lycopoium clavatum

7/23/2019 Lycopoium Clavatum

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Lycopoium Clavatum

Uno de los más grandes remedios de la farmacopea homeopática quepuede curar todo tipo de patologías, las más graves incluidas. Y portanto no son más que unos polvos «inertes» desde el punto de vista

de la farmacología alopática, totalmente desprovistos de actividadsore el cuerpo humano, hasta el punto de que ha sido utili!ado comoe"cipiente. #n una palara, es totalmente impotente.$mpotente... %&ero, de qu' vegetal se trata( #s una licopodiácea,familia muy antigua en nuestro planeta, puesto que de ella formanparte vegetales gigantes de la era primaria )*+ millones de a-os,desde la era silrica/, siendo hoy en día Lycopodium clavatum unmusgo que puede llegar a más de un metro de largo y de aspectodesmedrado. «0rande!a y decadencia» serían los t'rminos queresumen me1or la historia lamentale de este vegetal que fue

dominante.2ensaci3n de impotencia y de decadencia son tami'n dos síntomasque caracteri!an el ncleo central del sufrimiento del remedio. 4iedode no estar a la altura en la vida, a todas las edades, desde elnacimiento. 5 la altura de lo que se espera de 'l, de lo que sus padreshan esperado de 'l. 2ensaci3n de ser impotente, de deilidad frente alos retos de la vida, profunda falta de con6an!a en sí mismo7 dicho deotra manera8 comple1o de inferioridad. #stamos en la ase de laprolemática de la potencia. 9esde la más tierna edad, lo que se leha hecho comprender, lo que se le ha inculcado, lo que se haproyectado sore 'l desde qui!ás antes de su concepci3n, es la

necesidad del '"ito social ante todo, de la superioridad sore losotros, es decir, un se-uelo. %C3mo llegar a ser el más fuerte( :o sepuede ser siempre el más fuerte en algn lugar o en algn momento,y los fracasos van a sucederse7 pero lo más característico enLycopodium es que esos fracasos se viven mal y, en lugar deestimularle, van al contrario a hundirle y refor!ar sus sentimientos deimpotencia, de inferioridad, muy escondido en el fondo de cadalycopodio. Lo que le mata, en suma, es siempre la comparaci3n conlos demás. ;odo pasa como si, en lugar de aprender de peque-o quelo más importante en la vida es el amor para ser feli!, se le huiesecomunicado que sería el poder, la superioridad7 como si, en lugarsimplemente de amar, se le huiese amado por 'l mismo7 como si,para ser amado, deería tener '"ito. Comple1o de inferioridadhereditario, o de superioridad, lo que nos devuelve a lo mismo, a undeseo de revancha.9e todas formas, ahí está el hecho8 Lycopodium estará cada ve! másconvencido de que es d'il y a medida que cre!ca va a acumular susprimeros fracasos en la confrontaci3n con los demás, que no haránmás que con6rmar lo que 'l ya temía. Y esta sensaci3n de impotenciaserá tanto más inconfortale e intolerale cuanto que se haráalimentado su amici3n de1ándole entender que el poder es algo

posile desde la cuna8 la «desilusi3n» <innicotiana no hará tenidolugar. 4ientras que es e', esto no puede comproarse, pues hará



comportamientos tolerales para nuestro tipo de sociedad actual,donde los ni-os son «reyes»8 la madre va a de1ar que el lactante levaya dominando y el padre de1ará hacer7 o ien la madre no valoraráal ni-o más que en la medida en que progrese más que los demás, yel padre va a desvalori!ar al ni-o cada ve! que fracase. #s tami'n el

caso de los ni-os difícilmente aceptados en el momento en quellegaron7 es a menudo el caso de los primog'nitos y de ni-osmimados pero recha!ados en el fondo. 9urante toda su vida estarámás sore el camino del poder que del amor, y va a pagarlo.

;odo se echará a perder cuando sea necesario salir del ncleo familiarpara enfrentarse a la sociedad de los otros ni-os y adultos8 lo quepodía hacer en su peque-o imperio no va tan ien con los otros, y heahí que aparece el miedo a los demás. #stos fracasos relacionales soncada ve! peor vividos y es la reacci3n propia de Lycopodium que lecaracteri!a y le distingue de los numerosos remedios de falta decon6an!a en sí mismo. La primera reacci3n, ps3rica, es la huida, laevitaci3n, la coardía )como muy ien ha dicho 0. =ithoul>as/.

4ientras est' en el estadio ps3rico, Lycopodium seráe"tremadamente difícil de distinguir ?solamente a nivel mental? delos otros remedios de coardía como &uls. o 0els., por e1emplo, o ancomo Caust., 2il., @ry., @ar*c., Aali*c., etc. Y el estado ps3rico se hallaa menudo en pediatría en el lactante. 5llá donde me1or se ve lacoardía es en los lloros de los e's8 el nico ad1etivo que se lespuede dar es el de «lamentale»7 producen piedad, lloran de formaaBi1ida, consternada, deplorale. 2on tan que1umrosos y llorones que

nos incomoda su pusilanimidad y su dependencia materna7 se aferrana su madre como si la e"ploraci3n m'dica representase un peligrovital )la vergen!a an no ha aparecido/7 es decir, «confrontarse a une"tra-o es una pruea muy peligrosa», todo lo contrario de larealidad actual7 por otra parte, el comportamiento de la madre estami'n muy evocador8 «pero, no tengas miedo, mi querido, el doctores amale, no te hará da-o, y además, si no te portas ien, me voy».

2olamente algunos van a quedarse en este estadio durante lainfancia y es raro que llegue hasta la adolescencia. #n general, hacialos dos o tres a-os empie!a a apuntar la sycosis, con el deseo de

«comer» y dominar el mundo, en el momento en que el Yo aparece yse inicia la autoestructuraci3n. #s el estadio del peque-o «macho» detres a-os, comediante, 1actancioso, que no para de farolearse en laconsulta m'dica. #n fase syc3sica, además de que la huida ensituaciones difíciles no hace más que consolidarse, aparece eldisimulo, que en este remedio llega al paro"ismo, tan grande es y quellega a ocultar hasta el fondo la convicci3n de su inferioridad8Lycopodium despliega enormes esfuer!os para que nadie se aperciade su nulidad, nulidad imaginaria y no real, repitámoslo, pues la fe esel motor del homre, tanto en positivo como en negativo7 en estoscasos particulares, hemos visto muchos Lycopodium muy inteligentesy con grandes cualidades, mucho menos nulos de lo que ellos



pensaan o no más que los otros ni-os. 2u prolema viene de que nosaen compararse a los demás, en t'rmino de valores aparentes.

;ienen una necesidad de continua admiraci3n, de ser admirados,respetados, con el 6n de asegurar su valor, como si para ser amadostuviesen necesidad de tener valor. #l día en que, qui!ás en su

1uilaci3n, Lycopodium recia felicitaciones sinceras, una verdaderapruea de amor, se hundirá en lloros )<eeping <hen than>ed, AD+,EFGH/.

#l me1or disimulo que encuentra es el de parecer lo inverso. ICuantomás grande, menos se veJ #nga-ará a su entorno presentándosecomo fuerte, seguro de sí mismo, muy duro, y uscará dominar eincluso aplastar a los demás. $mposile de contradecirle, Lycopodiumsiempre tiene ra!3n. 9esde la escuela infantil, incluso la guardería, esun peque-o 1efe. 5utoritarismo, amor al poder son los dos síntomassyc3sicos mayores. 5 veces será muy difícil desenmascarar alremedio, incluso para el home3pata más «2herloc> Kolmes».eli!mente, por su ien, y al no poder el ni-o e1ercer un controlpermanente de su comportamiento, no de1ará de traicionarse algunave!7 la di6cultad del diagn3stico aumentará a medida que cre!ca,perfeccionando su «t'cnica». 5l oservarle ien, veremos que el«demonio» que nos descrien en casa no es más que un peque-oángel timorato frente a nosotros que está atento a la opini3n quetengamos de 'l o que parece esconder un terror frente a lo que leespera. Mtras veces, va a disimular su coardía detrás de unamáscara sonriente )laughing during an"iety, ANH, HFGH/ o un aspecto

confuso )aOectation, @l, H/ o provocador )de6ant, AHP, QFGD/. Kay amenudo algo «grande» o ridículo en su comportamiento.

#n otros casos, la sycosis estará instalada desde el nacimiento, comoresultado de una herencia somática y psíquica. #l reci'n nacidotendrá un aspecto serio, más vie1o de lo que es, como su padre si esteltimo es Lycopodium, que ya tiene caellos lancos y más arrugasque las correspondientes a su edad, estigmas de preocupaci3n ytensi3n permanentes que ha desplegado en el curso de su vida paradisimular y que le dan un aspecto de homre duro y fuerte. #l tonodel grito del e' puede ya ser cortante, decidido, e"igente7 puede

mostrar terriles c3leras para hacer oedecer a su madre.

#n cuanto a la syphilis, es e"cepcional que predomine en la infanciasalvo en los casos de consecuencias de grandes sufrimientosfamiliares, con antecedentes de etilismo, de paranoia, de psicosis, oen los casos de ni-os más o menos minusválidos o malformados. 2inemargo, puede te-irse en proporciones variales de formas ps3ricasy syc3sicas, con agresividad destructiva e hiperactividaddesorgani!ada.#n cuanto a la syphilis, es e"cepcional que predomine en la infanciasalvo en los casos de consecuencias de grandes sufrimientosfamiliares, con antecedentes de etilismo, de paranoia, de psicosis, o



en los casos de ni-os más o menos minusválidos o malformados. 2inemargo, puede te-irse en proporciones variales de formas ps3ricasy syc3sicas, con agresividad destructiva e hiperactividaddesorgani!ada.&ero volvamos a halar de la angustia de Lycopodium que no hemos

hecho más que evocar al halar de su coardía, pues va a condicionartoda la vivencia de su sufrimiento mental y físico. %Ru' es lo que enel fondo más miedo da en la vida a Lycopodium( I;odoJ :o importa loque sea. ;odo en el mundo puede representar un peligro para 'l,tanto a nivel psíquico como a nivel reaccional y social. #n la ase, notiene ninguna con6an!a en su fuer!a. #l miedo supremo sería qui!ásel miedo de sí mismo. I4iedo a la vidaJ 4iedo de no estar a la altura,de no tener '"ito en nada. 9e ahí tami'n el miedo de seraandonado por sus progenitores o sus protectores. #l miedo a estarsolo, aislado, es en 'l terrile. 4iedo a los demás, a los desconocidos.4iedo a lo desconocido. 4iedo al no poder. 4iedo de no poder hacernada, engendrar, correspondiente al miedo terrorí6co del adultoLycopodium cuando ha de ser padre, lo que puede desestaili!arlegravemente. La angustia de Lycopodium es tan grande en el fondoque podremos entender entonces por qu' este remedio es capa! decurar las más graves afecciones, cuya importancia está a la altura desu sufrimiento moral largo tiempo escondido y contenido. #stosmiedos fundamentales que acaamos de citar son de una importanciaan mucho mayor que el miedo a que los demás le descuran sucoardía )para los que son syc3sicos/ y son el motor profundo de lapatología. 2e-alemos además que en muchos casos Lycopodium es

un ni-o preco!, muy uen estudiante, activo y reali!ador, cumpliendosus compromisos, aunque dude7 igualmente, aunque sea coarde enalgn aspecto, será en otros muy valiente, llegando a veces, adespertar admiraci3n.#n la práctica, encontramos Lycopodium más frecuentemente en else"o masculino que en el femenino. #sto podría estar en relaci3n conel hecho de que el modo de reacci3n syc3sica corresponde con elestereotipo de la virilidad en las sociedades patriarcales como lanuestra. ;ami'n se corresponde la preferencia a la derecha para lalocali!aci3n de los síntomas, correspondiendo tradicionalmente laderecha en estas sociedades al padre, a lo masculino, al camino

recto, a la ra!3n, a la fuer!a, a la direcci3n del movimiento del sol, alorden, en rivalidad con la i!quierda, salvo en la tradici3n china )endonde la derecha y la i!quierda son t'rminos complementarios y deequilirio, como el ying y el yang, más que de rivalidad/. ;ami'n sellama a Lycopodium «pie de loo» o «a!ufre vegetal», pues el polvode sus esporas es inBamale ?se utili!3 antiguamente en los fuegosarti6ciales?, lo que le acercaría a 2ulphur, a!ufre y sol de la tierra,remedio muy centrado en su persona y en la «notoriedad» que puedatener en la sociedad. 9icho esto, encontraremos de ve! en cuandouna ni-a Lycopodium, tanto más cuanto en nuestros días algunasmu1eres reivindican las mismas posiilidades que los homres ypueden encontrarse «en1auladas» en una prolemática de poder y de



orgullo Iy por tanto, chiquillas aocadas a este hermoso porvenirJ#n el mismo orden de ideas, la forma syc3sica, la más viril, ha sido laque ha predominado en el mundo homeopático hasta el punto deescamotear la forma ps3rica, discreta y piadosa, confundida amenudo con &ulsatilla en el ni-o. I#s ya tiempo de de1ar estos

t3picosJ9igamos una ltima palara sore la coherencia psicosomática deeste remedio. Las grandes polaridades son anales y parecidas atodos los policrestos8 piel, sistema nervioso, sistema hepatodigestivoy urinario, crecimiento, cada una puede e"plicarse por la herencia o lapsicosomática7 por el contrario, podemos remarcar un modoreaccional particular de Lycopodium, el del hígado. ;odos loshome3patas han remarcado desde siempre la importancia del da-ode este 3rgano en Lycopodium. %#s deido a una falta de fe en sí mismo( 2ea lo que sea, el hígado, el msculo y el crecimiento estánafectados8 los peque-os Lycopodium son delgados y a vecespeque-os7 les falta musculatura. #l hígado y el msculo goiernan elmetaolismo del glic3geno y de la glucosa7 1ustamente tienen granapetito, un fuerte deseo de a!car y toleran mal el ayuno, conhipoglicemias7 pueden tener hipoglicemias, diaetes y anintolerancia al a!car7 otros tendrán anore"ia, constipaci3n, soretodo durante los via1es )se encierran cuando están le1os de su casa,en un amiente e"tra-o/, dispepsia hipost'nica con hincha!3n ydolores de vientre7 algunos fácilmente harán una ictericia. #lprolema hepático del a!car corresponde ien a la funci3n de lanutrici3n8 dar fuer!a. 5 Lycopodium le faltan fuer!a física y fuer!a

moral y quisiera ser fuerte pero ahí está d'il, delgado, pocomusculoso, poco resistente y a la squeda del a!car*fuer!a que nopuede conservar y metaoli!ar ien. &or 6n, algunos tienen unaspecto «degenerado», como el licopodio, por herencia familiar, ytienen estigmas del miasma syphilítico8 escoliosis, arcadas tiiales,naevi, enanismo, tinte terroso, aspecto enve1ecido, gran fragilidad alas infecciones y fatigailidad.

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