manizales 160 aÑos

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“Recuerdo mis escapadas de la escuela cuando el ferrocarril venía lento en la fábrica de Única. Era un goce con mis compañeros”, escribió un lector en un foro de LAPATRIA.COM sobre los 160 años de Manizales. “Manizales es caliente, con animales exóticos, con playa sobre el segundo río más importante de Colombia y con grandes extensiones de tierra por debajo de los mil metros de altitud...” La tenacidad que tuvieron en 1928 líderes, hombres cívicos, mujeres piadosas y sacerdotes comprometidos con su causa logró comenzar a reconstruir de las cenizas la Catedral Basílica de Manizales. Una de las obras más representativas de esta tierra. 12:00 del mediodía. Don Libardo Valencia, de 74 años, observa sentado en un puesto de dulces los carros que pasan por el Parque San José. 40 minutos después, la ‘mona’ le responde a una clienta que la rama “Sangre de Drago” no la vende ella, sino los indígenas. Luis Gallego, hijo de un ‘fundador’ de la Plaza de Mercado, espera a la 1:15 p.m. vender los dos últimos manojos de cebolla larga. Ellos han estado en La Galería por más de 40 años y coinciden en que no es la primera vez que les hablan de cambios. “Hasta no ver, no creer”.

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Edición especial de LA PATRIA

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Page 1: MANIZALES 160 AÑOS

“Recuerdo mis escapadas de la escuela cuando el ferrocarril venía lento en la fábrica de Única.

Era un goce con mis compañeros”, escribió

un lector en un foro de LAPATRIA.COM sobre los

160 años de Manizales.

“Manizales es caliente, con animales

exóticos, con playa sobre el segundo río

más importante de Colombia y con grandes

extensiones de tierra por debajo de los mil

metros de altitud...”

La tenacidad que tuvieron en 1928 líderes, hombres cívicos, mujeres

piadosas y sacerdotes comprometidos con su

causa logró comenzar a reconstruir de las cenizas

la Catedral Basílica de Manizales. Una de las

obras más representativas de esta tierra.

12:00 del mediodía. Don Libardo Valencia, de 74

años, observa sentado en un puesto de dulces

los carros que pasan por el Parque San José.

40 minutos después, la ‘mona’ le responde a

una clienta que la rama “Sangre de Drago” no la vende ella, sino los

indígenas. Luis Gallego, hijo de un ‘fundador’

de la Plaza de Mercado, espera a la 1:15 p.m.

vender los dos últimos manojos de cebolla larga.

Ellos han estado en La Galería por más de 40

años y coinciden en que no es la primera vez que

les hablan de cambios. “Hasta no ver, no creer”.

Años!Felices!

Page 2: MANIZALES 160 AÑOS

MANIZALES 160 AÑOS w w w . l a p a t r i a . c o mLUNES 12 DE OCTUBRE DE 200910a

Siglo XIX

FOTO/TOmada del NuevO día/la PaTRIa

La conexión de Manizales con el río Magdalena era por el camino de arriería de La Moravia, nombre tomado de una finca de la región, pasan-do por Fresno y Mariquita. El recorrido incluía el Páramo de Letras. 1871 El visionario Salvador Camacho propuso cables aéreos para vencer la complicada topografía de Colombia. Sin embargo, el país no estaba pre-parado para un idea de esta magnitud. 1910 El Ministro de Hacienda de Colombia Thomas Eastman propuso cables aéreos como el sistema más liviano y económico de transporte para empalmar con las líneas férreas. 1910 Thomas Miller, ciudadano inglés gerente del Ferrocarril de La Dorada, propuso construir un cable entre la estación del tren en Mariquita y Manizales. El 14 de diciembre de ese año firmó un contrato para erigir y explotar ese cable. 1913 La compañía The Manizales Ropeways Limited comienza la construcción del cable y luego lo cede a The Dorada Railway. 1913

FOTO/maRTha eleNa mONROy/la PaTRIa

Llega a Manizales Jaime Lindsay (en la foto obra en homenaje), nacido en la colonia inglesa de Nueva Zelandia, dedicado a construcciones en Europa. Su misión era adelantar la obra de 72 kilómetros por un valor de un millón 250 mil dólares, surgidos luego de que se constituyó la sociedad The Dorada Railway. Lindsay constru-yó en madera el edificio principal para las ins-

talaciones del cable aéreo donde se almacenaban los productos de exportación y consumo local. Contaba con bodegas, un cuarto de máquinas para engranajes y la caldera que impulsaba las cargas hacia el Páramo del Ruiz. Actualmente, la estación es la sede de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacio-nal sede Manizales.

1915 Entró en servicio la primera sección de cinco kilómetros entre Mariquita y San Diego (cerca de Fresno). Ese año el cable ya debía estar en Mani-zales, pero debido a la Primera Guerra Mundial se frenaba el transporte de materiales desde Inglaterra. Luego se avanzó hasta 42 kilómetros con la llegada a la estación de Yolombal. 1921

CABLES DE AYER Y HOY

Desde Aranzazu colgados de un hilo

El recuerdo de un sistema de trans-porte que llenó de orgullo a los

manizaleños. Don Arturo Agudelo, habitante de Aranzazu, rememora

sus viajes a Manizales. Un socorrista, entre los primeros que estrenaron el

de Fundadores-Los Cámbulos, que sería inaugurado este mes. Volando.

Óscar Veiman mejía EDitOR REgiOnAL/LA PAtRiA

manizales

Les propongo que se ubiquen en el año de 1935 y se suban al antiguo cable aéreo para que en los siguientes minutos viajemos, de manera imaginaria, de Aranzazu a Manizales en com-pañía de don Arturo Agudelo Ospina.

Como el recorrido tiene bajadas y subidas prolongadas por un nudo de montañas, ade-más de pasos sobre ríos y por sitios muy altos, vale la pena recordar el aviso que perdura en una placa en el centro cultural de Aranzazu: “Para su seguridad guarde quietud dentro de la vagoneta”.

Don Arturo, el guía en este recorrido, tenía 12 años cuando se subió por primera vez al cable. Ese día de 1935 caminó dos cuadras desde su casa hasta la estación, ubicada en lo que hoy es la Plaza de Mercado de Aranzazu.

El panorama del lugar: decenas de personas contemplando el maravilloso espectáculo de unión con Manizales por medio de hilos de acero, algo impensable cuando el transporte dependía de bueyes y mulas en heroicas jorna-das por caminos de arriería.

El ambiente El Arturo de aquella época ve a su alrede-

dor vendedores ambulantes, bares, pequeños hospedajes, una sala de máquinas, la bodega administrada por don José Mejía, el café La Estación (aún vigente) y una plataforma para la entrada y salida de vagonetas. A un lado está la casa (hasta hace poco una escuela) de los gerentes del cable, Hugo Jaramillo y Joaquín Rasines, de origen italiano.

Observa a grupos de chiquillos, unos aferra-dos a sus padres y otros encima de los bultos de café mientras llega la hora de partir. Allí también están los ricos de la próspera Salamina, que se alistan para viajar en góndolas que incluyen cerramiento y sillas con cojines, es decir, pri-mera clase, destinada también para obispos, gobernadores, diputados.

Arturo espera el turno para ir a estudiar a la capital caldense. Una jaula sin protección de la lluvia y con poco de donde aferrarse constituye la segunda clase. Ya está sentado, con amigos como José Luis Mejía, Guillermo Mejía y Elías Gutiérrez. Ellos están listos para soportar la salida, que es un desfiladero que da justo donde hoy está el cementerio.

La canasta se desliza por el cable y Arturo ya sabe que los cerca de 50 minutos siguientes serán de nervios. En unos cuantos segundos

empieza el ascenso hacia la vereda Muelas, donde está la primera estación. Por allí el vuelo es tan bajo que los pasajeros con solo estirar las manos tocan árboles y hasta matorrales. Una vez en la estación algunos aprovechan para relajar el cuerpo y otros para llamar por el teléfono de manivela.

Suben y bajan En la estación central en Aranzazu siguen

saliendo y entrando vagonetas, unas de carga y otras de pasajeros. Un hombre acomoda las que llegan para descargar y otro impulsa las que salen. Los taquilleros, los maquinistas, en su mayoría de tierras lejanas, trabajan sin parar, pues todo el mundo necesita y quiere viajar por el cable, sea para Manizales o para Mariquita (Tolima), a donde opera desde 1921.

Por su parte Lilia, hermana de Arturo, goza como los otros niños y jóvenes montando hasta Muelas, bien sea por turismo o por curiosidad. Ella goza, como lo hacen también los que se pe-gan al escondido de las vagonetas en Aranzazu y Manizales para darse un roce por los aires. A ella la mortifica un recuerdo trágico. Una muchacha se subía cada que pasaba la carga hasta que una vez quedó colgando, no soportó su propio peso, se soltó y murió por la caída.

Inquieto El siguiente paso del viaje de Arturo es por

la vereda Cardinal, donde tres años después (1938), un accidente por el rompimiento del cable dejaría cinco muertos y llevaría a tomar

la decisión definitiva de acabar el servicio de cable del norte.

Entre vacíos y una que otra sacudida tras-curre la ruta hasta Pan de Azúcar, vereda en un alto de la zona rural de Neira. El personaje de esta historia está tan in-quieto como emociona-do. Su vista domina en segundos el verde de la Cordillera Central, los ríos, los potreros y ran-chos de campesinos.

Poco después ante su ojos se encuentra otra multitudinaria manifestación de agite y fervor por el cable. Es la estación de Nei-ra (hoy Hospital San

José). Pasajeros esperan el turno para el viaje y la carga pasa de mano en mano hasta llegar a las vagonetas.

El gran vuelo Arturo está a punto de sentir la sensación

más conocida por los veteranos usuarios del cable. Se trata del famoso vuelo del Guacaica, donde dos torres a lado y lado del río enmarcan una altura desde la cual el cauce parece un hilo y se enfrían los estómagos de los viajeros.

El resto de la ruta es en relativa tranquilidad hasta la estación de la vereda Alto Bonito, hoy en la vía Manizales-Neira. De allí un nuevo vuelo por encima de la quebrada Olivares hasta llegar a un alto entre lo que hoy es el barrio Chipre viejo y Villa Pilar.

No sé ustedes, pero al menos yo cuando hice este viaje imaginario con don Arturo Agudelo sentí varias cosas: emoción con tanta gente en-torno a una maravilla arquitectónica, aventajada del progreso por venir. Me dio vértigo cuando imaginé el paso por el vuelo del Guacaica.

Sin embargo, lo que más sentí fue admiración por nuestros viejos soñadores, que además del cable trajeron un tren de montaña, pegaron una ciudad de las lomas, procesaron el mejor café del mundo, hicieron de enero el mes más feliz de Colombia con la Feria, escribieron libros encantados, edificaron la monumental Cate-dral, ganaron la Vuelta a Colombia en bicicleta y, en fútbol, la Copa Libertadores de América, para nombrar unas cuantas hazañas en estos 160 años.

FOTOS/maRTha eleNa mONROy/la PaTRIa

don arturo agudelo observa desde una casa, construida al frente de la vieja estación, el primer tramo del recorrido que se hacía en el cable desde ese municipio hasta manizales.

Primeros baja y subes en Fundadores-Los Cámbulos En este momento en Manizales existe un grupo ex-clusivo y privilegiado. Se trata de aquellos que ya han tenido la dicha de probar el cable nuevo, a pesar de que el sistema de transporte urbano apenas se estrenará a finales de este mes. Julián González vive en el barrio Los Álamos. Desde allí ha observado el desarrollo de la construcción. Cada día desde su casa ve cómo, durante las pruebas técnicas, bajan y suben las góndolas. Él pertenece al Grupo Especial de Rescate (GER) y sin-tió gran emoción cuando convocaron a los organismos de socorro de la ciudad para conocer los mecanismos de seguridad que tendrá el cable. Por cuenta de esa capacitación, podrá contar que fue uno de los primeros en utilizar el sistema. El sábado de la semana pasada muy a las 8:00 de la mañana estaba con el resto de socorristas de la capital caldense en la estación Betania, es decir, en La Fuente, casi en la mitad del trayecto de dos kilómetros.

Sin vértigo Julián, de 33 años, dice: “Para mí era muy importante estar allí por los conocimientos para actuar en caso de emergencia, pero también porque se trata de una obra que demuestra el progreso por el que se enruta la ciudad”. Julián lleva 10 años en el GER. Quizá por estar acos-

tumbrado a vivir situaciones extremas, no sintió mayor vértigo en los dos recorridos que hizo en el cable. Lo que lo emocionó fue ver desde lo alto la Comuna 11, Los Cámbulos, La Fuente y parte de Villamaría. “Estoy asombrado con tanta tecnología al servicio de los manizaleños. Me atrajo mucho la interconexión que hay de las estaciones con las góndolas. Es decir, en caso de emergencia los operadores se comunican al instante con los pasajeros y les dan las instrucciones”,

agrega Julián. También le llamó la atención la comodidad en la que viajarán quienes utilicen el servicio desde la estación Fundadores, en la carrera 23, hasta Los Cámbulos, a un lado de la nueva Terminal de Transporte.

En caso de apagón El integrante del GER recuerda: “caben ocho personas sentadas y dos de pie, además pueden llevar cierta cantidad de equipaje. Es decir, el ciudadano en un corto trayecto no sentirá incomodidad y podrá recibir y disfrutar el servicio”. Lo que más dejó tranquilo a Julián es la seguridad. Dice que los operadores llamarán a los organismos de socorro, pero ya por lo último, pues el cable está equipado con la tecnología y los mecanismos nece-sarios para atender cualquier situación. “Ellos tienen un servicio autónomo de emergencias. Por ejemplo, me sorprendió que en caso de un apagón local o nacional, tienen los equipos para reactivar el fluido y llevar las cabinas hasta las estaciones en poco tiempo”. Julián, además de sus conclusiones como socorrista, agrega otras como manizaleño: “esto beneficiará el transporte, pero creo que lo más importante será el aporte al turismo, eso al igual que las otras obras efec-tuadas, están marcando el despertar de la ciudad”.

Julián González, uno de los primeros manizaleños que utilizó el cable Fundadores-los Cámbulos, el cual será inaugurado a finales de este mes.

EN MOVIMIENTO

siguiente. Apenas funcionó cuatro años.

1927 Llega el tren a Manizales y se convierte en la mayor competencia del cable.

1930 Manizales ya tiene cables que salen hacia diversos puntos. Hacia Mariquita; hacia el norte, hasta Aran-zazu; hasta Villamaría, y otro en busca de Chocó.

1961

Fecha en la que dejó de funcionar el cable. Se reco-gieron la mayoría de torres, varias quedaron como chatarra y otras para uso industrial. Aquí el la torre-monumento en el sector de El cable en Manizales. El transporte terrestre cobra mayor protagonismo por encima del férreo, fluvial y cable.

1998 El alcalde de Manizales Jorge Enrique Rojas habla de la posibilidad de un cable vía.

2004 Luis Roberto Rivas, alcalde de la ciudad, se com-promete con la construcción del cable Fundadores-Los Cámbulos y se aprueban vigencias futuras como mecanismo de financiación.

2008 En el primer semestre se inician las obras del cable aéreo.

2009 La meta es inaugurar el cable a finales de este

mes, luego de una inversión de 49 mil millones 930 mil pesos.

2009 Se aseguran recursos para el cable turístico sector de El Cable-Parque de los Yarumos. La idea es tenerlo listo en agosto del 2010. La inversión es de $5 mil 200 millones. $2 mil 500 del Fondo de Promoción Turística y de Infimanizales y $2 mil 700 de Infimanizales.

FOTO/RePROduCCIóN/la PaTRIa

Jaimelindsay.

FOTO/RePROduCCIóN/la PaTRIa FOTO/maRTha eleNa mONROy/la PaTRIa

FOTO/TOmada del albúm maNIzaleS ayeR y hOy/la PaTRIa

Llega el cable a Manizales, el cual es recibido con gran júbilo a pesar de los retrasos, pues la construcción estaba prevista para 5 años y duró 10. 1922 Se realizó la ceremonia de inauguración. La acti-vidad más beneficiada fue la caficultura, que vio doblada su producción en los primeros años. 1922 La Asamblea decretó el estudio de un cable entre Manizales y Aguadas teniendo como pasos inter-medios a Neira, Aranzazu, Salamina y Pácora. También se pensó en otro por Manzanares para salir al río Magdalena. 1923 La Nación em-prendió el estudio del cable de Chocó o del Occidente, que apenas llegó a unas dos estacio-nes, pues funcionó pocos años.

1926 Se construyó el ca-ble de Villamaría y se inauguró al año

FOTO/la PaTRIa

Page 3: MANIZALES 160 AÑOS

w w w. l a p a t r i a . c o m LUNES 12 DE OCTUBRE DE 2009 11aMANIZALES 160 AÑOSLos pioneros de Los títuLos en caLdas

El deporte enriquecela historia de la capital

El deporte también ha sido una actividad ligada al desarrollo de la ciudad. El fútbol, el balon-

cesto y el atletismo, pioneros. Figuras caldenses abrieron el camino para futuros campeones.

Vistazo.

RicaRdo López* redactor/La patria

ManizaLes

Ellos abrieron el camino. Cada uno, a su manera y en su especialidad, se encargó de poner al Departamento en el sitial de honor que se merecía. Adiela Jiménez, Gabriel Pineda, Gilberto Orejuela, Jairo Ocampo, Olga Mejía... Hay que esculcar, desempolvar y escudriñar los archivos históricos, para darse cuenta de que si algo tenía Caldas hace casi 70 años era talento, oro puro.

Hablar del deporte en Caldas es retroceder la película durante mucho tiempo. Antes de que estos deportistas brillaran en

competencias nacionales, la práctica deportiva comenzó a llegar a la capital de Caldas.

Los deportes comenzaron a lle-gar a Colombia a finales del siglo XIX. Alberto Galvis Ramírez, autor del libro Momentos de Gloria describe así la llegada del deporte al país. “De 1900 a 1920, el deporte se fue conociendo en nuestro país, gracias a algunos colonos adinerados que traían entre sus curiosidades, imple-mentos de alguna disciplina que se practicaba en sociedades más avanzadas”.

Llegó a la región Caldas no fue ajena a este

hecho y a la par que el deporte

Deportistas destacados Gilberto Orejuela (fútbol y baloncesto) Carlos Uribe Alvira (billar y atletismo) Rodrigo ‘Pernil’ Vallejo Armando De La Pava y Jerónimo Cervantes (Boxeo) Octavio Largo (atletismo) Marco Tulio Castro (Atletismo) Arturo ‘Peluca’ López y Arturo Castellanos Gustavo Chacón (tenis) Leonidas Uribe de Armas y Olga Mejía (esgrima) Édgar Nichols y Oxfaro Bustamante (baloncesto) Alonso Parra Hincapié y Efraín Ruiz (tenis de mesa) Profesor Miguel Ángel Chávez (ajedrez) Padre Adalberto Botero (ajedrez) Las hermanas Amparo y Graciela Cuartas (atletismo) José María del Castillo (natación) Oriol Arias (billar)

$73.042.67 fue el costo que tuvo el estadio Palogrande para los Juegos Nacio-nales de 1936 que se celebraron en Manizales.

Algunos datos de interés*

El ‘blanco blanco’ En Colombia y para 1948, el fútbol profesional ya era atracción. Con representativos de Bogotá, Medellín, Barranquilla, Manizales y Pereira, se jugaba el primer campeonato nacional organizado por la Dimayor. En esa ocasión salió campeón Santa Fe. Lo siguió Junior de Barranquilla y el tercero fue Deportes Caldas. Desde allí empieza la escuadra manizaleña a figurar en el concierto nacional y, es además cuando se inicia la etapa de don Alfredo Cuezzo, aquel hombre que llevó más tarde al Deportes Caldas a ostentar el laurel de campeón en 1950, precisamente cuando Colombia era el eje del mejor fútbol del continente americano, con figuras como Adolfo Pedernera y Alfredo Di Stefano. Y fue en 1950, bajo la dirección técnico de Alfredo Cuezzo, cuando el Deportes Caldas alzó su primera estrella en el fútbol profesional. Un 4 -0 ante Bucaramanga, fue el sello para el título ‘blanco’.

en la capital de Caldas, desde un principio, y por generación expontánea surgió una afición por la actividad deportiva, pre-cisamente en escuelas y cole-gios, por ejemplo en 1927 con la Normal Nacional de Varones y el Instituto Universitario”, dice José Orrego Peralta, periodista y conocedor a fondo de la historia del deporte caldense.

Pero fue en 1936, con la reali-zación de los Juegos Nacionales, cuando se dio el gran salto. A partir de allí se inició en firme el desarrollo del deporte aficionado en esta región del país, aunque ya en los Juegos Nacionales de 1928 celebrados en Cali, Caldas contó con la participación de algunos competidores en atletismo.

“Pero luego de los Juegos del 36, se crearon más de 20

ligas deportivas y se institucio-nalizaron los Juegos Atléticos Departamentales, por iniciativa del señor Gobernador de Caldas, Coronel Gustavo Sierra Ochoa”, agrega Orrego Peralta.

Y fueron en estos Juegos Nacionales cuando despunta-ron talentos de la talla de Adiela Jiménez, campeona en atletismo e integrante del equipo de balon-cesto; Gilberto Orejuela, desta-cado goleador de la selección de fútbol y pilar importante en el quinteto de baloncesto. A ellos se sumaron un sin número de deportistas, que de una u otra forma, se robaron las miradas en cuanto torneo participaron.

Esos logros, al final de cuen-tas, propiciaron la creación y el mantenimiento de varias de las ligas deportivas que hoy en día

funcionan. *Con colaboración de José

Orrego Peralta

otos/Archivo de José orrego PerAltA/lA PAtriA

rodrigo ‘Pernil’ vallejo, uno de los atletas destacados de caldas en décadas pasadas. Aquí en una competencia de impulsión de la bala.

Fernando ‘la ruina’ Buitrago dio cátedra en las mesas de billar. Fue el campeón del Panamerica-no que se celebró en Bogotá entre el 22 y 26 de noviembre de 1993. le ganó a los mejores del mundo y, a pesar de ser parapléjico, logró el título.

Baloncesto: En 1934 ya existían equipos, es-pecialmente en la rama femenina e integrados por damas estudiantes de los principales colegios loca-les. Quintetos como Las Nereidas y Olivares, fueron pilares para el desarrollo de este magnífico deporte en los establecimientos educativos. Precisamente Ne-reidas obtuvo el tercer lugar en los Juegos del 36. Atletismo: Si bien es cierto que antes de las Olimpiadas del 36, el atletismo ya se practicaba en Manizales, este deporte tuvo impulso en los II Juegos Departamentales de Caldas. Sin embargo, en 1954 se organizó en forma definitiva la Liga Caldense de Atletismo. Además se logró la cola-boración de la Embajada Alemana en Bogotá para traer a Manizales al profesor Gerar Lothar, quien en tres meses, cambió toda la modalidad del atletismo, la preparación física, su posición en las salidas y organizó equipos para pista y campo. Desde allí comenzaron a brillar atletas como Rodrigo ‘Pernil’ Vallejo, Octavio Larga, Marco Castro, Javier Alarcón

y las hermanas Cuartas. Boxeo: Desde 1928 se habla de boxeo en Caldas. El deporte de las narices chatas ya tenía arraigo en la ciudad y era dirigido por personas prestantes. En los años 1950 y 1960, Jerónimo Cervantes, un musculoso morocho, trabajador de Tejidos Única, impulsó este deporte en las es-cuelas y colegios. Más tarde, Cervantes, Armando De La Pava y Alfonso Toro, le dieron preseas de oro a nivel nacional a Caldas. Ligas: En menos de 6 meses y luego de se-leccionar a directivos del deporte aficionado, se crearon las siguientes ligas: Liga Caldense de Ajedrez, Liga Caldense de Atletismo, Liga Caldense de Baloncesto, Liga Caldense de Billar, Liga Caldense de Boxeo, Liga Caldense de Bolos, Liga Caldense de Ciclismo, Liga Caldense de Esgrima, Liga Caldense de Fútbol, Liga Caldense de Lucha, Liga Caldense de Voleibol. *Por José Orrego Peralta

crecía en el país, la región tam-bién vio avances significativos.

“Así como el deporte fue el instrumento principal de la edu-cación en el pueblo griego, así se puede decir que, de pronto,

el atleta caldense libardo Mora fue uno de los deportistas destacados en los Juegos deportivos de Manizales.

el mejor equipo aficionado de baloncesto que ha tenido Manizales después de las olimpiadas de 1936. Aparecen (de pie): Mario Uribe, rodrigo ‘Pernil ‘vallejo, Julio ramírez, rodrigo Avendaño, gilberto orejuela y luis carlos Ángel. (hincados): gustavo chica, tankleri londoño, Fabio lópez, ernesto robledo.

Adiela Jiménez descrestó a pro-pios y extraños en el atletismo.

Una de las delanteras más efectiva para hacer goles que ha tenido el once caldas, antes deportes caldas: carlos Arango, segundo tessori, Julio Ávila, Norberto gómez y ‘diente de leche’ villalba.

Page 4: MANIZALES 160 AÑOS

M A N I Z A L E S 1 6 0 A Ñ O S w w w. l a p a t r i a . c o mLUNES 12 DE OCTUBRE DE 200912a

Fernando alonso ramírez Editor dE Noticias/La Patria

manizales

Manizales es caliente, con animales exóticos, con playa sobre el segundo río más importante de Colombia y con grandes extensiones de tie-rra por debajo de los mil metros de altitud.

Allí, una iguana se desplaza lentamente so-bre un árbol. Son las 11:00 de la mañana y el sol pega fuerte en la ribera del Cauca, mientras jóvenes aprovechan para refrescarse. Se cal-culan unos 32 grados centígrados en los 870 metros sobre el nivel del mar. Por fortuna es invierno, porque allí, cerca a los cañaduzales de la vereda Colombia en el Kilómetro 41, la temperatura puede subir hasta sofocar.

De pronto, el animal advierte la presencia de intrusos y salta sobre un arbusto para luego descender y perderse entre pastizales y rocas.

Manizales también es helada, con animales silvestres, con grandes desiertos ad portas de uno de los nevados más importantes de Colombia, y su territorio se encumbra hasta los 4 mil 50 metros de altitud, aunque allí ya no queda nieve.

La amplia extensión de arena le ha dado el nombre con el que todos lo conocen: el valle lunar. Poco antes de los 3 mil 700 me-tros sobre el nivel del mar, una pata con sus paticos nada en un pequeño arroyo que se forma con el agua que viene de lo más alto, por la lenta muerte de las nieves perpetuas que llega a cuentagotas.

Graznando huyen cuando las cámaras em-piezan a fotografiar y se refugian de la vista de los curiosos en una cueva, en medio de las rocas grisáceas. El inclemente viento helado quema los pómulos y penetra en los huesos hasta congelar.

Urbano contra rural Manizales es un municipio “poblacional-

mente urbano y espacialmente rural”, rezaba su anterior Plan de Desarrollo. Así traduce que solo el 8,84% de sus 50 mil 778 hectáreas de extensión territorial corresponden a su área urbana, lo que significa que las condiciones de vida para este pequeño espacio, ampliamente habitado, sean mucho mejores que para su ancha y diversa área rural que consta de 5.789 predios, lo que genera una presión en el cam-pesino para que busque vivir en la ciudad.

Un pedazo del campo de Manizales se en-cuentra en lo más urbano. El frío es inclemente en la galería, pero allí no importa. El movimien-to empieza desde las 2:00 de la mañana del jueves en algunos locales donde descargan los camiones que vienen llenos de papa, plátano, vegetales y frutas, principalmente de ciudades como Bogotá, Cali y Medellín.

La capital caldense es una importadora de alimentos, a pesar de su extensa zona rural con todos los pisos térmicos. Carece de incentivos para persuadir al campesino de permanecer en sus parcelas y a esto se suman quejas de estos como la estratificación unilateral de la Chec para cobrar la factura de la luz y las pé-simas vías de acceso para poder desplazarse, según un finquero con un predio en el sector de La Cabaña.

Hombres que llegan a pie desde sus casas, ubicadas en sectores considerados por muchos ciudadanos como peligrosos, arriesgan sus vidas para dedicarse al jornaleo y se vuelven mulas humanas trasteando la pesada carga. Muchos de los locatarios de la Plaza de Mer-cado siguen con su acento campesino, sus pocas palabras y su buen genio, que se dete-riora mientras avanza la madrugada y llegan los compradores a regatear el precio y a tocar todas las frutas, mientras la calle se llena de competencia desleal.

Vendedores ambulantes que saturan, inco-modan y se rebuscan su sustento, mientras el ruido se vuelve inaguantable, por los gritos de la gente, los rudos motores de los camiones y busetas, el desespero porque no se mueve el tráfico. Todo un hervidero que representa al 11,3% de los subempleados de Manizales, 22 mil personas.

Dos años después de que Manizales cumplió su centenario celebró con la inauguración de varias obras y una de ellas es la Galería, crisol de la sociedad, que se quedó inconclusa. El proyecto incluía un pabellón central rodeado de cuatro locales, de los que uno sigue pen-diente.

Eso de dejar las obras empezadas entonces no nació con la nueva Terminal de Transportes, que se inauguró hace tres meses, pero aún sigue inconclusa.

Envejeciendo Manizales tendrá que cambiar los prime-

ros versos de su Himno, si sigue como va. Ya su nombre no significa juventud, a pesar de preciarse de universitaria. Cuando el poeta Eduardo Carranza escribió eso, en 1951, tan solo el 4,7% de la población superaba los 60 años de edad.

Hoy se calcula que la cifra de personas que supera estos abriles está por encima de los 44

160 aÑos dE La ciUdad iMPosiBLE

Biografía incompleta Una mirada prejuiciosa del autor a la capital de Caldas, su ciudad desde

hace 17 años. Cualquier parecido con la realidad es puro periodismo. Varias cosas que se deben cambiar. Cálido y frío.

FOTO/FERNANDO ALONSO RAMÍREZ/LA PATRIA

Manizales también tiene iguanas en su tierra caliente, en el Kilómetro 41.

FOTO/ARCHIVO/LA PATRIA

Manizales ya no alcanza nieve en el Parque Nacional Natural. Lo que queda de la capa blanca es de otros municpios.

Manizales es una ciudad

expulsora de su juventud

Descuajó la montaña, rellenó

las cañadas, se reconstruyó

tras tres devastadores incendios en los años, se

mantuvo a pesar de las guerras o, mejor, por las guerras.

Se “lavaron” las montañas para lograr grandes explanaciones

que luego posibilitaban la construcción.

mil habitantes (11,8% de la población), pero para 2019, si no se hace algo para revertir este fenómeno, llegará casi a los 100 mil, es decir, el 22,1% de los pobladores de la capital caldense.

Manizales es una ciudad expulsora de su juventud. De la gente que emigra de la ciu-dad en busca de nuevas oportunidades hacia Bogotá, Medellín y Pereira, en el interior, y hacia Estados Unidos, España y Canadá en el exterior, principalmente. El 18% son personas con estudios técnicos, el 11,8% con estudios universitarios y el 2,1% con especialización.

Estas cifras del Centro de Información Esta-dística de Manizales, de hace apenas un par de años, demuestran además que la ciudad poco hace por retener a su gente más trabajadora, y prueba de ello es la tasa de desempleo del 14,5%, unos 28 mil desocupados, de acuerdo con el DANE, en un informe de la semana pasada.

Por nuevos rumbos Juan Pablo Gallo se fue con su esposa

rumbo a Canadá como parte de un programa legal de ese país que busca jóvenes para poblar

sus zonas menos habitadas. “Al salir de Colombia en busca de otros horizontes, uno piensa en nuevas oportunidades laborales que trae consigo un nuevo país y que no tienen solo relación con el aspecto económico, sino que se reduce a tres palabras de las cuales se habla mucho, pero

poco se conocen: calidad de vida”. Lo que más valora de su partida es sentirse

seguro cuando camina por la calle a la madru-gada y que trabaja y estudia no para sobrevivir, sino por sentirse bien y prepararse para el futu-ro. “Aunque todo eso significa sacrificar familia, cultura y amigos; conlleva también vivir en un un país con un sistema de seguridad social que funciona o con un sistema de transporte tanto público como particular que cumple con organización casi milimétrica”.

Los jóvenes son vistos con prevención en esta ciudad y eso ayuda a su desplazamiento. El concejal Juan Sebastián Gómez tiene iden-tificados puntos en donde simplemente no los dejan estar. Primero era Chipre, pero de allí los sacaron; luego se movieron al sector conocido como cocacola, en Milán, y de allí también fueron expulsados.

Multicentro fue el siguiente punto de encuen-tro y tampoco los dejaron, ni cuando ocupaban la plazoleta de la Facultad de Arquitectura en El Cable. Ahora invaden en las noches de rumba el Edificio Cervantes y la acera del frente entre Juan Sebastián Bar y la 63, y siguen las presiones para que los muevan. ¿Y la opción?

Pedro Zapata, gestor cultu-ral hoy radicado en Medellín, y quien siempre trabajó con jóvenes, dice que puede contar fácilmente en el último año por lo menos 23 muchachos que terminaron sus carreras uni-versitarias y hoy están en busca de trabajo en otras ciudades, porque aquí definitivamente no lo consiguieron.

Contra natura Manizales lo superó todo

para hacerse grande. Descuajó la montaña, rellenó las cañadas, se reconstruyó tras tres devastadores incendios en los años 20, se mantuvo a pesar de las guerras o, mejor, por las guerras.

Según el ahora candidato presidencial Ra-fael Pardo, quien conquistara a Manizales en la segunda mitad del siglo XIX conquistaba la Presidencia. Todo porque este era el último

reducto antioqueño y bastaba cruzar el río para llegar al Cauca. Era preciado para defender o para atacar, en cualquiera de las guerras que enfrentaron a los estados soberanos de Antio-quia y Cauca.

Además sobrevive a la disminución de la es-tatura moral de sus dirigentes, mientras perdió peso territorial y económico en el país.

Los terremotos que se sintieron desde su génesis, la llevaron a desarrollar el sistema temblorero, que no era otra cosa que bahare-que, que con el tiempo pasó a ser mirado como un estilo empobrecido frente al ferroconcreto. Aquí también se “lavaron” las montañas para lograr explanaciones grandes que luego posi-bilitaban la construcción.

Pero llegaron momentos dolorosos. Sus lí-deres de corte nacional que protestaban por el centralismo bogotano, incurrían en igual error

con su región y brindaron la posibilidad para que el Quindío primero y Risaralda después dejaran de llamarse Caldas.

Esto sin contar el famoso Decreto 444, que todavía re-cuerdan los mayores, y hacen referencia a Carlos Lleras Res-trepo, quien obligó a que las divisas tenían que llegar direc-tamente a Bogotá, con aquello del control de cambios, lo que le restó a Manizales la posibilidad de mantener su fuerza econó-mica, que le permitía incluso emitir moneda. En los años 20 los bancos que había en esta ciudad se calcula que tenían el 10 por ciento de todo el capital de los bancos del país.

El Gobierno Nacional también levantó los rieles del Ferrocarril y los cables, sistemas que fueron pagados con recursos de los cal-denses.

No es suyo Las aguas que alimentan a los manizaleños

tienen sus orígenes en predios de Neira y Vi-llamaría; la zona turística de la que tanto se precia, Santágueda, es de Palestina, en donde

construye ahora su Aeropuerto; la Fábrica de Café Liofilizado más importante del mundo está en Chinchiná; el mejor aprovechamiento de las aguas termales se encuentra en Villama-ría, en donde también se ubican hoy sus más connotados colegios privados y su Nevado del Ruiz, por el que saca pecho y se da ínfulas.

Si Manizales les debe tanto a sus municipios cercanos, ¿por qué no ha sido capaz de erigirse como una capital que concite voluntades y en cambio divide?

Mucho de esto tiene que ver con la deuda que tiene con sus municipios vecinos y por la que, como aquellos deudores malas paga, no responde.

Por encima La dirigencia manizaleña ha querido cons-

truir una historia monárquica y aún hay quie-nes creen que pueden mirar por encima del hombro a los demás, solo por cuestiones de linaje. Gloria le narraba a una amiga que su hijo se iría a estudiar a la Universidad de los Andes, la más prestigiosa institución privada de Colombia, y entonces una dama manizale-ña, muy a su estilo, con blower y todo, y con ese tono profundo y el seseo particular que distingue a las señoras de la alta sociedad la increpó desde el otro lado: “¿y vos de qué familia sos?”

A actitudes como esa atribuyen muchos que en los años 20 los masones y turcos fueran prácticamente sacados de la ciudad y que en el tiempo terminaron en la secesión del Departa-mento, que dejó en manos de Antioquia y Valle del Cauca el liderazgo político de las regiones, mientras los tres pedazos del desmembra-miento quedaron apenas en media tabla en el ranquin nacional.

Manizales se tuvo que conformar con ser capital de la mitad de los municipios que antes tenía, además de asumir una inequitativa deu-da. Sí logró conjurar las intentonas de creación del Departamento de Arboleda, que buscaba la independencia de Manzanares, Pensilvania, Samaná, La Dorada, que pretendían anexar algunos municipios de Tolima, Cundinamarca y Boyacá.

De frustraciones Esa frustración fue la segunda. La primera

se dio años antes, en 1960, cuando ‘el maris-cal’ Gilberto Alzate Avendaño se erigía como el seguro Presidente Conservador del Frente Nacional, toda vez que le correspondía en turno, pero su glotonería lo mató, de acuerdo con la historia o la leyenda. Después de una cirugía, le tenían prohibido comer, pero él no se aguantó y así fue como murió llevándose consigo los sueños de los manizaleños por tener un paisano presidente.

Este fue solo el preludio de lo que vendría: los otros grandes líderes morirían uno detrás de otro. Ramón Marín Vargas en 1966, Silvio Villegas en 1972, y años después, José Restrepo Restrepo (1979). Terminaba allí toda una generación de grandes hombres que entendían la política como servicio y eran los dirigentes políticos, pero también gremiales. Para ellos economía y que-hacer político eran la misma cosa.

Estaban lejos del distanciamiento marcado que existió por años entre la clase dirigente empresarial y la clase política tradicional del relevo.

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w w w. l a p a t r i a . c o m LUNES 12 DE OCTUBRE DE 2009 13aM A N I Z A L E S 1 6 0 A Ñ O S

160 aÑos dE La ciUdad iMPosiBLE

Biografía incompleta (y no autorizada) de Manizales

FOTO/FERNANDO ALONSO RAMÍREZ/LA PATRIA

Manizales también tiene iguanas en su tierra caliente, en el Kilómetro 41.

FOTO/ARCHIVO/LA PATRIA

La Comuna Ciudadela del Norte crece exponencialmente, pero faltan los espacios para el ocio y los que hay se los lleva la montaña como en Solferino.

Se “lavaron” las montañas para lograr grandes explanaciones

que luego posibilitaban la construcción.

Esos hechos no han

provocado más que agrandar en el país la imagen de

ciudad pacata, intolerante, de moral de

parroquia, sin que Colombia se dé cuenta de cómo la reflexión ha

venido después.

El llamado robo a Caldas, que se presentó a comienzos de la década de los 80, fue la gota que rebosó la copa y que terminó con los gre-mios en un lado atrincherados y fundando la Corporación Cívica de Caldas y, al otro lado, los políticos conservadores y liberales. Y cuando la ciudad más necesitaba empujar con una misma visión, se polarizaron las fuerzas.

Los nuevos políticos del relevo, que se hi-cieron en el Frente Nacional, vieron la manera de perpetuar en este disminuido departamento ese sistema, que en lo nacional terminó con las cuestionadas elecciones presidenciales de 1970, como lo denunció insistentemente el subdirector de LA PATRIA, Orlando Sierra Hernández, asesinado hace siete años por el sistema político y corrupto del departamento. Su crimen sigue impune.

Manizales, la conservadora, moralista y católica, también ha dado grandes líderes de la izquierda: como el “camarada” Gilberto Vieira, sempiterno Secretario General del Partido Comunista, mientras que Ber-nardo Jaramillo Ossa, asesi-nado en la vorágine sangrienta contra la Unión Patriótica, fue congresista y candidato presi-dencial.

La cara amable Dicen los entendidos que la

mano de obra manizaleña se destaca en todas partes. De hecho en varias oportunidades la multinacional Mabe ha manifestado que una de las principales razones para mantenerse aquí es por sus trabajadores.

Esto hay quienes lo interpretan como que un manizaleño tiene la virtud de brillar en los diferentes campos laborales y por eso a donde llega tiende a escalar posiciones. Por eso por lo menos tres manizaleños ocuparon la Alcaldía de Bogotá, otros se destacan en sus campos en el mundo y para la muestra un botón: el arquitecto Simón Vélez acaba de ser galardo-nado con el premio Príncipe Claus. Fue quien hace 10 años construyó el pabellón Zeri en la Feria Mundial de Hannover con obreros de esta región.

Está también la ciudad de los libros: la de Tierra de Leones de García Aguilar, que ridi-culiza a la sociedad manizaleña; la de Corte Final de Jaime Echeverri, que habla desde la entraña de manizaleño y la recientemente escrita Recordando a Bosé de Orlando Mejía Rivera, que escudriña en la ciudad adolescente. Y, por supuesto, la tierra inspiradora de las obras costumbristas de Rafael Arango Villegas, que trascendió con lo autóctono.

Está la Manizales del filo y la de las laderas. La que se empina sobre todo lo demás y la que se desmorona. La que se bate entre lujos en el sector de El Cable y los barrios de las laderas

estrato seis y la que oculta, en medio de las laderas de estrato uno, gue-rras de pandillas en barrios como Villahermosa, Bosques del Norte, El Carmen, La Avanzada y Pío XII.

Es posible entender, no justifi-car, por qué las bandas de niños se matan por el solo hecho de haber nacido unas cuadras más arriba o más abajo. Eso sucede en la Comuna Ciudadela del Norte, en donde las ca-sas más grandes que se construyen

tienen 42 metros cuadrados y allí viven amon-tonados todos los integrantes de la familia, y como si fuera poco, el Estado no construye en igual proporción sitios de recreación, canchas, espacios para el ocio.

De espaldas al campo Esa Manizales que insiste en construir vi-

viendas y apartamentos para quienes aún tie-nen un estilo de vida semirrural no cuenta con incentivos para llevar la gente al campo y volver productiva la tierra que hoy se desperdicia y obliga a la importación de alimentos.

Manizales con sus 50.778 hectáreas lo más que hace es regalar gallinas para que los cam-pesinos puedan tener su sustento, pero no se ha atrevido a promover una reforma agraria cargada de incentivos que desplace la gente

de la ciudad al campo, como lo podría hacer para quitarle presión a sus laderas.

Construir de esa manera ha llevado a que desde 1992 al 2007 se hubiera invertido en obras y mitigación del riesgo, principalmente en las laderas, el 12% del total del presupuesto municipal, según un documen-to elaborado por el Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la Universidad Nacional de Colombia, hace dos años.

Ni hablar de las posibilida-des de conexión competitiva a internet en el campo. Los modernos tres anillos de fibra óptica que construyó en su momento la des-aparecida Emtelsa solo se pensaron para la actual geografía urbana, en donde se podía aprovechar esa infraestructura y que se pagara en el tiempo.

En la vereda La Cabaña, a tan solo 20 mi-nutos del casco urbano, una sala de sistemas que montó el entonces párroco se quedó subutilizada por falta de conexión y no se pudo conectar a los jóvenes con el mundo. Se que-daron esperando una solución, mientras los computadores fueron quemándose uno a uno, por los altibajos de la luz, según explicaron los

técnicos al sacerdote.

La ciudad chapada El manizaleño es un hombre de pasiones y

grandilocuente. Así logró vender una feria con carretas y varas de premios como la más im-portante de América; le rindió culto a la belleza de la única Miss Universo colombiana, hace 51 años, y le sacó provecho, pero al mismo tiempo dio divas como Amparo Grisales, que con su desparpajo ha prolongado el mito de la ciudad chapada.

Esa fama crece por cuenta de los alegatos de arzobispos como José de Jesús Pimiento que hace 25 años censuró el Festival Internacional de Teatro, o Fabio Betancur Tirado que hace tres protestó porque se iba a realizar en la ciu-dad Expoerótica. A sembrar esta fama se sumó el actual Alcalde que para evitarse problemas con la Iglesia cerró este espectáculo después de montado en plena Feria en el último enero.

Para acabar de completar, el año pasado la Rectora de un colegio expulsó a dos niñas porque tenían un comportamiento “inadecua-do”: eran novias.

Esos hechos no han provocado más que agrandar en el país la imagen de ciudad pacata, intolerante, de moral de parroquia, sin que Colombia se dé cuenta de cómo la reflexión ha venido después y, por ejemplo, que la ciudad se comprometió a diseñar una política para proteger la diver-sidad sexual.

Manizales también tuvo su espacio de tolerancia para el consumo de sustancias aluci-nógenas en una Universidad Pública, y eso trascendió en el país. Hoy, el Jardín Botánico de la Universidad de Caldas se encuentra cerrado, pero esa misma institución tiene una re-conocida maestría en cultura y drogas, que ayuda a la reflexión de este fenómeno, pero eso no se ve.

La cara amable Esta Manizales en donde

los jóvenes se matan en los barrios por una camiseta de fútbol o para demostrar que me-recen pertenecer a una pandilla, es la misma de los jóvenes universitarios y emprendedores caritas-felices, que siempre ven el vaso medio lleno.

Como Juan Pablo Salazar, coordinador de Yo Creo en el Eje Cafetero, que no se cansa de repetir que esta ciudad sobresale por su calidad de vida, por las oportunidades, por la tranquilidad, por su ubicación geográfica, por su cordón ambiental de áreas protegidas, hoy varias de ellas establecidas como ecopar-ques.

Aunque reconoce que Manizales está per-diendo posibilidades porque se rezaga en mo-vilidad y seguridad, es un convencido de que esto es superable. “Manizales es una muestra de terquedad, porque la construyeron en me-dio de la nada”, anota.

Del amor al odio Esa pasión que mueve a estos jóvenes es

la misma que llevan muchos manizaleños al extremo para odiar, para atravesarse en el camino del que está a punto de triunfar, de alcanzar algún gran cargo. Se repite de café en café que así somos, pero poco hacemos por remediarlo.

La culta Manizales todavía se retuerce cuan-do recuerda su sesquicentenario, que le tocó con alcalde interino porque el titular, Jorge Enrique Rojas, médico de profesión y cantante de iglesias por afición, poco duró en el cargo.

Con 70 mil votos le arrebató la alcaldía en las urnas a la trinca giraldo-yepo-barquista. Sin embargo, su elección fue otra frustración para los manizaleños que confiaron en su llegada al poder, pues dio pie a toda clase de investigaciones por su improvisación y su

386.931 personas, calcula el DANE que debe te-ner Manizales en el 2009. 183.982 son hombres y 202.949 son mujeres.

Según Wikipedia, Manizales Manizales es la capital del de-partamento de Caldas. Es una ciudad en el centro occidente de Colombia, ubicada en la Cordillera Central, cerca del Nevado del Ruiz. Forma parte de la llamada Región paisa y del llamado Triángulo de oro.

deseo de extenderse en el poder, hasta que fue detenido y se vio forzado a renunciar para obligar a unas elecciones anticipadas.

En el interregno de su sanción lo remplazó Carlos Alberto Parra. Los manizaleños que recuerdan con alegría que el Centenario de la ciudad trascendió las fronteras, gracias a que el Alcalde fue Fernando Londoño Hoyos, pre-sidenciable para la época, no se perdonan que para el Sesquicentenario el mandatario haya sido Parra, fundador del a la postre investigado movimiento Convergencia Popular Cívica, que en su repartija de avales logró tener magistrado en el Consejo Nacional Electoral y ganar de rebote la Alcaldía de Manizales.

La terna que su movimiento tenía que pasar para que se eligiera Alcalde, lo incluyó a él al lado de dos ilustres desconocidos, y el Gober-nador de entonces, Tony Jozame, lo designó.

Lo que más le cobran los manizaleños a Parra es que celebró semejante fecha con el concierto en la Plaza de Bolívar del Show de las estrellas de Jorge Barón, como en cualquier vereda. Fue el gran acto del Sesquicentenario de Manizales.

Después de eso, un nuevo grupo político tomó las riendas. Encabezado por Germán Cardona se logró una Alcaldía y desde entonces, más o menos, la Administra-ción Municipal pertenece a los mismos sectores, pero ni eso ha servido para pensar en una vocación de ciudad.

Diferencias entre iguales Germán Cardona, Néstor

Eugenio Ramírez, Luis Rober-to Rivas y Juan Manuel Llano parecen todos de escuelas políticas diferentes. Cada uno cambió el sueño de ciudad del anterior. Mientras Cardona, el constructor del Estadio Pa-logrande, habló de Manizales Eje del Conocimiento, Ramírez encontró en una fuerte ola in-vernal que su administración debía hacer todos los esfuerzos por reubicar a las cinco mil familias que vivían en zonas

de riesgo. Rivas, por su parte, creyó que toda la apues-

ta tenía que hacerse en la infraestructura pen-diente de la ciudad y en eso se enfocó y Llano, que ha terminado varias de las obras iniciadas por su antecesor, piensa que los centros de llamadas son la gran oportunidad y vocación de Manizales.

Pero no hay política continua de salud, de educación, de cultura, de seguridad, de visión de ciudad. Para la muestra, el rifirrafe presen-tado entre Rivas y la actual Administración municipal por el nuevo Hospital de Caldas, el mismo que Ramírez cerró y dejó sin abrir, que su sucesor reformó y abrió, pero el actual tiene dudas “jurídicas” frente al apoyo que debe brindarle.

En seguridad el primero montó un esquema amparado en un impuesto al teléfono y el se-gundo no está convencido de Manizales Segura y no tiene una decisión clara frente a ella.

Fracturas programáticas Estas fracturas programáticas han roto

las posibilidades y procesos como el de Ma-nizales 2019, una costosísima apuesta por buscar consensos entre sectores diferentes de lo que debe ser la ciudad, y que contaba con el respaldo de todos los grupos políticos, naufragó en mitad del camino, acosado por la resultaditis y la miopía del pensamiento en el corto plazo.

Ese proceso lo inició Ramírez, que buscaba una mirada prospectiva de Infimanizales, pero decidieron ampliarlo a visión de ciudad. Rivas lo continuó, pero le terminó por dar entierro de tercera entregándoselo al IDEA de la Univer-sidad Nacional, que sin tener en cuenta el tra-bajo participativo de una treintena de actores que interpretaban el sentir de dos centenares inicialmente indagados, sacó sus propias con-clusiones. Ahora Llano intenta revivirlo y ha contado con el apoyo de los gremios.

Y así transcurren los días de nuestra Manizales, caliente y fría, violenta y segura, cercana y lejana, una ciudad que tiene el reto de asumir su condición de capital y de proyec-tarse más allá de las plantaciones forestales y los centros de llamadas, una ciudad que lleva años de discurso en busca de potenciar al ser humano, pero que se queda corto a la hora de la práctica, como los malos amantes o como las iguanas del río Cauca y los patos del páramo que se lucen mientras nadie los esté viendo.

“No en balde se da -en Manizales- el ‘Concejo de los Negros’, no por el color sino por la proceden-cia. Aquí la historia se enriquece además con el contingente incalculable de obreros extranjeros que vienen con los papios y bonardas, los jefes de las ules o simplemente inmigrantes...”. Adalberto Agudelo Duque, en Ensayando, ganador del premio de ensayo del Concurso de Literatura de Caldas 2007, haciendo refe-rencia a la Manizales de los años 30 y 40.

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MANIZALES 160 AÑOS w w w. l a p a t r i a . c o mLUNES 12 DE OCTUBRE DE 200914a

LA CIUDAD HA TENIDO UN CRECIMIENTO CON ALTIBAJOS

Desatrasándose en obras

Martha Lucía GóMez

EDITORA LOCAL/LA PATRIA

ManizaLes

La tenacidad que tuvieron en 1928* líderes, hombres cívicos, mujeres piadosas y sacerdotes comprometidos con su causa logró comenzar a reconstruir de las cenizas la Catedral Basílica de Manizales. Una de las obras más representativas de esta tierra.

En la Manizales de hoy también se ven obras, unas grandes, que incluso han reci-bido premios de ingeniería, y otras pequeñas. El reto es que estas sean tan bien construi-das y concebidas que en unos 30 años, como sucedió en el pasado, el servicio que presten sea igual o mejor que ahora.

Entre 1964 y 1965, lapso en el que hubo cuatro alcaldes, quienes vivían en la pequeña ciudad de Manizales quisieron aportar de su propio bolsillo para pagar por valorización la ampliación de las avenidas Santander y 12 de Octubre en Chipre, que eran más unas calles amplias pero que por el crecimiento de la ciudad demandaban irse anchando. Fue siete años después que se vivió una transformación en la zona que tradicionalmente era residencial: Los Agustinos.

Buena parte de las grandes casonas en las que vivieron padres y abuelos, desaparecie-ron para darle paso a lo que en esa época significó un gran desarrollo, la Avenida Gilberto Alzate (Agustinos), que también se construyó por valorización, iniciando en 1972.

Le siguieron la Avenida del Centro, en el 73, la Avenida Paralela, en el 74, y en 1978 arrancó la Avenida Villa Pilar. Seis años de cambios viales para quienes ocupaban el territorio, pero de una pros-pectiva tal que esas mismas vías son hoy, 31 años después, zonas que permiten la comuni-cación oriente occidente para los ciudadanos.

Esa figura de valorización la siguió utilizando el Municipio como una manera coopera-tiva (alcaldía-ciudadanos) para hacer los proyectos represen-tativos, que en 1987 reaparece para ejecutar la Avenida de Palermo y dos años después la Avenida Kevin Ángel, en honor al alcalde de esa época, con una visión tal que algunos se atreven a afirmar que es de las más bien planeadas y diseña-das. Hasta hace un mes sirvió

Inmediato y futuroJavier Eduardo Torres Martínez, Secretario de Obras Públicas del Municipio, describió las obras que se ejecutarán en Manizales en lo que resta de este año y las proyectadas.

Inmediatas Se harán con $11 mil 500 millones de un crédito que asumió la Alcaldía. Los frentes de trabajo son: - Recuperación de gran parte de la malla vial. Están incluidas las calles que faltan por pavimentar en la Ciudadela La Linda, en este sitio la comunidad aportará recursos a través del pago de valorización. - Conexión Avenida El Guamo-Villahermosa, con el interés de suprimir el cruce de la Avenida Kevin Ángel para carros y pea-tones. Los carros irán por una nueva vía pasando por debajo de la Kevin hacia Bosques del Norte, los peatones deberán usar el puente peatonal. - Conexión Santos-Guamal, donde harán un diseño hídrico y un lleno para construir la vía. - Diseños para el bulevar de la Avenida Cumanday (La Enea). Se reducirá el separador entre la calle 97 (CAI) y la 105 (donde ter-mina el sector comercial) para generar zonas de parqueo. - Reparación de la Avenida Santander entre El Cable y Funda-dores.

Futuras (estarían empezando el segundo semestre de 2010)

- El Instituto de Valorización de Manizales (Invama) aprobó iniciar estudios de prefactibilidad para varias intersecciones: puente en altura en la Avenida Kevin Ángel, entre La Carola y la conexión con Bajo Rosales, este es el proyecto más prioritario para la Al-caldía por el impacto que representa; puente elevado Universidad Autónoma junto a la trilladora, para suprimir ese cruce; puente detrás de Caldasmotor y el cruce hacia Fundadores. Otro puente proyectado es en el Túnel de la calle 52, que es el complemento de la obra. Como lo señalan los planes para esta zona, se cambiará la circulación por la Paralela. La vía desde el Hospital hasta el túnel quedará en un solo sentido hacia el oriente (Ravasco), y la carrera 24 (funerarias) será la vía hacia el Centro. En lo que fue Lavautos y Las Máquinas harán un puente elevado para ingresar a la carrera 24, el que pase por debajo será para coger el túnel de la 52 o retornar. - Renovación Urbana de la Comuna San José, que depende de la conformación del patrimonio autónomo para manejar los re-cursos del proyecto, y de la compra de predios para arrancar la construcción de apartamentos y Avenida Colón.

¿Qué significan las obras para usted?Hervin Castaño, Nuevo Horizonte En la medida que hagan buenas vías son un detonan-te del comercio

y del desarrollo de la ciudad. La movilidad todavía no es del todo buena porque hay muchas obras inconclusas, pero cuando terminen todo esto la ciudad quedará excelente.

Alexánder Rodrí-guez, Villa Pilar Conceptualmente se han planteado bien desde admi-nistraciones ante-

riores, pero no se han ejecutado pensando en los problemas ac-tuales de la ciudad. Por ejemplo, Jorge Enrique Rojas concibió el sistema de transporte masivo por cable vía, y lo que están ter-minando es un teleférico de un lado a otro; el túnel de la calle 52

no solucionó en absoluto la mo-vilidad. Se retomaron los pro-yectos, pero a medias, aunque hay algunos que se ejecutaron y quedaron bien como el Paseo de los Estudiantes.

Claudia Encina-les Gallo, Villa Pilar Son algo bueno, son una muestra de que en esta ciu-

dad no se están robando la plata como en otras del país. Destaco el Cable y la Plaza Alfonso López, ésta última porque ha permitido reducir los trancones.

Jeison Montoya Tamayo, El Car-men Van modernizan-do la ciudad, que estaba atrasada.

Siempre me ha gustado la ciu-dad, pero es bueno que la lleven

al progreso. Mi papá es taxista y siempre está hablando de obras como el túnel de la 52 porque por allí puede reducir tiempo.

Gabriel Giraldo, Cervantes Nombran una jun-ta y comienzan a repartir plata por toda parte,

y dejan todo tirado. Algunas obras han quedado bien, hay más movimiento y seguridad al transitar.

Alexánder Osorio Duque, Cervan-tes Nos van dando cultura, nos dejan

jugar y divertirnos en espacios más grandes. La Plaza Alfonso López es la que más me gusta, y el cable porque uno irá más rá-pido y puede ver todo el paisaje desde la altura.

La ciudad se volcó hacia la reconstruc-ción después del segundo incendio de Manizales. De saco y corbata trabajaron en labores de banqueo.

Dirigentes de antaño demostraron finura a la hora de planear y ejecutar. Hubo años en que la ciudad se quedó como congelada en el tiempo.

El despegue fuerte fue en la alcaldía Rivas. Reto.

Foto/toMaDa DeL Libro ManizaLes De ayer/La Patria

Foto/Martha Monroy/La Patria

La segunda fase del Paseo de los estudiantes es la última obra que entregó el alcalde Llano. el ex alcalde rivas lo dejó diseñado, pero se le hicieron ajustes. el proyecto fue una realidad gracias al pago de valorización de los ciudadanos.

Foto/archivo/La Patria

así quedó la Plaza alfonso López después de la implosión de la antigua sede de la alcaldía. a lo que hay hoy en el sitio el cambio es notorio.

para desembotellar los barrios del oriente por la construcción de la segunda fase del Paseo de los Estudiantes.

Luego de 1987 pasaron siete años para que la capi-tal de Caldas volviera a ver una obra de envergadura. Germán Cardona Gutiérrez demolió el Estadio Fernando Londoño y el 7 de agosto de 1994 le entregó a Manizales el Estadio Palogrande con capacidad para 40 mil espec-tadores. Esta obra se cons-truyó con recursos nacionales y municipales.

En el 97 se inicia la cons-trucción de la Avenida Alberto Mendoza Hoyos (vía a La Enea) con tres carriles, también por derrame de valorización, y dos años más tarde se emplea de nuevo para sacar adelante los túneles del Batallón, que se unieron con la Kevin Ángel para conectar desde La Enea y otros barrios.

Confianza Pero en 1998, el médico

Jorge Enrique Rojas durante su año de Alcalde le propuso a la ciudad varios proyectos como el cable aéreo como sis-tema masivo de transporte y la remodelación de la Plaza Alfonso López. Las ideas se le quedaron entre el tintero porque se vio envuelto en líos jurídicos que culminaron con una declaratoria de insubsis-tencia para ejercer el cargo, expedida por la Procuraduría General de la Nación.

La ciudad, en un aletar-gamiento, como lo califica-ban algunos, logró comenzar a despegar con la segunda Alcaldía de Germán Cardona que le apostó a su eslogan de las Pequeñas grandes obras, dentro de las cuales comenzó con los llamados bulevares, espacios más pensados para el desplazamiento cómodo de la gente. Se vieron en la carrera

23 y una parte de Chipre. Néstor Eugenio Ramírez conti-nuó las obras que había dejado empezadas la anterior admi-nistración, en cuanto a mejo-ramientos viales en comunas como la Ciudadela del Norte, y otros bulevares, pero lo que más se le reconoce en infra-estructura es el mejoramiento de vivienda para familias que habitaban en zonas de riesgo y que le comenzaron a cambiar la cara a una parte de la ciu-dad: las laderas.

Lo sucede Luis Roberto Rivas Montoya, en junio de 2005, que quedará para la historia de Manizales como el que se arriesgó a comprome-ter recursos municipales (las llamadas vigencias futuras) por unos 42 mil millones de pesos para ejecutar el plan de movilidad que se propuso hacer.

La medida tiene tantos detractores como adulado-res. El hecho es que la ciudad comenzó a tomar otra cara como lo han dicho muchas personas, y a la par esto fue devolviendo la credibilidad de algunos ciudadanos que en varios informes que publicó LA PATRIA reconocieron estar viendo invertida la plata que pagaban por impuestos.

El revolcón llegó a las calles al año y medio de ejercicio de Rivas, que presionado por los medios y por las crí-ticas ciudadanas arrancó la Remodelación en la Plaza Alfonso López, construyó vías, terminó el Paseo de Los Colonizadores, hizo el Paseo de los Deportistas (calle 62), la intersección del Batallón, empezó el Túnel de la calle 52, construyó el cuarto carril de la Avenida Alberto Mendoza Hoyos, firmó convenios con entidades internacionales para la ejecución del Cable Aéreo, la primera fase del Paseo de los Estudiantes y otras obras más que quedaron empezadas (su periodo fue de dos años y medio) y que está terminando o ya entregó el alcalde Juan Manuel Llano.

Sorprende Las obras se volvieron un

caballito de batalla. En época electoral algunos partidos cri-ticaron a Rivas y lo tildaron ‘el alcalde de cemento’, pero hay quienes dicen que Llano llegó al poder porque una de sus cartas fue la continuidad de las obras, que la comuni-dad ha respaldado siempre; lógico, con algunas críticas por terminados o por haber hecho modificaciones a los diseños que ocasionaron mayo-res costos.

Con u na pobl ac ión

convencida de que lo físico es parte de su desarrollo porque le generó empleo y dividendos, mejoró vías, recortó algunos de sus desplazamientos, embe-lleció entornos, generó zonas para los de a pie más segu-ras y le empezó a cambiar las formas y los hábitos a la ciudad, Llano busca seguir esta onda.

Ya es común escuchar la frase “quien hace rato no

venga a Manizales, y la visite de nuevo, la desconocerá”. En la pasada Feria muchos se sorprendieron con las nuevas vías, y si esta Administración cumple con proyectos como el Cable Aéreo, la glorieta de Mabe y la doble calzada Cámbulos-Guamal, para ini-cios del próximo año con segu-ridad verán en esta tierra un sitio prometedor.

No obstante, aún no se ven cristalizadas las propuestas de esta Administración, que está a dos meses y medio de finalizar su segundo año. Le quedarán otros dos años para satisfacer las necesidades de una población ávida de mejo-ramientos físicos. La ciudad está creciendo y a eso hay que adaptarse, el reto es no ser inferiores a la tenacidad de esas personas que en 1928, sin la tecnología de hoy, logra-ron levantar la mole que hoy bendice a Manizales desde las alturas.

* Dato tomado del libro Manizales de ayer, álbum de fotografías, sobre la primera etapa de construcción de la Catedral.

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w w w . l a p a t r i a . c o m LUNES 12 DE OCTUBRE DE 2009 15amanizales 160 añosA PROPÓSITO DEL PROYECTO DE RENOVACIÓN uRbANA DE LA COmuNA SAN JOSÉ

‘la Galería’ de memorias y cambios

Graciela Balbuena o ‘la mona’ trabaja desde los siete años en La Galería, cuando su mamá puso el primer puesto de hierbas medicinales. Ella no le teme a que el Proyecto de Renova-ción le traiga cambios, pero tampoco sabe mucho del tema.

Una de las reformas que contemplaba el Plan Parcial que se firmó en octubre de 2007, y que sirvió de insumo para el Proyecto de Renovación, fue la remodelación del Pabellón No. 5, en la carrera 15 con calles 22 y 23.

antecendente El Plan Parcial para La Galería de Manizales, que busca la reorganización de los vendedores ambulantes y el embellecimiento del sector, lo firmó el enton-ces alcalde Luis Roberto Rivas, en octubre del 2007, y luego se convirtió en un importante insumo para la formulación del Proyecto San José, que hizo la actual Administración. Lo lideraron durante dos años Infimanizales, que posee el 40 por ciento del capital social del Centro Galerías Plaza de Mercado, y la Universidad Nacional. “Esperamos el informe de un equipo de consultores que contrató el Ministerio de Ambiente y Vivienda para saber cómo quedará finalmente ese Plan, que pretende intervenciones urbanística, residencial y social para La Galería y otras zonas de la comuna San José”, afirma William Naranjo, Director de Planeación de Infimanizales, para explicar por qué no puede concretar detalles sobre las reformas que habrá.

Un residente y dos comerciantes de la comu-na san José entretejen sus versiones de los 58

años de la Galería de manizales. la líder de una red de trabajo comunitario y un investi-

gador proponen qué hacer ante las reformas. Participación.

AlexAndrA SernA REDACTORA/LA PATRIA

MAnizAleS

12:00 del mediodía. Don Libardo Valencia, de 74 años, observa senta-do en un puesto de dulces los carros que pasan por el Parque San José. 40 minutos después, la 'mona' le responde a una clienta que la rama "Sangre de Drago" no la vende ella, sino los indígenas. Luis Gallego, hijo de un 'fundador' de la Plaza de Mer-cado, espera a la 1:15 p.m. vender los dos últimos manojos de cebolla larga. Ellos han estado en La Gale-ría por más de 40 años y coinciden en que no es la primera vez que les hablan de cambios. "Hasta no ver, no creer".

La construcción de la Avenida Colón y la adecuación del pabellón 5 de la Plaza de Mercado, por citar algunos ejemplos, son historias contadas más de una vez. Pero el proyecto de renovación San José, declarado de interés nacional y en el que se invertirán 630 mil millones de pesos, tiene previsto hacerlas realidad.

El rostro de la 'mona', como co-nocen muchas personas a Graciela Balbuena, se torna serio cuando le preguntan por la reforma de La Galería. "No me han dicho nada", responde seca.

Memorias compartidas Desde que se fundó Manizales, en

1849, los campesinos y pobladores intercambiaban sus productos bajo pequeñas toldas en la Plaza de Bo-lívar. Seis décadas después, debido al aumento de la población y mayor diversidad de productos, los comer-ciantes se trasladaron a lo que hoy es la Plaza Alfonso López, luego de sortear colinas y cañadas.

Aunque algunas historias escritas, como la del libro Manizales 150 años, narran que la plaza de merca-do se movió de nuevo para abastecer una mayor demanda, don Libardo y Luis recuerdan que no fue sólo por esto. "Esa plaza se quemó y decidie-ron rehacerla donde hoy está, junto a una cárcel que pronto se acabó", apunta el segundo.

En la casa de los Valencia huele todos los días a chocolate y café, a ratos más intenso que otros, por la fábrica que hay en el barrio San José. "Este siempre ha sido un sector popular y muy bueno para vivir", dice don Libardo. "Pero dos cuadras abajo estaban las zonas de tolerancia, que luego desaparecie-ron", completa doña María Eloína Arias, su esposa.

Cuando llegaron en 1964 de Páco-ra, con seis hijos, La Galería llevaba apenas cinco años en su nueva sede. "El Parque tenía unas fuentes con lu-ces de colores y las calles de la plaza de mercado estaban despejadas", cuenta el hombre.

Lo que no ha cambiado, según ellos, es la posibilidad de comprar barato. "¡Un cerro de bananos por mil pesos!".

La 'mona' también vende a precios muy favorables sus hierbas medici-nales para el cáncer, próstata, riño-nes, diarreas, mala circulación... y la lista se extiende. El puesto 88, del pabellón de frutas y verduras de La Galería, fue el primero en "colonizar" el mercado de las ramas.

"Esos Mejía que tenían mucho dinero en Manizales venían a com-prar de todo. Los braceros les cargaban sus mercados y los niños que también ayudaban se ganaban propinas".

Luis también extraña los "clientes prestigiosos", pero aún más los tiem-pos de la abundancia. "Mi papá, que ajusta 97 años, fue de los primeros que llegó al pabellón de granos. La venta del plátano y la yuca nos convirtieron en las vacas (hace una pausa) ¡que más cagaban!".

Pero desde hace 25 años, según calcula, las ganancias empezaron a disminuir. "A uno de los admi-nistradores le dio por tumbar las paredes externas de los locales para hacerlos dizque más rentables". La competencia de los supermercados,

Fotos/DaRío aUGUsto CaRDoNa/La PatRIa

recién llegados, y de los vendedores ambulantes, que poco a poco gana-ron terreno, fue inevitable.

De escépticos y reconocidos "Con la reforma a San José, que

tiene la zona más plana y apetecida de Manizales, se nos valoriza la casa y La Galería también", opina don Li-bardo. Para la 'mona' lo más impor-tante es que a pesar de los cambios

se conserven las tradiciones, "porque uno está acostumbrado a la gente". Luis, el menos optimista, añora que el Proyecto le devuelva riqueza a la Plaza de Mercado. "Cuando lleguen el Éxito y otros almacenes, ¿qué pa-sará si no estamos preparados?".

Pese a los procesos de socializa-ción que hace la Alcaldía, junto con otras organizaciones, se mantienen dudas y rumores sobre las conse-cuencias reales de la renovación. La discusión por los pequeños aparta-mentos multifamiliares no se aparta de los temores de quienes también trabajan en La Galería.

"Mientras el Plan Parcial que propusieron hace dos años Infimani-zales y la Universidad Nacional, que tuvo en cuenta sólo la plaza de mer-cado, fue el resultado de un ejercicio colectivo, el Proyecto de Renovación sólo se divulgó cuando ya estaba he-cho", considera Maria Elena Vargas, Coordinadora de Red Galerías (ver recuadro Antecedente).

En su concepto, esto pudo ge-nerar mayor desconfianza en los residentes y comerciantes del sector, a quienes hay que hablarles con certeza.

Aparte del trabajo que la Red Galerías desarrolla con las jornadas intersectoriales de salud y progra-mas de productividad que involucra a 250 trabajadoras sexuales, su propuesta es que los mismos ciu-dadanos creen comités de veeduría y eviten la injerencia indiscriminada de los partidos políticos.

La apuesta del sociólogo Fernan-do Cantor, que lidera la investigación Caracterización socioeconómica y cultural de la comuna San José, de la Universidad de Caldas, es doble: por una parte, reconocer la calidad humana de esos pobladores para evitar estigmatizarlos más; por otra, asegurar la generación constante de empleos para que la ciudad crezca comercial, industrial y tecnológica-mente.

"Como las plazas de mercado son referencias de carácter cultural, hay que visibilizar ante la ciudad y el departamento qué significa La Ga-lería. Y en cuanto a la reubicación de los comerciantes de la calle, esto no garantiza que el espacio desocu-pado no vuelva a llenarse con otros vendedores".

Será ese reconocimiento al que se refiere Cantor el que le da tanta se-guridad a la 'mona'. "Bueno, por ahí dicen que van a mover a una gente. Pero si a mí me mueven, ¡allá van y me buscan!", sostiene.

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MANIZALES 160 AÑOSw w w . l a p a t r i a . c o m16a LUNES 12 DE OCTUBRE DE 2009

FORO DE INTERNET SOBRE LOS 160 AÑOS DE LA CIUDAD

¿Cuál es el mejor recuerdo que usted tiene de Manizales? REDACCIóN/LA PATRIA

Manizales

Les preguntamos a los usuarios de www.lapatria.com sobre aquella añoranza inolvidable relacionada con el devenir de Manizales en sus 160 años de existencia. Veamos lo que escribieron nuestros lectores:

- Alba Lucía Isaza O.

Foto/ColeCCión personal/la patria

panorámica de Manizales con la Catedral antigua

Tengo pegado a mi piel el aire frío que resbala por tus calles empinadas, por tus tejados color rojo humedad y en las paredes de tus casas viejas.

Un viento helado que hace mirar, casi instintivamente hacia el Ruiz, esa nuestra montaña blanca y sé, que en cualquier momento, entre una llovizna pertinaz y unos paso lentos atenuados por la niebla, saldrá de cualquier vetusta ventana de madera un cálido aroma a café.

Siento el abrigo de tus mon-tañas que me abrazan y recorro con mis ojos ese mapa que en tu cielo de nubes pasajeras se dibuja a cada instante. Si. Soy parte de tus días y me

pertenece todo esto. La loma que desciende a mi casa de ven-tanas blancas y el eterno reco-rrido por tus calles, la aguja de la catedral. Erguida, impo-nente, majestuosa. Teniendo como norte el cielo gris y La Inmaculada que se recorta blanquísima contra el fondo verde de la cordillera.

Manizales, aquí y allá sembrada de iglesias y calles estrechas, que invariablemente convergen en la carrera 23, en El Fundadores, en la plaza de Bolívar.

Mi cuidad. Levantada en una cresta imposible de la cor-dillera. Conozco tus rincones escondidos y tu cielo. Entonces crece en mi alma un profundo sentimiento Yo vivo aquí.

- Cmfgallego. El ferrocarril. Recuerdo mis escapadas de la escuela cuando el ferroca-rril venía lento en la fábrica de Única. Era un goce con mis compañeros

- Terro. Las retretas que se hacían en el parque Caldas los domingos. Eran orquestas de los hermanos González y reco-nocidos músicos de la ciudad. Tocaban toda clase de instru-mentos y muy bien.

- Negogi. Mi Manizales del alma, la ciudad del encanto, el frío, las faldas. Pero mi vida tuvo sentido ahí, donde me enamoré, donde nacieron y han crecido y estudiado mis hijos. Desde la distancia me entristecen los sucesos desagradables y me alegra su progreso. Mi ciudad anclada en el corazón de la montaña, cómo deseo que su progreso continúe y que sus habitantes siempre conser-ven la sonrisa para quienes la visitan.

- Adelfa49. En 1963 hice un curso en la Escuela de Carabineros y en varias opor-tunidades me tocó sacar piedras del río Minitas en las madruga-das para la escuela y con ese frío tan espantoso. Pero los mejores recuerdos son los que pasaba en las calles, mirando las mujeres tan hermosas.

- Monou. No olvido las navi-dades, cuando al salir a vacacio-nes nos reuníamos a elaborar globos de papel, para elevarlos en las fechas especiales y perse-guirlos con mis amigos. O qué

decir del 24 cuando empezaba el intercambio de natilla, buñuelos, hojuelas,etc., con los vecinos.

- Oferis. Son muchos, ya que pasé la infancia alrededor de donde es hoy La Chimenea y esto era como un paraíso terre-nal lleno de frutas y verduras. También existía allí donde es ahora la U. de Manizales, un con-vento de las monjas del Sagrado Corazón y nos divertíamos vién-dolas jugar en los descansos y encuentros. No olvido la primera vez que me sacaron a la Feria de Manizales y nos fuimos con mis hermanos; creo escuchar ese ritmo precioso, cuando sonaba: “Feria de Manizales.

- Hefacopa. En mi época de colegio recuerdo los buses azules que tan sólo costaban 10 pesos. Que alegría era poder subir a uno y disfrutar de su trayecto y pasar por el estadio Fernando Londoño y por una de sus ven-tanillas tratar de mirar si el Cristal Caldas entrenaba.

- Suarezvilla. Inolvidable el Parque Infantil en Fundadores parte baja del Drive-in, el cual era dirigido por el agente de la Policía Miguel Lesmes. También el transporte en el bus de “Farolito” (Don Arturo Buriticá) para ir a estudiar al Instituto Técnico (hoy Tecnológico) que funcionaba en el antiguo Seminario (Talleres del Departamento).

- x_therion_x. Soy relativa-mente joven y para mí el mejor recuerdo ha sido la final de la Copa Libertadores: nunca vi la ciudad entera con tanta

- Marthalú

Foto/ColeCCión personal/la patria

estación del tren, hoy Universidad autónoma

Es el mejorvividero, por

estratos Aunque en todos los estra-tos ganó la opción de que Manizales es el mejor vividero, es bueno mirar cómo votó cada estrato por este ítem: - Estrato 1 38,71% - Estrato 2 46,92% - Estrato 3 55,61% - Estrato 4 54,88% - Estrato 5 66,67% - Estrato 6 65,85%

EL 53,65% PIENSA qUE ES EL mEjOR CALIFICATIvO PARA mANIzALES

¡Qué vividero! REDACCIóN/LA PATRIA

Manizales

Es común escuchar a los manizaleños refiriéndose a su ciudad que este es el mejor vividero del mundo, y tal parece que es el mejor calificativo que le encuentra la mayoría de los encuestados por People Contact, entre 507 consultados.

La encuesta diseñada por LA PATRIA entrega los puntos de vista de estos manizaleños sobre la percepción de su ciudad.

Para el estrato Los resultados son muy tra-

dicionalistas, si se quiere, por-que además del mejor vividero como calificativo, se decide la mayoría por “La ciudad de las puertas abiertas” como el mejor eslogan que puede tener.

En una época en que Manizales no tiene el peso en votación, número de con-gresistas o representación en el Gobierno que años atrás, es curioso que los encuestados digan en su mayor propor-ción que sienten que la ciudad tiene mucho más influencia que antes, seguido de quienes consideran que tiene la misma influencia que antes, lo que sumados es el 87%.

Resulta interesante tam-bién que el mayor número de preguntados se inclinara por una obra como la Comuna San José, pues se trata del proyecto bandera de la actual administración en infraestruc-tura y que promete cambiarle la cara a la ciudad.

No obstante, es curioso que

Más influencia En la pregunta sobre qué tanta influencia tiene hoy Manizales con respecto a épocas pasadas aparecen datos muy interesan-tes, si se mira por estratos: Estrato 1. En este ganó que Manizales tiene mucho más influencia que antes con 70,97%, frente a tiene la mis-ma influencia con 19,35%. El 9,68 de estos encuestados respondió que tiene mucho menos influencia. Estrato 2. Más que antes el 74,62%; igual 15,38%; mucho menos 7,69% y nada de influencia como antes el 2,31%. Estrato 3. Más que antes 64,8%, igual 20,92%; mucho menos 12,24% y nada como antes 2,04%. Estrato 4. Más que antes 65,85%, igual 23,17%, mucho menos 7,32% y nada 3,66%. Estrato 5. Más que antes 77,78%, igual 14,81 y sacaron igual mucho menos y nada con 3,7% cada uno. Estrato 6. Más que antes 68,29%, igual y mucho menos obtuvieron los mismos resul-tados con 12,2%; mientras que por nada de influencia 7,32%.

mientras un 21,89% considera que la próxima obra impor-tante debe ser la conexión del cable que está ad portas de inaugurarse con Villamaría, la mayoría considere que la principal integración de la ciudad no debe ser con sus municipios vecinos, sino con las otras capitales del Eje Cafetero.

Sin lugar a dudas, los manizaleños nos tenemos en muy buen concepto y por eso el resultado aplastante de la gente como lo mejor que tiene la ciudad, mientras que el 41%, también mayoría, dice que no tiene nada peor.

Una característ ica de Manizales son sus calles empi-nadas, pero para el 25,44% de los preguntados, esto es lo peor que tiene la ciudad.

El Nevado del Ruiz es con-siderado por la mitad de los preguntados como el sím-bolo que mejor representa a la ciudad, pero indudable-mente al lado de la Catedral son indiscutibles como lo que mejor representa a la ciudad para proyectarla Estuvieron lejos de los demás que se preguntaron.

expectativa y alegría por el partido que jugó el glorioso Once Caldas.

- Mónica Salazar. Los paseos al estadero Torres de Chipre todos los domingos. Toda la semana esperábamos con mi hermana que llegara el domingo. Desde hace 16 años vivo lejos, extraño el aseo, la amabilidad de su gente y los partidos del Once.

- Necko. Mi mejor recuerdo es cuando disfrutábamos los juegos que realizábamos en las calles recién pavimenta-das, en las cuales no existía tráfico en el nuevo barrio

La Arboleda (años 60). En una tranquila noche llena de neblina súper espesa que no nos dejaba vernos en un par de metros, la cual aprovechá-bamos para jugar ladrones y policías o al escondite.

- Nilvio. A pesar de llevar 42 años de no vivir en ella, cada vez que la visito me embarga una tristeza el tener que ausentarme de nuevo. Vos Manizales eres la ciudad más linda del mundo y siem-pre te llevamos con orgullo en nuestros corazones. ¡Viva Manizales y todas sus gentes que es lo más lindo que hay en este sufrido país!

Cuando yo era niña y a las 5:00 p.m. oía el “chucu-chucu-chucu-chucu” (onomatopeya del sonido del tren) salía al patio

de mi casa para verlo pasar teniendo, muchas veces, como fondo un paisaje formado por un bello atardecer.