,bastante matizado y comprensivo, relativizando sus inmoralidades con pre-cisiones diacrnicas muy interesantes; tras sealar que el libro fue reproba-do por su propio autor (6) y notar que la imprenta madrug mucho enItalia para difundir la peligrosa lectura del Decamern (18), el biblifiloprima sobre el moralista al lamentar la rareza de primeras ediciones:

    por haber ardido muchos ejemplares de ellas en la grande hogueraque el pueblo florentino, excitado por las predicaciones de Fr.Jernimo Savonarola y de su compaero Fr. Domingo de Pescia,encendi en la plaza el ltimo da de Carnaval de 1401, arrojando aella todo gnero de pinturas y libros deshonestos (19-20).

    No obstante manifiesta su perplejidad ante la peculiar correccin delDecamern que le permiti soslayar el ndice de Paulo IV, aunque se hacecargo de la diferencia de los tiempos, ms permisivos en lo tocante a lamoral que en lo concerniente a la religin:

    refundicin bien extraa, por cierto, en que quedaron intactas novelasindecentsimas solo con cambiar las abadesas y monjas en matronas ydoncellas, los frailes en nigromantes y los clrigos en soldados.Respetamos los altos motivos que para ello hubo y nos hacemos cargode la diferencia de los tiempos13.

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    12 Ms adelante primorosa, aunque algo liviana le parece a don Marcelino la hermosa, deli-cada y bastante inocente cancin No puch dormir soleta del final de la jornada 6 en latraduccin catalana de 1429. La escasa liviandad de la cancin radica en el sueo sutil-mente ertico de una jovencita enamorada (Somiat vos he esta nit / que us tenia en monlit). No obstante, el primor de la composicin conduce a nuestro autor a establecer unalnea de continuidad a travs de los siglos con Safo: egw de mona kaqeudw (pag. 14).

    13 23-4. En la nota 3 a pie de pgina Menndez Pelayo incide en la misma idea, ahora cen-trada en Espaa: El Decamern fue mirado siempre con indulgencia aun por los varo-nes ms graves de nuestro siglo XVI. En un curioso dictamen que redact como secre-tario del Santo Oficio sobre prohibicin de libros, deca el gran historiador Jernimo deZurita: las novelas de Juan Bocatio hay algunas muy deshonestas, y por esto ser bienque se vede la traslacin dellas en romance si no fuese espurgndolas, porque las msdellas son ingeniossisimas y muy elocuentes. (Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos,1903, tomo VII, pp. 220 y ss) [el subrayado es suyo].

  • En la misma lnea de juicio de la obra de Boccaccio, sita las novelasde Straparola, variadas, amenas y divertidas [...] aunque no siemprehonestas, bien purgadas por el traductor espaol de algunas de lasmuchas obscenidades (39-40).

    El segundo modo de afrontar la dialctica moral-esttica lo encontra-mos en el anlisis de los Hecatommithi de Cinthio, valorados por su moralms rigurosa a pesar de sus incorrecciones estticas:

    tenan para nuestra censura, ms rgida que la de Italia, y an para elgusto general de nuestra gente, la ventaja de no ser licenciosos sinopatticos y dramticos, con un gnero de inters que compensaba enparte su inverosimilitud y falta de gracia narrativa (37-8).

    Como buen hijo de su tiempo, aun con el convencimiento de que lostextos analizados en este captulo presentan una temtica ligera y pocoreflexiva, busca justificacin del delectare con ciertos atisbos de docere:An en libros de tan frvola apariencia como ste [el Liber facetiarum dePinedo] pueden encontrarse a veces curiosidades histricas (pg.96). Ydesde luego, exhibe una buena dosis de comprensin cuando mira untexto desde una perspectiva diacrnica; si los Dilogos de Hidalgo tienensal espesa, hay que situarse en el contexto histrico, con un conceptobastante distinto del decoro14.

    No obstante, parece percibirse en don Marcelino un cierto regusto en lamencin de textos procaces, que destaca sobre otros ms anodinos; en algncaso, aunque como era de esperar no incluye el cuento, s trascribe su ttu-lo latino, ya suficientemente explcito acerca de su contenido15. En la mismalnea est el juicio acerca de un estupendo cuento de Mey, El mdico y sumujer, que s incluye ntegro; el cuento es bastante inocente, pero se copiatras justificar su seleccin con su singularidad temtica y estilstica y sea-lar unos destinatarios especficos y sesudos cuyo juicio teme:

    El cuento es algo libre y de picante sabor, pero precisamente por ser elnico de su gnero en el Fabulario, creo que no debo omitirle, persua-dido de que el donaire con que est contado le har pasar sin ceo delos eruditos (169).

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    14 Vase la cita completa en el texto que cierra el presente apartado, en las pginas 15-17.15 En las ediciones antiguas [de las Fbulas de Esopo] hay ms [facecias de Poggio], entre ellas

    la indecentsima 43: De adolescentula quae virum de parvo Priapo accusavit (70, nota 1).

  • No falta, en un autor de tan buen juicio como Menndez Pelayo, la irri-tacin ante el exceso de moralidad injustificada, aunque sus perspicacesojos siempre perciben algn detalle elogiable que le permita dar un giro auna valoracin inicialmente negativa, como el estilo y el tono popular, quejuzga positivamente, en contra de los intelectuales de la poca. A prop-sito de los Contos del portugus Fernandes Trancoso don Marcelino seimpacienta ligeramente:

    Ni estas imitaciones ocasionales, ni el frrago de moralidades imper-tinentes y fras que abruman los cuentos, bastan para borrar el sellohondamente popular de este libro, que no solo por la calidad de susmateriales, sino por su estilo fcil, expresivo y gracioso, es singularen la literatura portuguesa del siglo XVI [...]. Los eruditos pudierondesdearle, pero el pueblo sigui leyndole con devocin hasta finesdel siglo XVIII... (pg.149).

    El nico autor que verdaderamente escandaliza a Menndez Pelayoes Gaspar Lucas Hidalgo por su irreverencia, verdaderamente intolerableaun suponindola exenta de malicia (183), que detalla sin embargo concierta fruicin, y por lo desvergonzadsimo (186) de algunos de suscuentos. No obstante, vuelve don Marcelino a entender los cambios dia-crnicos en la sensibilidad moral de los pueblos, empezando por la supo-sicin, harto benvola, de la ausencia de malicia en los cuentos deHidalgo, tan cargados de picarda siempre; el texto, algo largo, es especial-mente significativo para comprender el conflicto entre moral y esttica,resuelto de manera comprensiva por un biblifilo dominado por su amora la literatura en sus ms variadas manifestaciones:

    ...seran sabrossimos por la gracia y ligereza de su estilo si la salfuese menos espesa y el chiste un poco ms culto. Pero las opinionessobre el decoro del lenguaje y la calidad de las sales cmicas cambiantanto segn los tiempos, que el censor [...] en 1603 no temi decir queemendado como va el original, no tiene cosa que ofenda [...] en eltexto impreso quedaron verdaderas enormidades, que indican lamanga ancha del censor. No porque haya ningn cuento positivamen-te torpe y obsceno, [...] sino por lo desvergonzadsimo de la expre-sin en muchos de ellos, y sobre todo por las inmundicias escatolgi-cas en que el autor se complace con especial fruicin. Su libro es delos ms sucios y groseros que existen en castellano; pero lo es congracia, con verdadera gracia, que recuerda el Buscn, de Quevedo,

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  • siquiera sea en los peores captulos, ms bien que la sistemtica ydesaliada procacidad del Quijote de Avellaneda. A un paladar delica-do no puede menos de repugnar semejante lectura, que en grandesingenios, como el de nuestro don Francisco o el de Rabelais, solo setolera episdicamente [...] Si por el tono de los coloquios de GasparLucas Hidalgo hubiramos de juzgar lo que era la conversacin de laclase media de su tiempo, a la cual pertenecen los personajes quepone en escena, formaramos singular idea de la cultura de aquellasdamas, calificadas de honestsimas, que en su casa autorizaban talessaraos y recitaban en ellos tales cuentos y chascarrillos. Y sin embar-go, la conclusin sera precipitada, porque aquella sociedad era en elfondo ms morigerada que la nuestra, y reservando la gravedad paralas cosas graves, no tema llegar hasta los ltimos lmites de la expre-sin en materia de burlas y donaires.Por de pronto, los Dilogos de apacible entretenimiento no escandali-zaron a nadie... (181-2).

    MACROESTRUCTURA DEL CAPTULO

    La estructura de un captulo tan amplio como es ste, que abarca toda lanarrativa breve desde el siglo XV hasta Cervantes, ha de ser forzosamen-te compleja, pero tambin lo es por la minuciosidad de Menndez Pelayo,incapaz de dejarse nada en el tintero, por ms que le parezca relativamen-te irrelevante.

    Explcita al comienzo del captulo en una especie de glosario detemas sin paginar, adolece de cierto descuido al carecer de subordinacinentre unos epgrafes y otros. Si los establecemos con unas mnimas modi-ficaciones, el resultado es tan abundante como abrumador16:

    A.- [El cuento entre el siglo XV y Timoneda]

    1.- Traducciones [43 pgs.]Boccaccio [23 pgs.]

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    16 Coloco entre corchetes las categoras estructurales que no aparecen en el ndice inicial,pero que he tomado del propio texto, y la extensin de cada seccin, para que puedaapreciarse el grado de inters que cada apartado suscita en Menndez Pelayo.

  • Doni [4 pgs.]Guicciardini, Bandello, Cinthio, [Straparola]Belleforest [6 pgs.]

    2.- [Miscelneas] [19 pgs.]Mexa [12 pgs.]Zapata [5 pgs.]Mal Lara

    3.- [Cuentos] [31 pgs.]Timoneda [25 pgs.)][Libros de ancdotas y chistes]Villegas y HorozcoPinedo [5 pgs.]Glosas del sermn de Aljubarrota [3 pgs.]GaribaySanta Cruz [13 pgs.]

    4.- [Dichos y hechos, Anas y] Libros de Apotegmas [8 pgs.]Rufo [7 pgs.]

    5.- El cuento espaol en Francia [15 pgs.]Medrano [4 pgs.]Salazar [7 pgs.]Rodomuntadas espaolas

    B.- [El cuento en la Pennsula Ibrica entre Timoneda y Cervantes]

    6.- Cuentos portugueses [17 pgs.]Trancoso [15 pgs.][Rodrguez Lobo]

    7.- [Cuentos espaoles]Mey [29 pgs.]Hidalgo [7 pgs.]Eslava [24 pgs.]

    CC..-- [[CCoonncclluussiioonneess]] [5 pgs.]

    Un rpido anlisis de las cifras anteriores puede producir algunas sor-presas: por ejemplo, un 20% del texto se dedica a las traducciones al caste-

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  • llano de cuentos italianos (y en menor medida franceses), y otro 15% a edi-ciones espaolas en Francia y cuentos escritos en portugus, cuando lamateria del captulo es la narrativa espaola del siglo XVI; es natural la exten-sin dedicada a grandes cuentistas de la poca (Mey y Timoneda, en eseorden), pero sorprende que D. Marcelino dedique ms esfuerzo al portugusTrancoso que a los espaoles Santa Cruz y Mexa, y que el estudio de Eslava(que es calificado con lindezas como trivial, balad, inmundo y muchasms), se equipare en extensin al de Timoneda y supere en mucho a los deMexa y Santa Cruz. Pero si se atiende a las motivaciones que suscitan el inte-rs del Menndez Pelayo biblifilo y los destinatarios que tiene en mentedurante la redaccin del libro, estas cifras sorprendentes cobran sentido.

    La bibliofilia de D. Marcelino lo inclina a prestar ms atencin a aque-llas obras que, por raras y de difcil acceso, son ms desconocidas para suslectores; stos, se teme, no sern ms que unos cuantos biblifilos que leagradecern las detalladsimas noticias bibliogrficas y los abundantes tex-tos que las acompaan; se adivina incluso un gesto de condescendenciaante las ridas tareas investigadoras de sus lectores, que ameniza aqu yall con cuentecillos, a veces de extensin considerable, que dilatan gozo-samente la lectura de la obra17. Pero esta es una cuestin que conciernems a la microestructura de la obra que a su macroestructura.

    MICROESTRUCTURA DEL CAPTULO

    Si el anlisis de la macroestructura revela una obra complicada y plurifa-ctica, cuando se intenta profundizar ms, la exuberancia crtica de Menn-dez Pelayo desarrolla complejidades insospechadas18. Temas y subtemas,digresiones constantes, citas y textos insertos, fuentes y subfuentes creanun entramado tan enmaraado que parece un cesto de cerezas, de dondeuna sale enredada con muchas ms.

    345Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

    17 Ver el texto citado en la pgina 14, que se contina con las siguientes palabras: pasarsin ceo de los eruditos, nicos para quienes se imprimen libros como stos (169).

    18 No elimina prolijidades porque sabe que resultarn muy tiles a ciertos lectores de suestudio por la rareza de las ediciones, y as incluye el ndice completo de la Florestaespaola de Melchor de Santa Cruz (104-5), de los Contos de Trancoso (4 pginas conlos 37 ttulos de los cuentos en la apretada letra de la nota 2, que ocupa un total de 6pgs, de la 137 a la 143), o del Fabulario de Mey (154-7, nota 2, que aade tambin losttulos, el pareado de la moraleja final y las fuentes de algunos cuentos).

  • As, la microestructura ms frecuente en este texto no es otra que laestructura en abismo o de cajas chinas, frecuentsima por otra parte enel gnero cuentstico que constituye su tema principal19. Como buenbiblifilo que era, estas estructuras se perciben especialmente en la men-cin de fuentes y en la descripcin de ediciones y manuscritos. En el estu-dio de las fuentes de la Silva de varia leccin de Pero Mexa establece unarigurosa cadena de precedentes que establecen relaciones de dependen-cia y similitudes entre s:

    Miscelneas clsicas en latn y griego

    Miscelneas italianas en latn

    Silva de Mexa en castellano

    Historias de Boaistuau y Belleforest Ensayos de Montaigne20

    Pero es ms habitual que la fuente concreta de un libro espaol con-duzca a la mencin de la fuente de la fuente, as como de derivacionesparalelas de esta segunda fuente, creando abismos bibliogrficos ricos ymuy ilustrativos. Los ejemplos son relativamente abundantes, pero desta-can dos casos especialmente significativos.

    En las pginas dedicadas a Timoneda, al referirse a la patraa V, conla historia de S. Gregorio Magno, tras sealar como fuente directa losGesta Romanorum, se empea en localizar el origen de la leyenda (unpoema alemn del siglo XIII, derivado en un libro de cordel, dos poemasy una tragedia) y en sealar sus orgenes franceses; no contento conello, alude a una reminiscencia del texto francs en Espaa (la leyenda

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    19 No es, sin embargo, el estudio de la estructura en abismo un asunto que interese espe-cialmente a Menndez Pelayo, ms ocupado en cuestiones de bibliofilia que en proble-mas estructurales; solo cuando esa estructura es alterada y sobre todo estropeada yembarullada, en sus propias palabras, merece su atencin, como ocurre con la 1 tra-duccin castellana del Decamern.

    20 La similitud con Montaigne se limita al apacible desorden de ambas obras mientrasque la dependencia de las Historias puede comprobarse como sugiere y realiza parcial-mente D. Marcelino mediante el cotejo de captulos (47-8).

  • del Abad don Juan de Montemayor) y su evolucin asimismo en libro decordel21 (78-79).

    Ms enrevesado an es el entramado de fuentes a propsito del captu-lo X de Eslava, la historia de Berta la de los grandes pies. Establece comopunto de partida la universalidad del tema folklrico seleccionado, presenteincluso en cuentos zules cuya edicin por un misionero en 1868 y el consi-guiente estudio posterior detalla y discute22. Pasa a analizar luego las fuen-tes medievales europeas, que localiza en el siglo XIII, en prosa y en verso,que se materializan en el Roman de Berte aus grans pis de Adenet li Roi, yen la traduccin espaola sobre textos franceses de La Gran Conquista deUltramar, mencionando de paso las variantes de detalle entre este texto y elfrancs23. En este momento, aunque nos dice D. Marcelino que no es delcaso transcribir tan prolija historia24, aade que conviene dar alguna ideapara que se compare esta versin todava tan potica con la infelicsima rap-sodia de Eslava (pg.192) y dedica tres pginas a dar esa ligera idea, com-parndola de paso con el poema de Adenet. A continuacin pasa a mencio-nar la ltima de las versiones, I Reali di Francia; remite a Rajna para conocer

    347Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

    21 Procedimiento similar pero ms sucinto utiliza con la patraa 16, sobre la infancia deCiro; aduce dos posibles fuentes clsicas, Herdoto y Justino; rechaza la primera por laausencia de detalles especficos, pero no resiste la tentacin de mencionar que Lope deVega s la utiliza en Contra valor no hay desdicha. Establece as dos lneas de derivacindel tema segn las fuentes clsicas utilizadas:Justino Timoneda Herdoto Lope de Vega (77-8).

    22 Le parece excesiva la sistemtica aplicacin del mito solar que hace Husson a estoscuentos, aunque elogia la abundancia de ideas y considera el libro til para el estudiode romances castellanos como el de Delgadina (relacionado con el mito vdico dePrajapati y la leyenda de Santa Dina) o el de la Infantina (emparentado con el cuentoindio de Suria-Bai). As, la mencin de un cuento zul encadena la sugerencia de fuen-tes para romances espaoles, asunto que se aparta relativamente de la materia del estu-dio que lleva entre manos (no obstante no hay que olvidar que precisamente esos dosromances son verdaderos cuentos versificados, y por ello la nica disonancia con elcontexto es su cronologa medieval) (190-1, nota 1).

    23 Un detalle acumulado acerca de este poema es el siguiente: tuvo la suerte no muy mere-cida de ser la primera cancin de gesta francesa que lograse los honores de la impren-ta; en nota se precisa la edicin, y no contento con ello, don Marcelino nos remite aotra edicin ms correcta del poema pico, adems de indicarnos dnde podemos leerla primera versin sobre el tema (192 y nota 1).

    24 Pero se le pas por la cabeza la posibilidad de hacerlo? Tngase en cuenta que el textotiene 683 pginas en la apretadsima letra de la Biblioteca de Autores Espaoles y laleyenda ocupa 91 captulos y 62 pginas.

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    las fuentes y el texto de esta ltima obra, de cuya enumeracin nos eximeafortunadamente. Y ahora, ya totalmente perdidos en la selva de fuentes defuentes, digresiones, resmenes, notas e incisos que hemos recorrido a lolargo de cinco inacabables pginas con sus correspondientes notas (8 entotal), olvidados de Eslava y su captulo X, igual que ocurre en las estructu-ras en abismo de la cuentstica oriental, Don Marcelino nos vuelve al hiloprincipal de su estudio para recordarnos cual es la fuente inmediata deltexto y el poco inters literario de ste:

    La versin de I Reali fue la que adopt, echndola a perder en su mal-dita prosa, Antonio de Eslava, e introduciendo en ella algunas varian-tes arbitrarias e infelices, que desfiguran y envilecen el carcter de laherona, y complican intilmente el relato de sus aventuras con cir-cunstancias ociosas y ridculas (196).

    Se tiene la impresin de que el texto de Eslava es un pretexto que usadon Marcelino para perderse en el gozoso anlisis de la trayectoria de un her-moso tema cuya ms desafortunada formulacin es precisamente la versinque lo ha propiciado; por ello cierra el largo estudio del captulo X de Eslavadetallando pormenorizadamente en dos pginas ms los chistosos anacro-nismos e incongruencias, la absurda perversin, la grosera inverosimili-tud de la leyenda y sus datos torpemente viciados (196-7). No debe olvidar-se, adems, las intenciones que mueven la redaccin de este largo captulo:demostrar el vaco que existe entre la cuentstica medieval y las novelas deCervantes; as la obra de Eslava, tan largamente estudiada, se convierte entestimonio irrefutable de la tesis de Menndez Pelayo, y resulta comprensibleque ocupe ms espacio que otros textos de calidad literaria muy superior.

    En alguna ocasin la pauta estructural de la obra parece relativamentearbitraria y da la impresin de que responde ms a un proceso creadorespontneo que a un esquema preconcebido. Por ejemplo, despus de deta-llar largamente en el texto las fuentes del Patrauelo, se coloca la ltima deellas en nota a pie de pgina (91, nota 1); esto parece responder a un impul-so momentneo de aligerar el texto de material bibliogrfico, pero no deja deser curioso, porque Menndez Pelayo presta continua atencin al desarrollode su obra25.

    25 Tambin sorprende la inclusin del estudio del Galateo espaol una vez comenzadas lasconclusiones, que se detienen para continuar tras este inciso de ltima hora: Novelasdel mismo corte y origen se encuentran por incidencia en otros libros... especialmenteen los manuales de cortesa... no podemos omitir la ingeniosa refundicin... (214).

  • En muchas ocasiones explica expresamente la inclusin de textoscuentsticos con argumentos slidos que constituyen una autojustifica-cin estructural: antigedad, estilo y sobre todo rareza26.

    En efecto, de forma ms o menos regular, encontramos reflexionesmetaliterarias acerca del desarrollo del captulo que revelan un cuidado planestructural y cierta preocupacin por no excederse en su longitud. Al ter-minar el anlisis del Patrauelo de Timoneda, don Marcelino nos informa delprogreso cronolgico de su texto y decide intercalar entre ste y la Florestade Santa Cruz (solo 8 aos posterior) dos palabras de los libros de anc-dotas y chistes anlogos al Sobremesa (91). Ms adelante prescinde, concierto pesar, del estudio de los apotegmas de Luis Rufo y de los cuentos deArguijo por estar fuera de los lmites cronolgicos del presente estudio(121)27. En alguna ocasin, dice hacernos un favor ahorrndonos detallesde un argumento de Eslava que resume en tres pginas, aunque le parecedegenerado: Hago gracia a mis lectores de la absurda descripcin de estepalacio, pero lo que no puede ni debe omitirse es... (207).

    Menndez Pelayo, consciente de lo dilatado de sus noticias crticas,tiene cierta tendencia a justificarse expresamente. A pesar de la calidadindiscutible de la coleccin de cuentos de Sebastin Mey, las razones queaduce para explicar la extensin de su estudio son meramente bibliogr-ficas: La extraordinaria rareza del libro y la variedad e importancia de sucontenido nos han hecho dilatar tanto en las noticias y extractos delFabulario (181). En otro momento tambin reflexiona sobre la oportuni-dad de incluir un determinado libro, por las dudas que suscita su gnero:Son, pues, los Dilogos de apacible entretenimiento una especie de misce-lnea o floresta cmica; pero como predominan extraordinariamente loscuentos, aqu y no en otra parte debe hacerse mencin de ella (184). Yno falta al final la reflexin acerca de lo dilatado del captulo (que parece

    349Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

    26 Quiero transcribir la versin de Timoneda, no solo por ser la ms antigua de las publi-cadas en Espaa y quiz la ms fiel al dato tradicional, sino para dar una muestra de suestilo como cuentista, ms sabroso que limado (89). El quiero inicial sugiere una fuer-te conviccin en el desenvolvimiento estructural de la obra. A propsito de la Florestajustifica su morosidad en un libro tan vulgar y corriente por el xito contemporneoy la abundancia de traducciones, que detalla minuciosamente (110).

    27 Es frecuente encontrar a lo largo del texto frmulas como No nos detendremos en...(99) o No creo necesario detenerme en las restantes novelas de Eslava (211), Losdems captulos de las Noches de Invierno apenas merecen citarse (212), pero en estosltimos ejemplos, despus de la frmula (que ms parece un recurso retrico) an ana-liza una novela ms y resume los argumentos de otras cuatro.

  • habrsele ido de las manos y tener vida propia) y de la necesidad ineludi-ble de terminarlo, posponiendo parte del material al tomo siguiente, delcual se hace una breve sinopsis que adelanta su contenido y parece invi-tar al lector a esperar con inters su publicacin:

    La extensin que ha tomado el presente captulo me obliga a diferirpara el volumen siguiente, que ser el tercero de estos Orgenes de lanovela, el estudio de las novelas de costumbres y de las novelas dra-mticas anteriores a Cervantes. En l se encontrarn tambin las noti-cias crticas y bibliogrficas de algunos dilogos satricos afines a lanovela, cuyo texto va incluido en el presente volumen (217, nota 1).

    As pues, pese a algunas distracciones estructurales que deben acha-carse principalmente a la extensin y complejidad de la materia tratada,la estructura de este captulo IX se presenta trabada y bien ordenada apesar de la heterogeneidad de los textos objeto de estudio.

    RECURSOS ESTILSTICOS

    Aunque no es extraa la relativa abundancia de procedimientos retricosen textos crticos contemporneos a los Orgenes de la novela, no quierodejar de sealar los ms destacables, y en ocasiones bastante pintorescos,que emplea Menndez Pelayo en este captulo de sus Orgenes de la novela.

    Es obvio que una obra de esta magnitud debe recurrir con cierta fre-cuencia a elipsis, postergaciones y frmulas de transicin; como es natu-ral, remite a estudios ya realizados (el de miss Bourland acerca delDecamern, por ejemplo), o atrasa menciones a otros lugares del trabajo(28); sus frmulas de transicin son originales y bastante literarias, conligero hiprbaton incluido: Hora es ya de que tornemos los ojos a nues-tra Pennsula, y abandonando por el momento los libros de ancdotas ychistes, nos fijemos ms particularmente en... (135).

    Teniendo en cuenta la naturaleza de un estudio tan extenso comoste, no extraa la abundancia de digresiones que encontramos en suspginas. Habitualmente son eruditas, como cabe esperar de los inagota-bles conocimientos de don Marcelino: la mencin, al vuelo, de un autor ode una obra totalmente anecdticos desencadena un ms o menos exten-so comentario, aunque exceda de los lmites genricos o cronolgicos delestudio (149, 186, 187, etc.).

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  • Pero ms curiosos son los tropos y recursos afines que encontramoscon una relativa frecuencia y que enriquecen y animan un estudio en apa-riencia rido y asptico: perfrasis, smiles, metforas, refranes populares(no hay mal que por bien no venga, pg.198), nos sorprenden aqu y allcon una cierta gracia. Son previsibles las perfrasis encaminadas a evitarla repeticin de un nombre propio, que todos usamos casi mecnicamen-te, pero su extensin, su localizacin antes de la mencin del nombre o suenriquecimiento con una adjetivacin innecesaria las singularizan: unalarga perfrasis referida a Herdoto se convierte en micronoticia literaria:El padre de la historia entre los griegos, padre tambin de la narracinnovelesca en prosa, por tantas y tan encantadoras leyendas como recogien sus libros... (77).

    Los smiles tambin andan cargados de informacin adicional, con untono erudito o entusiasta que los singulariza; a propsito de los gallos ovejmenes universitarios, nos dice don Marcelino que el graduando lossoportaba como aguantaba el triunfador romano los cnticos insolentesde los soldados que rodeaban su carro (184), Y Las Novelas Ejemplaresdisparan un entusiasmo lrico curioso: surgiendo de improviso como solde verdad y de poesa entre tanta confusin y tanta niebla (216).

    Pero es la metfora el recurso ms extendido en el texto de MenndezPelayo. Generalmente aparece con una formulacin sencilla aunque llama-tiva; la traduccin es vestidura castellana (81), la novelstica espaola, enrelacin con la oriental, se haba criado a sus pechos, Rufo entona latrompa pica (114), la gramtica en Salazar aparece en dosis homeopti-cas (128), Timoneda acude a los novelieri dejndolos materialmente enlos huesos (70) y los gustos literarios de los lectores se materializan en unpaladar delicado (182) o un recio paladar (188) segn vivan en el presen-te o sean contemporneos de Gaspar Lucas Hidalgo. Mucho ms interesan-tes son aquellas metforas dilatadas en otras que crean una frase metaf-rica rica de sugerencias. El Patrauelo es el ameno mosaico que ibalabrando con piedrecillas italianas nuestro ingenioso mercader de libros[Timoneda]; la primera metfora, dedicada al libro (mosaico), desarrollaotra por similitud para referirse a las fuentes (piedrecillas), y se prolongaen una perfrasis dedicada al autor donde no falta un adjetivo valorativo.En otra ocasin, una metfora lexicalizada y de muy comn uso generaotras dos mucho ms originales: la Silva, especie de cajn de sastre, conalgunos retales buenos, salteados en ajenas vestiduras (122). A pesar delo elaborado de estas metforas, hay que advertir que nunca son exclusi-vamente decorativas, y que llevan anexo un contenido crtico respecto altexto o al autor al que se refieren.

    351Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

  • OLVIDOS, DESPISTES Y NEGLIGENCIAS

    Como no todo han de ser alabanzas a este gran biblifilo espaol, no quie-ro dejar de mencionar algunas carencias de su estudio, aunque bien esverdad que son de detalle y muy poco significativas en un corpus tanextenso como el de este captulo IX de sus Orgenes de la novela. Se tratageneralmente de olvidos que no llamaran la atencin en otro autor menosconcienzudo en lo que se refiere a las fuentes de todo aquello que mencio-na, las cuales l explora exhaustivamente, hasta niveles agotadores. Assorprende que no mencione el Barlaam y Josafat al hablar del cuento dela mala estrella del caballero Rugero, aunque s menciona el Decamerny otra versin menos conocida de Torquemada que incluye en nota28; tam-poco se refiere al Sendbar al hablar de la madrastra en un cuento delPatrauelo29. Ms sorprendente todava es el olvido de Los cuentos deCanterbury a propsito del cuento del rey Juan y el abad de Cantorbery,habida cuenta de que para referirse a l utiliza el ttulo con el que figuraen la coleccin de Chaucer30.

    Pero estas omisiones no pueden atribuirse a desconocimiento detales fuentes, que en su inmensa mayora Menndez Pelayo maneja abun-dantemente en otros pasajes de su estudio, sino ms bien a olvido o, quizmejor, a ciertas elipsis de menciones de fuentes, algunas tan obvias queno es necesario aludir a ellas; sin embargo, su meticulosidad de miniatu-rista nos tiene mal acostumbrados, y echamos en falta noticias que espe-ramos encontrar en sus pginas y no en las de otros estudiosos menosprolijos en la enumeracin de fuentes.

    An as, nuestro autor se siente desbordado por la ingente materiaque se ha fijado como objetivo y marca con frecuencia las elipsis que seve obligado a hacer, a veces en afirmacin meramente retrica:

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    28 A propsito de un cuento del Sobremesa y alivio de caminantes de Timoneda (pg. 69).29 81. No se cita tampoco Las mil y una noches como origen del cuento acerca de un cad-

    ver repetidamente asesinado en la patraa 3 (aunque s menciona la fuente msprxima de Masuccio, 82, nota 1) o las del relato del tesoro soado de Ambrosio deSalazar (132).

    30 En Trancoso, 144. Tambin llama la atencin que no haya sealado las relaciones de laleyenda de Berte aus grans pis con el cuento de Blancanieves, con la historia de Tristno con un cuento indio de Somadeva (La princesa traicionada, comentado por autoresestudiosos del comparatismo cuentstico) y su versin moderna en Grimm (193-7).

  • ...el tipo de la hija de Apolonio, transformada en la juglaresa Tarsiana,tiene ms vida y ms colorido espaol que la Politania de Timoneda.Prescindiendo de esta comparacin31 (que no toda resultara en ven-taja del poeta ms antiguo), la novela del librero valenciano es muyagradable (pg. 80).

    En otras ocasiones, s se percibe el esfuerzo de don Marcelino en acotarla materia de estudio, dejando dolorosamente a otros el estudio de las Rodo-montadas32 u obviando por sencillo e innecesario un determinado asunto:

    Fcil sera, si la materia lo mereciese, registrar las florestas espaolasy las colecciones de facecias italianas, para investigar los paradigmasque seguramente tendrn algunos de los cuentecillos de Hidalgo.Pero me parece que todos proceden, no de los libros, sino de la tra-dicin oral, recogida por l principalmente en Burgos... (187).

    Y este asunto nos conduce al ltimo punto que voy a analizar en estelargo captulo IX, la aparicin de la voz subjetiva de Menndez Pelayo, enlos diversos grados de implicacin personal en su estudio crtico, hastallegar a alusiones personales entraables ocultas entre el frrago eruditode sus pginas.

    EL HOMBRE TRAS EL CRTICO:LA VOZ DE DON MARCELINO

    La impresin que solemos tener del quehacer crtico de Menndez Pelayoes de una rotunda objetividad al afrontar los textos estudiados, si biensesgada en ocasiones por su ideologa conservadora. Pero si se observael texto ms de cerca advertimos una voz subjetiva muy frecuente con

    353Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

    31 Entre la Politania de la patraa oncena de Timoneda y la Tarsiana del Libro de Apolonio.No menciona tampoco a la Marina de la versin de Shakespeare.

    32 134, nota 1: Investigar las fuentes de las Rodomontadas de Brantme es tarea que atae aalguno de los doctos hispanistas con que hoy cuenta Francia. El texto llega a invitar a loslectores (ya sabemos que Menndez Pelayo los imagina doctos) a cotejar dos textos, queincluye pero no comenta: Cotejando la versin de Mey que pongo a continuacin con lade Santa Cruz, que va por nota, se palpar la diferencia entre el estilo conciso y agudo deltoledano y la manera ms pintoresca, verbosa y festiva del impresor de Valencia (171).

  • diversos grados de implicacin personal, que van desde una ligera subje-tividad en las afirmaciones crticas a sorprendentes y conmovedoras con-fesiones personales espordicas.

    En lo que concierne a sus opiniones crticas, es obvio que MenndezPelayo se arriesga frecuentemente a emitir juicios no sustentados en unaargumentacin slida, manejando hiptesis ms subjetivas que demostra-das; as, atribuye sin ms un cuento a Tamariz (64, nota 1) o intuye un ori-gen tradicional para los cuentos de Hidalgo (187). Aunque la mayor partede las veces sus hiptesis estn razonadas (cronologa apoyada en lamencin de sucesos histricos, localizacin de autor y obra en una zonageogrfica concreta, etc.33), en otras ocasiones se decanta por aplicar unalgica intuitiva; por ejemplo, reflexionando acerca de la traduccin sevi-llana del Decamern, va aventurando hiptesis sucesivamente desecha-das, admitiendo la menos inverosmil aunque no por ello demostrada34.

    Se caracteriza don Marcelino por una escrupulosa honradez crtica35;ella le impulsa a constatar incluso aquellos detalles, an hipotticos, quepueden llevar al traste su hiptesis ms o menos intuitiva; por ejemplorechazando la atribucin de las Glosas del sermn de Aljubarrota a Hurtadode Mendoza aduce el propio texto, aunque apunta una posible objecin:en ellas mismas se dice que el autor era italiano, si bien esto pudo poner-se para disimular, siendo por otra parte tan castizo el picante y espesosabor de este opsculo (pg. 97-8). No obstante, se percibe habitualmen-te un tono de seguridad y autoridad cientfica incuestionable, aunque ellosuponga refutar peligrosamente una tradicin local36.

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    33 Facecias de Pinedo, por ejemplo (93).34 El Decamern de Sevilla, cuyo texto es un poco menos incorrecto que el del manuscrito

    escurialense, ya porque el editor lo cotejase y enmendase con el italiano, lo cual nopuedo creer, ya porque se valiese de un cdice mejor [...] es un rifacimento, una corrup-tela, que tampoco puedo atribuir al editor de 1496, [...]. Se limit, sin duda, a reproducirel manuscrito que tena, y este manuscrito era un centn de algn lector antiguo que,perdido en el laberinto de sus cuadernos, los zurci y remend como pudo, sin tener pre-sente el original, que le hubiese salvado de tal extravo (22-23). El subrayado es mo.

    35 me parece muy verosmil, aunque no he tenido ocasin de comprobarlo, que conociese yaprovechara las colecciones de Fazecie... dice a propsito de Melchor de Santa Cruz (102).

    36 Tradicin tan arraigada y apasionada como la de suponer histricos a los amantes deTeruel cuya derivacin de la novela de Girolamo y Salvestra es incuestionable y est hoyplenamente demostrada [por Cotarelo], sin que valga en contra la tradicin local (26);an as, ms adelante flexibiliza su afirmacin: No por eso negamos la existencia de losAmantes, ni siquiera es metafsicamente imposible que la realidad haya coincidido con lapoesa (27).

  • 355Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

    Es tambin interesante constatar las valoraciones personales que Me-nndez Pelayo emite sobre los autores que estudia y las motivaciones quelas justifican. Aunque soslaya los estudios folklricos, como ya vimos,aprecia positivamente sus indicios en autores de los Siglos de Oro; desta-ca de Mal Lara la modernidad folklrica sobre su erudicin latina37, y deSanta Cruz que

    Sirve, no solo para el estudio comparativo y genealgico de los cuen-tos populares, [...] sino para ver en juego, como en un libro de ejerci-cios gramaticales, muchas agudezas y primores de la lengua castella-na en su mejor tiempo, registrados por un hombre no muy culto, perolimpio de toda influencia erudita, y que no a los doctos, sino al vulgo,encaminaba sus tareas (106).

    Es muy frecuente la implicacin personal de Menndez Pelayo, quedenota el gusto del lector por encima de la visin del crtico38; a veces,parece un padre entre benigno y sermoneador: en una prosa familiar, sen-cilla, animada y no desagradable. En lo que no hizo bien [Timoneda] fue endarse por autor original de historias que ciertamente no haba inventado(76); otras se sorprende ante el incomprensible xito de un texto, Lasnoches de invierno de Eslava, que suscita las ms variadas invectivas, des-de la disparatada etimologa de Carlomagno (carro-magno) hasta el trata-miento inverosmil del carcter de Berta la de los grandes pies39.

    37 Mal Lara haba pasado su vida enseando las letras clsicas. Quin se atrever a decirque le apartasen de la comprensin y estimacin de la ciencia popular, en que tanto seadelant a su tiempo? [...] No se ha escrito programa ms elocuente del folklore queaquel prembulo de la Philosophia Vulgar, en que con tanta claridad discierne el carc-ter espontneo y precientfico del saber del vulgo (64-65).

    38 A cada paso tropezamos con un fastidiossimo poema (27), versos detestables (40nota 1), repugnante y fabulosa historia (78) dicharachos extravagantes (98-9) mal-dita prosa (196) retrica perversa (202); o al contrario, un no carece de gracia (67)lindsima (69), mucha gracia y picante sabor (127); y por aqu y por all, insulsonos asalta repetidamente. No es infrecuente que don Marcelino administre elogios ycensuras sin solucin de continuidad, proporcionando una valoracin muy matizadaque sugiere a un lector dividido entre moral, esttica y divertimiento: Hidalgo es unmodelo en la narracin festiva, aunque sea trivial, balad y no pocas veces inmundo loque cuenta (189).

    39 La grosera inverosimilitud de prestarse tan de buen grado la liviana Berta a los deseosde aquel mismo viejo decrpito que tanto la repugnaba antes (197).

  • Y no solo se implica a propsito de los autores y sus obras, sino quemuchas veces parece que Menndez Pelayo, tan objetivo y ponderado ensus juicios, se deja arrastrar por ese lector apasionado y parcial que sub-yace bajo el crtico y se implica tanto en la lectura que emite juicios de valoracerca de los personajes como si de personas se tratara, reprochndolesliviandades o actos ms o menos dudosos; brutal le parece la conducta delprotagonista de la Griselda de Boccaccio (80) y el tipo de la Duquesa de laRosa le despierta sucesivas apreciaciones segn las versiones a las que serefiere: Su pasin [en Alonso de la Vega] no es ni una insensata veleidadromntica, como en Timoneda, ni un brutal capricho fisiolgico, como enBandello, que la hace adltera de intencin, estropeando el tipo con su habi-tual cinismo (84).

    El crtico tambin se nos humaniza a veces expresando sus deficien-cias, sus deseos y sus lamentos. Repetidamente se refiere don Marcelinoa su incapacidad para determinar una fuente (pg. 124 o 129) y a su des-conocimiento de ediciones40: desgraciadamente, Menndez Pelayo desco-noca el Buen aviso, donde supone errneamente que puede haber cuen-tos en valenciano (75-5) y el pliego suelto con el cuento Cmo un rsticolabrador enga a unos mercaderes (212, nota 1). Su rotunda y ejemplarhonradez lo impulsa a una declaracin, tan contundente y adornada conese lenguaje metafrico al que ya he aludido, como la siguiente:

    No conozco ms que por referencias estos trabajos de Garnett, ni anpuedo recordar a punto fijo dnde los he visto citados. Pero como nogusto de engalanarme con plumas ajenas, y se trata de un descubri-miento de alguna importancia, he credo justo indicar que un inglshaba notado antes que yo la analoga entre la novela de Eslava y Latempestad41.

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    40 Algunas ediciones de Mexa, por ejemplo (51, nota 1); en ocasiones cita la referenciabibliogrfica sin haber podido ver la edicin eludiendo responsabilidades muy curiosa-mente: Sobre la fe de Tefilo Braga cito la edicin de 1575 [de los Contos de Trancoso],que no he visto ni encuentro descrita en ninguna parte (137, nota 2).

    41 206, nota 1. Leyendo este texto no puedo dejar de preguntarme qu hubiera supuestopara don Marcelino el uso de Internet y la obtencin de material mediante la digitaliza-cin de textos antiguos. Tambin se incluye a s mismo en el error colectivo de retrasaral siglo XVII la leyenda del zapatero y el rey cuando ya se encuentra en Santa Cruz Porno haberlo hecho los que hemos tratado de las leyendas relativas al rey don Pedro(106).

  • Una y otra vez vemos a Menndez Pelayo lamentarse de las carenciastextuales de su tiempo; desea nuevas ediciones, crticas y anotadas, ylamenta que las existentes no dispongan del conveniente aparato crtico,por ejemplo la Miscelnea de Zapata (60, 63); tambin confa en que en elfuturo se descubra el Libro de cuentos de Orozco (92)42. En ocasionessugiere a los lectores eruditos posibles trabajos que completen el panora-ma textual de la literatura espaola: una coleccin, que todava no exis-te, de nuestros moralistas prcticos y lacnicos donde se inscribiran lasApotegmas de Rufo (114) o la publicacin del Fabulario o Novelero espa-ol, empresa digna de tentar la ambicin de cualquier aficionado lo mismoa los estudios populares que a los de tradicin erudita (72). Y cuando norecomienda el abordaje de un trabajo docto, aconseja lecturas para elocio, como las miscelneas, recurso infalible para las horas de tedio, queno toleran otras lecturas ms graves (63).

    Tiene pues don Marcelino presente, no solo la materia de su estudio,sino a sus annimos receptores, que le impulsan a menudear reflexiones,a veces contrapuestas, acerca del hilo de su obra; tras un para no hacer-me muy pesado en el examen de tan ligeras y fugaces produccioneslamenta a pie de pgina Muy rpidamente he hablado de ellos (71-72,nota 1); en otras ocasiones percibimos un cierto afn actualizador queestablece vnculos entre los textos antiguos y el presente de sus lectores,a propsito, por ejemplo, de que no ser intil conocer hoy que estegnero de creencias, supersticiones o lo que fueren vuelven a estar enboga y se presentan con vestidura cientfica43; tambin seala la moder-nidad de ciertos autores del siglo XVI, Villaln y Zapata, como hoy dira-mos, ardiente partidario de la ley del progreso (pg. 61) No olvida tam-poco a posibles lectores frvolos, tal vez no de su obra, pero s de

    357Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

    42 No mucho despus, en 1949, ya existe una edicin anotada de la Miscelnea de Zapata acargo de Isidoro Montiel; por el contrario, desgraciadamente seguimos sin conocer eltexto de Orozco. Por otra parte, no falta una pintoresca nota acerca de los precios queciertas ediciones alcanzan en el mercado, que parece evidenciar un frustrado deseo deadquisicin bien comprensible en un biblifilo tan apasionado como l: recuerdohaber visto, hace aos, la autntica [edicin del Decamern] de Florencia de 1527, quees una de las ms apreciadas y de las que han alcanzado precios ms exorbitantes enlas ventas (24, nota 2).

    43 46, a propsito de las Historias prodigiosas de Boaistuau y Belleforest; y como las creen-cias humanas vuelven cclicamente, esta frase escrita en 1907 tiene de nuevo totalvigencia con la proliferacin actual de informaciones del mismo gnero en todos losmedios de comunicacin, asimismo con la correspondiente vestidura cientfica.

  • literatura de nuestros clsicos: Los que con tanta ligereza suelen notarde pesados nuestros antiguos libros de entretenimiento, no pondrnsemejante tacha a estos Dilogos [de Hidalgo], que si de algo pecan es deligeros en demasa (188).

    Otra cuestin interesante en cuanto al modo personal de afrontarMenndez Pelayo la crtica es la que concierne a las disputas entre colegas,a veces tan agrias en todos los tiempos. En ocasiones se limita a constataraspticamente una disparidad de criterio44, en otras refuta acertada y argu-mentadamente un estudio, marcando errores y aciertos, siempre con unacortesa exquisita45. Pero los crticos son humanos y don Marcelino tam-bin; dolido por una agria censura de Stiefel, inicia una justificacin per-sonal que desemboca en un ataque frontal:

    Confieso que ambos textos [de Timoneda y Pinedo] se me pasaronpor alto al escribir el prlogo de la comedia de El honrado hermano[de Lope] en la coleccin acadmica, aunque tanto el libro deTimoneda, como el de Pinedo, me resultasen familiares; el primerodesde mi infancia y el segundo desde que el seor Paz y Meli lesac del olvido46. Pero tambin el seor Stiefel, que tan agriamentecensura los descuidos ajenos, olvid en el presente caso otro libre-jo todava ms vulgar en Espaa, la Floresta de Melchor de SantaCruz (73, nota).

    Y esto nos conduce a la parte ms inslita y tierna de este largo cap-tulo de los Orgenes de la novela. Aunque en contadas ocasiones, pode-

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    44 Con Landau a propsito del Conde Dirlos (25). No le arredra disentir de la opinin de cr-ticos excepcionalmente prestigiosos: no creo que [Hidalgo] hubiese frecuentadomucho la lectura de las novelas italianas, como da a entender Ticknor (183), y a vecesse posiciona en un debate: Po Rajna supone que el autor [de I Reali di Francia] cono-ca el poena de Adenet, pero las diferencias son de bastante bulto y Gastn Pars seinclinaba a negarlo (195).

    45 Fabulario, del cual dio una idea harto inexacta Puibusque, uno de los pocos escritoresque le mencionan; puesto que ni las fbulas estn literalmente traducidas de Fedro(cuyos aplogos, no impresos hasta 1596 y de uso poco frecuente en las escuelas deEspaa antes del siglo XVIII, no es seguro que Sebastin Mey conociese) [...]; ni muchomenos constan de versos fciles y puros [...]. De los cuentos s juzg rectamentePuibusque... (181).

    46 La edicin a la que se refiere Menndez Pelayo haba aparecido solo 17 aos antes (Salesespaolas, recogidas por A. Paz y Melia, Madrid, 1890).

  • 359Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

    mos percibir un Menndez Pelayo que nos proporciona informacionespersonales: evoca sus lecturas infantiles, del Alivio de caminantes deTimoneda, como acabamos de ver, recuerda cuentos odos de pequeo,como el del rey Juan y el abad de Cantorbery (Todos hemos odo estecuento en la infancia, y en nuestros das le ha vuelto a escribir Trueba conel ttulo de La gramtica parda (89), o alude a sus variadsimas lecturas,que no se circunscriben ni mucho menos a la literatura; al afirmar que laley del toledano como paradigma del buen hablar puede ser una erradainterpretacin del Fuero General de Toledo, aade: Esta idea se me ocu-rri leyendo el eruditsimo Informe de la imperial ciudad de Toledo sobrepesos y medidas (1758), redactado, como es notorio [!] por el P. AndrsMarcos Burriel (103, nota 1).

    As pues, la voz del hombre se nos combina con la del lector y el cr-tico en el extenso y enjundioso captulo sobre los cuentos y las novelascortas de los Orgenes de la novela si realizamos una lectura que trascien-da su mera naturaleza crtica; pero esas tres caras de un mismo hombre,don Marcelino Menndez Pelayo, van tan indisolublemente unidas que,aunque a veces se queja en trminos similares a los de Cide HameteBenengeli en el captulo 44 de la segunda parte del Quijote: por no hacerinterminable nuestra tarea, ya tan prolija de suyo (64), no duda en apor-tar consuelo y argumentos a sus colegas echando mano de un cuento, queservir de paso para cerrar este, tambin demasiado prolijo, repaso de sumodo de hacer crtico:

    Entre ellos est el siguiente [cuento de la Zuca del Doni], que a losbiblifilos nos puede servir de defensa cuando parece que nos dete-nemos en libros de poco momento.No me paresce cosa justa (me dixo el Bice) que en vuestra Librerahagis memoria de algunos autores de poca manera y poco crdi-to; pero yo le dixe: las plantas parescen bien en un jardn, porqueaunque ellas no valgan nada, a lo menos hazen sombra en el vera-no. Siempre debramos discurrir por las cosas deste mundo, por-que tales cuales son siempre aprovechan para algo, por lo cual sue-len dezir las viejas: No hay cosa mala que no aproveche para algo(32, nota).

  • APNDICEBIBLIOGRAFA UTILIZADA POR MENNDEZ PELAYO47

    AGUIL [Y FUSTER], MARIANO [1825-1897] Bibliotheca dobretes singulars del bon temps de nostra lengua materna

    estampades en letra lemosina. Barcelona. Verdaguer, 1883 [Traduccin dela Griselda de Metge] [7, nota 1].

    [Ligeramente ms joven que Mil y Fontanals, suscita las iras de ciertosintelectuales valencianos por haber catalogado obras en lengua valencia-na como catalanas.Otras obras: Catlogo de obras en lengua catalana impresas desde 1474 hasta 1860.

    Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1923. Romancer popular de la terra catalana. Barcelona, Llibreria dAlvar

    Verdaguer, 1893. Diccionari Aguil. Materials lexicogrfics aplegats per Marin Aguil i

    Fuster, revisats i publicats sota la cura de Pompeu Fabra i Manuel deMontoliu. Barcelona, Institut dEstudis Catalans].

    ANCONA, ALEJANDRO DE [1835-1914] Del Novellino e delle sue fonti (Studi di Critica e Storia Letteraria) Bolonia,

    1880 [87,4].

    [Escritor, crtico y poltico italiano, public estudios de literatura, poesay teatro. Inici el mtodo histrico-filolgico junto a Comparitti y preparediciones de Dante y otros escritores italianos. Otras obras: Sacre rappresentazioni dei secoli XIV, XV, e XVI, 3 vol. Firenze 1872. Origini del teatro in Italia, 2 vol., Firenze 1877. La poesia popolare italiana, Livorno, 1878. Studi di critica e storia letteraria, ed. Zanichelli, 1912].

    CARMEN HERNNDEZ VALCRCEL360

    47 Aado comentarios biogrficos y bibliogrficos a los autores que Menndez Pelayo uti-liza como referencia en su obra, completando en lo que me ha sido posible aquellas queaparecen incompletas; mis comentarios y aadidos van entre corchetes, as como lareferencia al lugar del captulo donde figuran: la primera cifra corresponde a la pginay la segunda, si existe, a la nota.

  • ANNIMO? The Facetiae or jocose Tales of Poggio [Now first translated into English

    with the Latin text. Two volumes]. Pars, [Isidore] Liseux, 1879 [70,1].

    ANTILLN, ISIDORO [1778 1814] Noticias histricas sobre los Amantes de Teruel. Madrid, 1806 [27,1].

    [Jurista, gegrafo y periodista, fue director del Seminario de Nobles enMadrid; adscrito al partido liberal durante la Guerra de la Independenciay diputado en las Cortes de Cdiz, fue perseguido tras la restauracin delabsolutismo, lo cual le provoc la muerte a los 37 aos.Otras obras: Geografa astronmica, natural y poltica de Espaa y Portugal, Madrid,

    1824].

    ASSO, IGNACIO [JORDN CLAUDIO DE] [1742-1815] Antonii Seronis Bilbilitani Carmina. Amsterdam 1781 [26,2].

    [Naturalista, jurista e historiador espaol, su carrera diplomtica trans-curre principalmente en Amsterdam, donde adquiere una slida forma-cin en economa y publica el texto citado por M. Pelayo. Sus centros deinters son varios: filologa, derecho, economa, geologa, botnica y zoo-loga. Adems de la publicacin de numerosas obras jurdicas y natura-listas, traduce abundantes textos, principalmente de la poca musulma-na de Aragn. Contribuy a popularizar en Espaa a numerosos autoresextranjeros].

    BENFEY [THEODOR] [1809-1881] [ Edicin del Panchatantra? M. Pelayo no completa la cita] [86].

    [Fillogo alemn de origen judo, especializado en filologa clsica y sem-tica, se interes tambin por la lengua snscrita.Otras obras: Edicin del Soma-ved, (1848). Manual de Sanscrito (1852-1854), gramtica y crestomata. Gramtica prctica de Sanscrito (1858), traducida luego al ingls. Diccionario Snscrito-Ingls (1866). Edicin del Panchatantra (1859), con una disertacin extensa sobre las

    fbulas y la mitologa de naciones primitivas].

    361Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

  • [BLASCO DE LANUZA, F.] [1595-1661] Historias eclesisticas y seculares de Aragn. Zaragoza, 1619 [26,3].

    [Telogo benedictino y literato, abad de San Juan de la Pea y diputado delreino de Aragn, intervino en casos de exorcismo y escribi sobre ellos.Otras obras: Catlogo de las inscripciones Reales sepulcrales que se hallan en el

    Panten del Real Monasterio de San Juan de la Pea].

    BONGI, SALVADOR Le Novelle di Antonfrancesco Doni... Miln, Daelli, 1863 [32,1].

    BOURLAND, CAROLINE B. [1871-1956] Boccaccio and the Decameron in Castilian and Catalan literature. Thesis...

    1905. Revue Hispanique tomo XII. [11,1]. Ed. de Comedia muy ejemplar de la Marquesa de Saluzia [llamada Griselda]

    por Navarro. Revue Hispanique, tomo IX [11,2]. Ed. de Suplemento de todas las crnicas del mundo (id) [12,1].

    [Estadounidense, estudi Lenguas Modernas y se doctor en 1905. Fue laprimera mujer que consigui el ttulo de full professor de Espaol enEstados Unidos; asimismo, fue miembro de la Hispanic Society of Americay de la Corporacin del International Institute for Girls in Spain.Otras obras: Aspectos de la vida del hogar en el siglo XVII segn las novelas de Doa

    Mariana de Carbajal y Saavedra (1924). The Short Story of Spain in the XVII Century (1927)48].

    BRAGA [JOAQUIM TEFILO FERNNDEZ] [1843-1924][M. Pelayo no menciona la obra de Braga donde se incluye la cita queutiliza] [150, 1].

    [Poltico, escritor y ensayista portugus, escribe obras de historia litera-ria, etnografa (en que destacan sus recopilaciones de cuentos y cancionestradicionales), poesa (Folhas verdes, Viso dos tempos, Tempestades sono-

    CARMEN HERNNDEZ VALCRCEL362

    48 Raquel Vzquez Ramil: La institucin libre de enseanza y la educacin de la mujer enEspaa: la residencia de seoritas (1915-1936).

  • ras, Torrentes, Miragens seculares), ficcin (Contos fantsticos) filosofa yfilologa.Otras obras: As Teorias Literarias. Relance sobre o Estado Actual da Literatura Portuguesa. Histria da Poesia Moderna em Portugal (1869). Histria da Literatura Portuguesa (Introduo) (1870). Histria do Teatro Portugus (1870-71) en 4 volmenes. Teoria da Histria da Literatura Portuguesa (1872). Manual da Histria da Literatura Portuguesa (1875). Cancioneiro Popular (1867). Contos Tradicionais do Povo Portugus (1883)].

    BRUNET, [CARLOS MENDIZBAL] [1826-1876] Suplemento [Copia la descripcin de Harrise] [55, 1]. Manual [56,1].

    [No estoy segura de si se trata de un militar, ingeniero y escritor espaol,dedicado a la metalurgia y que luch contra el contrabando en Andaluca,cuya obra es marcadamente moral y religiosa].

    BUCHANAN, MILTON A. [Fabulario de Mey] Modern Language Notes, Baltimore, VI-XI de 1906[154,1].Otras obras: Bibliographical Notes, Hispanic Review, 9, 1941, 228-230. A bibliography of comedias sueltas in the University of Toronto Library,,

    Toronto: University of Toronto Press. 1 ed. crtica de la Comedia famosa del Esclavo del demonio, compues-

    ta por el doctor Mira de Mesqua, Barcelona 1612. Baltimore: J. H. Furst,1906.

    The works of Cervantes and their dates of composition, Transactionsof The Royal Society of Canada, Series 3, 32, Section 2].

    COMPARETTI, [DOMENICO] [1835-1927] Virgilio nel Medio Evo, Liorna, 1872 [87,1] [cita una ed. del Buen Aviso]

    [74,3].

    [Catedrtico de lengua griega en Pisa y Florencia, cre el mtodo histri-co filolgico junto con Ancona y destac en los estudios comparativos,estudi mitos y recogi cuentos populares.

    363Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

  • Otras obras: Edipo e la mitologia comparata (1887). Canti e racconti del popolo italiano e le Antiche rime volgari (1875-88). Intorno al libro di Sindbad (1889). Novelle popolari italiane lustrate (1875)49].

    COTARELO, EMILIO [1857-1936] Sobre el origen y desarrollo de la leyenda de los Amantes de Teruel,

    Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, n 5, mayo 1903 [26,2].

    [Discpulo de Menndez Pelayo y especialista en el estudio del teatroespaol, fue secretario de la Real Academia Espaola y erudito infatigable,como su maestro. Escribi monografas sobre diversos autores y editcomedias de Tirso y Lope de Vega.Otras obras: La pera en Espaa, (1917). Iriarte y su poca (1897). Bibliografa de las controversias sobre la licitud del teatro en Espaa

    (1904). Ensayo histrico sobre la zarzuela, o sea, drama lrico espaol desde su

    origen a fines del XIX (1935)].

    DUNLOP-LIEBRECHT [83,3][No he logrado encontrar noticias sobre esta referencia].

    ESCUDERO Y PEROSO, [FRANCISCO] Tipografa Hispalense [Anales bibliogrficos de la ciudad de Sevilla desdeel establecimiento de la imprenta hasta fines del siglo XVIII], Madrid, 1894[44,1].

    [Biblifilo espaol, tiene un nuevo modo de entender la bibliofilia, queenlaza con la concepcin cientfica y profesional de la primera mitad delsiglo XVIII; teoriza sobre ella en el prlogo de la obra citada por MenndezPelayo, sealando la necesidad de datar, regularizar y ordenar la mareacreciente de libros].

    CARMEN HERNNDEZ VALCRCEL364

    49 Dizionario biografico degli autori di tutti i tempi, Fabbri Bombiani, Miln, 1956-1970.

  • FARINELLI, ARTURO [1867-1948] [El Corbaccio en la Espaa medieval] Miscelnea Musafia [5,1]. Note sul Boccaccio in Ispagna nell Et Media. Braunschweig 1906 [5,1]. Sulle ricerche ispano-italiane di Benedetto Croce (en la Rassegna Biblio-

    grafica della Letteratura Italiana) 1899 [58,1].

    [Hispanista italiano, cuya longevidad (81 aos) y capacidad de trabajo lepermiti realizar innumerables trabajos. Mantuvo una intensa correspon-dencia con Menndez Pelayo, al que conoci en Barcelona, donde adqui-ri una pasin hispnica que ya no le abandon; en su epistolario a donMarcelino se contempla el desarrollo de la filologa hispnica en generalen Italia durante esos aos ya que resume y comenta lo que los otrosestudiosos italianos hacen. Public abundantes trabajos sobre literaturacomparada en italiano, francs, espaol y alemn. Su melancola se reve-la en la intencionalidad romntica de sus estudios y en la pasin con queemprendi sus mltiples investigaciones. Pas unas vacaciones junto aBenedetto Croce, en Innsbruck, en el verano de 1894, para poder discu-rrir sobre literatura espaola, que Croce conoca, segn Farinelli, assaisuperficialmente. Investig sobre Gracin y estudi las huellas de Dante,Petrarca y Boccaccio en Espaa. Otras obras: Ensayos y discursos de crtica literaria hispano-europea. Italia e Spagna (1925). Divagaciones hispnicas. Ensayos y discursos de crtica literaria hispano-europea, (1926). Poesa y crtica, Madrid: CSIC, 1954. Lope de Vega en Alemania, Barcelona: Bosch, 1936].

    FSCOLO, HUGO [1778-1827] Discorso sul testo del Decamerone (Prose letterarie). Florencia, 1850. [6,1].

    [Poeta italiano situado entre el neoclasicismo y el prerromanticismo.Obtuvo la ctedra de elocuencia italiana en la universidad de Pava y su dis-curso de acceso vers sobre Dellorigine e dellufficio della letteratura. Fuetambin destacable su actividad crtica, fruto de la cual son varias de susobras: Vestigi della storia del sonetto italiano. Saggi sopra il Petrarca (1821). Discorso sul testo della commedia di Dante (1825)].

    365Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

  • FRANCIA, LETTERIO DI. Alcune novelle del Decamerone illustrate nelle fonti (Giornale Storicodella letteratura italiana, t. XLIV) [25, 1].Otras obras: Gli epigoni del Boccaccio, cap. III de Novellistica, Milano, ed. Dottor

    Francesco Ballardi, 1924. Le cento novelle antiche, , Libro di novelle e di bel parlar gentile detto

    anche novellino. Torino: Unione Tipografico-Editrice Torinese, 1930. La novellistica, Miln, 1924].

    FUSTER[Menndez Pelayo cita una edicin suya del Buen Aviso] [74,3].

    GABARDA [E IGUAL], ESTEBAN [1802-1873] Historia de los Amantes de Teruel. [Valencia] 1842 [27,1].

    [Abogado aragons, ocup diversos puestos en la judicatura y la poltica. Fuesecretario de la Sociedad Econmica de Amigos del Pas de Teruel y acadmi-co de mrito de la Real Academia de Jurisprudencia y profesor de la misma.Otras obras: Historia del patronato de las Raciones de Teruel, 184250].

    GAMBA, BARTOLOM [1766 1841] Delle Novelle italiane in prosa. Bibliografa. Florencia, 1835 [87,3]. [Novelas del Doni. Venecia, 1815] [32,1].

    [Librero, tipgrafo y erudito italiano, lleg a ser inspector general depublicaciones en el Departamento del Adritico y Censor regio de todaslas del reino. En Venecia obtuvo un cargo de bibliotecario y lleg a reuniren su biblioteca personal alrededor de 9.000 volmenes. Posea asimismouna recopilacin de novelistas italianos que sera la base de la obra men-cionada por Menndez Pelayo y que a su muerte se envi al seminarioporque eran libri scandalosi, da non lasciarsi in propriet delle due figlienubili e pulzellone, [...] una collezione [...] affatto inutile e sconveniente.

    CARMEN HERNNDEZ VALCRCEL366

    50 Snchez-Muoz y Chlusowiez, Mariano: Apuntes crticos y biogrficos acerca de los hom-bres clebres de la provincia de Teruel. Obra premiada por el Crculo de Instruccin yRecreo de Teruel La Tertulia, el 20-VII-1879, Teruel, Imp. Casa de Beneficencia, 1881.

  • Otras obras: Catalogo degli artisti bassanesi viventi, Bassano, Remondini, 1807. De bassanesi illustri. Con un Catalogo degli scrittori di Bassano del seco-

    lo XVIII, Bassano, Remondini, 1807. Gli edifici, i monumenti e gli ornati della citt di Venezia, Venezia, Alvisopoli,

    1822. Alcuni ritratti di donne illustri delle province veneziane, Venezia, Alvisopoli,

    1826].

    GALLARDO, [BARTOLOM, JOS] [1776-1852] Ensayo, III [Ensayo de una Biblioteca espaola de libros raros y curiosos,

    comenzada en 1863, en 4 volmenes, los dos ltimos dirigidos porMenndez Pelayo] [ [74,3].

    [Bibligrafo, erudito y escritor, estudi filosofa en Salamanca y ley alos filsofos ilustrados del enciclopedismo francs. Fue bibliotecario delas Cortes de Cdiz y condenado por la dura crtica anticlerical de suDiccionario crtico burlesco (1812); huy con otros liberales a Inglaterradel absolutismo de Fernando VII y a su regreso fue bibliotecario delCongreso. En una revuelta sevillana perdi sus escritos literarios, filol-gicos y bibliogrficos, entre ellos una Historia del teatro espaol y unDiccionario de la lengua castellana. Ejerci un fuerte influjo en la crticaliteraria de su tiempo51].

    GARRETT UNDERHILL, JOHN Spanish literature in the England of the Tudor, New-York, 1899 [57,3].

    Otras obras: Plays by Jacinto Benavente, translated from the Spanish with an introduc-

    tion by John Garrett Underhill New York. Charles Scribners sons, 1919. The bonds of interest de Benavente 1929.

    GAYANGOS, PASCUAL [1809-1897] Memorial Histrico Espaol. Real Academia de la Historia, Madrid, 1859

    [60,1].

    367Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

    51 Ricardo Navas Ruiz, El Romanticismo Espaol. Madrid Ctedra, 1982.

  • [Erudito, arabista y bibligrafo espaol, amigo del hispanista americanoTicknor, fue catedrtico de rabe de la Universidad de Madrid, donde formuna excelente generacin de arabistas. Perteneci a la Real Academia de laHistoria.Otras obras: Memorial Histrico Espaol (tomos XIII al XIX) Real Academia de la

    Historia. Catlogo de los manuscritos espaoles conservados en el Museo Britnico

    (1875-1877). Discurso preliminar sobre los libros de caballeras espaoles. Biblioteca

    de Autores Espaoles. Prosistas anteriores al siglo XV Biblioteca de Autores Espaoles. Libros de caballeras Biblioteca de Autores Espaoles. Crnica del moro Rasis. History of Spanish literature (1849) de Ticknor traducida al castellano, a

    la que aadi extensas y eruditas notas].

    HAZAAS Y LA RA, [JOAQUN] La imprenta en Sevilla, Sevilla, 1892 [44,1].

    [Sevillano, catedrtico de historia, rector de la Universidad Literaria deSevilla en 1904 y 1921.Otras obras: Cetina, Gutierre de. Obras. Introd. y notas Joaqun Hazaas y la Ra

    (1895). Biografa del poeta sevillano Rodrigo Fernndez de Ribera. Sevilla, 1899 Las Jurdes: (boceto de un estudio). Sevilla, Imp. Sobrino de Izquierdo,

    1922. 39 p. Historia de Sevilla.. Curso breve de diez lecciones explicadas en la Aca-

    demia de Estudios Sevillanos (1930-1931). Imprenta de Gmez Hermanos.Sevilla, 1932].

    HARRISE, [HENRY] [1829-1910] Biblioteca Americana Vetustissima [: A description of works relating to

    America published between the years 1492 and 1551 : Additions. NewYork: Tross, 1872]. [55,1].

    [Calificado como Prncipe de los americanistas, es bibligrafo mencio-nado por Menndez Pelayo porque describe la edicin de Sevilla de 1540de la Silva de Varia Leccin].

    CARMEN HERNNDEZ VALCRCEL368

  • KNUST, HERMAN Dos obras didcticas y dos leyendas... Sociedad de Biblifilos Espaoles.

    Madrid, 1878. [7, 3].

    [Mencionado por Menndez Pelayo por su edicin de Castigos y doctrinasque un sabio dava a sus hijas].

    KOEPPEL, E Studien zur geschichte der italienischen, Novelle in der englischen Literatur,

    Strasburgo, 1892.

    [Desconocido para Menndez Pelayo y tambin para m] [58,1].

    LANDAU, MARCUS Die Quellen des Dekameron. Stuttgart, 1884 [25,2].

    [Menndez Pelayo discute sus opiniones sobre el Conde Dirlos].

    LAZARCHE Le Violier des histoires romaines. Ancienne traduction franoise des Gesta

    Romanorum...Pars, 1858 [78,3].

    LIEBRECHT, FLIX Geschichte der Prosadichtungen, Berln, 1851 [74,1] [77,2].Otras obras: Pentamerone, Breslau, 1846. Die Quellen des Barlaam und Josaphat, Jahrbuch fr romanische und

    englische Literatur, 2, 1860.

    MARTN GAMERO, ANTONIO [Cartas literarias] en Cancionero de Sebastin de Horozco (Sevilla, 1874)

    [92,2].

    [Escritor e historiador manchego, fue cronista oficial de Toledo y directorde su peridico El Tajo. Colabor tambin en otros, como El AveriguadorUniversal. Cervantista aficionado, compuso varias obras sobre temastoledanos.Otras obras: Los cigarrales de Toledo: recreacin literaria sobre su historia, riqueza ypoblacin Toledo. Imp. y librera de Severino Lpez Fando, 1857.

    369Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

  • Jurispericia de Cervantes: pasatiempo literario Toledo: Imprenta yLibrera de Fando hijo, 1870. Reimpresa en Madrid: Colegio deAbogados de Madrid, 2002.

    Discurso sobre La Ilustre Fregona y El Meson del Sevillano: ledo el dia 23 deabril de 1872, aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra,ante la Comisin de Monumentos Histricos y Artsticos de Toledo Toledo:Imprenta y Librera de Fando Hijo, 1872.

    Historia de la ciudad de Toledo: sus claros varones y sus documentos.Toledo, Imprenta de Severiano Lpez Fando, 1862.

    Recuerdos de Toledo sacados de las obras de Miguel de CervantesSaavedra. Carta a M. Droap, misterioso corresponsal en Espaa del muyhonorable doctor E. W. Thebussem, Baron de Thirmenth Toledo, Imprentade Fando Hijo, 1869.

    Cervantes telogo. Carta que dirige al sr. d. Mariano Pardo de Figueroa d.Jos M. Sbarbi; precedida de una sntesis histrico-literaria por AntonioMartn Gamero. Toledo, 1870 (a costa de los herederos del autor)].

    MASS Y TORRENTS, J[AUME] [1863 1943] [Decamern de Boccaccio traducido al cataln en 1429. Biblioteca

    Hispnica. En prensa en 1907, cuando lo menciona Menndez Pelayo, sepublic en 1910] [13].

    [Editor, erudito y escritor. A los 18 aos fund LAven, encaminado a lamodernizacin cultural del nacionalismo cataln, que se constituy comoel ncleo intelectual ms influyente del modernismo. Colabor activamentey presidi el Ateneo Barcelons. Fue miembro de la comisin tcnica queconvoc el Primer Congreso Internacional de la Lengua Catalana (1906) y ungran erudito de la historia y la literatura catalanas; colabor con laBiblioteca Hispnica de Foulch Delbosc y public ms de 270 trabajos.Otras obras: Historiografia de Catalunya (1906). Exposici dun pla de publicaci de les Crniques catalanes (1909). Bibliografia dels antics poetes catalans (1914). Repertori de lantiga literatura catalana (1932). Cinquanta anys de vida literria (1934)].

    MENNDEZ PELAYO, MARCELINO [1856-1912] Tratado de los romances viejos [25, 2,3]. Tres comedias de Alonso de la Vega (prlogo de) Dresden, 1905 [84,1].

    CARMEN HERNNDEZ VALCRCEL370

  • MIL Y FONTANALS, MANUEL Obras completas [(1886-1893) en ocho volmenes editados por Menndez

    Pelayo [15,1].

    [Gran conocedor de los clsicos grecolatinos, contribuy a difundir elRomanticismo en Catalua; su artculo Clsicos y romnticos, publicadoen El Vapor, 1836, puede considerarse como un verdadero manifiesto delmovimiento. Ferviente catalanista y admirable fillogo, fue uno de los msfirmes impulsores de la Renaixena. Tambin se le considera el de padrede la filologa espaola, pues introdujo en Espaa los modernos mtodoseuropeos de investigacin histrico-literaria; fue asimismo un experto fol-klorista y entendido en poesa popular y tradicional.Otras obras: Algunos estudios literarios (1836). La moral literaria, contraste entre la escuela escptica y Walter Scott

    (1842). Romances de los Reyes Catlicos en Barcelona (1842). Compendio de arte potica (1844). Romancerillo cataln (1853). Observaciones sobre la poesa popular (1853). Un prrafo de historia literaria: El Europeo de 1823, (Diario de Barcelona,

    1854). De los trovadores en Espaa (1861). Principios de teora esttica y literaria (1869). De la poesa heroico-popular castellana (1874). Orgenes del teatro cataln (inditos a su muerte)].

    MICHAUD Biographie Universelle (1816) [57,1].

    MOREL-FATIO [PAUL VICTOR] [1850-1924] [Versin catalana de un fabliau, en Romana T. V] [88,3]. Il Novellino di Masuccio Salernitano. Ed. De Settembrini [213,1].

    [Hispanista francs, encargado del departamento de manuscritos de laBibliothque Nationale de Pars y catedrtico de Lengua y literatura deEuropa del Sur en el Collge de France; fue tambin miembro correspon-diente de la Real Academia Espaola. Colabor en la revista Romania, ydesde 1899 fue uno de los directores del Bulletin Hispanique.Otras obras:

    371Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

  • Catlogo de manuscritos espaoles y portugueses de la Biblioteca Nacional.(1875 y 1880).

    LEspagne au XVIe et au XVIIe sicle. Documents historiques et littraires.Publis et annots par Alfred Morel-Fatio, Paris, 1878.

    Etudes des lEspagne, 3 vols., 1888-1904. tudes sur lspagne Chartres: Imprimerie Durand, E. Bouillon, Libraire-

    diteur, 1904. La comedia espagnole du XVIIe sicle: leon douverture Paris: Librairie

    Ancienne Honor Champion, 1923. Catalogue des manuscrits espagnols et des manuscrits portugais Paris: Impri-

    merie Nationale, 1892. Calderon: revue critique des travaus drudition publis en Espagne a loc-

    casion du second centenaire de la mort du pote: suivie de documents rela-tifs a lancien thatre espagnol Paris: Librairie espagnole et amricaine E.Denn, 1881.

    Ambrosio de Salazar et ltude de lespagnol en France sous Louis XIII Paris:Alphonse Picard et Fils; Toulouse: Edouard Privat, 1900.

    Le roman de Blanquerna: notice dun manuscrit du XIVe siecle appartenanta la bibliotheque de E. Piot Paris, 1877.

    Recherches sur le texte et les sources du Libre de Alexandre Paris, 1875].

    MUSSAFIA [ADOLF] [1835-1905] Ueber eine spanische Handschrift der Wiener Hofbibliotheh (1867) [185,1]. [poema franco-italiano de Berta la de los grandes pies] Romania (julio

    de 1874-enero de 1875) [192,1].

    [Medievalista, romanista e hispanista dlmata, de origen judo y convertidoal cristianismo. Ense filologa romnica en la Universidad de Viena desde1860 hasta su jubilacin. Miembro de la Academia Vienesa de Cienciasdesde 1866, se interes en especial por los antiguos dialectos italianos.Escribi ms de trescientos trabajos, fundamentalmente sobre romansticamedieval, interesndose en especial por la literatura italiana, centrando susestudios en Dante y Boccaccio. Wolf lo introdujo en la filologa hispnica.Descubri la ley de Tobler-Mussafia.Otras obras: Monumenti Antichi di Dialetti Italiani (1864). Bausteine zur Romanischen Philologie, Festgabe, 1905. Sul testo della Divina Commedia, Viena 1865. Uberdie quelle der Altspanischen Vida de S. Maria Egiziaca, Viena 1863].

    CARMEN HERNNDEZ VALCRCEL372

  • OESTERLEY, HERMANN Gesta Romanorum, ed. Berln, 1872 [78,2] [85,2].

    PARIS, GASTN [1839-1903][Menndez Pelayo no menciona ninguna obra suya pero cita sus opinio-nes][88,1].

    [Fillogo, lingista y romanista francs. Pas su infancia entre las paredes dela Biblioteca Real y el Collge Rollin (su padre era Paulin Paris). Estudi enAlemania filologa clsica con el romanista Friedrich Diez, su maestro. Era unvido lector de poesa francesa y un diestro traductor de lenguas clsicas,con amplios conocimientos de latn y griego, alemn y francs antiguo. Obtu-vo el ttulo de archivista-palegrafo gracias a la tesis presentada en 1862 conel ttulo tude sur le rle de laccent latin dans la langue franaise. Fue el padreindiscutible de la filologa romnica en Francia; reivindic, contra el secularacademicismo francs, el valor de la literatura medieval francesa. La teorade las cantilenas es decisiva para los estudios de la pica medieval, y esdefensor de la tendencia conocida como tradicionalismo, heredera delromanticismo. Fund la Rvue critique dhistoire et littrature (1866) y Roma-nia (1872). Como profesor tuvo una gran fama, pues era afable, claro y acce-sible, por lo que tuvo muchos discpulos entre los cuales destaca JosephBdier. Su vasta bibliografa comprende cientos de ttulos. En definitiva, pue-de considerarse el primer estudioso de filologa francesa medieval.Otras obras: tude sur le rle de laccent latin dans la langue franaise (1862). Histoire potique de Charlemagne (1865). Vie de Saint Alexis (ed. crtica) (1872). Les romans de la Table Ronde, en Histoire littraire de la France. Manuel dancien franais, 1888. La Posie du moyen ge (1885; 1895). Penseurs et Potes (1896). Pomes et lgendes du moyen ge (1900)].

    PARIS, PAULIN [1800-1881] Li Romans de Berte aus grans pis, precede dune Dissertation sur les

    Romans des douze pairs, per M. Paulin Paris, de la Bibliotheque du Roi.Pars, Techener, 1832 [192,1].

    [Padre de Gastn Paris, trabajaba en la Biblioteca Real y era medievalistay profesor de literatura medieval francesa en el Collge de France; incul-

    373Menndez Pelayo, el hombre tras el biblifilo

  • c a su hijo el gusto por la literatura medieval francesa leyndole historiassobre Roldn, fabliaux y novelas artricas de materia bretona. Era amigodel tambin bibliotecario en Viena y fillogo Wolf. Estudi y public nume-rosos cantares de gesta, adems de una traduccin de Lord Byron y otrosestudios medievales].

    PAZ Y MELI, ANTONIO [1842-1927] Sales Espaolas o agudezas del ingenio..., Coleccin de EscritoresCastellanos, Madrid, 1890 [93,1] [100,1].

    [Bibligrafo e historiador. Perteneci al cuerpo de Archiveros; estudi yedit textos de autores medievales y de los Siglos de Oro, y crnicas y ops-culos literarios de los siglos XIV al XVI.Otras obras: Edicin del Cancionero de Gmez Manrique. Madrid, 1885. La cuestin de las Bibliotecas Nacionales y la difusin de la cultura

    Madrid: 1911. Edicin del Cancionero y obras en prosa de Fernando de la Torre Dresde,

    Gesellschaft fr Romanische Literatur, 1907. Catlogo abreviado de papeles de Inquisicin Madrid, 1914].

    PERROT, JOSEPH DE The probable source of the plot of Shakespeares Tempest, en Publications

    of the Clark University Library Worcester, Mass. Octubre, 1905 [211,1].Otras obras: Der Ritter des brennenden Felsens. Germanisch-Romanische Monatss-

    chrift, 2 (1910).

    PUIBUSQUE [A. L.] [1801-63] Le Comte Lucanor Pars, 1854 [181,1].Otras obras: Histoire compare des littratures espagnole et franaise. Origines de lapologue espagnol, situado al frente de su traduccin del

    Conde Lucanor.

    RAJNA [PO] [1847-1930] Ricerche intorno ai Reali di Francia, en la Colezione di Opere inedite o

    rare dei primi tre secoli della lingua, Bolonia, 1872 [195,2].[Romanista e hispanista italiano especializado en Dante. Fundador de laFilologa Romnica en Italia, sigui los procedimientos histrico-crticos

    CARMEN HERNNDEZ VALCRCEL374

  • del Positivismo, conocido en Italia como Scuola storica. Fue alumno deAlessandro de Ancona (mencionado tambin por Menndez Pelayo), profe-sor de Filologa Romnica en la Universit degli Studi de Miln y de Lenguasromnicas en el Istituto di Studi Superiori de Florencia. Perteneci a variasacademias y organismos (a la dei Lincei, al Consiglio superiore della pub-blica Istruzione, a la Accademia delle scienze de Turn, y a la Accademiadella Crusca). Estudi los orgenes de la lengua italiana y las obras de Dantey Boccaccio. Buena parte de sus publicaciones estn dedicadas a la poesaheroica y caballeresca francesa e italiana.Otras obras: La materia e la forma della Divina Commedia. I mondi oltraterreni nelle

    le