manual para un día fúnebre

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Por Felipe Vergara 1 SOLLOZOS Son días como estos, Cuando guardamos la calma, evitamos el desorden nos volvemos infelices y el aire se vuelve un poco senil. Son días como estos, cuando la eventualidad es la crítica misma a la vida y a la no muy bien ponderada mortandad. Son días como estos, cuando odiamos esa maldita naturaleza humana que nos hace de carne y huesos, un montón de células inútiles incapaces siquiera de aguantar y sobrevivir. Son días como estos cuando guardamos la calma, adquirimos un nuevo orden nos volvemos iracundos y terminamos sentados… Sí, sentados en un muelle con los pies en un mar de lagrimas… con la cabeza sumergida en la confusión y el desconcierto… con la vida hecha pedazos y las peores carencias al acierto… Son días como estos, cuando comenzamos a apreciar la vida y vagamente lo que nos queda de ella. Miramos a nuestro alrededor y comenzamos a comprender lo incomprensible como todos y cada uno van cayendo e inexorablemente sin indultos ni retornos, dejan este mundo mortal... Son días como estos, cuando el pecho duele demasiado, cuando los sentimientos encontrados me encuentran y no tengo otra salida más que llorar… Sin embargo, son días como estos, cuando con cada letra que vomito en esta hoja de papel, también encuentro algo más de calma y un poco más de lucidez. Son días como estos, Cuando comprendo circunstancias por tragedias, razones por emociones, inmortalidad por arrogancia. Que simplemente lo inevitable es invisible a los ojos del espectador esperanzado. Lo espectacular de la muerte, lo divino y bello de cada ser… Son días como estos, días de funeral…

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  • Por Felipe Vergara 1

    SOLLOZOS Son das como estos, Cuando guardamos la calma, evitamos el desorden nos volvemos infelices y el aire se vuelve un poco senil. Son das como estos, cuando la eventualidad es la crtica misma a la vida y a la no muy bien ponderada mortandad. Son das como estos, cuando odiamos esa maldita naturaleza humana que nos hace de carne y huesos, un montn de clulas intiles incapaces siquiera de aguantar y sobrevivir. Son das como estos cuando guardamos la calma, adquirimos un nuevo orden nos volvemos iracundos y terminamos sentados S, sentados en un muelle con los pies en un mar de lagrimas con la cabeza sumergida en la confusin y el desconcierto con la vida hecha pedazos y las peores carencias al acierto Son das como estos, cuando comenzamos a apreciar la vida y vagamente lo que nos queda de ella. Miramos a nuestro alrededor y comenzamos a comprender lo incomprensible como todos y cada uno van cayendo e inexorablemente sin indultos ni retornos, dejan este mundo mortal... Son das como estos, cuando el pecho duele demasiado, cuando los sentimientos encontrados me encuentran y no tengo otra salida ms que llorar Sin embargo, son das como estos, cuando con cada letra que vomito en esta hoja de papel, tambin encuentro algo ms de calma y un poco ms de lucidez. Son das como estos, Cuando comprendo circunstancias por tragedias, razones por emociones, inmortalidad por arrogancia. Que simplemente lo inevitable es invisible a los ojos del espectador esperanzado. Lo espectacular de la muerte, lo divino y bello de cada ser Son das como estos, das de funeral

  • Por Felipe Vergara 2

    ABRIENDO LOS OJOS Es la muerte, divina... Potica para algunos oscura para otros... Inevitable, dicen, para el cuerpo. Indiferente al que vive sin mirar adelante, acosadora al que siempre lo hace hacia atrs. La muerte es envidiable cuando apaga el dolor, mas se hace traidora cuando extingue la pasin. Si, para algunos enamorados que aferran su vida y su fe... para aquellos vndalos que robaron corazones y los mantuvieron prisioneros tal vez... Es la muerte que nos invade cuando los hilos del alma se rompen, y la fuerza de los prpados ya no contienen el mar... S, ese mar salado y caliente que huye desesperado por nuestros ojos, que hinchados y tristes, ven como nuestro ser abraza aquella seductora y complaciente dama celestial, divina y frugal. Que en el dolor y la agona, nos llama a un mundo mejor... Donde el dolor no existe y la paz se respira en el aire por montn. Pues hoy se los hago saber, OH poetas, la muerte es sabia cuando nos llega, indiferente cuando la provocamos y suele ser sutil si al final del camino nos dejamos caer lenta y cariosamente en su red... No la dejen venir si no es su hora, no la llamen sumidos en su dolor, a veces es el opio de una condena y suele ser el producto de una triste traicin... Que llegue cuando ella quiera, pues no deberamos tener derecho ni causa, para solicitar su intencin...

  • Por Felipe Vergara 3

    DESPERTAR Y si... nuevamente el orden natural de las cosas nos trae a circunstancias poco amables para el corazn... En ninguna otra parte, las despedidas son tan dolorosas y tediosas... pero el tiempo otorga para la tranquilidad de nuestras almas que por naturaleza intentan amarrarse a la vida y no a los recuerdos. Tan valiosa es la vida, como la muerte, sinnimo de descanso y plenitud... desconocida claro, pero a fin de cuentas, descanso de este tragicmico paso por el mundo... huellas... buenas, malas, feas, simpticas, curiosas y hasta graciosas, quedan como ejemplo para quienes todava viven y tienen la posibilidad de hacerlo. Un respiro del alma y un abrazo desde el corazn... Adis...