melo, las revistas literarias en colombia e hispanoamerica

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Las revistas literarias en Colombia e Hispanoamérica: una aproximación a su historia. 1 1. Muchas revistas culturales. El periódico y la revista son un fenómeno del siglo XVIII que se extiende rápidamente por el mundo entero. En ese mismo siglo aparecen los periódicos en la América Española y en Colombia, y ya para 1830 el furor editorial era tan grande en Colombia que los empresarios neogranadinos que buscaban negocios prometedores pensaron que una fábrica de papel era una buena perspectiva. 2 La política colombiana desde 1819 a mediados del siglo XX se hace en los periódicos, y muchos de los grandes políticos debieron su poder no a la riqueza o la familia, sino a los periódicos en los que lograron su fama de intelectuales, escritores y políticos. Manuel Murillo Toro, Santiago Pérez, Miguel Antonio Caro, Rafael Núñez son un ejemplo de políticos que hicieron su fama como periodistas o intelectuales o gramáticos; a comienzos del siglo XX llegan a la presidencia Carlos E. Restrepo, Marco Fidel Suárez y José Vicente Concha, Enrique Olaya Herrera, Eduardo Santos, Laureano Gómez y Belisario Betancur, con experiencia como periodistas, libreros, bibliotecarios y editores de revistas. Hasta Pedro Nel Ospina, paradigma de empresarios, sacó revistas literarias y escribió cuentos y ensayos. Los periódicos y revistas culturales comienzan al menos desde 1836, cuando aparece La Estrella Nacional, y hay años en los que en Bogotá, fuera de los periódicos políticos, religiosos y comerciales, salen 3 o 4 semanarios literarios. En Medellín, entre 1880 y 1910 –y hay que recordar que era un pueblito de 40.000 habitantes- salen por lo menos 12 revistas o periódicos culturales, incluyendo tres que pensaban que había público para revistas cuyo objetivo principal era imprimir partituras para piano. Al lado de la revista cultural o litería existe desde temprano la página literaria de los periódicos generales. El Neogranadino, de Manuel Ancízar, en 1848, El Porvenir en 1859 y La América en 1873, de José María Quijano Otero, publicaron un semanario literario especial. Otros periódicos generales, como El Tiempo, de José María Samper y Manuel Ancízar, daban espacio a la poesía o a los cuadros de costumbres. 1 Para hacer este panorama, muy general, no tuve en cuenta en mis referencias las revistas universitarias de historia de la literatura o crítica literaria académica, ni las publicaciones de los últimos años, ni las que circulan solo en Internet. 2 Las referencias básicas para la historia del periodismo en Colombia son Gustavo Otero Muñoz, Historia del Periodismo en Colombia, Bogotá, 1936, Tarsicio Higuera, La imprenta en Colombia, Bogotá, 1970. Antonio Cacua Prada, Historia del Periodismo en Colombia, Bogotá. 1983, María Teresa Uribe de H y Jesús María Álvarez Gaviria, Cien años de prensa en Colombia, 1840-1940. Medellín, 2002, María Cristina Arango de Tobón, Publicaciones periódicas en Antioquia, 1814-1960, Del chibalete a la rotativa, Medellín, 2006 y Maryluz Vallejo, A plomo herido : una crónica del periodismo en Colombia (1880-1980, Bogotá : Planeta, 2006. El Boletin Cultural y Bibliográfico hizo una buena serie de artículos sobre revistas del siglo XIX y XX

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Melo hace una lista comentada de revistas en Colombia

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Las revistas literarias en Colombia e Hispanoamrica: una aproximacin a su historia.1 1.Muchas revistas culturales. El peridico y la revista son un fenmeno delsigloXVIIIqueseextienderpidamenteporelmundoentero.Enese mismo siglo aparecen los peridicos en la Amrica Espaola y en Colombia, y ya para 1830 el furor editorial era tan grande en Colombia que los empresarios neogranadinos que buscaban negocios prometedores pensaron que una fbrica de papel era una buena perspectiva. 2 Lapolticacolombianadesde1819amediadosdelsigloXXsehaceenlos peridicos, y muchos de los grandes polticos debieron su poder no a la riqueza o la familia, sino a los peridicos en los que lograron su fama de intelectuales, escritoresypolticos.ManuelMurilloToro,SantiagoPrez,MiguelAntonio Caro,RafaelNezsonunejemplodepolticosquehicieronsufamacomo periodistasointelectualesogramticos;acomienzosdelsigloXXlleganala presidenciaCarlosE.Restrepo,MarcoFidelSurezyJosVicenteConcha, Enrique Olaya Herrera, Eduardo Santos, Laureano Gmez y Belisario Betancur, con experiencia como periodistas, libreros, bibliotecarios y editores de revistas. HastaPedroNelOspina,paradigmadeempresarios,sacrevistasliterariasy escribi cuentos y ensayos.Losperidicosyrevistasculturalescomienzanalmenosdesde1836,cuando apareceLaEstrellaNacional,yhayaosenlosqueenBogot,fueradelos peridicos polticos, religiosos y comerciales, salen 3 o 4 semanarios literarios. EnMedelln,entre1880y1910yhayquerecordarqueeraunpueblitode 40.000habitantes-salenporlomenos12revistasoperidicosculturales, incluyendotresquepensabanquehabapblicopararevistascuyoobjetivo principal era imprimir partituras para piano.Al lado de la revista cultural o litera existe desde temprano la pgina literaria delosperidicosgenerales.ElNeogranadino,deManuelAnczar,en1848,El Porveniren1859yLaAmricaen1873,deJosMaraQuijanoOtero, publicaron un semanario literario especial. Otros peridicos generales, como El Tiempo, de Jos Mara Samper y Manuel Anczar, daban espacio a la poesa o a los cuadros de costumbres. 1Para hacer este panorama, muy general, no tuve en cuenta en mis referencias las revistas universitarias de historia de la literatura o crtica literaria acadmica, ni las publicaciones de los ltimos aos, ni las que circulan solo en Internet.2Las referencias bsicas para la historia del periodismo en Colombia son Gustavo Otero Muoz, Historia del Periodismo en Colombia, Bogot, 1936, Tarsicio Higuera, La imprenta en Colombia, Bogot, 1970. Antonio Cacua Prada, Historia del Periodismo en Colombia, Bogot. 1983, Mara Teresa Uribe de H y Jess Mara lvarez Gaviria, Cien aos de prensa en Colombia, 1840-1940. Medelln, 2002, Mara Cristina Arango de Tobn, Publicaciones peridicas en Antioquia, 1814-1960, Del chibalete a la rotativa, Medelln, 2006 y Maryluz Vallejo, A plomo herido : una crnica del periodismo en Colombia (1880-1980, Bogot : Planeta, 2006. El Boletin Cultural y Bibliogrfico hizo una buena serie de artculos sobre revistas del siglo XIX y XX El peridico es tambin, en buena parte del siglo XIX, la forma ms eficaz de divulgarnovelasdeautoresextranjerosonacionales,siguiendoelmodelo francsdelfolletn.Yaen1841,unafechamuytemprana,ElCndorpublic porentregasMaraDoloresolahistoriademicasamiento,deJosJoaqun Ortiz. TodasestasrevistaspuedenhacercreerqueBogoteralaAtenas suramericana,comolallamaronEliseRclusyMiguelCan,yqueMedelln competaconellaennivelesculturales.Perorealmentelasituacineraotra. Loseditoresderevistasculturalestratabandecrearloqueexistasoloen gradomuypequeo:unpblico,unsistemaacceso,unespaciocultural creativo.Elpblicopotenciallosquesabenleeryescribiryhanpasadoporuna escuelasecundariaouniversitaria-sonmuypocos:laexpansindela secundaria y la universidad es un fenmeno de 1960 a 1990. Y ese pblico no recibeunaeducacinquepromuevaelamorporlasartesolaliteratura.La escuelaesparaaprenderaleeryhacercuentas,launiversidadesparaser profesional.Lasinstitucionesculturalessonpobres:launiversidadesunaescuela profesional,sinambicincientficaohumanstica.Loshumanistas, intelectualesyeruditossonautodidactas.Seleensobretodopublicaciones extranjeras, pero pocas, sin libreras que permitan a nadie mantenerse al da. Elmundoeditoriallocalesartesanal:losautorespublicansuslibros,sin esperanzaderecobrarloscostos.Nohayunarutinadecrticaydebate pblico.Por eso, los jvenes que descubren laliteratura hacen sus revistas con cierto aire de cruzada: van a abrir un nuevo campo espiritual, en una sociedad en la quelonicoqueimportaeslapolticaohacerdinero.Ylarevistaesuna herramientaquepuedehacermuchascosas,perosobretododos.Promover unidealcultural,eldelacivilizacin,queincluyeelordenrepublicano,el progresoeconmicoyelavanceespiritual.Ydarunaoportunidadalos escritores para que sus productos lleguen al naciente pblico. La revista sirve parapublicar,porquepublicarunlibroesmuydifcil,ysirveparadivulgary convencer. Y por eso, oscilan entre las revistas con una meta precisa y las que son ante todo una vitrina de escritores; las que impulsan una visin propia de lasociedadylasqueconfanenqueelslohechodepoderentregarsus creaciones al pblico ayude a desarrollar la civilizacin.2.En Amrica Latina pasa algo similar, casi siempre un poco antes3. Los escritorespublicansusrevistas:JosMaraHerediadirigeElIrisen1826en Mxico,J.B.Alberdi,conMiguelCan,LaModadeBuenosAiresen1837: 3 Boyd G. Carter, Historia de la Literatura Hispanoamericana a travs de sus revistas, Mxico, 1968; John E Englekirk, La literatura y la revista literaria en Hispanoamrica, Revista Iberoamericana, 51, 52, 53 y 58 (1961-1963) forjanellenguajedelromanticismoquellegaralaNuevaGranadaunpoco despus.EnChileelMuseodeAmbasAmricas,dirigidoporelcolombiano JuanGarcadelRoen1842,participaenlosdebatesintelectualessobre civilizacinybarbarie,sobreautoritarismoydemocracia.ElRenacimiento (1869)impulsaenMjicoelentusiasmodelajuventudestudiosaporla literatura,porencimadedivergenciaspolticas.LaRevistaCubana(1885-1894)deEnriqueJosVaronarefuerzaelnacionalismoyelmodernismoen Cuba. En Venezuela, el modernismo se promueve en El Cojo Ilustrado, (1892-1915)unarevistaqueusalasnuevastcnicasdegrabado,comolohizoel PapelPeridicoIlustradoapartirde1880enBogot.Lossuplementos literarios son tempranos en la Argentina (La Nacion, en 1870,por ejemplo) y unodeellos,Larevistaazul,(1894)adjuntoaElPartidoLiberal,deManuel Gutirrez Njera, es el portavoz de la inflexin hacia el modernismo.El siglo XX est marcado tambin por varias olas de publicaciones peridicas. En la primera mitad del siglo las vanguardias literarias se agrupan alrededor de revistas. Pueden recordarse las revistas en las que Jorge Luis Borges promovi surenovacinultrastaenBuenosAires:Nosotros,Prisma,ProayMartn Fierro, en los aos 20. O las que descubrieron al pueblo latinoamericano como partedeunproyectosocialista,comoAmauta,deJosCarlosMaritegui (1926-1930). De 1890 a 1930 los intelectuales latinoamericanos se comunican pormediodesusrevistas:sonaosdemuchoperegrinajeintelectual,de mucho intercambio de publicaciones, de mucho elogio mutuo y de encendidas polmicas. Alberto Lleras y Baldomero Sann Cano viven y escriben en Buenos Aires,PorfirioBarbaJacobenMxico,JosMaraVargasVilaenCubao Espaa.EnlosaosveinteytreintaelmundodeAlfonsoReyes,Baldomero Sann Cano, Jorge Manach, Germn Arciniegas, Pablo Neruda tiene canales de comunicacinrelativamenteamplios,ydespusotraspublicacionessiguieron expresandoesavoluntaddecontactointernacional.Sur(1931),dirigidapor VictoriaOcampo,sirvedeenlacealosescritoreslatinoamericanosdurantemsdetresdcadas:allpublicaronOctavioPazoJorgeGaitnDurn.En 1942 Cuadernos Americanos, publicado en Mxico, bajo la orientacin de Jess Silva Herzog, se convierte en el canal ms importante de intercambio cultural delaregin:sunfasisesalgomssocialypolticoqueSur,loque correspondealaspreocupacionesdelapostguerra.Alladodeestarevista circulaban otras que daban ms nfasis a las letras, como la Revista Mexicana deLiteratura,Vuelta,deOctavioPaz,quecombinaeldebatepolticoconel literario, o Nexos, o Nivel, la revista dirigida por Germn Pardo Garca y Carlos Pellicer.EnColombiamostraronsuvoluntadinternacionallaRevistadelas Indias,queen1938hizouncomitenelqueaparecanescritoresdevarios pases, como el espaol Luis de Zulueta o el ecuatoriano Benjamn Carrin, y public muchos artculos de autores extranjeros como Alfonso Reyes;o Mito, en cuyo comit editorial aparecan Vicente Aleixandre, Luis Cardoza y Aragn, Carlos Drummond de Andrade, Len de Greiff, Octavio Paz y Alfonso Reyes.Desde fines del siglo XIX, las revistas literarias tienden a insistir en la ruptura conlatradicinyenelesfuerzoporincorporarlareginalaliteratura universal. Mallarme, Rimbaud, Baudelaire, los novelistas rusos, el naturalismo de Zola se promueven en los ltimos aos del siglo XIX contra el costumbrismo oelclasicismoespaol.EnlosaosveinteslasrevistasdeBuenosAireso BogotpublicanodebatenaJoyce,Apollinaire,Breton,EzraPound.Enlos treinta y cuarentase descubrir a Proust, Kafka, Virginia Woolf, Eliot, St John Perse, Sartre, Gramsci y Camus, Beckett, Faulkner y Steinbeck. Son pocos los defensoresdelatradicin,refugiadosenrevistasconservadorasocatlicas, casi siempre ridiculizados por los jvenes intelectuales. 3.Los grandes modelos internacionales. La revista cultural aparece en elsigloXVIII,ylosprimerosejemplossoningleses:Spectator,deJoseph Addison (1711-1712) o el Literary Magazine, de Samuel Johnson (1856). Don AndrsBello,publicenLondreslaBibliotecaAmericana(1823),yEl RepertorioAmericano(1826-1827),queinspiraronesfuerzossimilaresa muchoeditorlatinoamericano.EnelsigloXIXseimitaronesasrevistas,as como los peridicos franceses que publicaban folletines literarios en la dcada de1840y1850.Afinesdesiglolasrevistasilustradas,comolaLondon IllustratedReviewoLIllustrationsirvieroncomomodelodelPapelPeridico IlustradoyColombiaIlustrada.LaRevistadelasIndias,de1938,puede aproximarse a la Revista de Occidente, de Ortega y Gasset, y Mito, a mediados desigloXX,siguelainspiracintipogrficadelasrevistasparisinasenletras rojas y negras sobre fondo blanco que definan a la Nouvelle Revue Francaise y sobreaLesTempsModerns,larevistadeJeanPaulSartre.Yenaos recientes,elNewYorkerasomadetrsdeElMalpensante.Nadiehalogrado imitarenColombia,desafortunadamente,elNewYorkReviewofBooks, aunque ya existe un clon latinoamericano, la Primera Revista Latinoamericana de Libros. Tampoco existe algo como Granta. La eleccin de un diseo es en la mayora de los casos consecuencia de unos propsitos,unobjetivodelapublicacin,unaconcepcinintelectual.Yeste objetivo sigue con frecuencia, pero desde ms lejos, los ejemplos extranjeros: los motivos locales son en este caso muy importantes.4.Paraquhacerunarevistacultural?En1907elgeneralRafael UribeUribe,quehabapublicadovariosperidicosyhabagastadomucho tiempo escribiendo un diccionario de modismos antioqueos, y por lo tanto no puede ser visto como un enemigo de las letras, le recomend a varios amigos de Manizales que queran sacar una revista llamada Albores: dejen la revista, dejenlaliteratura,ytomenotrooficio.Fueradequeelnombreescogido debi hacerle sospechar que la calidad no iba a ser muy grande, deba tener en cuenta lo que todos los editores de revistas desde 1836 a hoy han descubierto: queelesfuerzoeragrandeylosresultadoslimitados.Lasrevistasculturales, con contadas excepciones, no son un buen negocio, no tienen muchos lectores, no tienen mucho reconocimiento. A pesar de esto, entre 1880 y 1910 Colombia viveunfurorcultural.Ciudadesquehoyconsideraramosminsculassacan decenas de revistas y peridicos culturales, y se gasta en ellos mucha energa ymuchaplata.Despusdeunosaos,losgruposeducadosquelashaban impulsadoempezabanapensar,comolomuestraRafaelUribeUribe,que quizs para el pas era ms conveniente que ellos, los hijos de buenas familias quehabanidoalauniversidad,sededicaranaabriralmacenesyfundar empresas productivas, que ayudaran a que el pas progresara.En el siglo XIX las revistas culturales se hacen con la idea de que el pas gasta mucha energa en debates polticos, que no sirven para nada, y por eso nadie tieneintersenlaliteraturaylasartes.Losjvenescultossientenquesu misinespropagarelamorporlaliteratura,parasuperarelintersporla poltica,yestndispuestosasacrificarseparahacerlo.Sabenquenohayun pblicoeducado,yporlotantotendrnqueesforzarseporcrearlo,queno existenempresaseditoriales,yporlotantohacerunarevistaesunesfuerzo artesanalenelqueunosamigosponendineroyunosartculos,ybuscanun impresor-editor que, en algunos casos, asume algo del esfuerzo y del costo. A veces, es verdad, es el editor-impresor el que se lanza al esfuerzo, y publica, comoJosJoaqunBordaoNicolsPontnoJuanJosMolina,revistasque duran2o3aos,sacan50o100nmeros,yseabandonan,porfaltade lectores o por problemas de dinero.Algunasrevistasimpulsanunproyectoliterariodegrupo.ElMosaicoquiere desarrollarlaliteraturalocalalrededordelcuadrodecostumbre.LaRevista Gris,deMaxGrillopromueveelmodernismoen1893,lomismoque Contempornea,deBaldomeroSannCanoen1903.Panidaen1915esuna revista generacional desafiante y rebelde, y lo mismo Los Nuevos en 1925, que aunquenopublicamucholograqueelnombrequedeparalageneracin literariaquellegaalavidaadultaenesosaos.Mito,queapareceen1955 bajoladireccindeJorgeGaitnDurn,renelosjvenesformadosenel ambiente cultural dela postguerra,influidos por el existencialismo francs, el psicoanlisis y el marxismo, en dosis homeopticas este ltimo, acompaados por una exigencia de calidad literaria, de profesionalismo, y de comprensin de la realidad nacional. Vistas a distancia, slo El Mosaico y Mito lograron publicar textos de alta calidad por un perodo largo. En El Mosaico se reuni la primera generacinromnticaycostumbrista,elprimergrupodenovelistas colombianos:allestuvieronEugenioDazyJorgeIsaacs,yautoresmenores costumbristasperohbilescomoJosDavidGuarnoRicardoCarrasquilla.El equipoeditorialdeMitotenaunaformacinculturalexigenteylosmejores escritoresdesugeneracin,comoGabrielGarcaMrquezylvaroMutis, entregaronsusmanuscritosaestarevista.Aveceselproyectoculturalo literario se identifica con claridad con el editor: quizs el caso ms extremo es eldeArgumentos(1981-),unarevistadefilosofaycrticacultural,desigual peroquepublicexcelentesartculos,impulsadaporRubnJaramilloVlez, que refleja claramente sus preocupaciones personales.

UnproyectointeresantefueeldeEco (1960-),unapublicacinquesedefine como revista de la cultura de occidente. Al comienzo esto quera decir sobre todo traducir los textos de los filsofos, eruditos y humanistas alemanes. Pero despus de un tiempo el tema latinoamericano irrumpe: la novela de esos aos del boom tiene una fuerza que lleva a los editores a transformar su nfasis y la revista,sinhacerloexplicito,sevuelcahaciaHispanoamrica.Hernando ValenciaGoelkelvigilalacalidad,peroprobablementenosigueunplan; Ernesto Volkening se preocupa por encontrar la relacin entre esta periferia y elncleoinasibledeOccidente.TextoscomoLaAnttesisObreradeItalo Calvino,oLaperiferiaeuropeadeHansMagnusEnzensbergersonejemplo depreocupacioneseuropeasqueenciertomodorespondenalosmismos problemas: qu es la cultura de occidente, qu pasa en Europa, qu pasa en losEstadosUnidos,qupasaenlaAmricaLatina?Entre1972y1984la revista estuvo orientada por Juan Gustavo Cobo Borda: fueron, como seala J. E.Jaramillo,aossinsosiego,centradosenLatinoamerica,conliteraturay ensayo de grandes escritores, pero sin dejar de lado los textos europeos. Pero quizs no tuvo un impacto que estuviera al nivel de su calidad habitualmente alta porque, fuera de la obsesin originalpor occidente, fuemsun mbito abiertoparalapublicacindematerialdecalidad,unpocoal margendelos debates,irritantesperocreativos,enlosqueestabanmetidoslamayorade los escritores latinoamericanos. Aunque all publicaran Jorge Zalamea y Garca Mrquez,AngelRamayOnetti,lasdiscusionesqueagotabanalosescritores delaregin,yquetenanunaperspectivapolticaquelarevistaeluda,solo llegaban un poco tarda y elpticamente.Otras revistas buscaron ante todo ofrecer un sitio para publicar, reunir textos literarios, extranjeros o locales. No tenan un programa definido, y su impacto fuemsreducido,amenosqueunautorsignificativolasalimentara.Las revistasantioqueasdefindesigloXIXLaBohemiaAlegre,quepublica algunosdelostextosmsimportantesdeCarrasquilla;elMontas,el Repertorio-sedestacanporofrecersalidaaunaproduccinnarrativa abundanteydecalidad.Losuneciertoregionalismotemtico,laideadeque hay que retratar la regin y usar el idioma local, pero quieren estar metidos en la cultura universal, y se sienten mejor preparados para eso que los escritores de la capital del pas, a los que tienden a ver como escritores que fingen sus experiencias,imitadoresdemodasextranjeras.Alphaeslarevistaliteraria ms llamativa en estos aos: publica cuentos y novelas y paga a sus autores, lo que es bastante excepcional.EnelsigloXXcreceelpapeldelarevistaculturalinstitucional.Senderos,la Revista de las Indias (1938-), Bolvar (1951.), la Gaceta de Colcultura (1985) sontodaspublicacionesdependientesdelaoficinaculturaldelgobierno nacional.Representanengeneralformasdeculturaoficial:lasdosprimeras son voceros del proyecto liberal, modernizador, que busca descubrir la cultura popular al tiempo que divulga la alta cultura universal. Su calidad fue elevada, trataron de establecer lazos estrechos con Amrica Latina, y en ellas tuvieron amplio espacio la historia colombiana, el estudio de las culturas indgenas o la crticasistemticaypermanentedelasexposicionesartsticas.Bolvares voceradegobiernosquesedefinencomocatlicos,bolivarianos, tradicionalistasehispanistas:elcierreaampliasvertientesdelaliteratura contemporneaacabadndoleciertoairemoralistaquelequitaenerga.La Gacetaesuntipodepublicacinideolgicamentemsneutral,orientadapor personasconampliaculturaliteraria,peroquenopuedeevitaruntono institucional y un lenguaje lleno de lo que Hernando Valencia Goelkel llamaba unesquismos,esostrminosinventadosenlasreunionespatrocinadasporla Unesco. Sus mejores aportes son patrimoniales: registrar y recordar procesos, revistas, autores olvidados. TambinesinstitucionalelBoletnCulturalyBibliogrfico(1958-)dela BibliotecaLuisngelArango.Hizounesfuerzo,enpartelogrado,enparte frustrado,paradesarrollarunformatodecrticadelibrosquefuerafirmey crtico, pero respetuoso, que debatiera las obras, su calidad y sus argumentos, ynoalosautores,yquedieraunabuenainformacinsobreloslibros mencionados.Impuls sobre todo la historia cultural, del libro, la lectura y las revistaspublicunalargaseriedeartculossobrehistoriadelasrevistas colombianas-.Yporsupuesto,larevistainstitucionalporexcelenciaeslarevista universitaria.Sonungrupodifcil,puesreflejanequilibriosyconsensos internos, que hacen difcil evitar textos de mala calidad o de poco inters. Ya en el siglo XIX la Universidad de Antioquia y laUniversidad Nacional tuvieron susrevistas,contextosampliosyambiciosossobreelpas.En1935la publicacindelaUniversidaddeAntioquiarecomienzasunumeracinyse llamaRevistadelaUniversidaddeAntioquia.Hatenidomomentos memorablesypocasopacas.GonzaloArangolehizofuerzaenlosaos cincuenta, y en la ltima dcada ha logrado ser, milagrosamente, una revista culturalimportante.DespusdelaRevistaJaveriana,queesde1933,esla revista activa ms antigua del pas. Por su parte la Universidad Nacional, fuera delosAnalesdelsigloXIX,halogradosacar3veces,silascuentasnome fallan, volviendo a comenzar la numeracin desde cero como si lo hecho antes debieraborrarse,laRevistadelaUniversidadNacional,desdequeGerardo Molinalacreen1944,atentamsatemassocialescolombianosque literarios.Apartirde1950sevuelvecasiconfesionalyanodina.Volvial nmero1en1969,conunproyectosimilardeatencinalahistoriayla sociedad colombianas, y recomenz otra vez en 1985, esta vez ms filosfica y literaria. En general, son raros los momentos en que una revista universitaria valelapenadeleerse:oscilanentreelmosaicodetextosincongruentesy breves momentos en los que expresan un proyecto oficial, a veces llamativo y ambicioso,quenormalmentenodura.Ynotienenojoparalaliteraturani pulsoparaladiscusindetemassocialesypolticos:soncomorevistassin editor.5.Quieneditalasrevistas.Unadelasdebilidadesdeltipoderevistas colombianoseslapocaenergadeleditor.Cuandolarevistaesinstitucional, solo dura y perdura el editor relativamente gris y poco polmico. Los editores memorables lo son, ms que por los debates que animaron o su capacidad de establecerunosnivelesaltosdecalidadenlaescritura,porsucapacidadde atraerungruposignificativodeautores,porsuinfatigableenergaJos JoaqunBorda,GermnArciniegas,JuanJosMolina,JuanGustavoCobo Borda-oporrazonesestticas.LasHojasdeCulturaPopularColombiana, dirigidas por Jorge Luis Arango, son recordadas porlas reproducciones de las acuarelasdelaexpedicincorogrfica,oporlacoqueteraconlaquese publicaban,enformatoigualalacartaoriginal,lasdecenasdemisivasde agradecimientoyelogioquelosescritoresdefueradelpasmandabanasu editor. Y formato igual era a veces un papel de la misma textura y color, una tinta igual a la del manuscrito. Pero nadie recuerda lo que decan esas cartas. Unoesperaraqueloseditoresquesondueosdelarevistafueran particularmenteexigentes,perolatradicincolombiananorecuerdagrandes editores:gentequeseatrevaacorregirlaredaccindeloquepublica,que devuelvatextosalosautoresreconocidosparaquelosmejores.Loquese cuenta de los editores del New Yorker, o de Granta que le devolvan los textos llenos de revisiones a escritores de renombre mundial- pareceinaceptable en Colombia.Poreso,unbueneditoresmsbienelquelogradefiniralgunos temas y atraer colaboradores de calidad, pero sin interferir con el estilo de los colaboradores.Faltaasunodelosmejoresmecanismosdeformacindelos escritores en otros pases.6.Como pagar las revistas. Las revistas tienen un tiraje de unos cuantos centenares de ejemplares, que se venden a suscriptores o en agencias en las principalesciudadesdelpas.Conciertafrecuenciaunarevistacierraydice que debe su fracaso a la abundante falange de gorristas, compuesta de esos mil parsitos de la especie humana, que viven de lo ajeno (El Oasis), que leen sinpagar,oaquelosagenteseintermediariosseguardanlaplatayse demoranparamandarla.Esprobablequealgunasrevistassehubieran sostenidomsomenospobrementeconlasumadelosaportesdesus promotores,losingresosporventasylapginadeanunciosquetratande llenar, pero probablemente la mayora se cerraron porque sus prdidas exigan nuevosaportesdelosliteratos,yademsindicabanqueelpbliconoestaba maduro y no comprenda el valor y calidad de lo que se le estaba ofreciendo. EnelsigloXXunopodrahablardetresgrandestiposderevistas,desdeel puntodevistadesufinanciacin:a)Larevistacreadaysostenidaenbuena parteporungrupodeintelectualesentrelosquehayalgunomsomenos rico, que saca fondos de sus otros ingresos para mantener viva la revista. Mito, deJorgeGaitnDurn,esunbuenejemplo.UncasointermedioesAlpha,la revista de los escritores de Medelln a comienzos de siglo, que estaba vinculada alalibreradeCarlosE.Restrepoyaotrosempresariosricosdelaciudad comoManuelyPedroNelOspinaVsquez.CarlosE.Restrepo,queantesde ser presidente fue librero, quehaba fundado el Montas con Carrasquilla, y habaimpulsadotresocuatrorevistasculturalesms,yeraunempresario capitalista,creaquehabaquepagaralosautores.Carrasquillaquedtan enviciadoocorrupto,diranalgunos-quecuandolepreguntaronporque escriba,dijoquenicamenteporquelepagaban.Algunasotrasrevistas dependierondelapoyodeeditoresolibreros,comoEco,publicadaporla LibreraBuchholz.b)Lossuplementosliterarios,quehacenpartedeun peridicoyestnasumidosporeste.Aquporlomenoshayunperiodistaal quelepagan,eldirectoroeditor,peronormalmenteentodoelsigloXIXy hastalasltimasdcadasdelsigloXXelmedioconsiderabaquepublicarera unhonorounfavorquesehacaalescritor,ysolopagabanencasos excepcionales.Algunoseditoresmostrabanporlomenosunojofinopara aceptarlaspublicacionesdevoluntariosdesconocidos:EduardoZalamea Borda,enElEspectador,esunejemplosiemprerecordado.c)larevista heroicamente sostenida por un editor, que recorre oficinas pblicas, mecenas, amigos y editores para tratar de reunir los fondos con los cuales publicar su revista. La mayora son un desastre, y la energa que se gasta en sostenerlas parecerestarsealaquedeberadarseasupublicacin,peroalgunaslogran cierta decencia respetable, sobre todo cuando la obsesin del editor es recoger lo que publican sus colegas en algn campo literario. d) La revista institucional, a la que ya me refer antes. Sus editores sufren con frecuencia por la falta de continuidadyelcarctererrticodelosproyectosoficialesouniversitarios, sobretodocuandosetrataderevistasculturalesgenerales,peroaveces encuentran el filn dorado que les permite sobrevivir durante aos, o publicar una sucesin de revistas que pocos leen pero en las que se anima la vanidad institucional.7.Culeselpblico?HastamediadosdelsigloXIX,lapoblacin alfabeta que ha pasado por un colegio secundario o una universidad, es decir elpblicoquepuedeesperarsequeseintereseporlaliteraturaylogre disfrutarla, es muy pequea. Y por supuesto la mayora de esos profesionales, comerciantes,agricultoresricos,notienemuchointersporestostemas.Un pblico lgico son los jvenes, a los que se dirigen casi todos los editores del sigloXIX,oquehablanennombrepropioenmuchosproyectosdelsigloXX. Otro de los sueos obvios de los editores es capturar la atencin de un grupo que puede tener tiempo y sensibilidad para las cosas del espritu: las mujeres. Poreso,buenapartedelaspublicacionesculturalesdelsigloXIXson especficamente para damas: La biblioteca de seoritas, El Oasis, El Album. Y esto establece algunas restricciones: en la cultura de la poca las mujeres no deben enterarse, almenos por escrito, de muchas cosas. De modo que estas publicacionesanunciancongranorgulloqueatendernalgenerosoynoble bello sexo, por naturaleza y por instinto, y sensible hasta el delirio. (1868, La Aurora)yquecuidarnsuvirtud,procurandoquesuestiloseatandecente que la virgen ms pudorosa pueda leerlo sin experimentar el ms leve sonrojo (El Oasis, 1868). Al fracasar, las revistas alegan que no ha llegado el tiempo. Hai en Antioquia unfilnliterario que si no puede explotarse ahora por falta decapital,losermstardeconprovecho,cuandolainstruccinsehaya jeneralizadolobastante(1868,ElOasis).Elcrecimientodelpblicodela primera ola de alfabetizacin lo aprovechan los peridicos, y es la poca de oro de los suplementos literarios (1915-1960), y la segunda mitad del siglo XX es lapocadelasrevistasestables:Mito,Eco,BoletnCulturalyBibliogrfico, Malpensante, Nmero.8.Algunastareasdelasrevistas.Sonmuchaslasfuncionesquesus editoresleatribuyenalasrevistasculturales.Lascolombianashanservido parapublicardecenasdemilesdepoemas,milesdecuentos,centenaresde novelas. Han tenido bastante xito las revistas dedicadas exclusivamente a la poesa (Acuarimntima, Golpe de Dados) y las dedicadas al cuento o la novela breve(Lanovelasemanal,ElCuento,Odradek).Mientrasquesobrevivenlas depoesa,elcuentonoencuentrafcilmenteespacioenlasrevistas:qued para antologas y volmenes que recojen la obra de uno o varios autores, con excepcin de Odradek. Fuera de publicar obras de creacin, mucha revista tiene ms bien un objetivo crtico: orientar al pblico acerca de los productos de la cultura. No he tenido en cuenta en este inventario las revistas con contenido ms especializado: las dedicadas a la crtica de radio, teatro o cine, ni a las especializadas en asuntos artsticos:sufocomsprecisoayudasindudaasusupervivencia,comolo muestranKinetoscopiooArteenColombia.Lasquesededicanalacrtica literaria como tema dominante no han sido muy exitosas. Desde hace algunos aossehanintentadocrearrevistasdecrticadelibros,conresultados variables. Pueden recordarse Libros Colombianos (1961- ) Libros (1977-1983); Libros y Letras (1987-), Hojas de Lectura, 1989-2002 y Al pi de la Letra.Muchas revistas han tenido como meta acercar la cultura internacional al pas. EnelsigloXIXlasrevistascolombianasreproducanartculosdeescritores espaolesotraducanpoemas,cuentosynovelasdeautoresfranceseso ingleses.LossuplementosculturalesdelsigloXXsiguieronconesatradicin, aunquecasisiemprelaseleccindeloquesetraducaeraalgocasualy dependamsdelabuenavoluntadyelintersdealgnescritorquedeun programaeditorial.CrticatradujoaCamus,aFaulkner,aSaintJohnPerse. Mitodioparteimportantedesuespacioatraducciones,usualmentemuy cuidadosas,detextosliterariosyfilosficos,seleccionadosdeacuerdoconsu visindeloqueeralaculturacomprometidayexigentequepropugnaba.El suplementoliterariodeElSiglo,en1958y1959,tradujomuchotextode Brecht o sobre teatro, y mucho material de la cultura alemana de izquierda de la postguerra. Eco fue, sobre todo en sus primeros aos, ante todo una revista detraducciones,querecogaloquesusorientadoressentancomoelncleo germnicodelaculturadeOccidente.Algohacambiadolageografadela cultura mundial: el mundo editorial, sobre todo en Espaa, Mjico y Argentina, ofrecehoytraduccionesrpidas,ysinlacensuranilastergiversacionesque fueronfrecuentesbajoelfranquismo.Laurgenciadetraducirdelas publicaciones culturales parece haberse frenado, incluso en reas como el de la poesa.9.El pulso de los editores. La sensacin final que tengo, al revisar este universomsomenosilimitadoymsomenosflexible,esquelasrevistas exitosas surgen de una combinacin milagrosa de pasin y disciplina. Ninguna publicacinlograunperfiladecuado,unreconocimientodesuslectores,si estosnosientenquehayalgoserioquequierehacer:promoverunestilode literatura, discutir los problemas de la cultura latinoamericana, preguntarse por loselementosdelaculturanacional.Larevistamsomenosbien intencionada,quepublicatextosdecalidadaceptableperoheterogneos,la buena antologa, acaba leda ante todo por los profesionales de la literatura o lacultura,peronoatraenelpblico.Porsupuesto,losproblemasque apasionen tienen que tener eco en el mundo de los lectores: la mayora de los problemas que se plantean hoy los antroplogos, los historiadores aficionados alosestudiosculturalesoloscrticosliterariossondemasiadosublimados, demasiado profesionales para interesar a los lectores de la literatura. El mismo ejemploquepuse,preguntarseporloselementosdelaculturanacional, probablementeprovocaraelhastodelpblico,amenosqueuneditorfuera capazdeconvertirloencuestionesvivasparasuscolaboradores.Peroelotro aspecto es que las publicaciones tienen que tener hoy un profesionalismo, una calidad que no es fcil de lograr. De todas las revistas universitarias, la nica quemeparececonsistentementebienhechaesladelaUniversidadde Antioquia. Qu pasa en las dems? Que se publican materiales que espantan al lector por su irrelevancia, por la jerga en que estn escritos, por la pobreza literaria de los textos. El Malpensante logra un pblico amplio y exigente, que sientequesuscolaboradoressepreguntanporlosproblemasdelacultura actuallainteraccinentreeltextoliterarioyelmundoaudiovisualo electrnico,losproblemasdelaculturaeruditaylaculturademedios,la posibilidaddedescribirloquepasaenelmundoactualconsuficiente complejidadyriquezaexpresiva,lainquietudantelamaquinariadelugares comunesqueimponeelpensamientonormal.Hayciertacomunidadinquieta entre escritores y lectores. A Nmero lo mantiene vivo cierta tensin entre una utopasocialqueyanologradefinirseyeldesencantocon elpas.Aunquea vecesproduceretricaprevisible,muchasveceslograirmsallydarleel necesario mazazo al lector. Creo que lo que hay, en el fondo, cuando las cosas funcionan, es el buen pulso de un editor detrs de estas revistas 10.Quiero concluir reiterando tres puntos obvios.Elunoeslanecesidaddemantenerunidiomaapropiado.Ellenguajedelos mediosdecomunicacin,incluyendoeldelasrevistasculturales,sedegrada fcilmente. Por una parte, se deja llevar por las tendencias que van vaciando desentidolaspalabrasalsometerlasaunalgicaburocrtica,enelquelas viejaspalabraspopularessereemplazarpordescripcionesdeprocesos abstractos:todoparecepartedeuninformeacadmicooinstitucional.Los viejosviciosretricosdescritoseninglsporGeorgeOrwellsehantomado buenapartedelaspublicacionesuniversitarias.Aestoloacompaa normalmente un afn presuntuoso por demostrar ms competencia dela que se tiene, mediante la adopcin apresurada de terminologas seudocientficas o seudotcnicas.Porsupuesto,unonopuederechazar,comoavecespareca hacerloOrwell,elusodeunlenguajetcnicopreciso,eldesarrollodeuna terminologa que responda con precisin a un campo de conocimiento. Pero la idea contraria, que encuentra sus races en Adorno, en Foucault o en Lacan, de que escribir con claridad es dejar que quien no es capaz de entender aparente entender,esabsurda,ynormalmenteesalrevs:quienesnologran expresarse con claridad es porque no han entendido lo que quieren decir.Elsegundoeslanecesidaddediscutirmuchoms.Ydesometerelpropio producto,loquepublicacadarevista,aundebateabiertosobresucalidady pertinencia.EnColombiasediscutemuypocoyseinsultamucho.Unono encuentra un anlisis detallado de los argumentos discutibles de algn artculo publicadoenNmero,Aleph,laRevistadelaUniversidaddeAntioquiaoel Malpensante:loqueencuentraocasionalmenteyencontraramssilas revistastuvieranesosforoselectrnicosenlosqueunospocoslectores despotrican sin argumentar- es una diatriba contra las intenciones ocultas o los rasgosdepersonalidaddesusautoresoeditores.Meparecequelosmedios colombianosrequierenunH.L.Mencken, alguiencapazdecriticarlos,incluso de burlarse de ellos, pero tomndolos en serio por lo que son, y no tanto por los supuestos intenciones de escritores o editores.Yporltimo,creoquenohayquepreocuparsemucho,comolectoreso escritores, por el medio o el formato: estamos en una poca de transicin. Hay muchagentetratandodeaveriguarsiloquehayquehacerespublicarenla web o en papel, si debemos seguir publicando cuentos y textos escritos por un autoroloquehayquehacerespromovercomunidadesquecompartansus experienciasyelaborenproductoscolectivos.Aunquecreoquehayespacio paratodo,meparecequeloqueimportaesantetodoresponderalas necesidadesdeloslectores,enlospuntosenlosquelastensionesentrelos diversoselementosdelaculturamuestranquehayproblemasdefondopor resolver. Esto no es claro ni fcil de explicar. Pero me parece que el problema esdecontenidos,deproductosentregadosallector,ynodepaquetes.Las revistas deben dar buenos ensayos, bien fundados, de gente que sabe de que est hablando y tiene la paciencia para documentarse hasta el agotamiento, y que trata de pensar a fondo sus problemas, y textos literarios creativos. Ammeinteresaquemedenbuenostextosliterarios,buenasnovelas, ensayos que me sacudan. Si me animo a discutirlos en un foro interactivo, esto me parece derivado y secundario. Y no quisiera que me arrastraran a perder el tiempoenformasdeinteractividadcentradasenartculosflojos,informacin imprecisa,discusionesgaseosas.Internetproduceunainundacinde contenidosinfinitos,yelproblemaescmollegaralosquetienenlamayor calidad.Muchos lectores podrn entretenerse con algo flojo y anodino, porque esdivertidoentraraunaconversacindecaf,sinexigenciasdefondo.Esto no tiene nada de malo y es muy popular, pero es otra cosa, y por all no est el camino para hacer buena literatura y buen debate cultural. Jorge Orlando Melo Bogot, octubre 31 de 2008 AnexoLos principales suplementos y revistas literarias y culturales de Colombia: una lista cronolgica4 (Las resaltadas en gris siguen saliendo) 1808-1810: Semanario del Nuevo Reino de Granada, Francisco Jos de Caldas. 111 nmeros.1832- : La Estrella Nacional. Jos Joaqun Ortiz, Juan Francisco Ortiz, Jos Eusebio Caro, 12 nmeros.1841: El Cndor 1842: El Granadino 1846: El albor literario.6 nmeros. Jos Mara Rojas Garrido, Prspero Pereira Gamba.1847: El duende 1848: La aurora granadina 1848- 1857: El Neogranadino. Manuel Anczar. Manuel Mara Madiedo, Medardo Rivas. Juan Francisco Ortiz. Peridico general, pero con mucho texto literario.1849: El Museo. Santiago Prez, Jos Caicedo y Rojas. 5 nmeros 1850: El Filotmico 1852: La Siesta. Rafael Pombo. 13 nmeros 1856-1857: El lbum. Jos Joaqun Borda. Jos Manuel Groot, Ricardo Carrasquilla, Jos Joaqun Ortiz. 25 nmeros.1858-1859: Biblioteca de Seoritas. Eugenio Daz, Rafael Pombo, Jos Caicedo Rojas, Jos Manuel Marroqun, Jos David Guarn 1858-1859: El Porvenir, Semana Literaria.1859-1865: 1871-1872: El Mosaico: Eugenio Daz, Jos Mara Vergara y Vergara. Jos David Guarn, Manuel Mara Madiedo, Ricardo Silva 1866- 1868: El Iris. Jos Joaqun Borda, Jos David Guarn. 96 nmeros1868-1869: La aurora, Medelln 1868-1870: El Hogar: Jos Joaqun Borda. Rafael Pombo, Jos Mara Vergara y Vergara, Jos Mara Samper, Gregorio Gutirrez Gonzlez. 72 nmeros 4 Esta lista es una seleccin de publicaciones culturales. No se mencionan los que comenzaron a salir despus de 1998. Los que siguen saliendo se subrayan con fondo gris. Debe completarse la lista de los suplementos literarios, sobre todo con peridicos publicados fuera de Bogot y Medelln. Del mismo modo, en el siglo XIX no se incluyeron los peridicos generales que publicaban ocasionalmente literatura, con algunas excepciones, por la dificultad de establecer un criterio razonable.Agradezco la informacin que permita completarla o incluir informacin ms precisa de sus directores y colaboradores.1868-1869, 1873: El Oasis, Medelln. Isidoro Isaza. Juan Jos Botero, Agripina Montes del Valle, Gregorio Gutirrez Gonzlez, Federico Jaramillo. 52 nmeros 1870-1871: El Cndor. Medelln. Juan C. Aguilar.Juan Jos Molina, Fidel Cano, Lucrecio Vlez. Epifanio Meja. 45 nmeros 1871-1872: Revista de Bogot. Jos Mara Vergara y Vergara.. Diego Fallan, Jos Caicedo Rojas, Miguel Antonio Caro. 12 nmeros.1871: El Museo Literario. Manuel Mara Madiedo. 48 nmeros 1872-1875: El Roco. Nicols Pontn, Bernardino Torres Torrente 1872-1873: El lbum, Medelln. Demetrio Viana. Juan Jos Molina, Francisco de Paula Muoz, Rafael Pombo, Manuel Uribe ngel, Epifanio Meja. 24 nmeros1873: El Eco Literario. Jos Joaqun Borda, Jos Mara Quijano Otero. Jos Mara Samper.48 nmeros.1873-1874: La Amrica. Suplemento Literario. Jos Mara Quijano Otero 1874-1875: La tarde, Ignacio Borda, Jos David Guarn. 48 nmeros 1875- 1876: El Vergel Colombiano, Lzaro Mara Lleras. Isidoro Laverde Amaya, Bernardino Torres Torrente.1876. Revista de Antioquia. Medelln. Camilo Antonio Echeverri, Miguel Uribe ngel, Demetrio Viana, Lisandro Restrepo. 31 nmeros 1876. Revista Literaria. Jos Joaqun Borda. 2 nmeros.1877-1884 El Pasatiempo. Ignacio Borda.264 nmeros 1878-1887; 1896-1899: El repertorio colombiano. Carlos Martnez Silva. Ms poltico que literario. Jos Mara Samper. Jos Manuel Marroqun, Miguel Antonio Caro. Enrique lvarez Bonilla, Soledad Acosta de Samper.1880-1883: La Pluma, Jos David Guarn, Jos Mara Pinzn Rico, Jos Mara Quijano Otero. 96 nmeros 1881-1888: El papel peridico ilustrado. Alberto Urdaneta y Manuel Briceo. 116 nmeros. 1881: La Golondrina, Medelln, Juan Jos Botero. Antonio Jos Restrepo, Camilo Antonio Echeverri.1884: El Liceo Antioqueo. Lino Ospina y Juan Jos Molina. Carlos E. Restrepo, Pedro Nel Ospina, Fidel Cano, Baldomero Sann Cano. 13 nmeros.1886: La Siesta, Antonio Jos Restrepo, Francisco de Paula Carrasquilla, Juan de Dios Uribe, Gaspar Chaverra, Jorge Isaacs. 14 nmeros.1886-1890; 1894-1915. La miscelnea: Revista Literaria y Cientfica. Medelln. Juan Jos Molina; Carlos A.Molina. Carlos E. Restrepo, Lucrecio Vlez, Juan Jos Botero, Efe Gmez, Manuel Uribe ngel, Demetrio Viana, Gaspar Chaverra. 48 nmeros en su primera fase, como rgano del Liceo Antioqueo (1886-1890); 145 en la segunda poca.1887-1904: El Telegrama. Suplemento El telegrama del domingo. 1889-1892: Colombia Ilustrada. Jose T. Gabrois 24 nmeros 1880-1894: La Pluma. Jos Mara Quijano Otero. 96 nmeros 1890-1994: La revista literaria. Isidoro Laverde Amaya. 56 nmeros [Comentada en Boletn Cultural y Bibliogrfico, No 27, por Carmen Elisa Acosta P.] 1892-1896: Revista Gris. Salomn Ponce Aguilera y Maximiliano Grillo. Baldomero Sann Cano, Clmaco Soto Borda, Rafael Pombo, Carlos Arturo Torres. [Comentada en Boletn Cultural y Bibliogrfico, No 27, por Rafael Gutirrez Girardot] 1893: El Movimiento, Medelln. Camilo Botero Guerra, Carlos E. Restrepo, Eduardo Zuleta, Jess del Corral. 83 nmeros,.1896-1897: La Bohemia Alegre. Medelln. Efe Gmez, Toms Carrasquilla. Saturnino Restrepo, Jos Velsquez Garca.1896-1897: El repertorio. Medelln. Horacio M Rodrguez y Luis de Greiff. Juan Jos Botero, Alfonso Castro, Eduardo Zuleta, Max Grillo. Ilustrado 1897-1899: El Rayo X. Clmaco Soto Borda. 460 ejemplares.1897: El Montas, Medelln. Gabriel Latorre, Efe Gmez, Mariano Ospina Vsquez.Ilustrado. Toms Carrasquilla, Gonzalo Vidal, Jess del Corral, Fidel Cano 1897; 1904-1909: El Cirir. Medelln, Bogot, Jess del Corral. 64 nmeros 1898-1899: Revista Ilustrada. Pedro Carlos Manrique. Guillermo Valencia, Rafael Pombo, Toms Carrasquilla, Emilio Bobadilla, Julio Flrez. 17 nmeros. [Comentada en Boletn Cultural y Bibliogrfico, No 34 de 1996,por Jorge Cadavid] 1901-1902: La Esfinge, Arturo Manrique. 58 nmeros.1902: Bohemia. Medelln Antonio Mara Restrepo (Abel Farina). 6 nmeros 1903- 1915; 1927-1929: El Nuevo Tiempo Literario. Ismael Enrique Arciniegas, Carlos Arturo Torres. Rafael Pombo, Eduardo Castillo.1903: La Gruta, Federico Rivas. 23 nmeros. [Comentada en Boletn Cultural y Bibliogrfico, No 27, por Rafael Gutirrez Girardot] 1903-1905: Lectura y Arte, Medelln. Francisco Antonio Cano y Marco Tobn Meja. Ilustrada. Gabriel Montoya, Santiago Prez Triana. Existe reedicin facsimilar. 1904: Cancionero Antioqueo, Medelln, (Porfirio Barba Jacob=Miguel ngel Osorio) 10 nmeros.1904: Lectura Amena. Luis Cano. Fidel Cano, Camilo Botero Guerra, Epifanio Meja, Jos Mara Vargas Vila, Alfonso Castro.24 nmeros.1904-1905: Revista Contempornea. Baldomero Sann Cano. Saturnino Restrepo. [Comentada en Boletn Cultural y Bibliogrfico, No 27, por Rafael Gutirrez Girardot] 1905-1910: La Musa Americana. Justo Pastor Ros.1906-1916: Alpha. Mariano Ospina Vsquez, Antonio J. Cano y Luis de Greiff.Toms Carrasquilla, Saturnino Restrepo, Max Grillo, Luis Carlos Lpez, Baldomero Sann Cano. 146 nmeros.1906-1916: Trofeos, Vctor M. Londoo, Ismael Lpez, Luis Lpez de Mesa, Eduardo Castillo, Diego Uribe.1909: La Revista Toms Rueda Vargas y Eduardo Santos, 6 nmeros 1911-1917: Letras, Antonio lvarez Lleras, Daniel, Jorge y Nicols Bayona Posada.60 nmeros 1913-1914: Correo del Cauca. Suplemento Literario. Alberto Carvajal.1914- El Tiempo. Suplemento literario. Lecturas populares: 1914-1915, 62 nmeros. Lecturas Dominicales 1915- Germn Arciniegas, Hernando Tllez, Suplemento Literario, 1939-1955: Eduardo Carranza; 1956: Lecturas Dominicales. Jaime Posada, Eduardo Mendoza Varela. 2007: Lecturas 1915-1917: La Patria. Suplemento literario. Armando Solano.1915-1916: Revista Moderna. Emilio Cuervo Mrquez. Ismael Enrique Arciniegas, Santiago Prez Triana, 36 nmeros 1915-1920: Cultura. Luis Lpez de Mesa, 36 nmeros.1915: El Espectador: Suplemento Literario. 1915: La Semana. Baldomero Sann Cano, Armando Solano, Clmaco Soto Bordo, Jos Mar, Ricardo Rendn; 1919: Sbados Literarios. Ciro Menda, Luis Tejada; 1924-1950: El Espectador Dominical. Porfirio Barba Jacb, Lino Gil Caramillo, Eduardo Caballero Caldern, Eduardo Zalamea Borda. Lucas Caballero Caldern, Gabriel Garca Mrquez, 1950-2002: Magazn Dominical. Guillermo Gonzlez 1915: Panida: Len de Greiff, Pepe Mexa. Ricardo Rendn, Francisco Villa Lpez, Fernando Gonzlez. Existe edicin facsimilar 1917-1920: Voces. Barranquilla. Julio Gmez de Castro. Ramn Vinyes, Miguel Rasch Isla, Julio Enrique Blanco, 60 nmeros 1919: Revista Azul. Juan Lozano y Lozano. 5 nmeros 1921: Cyrano, Emilio Montoya. Alfonso Castro, Toms Carrasquilla, Efe Gmez, Jos Restrepo Rivera.1921-1922: Sbado, Medelln.Gabriel Cano, Ciro Menda, Francisco Villa Lpez,. Ricardo Rendn, Eladio Vlez, Pepe Mexa, Len de Greiff, Luis Tablanca, Luis Tejada,, Jos Restrepo Jaramillo. 77 nmeros.Ilustrado, fotografas.1921-1922; 1927-1929: Universidad. Germn Arciniegas. 152 nmeros. Jorge lvarez Lleras, Luis Lpez de Mesa, Germn Pardo Garca, Hernando Tllez, Len de Greiff, Baldomero Sann Cano 1923: El Cuento Semanal. A contreras. 23 nmeros 1923-1925: Lectura Breve, Francisco Villa Lpez. Ciro Menda, Alfonso Castro, Romualdo Gallego, Gaspar Chaverra, Toms Carrasquilla. Medelln, 25 nmeros,1923-1929: La novela semanal, Luis Enrique Osorio. 120 nmeros. [Comentado en el Boletn Cultural y Bibliogrfico No36 de 1994 por Jimena Cuellar] 1925: Los nuevos. Felipe Lleras Camargo, Alberto Lleras Camargo. Len de Greiff, Rafael Maya, Jorge Zalamea, Jos Mar. 4 nmeros 1926- 1957: Letras y Encajes, Medelln Teresa Santamara de Gonzlez. 385 nmeros;1930: La Defensa, Suplemento Literario. Nicols Bayona Posada, Belisario Betancur (1943-) 1933- Revista Javeriana. 742 nmeros 1933- Vanguardia. Suplemento Literario. Toms Vargas Osorio.1935- Universidad de Antioquia. Alfonso Mora Naranjo. 283 nmeros. Tuvo como antecedente los Anales de la Universidad de Antioquia, 1883; 1925-1934. [Comentada por Santiago Londoo en el Boletn Cultural y Bibliogrfico, No 18 de 1989] 1935- Diario Nacional, Suplemento Mrgenes. Dario Achury Valenzuela. Len de Greiff, Eduardo Zalamea Borda.1936-1954, Vida. Alberto Meja Botero. 64 nmeros.1936. El Siglo. Suplemento Literario: Pginas Literarias, Laureano Gmez; lvaro Gmez Hurtado; Bernardo Ramrez (1958-59). Hernando Valencia Goelkel, Vanguardia: Mara Mercedes Carranza 1938-1940: Revista Pan, Cali. Enrique Uribe White. 36 nmeros [Analizada por Dora Ramrez en el Boletn Cultural y Bibliogrfico, No 18 de 1989] 1938-1945: Antioquia: Fernando Gonzlez. 17 nmeros.1938-1951: Revista de las Indias. Arcadio Dulcey, Germn Arciniegas, Jorge Zalamea, Len de Greiff. 117 nmeros. [Analizada por Manuel Restrepo en el Boletn Cultural y Bibliogrfico No 23 de 1990] 1939: El Colombiano. Suplemento Literario (Generacin, 1939-1942. Carlos Castro Saavedra, Eduardo Carranza, Edgar Poe Restrepo; Suplemento Literario, 1944.1954, El Colombiano Literario 1954-1967; El Colombiano Dominical 1967-1979; Suplemento Dominical, 1979-1994?; Generacin 1940-2003:Manizales: revista literaria mensual. Blanca Isaza de Jaramillo Meza, J. B. Jaramillo Meza. 724 nmeros 1943: Sbado. Armando Solano, Plinio Apuleyo Mendoza. Rafael Maya, Eduardo Caballero Caldern, Hernando Tllez, Luis Enrique Osorio, Arturo Camacho Ramrez.1944-1947: Cntico. Jaime Ibez, 13 nmeros 1944-1956: Revista de la Universidad Nacional de Colombia. Gerardo Molina y Fernando Charry Lara. Jaime Ibaez. 22 nmeros. Tuvo como antecedente los Anales de la Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia, 1868-1880; convertidos en Anales de la Instruccin Pblica, 1880-. Recomenz en 1968 (UN, revista de extensin cultural: Eugenio Barney Cabrera) y en 1985 (Revista de la Universidad Nacional, Rubn Sierra Meja). Dej de salir en 1992. [Comentada en el Boletn Cultural y Bibliogrfico no 23, de 1990,por Claudia Cadena.] 1944-1975: Espiral, (Colombia), Clemente Air. 136 nmeros1945-1952; 1955-1958: Revista de Amrica. Germn Arciniegas y Eduardo Santos,. 88 nmeros 1946. El Liberal, Suplemento Nuestro Tiempo. Lucio Duzn, Fernando Charry Lara.1948-1951: Crtica, Jorge Zalamea. 67 nmeros. [Comentada en el Boletn Cultural y Bibliogrfico No 18, 1989 por Oscar Torres] 1951: Crnica. Barranquilla, Alfonso Fuenmayor. Gabriel Garca Mrquez.1951-1963: Bolvar. Rafael Maya. Reemplaz la Revista de Indias. 62 nmeros 1952-1957: El Cuento, Medelln 1952- 1999: Lmpara, (Intercol-Esso) 136 nmeros. Juan Mattos, Alvaro Mutis, Gonzalo Mallarino.1955-1962: Mito. Jorge Gaitn Durn, Eduardo Cote Lamus, Pedro Gmez Valderrama, Hernando Valencia Goelkel, Jorge Elicer Ruiz62 nmeros [Comentada en el Boletn Cultural y Bibliogrfico No 18, 1989, por Rafael Humberto Moreno Durn] 1953-1965, Cuadernos, Paris, Germn Arciniegas. 100 nmeros 1955-1957: Prometeo. Belisario Betancur y Diego Tovar Concha, 23 nmeros 1955- Sino. Cornelio Reyes y Mario Montoya. 4 nmeros. No en LAA. BN 1960-1984: Eco: revista de la cultura de occidente. Karl Buchholz, Hernando Valencia Goelkel y Jos Mara Castellet, Ernesto Volkening, Nicols Suescn, Juan Gustavo Cobo.272 nmeros, [Comentada por J. E. Jaramillo Zuluaga, en el Boletn Cultural y Bibliogrfico No 18, 1989] 1961-1973: Libros Colombianos, Cmara Colombiana del Libro 1965- 1985: Letras Nacionales, Manuel Zapata Olivella- 42 nmeros 1966- Aleph. Carlos Enrique Ruiz. 145 nmeros.1967-1979: Razn y Fbula, Universidad de los Andes,46 nmeros., Seguida por Correo de los Andes, 1979-1989, Germn Arciniegas, 58 nmeros,1973-1982: Acuarimantima, (Colombia), 33 nmeros 1973-: Golpe de Dados, Mario Rivero 212 nmeros 1973- :Puesto de Combate, Guillermo Alberto Arvalo, 72 nmeros 1974-1979: Cuadernos Colombianos 12 nmeros 1975-1976: Estravagario, suplemento literario de El Pueblo. Fernando Garavito. Mara Mercedes Carranza, Daniel Samper. 67 nmeros. 1975-1991: Pluma, Jorge Valencia Jaramillo, 66 nmeros 1977-1983; Libros: gaceta de informacin bibliogrfica, Jorge Posada, Mario Arrubla. 42 nmeros- 1977-1987, El Caf Literario, Nstor Madrid Malo. 51 nmeros 1979- , Punto Seguido, Medelln, John Sossa, 47 nmeros 1981-2007: Ulrika, Rafael del Castillo. 40 nmeros 1981-1996, Argumentos, Rubn Jaramillo Vlez, 34 nmeros. 1982, Pequeo Peridico, Magangue, 77 nmeros.1984-: Prometeo. Fernando Rendn) 82 numeros1985-2002: Gaceta. Colcultura y Ministerio de Cultura. 49 nmeros1987- Libros y Letras Jorge Consuegra, 80 nmeros.1988-2005 Revista Casa Silva, Mara Mercedes Carranza, 18 nmeros 1988, Comn Presencia,17 nmeros 1990-2005, Babel, Victor Bustamante, Medelln, 7 nmeros 1989-2005. Revista Tunel, Montera Jos Luis Garcs, 34 nmeros 1989-2002 Hojas de Lectura, Fundalectura, 59 nmeros 1993-: Nmero, Guillermo Gonzlez, 57 nmeros 1996-: El malpensante. Andrs Hoyos. 91 nmeros