mantecÓn callejo, l. (2008): “campo de trabajo internacional “cambera de los moros” (san...

7
ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CANTABRIA 2000-2003 ' GOBIERNO de CANTABRIA CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE

Upload: lino-mantecon-callejo

Post on 04-Dec-2015

217 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Trabajos arqueológicos sobre la vía bajomedieval de la Cambera de los Moros.

TRANSCRIPT

ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CANTABRIA 2000-2003

'

GOBIERNO de CANTABRIA

CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE

Campo de trabajo internacional "Cambera de los Moros" (San Vicente del Monte).

Lino Mantecón Callejo

1. Introducción

El proyecto de recuperación de la calzada "Cambera de

los Moros" comenzó gracias a una idea de ESOBUR, S.L.

Desde entonces se inició un proyecto de actuación sobre

este enclave mediante la realización de Campos de Tra­

bajo Internacionales promovidos por el Ayuntamiento de

Valdáliga y la Dirección General de Juventud.

La Cambera de los Moros es una de las raras calzadas

enlosadas que se conservan en Cantabria.' Es un cami­

no de altura que, desde la Sierra de Treceño, asciende

zigzagueante la ladera norte de la Sierra del Escudo (entre

San Vicente del Monte y Bustriguado-Valdáliga) por el

denominado Pernal del Abedul o Cotera de las Calzadas.

Tras alcanzar el Portillo de la Lisa (802 m.s.n.m.) se diri­

ge al sur hacia la Collada de Carmena.

El topónimo de "Cambera de los Moros" responde a la

tendencia de la cultura popular a dar cronologías inme­

moriales para aquellos elementos singulares o de cierta

calidad que su memoria no alcanza a ubicar perfectamen­

te. Es frecuente que en casi todos los pueblos existan

ciertas obras singulares que por su calidad son atribuidas

a obras de los romanos o de los moros. Aunque a veces

no tengan nada que ver con estos últimos.

En la historiografía y estudios previos se la atribuyó un

origen romano e incluso se le asociaron supuestos mate­

riales arqueológicos "romanos" hallados en el entorno.2

Además, fue enmarcada dentro del corredor de comuni­

cación costa-interior denominado "Vía del Collado de

Somahoz".3 La hipótesis de que esta vía era una calzada

romana fue la que se manejó al inicio de los trabajos y

así aparecía en nuestras primeras publicaciones (Mante­

cón 2001 a y 2001 b). Hoy en día cabe poner en seria

duda tales hipótesis.

2. Objetivos

El objetivo principal de esta actuación ha sido la recupe­

ración integral, limpieza, documentación y puesta en valor

de una calzada antigua situada en la ladera norte de la

Sierra del Escudo, mediante la realización de Campos de

Trabajo. Del mismo modo se persiguió una labor didácti-

ca y de disfrute cultural para los participantes del Campo

de Trabajo.

El objetivo final de toda investigación arqueológica supo­

ne la difusión de los resultados y la puesta en valor de

los restos. Así se construyó un Centro de interpretación

en San Vicente del Monte dotado con máquinas e instru­

mentos de topografía antigua a tamaño real y paneles.

Además, se instalaron balizas señalizadoras y paneles

informativos.

3. Método y desarrollo de la actuación

En los dos primeros años de actuación se intervino sobre

un área de 144 m2; excavada mediante cuadros de 4x4

m a lo largo de la calzada. El objetivo era documentar con

todo detalle las características de la vía, la estratigrafía de

los depósitos, su estado de conservación y su fertilidad

arqueológica. Esta intervención sirvió de módulo a la hora

de emprender la limpieza del resto del tramo en años suce­

sivos. Así, una vez conocida la vía se realizaban limpiezas

de los sedimentos sobre el enlosado en tramos. Es decir,

que se realizó una cata continua adaptativa al trazado de

la vía. Para el año 2003 se contaban ya 31 O m de calza­

da limpia.

Dado que los hallazgos muebles son más bien ocasiona­

les, no se encuentran in sítu, sino que más bien se trata

' Tiene sus paralelos en las calzadas de Bárcena de Pie de Concha­Somaconcha, La Quintana, Collado de Somahoz, Monte Fresneda, Barcena Mayor-Palombera, etc. 'Materiales que hoy en día nadie sostiene como romanos. Para esta vía citan dos hallazgos. Una espada clasificada como romana, halla­da en la aldea de San Vicente del Monte (y no en la calzada), y que se trata de un machete de influencia francesa de finales del XVIII o principios del XIX (de las Guerras Carlistas o la Guerra de la lnde· pendencia Española). Y un molino de mano circular de tipología "romana" hallado en un lugar bastante alejado de la calzada y posi­blemente medieval (Mantecón y Bohigas 1999: 119-123). 3 Una vía que es citada en tiempos tempranos de la Edad Media. El documento del Fuero de Brañosera alude al camino que discurre por "Penna Robra" en el año 824, por el que viajaban Asturianos (Asturias de Santil lana) y Cornecanos (Cabuérnigos?) : " ... et perilla Penna Robra, et per il la foce vía que discurren! Asturianos y Carne· canos ... ". Sin embargo, la asociación de ambos caminos (vía del Collado de Somahoz y Cambera de los Moros) es una hipótesis sin refutar aún.

-

186

47-93000/

f I

1 /

/

/

4792soo

391500

• .. / • •

\ \ !

·¡ 1

. \ ·~. ·'\ \ ' / \~/

" ,\( ~\ 1

¡~--------~

( _Jnn \

j; _./ ~--.\ \ \

392000 ~'

_::\¡ .1

''-·~

\ '· /

/ .125

.) \, ~---- ,

O Zona de actuación \\ 2000 - 2003 ~ Calzada

O 200m - -- -Escala 1: 10.000

Lino Mantecón Callejo

Figura 1. Trazado de la Cambera de los Moros por la Sierra del Escudo. Emplea tramos en zigzag para disminuir la acusada pendiente.

Campo de trabajo internacional "Cambera de los Moros" (San Vicente del Monte)

de objetos muy fragmentados y fruto de procesos post­

deposicionales, se optó por el empleo de técnicas de

documentación localizadas (situación mediante GPS,

documentación local, topografía general, etc.).

4. Características morfométricas

La Cambera de los Moros es un tramo de calzada enlo­

sada, formada por piedras de proporciones casi ciclópe­

as (ver Fig. 1, Fig. 2 y Fig. 3). Conserva unos 1690 m en

la ladera norte (desde mitad de ladera), en terrenos del

municipio de Valdáliga y otros 300 m al otro lado del Escu­

do, en Ruente. Tiene un trazado realmente original ya que

asciende la Sierra del Escudo en zigzag. Disminuye así la

acusada pendiente natural (de entre el 31 % a 19,4%) a

un mínimo del 11,6 a 9,8%.

La anchura máxima oscila entre los 3,60 a 3,80 m y cerca

de 4 m curvas, disminuyendo hasta una media de 2,30 m

en los tramos superiores. Está construida con enormes

losas de arenisca local. Las laterales son de forma ten­

dente a rectangular de unos 1,20 x 1, 15 m y 40-60 cm

de espesor de media colocadas la losas transversalmen­

te a la dirección de la vía. Las losas del interior son más

pequeñas, de unos 0,65 x 0,75 m y 25 cm de espesor de

media, con piedra menuda para rellenos.• Éstas últimas

hincadas y colocadas sobre su lado menor para ofrecer

una mayor resistencia.

La plataforma de la vía debió ser más regular que la que

se observa hoy en dia. No obstante, no parece que fuese

lisa, ofreciendo a menudo picos o piedras irregulares que

sobresalian más que otras. Esta circunstancia, unida a la

gran pendiente, dificultaría o imposibilitaría la circulación

de carruajes, por lo que el transito debió ser casi exclu­

samente de animales de carga (mulatero o de uña). La

calzada debió soportar un intenso tráfico que ha provo­

cado el desgaste de las losas. En este sentido se obser­

van zonas de desgaste, casi exclusivamente en las -losas

exteriores, por la pisada de mulos herrados. Son huellas

escalonadas, sin continuidad entre losas, profundas y de

sección en "U" muy marcada y ancha, de unos 30 a 35

cm de ancho y 5 a 1 5 cm de profundidad.

También se han observado técnicas de construcción de

la calzada. La caja de la calzada se excava en la ladera o

• Es posible que contara con una última capa de rodadura de finos que no se ha conservado.

o

m fJ)

() o o

(J1 o .¡:,.

3

z ... s ""'!!

Figura 2. Planimetría de la calzada. Nótese la disposición del enlosado con grandes piedras dispuestas transversalmente al eje de la vía y otras menores en el interior, incluso aprovechando la roca madre.

187

l .....

·~·

~A.

- '..1 :::.. ·. '- .' i

. '·1

-

188

Figura 3. Detalle del enlosado de la Cambera de los Moros.

se eleva mediante la construcción de muretes laterales

que llegan a alcanzar el metro de altura. En estos muros

ha sido localizado un sistema de calce consistente en una

piedra alargada hincada en la base del muro de modo que

evite el deslizamiento de la base a favor de la ladera. Igual­

mente se ha documentado el mismo sistema con el fin de

levantar y calzar las losas en las curvas formando una

especie de peralte.

Asimismo se han hallado rocas talladas para lograr el ancho

necesario (aunque lo frecuente es adaptarse a la topo­

grafía del terreno) y zonas de extracción de piedra (can­

teras de aprovisionamiento) en donde se pueden obser­

var líneas de puntos para el marcado de la extracción y

huellas de cuñas. Varias de éstas últimas se han hallado

en las propias losas de la calzada. Ambos grupos tienen

un tamaño variable de unos 5 a 8 cm de largo por 3 a 0,7

cm de ancho y apenas 1 a 3,5 cm de profundidad.

Lino Mantecón Calleja

5. Estratigrafía

El progresivo proceso de edificación o formación del suelo,

los deslizamientos o argayos por microprocesos de lade­

ra (aportes de ladera), así como el abandono del camino

han provocado que la calzada se halle cubierta, parcial o

totalmente, por una capa de humus y aportes de ladera,

con el consiguiente manto herbáceo y arbustivo. Estos

depósitos son bastante variables y llegan a alcanzar los

60 cm en la zona inmediata a la ladera, aunque lo frecuen­

te son unos 1 O ó 30 cm.

La estratigrafía de los sedimentos por encima del enlo­

sado, comúnmente está compuesta por una capa de

humus de variable espesor, con abundantes raíces y tie­

rra de color pardo negruzca. Seguidamente aparece un

nivel (Nivel 1) compuesto de tierra muy arenosa de color

pardo o negruzco de entre los 1 O ó 30 cm, bajo la cual

se halla directamente el enlosado. Este nivel aportó algún

-

Campo de t rabajo internacional "Cambera de los Moros" (San Vicente del Monte) 189

material cerámico de apariencia moderna o bajomedie­

val, que se concentraba en el interior de las juntas de

las losas o en cubetas. 5 Por debajo de este nivel, relle­

nando las juntas, aparecía una tierra amarillenta de aspec­

to arcilloso y compacto que parece el nivel original del

en losado.

En la intervención del 2004 se ha practicado un peque­

ño sondeo (en un tramo con falta parcial de enlosado)

para ver la estratigrafía por debajo del enlosado que

aportó la siguiente secuencia. Sobre la roca madre apa­

rece una capa de tierras arenosas (quizás natural) de

unos 1 O a 1 5 cm de espesor. Sobre ésta se dispone una

capa de tierra arenosa de relleno de unos 1 5 a 20 cm.

de espesor con abundantes bloques de tamaño media­

no de unos 30 x1 5 cm de media. Por último, aparece

una capa más fina de tierra sobre la que se asienta direc­

tamente el enlosado.

6. Registro material

Los materiales hallados son bastante exiguos. Únicamen­

te se ha hallado cerámica vidriada (la más común) o sin

vidriar. Éstos están afectados por procesos post-deposi­

cionales, por lo que suele hallarse sobre el enlosado, en

cubetas o en las juntas. La cerám ica vidriada tiene un bar­

niz verdoso melado y paredes muy gruesas que apuntan

a vasijas de transporte. Todas ellas enmarcadas en torno

a los inicios de la Edad Moderna. No obstante, cerámicas

del mismo tipo es posible encontrarlas a finales del medie­

vo y hasta épocas bien cercanas.

Respecto de la cerámica sin vidriar, se halló un gran frag­

mento de borde y cuerpo (con algunas gotas de barniz

muy perdido) y paredes finas, cuerpo globular, cuello recto

y labio recto (lJarra?), decorada con líneas paralelas en

cuello y panza, realizadas a torno. A la vista de los para­

lelos consultados, puede asimilarse con tipos Plenome­

dievales o Altomedievales. Aunque también se encuen­

tran casos bajomedievales. Este hallazgo (a falta de

dataciones de TL) nos da una fecha objetiva post quem

para la construcción de la calzada, probablemente ante­

rior a momentos finales de la Edad Media.

7. Conservación

Debido a su situación en ladera muchos tramos se han

perdido o deteriorado por la fuerte erosión, argayas y pro­

cesos de ladera. Por eso ha sido necesario estabilizar o

minimizar, en lo posible, la acción de las humedades, esco­

rrentías superficiales y sobrepesos por acumulación de

sedimentos sobre el enlosado, que provocan deslizamien­

tos a favor de la ladera.

Durante las primeras limpiezas observamos que aquellas

zonas donde los aportes de ladera eran muy importantes

y voluminosos, se habían provocado modificaciones impor­

tantes de la morfología original de la calzada (en especial

pérdidas de enlosado o movimientos en bloque) . Los apor­

tes de ladera ofrecen varios tipos de fuerzas dinámicas

sobre la calzada, que son favorecidas por varios factores

según la intensidad o proporción de cada uno de ellos:

peso de los sedimentos sobre el enlosado, disposición

inclinada de los estratos de la roca madre, empapamien­

to del terreno y escorrentías superficiales. La eliminación

de estos aportes libera el exceso de peso y recupera la

función drenante del enlosado.

Para evitar el lavado de tierras, se rellenaron las juntas con

tierras naturales y se repoblaron con césped selecciona­

do. Con ello se intenta evitar la desagregacion del suelo

y reducir la velocidad de la escorrentía superficial.

También se han eliminado los escajos, tojos, árgomas,

otras plantas arbustivas y malas hierbas, que además de

afectar a la conservación de la vía (mueven las losas con

sus raíces) impiden el tránsito por la misma.

8. Valoración y conclusiones

Después de estas intervenciones, al menos en la Cambe­

ra de los Moros, cabe poner en duda la cronología roma­

na de la vía o al menos la intervención de ingenieros en

su construcción. Así caben varias hipótesis que abarcan

desde la época romana6 hasta la Edad Moderna.

Los indicios que apuntan hacia cronologías no romanas

se basan en que la calzada no tiene un buen trazado topo­

gráfico, la pend iente es excesiva y no constante, y el trán­

sito ha sido generalizado de uña al carecer de una capa

de rodadura de finos (Moreno 2004: 217-231 ). Resulta

paradójico que este tipo de vías enlosadas (no urbanas),

tradicionalmente consideradas romanas (aparentemente

• En ciertas zonas se halla una última capa de contacto de color ana­ranjado y bastantes nódulos de arenisca y cuarc ita, que pueden corresponder a un horizonte C muy lavado, por el contacto directo con el enlosado. 6 Obras civiles en relación a las explotaciones minE:ras de sal, plomo y calaminas de la costa.

190

de mayor calidad sobre los otros tipos bien datados en

época romana), sean las de peor trazado, pendientes,

anchos y, además, no sean aptas o difíciles para la circu­

lación de carruajes de tipo romano. En especial, debido

a las irregularidades del enlosado y a su escasa capaci­

dad portante. Tampoco parece verse una unidad en cuan­

to a la forma constructiva entre los diferentes tramos de

la supuesta Vía del Collado de Somahoz (y en las demás

vías enlosadas de Cantabria), que sí se dieron en las vías

promovidas por el imperio. Así, los tramos enlosados con­

servados en medio rural, suelen comunicar poblaciones

no romanas y se circunscriben a limites administrativos

(que en varios casos pueden asimilarse con los conceji­

les o incluso feudales) o collados orientados a zonas húme­

das. Además, nunca se han hallado miliarios "in situ" aso­

ciados a este tipo de caminos.

En contra de estas hipótesis únicamente se puede apun­

tar a razones de durabilidad para un clima adverso y llu­

vioso, sobre terrenos de base silícea y bastante imperme­

able, por lo que si se quiere trazar un camino y no se quiere

que el carro se quede trabado en el fango, no queda otra

solución que enlosar. El problema es que en zonas simi­

lares las vías romanas tampoco se enlosan.'

En cualquier caso la Cambera de los Moros es una de

las calzadas enlosadas más singulares de las conserva­

das en Cantabria. El tamaño de sus losas, su trazado en

zigzag y su calidad hablan por si solas.

Bibliografía Mantecón Calleja, L.; Bohigas Roldán, R. 1999. El moli­

no de mano circular del monte "La Sierra" (San Vicente

del Monte, Treceño, Valdáliga). Nivel Cero 6-7 : 119-123.

Mantecón Calleja, L. 2001 a. La Cambera de los Moros.

Una calzada romana en la Sierra del Escudo de Cabuér­

niga. Vetus 2.

Mantecón C allejo, L. 2001 b. Intervención arqueológica

en la vía romana de la Cambera de los Moros (Cantabria).

Nivel C ero 9: 97-121.

Moreno Gallo, l. 2004. Vías romanas. Ingeniería y técni­

ca constructiva. Madrid: Dirección General de Carrete­

ras, Ministerio de Fomento.

7 Baste como ejemplo la Via Nova en Orense.

Lino Man¡ecór. Callejo