los telepredicadores, los talk shows ylaprimera enmienda · 2017. 4. 29. · der cocacolas ‘q 2...

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los telepredicadores, los talk shows y la primera enmienda ¿CÓMO HAY QUE MIRAR Y cÓMO HAY QUE ESCUCHAR EN LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRIcA? Pinar Agudíez Calvo 1. PRENOTANDO (~ iiando la información se ha despojado de sus razones conceptuales más ínti- mas y esencializadoras, en definitiva, cuando ha renunciado a ser un servicio a los otros por ser un servicio para beneficio de otros, ha dejado al descubierto la imagen que hoy todos vemos y que en aquellos que más incomodidad provoca ha conducido a empistarles por muy interesantes análisis sobre esta información des- plumada: sus efectos y afectos, su mordacidad y su veracidad, su antropofagia cul- tural: su voracidad. Ahora se vuelve la mirada hacia el sujeto. Bienvenida sea la nueva actitud si ello implica que empezamos a estar preocupados por los receptores, audiencias, públi- cos, lectores, consumidores de información <ya sea por sentido de pertenencia o por prestancia, por grey o por egregia conducta personal, por ánimo o por desánimo en los tiempos que corren). Valga esta presteza inicial favorable. Recuperamos a un sujeto que deambula por amplísimos pasillos de significación y de sentido, todos muy próximos: tan sólo hay que mantenerse ágil ante el mando a distancia de esta casa catódica. Y, ahora, descubrimos lo útil que podría resultarle a este paseante algún plano que le ayudase, cuando menos, a situarse sin temor a perderse. Prestos a la tarea nos disponemos a poner rótulos en las puertas y los pasi- llos de tanto contenido, para que nadie se equivoque y todos puedan ir derechitos, sin errores, sin pérdidas de tiempo y de paciencia, con garantías. Por ello, nos decimos: Todos los análisis que se hagan sobre discursos periodísti- cos serán pocos “. Pero los que se hagan, considero sustancial, sean de aquellos contenidos que provocan la concurrencia de las mayorías. Tengo entendido que algunos brillantes investigadores de la comunicación llevan muy adelantados sus análisis sobre material televisivo: sean realityshowso culebrones. Pero hay más: la creación animada, las tertulias, los debates sobre hechos de actualidad, los infor- mativos, la publicidad.., y la radio. cic n~ t 143-157 Servicio de Publicaciones UCM. 1995

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  • los telepredicadores, los talk showsy la primera enmienda¿CÓMO HAY QUE MIRAR Y cÓMO HAY QUE

    ESCUCHAR EN LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRIcA?

    Pinar Agudíez Calvo

    1. PRENOTANDO

    (~ iiando la información se ha despojado de sus razones conceptuales más ínti-mas y esencializadoras, en definitiva, cuando ha renunciado a ser un servicio

    a los otros por ser un servicio para beneficio de otros, ha dejado al descubierto laimagen que hoy todos vemos y que en aquellos que más incomodidad provoca haconducido a empistarles por muy interesantes análisis sobre esta información des-plumada: sus efectos y afectos, su mordacidad y su veracidad, su antropofagia cul-tural: su voracidad.

    Ahora se vuelve la mirada hacia el sujeto. Bienvenida sea la nueva actitud si elloimplica que empezamos a estar preocupados por los receptores, audiencias, públi-cos, lectores, consumidores de información

  • 144 Los TELEI’REOIcADORES, LOS TAER SHI’WS Y LA PRIMERA ENMIENDA

    Como quiera que hemos sido invitados para colaborar en este número monográfi-co sobre “ Información y drama en televisión “ he considerado oportuno tratar enestas páginas uno de los fenómenos más típicamente norteamericanos ( y mejorexportables, seguramente por ello ), surgido en la década de los setenta, y que havenido a alcanzar hoy una especial notoriedad en los medios de información detodo el mundo a raíz del atentado de Oklahoma del 19 de abril de 1995. Me refie-ro a la especial utilización, toda vez que ya han podido ser medidos y probados susexitosos resultados, que de los medios de información han efectuado los llamadosgrupos de presión ( lobbies) norteamericanos.

    Dar cuenta del fabuloso poder adquirido por alguno de estos grupos - ya sea la Coa-lición Cristiana, la Policía contra el Nuevo Orden Mundial o la Asociación Nacio-nal del Rifle - nos obliga a apuntar en el inicio mismo de su surgimiento, su poste-rior penetración y su final aceptación, a niveles populares masivos, hacia losmedios de comunicación: al uso y control de la televisión y de la radio, el mejortrampolín para caer en los brazos de la audiencia norteamericana, generar y con-ducir sus expectativas y despertar sus adormecidas demandas. Las horas de emi-sión, por televisión y radio, de estos lobbies y grupos de presión garantizan unanueva aurora para América “y consiguen que sus audiencias se sientan líderes delrelevo americano. Lo que se prepara es el recambio ultraconservador para Améri-ca: aglutinar millones de votos, bajo la mediación de estos lobbies, para el sectormás conservador de los republicanos.

    Tal vez, detrás de los trabajos y los días de estos “ paladines de la supremacía blan-ca “que formulan su particular “cruzada por la decencia” exista un objetivo variasdécadas meditado: consolidarse en avanzadilla ideológica, junto a otras organiza-ciones, del Partido Republicano de los Estados Unidos, principal baluarte, conNewt Gingrich al frente, de la revitalización de los valores morales de EEUU.

    2. TELEPREDICADORES, MENsAJEROS, CHARLATANES Y GURÚS

    “Son los herederos de aquellos predicadores que salen en las películas del Oesteadvirtiendo a gritos de los peligros que suponen para el futuro de América tantowhisky, tanta familiaridad con las cantineras de corpiño ajustado y tanto olvido dela palabra de Dios. Ya no van vestidos de negro de los pies a la cabeza, pero siguengesticulando igual, el índice derecho amenazando a la audiencia, la Biblia abiertaen la mano izquierda para consultar en cualquier momento. Como, a pesar de lasamenazas de sus antepasados, el país ha progresado bastante, ahora llegan a susmítines en Mercedes en lugar de diligencias. Y en vez de reunir a sus fieles en lapolvorienta plaza frente al saloom, se aseguran deque su mensaje llegue a los peca-dores de la forma más inmediata y universal posible: a través de la televisión”. 1

    En 1988, treinta millones de norteamericanos se sentaban cada día frente al televi-sor para seguir las alocuciones de Jimmy Swaggart, de Pat Robertson, de jim yTammy Baker, de Oral Roberts, de Robert Schuller ( por citar a los que conseguían

  • PINAR AGUDÍEZ CALVO 145

    los mayores índices de audiencia y el mayor número de seguidores ), a través de221 emisoras locales de televisión y 1.370 de radio. Cada uno de los nombradoscoíncide en denunciar la presencia de Satanás hasta en la Casa Blanca mientras susfieles se suman a colectas millonarias que sustentan imperios religiosos valoradosen 230.000 millones de pesetas.

    El fenómeno, tan americano, del puritanismo religioso con tintes populistas se havuelto más fenómeno aún desde que los nuevos predicadores protestantes descu-brieron, hace unos diez años, que esperar a que los fieles llenaran el domingo porla mañana sus pequeñas iglesias y permanecieran una hora sentados o arrodilladosen duros bancos se había quedado totalmente anticuado en la era de la televisión.Y que para vender a Dios hay que utilizar el poder de la imagen igual que para ven-der cocacolas ‘Q 2

    El tobogán acuático más grande del mundo se encuentra en la Disneylandia pasto-ral de Fort Mill, al sur de California, construida por los esposos Jim y Tammy Baker.La “ Ciudad de la Fe “ que Oral Roberts ha levantado en Tulsa < Oklahoma ) ofre-ce viajes en trenes miniatura por parajes que pretenden ser la réplica de los princi-pales capítulos de la Biblia. Robert Schuller ha edificado, a prueba de terremotos yciclones, en Garden Grove ( California ), una catedral de cristal de 40 metros dealtura. Sus 10.000 ventanas plateadas y su auditorio, con una capacidad para 3.000personas y en cuyos laterales se han instalado pantallas gigantes de televisión paraseguir, sin perder detalle, el servicio religioso de Schuller, constituyen el primerreclamo de atracción para fieles y turistas. Patt Robertson ofrece a sus seguidorestoda clase de entretenimientos religiosos y mundanos, desde elecciones de missesa conciertos de música pop. “Civic Arena”, cuartel general de Jimmy Swaggart enPittsburg

  • 146 l.os -rrI.EI+’mIcADORH 1 OS TAL 1< SI-IIWVS Y LA I’RIÑ4ERA ENMIENDA

    comunista, el SIDA ya se padeció en Sodoma y Gomorra y el aborto es la conti-nuacíon en clínicas norteamericanas del experimento que Hitler comenzó en loscampos de exterminio nazi”.

    Desde que, en la década de los años ochenta, los predicadores perfeccionaran estetipo de discurso tras cada una de sus apariciones en los medios de comunicacióntreinta millones de norteamericanos han descubierto su salvación y la salvación deAmérica con sólo apretar el mando a distancia de la televisión o mover el dial dela radio. Encarnación Valenzuela explica esta “ reacción popular “ en los siguien-tes términos :“ Ellos se convirtieron en resucitados ( ‘ boro again ). Y los telepre-dicadores, en supermillonarios hombres de negocios. Lo cual sería considerado porprincipio inmoral en otro lugar, pero no en los Estados Unidos, donde el éxito reli-gioso se mide por el mismo rasero que el éxito secular: en dólares

    Para predicadores, fieles y seguidores de estos movimientos el dinero no es una ten-tación peligrosa de la que uno deba apartarse. Los peligros del mundo son otrosel dinero no es pecado, los pecados acechan bajo otras formas ) y hay que “ armar-se en una Cruzada “ con el fin de que sucumba el principio de separación entreIglesia y Estado salvaguardado por la Constitución de los Estados Unidos.

    Su particular Cruzada, que se realiza a través de lobbies y grupos de presión anteel Congreso y las cadenas de televisión, llega hasta las escuelas. Su escenario debatalla favorito: abogan porque se les permita el rezo a los niños en las escuelas -cuestión que por una interpretación del Tribunal Supremo sobre ese principio cons-titucional, se prohibió - y, especialmente, porque los libros de texto dejen de ense-ñar la teoría de la evolución: para explicar la creación sólo se necesita una Biblia¿quien nos asegura que Darwin no sea un inflitrado comunista? ).

    Si el comunismo es el demonio particular que puede aparecer donde uno menos selo espere: entre los Congresistas, en las películas de Hollywood, en las aulas, ellosson los elegidos para, mirando siempre hacia las cámaras ( que conocen como lapalma de su mano ) y absorbiendo al espectador, exorcizarlo.

    Quien con la ayuda de Dios consiguió desviar un ciclón, Pat Robertson, se presen-tó, en la carrera a las Presidenciales de 1988, como virtual candidato a ocupar laCasa Blanca. Es uno de los Telepredicadores más famosos del país y, quizá, uno delos que mejor representa la imagen del hombre de negocios con éxito - todavía noha olvidado una sola vez pedir, durante sus emisiones, los donativos que le permi-tan seguir el camino que Dios le encomendó -. En la rueda de prensa en la queanunció su candidatura, apoyada por la Coalición Cristiana - un grupo de organi-zaciones conservadoras que se unieron bajo este nombre para este particular fin -‘disertó sobre la necesidad de que los estadounidenses “ vuelvan a aceptar el viejoconcepto del freno moral y la abstinencia antes del matrimonio” 4 con la mismasoltura con la que eludió contestar a los periodistas interesados en conocer su opi-nión sobre los resultados de las encuestas que, por aquellos días, indicaban que notendría posibilidades de enfrentarse en serio a candidatos de la talla de George

  • PrNAR AGUOÍEZ GAJ yo 147

    Bush, Robert Dole o Alexander Haigh. En esa ocasión, Robertson no pudo escapara la atención de los equipos de investigación de los periódicos 11w WashingtonPost y Pie VVaII Street JournaL Unos, se pusieron a trabajar y destaparon la relaciónextramatrimonial que el predicador Robertson había mantenido con su esposa. Losotros les tomaron el relevo y advirtieron que el nacimiento del hijo de Robertsonera anterior a su unión conyugal. Los periodistas consiguieron que abandonara sucarrera hacia la Casa Blanca.

    El discurso mesiánico de Robertson: “ por Dios a la Casa Blanca “, en el afilado len-guaje de Encarnación Valenzuela, coincide esencialmente con la estrategia de lide-razgo republicano representado por Ronald Reagan en la década de los ochenta ydepurado por sus delfines para esta década de los noventa: recuperar la voluntadcolectiva y la dirección intelectual y moral de los EEUU y del mundo cristiano-occidental.

    El agresivo discurso anticomunista de Ronald Reagan y la numerosa presencia delos militares en los equipos de asesoramiento del presidente republicano hicieronvisible muy pronto cual había de ser el sentido de aquella priniera promesa electo-ral de recuperar “ una nueva aurora para América “. Ronald Reagan era el elegido,el visionario de una nueva derecha norteamericana, el llamado a recuperar el lide-razgo del mundo “ libre “o el factótum de la defensa de la civilización occidental.

    A este discurso se sumaba, en 1988, la Coalición Cristiana que pretendía aupar a PatRobertson a la Casa Blanca. A este discurso se suma, en 1995, la Coalición Cristianaque ha conseguido de New Gingrich la promesa de presentar ante el Congreso elContrato con las Familias de América “. Y se sumaron rápidamente Jimmy Swaggart,Oral Roberts, Robert Schuller, Fm y Tammy Baker. Todos con sobradas condicionespara hacer milagros ante las cámaras: podían frenar ciclones, tifones o tornados; con-seguían mejorarel tráfico en las horas punta; lograban reconciliar a matrimonios rotosy evitaban la quiebra de todo tipo de negocios. Bastaba con la fe del espectador.

    Los espectadores escriben relatando sus cuitas como si aquello fuera un consul-torio sentimental. Y el predicador se concentra y reza por lo que sea, después denarrar los pormenores de la historia, que se sigue en un programa posterior paracomprobar, por ejemplo, el prodigio del marido que regresó al hogar, aunquenunca se sepa si fue por la vergúenza de que varios millones de personas llegarana conocer cómo se escapó con la camarera del club de la esquina “.

    Entre un número y otro, todos los gurós mediáticos, aprovechan para apelar al blin-daje de América para que todos y, especialmente los niños, se libren - dice JimmySwaggart - de las enseñanzas de” Darwin, Marx, Stalin y Mao, discípulos de Satán.América era y sigue siendo aún el país más maravillosos del mundo pero su cultu-ra se está contaminando con un SIDA espiritual

    Los shows religiosos de Swaggart se emiten a través de su emisora particular a 140países y se traducen a 15 idiomas.

  • 148 LOS TEl EI’REDIcADORF.S, 1 OSTALK SHPVVS Y A ‘RIMERA LNM¡UNDA

    De prédica sabihonda y práctica cachonda, los telecatequistas han sabido orga-nízar un riguroso sentido del marketing, el multimillonario perdón de sus pecadosde lecho y de cohecho. Todos son, por supuesto, inexpugnablemente conservado-res, y sus buenas razones tienen: sin ír más lejos, a Jimmy Swaggart se le atribuyeuna renta anual de 130 millones de dólares “~

    El Club PTL, imperio de Jim y Tammy Baker, que ha llegado a valorarse en 25.000millones de dólares, lleva las iniciales de Praise the Lord ( Alabad al Señor). Con losdonativos que enviaban los 13 millones de personas que seguían todos los días, excep-to sábado y domingo, su show a través de las 1 61 emisoras de televisión conectadas auna red por cable - de su propiedad - los Baker construyeron el parque de atraccionesreligioso Heritage USA. Este imperio comenzó a venirse abajo cuando la secretaria deJim, Jessica Han, de 28 años, admitió haber mantenido relaciones sexuales con éste yhaber recibido posteriormente del predicador 115.000 dólares para que no lo revela-ra. “ Más que el pecado, lo que pareció ofender a sus seguidores fue que el dinerohubiera salido - como confirmó una investigación posterior - de los donativos de losfieles, los mismos que mantenían las casas, los coches y los grifos de oro “.

    Telepredicadores que han construido sus imperios gracias a 30 millones de ciuda-danos, un público fiel a las mejores tradiciones norteamericanas y fervoroso poralcanzar la salvación eterna pero no por ello, menos capaz de negar los nombresde Robertson, Swaggart, Baker, Roberts, Schuller tres veces si descubre que ha sidoengañado, es estafado o sus donativos sufren algún desvío para comprar el silencioque guarde para siempre los deslices terrenales de estos “adalides de la decencia”.

    2.2. LA COALICIÓN CRISTIANA

    La Coalición Cristiana que aglutina a un grupo de organizaciones conservadorasnorteamericanas, ha logrado constituirse en el principal soporte ideológico del sec-tor republicano que lidera el Presidente de la Cámara de Representantes de losEEUU, Newt Gingrich.

    Fundada en 1988 para promover la campaña electoral del telepredicador PatRobertson, este lobbie “ cuenta en la actualidad con más de un millón y medio demíembros y más de 1.600 organizaciones en los 50 Estados del país “~ 8

    Su actual director Ralph Reed presentó ante los medios de información norteame-ricanos, el día 17 de mayé de 1995, el “ Contrato con las Familias de América”:”diez propuestas que obligarán al gobierno a combatir la crisis cultural que aflige anuestra nación desde hace tres décadas “, en palabras de Reed. Junto a él, en la pre-sentacíon, se encontraban el senador Phil Gramm, uno de los aspirantes a la can-didatura republicana para las presidenciales de 1996, y Newt Gingrich, presidentede la Cámara de Representantes, quien declaraba a los informadores: “ Igual quemantuvimos nuestras promesas en los primeros 100 días, estamos comprometidosa poner en marcha ahora el Contrato de Familias

  • YINA~ Acuo(rz CALVO 149

    Antonio Caño, en la información elaborada para el diario El País a propósito de laCoalición Cristiana recoge: “ Esta iniciativa, que acentúa el giro a la derecha delPartido Republicano y demuestra el poder del sector religioso, promete abrir unabrecha dentro de la derecha entre los partidarios de esta tendencia y los republica-nos moderados que consideran esa política demasiado extremista “.

    La Coalición Cristiana quiere que antes del final de año el Congreso haya aproba-do los principales puntos del Contrato con las Familias de América: Abolición delDepartamento de Educación y entrega de las responsabilidades en esa materia a lasfamilias; Suspensión de las subvenciones al arte y a la televisión pública; Elimina-ción de los fondos públicos para la práctica de abortos y otras limitaciones a esederecho; Una enmienda constitucional que garantice la libertad a rezar en lasescuelas; Obligar a los delincuentes a pagar compensaciones a las víctimas de suscrímenes.

    Ralph Reed que ya mostró su especial generosidad cuando hubo de gastarse unmillón de dólares en ayudas para el anterior “ Contrato con América “, tiene dis-puesta, para esta ocasión, “ una campaña publicitaria de dos millones de dólarespara defender las propuestas del nuevo Contrato con las Familias de América.Copias de esta iniciativa estarán dentro de dos semanas en las librerías, y alrededorde 10 millones de votantes serán movilizados para presionar a sus congresistas”. ~

    2.3. AMERICANOS PARA LA REFORMA FISCAL

    Grover Norquist, bautizado por Pie WaII Street Journal como “ el Lenin del Movi-miento antiimpuestos “ se dió a conocer con un golpe de efecto, el que causara laorganización que fundó en 1985, Americanos por la Reforma Fiscal. Con unos60.000 miembros repartidos por todo el país, la organización ha logrado convertir-se en una enorme red de influencias políticas al servicio de los intereses conserva-dores. “ Literalmente, hay muy poco que un político republicano pueda hacer enEE.UU sin Grover Norquist, y nada en su contra “.

    El periodista Antonio Caño, escribe en las páginas de El País del 19 de mayo de1995: “ Norquist conoce los puntos vulnerables de los políticos, sabe de dónde pro-ceden sus votos y cómo hacérselos ganar o perder. De esta manera, se ha conver-tido, con sólo 38 años, en un instrumento fundamental, no sólo para la plena tomadel poder por parte de los republicanos, sino para la transformación profunda a laque aspira la nueva derecha norteamericana

    El ideario ultraconservador de Norquist ha encontrado sus principales apoyos enla Coalición Cristiana, el ¡obbie religioso más importante de los EE.UU. - de sudirector Ralph Reed, Norquist ha dicho :“ Si quieres que alguien sea elegido eneste país, llama a Ralph Reed, él está organizado prácticamente en cada uno delos distritos electorales, él tiene gente auténtica, auténticos soldados” 11 - y en laAsociación Nacional del Rifle 12 - de la que uno de sus socios más antiguos, Ceor-

  • 150 Los Trí.UERLU

  • PINAR AcIJDIUZ CALVO lii

    con su tertulia-.- este influyente comentarista acusó a los” liberales —uno de los tér-minos que emplea conlo insulto de fomentar “ una campaña nacional de histeriacontra el movimiento conservador y sacar partido del atentado de Oklahoma. Quenadie se equivoque: van a utilizar esta tragedia para su provecho político “~ 15

    La alusión de Liírbaug al presidente de los EE.UU. quería ser la réplica a las decla-raciones de BUí Clinton tras el acto religioso por las víctimas del atentado dell 9 deabril. En esta ocasión, el Presidente señalaba que las ondas radiofónicas se utilizana menudo “ para mantener en estado de paranoia a la mayor cantidad posible degente y enfrentar al resto. Es hora ya de que los que creemos que la libertad deexpresión va emparejada con la responsabilidad denunciemos la imprudencia deeste comportamiento y de este discurso “, según la información recogida por JoséM” Calvo ( El País, 4 de mayo de 1995).

    Otro de los líderes de los talk shows es G. Gordan Liddy, un excolaborador de laCasa Blanca, que fuera condenado a 20 años de cárcel por su relación con el casoWatergate - pena de la que sólo cumplió una parte al ser indultado por el presidenteJimmy Carter -. Gordon Liddy “ se rasga ahora las vestiduras desde su estudio deFairfax ( Virginia ): Mis oyentes saben que yo no he dicho nada de volar edificiosen los que hay oficinas del ATE < policía encargada, entre otras cosas, de las armasde fuego ). Lo que he dicho es que si vienen a por ti disparando, como en Waco,hay que pedir ayuda a la milicia y dispararles a la cabeza en defensa propia. Estehombre sugiere en ocasiones a sus oyentes que hagan prácticas de tiro sobre lassiluetas de Bilí y Hillary Clinton. Tras la polémica, Liddy ha precisado ante losmicrófonos: Retiro lo que dije sobre disparar a los agentes a la cabeza. Hay queapuntar al pecho y a la entrepierna”. 16

    El día 20 de mayo de 1995, la agencia internacional de noticias AFP, enviaba,desde Boston, la siguiente información a sus suscriptores: ‘Gordon Liddy, ex cola-borador de la Casa Blanca, que fue condenado a prisión por el escándalo Water-gate, ha sido galardonado con el Premio a la Libertad de Expresión, que concede laAsociación Nacional de Debates Radiofónicos en Estados Unidos. Tras el atentadode Oklahoma, Liddy suscitó reacciones diversas invitando a sus oyentes a apun-tar a la cabeza “ si los agentes federales asaltaban sus residencias. “ No se trata deun juicio de valor sobre sus opiniones, sino un reconocimiento a la forma en quehace uso de la libertad de expresión “, ha precisado la organízacion

    El héroe americano, Oliver North, uno de los hombres del presidente Reagan impli-cado en el asunto lranlContra)Gate y juzgado por ello, es director y conductor deuna de estas tertulias radiofónicas. Su reacción no se ha hecho esperar y ha mani-festado recientemente que la influencia que ejercen estos programas es positiva:la radio anima a la gente a hablar, y mientras hablan no están por ahí fabricandobombas o disparando contra algu¡en” ~ Juzguen ustedes. ¿Quién puede atreversea legitimar las declaraciones de un tipo como Oliver North que tiene en su parti-cular haber la violación de la ley de Seguridad Nacional y el Control de Exporta-ción de Armas y otras cinco más? 113

  • 152 Los TI:I.EPRED[cADORES, lOS TALK SFIPWS Y LA FRIMERA ENMIENDA

    3.1. EL ATENTADO DE OKLAHOMA

    El 19 de abril de 1995, mil kilos de explosivos derribaron un edificio del GobiernoFederal de los Estados Unidos en Oklahoma. Los trabajos de rescate de victimas delatentado concluyeron después de 15 días de búsqueda con una cifra final de 164muertos, entre ellos 19 niños y dos desaparecidos. “ El presidente Clinton advirtió ayera los grupos paramilitares que deben acatar la ley y respetar las instituciones” 19 Cua-trocientas personas resultaron heridas por la explosión. Al único acusado del casoTimothy McVeigh se le añadía, el 11 de mayo, un segundo acusado por la justicianorteamericana, Terry Nichols,al parecer, amigo de McVeigh.

    El atentado de Oklahoma y la pertenencia de McVeigh a una de tantas miliciasparamilitares - se calcula que hay repartidas por todo el territorio nacional unnúmero, aunque indeterminado, cercano a las 20.000 - ha reabierto un dobledebate en la sociedad norteamericana: por una parte, se ha planteado la necesi-dad de mantener un férreo control sobre la venta y posesión de armas de fuegoy, por otro, se ha sugerido la conveniencia de ejercer algún tipo de control sobredeterminados mensajes que incitan a sentimientos xenófobos y racistas. En estesentido. la radio de agitación se ha visto en el punto de mira de numerosas cri-ticas lanzadas desde sectores periodísticos comprometidos con el ejercicio develar por una libertad de expresión responsable. De este modo, resurgen nueva-mente los interrogantes sobre la Primera y Segunda Enmiendas de la Declaraciónde Derechos y Libertades del pueblo americano y su interpretación a tenor delos acontecimientos.

    Bárbara Probst Solomon, escritora y periodista norteamericana, ha señalado que “elodio feroz al Gobierno Federal que se había manifestado en las tertulias radiofóni-cas de Estados Unidos justo antes de producirse ci atentado contra el edificio fede-ral de la ciudad de Oklahoma, el pasado 19 de abril, me hizo recordar odios simi-lares que explotaron justo antes del asesinato de Kennedy en 1963

    Esta periodista considera que el pueblo norteamericano no era, antes el atentado,verdaderamente consciente de la existencia de grupos paramilitares - marginaleshasta la explosión del 19 de abril -. En uno de los momentos más volátiles yextraños de la historia política estadounidense reciente, los extremistas republi-canos, durante su supuesto “ contrato “ de 100 días con Estados Unidos, intenta-ron desmantelar el Gobierno Federal y toda la legislatura establecida durante lamayor parte de este siglo. Durante esos seis meses, Rush Limbaugh, el rey entrelos empresarios de las tertulias de derecha, cuyas ideas ya tienen un tremendoatractivo para los grupos de supremacía blanca, fue festejado y adulado por todoWashington” 20

    Probst Solomon aunque no pone en duda que Limbaugh tampoco esperara eldesenlace final de los acontecimientos, critica que este líder de audiencia hubiera

    transigido con las ideas locas de grupos de supremacía blanca “ como quedabapatente en sus emisiones radiofónicas.

  • PINAR AcUDiEZ cAIXO 153

    La principal obsesión de estos grupos paramilitares, expuesta y defendida macha-conamente en los talk shows de Liddy o de Limbaug, es la confabulación delGobierno Federal de EE.UU. con un poder extranjero, como el que representan lasNaciones Unidas, para liquidarles. Así, su motivo para desear la derogación de laprohibición de armas de asalto se fundamenta en la creencia de que están siendoasediados. “ Su grito de alerta - señala Bárbara Probst - ha sido la chapucera incur-sión del FBI en el culto davidiano de Waco, Tejas, durante el cual murieron 70 per-sonas tras 51 días de punto muerto ‘¼

    Milicia de Montana, Policía contra el Nuevo Orden Mundial, Ciudadanos Unidospara Salvar la Constitución, Identidad Cristiana, Cuerpos Milicianos de Michigan,La Nación Aria, Los Patriotas de Arizona son grupos paramilitares que habrían uti-lizado la Red Internet para el reclutamiento de sus soldados.

    La congresista republicana, Helen Chenowet, se vió obligada a primeros del mes demayo a negar sus lazos con una de estas bandas paramilitares, la Milicia de Mon-tana, que distribuye un vídeo en el que ella misma explica “ cómo más del 50”/o deEstados Unidos está bajo control del Nuevo Orden Mundial” 21, término queemplean determinados sectores de la extrema derecha norteamericana para referir-se a la supuesta conspiración internacional dirigida por las Naciones Unidas.

    Sobre la relación entre los círculos de la extrema derecha y el terrorismo, el asesorde Bilí Clinton, George Stephanopoulos, señalaba al corresponsal de El País enWashington : “ Está claro que puede haber algunas conexiones, no necesariamen-te al atentado de Oklahoma, pero sí a un clima de intimidación de los funcionariosdel Gobierno sobre el que tenemos que ocuparnos” 22

    El historiador Gabriel Jackson escribía, el día 9 de mayo, a propósito de esta dere-cha radical: “ Se oponen a todo tipo de control de armas como limitación al dere-cho de los ciudadanos a tener armas; odian el impuesto sobre la renta, todas lasregulaciones federales sobre tierras, bosques y vías de agua. Odian en especial alDepartamento de Tabacos y al de Control de Armas de Fuego, que tenía una de susoficinas en el edificio reventado por la bomba del 19 de abril. Afirman no ser anti-semitas ni racistas, pero utilizan nombres como resistencia aria blanca, y explicanque intentan defender a Estados Unidos de la toma militar por parte de las Nacio-nes Unidas, y hablan siniestramente de un “ Gobierno de ocupación sionista”. Porsupuesto, uno de los temas repetidos constantemente es el de la supuesta pérdidade control del país por parte de su jefatura “cristiana” 23

    4. LA PRIMERA ENMIENDA Y CONCLUSIÓN

    El modelo informativo americano - función crítica, carácter no absoluto, crecien-te incremento de la libertad de expresión, y reconocimiento constitucional indirec-to del derecho de acceso a las oficinas gubernamentales - expresa la tensión entreconservadurismo y radicalismo, y atraviesa toda la historia americana, componien-

  • 54 •)S FELFINE IcADORrS~ LOS VAl HI’VVS Y LA I’NIMLRA ENMIENDA

    do junto a la dialéctica Unión-Estados y Segregación-Igualdad Racial, la clave paraentender la historia político-social de los Estados Unidos de América “~ 24

    Como la Constitución Americana del 17 de septiembre de 1787 adoleciera de unaDeclaración de Derechos, a presión de la opinión y de los Estados, de algunamanera, obligó, en 1791, a que fueran aprobadas las diez primeras enmiendas queiban a conformar la Declaración de los Derechos y Libertades del pueblo america-no. La Primera Enmienda, ratificada cl 15 de diciembre de 1791, establece que:

    El Congreso no hará ley alguna respecto al establecimiento de alguna religión, niprohibiendo su ejercicio; o imitando la libertad de palabra o de prensa; o el dere-cho del pueblo a reunirse pacíficamente

    Los pilares sobre los que ha descansado el modelo informativo norteamericano hansido el conservador o hamiltoniano - “ aristocratismo conservador de Adams yHamilton “(FARíAS: 1988) - y el liberal, crítico y radical o madisoniano - “ demo-cratismo progresista “ (FARíAS: 1988>-, que constituyen la base tradicional a la que,ya en la segunda mitad de nuestro siglo, vendría a sumarse el ideario de Shils y Belí- que representan, en términos del Prof. Farias, el tecnocratismo”. -

    Las interpretaciones de Hamilton, Madison y Bel! han proyectado su sombra sobretoda la práctica legislativa y jurisprudencial en materia de libertad de expresión delos EE.UU. sin conseguir, a mi juicio, registrar los criterios que ayudaran a formu-lar el contenido y los limites de la libertad de expresión recogida en la PrimeraEnmienda. Este es el meollo de la cuestión. Dejarlo sin resolver, ha conducido auna latente doble interrogación: ¿Es el problema, en si misma, la Primera Enmien-da al señalar que el Congreso no hará ley alguna limitando la libertad de palabrao de prensa “? ¿Es el problema arrogarse, desde la literalidad de la Primera Enmien-da, un uso indiscriminado, total, sin concesiones, de la libertad de expresión yhacer de ella lo que el ciudadano considere y crea oportuno hacer estando para elloformalmente legitimado?

    Una interpretación de esta Primera Enmienda, asiníilada y utilizada en nuestroentorno profesional y docente, es aquella que cohsidera que la mejor ley de pren-sa e.s la que no existe. Con este aforismo aforado, por mucho que mi humilde jui-do no quiera concederle tratamiento de concepto, siempre se ha querido templarel sentido de responsabilidad, valor prioritario de acción y actuación, de la Infor-mación. Moderar valor de responsabilidad ha sido, ajustándose a la literalidad dela Primera Foro enda y de sus interpretaciones en cascada, especial mente favorablepara las empresas periodísticas, para el profesional de la información y para lasaudiencias de los medios de información. Todos han utilizado algún “todo vale’cuando así lo disponían sus fines.

    Por ello, que prevalezca el derecho a la información sobre cualesquiera otros dere-chos individuales no nos asombra tanto como llega a asombrarnos que, cada vezcon más fuerza, logre afianzarse el “todo vale” ya sea entre la industria de la infor-

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    mación o entre los profesionales y aficionados del periodismo o entre las audien-cias encantadas de participar o de hacer sus primeros pinitos. Para sentirnos maslibres necesitamos sentir que mayor es nuestra libertad para decir y señalar. ¿ Acualquier coste

    Esta actitud y este talante inciden frontalmente en un tipo de discurso ¿informativo?que se amolda pronto a no sufrir rebaja alguna, ni siquiera la que los mínimos dic-tados de la ética profesional y particular nos aconsejan. Y ese discurso cobra pron-to la mayoría de edad y se emancipa generando otros discursos autónomos que, aveces, hacen burla a los mismos derechos individuales: los celulares, los que fue-ron su origen.

    Cuando se plantea, como trato de hacer ahora, formular con criterios jurídicos y legis-lativos - que siempre suelen ser recibidos, per se, como restrictivos - los contenidos ylos límites de la libertad de expresión, se dejan notar los primeros seismos que indi-can que hablar en estos términos es ponerle los muros de contención a la libertad deinformación y controlar el poder de generar opinión y gestionarla. Y ya nadie vuelvea plantear el tema, que pronto pasa al olvido, hasta tres seísmos más tarde.

    Mientras, desde algunas emisiones de Televisión y Radio se sigue vociferando quees una forma muy libre de expresarse. Y se puede difamar o caluníniar. Y se debearengar a las audiencias. Y basta algunos vocingleros pueden proponer motinescontra las instituciones democráticas o animar a dirigir el punto de mira de los riflesal pecho o la entrepierna de los funcionarios federales, siempre alegando la legíti-ma defensa. Sin ninguna ley que, al menos, indique hasta dónde puedo acercarmepara no errar el blanco.

    5. NOTAS

    1. VALENZUELA, E.: Religión con mando a distancia: Los Telepredicadores,GEO, NS 12, Enero,1988, pp. 26-30.

    2. ib p. 293. VALENZUELA, art. cit., p. 324. VALENZUELA, art. cit., p. 385. VALENZuELA, art. cit., p. 346. BENEDETTI, M.: La democracia light, El Pa(s, 5 de mayo de 1995, p. 13, 2~ y Y cs.7. VALENZUELA, art. cit, p. 398. El País, 18 de mayo de 1995, p. 10, 2~ c.9. El País, 18 de mayo de 1995, p. 1Q 2~ o.

    10. El País; 19 de mayo de 1995, p.8, 3½.11. El País, l9de mayo de 1995, p. 8,4%.12. La Asociación Nacional del Rifle (NRA), fundada hace 130 años, tiene tres millones y medio

    de afiliados y declara legalmente para campañas electorales unos fondos que ascienden acuatro millones de dólares. El carácter de lobbie ideológico que tiene la organización secomenzó a gestar en la década de los setenta. “La NRA vive un momento difícil desde que elatentado de Oklahoma dejó al aire una red violenta de extrema derecha, de fanáticos defen-sores de la ley de las pistolas, para los que la Asociación Nacional del Rifle, si no es su pro-motor, es por lo menos su sustento. Todos comparten el principio del ojo por oio en la luchacontra la delincuencia y todos se sienten amenazados por una conspiración que pretende

  • 1 56 Los TU FI’RF.EYCADORFS, lOS 1 ALK SI-]I”vVS Y LA IRIMERA ENMILNDA

    robarles su libertad y sus armas”, escribe Antonio Caño desde Washington para el diarioEl País.

    13. El País, 19 de mayo de 1995, p. 8,4’ c.14. El País, 19 de mayo de 1995, p. 8,4’ c.15. El País, 4 de mayo de 1995, p. 32,1’ c.1& El País, 4 de mayo de 1995, p. 32,1’ y 2’ cs.17. El País; 4 de mayo de 1995, p. 32,3’ c.18. Si algún curioso, en particular, o algún interesado, en general, quisiera recordar el procesamiento

    que instruyó el juez Lawrence Walsh y un equipo de 23 abogados y 35 agentes del FBI sobre ellran(Contra)Gate baste con acudir a las páginas 867 -868 y 873-876 de mi Tesis Doctoral, “Inter-pretación de un intento de paz en Centroamérica: Esquipulas II”, Volumen III, Madrid, 1992,

    19. El País, 6 de mayo de 1995, p. 12,5’ e.20. Oklahoma y el desconcierto de EEUU, Bárbara Probst Solomon, El País, 4 de mayo de 1995, ~x

    13, 4’ c.21. El País, 4 de mayo de 1995, p. 10,2’ c.22. El Pais, 4 dc mayo de 1995, p. 10, 1’ e.23. JACKSON, O.: ¿Quiénes estadounidense? El País, 9 de mayo de 1995, p. 17, 1’ c.24. FARíAS GARCíA, P.: Libertades Públicas e Información, EUflEMNUniversidad/Manuales, 1988,

    Madrid, p. 158