medicina e historia n 1 2015

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www.fu1838.org Nº 1 – 2015 – QUINTA ÉPOCA REVISTA DE E STUDIOS HISTÓRICOS DE LAS CIENCIAS DE LA S ALUD El proceso de fusión hospitalaria en la ciudad de Tarragona (1464) Josep Barceló Prats Ganador XLV Premio Fundación Uriach de “Historia de la Medicina” Joel Piqué i Buisan La recepción de la teoría bacteriológica en Cataluña a través de la Revista Homeopática (1890-1913)

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Page 1: Medicina e historia n 1 2015

www.fu1838.org

Nº 1 – 2015 – QUINTA ÉPOCA

REVISTA DE ESTUDIOS HISTÓRICOSDE LAS CIENCIAS DE LA SALUD

El proceso de fusiónhospitalaria en la ciudad de Tarragona (1464)Josep Barceló PratsGanador XLV Premio Fundación Uriach de “Historia de la Medicina”

Joel Piqué i Buisan

La recepción de la teoría bacteriológica

en Cataluña a través de la Revista Homeopática

(1890-1913)

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MEDICINA e HISTORIANº 1 – 2015 – QUINtA ÉpOcA

REVISTA DE ESTUDIOS HISTÓRICOS

DE LAS CIENCIAS DE LA SALUDpublicación trimestral

FUNdAdA eN 1964

Fundación Uriach 1838centro de documentación deHistoria de las ciencias de la Salud

polígono Industrial Riera de caldesAvda. camí Reial 51-5708184 palau-Solità i plegamans(Barcelona-españa)www.fu1838.orgfundació[email protected]

Director de la publicación:dr. Juan Uriach Marsal

Soporte Válido con la

ref. SVR nº 479

dep. legal: B-27541-1963

ISSN: 0300-8169

© de la edición: Fundación Uriach 1838

Reservados todos los derechos.

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prohibida su venta.

S 4 S

El proceso de fusión hospitalaria enla ciudad de Tarragona (1464)

Josep Barceló Prats

S 20 S

La recepción de la teoría bacteriológica en Cataluña a través

de la Revista Homeopática(1890-1913)

Joel Piqué i Buisan

REVISTA DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LAS CIENCIAS DE LA SALUD

Portada: Obra original del fondo bi-

bliográfico de la Fundación Uriach

1838: Galeni Librorum septima clas-

sis, curativam methodum… Venetiis:

Apud Iuntas, 1586.

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Introducción

durante la década de losochenta del siglo XX, AgustínRubio Vela1 analizó la econo-

mía de los hospitales valencianos po-niendo de relieve el papel que elpatrimonio de esas institucioneshabía jugado en la financiación de la

ciudad de Valencia mediante censa-les, entre otros productos financieros.de modo coetáneo, terradas2, FerrerAlós3, peset4 y posteriormente tello5,se interesaron por la economía cen-salista en la corona de Aragón, espe-cialmente de la Iglesia y de losbeneficios eclesiásticos. por estosmotivos económicos y otros de índole

social y cultural, las instituciones pú-blicas de asistencia han tenido y con-tinúan teniendo un papel estructuralen la construcción y el desarrollo decualquier ciudad o comunidad, desdela Alta edad Media al siglo XXI,puesto que son pieza clave en la re-producción de la propia idea de ciu-dad o community6.

Resumen:

Los hospitales, en cataluña, se inscribieron desdela Baja edad Media hasta nuestros días dentro un mo-delo de gobierno específico que dio lugar a la creacióny mantenimiento de una densa red de institucionesasistenciales en prácticamente todos los municipios,incluso en los más pequeños, cuyo marco legal fue elderecho privado o civil. dicho modelo tiene sus fun-damentos, en primer lugar, en la constatación decómo los individuos legaban al hospital no sólo por lafilantropía o caridad, sino también por la necesidadde aportar algo a la comunidad después de sumuerte, en una suerte de consigna con el fin de de-volver parte de los activos que los testadores habíanacumulado durante su vida como instrumento paraasegurar la reproducción social de la comunidad. ensegundo lugar, se observa que a partir de los procesosde fusión del siglo XV las pequeñas instituciones asis-tenciales locales privadas –laicas o religiosas– se fu-

sionaron con los hospitales de titularidad municipal,y los activos patrimoniales resultantes de dicha fu-sión se gestionaron por separado de los de la munici-palidad a través de una estructura administrativapropia y, a priori, autónoma respecto de los poderespolíticos. en tercer lugar, además de la función decuidado, el hospital era también un agente económicoque operaba de manera similar a los Monte dei paschiitalianos. por consiguiente, el significado de la insti-tución resultó ser más complejo que la simple pres-tación de servicios asistenciales. Adquirió un valorespecífico en la identidad de la comunidad, se con-virtió en uno de los centros de debate en la vida pú-blica y adquirió un significado económico yfinanciero que contribuyó a fortalecer la construcciónde la identidad colectiva de los ciudadanos, tal ycomo refleja el presente artículo a partir del ejemplode la ciudad de tarragona.

Abstract:

the aim of this paper is to highlight how hospitalsin catalonia, from the late Middle Ages to the present,adopted a governance model which resulted in thecreation and preservation of hospitals or care institu-tions in virtually all municipalities, even the smallest,whose legal framework was private or civil law.

Firstly, we observed how individuals were motiva-ted not only by philanthropy or charity, but also by aneed to contribute something to the community aftertheir death, to give back part of the assets they hadaccumulated during their lifetimes, as citizens whohad benefitted from their positions. Secondly, we ob-served that, from the XVth century, small local privatecare institutions –secular or religious– merged with

Municipal hospitals, but managed the resulting assetsseparately from those of the municipality. thirdly, aswell as its care function, the hospital was also an eco-nomic agent that operated along similar lines to theItalian Monte dei paschi. It provided loans to workingclass citizens at a modest interest rate. the signifi-cance of the institution was more complex than thesimple provision of care services. It acquired a speci-fic value in the identity of the community, it becameone of the centres of debate in public life and it tookon an economic and financial meaning that streng-thened the building of the citizens’ collective identityas shown in this article which uses the city of tarra-gona as its example.

Josep Barceló Prats *

El proceso de fusión hospitalaria en la ciudad de Tarragona(1464)

The Merging Process of the Hospitals in Tarragona (1464)

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El proceso de fusión hospitalaria en la ciudad de Tarragona (1464)

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por eso, cualquier genealogía hos-pitalaria no puede construirse sin unalógica de longue durée puesto que elembodiment del significado de las ins-tituciones hospitalarias en el Occi-dente europeo, especialmente a nivellocal donde el binomio “ciudad y hos-pital” o si se prefiere el término an-glosajón hospitals and communitiesse relaciona más estrechamente, estáen la quintaesencia de la institución yde su persistencia temporal. de ahí laimportancia de entender las tensionese interrelaciones entre lo local y lo es-tatal, sin cortapisas temporales,puesto que determinadas dialécticashistóricas no pueden trocearse. Sinembargo, muchas investigacionesdeben necesariamente acotarse enperiodos muy breves –como por ejem-plo el presente trabajo– puesto queson aportaciones que juegan un papelfundamental como piezas de un in-menso puzle que poco a poco se vaconstruyendo.

Así pues, abordajes actuales per-miten revisar no solo los significadoseconómicos de los hospitales a lolargo de la historia, sino también susignificado social y cultural y, de estamanera, proponer una economía po-lítica de las instituciones locales deprotección social en cataluña, quizásextrapolable al conjunto de la coronade Aragón8 y del reino de castilla9.

el hecho es que desde la Bajaedad Media el dispositivo de atencióna la enfermedad o al desvalimiento seinscribió, en cataluña, dentro de unmodelo de gobernanza –la cosa pú-blica en términos de eiximenis10– quese tradujo en la creación y el mante-nimiento de instituciones asistencia-les y de obras pías y en elestablecimiento de la conductio11 –lasconductas del común– en muchísi-mos municipios12 desde el siglo XIV,con médicos escolásticos, para garan-tizar su presencia ininterrumpidahasta la creación de los cuerpos demédicos titulares en el XIX13.

La densa red de hospitales localescatalanes, que permaneció casi inal-terable desde la Baja edad mediahasta nuestros días, se enmarca muyprobablemente en la continuidad deuna cultura pactista, muy arraigadaen el principado, en la capacidad po-lítica de los municipios y en la condi-ción de fundaciones de derechoprivado de esos hospitales locales,amparada por la continuidad de usos

del derecho civil de cataluña14, queles permitió orillar los intentos de ex-propiación por parte del estado,véase el ejemplo de las desamortiza-ciones de finales del XVIII y primeramitad del siglo XIX15, argumentandosu condición “privada” en términoslegales16. por consiguiente, el objetodel presente trabajo no es otro que,a partir de un ejemplo local como esel caso del hospital de tarragona17,de sarrollar las bases de un modelo deregir el sistema hospitalario catalánque se convirtió en hegemónico apartir de la baja edad media y quetuvo sus raíces en los diferentes pro-cesos de fusión hospitalaria que sedieron en toda la corona de Aragón alo largo del siglo XV.

Los procesos de fusiónhospitalaria del siglo XV enCataluña: origen de un modelosingular de gobernanza yprotección social

en 1464 el Arzobispo de tarra-gona, pedro de Urrea, hacía pública elacta de fundación del Hospital deSanta tecla de tarragona18. este do-cumento instituía y establecía los ca-

pítulos y ordenanzas que, a partir deese momento, regirían una institu-ción que ha llegado hasta nuestrosdías. Sin embargo, este documentotambién muestra como el controlsobre la institución hospitalaria seconvirtió en imprescindible para per-petuar la estabilidad de un modelopolítico paccionado y a la vez muyfrágil. con el paso del tiempo, estaforma de gobernar y gestionar la cosapública fue asumida por la poblacióncatalana; y el hospital, como garantedel sistema, se fue transformando enun elemento de identidad cultural. esdecir, la incipiente identidad jurídicaforjada a partir del proceso de fusiónhospitalaria del siglo XV se fue con-virtiendo progresivamente en unaidentidad cultural de tipo práctico in-dispensable para el buen gobierno delmunicipio.

consiguientemente, el caso queejemplifica el hospital de tarragona,en particular, y el sistema hospitala-rio catalán, en general, se erige comoun exponente singular de perpetua-ción de un modelo de protección so-cial que ha resistido todo tipo deeventualidades históricas, precisa-mente, por el significado social y porel valor político, además de la funciónasistencial, que asumieron estas ins-

Fig. 1: plano de tarragona, del año 1769, publicado en el libro españa Sagrada (vol. XXIV) delautor enrique Florez, con la ubicación de los diferentes hospitales que tuvo la ciudad tarra-conense hasta 1588.1: Hospital de la Seo (1171-1464). A partir de 1464 se convierte, gracias al acto de fusión hos-pitalaria, en el Hospital de Santa tecla (1464-1588).2: Leprosería y, posteriormente, primer hospital de la ciudad (1214-1396).3: Segundo hospital de la ciudad [Hospital Viejo] (1396-1446).4: tercer hospital de la ciudad [Hospital Nuevo] (1446-1464).

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tituciones a ojos de la población y,también, por la persistencia en eltiempo de un entramado de intereseseconómicos y financieros tejidos entorno el hospital. esta persistenciatambién tiene mucho que ver con sucapacidad camaleónica de adaptaciónfruto, por una parte, de la asunciónpor parte de la comunidad del papelindispensable que las institucioneshospitalarias juegan en el regimientode la cosa pública y, por otro, pro-ducto de un uso particularmente fle-xible de la práctica del derecho civil yprivado como instrumento para ase-gurar la confianza de los ciudadanosen la gestión de las citadas institucio-nes.

A tales efectos, pues, era necesa-ria una lectura diferente del objeto deestudio19 que, ineludiblemente, arti-culara a la institución hospitalariadentro de las relaciones y problemá-ticas propias de la trama urbana para,de este modo, interpretarla como uninstrumento necesario para el buengobierno de la ciudad gracias a la con-vicción de que fundaciones de la mag-nitud y con los significados delhospital eran un buen punto de par-tida para ejercer una influencia sim-bólica y legitimadora en la sociedad.

por ende, la opción metodológicaescogida para este trabajo surgió de lacombinación entre una perspectivapolítica y un enfoque crítico culturalcon el fin de poder analizar los signi-ficados sociales, económicos, políti-cos y jurídicos de las institucioneshospitalarias en el contexto de lo pú-blico y lo local en el Occidente cris-tiano y, de este modo, poner derelieve su capacidad para producir undiscurso cultural y jurídico. culturaly jurídico, ya que la persistencia delos hospitales implica la asunción,por parte de los diferentes actores so-ciales, de las normas jurídicas, escri-tas o consuetudinarias, que regulan laresponsabilidad civil, y penal en cier-tas ocasiones, en relación con el cui-dado de personas en situación devulnerabilidad y que se sitúan entrelos grupos primarios, como la familiaen general, y la cosa pública a escalalocal; un espacio situado más allá dela moral religiosa o de la filantropía.

en definitiva, el presente trabajoexplicita los diferentes niveles detoma de conciencia, tanto de los ad-ministradores como de los adminis-trados, de un proceso de producción

de una cultura de la responsabilidadligada a aquel que necesitaba ayuda yque va mucho más allá de las etique-tas de pobre o de extraño para eri-girse, ciertamente, en una pieza fun-damental de la identidad de la cosapública local, incluso antes que el es-tado, durante el siglo XX, lo universa-lizara como un derecho ciudadano.Solamente con la argumentación deesta conjetura se puede visibilizar elverdadero significado del hospitalpara los municipios catalanes y, tam-bién, se puede explicar la resistenciade éstos, ya en el período contempo-ráneo, a renunciar o bien despren-derse del dispositivo asistencial ante,por ejemplo, la aplicación de políticascentralizadoras por parte del mismoestado.

El proceso de fusión hospitalariaen Tarragona: rasgos ysingularidades de la fundacióndel Hospital de Santa Tecla

el proceso de fusión o reducciónde hospitales tuvo lugar en varias ciu-dades de la corona de Aragón, du-rante el siglo XV y principios del XVI.La unificación hospitalaria se convir-tió, no solamente en tarragona, enuna estrategia política para hacerfrente al problema asistencial exis-tente en el periodo acotado y quejunto con el deterioro progresivo delas rentas de las pequeñas institucio-nes, que conformaban la red asisten-cial de las ciudades, acentuó y agravóuna realidad evidente y generalizadaen todo el contexto europeo. La fina-lidad última de estas fusiones fue bus-car la máxima eficacia y eficiencia delsistema asistencial, a través de la cre-ación de un gran hospital que, a nivelteórico, aglutinaría los patrimoniosde sus precursores y reduciría los gas-tos de carácter ordinario. Así relata elproceso de fundación del HospitalGeneral de la Santa creu, Josepdanon:

«es fácil prever la deficiencia asis-tencial en la Barcelona de finalesdel siglo XIV. desde hacía tiempo,eran fuertes los corrientes de opi-nión ciudadana demostrando lanecesidad de hacer desapareceraquellas inoperantes reliquias deotras épocas [hay que recordarque por esos tiempos Barcelona

contaba con un máximo de 6 pe-queños hospitales] y de adaptar-las a las necesidades de la nuevaciudad, creciendo más allá de lasRamblas. Muchas debieron ser lasreuniones acaecidas entre los po-deres civil y eclesiástico, pero ladefinitiva tuvo lugar el 1 de fe-brero de 1401 en la casa del con-sejo de ciento, dónde fueronexpuestas las desfavorables cir-cunstancias en qué se hallaban losdiferentes hospitales, principal-mente en el aspecto económico yen el asistencial. Intentando deestablecer un nuevo orden decosas, se optó por la construcciónde un gran hospital bien dotadoeconómicamente, fusionando losexistentes, (...) reduciendo gastosy aumentando el patrimonio».20

Sin embargo, el proceso que se co-noce con el nombre de reducción o fu-sión hospitalaria, a pesar de ser unadinámica común en diferentes territo-rios del occidente cristiano, tuvo unassingularidades y particularidades dife-rentes en cada lugar y estas especifici-dades tuvieron mucho que ver con lapolítica municipal de la localidad. Y esen este punto donde un aspecto queparece, a primera vista, poco impor-tante adquiere una relevancia crucial:estoy haciendo referencia a la perte-nencia jurisdiccional de cada territo-rio. por ejemplo, no se puedenestablecer paralelismos diáfanos entreel proceso de reducción de hospitalesocurrido en Valencia21 con lo sucedidoen tarragona aunque, de facto, des-embocan en un mismo resultado.Mientras que en Valencia la red hospi-talaria era, básicamente, de carácterlaico y los pequeños hospitales depen-dientes de instituciones religiosas, du-rante el siglo XV, casi marginales; entarragona la autoridad eclesiásticatenía mucha centralidad en la vida po-lítica del territorio y, en cuanto al ám-bito asistencial, gestionaba de formadirecta uno de los dos hospitales, y elmás importante, de la ciudad.

en consecuencia, la realidad his-tórica del caso tarraconense que acontinuación se presenta debe ser in-terpretada como un evento local que,obviamente, se inserta en procesos ycoyunturas más generales pero que,sin embargo, ayuda a ilustrar dosproblemas que, en mi modesta opi-nión, parecen centrales: el primero,el proceso de institucionalización de

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El proceso de fusión hospitalaria en la ciudad de Tarragona (1464)

la atención sanitaria y social en la so-ciedad catalana; y, el segundo, las ca-racterísticas de este proceso fueradel ámbito estrictamente barcelo-nés22, en ciudades intermedias comola propia tarragona, Valls23, cer-vera24, Reus25, etc.

Si nos ceñimos a la hipótesis másextendida entre medievalistas, histo-riadores de la medicina y otros inves-tigadores dedicados a estos ámbitosde conocimiento, las razones que de -sataron el proceso de fusión hospita-laria que tuvo lugar en tarragona nodifirieron, a grandes rasgos, de lasmotivaciones que iniciaron procesosanálogos en otras ciudades de la co-rona de Aragón:

«en el siglo XV aparecieron, en lasgrandes ciudades de cataluña,procesos de confluencia de pe-queños hospitales, de fundacióndigamos privadas, que habían per-dido eficacia y también eficienciasocial. Se produjo una especie dereestructuración del sector me-diante la creación de un centromás grande y más actualizado.Son casos prototípicos en cata-luña, el Hospital de la Santa cruzde Barcelona (1401) y el de SantaMaría de Lleida (1453)».26

O sea, en un primer análisis de losdocumentos existentes, la fusión ocu-rrida en la ciudad tarraconense a fi-nales del 1464 tuvo como principalesmotivos, en primer lugar, las nefastascondiciones en que se encontrabanlos dos hospitales existentes en ta-rragona, el de la Seo y el de la ciudad,y, en segundo lugar, los deficientesservicios que estos dispositivos asis-tenciales ofrecían a la población. dehecho, basta con dar un vistazo al se-gundo párrafo del acta de unión dedicho proceso de fusión para corro-borar este extremo:

«en la ciudad de tarragona exis-ten dos hospitales, uno es el Hos-pital de la Seo, el otro el HospitalNuevo, que no son suficientespara las necesidades de los pobresque concurren, por falta de asis-tencia hospitalaria, de forma quelos dos están mal atendidos. Nospedro [de Urrea] (...) he decidido(...) unir los dos Hospitales enuno».27

consiguientemente, vistas estaspremisas iniciales, es sencillo y lógicollegar a la conclusión de que se hizo

necesario y pertinente la búsqueda deuna estrategia para intentar mejorarel statu quo asistencial del municipio,y que esta determinación comportó,al igual que en otros procesos simila-res de todo el reino, la optimizaciónde los recursos existentes y la reduc-ción de gastos desembocando, todaesta sucesión de hechos, en la crea-ción de un único hospital para tarra-gona: el de Santa tecla. esta,también, es la hipótesis sostenida porlos autores José M ª Miquel parelladay José Sánchez Real en uno de los li-bros de referencia para la historiaasistencial de carácter local tarraco-nense titulado «Los hospitales de ta-rragona», cuando dicen:

«Los destrozos sufridos por elHospital Nuevo de la ciudad en1462 y la marcha irregular de losdos Hospitales hasta entoncesexistentes, aconsejaron unir losservicios, para lo cual la ciudad sepuso en contacto con el cabildode la catedral, y juntos suplicaronal arzobispo pedro de Urrea quehiciese lo necesario para que sellevara a efecto la citada unióndando el decreto oportuno y po-niéndola bajo su protección. (…)en vista de la súplica, el patriarcapedro de Urrea, ordenó refundirlos dos Hospitales en uno, supri-miendo el Nuevo y haciendotransferencia de todos los enseresdel Nuevo [el de la ciudad] al dela Seo, dándole al recién fundadoel nombre de Hospital de Santatecla, y dictando unas ordenacio-nes que formuló en escritura pú-blica el 15 de diciembre de1464».28

A bote pronto, pues, los primerosindicios sugieren pensar que al igualque los casos paradigmáticos deLleida y Barcelona, en tarragona, elproceso de fusión hospitalaria tam-bién fue marcado por el deterioroprogresivo de los hospitales existen-tes29 y la necesidad de crear un dis-positivo más eficaz y adecuado a lasnecesidades del momento. en el ci-tado libro incluso se apunta otro mo-tivo que vendría a complementar estahipótesis y que gira en torno a la fi-nanciación de la nueva instituciónhospitalaria surgida de la fusión:

«el sostenimiento del Hospital seasegura con las cincuenta librasanuales separadas de la limosnade Santa tecla, con lo recogido en

el bacín que libremente podía pa-sarse, por los bienes de los doshospitales anteriores, y por los le-gados que debían hacerse entodos los testamentos de algunaimportancia. esta última disposi-ción no deja de ser una medidaextraordinaria y una imposicióninconveniente desde un punto devista actual, pero si nos situamosen la época en que se impone secomprenderá fácilmente su al-cance. era apremiante la asisten-cia de los enfermos y escasas lasaportaciones; había que sanar atoda costa los cuerpos para salvarlas almas. Justo era pues exigir alque pronto iba a dejar la vida quereavivara su caridad y socorrieraal que continuaba padeciendo».30

en consecuencia, el proceso deconfluencia hospitalaria no consisti-ría, tan sólo, en buscar la eficienciadel sistema a través de la reorganiza-ción de los recursos existentes sino,también, en la búsqueda y consolida-ción de nuevas vías de financiaciónde la acción social y asistencial ape-lando a la noción de caridad insertadacomo la piedra angular del discursoreligioso que impregnaba la totalidadde la sociedad de la época. esta úl-tima premisa, interpretada desde estaperspectiva, vendría a reforzar la hi-pótesis consistente en afirmar que elpésimo estado de los hospitales exis-tentes en tarragona a la mitad delsiglo XV, las escasas rentas que lossostenían y la incapacidad de estosdispositivos, en definitiva, para hacerfrente a los nuevos retos que la socie-dad del momento requería, fueron losfactores principales que ocasionaronla adopción de la medida descrita.

Sin embargo, quedarse en estenivel de análisis implica observar, so-lamente, la punta del iceberg y, pordesgracia, dejar de profundizar en elfondo de la cuestión. Si el proceso defusión hospitalaria fue solamente unhecho meramente de optimización derecursos, de búsqueda de eficiencia,de readaptación de la estructura asis-tencial a las necesidades de la épocay/o de consolidación de la financia-ción de la acción social a través denuevas vías impositivas, ¿por qué elcabildo de la catedral y el consejo dela ciudad renunciaron a los derechosy al control directo que hasta enton-ces tenían sobre los respectivos hos-pitales? ¿por qué dichos órganos de

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gobierno recurrieron a una fórmulajurídica, la de la fundación, que tras-pasaba todos los asuntos de gestión,administración, control y gobiernodel hospital a unos terceros, llamadosadministradores? es más, si el actode donar “algo” al hospital respondíaa la concepción cristiana de caridad,es decir a una obligación de tipomoral, ¿por qué razón se plantea laconveniencia en las ordenanzas delacta de unión de hacer testamento afavor del hospital y, en caso de no re-conocer o no legar nada al Hospital,tener que pagar un estipendio, comouna forma obligatoria de caridad?

Las respuestas a estas preguntasno se pueden encontrar en la hipóte-sis y premisas hasta ahora expuestas.ciertamente, estos ítems deben con-siderarse como factores tangibles deuna realidad histórica que explicanparte del proceso pero que, también,presentan ciertas carencias a fin decomprender e interpretar la globali-dad del mismo y que en ningún casodeben considerarse como los únicosmotivos que jugaron un papel claveen la toma de decisiones que com-portó esta reordenación asistencial:

«Las fusiones fueron la respuestaa un declive inevitable de las pe-queñas instituciones de barrio y asu inadaptación a una sociedad,cada vez más compleja, que exigíainstituciones más grandes y conmayor capacidad de recaudación,y en la que los poderes municipa-les comenzaban a hacer algo másque controlar simplemente los pa-tronatos de las fundaciones».31

Llegados a este punto, se hace ne-cesario transcribir la tercera, cuartay quinta ordenanza del acta de fun-dación del hospital de Santa tecla,hecha pública el 15 de diciembre de1464, para poder avanzar en la diser-tación del presente apartado:

«3) Ítem: Ordenamos y establece-mos, a súplica de la ciudad, quetodos los que hagan testamento uordenación, así eclesiásticos, reli-giosos o no religiosos, sean teni-dos en reconocer o hacer legadosen dicho testamento u ordenacióna favor de dicho hospital a volun-tad del testador y que el notarioque reciba el testamento tenga laobligación de recordar a dicho tes-tador, bajo pena de excomunión,lo proferido en estos escritos con-

tra el notario que no cumpla nues-tros mandatos. Y si el testador oordenador eclesiástico o seglar noquisiera reconocer o hacer el le-gado en el hospital, o moría intes-tado y dejara en valores queimportaran la cantidad de más decien libras barcelonesas, pudieraser pedido de sus bienes 5 suel-dos; si tiene más de cincuenta li-bras, que puedan ser pedidos desus bienes, dos sueldos; sí soloscincuenta libras o menos, doce di-neros; salvando, sin embargo, alos administradores, de pedirmenos dinero, si les parece bien,con respecto a los dos últimos».

«Ítem: como el aumento y con-servación de los asuntos de piedaddepende de la buena administra-ción, establecemos y ordenamosque dicho hospital sea regido pordos administradores, un eclesiás-tico elegido por el cabildo y elotro seglar y ciudadano elegidopor el consejo de la ciudad; queestos dos administradores debe-rán desarrollar el cargo por el tér-mino de dos años, pasados loscuales deben ser renovados y denuevo elegidos en la forma antesindicada, como asimismo en loque respecta a los vocales, vi-niendo obligados a rendir cuentasante Nuestro o de aquél o aquellosque Nos disponemos a Nuestrossucesores y hacer definición deaquéllas, y en caso de sobrevenirque para dichas elecciones de di-chos administradores o vocales, oalguno de ellos, se promovieracompetencia o cuestión en el ca-bildo o consejo, en este caso Noso Nuestro sucesor puede hacer laelección de aquella condición quehaya sido objeto del empate ocuestión en el cabildo o consejode tal concejal o concejales, con-sejero o consejeros, o aquellospara Nos elegidos que tenga dichopoder. Asimismo ordenamos quedicha elección debe hacerse diezdías antes de terminar los dosaños, y si por descuido u omisiónno fuera hecho por el cabildo oconsejo de la ciudad, en este casopodamos elegir según queda ex-presado».

«Ítem: Queremos, ordenamos ypoder damos que dichos adminis-tradores tengan facultad paraponer dependientes en el referido

hospital, así como despedirlos yseñalar sueldos, hacer compras yventas en beneficio de dicho hos-pital con anuencia de los referidosvocales o consejeros. Que los ad-ministradores, para estos trabajos,tendrán asignación competente,señalada por Nos, de más omenos, según el trabajo que hu-bieran tenido».32

el acta de fundación del Hospitalde Santa tecla de tarragona estáconstituida por ocho ordenanzas o ca-pítulos, que conforman la parte cen-tral y estatutaria del acta de fusión.Son las tres ordenanzas transcritas lasque, en mi opinión, contienen las pis-tas esenciales para responder a laspreguntas que, con anterioridad, hanquedado sin contestación y, de estemodo, empezar a visibilizar las moti-vaciones implícitas de todo el procesoy que conforman la base del sistemafundacional catalán de acción socialque ha persistido hasta nuestros días.

empecemos, pues, por dar res-puesta a la primera pregunta: ¿porqué el cabildo de la catedral y el con-sejo de la ciudad renunciaron a los de-rechos y al control que hasta entoncestenían sobre los respectivos hospita-les? Visto el delicado estado de la ha-cienda municipal33, durante todo elsiglo XV, fruto del endeudamientocensal y verificadas las funestas con-diciones que reunían los hospitalespreexistentes, se podría pensar que larespuesta más obvia a esta cuestiónconsistió en una intencionalidad, porparte de los gobernantes, de privatizarla administración hospitalaria y, deesta manera, librarse del gasto públicoque suponía mantener en funciona-miento el hospital y, de paso, aho-rrarse de contribuir a las costosasreformas estructurales que requeríanlos edificios citados. por lo tanto, elproceso de fusión podría ser visto,desde esta perspectiva, como un actode privatización del dispositivo hospi-talario ante la imposibilidad de los po-deres públicos para hacer frente a susostenimiento. Sin embargo, si anali-zamos la documentación disponible,no parece que esta respuesta sea plau-sible. de hecho, existen un par de an-tecedentes de caso que refutan estaposibilidad. A principios del siglo XV,el hospital viejo de la ciudad estaba enun estado paupérrimo. tales eran susdeficiencias y su inoperancia que, en1401, los hermanos José y Francisco

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Sabater hicieron una propuesta alconsejo de la ciudad consistente enproyectar un plan de mejoras deledificio y hacerse cargo de su admi-nistración, siempre y cuando el mu-nicipio renunciara a estaprerrogativa y los dejara vía librepara desarrollar dicha tarea en totallibertad. en el consejo celebrado el18 de agosto, del mismo año, sepuede entrever la buena disposiciónde los poderes de la ciudad por dejarla administración en manos de loshermanos Sabater, siempre y cuandoel hospital continuara manteniendoel nombre de “Hospital de la Ciu-dad” con las implicaciones tácitasque este hecho conllevaba:

«el honrado consejo, guardandola mejor de las intenciones y que-riendo satisfacer a su devoción,encomendó a los honrados cón-sules que tratasen el tema con losdichos Jaime y Francisco Sabater,o con uno de ellos, placiendo alconsejo y queriendo que los di-chos Jaime y Francisco lleven laadministración del Hospital, siem-pre que el Hospital retenga elnombre de Hospital de la ciudad yque sobre esto los honrados cón-sules hagan con ellos todas lasgestiones que crean sean oportu-nas».34

este traspaso de la administracióndel hospital, a manos privadas, nuncase llegó a materializar, al menossegún la documentación disponible,ya que las obras que los hermanos Sa-bater tenían previstas ejecutar paramejorar el edificio las financió, final-mente, la misma ciudad y por estemotivo figuran en las cuentas del cla-vari35 lo que indica, sin lugar a dudas,que el municipio continuó hacién-dose cargo del hospital.36

Más significativo es todavía el se-gundo antecedente de caso. tras unaserie de intentos fallidos37, se supri-mió el hospital viejo de la ciudad. Laidea consistía en vender el edificioque albergaba dicho hospital y con eldinero obtenido invertirlo en la me-jora de las condiciones asistencialesdel hospital de la Seo. Fue el 13 deseptiembre de 1431 cuando, definiti-vamente, se vendió la casa que habíasido destinada a cumplir las funcio-nes de hospital de la ciudad, aunqueun par de años antes ya se había efec-tuado el traspaso de los utensilios y,por lo tanto, el edificio se encontraba

en completo desuso. Las diferentestrabas que sufrió este proceso ejem-plifican las dificultades que conlle-vaba tomar una decisión, desde unpunto de vista político, incómoda ycon no pocos inconvenientes. detodas formas, la supresión del Hospi-tal de la ciudad, al no ser bien vistapor parte de la población38, no ter-minó produciéndose. Sólo de estamanera se explica que tres años mástarde se recogiera el sentir de la ciu-dadanía en un fragmento de acta delconsejo de la ciudad:

«el hecho es que el 12 de mayo de1434 se habló en el consejo del

deseo de muchos ciudadanos deestablecer un nuevo Hospital [apartir de entonces llamado Hospi-tal Nuevo de la ciudad]. posible-mente el Hospital de la Seocontinuaba en la misma formaque hasta entonces había estado ylos habitantes de tarragona pen-sarían que aunque malo era mejorel de la ciudad sobre cuyo estadoy régimen podía intervenirse, cosaque no podía hacerse con el de laSeo al ser de titularidad eclesiás-tica».39

en síntesis, estos casos que pre-ceden al proceso de fusión de 1464

Fig. 2: Fachada del Hospital de la Seo y, posteriormente, Hospital de Santa tecla justo des-pués de ser restaurada en 1990. con la fundación, en 1464, del Hospital de Santa tecla ésteedificio albergó a sus enfermos hasta que, en 1588, se inauguró un nuevo edificio hospitala-rio en el emplazamiento que actualmente ocupa dicho hospital.

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nos muestran cómo los gobernantesde tarragona ya habían intentado,por lo menos un par de veces, des-atarse del yugo que suponía para lasfinanzas municipales sostener yhacer funcionar de manera adecuadala institución hospitalaria. Sin em-bargo, el único hecho cierto era que,a pesar de la delicada situación eco-nómica de las finanzas públicas, lapoblación no veía de recibo las op-ciones de privatizar o suprimir el hos-pital y, en consecuencia, en el primercaso, perder el control sobre la ges-tión y administración de la institu-ción asistencial o, directamente, en elsegundo supuesto, quedarse sin la es-tructura de asistencia a la que even-tualmente recurrir en caso deenfermedad o crisis sanitaria.

dicho esto, la respuesta a la cues-tión que dice, ¿por qué el consejo dela ciudad, incluso el cabildo de la ca-tedral, renunciaron a los derechos yal control que hasta entonces teníansobre los respectivos hospitales?, nopuede ser planteada, por todos losítems expuestos, en términos de sim-ple reducción de los gastos públicosmediante la enajenación del disposi-tivo hospitalario y todo lo que va li-gado a éste. de hecho, no es posiblecontestar a la anterior pregunta sinresponder, a la vez, a la siguiente:¿por qué los mencionados órganos degobierno recurrieron a una fórmulajurídica, la de la fundación, que tras-pasaba todos los asuntos de gestión,administración, control y gobiernodel hospital a unos terceros, dichosadministradores? La respuesta con-junta a ambas preguntas contiene laclave para explicar, en su totalidad, elproceso de fusión al que se vio abo-cado el sistema asistencial tarraco-nense de la segunda mitad del sigloXV, como un ejemplo paradigmáticoa fin de mostrar cómo el significadode la institución hospitalaria para elconjunto de la población de la épocaiba más allá, sin lugar a dudas, de laasunción del hospital como un simplelugar físico donde se dispensan servi-cios de tipo asistencial y/o de protec-ción social.

de igual manera, en 1465, conflu-yeron en tarragona dos procesos sig-nificativos que, sumados a lasituación de conflicto bélico que vivíael principado a raíz de la guerra civilcatalana, desencadenaron notablescambios en la ciudad40. por un lado,

el 1 de enero de dicho año, nacía elHospital de Santa tecla fruto de la en-trada en vigor de la fusión hospitala-ria anunciada, quince días antes, através de la respectiva acta fundacio-nal y, por el otro, durante el mismoaño la ciudad se veía obligada a acor-dar con los acreedores una serie demedidas que, en la práctica, implica-ban la incautación de la haciendalocal tarraconense. No creo que lacoincidencia de estos dos eventos seaun hecho casual sino que, en mi opi-nión, deben ser analizados como doscaras de la misma moneda. La hipó-tesis sostenida41, que daría respuestaa las preguntas planteadas, radica enla posibilidad de que la fusión hospi-talaria, y toda la concatenación dehechos que esta decisión comportó,se viera precipitada por la inminentequiebra de las arcas públicas del mu-nicipio.

Vayamos paso a paso. durante elsiglo XV fueron frecuentes las manio-bras para evitar los embargos encuestiones referentes a la deuda cen-sal42. tarragona, al igual que muchasotras ciudades de la corona, habíahecho lo imposible para intentar re-

ducir la deuda, ponerla bajo control yevitar que le decomisaran las arcasmunicipales. de hecho, la espiral deendeudamiento en la que había en-trado la ciudad no era una novedadya que, por ejemplo, a finales del sigloXIV el municipio ya presentaba altosgrados de déficit económico y estehecho iba en aumento cada año. porconsiguiente, no es descabellado pen-sar que los gobernantes tarraconen-ses de la época pudieran intuir que,tarde o temprano, la bancarrota delmunicipio sería un hecho y que la im-posibilidad de pagar las pensiones su-pondría que los acreedores, la mayorparte de ellos foráneos, tomaran me-didas drásticas para intentar recupe-rar su dinero.

Finalmente, el peor de estos pre-sagios se hizo realidad en el año 1465y es ante este infausto panorama que,semanas antes de la incautación, lasélites de la ciudad tomaron una deci-sión crucial para el devenir del sis-tema hospitalario local. es en estecontexto donde la estrategia de lafundación hospitalaria muestra susverdaderas motivaciones y permiteresponder a todas las cuestiones plan-teadas. Así, pues, la confiscación dela hacienda local pública tarraco-nense acarreaba que todos los ingre-sos que generara la ciudad pasaran,de facto, por el filtro de los acreedoresy que, en consecuencia, la mayorparte de este dinero se empleara parapagar las pensiones de éstos en lugarde invertirlos en las necesidades de laciudad. pero todavía existía un su-puesto más temible: en caso de ser in-suficientes los ingresos para hacerfrente a las deudas, la incautación po-dría afectar, también, a los bienespropios de la ciudad y esta última po-sibilidad afectaba de lleno a los dere-chos y patrimonio que el municipiotenía sobre el Hospital Nuevo de laciudad. Lo mismo se podía decirsobre la situación del Arzobispo y elcabildo de la catedral de tarragona,cuyas rentas también estaban en si-tuación precaria y bajo la lupa de losrespectivos acreedores.

en resumen, la confiscación de lahacienda local y por extensión detodo aquello que pudiera ser de titu-laridad pública, sumado a la situaciónparalela que vivían los poderes ecle-siásticos de la ciudad, conllevaba aefectos prácticos la pérdida del con-trol sobre la gestión y administración

Fig. 3: Aspecto actual de la fachada del Hos-pital de la Seo y, posteriormente a partir de1464, Hospital de Santa tecla. desde el 23de marzo de 1991, éste edificio alberga lasede del consell comarcal del tarragonès.(Foto: Neus Sánchez pié, 2014).

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del dispositivo hospitalario de la ciu-dad. tal hecho era inadmisible porparte de los gobernantes tarraconen-ses, esencialmente, por dos motivos.en primer lugar, como se ha expuestoen la casuística precedente, a ojos dela población no era bien vista la su-presión o la pérdida de control sobreel hospital ya que esta institución noera percibida, tan sólo, como un ser-vicio asistencial donde acudir en casode enfermedad o situaciones de cri-sis, sino que era, también, un instru-mento que utilizaban las élites localespara legitimarse en el poder ante susconciudadanos.

pero aún había otra razón, demayor peso, que hacía inaceptable laidea de que el dispositivo hospitalariocayera en manos foráneas. es ciertoque los hospitales eran una fuente delegitimación pero, además, represen-taban el símbolo más notable de unmodelo de acumulación patrimonialmuy arraigado en la sociedad catalanay, también, tarraconense del mo-mento. Y es justo en este punto donde,por fin, topamos con la piedra angularde este estudio. en el fondo, el sistemade financiación de la acción socialvenía a ser, básicamente, una forma delegítima por la que el ciudadano estabamoralmente obligado a dejar algo enpro de su comunidad. por ejemplo, sinir más lejos, el primer hospital de titu-laridad municipal fue instituido en1370 por el presbítero de la Seo, pedrocarabasser43, gracias a los bienes quedejó para tal fin. O, por citar otroejemplo local, el mismo Hospital de laSeo pudo ser construido, en 1171, apartir del legado de cien maravedíesque dejó, con las citadas intenciones,el arzobispo Hug de cervelló en su tes-tamento44. por consiguiente, los exce-dentes de los legados conformabanuna parte muy importante de los in-gresos que ayudaban a financiar la ac-ción social y este hecho implicabaque, poco a poco, el hospital fueseacumulando todo tipo de bienes patri-moniales45. de este modo, «la estruc-tura financiera del hospital articulaprofundamente la institución con lacomunidad local y, [en consecuenciaeste hecho], ayuda a entender su vin-culación a una cultura política civilmuy arraigada, que ayuda a la cons-trucción de la identidad de locomún»46. explicitada esta interrela-ción entre el hospital y la comunidadlocal, que es el núcleo duro de la fi-

nanciación de la acción social, para losgobernantes tarraconenses, civiles yeclesiásticos, era urgente encontraruna solución al callejón sin salida quesuponía la quiebra de la hacienda mu-nicipal:

«La mayor capacidad financiera yel mayor poder institucional delos hospitales unificados revelauna mucho mejor articulación delhospital en la política y la econo-mía locales, que la que tenían lospequeños hospitales medievalesprivados. el hospital unificado,controlado directa o indirecta-mente por las autoridades locales,tiene como funciones cobijar losciudadanos en dificultades, resol-ver el problema de la gestión delvagabundo que transita y de losheridos, atender a los enfermos,hacer frente a las situaciones decrisis sanitaria y actuar como ins-titución de crédito».47

La confiscación de las arcas pú-blicas, pues, implicaba un punto deinflexión muy doloroso para la ciu-dad y, por este motivo, las élites lo-cales no podían permitir, además,que el control del hospital y de su pa-trimonio pasara a manos foráneaspor los siguientes motivos: en primerlugar, por un tema de legitimaciónpolítica ante la población; en se-gundo lugar, porque la voluntad delos muertos es una premisa inmuta-ble e invariable y, en este sentido, lasdonaciones aportadas al hospital, alser de titularidad pública, fueron he-chas para el bien y disfrute de la co-munidad y no para fines lucrativos;y, en tercer lugar, porque si a raíz delasunto adyacente no se garantizabala inviolabilidad del patrimonio con-cerniente al hospital, se torpedeabala misma línea de flotación del sis-tema de protección social.

A saber, había que asegurar, pormedio de algún método, que los lega-dos testamentarios hechos para elbienestar y reproducción de la comu-nidad, a través del hospital, conti-nuarían siendo usados con lasfinalidades expresadas en las últimasvoluntades los testadores, por muycrítica y angustiosa que fuera la si-tuación económica del municipio.Sólo de esta manera, los gobernantespodrían continuar apelando al con-junto de sus conciudadanos, y con ve-hemencia a las élites y clasesacomodadas, que prosiguieran perpe-

tuando el sistema de protección so-cial vigente a través de los legadostestamentarios. Aplicando esta lógicase puede vislumbrar el por qué de laproblemática expuesta. La soluciónresidió en la adopción y adaptaciónde un concepto jurídico, el de la fun-dación48, mediante el cual se creó unaentidad nueva, con recursos propiose independiente de todas las corpora-ciones de la ciudad aunque, indirec-tamente, los poderes localescontinuaban teniendo un relativocontrol gracias a que los administra-dores de la flamante institución nodejarían de ser ciudadanos, laicos oreligiosos, escogidos por el propio ca-bildo catedralicio y el consejo de laciudad.

La fórmula empleada, pues, reu-nía todos los condicionantes necesa-rios para dar respuesta a los retos queimplicaba la insólita situación que laciudad debería afrontar inminente-mente. Respondiendo, pues, a las pre-guntas que teníamos pendientes, porun lado, la renuncia al control directode los poderes de la ciudad sobre elhospital era, a fin de cuentas, una es-trategia defensiva o de blindaje paraesquivar las nefastas consecuenciasque podría tener, hacia el sistema deacción y protección social, un másque probable embargo de la hacienday de los bienes municipales, comoacabó sucediendo finalmente. porotra parte, el mecanismo empleadogarantía la impermeabilidad del sis-tema, no tolerando injerencias exter-nas de ningún tipo, y este hechopermitía que los ciudadanos pudieranproseguir haciendo donaciones, aun-que fuera de forma moralmente obli-gada, con la tranquilidad que estepatrimonio repercutiría, inequívoca-mente, en el hospital y, por exten-sión, en el conjunto de la población.

Finalmente, con todos los ele-mentos sobre la mesa, se puede darrespuesta a la tercera y última pre-gunta que decía, ¿por qué razón seplantea la conveniencia en las orde-nanzas del acta de unión de hacertestamento a favor del hospital y, encaso de no reconocer o no legar nadaal Hospital, tener que pagar un esti-pendio, como una forma obligatoriade caridad? en un momento de ex-trema excepcionalidad, donde el mu-nicipio se quedaría sin recursospropios para poder hacer frente a losgastos más esenciales, la única ma-

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mayor parte de los recursos de ta-rragona y su término no revertían di-recta o indirectamente sobre elterritorio. el problema principal, enmi opinión, era la crisis de confianzaque este hecho produjo en la socie-dad civil de la época. es muy proba-ble que las oligarquías urbanaslocales ya no fueran percibidas porla población en general, ni por ellasmismas, como aquellas poderosasclases dirigentes que, por un lado,durante mucho tiempo se enrique-cieron a cambio de abrumar lamayor parte de los excedentes rura-les, lo que provocaba situaciones depobreza y miseria, pero que almenos, en contrapartida, invertíanuna parte de sus ganancias en la fun-dación y sostenimiento de obras decaridad, causas propias u hospitales,ya sea por cuestiones morales (filan-trópicas o caritativas), religiosas(salvación del alma), de ciudadanía(responsabilidad hacia la comuni-dad) o de legitimación política (man-tenimiento en el poder).

La realidad política había cam-biado y, a mediados del siglo XV, losgobernantes y los miembros más in-fluyentes de tarragona se veían sub-ordinados a los designios de losacreedores barceloneses. este hechoera catastrófico para un modelo de fi-nanciación de la acción social basadoen una lógica de lealtades y donde laconfianza en la inviolabilidad y cus-todia del patrimonio acumulado sedemostraba como el factor principalpara la perpetuación del sistema dedonaciones y legados que en buenaparte sostenía el hospital.

era preciso, pues, idear una nuevaestructura que asegurara la confianzaen el sistema y que fuera suficiente-mente flexible para esquivar los ava-tares de la política y, a la vez, losuficientemente estable para mante-ner en vigencia el contrato moral delos ciudadanos con su ciudad por loque se refiere a la conservación deldispositivo asistencial. La soluciónadoptada, quizás siguiendo el ejemplode la fundación del Hospital de laSanta cruz de Barcelona en 1401, fuedotar a la nueva entidad hospitalariade dos administradores, nombradosuno por el cabildo de la catedral y elotro por el consejo de la ciudad, loscuales estarían asesorados por dosconsejeros o vocales, también, nom-brados de la misma manera. el reflejo

más palpable de esta nueva fórmulade administración, la que fusiona enuna misma estructura de gestión losdos poderes de la ciudad, eclesiásticoy civil, se puede observar a partir dela configuración del escudo del Hos-pital de Santa tecla49. dicho símbolocombina la característica tau roja delcabildo de la catedral50 y las ondasamarillas y rojas propias del escudoque identifica a la ciudad de tarra-gona. de esta manera, los cuatro car-gos tendrían una duración de dosaños51 y al final de cada mandato loscitados gestores deberían rendircuentas de su administración al fun-dador del hospital, en este caso el ar-zobispo o a sus representantes dentrode la Mitra:

«Una particularidad que ofrece elnuevo Hospital, en cuanto a su go-bierno, es la del nombramiento deadministradores y el carácter desus funciones administrativas. enlos anteriores hospitales, sus ad-ministradores dependían directa oindirectamente de sus respectivascorporaciones. don pedro deUrrea establece que el nuevo Hos-pital sea regido por dos adminis-tradores a los que se dan todos lospoderes para una buena adminis-tración, y se les proporciona elconsejo de dos consejeros elegidostambién por las respectivas cor-poraciones: la ciudad y el ca-bildo. este es el único derechoque les queda al cabildo y ciudadsobre el Hospital: el de la eleccióny nombramiento de los adminis-tradores y consejeros, que porotra parte no representan ya a lacorporación respectiva».52

este es el rasgo diferencial de lanueva estructura directiva: la gran au-tonomía y, a priori, la independenciade los administradores respecto de lospoderes políticos que los nombran.

Antes de describir las ventajas ydesventajas de todo el modelo se haceindispensable profundizar y escudri-ñar en las características particularesde la nueva estructura de administra-ción y gestión de la institución. en laordenación nº 4 del acta de funda-ción del Hospital de santa tecla po-demos encontrar todo lo referente ala configuración estructural delnuevo establecimiento. en un princi-pio se tenía que diferenciar entre lafigura del administrador, cargo ocu-pado por ciudadanos que no prove-

nera de financiar el dispositivo de ac-ción social era haciendo uso de me-didas, también, inusitadas como, porejemplo, capacitando a los adminis-tradores para poder pasar el cepilloen todo momento u obligando a todohabitante de tarragona con cantida-des de cierta importancia, ya fueraeclesiástico, hombre de paraje o ciu-dadano a secas, a legar en pro delhospital de una parte proporcional desu patrimonio. de esta manera, sepueden comprender las tres ordenan-zas más importantes del acta de fun-dación del Hospital de Santa tecla y,en especial, la tercera donde la fuerzamoral que los gobernantes de la ciu-dad exhiben, con el arzobispo comocabeza visible, en el momento de es-tatuir la medida recaudatoria sobrelos testamentos, sólo puede ser en-tendida desde la autonomía de lanueva entidad jurídica y desde elblindaje respecto de cualquier poderforáneo o injerencia externa.

La adaptación del modelo a las necesidades de la ciudad:ventajas e inconvenientes de lanueva estructura

¿cuáles son las claves del éxitodel modelo surgido a partir del pro-ceso de fusión hospitalaria, a finalesdel Medievo, y cuyo espíritu ha per-sistido hasta nuestros días? Si-guiendo la hipótesis planteada, lacrítica situación que vivía tarragonael 1465, al igual que muchas ciuda-des de igual o menor tamaño delreino, requería de estrategias y deci-siones insólitas por parte de las éli-tes locales. La problemática de ladeuda había escapado al control delas diferentes oligarquías urbanasdesde el momento en que se vieronabocadas a buscar recursos fuera delmercado “de proximidad”, dondepredominaban las relaciones de per-sona a persona, y aterrizar en unmercado impersonal y dominado porlos acreedores barceloneses. poco apoco, este sistema mostró su caramás perversa y, en último término,acabó por descapitalizar las hacien-das locales desviando los recursos debuena parte del país hacia la potenteBarcelona, verdadero núcleo depoder del principado catalán. el pro-blema ya no era, solamente, que la

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El proceso de fusión hospitalaria en la ciudad de Tarragona (1464)

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nían, precisamente, de los estratossociales más elevados pero que a ojosde sus conciudadanos eran percibi-dos como “honrados”; y la figura delvocal o consejero, cargo copado porpersonas con mucho prestigio y pro-cedentes de las más altas esferas de laciudad, o sea ciutadans honrats53.Mientras los administradores eran losencargados de regir el día a día del es-tablecimiento hospitalario, los voca-les o consejeros, la mayoría de loscuales solían tener formación legal,eran los responsables de supervisar lamarcha de la institución y cuidar degestionar los legados y los intereses desus conciudadanos. La prueba deestos hechos se puede encontrar en laelección de los primeros administra-dores y vocales, que tuvieron las si-guientes características:

«Se observa que así como para elcargo de administrador se nombróa un simple ciudadano y un mo-desto presbítero, para los cargosde consejeros, que requeríanmayor prestigio, se eligieron al sa-cristán de la Seo y a uno de loscónsules de la ciudad».54

este fragmento corrobora la in-tencionalidad inicial, por parte de losfundadores, de que la nueva estruc-tura fuera administrada cuotidiana-mente por personas situadas en laperiferia de los círculos sociales queconstituían el patriciado urbano. enotras palabras, la idea original consis-tía en que los dos administradoresfueran ciudadanos provenientes deun nivel social más humilde y, portanto, más identificables con la tota-lidad de la población. para represen-tantes directos de las élites locales, yen un segundo plano con respecto ala gestión del día a día de la institu-ción, ya estaban los dos vocales oconsejeros encargados de supervisarlas cuentas del hospital y, en conse-cuencia, ser los ojos, los oídos y la vozde las clases dirigentes y élites de laciudad.

con el tiempo esta desemejanzaentre administradores y vocales fuequedando diluida hasta el punto deser considerados, todos juntos, cargoscon las mismas atribuciones. Otroerror que desvirtuó la composiciónoriginaria de la estructura de gestióndel hospital fue, sin lugar a dudas, in-terpretar que tanto el administradorcomo el vocal que nombraba la ciu-dad, a través de su consejo, debían

ser forzosamente cónsules, conceja-les o cargos electos del municipio.esta confusión fue provocada por elhecho de que, en el contenido origi-nal del acta fundacional, se llamabacon el nombre de “concejal o conce-jales” a los representantes elegidospor el consejo de la ciudad. Sin em-bargo, en los tiempos en que se re-dactó la escritura fundacional delhospital de Santa tecla, los gober-nantes de la ciudad recibían el títulode cónsules y no de concejales, no-menclatura esta última muy poste-rior, y lo cierto es que la palabraconcejal, por aquellas fechas, era si-nónima de persona sabia y no de per-sona que rige o gobierna.

de todas formas, aún se debeañadir otro matiz con respecto a lassingularidades de la estructura ad-ministrativa hospitalaria. en el casode los cargos eclesiásticos, tanto eladministrador como el vocal elegidospor el cabildo, desarrollaban unpapel crucial, debido a su carácter re-ligioso, para conseguir que el hospitalsiguiera simbolizando un lugar ade-cuado para ser receptor de limosnas,donaciones y legados testamentarios.es en este punto donde convergen elcompromiso religioso, a partir delconcepto de caridad y de la ideologíade la salvación del alma, y el com-promiso civil, a través de garantizarla asistencia hospitalaria a la pobla-ción y asegurar la reproducción de lacomunidad. esta confluencia de inte-reses en pro del mantenimiento eco-nómico del hospital, si se analizadesde una perspectiva reduccionista,puede llegar a confundir los dos tiposde compromisos, el religioso y el civil,en la medida en que el discurso de fi-nanciación alrededor de las fundacio-nes hospitalarias se hace siempre entérminos de identidad local:

«A simple vista pueden parecerunos legados que podemos califi-car de benéficos y que nos llevana la dimensión caritativa bajome-dieval que está en consonanciatambién con la forma de vivir lamuerte y de prepararse para lasalvación y lograr así el paraíso».55

por lo motivos aducidos debe ha-cerse patente, ante interpretacionesúnicamente basadas en la caridad yen la religión como la base de la fi-nanciación asistencial, que las funda-ciones hospitalarias en cataluñarevelan una profunda identidad cul-

tural de tipo civil y, por lo tanto, unagran confianza en la seguridad jurídicaque ofrecían los diferentes mediadoresencargados de su preservación: nota-rios, jueces y tribunales. Una culturajurídica que articulaba, de forma ín-tima, con el regimiento de la cosa pú-blica y que se fundamentaba en laseguridad en que las diversas partesdel contrato estarían dispuestas aaceptar las mediaciones del notariocomo al profesional encargado de laproducción del derecho escrito y lajurisprudencia civil. Sólo con laasunción de esta última premisa sepuede comprender, en su totalidad,la ordenación nº 3 de la escritura defundación del hospital de Santatecla, cuando se estipula que sea elnotario, bajo pena de excomunión, lapersona encargada de recordar al tes-tador su obligación de legar en favordel hospital.56

Las ventajas de este nuevo mo-delo, a ojos de la hipótesis formulada,son evidentes. por una parte, si se do-taba el modelo con una estructura defundación jurídicamente privada seevitaba que la incautación de la ha-cienda municipal de tarragona,hecha efectiva en 1465, afectara alpatrimonio del dispositivo asistencial.de otra parte, el modelo fundacionalpermitía, a través del derecho civilprivado, continuar dando estabilidady seguridad a una institución que,aunque ya no lo era a efectos jurídi-cos, continuaría siendo percibidacomo de titularidad pública y al ser-vicio de la comunidad. Además detodo lo explicitado, hay que recordarque la fundación, como no tendríaánimo de lucro, se vería más resguar-dada de las eventualidades políticas ydel afán lucrativo de ciertos sectoressociales:

«Las fundaciones se acogían alderecho privado para tener in-dependencia económica en rela-ción al presupuesto municipio,aunque este, en situaciones decrisis, pudiese aportar fondospara su mantenimiento. esta se-paración era la base de la garan-tía legal que suponía, para elconjunto de la comunidad, quelos legados a los hospitales, porlos siglos de los siglos, no se des-viasen de la intención de los tes-tadores ni quedasen sometidos alalbur de las luchas políticas loca-les o de la corrupción».57

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Así pues, por todos estos motivos,la fundación privada se erigió comoun contrato moral de los ciudadanoscon su ciudad y, además, como unaforma de ciudadanía después de lamuerte. en ambos casos, la comuni-dad tomó conciencia de la pobreza yasumió el déficit mensual de ciertosmiembros, subvencionando al nece-sitado para asegurar su condición deciudadano y, este hecho, generó unsentimiento de responsabilidad co-lectiva que, en último término, nodejó de ser un instrumento que ga-rantizó la paz social y dio sensaciónde buen gobierno.

en definitiva, nos encontramosante una asunción colectiva de la respublica58 , por parte de la comunidad,que se conseguía a través de una es-tructura fundamentada en el derechoescrito y privado, debido a que esteúltimo no estaba tanto expuesto nisujeto a los cambios políticos y, enconsecuencia, poseía una enorme es-tabilidad que facilitaba el cumpli-miento de las últimas voluntades. ensuma, pues, la nueva estructura ofre-cía al hospital un gobierno más esta-ble y con una gestión, cuando menos,distante de los poderes políticos querepresentaban la ciudad y que la ha-bían conducido a una situación dequiebra. dicho de otra forma, la au-sencia de estructuras políticas hacíapoderoso al modelo a la par que es-curridizo y, de paso, lo convertía enun instrumento fiable en el que con-fiar y legar cualquier tipo de bienes,desde ropa, camas o dinero, hastapropiedades e incluso empresas pro-ductivas. de esta manera, el testa-mento, entendido como unaherramienta jurídica abierta al con-junto de los estamentos sociales, per-mitía también a las clases popularesparticipar en el proceso de reproduc-ción de la comunidad y, por consi-guiente, las implicaba en la obligacióncolectiva de garantizar el manteni-miento de lo público y, en conse-cuencia, se conseguía completar uncírculo virtuoso y autónomo, a priori,de todo poder político:

«con estos medios [legados quedebían hacerse en todos los testa-mentos] el Hospital creó un patri-monio que le permitió no tenerque depender de los organismosoficiales cuya ayuda siempre estáinfluida por las circunstanciaseconómicas por que atraviesan».59

esta yuxtaposición entre lo pú-blico y lo privado se demostró comouna fórmula exitosa. prueba de ello seencuentra en el hecho de que la ma-yoría de estas instituciones llegarán anuestros días conservando el espíritufundacional. Seguramente, el expo-nente más ilustrado de este tipo defundaciones lo encarna, aún hoy endía, el ejemplo del Hospital de laSanta cruz y San pablo de Barcelona:

«Aún en estos últimos tiempos,los juristas barceloneses, que in-tervinieron en la transferencia delejecutivo de Sant pau a la Gene-ralitat se encontraron con unamaraña jurídica impresionante.de hecho, la única definición legaldel Hospital sigue siendo la Bulade Benedicto XIII, otorgada en1401, en la cual el Hospital seconstituye mediante la fusión deun conjunto de hospitales propie-dad del consell de cent y del ca-bildo catedralicio. de la opiniónde juristas bien cualificados sedesprende que la propiedad efec-tiva de la institución y de su pa-trimonio, correspondía a las dosinstituciones barcelonesas, apesar de que la situación presen-taba lagunas legales».60

el problema, pues, no residirá enla titularidad del dispositivo, es deciren si la institución es pública o pri-vada. La clave de la cuestión, paraque el sistema funcione correcta-mente, será incorporar los controlespúblicos necesarios para vigilar a losadministradores, asegurar su honraday acertada gestión y, de esta manera,seguir manteniendo la confianza en elsistema por parte de toda la pobla-ción. Y, precisamente, este último as-pecto es uno de los posibles eslabonesdébiles del entramado si no se tienecuidado de supervisar, debida y férre-amente, la tarea de los administrado-res. por lo tanto, no es casual que,desde un principio, se nombren dosconsejeros, provenientes de las másaltas esferas sociales de la ciudad, conla finalidad de controlar la gestión delos dos administradores. como tam-poco es casualidad que el último pá-rrafo del acta de unión de loshospitales de tarragona, de 15 de di-ciembre de 1464, esté destinada a re-cordar a los nuevos administradoresque deben ser leales y tener una con-ducta honrada en el desarrollo de sustareas:

«Notificar que en virtud delmismo día el Rvnt. cariñena pbre.comensal y parroquial de la Seo,por parte de la iglesia, y NicolásAlbanell, ciudadano de tarragona,por parte de la ciudad, adminis-tradores del hospital de tarra-gona, prestaron, según firma delos mismos capítulos, juramento,puestas corporalmente sus manosencima de los cuatro Santo evan-gelios de dios, ante el MId pere-grino Mir, canónigo Arcediano deVilaseca y Vicario general delRvdmo. Sr. patriarca Arzobispo,que se llevarán bien y lealmenteen dicha administración según locomprendido en dichos artícu-los».61

Los administradores, pues, desa -rrollan un rol crucial en esta estruc-tura ya que de su honradez y óptimagestión depende no sólo la continui-dad de la institución hospitalaria sinotambién, tal como ya se ha apuntado,el buen gobierno de la comunidad yla perpetuación del contrato moralciudadano que está en la base de laidentidad de lo común. es lógico, enconsecuencia, comprobar cómo losadministradores, aparte de jurar lahonorabilidad de todos sus actos yacatar la vigilancia realizada por losrespectivos consejeros, tendrán laobligación de rendir cuentas al finalde su mandato a la máxima autoridadde la ciudad: el arzobispo. por elmismo motivo, dadas las responsabi-lidades que recaen sobre estas perso-nas, Francesc eiximenis ya habíaescrito con unos ochenta años de an-telación, y a petición de los Juradosde la ciudad de Valencia, un tratadosobre el buen gobierno de la comuni-dad, que titula “el regimiento de lacosa pública”, y donde el citado fran-ciscano describe el perfil del buen go-bernante cuando dice:

«deben entender de estudiar y aleer en sus casas notables librosque sean de regimiento de la co-munidad y de su vida y de algoprovechosa, y deben aprender desabiduría en aras que puedan biengobernar y aconsejar a lo públicocuando los será encomendado endar sanos consejos cuando serátiempo e lugar, y se sepan bienregir. Y generalmente estos yaquellos y todos los que no lo sonpor su oficio, deben en lo que pue-dan esquivar plazas, lugares y

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toda congregación de personas in-útil y donde puedan perturbar suestudio, dar ocasión de mucho ha-blar y de conmover discordias».62

Sin embargo, la honradez y pre-paración de los administradores noera el único punto débil de la estruc-tura. existía otro inconveniente anivel de financiación que se dejabaentrever, sobre todo, en situacionesde crisis sanitarias donde, obvia-mente, la demanda asistencial au-mentaba de forma alarmante. Operarsobre un modelo económico que ob-tenía una parte sustancial de los re-cursos, para el sostenimiento delhospital y el mantenimiento de la ac-ción social, de la comunidad local, apartir de los excedentes de los lega-dos testamentarios, implicaba depen-der de un sistema poco elástico ynada adaptable a las puntas de de-manda asistencial. consecuente-mente, en ciudades pequeñas o enpueblos la estructura financiera deldispositivo sufría mucho para poderhacer frente a las necesidades coyun-turales y, por este motivo, no fueronpocos los casos donde la municipali-dad, después de que el hospital hu-biera agotado todos los recursos,incluso la venta de patrimonio, teníaque terminar subvencionando a lainstitución para que ésta pudiera con-tinuar desarrollando sus tareas.

esta problemática, en cambio, seveía amortiguada en hospitales de ciu-dades grandes, como era el caso deBarcelona, Valencia o Zaragoza, sim-

plemente por ser centros de referen-cia de una extensión más vasta de te-rritorio y con un mayor número depoblación, donde la especificidad delas condiciones en que operaban lespermitía una acumulación de legadosque desbordaba los límites de la ciu-dad y, por tanto, podían llegar a dis-poner de unos recursos suficientes,incluso en repuntes de demanda sani-taria, para la autofinanciación. es poresta razón que, aparentemente, el dis-positivo hospitalario podía parecer, aprimera vista y si solo se utilizabancomo muestra los hospitales situadosen las grandes ciudades, unas institu-ciones autosuficientes y autónomasrespecto del entramado económicolocal del municipio, o cómo se llegó apensar en los primeros estudios deeconomía hospitalaria, una forma deeconomía autárquica local. Nada máslejos de la realidad, al menos encuanto a los hospitales de pueblo o deciudades pequeñas, los cuales confor-maban la mayor parte de la red hos-pitalaria catalana.

es aplicando esta lógica de venta-jas y desventajas donde podemosapreciar mejor la estructura finan-ciera de la nueva entidad hospitala-ria: su base estará cimentada por lasrelaciones horizontales, dado quetodos los estamentos sociales severán interpelados moralmente alegar algo al hospital, al tratarse de unequipamiento de todos y para todos,pese a que también contendrá rasgosverticales y de progresividad, puesto

que aquellos que disponen de más pa-trimonio, por cuestiones tambiénmorales y filantrópicas, deberán delegar más cantidad de bienes deforma proporcional a su fortuna. enconclusión y para finalizar este estu-dio, la piedra angular para superar losmomentos de crisis sanitaria des-cansó siempre sobre el supuesto deque una parte sustancial de la pobla-ción haría alguna donación y, por lotanto, a partir de pequeños y grandeslegados el hospital siempre dispon-dría de un flujo más o menos conti-nuo y constante de ingresos con elque poder continuar operando sobreun modelo de economía rentista:

«en una lectura reduccionista, ellegado puede aparecer como unaforma de munificencia de las éliteslocales para legitimarse, pero comoexplicar que cientos de miles de le-gados proceden de los testamentosde las clases populares, hasta talpunto que los notarios catalanesconsideraban una clausula de es-tilo, el dejar "algo" para las organi-zaciones benéficas y asistenciales.“Algo” podían ser unas monedas, oun colchón y una cama, etc...“Algo” es la forma como se expresala participación del conjunto de laciudadanía al regiment de la cosapública cuando tiene embodieduna cultura jurídica y política quele permite confiar en el destinofinal de su legado o en el uso queva a hacerse del censal que ha to-mado del hospital».63

Notas:

* doctorado en Antropología Social y cultural.

1). RUBIó, Agustín (1984) Pobreza, enfermedad y asistencia hospitalaria enla Valencia del siglo XV, Valencia, Institució Alfons el Magnànim, d.L.2). teRRAdAS, Ignasi (1984) El món històric de les masies, Barcelona, cu-rial; terradas, Ignasi (2005) «els orígens de la institució d’Hereu a catalunya:vers una interpretació contextual», Quaderns-e de l’Institut Català d’Antro-pologia, nº 6, pp. 65-98.3). FeRReR, Llorenç (1987) Pagesos, rabassaires i industrials a la Cata-lunya Central (segles XVIII-XIX), Barcelona: edicions de l’Abadia de Montse-rrat. FeRReR, Llorenç (1983) «censals, vendes a carta de gracia i endeutamentpagès al Bages (s. XVIII)», Estudis d’Història Agrària, nº 4, pp. 101-128. 4). peSet, Mariano: GRAULLeRA, Vicente (1979) «els censals i la propietatde la terra al segle XVIII valencià», Recerques, nº 18, pp. 107-138.

5). teLLO, enric (1994) «el papel del crédito rural en la agricultura del An-tiguo Régimen: desarrollo y crisis de las modalidades crediticias (1600-1850)», Noticiario de Historia Agraria: Boletín informativo del Seminario deHistoria Agraria, nº 7, pp. 9-37; teLLO, enric (2001) «el fin del crédito hi-potecário censalista en españa: ¿Una agonía demasiado larga? (1705-1861)»,Áreas. Revista de Ciencias Sociales, nº 21 (Número dedicado a “La finan-ciación de los sitemas agrarios desde una perspectiva histórica”), pp. 63-94;teLLO, enric (2004) «La fi del censal: reducció de l’interès o vaga de pen-sions? (1750-1861)», Butlletí Societat Catalana d’Estudis Històrics, nº 15,pp. 125-155. 6). cOMeLLeS, Josep M. (2013) «Hospitals, political economy and catalancultural Identity». en: Bonfield, christopher; Reinarz, Joanthan; Huguet-ter-mes, teresa (eds.) Hospitals and Communities, 1100-1960, Oxford, peterLang.

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7). Un reciente estado de la cuestión es: cONeJO, Antoni (2010) «La finan-ciación de los hospitales de la corona de Aragón durante la baja edad media:condiciones sociales, económica y espirituales». en: cavachiocchi, Simoneta(ed.) Le interazioni fra economia e ambiente biológico nell’Europa prein-dustriales, secc.XIII-XVIII (Atti della XLI Settimana di Studi. Prato, 26-30aprile 2009), Firenze, Istituto Internazionale di Storia economica “F. datini”& Firenze University press, pp. 437-44; y LópeZ teRRAdA, M.Luz (1999)«Health care and poor relief in the crown of Aragon». en: Grell, Ole peter;cunningham, Andrew; Arrizabalaga, Jon (eds.) Health Care and poor relief inCounter-Reformation Europe, London, Routledge, pp. 177-200. Una proble-mática similar ha sido estudiada en los hospitales y monte dei paschi italianosbajomedievales: GRIecO, Anthony J.; SANdRI, Lucia (eds.) (1997) Ospedalie città. L’Italia del Centro-Nord, XIII-XVI secolo, Firenze, Le Lettere, pp. 179-208. HeNdeRSON, John (2001) «Healing the body and saving the soul: hospi-tals in Renaissance Florence. Renaissance Studies». Journal of the Society forRenaissance Studies, nº 15(2), pp. 188-216. dIANA, esther (2010) «Non solocarità. L’ospedale di Santa Maria Nuova di Firenze: un risultato imprendito-riale (1285-1427)», Ricerche Storiche, nº 40(1), pp. 5-37. MARINO, Salvatore.(2014) Ospedali e città nel Regno di Napoli. Le Annunziate: istituzioni, ar-chivi e fonti. (secc. XIV-XIX), Nápoles, Biblioteca dell’Archivio storico italiano,vol.35. 8). GALLeNt, Mercedes (1984) «Instituciones hospitalarias y poderes públi-cos en Valencia», Saitabi: revista de la Facultad de Geografia e Història, nº34,pp. 75-88; FeRNáNdeZ, Asunción (1987) El Hospital Real y General de Nues-tra Señora de Gracia de Zaragoza, en el siglo XVIII, Zaragoza, Institución Fer-nando el católico; LópeZ teRRAdA, M.Luz (1999) «Health care and poorrelief in the crown of Aragon». en: Grell, Ole peter; cunningham, Andrew;Arrizabalaga, Jon (eds.) Health Care and poor relief in Counter-ReformationEurope, London, Routledge, pp. 177-200.9). existe numerosa literatura sobre hospitales reales en castilla, por ejem-plo: VALeNZUeLA, José; MOReNO, Rosa M.; GIRóN, Fernando (2008) El Hos-pital Real de Granada y sus Constituciones de gobierno (1593-1857).Asistencia a los pobres y regulación social, Granada, Universidad de Granada;LópeZ ALONSO, carmen (1988) Locura y Sociedad en Sevilla: Historia delHospital de los Inocentes (1436-1840), Sevilla, diputación provincial; GAR-cÍA GUeRRA, delfín (1983) El Hospital Real de Santiago (1499-1804), A co-ruña, Fund. pedro Barrie de la Maza; ZAMORANO, Mª Luísa (1997) Historia delHospital de San Juan Bautista de Toledo durante el siglo XVI, toledo, Insti-tuto provincial de Investigaciones y estudios toledanos; pero por lo que se re-fiere a estudios de hospitales locales y para época medieval y moderna no sehan podido encontrar suficientes datos para poder establecer un estudio com-parativo, aunque si referencias sustanciales para edad contemporánea en: cA-RASA, pedro; eNcISO, Luís Miguel (1985) El sistema hospitalario español enel siglo XIX: de la asistencia benéfica al modelo sanitario actual, Valladolid,Universidad, Secretariado de publicaciones, d.L; cARASA, pedro (1990) Laasistencia social en el siglo XVIII español: estado de la cuestión, Coloquio In-ternacional Carlos III y su siglo, vol.1, (cincuenta años de historiografía sobreel siglo XVIII), pp. 425-452. Un estado de la cuestión reciente sobre del sis-tema hospitalario español, está en: ARRIZABALAGA, Jon; HUGUet, teresa;SáNcHeZ, Manuel; VeRdÉS, pere (eds.) (2013) Ciudad y hospital en el Oc-cidente europeo (1300-1700), Lleida, Milenio.10).eIXIMeNIS, Francesc (1927) Regiment de la cosa pública [ed. or. 1385]Barcelona, els nostres clàssics. 11).Conductio es una palabra latina que significa conducta y “comú”, en ca-talán, se refiere al territorio de la comunidad.12).GARcÍA BALLeSteR, Luís; McVAUGH, Michael R.; RUBIO VeLA, Agus-tín (1989) Medical Licensing and Learning in Fourteenth-Century Valencia,philadelphia, the American philosophical Society.13).BetRáN, Jose Luís (1996) La peste en la Barcelona de los Austrias,Lleida, Milenio; ZARZOSO, Alfons (2003) La pràctica mèdica a la Catalunyadel segle XVIII, Barcelona, Universitat pompeu Fabra; Zarzoso, Alfons (2006)L’exercici de la medicina a la catalunya de la Il·lustració, Manresa, publica-cions de l’Arxiu Històric de les ciències de la Salut.14).Los usos y las costumbres locales estaban reflejados en las constitucionescatalanas. Sobre las relaciones entre la cultura jurídica romana y las funda-ciones hospitalarias, véase: MILLeR, timothy S. (1997) The Birth of Hospitalin the Byzantine Empire, Baltimore, Johns Hopkins University press; IMBeRt,Jean (1947) «Les hôpitaux en droit canonique», Revue d’histoire de l’Églisede France, nº 35, pp. 86-92; y OURLIAc, paul (1989) «Le droit social du MoyenAge». en: Histoire du droit social : mélanges en hommage à Jean Imbert,parís, pUF. Sobre el papel del derecho romano en cataluña: ASSIeR-ANdRIeU,Louis (1989) «Le peuple et la loi. Anthropologie historique des droits paysansen catalogne française». Anthropologie et Sociétés, vol. 13(1), pp. 175-187.15).BAdOSA, elisa (1986) «desamortización y crecimiento agrario a media-dos del siglo XIX en cataluña». en: Desamortización y Hacienda Pública, Ma-drid, Mº de Agricultura, vol. 2, pp. 413-430; ROVIRA, Salvador J. (1990) Lesdesamortizacions a les comarques meridionals del principat, Barcelona, Ra-fael dalmau, d.L.16).Véase el ejemplo del hospital local de Sant Feliu de Guíxols, en Gerona:BORReLL, Miquel (2005) Caritat, beneficència, solidaritat: l’Hospital de Sant

Feliu de Guíxols (Del s. XIV al s.XX), Sant Feliu de Guíxols, Àrea de culturade l’Ajuntament de Sant Feliu de Guíxols.17).BARceLó , Josep (2014) Poder local, govern i assistència pública: el casde Tarragona, [tesis] tarragona, Universitat Rovira i Virgili.18).Véase la escritura de fundación del Hospital de Sant pau i Santa tecla detarragona en: SáNcHeZ, Neus (2014) Acte de commemoració dels 550 anysde la fundació de l’hospital de Santa Tecla (15-12-1464 – 15-12-2014), ta-rragona, Fundació Hospital de Sant pau i Santa tecla, pp. 9-13.19).desde finales de la década de los 80 del siglo XX, de manera tenue, y conmás fuerza en la actualidad, ciertos autores abogan por una manera diferentede estudiar la institución hospitalaria que permita capturar realidades imposi-bles de vislumbrar en otros escenarios de la ciudad y que ponen de relieve laarticulación entre el hospital y la ciudad. en este sentido, véase: ARRIZABA-LAGA, Jon; HUGUet, teresa; SáNcHeZ, Manuel; VeRdÉS, pere (eds.) (2013)Ciudad y hospital…, Op. cit; cOMeLLeS, Josep M; dAURA, Angelina; ARNAUMarina; MARtÍN, eduardo (1991) L’Hospital de Valls. Assaig sobre l’estruc-tura i les transformacions de les institucions d’assistència, Valls, estudis Va-llencs; cOMeLLeS, Josep M; ALeMANY, Silvia; FRANcèS, Laura (2013) Deles iguales a la cartilla. El regiment de la cosa pública, la medicalització i elpluralismes asistencial a la Vall d’Aro, Barcelona, departament de cultura dela Generalitat de catalunya; HeNdeRSON, John; HORdeN, peregrine; pAS-tORe, Alessandro (eds.)(2007) The impact of hospitals, 300-2000, Berna,peter Lang, pp. 15-56. HORdeN, peregrine (1988) «A discipline of rellevance:the historiography of the later medieval hospital», Social History of Medicine,1/3, pp. 359-374. LópeZ, M. Luz (1999) «Health care and poor Relief in thecrown…» Op. cit., pp. 177-200. RISSe, Guenter B. (1999) Mending bodies,saving souls: a history of hospitals. Oxford: University press; Rosenberg, char-les e. (1995) The Care of Strangers: the Rise of America’s Hospital System.New York: Basic Books.20).dANóN, Josep (1978) Visió Històrica de l'Hospital de Santa Creu de Bar-celona, Barcelona, publicacions de la Fundació Salvador Vives, p. 21.21).RUBIó, Agustín (1981) «Una fundación burguesa en la Valencia medieval:el Hospital de en clapers (1311)» Dynamis; nº 1, pp. 17-49. 22).Seguramente, el caso más estudiado es el del hospital de la Santa creu deBarcelona. Sin embargo dicho ejemplo no es representativo de la densa red dehospitales catalanes, de dimensiones mucho más reducidas, puesto que tras-ciende el marco estrictamente local. por ejemplo, a nivel económico, el hos-pital de la Santa creu de Barcelona permite documentar una amplia red derelaciones de dependencia que involucraba otras localidades catalanas y defuera de cataluña, como es el caso de Mallorca. Véase: MOReLLó, Jordi (2013)«Finanzas hospitalarias y deuda pública: los censales de la Santa creu de Bar-celona en torno a 1500». en: ARRIZABALAGA, Jon, et al. (2013) Ciudad yhospital…, Op. cit., pp. 211-261. de la época bajomedieval solo se ha conser-vado, que se sepa, un único libro de cuentas, correspondiente al ejercicio de1430-1431, objeto de un primer análisis por: FeRNáNdeZ SeVILLANO, Jaume(2003) «comptabilitat interna de l’hospital general de Santa creu de Barce-lona (1401-1517): un llibre de comptes recuperat». en: Idem, Comptabilitat decostos a Catalunya abans de la partida doble: tres recerques històriques, Bar-celona, Universitat de Barcelona, pp. 79-106.23).Véase: cOMeLLeS, Josep M; dAURA, Angelina; ARNAU, Marina; MAR-tÍN, eduardo (1991) L’hospital de Valls..., Op. cit.24).consulte: RIVeRA, Xavier (1997) «L’administració de l’hospital d’en cas-telltort l’any 1492, un segle després de la seva fundació» Miscel·lània cerve-rina, nº11, pp. 95-122.25).Véase: ANGUeRA, pere (1990) Hospital de Sant Joan de Reus: 1240-1990.Reus: Hospital de Sant Joan de Reus. 26).ReVeNtóS, Joan (1996) «els hospitals i la societat catalana». en: Histò-ria dels Hospitals de Catalunya, Barcelona, Hacer editorial, vol. 1, p. 26.27).Versión traducida al castellano por el propio autor de éste trabajo, a par-tir del texto original que se transcribe a continuación y cuya totalidad está pu-blicado en SáNcHeZ, Neus (2014) Acte de commemoració dels 550 anys…,Op. cit., pp. 9-13. «e per tant com en la dita ciutat sien dos spitals lo hu dit Spi-tal de la Seu, l’altre Spital Nou los quals son menys sufficients a les necessitatsdels pobres occorrents per no haver compliment de les coses necesaries a lahospitalitat. e per ço los dits dos spitals axí stants mal sufficients, nos en pereper la gracia de deu patriarcha de Alexandria e archebisbe de tarragona havemdesliberat a la honor de Jesuchrist e utilitat dels dits pobres los dits dos spitallsreduyr a hu e com per relacio de alguns notables hómens siam informats loSpital de la Seu esser en loch pus comú als mesters e mes convenient e abmenys despeses poder se ampliar, enballir e magnificar havem manat e orde-nat de eab consentiment del capítol e ciutat que l’ospital que·s diu Spital nousia tolt elevat e tot quant ha en aquell axí lits com qualsevol forniments e emo-luments sien transferits e portats al dit spital de la Seu e en aquest d’aquí avantagregats lo qual manam e ordenam d’aquí avant sie nomenat Hospital deSancta tecla patrona e senyora ja dita e statuhim e ordenam que sie regit sotsles ordinacions e retgles davall scrites».28).MIQUeL, Josep M; SáNcHeZ, José (1959) Los hospitales de Tarragona,tarragona, diputació de tarragona, pp. 59-60.29).Gracias al libro citado en la nota anterior, concretamente en la página 59,tenemos noticia de una de las gestiones previas efectuadas por las élites loca-

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les a fin de tratar los aspectos primordiales que comportaba fusionar los doshospitales. Hago referencia a una reunión celebrada días antes de la formali-zación del acta de constitución del Hospital de Santa tecla, concretamente el7 de diciembre de 1464, la cual además de anticipar los ejes fundamentalesdel proceso de confluencia hospitalaria que tendría lugar en tarragona se ex-plicita, también, la necesidad de reparar el edificio que hasta entonces habíasido el hospital de la Seo y que a partir de entonces albergaría la nueva insti-tución. La necesidad de efectuar reparaciones en el edificio del hospital de laSeo, junto con la precaria situación del Hospital Nuevo de la ciudad, no hacenmás que ratificar el pésimo estado de estos dos establecimientos asistencialesy la necesidad de buscar una solución a aquella precaria situación.30).MIQUeL, Josep M; Sánchez, José (1959) Los hospitales de Tarragona...,Op. cit., p. 6631).cOMeLLeS, Josep M; dAURA, Angelina; ARNAU, Marina; MARtÍN,eduardo (1991) L’hospital de Valls..., Op. cit., p. 112.32).Versión traducida al castellano por el propio autor de éste trabajo, a par-tir del texto original que se transcribe a continuación y cuya totalidad está pu-blicado en SáNcHeZ, Neus (2014) Acte de commemoració dels 550 anys…,Op. cit., pp. 9-13. «Item ordenam hi stathuim a supplicació de la ciutat que totslos fahents testaments o ordinació axí eclesiástichs, religiosos e no religiosossien tenguts regonexer a fer lexa end it testament o ordinació al dit spital a lavoluntat del testador e que lo notari qui rebrá lo testament sie tengut fer-ho re-cordant al dit testador e sots pena de excomunicació la qual proferim enaquests scrits contra lo tal notari no observant nostra present ordinació. e silo testador o ordenador eclesiastich o secular no volrà regonexer ho fer lexa aldit spital o morra ab intestat pus haie en values a quantitat de cant lliures bar-chinoneses li puxen esser demanats en sos bens sinch sous e si aurà més decinquanta lliures dos sous, e si aurà cinquanta lliures ho menys dotze diners.Salvat empero poder als administradors o puxen en los dits dos caps darers deles values dispensar si los serà vist se’n dega menys demanar. Item com lo aug-ment e conservació de semblans coses pres stigua en la bona administracióstatuhim e ordenam que lo dit spital sia regit per dos administradors. Lo hueclesiastich elegit per lo capítol e l’altre laich e ciutadà elegit per lo consell dela ciutat los quals ajentot lo poder de administrar be e faelment a la utilitat deldit spital de eab consell de dos consellers la hu axi matex ecclesiastich elegitper lo dit capítol e l’altre secular e ciutadà elegit per lo dit consell de la ciutatlos quals dos administrados ajen a regir per dos anys e passats los dits dos anysajen esser remoguts e de nou elegits per lo forma desus dita e consellers axi ma-teix axí matex e sien tenguts retre leal compte en poder nostre o de aquell oaquells que nos hi deputarem e nostres successors haver diffinició de aquellse si cars sdevindrà que per les dites eleccions dels dits administradors o con-sellers o algú de aquells insurgia differencia ho questió en lo capítol ho consellen tal cas nos ho successor puxam elegir e fer eleccio de aquella condició queserà feta differencia o questió en lo capítol o consell de tal regidor o regidós,consaler o consellers e aquells per nos elegits ajen lo dit poder. e axí matex or-denam que la dita elecció se ha a fer deu dies abans de la fi dels dits dos anyse si per necligencia ho remitencia no serà fet per lo capítol o consell de la ciu-tat en tal cas no·s puxan elegir segons dessús es dit. Item volem hi ordenam epoder donam que los dits dos administradós hagen facultat de posar serventsen lo dit spital. e remoure aquells e constituir los salaris e fer compres e ven-des als dos del dit spital ab conselll dels dits consellers los quals administradorsagen per lurs treballs salari condecent per nos assignador de mes o de menyssegons los treballs que hauran sostenguts».33).Hay que recalcar que la ciudad tarraconense, desde finales del siglo XIV ydurante todo el siglo XV, estaba en quiebra. prueba de ello es la súplica que elconsejo de la ciudad dirigió al arzobispo y al cabildo a fin de que tuvieran com-pasión del estado en el que se encontraba el municipio, con unos niveles dedestrozo y abandono que aumentaban de forma alarmante fruto, sobre todo, dela deuda censal que se había ido acumulando. Véase: MIQUeL, Josep M; SáN-cHeZ, José (1959) Los hospitales de Tarragona..., Op. cit., p. 50.34).Versión traducida al castellano por el propio autor de éste trabajo, a par-tir del texto original que se transcribe a continuación y cuya totalidad está pu-blicado en: Ibídem, página 154. «L’honrat Consell esguardant la llur bonaafecció e volent satisfer a llur devoció (en)comanà als honr(ats) Consols queells tracten d(e) açò amb los dits Jau(me) e Francesch Sabater, o amb lo ud(e)lls, e plau al Consell e vol q(ue)ls dits Jau(me) e Francesch hagen la ad-ministració d(e)l dit Spital, emp(er)o que l’Espital retingua lo nom de Spitald(e) la Ciutat e que sobr(e) açò los dits honr(ats) Consols facen amb ells totsels encartame(n)ts q(ue) a ells serà ben vist fahedor».35).el clavari era un funcionario del municipio encargado de las finanzas y deescribir los libros de clavaria, en el que se registraban los ingresos y los gastosdel consejo Municipal.36).para profundizar en la organización y desarrollo del gobierno municipal detarragona en relación a temas como la sanidad, la beneficencia y la higienepúblicas, véase: JUNcOSA, eduard (2013) Estructura y dinámicas de poderen el señorío de Tarragona. Creación y evolución de un dominio compartido(ca. 1118-1462), [tesis] Madrid, Universidad complutense de Madrid, pp. 253-255.37).en 1421 ya se puede encontrar, en un borrador del consejo de la ciudadfechado a 7 de marzo, la posibilidad de vender el edificio del hospital viejo de

la ciudad para invertir el dinero en la mejora del hospital de la Seo, aunque enel acta definitiva se suprimió dicho párrafo. Véase: Ibídem, p. 49.38). Ibídem, p. 49-50.39). Ibídem, p. 52.40).tal y como se ha descrito ampliamente, la Guerra civil catalana, (1461-1472), acabó con el triunfo de la monarquía y, en consecuencia, con la reno-vación del viejo modelo censualista que aún tendría vigencia durante toda laedad moderna. por lo tanto, a efectos de la hipótesis expuesta, este evento re-forzó, aún más, los derechos de los acreedores. Sobre los acontecimientos delconflicto civil en cataluña, véase: SOBReQUÉS, Santiago; SOBReQUÉS,Jaume (1973) La guerra civil catalana del segle XV, Barcelona, edicions 62,vol. 1.41).La hipótesis planteada es compatible con la que ofrecieron los autoresJosep M. Miquel parellada y José Sánchez Real, que consistió en atribuir la fu-sión a «los destrozos de la guerra y otras necesidades más urgentes para la ciu-dad». de hecho, los mismos autores describieron como, el 17 de octubre de1462, las tropas de Juan II sitiaron la ciudad y como en una de las incursiones,para abrir un boquete en la muralla, se vio afectada la integridad del hospitalde la ciudad, quedando destruida buena parte del tejado de este. MIQUeL,Josep M; SáNcHeZ, José (1959) Los hospitales de Tarragona..., Op. cit., pp.54-55. 42).como ejemplo, véase el monográfico: MOReLLó, Jordi (2008) Municipissota la senyoria dels creditors censals: la gestió del deute públic a la baroniade la llacuna (segle XV), Barcelona, Fundació Noguera.43).MIQUeL, Josep M; SáNcHeZ, José (1959) Los hospitales de Tarragona,Op. cit., p 38.44).VILLANUeVA, Jaime (1821) Viaje literario a las iglesias de España, Ma-drid, Imprenta de Fontanet, p. 265. 45).Los legados no son una simple anécdota, sino una práctica frecuente en lostestamentos otorgados en la corona de Aragón desde el siglo XIII hasta me-diados del XX. A modo de ejemplo, véase: «en 1305, Blanca de Mordenyac legóal Hospital de Sant Feliu de Guixols en catalunya, una cama, un jergón, unamanta y dos sueldos para los pobres». BORReLL, Miquel (2005) Caritat, be-neficència, solidaritat…, Op. cit., p. 15; «en el año 1327, Joan Fonoll legabaal Hospital de Santa María Magdalena, situado en la villa catalana de Mont-blanc, 500 sueldos barceloneses en metálico». cOMpANYS, Isabel (2013) «L’in-grés de Joan Fonoll, de Vinaixa, com a donat de l’Hospital de Santa MariaMagdalena de Montblanc, per la seva administració, l’any 1327», Aplec de tre-balls, vol. 31, p.31; «el 29 de marzo de 1641, el doctor en medicina JaumeGuerau consignaba una donación de 200 sueldos barceloneses al Hospital deSanta tecla de tarragona». Arxiu històric de l’Hospital de Sant pau i Santatecla (AHSpt). «còpia simple del testament del doctor en medicina JaumeGuerau rebut en poder de Joan Jarau notari de tarragona als 29 de mars de1641». caja 30, nº 277. para poder profundizar en las limosnas y legados querecibía el Hospital de tarragona, véase: AdeSeRá, Josep (2000) Història mo-derna de l’Hospital de Sant Pau i Santa Tecla (1939-1990), tarragona, Asso-ciació d’Amics de l’Hospital de Sant pau i Santa tecla, pp. 43-61.46).cOMeLLeS, Josep M; ALeMANY, Silvia; FRANcèS, Laura (2013) De lesiguales a la cartilla..., Op. cit., p. 59.47).cOMeLLeS, Josep M; dAURA, Angelina; ARNAU, Marina; MARtÍN,eduardo (1991) L’hospital de Valls..., Op. cit., p. 112.48).Sobre el origen del contexto jurídico de las fundaciones hospitalarias,véase: MILLeR, timothy S (1997) The Birth of the Hospital in the ByzantineEmpire, Baltimore, Johns Hopkins University press; IMBeRt, Jean (1947) «Leshôpitaux en droit…, Op. cit., pp. 86-92; IMBeRt, Jean (1951) «Histoire desHôpitaux français. contribution à l’Étude des rapports de l’Église et de l’Étatdans le domaine de l’Assistance publique: les hôpitaux en droit canonique (dudécret de Gratien à la sécularisation de V administration de l’Hôtel-dieu deparis en 1505», Revue belge de philologie et d’histoire, nº29(1), pp. 273-274;Imbert, Jean (1981) Les Hôpitaux en France, paris, p.U.F.49).para más información, véase: SáNcHeZ, José (1951) «el escudo de la ciu-dad de tarragona», Boletín Arqueológico, nº4(33), pp. 5-20.50).en torno a la significación de la letra tau, como símbolo del cabildo de lacatedral de tarragona, hay todo un debate historiográfico al respecto. Algu-nos autores sugieren que simboliza la t de tarragona, mientras que otros se in-clinan por decir que representa la t de Santa tecla. Sin embargo, no hay unaversión fidedigna al respecto. para más información, véase: Mc cRANk, La-wrence J. (1977) «Restauración canónica e intento de reconquista de la sedetarraconense (1076-1108)», Cuadernos de Historia de España, nº 61-62, pp.145-245.51).Los mandatos solían ser de corta duración, precisamente, para evitar elenquistamiento de los administradores en el centro de poder de la institucióny, de este modo, evitar que unas pocas personas acabaran gestionando el pa-trimonio del hospital, con el peligro de acabar viéndolo como si fuera suyo, envez de administrarlo como una riqueza colectiva y de toda la comunidad.52).MIQUeL, Josep M; SáNcHeZ, José (1959) Los hospitales de Tarragona...,Op. cit., p. 65-66.53).en lengua catalana y para época medieval, honrat podía significar que pro-cedía con honradez, pero también era un tratamiento dado a los prohombresde villas y ciudades.

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59).MIQUeL, Josep M; SáNcHeZ, José (1959) Los hospitales de Tarragona...,Op. cit., p. 66.60).cOMeLLeS, Josep M (1980) Ideología asistencial y práctica económica.en: V.V.A.A. Actas del I congreso español de Antropología, Barcelona, Uni-versitat de Barcelona; p. 346.61).Versión traducida al castellano por el propio autor de éste trabajo, a par-tir del texto original que se transcribe a continuación y cuya totalidad estápublicado en SáNcHeZ, Neus (2014) Acte de commemoració dels 550anys…, Op. cit., pp. 9-13. «Quequidem capitula ordinaciones statuta et ref-formaciones eodem instanti jussit dominatio sua publicari ut predictur et no-tifficari quarum virtute eodem die honorabilis petrus caranyena presbitercomensalis et parrochialis sedis pro ecclesia et Nicolaus Albanell civis terra-conem pro civitate administratores hospitalis terracone iuxta ipsorum capi-tulorum formam prestiterunt iuramentum ad sancta dei quator evangeliaeorum manibus corporaliter tacta in posse multum honorabili domini pere-grini Mir canonici archidiaconi Villesicie ac prefati reverendissimi domini pa-triarche archiepiscopi vicarii generalis quod ipsi bene et legaliter se habebuntin dicta administratione iuxta continentiam videlicet et seriem ipsorum ca-pitulorum».62).eIXIMeNIS, Francesc (1929) Regiment de..., Op. cit., p. 128.63).cOMeLLeS, Josep M. (2013) Hospitals, political economy…, Op. cit., pp.189-190.

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“La homeopatía recibió el golpemortal con los descubrimentos

de Pasteur y Koch”.

calbet i camarasa, (1967): 106

Introducción

en 1884 Robert koch publicósus postulados y las teoríasmiasmáticas, que hasta enton-

ces dominaban la medicina de Ga-leno y se tambaleaban desde unosaños antes, comenzaron a desmoro-narse. el mapa etiológico se dirigíahacia un nuevo rumbo y se reordena-ron los diferentes sistemas médicos apartir de un discurso etiopatológico.La capacidad de adaptarse a las inno-vaciones que se estaban dando era unimperativo para la supervivencia y unfoco de lucha entre los diferentes sis-temas médicos para convertirse en

hegemónicos. en este sentido, el sis-tema homeopático que desde el sigloXIX se instauró en nuestro país sufrióun momento clave para su supervi-vencia. Los principios fundamentalesde la homeopatía podían sucumbirpor la nueva teoría bacteriana. tododependía de la capacidad de recep-ción y apropiación de esta teoría porparte de la doctrina Hahneman-niana.

Gran parte de la historiografía re-alizada hasta hoy sobre la homeopa-tía en nuestro país, estudia ladoctrina homeopática desde una vi-sión subordinada a la medicina hege-mónica que se iba imponiendo yentiende su posición como un an-claje a teorías obsoletas y caducasque no aportaron nada al conoci-miento médico. con este sentido his-toriográfico, se advierte de la futurafatalidad del sistema homeopático

con las innovaciones en los camposde la biología, la medicina y la mi-crobiología. A nivel español la líneade investigadores procedentes de laescuela de Agustín Albarracín teulón(1922-2001) son un buen ejemplo deello; mientras a nivel catalán los tra-bajos publicados por Josep Mariacalbet i camarasa (n. 1935) aportanuna buena visión de los análisis his-toriográficos que se han realizado1.Frente esta visión historiográfica pre-dominante, la presente investigaciónexplora la relación de la homeopatíay la teoría bacteriana en la época deconsolidación de esta última, a travésde comprender la homeopatía comoun sistema científico, no aislado delresto de ciencias, y en la cual se pro-ducía una relación de feedback conlas innovaciones científicas del mo-mento. La motivación de la investiga-ción se basa en estudiar las estrategias

Resumen:

el cambio de paradigma médico que provocaron losdescubrimientos en bacteriología aceleró la necesidadpor parte de la homeopatía de recibir y adaptar su doc-trina a las nuevas tendencias científicas. Las estrategiasde legitimación son un instrumento de gran importan-cia en el posicionamiento de las disciplinas dentro delmundo científico. La homeopatía, como disciplina mé-dica, también utilizó sus recursos para apropiarse deuna teoría que se estaba introduciendo con fuerza. en

este trabajo se estudiarán las estrategias legitimadorasutilizadas por la Academia Médico Homeopática de Bar-celona, a fin de que los nuevos descubrimientos de kochno derrumbasen la doctrina Hahnemanniana, a partirdel análisis de la Revista Homeopática, órgano de difu-sión de esta institución. con el estudio de estas estrate-gias, se intenta demostrar que la teoría bacteriana norepresentó el principio del fin, de un movimiento quetodavía hoy sobrevive al pensamiento hegemónico.

Abstract:

the discoveries in bacteriology led to a paradigmshift in medical homeopathy, accelerating the needto receive and adapt its teaching to new scientifictrends. Legitimisation strategies are an importanttool in the positioning of the disciplines within thescientific world. Homeopathy is a medicaldisciplinethat also uses its resources to take on a theory thatwas being introduced to great effect. this paper exa-

mines the legitimisation strategies that the Acadè-mia Médico-Homeopàtica de Barcelona used so thatkoch’s new discoveries did not demolish the Hahne-manniana doctrine, from the analysis of the RevistaHomeopática. the study of these strategies tries toshow that the bacterial theory did not represent thebeginning of the end of a movement that still survi-ves today.

Joel Piqué i Buisan *

La recepción de la teoría bacteriológica en Cataluña a través de la Revista Homeopática (1890-1913)

The bacterial theory in Catalonia through Revista Homeopática (1890-1913)

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La recepción de la teoría bacteriológica en Cataluña a través de la Revista Homeopática (1890-1913)

que utilizó el sistema homeopáticocon el objetivo de recibir y apropiarsede estos nuevos descubrimientos paralegitimar su doctrina, demostrandoque, los descubrimientos de Louispasteur (1822-1895) y Robert koch(1843-1910) no fueron el golpe mortaldel sistema de Hahnemann, sino queresultaron un instrumento útil parareforzar su posición y dar un valorcientífico a sus principios básicos, elSimilia y las dosis infinitesimales. esnecesario entender que en el contextode principios del siglo XX, la homeo-patía, aunque estuvo discutida ante-riormente por algunos sectores2, encataluña formaba parte del cuerpodoctrinal médico del momento. Ungran ejemplo es la presencia de la doc-trina Hahnemanniana en el col·legide Metges de Barcelona, como sepuede comprobar en el Boletín delColegio Oficial de Médicos de Barce-lona, ya sea con la presencia de anun-cios de productos homeopáticos comoen el hecho de que existiera una tri-butación específica para los médicoshomeópatas3. por este motivo, el pe-riodo cronológico de estudio viene de-finido por los artículos relacionadoscon la teoría bacteriana publicados enla Revista Homeopática4 entre 1890y 1913, años en que el sistema home-opático en cataluña disfrutaba de unacierta importancia, y la teoría bacte-riológica se estaba consolidando comopredominante en la biología y la me-dicina5. el objetivo del trabajo con-siste en comprobar las estrategias delegitimación que utilizaron desde estecolectivo médico para adaptarse a losnuevos descubrimientos y demostrarque la teoría bacteriana era un granargumento en defensa de su pensa-miento médico.

Miasmas, animalitos y contagio

desde que Leeuwenhoek en 1674observó por primea vez en el aguaaquellas minúsculas formas de viday se oponía a la teoría de la genera-ción espontánea, hasta la teoría bac-teriana de koch, se generaron endiferentes sectores médicos muchasespeculaciones y teorías en torno lainfluencia de estos seres vivos en laproducción de enfermedades. Bajo elparadigma de la teoría humoral pre-dominante, la suma de estas especu-laciones a mediados del siglo XIX

promovieron el análisis de las enfer-medades epidémicas desde tres enfo-ques distintos: las procedentes demiasmas (teoría miasmática clásica),las miasmáticas contagiosas (teoríadefendida por pettenkofer) y las con-tagiosas (defendida por Robert kochentre otros). el paradigma miasmá-tico tenía una larga trayectoria des dela Grecia clásica y sostenía lo que seconocía como teoría miasmática.pero el concepto miasma (del griegoΜίασμα, que se podría traducir comocontaminación o mancha y que signi-ficaba contaminación física o moraldel cuerpo y olor pútrido que conta-mina el aire), consolidaba la teoríamiasmática en europa durante laedad media manteniéndose duranteel renacimiento y la ilustración. deesta manera, durante buena parte delsiglo XIX la idea de contagio y trans-misibilidad de enfermedades a travésde miasmas rondaba el ambiente. Laetiología de las enfermedades colecti-vas se explicaba por la generación demiasmas invisibles que contamina-ban el aire, mientras por otro lado lateoría contagiosa que se estaba des-arrollando atribuía la enfermedad auna influencia transmitida por con-tacto directo del enfermo. entre estasdos teorías se puede comprobar cómoel concepto miasma era consideradouna causa más remota y general,mientras que el concepto de contagioera más próximo y particular. estasideas podían ser independientes y co-existentes, pero no trataban sola-mente conceptos médicos, sino queabarcaban conceptos sociales, cultu-rales, morales y religiosos6.

en este entorno el alemán Sa-muel Hahnemann (1755-1843)7 na-cido en Meissen (Alemania), iniciósu búsqueda de un método curativoracional, postulando su teoría home-opática. el término homeopatía pro-viene etimológicamente de dosraíces griegas, ὅμοιος, homoios, quesignifica similar, y πάθος, pathosque significa enfermedad o sufri-miento. Éste es un sistema terapéu-tico que se interesa por el preceptohipocrático Similia similibus curan-tur. Hahnemann desarrollaba su ac-tividad entre las nuevas teoríasmiasmáticas contagiosas y la nuevacorriente de pensamiento vitalistadirigida por Stahl, Barthez y Hoff-man. en su obra más importante,base de la homeopatía clásica, sinte-

tiza todos los fundamentos filosófi-cos y médicos que constituyen estanueva corriente médica. es en el Or-ganon der rationellen Heilkunde(Organon del arte racional decurar), publicado en 1810, dóndeHahnemann expone las característi-cas de su doctrina, la cual aporta unenfoque sintético de la salud y pre-senta sus principios básicos8, de loscuáles tres de ellos son capitales enel intento de ajustarse a la racionali-dad médica imperante, tal y como secomprobará en este trabajo. La co-lumna vertebral de la doctrina sebasa en el principio vital9, Similia si-milibus curantur y las dosis míni-mas o infinitesimales.

Fig. 1: Samuel F. Hahnemann.

el químico y médico de Meissen,utilizó el concepto miasma y confi-guró una teoría miasmática, que cu-riosamente se diferencia de lasteorías miasmáticas que se conocíanhasta entonces10. Hahnemann en-tiende este concepto en términos depredisposición11. Respecto a las en-fermedades epidémicas, Hahnemannpresume de un fuerte eclecticismodando vueltas a la teoría miasmáticacontagiosa y a la teoría contagiosa.este llega hasta el punto de confundirel pensamiento del autor respecto ala transmisibilidad de ciertas enfer-medades. en la sexta y última edicióndel Organon, el autor consideracomo factores etiológicos la constitu-ción del miasmático (carácter in-terno), y como factores externos, elclima, condiciones físicas y mentalesde los habitantes de la zona, sus há-

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bitos, costumbres; es debido a la im-portancia de estos factores externosque Hahnemann explora y postula lahigiene tanto individual como colec-tiva como método de prevención12.pero en la teoría expresada en suprincipal obra omite lo que reflexionaen otras obras menos conocidas es-critas hacía al final de su carrera de-dicadas al cólera asiático, dondeintroduce la posible interacción e in-fluencia de los microorganismos en laproducción de la enfermedad, cre-yendo en la existencia de unos pe-queños animalitos capaces deproducir un estado patológico.

en una de las últimas obras queescribió afirma: “a bordo de las em-barcaciones, los espacios de la cuálesson cerrados, llenos de vapor hú-medo y oxidado, el miasma cóleraencuentra un elemento que favorecesu reproducción, prosperó y se des-arrolló en un nido de seres vivos ene-migos y asesinos del género humano,infinitamente valorados, invisibles,que constituyen de manera más queprobable, la materia contagiosa delcólera”13. este eclecticismo o ambi-güedad permitirá a los posterioreshomeópatas adoptar posiciones dife-rentes para afrontar los ataques pro-cedentes de otros sistemas médicos.La homeopatía era un sistema mé-dico que fijaba su interés en la ob-servación de la vida a través de lafuerza vital, a diferencia de la anato-mía patológica, racionalidad médicadel momento que se basaba en ob-servar la vida a partir de los órganosy tejidos con la finalidad de encon-trar la causa morbosa14.

Hacía la segunda mitad del sigloXIX, los descubrimientos de pasteury koch aportaron una nueva visióndel concepto etiológico de la enfer-medad; se inició el periodo en que lateoría bacteriana se sitúa en una po-sición predominante y hegemónica.el químico francés demostró que lafermentación y la descomposición or-gánica eran debidas a la acción de losmicroorganismos, y refutó la teoríade la generación espontánea, dandocomo resultado la teoría germinal delas enfermedades infecciosas entre1854 y 1865. por otro lado, en Ale-mania un joven Robert koch, en unadisputa nacional entre Francia y Ale-mania, trabajaba para identificar losagentes causales del cólera, la tuber-culosis y el ántrax. el momento ál-

gido de koch llegó en 1884 cuandojuntamente con Friedrich Loeffler(1852-1915) postuló cuatro criteriosque establecían una relación causalentre microbio y enfermedad; seránlos conocidos postulados de koch15,que en medicina determinaron uncambio importante en la visión de lasenfermedades epidémicas.

puede ejemplificar en el debate in-terno sobre la etiología y la terapéu-tica que enfrentaba a SantiagoRamón y cajal (1852-1934)16 yJaume Ferrán (1851-1929)17 en unadisputa que traspasaba cuestionescientíficas. en este contexto, la con-solidación de la microbiología médicano estuvo ausente de polémicas,dudas y argumentos científicos18.

Uno de los colectivos que en unprincipio recibieron con más entu-siasmo estas recientes teorías fue elformado por los médicos homeópa-tas, sobretodo en cataluña.

La homeopatía en Cataluña

La difusión de la homeopatía desde Alemania hacia Francia e Italia fuerelativamente rápida y procedente deestos países llegó a españa. Las pri-meras noticias que se conocen sobrela homeopatía en el país datan de1821 y se considera que la introduc-ción por parte de un médico se centraen 182919. Siempre se ha consideradola evolución de la homeopatía en es-paña desde un inicio en las primerasdécadas del siglo XIX hasta un grandeclive, prácticamente terminal, en1936 con la explosión de la guerracivil.

en cataluña, a finales del sigloXIX las luchas en contra la doctrina,las ganas de colaborar en la difusiónde la misma y la introducción de in-novaciones científicas que podían de-rrocar este sistema médico, provocóla necesidad de agrupar esfuerzospersonales constituyendo un grupode trabajo sobre homeopatía, intentoque des de principios de los años 80se fue repitiendo. La intención decrear una academia por parte de uncolectivo de homeópatas entusiastasque se reunían cada año para cele-brar el natalicio de Hahnemann, era,pues, una idea recurrente. entre1882 y 1883 se redactaron unos esta-tutos para la nueva institución peroésta no fue realidad hasta el 13 deabril de 1890, cuando en un banqueteen honor a Hahnemann se decidiódar vida práctica a la Academia. en elmismo acto, tuvo tan buena acogidala idea que se designaron in situ loscargos de la primera junta directiva yse presentó la razón social con elnombre de Acadèmia Médico Homeo-pàtica de Barcelona (en adelanteAMHB)20. Así, en el número de sep-

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Fig. 2: Robert koch.

Fig. 3: Louis pasteur.

todos estos nuevos descubrimien-tos en Francia y Alemania no tarda-ron en difundirse por los demáspaíses europeos. pero la aceptaciónde la nueva teoría etiológica no tuvoun fácil camino hacía el éxito. La re-cepción por parte del colectivo mé-dico en españa fue reticente y se

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tiembre la revista presenta la Acade-mia: “lo que fue una aspiración detodos los partidarios de nuestra es-cuela, lo que ha sido un fervientedeseo, será realidad”21.

con el transcurso de los meses laAMHB se iba moldeando, configu-rando recursos y estructura. en esterecorrido el 21 de junio de 1890 yapresentaba domicilio propio y estatu-tos definitivos aprobados por las au-toridades. Más tarde se inauguró eldispensario Médico Homeopáticogratuito para enfermos pobres, centroque adquirió cierto prestigio y quefue la semilla del posterior HospitalHomeopático del Niño dios22.

Seguramente la AMHB ha sido elmás poderoso baluarte de la homeo-patía catalana. La tarea de difusiónno solamente de la homeopatía, sinode las innovaciones en los diferentescampos de la ciencia fue una de lasprincipales aportaciones de esta ins-titución médica, única en la disci-plina a nivel catalán hasta el 1904.

para poder cumplir los objetivospara los cuáles había sido creada laAMHB era imprescindible la creaciónde un órgano de difusión y expresiónque fuera capaz de transmitir el pen-samiento del colectivo y a la vez de-fender sus intereses frente a losposibles ataques del pensamiento he-gemónico. este entorno provocó queen abril de 1890 durante la creaciónde la AMHB se propusiera que la Re-vista Homeopática, creada unosmeses antes, pasara a ser el órganooficial de difusión de la institución, yante el entusiasmo de los asistentes ala sesión, la revista recibía un im-pulso definitivo que probablemente laconvirtió en una publicación de refe-rencia de la disciplina homeopáticaya que sobrevivió un largo periodo depublicación ininterrumpida de 1890hasta 1903, cuando fue sustituida porla Revista de Homeopatia Practica,nacida como consecuencia de la fu-sión entre la AMHB y el Institut Ho-meopàtic23.

La Revista Homeopática

después de la muerte del dr. Sal-vio Almató i Ribera (1827-1889), cre-ador y director de la revista elConsultor Homeopático, esta revistacreada en 1887 quedó huérfana de suprincipal entusiasta. Aún así, ungrupo de homeópatas que colabora-

ron en su redacción quisieron seguirla obra de Almató y gestaron unanueva publicación que nombraríancomo Revista Homeopática24. A dife-rencia de las revistas de la disciplinaaparecidas hasta entonces a nivel es-pañol25, esta nueva revista nació delacuerdo de diferentes homeópatas,bajo un criterio colectivo, caracterís-tica clave en su posterior éxito.

el primer comité de redacción es-taba formado por un buen número dehomeópatas presentes en las institu-ciones médicas oficiales26, bajo la di-rección de Joan Sanllehy Metges(1821-1900) y el secretariado deJosep Giró i Savall27. el primer nú-mero vio luz en enero de 1890 y hastaabril del mismo año no dejó de seruna revista independiente, no ligada aninguna institución. Una vez creadala Academia, y ante la propuesta deque la revista ejerciera de órgano di-fusor, la Revista Homeopática quedódefinitivamente vinculada a la insti-tución.

esta revista de periodicidad men-sual, contenía artículos originales,traducciones de otras revistas y di-vulgativos escritos en castellano, yfue el instrumento principal utilizadoen la divulgación de la legitimación

de la doctrina médica frente a las no-vedades científicas que emergían enla biología y la medicina. No se hanencontrado datos sobre el tiraje quetenía, pero se considera que era unarevista en la que la mayoría de los sus-criptores eran médicos homeópatascon filiación a la propia Academia, queenviaba mensualmente la revista a sussocios. Los autores de los artículos, enmuchos casos, forman parte de lamisma dirección de la institución28.

La redacción y administracióniba a cargo de la Farmàcia Homeopà-tica especial de Grau-Ala, mientrasque la impresión la realizaba la Imp.Luis tasso de Barcelona.

La estructura básica de la revistase podría definir en cuatro apartados:el primero, de carácter divulgativodestinado a los lectores; el segundo,donde se publican las sesiones de laAMHB; un tercero propiamente mé-dico y terapéutico con artículos origi-nales; y un último donde se citanmisceláneas, necrológicas y noticiasde prensa extranjera. esta estructurase mantiene prácticamente en todoslos números estudiados y a medidaque pasan los años el espacio desti-nado a los temas científicos aumentasu dimensión.

Fig. 4: portada de Revista Homeopática, 2, enero y de la Revista Homeopática, 1, diciembre.

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La teoría bacteriológica y lahomeopatía

con el fin de lograr los objetivospropuestos en la investigación, lafuente principal de análisis utilizadaes la Revista Homeopática. La coin-cidencia entre el álgido momento dela homeopatía catalana y la consoli-dación de la teoría bacteriana en elperiodo estudiado se refleja en laconstante presencia de artículos refe-rentes a ello (tabla 1), lo que de-muestra el interés suscitado en elentorno médico. el cambio ontoló-gico que exigía esta teoría en la formade entender la enfermedad, la convir-tió en objeto de estudio y de apropia-ción para los focos médicos delmomento.

durante los primeros años de pu-blicación, coincidiendo práctica-mente en el tiempo con losdescubrimientos de Robert koch,los artículos referentes a la teoríabacteriana suponen un porcentajede entre un 20 y un 25% en la temá-tica de la revista. Al provocar uncambio ontológico en la medicina, eluso de esta teoría para legitimar ladoctrina homeopática se convirtió enla clave de un posible éxito, básica-mente en lo que concierne a la tera-

péutica. La idea principal de los re-dactores de la revista y de la mismaAMHB era la de legitimar los princi-pios fundamentales de la homeopatía:la ley de similitud, las dosis infinitesi-males y el dinamismo vital, y a la vezevitar que estas teorías novedosas fue-ran el precedente de la derrota de ladoctrina Hahnemanniana. estos prin-cipios, son básicos en la terapéuticahomeopática y el éxito de la doctrinadependería de la capacidad de rela-cionarlos con las innovaciones cientí-ficas. Los homeópatas catalanes eranconscientes del delicado momentoque podría suponer que la teoría bac-teriana derribase las ideas Hahne-mannianas, como demuestra elfragmento publicado en un artículo dela revista cuando se afirma que losmédicos homeópatas pueden abordarlos estudios bacteriológicos franca-mente y sin miedo de derrumbar eledificio de sus creencias y esperan-zas31. este aspecto supone durante losprimeros años un debate interno en elseno de la organización, que se evi-dencia en las sesiones de la AMHB.Ante este temor, la oportunidad queofrece la revista para contrarrestar lasdudas surgidas, es una buena armapor parte de la AMHB para lanzarcampañas y estrategias legitimadoras.

La evolución cronológica y temá-tica de los artículos publicados estámuy relacionada con los eventos ynovedades que se dan a nivel inter-nacional, principalmente en la tera-péutica. como se observa en la tabla2 el peso en porcentaje de los artícu-los que citan la teoría bacteriana con-siguen unos picos coincidiendo consucesos significativos en el mundo dela bacteriología y su terapéutica, queen general se sitúa entre un 4 y un24% del total. este porcentaje de pesopuede considerarse significativo al nopresentarse uniformidad temática enningún otro tema, y por lo tanto losartículos sobre bacteriología son losmás relevantes.

en los primeros años, las discu-siones y explicaciones sobre la teoríafueron notables ya que en europaaparecían noticias acerca de los nue-vos descubrimientos, y a la vez se in-tentó relacionarla con el sistemahomeopático a través de artículos di-vulgativos y legitimadores.

Las dudas que podía generar estanueva teoría también eran de interésen la revista la cual dedica un buenespacio a ello. títulos como “Miedo alcontagio”, “Microbios patógenos en laboca del hombre sano”, “¿puede sertransmitida la diabetes?” o la infor-

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Tabla 1: Número de artículos relacionados con la teoría bacteriana en la RH.29

Fuente: elaboración propia.30

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La recepción de la teoría bacteriológica en Cataluña a través de la Revista Homeopática (1890-1913)

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mación sobre el congreso médico deBerlín en agosto de 189032 dondekoch expuso sus trabajos, demues-tran el interés suscitado por una granparte de la sociedad médica.

el trasfondo legitimador se en-cuentra en prácticamente todos losartículos, sean de cualquier temáticarelacionada. A medida que se va des-arrollando la microbiología y la tera-péutica asociada a ésta, la estrategiade los homeópatas se encontrará di-lemas tanto filosóficos como prácti-cos que permitirán observar unaevolución en el pensamiento y en larecepción de la teoría bacteriana,juntamente con una dilución de laefervescencia con la cual se recibió lateoría inicialmente.

Los primeros años (1890-1893):cimentación de la doctrina

La aparición de la revista coincideen un periodo donde el paradigma mé-dico empieza a desviarse de rumbo. Lateoría propuesta por koch en 1884, lasepidemias de cólera de 1885 y los nue-vos descubrimientos en sueroterapiaempiezan en españa un camino sin re-torno hacia un paradigma nuevo33. eneste contexto, el nacimiento de la re-vista, y así lo demuestran los primeros

números, tiene un objetivo claro: con-solidar unas bases sólidas a partir dela legitimación que ofrece las teoríasmicrobiológicas que se estaban des-arrollando, y al mismo tiempo permi-tir al sistema homeopático visto comoinmovilista, la relación con las inno-vaciones científicas que surgían. Lanecesidad de legitimar fue lo que pro-vocó que en los primeros años de la re-vista se dedicaran bastantes artículosa conectar la teoría de pasteur y kochcon la homeopatía, ya sea a partir deartículos doctrinales o propiamentecientíficos. este objetivo por el cual segesta la revista queda claramente evi-dente en la presentación del primeronúmero, donde en grandes líneas ex-pone el programa que va a seguir lapublicación:

“Nuestro programa no puede sersospechoso á nadie, conocidoscomo son de los lectores muchosde nuestros redactores: la ley desimilitud, el dinamismo vital y laexperimentación fisiológica, sonnuestro credo científico; este seráel norte que nos ha de guiar ennuestras tareas, el trípode en quehan de descansar todas nuestrasinvestigaciones y nuestra práctica.cómo nuestra escuela no es unaiglesia cerrada, no impone dogmas

ni los define; si bien impone susprincipios, deja á todos en libertadpara que los definan según su cri-terio científico-filosófico”34.

en primer lugar deja claro los tresprincipios básicos que va a defenderla revista y que serán importantísimosen la utilización de las estrategias delegitimación de la doctrina. por otrolado, intenta dar una visión de liber-tad y apertura que permita incorporarlas novedades científicas que van apa-reciendo constantemente.

por lo que se refiere a los artículosdoctrinales de los primeros números,la voluntad clara de los redactores esla de presentar la homeopatía comoactor principal de estos nuevos des-cubrimientos, sobre todo a partir delos principios de similitud y de lasdosis infinitesimales. Así, en el artí-culo de J. terrades titulado De 1790 a1890, el autor aborda los nuevos des-cubrimientos desde el punto de vistahomeopático, legitimando la doctrinaa base de relacionarlos con los dosprincipios fundamentales.

“Los descubrimientos que cadadía aporta la ciencia al progreso dela humanidad, [..] demuestran pal-pablemente la inmensa importan-cia de lo que hasta el momento ha

Tabla 2: peso en porcentaje de los artículos relacionados con la teoría bacteriana respecto al total de artículos.

Inicio RH Seroterapia agran escala

Nuevossueros

concepto deanafilaxia

congresotBc

Zaragoza

progreso en inmunología

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sido el caballo de batalla, la prin-cipal arma de combate, el ridículocon el que han querido sellar a lahomeopatía sus enemigos: la ac-ción de los infinitesimales... ¿Losexperimentos que sobre la rabia ysu profilaxis han llevado a cabo losdres. pasteur y Ferrán, y los resul-tados obtenidos, no pregonan bienfuerte la razón de la homeopatía?¿No son homeopatía pura?¿ No laabonan de común acuerdo la cien-cia y la experiencia?”35.

en este artículo terrades no sóloutiliza la teoría bacteriana, sino quetambién ejemplifica esta legitimacióna partir de los experimentos de Wi-lliam crookes36 sobre la materia ra-diante, otra novedad científica, eneste caso en el campo de la física, queen la estrategia legitimadora utiliza-rán en más de una ocasión. pareceser que estas estrategias de legitima-ción no se daban exclusivamente encataluña, ya que en el número deabril de 1891 Badia traduce el dis-curso que kroener, médico de pos-tdam (Alemania), realizó a laSociedad Homeopática de Berlín, enel que hablaba de las relaciones entrela bacteriología y la homeopatía37. eneste artículo se empieza a vislumbrarel encaje entre la homeopatía y labacteriología a partir del concepto deterreno, un tema que será a finales dela primera década del siglo XXcuando empezará a tener su impor-tancia como instrumento de análisis.en este sentido, kroener continuabainsinuando la diferencia primordialentre homeópatas y alópatas; mien-tras los primeros cuidaban el terreno,los segundos sólo se preocupaban dela causa bacteriológica, como escribe:

“Al escoger como tema de estediscurso la bacteriología, más deuno entre vosotros habrá hechoun gesto de extrañeza, ya que estanueva rama de la medicina no pa-rece tener nada que ver con la ho-meopatía. Y, como no tiene queser así, habiendo tantos homeó-patas que se vanaglorian de igno-rar los avances bacteriológicostratándolos de pura charlataneríao bien evitan hablar de ellos pormiedo a que se derrumban los ci-mientos de la homeopatía? [..]cierto es, que los puntos de con-tacto entre la bacteriología y lahomeopatía son de índole nega-tiva. Se diferencian en qué los

bacteriólogos buscan las causas delas enfermedades y así evitar lapropagación; los homeópatasquieren curar la enfermedad queha producido el baccillus, siendodel todo indiferente el baccillusque ha sido la causa”38.

en este periodo de efervescenciaen el conocimiento etiológico de lasenfermedades, los homeópatas discu-tían sobre este tema, y aunque el pro-pio movimiento no se oponía enningún caso a la teoría microbioló-gica, si abandonaban el análisis etio-lógico39 y centraban su atención en laterapéutica y en el concepto de te-rreno, la teoría bacteriana podía apor-tar un gran apoyo en la defensa de ladoctrina. en la misma línea, Nogué iRoca, uno de los homeópatas más ac-tivos en la redacción de la revista y enla defensa del discurso hahneman-niano, escribía un artículo dónde rea-lizaba una divulgación y defensa apartir de los nuevos avances científi-cos, y empezaba a perfilarse lo que alo largo de las publicaciones irá sur-giendo a la luz: la importancia que loshomeópatas daban a la terapéutica endetrimento del significado ontológicoque aportaba la teoría bacteriana40.

Otro artículo divulgativo donde sedefendía la doctrina es el escrito porRicart y que se titulaba “Las creen-cias en medicina homeopática”41.este artículo consta de seis aparta-dos, el primero de los cuales se pu-blicó en abril de 1890, justo cuandola revista pasó a ejercer de órgano ofi-cial de la AMHB. cuatro de estosapartados son interesantes para enfo-car el análisis que estamos reali-zando. en el apartado segundo, Ricarthabla precisamente de las innovacio-nes científicas, y clasifica la homeo-patía como una innovación que secombate por el hecho mismo de sernovedad. en este punto, pone ejem-plos de otras innovaciones históricasno aceptadas en su momento y quehan sido demostradas a posterioricomo ciertas. Sin especificarlo, elautor habla de la capacidad de recep-ción de las novedades por parte de di-ferentes sistemas “científicos”, y llevaal campo de las estrategias de legiti-mación la capacidad de emergercomo innovación aceptada mayorita-riamente. en el apartado quinto y enel sexto describe los seres y los órga-nos microscópicos descubiertos du-

rante el siglo XVIII. este descubri-miento de aquello infinitesimalmentepequeño es utilizado para fortalecerel principio básico de las dosis infini-tesimales. en estos dos apartados,utiliza las teorías de pasteur y kochpara defender a ultranza el sistemahomeopático y concluir que el descu-brimiento de koch tendría que llevarconsigo la consagración de la medi-cina homeopática. “convenimos enque la ciencia médica ha progresadomucho para los médicos,... pero nopara los enfermos... [..] Los conoci-mientos médicos actuales sirvenmucho para lucirse en las academias,pero son nulos, sino perjudiciales, ala cabecera del enfermo”42.

Las sesiones de la AMHB: dudasy polémicas acerca del cólera y la tu-berculosis

La importancia que tenia la teoríabacteriana en la nueva visión de lasenfermedades también invade las se-siones de la AMHB. en los primerosaños las discusiones versaban acercade la etiología de estas enfermedades,principalmente el cólera y la tubercu-losis, junto con la aproximación o noal sistema homeopático. esto se evi-dencia en las primeras sesiones dondese observan las discusiones y diferen-tes opiniones respecto a los nuevosconocimientos, a través del coloquioque se crea a partir de la memorialeída por Giró i Savall, y titulada“etiología y transmisión del cólera”.el enfrentamiento verbal entre los di-ferentes asistentes se hizo evidente enla consideración de la causa del có-lera. Mientras Giró i Savall defendíaque la causa del cólera era el Bacillusvirgula descubierto por koch, JustXamar presentaba la teoría de kochsolo como una hipótesis, y Sanllehy iMetges confirmaba estar seguro que elcólera no era transmisible. Las mis-mas dudas se presentaban en el casode la tuberculosis que exponía la me-moria de pinart en 189143. Ante estasdiscusiones, la estrategia legitimadorase basó en concentrar la importanciade la homeopatía en la terapéutica yno en el sistema epistemológico, paraasí, presentar la homeopatía como unsistema terapéutico avalado por losnuevos descubrimientos, y no comoun sistema filosófico que entendía laenfermedad desde otro prisma. Justa-mente este fue el motivo por el que,

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posteriormente, en la línea de los nue-vos descubrimientos en vacunas y sue-roterapia, la Revista fue posicionandosu postura en relación a estos con lahomeopatía y dedica la mayoría de susartículos a partir de 1895 a los suerosy la terapéutica antitóxica. en este en-torno, el número de artículos sigue laestela de las novedades en la cienciabacteriológica y sus eventos marcan laestrategia a seguir en el futuro.

La transición hacia la terapéutica:un buen instrumento legitimador

Ante la dificultad de explicar laetiología de las enfermedades bacte-rianas a partir de una tesis homeopá-tica ( sin tener en cuenta el terreno),la estrategia a seguir se enfocó en elcampo de la terapéutica, donde se de-dicaron más esfuerzos en legitimar ladoctrina, ya que también es ciertoque era en este sentido donde real-mente había una aproximación másreal entre las dos escuelas. el obstá-culo teórico ante el que se encontra-ron los homeópatas para explicar lacausa de la enfermedad a partir de losmicrobios, sin entrar en el conceptode miasma hahnemanniano (predis-posición, terreno,..) provocó queNogué i Roca, en uno de sus artículosretrocediera en la supuesta flexibili-dad en la introducción de innovacio-nes científicas, y dejó entrever quedicha flexibilidad adoptada en el pro-grama inicial de la revista, no era se-guramente compartida por todos losprotagonistas.

“A este afán de innovaciones [..]tenemos que oponer los homeó-patas nuestra circunspección, lacalma del sacerdocio que ejerce-mos, apoyado y fortalecido por labondad de nuestra doctrina, nocediendo ni una pulgada de te-rreno a nuestros adversarios,atrincherándonos en nuestros in-mutables principios, que no estánreñidos con el progreso, más alcontrario, es el campo de la cien-cia médica”44.

La utilización del concepto adver-sarios para definir al sistema médicoalopático es una muestra más del dis-tanciamiento que desde la mismadoctrina se muestra hacia el resto desistemas médicos. este atrinchera-miento en los inmutables principiospropuesto por Nogué i Roca se ilustraen una serie de artículos destinados al

análisis de la tísis y el descubrimientode koch. en uno de ellos, titulado“koch y la tisis” , explica el desarrollocronológico de la terapéutica contrala tuberculosis, separando claramentela isopatía de la homeopatía:

“en el poco espacio que llevan,estas teorías bacterianas han su-frido ya diferentes cambios encuanto a la terapéutica de las en-fermedades: antisepsia a todotrapo, mucho sublimado, acido fé-nico, bórico, mentol, esto es Con-traria contrariis; después paralas enfermedades infecciosas y vi-rulentas, atenuación de virus,Equalia equalibus, o sea isopatía;y ahora, por lo que sabemos delsecreto de koch, una mezcla desustancias, toxoalbúminas y fer-mentos orgánicos, los efectos delos cuales son nulos, a las dosishomeopáticas, que se usan en elhombre sano, y muy enérgicos enel enfermo Similia similibus cu-rantur, o sea, homeopatía”.

Nogué i Roca fue uno de los ho-meópatas más críticos con la recep-ción de las ideas bacterianas y esto esútil para contemplar las contradic-ciones en las que el mismo autor seencuentra; por un lado la necesidadlegitimadora para encontrar el lugarde la homeopatía en la ciencia, y porotro lado la convicción en unas ideasinmovilistas.

es durante este primer periodocuando se ponen encima de la mesala mayoría de temas referentes a lateoría bacteriana como tal, y dondese busca la posición dentro del pano-rama científico del momento. estabúsqueda del lugar que puede ocuparla homeopatía y la relación con las in-novaciones lleva inherente una polé-mica que se destapa en algunosartículos, entre dos facciones de loshomeópatas catalanes; el sector dehomeópatas puristas e inmovilistas, yel sector más predispuesto a modifi-car ciertas posiciones. en este as-pecto el debate entre homeopatía eisopatía tiene cierta relevancia en elseno de la institución. Sin ir máslejos, Nogué i Roca realiza una críticaa la isopatía y pronostica un flamantefracaso al descubrimiento de koch,ya que el agente que inoculaba vía hi-podérmica era un agente isopático46.

Así pues, aún con el uso legitima-dor del proceso terapéutico que utilizó

el colectivo homeopático en cataluñarelacionando la teoría bacteriana conlos principios homeopáticos, a este fe-nómeno no le faltaron polémicas y dis-cusiones. La búsqueda de su posiciónen el panorama médico y científico,dirigía la homeopatía a nuevas pre-guntas que poco a poco necesitabanencontrar respuestas.

La difteria y el desarrollo de lasueroterapia (1894-1900)

el triunfo de la etiología bacterianaen el caso de la difteria se configuró apartir de los trabajos de klebs (detec-ción del Corynebacterium diphteriae,1883), Löffler (reproducción experi-mental de la enfermedad en animales,1884), Roux y Yersin (con el descubri-miento de la endotoxina 1888), peroel golpe de efecto en la consolidaciónde esta teoría llegó con la aplicación agran escala de la sueroterapia en1894-9547. A partir de esta fecha se ini-cia un periodo en el que la suerotera-pia será el centro de atención en lamedicina, y como no podía ser de otraforma, el sistema homeopático no so-lamente estará pendiente de los acon-tecimientos, sino que ademásparticipará en la transmisión de cono-cimiento. con la expansión de la sue-roterapia, en 1894 y 1895 los artículosrelacionados con esta terapéutica au-mentan su presencia en la Revista Ho-meopática. este aumento sedemuestra cuantificando los artículosque pasan de un porcentaje de entreun 10 y el 20% los primeros años, acerca del 50-80% a partir del 1894, conun incremento sostenido aproximada-mente hasta 1901. A partir de esteaño, las dudas en el seno de la home-opatía provocados por los efectos ad-versos de la sueroterapia, junto con laintroducción de los nosodes y la opso-noterapia, y el nacimiento de nuevosconceptos como la anafilaxia hicieronque se redujeran al mínimo los artícu-los referentes a la sueroterapia (comocomprobaremos en los siguientes ca-pítulos).

La sueroterapia propuesta porpasteur, koch, Ferrán, Roux y Yersinentre otros, se basaba en el principiode similitud defendido por la homeo-patía. Éste será el principal punto deapoyo de los homeópatas a la hora delegitimar su fe. pero con la confirma-ción de este principio sólo no sepodía dar valor a toda una doctrina

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que descansaba sobre unas bases re-sultado de la suma de diferentes prin-cipios. La labor del movimientohomeopático se dedicó pues, duranteeste periodo de tiempo, a encontrarotros puntos de contacto entre la sue-roterapia y la homeopatía. en esteproceso fue cuando apareció unanueva estrategia: la resignificacióndel lenguaje, que tendría un papel bá-sico para consolidar el principio delas dosis infinitesimales, clave en eldesarrollo homeopático. el primeractor en utilizar esta estrategia fuederch i Marsal, en el artículo de sep-tiembre de 1894, titulado “Las Inyec-ciones antidiftéricas del dr. Roux”48.en este artículo, defendía que les in-yecciones contra la rabia de pasteur,las anticoléricas de Ferrán, las anti-tuberculosas de koch y las antidifté-ricas de Roux, confirmaban elpensamiento de Hahnemann, y a lavez se realizaba una cuestión impor-tante: ¿es la dinamización homeopá-tica lo mismo que la atenuaciónalopática?. en el contenido de estacuestión, básica para entender elpapel del lenguaje en la legitimaciónde un pensamiento, se puede obser-var que la homeopatía utiliza el con-cepto “dinamización” mientras que laalopatía usa el concepto “atenua-ción”. Los dos términos, con un sig-nificado prácticamente contrario unodel otro, fueron empleados por el mo-vimiento homeopático como sinóni-mos, en un intento de situar lahomeopatía dentro del sistema ra-cional de la ciencia. de esta forma,los defensores de la doctrina Hahne-manniana asimilaron el concepto deatenuación imprescindible para en-tender el significado de sueros y va-cunas, y lo utilizaron en muchosartículos posteriores sustituyendo eltérmino dinamización49.

en este sentido el rol del médicofrancés pierre paul Émile Roux(1853-1933) fue fundamental. enprimer lugar, debido a que parte de suéxito, a diferencia de pasteur y koch,fue el hecho de realizar una mayoratenuación del suero para evitar losproblemas de salud que provocabanlas inyecciones de estos sueros. estaeficacia de la atenuación de Roux, se-guía la línea de la dinamización ho-meopática realizada para evitaragravaciones, concepto propio de ladoctrina homeopática. La figura deRoux fue muy alabada por los médi-

cos de la AMHB. por ejemplo, Giró ensu su artículo “La homeopatía y elsuero antidiftérico”, publicado enenero de 1895, alababa Roux porquehabía obedecido las dos leyes que re-gían la homeopatía: el similia y la di-namización50. A partir de estemomento, la legitimación del sistemahomeopático descansaba sobre estosdos principios, y la referencia a ellosva a ser una constante en la mayoríade artículos publicados. el mismoGiró acusaba a los médicos alópatasde hacer caso omiso a las leyes home-opáticas y basarse simplemente en elempirismo, descubriendo de esta ma-nera nuevos caminos que la homeo-patía ya había explorado: “y en efecto,está escrito que nunca podrán enten-der mientras reine sobre la ciencia elempirismo, mientras no hagan des-cansar el pensamiento sobre una basesólida, racional, y eso no va a sucederhasta que, saliendo del error en el queviven, acepten las dos leyes funda-mentales de la homeopatía: el similiay la dinamización”51.

El dilema de la sueroterapia: ¿iso-patía u homeopatía?

en este contexto de auge de lasueroterapia y la apropiación que re-alizaba el colectivo homeopático de lapreparación de los sueros, se inicióen la revista un debate sobre el mé-todo utilizado por Roux, que se dio enel Ateneu Barcelonès entre un jovendr. Guerra y el dr. Robert. Mientrasel primero defendía el método Rouxque él mismo había observado en unviaje a parís, concretamente en elInstituto pasteur, el catedrático depatología interna, remarcaba la im-portancia de la clínica y las diferen-cias de presentación de una mismaenfermedad en diferentes individuos(en una clara alusión al terreno) ha-ciendo uso de las teorías de las pto-mainas, leucomanias y fagocitosis52.este debate continuaba en las sesio-nes de la AMHB, y comet refería lasdudas sobre la teoría bacteriana quese le presentaban a Robert.

cierto es que el asentamiento dela sueroterapia en dos columnas prin-cipales del sistema homeopático erauna buena estrategia de legitimación,pero no encajaba con la filosofía y laepistemología de la homeopatía comosistema médico. Así pues, no era im-previsible que después de la efusiva

recepción de la sueroterapia comodemostración de los principios ho-meopáticos, comenzara a surgir unacorriente crítica, que se expresabacon más fuerza en la revista a partirdel 1897 (aunque como hemos visto,Nogué i Roca ya hacía mención a estaproblemática en artículos anteriores).diferentes artículos empezaron adudar de la eficacia de los sueros y desu utilidad. Incluso en la sesión de laAMHB del 29 de mayo de 1896, den-tro de la crítica de diferentes sistemasmédicos que presentaba Giró, se es-tablece una pequeña discusión dondeOlivé y Gros explicaba que los suerosno aventajaban en nada a los trata-mientos homeopáticos convenciona-les53. en contra de esta opinión sesituaba Juan Sanllehy que ademásopinaba que isopatía y homeopatía sepodían considerar el mismo sistematerapéutico.

Ante estas dudas, una nueva co-rriente ecléctica abrazó algunos ho-meópatas como pinart, que en unartículo sobre la difteria y su trata-miento defendía la utilización de lasueroterapia junto con los medica-mentos homeopáticos54. Así pues, labatalla estaba servida. Mientras quecomo estrategia legitimadora duranteel apogeo, la sueroterapia había te-nido un papel importantísimo y de unamplio consenso, con el paso deltiempo y la práctica médica diaria,los homeópatas empezaron a ver lascontradicciones en que estaban invo-lucrados y las controversias se hicie-ron evidentes55. Ante esta situación yen la búsqueda de puntos de con-tacto, a partir de 1901 empezaron apublicarse estudios y artículos ha-blando de los nosodes56.

Los nosodes dentro del trata-miento homeopático eran conocidosdesde hacía tiempo. en el caso de latuberculosis, los experimentos másconocidos con el Baccilinum los rea-lizó el dr. compton Burnett (1840-1901) de Londres, cinco años antesdel descubrimiento de koch. Burnettrealizó los experimentos sobre símismo con un fragmento de pulmóntuberculoso atenuado y dinamizado57.en el contexto del estado español pi-nart también realizó este tipo de ex-perimento unos años más tarde. Unanueva herramienta de legitimación seponía en marcha: la defensa de la pri-micia en los experimentos58. Los no-sodes eran un gran ejemplo del uso de

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un procedimiento que la medicinaconsolidaba, y que la homeopatíahacía tiempo que utilizaba59.

Aproximadamente a partir de1895, la sueroterapia empieza a cogerun ritmo vertiginoso favorecido nosólo por el éxito terapéutico sino porel éxito comercial, y comienzan a fa-bricarse sueros para diferentes enfer-medades transmisibles. el desarrollode sueros para la difteria, la peste bu-bónica, la viruela, la tuberculosis, larabia, la fiebre tifoidea, entraban enun periodo intenso en el que desdediferentes países europeos se anun-ciaban nuevos descubrimientos. Antelas dudas que empezaba a suscitar lasueroterapia se inició dentro del mo-vimiento homeopático un interés porabandonar los nuevos conceptos te-rapéuticos introducidos por la bacte-riología y retornar a los orígenes de ladoctrina. este proceso se compruebaperfectamente en una publicación deGiró en febrero de 1902, titulada “elúnico camino”, donde explica:

“¿Qué hay que descubrir en la ho-meopatía? Qué hay que perfec-cionar? Ni la ley en que se basa suterapéutica comprobada por la ex-periencia y demostrada hasta lasaciedad, ni su sistema patológicoratificado hoy por los descubri-mientos de la moderna microbio-logía, ni la preparación de susmedicamentos, consecuencia ló-gica de la ley de similitud! Sólo essusceptible de mejora su materiamédica, aumentando el númerode medicamentos”60.

por el lado homeopático pues,surgieron nuevos estudios y patogé-nesis de diferentes medicamentos,que principalmente eran nosodes. Alos ya conocidos, Baccilinum y Vac-cinum se añadieron la Thyphotxina,Staphylotoxina, Medhorrinum,Syphy linum, Psorinum, entre otros,estudiados por Manel cahís y RicardMoragas. estos medicamentos noso-des empezaron a ser estudiadoscomo tales, independientemente dela causa etiológica de la enfermedadasociada; se volvió a uno de los prin-cipios clásicos de la homeopatía, osea, un nosode determinado serviríacomo medicamento para un indivi-duo concreto que presentara los sín-tomas que éste presenta en supatogénesis, independientemente delagente mórbido causal61. Los descu-

brimientos y estudios de estos nuevosnosodes deben entenderse exclusiva-mente como una necesidad de legiti-mación, y no como una necesidadterapéutica ya que ésta se conside-raba cubierta con la materia médicahomeopática existente. esta afirma-ción se puede comprobar en el artí-culo “Más sobre los nuevos remediosmicrobianos” de Manel cahís, cuandointroduce los dos nuevos medica-mentos la Thyphotxina y la Staphy-lotoxina pero afirma que no sonnecesarios ya que con los policrestoshahnemannianos es suficiente62.

en este contexto se llega al sigloXX con un desacuerdo claro en el tra-tamiento adecuado de las enfermeda-des bacterianas por parte de lahomeopatía. tres corrientes discutenen el seno de ésta, para buscar el tra-tamiento más efectivo. Mientras losdefensores de la sueroterapia seguíanargumentándola como un triunfo delsistema y ésta seguía siendo un ins-trumento legitimador, dos corrientesse escinden internamente, aunque re-currían también al argumento legiti-mador que les podía reforzar. Una deellas estaba formada por la línea máspurista que consideraba que los nue-vos descubrimientos no debían hacercambiar la terapéutica homeopáticaque se utilizaba hasta entonces y quetan buenos resultados había obtenido.“la ciencia de los bacilos no puede in-fluir de ninguna manera en la prácticade nuestros tratamientos. [..] en otraspalabras: la bacteriología es una cien-cia natural y la homeopatía es unadoctrina de práctica médica”63. estalínea más purista crece a principiosdel siglo XX debido a los efectos ad-versos publicados de la sueroterapia,que hacen que los homeópatas se re-fugien en la inocuidad de sus trata-mientos. por otra parte, aparecía unacorriente ecléctica que recurría a lacombinación de terapias para conse-guir un resultado más positivo y quequeda difuminada por las dos anterio-res fruto de su extremidad64.

Los últimos trabajos de Behring(1904)

La división de pensamiento en elseno de la Academia frente a la te-rapéutica de las diferentes enferme-dades bacterianas, y las dudas sus-citadas respecto a la sueroterapia,debilitaban la posición legitimadora

de la homeopatía, y por tanto su po-sición frente a la medicina racionalen boga. Una nueva herramienta legi-timadora era necesaria para no versederribados por las nuevas teorías. Laposición y opinión de reconocidoscientíficos podía ayudar a difundir lasvirtudes de la doctrina homeopática.este sistema de legitimación había es-tado presente en algunos númerosanteriores de la revista65 pero fue apartir de los experimentos de Behringque se empezó a explotar como ins-trumento. en este papel, apareceríandiferentes actores reconocidos, comocesare Lombroso (1835-1909)66, elmismo Roux67 o emile Von Behring(1854-1917) cuya figura toma unarelevancia muy importante, sobretodo a partir de sus últimos trabajossobre tuberculosis y la vacunaciónmasiva a través de la leche de vaca68.exprimiendo esta nueva vía legitima-dora, en 1907 se publicaron dos artí-culos, uno en mayo y otro en di-ciembre, dedicados a Von Behring,donde se daba voz a unas palabrasdel propio personaje, reconociendola homeopatía69.

“A pesar de todas las considera-ciones y experimentos científicosen torno a la vacuna de la viruela,el descubrimiento de Jenner per-maneció como un episodio aisladohasta que pasteur el enmarcó bajoun principio que no puede sermás bien caracterizado que por laexpresión de Hahnemann : home-opático. Realmente, qué otracausa hay en la inmunidad epide-miológica del cordero vacunadocontra el ántrax, que la influenciapreviamente ejercida por un mi-croorganismo parecido al ántraxmismo? Y qué concepto técnicoresulta más apropiado para definireste efecto ejercido por un micro-organismo similar, que la palabraHomeopatía de Hahnemann?estoy tocando un tema anatema-tizó hasta hace poco por el castigomédico: pero si debo presentarestos problemas a la luz de la his-toria, el insulto dogmático no medetendrá [..] el concepto de quecada enfermo reacciona de ma-nera diferente a las medicacionesque se tuvieron que probar empí-ricamente por los ensayos tera-péuticos, también jugó un papelimportante en el pensamiento deHahnemann”70.

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también en el discurso pronun-ciado por Manuel Moragas en abril de1908 en la Academia, el autor hacereferencia a las palabras de reconoci-miento de Behring y de Huchard (pa-tólogo de la Universidad de paris)respecto a la homeopatía, de maneraque intenta consolidar la importanciade ésta en el mundo científico71.

en medio de esta progresiva dilu-ción en la relación entre homeopatíay teoría bacteriana, en octubre de1908 tiene lugar un acontecimientoque favorece el aumento, de nuevo,de los artículos referentes a la teoríabacteriana. La celebración del I con-greso español de tuberculosis en Za-ragoza en 1908 provocó que loshomeópatas catalanes, y sobre todolos miembros de la AMHB volvieran adifundir sus ideas a través del órganode difusión que es la revista. La pre-sencia de pinart y comet como mé-dicos homeópatas invitados en estecongreso se considera de vital impor-tancia dentro del núcleo de la revistay por eso se asumía que era necesarioun relanzamiento de la legitimación.

Las opsoninas de Wright. Indivi-dualidad morbosa (1910-1913)

esta situación de pérdida de refe-rencias debido a las dudas que co-menzaban a surgir en la sueroterapiaencontró un nuevo icono legitimador.Una novedad científica como la opso-noterapia, ponía el punto de mira delos homeópatas en otro de los princi-pios básicos de su doctrina, la indivi-dualidad morbosa. Ya desde finalesdel siglo XIX el estudio de los proce-sos de defensa del organismo era untema candente en la ciencia médicay biológica. en 1904, el bacteriólogobritánico Almroth Wright (1861-1947) publicó su descubrimientosobre las opsoninas. Éstas son molé-culas coadyuvantes en el proceso defagocitosis, vital para entender la ca-pacidad defensiva del organismofrente a la infección. este descubri-miento y las nuevas teorías inmunoló-gicas abrieron un abanico deposibilidades a los homeópatas paraproclamar que el concepto terrenopropuesto por Hahnemann, no eramás que eso que se estaba descu-briendo. el principio de individualidadmorbosa comenzaba a posicionarse enel juego de la legitimación y la idea deplagio seguía sobrevolando las mentesde los homeópatas.

era cuestión de tiempo, que sepropusieran las opsoninas como tra-tamiento terapéutico de diferentesenfermedades, y sería en este mo-mento cuando los homeópatas pasa-rían al ataque en la defensa de unprincipio del que tímidamente ya ha-bían dado pinceladas anterior-mente72.

A partir de 1905, los artículos enla revista referentes a las opsoninas yal concepto de terreno se hicieronnotables, siempre evidentemente,con un trasfondo legitimador de ladoctrina. en un estudio sobre la tu-berculosis realizado por derch i Mar-sal, éste hablaba claramente ya depredisposición, terreno y herencia.No sólo eso, sino que por primera vezen la revista, el autor asocia esta pre-disposición o terreno a las necesida-des sociales, morales y laborales de lasociedad, y por tanto, proponía ini-cialmente medidas sociales como laalimentación y medidas moralescomo la lucha contra la pornografía73.A partir de este estudio se creó unadiscusión en el seno de la Academiasobre el origen de la tuberculosis.

Otros trabajos comenzaban a ini-ciar la divulgación de los conceptosde Wright, como el artículo de Ipini-buru, titulado “Las opsoninas y la fa-gocitosis”74, de marcado caráctercientífico.

Ricard Moragas, miembro de laAcademia y activo redactor en el úl-timo periodo de la revista, fue el per-sonaje que más profundizó en el temade las opsoninas75. Así en el discurso

del mismo Moragas “evolución yAdaptación de los microorganismos.terapéutica de la infección” del 14 deabril, el orador expuso cuatro ideasbásicas de lo que sería el pensa-miento de la AMHB respecto a estetema. en primer lugar, aseguraba queel microbio no era el agente causalúnico y que la microbiología no erauna ciencia exacta. Al no haber unacausa única, Moragas argumentabaque la vida era equilibrio entendidocomo proporción y armonía entre di-versos elementos, y que era la pér-dida de éste el que proporcionaba lainvasión bacteriana. Los elementosclaves para este equilibrio eran losmicrobios y el terreno. concluye eldiscurso con la afirmación de que lainmunidad era un proceso natural deadaptación a la convivencia con losagentes infecciosos.

el concepto de dualidad microbio/ terreno en la etiología de las enfer-medades queda bien representado enel artículo de comas y camps titu-lado “Los procesos infecciosos en lainfancia. Su influencia en el porvenirdel organismo. profilaxis”, del volu-men 21 de la revista. camps definíael proceso infeccioso como el resul-tado de los efectos traumáticos pro-vocados por dos leyes físicasfundamentales, la potencia y la resis-tencia, y se refería a la opsonoterapiade Wright como una nueva terapéu-tica que llenaba el vacío en estecampo. Los estudios de las opsoninasy de la fagocitosis, daban alas al con-cepto de miasma acuñado por Hah-nemann, e interpretado por sussucesores, y por este motivo la futurainmunología parecía ser el más pre-ciado tesoro para el movimiento ho-meopático.

Conclusiones

Los nuevos descubrimientos enmedicina, biología y química provo-caron la necesidad de una reorgani-zación de diferentes paradigmascientíficos, y la búsqueda del lugar decada sistema dentro de estos nuevosparadigmas. el uso de estrategias le-gitimadoras en la recepción de estasteorías para reorientarse dentro deestos nuevos conceptos fue un ins-trumento utilizado por la mayoría dedisciplinas científicas que tuvieron

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Fig. 5: Almroth Wright.

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que evolucionar y adaptarse a los fu-turos tiempos.

La homeopatía como sistema mé-dico creado en el seno del paradigmahumoral utilizó también sus estrate-gias. La fuerza con la que se introdu-cía la teoría bacteriana en losdiferentes campos médicos, y la rapi-dez de los descubrimientos en suerosy vacunas provocó que las institucio-nes homeopáticas reaccionaran confirmeza con el afán de divulgar susvirtudes y verdades a través de unarecepción activa de la teoría bacte-riana. entendiendo como recepciónactiva aquella que no sólo recibe lanueva teoría, sino que es capaz demodelarla según sus intereses.

en cataluña, la Academia MédicoHomeopática de Barcelona, como ins-titución más potente a principios delsiglo XX, fue la encargada de elaborarun plan de choque ante la ofensiva dela ciencia racional. A través de la Re-vista Homeopática se empezaron adivulgar ideas en defensa de la doc-trina, y se empezó a relacionar éstacon los nuevos descubrimientos cien-tíficos.

La base de esta recepción fue lade relacionar la teoría bacteriana ysu terapéutica con los principios fun-damentales en que se basa la homeo-patía: la similitud, las dosis infinitesi-males y la individualidad morbosa. Ladefensa de estos principios no fueuniforme, sino que iba ligada a losacontecimientos científicos que seiban dando. tres fueron pues las es-trategias básicas seguidas por el co-lectivo en cataluña a través de la Re-vista Homeopática.

en primer lugar y como puntomás importante, y por tanto al que sele dedicaba más espacio, era la rela-ción entre la teoría bacteriana, el Si-milia similibus curantur, y ladinamización. es clave ver, no sólocomo la teoría de koch y pasteur re-afirmaba estos principios, sino queparte de la estrategia tenía que vercon la necesidad de ver en las obrasde los emergentes bacteriólogos, unclaro plagio de las ideas de Hahne-mann y sus sucesores76.

La confusión cronológica de losdescubrimientos es un instrumento

que en muchos de los artículos estu-diados se utiliza de forma premedi-tada. esto se puede comprobar en laspalabras de derch y Marsal en un ar-tículo de 1900 donde afirmaba: “Losmicrobiólogos [..] no son más que ho-meópatas adulterados”77. La cuestiónde quién fue primero o qué fue pri-mero, protagonizaba también, un de-bate importante en las publicacionesperiódicas de la revista. Las polémi-cas y dudas que dentro de la Acade-mia llevaron estas estrategiasobligaron a utilizar otros argumentoslegitimadores. Uno de los que se utili-zaron fue el de publicar opiniones afavor de la homeopatía por diferentescientíficos o personalidades recono-cidas. Los personajes de Roux, Lom-broso, Letamendi y sobre todo lafigura de emile Von Behring fueronclaves para explotar esta estrategia,pero las posibilidades de debatir den-tro de este contexto eran limitadas, yeste recurso acabó siendo utilizadoante la falta de otros recursos más só-lidos. Los descubrimientos de Wrightsobre las opsoninas y el avance en lainmunología fueron clave para relan-zar una última estrategia, la legitima-ción de la tercera columna de lahomeopatía, la individualidad mor-bosa. en este caso, la interpretacióndel Miasma de Hahnemann como te-rreno o predisposición fue el enlaceentre las nuevas ideas inmunológicasy la doctrina homeopática. Aunque enalgunos artículos anteriores a 1900 yase hacía referencia a este tema, no fuehasta los números publicados a partirde 1905 que se empezó a dar una im-portancia legitimadora a éste.

en conclusión, este trabajo con-tradice la afirmación realizada porcalbet y camarasa en su tesis doc-toral donde afirmaba que: “La ho-meopatía recibió el golpe mortal conlos descubrimientos de pasteur ykoch”78. en primer lugar, porque lahomeopatía no se opone a la teoríabacteriana en ningún caso; contra-riamente a la opinión de calbetcuando dice que la homeopatía lu-chaba en vano contra las teorías pas-teurianas79. de hecho Hahnemannya asociaba, en las últimas obras,bacterias y enfermedades. La dife-rencia básica se puede encontrar en

el valor que la homeopatía da al te-rreno para que el microbio puedadesarrollar la enfermedad, lo quemás tarde será apoyado por la inmu-nología, frente al valor que muchosbacteriólogos daban al microbiocomo agente causal único de las pa-tologías. por otra parte y de acuerdocon las hipótesis de paul U. Uns-chuld, el éxito o el fracaso de una te-oría científica no se basa simple-mente en unos hechos científicosdemostrados sino que existen unosfactores extra medicinales que de-terminan el triunfo o la derrota.Según Unschuld, las ideas de la teo-ría bacteriana y de la teoría inmuno-lógica ya se daban a finales del XIX,pero no fueron consideradas hasta lasuavización del excesivo individua-lismo del sistema de pensamiento80.del mismo modo, el derribo de unsistema de pensamiento, en estecaso un sistema médico, no se dasimplemente por las innovacionescientíficas que lo pueden poner enduda, sino que también hay unaserie de factores extra medicinalesque lo determinan. en el caso de lahomeopatía, la teoría bacteriana másque derrumbar el sistema de pensa-miento Hahnemanniano lo que hizofue reforzarlo a través de las estrate-gias de legitimación que utilizaron loshomeópatas catalanes. La suerotera-pia y los descubrimientos de las opso-ninas fueron utilizados para fortalecerlos principios más importantes de lahomeopatía ante las dudas que podíansurgir sobre este sistema médico,sobre todo dudas dentro del mismosistema. La recepción activa de la te-oría bacteriana fue pues, un procesolegitimador por parte de la homeopa-tía catalana que le permitió protegersus principios básicos y así defen-derse de los ataques de la medicinaracional que se estaba hegemonizadoen europa. Fueron pues, la suma defactores científicos y factores extramedicinales los que dejaron la home-opatía en fase latente a partir de 1934hasta su resurgimiento en la décadade los 80 del siglo XX. en definitiva,es necesario profundizar en esta líneade investigación para intentar resol-ver el papel de la homeopatía en lamedicina catalana del siglo XX.

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* Investigador independiente, miembro del ceHIc (centre d’estudis d’His-tòria de la ciència. UAB)

1). Se ha realizado un amplio trabajo historiográfico que por falta de espaciono se ha podido incluir. Aquí los trabajos más representativos de este análisisen el contexto español: Albarracín Serra, A. (1985); Albarracín Serra, c.(1988); Alfonso Galán (1987); Andrés turrión (1986); Lorente Miñarro (1987);González-carbajal (1991), calbet i camarasa (1967); calbet i camarasa(1969); camps i clemente (2007); Sabaté i casellas (2012). A nivel interna-cional: cooter (1984); cooter (1988); cooter (1989); Haller (2005); Jütte,Risse, Woodward (1998); Johnstone (2004); Scott (1998); Ullman (1991); din-ges (2001), (2002).2). calbet i camarasa (1967): 1163). Boletin del Colegio oficial de Médicos de Barcelona. 1897, (2) ,25-26.; cal-bet i camarasa (1967): 56.4). Las referencias y citas de la Revista Homeopática a lo largo del trabajo seindicarán como RH en las notas a pie de página. La revista ha sido localizadacompleta en la Fundació Uriach, y en la biblioteca de la Acadèmia Medico Ho-meopàtica de Barcelona.5). La microbiología médica se consolidó en españa entre el 1886 y el 1905,año en el que entró a formar parte de los planes de estudio de la licenciaturade medicina. Báguena cervellera (1985): 8.6). Vargas Sánchez (2011):37-397). Un buen resumen de la vida de Samuel Hahnemann se puede encontraren: González-carbajal García (2004): 21-508). Los principios de la homeopatía són: fuerza vital, Similia similibus cu-rantur, dosis infinitesimales, individualidad morbosa y medicamentosa, exis-tencia de miasmas-natura y la experimentación pura.9). Según Hahnemann, la enfermedad no se produce por un agente físico dis-creto, sino por la falta de harmonía de la fuerza vital (Weismann (2006):1755-58).10).Un gran análisis de los diferentes significados del concepto miasma: Var-gas Sánchez (2011)11).klein, L. (2010): 10-20.12).Hahnemann, S. (1792). 13).Hahnemann, S. (1852): 758.14).Luz (1997): 111-137.15).Los cuatro postulados són: el microrganismo tiene que estar presente entodos los individuos enfermos, pero no en sanos; el microrganismo puede serrecuperado y aislado en un cultivo puro; el microrganismo aislado tiene queprovocar la enfermedad al ser inoculado de nuevo; y en este individuo tieneque ser posible volver a aislar el microrganismo, y tiene que ser idéntico al deinicio.16).García Rodriguez; González Nuñez; prieto prieto (2006)17).cid F., cruz, F., pous-Mas, t. (1982) 18).Un ejemplo de la recepción de la teoria bacteriana en españa lo encon-tramos en el trabajo de Báguena cervellera (1985) sobre Julio Magraner y suobra titulada Estudio general de las enfermedades por impregnación o infec-ciosas según la doctrina parasitaria (1887).19).Según González-carbajal García (2004), la primera referencia parece serque es un articulo titulado “Sobre la virtud profiláctica de la Bella-dona o Bella-dama contra la fiebre escarlatina”, publicado en las Décadas Médico-quirúr-gicas y farmacéuticas de Madrid y considera el dr. cosme Maria de Horatiiscomo el introductor de la homeopatía en españa.20).Vinyals (1924): 50621).Nogué y Roca (1890). La Academia Médico-Homeopática Barcelonesa. RH,1 ,257-259. cita de p. 257.22).La homeopatía entra como sistema médico en el Hospital Niño de dios apartir del 1 de abril de 1901, según Vinyals (1924): 523.23).el Institut Homeopàtic nació fruto de una escisión de la misma AMHB, enel año 1904, según: Vinyals (1924): 532.24). “Y así, al dar esta despedida temporal a nuestros lectores, digamos conorgullo y alegría, parodiando las cámaras mortuorias de los reyes de la tierra:¡el consultor Homeopático ha muerto! ¡¡¡ Viva la ReVIStA HOMeOpá-tIcA!!!”. AMHB. International Homeopathic Council (1924). Barcelona. ed.Indigo, 492. 25).Anales de homeopatia, El criterio Médico, El Consultor Homeopático.Vin-yals, A (1924): 297-572.26).Salvador Badia i Andreu (1847- ), Francesc X. de Benavent i decamon(1850-1930), Manuel cahís i Balmanya (1855-1934), Josep Nogué iRoca (1851-1908), José Antonio Grifols Morera (1857-), Joan Solé i pla (1874-1950), entre otros.27).cuadro con todas las juntas directivas des de su fundación: AMHB. Vin-yals, A (1924): 496.28).No se encontró un registro de socios durante este periodo. podemos ha-cernos una idea viendo la relación de homeópatas que Augusto Vinyals regis-tra en: Vinyals (1924).29).en este recuento se tienen en consideración las sesiones de la AMHB pu-

blicadas en la misma Revista Homeopática.30).el año 1893 es poco significativo, debido a que la publicación durante esteaño fue bimensual.31).Los recientes descubrimientos bacteriológicos y la homeopatía. RH, 3,213-220. cita de p. 214.32).todos estos títulos se encuentran en: Giró Savall (1890). Microbios pató-genos en la boca del hombre sano. RH, 1, 32; Miedo al contagio. RH, 1, 63; de-bove (1890). puede ser transmitida la diabetes? RH, 1, 186.33).Ver nota 33. 34).La redacción (1890). A nuestros lectores. RH,1, 1-6. cita de p. 4.35).terrades, J .(1890). de 1790 a 1890. RH, 1, 3136).William crookes (1832-1919), científico del siglo XIX dedicado al campode la química, de la física y del espiritismo. 37).kroener (1891). de las relaciones entre la bacteriologia y la homeopa-tia.RH, 2, 105-116. Otro artículo interesante es: kroener (1906). Sobre la ac-ción del infinitamente pequeño en la naturaleza. RH, 17, 310-314.38).kroener (1891) op. cit. en nota 39, cita de pp. 105-106.39). “no podia menos que ser así, porque aceptando que el microbio es la causade la enfermedad, es preciso que el terreno sea abonado a su germinación [..]Atacando o combatiendo el microbio descuidn el terreno abonado para nuevasinvasiones, y en contra, si intentan atender al individuo se encuentran el vacíoterapéutico”. Nogué y Roca (1890), koch y la tisis. RH, 1, 35640).Nogué y Roca (1890). errores fatales. RH, 1, 65-72. cita de p. 67.41).Ricart (1890). Las creencias en medicina homeopática. RH,1, 97-106; 169-177.42).Nogué i Roca (1891). progresos de la homeopatia. RH, 2, 225-243, cita dep. 23043).pinart (1891). La tuberculosis y su tratamiento homeopático. RH, II, 135-149.44).Nogué y Roca (1890), errores fatales. RH, 1, 65-72, cita de p. 67.45).Nogué y Roca (1890). koch y la tisis. RH, 1, 353-358.46).Nogué y Roca (1891). Más sobre Koch.RH, 2, 5-13.47).Rodríguez-Ocaña (2007): 3848).Anteriormente ya se encuentran referencias a la dinamización y a la ate-nuación, pero no se utiliza de forma tan evidente como instrumento de legiti-mación. por ejemplo, en el artículo de Nogué y Roca (1890). koch y la tisis. RH,1, 353, cuando afirma: “hacemos gracia al lector, dela forma que se preparanlas atenuaciones antituberculosas, completamente iguales a nuestra escala de-cimal, esto es, un triunfo de nuestra escuela, y un plagio al que ya nos tienenacostumbrados nuestros adversarios”.49).Un ejemplo se encuentra en la necrología de Louis pasteur publicada enseptiembre de 1895, cuando Giró escribe comparando pasteur y Hahnemann:“los dos eran químicos, y seguían distintos caminos en sus experiencias [..]convergieron en un mismo punto y con un siglo de por medio, demuestranaunque de forma distinta, la verdad de estos dos principios: atenuación de lasdosis y la ley de similitud”. Giró, J (1895). Necrologia de Louis pasteur. RH, 5,265. 50).Giró, J. (1895). La homeopatia y el suero antidftérico. RH, 6, 1-3.51).Giró, J. (1895). está escrito. RH, 6, 33-35, cita de p. 33.52).comet (1895). Más sobre sueroterapia. RH, 6, 35-43.53).Sesión publicada a: RH ,8, 82-8654).pinart (1891). La tuberculosis y su tratamiento homeopático. RH, 2, 135-149.55).en el artículo “Más Sueros” del número d’abril de 1896, Giró crítica elabuso que se estaba haciendo de la sueroterapia. 56).Se entiende como nosode aquel remedio obtenido del producto morbosode una enfermedad.57).Nogué i Roca, J. (1891). el Baccilinum. RH,2, 65-6958).comet (1913). Las vacunas, los sueros y la homeopatía. RH, 24, 110-130.59).García López (1891). La linfa de koch ante el criterio de la escuela ho-meopática. RH, 2, 70-72; Olivé Gros (1896). La medicina patogenética de ce-sario d’Abreu. RH, 7, 16-17.60).Giró, J.(1895). está escrito. RH, 6, 33-35.61).por ejemplo: Galard, J. (1903). estudio del Baccillinum en las infeccionesrenales y respiratorias. RH, 14, 37-44.62).cahís, M.(1910). Más sobre los nuevos remedios microbianos. RH, 21, 33-40.63).kroener (1891). de las relaciones entre la bacteriología y la homeopatía.RH, 2, 105-116.64).Galard, J. (1903). carta abierta a los dres. cristobal Loscos de Bot y d.pedro cortiella. RH, 14, 313-319.65).por ejemplo, la publicación en septiembre de 1891 en la Revista, de unaspalabras del discurso de inauguración del Instituto koch: “es un modelo queno excluye ninguna clase de tratamiento y que eventualmente puede servirsede la forma homeopática , y que por ello, deseamos que el homeópata dr. du-rant se pusiera de acuerdo con los directores del Instituto para conseguir me-jores resultados”.

Joel Piqué i Buisan

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Notas:

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La recepción de la teoría bacteriológica en Cataluña a través de la Revista Homeopática (1890-1913)

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66).Redacción (1904). carta del dr. cesare Lombroso. RH, 15, 284 .67). “el dr. Roux admite la verdad de la homeopatía” cahís, M (1895) RH, 5,241.68).pinart (1904). La tuberculosis y los ultimos trabajos del dr. Behring. RH,15, 124.69).Redacción (1907). el profesor Von Behring reconoce la homeopatia. RH,18, 123; 299.70).Bellavite, conforti, piasere, Ortolani, (2005)71).Moragas, M. (1908). discurso reglamentario del académico dr. Manuel Mo-ragas. RH, 19, 84-106.72).por ejemplo, un artículo que habla de la importancia del terreno es: Noguéi Roca (1892). el cólera y la teoría microbiana. RH, 3, 286-291.73).Una introducción a la medicina social la encontramos en: Rodríguez

Ocaña (1992).74). Ipiniburu (1906). Las opsoninas y la fagocitosis. RH, 17, 284-288.75).Moragas (1909). Las opsoninas. RH, 20, 217-220.76). “el invento de pasteur a poco más que investigamos, quedará reducido alas proporciones de un plagio” Nogue i Roca (1891). Más sobre koch. RH ,2, 5-13, cita en 11 ; “en realidad, pasteur merece ser elegido miembro del InstitutoHomeopático de América, porque ha confirmado y consagrado de una manerabrillante el gran principio de Hahnemann”. Los recientes descubrimientos bac-teriológicos y la homeopatía. RH, 3, 213-220, cita en 220.77).derch i Marsal (1900). RH, 11, 133-168, cita en 157.78).calbet i camarasa, (1967): 106.79).calbet i camarasa (1967): 107.80).Unschuld (2004): 16-18.

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