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CompañíaHerta FrankelParaulesper a Julio

MARIONET ARIUMTIBIDABO(BARCELONA)

Información:www.marionetarium.comwww.tibidabo.es

01 Lamarionetista HertaFrankel Con sufamosa perritaMarillny otros desus muñecos

02 Y03 Dosimágenes delespectáculo'Paraules per aJulio'

Marionetas La Compañía de Herta Frankelcumple 20 años y 10 de su llegada al Tibidabo

, '. ~P/2.~Lf 5Títeres en tiemposde cultura digitalDAVID BARBAViena, 1922.Arthur Kaps y Franz Johanfundan la compañía de varietés Los Vie-neses. Tras cosechar cuantiosos éxitoscabareteros en varias giras europeas du-rante los años 30, en 1942se instalan enBarcelona huyendo de Austria tras elAnschluss, pues ambos eran de origenjudío. En el Paral-Iel, se convertirán encelebradas figuras del circo y la revista,quizás con el único espectáculo carentede pit i cuixa de toda la avenida. Por lamisma época, la aún joven Herta Fran-kel (Viena, 1913)recorría Europa comobailarina y cantante, moviendo las cade-ras al ritmo de las bombas aliadas. Lascosas se ponían cada vez más feas en Ita-lia, donde triunfaba con la CompañíaBussetti, así que se vino a España con larevista Mani in tasca e naso al vento, quesedujo a Kaps, quien desde entonces seconvertiría en su eterno compañero sen-timental. Ya sólo faltaba que se unieraal grupo el italiano Gustavo Re, un pecu-liar humorista que no tardó en conver-tirse en un cotizado actor de comediasde la España de los 50y 60.En 1959,trastriunfar en salas de todo el país, la refun-dada compañía de Los Vieneses se con-virtió en el eje de la programación infan-til de la naciente TVE. Y, carambolas dela vida, Arthur Kaps no tardó en sernombrado jefe de programas de la televi-sión estatal en Catalunya.

Los 60 fueron los años dorados del mí-tico grupo: eran los tiempos del ceremo-nial de la carta de ajuste, de los 25 añosde Paz, de Maria Luisa Seco y José LuisBarcelona, de la Familia Telerín. Espa-ña abandonaba la autarquía y Francodejó de meterse en politica y se puso aejercer de jubilado de oro: sus paseos enel Azor y sus inauguraciones de panta-nos competían por la audiencia con Va-lentina, el Capitan Tan y Locomotora,con Daniel Vindel, La casa de losMarti-nez y Un millón para el mejor. El tiempo

transcurrido desde entonces se demos-tró incapaz de borrarnos el inefable re-cuerdo de todo ese casposo universo tele-visivo donde, por encima de todos, Her-ta Frankel se convirtió en reina de losniños. Hubo quien siempre creyó que superrita Marilín era de carne y hueso, ymuchos aún se sorprenden cuando laven expuesta en el Marionetarium delTibidabo junto a Pepito, Gruñón, Tonto,la tía Cristina y otras marionetas que de-butaron en la TVE de fmales de los 50."He visto a algunos cuarentones y cin-cuentones mirar hacia los lados y llorarante los títeres creyendo que no les venadie", asegura Ferran Gómez, directorde la compañía Herta Frankeljunto conPilar Gálvez. "Algunos -comenta ella-le dan sobriamente la mano a Pepitomientras le agradecen las buenas tardesde la infancia que les hizo pasar". La pro-pia Frankel fundó el grupo en 1985;Fe-rran la conoció en el Institut del Teatrede Terrassa. "Ella necesitaba un mani-pulador de títeres, y yo, que estaba fasci-nado por su trabajo, conseguí que me lapresentaran". Pilar coincidió con ellosen Barcelona. Los tres iniciaron un ca-mino profesional en común que duró on-ce años, hasta la muerte de la ya ancia-na artista en 1996."Tras el paso de HertaFrankel por nuestras vidas, ¿alguien es-tá dispuesto a seguir creyendo que lasmarionetas sólo son un espectáculo in-fantil?", se pregunta Ferran. "A veces,las marionetas y los guiñoles tienen elextraño poder de hacernos pensar queson los ventrilocuos y los marionetistaslos manejados", opina Pilar. No haymás que fijarse en el Rockefeller de JoséLuis Moreno o en las míticas farsas deSpitting lmage. Por no hablar de cual-quier espectáculo de los Punch y Judyingleses, el francés Monsieur Guignol,Gnafrón y Madelón, o el padre de todosellos, el italiano Polichinela. Sin olvidara la más famosa marioneta de todos los

tiempos: Pínoc ' oma e :tVar.Celonacon los muñecFrankel: el trabajo de isM ó 'Humanitatsconsistió en recuperar muchas sonrisasinfantiles perdidas tras la posguerra.También recuperó en España una tradi-ción titiritera, muy viva desde el me-dievo hasta la colaboración entre Larcay Manuel de Falla, pero casi desarticula-da después de la Guerra Civil. Luego, pa-sada la autarquía y el desarrollismo,una generación de trabajadores del gui-ñol -todos deudores de Herta Frankel-

Herta Frankel recuperóen España unatradición titiriteramuy viva desde elmedievo hasta Lorca;;;- s:::z:==-==--=~~===:::---=se instaló para siempre en el ~los entes que le siguieron), creando, conmás o menos calidad, una tradición ma-rionetista como pocas en Europa. PeroFerran Gómez y Pilar Gálvez son los he-rederos de la Frankel; y el Marioneta-rium del Tibidabo, el santuario de su me-moria. Ahora, este espacio singular delparque de atracciones presenta un nue-vo espectáculo para conmemorar dos dé-cadas de fundación de la compañía y losdiez años de residencia en la montañade Barcelona. Paraules para Julio es unsencillo y tierno show para niños -y niños grandes- en el que los muñecosdespachan a gusto con frases, poemascantos de José Agustín Goytisolo, PacoIbáñez, Javier Krahe, Pablo Neruda, Mi-guel de Unamuno y Goethe. [Y a los ni-ños les encanta! Para colmo, se paseanpor las canciones de Marlene Dietrich,el cabaret de Berlín y el humor de Dan-ny Kaye. Pero el Marionetarium es, ade-más, un taller de títeres en el que convi-ven más de 300 muñecos construidospor los mejores maestros europeos delos últimos 60 años, y donde el maestroJosé Menchero diseña espectaculares es-cenografias para ellos. "La reacción delos niños ante los muñecos es curiosa",comenta Ferran Gómez. "Muchos se sor-prenden al ver que se trata de marione-tas de verdad, y no de efectos digitales".Quizás sea que, en los tiempos del 3D,una marioneta es, más que un muñeco,un simbolo de resistencia cultural. I