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MATERIAL DE SEMANA SANTA PARA COMUNIDADES EDUCATIVAS AÑO 2016 “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (I Corintios 15,14) “El gran regalo de la Pascua es la esperanza cristiana que nos hace tener esa confianza en Dios, en su bondad, en su misericordia y su amor que nada puede quebrantar”

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MATERIAL DE SEMANA SANTA

PARA COMUNIDADES EDUCATIVAS

AÑO 2016

“Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe”

(I Corintios 15,14)

“El gran regalo de la Pascua es la esperanza cristiana que

nos hace tener esa confianza en Dios, en su bondad,

en su misericordia y su amor que nada puede quebrantar”

CONTENIDO

PRESENTACIÓN

DEFINICIÓN DE LA CELEBRACIÓN

DOMINGO DE RAMOS

JUEVES SANTO

VIERNES SANTO

SABADO SANTO

DOMINGO DE PASCUA

CELEBRACIÓN DE JUEVES SANTO

VIA CRUCIS PARA TODA LA COMUNIDAD

VIACRUCIS JUVENIL

CELEBRACIÓN DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

JORNADA ESPIRITUAL DE SEMANA SANTA PARA PROFESORES

PRESENTACIÓN

La Semana Santa tiene un sentido especial para nosotros los cristianos. Por lo tanto celebrar

Semana Santa en el Jubileo de la Misericordia equivale a poner de nuevo en el centro de

nuestra vida personal y de nuestras comunidades lo específico de nuestra fe, es decir a

“Jesucristo”, el Dios misericordioso.

Es un regalo este año santo para vivir la misericordia y para experimentar en nuestra vida la

caricia dulce y suave del perdón de Dios, su presencia junto a nosotros y su cercanía sobre

todo en los momentos de mayor necesidad.

Este material que les presentamos tiene como objetivo ayudarles a conversar y reflexionar

con los estudiantes los episodios de la vida de Jesús, que los motiven a participar de las

celebraciones de Semana Santa, con el deseo de sembrar y fortalecer en sus corazones la

semilla de la fe.

Además que puedan reconocer que la Semana Santa es el tiempo litúrgico más grandioso de

todo el año y que vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración y un

cambio de actitud.

El Área de Pastoral Escolar de la Vicaría para la Educción invita a todas las comunidades

educativas a poner la mirada en Dios, Padre misericordioso. Jesús, la Misericordia hecha

carne, hace visible a nuestros ojos el gran misterio del Amor de Dios.

DEFINICIÓN DE LA CELEBRACIÓN

La Semana Santa es el tiempo litúrgico más intenso de todo el año. A la Semana Santa se le

llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le llama Semana Santa o Semana

Mayor y a sus días se les dice días santos.

La Semana Santa1 de este año 2016 inicia a partir del Domingo de Ramos el 20 de Marzo y

finaliza el Domingo de Pascua, 27 de Marzo. En Semana Santa evocamos y renovamos la

Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Por ello, es un período de intensa

actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas.

La Semana santa está precedida por la Cuaresma, que finaliza en la Semana de Pasión donde

se celebra la Eucaristía en el Jueves Santo, se conmemora la Crucifixión de Jesús el Viernes

Santo y la Resurrección en la Vigilia Pascual durante la noche del Sábado Santo al Domingo

de Resurrección.

DOMINGO DE RAMOS:

Jesús empieza su camino y nosotros queremos acompañarle. Jesús por

amor se encamina hacia la muerte, nosotros ponemos en Él nuestros

ojos, lo aclamamos, afirmamos que Él es el único camino que da la

vida y felicidad. El camino de Dios, el camino del amor

misericordioso2.

JUEVES SANTO:

Jesús se reúne con sus discípulos, sus amigos, para celebrar con ellos

la gran fiesta de la Pascua, y allí en aquella que sería su última cena,

lava los pies a sus discípulos como signo de entrega y de servicio a

todos. También les dio el pan como su Cuerpo y el vino como su

Sangre y les mando: “hacer esto en memoria mía3”

1 http://www.lluviaderosas.com/cuaresma/index.php/semana-santa-para-ninos

2 CF. Lc 19, 35-38

3 Cf. Lc. 22, 14-23

VIERNES SANTO:

Jesús muere en la cruz para darnos vida. El día de viernes santo se

lleva a cabo el paso de Jesús, después de largas horas es condenado a

muerte y muere en la cruz. Es un día de contemplación y oración4.

SABADO SANTO:

Jesús está en el sepulcro y nosotros, la Iglesia y las comunidades

cristianas velamos en la esperanza. En silencio ante el sepulcro de

Jesús, experimentamos intensamente su amor5.

DOMINGO DE PASCUA:

¡Jesús vive! Es Pascua, es decir el paso de la muerte a la vida.

El domingo es el día más importante, ya que en él

celebramos el momento cumbre de nuestra salvación: LA

RESURRECCIÓN, Cristo triunfa sobre la muerte y nos

muestra la nueva vida a la que todos estamos llamados6.

4 Cf. Jn. 19, 28-30

5 Cf. Jn. 19, 38-42

6 Jn. 20, 1-9

CELEBRACIÓN DE JUEVES SANTO

AMBIENTACIÓN

En el salón, en el patio o en la capilla colocar una mesa, con mantel blanco, una vela, una Biblia,

una copa grande con vino, un pan grande, espigas, uvas. Se puede tener para el final de la

celebración panes y jugo para compartir

DESARROLLO DE LA CELEBRACIÓN7

I. Motivación de inicio:

Un Jueves como hoy, Jesús, antes de morir quiso celebrar una cena con sus amigos. Hoy queremos

recordar lo que fue esa comida y hacer lo mismo que hizo Jesús en esa ocasión. Jesús pidió prestada

una sala para reunirse con sus apóstoles. Teniendo pan y vino, dos cosas que no pueden faltar en

una mesa, les invitó a compartir esta comida. Esta cena se parece a la Misa donde también hay mesa,

mantel, flores, cirio, pan y vino. Jesús tuvo la maravillosa idea de quedarse escondido en un

pedacito de pan, para que la gente de todos los tiempos, pudiéramos tenerlo cerca, en el corazón.

Canto: Si yo no tengo amor8

II. Mensaje de buena noticia:

Vamos a leer un relato para recordar la Última Cena9.

El día jueves por la tarde, Jesús quiso tener una cena de despedida con sus amigos más cercanos. Él

sabía que sus enemigos estaban siguiendo sus pasos porque habían decidido darle muerte en una cruz

y quería despedirse en una comida con sus amigos. Como no tenía casa en esta ciudad, Jesús pidió

prestada una sala grande donde reunirse con ellos en privado.

Fue una comida muy especial. Antes de sentarse a la mesa, Jesús tomó un lavatorio con agua, una

toalla y aunque Él era el maestro, se arrodilló delante de sus doce amigos y les lavó los pies que

estaban sucios, luego de haber caminado todo el día. Después de este gesto de cariño y

preocupación por sus amigos se sentaron a la mesa.

Posteriormente Jesús hizo otro gesto muy especial. Tomó un pan, dio gracias a Dios por él y lo partió

para compartirlo entre todos. Lo mismo hizo con una copa de vino: dio gracias a su Padre Dios por

el vino y luego se la dio a sus discípulos. Todos comieron y bebieron del mismo pan y del mismo

vino.

Al repartir el pan Jesús dijo unas palabras muy misteriosas que ni sus amigos entendieron muy bien

ese día: “Este es mi cuerpo que será entregado por ustedes”. Y cuando repartió el vino dijo:” Esta es

mi sangre que será derramada para salvarlos”.

7 http://www.iglesia.cl/breves_new/archivos/sugerencias.doc

8 http://ministeriodemusica-cancionero.blogspot.cl/2008/02/si-yo-no-tengo-amor.html

9 Cf. Mt. 26, 17-28

III. Comentario:

Estas palabras son muy misteriosas. ¿Qué quiso decir Jesús con esto? Que cuando Él se fuera de la

tierra y volviera al cielo con su Padre Dios, no nos dejaría solos y abandonados en esta tierra. Para

poder quedarse para siempre con nosotros quiso permanecer en el pan y en el vino que representan

su cuerpo y su sangre. No en cualquier pan ni tampoco en todo vino. Es lo que hacen los sacerdotes,

en recuerdo suyo, cuando celebran la Santa Misa.

¿Te has fijado que en un momento de la Misa levantan un pancito blanco y redondo y también una

copa y pronuncian las mismas palabras de Jesús?

Es un momento muy importante de la Misa porque después de este gesto y de estas palabras del

sacerdote, ese pedazo de pan y esa copa de vino se convierten en el cuerpo y en la sangre de Jesús.

Canto: Un mandamiento nuevo nos dio el Señor10 o Como el Padre me amo

11

IV. Peticiones

1. Por el Papa, los obispos, sacerdotes, diáconos y todos los que en la Iglesia ejercen un

ministerio, para que lo vivan como un servicio a Dios y a los hermanos.

Roguemos al Señor.

2. Para que desaparezcan las guerras entre las naciones y que todos los hombres y mujeres

vivamos en la paz, la fraternidad y armonía.

Roguemos al Señor.

3. Para que a ejemplo de Jesucristo, que lavó los pies a sus discípulos, aprendamos a servirnos

unos a otros con amor fraterno y humildad.

Roguemos al Señor.

4. Para que en nuestras familias y en nuestro colegio, crezca cada vez más el amor verdadero, la

comprensión, la integración, la solidaridad y el perdón ante las dificultades siguiendo el

ejemplo de Jesús.

Roguemos al Señor.

5. Por todos los que estamos aquí en esta celebración como comunidad educativa recordando la

Ultima Cena de Jesús, el Señor de la misericordia, para que renovados en el amor que entrega

por sus amigos, participemos activamente en los santos Misterios de Semana Santa.

Roguemos al Señor.

10

http://ministeriodemusica-cancionero.blogspot.cl/2008/02/un-mandamiento-nuevo.html

11 http://elcancionerocatolico.blogspot.cl/2014/01/amaos-jose-miguel-cubeles-grupo-kairoi.html

V. Gesto: Bendición del Pan y del vino.

Padre Santo, bendice este pan que te presentamos. Está hecho del trigo de nuestros campos y por

manos de chilenos, hermanos nuestros, y bendícenos también a nosotros y a nuestras familias.

Canto: Una Espiga dorada por el Sol12

Padre Santo, bendice esta copa de jugo fabricado con las uvas de nuestras viñas y hecho por manos

de campesinos. Y bendícenos a nosotros y a nuestras familias Amén

Oración del Padrenuestro.

Como hermanos y hermanas unidos en la fe decimos Padre Nuestro…

VI. Oración final

Señor Jesús, Tú dijiste a tus apóstoles: “Les doy la paz”.

No mires nuestros pecados, que ponen guerra y división.

No mires nuestros egoísmos, que olvidan y menosprecian a los demás.

No mires los obstáculos que tendemos a los otros, para que caigan y se humillen.

No mires, Señor, nuestros egoísmos.

Mira la fe de los sencillos, de los que siempre perdonan, de los que devuelven bien por mal, de los

que sonríen, como si no hubiera pasado nada, de los que callan y no gritan, de los que ven siempre

lo positivo, de los que confían en el futuro, porque han puesto toda su confianza en Ti.

Dios del amor misericordioso y de la paz, danos tu bendición.

Amén.

Si es posible la celebración puede terminar compartiendo entre todos los pancitos, jugo y las uvas.

Canto: Danos un corazón13

12 http://ministeriodemusica-cancionero.blogspot.cl/2008/02/una-espiga-dorada-por-el-sol.html

13 http://ministeriodemusica-cancionero.blogspot.cl/2008/02/danos-un-corazon.html

VIERNES SANTO / VIA CRUCIS PARA TODA LA COMUNIDAD

AMBIENTACIÓN

Se sugiere preparar carteles con las frases de cada estación, en el camino a recorrer o en el patio.

Tener una radio o computador con música suave y las letras de las canciones para cantar en la

celebración. Se realizarán 9 estaciones. Cada estación sigue el mismo “esquema”.

Al llegar a cada estación leer contenido: “Primera estación: ...”.

Después un pequeño comentario que hace referencia al momento que nos presenta la

estación.

Identificarse con Jesús. Dejar un momento de silencio.

Comentario que nos sitúa en la actualidad- oración.

DESARROLLO DE LA CELEBRACIÓN

MOTIVACIÓN DE INICIO:

Queremos recordar, hacer memoria, volver a pasar por el corazón el “Camino hacia la cruz” que

hizo Jesús por primera vez hace más de dos mil años. Pero, hacer memoria ¿para qué? No puede ser

simplemente por revivir algo que aconteció, lo que hicieron padecer a Jesús. Tampoco puede ser

padecer por padecer. Les invitamos a vivir el Vía Crucis pensando fundamentalmente en estos dos

motivos:

ACOMPAÑAR A JESÚS. Es decir, sufrir con Él, intentar tener los mismos sentimientos que Él y

poder así, acompañarlo en su dolor.

DESCUBRIR CAMINOS DE CRUZ HOY Y ALIGERAR EL PESO DE LA CRUZ. Se trata de

reconocer como ese sufrimiento sigue presente hoy. En nosotros mismos y en mucha otra

gente. Y ver cómo podemos ser, cirineos, es decir, cómo podemos aligerar el peso de esa

carga. Orar por los que más sufren.

Canto: Soneto a Cristo crucificado14

PRIMERA ESTACIÓN: Jesús es condenado a muerte

Él, que siempre ha perdonado, que nunca ha condenado a nadie, ahora es juzgado y condenado a

muerte.

¡Qué injusticia más grande! Cierra los ojos y trata de identificarte por un momento con lo que podía

sentir Jesús. Acompáñalo. (Dejamos un momento de silencio)

14 http://canciones-de-misa.blogspot.cl/2012/02/no-me-mueve-mi-dios.html

Jesús sigue estando presente en el mundo de hoy y sobre todo en los que más le necesitan: hay niños

y jóvenes condenados a ser esclavos, a mendigar para otros. El poder y el abuso, condenan a los más

débiles, que no pueden saborear la libertad.

Hacemos oración por todos los que sufren situaciones de injusticia.

SEGUNDA ESTACIÓN: Jesús es negado por Pedro

Pedro no era una mala persona, ni un mentiroso. Pero Pedro tenía miedo. Sabía que lo que se jugaba

no era cualquier cosa. Se jugaba su vida. Y negó a Jesús. Pero después lloró amargamente, porque

sabía que había fallado a quien más quería. Lo más importante no es que Pedro negó a Jesús, sino

que se levantó y reemprendió el Seguimiento.

Cierra los ojos y trata de identificarte por un momento con lo pudo experimentar Jesús al sentirse

negado por su amigo Pedro. Seguro que recuerdas algún momento en el que te has sentido asustado

y no has hecho lo correcto o has vivido la traición de una persona querida, de un amigo.

En cualquiera de los dos casos, piensa en la posibilidad de superar el miedo y esforzarte por pedir

perdón o perdonar. Hay que esforzarse en retomar el camino.

TERCERA ESTACIÓN: Jesús carga con la cruz

La cruz pesa mucho. En ella van todas nuestras debilidades, las falta de amor, las injusticia, todo

aquello que nos duele y nos oprime. Una cruz que pesa, porque lleva nuestro pecado, el de cada uno

y el del mundo entero.

Pero Jesús no rechaza la cruz, sino que la acepta, la quiere. Su amor por nosotros es tan grande...

podríamos decir que incomprensible para nosotros... ese amor tan solo puede venir de Dios.

Cierra los ojos y piensa en las cosas que hacen pesada hoy la cruz de Jesús… (Dejamos un momento

de silencio).

Agradecemos a Jesús, por haber aceptado cargar con la cruz.

CUARTA ESTACIÓN: Jesús cae por primera vez

Jesús no puede más. Además del peso de la cruz, siente el peso de la soledad. Ya hace horas que

Jesús se encuentra solo: desde ayer por la noche, cuando en el huerto, empezó a angustiarse, fue a

buscar a sus amigos en busca de consuelo y los encontró durmiendo. También se siente solo, porqué

nadie entiende lo que hace...

Cierra los ojos y trata de traer a tu mente lo que está viviendo Jesús.

En nuestra vida también caemos muchas veces. A veces por pereza, a veces por celos, a veces por ser

orgullosos, a veces por confiar demasiado en nuestras fuerzas, a veces por... Hay que aceptarlo.

Tropezamos y caemos. Ya está. Lo que importa es que reconozcamos lo que nos ha fallado y nos

levantemos para seguir caminando.

QUINTA ESTACIÓN: Jesús encuentra a su madre

María camina en medio de la gente; no le quita un momento el ojo a Jesús, su hijo único. No pierde

detalle de sus gestos, de sus suspiros, ni la herida más pequeña le pasa desapercibida a María. Es su

madre, sufre más que nadie viendo como rechazan y menosprecian a su hijo.

Cierra los ojos y trata de identificarte por un momento con lo que podía estar viviendo María.

Muchos niños y jóvenes de todo el mundo, quedan sin madre demasiado pronto. Madres que

mueren a causa del hambre, de la guerra, de la enfermedad por no tener medicamentos, en el parto

por la condiciones higiénicas... madres víctimas de violencia.

En esta estación hacemos una oración por las madres, y de manera especial por aquellas que sufren

ante las necesidades o dolores de sus hijos.

SEXTA ESTACIÓN: Jesús se encuentra con la Verónica

Verónica no toma la cruz, pero le limpia la cara a Jesús. Le ofrece lo que ella tiene, un pedazo de

ropa para secarle el sudor y las lágrimas. Él recibe con gran agradecimiento este consuelo. Este gesto

no le quita el sufrimiento, Jesús es consciente que le queda todavía un largo y doloroso camino. Pero

alguien se le ha acercado.

Cierra los ojos y trata de identificarte por un momento con lo que pudo sentir Jesús ante la muestra

de afecto de Verónica.

Si estamos atentos a nuestro alrededor, también podemos descubrir muchas necesidades que tienen

nuestros amigos, compañeros, familiares, vecinos... ser cristianos no nos exige ser héroes, pero sí se

nos anima a ser portadores de “pequeños detalles de misericordia”. Detalles que ayuden a levantar el

vuelo a aquellos que se encuentren un poco maltratados, cansados y abandonados.

SÉPTIMA ESTACIÓN: Jesús es ayudado a llevar la cruz

Evangelio según San Lucas: Cuando llevaban a Jesús, tomaron un tal Simón de Cirene, que venía del

campo, y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Él.

El cirineo le ayuda con la carga a Jesús. No le quita todo el peso, pero le ayuda lo suficiente para que

pueda seguir adelante, para que pueda llegar a su destino.

Cierra los ojos y trata de identificarte por un momento, con lo que pudo sentir Jesús, ante la ayuda

de aquel hombre o tal vez, piensa en el Cireneo y lo que para él significó ayudar a Jesús.

Quizás alguna vez has experimentado que la carga es demasiado pesada. Y alguien te ha ayudado a

llevar el peso. Piensa en personas, “cirineos” que en tu vida, te han ayudado o te ayudan, a llevar esa

carga que a ratos se te hace pesada, demasiado pesada. Necesitamos de otros.

OCTAVA ESTACIÓN: Jesús es clavado en la Cruz

Jesús abre los brazos para que lo claven. Es bien consciente de lo que está viviendo y por eso su

dolor es tan profundo. Pero por encima del sufrimiento, está la actitud de la generosidad y la entrega

total. La entrega más grande que puede existir: Jesús da su vida por nosotros.

Cierra los ojos y entra en la escena. Jesús sabe que el final de su vida está próximo.

En cada uno de los que sufren, Jesús se hace partícipe. ¿Qué crees que a tu alrededor angustia más a

la gente? ¿Qué impedimentos encontramos para ser más felices?

NOVENA ESTACIÓN: Jesús muere en la Cruz

Aparentemente, todo se ha acabado. Todo el mundo se va. Sólo María se queda. Ella sigue firme en

la fe y confía en la promesa: “Al tercer día resucitaré”

Cierra los ojos. Tú y María están al pie de la cruz. Todo queda en silencio.

No siempre lo que parece un fracaso, lo es. Así se supo a los tres días cuando Jesús resucitó y ya para

siempre se quedó con nosotros. María confiaba. Ahora podemos pensar en cuál es nuestra actitud:

¿Cómo es nuestra fe? ¿Y nuestra confianza? Cuando vivimos un momento difícil ¿somos conscientes

de que Él no nos ha abandonado? “YO CONFIO EN ÉL”.

ORACIÓN FINAL

Señor Jesucristo,

que fuiste llevado desde las tinieblas de la muerte a la luz de una nueva vida en la gloria,

haz que el signo del sepulcro vacío nos hable a nosotros y a las generaciones futuras,

para ser testigo de fe, de misericordia y esperanza.

A ti, Jesús,

presencia escondida y victoriosa en la historia del mundo te damos gracias por todos los siglos.

Amén.

Canto: Camino de la cruz15

15 http://elcancionerodelcoro.blogspot.cl/2013/03/camino-de-la-cruz.html

VIERNES SANTO / VIACRUCIS JUVENIL

MOTIVACIÓN

Queridos jóvenes San Pablo nos dice que Jesús es igual a nosotros en todo, menos en el

pecado. Él pasó por todo lo que hay en la vida de la gente: trabajo, familia, festejo,

cansancio, pobreza. Nos resulta fácil sentirnos acompañados por Él en todas partes.

Y más fácil resulta encontrarlo en el sufrimiento y el dolor. De eso tenemos bastante, y por

eso venimos a acompañarlo, a ver si con él podemos encontrar una luz que alumbre nuestro

sufrimiento.

Dios no nos pide dolor. Él creó el mundo para que fuera una fiesta: Él reunido con todos

nosotros en una sola familia. Fue el pecado el que echó a perder aquella fiesta. Pero Dios

nos sigue amando aunque no aceptemos su invitación a la felicidad, Él se vino a vivir con

nosotros en el dolor.

Ahora vamos a recordar su pasión, su muerte y su resurrección, mirándolo y escuchándolo,

para ver si nos ayuda a ir venciendo, poco a poco, al pecado, de manera que, al final de

viaje, tengamos grandes ganas de acompañarlo en su resurrección, que es una vida nueva y

en el amor y misericordia.

PRIMERA ESTACIÓN: Jesús es condenado a muerte

Lector 1: Dice la Palabra de Dios, en el Libro de los Hechos de los Apóstoles:

El Dios de nuestros padres, glorificó a su servidor Jesús a quién ustedes entregaron,

renegando de Él delante de Pilato cuando éste había resuelto ponerlo en libertad. Ustedes

renegaron del Santo y del Justo, y pidiendo como una gracia la liberación de un homicida,

mataron al autor de la vida16.

Guía: Pilato es un buen ejemplo del hombre que vive en el pecado. Para él, lo más grande

que hay es el emperador de Roma, porque, el que es amigo del emperador consigue lo que

quiere. Por otro lado, los demás no le interesan. Si hay que matar para seguir teniendo el

poder, se mata sin dudar mucho.

¿Cómo pedirle justicia a un hombre que se cree dios y que además, sólo se quiere a sí

mismo? Los enemigos de Jesús le conocen el lado flaco y amenazan con desprestigiarlo ante

su jefe. Y entonces Pilato se lava las manos como quien no tiene nada que ver en el asunto.

Jesús, en cambio, vino a decirnos que lo más grande es Dios, y que para Dios, lo más

querido es nuestro hermano.

16

(Hch. 3,13 b-15b)

¿En qué lugar tenemos que ponernos nosotros?

¿Del lado de Jesús o del lado de Pilato?

¿Nos lavamos las manos ante el llamado de nuestros hermanos?

¿O somos rápidos para condenarlos?

Signo: Empuñemos las manos

Empuñamos nuestras manos como signo de las veces que he hablado mal, maltratado y/o

condenado a mi prójimo.

Pensemos cuantas veces hemos optado estar con las manos cerradas ante las injusticias que se

comenten y que cometemos.

Jesús es condenado injustamente a la muerte, y hoy miles de hombres y mujeres son

condenados por las estructuras sociales de injusticia. Por la indiferencia y cobardía que se

convierten en complicidad, por nuestras manos empuñadas, llenas de egoísmo, rencor,

violencia, rechazo, o simplemente por la falta de compromiso.

SEGUNDA ESTACIÓN: Jesús carga con la cruz

Lector 2: Dice la Palabra de Dios: Él soportaba nuestros sufrimientos, aguantaba con

nuestras dolencias, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. Él

fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras inequidades. El castigo que nos

trae la paz recayó sobre él y por sus heridas fuimos sanados17.

Guía: Morir en la cruz era morir de mala muerte, que se reservaba para los hombres más

despreciables. Jesús nació sobre el pasto destinado a los animales y va a morir en la cruz

reservada a los que eran considerados como bestias. Se hizo el más pobre entre los pobres.

Nosotros, en cambio, hasta a la muerte la dividimos en categorías.

¿No nos hemos convencido que basta con ser hombre para ser dignos y respetables?

¿Sabemos que el que ofende a un hermano ofende a Dios?

¿Nos damos cuenta de que la envidia, la soberbia, la superioridad que creemos tener son

causa de injusticia?

Signo: Tomemos a nuestro compañero del brazo como signo de acompañamiento a Jesús en

este viacrucis.

17 (Is. 53, 4-5)

TERCERA ESTACIÓN: Jesús cae por primera vez

Lector 3: En su Evangelio, nos dice Jesús: ―El que quiere venir detrás de mí, que renuncie a

sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la

perderá y el que pierda su vida por mí, la salvará18.

Guía: Jesús caído muestra hasta qué punto se nos parece. Él conoce bien nuestra debilidad, y

sin embargo nos invita a seguirlo llevando nuestra cruz. Por decir lo que dijo, por hacer lo

que hizo, Jesús sufrió la venganza de sus enemigos. El precio que pagó por amarnos fue

altísimo. Tenemos que darnos cuenta que ser cristianos es un trabajo bastante áspero y largo

que está en todo lo que hacemos. Cada prójimo que encontramos es una invitación a

cumplir la palabra de Jesús.

Signo: Nos arrodillamos solo con la rodilla derecha

Como signo de estar cercanos a la tierra, pensemos en el gran misterio de la cruz. Misterio de

amor redentor que Cristo nos ha compartido con su muerte. Muerte que nos da vida, es el

gran amor del Amigo que ha entregado su vida por nosotros.

CUARTA ESTACIÓN: Jesús encuentra a su madre

Lector 4: María acompaña a Jesús todo el camino de la cruz. Le mira y trata de ayudarle, de

consolarle, pero no puede llegar a Él. Sólo sus miradas se encuentran en el dolor. Al final del

camino, ya en la cruz, Jesús, se ve con su madre y mirando a Juan, en ese dramático

acontecer le pidió que la cuidara como madre suya. De ahí, en adelante sería Madre de Dios

y de toda la Iglesia19.

Guía: Ya que ser cristiano es cargar la cruz como Jesús, vamos a encontrar el mismo consuelo

que Él encontró: la compañía de su madre. Ella, en medio de sus sufrimientos, entendió a su

Hijo mejor que nadie. Entonces, puede ayudarnos mejor que nadie a entender a Jesús, y a

seguirlo.

María sigue acompañando los dolores de sus hijos, de la misma manera que acompañó a

Jesús, por ello, es patrona de la Patria. Le pediremos, entonces que nos ayude en el trabajo

que hacemos para mejorarla.

Signo: Rostros de un hombre y de una mujer.

En estos rostros representamos a toda la humanidad y confiamos las necesidades y dolores

que se viven especialmente en nuestra patria.

18 (Lc. 9, 23-24).

19 del Evangelio Criollo, del P. Amado Anzi

QUINTA ESTACIÓN: El cirineo ayuda a Jesús

Lector 5: Dice San Pablo: Ayúdense mutuamente a llevar las cargas y así cumplirán la Ley de

Cristo. Si alguien se imagina ser algo, se engaña, porque en realidad no es nada. Que cada

uno examine su propia conducta, y así podrá encontrar en sí mismo y no en los demás, un

motivo de satisfacción20

.

Guía: Simón era un forastero que venía de Cirene. Vio gente reunida y se juntó con los

curiosos. Por supuesto, no tenía nada que ver con los romanos, ni con los condenados ni con

los judíos. De repente, un soldado obligó a Simón a tomar la cruz de Jesús.

Quien escucha la Palabra de Jesús, ya no puede hacerse el desentendido frente al dolor de

los demás. Esa es la conversión que Jesús quiere: que dejemos de ser curiosos para participar

en la vida de todos. Que dejemos de mirar para actuar. Jesús demostró que hasta Él

necesitaba ayuda. Todos la necesitamos y todos debemos darla. Eso se llama solidaridad y es

un valor cristiano.

¿Sabemos ayudar?

¿Sabemos reunirnos para ayudarnos entre todos?

Signo: Tomar del hombro al compañero de al lado

Tomar en actitud de apoyo el hombro del compañero que está a nuestro lado y

reflexionemos cuantas personas se han acercado a nosotros en momentos difíciles.

Recordemos a todos aquellos que han estado con nosotros con su apoyo y nos han

animado. Pero quizá también hay personas que se nos han acercado pidiendo nuestra ayuda,

¿la hemos negado o la hemos dado?

SEXTA ESTACIÓN: Una buena mujer limpia el rostro de Jesús

Lector 6: Nos dice Jesús en su Evangelio: Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo

y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus

perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque Él hace salir el sol sobre

malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos21.

Guía: Todos hemos tenido ganas, alguna vez, de conocer la cara el rostro de Jesús. Esa cara

que la Verónica limpió de tanta sangre y sudor.

No conocemos su rostro pero si conocemos sus sentimientos y hemos oído sus palabras. Y

sabemos cómo actuaba. Era el hermano de todos, y nada había para Él tan importante como

la gente. Y hasta murió pidiendo perdón para los que lo mataban.

20

(Gal. 6, 2-4)

21 (Mt. 5, 43-45)

Necesitamos superar las diferencias y las enemistades. Es preciso que nos reconciliemos.

¿Somos capaces de aclarar las cosas, sin recurrir a ningún tipo de violencia?

¿Somos capaces de reconciliarnos con nuestros adversarios, para trabajar junto con ellos?

Solamente Jesús puede darnos esa capacidad.

Signo: Tocar el rostro de mi compañero.

Al tocar el rostro de mi compañero es como si fuera el rostro de Jesús para que sea el de

aquel o aquellos con los que se nos hace difícil caminar en la vida; ya sea por enemistades o

diferencias. Para que a través del contacto físico imploremos a Dios nos de la capacidad de

reconciliarnos.

SÉPTIMA ESTACIÓN: Jesús cae por segunda vez

Lector 7: Dice la Palabra de Dios. Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente no

pueden compararse con la gloria futura que se revelará en nosotros. En efecto, toda la

creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de Dios22

.

Guía: La noche pasó entre caminatas, insultos y acusaciones. La mañana trajo azotes, corona

de espinas, burlas salvajes. Ahora, cuando más aprieta el sol, Jesús está sin fuerzas.

El hombre es débil de nacimiento y para sostenerse, ha de buscar la ayuda de los demás.

Nadie debe pensar que puede llegar hasta Dios por su cuenta. Jesús, para llevarnos hasta el

Padre, nos quiere reunidos. Para eso funda la Iglesia. Para eso insiste en que seamos uno.

Para eso se junta Él mismo con todos nosotros.

¿Entendemos que nuestra fuerza está en vivir juntos?

¿Somos solidarios para conseguir el bien de todos?

Signo: Tomados de las manos.

Nos tomamos las manos en actitud de solidaridad como signo de estar junto a los que

sufren, a los que necesitan ayuda y pedimos crecer en la búsqueda del bien común.

22

Rom. 8, 18-19

OCTAVA ESTACIÓN: Jesús consuela a unas mujeres que lloran por él.

Lector 8: Al verlas tan compasivas entre tanto odio y desdén Jesús les dice: Hijas de

Jerusalén, no lloren por mí. Lloren por sus propios hijos y por ustedes, más bien. Esto lo dijo

refiriéndose bien al pecado, que, si esto hacía al honrado, qué no haría al pecador.

Guía: ¡Cuántos motivos tenemos para ponernos a llorar! La gente sin trabajo, los chicos sin

escuela, las familias sin atención médica, el hambre, la escasez, el rencor, la guerra...

A Jesús no hay que tenerle lástima. Más vale abrir los ojos y los oídos para ver y escuchar lo

que nos dice. Tenemos que darnos cuenta que Él vino a librarnos del pecado, y estamos

invitados a ayudarlo en esa tarea. Todos los males que sufrimos tienen nido en el corazón de

la gente, y allí hay que poner el remedio. Lo que pasa es que no nos sentimos hermanos, que

no nos interesan los problemas de los demás, que no tenemos ganas de repartir los bienes,

que no nos ponemos a trabajar por la Civilización del Amor que pedía Pablo VI.

Estar desunidos cuando necesitamos solidaridad... ¿No es como para llorar? Y más que

llanto, se necesita el trabajo de todos.

Signo: Formar una cadena entrelazando los brazos.

Para construir la Civilización del Amor, la paz, la fraternidad y defender la dignidad y los

derechos humanos necesitamos ser jóvenes comprometidos a través de la cadena del amor.

NOVENA ESTACIÓN: Jesús cae por tercera vez

Lector 9: Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí, – como

el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre y doy mi vida por las ovejas23

.

Guía: Jesús cuyo cuerpo ha sido golpeado, cae nuevamente contra las piedras del camino.

Este Jesús caído es el mismo que algunos que se creían sabios, lo miraban con desconfianza,

porque era amigo de los pecadores y aceptaba la charla con los recaudadores de impuestos,

gente odiada como ninguna. Porque no rechazaba a las prostitutas ni a la gente más

despreciada. Quería a los caídos, a los marginados y humillados, para ellos había venido.

Este Jesús caído es el que una vez recibió en sus pies los besos de una pecadora. Y mientras

todos la miraban con asco Él no veía sus pecados, sino su corazón arrepentido en busca de

paz. Jesús: Ayúdanos a levantarnos de cada tropiezo. Y que cada una de esas caídas nos vaya

enseñando a conocer el amor y a practicarlo.

Signo: Cerrar los ojos.

23

Cf. Jn 10, 14-15

Al cerrar los ojos veamos hacia dentro de nosotros, las caídas que hemos tenido en el

caminar de nuestra vida. Pero sobre todo veamos que junto a nosotros esta Jesús, pues vino

para acompañarnos, para amarnos.

DÉCIMA ESTACIÓN: Echan a suerte las vestiduras de Jesús

Lector 10: Nos dice la Palabra de Dios. Después que los soldados crucificaron a Jesús,

tomaron sus vestiduras y las dividieron en cuatro partes, una para cada uno. Tomaron

también la túnica, y como no tenía costura porque estaba hecha de una sola pieza de arriba

abajo, se dijeron entre sí: No la rompamos. Vamos a sortearla para ver a quién le toca‘. Así

se cumplió la Escritura que dice: Se repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica. 24

Guía: Jesús ha perdido todo. Hasta la ropa. Lo único que tiene ahora es un cuerpo que duele

por todas partes. Mientras los tres crucificados braman de dolor, los soldados están muy

ocupados en el reparto de la ropa. Eso es todo lo que les interesa. Vale más una túnica que

un hombre que agoniza.

En nuestra historia, la de todos los días, la de todos los años, se mata a los hombres por una

idea, por un pedazo de tierra, por trigo o por petróleo. Un hombre vale menos que los

beneficios de una empresa, menos que un aplauso…

En nuestra vida, ¿Qué vale más? ¿El empleado o la mercadería?

¿La calle o el vecino? ¿La competitividad o el compañerismo?

¿El amor o el dinero?

Jesús desnudo predica desde el Calvario la suprema dignidad del hombre por encima de

cualquier otro valor.

Signo: Abrazarnos a nosotros mismos a brazos cruzados, después de un momento de silencio

breve, con actitud de despojo, abrimos nuestros brazos.

Cuántas cosas nos esclavizan, y sin embargo en ese momento Jesús es despojado de todo, es

liberado de todo, nada lo ata a la tierra. Jesús es el único que nos salva y nos libra de todo

aquello que en nuestra juventud hemos ido atando a nuestro corazón y manos.

24

Cf. Jn 19, 23-24.

UNDÉCIMA ESTACIÓN: Jesús es clavado en la Cruz

Lector 11: La Cruz y Dios se unen, como el eco con la voz y la sombra con la luz; porque

Dios nos da la cruz, pero la cruz nos da a Dios25

.

Guía: La solidaridad consiste en darnos cuenta de que no somos los únicos necesitados del

mundo, que aun teniendo problemas, podemos ayudar a otros. Así hizo Jesús, que aun

agonizando pudo prometerle el cielo al que llamamos el buen ladrón. Y también pudo rezar

por sus propios enemigos.

Ojalá nos alumbre la luz que alumbró a ese ladrón. Él supo reconocer a Jesús, en ese cuerpo

amedrentado que colgaba de una cruz junto al suyo.

Mientras todos lo despreciaban, lo torturaban y se burlaban, él demostró lo que valía. Sus

ojos vieron más que los de Pilato y más que los de la gente que se creía pura, pero que

envidiaba a Jesús y lo odiaban porque quería a los pecadores.

En medio del dolor de nuestra patria.

¡Qué falta nos hace ver a Jesús en ese que sufre a nuestro lado!

¡Qué necesidad tenemos de reconciliarnos, de perdonarnos unos a otros, de decidirnos a

trabajar juntos!

Signo: Muñecas cruzadas. Después de un breve silencio, damos la mano al compañero de al

lado.

Cruzar nuestras manos es como signo de ese momento en el que Jesús fue clavado en la cruz,

nosotros lo hacemos con nuestras manos como signos de vivir ese momento. Ahora después

del silencio, demos la mano al que está a nuestro lado, para que estemos unidos como

hermanos, como país.

DECIMO SEGUNDA ESTACIÓN: Jesús nos entrega su vida por amor

Lector 11: Al filo del mediodía el crimen quedó acabado, dos ladrones y en medio de ellos el

redentor: era el drama del pecado vencido por el amor. Y mientras Jesús llegaba al natural

desenlace como si nada pasase, clamó mirando al gentío: Perdónalos, Padre mío, porque no

saben lo que hacen26

.

Guía

Es frente a la muerte que solemos decir: no somos nada‘. Lo que pasa es que nos jugamos la

vida por cosas de tan poco valor que la muerte, como un viento enfurecido, nos quita todo.

25

Del Evangelio Criollo, del P. Amado Anzi.

26 Del Evangelio Criollo, del P. Amado Anzi.

Gracias a la muerte de Jesús, vivimos la vida del amor, la vida de Dios que es inmortal. Ya

no diremos - no somos nada‘. Somos todo para Dios, tan querido por Él, que muere su Hijo

por nosotros. Es lo peor que tenemos que enfrentar, lo que nos da más miedo: la muerte.

También Jesús tuvo que enfrentarla. Porque quería estar con nosotros y ser como nosotros

en todo, menos en el pecado. Contemplando a Jesús muerto, pidamos entenderlo, practicar

su Palabra, tener la vida eterna.

Signo: De rodillas con mirada hacia el piso.

Con nuestra mirada hacia el piso recordamos que somos seres finitos, vulnerables a la

muerte. Por ello, pensemos en este gran misterio de amor, de entrega total y pidamos poder

participar del gozo de la vida eterna, que nos ha sido dada por medio de Jesús.

ORACIÓN FINAL:

María madre nuestra

¡Ninguna fe como la tuya, nadie con tanto amor!

Por eso, no somos nosotros quienes te hemos de consolar.

Más bien queremos agradecerte,

por habernos traído este hermano que nos dio la vida nueva de Dios.

Y agradecerte porque tu Hijo te dejó como madre nuestra.

Ayúdanos a Levantar nuestra mirada

y descubrir el rostro de Jesucristo que vive en cada uno.

Que la cruz sea el signo de que nuestra esperanza está puesta en Jesús

que es quien nos lleva al Padre,

pues resucitó y está vivo para siempre.

Amén.

CELEBRACIÓN DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

Ambientación:

Cirio Pascual, mantel blanco, flores, recipiente con agua, adornado (si no está ahí la pila bautismal).

Rama para la aspersión. Ésta es la principal celebración y centro de nuestra fe, habrá que prepararla,

muy bien.

I. Motivación:

Nos reunimos para asombrarnos con el nuevo día en que celebramos la Resurrección del Señor.

El paso de las tinieblas a la luz nos hace recordar a nosotros cristianos las maravillas que Dios realiza

al pasar entre nosotros. ¡Es la Pascua! Cristo, atraviesa victorioso la muerte, pasa a la luz

esplendorosa de su Resurrección, abriendo camino para salvar a todo el que crea en Él. Celebremos,

pues, a Cristo Resucitado con alegría y paz.

Canto: Hoy el Señor resucitó27

II. Símbolo del Cirio Pascual: En este momento se enciende el Cirio

Cristo ha resucitado, vive glorioso para siempre y nos comunica su luz y su vida. El cirio representa a

Cristo Resucitado, presente entre nosotros. La vida de Dios manifestada a los hombres es un fuego de

luz plena en medio de nuestra noche de pecado y muerte, de nuestra obscuridad. Por medio de

Cristo, Dios nos ha comunicado la claridad de su vida. “Cristo ayer y hoy, principio y fin” “Alfa y

Omega”. Porque Cristo vive resucitado y salva a los hombres de hoy, como a los de ayer y de

mañana. “Suyo es el tiempo y la eternidad, a Él la gloria y el poder por los siglos de los siglos.

Amén”.

El corazón de la Iglesia, al verse iluminada por el resplandor de tanta luz, estalla en un himno de

alegría y de acción de gracias, pregonando las maravillas que Dios realizó y va a realizar: llenos de

alegría aclamemos a Cristo, nuestra vida.

Canto: Pregón Pascual28

III. Liturgia de la Palabra:

Regocijemos nuestro corazón con el amor de nuestro Dios, que desde antes de que el tiempo

existiera, piensa en nosotros para llevarnos a participar de la gloria de su vida. Escuchemos la

proclamación de la Buena Nueva: ¡¡¡Cristo ha Resucitado!!! Y cantemos ahora el Aleluya con

sencillez, manifestando como Iglesia la verdadera alegría pascual.

Canto: Aleluya

27

http://muscatolica.com/2013/03/31/cantos-para-el-domingo-de-resurreccion-ministerio-de-musica-virtual-

audios-descargables/

28 http://www.ssanrafael.cl/wp-content/uploads/2014/04/Letra-Preg%C3%B3n-Pascual.pdf

Evangelio según San Juan 20 1-9

El primer día de la semana de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena

fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y

del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no

sabemos dónde lo han puesto». Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro.

Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro, y llegó

antes. Asomándose al sepulcro vio las vendas en el suelo; aunque no entró. Después llegó

Simón Pedro que le seguía y entró en el sepulcro; vio las vendas en el suelo, y también el

sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un

lugar aparte. Luego entró también el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: Él

también vio y creyó. Todavía no habían comprendido que según la Escritura, Él debía

resucitar de entre los muertos.

Palabra del Señor

Canto de proclamación para el Evangelio: Aleluya

IV. Liturgia Bautismal.

Unámonos en oración para que Dios envíe, por medio de Jesucristo, al Espíritu Santo sobre esta

agua, que será santificada para bendecirnos. En ella la Iglesia dará vida nueva a todos sus hijos. Vida

de Cristo resucitado. (Se hace la bendición de la fuente y se asperja a los participantes con el agua

bendita después de la renovación de nuestra fe)

V. Renovación de nuestra fe

Vamos a renovar nuestra fe y renunciar a las obras del mal para vivir como hijas e hijos de Dios y

seguidores de Jesucristo (ver fórmula pertinente y posteriormente cerrar con las intervenciones que

se proponen).

- Un/a profesor/a dice:

Nos alegramos y damos gracias a Dios por seguir el camino de Jesucristo. Haremos todo lo posible

por nuestra parte, con la palabra y con el ejemplo de vida, para que nuestros estudiantes vayan

haciéndose cada día mejores personas. Confiamos, con la ayuda de Dios, en que ellos caminarán en

la luz de Cristo.

- Un/a catequista dice:

Nosotros, los catequistas, también queremos ayudar a estos estudiantes a vivir en Cristo, ya que en Él

creemos y nos hemos comprometido a seguir. La fe que ellos renuevan, también la renovamos

nosotros para buscar juntos el camino de la fe y de la misericordia.

- Un/a estudiante:

Estamos contentos de conocer a Jesús. A través de cada uno de ustedes y de la vida espiritual que se

vive en esta comunidad educativa. Renovamos nuestra fe y amor de seguir viviendo al estilo de

Jesús nuestro amigo.

VI. Oración de los fieles

Con un corazón sincero y lleno de alegría, oremos diciendo: ¡Jesús resucitado, escúchanos!

1. Por los pastores de nuestra Iglesia, para que puedan apacentar según la voluntad del

resucitado al rebaño que Él mismo, les ha encomendado.

Roguemos al Señor.

2. Por todas las naciones de la tierra, para que puedan gozar de la verdadera paz que Cristo les

ha venido a traer.

Roguemos al Señor.

3. Por nuestros hermanos que sufren, para que su tristeza se convierta en un gozo tan grande

que nadie sea capaz de quitárselos.

Roguemos al Señor.

4. Por nuestra comunidad educativa, para que con firmeza y confianza dé en todas partes un

vivo testimonio de Cristo Resucitado.

Roguemos al Señor.

VII. Oración final

Podemos estar felices porque Jesús ha vencido la muerte,

en su Resurrección está nuestra esperanza

y ella nos anima a luchar con el bien para vencer el mal,

teniendo la seguridad y certeza que resucitaremos con Jesús.

Podemos proclamar juntos:

JESÚS HA RESUCITADO ¡ALELUYA, ALELUYA!

En este tiempo de gozo y esperanza nos damos un saludo de Paz en la resurrección del Señor.

Canto: Toda la tierra29

29

http://cancionerocorocatolico.blogspot.cl/2012/04/aleluya-toda-la-tierra.html

JORNADA ESPIRITUAL DE SEMANA SANTA / PARA PROFESORES

AMBIENTACIÓN

Se sugiere reunirse en alguna de las salas más adecuadas de la comunidad

educativa. Intentar mantener un clima de silencio y reflexión.

- Se presentará el trabajo a realizar.

- Tener alguna proyección para motivar la jornada.

- Se entregará el material fotocopiado progresivamente.

MOTIVACIÓN DE INICIO

En este espacio que se nos regala para vivir esta jornada espiritual30

intentaremos hacer un

alto al trabajo cotidiano y actividades habituales, para adentrarnos hacia nuestro interior,

dejar la actividad mental de pensamiento e imaginación, y darnos la posibilidad de

escuchar lo que tenemos/ traemos en el corazón.

Estamos invitados a percibir y sentir nuestro propio cuerpo, obra maravillosa de Dios, en sus

partes y órganos, en sus procesos internos, comenzar a aquietarnos en todo nuestro ser,

para concentrarnos en Dios sin dispersión ni movimientos.

Con voluntad decidida a vivir esta experiencia que implica silencio, recogimiento, alejamiento

de las distracciones por pensamientos, fantasías, recuerdos o preocupaciones. Escapar, huir del

ruido para buscar la quietud, la paz y la calma interior.

Oración:

Señor, ayúdanos a participar en esta experiencia,

vivir con intensidad y con profundidad ese tiempo de gracia,

para superar nuestras perezas, debilidades, ataduras;

y vivir con mayor profundidad

la oración personal y comunitaria.

Amén.

30

www.reflejosdeluz.net

1º Pauta de trabajo personal : Me llamas a encontrar la “ARMONÍA”

Introducción

Al comenzar este trabajo personal es necesario que reconozca una cosa: “para construirme

como ser humano, como persona, necesito partir de lo que soy, de mi propia verdad,

necesito ARMONIZARME POR DENTRO”.

Esto es lo primero, lo más necesario, abrirme a mi verdad, decirme a mí mismo la verdad de

lo que me está pasando. Sólo a partir de ello podré pensar y ver con claridad. Pensar en lo

que quiero, en lo que soy, es empezar a pisar sobre terreno poco firme, sobre arenas

movedizas.

El primer paso es decirme la verdad de lo que soy. No lo que dicen de mí, ni siquiera lo que

creo o quiero ser, sino lo que soy. Así, desnudándome, mirarme.

¿Quién soy yo?... Difícil saberlo. Cuesta responder esta pregunta porque es compleja en sí

misma y porque llevo ya mucho tiempo viviendo lejos de mí. Es más fácil mirar a los otros,

hablar de los otros, encontrar valores y defectos en los otros...; pero ¡qué difícil es hablar de

lo que yo soy! ¿Qué valores tengo? ¿Cuáles son mis defectos? ¿Cuáles son mis anhelos y mis

dificultades? ¿Cuáles son mis dudas? Es difícil hablar de lo que soy, porque no tengo la

costumbre de mirarme para reconocer mi verdad.

Me desconozco. Sé dos o tres datos superficiales sobre mí y con esos pobres datos suelo

definirme. Pero no me conozco. Como diría San Agustín que “es grande la distancia que me

separa de mí mismo”.

Así pues, si quiero transformar mi vida tengo que empezar por aceptar aquello que ahora

soy, aceptar mi historia, mi pasado, mi presente. Aquí está el secreto de esta jornada

espiritual: decirme la verdad, para empezar a “nacer de nuevo”31 Si oculto mi verdad nada

podré descubrir, sólo con la verdad se puede alcanzar la libertad. “Conocerán la verdad y

la verdad los hará libres”32

, dice el Señor.

Es hora de decirme la verdad, de sacarlo todo afuera, para que dentro nazcan cosas nuevas.

Para poder mirarme por dentro me puedo ayudar con un cuento…

31

Cf. Jn 3,1ss. 32

Cf. Juan 8, 31-32.

La imagen de una cebolla.

Al igual que ella yo también tengo muchas capas que no me

permiten mostrar la belleza de mi corazón...

Corazón de cebolla

Había una vez un huerto lleno de hortalizas, árboles frutales y toda clase de plantas. Como

todos los huertos, tenía mucha frescura y agrado. Por eso daba gusto sentarse a la sombra

de cualquier árbol a contemplar todo aquel verdor y a escuchar el canto de los pájaros.

Pero de pronto, un buen día empezaron a nacer unas cebollas especiales. Cada una tenía

un color diferente: rojo, amarillo, naranja, morado... El caso es que los colores eran

irisados, deslumbradores, centelleantes, como el color de una sonrisa o el color de un

bonito recuerdo.

Después de sesudas investigaciones sobre la causa de aquel misterioso resplandor, resultó

que cada cebolla tenía dentro, en el mismo corazón, porque también las cebollas tienen su

propio corazón, una piedra preciosa. Esta tenía un topacio, la otra una aguamarina,

aquella un lapislázuli, la de más allá una esmeralda... ¡Una verdadera maravilla!

Pero, por una incomprensible razón, se empezó a decir que aquello era peligroso,

intolerante, inadecuado y hasta vergonzoso. Total, que las bellísimas cebollas tuvieron que

empezar a esconder su piedra preciosa e íntima con capas y más capas, cada vez más

oscuras y feas, para disimular cómo eran por dentro. Hasta que empezaron a convertirse

en unas cebollas de lo más vulgar.

Pasó entonces por allí un sabio, que gustaba sentarse a la sombra del huerto y sabía tanto,

que entendía el lenguaje de las cebollas, y empezó a preguntarles una por una:

- "¿Por qué no eres por fuera como eres por dentro?"

Y ellas le iban respondiendo:

- "Me obligaron a ser así... me fueron poniendo capas... incluso yo me puse algunas para

que no me dijeran nada."

Algunas cebollas tenían hasta diez capas, y ya ni se acordaban de por qué se pusieron las

primeras. Y al final el sabio se echó a llorar. Y cuando la gente lo vio llorando, pensó que

llorar ante las cebollas era propio de personas muy inteligentes. Por eso todo el mundo

sigue llorando cuando una cebolla nos abre su corazón. Y así será hasta el fin del mundo.

Primera capa:

Yo soy un ambiente. He nacido en un ambiente, durante años he respirado el aire de ese

ambiente, por tanto puedo tener las mismas actitudes del ambiente. Pero, ¿quién ha hecho el

ambiente? Hombres y mujeres que en la vida cotidiana, casi sin darse cuenta, empezaron a

vivir los valores falsos del ambiente. Así surgió el ambiente y así se mantiene. Y, ¿cuáles son

los principios de mi ambiente?

…a mi ambiente le interesa el Tener. Mi ambiente me ha enseñado que uno de los

objetivos de la vida es tenerlo todo, tener hasta lo que no es necesario.

…en mi ambiente interesa ser el mejor, “deslumbrar”, llamar la atención, ser el centro

de todo, Valer. Muchas veces hago las cosas para ir delante, para que me aplaudan, para

“tener los primeros puestos” de los que habla el Evangelio.

…mi ambiente gusta del dominio, del Poder. Me gusta que me sirvan y que hagan lo

que yo quiero. Me gusta manejar a los otros, con palabras, con argumentos, con

sentimientos.

En el ambiente en el que vivo se trata a las personas como si fueran objetos, se las

utiliza, se las degrada, se las compra. Muchas veces nos acercamos a los demás sólo en

beneficio propio.

En mi ambiente la responsabilidad siempre es de otros. Si alguien es rico es “porque se lo

ha ganado” en el libre mercado; si alguien es pobre es “porque quiere”

…mi ambiente confunde divertirse con re-crearse.

Mi ambiente es envidioso, receloso,

... Mi ambiente no confía en nadie; por eso muchas veces prefiero callarme mis

problemas, sin importarme el dolor.

Segunda capa:

Yo soy un cuerpo y unos sentidos. Mi cuerpo, ¿qué expresa?, ¿para qué lo uso? Mi cuerpo

termina expresando lo que mi ambiente con ganas de lucir y aparentar le impone en cada

momento. El cuerpo es quizá el mayor medio de comunicación que tenemos. Por el cuerpo

podemos expresar todo lo que nos sucede; por los sentidos podemos captar todo lo que le

sucede al mundo, todo lo que le sucede a los demás.

Y mis sentidos, ¿qué siento con ellos?, ¿pueden ver mis ojos los sufrimientos que hay a mi

alrededor?, ¿escucho los lamentos de los pobres?, ¿he tocado el dolor de los que viven cerca

de mí? Mi ambiente me ha enseñado a ser insensible. A pesar de todo lo que sucede, tiendo

a ser indiferente: miro sin ver, oigo sin escuchar, toco sin palpar, gusto sin sentir. Mi vida es

superficial, porque la forma como siento el mundo es superficial.

Tercera capa:

Yo soy una afectividad, unos sentimientos. Mi afectividad es un don, la capacidad que me

permite sentir la vida, con sus alegrías y tristezas. Hace que la vida no me sea indiferente,

que la realidad me afecte; pero ¿Qué es lo que yo siento normalmente? A veces siento

soledad, aburrimiento, inseguridad, mal genio, dolor, tristeza. A veces siento unos complejos

que me llenan de timidez, de introversión o de deseos de llamar la atención o de huir. Otras

veces siento como siente el ambiente y busco amores fáciles, busco que me quieran, que me

reconozcan, que me alaben, busco toda una serie de experiencias que no me dejan nada en

el corazón. No me conmueve el mendigo, ni el drogadicto, ni me conmueven los que pasan

hambre. Me preocupo sólo por mí y la mayor parte de las veces lloro por mí, porque de la

única persona que llego a sentir lástima, es de mí. Inconmovible, sintiendo dolor o ternura

sólo por mí, amando para que me amen.... así me voy quedando en las profundidades de

una gran soledad.

Cuarta capa:

Yo soy una mente. Mi mente tiene tres funciones básicas: inteligencia para descubrir y

conocer; libertad, para elegir y voluntad, para realizar lo elegido. Pero, ¿qué es lo que yo

conozco acerca de mí?, ¿qué decisiones tomo? o ¿me toman mis decisiones?, ¿qué cosas

valiosas he hecho, sobre todo: qué he hecho por los demás?

Indudablemente mi inteligencia, contaminada por el ambiente, muchas veces me ha

engañado. Por eso no me conozco, por eso no sé quién soy. Peor aún, mi inteligencia suele

justificar toda mi mediocridad con bellas ideas: “es que soy joven”, “es que así es la vida”,

“es que yo soy así”. Y así, con tres razones tontas, permanezco en la mediocridad.

Pero en el fondo, hay una quinta capa no contaminada, aunque si escondida por toda la

contaminación de mi ambiente: Yo soy lo mejor de mí. Lo mejor de mí son todos esos

valores, todas esas realidades auténticamente positivas que yo tengo. Es difícil captar lo

mejor de mí, porque o me han dicho tantas veces que no sirvo para nada y han exagerado

tanto mis defectos, o me han alabado tantos valores falsos que aparento tener, o me han

apreciado por tener cosas que el ambiente considera valores (dinero, fama, belleza física,

posición social), que al fin de cuentas me es difícil saber qué es lo mejor de mí. Sí, es difícil

descubrir cuáles son mis valores auténticos, diferenciándolos de las caricaturas que admira y

aprecia mi ambiente.

Con todo, aunque sea difícil necesito descubrir qué es lo mejor de mí, pues sólo desde mis

valores auténticos, desde lo mejor de mí, puedo reconstruir mi vida.

2º PAUTA PARA LA REFLEXIÓN GRUPAL (dos o tres)

Iluminación desde el Evangelio:

“El regreso a casa”

El Hijo Pródigo, Lucas 15, 11- 24

Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de la

herencia que me corresponde; y el padre les repartió los bienes. Pocos días después, el hijo

menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes en una

vida inmoral. Ya había malgastado todo cuando sobrevino una gran miseria en aquel país, y

comenzó a pasar necesidades. Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa

región, que lo envió a su campo para cuidar cerdos. Él hubiera deseado cambiar su hambre

con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Entonces recapacitó y dijo:

¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de

hambre! Ahora mismo iré a casa de mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y

contra ti; Ya no merezco ser llamado tu hijo; trátame como a uno de tus jornaleros.

Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando aún estaba lejos, su padre lo vio y se

conmovió profundamente, corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo:

Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no merezco ser llamado tu hijo. Pero el

padre dijo a sus servidores: Traigan enseguida la mejor ropa y vístanlo, póngale un anillo en

el dedo y sandalias en sus pies. Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y

festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue

encontrado y comenzó la fiesta.

Palabra del Señor

Preguntas de Reflexión para compartir grupalmente:

En relación a la pauta 1:

Mi ambiente, mi sociedad ¿Cómo es? ¿Qué características tiene?

Mi afectividad: ¿Qué sentimientos tengo? ¿Cuáles son mis complejos, mis tristezas, mis

sufrimientos? ¿Qué me conmueve?

Mi mente: ¿Qué uso hago de mi inteligencia, mi libertad y mi voluntad?

En cuanto a la lectura bíblica:

¿A qué me invita?

¿Qué mensaje me deja?

¿Qué debo perdonar o perdonarme?

Pensamos en alguna situación en la que hemos experimentado el amor misericordioso de

Dios en nuestra vida.

Ayudas para finalizar la reflexión grupal.

Se nos invita a reconocernos ante el Señor, en su presencia. A Mirar nuestra vida,

descubriendo que muchas veces hemos construido nuestra vida lejos de Dios.

Presentemos al Señor nuestros deseos de cambiar de actitudes, de caminar en la verdad, de

volver a Él, a la casa del Padre misericordioso.

También agradezcamos a Dios la oportunidad que nos ha regalado de participar en esta

jornada, por la oportunidad de conocerle más, de saber que nos ama y que está a nuestro

lado siempre. Por la ocasión de conocernos a nosotros mismos, para comprender a los

demás. Sin duda este es un largo camino, que ojala podamos seguir profundizando durante

este año de la misericordia que el Señor nos regala.

Que la Semana Santa, nos ayude a fortalecer nuestra relación con Dios en el camino de la fe.

Canto final: Vengan a Él33

33

http://www.musica.com/letras.asp?letra=2030727