maupassant en cuadernos del sur

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GUY DE MAUPASSANT La editorial Páginas de Espuma publica los ‘Cuentos completos’ del escritor francés LIBROS NARRATIVA: ‘EL PARPADEO ETERNO’, DE KEN KALFUS. ‘PARADISO’, DE JOSÉ LEZAMA LIMA. ‘OBRA COMPLETA (VOL. 8)’, DE ELIAS CANETTI. ‘LAS CUATRO ESQUINAS’, DE MANUEL LONGARES. ‘ZERO’, DE LOLA BECCARIA. POESÍA: ‘METRO’, DE FEDERICO ABAD. ‘DIBUJOS ANIMADOS’, DE JESÚS MUNÁRRIZ. MARGA CLARK La escritora madrileña, en una entrevista realizada por Juana Vázquez, habla sobre ‘Amarga luz’, una novela donde recrea la vida de su tía Marga Gil Roësset, escultora que se suicidó al no ver correspondido su amor por Juan Ramón Jiménez. LORENZO MARQUÉS SUPLEMENTO CULTURAL DE DIARIO CÓRDOBA DIRECTOR: FRANCISCO LUIS CÓRDOBA BERJILLOS COORDINADOR DEL SUPLEMENTO: FRANCISCO ANTONIO CARRASCO EDITOR: FERNANDO GÓMEZ LUNA AÑO XXV. NÚMERO 1129 SÁBADO, 21 DE ENERO DEL 2012

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Maupassant en Cuadernos del Sur Diario Córdoba Editorial Páginas de Espuma

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Page 1: Maupassant en Cuadernos del Sur

CYAN MAGENTA AMARILLO NEGRO (COLOR) - Pub: SUPLEMENTOS Doc: 02395K Red: 100% Ed: Primera EDICION Cb: 00 Enviado por: Juan Jesus Moral Luque Filmacion: 0 - Dia: 20/01/2012 - Hora: 19:13

GUYDEMAUPASSANTLa editorial Páginas de Espuma publica los ‘Cuentos completos’ del escritor francés

LIBROSN A R R A T I V A : ‘ E L P A R P A D E O E T E R N O ’ , D E K E N K A L F U S . ‘ P A R A D I S O ’ , D E J O S É

L E Z A M A L I M A . ‘ O B R A C O M P L E T A ( V O L . 8 ) ’ , D E E L I A S C A N E T T I . ‘ L A S C U A T R O

E S Q U I N A S ’ , D E M A N U E L L O N G A R E S . ‘ Z E R O ’ , D E L O L A B E C C A R I A . P O E S Í A :

‘ M E T R O ’ , D E F E D E R I C O A B A D . ‘ D I B U J O S A N I M A D O S ’ , D E J E S Ú S M U N Á R R I Z .

MARGACLARK

La escritora madrileña, en una entrevista realizada por JuanaVázquez, habla sobre ‘Amarga luz’, una novela donde recrea lavida de su tía Marga Gil Roësset, escultora que se suicidó al nover correspondido su amor por Juan Ramón Jiménez.

LORE

NZO

MAR

QUÉS

S U P L E M E N T O C U L T U R A L D E D I A R I O C Ó R D O B A

D I R E C T O R : F R A N C I S C O L U I S C Ó R D O B A B E R J I L L O S

C O O R D I N A D O R D E L S U P L E M E N T O : F R A N C I S C O A N T O N I O C A R R A S C O

E D I T O R : F E R N A N D O G Ó M E Z L U N A

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S Á B A D O , 2 1 D E E N E R O D E L 2 0 1 2

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CYAN MAGENTA AMARILLO NEGRO (COLOR) - Pub: SUPLEMENTOS Doc: 02695K Red: 100% Ed: Primera EDICION Cb: 00 Enviado por: Juan Jesus Moral Luque Filmacion: 0 - Dia: 20/01/2012 - Hora: 19:14

☛ NARRATIVA

La melancolíay el desengañoPublican los ‘Cuentos completos’ de Guy de Maupassant

Pedro M. Domene

Flaubert declara a su discípulo que“el talento es solo mucha pacien-cia”. Siguiendo este consejo del

maestro, llegaremos a definir el estilomaupassiano que, en realidad, tuvo bas-tante que ver con la estrecha vincula-ción que mantuvieron ambos escritores,cómplices en muchos aspectos y servido-res de una gran amistad. Flaubert in-fluyó doblemente en la vida del jovenMaupassant como mentor literario y pa-dre adoptivo. El primero conocía desdesu juventud a Alfred Le Pointtevin, am-bos basaron su relación en la mutua ad-miración y en la esperanza de realizargrandes hazañas literarias, o ser capacesde seducir a muchas jóvenes de la época.Sin embargo, Alfredo murió muy joveny dejó desolados tanto a Flaubert como asu propia hermana, que se había casadocon Gustave de Maupassant, un taram-bana de la pequeña aristocracia, matri-monio que terminó en divorcio, aunqueya habían nacido sus dos hijos, Guy yHervé. Laure decidió que Guy se convir-tiera en un segundo Alfred, contaba conla complicidad de Flaubert porque in-tuía que el escritor sentiría nostalgia delamigo perdido y se alimentaría con lailusión de ofrecer una segunda oportu-nidad al talento literario que no habíapodido realizar con Alfred. Desde 1886,maestro y discípulo compartieron todoslos domingos unas horas de aprendizaje,el joven se familiarizaba con los secretosdel oficio que, según Flaubert, pasabanpor una observación escrupulosa del en-torno y en la singularización de esa su-gerencia a través de un lenguaje depura-do y preciso.El mismo Flaubert intervino para que

el joven Guy consiguiera un puesto enun ministerio que le procurase unos in-gresos y tiempo necesarios para ocupar-se de su producción literaria. Muy pron-to el discípulo se aburriría rodeado,según él, de “brutos” capaces de inspirar-les sus cuentos reunidos en Los domingosde un burgués, una serie de relatos llama-dos “burocráticos”, al tiempo que sumentor lo introduce en la sociedad lite-raria parisina, donde conoció a Zola yal grupo que se reunía en torno a él:Banville, Turguénev, los hermanos Gon-court, Daudet, Huysmans y el editorCharpentier. Junto a ellos maduró Mau-passant, perfiló su carácter, definidopor una visión lúgubre de época, conuna mirada cínica y desapasionada dela vida, de las personas que iba cono-ciendo, de sus propios avatares, o some-tido a sus placeres: paseos en barca, las

mujeres, todas y cualesquiera y, sobretodo, a perseguir la gloria social y litera-ria. Sus vivencias nutren su literatura,no solo porque sigue los consejos delmaestro, sino porque necesariamentese escribe sobre lo que se conoce y,además, permite denunciar la situaciónde la Francia del momento: la guerracontra Prusia en 1870, donde sirvió enintendencia y que le dejaría una pro-funda huella con respecto al estamentomilitar.

ARTE Y REALIDADGuy de Maupassant (1850–1893) conci-be la obra de arte como expresión de larealidad que le rodea, destaca en ellalos hechos, los aspectos verdaderamen-te interesantes que podrá destacar ydescribir con una mayor expresividad,fruto de una observación atenta y pro-funda. La importancia estará en el deta-lle, en ese que nadie había reparado an-tes y, técnicamente, concentra por sí so-

lo lo elocuente del sujeto y de la situa-ción representada. Para el francés, de-terminados símbolos concentran la“forma artística” de su expresión, y asíse puede apreciar cómo el agua, el sol,los cambios que se producen en la natu-raleza, los espejos o esa imagen que seproyecta en el doble, adquieren valoressignificativos en su expresión escrita,manifiestan su estado de ánimo, la pér-dida de la identidad, la duplicidad o lalocura. Símbolos que se correspondencon las vivencias íntimas de Maupas-sant, preocupado por su identidad y sa-berse objeto de veneración de las dospersonas a quien más aprecia: su ma-dre y Flaubert.El bautizo literario de Maupassant fue

en 1875 con el cuento La mano disecada,que en la presente edición de Mauro Ar-miño (Cuentos completos, Páginas de Es-puma, 2011), aparece el primero, un re-lato de inspiración fantástica a partirde una mano que Turguénev tenía ensu casa sobre la chimenea. Sin embar-go, Maupassant cultivó durante algún

tiempo la poesía y buscó la gloria comoautor teatral.Los esfuerzos de su maestro para que

estrenase en condiciones no fueron su-ficientes, y alcanzó fama con sus relatospublicados, inicialmente, en revistas yperiódicos, aunque fue Bola de sebo(1880) su consagración más temprana,un éxito que lo llevó a ser uno de losautores naturalistas más importantes.El supuesto naturalismo de Maupas-sant puede considerarse como el penúl-timo eslabón entre una cadena que em-pieza en Balzac, continúa en Stendhal,sigue con Zola y culmina con Flaubert.De todos ellos atesoró el joven escritorsu influencia: el modo de describir larealidad, su propósito de realizar lacrónica de una época o la organizaciónde los acontecimientos que, indudable-mente, proceden de Balzac aunque, porotro lado, Zola había estudiado com-portamientos relacionados con la medi-cina en su reflexión sobre los males dela época, pero Maupassant será un na-turalista distinto, concibe ese naturalis-mo en la medida que lo es, no comouna acumulación sistemática, detallistay un concepto excesivamente trabajadocomo propugnaba Flaubert. El nexo deunión con lo fantástico se lo proporcio-nará la enfermedad, un primer contac-to que recibe el escritor del carácter dela madre, así cuando deja hablar a suspersonajes piensa que la vida es infa-me, porque la sífilis que padece desde1876 le provoca una degeneración físi-ca que lo llevará a la locura y, sobre to-do, hay un mal que asola el siglo: el fa-talismo.Su personalidad enferma se convierte

en un álter ego literario; padeció unaprogresiva pérdida de visión y se veíaatacado frecuentemente por alucinacio-nes, un nuevo concepto que lo llevó aconcebir relatos de tema fantástico. Ensu lucha contra la enfermedad, en labúsqueda de esa salud, descubre lostres elementos imprescindibles que sin-tetizan lo bello y admirable de la exis-tencia: la luz, el espacio y el agua.Solo en Bel Ami (1885) conjugó una vi-

sión justa de la realidad, expresión queha pasado a la historia literaria como“realista”, con una descripción de losacontecimientos, fuerte de expresión yverdadera en sus resultados. Sus perso-najes femeninos siniestros corroboranese ascenso social perseguido por laprotagonista, es la novela más flauber-tiana y, en realidad, el relato de unaeducación sentimental, del ascenso so-cial de su protagonista que permite asu autor hacer un retrato ácido de la so-

ciedad del momento.

CUENTO Y TERRORDe la locura al terror titula Mauro Armiñosu apartado sobre los cuentos de Mau-passant, donde señala que nunca los se-leccionó él mismo, ni relatos, ni nove-las cortas, en realidad, los volúmenesen los que recogió parte de ellos eranfruto de una selección para completarun libro cuando algún editor se lopedía. Estaba obligado a entregar dosrelatos por semana para dos publicacio-nes periódicas: Gil Blas, revista parisien-se con lectores de clase media, y Le Gau-lois, órgano burgués y más conservador.La realidad, en Maupassant, surge co-mo fuente de lo imaginario, y aunquees partidario de los planteamientosflaubertianos, no admite la tesis de Zolacuando advierte que el narrador se con-vierta en un sabio, una especie decientífico que examine la carne por

DIARIO CÓRDOBACuadernos del Sur

Sábado, 21 de enero del 2012

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Semblanza

Flaubert intervino para

que consiguiera un pues-

to en un ministerio que le

procurase unos ingresos y

tiempo para ocuparse de

su producción literaria

dentro y llegue, a través de la ciencia, aalcanzar el alma humana. Según recogeArmiño, para el narrador “el realista, sies artista, tratará no de mostrarnos la fo-tografía trivial de la vida, sino de darnosde ella una visión más completa, más pe-netrante, más convincente que la reali-dad misma. (...) Cada uno de nosotros sehace una ilusión del mundo. Y el escri-tor no tiene otra misión que reproducirfielmente esa ilusión con todos los pro-cedimientos artísticos que ha aprendidoy de los que puede disponer”, siemprepuede encontrarse esa descripción deta-llada de los ambientes, de los espacios,en los que se desenvuelve el hombre ensu cotidianidad, porque el punto de vis-ta psicológico de sus personajes no pare-ce preocuparle mucho, entran rápida-mente en acción por una sencilla razón:son relatos escritos para periódicos y esees un tipo de lector a quien hay que en-gancharlo desde el primer párrafo, em-

pleando un estilo llano, manteniendoun tono familiar, un lenguaje sencillo yuna sintaxis directa. Para la sensación derealismo, los relatos de Maupassant lle-van, según anota Armiño, una especiede introducción, en un marco más o me-nos conocido: uno de los contertuliossuele contar una anécdota, un episodioen el que ha participado. Algunos ejem-plos: Sobre el agua, Cuento de Navidad, Apa-rición o La cabellera. Escasas son las apor-taciones fantásticas a la narrativa fran-cesa del momento, aunque pueden ci-tarse las de Nodier, Gautier, Merimée,Barbey d’Aurevilly, Villiers de L’Isle pa-ra terminar en Maupassant, aunque élpreconizaba la muerte de lo fantásticoen 1883, y nunca identificó lo imagina-rio y lo fantástico en su propia obra,puesto que en sus relatos lo imaginarionace de la realidad. Su mundo está teñi-do de humor y de alegría de vivir, conpersonajes de la vida cotidiana, casi de

patio de vecindario o provincianos dealdea, remeros del Sena, médicos, caza-dores, o aristócratas que viven unaexistencia disipada. Maupassant no in-venta nada, según Mauro Armiño, sinoque escribe en “el aire del tiempo”, conesas alteraciones de la personalidad vis-tas desde el punto de vista médico–psi-cológico, porque en 1884 asistía a lasclases del doctor Charcot que tuvo co-mo insignes discípulos a Proust y a unjoven Freud. Conviene recordar que, enel último tercio del siglo XIX, prolifera-ron las investigaciones en el terrenopsicológico y filosófico que llevarían aMaupassant a ver cómo la maldad esintrínseca a la condición humana, aun-

que Schopenhauer le abriría la vía ha-cia las fuerzas oscuras de la introspec-ción. El sentimiento del miedo, inclui-das las alucinaciones de desdoblamien-to, figuró en dos novelas esenciales enla literatura inglesa y universal: Dr. Jek-yll y Mr. Hyde (1885), de Stevenson, y Elretrato de Dorian Grey (1891), de Wilde. Alo largo de los Cuentos Completos, Ar-miño argumenta que, tal vez, los másfamosos sean aquellos que puedan de-finirse, temáticamente, con los térmi-nos de crimen, misterio, terror, locura,o mundo imaginario y el juego del do-ble. Y frecuentemente aparece en Mau-passant la venganza de los humildes,de los impotentes frente a los podero-sos, y la injusticia sobre todo en susprotagonistas femeninas que contra-rrestan su impotencia a una sociedadinjusta, ocurre en Confesiones de una mu-jer o La loca, una mujer se venga de lamuerte de su hijo, y La tía Sauvage o U-na vendeta, donde el narrador lleva lacrueldad al extremo.Entre 1880 y 1890, en París, los repre-

sentantes de la aristocracia y las altasfinanzas gestarían la Belle Époque, a laque gustosamente asiste Maupassant yun buen número de escritores, pinto-res y músicos, en un ambiente impre-sionante que en este conjunto de tres-cientos uno relatos, el narrador mues-tra como si de un auténtico catálogode situaciones y tipos se tratara, y des-cribe un tipo de mujer que empezaba afigurar como independiente, con unestatus social propio y con las fuerzassuficientes para traspasar los límitesimpuestos por la sociedad, algo quehabía adelantado Flaubert con MadameBovary (1857). A medida que va transcu-rriendo la década, Maupassant se de-cantará por tramas sacadas directa-mente de la vida cotidiana y retratos fe-meninos de una amplia tipología: laapasionadamente enamorada, la mu-jer seducida, la engañada, la libertina yla cortesana. Misógino y desapasionadoprofundo, no conoció lo que era el sen-timiento del amor y él mismo llegó aescribir: “En toda mi vida no he tenidouna apariencia de amor, aunque he si-mulado a menudo ese sentimiento quesin duda no experimentaré jamás”.

Maupassant recolectará amante trasamante sin mirar inteligencia o estadosocial, algunas dejarán huella en lospersonajes de sus relatos y novelas, in-cluso llegó a tener descendencia conuna aguadora de la fuente Marguerite,de los balnearios de Châtelgouyon, unajoven que vivió cerca del escritor enParís, con quien tuvo tres hijos entre1883 y 1887, vástagos que lo recorda-ban como un padre cariñoso cuandolos visitaba, aunque a la muerte del es-critor, su madre, Laure Le Poittevin,negó cualquier descendencia de su hi-jo, y ya había dictado disposiciones pa-ra ayudar a la amante, Joséphine. El pi-so donde vivía junto a su hijos fue asal-tado, robadas las cartas y todo vestigiode su relación con el escritor borradopara que nunca hubiera posibles recla-maciones judiciales.

CUENTOS COMPLETOSLa edición de Páginas de Espuma esmonumental, en dos lujosos volúme-nes, con más de dos mil setecientaspáginas, ciento cincuenta de introduc-ción, clasificada temáticamente porMauro Armiño, ateniéndose con rigora los temas más persistentes del autory en algunos relatos, cuya trama juegaen torno a más de un ámbito, como elpropio traductor señala: adulterio, aho-gamiento, amor, animales, arte deamar, asesinato–crimen, balnearios,

bastardía, cadáver, campesinado, caza,celos, cementerio, diablo, dinero, Dios,doble, embriaguez, enfermedad, es-trangulamiento/degollación, familia,fantástico, fuego, guerra, herencia, hi-jos, hombre viejo, impotencia, incesto,infanticidio, invalidez, joven suicida,justicia, libertinaje, locura, madre/hi-jos/familia, matrimonio, mujer (aban-donada, bella desconocida, dominado-ra, embarazada/parturienta, infiel,mundana, permisiva, seductora, solte-ra/muchacha, solterona, vieja), muerte,paternidad, pobreza, prostitución, reli-gión, sadismo/ violencia, soledad, suici-dio, vejez, viaje y violación, una osten-sible nuestra amplia del mundo mau-passiano que Armiño completa con elresumen de los relatos. Al mismo tiem-po, en esta edición ya canónica, se dacuenta de las adaptaciones de teatro ycine de muchas de las obras de Mau-passant, con los respectivos años enque fueron adaptados así como el títu-lo original. Un cuadro cronológico bas-tante completo y una bibliografía selec-cionada: ediciones originales y actua-les, traducciones en español, así comobiografías, testimonios y estudios críti-cos completan esta magnífica ediciónde Mauro Armiño que, como señala alfinal, sigue la edición de Louis Fores-tier para Contes y nouvelles (1974–1979).Mucho de melancolía, de desengaño y

una intensa misoginia recorren las cu-riosas páginas de una magistral inicia-tiva de Páginas de Espuma.

Guy de Maupassant.

DIARIO CÓRDOBA

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Semblanza

Cuadernos del Sur

Su mundo está teñido de

humor y de alegría de vi-

vir, con personajes de la

vida cotidiana, casi de pa-

tio de vecindario o pro-

vincianos de aldea

Recolectará amante tras

amante sin mirar inteli-

gencia o estado social, y

algunas dejarán huella en

los personajes descritos

en sus relatos y novelas

Page 3: Maupassant en Cuadernos del Sur

CYAN MAGENTA AMARILLO NEGRO (COLOR) - Pub: SUPLEMENTOS Doc: 02695K Red: 100% Ed: Primera EDICION Cb: 00 Enviado por: Juan Jesus Moral Luque Filmacion: 0 - Dia: 20/01/2012 - Hora: 19:14

☛ NARRATIVA

La melancolíay el desengañoPublican los ‘Cuentos completos’ de Guy de Maupassant

Pedro M. Domene

Flaubert declara a su discípulo que“el talento es solo mucha pacien-cia”. Siguiendo este consejo del

maestro, llegaremos a definir el estilomaupassiano que, en realidad, tuvo bas-tante que ver con la estrecha vincula-ción que mantuvieron ambos escritores,cómplices en muchos aspectos y servido-res de una gran amistad. Flaubert in-fluyó doblemente en la vida del jovenMaupassant como mentor literario y pa-dre adoptivo. El primero conocía desdesu juventud a Alfred Le Pointtevin, am-bos basaron su relación en la mutua ad-miración y en la esperanza de realizargrandes hazañas literarias, o ser capacesde seducir a muchas jóvenes de la época.Sin embargo, Alfredo murió muy joveny dejó desolados tanto a Flaubert como asu propia hermana, que se había casadocon Gustave de Maupassant, un taram-bana de la pequeña aristocracia, matri-monio que terminó en divorcio, aunqueya habían nacido sus dos hijos, Guy yHervé. Laure decidió que Guy se convir-tiera en un segundo Alfred, contaba conla complicidad de Flaubert porque in-tuía que el escritor sentiría nostalgia delamigo perdido y se alimentaría con lailusión de ofrecer una segunda oportu-nidad al talento literario que no habíapodido realizar con Alfred. Desde 1886,maestro y discípulo compartieron todoslos domingos unas horas de aprendizaje,el joven se familiarizaba con los secretosdel oficio que, según Flaubert, pasabanpor una observación escrupulosa del en-torno y en la singularización de esa su-gerencia a través de un lenguaje depura-do y preciso.El mismo Flaubert intervino para que

el joven Guy consiguiera un puesto enun ministerio que le procurase unos in-gresos y tiempo necesarios para ocupar-se de su producción literaria. Muy pron-to el discípulo se aburriría rodeado,según él, de “brutos” capaces de inspirar-les sus cuentos reunidos en Los domingosde un burgués, una serie de relatos llama-dos “burocráticos”, al tiempo que sumentor lo introduce en la sociedad lite-raria parisina, donde conoció a Zola yal grupo que se reunía en torno a él:Banville, Turguénev, los hermanos Gon-court, Daudet, Huysmans y el editorCharpentier. Junto a ellos maduró Mau-passant, perfiló su carácter, definidopor una visión lúgubre de época, conuna mirada cínica y desapasionada dela vida, de las personas que iba cono-ciendo, de sus propios avatares, o some-tido a sus placeres: paseos en barca, las

mujeres, todas y cualesquiera y, sobretodo, a perseguir la gloria social y litera-ria. Sus vivencias nutren su literatura,no solo porque sigue los consejos delmaestro, sino porque necesariamentese escribe sobre lo que se conoce y,además, permite denunciar la situaciónde la Francia del momento: la guerracontra Prusia en 1870, donde sirvió enintendencia y que le dejaría una pro-funda huella con respecto al estamentomilitar.

ARTE Y REALIDADGuy de Maupassant (1850–1893) conci-be la obra de arte como expresión de larealidad que le rodea, destaca en ellalos hechos, los aspectos verdaderamen-te interesantes que podrá destacar ydescribir con una mayor expresividad,fruto de una observación atenta y pro-funda. La importancia estará en el deta-lle, en ese que nadie había reparado an-tes y, técnicamente, concentra por sí so-

lo lo elocuente del sujeto y de la situa-ción representada. Para el francés, de-terminados símbolos concentran la“forma artística” de su expresión, y asíse puede apreciar cómo el agua, el sol,los cambios que se producen en la natu-raleza, los espejos o esa imagen que seproyecta en el doble, adquieren valoressignificativos en su expresión escrita,manifiestan su estado de ánimo, la pér-dida de la identidad, la duplicidad o lalocura. Símbolos que se correspondencon las vivencias íntimas de Maupas-sant, preocupado por su identidad y sa-berse objeto de veneración de las dospersonas a quien más aprecia: su ma-dre y Flaubert.El bautizo literario de Maupassant fue

en 1875 con el cuento La mano disecada,que en la presente edición de Mauro Ar-miño (Cuentos completos, Páginas de Es-puma, 2011), aparece el primero, un re-lato de inspiración fantástica a partirde una mano que Turguénev tenía ensu casa sobre la chimenea. Sin embar-go, Maupassant cultivó durante algún

tiempo la poesía y buscó la gloria comoautor teatral.Los esfuerzos de su maestro para que

estrenase en condiciones no fueron su-ficientes, y alcanzó fama con sus relatospublicados, inicialmente, en revistas yperiódicos, aunque fue Bola de sebo(1880) su consagración más temprana,un éxito que lo llevó a ser uno de losautores naturalistas más importantes.El supuesto naturalismo de Maupas-sant puede considerarse como el penúl-timo eslabón entre una cadena que em-pieza en Balzac, continúa en Stendhal,sigue con Zola y culmina con Flaubert.De todos ellos atesoró el joven escritorsu influencia: el modo de describir larealidad, su propósito de realizar lacrónica de una época o la organizaciónde los acontecimientos que, indudable-mente, proceden de Balzac aunque, porotro lado, Zola había estudiado com-portamientos relacionados con la medi-cina en su reflexión sobre los males dela época, pero Maupassant será un na-turalista distinto, concibe ese naturalis-mo en la medida que lo es, no comouna acumulación sistemática, detallistay un concepto excesivamente trabajadocomo propugnaba Flaubert. El nexo deunión con lo fantástico se lo proporcio-nará la enfermedad, un primer contac-to que recibe el escritor del carácter dela madre, así cuando deja hablar a suspersonajes piensa que la vida es infa-me, porque la sífilis que padece desde1876 le provoca una degeneración físi-ca que lo llevará a la locura y, sobre to-do, hay un mal que asola el siglo: el fa-talismo.Su personalidad enferma se convierte

en un álter ego literario; padeció unaprogresiva pérdida de visión y se veíaatacado frecuentemente por alucinacio-nes, un nuevo concepto que lo llevó aconcebir relatos de tema fantástico. Ensu lucha contra la enfermedad, en labúsqueda de esa salud, descubre lostres elementos imprescindibles que sin-tetizan lo bello y admirable de la exis-tencia: la luz, el espacio y el agua.Solo en Bel Ami (1885) conjugó una vi-

sión justa de la realidad, expresión queha pasado a la historia literaria como“realista”, con una descripción de losacontecimientos, fuerte de expresión yverdadera en sus resultados. Sus perso-najes femeninos siniestros corroboranese ascenso social perseguido por laprotagonista, es la novela más flauber-tiana y, en realidad, el relato de unaeducación sentimental, del ascenso so-cial de su protagonista que permite asu autor hacer un retrato ácido de la so-

ciedad del momento.

CUENTO Y TERRORDe la locura al terror titula Mauro Armiñosu apartado sobre los cuentos de Mau-passant, donde señala que nunca los se-leccionó él mismo, ni relatos, ni nove-las cortas, en realidad, los volúmenesen los que recogió parte de ellos eranfruto de una selección para completarun libro cuando algún editor se lopedía. Estaba obligado a entregar dosrelatos por semana para dos publicacio-nes periódicas: Gil Blas, revista parisien-se con lectores de clase media, y Le Gau-lois, órgano burgués y más conservador.La realidad, en Maupassant, surge co-mo fuente de lo imaginario, y aunquees partidario de los planteamientosflaubertianos, no admite la tesis de Zolacuando advierte que el narrador se con-vierta en un sabio, una especie decientífico que examine la carne por

DIARIO CÓRDOBACuadernos del Sur

Sábado, 21 de enero del 2012

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Semblanza

Flaubert intervino para

que consiguiera un pues-

to en un ministerio que le

procurase unos ingresos y

tiempo para ocuparse de

su producción literaria

dentro y llegue, a través de la ciencia, aalcanzar el alma humana. Según recogeArmiño, para el narrador “el realista, sies artista, tratará no de mostrarnos la fo-tografía trivial de la vida, sino de darnosde ella una visión más completa, más pe-netrante, más convincente que la reali-dad misma. (...) Cada uno de nosotros sehace una ilusión del mundo. Y el escri-tor no tiene otra misión que reproducirfielmente esa ilusión con todos los pro-cedimientos artísticos que ha aprendidoy de los que puede disponer”, siemprepuede encontrarse esa descripción deta-llada de los ambientes, de los espacios,en los que se desenvuelve el hombre ensu cotidianidad, porque el punto de vis-ta psicológico de sus personajes no pare-ce preocuparle mucho, entran rápida-mente en acción por una sencilla razón:son relatos escritos para periódicos y esees un tipo de lector a quien hay que en-gancharlo desde el primer párrafo, em-

pleando un estilo llano, manteniendoun tono familiar, un lenguaje sencillo yuna sintaxis directa. Para la sensación derealismo, los relatos de Maupassant lle-van, según anota Armiño, una especiede introducción, en un marco más o me-nos conocido: uno de los contertuliossuele contar una anécdota, un episodioen el que ha participado. Algunos ejem-plos: Sobre el agua, Cuento de Navidad, Apa-rición o La cabellera. Escasas son las apor-taciones fantásticas a la narrativa fran-cesa del momento, aunque pueden ci-tarse las de Nodier, Gautier, Merimée,Barbey d’Aurevilly, Villiers de L’Isle pa-ra terminar en Maupassant, aunque élpreconizaba la muerte de lo fantásticoen 1883, y nunca identificó lo imagina-rio y lo fantástico en su propia obra,puesto que en sus relatos lo imaginarionace de la realidad. Su mundo está teñi-do de humor y de alegría de vivir, conpersonajes de la vida cotidiana, casi de

patio de vecindario o provincianos dealdea, remeros del Sena, médicos, caza-dores, o aristócratas que viven unaexistencia disipada. Maupassant no in-venta nada, según Mauro Armiño, sinoque escribe en “el aire del tiempo”, conesas alteraciones de la personalidad vis-tas desde el punto de vista médico–psi-cológico, porque en 1884 asistía a lasclases del doctor Charcot que tuvo co-mo insignes discípulos a Proust y a unjoven Freud. Conviene recordar que, enel último tercio del siglo XIX, prolifera-ron las investigaciones en el terrenopsicológico y filosófico que llevarían aMaupassant a ver cómo la maldad esintrínseca a la condición humana, aun-

que Schopenhauer le abriría la vía ha-cia las fuerzas oscuras de la introspec-ción. El sentimiento del miedo, inclui-das las alucinaciones de desdoblamien-to, figuró en dos novelas esenciales enla literatura inglesa y universal: Dr. Jek-yll y Mr. Hyde (1885), de Stevenson, y Elretrato de Dorian Grey (1891), de Wilde. Alo largo de los Cuentos Completos, Ar-miño argumenta que, tal vez, los másfamosos sean aquellos que puedan de-finirse, temáticamente, con los térmi-nos de crimen, misterio, terror, locura,o mundo imaginario y el juego del do-ble. Y frecuentemente aparece en Mau-passant la venganza de los humildes,de los impotentes frente a los podero-sos, y la injusticia sobre todo en susprotagonistas femeninas que contra-rrestan su impotencia a una sociedadinjusta, ocurre en Confesiones de una mu-jer o La loca, una mujer se venga de lamuerte de su hijo, y La tía Sauvage o U-na vendeta, donde el narrador lleva lacrueldad al extremo.Entre 1880 y 1890, en París, los repre-

sentantes de la aristocracia y las altasfinanzas gestarían la Belle Époque, a laque gustosamente asiste Maupassant yun buen número de escritores, pinto-res y músicos, en un ambiente impre-sionante que en este conjunto de tres-cientos uno relatos, el narrador mues-tra como si de un auténtico catálogode situaciones y tipos se tratara, y des-cribe un tipo de mujer que empezaba afigurar como independiente, con unestatus social propio y con las fuerzassuficientes para traspasar los límitesimpuestos por la sociedad, algo quehabía adelantado Flaubert con MadameBovary (1857). A medida que va transcu-rriendo la década, Maupassant se de-cantará por tramas sacadas directa-mente de la vida cotidiana y retratos fe-meninos de una amplia tipología: laapasionadamente enamorada, la mu-jer seducida, la engañada, la libertina yla cortesana. Misógino y desapasionadoprofundo, no conoció lo que era el sen-timiento del amor y él mismo llegó aescribir: “En toda mi vida no he tenidouna apariencia de amor, aunque he si-mulado a menudo ese sentimiento quesin duda no experimentaré jamás”.

Maupassant recolectará amante trasamante sin mirar inteligencia o estadosocial, algunas dejarán huella en lospersonajes de sus relatos y novelas, in-cluso llegó a tener descendencia conuna aguadora de la fuente Marguerite,de los balnearios de Châtelgouyon, unajoven que vivió cerca del escritor enParís, con quien tuvo tres hijos entre1883 y 1887, vástagos que lo recorda-ban como un padre cariñoso cuandolos visitaba, aunque a la muerte del es-critor, su madre, Laure Le Poittevin,negó cualquier descendencia de su hi-jo, y ya había dictado disposiciones pa-ra ayudar a la amante, Joséphine. El pi-so donde vivía junto a su hijos fue asal-tado, robadas las cartas y todo vestigiode su relación con el escritor borradopara que nunca hubiera posibles recla-maciones judiciales.

CUENTOS COMPLETOSLa edición de Páginas de Espuma esmonumental, en dos lujosos volúme-nes, con más de dos mil setecientaspáginas, ciento cincuenta de introduc-ción, clasificada temáticamente porMauro Armiño, ateniéndose con rigora los temas más persistentes del autory en algunos relatos, cuya trama juegaen torno a más de un ámbito, como elpropio traductor señala: adulterio, aho-gamiento, amor, animales, arte deamar, asesinato–crimen, balnearios,

bastardía, cadáver, campesinado, caza,celos, cementerio, diablo, dinero, Dios,doble, embriaguez, enfermedad, es-trangulamiento/degollación, familia,fantástico, fuego, guerra, herencia, hi-jos, hombre viejo, impotencia, incesto,infanticidio, invalidez, joven suicida,justicia, libertinaje, locura, madre/hi-jos/familia, matrimonio, mujer (aban-donada, bella desconocida, dominado-ra, embarazada/parturienta, infiel,mundana, permisiva, seductora, solte-ra/muchacha, solterona, vieja), muerte,paternidad, pobreza, prostitución, reli-gión, sadismo/ violencia, soledad, suici-dio, vejez, viaje y violación, una osten-sible nuestra amplia del mundo mau-passiano que Armiño completa con elresumen de los relatos. Al mismo tiem-po, en esta edición ya canónica, se dacuenta de las adaptaciones de teatro ycine de muchas de las obras de Mau-passant, con los respectivos años enque fueron adaptados así como el títu-lo original. Un cuadro cronológico bas-tante completo y una bibliografía selec-cionada: ediciones originales y actua-les, traducciones en español, así comobiografías, testimonios y estudios críti-cos completan esta magnífica ediciónde Mauro Armiño que, como señala alfinal, sigue la edición de Louis Fores-tier para Contes y nouvelles (1974–1979).Mucho de melancolía, de desengaño y

una intensa misoginia recorren las cu-riosas páginas de una magistral inicia-tiva de Páginas de Espuma.

Guy de Maupassant.

DIARIO CÓRDOBA

Sábado, 21 de enero del 2012

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Semblanza

Cuadernos del Sur

Su mundo está teñido de

humor y de alegría de vi-

vir, con personajes de la

vida cotidiana, casi de pa-

tio de vecindario o pro-

vincianos de aldea

Recolectará amante tras

amante sin mirar inteli-

gencia o estado social, y

algunas dejarán huella en

los personajes descritos

en sus relatos y novelas