LOS SANTUARIOS MARIANOS: "MEMORIA" CELEBRATIVA DE LA IGLESIA

Juan Esquerda Bifet

Presentación: La "memoria" celebrativa de la Iglesia en los santuarios marianos

1. Los santuarios marianos, "memoria" celebrativa de la presencia operante y materna de María

2. Los santuarios marianos, "memoria" celebrativa de la Iglesia Madre de misericordia

3. Los santuarios marianos, "memoria" celebrativa de la fe, contemplación, perfección, comunión y misión de la Iglesia

Conclusión

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Presentación: La "memoria" celebrativa de la Iglesia en los santuarios marianos

Mi trabajo consiste principalmente en elaborar los datos ofrecidos por Juan Pablo II en sus visitas a los santuarios marianos, así como en algunas homilías y en las alocuciones antes del rezo del "Angelus" dedicadas a los mismos, especialmente durante el año mariano (1987-1988).1

Las Iglesias particulares, por la comunión de los santos, se intercomunican los dones recibidos del Espíritu Santo, también los dones concedidos en relación con los santuarios marianos. Cada santuario es como un corazón que comunica latidos de oración y de amor a toda la Iglesia, "un corazón con pulsaciones de oración, comunión y caridad".2

Con la presente reflexión quiero responder a la invitación de "Redemptoris Mater" (n.28), en la que se describen los santuarios marianos en relación con una presencia especial de María y, consecuentemente, con la vivencia de la fe por parte de la Iglesia. Estudio esta invitación en la perspectiva histórico-salvífica de "Tertio Millenio Adveniente".

Dice así la encíclica mariana de Juan Pablo II: "En este tiempo de vela, María, por medio de la misma fe que la hizo bienaventurada especialmente desde el momento de la anunciación, está presente en la misión y en la obra de la Iglesia que introduce en el mundo el Reino de su Hijo. Esta presencia de María encuentra múltiples medios de expresión en nuestros días al igual que a lo largo de la historia de la Iglesia. Posee también un amplio radio de acción... por medio de la fuerza atractiva e irradiadora de

1    ? Estudié anteriormente, en el Congreso Mariológico de Huelva: El culto a la Virgen en los santuarios marianos de América Latina, a la luz de los documentos del CELAM, presentando la dimensión evangelizadora y aprovechando también las alocuciones de los "Angelus" de Juan Pablo II, dedicadas a los santuarios de A.L. durante el año 1992.

2    ? Juan Pablo II, Recitación del santo Rosario en la Basílica de Santa María la Mayor (transmitida por mundovisión, en unión con otros santuarios marianos), 6 junio 1987: Insegnamenti X/2 (1987) 1999.

los grandes santuarios, en los que no sólo los individuos o grupos locales, sino a veces naciones enteras y continentes, buscan el encuentro con la Madre del Señor, con la que es bienaventurada porque ha creído, es la primera entre los creyentes y por esto se ha convertido en Madre del Emmanuel" (RMa 28).

Desde la encarnación del Verbo, el tiempo histórico ha adquirido una nueva dimensión, a modo de actualización de la misma vida de Cristo en la vida humana. "En Jesucristo, Verbo Encarnado, el tiempo llega a ser una dimensión de Dios... Cristo es el Señor del tiempo, su principio y su cumplimiento" (TMA 10).

María acompaña a la Iglesia, donde se prolonga y hace presente Cristo, para realizar un camino histórico y salvífico: "Ella guía con seguridad sus pasos al encuentro del Señor" (TMA 59). La realidad salvífica del "Cenáculo", cuando la comunidad primitiva estaba "reunida con María la Madre de Jesús" (Act 1,14), de algún modo se presencializa en toda reunión eclesial y especialmente en relación con los santuarios marianos.

Celebrar un acontecimiento de un santuario es un hecho de gracia, que hay que reflexionar a la luz de la fe y no sólo como un hecho sociológico. Esta fe se apoya en la Palabra de Dios, predicada por los Apóstoles, y recoge el eco de todas las Iglesia, como fidelidad a la acción del Espíritu Santo en cada Iglesia y en cada época, y también como fidelidad a una herencia de gracia que deriva de los Apóstoles y que se transmite de generación en generación. Cuando esta fe se proclama y vive en un santuario mariano, esta proclamción celebrativa se hace con María y como ella, imitando su fidelidad y pidiendo su intercesión.

La realidad de un santuario mariano forma parte de la "memoria" de la Iglesia respecto a los acontecimientos salvíficos, actualizados en las celebraciones litúrgicas, vividas éstas con María y como ella. Las notas características de todo santuario mariano podrían ser las siguientes: Es siempre un "encuentro en torno al altar de Jesús", "a los pies de María Santísima" (o "bajo la mirada amorosa de María"), como "Pueblo de Dios que peregrina", en una actitud de "apertura al don de Dios", que "se comunica en Jesús, nuestro Salvador, y nos viene de María". Por esto la visita al santuario mariano tiene sentido de conversión: "significa, por el hecho mismo, la voluntad y el esfuerzo de acercarse a Dios y de dejarse inundar por él", tomando a María como ejemplo y ayuda, puesto que se quiere proceder "mediante la intercesión, el auxilio y el modelo de María". De este modo, se busca a Cristo "por medio de María". Los santuarios deben ser, pues, "lugares privilegiados para el encuentro de una fe cada vez más purificada, que les conduzca a Cristo". Los santuarios ofrecen la oportunidad de la celebración litúrgica (Eucaristía, Palabra, reconciliación...). Entonces conducen "al centro de toda piedad sólida, Cristo Jesús, Hijo de Dios Salvador", para guiar a los creyentes "hacia la Trinidad Santa".3

Todo santuario debe "proporcionar abundantemente a los fieles los

3    ? Los entrecomillados son de la homilía de Juan Pablo II en el santuario de Zapopan (Guadalajara, México): "Insegnamenti" (1979), II, 287-292. Se cita "Marialis cultus" (nn. 25-27, 37). El Papa inauguró la Conferencia de Puebla (IIIª Conferencia General del Episcopado de América Latina) el día 28 de enero de 1979. Dos días después, el 30 de enero, tuvo esta homilía en la que resume el significado de los santuarios marianos especialmente en América Latina. La homilía tendría resonancia en el documento final de Puebla, que la cita repetidas veces (nn. 283, 297, 452, 454, 463).

medios de salvación, predicando con diligencia la palabra de Dios y fomentando con esmero la vida litúrgica principalmente mediante la celebración de la Eucaristía y de la penitencia, y practicando también otras formas aprobadas de piedad popular" (CIC, can. 1234, pár. 1). Esta realidad pastoral-salvífica de todo santuario se deberá concretar de modo especial en los santuarios marianos.4

1. Los santuarios marianos, "memoria" celebrativa de la presencia operante y materna de María

La intención de Juan Pablo II, al escribir la encíclica "Redemptoris Mater", ha quedado explicitada en sus mismas afirmaciones : "Siguiendo la línea del concilio Vaticano II, deseo poner de relieve la especial presencia de la Madre de Dios en el misterio de Cristo y de la Iglesia" (RMa 48). Todo el documento recuerda continuamente esta presencia en sus diversas facetas.

Esta presencia había sido ya recalcada en la doctrina conciliar, no sólo por su "influjo salvífico" siempre actual en la Iglesia (LG 62), sino también porque "en esta tierra, hasta que llegue el día del Señor, antecede con su luz al Pueblo de Dios peregrinante como signo de esperanza y de consuelo hasta que llegue el día del Señor" (LG 68).

La Iglesia sabe que, al "conmemorar los misterios de la redención... en cierto modo se hacen presentes" (SC 102). Es en "la celebración del círculo anual de los misterios de Cristo", donde la Iglesia encuentra a "María unida con lazo indisoluble a la obra salvífica de su Hijo" (SC 103). El año litúrgico discurre desde la Encarnación hasta la Pascua y Pentecostés, desde el "fiat" de María hasta su glorificación en Cristo.

En toda fiesta litúrgica mariana y en todo santuario mariano se vive la presencia de María en relación con el misterio de Cristo y de la Iglesia. La historia eclesial (y la historia de toda institución) es una historia de presencia de María. "Ella continúa ahora en el cielo cumpliendo su función materna de cooperación en el nacimiento y en el desarrollo de la vida divina en cada uno de los redimidos... La maternidad espiritual de María trasciende el espacio y el tiempo y pertenece a la historia universal de la Iglesia, porque ella ha estado y sigue estando presente con su asistencia maternal... En realidad, todos los períodos de la historia de la Iglesia se han

4    ? Me ha servido de orientación preliminar la abundante bibliografía sobre santuarios marianos, especialmente: AA.VV., Cammina verso lo splendore, il Signore cammina con te, Roma, Pont. Cons. Past. Mig. 1992 (estudios doctrinales y aplicación a santuarios concretos); M.M. ARRIBAS, Santuarios marianos, religiosidad popular y pastoral, en: María en los caminos de la Iglesia, Madrid, CETE 1982; G. BESUTTI, Santuarios, en: Nuevo Diccionario de Mariología, Madrid, Paulinas 1988, pp. 1817-1837 (sigue J. VEGA, sobre santuarios españoles: pp. 1837-1851); C.I. GONZALEZ, La obra de evangelización en los santuarios marianos, en: María, evangelizada y evangelizadora, Bogotá, CELAM 1988, cap. X, n.4; L. HERRAN, Pastoral de los santuarios marianos sobre la base de la religiosidad, en las enseñanzas de Juan Pablo II, "Estudios Marianos" 48 (1983) 149-280; J. MEJIA, Il ruolo materno di Maria nella teologia e nella missione della Chiesa latinonamericana, en: Il ruolo di Maria nell'oggi della Chiesa e del mondo, Roma, Marianum 1979, 137-152. Ver también: Maria, Paris, Beauchesne, t. IV-V (santuarios marianos de todo el mundo). Santuarios marianos en América Latina: CELAM, Nuestra Señora de América Latina, Bogotá 1988. Santuarios marianos en España: María en los pueblos de España, Santuarios marianos, Madrid, Encuentro Edic. 1988ss.

beneficiado y se beneficiarán de la presencia materna de la Madre de Dios, porque ella permanecerá siempre indisolublemente unida al misterio del cuerpo místico, de cuya cabeza se ha escrito: «Cristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos» (Heb 13,8)".5

Aunque se ha estudiado poco esta realidad salvífica de la presencia de María en la Iglesia, se pueden señalar unos datos fundamentales que necesitarían explicitación y estudio particular. A partir de la Asunción, María no está condicionada al espacio y al tiempo, sino que participa de las cualidades de Cristo resucitado. La analogía con la humanidad gloriosa de Cristo permite afirmar una presencia corporal de María que se concreta en su acción materna (de "mediación"), eficaz en toda comunidad eclesial y en toda persona redimida. "Lumen Gentium" 60 habla de "influjo salvífico" y posteriormente explica esta cooperación con Cristo respecto a los fieles, "a cuya generación y educación coopera con amor materno" (LG 63). Vivir esta presencia por parte de los creyentes equivaldría a la espiritualidad mariana. Los santos marianos de la historia (en Oriente y Occidente) lo han vivido así: "no has abandonado a los que habitan en la tierra... ahora convives espiritualmente con nosotros, y la gran protección que nos dispensas es signo y demostración de tu presencia... creemos que estás presente entre nosotros" (S. Germán de Constantinopla).6

Los santuarios marianos "recuerdan" a la Iglesia esta presencia activa y materna de la Santísima Virgen. La "presencia de María" se expresa también "por medio de la fuerza atractiva e irradiadora de los grandes santuarios" (RMa 28).

El sentido cristiano de la "memoria" enraíza en el Antiguo Testamento, para conmemorar los hechos salvíficos, que tendrán pleno cumplimiento en Cristo. El pasado se actualiza en el presente. En el Nuevo Testamento, la "memoria" cristiana equivale a custodiar fielmente las palabras del Señor, hacerle presente y dar testimonio de él: "acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos" (2Tim 2,8).7

Al "recordar" bajo la acción del Espíritu ("anámnesis") los acontecimientos pascuales y pentecostales, se actualiza todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación (bajo la acción del Espíritu: Mt 1,20; Lc 1,35)

5    ? Exh. Apost. "Signum Magnum", Pablo VI (13 mayo 1967): AAS 59 (1067) 465-475; 2ª parte, n.6: cita LG 53: "está unida con todos los hombres que necesitan de la salvación".

6    ? Homilías Mariológicas, Madrid, Ciudad Nueva 1990, 109ss. Ver otros testimonios en F. UMAÑA, María, sacramento y presencia, Zipaquirá, Foyer de Charité 1993, 105ss. Otros autores que aportan algunos datos de reflexión teológica o pastoral: CH.A. BERNARD, Dalla presenza di Maria alla spiritualità mariana, en: Spiritualità mariana: legitimità, natura, articolazione, Roma, Marianum 1994, 41-58; J. GALOT, Maria, la Donna nell'opera di salvezza, Roma, Pont. Univ. Gregoriana 1984; J. IBAÑEZ, F. MENDOZA, Las apariciones en los orígenes de los santuarios marianos... Presencia viva actual..., "Estudios Marianos" 52 (1987) 231-249; A. PIZZARELLI, La presencia de María en la vida de la Iglesia, Madrid, Soc. Educ. Atenas 1992; Idem, Presencia, en: Nuevo Diccionario de Mariología, Madrid, Paulinas 1988, pp. 1639-1647; S.M. RAGAZZINI, Maria vita dell'anima. Itinerario mariano alla SS. Trinità, Frigento 1984; Idem., María vida del alma. Itinerario mariano a la Santísima Trinidad, Barcelona, Balmes 1986.

7    ? A. SOLIGNAC, Mémoire, en: Dicionaire de Spiritualité X, 991-10002.

hasta su inmolación (guiado por el Espíritu: Heb 9,14). Por esto, todo santuario o templo cristiano "recuerda" la relación entre la Encarnación y Pentecostés, con María como lazo de unión: "El Espíritu Santo descendió sobre los discípulos en el día de Pentecostés, para permanecer con ellos eternamente; la Iglesia se manifestó públicamente delante de la multitud, empezó la difusión del Evangelio entre las gentes por la predicación... Fue en Pentecostés cuando empezaron «los hechos de los Apóstoles», como había sido concebido Cristo al venir al Espíritu Santo sobre la Virgen María, y Cristo había sido impulsado a la obra de su ministerio, bajando el mismo Espíritu Santo sobre El mientras oraba" (AG 4; cfr. LG 59).

Un santuario mariano "recuerda" y actualiza el acontecimiento salvífico de los días pasados en el Cenáculo "con María la Madre de Jesús" (Act 1,14); pero allí también se hace "memoria" de todos los misterios del Señor, anunciados por la palabra (profetismo), actualizados por los sacramentos (liturgia) y hechos vida personal y comunitaria por la "koinonía" de caridad (Act 2,42-47; 4,32-34). En los santuarios, la "anámnesis" (memoria) se hace siempre "invocación" (epíclesis) y comunicación del Espíritu Santo, para construir la "comunión" eclesial según el mandato del amor y como reflejo de la comunión trinitaria.8

Al celebrar la Eucaristía, como "memoria" de la pasión y resurrección del Señor, incluimos en este misma "memoria" a María y a los santos, como fruto del misterio redentor (ya desde la primera oración eucarística).

María "precede con su luz al peregrinante Pueblo de Dios, como signo de esperanza cierta y de consuelo hasta que llegue el día del Señor" (LG 68). Por esto, está presente en medio de la comunidad eclesial como ejemplo y estímulo de peregrinación en la fe. En los santuarios marianos, las celebraciones en relación con sus imágenes son como la "memoria" de la Iglesia que presencializa los acontecimientos salvíficos del Señor (nacido de María y que sigue asociando a María). "¡Tú eres la memoria de la Iglesia! La Iglesia aprende de ti, María, que ser Madre significa ser una Memoria, quiere decir conservar y meditar en el corazón".9

Con estos elementos de reflexión teológica, podemos ver ya la referencia de Juan Pablo II a la presencia de María en la Iglesia, a partir de los santuarios marianos, tanto en aquellos cuyo origen es una aparición, como en los que se puede descubrir una historia de gracia o una imagen de María que indica su colaboración actual en la acción salvífica.

El santuario mariano del Pilar recuerda la aparición de María, todavía en carne mortal, al apóstol Santiago. De la presencia de María en un momento determinado, se pasa a una presencia permanente: "Siguiendo a tantos millones de fieles que me han precedido, vengo como primer Papa peregrino al Pilar... a dar gracias a Dios por la presencia singular de María en el misterio de Cristo y de la Iglesia en tierras españolas... Y la presencia secular de Santa María, va arraigándose a través de los siglos, inspirando y

8    ? Sobre María "memoria" de la Iglesia: A.M. SERRA, Maria modello sapienziale della vita consacrata, en: La Vergine Maria e la vita consacrata, Roma, Centro di Cultura Mariana 1995, 51-76. María "recuerda" (contempla) poniendo en relación diversos datos de la revelación, especialmente en los momentos de prueba. Lo que ella conservó en el corazón, lo transmitió a la Iglesia (ibídem, 64-67).

9    ? Juan Pablo II, Homilía 1 enero 1987, anunciando el Año Mariano: Insegnamenti X/1 (1987) 6-7 (se refiere a Lc 2,19).

alentando a las generaciones sucesivas"10. "Este venerable Santuario, construido a las orillas del río Ebro, es un símbolo grandioso de la presencia de María desde los inicios de la predicación de la Buena Nueva en la península Ibérica".11

El santuario mariano de Guadalupe recuerda la aparición de María al Bto. Juan Diego (siglo XVI). De la presencia de María en la vida de una persona concreta, se pasa a su presencia en medio de todos los pueblos: "María dijo a Juan Diego, y hoy lo repite a cada cristiano: «Aquí estoy Yo, que soy tu Madre. Estás a la sombra de mi protección. Yo soy tu salvación. Tú estás en mi corazón». La Virgen se presenta, de este modo, como Madre de Jesús y Madre de todos los hombres".12

La presencia de María, significada por el santuario de Guadalupe, tiene un valor especial respecto a la primera evangelización y a la subsecuente comunión eclesial: "Cristo Redentor está presente en la historia... Cristo, por medio de la Virgen María, ha entrado en las vicisitudes propias de todas las generaciones humanas, en la historia de México y de toda América. El lugar en que nos hallamos, la venerada Basílica de Guadalupe, confiere a este hecho salvífico un testimonio de insuperable elocuencia... Podríamos decir que Juan Diego representa a todos los indígenas que acogieron el Evangelio de Jesús, gracias a la ayuda maternal de María, inseparable de la manifestación de su Hijo y de la implantación de la Iglesia, como lo fue su presencia entre los Apóstoles el día de Pentecostés... La Virgen lo escogió entre los más humildes para esa manifestación condescendiente y amorosa cual es la aparición guadalupana".13

A los 150 años de la aparición a Santa Catalina Labouré (año 1830, "Medalla Milagrosa"), la presencia de María se refiere a toda la Iglesia y se concretiza en la vida de cada uno de sus hijos, como orientación eficaz hacia Cristo: "Velas sobre la Iglesia, de la que eres Madre. Velas sobre cada uno de tus hijos. Obtienes de Dios para nosotros todas esas gracias que simbolizan los rayos de luz que irradias de tus manos abiertas... Y precisamente así nos encaminas sin cesar a tu divino Hijo. En este lugar bendito yo también quiero expresarte hoy otra vez la confianza, la cercanía profundísima con que me has favorecido siempre. «Totus tuus». Vengo como

10    ? Celebración de la Palabra, en el Pilar, Zaragoza, 6 noviembre 1982: Insegnamenti V/3 (1982) 1177.

11    ? Alocución durante el rezo del Angelus 15 noviembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1109-1111.

12    ? Alocución durante el rezo del Angelus 13 diciembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1389.

13    ? Refiriéndose a los beatificados, entre ellos Juan Diego, afirma: "Todos han vivido y testimoniado esta fe, al amparo de la Virgen María. Ella, en efecto, fue y sigue siendo la «Estrella de la evangelización», la que con su presencia y protección sigue alimentando la fe y fortaliciendo la comunión eclesial": Homilía en la Misa de Beatificación (Juan Diego, los tres niños Mártires de Tlaxcala y el P. José María Yermo), en la Basílica de Guadalupe, 6 mayo 1990: Insegnamenti XIII/1 (1990) 1124-1132. Sobre el significado de Guadalupe: A. AMATO, Mariologia in contesto. Un esemplio di teologia inculturata: il volto di Maria di Guadalupe (Puebla n.446), "Marianum" 125 (1980)421-469; J. LOZANO BARRAGAN, María en la historia de salvación en América Latina, en: Nuestra Señora de América, I, Bogotá, CELAM 1988, 521-534.

peregrino después de cuantos han venido a esta capilla desde hace ciento cincuenta años".14

En su visita al santuario mariano de Lourdes (1983), el Papa subraya la atracción de María hacia Cristo, y presenta en mensaje a Bernardette como actualizado continuamente: "¡Bendito sea Dios por haber hecho brotar aquí..., al mismo tiempo que el pequeño manantial de Massabielle, una fuente viva donde la fe se afina... por medio de la Virgen María, que atrae aquí a las muchedumbres, como atrajo a Bernardette, para conducirlas a Cristo!... La Virgen sin pecado nos dice, como dijo a Bernardette: orad por los pecadores, venid a lavaros, a purificaros, a beber una nueva vida. «Convertíos y creed en el Evangelio». A estas primeras palabras de Jesús en el Evangelio (Mc 1,15), ella les confiere una nueva actualidad".15

La presencia de María quedará recalcada en otras alocuciones sobre Lourdes, en relación a otros santuarios y en todos los períodos históricos de la Iglesia: "Donde está presente Maria, allí abunda la gracia, y allí acontece la curación del hombre, curación del cuerpo y el espíritu... ¡Oh Virgen Inmaculada de Lourdes, continúa acompañándonos en el momento del sufrimiento y de la prueba!".16

La referencia al santuario de Fátima tiene un significado especial, en relación a la protección experimentada por el Papa durante el atentado (1981). Comentado las el encargo confiado por Jesús a María, dice: "Una manifestación particular de la maternidad de María respecto a los hombres son los lugares en los que Ella se encuentra con ellos; las casas en las que Ella habita; casas en las que se nota una presencia particular de la Madre. Tales lugares y casas son numerosísimas... Estos lugares son los santuarios marianos... Allí el hombre se siente entregado y confiado a María y viene para estar con Ella como se está con la propia Madre; le abre su corazón le habla de todo: «la recibe en su casa»".17

14    ? Plegaria en la capilla de la Medalla Milagrosa, rue du Bac, Paris: Insegnamenti III/1 (1980) 1544-1546. En el texto recuerda también otros santuarios ya visitados por entonces: Guadalupe, Knoch, Ponpeya, Efeso, y "espera" ir a Lourdes el año siguiente..., que sería el del atentado (1981).

15    ? Discurso en la gruta de Lourdes, 14 agoto 1983: Insegnamenti VI/2 (1983) 196-198.

16    ? Alocución antes del rezo del Angelus 19 julio 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 97-99. En una celebración eucarística por los enfermos (en el mismo día de la fiesta de Lourdes), el Papa cita el texto de RMa 28 (presencia de María por medio de los santuarios) y de LG 62 (su presencia activa desde su Asunción): Homilía, 11 febrero 1988, Insegnamenti XI/1 (1988) p.409).

17    ? Aludiendo a la fecha del atentado (13 de mayo, la misma del aniversario de la aparición), añade: "Estas fechas se han cruzado entre sí de tal modo que me ha parecido reconocer en ello una llamada especial a venir aquí... Efectivamente, he venido sobre todo para confesar aquí la gloria de Dios mismo". Presenta luego el mensaje de Fátima (de oración y penitencia) como mensaje "materno" y "llamada del mismo Evangelio": Homilía durante la Misa celebrada en la explanada de Fátima, 13 de mayo de 1982: Insegnamenti V/2 (1982) 1567-1577. La alusión a Fátima se repite en fechas posteriores: Aloc. durante el rezo del Angelus 26 julio 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 118-119; también en el décimo aniversario del atentado (1991): Homilía 13 de mayo 1991: Insegnamenti XIV/1 (1991) 1228-1234.

Frecuentemente Juan Pablo II presenta la presencia de María en la Iglesia, especialmente al visitar algún santuario mariano o referirse a él. Indicamos solamente algunos breves orientaciones y nos remitimos a la fuente documental: se presencializa de algún modo el misterio de la Encarnación (Belén), se actualiza la intercesión de María (Kiev), los santuarios marianos son "un memorial del misterio de la Encarnación y de la Redención" (Montserrat) y un "sello" de un encuentro permanente (Aparecida), actualización de los misterios meditados durante el Rosario (Santa María la Mayor), presencia materna y misericordiosa (Pompei), "relación única e irrepetible de persona a persona" (mosaico de la Plaza de San Pedro), presencia activa en el caminar histórico de la Iglesia (María Auxiliadora), los santuarios como "signo de la presencia de María" (Yagma, Burkina Faso); presencia en los corazones, familias, pueblo (Aparecida); "cercana en todo lugar en cada uno de sus hijos" (Ntra. Sra. Africa); presencia desde los orígenes de una nación (Uruguay); presencia maternal de elección (Caacupé); presencia en la persecución (La-vang, Vietnam); presencia activa en el proceso de filiación divina (Jasna Gora); "presencia vigilante que acompaña a los evangelizadores" (Chiquinquirá).18

En algunas intervenciones, Juan Pablo II hace referencia a la presencia activa de María resumiendo una lista larga de santuarios o un período largo de siglos "marcados por la presencia de María", señalando que "cada santuario" es "la memoria de una particular predilección de María por cada nación y cada pueblo" a modo de "pacto de amor de la Virgen con sus hijos"19. El "Año Mariano" (1987-1988) fue todo él una "relectura del mensaje del Concilio Vaticano II sobre la presencia de la Madre de Dios en la misión de Cristo y de la Iglesia"20.

18    ? Ver los santuarios citados durante el Año Mariano (1987-1988) en la nota final del presente trabajo. Santuarios citados en otras fechas: Homilía Misa en la basílica de Aparecida, 4 julio 1980: Insegnamenti III/2 (1980) 98-104; Alocución a los rectores de Santuarios, 22 enero 1981: Insegnamenti IV/1 (1981) 139; Celebración de la Palabra en el Santuario de Montserrat, 7 noviembre 1982: Insegnamenti V/3 (1982) 1188; Angelus (se refiere a Montserrat) 7 noviembre 1982: Insegnamenti V/3 (1982) 1194; Homilía en el santuario de Ntra. Sra. del Rosario de Chiquinquirá, Colombia, 3 de julio 1986: Insegnamenti IX/2 (1986) 83; recitación del santo Rosario en la Basílica de Santa María la Mayor (transmitida por mundovisión), 6 junio 1987: Insegnamenti X/2 (1987) 2000; Homilía en la celebración eucarística en el estadio de Florida, Uruguay: Insegnamenti XI/2 (1988) 1225-1226; Caacupé, Homilía en la celebración eucarística, 18 mayo 1988: Insegnamenti XI/2 (1988) 1546-1547; Virgen de los Treinta y Tres (Uruguay): Regina Coeli 8 mayo 1988 (en el avión): Insegnamenti XI/2 (1988) 1208-1209; visita al santuario de la Virgen de Coromoto, Venezuela, 10 febrero 1996: L'Osserv. Romano, 23 febrero 1996, 9-11. Ver otros documentos citados en las notas siguientes.

19    ? Alocución durante el rezo del "Angelus" 11 octubre 1992 (en Santo Domingo): Insegnamenti XV/2 (1992) 290-292.

20    ? Homilía en Santa Maria la Mayor, por el don del Año Mariano: 8 diciembre 1988: Insegnamenti XI/4 (1988) 1807-1808. El Papa hace un resumen de los santurios marianos a los que se referiría durante el año mariano: "Los Santuarios Marianos son lugares testifican la peculiar presencia de María en la vida de la Iglesia. Ellos forman parte del patrimonio espiritual y cultural de un pueblo y poseen una gran fuerza de atracción y de irradiación" (comenta párrafo de RMa 28): "Angelus" 21 de junio 1987: Insegnamenti X/2 (1987) 2294-2295. Ver la lista de santuarios visitados

Si hay una "presencia activa y materna de María" en la Iglesia (cfr. RMa 1, 48), esta presencia deja unas huellas, aunque sean humanamente "pobres" como son los signos eclesiales. Unos años, a veces unos siglos, de la vida eclesial en torno a un santuario, representan una historia de gracia. Una Iglesia particular o una comunidad eclesial no tiene que perder su "memoria" histórica que suele ser, conjuntamente, historia de gracia e historia sociocultural.

María es siempre la "memoria" evangélica de la Iglesia. Una santuario mariano ha sido un instrumento de gracia y de progreso sociocultural en un pueblo concreto y en una Iglesia particular. Algunos santos y santas son fruto de la fe mariana de la Iglesia casi siempre en relación a una imagen o santuario.

El encargo de Jesús ("he aquí a tu Madre": Jn 19,27) ha llegado al corazón de un pueblo que se ha encontrado con la presencia activa y materna de María. Esta presencia mariana se encuentra en toda comunidad eclesial, con huellas y signos diversos. Cuando el pueblo, al seguir las palabras del Señor, ha experimentado el amor materno y misericordioso de María, entonces no deja de escuchar las palabras que ella dijo en Caná: "haced lo que él os diga" (Jn 2,5; cfr. Ex 24,7). Los "pequeños" comprenden mejor las palabras del Señor (cfr Mt. 11,25).

El camino histórico de un pueblo creyente se ha ido fraguando por medio de la meditación de la Palabra de Dios como María, participando en la celebración eucarística del misterio redentor como María al pie de la cruz y poniendo en práctica del mandato del amor como hizo ella en la visitación y en Caná. María es siempre transparencia del misterio de Cristo (Dios, hombre, Salvador). La función materna de María consiste en acompañar, amar, ayudar, escuchar, interceder...

Cuando se entra en un santuario mariano con espíritu de fe, se pueden observar actitudes sencillas de la gente (niños, padres, ancianos, jóvenes, enfermos...) que tienen más valor que algunas reflexiones teológicas y conceptos intelectuales. Una mirada sencilla, una oración confiada, un acercarse con confianza, son una expresión más válida que una explicación teológica. Por esto la Iglesia respeta las manifestaciones populares religiosas que, cuando son auténticamente marianas, son también eucarísticas, catequísticas, litúrgicas, contemplativas, caritativas y misioneras. La piedad mariana popular se expresa así. Tiene sus limitaciones (que necesitan corrección permanente), pero tiene también sus valores como fuente de renovación personal, comunitaria y social.21

Los santuarios dejan entrever que María está siempre cerca de la comunidad eclesial, que recorre con ella un mismo caminar histórico y, a veces, un mismo proceso sociocultural. Todo santuario cristiano, especialmente mariano, simboliza la misma Iglesia como esposa de Cristo, que se identifica con María "la mujer", "la nueva Eva".

espiritualmente, en la nota final del presente trabajo.

21    ? J.M. CASCANTE, Principios básicos que deben presidir la renovación de la piedad mariana, "Estudios Marianos" 43 (1978) 161-185; J. ESQUERDA BIFET, Dimensión misionera de la piedad mariana popular, "Euntes Docete" 35 (1982) 431-448; L. GAMBERO, La Madonna e la religiosità popolare, "Ephemerides Mariologicae" 30 (1980) 141-166.

2. Los santuarios marianos, "memoria" celebrativa de la Iglesia Madre de misericordia

Cuando los cristianos invocamos a María "Madre de Misericordia", como lo hacemos frecuentemente en la plegaria "Salve Regina", nos ponemos en sintonía con los sentimientos misericordiosos y "maternos" de Jesús: "tengo compasión" (Mt 15,32), "se apiadó" (Mc 6,34). Es la compasión que Jesús mostraba con frecuencia ante las muchedumbres, ante los enfermos y demás personas aquejadas por el dolor (Mt 9,36; 14,14; 15,32; 20,34; Mc 1,41; 6,34).

En la liturgia, la Iglesia también llama a María "Madre de misericordia", como aparece en el formulario de la Misa votiva "María Virgen Reina y Madre de Misericordia": "En el eterno consejo de tu amor, nos has dado en la bienaventurada Virgen María la reina clemente, experta en tu benevolencia, que acoge a cuantos en la tribulación acuden a ella, la Madre de misericordia, siempre atenta a la invocación de los hijos, para que obtengan tu indulgencia y el perdón de los pecados"...22

Se puede decir que María, "Madre de Misericordia", es la faz materna de la misericordia del Señor. En María, el pueblo creyente descubre "el rostro materno de Dios" (Puebla 282).23

En el "Magnificat", María canta la "misericordia" de Dios, "de generación en generación" (Lc 1,50). "Pidiendo a María que ruegue por nosotros, nos reconocemos pecadores y nos dirigimos a la «Madre de la Misericordia», a la Virgen Santísima. Nos ponemos en sus manos «ahora» en el «hoy» nuestras vidas" (CEC 2677).24

María es Madre de misericordia por ser Madre de Jesús, que es la revelación personal de la misericordia, y porque se le ha confiado ser Madre de una humanidad necesitada de compasión (cfr. VS 118-120). Pero es también Madre de misericordia porque "ha experimentado como nadie la misericordia" (DM 9). Ella "conoce más a fondo el misterio de la misericordia divina"; por esto, "cuida con amor materno de los hermanos de su Hijo" y puede "llegar a todos aquellos que aceptan más fácilmente el amor misericordioso de una madre" (ibídem).

Por esta maternidad de misericordia, que no ha conocido el pecado, pero que ha experimentado la "nada" de la criatura humana, "nos alcanza misericordia" y "condivide nuestra condición humana, pero con total transparencia a la gracia de Dios. No habiendo conocido el pecado, está en condiciones de compadecerse de toda debilidad. Comprende al hombre pecador y lo ama con amor de Madre" (VS 120).

La "experiencia" mariana de la misericordia divina podría resumirse en estos cuatro aspectos: experiencia de que todo es gracia, don de Dios; experiencia de la oscuridad del Misterio, adoración; experiencia de una

22    ? Prefacio de Misa votiva de "María Virgen Reina y Madre de Misericordia": n. 39 de "Misas de la Bienaventurada Virgen María".

23    ? J. de J. HERRERA ACEVES, La Virgen Santa María en el documento de Puebla, en: Nuestra Señora de Anérica, I, Bogotá, CELAM 1988, 747-760.

24    ? AA.VV., María en el Catecismo de la Iglesia y la nueva evangelización, "Estudios Marianos" 59 (1994); AA.VV., Maria nel Catechismo della Chiesa Cattolica, Roma, Centro Cultura Mariana 1993.

totalidad de donación que siempre es "limitada"; experiencia de ver que el Amor no es amado.25

La Iglesia aprende de María a ser testigo, servidora y madre de misericordia, como expresión de su propia "maternidad eclesial" (cfr. VS 95-97). La Iglesia sabe muy bien que la exigencia de una vida cristiana santa "se basa en el inagotable amor misericordioso de Dios" (VS 115). Por esto, "vive una vida auténtica cuando profesa y proclama la misericordia" (cfr. DM 12-13). De este modo, la Iglesia coopera a "hacer un mundo más humano" (GS 57), por el anuncio y el testimonio de las bienaventuranzas: "Bienaventurados los misericordiosos" (Mt 5.7); "sed misericordiosos como vuestro Padre..." (Lc 6,36).

Los santuarios marianos expresan algo muy íntimo, que corresponde al genio de cada pueblo, como buscando salvación, a la luz de la fe. Por esto, los santuarios son su "memoria histórica", que les recuerdan su pasado y les hace descubrir el sentido de su presente, viéndolo todo en el rostro de una imagen mariana, en la que adivinan la manifestación de la bondad de Cristo, por signos de protección, intercesión, misericordia, ternura materna...26

En relación con el mensaje de Lourdes (de oración, penitencia y perdón), Juan Pablo II ha querido resaltar la maternidad misericordiosa de María. Al mismo tiempo, hace una aplicación a la doctrina y praxis de Santa Teresa de Lisieux sobre el ofrecerse al Amor misericordioso de Dios: "La gracia que esta Madre de Misericordia obtiene a las muchedumbres inmensas de una humanidad doliente y extraviada, tienen todas el objetivo de conducirles a Cristo y de obtenerles el don del Espíritu... En Lourdes se aprende a ofrecerse no sólo a la justicia divina, sino también (como decía S. Teresa de Lisieux) al Amor misericordioso".27

El icono de "la Virgen de la Misericordia" (Eleousa) es como símbolo y resumen de la espiritualidad oriental, que hace consistir la oración en una actitud de petición de misericordia. Es el icono que se venera en todas las Iglesias del oriente ortodoxo, especialmente en el monte Athos: "En el centro de este «Jardín de la Virgen» se conserva el icono «Axion Estin», la imagen más venerada del mundo ortodoxo. Este icono «de la Virgen de la Misericordia» (Eleousa), representa a María Santísima que sostiene en su brazo derecho a su Hijo".28

25    ? S. MEO, Maria "Mater Misericordiae", en: AA.VV., Dives in Misericordia, Commento all'enciclica di Giovanni Paolo II, Roma, Pont. Univ. Urbaniana, 1981, 443-461.

26    ? Son muchos los santuarios marianos que ostentan el título de María Madre de Misericordia, o que, al menos, indican de modo prevalente este título mariano. Algunos los iremos citando en las notas siguientes: Lieja, Reus, Nantes, "Eleousa" en el monte Athos, Vilnius en Lituania, etc.. Sobre el santuario de Reus: J. BERTRAN BORRAS, Nuestra Señora de Misericordia y su Santuario de Reus, Reus 1966. Ver también: Mare de Déu de Misericòrdia, en: Guía para visitar los santuarios marianos de Cataluña, Madrid, Encuentro Ediciones 1988, 93-96.

27    ? Homilía, 11 febrero 1988, conmemoración de Lourdes, Misa de los enfermos en Basílica Vaticana: Insegnamenti XI/1 (1988) p.409-410.

28    ? Alocución antes del rezo del Angelus, sobre el Monte Athos, "Jardín de la Virgen": Angelus 6 diciembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1310.

En las imágenes marianas del Oriente cristiano, "la Virgen es representada habitualmente con su Hijo, el niño Jesús, que lleva en brazos: es la relación con el Hijo la que glorifica a la Madre. A veces lo abraza con ternura (Glykofilousa); otras veces, hierática, parece absorta en la contemplación de aquel que es Señor de la historia" (RMa 33). Las diversas representaciones de María indican sus prerrogativas: "Theotokos" (Madre de Dios), "Odigitria" (camino que lleva a Cristo), "Deisis" (orante intercesora y signo de la presencia divina), "Pkrov" (protectora), etc. El icono de "Eleousa" la representa "como misericordiosa Virgen de la ternura" (ibídem).

En casi todos los santuarios marianos se pueden encontrar huellas de algún momento histórico en que "los cristianos imploraban a la Virgen para obtener misericordia y salvación"29. Por esto, "muchos peregrinos se dirigen a estos santuarios para invocar la misericordia de Dios y honrar a la Madre de Dios".30

Cuando el santuario lleva el título de "Madre de Misericordia", esta prerrogativa se hace resaltar como ayuda materna sin discriminación alguna. Así, por ejemplo, en el santuario mariano "Puerta de la Aurora", en Vilnius (Lituania), donde se venera "la imagen milagrosa de la «Madre de Misericordia», que es Madre de Dios, Abogada y Protectora de los hombres, a la cual se acude con confianza en las necesidades... con su irradiación espiritual ha sido siempre un refugio de paz y un sólido punto de referencia para todos".31

Resumiendo los contenidos globales de todos los santuarios marianos que iría recordando durante el año mariano, el Papa deja constancia del tono de perdón y misericordia: "Los Santuarios Marianos son como la casa de la Madre, etapas de parada y de reposo en el largo camino que lleva a Cristo... donde se toma contacto con las grandes riquezas que Cristo ha confiado y donado a su Iglesia, en particular los sacramentos la gracia, la misericordia, la caridad hacia los hermanos que sufren y los enfermos".32

3. Los santuarios marianos, "memoria" celebrativa de la fe, contemplación, perfección, comunión y misión de la Iglesia

A) "Memoria" celebrativa de la fe de la Iglesia:

La fe se expresa frecuentemente a partir de la "memoria" y vivencia histórica de un santuario mariano. Si la "presencia de María encuentra múltiples medios de expresión", uno de éstos lo constituyen "los grandes santuarios" (RMa 28). "La piedad mariana ha educado aquí a miles de peregrinos que han venido a buscar fe y audacia junto a su Madre... Estos peregrinos nos hacen vivir «horas de cielo», como dicen algunos, en el gozo

29    ? Alocución sobre el santuario mariano del monte Hostyn, Moravia: Angelus 14 febrero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 434-435.

30    ? Alocución sobre el santuario mariano de Pietralba, Bolzano-Bressanone: Angelus 17 julio 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 144.

31    ? Alocución antes del rezo del Angelus 28 junio 1987: Insegnamenti X/2 (1987) 2353-2354.

32    ? Alocución durante el rezo del Angelus 21 de junio 1987 (resumiendo lo que diría después sobre santuarios concretos durante el año mariano): Insegnamenti X/2 (1987) 2295.

de la fe, con María".33

María es "memoria" de la Iglesia creyente, como "Tipo y ejemplar" suyo (LG 53; cfr. Lc 1,45). La "espiritualidad mariana" de la Iglesia significará, pues, una "vida de fe" (RMa 48), que lleve a un "conocimiento de Cristo vivido personalmente" (VS 88). En ella, también en "la noche de la fe" (RMa 18), "la Iglesia venera la realización más pura de la fe" (CEC 149).

A través de los santuarios marianos, se puede constatar que la fe de María "precede el testimonio apostólico de la Iglesia, y permanece en el corazón de la Iglesia, escondida como un especial patrimonio de la revelación de Dios. Todos aquellos que, a lo largo de las generaciones, aceptando el testimonio apostólico de la Iglesia participan de aquella misteriosa herencia, en cierto sentido, participan de la fe de María" (RMa 27). "Por lo tanto, en cierto modo la fe de María sobre la base del testimonio apostólico de la Iglesia, se convierte sin cesar en la fe del pueblo de Dios en camino" (RMa 28).

Algunos santuarios marianos, como el de Nuestra Señora del Pilar (Zaragoza), tienen la característica de ayudar a profundizar en la fe cristiana: "El Pilar de Zaragoza ha sido siempre considerado como el símbolo de la firmeza de la fe de los españoles"34. "La Virgen del Pilar es el faro esplendente, el trono de la gloria, que guía y consolida la fe de un pueblo che no se cansa de recitar en la Salve Regina: «Muéstranos a Jesús»".35

A través la historia, algunas comunidades cristianas han sufrido persecución por causa de la fe. Los santuarios marianos hay sido punto de referencia para robustecerla. "La devoción a la Virgen fue un punto de apoyo de la fe de los mártires. los cuales frecuentemente se presentaban al martirio con el rosario en el cuello... Todavía hoy acuden allí los peregrinos a orar para fortalecer su fe".36

María, además de protectora e intercesora, es modelo de la fe de los cristianos. El rezo del "Angelus" indica la relación del pueblo cristiano con la fidelidad de María expresada en su "fiat": "El «Angelus Domini» nos presenta a la Madre de Jesús como verdadera y ejemplar creyente, que con su «sí» es modelo de todos los creyentes".37

La fe robustecida en los santuarios marianos lleva a la vida práctica de honestidad y caridad. "«Seu de la saviesa... aconseguiu-nos aquella fe

33    ? Homilía en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario del Cabo, Canadá: Insegnamenti VI/2 (1984) 416.

34    ? Celebración de la Palabra en el Pilar, Zaragoza, 6 noviembre 1982: Insegnamenti V/3 (1982) 1182.

35    ? Alocución sobre Ntra. Sra. del Pilar, antes del rezo del Angelus 15 noviembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1109-1111.

36    ? Alocución sobre el santuario mariano de La-vang, Hue,Vietnam, antes del rezo del Angelus 19 junio 1988: Insegnamenti XI/2 (1988) 2067.

37    ? Alocución sobre el santuario mariano de Pietralba, Bolzano-Bressanone, antes del rezo del Angelus 17 julio 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 144.

que enfonsa les muntanyes, ompla les valls, i fa planes el camí de la vida». Pidamos a la «Moreneta» la fortaleza en la fe, la honestidad en la vida pública y privada, la fraternidad de los corazones, la unidad entre los pueblos, la paz y el bien de todos los hombres de buena voluntad".38

Se puede decir que en los santuarios marianos se encuentra la vivencia de la fe de todo un pueblo durante siglos. Es fe arraigada en la cultura es la característica de algunos pueblos: "estos lugares son vivos testimonios de fe cristiana y de profunda devoción mariana... Esta profunda devoción a la Madre de Jesús es una nota distintiva de su catolicidad, es garantía de su perseverancia en la fe verdadera, de su comunión eclesial y de su unidad espiritual".39

Un santuario mariano es como el símbolo de la itinerancia de la fe de un pueblo en toda su historia cristiana (cfr. Puebla 463). En este camino eclesial, María se hace presente como modelo y ayuda. De este modo, la comunidad eclesial se siente acompañada por su presencia materna y ejemplar. En realidad, la fe de la comunidad se ha ido fraguando en la imitación de la actitud mariana de "meditar la Palabra en el corazón" (cfr. Lc 2,19.51). Entonces la vida de la Iglesia parece una prolongación en el tiempo de la alabanza de Isabel: "Bienaventurada tú que has creído, porque se cumplirá todo lo que se te ha dicho de parte del Señor" (Lc 1,45).

La peregrinación a los santuarios marianos pueden indicar una identificación con María en un proceso o camino de "memoria" histórica, que armoniza fe y cultura, palabra revelada e historia actual, celebración de los misterios en la liturgia y en la piedad popular. De este modo, también se expresa que el misterio del Verbo encarnado en el seno de María ha llegado al corazón de un pueblo.

Cuando, como ocurre con frecuencia, son numerosos los santuarios marianos de un país determinado, se muestra, con este hecho, que dichos santuarios "constituyen una auténtica geografía de la fe y de la piedad mariana", en las que María "precede y acompaña... en la peregrinación de la fe". Son, pues, un signo de "la presencia materna de María en la vida de los cristianos". Ella continúa la misión de "mostrarnos a Jesús y conducirnos a él".40

En un santuario mariano, María es como "la primera de los creyentes" (RMa 28), Madre amorosa y misericordiosa. El camino de la fe se hace juntamente con ella, centrando la atención en la Palabra de Dios (meditada en el corazón con fórmulas sencillas que se profundizan en la catequesis), siguiendo la acción salvífica de Dios Amor (fidelidad a la gracia del Espíritu Santo), asociándose al sacrificio eucarístico y comprometiéndose a construir la comunidad eclesial y la familia humana, compartiendo los bienes como familia de hijos de Dios y hermanos en Cristo.

38    ? Alocución sobre Montserrat, antes del rezo del Angelus 6 noviembre 1988: Insegnamenti XI/4 (1988) 1431.

39    ? Alocución sobre los santuarios de América Latina, antes del rezo del Angelus 11 octubre 1992 (en Santo Domingo): Insegnamenti XV/2 (1992) 290-292.

40    ? Mensaje del Santo Padre con ocasión del VI Congreso mariano nacional de Venezuela, 13 de mayo de 1992: "L'Osservatore Romano", en español, 5 de junio de 1992, p.9.

Los creyentes, en los santuarios marianos, "buscan el encuentro con la Madre del Señor, con la que es bienaventurada porque ha creído; es la primera entre los creyentes... El Pueblo de Dios busca en el encuentro con la Madre de Dios para hallar, en el ámbito de la materna presencia de la que ha creído, la consolidación de la propia fe" (RMa 28).

Los fieles se sienten identificados con María y acompañados por ella, conscientes de su mediación materna especialmente en la vida de fe. La pastoral de los santuarios marianos se desarrollará para que la fe sea mejor conocida, celebrada y vivida.41

B) "Memoria" celebrativa de la contemplación de la Iglesia:

La presencia activa y materna de María en los santuarios (cfr. RMa 28) se convierte en "memoria" de la contemplación de la Iglesia. De hecho, "la Iglesia, reflexionando piadosamente sobre ella y contemplándola en la luz del Verbo hecho hombre, llena de veneración entra más profundamente en el sumo misterio de la Encarnación y se asemeja más y más a su Esposo" (LG 65). De este modo, "la contemplación de la Madre de Dios nos introduce en una comprensión más profunda del misterio de la Encarnación, lo mismo se debe decir del misterio de la Iglesia y de la función de María en la obra de la salvación" (RMa 30).

María es modelo de fidelidad y apertura a la Palabra de Dios, como respuesta de fe (Lc 2,19.33.51). Su actitud contemplativa es "silencio cargado de una presencia adorada" (OL 16), como de "mujer del silencio y de la escucha" (TMA 48). El "Magnificat" es "la experiencia personal de María, el éxtasis de su corazón" (RMa 36). Su actitud, de corazón unificado, se traduce en silencio, alabanza, gratitud, adoración.42

La Iglesia, en los santuarios marianos, vive de la Palabra y de la eucaristía. A ejemplo de María, pasa de la contemplación de la Palabra a la asociación a Cristo Redentor presente en la Eucaristía. María es la "memoria" pascual de la Iglesia. El "amén" eclesial de la celebración eucarística es como "el don de sí misma" por parte de María (VS 120). Así se imita la actitud de María, quien "avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la Cruz, en donde, no sin designio divino, se mantuvo de pie, se condolió vehementemente con su Unigénito y se asoció con corazón maternal a su sacrificio, consintiendo con amor en la inmolación de la víctima engendrada por Ella misma" (LG 58).

Los santuarios son centros y escuela de oración litúrgica y privada (o popular), contemplativa, personal y comunitaria. Los pasos del caminar del pueblo de Dios se marcan con momentos de esta oración realizada con María y con su ejemplo. Esa oración se puede resumir en la oración angélica: "¡Ave María! Esta dulce oración encuentre eco en los templos santos, en los santuarios, que son signo del ritmo de los pasos que peregrinan por los caminos del mundo, los pasos del Pueblo de Dios en camino".43

41    ? AA.VV., Cammina verso lo splendore, il Signore cammina con te, Atti del 1º Congresso Mondiale della Pastorale per i Santuari e i Pellegrinaggi, Roma, Pont. Cons. Past. Mig. 1992. Ver en la nota 4 de este estudio, bibliografía sobre los santuarios marianos.

42    ? ILDEFONSO DE LA INMACULADA, La Virgen de la contemplación, Madrid, Ed. de Espiritualidad 1973; S. MATELLAN, Presencia de Maria en la experiencia mistica, Madrid, Coculsa 1962.

El "Magníficat" ha sido siempre fuente de inspiración para vivir los textos bíblicos (especialmente los salmos) con los sentimientos de María. En los santuarios marianos, los peregrinos "hacen suyo el Magnificat; han encontrado en ella el modelo de toda peregrinación, que es siempre camino de fe, un itinerario espiritual en la continua y fiel escucha de la Palabra de Dios".44

Es frecuente la representación de María "orante", que intercede y, al mismo tiempo, invita a orar: "La majestuosa figura de la Señora Orante, es símbolo o, mejor, icono de la Iglesia en oración, que intercede permanentemente por la salvación de todos los hombres".45

La contemplación silenciosa de María ante el Hijo recién nacido la convierten en nuestro modelo e intercesora: "El Santuario de Belén nos recuerda a la Theotokos... La contemplamos absorta delante de su Hijo, el divino Niño, que ha tomado carne en su seno purísimo. Pero también la contemplamos solícita por todos nosotros, hermanos adoptivos de su Primogénito"46. Por esto, los peregrinos a un santuario marianos "miran a su Madre como hijos y ven en sus manos recogidas en oración la actitud de quien adora, cree, espera, ama que es toda disponible a la voluntad divina y dispuesta a servir a quien se dirija a ella; ven en su sonrisa el gozo de quien vive con Dios, la felicidad de quien se hace sierva y acepta llevar con Cristo el peso de cada día; ven en ella la bondad de un corazón que se abre a sus sufrimientos y a sus esperanzas".47

El tema de la contemplación mariana se relaciona con el "monte" Carmelo, como símbolo del "camino" hacia la unión con Dios: "María... es modelo de contemplación, sensible a la escucha y a la meditación de la Palabra de Dios y obediente a la voluntad del Padre por medio de Cristo en el Espíritu Santo. Por esto en el Carmelo y en toda alma profundamente carmelita, florece una vida de intensa comunión y familiaridad con la Virgen Santa, como una «nueva manera» de vivir para Dios y de continuar aquí en la tierra el amor del Hijo Jesús a su Madre María".48

43    ? Recitación del santo Rosario en la Basílica de Santa María la Mayor (transmitida por mundovisión), 6 junio 1987: Insegnamenti X/2 (1987) 2000. Es oración que lleva a "una profunda renovación religiosa y espiritual de los fieles": Alocución sobre Nuestra Señora de Altötting, Baviera: Angelus 24 enero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 174.

44    ? Alocución antes del rezo del Angelus 5 julio 1987, dedicado al santuario de la Natividad de Jerusalén: Insegnamenti X/3 (1987) 24-25.

45    ? Alocución sobre "Nuestra Señora Orante", de Kiev: Angelus 22 noviembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1185-1186. De nuevo, con ocasión del milenario del bautismo de Rus: Angelus 10 julio 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 81-82.

46    ? Alocución sobre el santuario de la Natividad, de Belén, antes del rezo del Angelus 20 diciembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1463.

47    ? Alocución sobre Ntra. Sra. Aparecida: Angelus 21 febrero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 500.

48    ? Alocución sobre el santuario "Flos Carmeli", en el monte Carmelo, antes de la oración del Angelus 24 julio 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 172-173.

Las imágenes de María invitan a adentrarse en la oración: "Su sonrisa indica la paz, el gozo del alma, la inclinación a la contemplación interior, el amor de Dios, quien ha hecho de ella el santuario privilegiado del Espíritu Santo".49

El tema del "Cenáculo", donde se oraba "con María la Madre de Jesús" (Act 1,14), es frecuente en las alocuciones sobre los santuarios marianos: "La Iglesia, nacida una vez en el Cenáculo de Pentecostés, continúa naciendo en cada cenáculo de oración. Nace para convertirse en nuestra Madre espiritual a semejanza de la Madre del Verbo Eterno"50. Por esto, "los Santuarios son auténticos Cenáculos, donde todas las categorías de fieles tienen la gozosa posibilidad de sumergirse en intensa oración juntamente con María, la Madre de Jesús (Act 1,14)".51

C) "Memoria" celebrativa de la perfección o santidad:

Los santuarios marianos son un medio privilegiado para aprender el camino hacia Cristo, como camino de perfección en la fe, esperanza y caridad. Para algunas personas "consagradas", ese camino será de radicalismo por medio de la práctica permanente de los consejos evangélicos, que es "el género de vida virginal y pobre que Jesús escogió para sí y que abrazó su Madre, la Virgen" (LG 46). La "presencia" de María (RMa 28) ayudará a todos a aspirar a la santidad, que consiste en la "perfección de la caridad" (LG 40).52

El camino de la perfección se resume en el "fiat" de María, expresado también en el "Magnificat" y en el "stabat" junto a la cruz, para poder llegar a la glorificación: "en los edificios de culto del rito bizantino... en la puerta central de la «iconocastasis» está figurada la Anunciación de María, en el ábside la representación de la «Theotokos» gloriosa, con el fin de que aparezca manifiesto cómo a partir del «fiat» de la humilde Esclava del Señor, la humanidad comienza su retorno a Dios y cómo en la gloria de la «Toda Hermosa» descubre la meta de su camino... El edificio de la Iglesia expresa el puesto de María en el misterio de la Iglesia" (MC 28). Por esto, "en el Icono «Odigitria» del santuario, María muestra con la mano el camino

49    ? Alocución sobre Nuestra Señora de Africa, Abidjan: Angelus 6 marzo 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 572. Es frecuente esta invitación a la oración, especialmente cuando se trata de santuarios que han tenido su origen en una aparición: Alocución sobre el santuario "Reina de la Paz", en Knock, Irlanda: Angelus 13 marzo 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 620-621.

50    ? Homilía en el santuario de Jasna Gora (Clarus Mons), Czestochowa, 4 junio 1979: Insegnamenti II/1 (1979), 1410-1419.

51    ? Alocución antes del rezo del Angelus 21 de junio 1987 (resumiendo lo que dirá sobre santuarios concretos durante el año mariano): Insegnamenti X/2 (1987) 2295. Recuérdese la invitación frecuente, en los documentos magisteriales del concilio y postconcilio, para vivir en Cenáculo con María: AG 4; LG 59; EN 82; RH 22; RMa 24; RMi 92. Ver el tema más ampliado en el apartado 3 de nuestro estudio.

52    ? AA.VV., La Vergine Maria e la vita consacrata, Roma, Centro di Cultura Mariana 1995; AA.VV., María en la vida religiosa. Compromiso y fidelidad, Madrid, Inst. Teológico Vida Religiosa, 1986. Ver Vida consagrada (L.M. DE CANDIDO y A. PARDILLA), en: Nuevo Diccionario di Mariología, Madrid, Paulinas, 1988, 1924-1977.

hacia su Hijo".53

María es, para la Iglesia, "memoria" celebrativa del "seguimiento evangélico", para unificar el corazón y "asemejarse más y más a su Esposo" (LG 65). Así se corre la misma "suerte" (Lc 2,35), a modo de copa de bodas-Alianza (Lc 22,20; Mc 10,38). Se mira a María, quien, "dócil a la voz del Espíritu... se dejó guiar en toda su existencia" (TMA 48). El seguimiento evangélico descubre a María en el inicio vocacional (Caná), en los momentos de perseverancia (Cruz) y en los de renovación (Cenáculo).

La peregrinación a un santuario mariano es símbolo de un itinerario espiritual,"itinerario de las almas, del que es incomparable ejemplo la Virgen de Nazaret: un itinerario que conduce a las insondables alturas de Dios por medio de Cristo Señor y Redentor"54. Es un itinerario de bautismo, sostenido por la palabra y los sacramentos: "¿Qué buscaban los antiguos romeros? ¿Qué buscan los peregrinos de hoy? Lo mismo que buscaban en el día, más o menos remoto, del bautismo: la fe y los medios para alimentarla. Buscan los sacramentos de la Iglesia, sobre todo la reconciliación con Dios y el alimento eucarístico. Y vuelven fortalecidos y agradecidos a la Señora, Madre de Dios y Madre nuestra".55

Gracias a la impronta de un santuario mariano, cada creyente puede discernir y seguir su propia vocación como una invitación de María: "Cada uno de nosotros tal vez conserva en su corazón el recuerdo y la relación con algún Santuario Mariano, donde nuestra vida ha quedado marcado por una llamada, por una invitación de la Virgen, que con dulzura y decisión nos ha dicho: «haz lo que mi Hijo de dirá»".56

La misma imagen de María, presente en su santuario, es una indicación del itinerario espiritual: "Esta oración (la Salve Regina) culmina en la petición: «Muéstranos a Jesús». Es lo que María realiza constantemente, como queda plasmado en el gesto de tantas imágenes de la Virgen, esparcidas por las ciudades y pueblos de España. Ella, con su Hijo en brazos, como aquí en el Pilar, nos lo muestra sin cesar como «el camino, la verdad y la vida»".57

El camino de perfección discurre hacia la voluntad de Dios, bajo la acción del Espíritu Santo: "Allá arriba en Montserrat, María sigue aceptando, en el silencio confidente de cuantos acuden a Ella, el riesgo

53    ? Alocución sobre el santuario de Mariapocs, Hungría, antes del rezo del Angelus 14 agosto 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 235.

54    ? Alocución dedicada al Santuario de "Señora de la Nieve" (Dolomitas), Italia, antes del rezo del Angelus 12 julio 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 70-71.

55    ? Homilía Misa en la basílica de Aparecida, 4 julio 1980: Insegnamenti III/2 (1980) 98-104. "Nuestra peregrinación espiritual se cifra, en definitiva, en alcanzar en plenitud la filiación divina": Celebración de la Palabra en el Santuario de Montserrat, 7 noviembre 1982: Insegnamenti V/3 (1982) 1191.

56    ? Alocución sobre el santuario de la Natividad, de Jerusalén, antes del rezo del Angelus 5 julio 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 24-25.

57    ? Celebración de la Palabra, en el Pilar, Zaragoza, 6 noviembre 1982: Insegnamenti V/3 (1982) 1180.

providencial de ofrecer su seno virginal, en acatamiento de la voluntad de Dios Padre, para que los hombres renueven sin cesar los corazones a imagen de su Hijo, Jesús, y bajo el aliento creador del Espíritu".58

La perfección cristiana se expresa de modo radical en la vida consagrada, que puede adoptar diversas modalidades, uno de las cuales sería la monacal: "Quiera la Virgen «Axion Estin» colmar de todas sus bendiciones a quienes, en su «Jardín», han dedicado su vida a su Hijo con aquella generosidad radical que es la característica de la vida monástica".59

Al hablar de cada uno de los santuarios marianos, Juan Pablo II va indicando diversas facetas del camino de perfección, que sería interesante profundizar. La vida espiritual es un proceso de filiación ("ser sus hijos espirituales") que reclama la imitación de María y la sintonía con sus actitudes, hasta "cambiar de modo de pensar y de amar" para "recibir en nuestro corazón el Verbo Encarnado".60

A la Virgen de Copacabana se pide encontrar "el camino hacia Cristo" con "los dones del Espíritu que robustezcan la fe, acrecienten la esperanza, muevan a obras de caridad"61. El encuentro con María equivale a "abrir de par en par los espacios de vuestro corazón a Cristo, el Redentor"62. Es encuentro que "manifiesta y refuerza su fe, infunde audacia, refuerza los vínculos de unidad y acompaña con identidad de objetivos espirituales las múltiples energías que el Espíritu Santo no cesa de suscitar".63

El camino de perfección ha quedado simbolizado por el Monte Carmelo, como camino de experiencia de Dios. "En este itinerario está presente María... Mediante el escapulario, los devotos de la Virgen del Carmen expresan su voluntad de plasmar su existencia según los ejemplos de María... acogiendo con corazón purificado la Palabra de Dios y dedicándose al servicio premuroso de los hermanos... Que Ella, con su intercesión, obtenga a cada uno el poder proseguir con seguridad en el camino de la vida y llegar felizmente a la santa montaña, Jesucristo Nuestro Señor".64

Los medios devocionales, como el Rosario, puede convertirse en camino

58    ? Alocución antes del rezo del Angelus, en Barcelona, 7 noviembre 1982: Insegnamenti V/3 (1982) 1194.

59    ? Alocución sobre el Monte Athos, "Jardín de la Virgen", antes del rezo del Angelus 6 diciembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1311. En el discurso a las personas consagradas, reunidas en el santuario nacional de Maipú (Ntra. Sra. del Carmen), Chile, el Papa afirma: "La Virgen sigue siendo el modelo de todo consagrado. Ella es la mujer consagrada, la Virgen de Nazaret, que escuchando, orando y amando, es escogida para ser la Madre de Dios": 3 abril 1987: Insegnamenti X/1 (1987) 987.

60    ? Alocución sobre el santuario de la Natividad, de Belén: Angelus 20 diciembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1463.

61    ? Radiomensaje a los bolivianos, sobrevolando el santuario de Copacabana, Bolivia, 14 mayo 1988: Insegnamenti XI/2 (1988) 1393.

62    ? Homilía en la celebración eucarística, Paraguay, 18 mayo 1988: Insegnamenti XI/2 (1988) 1547.

63    ? Alocución sobre los santuarios marianos de Eslovachia (Levoca, etc.): Angelus 3 julio 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 26.

de contemplación y perfección. "Ella nos lleva a Jesús. Nos lo muestra como Maestro y Salvador: nos invita a meditar sus misterios y a vivirlos en nuestra propia experiencia. Mostrándonos el Rosario, nos está anunciando a Cristo".65

D) "Memoria" celebrativa de la comunión de la Iglesia:

La presencia de María por medio de los santuarios es "memoria" de su misma presencia en el Cenáculo de la primera comunidad eclesial (Act 1,14). Esa comunidad era "un solo corazón y una sola alma" por el hecho de ser "comunión" (koinonía). La "comunión" se construye escuchando la palabra de los Apóstoles, celebrando la Eucaristía, compartiendo lo bienes, recibiendo el Espíritu Santo que convierte a la comunidad en evangelizadora (cfr. Act 2,42-47; 4,32-25).

El santuario mariano queda orientado hacia el corazón unificado de la Madre de Jesús, que quiere prolongarse en el corazón unificado de la Iglesia. La presencia activa y materna de María se hace "comunión de vida" (RMa 45). Entonces "María está en el corazón de la Iglesia" (RMa 27).

Un santuario mariano se encuentra en medio de la comunidad eclesial, como señal luminosa en el camino de una Iglesia peregrina, donde María "antecede con su luz al Pueblo de Dios peregrinante como signo de esperanza y de consuelo" (LG 68). En los signos externos de imágenes y costumbres se pueden descubrir acontecimientos de gracia en el decurso de la historia pasada. La "memoria" (anámnesis) eclesial de un santuario se convierte en "invocación" (epíclesis) de la gracia del Espíritu Santo para construir la "comunión" (koinonía) eclesial según el mandato del amor y según el modelo de la vida trinitaria.

Los momentos más fecundos de la historia de la Iglesia han sido aquellos en los que se ha tomado conciencia de esta realidad mariana y eclesial de Cenáculo. Se podría hablar de un "nuevo Pentecostés", en el sentido de recibir nuevas gracias del Espíritu Santo para poder afrontar nuevas situaciones eclesiales.66

En la época postconciliar del Vaticano II es frecuente escuchar alguna invitación del Papa a reunirse en cenáculo con María. "En la economía de la gracia, actuada bajo la acción del Espíritu Santo, se da una particular

64    ? Alocución sobre "Flos Carmeli", en el monte Carmelo: Angelus 24 julio 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 173 (cita Colecta de la Misa de la Virgen del Carmen). También "Montserrat" tiene un significado semejante: "El cántico del Magnificat resuna indefectible a lo largo de los siglos. Aquí en Montserrat parece haberse cristalizado hasta el punto de constituir «un Magníficat de roca». No es tan sólo signo fehaciente de la ascensión realizada; es además una flecha indicadora de ulteriores escaladas": Celebración de la Palabra en el Santuario de Montserrat, 7 noviembre 1982: Insegnamenti V/3 (1982) 1190.

65    ? Homilía en el santuario de Ntra. Sra. del Rosario de Chiquinquirá, Colombia, 3 de julio 1986: Insegnamenti IX/2 (1986) 85.

66    ? Así lo dejó entrever el Papa Juan XXIII, al convocar el concilio Vaticano II y en la oración para pedir el éxito del mismo: "Renueva en nuestra época los prodigios de un nuevo Pentecostés": Oración por el concilio: AAS 51 (1959) 382; Const. Apostólica Humanae salutis: AAS 54 (1962) 5-13.

correspondencia entre el momento de la encarnación del Verbo y el del nacimiento de la Iglesia. La persona que une estos dos momentos es María: María en Nazaret y María en el cenáculo de Jerusalén" (RMa 24).

Pablo VI, en "Evangelii nuntiandi", hizo esta invitación en "la vigilia del tercer milenio": "En la mañana de Pentecostés, ella (María) presidió con su oración el comienzo de la evangelización bajo el influjo del Espíritu Santo. Sea ella la estrella de la evangelización siempre renovada que la Iglesia, dócil al mandato del Señor, debe promover y realizar, sobre todo en estos tiempos difíciles y llenos de esperanza" (EN 82).

Juan Pablo II ha repetido la invitación con insistencia, a modo de llamada a una renovación eclesial, que no sería posible sin la "comunión". En su primera encíclica, dirigía esta invitación, puesto que estamos en "un nuevo adviento" (RH 1, 20, 22), en una "nueva etapa de la vida de la Iglesia" (RH 6), en una "época hambrienta de Espíritu" (RH 18). Esta invitación se ha ido repitiendo, de modo más insistente durante el año mariano.67

En las alocuciones referentes a los santuarios marianos, se repite con insistencia esta invitación a reunirse en Cenáculo, con el objetivo de llegar a la "comunión eclesial" y "unidad espiritual" característica de la primera comunidad cristiana68. En realidad, "María es la voz que invita a los hombres a la comunión entre sí, en el respeto a derechos recíprocos y en la justa participación en los bienes de la tierra".69

Muchos santuarios, como el de "Mariacops" (Hungría) y Studenica (Servia) son lugar de encuentro entre creyentes de diversas naciones, confesiones y religiones, que acuden todos a la madre común. Se espera una plena comunión entre todos los cristianos, a fin de que "puedan celebrar juntos la Eucaristía y, con un solo corazón y una sola voz, dar gracias a su común Madre por la unidad reencontrada".70

67    ? Ver también RMa 24; 52; CT 72-73; DM 15; RMi 92, etc. Es muy significativa, al respecto, la carta del año 1981, en la que el Papa invitaba a los obispos a un encuentro especial en Roma (y que no pudo realizarse debido al atentado sufrido en ese mismo año): Lettera al Episcopato della Chiesa cattolica per il 1600º anniversario del 1º concilio di Costantinopoli e per il 1550º anniversario del concilio di Efeso: AAS 73 (1981) 513-527. Estudio estos y otros textos: J. ESQUERDA BIFET, L'azione dello Spirito Santo nella maternità e missionarietà della Chiesa, en: Credo in Spiritum Sanctum, Lib. Edit. Vaticana 1983, 1293-1306.

68    ? Alocución antes del rezo del Angelus 11 octubre 1992 (en Santo Domingo): Insegnamenti XV/2 (1992) 290-292.

69    ? Alocución sobre la Virgen de Guadalupe: Angelus 13 diciembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1389.

70    ? Alocución sobre el santuario de "Mariacops" (Hungría), antes del rezo del Angelus 14 agosto 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 235. Sobre el santuario de Studenica, Servia: Angelus 4 diciembre 1988: Inegnamenti XI/4 (1988) 1763-1764). Otras veces se refiere a los santuarios de Tinos, Athos, etc. "El icono de la Madre de Dios fue traída del Oriente... Esta antigua imagen, que lleva los signos de elementos del cristianismo del Oriente y del Occidente, es un símbolo de la unión de estos dos mundos, de las riquezas y de las culturas que mediante el bautismo se han encontrado y unido en Cristo... La imagen ha sido llamada frecuentemente «signo de la unidad del

E) Memoria de la misión de la Iglesia:

La presencia de María en los santuarios marianos (RMa 28) es una "memoria" de la maternidad y misión eclesial. Efectivamente, la celebración de los misterios cristianos recuerdan a la Iglesia su calidad de Madre a ejemplo de María. "Las palabras que Jesús pronuncia desde lo alto de la Cruz significan que la maternidad de su madre encuentra una «nueva» continuación en la Iglesia y a través de la Iglesia" (RMa 24). En su obra apostólica, la Iglesia aprende el "amor materno" de María (LG 65; RMi 92; cfr. Jn 16,21ss; Gal 4,19).71

Si María es "Madre de los hombres... de todas las familias de los pueblos" (LG 69), la Iglesia, a su vez, es "signo e instrumento de la unidad de todo el género humano" (LG 1; cfr. SRS 40). En cada santuario mariano se puede decir que los pueblos, siguiendo el anuncio de la Iglesia, que con Cristo es "signo levantado en medio de las naciones" (Is 11,12), "encuentran al niño con su Madre" (Mt 2,11).

María, en los santuarios marianos, es "memoria" misionera-materna de la Iglesia, especialmente en los momentos celebrativos, cuando se hace presente el misterio redentor. Entonces, más que nunca, "la Iglesia aprende de María la propia maternidad" (RMa 43), que es "maternidad según el Espíritu" (RMa 70; cfr. RMi 70, 92). Analógicamente a la acción materna de María, la acción apostólica de la Iglesia es también de "influjo salvífico" (LG 60). Allí, de modo especial, María es Madre "por medio de la Iglesia" (RMa 24; cfr. Gal 4,4-19). "Es el modelo de todos los discípulos y evangelizadores por su testimonio de oración, de escucha de la Palabra de Dios y de pronta y fiel disponibilidad al servicio del Reino hasta la cruz".72

También en las celebraciones de los santuarios marianos, "la Iglesia, contemplando su profundidad santidad e imitando su caridad (de María) y cumpliendo fielmente la voluntad del Padre, se hace también madre mediante la palabra de Dios aceptada con fidelidad, pues por la predicación y el bautismo engendra a una vida nueva e inmortal a los hijos concebidos por obra del Espíritu Santo y nacidos de Dios" (LG 64). La acción eclesial será de maternidad en la medida en que imite la actitud de fidelidad generosa de María: "por esto también la Iglesia, en su labor apostólica, se fija con razón en aquella que engendró a Cristo, concebido del Espíritu Santo y nacida de la Virgen, para que también nazca y crezca por medio de la Iglesia en las almas de los fieles" (LG 65).

En los santuarios marianos aparece "el testimonio materno de María sobre Cristo. Con su solicitud acompaña la difusión del Evangelio en todas

oriente y delo occidente cristiano": Alocución sobre el santuario de Jasna Gora (Clarus Mons), Czestochowa, y otros santuarios de Polonia: Angelus 28 agosto 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 483-484. Ver también una reflexión semejante en: Alocución sobre el santuario nacional de la Inmaculada, en Washington: Angelus 11 diciembre 1988: Insegnamenti XI/4 (1988) 1844.

71    ? Estudio más ampliamente la relación entre la maternidad y la misión de la Iglesia, en: Maternidad de la Iglesia y misión, "Euntes Docete" 30 (1977) 5-29; La maternidad de María y la sacramentalidad de la Iglesia, "Estudios Marianos" 26 (1965) 231-274.

72    ? Documento de Santo Domingo, n.15.

las naciones. Ese testimonio de María tiene una importancia particular para el continuo crecimiento y expansión de la Iglesia"73. Es Ella quien alcanza "la gracia de acoger la vida divina que su Hijo nos ofrece y de testimoniar con coherencia la novedad y la riqueza de este don para contribuir a la venida del Reino de Dios en el mundo".74

En la larga historia de santuarios marianos, el tema de la evangelización es parte integrante de los mismos, ya desde la aparición a Santiago en Zaragoza, en la que "le prometió su ayuda en la obra de la predicación apostólica"75. Por esto es "vocación tradicional y siempre actualísima de todos los santuarios, ser una antena permanente de la buena nueva de nuestra salvación".76

Nuestra Señora de Guadalupe (México) puede considerarse un caso "tipo" respecto a la evangelización. María aparece como quien "lleva en el seno al Hijo divino próximo para nacer....lo ha dado al mundo para la salvación de todos". Y es también ella, quien indica "a la Iglesia los caminos mejores que hay que recorrer en el compromiso de una nueva evangelización. De Ella imploramos la gracia de servir esta causa sublime con renovado espíritu misionero".77

El compromiso eclesial de evangelización es recordado con ocasión de hacer referencia a algunos santuarios, especialmente de Iglesias jóvenes. En esos santuarios se asume "un compromiso de evangelización"78, también de colaboración en "el verdadero progreso civil y moral del país"79. La imagen de María muestra siempre para todos al Salvador del mundo.80

73    ? Visita al santuario de la Virgen de Coromoto, Venezuela, 10 febrero 1996: "L'Osservatore Romano", 23 febrero 1996,9.

74    ? Alocución sobre el santuario de "Nuestra Señora de la Salud" (Vailankanni, India): Angelus 31 julio 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 200.

75    ? Alocución sobre Nuestra Señora del Pilar: Angelus 15 noviembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1109-1111.

76    ? Alocución a los rectores de Santuarios, 22 enero 1981: Insegnamenti IV/1 (1981) 139.

77    ? Alocución sobre la Virgen de Guadalupe, en el rezo del Angelus 13 diciembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1388-1389. María es "el gran signo, de rostro maternal y misericordioso, de la cercanía del Padre y de Cristo, con quienes ella nos invita a entrar en comunión" (Puebla 282). Ella, desde el inicio de la evangelización, es "el evangelio encarnado" en los pueblos y culturas de América Latina (Puebla 446). Después de inaugurar la capilla de la Virgen de Guadalupe en las grutas vaticanas, junto al sepulcro de San Pedro (12 de mayo de 1992), Juan Pablo II indicó que, de este modo, nos hace "recordar con alegría la llegada de la fe en América Latina": Alocución en el rezo de Regina Coeli, 14 de mayo de 1992.

78    ? Nuestra Señora de Africa, Abidjan: Angelus 6 marzo 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 571.

79    ? Santuario mariano de La-vang, Hue,Vietnam: Angelus 19 junio 1988: Insegnamenti XI/2 (1988) 2067.

80    ? Nuestra Señora de Sheshan, China: "hay un campanario alto de 33

La misión de la Iglesia, a la luz de los santuarios marianos, es siempre de anuncio, celebración y caridad, especialmente de "amor misericordioso dedicado a aliviar los sufrimientos humanos", para "dedicarse con generosidad al servicio de los pobres, de los enfermos, de los que sufren, y a la redención de los pecadores"81. Por esto, "la Iglesia muestra de modo especial su fisonomía mariana por medio de la generación de Cristo en el corazón de los creyentes y mediante el cuidado solícito por el crecimiento en la fe. La Iglesia es verdaderamente Madre porque engendra y educa en la fe a sus hijos"82. De María se implora y aprende "el don de una fe ardiente y operante, capaz de testimoniar delante del mundo de hoy los valores perennes del Evangelio"83. A María se agradecen sus "desvelos maternales prodigados sin cesar en la evangelización" y, con su "cooperación maternal", se asume "un compromiso de fe y de amor, para ser testigos de Cristo tu Hijo en el tercer milenio de la historia cristiana".84

Esta realidad misionera y materna de la Iglesia, bajo la acción del Espíritu Santo, fundamenta el deseo que la misma Iglesia tiene de vivir en cenáculo de "comunión" con María (Act 1,14; 2,42ss; 4,32ss). El Espíritu Santo guía a la Iglesia, a ejemplo de María, a vivir de la Palabra y de la Eucaristía, para construir una comunidad que se oriente audazmente hacia la evangelización. Es un proceso de misión, que arranca de la misma naturaleza materna y misionera de la Iglesia.

En un momento histórico de Nueva Evangelización, los santuarios marianos pueden convertirse en signos estimulantes de una evangelización sin fronteras. En los documentos estudiados se ha podido observar cómo estos santuarios deben ser centros de culto y de evangelización.85

metros, encima del cual había una estatua de bronce de Nuestra Señora, que tenía levantado en alto a su hijo Jesús, aparecía como una gran cruz extendida sobre China": Alocución antes del rezo del Angelus 21 agosto 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 418.

81    ? Alocución sobre la Virgen de Lourdes, antes del rezo del Angelus, 19 julio 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 97.

82    ? Alocución sobre el santuario de María Auxiliadora, Turín: Angelus 4 septiembre 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 590.

83    ? Alocución sogre el santuario de Nuestra Señora del Cabo, Canadá: Angelus 13 noviembre 1988: Insegnamenti XI/4 (1988) 1533.

84    ? Juan Pablo II, Consagración a la Virgen de Luján, 12 abril 1987: Insegnamenti X/1 (1987) 1278. El mensaje del Santo Padre con ocasión del VI Congreso mariano nacional de Venezuela, resume los datos históricos del santuario mariano de Coromoto y su significado espiritual y evangelizador. Explicando el lema del Congreso ("María, quinientos años llevándonos a Jesús"), dice de María que "su privilegio y misión fue y sigue siendo la de mostrarnos a Jesús y llevarnos a él... Ella estuvo presente como Madre durante estos cinco siglos de evangeliación que van a cumplirse. Ella conseva, mediántola en su corazón, la historia del pueblo de Dios en estas tierras, de generación en generación" (13 de mayo de 1992: "L'Osservatore Romano", en español, 5 de junio de 1992, p.9).

85    ? Respecto a los santuarios marianos de América Latina, se puede constatar que ha sido la Santísima Virgen quien ha conducido a la fe a todo

Conclusión

María, celebrada como "memoria" de los misterios cristianos en sus santuarios, es la Virgen que se hace presente "en" una Iglesia o comunidad particular. Es verdad que entonces su título peculiar la califica como "de" un lugar determinado, y así es legítimo llamarla (la Virgen "de"...). Pero ella es la misma "en" todos los lugares, aunque la llamemos con el título "de" un lugar. Los misterios cristianos, los mismos, acontecen "en" cada lugar. María, "memoria" de la Iglesia, está "en" aquel lugar donde la Iglesia peregrina.

Cuando en un santuario mariano celebramos un aniversario o un acontecimiento, siempre se trata de la actualización de una historia de gracia, que se ha ido derramando por medio de la celebración de la Palabra, la Eucaristía, los sacramentos y la caridad. María es la "memoria" celebrativa de la Iglesia que es misericordiosa por ser creyente, contemplativa, evangélica, comunitaria, misionera y madre. La vivencia de estos valores ayudará a corregir las limitaciones y a conseguir una renovación personal y comunitaria.

Los santuarios se convierten en una experiencia profunda de la presencia materna de María. "En cada santuario se renueva el pacto de amor de la Virgen con sus hijos... Esa profunda devoción a la Madre de Jesús es una nota distintiva de su catolicidad, es garantía de su perseverancia en la fe verdadera, de su comunión eclesial y de su unidad espiritual".86

La vivencia celebrativa de la Iglesia en los santuarios marianos, a partir de la presencia activa y materna de María, se podría concretar en una actitud materna de "misericordia" y en un compromiso de encontrar en ella, como "memoria" de la Iglesia, una presencia activa en todo el camino de la misma fe, de la contemplación, de la perfección, de la comunión y de la misión. La actitud celebrativa de la Iglesia en los santuarios marianos es contemplativa, imitativa, vivencial, comunitaria y misionera, "con María y como María" (RMi 92).87

el Continente. Durante el rezo del Angelus durante el quinto centenario de la evangelización de América Latina (1992), el Papa se ha referido a los siguientes santuarios o imágenes marianas de América: La Antigua (Catedral de Santo Domingo, 12.1.92); Guadalupe (26.1.92); Aparecida (2.2.92); Maipú (16.2.92); Inmaculada de Washington (1.3.92); Luján (22.3.92); Copacabana (29.3.92); Nuestra Sra. de la Evangelización en Lima (14.6.92); la Virgen de los Trenta y tres (28.6.92); Suyapa (5.7.92); Quinche (12.7.92); N.S.de Los Angeles (2.8.92); Virgen de la Caridad del Cobre (9.8.92); Asunción en Paraguay (16.8.92); Inmaculada en El Viejo, Nicaragua (13.9.92); Izamal en Yucatán (20.9.92); Altagracia (homilía: 12.10.92); otros santuarios (Santa María La Antigua del Darién, Colombia; Catedrales de Kingston y Caribe, Virgen de la Divina Providencia Patrona de Puerto Rico, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Patrona de Haití (8.11.92).

86    ? Alocución antes del rezo del Angelus 11 octubre 1992 (en Santo Domingo): Insegnamenti XV/2 (1992) 291 (resumen del mensaje de todos los santuarios de América).

87    ? Además de otras alocuciones ya citadas, indicamos aquí la lista de los santuarios recordados por Juan Pablo II en su alocución antes del rezo del Angelus durante el Año Mariano 1987-1988: resumen anticipado (21 de junio 1987); "Puerta de la Aurora", en Vilnius (Lituania), santuario de

Apéndice: textos que no aproveché, aunque hice resumen y cité la fuente:

Del n.1 (presencia activa y materna):

"En el espíritu de este Santuario de Belén, dirijo mi pensamiento a todos los Santuarios marianos, en los cuales la Bienaventurada Virgen, aunque venerada con diversos títulos, recuerda siempre el misterio de la Encarnación" (Santuario de la Natividad, en Belén: Angelus 20 diciembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1463)

"La Señora Orante aquí, desde hace mil años, asiste a sus hijos e intercede por ellos junto a su Hijo Jesús" ("Nuestra Señora Orante", de Kiev: Angelus 22 noviembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1185-1186).

"Montserrat figura felizmente en la serie de aquellos santuarios que el año pasado tuve el gusto de calificar como «siongos de Dios, de su irrupción en la historia humana», en cuanto representan «un memorial del misterio de la Encarnación y de la Redención», en consonancia maravillosa con esa «vocación tradicional y siempre actualísima de todos los santuarios de ser una antena permanente de la buena nueva de nuestra salvación»" (Celebración de la Palabra en el Santuario de Montserrat, 7 noviembre 1982: Insegnamenti V/3 (1982) 1188; cita «» alocución a los rectores de Santuarios, 22 enero 1981: Insegnamenti IV/1 (1981) 139.

Siluva y otros de Lituania (28 junio 1987); Natividad, en Jerusalén (5 julio 1987); "Señora de la Nieve" (Dolomitas), Italia (12 julio 1987); Lourdes (19 julio 1987); Fátima (26 julio 1987); Pompei (25 octubre 1987); Anunciación en Nazaret (8 noviembre 1987); Pilar (15 noviembre 1987); "Nuestra Señora Orante", de Kiev (22 noviembre 1987); Monte Athos (6 diciembre 1987); Virgen de Guadalupe (13 diciembre 1987); Natividad, en Belén (20 diciembre 1987); mosaico en fachada Plaza S. Pedro (3 enero 1988); santuarios marianos de Egipto (17 enero 1988); Altötting, Baviera (24 enero 1988); María Auxiliadora, Turín (31 enero 1988); santuario de la Inmaculada en Yagma, Burkina Faso (7 febrero 1988); monte Hostyn, Moravia (14 febrero 1988); Aparecida (21 febrero 1988); Nuestra Señora del Líbano (28 febrero 1988); Nuestra Señora de Africa, Abidjan (6 marzo 1988); "Reina de la Paz", en Knock, Irlanda (13 marzo 1988); Maria Bistrica, Croacia (20 marzo 1988); Virgen de la Anunciación, en Tinos, Grecia (10 abril 1988); diversos santuarios de la diócesis de Verona (17 de abril 1988); santuarios relacionados con nuevos beatos (Francisco Palau, Gaspar Stanggssinger, Pedro Bonilli, Savina Petrilli) (24 abril 1988); Virgen de los Treinta y Tres (Uruguay) (8 mayo 1988); Santuarios marianos de Emilia, Italia (5 junio 1988); Nuestra Señora de la Consolación, Reggio Calabria (12 junio 1988); La-Vang, Vietnam (19 junio 1988); santuarios marianos de Eslovachia (Levoca, etc.) (3 julio 1988); de nuevo, "Nuestra Señora Orante", de Kiev, con ocasión del milenario del bautismo de Rus (10 julio 1988); Pietralba, Bolzano-Bressanone (17 julio 1988); "Flos Carmeli", en el monte Carmelo (24 julio 1988); "Nuestra Señora de la Salud", Vailankanni, India (31 julio 1988); Mariapocs, Hungría (14 agosto 1988); Nuestra Señora de Sheshan, China (21 agosto 1988); Jasna Gora (Clarus Mons), Czestochowa, y otros santuarios de Polonia (28 agosto 1988); María Auxiliadora (4 septiembre 1988); saludo a los numerosos santuarios marianos de Alsacia (9 octubre 1998); Montserrat (6 noviembre 1988); Nuestra Señora del Rosario del Cabo, Canadá (13 noviembre 1988); Nuestra Señora de Studenica, Servia (4 diciembre 1988); santuario nacional de la Inmaculada, en Washington (11 diciembre 1988). He tomado los textos de Insegnamenti di Giovanni Paolo II (he indicado las páginas al citar los documentos en los diversos puntos del presente estudio).

"María, Virgen y Madre - presente en tantos santuarios -, da cuna y morada de salvación a la nueva humanidad restaurada en Cristo, la Iglesia" (Angelus, Barcelona, (se refiere a Montserrat) 7 noviembre 1982: Insegnamenti V/3 (1982) 1194)

... "este lugar donde la Virgen, hace más de dos siglos, selló un encuentro singular con la gente brasileña. Con razón se vuelven hacia aquí, desde entonces, los anhelos de esta gente; aquí palpita, desde entonces, el corazón católico del Brasil" (Juan Pablo II, Homilía Misa en la basílica de Aparecida, 4 julio 1980: Insegnamenti III/2 (1980) 98-104.

(en la recitación del Rosario por mundovisión, en conexión con otros santurios, desde Santa Maria la Mayor): "Recorriendo, mediante los misterios del Rosario, las etapas de la obra salvífica de Cristo, descubrimos el modo como María ha vivida la riquísima dimensión - trascendente y también humana - de aquellos acontecimientos, destinados a dejar un surco imborrable en el camino humano" (Juan Pablo II, Recitación del santo Rosario en la Basílica de Santa María la Mayor (transmitida por mundovisión), 6 junio 1987: Insegnamenti X/2 (1987) 2000)

... "la presencia materna y misericordiosa de María, hecho más sensible por medio de un humilde cuadro de Nuestra Señora del Rosario" (Nuestra Señora de Pompei: Angelus 25 octubre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 927-928)

... "el cometido de María en la vida de la Iglesia consiste por su misma naturalez en una relación única e irrepetible de persona a persona" (cita texto de RMa 45: «cada hijo es engendrado de modo único e irrepetible» etc.)... "su dulce imagen sonríe a cuantos entran en esta Plaza, desde el mosaico que he querido fuera colocado en una de las fachadas del Palacio Apostólico" (Mosaico en fachada Plaza S. Pedro: Angelus 3 enero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 13-14)

"Los Santuarios que surgen en aquella región (Egipto) tienen un significado particular, puesto que se relacionan, según antiguas tradiciones, con el recuerdo del paso de la Sangrada Familia, según los detalles indicados en el Evangelio de Mateo" (Santuarios marianos de Egipto: Angelus 17 enero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 118-119)

"El título se encuentra de hecho en las Letanías Lauretanas y subraya la presencia activa de María en la historia de la Iglesia... En su camino hacia el grande Jubileo del 2.000, la Iglesia siente la necesidad de una intervención materna de María para reafirmar su propia adhesión al Señor" (Basílica de María Auxiliadora, Turín: Angelus 31 enero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 312).

(recordando su visita del 18 de noviembre de 1980): "La ayuda materna de María a una familia probada )(resurrección de un niño ahogado en el río)) dio inicio a la interminable procesión de peregrinos, che, desde hace 500 años, acuden al Santuario para venerar a la Madre de Jesús, para confiarle sus gozos y penas, dificultades y sufrimientos" (Nuestra Señora de Altötting, Baviera: Angelus 24 enero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 174).

"Este Santuario, que se inspira en las Apariciones de Lourdes, es un signo de la presencia de María en Burkina Faso y de la devoción de aquella población a la Madre del Redentor" (Santuario de la Inmaculada en Yagma, en Burkina Faso: Angelus 7 febrero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 370)

"Desde aquel día (del encuentro de la imagen) la Señora Aparecida está

presente siempre en los corazones, en las familias, en la Iglesia y en la historia del pueblo brasileño" (Aparecida: Angelus 21 febrero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 499)

"La Virgen Santa está presente en todas partes (Libano) y sus santuarios son innumerables... El Santuario mayor y más querido de todos los libaneses es el de Nuestra Señora del Líbano, situado en la colina de Harissa. La grande estatua de la Señora, voliviendo sus manos extendidas hacia el mar y la capital Beirut, es como si asegurara a todos los libaneses su protección maternal" (Nuestra Señora del Líbano: Angelus 28 febrero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 510.

"La cúpula elicoidal... y la imagen... visibles a larga distancia... aparecen como un signo sensible de la materna presencia de María en la región... Amable y sonriente, presenta el Niño Jesús que se inclina hacia los fieles con los brazos abiertos... Nosotros nos la imaginamos con razón como Madre amorosa, cercana en todo lugar a cada uno de sus hijos" (Nuestra Señora de Africa, Abidjan: Angelus 6 marzo 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 572).

"Aquella pequeña talla de la Virgen Inmaculada expresa de un modo admirable la presencia de la Madre de Dios en estas tierras del Uruguay" (Virgen de los Treinta y Tres (Uruguay): Regina Coeli 8 mayo 1988 (en el avión): Insegnamenti XI/2 (1988) 1208-1209.

"Esta imagen de la Virgen es una llamada y a la vez un signo de la presencia de la Madre de Dios desde los orígenes de vuestra nación... Ahora es ya como un memorial de la historia de cada uno de vosotros, de cada familia, de todo el Uruguay" (Homilía en la celebración eucarística en el estadio de Florida, Uruguay: Isegnamenti XI/2 (1988) 1225-1226.

"Contemplando la imagen bendito de Nuestra Señora de Caacupé... la llegada del mensaje de salvación y la presencia maternal de María en estas tierras... Caacupé es el lugar que María misma quiso elegir... para quedarse en medio de vosotros" (Homilía en la celebración eucarística, 18 mayo 1988: Insegnamenti XI/2 (1988) 1546-1547)

"La tradición popular narra que la Santísima Virgen se apareció repetidas veces, sosteniendo en brazos a Jesús niño, exhortando a la perseverancia (en la persecución) y asegurando su protección" (Santuario mariano de La-vang, Hue,Vietnam: Angelus 19 junio 1988: Insegnamenti XI/2 (1988) 2066).

"Llevo muy dentro de mi corazón todo los lugares de la presencia de María, en los cuales los fieles han aprendido y continuan aprendiendo el grande misterio de la filiación divina... Jasna Gora - Clarus Mons - ... es desde hace seis siglos el lugar de la presencia especial de la Madre de Dios" (Jasna Gora (Clarus Mons), Czestochowa, y otros santuarios de Polonia: Angelus 28 agosto 1988:Insegnamenti XI/3 (1988) 482-483.

"El (Don Bosco) nos invita a saber ver en María una presencia eficaz de defensa y de ayuda, de intercesión y de servicio amoroso" (Santuario de María Auxiliadora, Turín: Angelus 4 septiembre 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 589.

"Aquí en Chiquinquirá quisiste, oh Madre, disponer para siempre tu morada. Durante cuatro siglos, tu presencia vigilante y valerosa ha acompañado ininterrumpidamente a los mensajeros del Evangelio en estas tierras para hacer brotar en ellas, con la luz y la gracia de tu Hijo, la inmensa riqueza

de la vida cristiana" (Homilía en el santuario de Ntras. Sra. del Rosario de Chiquinquirá, Colombia, 3 de julio 1986: Insegnamenti IX/2 (1986) 83)

"María está presente en medio del pueblo de Dios, convocado por la voluntad del Padre en la Iglesia. «Esta presencia... (cita texto de RMa 28, hasta) creído»" (Visita al santuario de la Virgen de Coromoto, Venezuela, 10 febrero 1996: L'Osserv. Romano, 23 febrero 1996, 9-11)

RESUMEN DE LOS DE AMERICA LATINA (en relación con Guadalupe):... "Los quinientos años de historia cristiana de América están marcados por la presencia de María, que desde los albores de la evangelización, encarnó los valores culturales de los pueblos del Continente, como vemos en la Virgen del Tepeyac. Cada santuario y cada altar... son la memoria de una particular predilección de María por cada nación y cada pueblo. En cada santuario se renueva el pacto de amor de la Virgen con sus hijos de América" (Juan Pablo II, Oración del "Angelus" del 11.10.92 (en Santo Domingo): Insegnamenti XV/2 (1992) 290-292.

(Al agradecer el año mariano en Santa María la Mayor) "Hoy, mientras vive el adviento del año del Señor de 1988, la Iglesia desea agradecer por todo lo que ha sido el don del «Año Mariano»... Por la relectura del mensaje del Concilio Vaticano II sobre la presencia de la Madre de Dios en la misión de Cristo y de la Iglesia" (Homilía en Santa Maria la Mayor, por el don del Año Mariano: 8 diciembre 1988: Insegnamenti XI/4 (1988) 1807-1808)

------------------------Angelus durante el Año Mariano 1987-1988: 21 de junio 1987 (resumiendo lo que dirá sobre santuarios concretos durante el año mariano): Insegnamenti X/2 (1987) 2294-2295. Santuario mariano "Puerta de la Aurora", en Vilnius (Lituania), Santuario de Siluva y otros de Lituania 28 junio 1987: Insegnamenti X/2 (1987) 2353-2354). Santuario de la Natividad, en Jerusalén: Angelus 5 julio 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 24-25). Santuario de "Señora de la Nieve" (Dolomitas), Italia: Angelus 12 julio 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 70-71. Santuario de Lourdes: Angelus, 19 julio 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 97-99. Santuario de Fátima: Angelus 26 julio 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 118-119. Nuestra Señora de Pompei: Angelus 25 octubre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 927-928). Basílica de la Anunciación en Nazaret: Angelus 8 noviembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1036-1037). Nuestra Señora del Pilar: Angelus 15 noviembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1109-1111. "Nuestra Señora Orante", de Kiev: Angelus 22 noviembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1185-1186. Monte Athos, "Jardín de la Virgen": Angelus 6 diciembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1310-1311. Virgen de Guadalupe: Angelus 13 diciembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1388-1389. Santuario de la Natividad, en Belén: Angelus 20 diciembre 1987: Insegnamenti X/3 (1987) 1462-1463. Mosaico en fachada Plaza S. Pedro: Angelus 3 enero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 13-14. Santuarios marianos de Egipto: Angelus 17 enero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 118-119). Nuestra Señora de Altötting, Baviera: Angelus 24 enero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 173-174. Basílica de María Auxiliadora, Turín: Angelus 31 enero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 311-312. Santuario de la Inmaculada en Yagma, en Burkina Faso: Angelus 7 febrero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 370. Santuario mariano del monte Hostyn, Moravia: Angelus 14 febrero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 434-435. Aparecida: Angelus 21 febrero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 499-500. Nuestra Señora del Líbano: Angelus 28 febrero 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 509-510. Nuestra Señora de Africa, Abidjan: Angelus 6 marzo 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 571-572. Santuario "Reina de la Paz", en Knock, Irlanda: Angelus 13 marzo 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 620-621. Maria

Bistrica, Croacia: Angelus 20 marzo 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 680-681. Santuario de la Virgen de la Anunicación, en Tinos, Grecia: Angelus 10 abril 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 849-850. Diversos santuarios de la diócesis de Verona: Regina Coeli 17 de abril 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 950. Santuarios relacionados con nuevos beatos (Francisco Palau, Gaspar Stanggssinger, Pedro Bonilli, Savina Petrilli): Regina Coeli 24 abril 1988: Insegnamenti XI/1 (1988) 1028-1029. Virgen de los Treinta y Tres (Uruguay): Regina Coeli 8 mayo 1988 (en el avión): Insegnamenti XI/2 (1988) 1208-1209. Santuarios marianos de Emilia, Italia: Angelus 5 junio 1988: Insegnamenti XI/2 (1988) 1820-1821. Nuestra Señora de la Consolación, Reggio Calabria, 12 junio 1988: Insegnamenti XI/2 (1988) 1996-1997. Santuario mariano de La-Vang, Vietnam: Angelus 19 junio 1988: Insegnamenti XI/2 (1988) 2066-2067. Santuario mariano de La-vang, Hue,Vietnam: Angelus 19 junio 1988: Insegnamenti XI/2 (1988) 2066-2067). Santuarios marianos de Eslovachia (Levoca, etc.): Angelus 3 julio 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 26-27. De nuevo, "Nuestra Señora Orante", de Kiev, con ocasión del milenario del bautismo de Rus: Angelus 10 julio 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 81-82. Santuario mariano de Pietralba, Bolzano-Bressanone: Angelus 17 julio 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 144-146. "Flos Carmeli", en el monte Carmelo: Angelus 24 julio 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 172-173. "Nuestra Señora de la Salud" (Lourdes del Oriente), Vailankanni, India: Angelus 31 julio 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 199-200. Santuario de Mariapocs, Hungría: Angelus 14 agosto 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 234-236. Nuestra Señora de Sheshan, China: Angelus 21 agosto 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 417-418. Jasna Gora (Clarus Mons), Czestochowa, y otros santuarios de Polonia: Angelus 28 agosto 1988:Insegnamenti XI/3 (1988) 482-484. Santuario de María Auxiliadora, Turín: Angelus 4 septiembre 1988: Insegnamenti XI/3 (1988) 589-590. Saludo a los numerosos santuarios marianos de Alsacia: Angelus 9 octubre 1998: Insegnamenti XI/3 (1988) 1118-1119. Montserrat: Angelus 6 noviembre 1988: Insegnamenti XI/4 (1988) 1430-1431. Santuario de Nuestra Señora del Rosario del Cabo, Canadá: Angelus 13 noviembre 1988: Insegnamenti XI/4 (1988) 1532-1533. Nuestra Señora de Studenica, Servia: Angelus 4 diciembre 1988: Inegnamenti XI/4 (1988) 1763-1764. Santuario Nacional de la Inmaculada, en Washington: Angelus 11 diciembre 1988: Insegnamenti XI/4 (1988) 1843-1844.