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Rutas por la ciudad Catedral de Nuestra Señora de la Huerta Plaza de Toros Vieja Río Queiles Plaza de España—Ayuntamiento Arco de San Ginés Convento de la Concepción de Ntra. Sra. Murallas—Plaza de la Laguna Los viajeros románticos 1 6 4 5 3 2 7

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Rutas por la ciudad

Catedral de Nuestra Señora de la Huerta

Plaza de Toros Vieja

Río Queiles

Plaza de España—Ayuntamiento

Arco de San Ginés

Convento de la Concepción de Ntra. Sra.

Murallas—Plaza de la Laguna

Los viajeros románticos

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El pintor francés Jules Worms llegó a nuestra ciu-dad en 1863. Nuevamente la torre y los restos de lamuralla conservados en la plaza de la Laguna del barriode San Miguel o el cubo semicircular almenado sobreel que se asentó en el siglo XVI una pequeña torre deaspecto mudéjar perteneciente al colindante conventode la Concepción, fueron los vestigios que más llama-ron la atención del galo. Sin embargo, lo más intere-sante de su relato fue su visita al antiguo teatro de laAlmehora, construido en 1664 y derribado a comien-zos de la década de 1980, sustituido por el actual en1921, y a un pintoresco festejo taurino, del que llevó acabo un dibujo, en la denominada hoy en día Plaza deToros Vieja, siete años antes de la construcción delcoso en uso en la actualidad.

Gustavo Adolfo Bécquer visita Tarazona entre1863 y 1864 al menos en dos ocasiones. En primerlugar, en el viaje desde Madrid hasta Veruela que reali-za junto con su hermano Valeriano y su familia, hacenoche en una fonda cuya situación ha levantado ciertapolémica ya que siempre se ha creído que estabalocalizada en la Rúa Alta, pero, al parecer se ubicaría enel barrio de la Almehora, junto a la actual calle de laPosada. Bécquer deja Tarazona para proseguir su viajehasta el monasterio de Veruela; sin embargo, regresa ala ciudad del Queiles, excursión que nos describe en laCarta V Desde mi celda. En el texto nos relata elambiente de la plaza del Mercado, actual de España, yse detiene en la magnífica fachada del Ayuntamiento.Acompañando a Gustavo Adolfo, encontramostambién en Tarazona a su hermano, el pintorValeriano Bécquer que sólo recoge un dibujo de unavista del río Queiles en el cuaderno que titulaExpedición de Veruela.

Rutas por la ciudad

La situación geográfica de Tarazona, ubicada en laencrucijada de distintos territorios históricos y admi-nistrativos, y su deficiencia patente en las comunica-ciones y el transporte hasta bien entrado el siglo XX,fueron las causantes de que nuestra ciudad haya sidopoco visitada por los viajeros románticos y cuente conpoca literatura de este tipo. Sin embargo, nuestrosescasos visitantes, por otra parte de alto nivel, dejaroninteresantes percepciones de la Tarazona del siglo XIX

que, en gran medida, todavía hoy podemos advertir.

En primer lugar, los viajeros José M.ª Quadrado yFrancisco J. Parcerisa visitaron Tarazona en 1844 conmotivo de la redacción del capítulo que sobre nuestraciudad recogieron en sus Recuerdos y bellezas deEspaña. Quadrado recorrió y elogió con expresionestan reiteradas como «sonoroso Queiles; pintorescospuentes» que cruzaban el río y que fueron sustituidosa lo largo del siglo XX por los actuales; «portal de oji-vos arcos» que podría tratarse del arco de San Ginéssituado en el barrio de la Almehora cuyo titular ha sidorecientemente restaurado por iniciativa de laFundación Tarazona Monumental; «empinadascalles» como son las de la parte alta de la ciudad;«informes y colosales tapias y robustísima puerta»,sin duda en referencia al torreón y al lienzo de murallaque todavía se conserva en la plaza de la Laguna en elbarrio de San Miguel; o las «revueltas calles inclina-das» de inevitable mención para todo visitante deTarazona. Por su parte, el dibujante, pintor y litógrafoParcerisa ejecutó varios grabados de nuestra ciudadque fueron incluidos en el tomo dedicado a Aragón.

El escritor y dibujante inglés Richard Ford viajó aEspaña en 1831 recorriéndola de norte a sur y de este aoeste hasta 1845, año en el que se editó por primera vezen Londres una guía de sus viajes. Por eso, desconoce-mos en qué momento exacto visitó Tarazona y escribióun breve pero intenso párrafo en el que resume la histo-ria y cita los monumentos turiasonenses más singula-res, particularmente «su catedral gótica, un alcázarmoro, tres puentes sobre el Queiles y una pintorescaAzuda» que ya enumeró al nombrar el alcázar.

Los viajeros románticos